El acceso al crédito es una necesidad primordial, tanto para las personas como para las empresas: pocas personas cuentan con el musculo financiero necesario para iniciar sus proyectos, emprender o simplemente adquirir los bienes que desean, al paso que muy pocas empresas se pueden permitir el cumplimiento de sus metas de crecimiento y sostener su flujo de caja sin ningún tipo de respaldo crediticio.
En ese contexto, las entidades financieras o empresas que prestan servicios financieros tienen un nicho de mercado inagotable para la colocación de sus productos: tarjetas de crédito, créditos de consumo, créditos bajo la modalidad de libranzas, créditos educativos, créditos hipotecarios, entre otros tantos productos que día a día hacen de la banca colombiana el sector más productivo de nuestra economía.
Así las cosas, la legislación colombiana, en especial el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero (EOSF), Estatuto de Proteccion al Consumidor (EPC) de una parte, y de otra la Superintendencia Financiera, entidad administrativa creada con el propósito de vigilar y regular el sector financiero, han realizado esfuerzos encaminados a la protección del consumidor financiero, es decir, la persona que accede a los servicios prestados por las entidades del sector, y que en principio se somete a su posición dominante, básicamente a consecuencia de dos motivos:
1. Tiene necesidad (normalmente urgencia) de acceder al crédito 2. El crédito se instrumenta a partir de un contrato de adhesión
En efecto, un contrato de adhesión es aquel en que una de las partes (el banco) propone un clausulado respecto al cual su contraparte (el cliente) no tiene facultad de negociar o discutir: el cliente acepta las condiciones propuestas por el banco o no acepta y no accede al crédito, teniendo la necesidad o urgencia de los recursos.
Frente a este panorama, el EOSF y el EPC modula el tema a través de regulaciones que apuntan a equilibrar la capacidad negocial de las partes y lograr un contexto mas justo para las personas que adquieren obligaciones crediticias.
Entre las regulaciones más importantes encontramos aquellas que se relacionan con productos asociados al crédito y en esta oportunidad podemos centrar nuestra atención en materia de seguros. En efecto, los seguros asociados a un producto crediticio, son un tema que suscita infinidad de dudas al consumidor financiero, quien normalmente no tiene información suficiente para exigir los derechos que le amparan conforme el ordenamiento jurídico vigente.
Para la persona común, términos como “póliza de vida grupo deudores”, “póliza todo riesgo vehículos”, “póliza de incendio y terremoto”, pueden sonar familiares y con facilidad se pueden aproximar a su contenido por definición. Sin embargo, cuando entramos a temas como condicionado general, condicionado particular, tasas, tarifas, amparos, coberturas, exclusiones, permanencias, continuidad, siniestros y reclamaciones, es necesario un conocimiento mas profundo para determinar la conveniencia o inconveniencia de cualquier póliza de seguros.
Por lo anterior, las entidades financieras tienen la obligación de brindar la información acerca de dichas pólizas de forma clara y suficiente a sus clientes, pero en la practica lamentablemente ocurre lo contrario, puesto que los asesores comerciales de los bancos tienden a pasar por alto dicha obligación, generándose así situaciones conflictivas en torno a los seguros que comentamos.
¿COMO FUNCIONAN LOS SEGUROS ASOCIADOS A UN CRÉDITO COMERCIAL? Los Bancos celebran convenios con las diferentes aseguradoras, a partir de los cuales se generan pólizas colectivas. Dichas pólizas colectivas otorgan garantía suficiente a las entidades financieras, amparando los riesgos a los que se exponen sus clientes y atendiendo a las características particulares del crédito y el perfil de riesgo de los consumidores financieros, de forma tal que se asegure el pago del credito frente a la ocurrencia de cualquier siniestro.
Así las cosas, la entidad financiera figura como tomador y beneficiario oneroso de las pólizas, los clientes se reputan como asegurados y según sea el caso, cabe la posibilidad de establecer beneficiarios gratuitos, conforme al condicionado particular de la póliza colectiva.
¿LOS SEGUROS ASOCIADOS A UN CRÉDITO SON OBLIGATORIOS? Los únicos seguros que la Ley plantea como obligatorios son aquellos que corresponden a un crédito hipotecario o un leasing habitacional, el resto de los seguros son voluntarios o seguros que establece el banco como parte de las garantías requeridas para otorgar un crédito.
¿PUEDO ELEGIR MI ASEGURADORA? Los deudores no están en obligación de vincularse con las aseguradoras con quienes las entidades financieras han celebrado convenios, los consumidores financieros están asistidos por el derecho de contratar con su aseguradora de confianza, inclusive, a través del intermediario de seguros de su elección.
¿CÓMO PUEDO HACER VALER MIS DERECHOS FRENTE AL BANCO? En primera instancia, contando con la asesoría adecuada y planteando el tema de forma correcta, se puede solucionar directamente con el banco, y de forma favorable, cualquier situación que afecte los intereses del deudor. En caso de no tener solución efectiva de los requerimientos realizados, existen mecanismos a los cuales recurrir, como la defensoría del consumidor financiero y por supuesto, la Superintendencia Financiera de Colombia.