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LA INSTITUCION DE LOS COMITES DE CONCILIACION DE LAS ENTIDADES

PUBLICAS Y SUS FUNCIONES

La conciliación prejudicial contenciosa administrativa es un mecanismo alternativo


de solución de conflictos utilizado frecuentemente ya que es relativamente útil en
el ordenamiento jurídico. Por tal razón ello el avance, los progresos legales,
doctrinales y los distintos pronunciamientos jurisprudenciales que han resultado
conforme la misma como requisito de procedibilidad. Es fundamental dirigirse a los
principios de celeridad y economía que auxilian a desahogar y descongestionar
estrados judiciales, los que versan en complejidad, fervor, tiempo y recursos a la
administración de justicia y señalan si el Estado y los entes conciliadores se
encuentran absolutamente aptos para realizar la diligencia de conciliación en el
periodo prejudicial de aquellos asuntos que son conciliables y que poseen como
requerimiento de procedibilidad.

Por medio del mecanismo de conciliación resulta un convenio ecuánime e


imparcial que da la transformación más eficaz, despejada y económica para dirimir
debates que se presenten entre los dos extremos (LEY 446/1998, Articulo 64).

La jurisdicción contenciosa administrativa planteada en Colombia, el aumento de


la mediación del Estado, los innumerables fracasos de la administración pública
por incurrir en corrupción y demás componentes han concebido, en recientes años
anteriores, que se presente un aumento importante en el número de asuntos por
dirimir que le corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa.

únicamente traspasando el cambio de pensamiento de los abogados litigantes y


de las autoridades de la administración pública se logrará, a través de la solución
amigable de conflictos de intereses, comprimir la demanda constitucional y lograr
la efectividad en frutos de justicia que necesita la sociedad.
En diversas circunstancias, las discusiones originadas entre particulares y la
Administración pública se surten como resultado de discrepancias alrededor de
obligaciones y derechos en los cuales versa la libre disposición como una
potestad, en dichos asuntos, con la intención de desahogar los despachos
judiciales en la rama contencioso-administrativa, es aprobada la posibilidad de
solucionar o dirimir el conflicto de intereses o desatar la Litis previamente de que
sea necesaria la intervención del funcionario judicial; en esta situación, la
intervención del conciliador es con el fin de acercar los puntos de vista de los
implicados por medio de una institución característica de la sociedad o del
Estado, en la cual la autoridad se encuentre descongestionada de alguna
controversia.

El fin de un conciliador permanece en fortificar la administración de justicia en lo


tangente a la proximidad de las partes en controversia, lo que compone una
significativa conquista en el ambiente de la relación civilizada. La legislación
actual, específicamente la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, plantea
que no se puede la introducción de algunas acciones significativas del ambiente
contencioso administrativo, en este caso según lo visto en la catedra del Doctor
Rafael Celis , En nuestro país Colombia se propuso a apadrinar como cimiento
fundamental la representación jurídica para acrecentar el descongestionamiento
de los estrados judiciales, con tal fin se promulgó la Ley 23/03/ 1991, tambien
plantean tres tipos de acciones, mejor nombradas medios de control que necesita
como requisito de procedibilidad el mecanismo de resolución de conflictos de la
conciliación , estos son Reparación directa, Controversias contractuales y Nulidad
y restablecimiento del derecho, la cual se lleva a cabo ante el funcionario
competente delegado por la procuraduría general de la nación para asuntos
administrativos, como es por ejemplo el caso de acciones o medios que
involucran la pretensión de indemnización por el parte del demandante, es así
como se denominan anteriormente la reconocida acción de nulidad y
restablecimiento del derecho o la acción de reparación directa.
La jurisprudencia, desde otro punto de vista, precisa la conciliación prejudicial
como “La institución en integridad de la cual se oprime el interés público, por
medio de una solución negociada del conflicto jurídico entre las partes, junto con
la intervención de un funcionario estatal perteneciente a la rama judicial o a la
administrativa, y excepcionalmente de particulares” planteada en la Sentencia C-
160, 1999; planteando entonces el mecanismo de conciliación, como método de
solución de conflictos y se dio a conocer en la Ley 640 del año 2012 a modo de
requisito de procedibilidad en la jurisdicción contencioso administrativo. Aunque no
obstante, la Resolución 198 de 2002 del Min. De Interior y Justicia, pronunció que
no se suministraban los presupuestos para establecer el acceso en vigor de la
conciliación prejudicial en derecho como requisito de procedibilidad para concurrir
ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo en ningún distrito judicial de
Colombia.

Teniendo en cuenta de que dio la libertad a las personas para entonces llegar o
no llegar a la conciliación, lo que por consiguiente de origen a la congestión de los
estrados judiciales. Desde una perspectiva jurisprudencial diferente, la
conciliación no es muy profunda si envuelve un encadenamiento de precedentes
muy importantes. Como el Consejo de Estado, la sección tercera (en el Auto 06,
2000) que determino A la altura de reflexión fiscal, es importante sugerir que la
conciliación contenciosa administrativa compone, a no dudar, un mecanismo
apreciable en todo lo relacionado con la solución de los conflictos en los que se ve
incluido el Estado, no solo porque sea un nuevo comienzo y dirima el conflicto,
sino también favorece de excelente manera a la descongestión de los despachos
judiciales.

Por tal razón, no obstante no se puede perder la perspectiva, el hecho de que a


por medio de esta, se utilizan los dineros del Estado, del cual no se puede otorgar
disponibilidad al arrojo desmesurado de los funcionarios sino que necesita del
acatamiento de reglas y pretensiones rígidas y precisas que imposibiliten la
utilización de la conciliación para conclusiones no predichas en la ley.
Nuestra Constitución Política platea en su artículo 116 la representación de la
conciliación, el cual orienta, en los incisos 3, 4, lo siguiente “Excepcionalmente la
ley podrá atribuir función jurisdiccional en materias precisas a determinadas
autoridades administrativas. Sin embargo, no les será permitido adelantar la
instrucción de sumarios ni juzgar delitos, Los particulares pueden ser investidos
transitoriamente de la función de administrar justicia en la condición de
conciliadores o en la de árbitros habilitados por las partes para proferir fallos en
derecho o en equidad en los términos que determine la ley”. En el anterior articuló
se plantea como una piedra angular la conciliación como mecanismo alternativo
para la solución de los conflictos en materia de lo contencioso administrativo; le
otorga la competencia al Ministerio Público de proceder con la conciliación
extrajudicial como requerimiento de procedibilidad, el cual su meta es desahogar
de otra manera los estrados judiciales y coartar el gravamen que asumen los
jueces para poder efectuar los principios de justicia, fundados en la celeridad,
efectividad y la economía procesal.

Por lo tanto al ser una función jurisdiccional en la que la Constitución se


fundamenta, involucra pilares que hacen parte de esta, entre los más destacados
el Principio del Acceso a la Justicia. Pensar en la conciliación como una forma de
administración de justicia paralela a la que ejercen los jueces, permite oponerse a
la idea de que la conciliación es un requerimiento de procedibilidad, que
claramente, involucra claramente el quebrantamiento del principio del libre acceso
a la justicia establecido en la Constitución Política Colombiana en su artículo 29,
en la cual se hace notar el derecho de toda persona para involucrarse a la
administración de justicia.

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