Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Departamento de Psicología
Bogotá, Colombia
2015
SER MUJER Y MADRE EN PRISIÓN: DIÁGNOSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL
Psicóloga
Director
Psicólogo
Departamento de Psicología
Bogotá, Colombia
2015
La utopía está en el horizonte. Camino dos
pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte
se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para
qué sirve la utopía? Para eso, sirve para
caminar.
Eduardo Galeano
Agradecimientos
En primer lugar quiero agradecer a mis padres Esperanza Díaz y Carlos Calderón, les agradezco
por confiar en mí, por darme el mejor ejemplo, por enseñarme que no hay límites para los
sueños, mientras exista el persistente deseo de avanzar. Gracias por acompañarme en este
extenso y hermoso camino, por permitirme soñar y acompañarme en esos sueños. Agradezco a
mi padre porque siempre me ha enseñado el valor de las cosas y de la vida, porque me ha
enseñado a ser persistente y luchadora, agradezco a mi madre quien ha sido todo un ejemplo de
superación en la vida al igual que mi padre, ahora sé que de ella tengo uno de los mejores
ejemplos de la reivindicación de la mujer.
Agradezco a mi hermano, Carlos Calderón por ser mi compañía a lo largo de la vida y por
mostrarme la magia que ésta puede tener.
A aquellos amigos que desde ya hace varios años me han acompañado en ese complejo proceso
de crecer y transformarse: a Andrea Fonseca, a Laura Guzmán, a Kevin Serrano y a Sebastián
Tejada, gracias por estar siempre conmigo, por enseñarme tantas cosas, por ser una familia para
mí y por el apoyo que cada uno me brindó en el proceso de la realización de este trabajo. Ustedes
son testigos de este largo proceso y me siento feliz por ello.
A mi pareja, Julián Díaz, cuyo apoyo fue de vital importancia en este proceso, gracias por
permitirme compartir este mundo contigo, por la compañía, por las enseñanzas, por las charlas
en las que íbamos pensando cómo darle forma a este trabajo y de paso cómo transformar el
mundo. Gracias por persistir conmigo, por perseguir este sueño a mi lado, por ser ese compañero
incondicional que cada día me aporta cosas distintas, gracias por crecer conmigo. Agradezco a su
familia también por su acogimiento y el apoyo en este proceso.
A Sebastián Salgado, sin duda su apoyo y su guía aportaron a este proceso. Fue un honor
compartir contigo este momento tan especial de nuestras carreras. Gracias por orientarme, por la
paciencia y por la sabiduría. Este trabajo es también en parte el resultado de nuestras largas
charlas, seguro que lo verás reflejado.
A Karla Trujillo, quién me mostró una versión distinta del mundo. Las largas charlas con ella, así
como la idea de transformar la realidad que vulnera a muchos aportaron sin duda alguna a mi
formación profesional y personal, gracias por los momentos, los sueños y las enseñanzas. Por
mostrarme la importancia de la reflexión y la educación.
Al profesor José Ignacio Ruíz, quién además de ser el director de este trabajo ha sido un docente
guía. Gracias por todas las enseñanzas, por la guía en este trabajo y por la confianza depositada.
A todas las mujeres que hicieron parte de mi investigación, infinitas gracias por depositar su
confianza en mí y por permitir conocer parte de sus vidas, espero con este trabajo poder aportar a
la transformación de su situación.
Al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario y a cada uno de los profesionales que hicieron
posible mi acceso a los establecimientos de reclusión, a Dora Torres, psicóloga de la reclusión de
mujeres de Pereira, a Lina Perea docente del jardín infantil “Casita de sueños”; a Lyda
Bohórquez, psicóloga de la reclusión de mujeres de Bucaramanga y a Juliana docente del jardín
infantil “Mis huellitas”; y a Edwin Conde psicólogo en la reclusión de mujeres de Bogotá, a
María del Pilar, directora del jardín infantil “El esplendor”, a Yenny Chávez psicóloga del
mismo y a la dragoneante de la reclusión de mujeres de Bogotá Jeimmy Fajardo.
Introducción .................................................................................................................................... 1
Justificación .................................................................................................................................... 3
Objetivos ......................................................................................................................................... 5
Objetivos específicos................................................................................................................... 5
Hacinamiento. ........................................................................................................................ 39
Infraestructura inadecuada. .................................................................................................... 42
Metodología .................................................................................................................................. 55
Participantes .............................................................................................................................. 62
Instrumento................................................................................................................................ 63
Cuestionario. .......................................................................................................................... 63
Análisis de datos........................................................................................................................ 64
Procedimiento............................................................................................................................ 64
Resultados ..................................................................................................................................... 68
Discusión..................................................................................................................................... 107
Figura 7. Distribución de niños y niñas menores de 3 años que residen en los ERON ................48
Figura 11. Jardín Infantil “El esplendor”. Reclusión de mujeres de Bogotá El Buen Pastor ......56
Figura 12. Jardín Infantil “El esplendor”. Reclusión de mujeres de Bogotá El Buen Pastor .......56
Figura 14. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de mujeres de Bucaramanga .....................58
Figura 15. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de mujeres de Bucaramanga .....................58
Figura 17. Jardín Infantil “Casita de sueños”. Reclusión de mujeres de Pereira. .........................60
Figura 18. Jardín Infantil “Casita de sueños”. Reclusión de mujeres de Pereira. .........................60
Figura 26. Número de niños y niñas que se encuentran residiendo en reclusión .........................86
Figura 27. Sexo de niños y niñas que se encuentran residiendo en reclusión ..............................87
Figura 28. Edades niños y niñas que se encuentran residiendo en reclusión ................................87
Figura 32. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de mujeres de Bucaramanga .....................95
Figura 33. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de mujeres de Bucaramanga ....................95
Figura 34. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de mujeres de Bucaramanga ....................95
Figura 35. Personas que se harán cargo de los menores una vez que salgan del establecimiento
........................................................................................................................................................96
Tabla 9. Calidad de la relación con los integrantes del núcleo familiar .......................................78
una pena establecida por la ley, es experimentada de manera diferencial por hombres y mujeres,
debido a condiciones de género que determinan no sólo la forma en que se vive el encierro, sino
también las consecuencias y niveles de afectación personal y familiar de los internos y las
Cifras actuales, de julio del presente año, proporcionadas por el Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario (en adelante INPEC) muestran que para el mes de julio del presente
año había un promedio de 110.927 internos y de 8.330 internas, lo cual evidencia que la
población femenina recluida en los Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional (en
Sin embargo, pese a ser una población minoritaria (7% de la población privada de la libertad),
son las mujeres quienes soportan de manera particular la privación de la libertad. No sólo
afrontan el impacto que ocasiona estar recluida y los problemas existentes en el sistema
carcelario, sino que afrontan también la confluencia de lo anterior con aquellos eventos que
hacen parte de la condición única de ser mujer, tales como estar en embarazo, ser madre cabeza
de hogar, ser cuidadora casi exclusiva de los hijos u otros familiares, necesitar atención médica
especializada, afrontar un severo estigma social por el ingreso a prisión o ser excluida
políticas penitenciarias (Del Pozo & Martínez, 2015), causa que la experiencia de estar privada
de la libertad se configure como altamente negativa, colocando a dichas mujeres en una situación
de vulnerabilidad. Así mismo, cabe señalar que esta confluencia de eventos no sólo impacta a la
1
mujer que cumple con la pena privativa de la libertad, sino que trasciende en su caso específico a
familiares que se encuentran fuera del establecimiento y a los hijos e hijas que residen con ellas
permanencia en los establecimientos de reclusión a los hijos de las internas, hasta la edad de
tres años” (Artículo 153, modificado por la Ley 1709 de 2014), y aunque las opiniones
suscitadas al respecto son diversas, aún no se halla un consenso definitivo acerca de si los
menores deberían o no residir en los establecimientos de reclusión. Por un lado, se expone que,
en efecto, la prisión es un lugar inadecuado para la crianza de menores y por otro que la
separación entre madres e hijos tiene efectos perniciosos, sobre todo para estos últimos y
estipulado por esta ley, mujeres con hijos e hijas menores de tres (3) años de edad, por diversos
motivos toman la decisión de solicitar la estancia de los mismos en los ERON para que residan
junto a ellas, situación que nuevamente les coloca en un lugar de vulnerabilidad, puesto que se
interior de la prisión.
Por ello, frente a este panorama, es importante indagar si dicha situación de vulnerabilidad,
aquellas mujeres que residen con sus hijos e hijas al interior de los ERON, por lo que se buscará
conocer la situación actual de dichas mujeres relacionada con una serie de áreas que hacen parte
2
Justificación
Las problemáticas y situaciones diferenciales que tienen lugar dentro de los establecimientos
de reclusión, especialmente en aquellos dispuestos para las mujeres, y que son producto de una
política penitenciaria de enfoque genérico, causan una vulneración a los derechos y reproducen
para visitas familiares, el fuerte desarraigo familiar y social, la inexistencia o la poca existencia
atención especializada en salud para mujeres, entre otras (Del Pozo & Martínez, 2015).
La maternidad como esfera de la vida de algunas de estas mujeres se constituye también como
una de las áreas que se viven de manera diferencial a la hora de cumplir con la pena. El impacto
que tiene esta situación diferencial, recae no sólo sobre estas mujeres sino también sobre sus
hijos e hijas, ya sea que residan o no con ella en prisión, y sobre otros familiares.
De igual manera, el INPEC como institución a cargo de la población reclusa, debe identificar,
reconocer y atender las necesidades específicas que tiene dicha población, así como asegurar que
el ejercicio del rol materno dentro de los ERON se dé dentro de las mejores condiciones,
garantizando con todo ello el ejercicio pleno de derechos y contribuyendo con ello a la
sociales necesarios para la vida en libertad que aportan al cumplimiento del objetivo primordial
[DNP], 2015).
3
En ese sentido, el presente trabajo de investigación surge entendiendo que la situación de las
mujeres que residen con sus hijos e hijas dentro de los establecimientos merece una atención
prioritaria y un tratamiento especial, por lo que es necesario emprender acciones que contribuyan
a la protección de sus derechos; a la reducción de los efectos negativos que puede tener la
privación de la libertad, para la mujer sus hijos e hijas y sus familiares; a la eliminación de las
pena.
4
Objetivos
Objetivo general
Establecer y describir a partir de una perspectiva de género cuál es la situación actual que
viven las mujeres que son madres y residen con sus hijos e hijas menores de tres (3) años de edad
Objetivos específicos
encuentran residiendo con sus hijos e hijas menores de tres (3) años de edad dentro de
2. Identificar y describir cuáles son las situaciones diferenciales que viven las mujeres
que son madres y se encuentran residiendo con sus hijos e hijas menores de tres (3)
3. Formular a partir de los hallazgos recomendaciones que permitan trabajar sobre las
5
Planteamiento del problema
SERES–, 2011; DNP, 2015; Del Pozo & Martínez, 2015), dan cuenta de algunas condiciones
específicas que impactan de manera negativa y diferencial a la mujer que se encuentra privada de
la libertad.
con atención ginecológica frecuente (DNP, 2015); dificultades relacionadas con las visitas de las
internas, afectadas cuando el establecimiento de reclusión se encuentra fuera del lugar de origen
(Instituto Rosarista de Acción Social –SERES–, 2011); debido a las expectativas que se tienen
libertad, situación que se ve reflejada en el abandono que experimentan una vez ingresan a la
De igual manera, un estudio llevado a cabo en el año 2006, dio cuenta que de que a las
internas con hijos hasta los seis (6) meses de edad, no se les permitía desarrollar actividades
educativas ni laborales, debido a que debían permanecer junto a sus hijos, no contaban con una
asesoría para el trato y estimulación de los menores, carecían de herramientas para establecer
relaciones afectivas con los mismos, al momento de separación no tenían asesoría psicológica y
negativo en la vida de las mujeres que se encuentran en reclusión en general y de aquellas que se
encuentran residiendo con sus hijos, es necesario conocer en primer lugar si existen situaciones
6
describir cuáles son, lo cual favorecerá la futura implementación de modelos de intervención
Desde una perspectiva de género, ¿Viven las mujeres que se encuentran en reclusión y que
están residiendo con sus hijos menores de tres (3) años de edad al interior de los
7
Marco teórico
El marco teórico del presente trabajo de investigación ofrece una visión general de las
situaciones diferenciales que viven las mujeres que se encuentran recluidas en prisión. Se
presentará un gran eje temático en el cual se abordarán las diferencias de género que se presentan
femenina.
aquella por la cual se hace manifiesta la existencia de desigualdades entre hombres y mujeres,
reconociendo que una cosa es la diferencia sexual y otra son las representaciones, ideas,
las relaciones de poder se dan entre géneros y su distribución es por lo general favorable para los
hombres y discriminatoria para las mujeres; dichas relaciones se han constituido social e
históricamente y son constitutivas de las personas; y las mismas son transversales al entramado
social y se articulan con otras relaciones sociales como las de raza, etnia, religión, edad,
Estudios realizados desde la tradición sociológica han puesto de manifiesto que las
instituciones que hacen parte del entramado social no son neutras y por el contrario responden a
8
un conjunto de valores que tienen vigencia en la sociedad en un momento concreto (Ballesteros
& Almeda, 2015); de igual manera dichos estudios han señalado que las instituciones promueven
estereotipos específicos bajo los cuales la sociedad debe actuar, por ejemplo, se exige a hombres
y a mujeres que desempeñen roles pre-establecidos sin dan lugar a que dichos estereotipos sean
A su vez, estudios feministas y de género han puesto en evidencia que las instituciones
sociales tienen también una configuración androcéntrica- la cual es definida como una ideología
que asume a los hombres como el centro de todas las cosas, como más importante y de
sobre los hombres y las mujeres, siendo discriminatorios para estas últimas (Ballesteros &
Almeda, 2015).
En ese sentido, las cárceles y penitenciarías, como estructuras que hacen parte del sistema
población femenina recluida se ve afectada (Cárdenas, 2010). Así mismo, estos establecimientos
se han constituido como “una de las principales instituciones sociales de construcción de género
Diversos estudios han evidenciado dicha realidad: la discriminación que sufren las mujeres
de género normativas sanciona a las mujeres en un doble sentido: por un lado se juzga sobre la
trasgresión a la ley y por otro sobre la transgresión que se hace al rol asignado (Almeda,
9
La aceptación e introducción de estereotipos de género dentro del entramado social
tanto si es cometida por un hombre o por una mujer, los estereotipos que han delimitado y
determinado las conductas que son o no aceptadas para cada género moldean el tratamiento que
se le da a dichas faltas (Juliano, 2009). Por ejemplo, es altamente probable que la conducta
delictiva masculina sea mayormente aceptada y justificada, dado que dicha conducta se
(Askew & Ross, 1991; como se cita en Del Pozo & Martínez, 2015).
establecido patrones de conducta para los cuales la comisión de un delito constituye una de las
mayores transgresiones al rol asignado a la mujer. Así, la mujer que pasa por un establecimiento
penitenciario es calificada con frecuencia como mala, desadaptada, degenerada, etc., en tanto ha
renunciado al papel que se le ha asignado: esposa, madre o hija, dócil, débil o dependiente
(Antony, 2007; León & Roldán, 2007; Cárdenas, 2010; Del Pozo & Martínez, 2015), lo cual
En este contexto, vale la pena también hacer una revisión de algunas de las teorías
criminológicas sobre la delincuencia femenina, las cuales han marcado históricamente la forma
en que se ve a aquellas mujeres, que por diversos motivos, contextos y razones han cometido
delitos. Esta revisión servirá más que para evaluar el contenido de las teorías y asumir una como
10
la más apropiada, para poner en evidencia la manera sesgada en que se ha estudiado a la mujer
asume como un ser irracional, completamente emocional y patológico, concepción que como
plantean del Pozo & Martínez (2015) no ha sido superada y continúa aun influyendo en el
Hasta la década de los setenta del siglo XX, los estudios criminológicos se encontraban
caracterizados por un fuerte androcentrismo, se tendía a asumir que las necesidades de las
mujeres eran las mismas que los hombres y se le daba poca importancia a las particularidades de
las mujeres (Fuller, 2008), en otras palabras, se tendía, desde el paradigma tradicional de la
(Stenglein, 2013).
Los primeros estudios de carácter explicativo sobre la delincuencia femenina, pueden ser
situados temporalmente en la segunda mitad del siglo XIX (Yugueros, 2013), los cuales se
encontraban encabezados por las teorías biologicistas desarrolladas por autores como Lombroso
Dichas teorías consideraban que evolutivamente las mujeres eran inferiores a los hombres y
por lo tanto tenían una menor capacidad para delinquir, lo cual, se creía, contribuía a que la tasa
de delincuencia femenina fuera menor; se atribuía también a la mujer una mayor crueldad, al
identificarla con lo primitivo y se le acuñaba una mayor comisión de delitos relacionados con la
11
sangre, tales como el homicidio y las lesiones personales (Canteras 1990; como se cita en
Yugueros, 2013).
Por la misma línea, se consideraba que las mujeres que cometían delitos en comparación con
aquellas que eran “normales” presentaban diferencias a nivel craneal y de desarrollo genético, lo
cual podía explicar las diferencias en su vida social (Tarnowsky; como se cita en Ruíz &
Useche, 2011); se asumía que a diferencia del hombre la mujer cometía delitos debido a
desequilibrios mentales (Van de Warker; como se cita en Ruíz & Useche, 2011), que debido a
diferencias cerebrales, todas las mujeres tenían una menor inteligencia que el hombre (Bean;
como se cita en Ruíz & Useche, 2011) y que a causa del ciclo menstrual así como de otros ciclos
comisión del delito (Middleton; como se cita en Ruíz & Useche, 2011; Merecías, 2012), entre
otras consideraciones.
Por otra parte, teorías de corte psicosocial y sociológico, toman el contexto social como un
aunque sería valioso poder hacer una revisión de gran parte de estas teorías, no se hará dado el
amplio número existente1, en su lugar se revisarán algunas de las teorías expuestas en Ruíz &
Useche (2011), que dan cuenta del mecanismo reduccionista de estudio de la delincuencia
femenina.
1
Para una revisión exhaustiva de dichas teorías, revisar Stenglein, 2013.
12
Dentro de las teorías y estudios señalados por dichos autores se encuentra el estudio de Otto
Pollak (1950; como se cita en Ruíz & Useche, 2011) el cual expuso que el delito femenino tenía
un carácter enmascarado, producto de la facilidad que según el autor, tiene la mujer para el
engaño, lo cual le permite ocultar sus actos. Así mismo, asumió que el carácter privado de los
roles que ejercía la mujer, tales como ama de casa, esposa, madre, etc., permitía que sus actos no
En forma similar, la teoría liberal funcionalista de Thomas (s. f. como se cita en Ruíz &
Useche, 2011) admitió dentro de sus postulados la influencia de precedentes lombrosianos, sin
así como la imperfecta canalización de los instintos biológicos explican la comisión de delitos
La teoría del rol, por su parte, destacó el papel de la socialización diferencial entre hombres y
mujeres y asumió que debido a la socialización pasiva y no agresiva que se les da a las mujeres,
estas se encuentran menos preparadas para la comisión del delito (Smart, 1976; como se cita en
en Ruíz & Useche, 2011) planteó dos postulados que señalan que la delincuencia femenina tiene
tenido menos oportunidades estructurales y que dado que se les ha comenzado a dar mayores
oportunidades en el mundo social sus aspiraciones comenzarán por lo tanto a ser mayores, lo
13
Finalmente, la teoría del control social (Ruíz & Useche, 2011) planteó que las bajas tasas de
delincuencia femenina pueden ser explicadas a causa del intenso control social que hay hacia la
construcción del conocimiento relacionado con la mujer que ha cometido un delito, además de
escaso, es evidente e “injustamente discriminatoria e irreal” (Juliano, 2010; como se cita Del
Pozo & Martínez, 2015, pp. 13), estas teorías muestran cómo la delincuencia femenina ha sido
repercute socialmente menos que el masculino (Ruíz & Useche, 2011), siendo apreciado
también como de poca transcendencia debido al volumen reducido de las tasas de criminalidad
femenina (Vizcaíno, 2010). De igual manera, las atribuciones que se hacen al género femenino
de estar ligado al cuidado y a la perpetuación del núcleo familiar, contribuyen a que exista una
menor percepción de peligrosidad sobre las mujeres que sobre los hombres (Tárraga & Vázquez,
2003; como se cita en Ruíz & Useche, 2011), lo cual en últimas genera que el fenómeno pueda
ser entendido como de menor prioridad de estudio, sin embargo, como lo señala el Institute for
14
en los últimos 15 años, lo que plantea una exigencia para que los estudios sobre la misma
aumenten también.
La tercera edición de la World Female Imprisonment List (Institute for Criminal Policy
Research, 2015) señaló el número actual de mujeres y niñas que se encuentran recluidas en 219
instituciones penales a nivel mundial, a partir de la información disponible para finales de julio
del presente año, y corresponde a un número aproximado de 700.0002 mujeres y niñas recluidas
en prisión, incluidas mujeres sindicadas y condenadas. Estados Unidos, China y Rusia encabezan
la lista de mayor población femenina recluida a nivel mundial, con un total de 205.400, 103.766
en esta lista, Brasil con un total de 37.380 mujeres recluidas y México con un total de 13.400 en
Así mismo, se señaló un aumento a nivel mundial en la tasa de población femenina recluida,
el número de niñas y mujeres en prisión aumentó en un 50%, y ha crecido de una forma más
población recluida masculina. Los países que han mostrado un aumento particularmente drástico
en los últimos años son Guatemala, El Salvador, Brasil, Colombia, Camboya e Indonesia, con
aumentos de hasta ocho veces el número que existía para el año 2.000 para el caso de El
Salvador, de cuatro veces para Guatemala y Brasil, de tres veces para Colombia y de más de
cuatro veces para Camboya e Indonesia (Institute for Criminal Policy Research, 2015).
2
Teniendo en cuenta que se reporta que no hubo información disponible en siete países y que los datos para
China se encontraban incompletos.
15
Exclusión social de la mujer.
Dentro de las causales de la delincuencia femenina, León & Roldán (2007) encontraron que
con frecuencia la mujer es abandonada por su pareja, dejando en sus manos toda la
González & Moscoso (2012), dentro de los motivos para delinquir se encontró una fuerte
necesidad económica, producto de la responsabilidad que conlleva ser mujer cabeza de hogar y
mantener el núcleo familiar, el cual depende de manera exclusiva de ellas, asociado a una
imposibilidad para hallar un trabajo estable y bien remunerado, circunstancias que han de ser
desventaja una vez que es abandonada por la pareja y debe asumir la responsabilidad por la
familia, enfrentando situaciones de exclusión social que le son desfavorables (Yagüe, 2007;
Rainero, 2013). Azaola & Yacamán (1997; como se cita en Briceño-Donn, 2006, p. 20) señalan
que “el examen de la naturaleza delictiva de la actividad a que se dedica la mujer se superpone
acerca de las características que construyen el perfil social de la mujer que se encuentra en
competente a nivel social y que le empujan a involucrarse con la comisión de delitos (Yagüe,
2007). La gran mayoría de las mujeres que se encuentran en prisión son de estratos sociales bajos
o muy bajos, con pocas oportunidades para la superación; dichas mujeres muestran un alto nivel
16
de desventaja en los ámbitos económico, laboral, formativo, sanitario, residencial, personal y de
responsabilidad de los hijos como madres solteras, son mujeres víctimas de violencia intra-
familiar y son mujeres cabeza de hogar (Yagüe, 2007; León & Roldán, 2007; González et al.
2012; De Miguel Calvo, 2014), con una infancia rodeada de dificultades, y carente de afecto y
oportunidades, con algún familiar en prisión (Yagüe, 2007) y con familias desestructuradas,
donde se presenciaron eventos de abuso y maltrato (González et al. 2012; Covington & Bloom,
A nivel educativo, se encuentra que los niveles son bajos, se padecen altas tasas de
analfabetismo y se encuentra una alta probabilidad de deserción escolar a una edad temprana
De igual manera se encuentra que hay falta de apoyo moral, baja comunicación con la familia
y/o la pareja (León & Roldán, 2007) y dificultades para la consecución de un trabajo estable
(González et al. 2012), así como una historia laboral irregular (Covington & Bloom, 2000; como
Briceño-Donn (2006) señala que un aspecto que caracteriza a muchas de las mujeres que se
encuentran en prisión es que han crecido y vivido en contextos violentos, en los cuales han sido
pasivo que ejercía en la sociedad y que se le había asignado por años ha comenzado a quedar a
17
un lado para comenzar a asumir un rol activo según el entorno en el que se encuentre, que le
sus actividades y éxitos, lo que conlleva según León & Roldán (2007) a que la mujer decida
también involucrarse en áreas distintas a las tradicionalmente asignadas, tales como la actividad
parasocial.
Dentro de los datos proporcionados por el Institute for Criminal Policy Research (2015)
también se señaló que los índices de delincuencia femenina son significativamente bajos, en
recluida, dónde sólo 18 países mostraron una cifra mayor, entre los cuales se encuentran dos
países latinoamericanos: Bolivia y El Salvador (Ver Figura 1). Respecto a América Latina, la
Tabla 1 permite observar la población femenina recluida total y la tasa de población femenina
recluida por cada 100.000 habitantes. Respecto a la población femenina recluida total, se
encuentra que Brasil, México y Colombia ocupan los tres primeros lugares, mientras que
respecto a la tasa de población femenina recluida por cada 100.000 habitantes El Salvador,
Panamá y Costa Rica ocupan los tres primeros lugares con tasas de 45,9, 27,5 y 20,4
respectivamente.
18
Tabla 1
Porcentajes de población femenina recluida en América Latina
Población femenina recluida
País Población femenina
por cada 100.000 habitantes
Argentina 2.839 6,8
Belice 44 12,8
Bolivia 1.724 16,4
Brasil 37.380 18,5
Chile 3.212 18
Colombia 8.452 17,1
Costa Rica 1.009 20,4
Ecuador 1.999 12,5
El Salvador 2.952 45,9
Guatemala 1.709 10,5
Guyana 70 9,2
Honduras 627 7,6
México 13.400 11,2
Nicaragua 450 7,5
Panamá 1.077 27,5
Paraguay 776 11,3
Perú 4.396 14,2
Suriname 28 5,2
Uruguay 598 17,5
Venezuela 3.260 10,6
Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por el Institute for
Criminal Policy Research en la tercera edición de la World Female Imprisonment
List (2015).
Adicionalmente, la Figura 1 permite ver los porcentajes de población femenina recluida para
cada país en Latinoamérica en contraste con la población masculina recluida, los cuales se
Research, 2015). En este caso, Bolivia ocupa el primer lugar de países con mayor porcentaje de
población femenina recluida con 15%, El Salvador se posiciona como segundo con 10% y
19
Figura 1. Tasa de encarcelamiento femenino América Latina
Argentina 4%
Belice 3%
Bolivia 15%
Brasil 6%
Chile 7%
Colombia 7%
Costa Rica 6%
Ecuador 8%
El Salvador 10%
País
Guatemala 9%
Guyana 3%
Honduras 4%
México 5%
Nicaragua 5%
Panamá 7%
Paraguay 7%
Perú 6%
Suriname 3%
Uruguay 6%
Venezuela 6%
0% 2% 4% 6% 8% 10% 12% 14% 16%
Porcentaje
Figura 1. Tasa de encarcelamiento femenino en América Latina. Fuente: Elaboración propia a
partir de datos del Institute for Criminal Policy Research (2015)
Dichas cifras evidencian que, en efecto, las mujeres privadas de la libertad son una minoría en
el mundo entero y en América Latina, razón por la cual podría explicarse el fenómeno histórico
causa un impacto diferencial tanto en la manera en que se estudia a la mujer que comete delitos,
como en la manera en que se le trata una vez que ingresa a prisión (Del Pozo & Martínez, 2015).
afectan especialmente a las mujeres en reclusión (Cárdenas, 2010) y que son resultado de una
política penitenciaria sin perspectiva de género que, además del impacto diferencial, causa una
la violencia contra la misma (Rainero, 2013), ignorando las características e intereses específicos
20
de la población, que se relacionan con su condición biológica y con su condición socio-cultural,
Dentro de las situaciones diferenciales que viven las mujeres en reclusión, se destacan cuatro
grandes áreas que ponen en evidencia el impacto diferencial del que se ha venido hablando, estas
Red familiar.
Entre las situaciones diferenciales que se presentan en prisión, se encuentra que el área
principalmente porque la mayoría de estas mujeres tienen hijos e hijas y la probabilidad de que
ellas sean las principales, si no las únicas, responsables por ellos, es más alta que en la población
masculina recluida (Townhead, 2006; Añaños, Fernández & Llopis, 2013) y porque con
frecuencia ejercen un rol importante en el núcleo familiar (Herrera & Expósito, 2010), lo cual
conlleva a que la experiencia se configure como un evento “traumático” para la mujer privada de
Los efectos del ingreso a prisión en los vínculos familiares y la forma en que impactan de
manera particular a la mujer pueden ser vistos a través de tres situaciones: la primera, plantea la
existencia de un impacto negativo directo para la familia; la segunda, un abandono por parte de
la pareja y/o la familia; y la tercera, una separación generada a causa de requisitos establecidos
21
Con respecto al impacto negativo que recae de manera directa sobre la familia de la mujer que
ingresa a prisión, hay dos formas de afectación: En primer lugar, su ingreso obliga a la ruptura
del lazo, causando una profunda desvinculación afectiva con los integrantes de la familia y con
los hijos e hijas (Briceño-Donn, 2006), quienes luego del ingreso de la madre deben quedar al
cuidado de terceros. Al respecto Cárdenas (2010) señala que son principalmente los familiares
responsabilidad por los hijos e hijas de las mujeres que se encuentran en prisión; sin embargo, en
algunos casos los menores deben quedar a cargo de familiares lejanos o de instituciones del
Estado enfocadas en el cuidado infantil. En segundo lugar, reconociendo que muchas veces la
mujer es el principal soporte económico y afectivo de la familia y que por ello trabaja fuera y
dentro del hogar, combinando las tareas domésticas, la crianza y el trabajo fuera de casa, su
Dichas situaciones tienen consecuencias sobre la mujer que pueden ser entendidas a partir de
aumento y c) hay una centralidad en el vínculo madre e hijo que afecta la salud física y psíquica
tanto de madres como de hijos. Estos factores evidencian como la responsabilidad sobre la
familia recae casi que de manera exclusiva sobre la mujer, lo cual genera que durante la
haber abandonado a sus hijos e hijas (Antony, 2007; Pontón., 2006; Nari et al. 2000; como se
cita en Malek & Puche, 2012); una intensa preocupación, que se hace presente en todo el tiempo
de la privación de la libertad y que muchas veces llega a convertirse en una obsesión (Antony,
22
2007; Malek & Puche, 2012) (en Antony [2005; 2006; como se cita en Antony 2007] se encontró
que con frecuencia las mujeres recluidas en prisión se preguntaban acerca de la situación de sus
hijos, si tenían suficiente alimento, si alguien les maltrataba, si las perdonarían por haber
delinquido y sobre cómo las recibirían una vez salieran de prisión); y una sensación de
incertidumbre por la responsabilidad familiar que aún tiene en el exterior (Yagüe, 2007;
Por otra parte, al ingresar a prisión, la mujer debe enfrentarse también al abandono por parte
de la pareja. Con frecuencia, muchas de estas mujeres se encuentran emparejadas antes del
ingreso, pero frente a dicha situación son abandonadas por sus compañeros o esposos (Antony,
2007; Cárdenas, 2010; Rainero, 2013; Rodríguez, 2015) quienes luego encuentran otra pareja
(Rodríguez, 2015). En menor medida, pero con constancia se presenta también el abandono por
parte de familiares y/o amigos (Briceño-Donn, 2006; Cárdenas, 2010), relacionado con el
estigma que recae sobre la mujer que ha cometido un delito, por lo que el evento es vivido por la
familia de manera “catastrófica” (Gómez, 2014). Esto genera a su vez una mayor angustia, en la
medida en que estas mujeres se encuentran abandonadas y hay una ausencia del entorno en el
que solía desempeñar un rol central (Briceño-Donn, 2006). No obstante, el estigma en mención,
así como el asociado al mal ejercicio de la maternidad (Briceño-Donn, 2006; Antony, 2007), no
se detiene una vez la mujer ingresa a prisión, se encuentra que éste continúa una vez se recupera
(Townhead, 2006), lo que se constituye como una situación que pone múltiples limitantes a la
mujer.
23
Finalmente, los vínculos familiares se ven también afectados debido a las restricciones que se
tienen respecto a las visitas, tales como las condiciones de tiempo (Briceño-Donn, 2006) o de
infraestructura: poco apropiada y adaptada para la realización de las mismas (Rodríguez, 2015).
Así mismo, respecto a las visitas, se encuentra que es usual que la mayoría de visitantes sean
mujeres (Antony, 2007; Rainero, 2013), lo cual se asocia al abandono por parte de las parejas
(2011), señala que cuando un miembro de la familia es encarcelado, sea hombre o mujer, las
mujeres son quienes ejercen el rol activo que mantiene el vínculo, “existe un marcado rol de
prisión que ha sido asignado culturalmente a la mujer (Observatori del Sistema Penal i els Drets
Humans, 2006; como se cita en Centro de Estudios Legales y Sociales et al. 2011, p. 91).
Respecto a la visita íntima o conyugal, se halla que a las mujeres se les exige unos
determinados requisitos para poder acceder al derecho de la visita, tales como demostrar el
vínculo afectivo con la pareja, realizarse exámenes médicos y adoptar un método anticonceptivo
(Rainero, 2013), lo que causa que el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos se vea
afectado. Adicionalmente, Salinas (2014) señala como restricción para el ejercicio del derecho a
aquellas mujeres que quieren acceder a la misma. Un estudio realizado por Rodríguez (2015) en
Panamá demostró que en los cinco centros de reclusión que hacían parte de éste, tan sólo un 1%
conlleva a la pérdida de los pocos lazos afectivos que aún conserva la mujer después de su
ingreso a prisión (Cavazos, 2005; como se cita en Salinas, 2014). Finalmente, como otra forma
24
de discriminación en éste ámbito, Antony (2007) señala que con frecuencia a las mujeres
Maternidad.
La maternidad como esfera de la vida de algunas mujeres tiene también lugar dentro de las
una realidad que se constituye como otra de las áreas en las que las mujeres viven de manera
Expósito, 2010; Centro de Estudios Legales y Sociales et al. 2011; Unicef, 2009; Comité contra
la Tortura, 2009; Pacceca, 2012; como se cita en Graziano, Villalta, Ciordia, Gesteira &
Fernández, 2013; Mejía, 2014; Martínez de Compañón, 2014; Tabbush & Gentile, 2015) y se
transforma como un complemento punitivo, por lo que desconocer la realidad y las necesidades
que tiene este colectivo de mujeres, lejos de contribuir al objetivo resocializador que tiene la
Es un hecho frecuente que al ingresar a prisión las mujeres no sólo se vean obligadas a
abandonar a sus hijos e hijas, sino también a ingresar en embarazo, situación que impone para las
Legales y Sociales et al. 2011; como se cita en Mejía, 2014), lo cual plantea para dichas mujeres
una doble condición de vulnerabilidad e indefensión, en la que una etapa vital se vive de una
forma distinta a como se haría en libertad, dejando ver que hay un trato diferencial
discriminatorio que genera violencia de género, por ejemplo, la mujer privada de la libertad en
estado de embarazo tiene restricciones respecto a la afiliación al sistema de salud (Mejía, 2014).
25
Respecto a la opinión de las mujeres reclusas, afirman que uno de los hechos que mayores
relación a los hombres y se añade como una dificultad a los problemas propios del sistema
carcelario así como al hecho de estar en prisión. Dentro de las problemáticas que se reportan
debido a dicha situación diferencial se encuentra que la mayoría de las veces estas mujeres son
las únicas responsables por sus hijos y no cuentan con apoyo de su pareja o del padre del menor
La maternidad es comúnmente pensada en términos biologicistas que conducen a que ésta sea
asumida por la sociedad como algo innato a la mujer, que le pertenece sólo por el hecho de haber
nacido mujer. Sin embargo, esta concepción está lejos de reflejar lo que realmente constituye el
hecho de ser madre, el cual se ve configurado por nociones históricas y sociales. Así, bajo dicha
aquellas mujeres que son madres (Graziano et al. 2013). Igualmente, dado que no hay
equivalencia en cuanto a consideraciones legales (o sociales) para los progenitores, los hombres
que ingresan a reclusión no tienen la posibilidad de solicitar el ingreso de los hijos e hijas al
únicamente a la mujer (Tabbush & Gentile, 2015). Por ello, ésta circunstancia debe estar
acompañada del planteamiento e implementación de las medidas que sean necesarias para
facilitar el ejercicio del rol materno al interior de los establecimientos (Centro de Estudios
interior de la prisión tiene que ver con la alta culpabilización que se sufre debido a que se
26
considera que no se puede ejercer de forma adecuada el rol materno establecido (Ballesteros,
2010), sin olvidar que como afirma Naredo (2007; como se cita en Ballesteros, 2010, p. 127) “la
mujer que delinque obtiene un mayor reproche social que el hombre, pues no ha sabido
comportarse conforme al rol que le viene asignado por la sociedad, por un lado sumisa, pasiva,
obediente y, por otro, representante del orden familiar, mediadora en conflictos ajenos, etc.”.
Según Martínez de Compañón (2014) una gran mayoría de las mujeres que se encuentran en
prisión y son madres toman la dura decisión de dejar a sus hijos e hijas recién nacidos en manos
de otros, con el objetivo de alejar al recién nacido/a de lo que significa la vida en prisión, así
como de darle la oportunidad de crecer en libertad y con las condiciones que le serían negadas
dentro del establecimiento de reclusión. Sin embargo, como se mencionó en la sección anterior la
red familiar se ve afectada a raíz del ingreso a prisión, lo que configura un fuerte desarraigo que
llega a romperse sólo hasta el fin de la condena y plantea para la mujer “un cúmulo de
sensaciones en sus mentes” (p.54). De igual manera, la “disociación parcial” (p. 54) del ambiente
familiar llega en muchos casos a causar en estas mujeres determinados trastornos mentales que le
No obstante, otras mujeres toman la decisión de solicitar el ingreso de sus hijos e hijas a los
al interior de la prisión, a pesar de que ellas mismas reconocen que ésta no es un lugar adecuado
para la crianza de los hijos e hijas. Esto refleja en primera instancia la calidad excluyente que
fundamental de preservar el vínculo madre e hijo/a (Tabbush & Gentile, 2015); en segundo
lugar, esta decisión plantea una división del afecto materno en dos periodos: antes y después del
27
ingreso del hijo y/o hija al establecimiento, y es asociada a diversas visiones que enfatizan en
aspectos del desarrollo del menor. Por una parte se considera que es primordial para el desarrollo
del menor que pase los primeros años junto a la madre, lo que permite el ingreso del menor a
prisión, dada la prelación de lo mencionado; sin embargo, existe otra visión que plantea que
transgresoras (Bernstein, 2008; como se cita en Tabbush & Gentile, 2015), conllevará efectos
perniciosos, por lo que se sugiere la salida del establecimiento del menor (Tabbush & Gentile,
2015).
existe una regulación de la misma, custodiada por la guardia, quiénes rara vez advierten las
consecuencias y todo lo que implica el asumir el rol materno al interior de prisión (Centro de
Estudios Legales y Sociales et al. 2011). Se encargan de regular el ejercicio del rol materno (que
cumpla con lo esperado) y la economía afectiva y la material. En cuanto a esta última, cabe
señalar que las mujeres recluidas cuentan con dos fuentes económicas al interior del
establecimiento, la remuneración que se les da por actividades laborales y los bienes que les
Así mismo, con frecuencia la guardia y los demás funcionarios y funcionarias ponen por
encima de la condición de madre, la condición de reclusa, por lo que a menudo se coloca bajo
sospecha toda actividad que desarrolle la mujer reclusa, creyendo que el ingreso de su hijo y/o
hija al establecimiento se asocia con la obtención de beneficios o con la utilización del mismo
28
La obstaculización para el acceso al trabajo al interior del establecimiento suele ser otro
mecanismo de regulación del ejercicio del rol materno: se procura ubicar a estas mujeres como
Gentile, 2015) y reproduciendo el estereotipo del instinto maternal inherente a toda mujer.
Todo ello contribuye a una construcción emocional de la maternidad que limita la agencia y la
transformación social con las que cuentan las mujeres recluidas (Tabbush & Gentile, 2015), y al
Finalmente, respecto a la separación que tiene lugar luego de cumplida la edad estipulada por
de reclusión, la UNIFEM (2006; como se cita en Del Pozo & Martínez, 2015) informó que las
mujeres que residen con sus hijos no reciben acompañamiento psicológico que les permita
prepararse para el momento de separación con los hijos. El cuál genera en la mujer sentimientos
mismo, que los hijos e hijas salgan del establecimiento plantea para ellas la amenaza de una
ruptura total del vínculo creado con ellos, siendo conscientes de la desventaja en la que se
encuentran en caso de que necesiten entablar algún reclamo para poder ver a sus hijos e hijas
Salud e higiene.
Otra de las áreas en las cuáles se evidencia un impacto diferencial para la mujer recluida es la
salud, que como derecho fundamental ha sido vulnerada. En el caso de América Latina,
29
Cárdenas (2010) señala que los establecimientos de reclusión para mujeres no cuentan con
sistemas de salud que respondan de manera adecuada a las necesidades específicas de las
mismas, a pesar de que esta población presente problemáticas particulares de salud tales como
enfermedades psíquicas y psicosomáticas o el embarazo (Nari et al. 2000; Anthony, 2003, 2007;
Por la misma vía, el Informe Regional de la investigación Mujeres privadas de Libertad del
Mujeres en prisión, los alcances del castigo, desarrollada por el Centro de Estudios Legales y
realizados en Argentina indicaron que dentro de los establecimientos de reclusión las mujeres
padecen problemas particulares de salud que se relacionan con experiencias previas al encierro
Adicionalmente, dichas investigaciones dieron cuenta de que la atención médica dentro de los
establecimientos de reclusión para mujeres presenta serias dificultades que terminan afectando el
buen desarrollo de los derechos sexuales y reproductivos. Como ejemplo de esta situación, se
encontró que en varios de los establecimientos que hicieron parte de las investigaciones en
mención existía una falta de atención médica ginecológica (Rainero, 2013). De igual manera la
de carácter preventivo centrados en las necesidades específicas del género, como por ejemplo el
transmisión sexual, tales como las pruebas voluntarias, el tratamiento y la atención del
30
Así mismo, el estudio realizado en Panamá por Rodríguez (2015), mostró que el principal
problema que viven las mujeres que se encuentran recluidas en este país, consiste en las malas
condiciones de salud. Los centros de atención sanitaria disponibles al interior de las reclusiones
cuentan con tan sólo uno o dos profesionales de la salud que trabajan en un horario limitado y
con atención limitada, por ejemplo 10 mujeres por jornada (Rodríguez, 2015), lo cual pone en
especial vulnerabilidad a la población, en tanto se niega el derecho al acceso total a los servicios
médicos.
Como evidencia de la falta de atención en salud asociada al género, se encuentra también que
experiencia degradante e inhumana para la mujer, por ejemplo, es común que a la mujer que pida
ser examinada y tratada por un especialista de la salud femenina se le niegue la solicitud. Así
exámenes hay personal médico masculino, situación que para las mujeres que han sido víctimas
Por otra parte, Briceño-Donn (2006) señaló también que en los establecimientos de reclusión
de mujeres se presenta una falta de asesoría por parte de profesionales en psicología con
experiencia, teniendo en cuenta que las necesidades femeninas, tanto fisiológicas como
psicológicas, y que se determinan en parte por las desigualdades de género exigen una atención
especializada y permanente.
Así mismo, el Centro de Estudios Legales y Sociales et al. (2011), señaló que además de la
salud, las condiciones de higiene también determinan y configuran de manera diferencial el paso
31
de la mujer por el establecimiento de reclusión. Rodríguez (2015), resalta que dentro de los
intereses específicos de la mujer que se encuentra en reclusión, las mujeres demandan que se les
se les provea artículos de higiene femenina. Al respecto, encontró que dentro de algunos
que la provisión de alimentos o del lugar para dormir, son básicos y necesarios para el desarrollo
de la vida diaria de la mujer. Así mismo, encontró que las condiciones higiénicas de los
de Estados Independientes” señaló que las mujeres requieren tener acceso en forma regular al
establecimiento de reclusión. También es indispensable que las mujeres puedan tener un fácil
acceso a toallas sanitarias o compresas libres de cargo tal como se estipula en las Reglas de las
Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para
las mujeres delincuentes (Reglas de Bangkok), sin tener que sentirse avergonzadas al solicitarlas.
Asociación para la prevención de la tortura, 2013) considera que la falta de provisión de estos
elementos se constituye como un trato degradante, por lo que sugiere que hayan grupos de
monitoreo que comprueben la provisión de las necesidades especiales de higiene de las mujeres
32
Cabe mencionar, para cerrar este apartado que también debe ser monitoreada la situación de
entrega de kits de aseo, en aquellos establecimientos en los que si se lleva a cabo, impidiendo
que se presenten situaciones como la mencionada por Briceño-Donn (2006), en donde la entrega
de los mismos se configura como una recompensa o premio que se concede tan sólo en fechas
especiales o que se encuentra condicionada a donaciones realizadas por terceros como iglesias u
organizaciones privadas, las cuales muchas veces según lo señalado no son entregadas con una
Actividades ocupacionales.
para las mujeres tiene que ver con las actividades ocupaciones que se desarrollan al interior de
los mismos suelen concentrarse en un enfoque tradicional con dinámicas propias del estereotipo
femenino del trabajo y con escasas ofertas de programas y/o actividades socioeducativas
Briceño-Donn (2006) constató que además de las escasas oportunidades de trabajo que se
actividades que se han considerado tradicionalmente específicas para mujeres tales como
siendo estas dos últimas opciones una de las escasas posibilidades de trabajo concreto que hay al
La formación profesional que se imparte se asocia a la división sexual del trabajo relacionada
33
domésticas tales como cocinar, planchar, limpiar, coser, confeccionar artesanías o tomar cursos
de modistería (Antony, 2007); trabajos que más que permitir la resocialización de la mujer
responsables por sí mismas (Cárdenas, 2010; Salinas, 2014) y reforzando las condiciones que
pobreza que muchas de estas mujeres y sus familias han vivido y que han llevado a segmentos de
Los trabajos ofrecidos tienen poco valor dentro del mercado, no atienden la demanda que hay
al exterior e ignoran las dinámicas del mercado que le espera a estas mujeres una vez que
recuperen su libertad, ya que pocas de estas actividades les permitirá subsistir de forma
independiente (Antony, 2007; Añaños, et al. 2013; Bodelón, 2012) y si son remunerados suelen
ser los peores remunerados al interior de la prisión, además de la menor oferta de trabajo que hay
dentro de los establecimientos de reclusión para las mujeres en comparación con los hombres
(Bodelón, 2012).
Finalmente, Corral & Sosa (2009) plantean que al interior de los establecimientos de
reclusión para mujeres no se brinda una real capacitación profesional y llaman la atención sobre
exagerado afirmar que es imposible que un régimen penitenciario, caracterizado por la ejecución
de tareas domésticas más bien de tipo artesanal, sea eficaz para garantizar un mínimo de
posibilidades de reinserción social a las mujeres, principalmente en los centros urbanos” (s. f.;
34
Centros de reclusión.
diferencial que tiene la prisión para la mujer. Su capacidad, su ubicación y el entorno autoritario
que le rige, se configuran como condiciones que también alteran de forma diferencial la forma en
establecimientos de reclusión para las mujeres y que éstos se ubiquen lejos del lugar de origen y
los mismos, que dan cuenta de que el espacio destinado para la mujer en prisión es improvisado
y oportunista, construido con menos recursos y peor acomodación que los establecimientos de
hombres, lo cual plantea una situación doblemente desventajosa para la mujer ya que en el
primer caso esto implica para muchas mujeres estar alejadas de su lugar residencia y por ende
tener dificultades para recibir visitas, teniendo en cuenta que en muchos casos las familias de
estas mujeres tienen pocos recursos económicos lo cual dificulta que se realicen largos viajes
En el segundo caso, la desventaja radica principalmente en que los espacios se encuentran mal
35
de la libertad, debido a que estos lugares son originalmente pensados para hombres (Salinas,
2014). Esta modalidad es mucho más problemática y perjudicial para la mujer que se encuentra
en prisión que aquella en la que se destina un centro de forma exclusiva para dicha población
(Ortiz, 2015). Entre las deficiencias se encuentra que las condiciones de habitabilidad son peores
y los espacios son reducidos, la oferta de programas de reinserción para la mujer es reducida
incluso actividades básicas (Salinas, 2014) y la provisión de los recursos se rige bajo la lógica de
masculina recluida, que en cantidad es bastante mayor (Ortiz, 2015; Bodelón, 2012). De igual
forma, el hecho de que los espacios sean reducidos y la imposibilidad de contar con múltiples
espacios para separar a las mujeres según su clasificación conlleva al incumplimiento del
(que en el caso Colombiano se estipula en la Ley 65 de 1993 en su artículo 63) de los internos e
internas según sexo, edad, delito, condición jurídica, condición sanitaria y exigencias de
36
Marco contextual
Con el Decreto 2160 de 1992, se fusiona la Dirección General de Prisiones del Ministerio de
Justicia con el Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia, dando origen al Instituto Nacional
Dentro de sus objetivos, el artículo 3° del Decreto en mención contempla los siguientes:
política carcelaria y penitenciaria; hacer cumplir las medidas de aseguramiento, las penas
privativas de la libertad y las medidas de seguridad establecidas por las autoridades judiciales;
diseñar y establecer los mecanismos necesarios de control de los programas ejecutados (Decreto
2160 de 1992).
Respecto a sus funciones, según el artículo 4° del Decreto en mención, se encuentran las
siguientes (INPEC, 2015b): formular y ejecutar los planes y programas para la gestión carcelaria
propiciar el normal funcionamiento del Instituto y los centros de reclusión, a través del diseño e
37
implementación de planes y programas y de la adquisición de inmuebles; adquirir y suministrar
los equipos y demás enseres, así como los productos y elementos de tipo médico que requieran
finalmente, se considerarán también las demás funciones que le asigne la ley, los reglamentos y
los estatutos.
En cuanto a la formulación estratégica institucional del INPEC, ésta tiene en cuenta la misión,
penitenciario, atención básica y seguridad, todo ello con base en el respeto a los derechos
humanos (INPEC, 2015e); como Visión establece que el instituto será reconocido por su
una gestión efectiva, innovadora y transparente e integrada por un talento humano competente y
comprometido con el país y la sociedad” (INPEC, 2015e). Dentro de sus principios se encuentran
el respeto, la justicia y la ética pública; los valores institucionales que le guían son la dignidad, la
38
establece siete (7) lineamientos estratégicos que orientan la actuación de los funcionarios que
hacen parte del instituto, especialmente de aquellos que ejercen el liderazgo y la dirección de los
equipos de trabajo, los cuales se conciben dentro de un ciclo que comienza con la efectividad de
los servicios institucionales y continúa con enfoque gerencial, talento humano competente y
Hacinamiento.
demográfico, así lo que en el año 1993 eran 80 internos por cada 100 mil habitantes, en el año
2012 las cifras exponían un número mucho mayor, es decir, 235 internos por cada 100 mil
Colombia en el 5° país sudamericano con mayor población carcelaria, así mismo se ubica como
el 13° con mayor población carcelaria total en el mundo (Relatoría de Prisiones, Grupo de
A la fecha, según cifras suministradas por el INPEC (2015a), dentro de los ERON se cuenta
con una capacidad para 78.044 internos, cifra que deja sin cupo a más de 40 mil internos,
39
teniendo en cuenta que la población total al interior de los ERON hasta el mes de julio del
En el periodo comprendido entre el año 2006 y el presente año la población penitenciaria pasó
de un promedio por año de 62.906 internos a 119.257 (ver Figura 2), lo cual indica que a lo largo
de los últimos 10 años se presentó un aumento del 90% de la población (56.351 internos).
81.095
150.000 74.277
Número de internos
67.812
62.906 61.543
100.000
73.451 75.679 75.797 76.777 77.947
61.100
52.115 52.504 53.784 55.019
50.000
Población
Capacidad
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Año
Figura 2. Población reclusa y cantidad de cupos disponibles para la misma, en el periodo
2006-2015. Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por el INPEC
(2015a).
últimos 10 años el aumento de cupos ha sido tan solo del 49,6% , es decir, de 25.832 cupos, cifra
que no cubre siquiera la mitad del número promedio de internos que aumentó en el mismo lapso
de tiempo, de esta manera la tasa de hacinamiento se hace cada vez mayor, con un aumento del
32.3% en los últimos 10 años. Actualmente la tasa de hacinamiento es de 53,0% (Ver Figura 3),
cifra que por ser un promedio nacional, oculta niveles aún más alarmantes de hacinamiento,
40
presentes en otros establecimientos de reclusión (Relatoría de Prisiones, Grupo de Derecho de
50,0% 45,1%
Porcentaje de hacinamiento
40,0% 35,0%
32,7%
28,3%
30,0% 26,1%
20,7%
17,2%
20,0%
10,0%
Hacinamiento
0,0%
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Año
Figura 3. Tasa de hacinamiento ERON en el periodo 2006-2015. Fuente: Elaboración
propia a partir de datos suministrados por el INPEC (2015a).
Cifras concernientes a la distribución de género dentro de los ERON, dan cuenta de que en los
últimos 10 años ha habido en total 844.422 internos y 61.933 internas en promedio. Asimismo,
cifras actuales muestran que para el mes de julio del presente año había un promedio de 110.927
Las cifras anteriores logran poner en evidencia que en efecto Colombia y su sistema
carcelario afronta hoy un grave problema de hacinamiento que impide garantizar el efectivo
cumplimiento de los fines que tiene la pena privativa de la libertad en condiciones de dignidad
41
Infraestructura inadecuada.
El número elevado de población reclusa y las altas tasas de hacinamiento, se relacionan con la
capacidad existente que puede llegar a tener el INPEC para solventar problemas que conciernen
salubridad de la misma. Cifras reportadas por el DNP (2015) evidencian que el presupuesto de
inversión del sector justicia y del derecho en el periodo comprendido entre 2002-2014 se ha
han asignado 3.34 billones de pesos constantes de 2015 (91,06% del presupuesto total)
descuidando así otra serie de inversiones estratégicas, dentro de las cuales, se encuentran las
detenida, los ERON no cuentan con las suficientes. Tal como sucede con los espacios para
talleres y comedores, falencias que impiden la atención adecuada de la demanda, así como
(DNP, 2015).
población penitenciaria (artículo 14, literal m, de la Ley 1122 de 2007), esto con el fin de
42
garantizar una adecuada atención en salud (Contraloría General de la República, 2010) y
mediante el Decreto Reglamentario 1141 de 2009, se reguló la afiliación. Sin embargo el estado
atención sanitaria y saneamiento básico para atender las necesidades de la población reclusa.
de servicios públicos y de calidad del agua, propician la concentración en los riesgos de salud
(DNP, 2015). Cifras proporcionadas por la Dirección de atención y tratamiento del INPEC, de
137 ERON, 81 reportan una insuficiencia de insumos médico-quirúrgicos para la prestación del
inadecuado y 23 reportan que no cuentan con una red prestadora de servicios de carácter externo
(DNP, 2015). Con todo ello el Ministerio de Salud declara que existen problemas importantes
Adicionalmente, se encuentra otra serie de problemas que afectan la integridad física y mental
riesgos en salud; el desuso del sistema de historias clínicas; dificultades reportadas por parte de
la entidad aseguradora, relacionadas con el modelo existente, tales como la deficiencia en los
43
Finalmente, otra de las dificultades relacionadas con el servicio de salud ineficiente, se
relaciona con la población femenina reclusa, ya que las condiciones mínimas a las cuales
deberían tener acceso se ven afectadas, puesto que no siempre cuentan, por ejemplo, con
atención médica ginecológica, situación que afecta el derecho fundamental a la salud y a la vida
Otra de las problemáticas del sistema carcelario y penitenciario, se relaciona con el personal.
profesionales y técnicas acorde a las áreas en las que se desenvuelven. En el año 2011, por medio
del Auto 41, la Corte Constitucional señaló que se presentaba una ausencia de personal
reclusa, así como la posibilidad de dar cumplimiento al fin resocializador que tiene la pena
Respecto a la infraestructura existente actual, en Colombia se cuenta con 137 ERON, los
divididos en tres categorías (Ver tabla 2) (DNP, 2015). La agrupación de los ERON se da
generación de los ERON, entre los que se encuentra: seguridad alta con 17 establecimientos
(12,4%), seguridad mediana con 117 establecimientos (85,4%) y seguridad mínima con 3
44
Tabla 2
Categorización ERON por generación
Fuente: Adaptado de INPEC (2014; como se cita en DNP 2015) & INPEC (2015d)
Regional Occidente tiene un 17,5%, las Regionales Noroeste y Viejo Caldas con 15,3% cada una
y las Regionales Norte y Oriente participan con 11,7% y 10,2% respectivamente, cubriendo 127
municipios y 29 de los 32 Departamentos del país (INPEC, 2015c) (Ver Tabla 3).
45
Tabla 3
Direcciones Regionales INPEC
Fuente: Elaboración propia a partir de la información proporcionada por el INPEC (2015c; 2015e)
Datos suministrados por el INPEC (2015c) en su último informe estadístico señalan que para
el mes de Julio la población carcelaria y penitenciaria intra-mural estaba conformada por un total
de 8.452 mujeres, que representan un 7,0% de la población reclusa del país, con 3.555 mujeres
a 13 con respecto a los hombres. Cifras relacionadas con las tasas de crecimiento muestran que
en los últimos 10 años hubo un incremento del 110,2% en la población femenina, la cual pasó de
un promedio de 3.692 mujeres reclusas a 8.330 (cifra promedio del año 2015) (Ver figura 4).
46
Figura 4. Promedio de la población femenina recluida 2006-2015
10.000 8.961
9.000 8.274 8.379 8.330
8.000
6.809
7.000
5.285
Población
6.000
4.648
5.000 4.048
3.692 3.506
4.000
3.000
2.000
1.000 Mujeres en reclusión
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Año
se encuentra en la Regional Central con 2.691 mujeres, la Regional Occidente cuenta con 1.904
internas, la Regional Norte con 494, la Regional Oriente con 889, la Regional Noroeste 1.304 y
la Regional Viejo Caldas con 1.170 (INPEC, 2015c). La figura 5 ilustra la distribución
porcentual de la población.
En cuanto a los rangos de edades, el INPEC (2015c) hace una distribución de cuatro grandes
rangos etarios, en la figura 6 se aprecia que hay una alta concentración de reclusas en el rango de
edad de 30 a 54 años con 4.829 mujeres (57%), el segundo lugar lo ocupa el rango de edad de 18
a 29 años con un total de 3.129 mujeres reclusas (37%), el rango de edad de 55 a 64 años ocupa
el tercer lugar con 418 mujeres (5%) y finalmente en el rango Mayor de 65 años se encuentran
76 mujeres (15%).
47
Fígura 5. Población femenina recluida por regional
14%
Central
32% Occidente
Norte
15%
Oriente
Noroeste
6% 23%
37,02%
18 a 29 años
30 a 54 años
55 a 64 años
57,13% Mayor a 65 años
Respecto a los grupos en condiciones excepcionales, en este apartado se tendrán en cuenta dos
por su importancia para el presente trabajo de investigación, con n cifras actualizadas para el mes
de julio del presente año: madres lactantes (19) que representan el 0,2% de la población en
condición excepcional. En relación a los niños que residen al interior de los ERON con sus
48
madres, para el mes de julio se encontraban 87 menores, 42 niños y 45 niñas, de los cuáles el
12,6% (3 niños y 8 niñas) era menor de un año y el 87,4% (39 niños y 37 niñas) se encontraba
entre uno y tres años (INPEC, 2015c). La distribución por regional se muestra en la figura 7.
Viejo Caldas 9
5
Noroeste 11
7
Regional
Oriente 2 Niños
3
0 Niñas
Norte 3
Occidente 17
17
Central 3
10
0 5 10 15 20
Menores
Figura 7. Distribución por sexo y regional de niños y niñas menores de tres años de edad que
residen en los ERON junto a sus madres. Fuente: Elaboración propia a partir de datos
suministrados por el INPEC (2015c).
hombres, quienes registran el 93,4%. Las tres transgresiones a la ley que más se cometieron o
presuntamente se cometieron por parte de esta población fueron: Tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes, con 1.231 mujeres sindicadas por dicho delito y 2.743 condenadas, para un total
de 3.974 mujeres recluidas en relación a dicho delito (33%), Hurto con 519 mujeres sindicadas y
885 condenadas, para un total de 1.404 mujeres recluidas en relación a dicho delito (12%) y
Concierto para delinquir con 767 mujeres sindicadas por dicho delito y 584 condenadas, para un
total de 1.351 mujeres reclusas en relación a dicho delito(11%). Las 3.555 mujeres sindicadas
49
presuntamente cometieron 4.677 delitos (39%) y las 4.897 mujeres condenadas fueron juzgadas
por 7.311 (61%) infracciones a la ley penal3 (INPEC, 2015c). La figura 8 señala la tendencia
11% Rebelion
de la libertad impuesta a mujeres infractoras de la ley. Así mismo, la Ley 1709 de 2014, como
ley que modifica algunas disposiciones de la Ley 65, amplía las determinaciones con respecto a
cárceles y penitenciarías para mujeres. Las cárceles estarán destinadas para la detención
preventiva de las mujeres procesadas mientras que las penitenciarías se destinarán para el
3
El total de registros de delitos es superior a la población reclusa teniendo en cuenta que un interno o interna
puede estar inmerso con uno o más hechos delictivos (INPEC, 2015c).
50
cumplimiento de la pena impuesta a las mujeres condenadas. Bajo el mismo artículo se establece
que dichos establecimientos deberán contar con una infraestructura que garantice a las mujeres
ambiente propicio para madres lactantes que propenda por el correcto desarrollo psicosocial de
los y las menores que se encuentran residiendo con sus madres en prisión. Finalmente, se
(USPEC) establecerán las condiciones que deberán cumplir dichos establecimientos con el fin de
resguardar los derechos de los y las menores que se encuentran residiendo con sus madres en
prisión.
con una capacidad de 122, 305 y 156 respectivamente. Las Regionales Central, Occidente y
Oriente cuentan cada una con 1 reclusión, respectivamente en las ciudades de Bogotá D.C.,
Popayán y Bucaramanga, con una capacidad de 1.275, 100 y 247 respectivamente. Así mismo se
cuenta con tres (3) Establecimientos Penitenciarios de Mediana Seguridad y Carcelario con
Reclusión de Mujeres, dos (2) ubicados en la Regional Central, respectivamente en las ciudades
51
Marco normativo
Normativa nacional
cual establece que nadie podrá ser sometido “a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.”
la mujer, éste artículo es de vital importancia en tanto establece que la mujer no será objeto de
discriminación alguna, gozará de atención especial y protección por parte del Estado, el cual dará
1993, a través del cual han de regularse el “cumplimiento de las medidas de aseguramiento, la
ejecución de las penas privativas de la libertad personal y de las medidas de seguridad.”, acorde a
los postulados señalados por la Carta Magna y las Organizaciones Internacionales defensoras de
establece las pautas para la atención integral y el tratamiento penitenciario (DNP, 2015). Línea
por la cual se expide de igual forma la Resolución 3190 de 2013, por la cual se determinan y
de 2002, por la cual se expiden las normas sobre el apoyo de manera especial, respecto a la
señalado por el juez, en los casos en que la mujer infractora sea mujer cabeza de familia, siempre
que se dé cumplimiento a los siguientes requisitos: que el desempeño social, laboral, familiar o
colocará en peligro a la comunidad o a las personas a su cargo, hijos menores de edad, o hijos
con incapacidad mental permanente y que dicha ley no será aplicable a las mujeres infractoras
“los delitos de genocidio, homicidio, delitos contra las cosas o personas y bienes protegidos por
registren antecedentes penales, salvo por delitos culposos o delitos políticos” (Artículo 1°).
Así mismo, la ley 65 de 1993 a través de su artículo 153 (modificado por la Ley 1709 de
2014) regula la permanencia de niños y niñas menores de tres años edad en establecimientos de
reclusión, los cuales según la ley podrán permanecer en los mismos, salvo que un juez de la
República estipule lo contrario. Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (en
adelante ICBF) prestará junto al servicio social penitenciario y carcelario la atención especial a
los menores.
reforman algunos artículos de la Ley 65 de 1993, de la Ley 599 de 2000, de la Ley 55 de 1985 y
53
Normativa internacional
Respecto a los lineamientos legales que fundamentan el tratamiento de las personas privadas
aprobadas en 1955 por el primer Congreso sobre prevención del delito y tratamiento
Naciones Unidas.
54
Metodología
Tipo de investigación
Estudio a) no experimental, definido por Hernández, Fernández & Baptista (1991) como
aquel en el que se investiga sin la manipulación deliberada de variables y los fenómenos son
observados tal cual se dan en su entorno natural, con el fin de analizarlos posteriormente; b) de
diseño descriptivo, definido como aquel que tiene como propósito describir situaciones y
eventos, con el cual se busca especificar las propiedades importantes de las personas o grupos
(Dankhe, 1986; como se cita en Hernández et al. 1991), midiendo y evaluando diversas
tiempo único, con el propósito de describir variables para su posterior análisis (Hernández et al.
1991); y d) de enfoque mixto, considerado como un enfoque que representa un alto grado de
todo el proceso de investigación o al menos en gran parte de sus etapas, agregando complejidad
al diseño de estudio, pero contemplando todas las ventajas que tiene cada enfoque (Hernández,
Fernández & Baptista, 2003; como se cita en Pereira, 2011), utilizado con el propósito de tener
una mayor comprensión acerca del objeto de estudio (Creswell, 2008; como se cita en Pereira,
2011).
55
Pereira en el mes de Noviembre. La elección de los establecimientos se hizo a conveniencia: un
establecimiento de reclusión por regional. Así mismo se decidió incluir la mitad de los
establecimientos de reclusión de mujeres del país, a saber tres, ubicados en las Regionales
Figura 9. Reclusión de mujeres de Bogotá Figura 10. Reclusión de mujeres de Bogotá El Buen
El Buen Pastor. Fuente: Elaboración Pastor. Fuente: Elaboración propia.
propia.
debido a la labor que ejerció la comunidad de las Hermanas Misioneras del Buen Pastor, se
encuentra constituida por nueve pabellones que agrupan a 1.839 mujeres. Su capacidad es de
el primer piso, se encuentra destinado al alojamiento de aquellas mujeres que residen con sus
hijos al interior del establecimiento. Así mismo, dentro de las instalaciones del establecimiento
se cuenta con el Jardín Infantil el Esplendor. La coordinación es llevada a cabo por el convenio
56
tripartito INPEC- ICBF-Fundación padre Damián. Las características generales del jardín pueden
Figura 11. Jardín Infantil “El esplendor”. Reclusión de Figura 12. Jardín Infantil “El esplendor”. Reclusión de
mujeres de Bogotá El Buen Pastor. Fuente: mujeres de Bogotá El Buen Pastor. Fuente:
Elaboración propia. Elaboración propia.
Tabla 4.
Características jardín Reclusión de Mujeres Bogotá.
Categoría Descripción
Infraestructura Capacidad para 45 niños
Locación Al exterior de la Reclusión.
Horario 07:00 am a 04:00 pm
Niños y niñas 13 niñas y 09 niños
57
Reclusión de Mujeres Bucaramanga.
Departamento de Santander, en la vía Palenque- Chimitá, en el área conocida como café Madrid
cuadrados, con una capacidad para 247 internas (INPEC, 2015c, 2015f). Su población actual es
Así mismo, el establecimiento cuenta con un jardín infantil, llamado Jardín Infantil Mis
Huellitas, que se coordina a través del convenio tripartito INPEC- ICBF-Fundación Colombo
Alemana Volver a sonreír. Las características del mismo pueden ser observadas en la tabla 5.
58
Figura 14. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de Figura 15. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de
mujeres de Bucaramanga. Fuente: Elaboración propia. mujeres de Bucaramanga. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 5.
Características jardín Reclusión de Mujeres Bucaramanga
Categoría Descripción
59
Reclusión de Mujeres Pereira.
con un área total de 25.976 metros cuadrados. Su construcción data del año 1958, según ordenes
Reclusión en el año 1960 (INPEC, 2014a). Su estructura se compone por dos pabellones y tiene
una capacidad para 238 internas, su población (a julio del presente año) es de 320 internas, lo
Dentro de sus instalaciones se cuenta con el Jardín Infantil Casita de sueños, el cual funciona
observadas en la tabla 6.
60
Figura 17. Jardín Infantil “Casita de sueños”. Reclusión de Figura 18. Jardín Infantil “Casita de sueños”.
mujeres de Pereira. Fuente: Elaboración propia. Reclusión de mujeres de Pereira. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 6.
Categoría Descripción
Infraestructura Capacidad para 14 niños
Locación Al exterior de la Reclusión
Horario 08:00am - 04:00pm
Niños y niñas 03 niñas y 05 niños
61
Participantes
muestreo no probabilístico, cuya ventaja radica en su utilidad para este tipo de estudio, ya que no
requiere de la representatividad de los sujetos sino de una controlada y cuidadosa elección de los
mismos, los cuales deberán tener unas características previamente especificadas dentro del
conformada por un grupo de 41 mujeres privadas de la libertad (Ver Tabla 7), que son madres y
residen con sus hijos e hijas en los establecimientos de reclusión de Bogotá, Bucaramanga y
Pereira.
Criterios de inclusión.
Para efectos del presente trabajo de investigación, el grupo de mujeres privadas de la libertad
presente estudio.
Mujeres privadas de la libertad que residieran junto a sus hijos dentro del
establecimiento de reclusión.
62
Tabla 7.
Muestra trabajo de investigación
N N % N %
Reclusión de
1839 27 1,5% 22 81%
mujeres Bogotá
Reclusión de
mujeres 458 7 1,5% 7 100%
Bucaramanga
Reclusión de
320 8 2,5% 8 100%
mujeres Pereira
Instrumento
Cuestionario.
(ver Anexo 5), el cual es definido como un documento que recoge de manera organizada los
indicadores de las variables a describir (Casas, Repullo & Donado, 2003), y se aplicó a las
internas de los tres establecimientos de reclusión con el fin de recolectar información acerca de
familiares antes y después del ingreso, c) dinámicas del diario vivir de la madre: salud,
ingreso al establecimiento. Cabe aclarar que algunas preguntas fueron adaptadas del cuestionario
63
utilizado en la investigación llevada a cabo en Argentina por el Centro de Estudios Legales y
Análisis de datos
Microsoft Excel, distribuido por Microsoft Office, el cual permite acceder a funciones para el
estadístico SPSS 22, el cual permite el análisis estadístico de la información. Así mismo la
información de tipo cualitativo se analizó a través del software para el análisis cualitativo de la
Procedimiento
de dos semanas del mes de noviembre en los establecimientos de reclusión de mujeres de las
ciudades de Bogotá D.C, Bucaramanga y Pereira. Luego de un encuentro con las directivas del
sesiones.
64
Aspectos éticos
investigación:
Artículo 2°. De los principios generales. “El ejercicio de la profesión se regirá por los
consecuencias que llegaran a tener los actos realizados en el marco de la presente investigación;
competencia, se reconocen los límites de la competencia y las limitaciones de cada una de las
técnicas utilizadas, solamente se han utilizado las técnicas para las cuáles la investigadora se
encuentra cualificada; estándares morales y legales, la investigadora se rige por los estándares de
presentarán de manera grupal, las referencias de carácter individual dentro del documento se
(Ver Anexo 1) a cada una de las participantes, con el fin de hacer expreso el deseo de
bienestar, así mismo se mantuvo a cada una de las partes informadas de los propósitos de la
cabo la presente investigación descansa en el juicio sobre cómo hacer una contribución mejor al
65
desarrollo de la psicología y al bienestar humano, para el desarrollo de la misma se ha tenido
pleno conocimiento de las normas legales y de los estándares profesionales que rigen la
Artículo 10° Deberes y obligaciones del psicólogo. “Son deberes y obligaciones del
psicólogo”, para el presente trabajo de investigación: “a) Guardar completa reserva sobre la
información será tratada de manera grupal, no habrán referencias de tipo individual que no se
cobijen bajo el anonimato y no se darán los nombres de las personas participantes a ninguna
entidad.
los temas de estudio, la metodología utilizada y los materiales empleados en la misma, del
parte de la investigadora para el uso de las mismas; finalmente se comprende cuáles son las
resolución establece que dentro del comité de ética de las investigaciones llevadas a cabo con
66
tales grupos, se deberá contar con la participación de al menos uno de los miembros de dicho
grupo, capaz de representar los valores culturales, morales y sociales del grupo, así como vigilar.
Dada la restricción para realizar un previo contacto con un miembro del grupo participante, en la
primera sesión de la visita de campo realizada por la investigadora se hizo contacto con una
participación no tuvo consecuencias de ninguna índole para las participantes; los resultados no
Todo lo anterior se comunicó de manera verbal y escrita (de forma recopilada) a cada una de
las participantes en el presente estudio, por medio de una sesión de socialización de objetivos de
la investigación con los grupos con los que se trabajó, así mismo se hizo entrega del
67
Resultados
Aspectos sociodemográficos
que se encontraban residiendo con sus hijos al interior del establecimiento (90,2%) y de cuatro
visita (9,8%), para un total de 41 mujeres participantes, de las cuales el 53,7% pertenecía a la
mientras que el porcentaje restante se encontraba en el grupo etario de 30 a 54 años (Ver figura
18). La edad promedio de las participantes fue de 29,12 años (DE=7,353; Mínimo=20 y
Máximo=44).
44%
de 18 a 29 años
56%
de 30 a 54 años
68
En cuanto al lugar de procedencia, señalado como el lugar en el cuál se residía antes de
provenía del departamento de Santander, un 22,2% del departamento de Bolívar, un 11,1% del
departamento de Norte de Santander y un 11,1% del departamento del Cesar; mientras que en la
5,9% en los departamentos de Atlántico, Caldas, Caquetá, Meta, Norte de Santander y Santander,
3% Atlántico
Bolivar
6% Caldas
17%
6% 3%
Caquetá
3%
Cesar
Cundinamarca
15%
Meta
Norte de Santander
6% 32% Quindío
6% Risaralda
Santander
3%
Figura 20. Distribución de los lugares de procedencia de la muestra. Fuente:
Elaboración propia a partir de datos recolectados.
Respecto al estado civil, el 51,2% de la muestra indicó encontrarse en Unión libre, el 39,0%
69
En cuanto al nivel de escolaridad de la muestra, se encontró que la gran mayoría reportó no
haber culminado sus estudios, tan solo un 21% reportó que sí pudo completarlos (Ver Figura 21).
3% 2%
3 (un 38,1% de la muestra no respondió esta pregunta, en algunos casos porque su lugar de
cargo de estas mujeres (42,1%), seguida por la responsabilidad exclusiva de la pareja (21,1%), y
de una responsabilidad compartida con la pareja (15,8%), en los otros casos la responsabilidad la
asumían los padres, era compartida con un hijo o era compartida entre la pareja y la madre.
Por otra parte, la fuente de ingresos era esencialmente (46,3%) producto de trabajos de índole
informal tales como ventas ambulantes, trabajo en casas de familia, reciclaje, cultivo en el
campo, trabajo en taller de mecánica, entre otros. La segunda fuente de ingresos representativa
70
(19,5%) al interior de la muestra era la comisión de delitos tales como hurto y venta de
estupefacientes.
Finalmente, se indagó acerca del maltrato físico o psicológico que se pudo haber sufrido en
algún momento de la vida y se encontró que el 60% de la muestra sufrió en algún momento
maltrato por parte de la pareja (53,8%) y de la familia (46,2%), respecto al maltrato recibido por
parte de la pareja se indicó que éste era causado por celos y consumo de alcohol, y era
71
Aspectos asociados al historial delictivo
hecho, mientras que un 66,7% señaló que no. Así mismo se indagó si alguna vez habían estado
en un centro correccional de menores y el 23,1% señaló haber estado en uno, mientras que el
76,9% señaló que no. Dentro de los motivos que se encontraron para haber estado en un centro
En cuanto a la tendencia delictiva de la muestra participante (Ver Figura 22), se encontró que
muestra se encontraba en reclusión por otros delitos entre los que se encuentran “Fabricación,
Hurto
30% 30%
Homicidio
7%
Otros
20%
13%
72
Respecto a la situación jurídica, el 20,6% reportó encontrarse sindicada y un 79,4%
mediana seguridad, el 3,1% en fase de mínima seguridad y el 6,3% reportó estar sin fase.
En cuanto al tiempo que llevan bajo privación de la libertad, ya sea que se encuentren
Máximo=144).
73
Red familiar
calidad de la relación que se tenía con los integrantes de dicho núcleo, de la frecuencia de
contacto que se tenía con amigos y familiares, y de la reacción que tuvo el núcleo familiar una
En cuanto a la composición del núcleo familiar, se encontró que el 38,9% de las mujeres
participantes convivían con la pareja y los hijos, el 16,7% sólo con la pareja, el 11,1% sólo con
los hijos, el 8,3% con la pareja, los hijos y los padres. El 19,6% restante residía con los
A partir de la información suministrada por las mujeres participantes, se encontró que excepto
una, todas las mujeres tenían hijos, dentro y fuera del establecimiento de reclusión, en total el
número de hijos e hijas de la muestra fue 95. De dichas mujeres, el 31,7% tiene sólo un hijo, el
24,4% dos, el 26,8% tres y el 14,9% de cuatro a seis hijos (Ver Figura 23) y el promedio es de
Respecto al sexo de los hijos e hijas de estas mujeres, el 62% son de sexo femenino y el 38%
de sexo masculino, con datos perdidos de tres hijos e hijas. En cuanto a las edades, se realizó una
agrupación en ocho grupos etarios: a) Menores de seis meses, b) seis meses a tres años, c) cuatro
mayores de 18 años, y se encontró que casi la mitad (47,3%) de los hijos e hijas de estas mujeres
74
se encuentra entre los seis meses y los tres años, seguido por el grupo de seis a nueve años (14%)
16
14
14
Número de madres
12 11
10 9
8
6
4
2 2 2
2 1
0
0 1 2 3 4 5 6
Número de hijos
Figura 23. Distribución de hijos/as de las mujeres participantes. Fuente: Elaboración
propia a partir de datos recolectados.
50 47,3%
45
40
35
Porcentaje
30
25
20
14%
15 11,8%
9,7%
10 6,5% 5,4%
2,2% 3,2%
5
0
a
d be c
f g h
Grupo etario
Figura 24. Distribución de las edades de los hijos/as de las mujeres participantes
según grupo erario. Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados.
De los 95 hijos e hijas de las mujeres participantes, el 28% nació en el tiempo de reclusión de
la madre. El 39% (37 niños y niñas) se encuentra residiendo al interior del establecimiento junto
75
a su madre y el 61% (58 hijos e hijas) se encuentra residiendo en diversos departamentos del
país. La Tabla 8, muestra el número de hijos e hijas, así como el porcentaje de aquellos que se
Tabla 8.
Distribución del número de hijos/as de las mujeres participantes
46 hijos e hijas, de los cuales el 48% (22) se encuentra residiendo al interior del establecimiento
junto a su madre, mientras que el 52% (24) restante se encuentra distribuido en los
Santander (Ver Figura 25). En la Reclusión de Mujeres de Bucaramanga hay un total de 32 hijos
e hijas de los cuales el 22% (7) se encuentra residiendo al interior del establecimiento junto a su
Pereira, se encontró que hay un total de 17 hijos e hijas de las mujeres que se encuentran al
interior del establecimiento, de los cuales el 47% (8) se encuentra residiendo junto a su madre al
interior del establecimiento, el 53% (9) restante se encuentra distribuido en los departamentos de
76
Respecto a los hijos e hijas que no se encuentran residiendo junto a su madre en el
“amiga”, “padrastro”, “vecina” o bajo el cuidado del ICBF; el 9,6% bajo el cuidado del papá y
bajo el cuidado de tíos o tías respectivamente; y finalmente el 1,9% se encuentra bajo el cuidado
del padre y de los abuelos al mismo tiempo. Así mismo, se encontró que el 12,2% de los hijos e
hijas tuvieron que ser separados de sus hermanos y/o hermanas, para residir en distintos hogares.
77
Figura 25. Ubicación de los hijos/as por Departamento
RM Bogotá
RM Bucaramanga
RM Pereira
Figura 25. Ubicación de los hijos/as de las mujeres participantes por Departamentos del país.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados. Imagen: mapa de Colombia
extraída de http://www.uxabilidad.com/recursos/mapa-politico-de-colombia-en-vectores.html
establecimiento personas a su cargo que no fueran sus hijos y se encontró que el 73,2% no tenía
a otras personas a su cargo, mientras que el 26,8% sí, de las cuales el 59% eran menores de edad
con parentesco “primos”, “ahijados”, “sobrinos” y “hermano” y el 41% mayores de edad con
78
Calidad de la relación con los integrantes del núcleo familiar.
Respecto a la calidad de la relación que se tenía con cada integrante de la familia con el que se
convivía, se encontró que casi la mitad de las mujeres que dijeron convivir con su pareja calificó
dicha relación como “buena” (48%); más de la mitad de las mujeres que dijeron convivir con los
hijos calificó la relación como “muy buena” (70,8%); cerca de la mitad de las mujeres que dijo
convivir con los padres calificó la relación como “buena” (45,5%); así mismo aquellas mujeres
que reportaron vivir con otros familiares calificaron dicha relación principalmente como
Tabla 9.
Calidad de la relación con los integrantes del núcleo familiar
Otros
Pareja Hijos Padres
Familiares
Fr % Fr % Fr % Fr %
Muy
10 40 17 70,8 4 36,4 2 28,6
buena
Buena 12 48 5 20,8 5 45,5 1 14,3
Regular 3 12 2 8,3 1 9,1 3 42,9
Mala 0 0 0 0 0 0 1 14,3
Muy mala 0 0 0 0 1 9,1 0 0
Total 25 100% 24 100% 11 100% 7 100%
De igual manera, se preguntó si la calidad de dicha relación había cambiado luego del ingreso
encontrarse viviendo con la pareja antes del ingreso al establecimiento, un 67,9% indicó que la
relación sí cambió después de su ingreso, mientras que un 32,1% indicó que no se presentaron
cambios; respecto a la relación con los hijos, el 68% indicó que su relación había cambiado y el
32% que no; en cuanto a la relación que tenían aquellas mujeres que vivían con los padres los
Dentro de los motivos señalados para el cambio que se presentó en la relación con la pareja,
se encontró que cambió principalmente de forma negativa, y que la distancia y el abandono son
las principales razones, tal como se evidencia en algunas de las respuestas citadas4:
“Porque nos vemos poco, él vive en Armenia, le queda duro venir” (Angélica, 22 años,
RM Pereira).
“Creo por estar privada de mi libertad por estar lejos” (Beatriz, 35 años, RM
Bucaramanga).
“El esposo se consiguió otra mujer” (Susana, 37 años, RM Bucaramanga)
“Por las circunstancias me dejó sola” (Angie, 21 años, RM Bogotá).
“Me dejó abandonada” (Camila, 28 años, RM Bogotá).
“Cambió la relación con mi esposo porque quiso irse y dejarme” (Tatiana, 25 años RM
Bucaramanga).
Respecto al cambio de la relación con los hijos se encontró que el cambio que surgió en la
relación, fue para la mitad del grupo negativo y para la otra, positivo. Dentro de los motivos de
un cambio positivo se encuentra que ahora hay una mayor comprensión hacia los hijos e hijas,
que son su motivo para continuar adelante por lo que los y las valoran más que antes, por lo que
4
Todos los nombres que se mostrarán a continuación fueron cambiados por cuestiones de confidencialidad.
80
“Aprendí a valorarla más y soy más cariñosa de lo normal” (Doris, 21 años, RM
Bucaramanga).
Dentro de los motivos de un cambio en la relación negativo, se encontró que producto del
ingreso a prisión se produjo una ruptura en el vínculo con los hijos e hijas.
“Si, pues mis padres ya fallecieron y no tengo ningún familiar en esta ciudad quien me
los traigan en las visitas pero al igual yo los llamo y ellos me expresan cuanto me aman
y yo en lo poco que puedo les colaboro” (Juliana, 35 años, RM Bucaramanga).
“Hace muchos días no los veo yo, ya no quieren hablar casi conmigo por teléfono”
(Ariadna, 24 años, RM Bogotá).
“Porque ya no estoy con mi hijos y casi no nos vemos ni compartimos” (Linda, 24 años,
RM Bogotá).
“Mi hija se enferma siempre que viene y cuando viene se olvida de mí” (Angélica, 22
años, RM Pereira).
“Por la ausencia de uno y todo se acaba y ellos quedan a la deriva” (Maritza, 41 años,
RM Bogotá).
En cuanto a aquellas mujeres que evidenciaron un cambio en la relación que se tenía con los
padres, se encuentra que este fue principalmente positivo, se argumenta que ahora hay un mayor
“Porque me doy cuenta de que sólo cuento con ella y sus consejos son por un bien y
para mejorar mi estilo de vida” (Katherine, 20 años, RM Pereira).
“No vivíamos en el mismo hogar pero siempre en todo el día estábamos en contacto, a
mejor ahora estamos aún más unidos” (Jazmín, 33 años, RM Pereira).
“Mi madre me ha apoyado mucho pues ella cuida mi hijo mayor y nos brinda amor”
(Patricia, 21 años, RM Bucaramanga).
Finalmente, respecto al cambio señalado en la relación que se tenía con otros familiares, con
los que se convivía, se encontró que de esas relaciones más de la mitad tuvieron un cambio
Para medir la frecuencia del contacto familiar se indagó acerca del número de visitas que se
han recibido en el último mes, y se encontró que en promedio todas las mujeres participantes
reciben una visita al mes. Los días establecidos (según lo conocido en las visitas a los
establecimientos) para las visitas son los fines de semana, el día sábado pueden visitar los
hombres y el día domingo las mujeres, mientras que los menores de edad pueden ingresar el
En general, el 27% de la muestra reportó no haber recibido visitas en el último mes, el 45,9%
reportó recibir una, el 16,2% reportó haber recibido dos visitas, el 8,1% tres y el 2,7% cuatro.
promedio de visitas recibidas en el último mes fue de una, el 35% reportó no haber recibido
reclusión de Bucaramanga, se encontró que el promedio de visitas recibidas en el último mes fue
1, el 20% reportó no haber recibido visitas, el 40% haber recibido una y el otro 40% haber
es de dos, así mismo se encontró que 14,3% no recibió visitas en el último mes, el 28,6% recibió
82
Entre las personas que las visitan con mayor frecuencia se encuentran la madre (28,8%) y la
pareja (22%). En menor cantidad reciben la visita de familiares como hermanos y/o hermanas
(11,9%), hijos e hijas (10,2%), el padre (3,4%) y otros familiares (3,4%) como tíos y/o tías y
primos y/o primas. El 20,3% restante representa la visita de otros no familiares como cuñados
Respecto a las personas que se encuentran fuera del establecimiento con las que se tiene
mayor contacto se encuentra que la principal es la madre (24,1%), seguida por los hijos e hijas
(22,8%) y otros familiares (19%) como tíos y/o tías, la abuela y hermanos y/o hermanas.
En cuanto al contacto telefónico (Ver Tabla 10), se encontró que en relación a los amigos y a
otros familiares éste fue principalmente nulo (65%). Dentro de los motivos que indicaron las
participantes respecto al bajo contacto telefónico se encuentra que tienen pocos amigos o que
aquellos que tenían se alejaron luego del ingreso, así como poco contacto con otros familiares
distintos a los padres y los hijos e hijas; otra de las razones es que sus limitaciones económicas
implican que haya una elección y priorización sobre a quién se llama y a quién no, debido a que
El contacto telefónico con la pareja fue frecuente, se realizaron llamadas “Más de una vez por
día” (20%) y “Una vez por día” (20%). Dentro de los motivos por los cuáles se mantiene dicha
frecuencia de contacto se encuentra como principal, la necesidad de poder hablar respecto a los
hijos e hijas, ya sea que se encuentren dentro o fuera del establecimiento de reclusión.
Respecto al contacto telefónico con los hijos e hijas, se encontró que este fue bastante
frecuente. Las participantes señalaron comunicarse con ellos y/o ellas “Más de una vez por día”
83
(20%) y “Una vez por día” (44%). Como motivo principal de dicha frecuencia se encuentra que
las participantes llaman a sus hijos e hijas con la intención de saber cómo se encuentran en
general.
En cuanto al contacto telefónico con los padres, se encontró que no fue tan frecuente, sólo el
35% de las participantes reportó tener contacto con sus padres “Más de una vez por día” y “Una
vez por día”, entre las razones se encuentran las limitaciones económicas para realizar las
llamadas.
Tabla 10.
Frecuencia de contacto telefónico con familiares y amigos
Otros
Amigos Pareja Hijos Padres
Familiares
Fr % Fr % Fr % Fr % Fr %
Más de una vez
2 5 8 20 5 20 4 10 2 5
por día
Una vez por día 0 0 8 20 11 44 10 25 1 2,5
Una vez por
5 12,5 8 20 7 28 9 22,5 5 12,5
semana
Una vez cada
1 2,5 1 2,5 1 4 1 2,5 1 2,5
15 días
Una vez cada
6 15 2 5 1 4 4 10 7 17,5
mes
Nunca 26 65 13 32,5 15 0 12 30 24 60
El 43,9% de las mujeres participantes del estudio indicó haber solicitado visitas conyugales.
Del total de mujeres que solicitaron la visita conyugal, al 75% le fue aceptada la solicitud y al
15% le fue negada, el 10% restante se encuentra esperando una respuesta. Dentro de los motivos
que indicaron las mujeres participantes para que una visita conyugal fuera negada, se encontró
que según ellas hay una falta de colaboración por parte de la institución, a continuación se
84
“Los primeros cinco meses, la respuesta era que tenían cosas más importantes que
hacer, que aceptar solicitudes de conyugal” (Julieth, 33 años, RM Pereira).
“Pues duré mucho tiempo hasta lograr la visita con mi esposo, pues a veces no
colaboran aquí mucho con esto y a veces nos vemos obligadas a quejarnos y llamar a la
regional y ahí si es rápido todo” (Juliana, 35 años, RM Bucaramanga).
Finalmente, se preguntó cuál había sido la reacción que había tenido la familia respecto al
“La reacción que tomaron fue muy triste y deprimente ya que con mi familia tengo un
buen trato” (Julieta, 31 años, RM Bogotá).
“Muy mal psicológicamente se encuentran inestables, lloran mucho y se sienten
culpables, pues aún no entienden por qué esta injusticia” (Julia, 33 años, RM Pereira)
“Muy mal, lloraron demasiado” (Doris, 21 años, RM Bucaramanga)
Así mismo se encontró que una causante principal de angustia dentro de las familias fue el
hecho de que se ingresara al establecimiento con un hijo o hija, o se abandonara a los hijos e
hijas, dicha separación ha causado alta preocupación en las familias. Por otra parte, se encontró
que hubo también una afectación a nivel económico al interior de las familias debido a que la
mujer que ahora se encuentra al interior del establecimiento era parte del sustento económico y a
que al dejar a los hijos e hijas a cargo de la familia, se dejó una responsabilidad y una carga
“Pues mi mamá se preocupó mucho porque mis hijos quedaban solos” (Susana, 43
años, RM Bogotá)
85
“Pues para mi familia fue muy duro (…) y los hijos se desestabilizan como en sus
rutinas diarias como el colegio el orden en sus cuartos y demás mejor dicho todo esto
es muy difícil emocionalmente para todos” (Yaneth, 33 años, RM Bogotá).
“La reacción fue muy dura porque yo llegue embarazada y no podíamos asimilar esto
tan duro mis hijas se pusieron muy mal” (Victoria, 41 años, RM Bogotá).
“Fue muy duro tanto emocional como económicamente porque me tocó dejarle la niña
mayor e ingresar a la cárcel con el menor me convertí en una responsabilidad” (Kelly, 22
años, RM Pereira).
“Pues mi madre sufrió mucho aún más pensaba en el niño pues sólo tenía 5 meses y a
ella no le quedaba casi tiempo para cuidarlo (…) pues a mi madre le está tocando aún
más duro porque ya no son sólo las cosas de la casa sino las del niño y yo” (Sara, 20
años, RM Pereira).
De igual manera, se encontró que varias de las participantes manifestaron que sus familias las
han apoyado desde que ingresaron el establecimiento y que incluso en algunos casos sintieron
alegría y tranquilidad dado que preferían que su familiar se encontrara en reclusión que
delinquiendo.
86
Maternidad al interior del establecimiento.
Como respuesta a lo planteado por la Ley 65 de 1993, 37 niños y niñas residen al interior de
los establecimientos de reclusión de mujeres que hicieron parte del estudio, la mayoría de ellos
22%
RM Bogotá
RM Bucaramanga
Figura 26. Distribución del número de niños y niñas que se encuentran residiendo
en reclusión. Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados.
Del total de niños y niñas que residen al interior de los establecimientos de reclusión, el 65%
Sus edades se encuentran entre los 0 (5,4% de la población tienen menos de un mes) y los 36
meses (18,9%) (Ver Figura 28). Por grupos etarios se encuentra que el 86,5% de la población
87
pertenece al grupo de seis meses a tres años, mientras que el 13,5% al grupo de cero a seis meses
de edad.
14
Número de niños y niñas
14
12
10
Femenino
8
8 Masculino
6
4 5 5
2 3
2
0
Reclusión de mujeres Reclusión de mujeres Reclusión de mujeres
Bogotá Bucaramanga Pereira
Figura 27. Sexo de niños y niñas que se encuentran residiendo en reclusión, por
esablecimiento . Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados.
8
7
7
6
Número de niños/as
4
3
3
2 2 2 2 2 2 2
2
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
1
0
0 4 6 8 9 10 11 12 13 14 16 17 18 19 20 21 24 25 26 34 35 36
Edad (meses)
Figura 28. Distribución de edades de los niños y niñas que se encuentran residiendo en reclusión
. Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados.
88
El 70,3% nació en el tiempo de reclusión de su madre, la distribución por establecimiento
puede observarse en la Tabla 11. Algunos de ellos y ellas nacieron al interior de los
establecimientos de reclusión en el área de sanidad, ya que debido al delito que cometió la madre
(en esos casos relacionados con menores de edad) no se les permitía salir del establecimiento ni
para el parto, ni para el puerperio, así que una vez estas mujeres tuvieron a su hijo o hija en el
Otra parte de los menores tuvo la oportunidad de nacer en hospitales ubicados al exterior de
los establecimientos de reclusión bajo dos modalidades: una, en la cual se les dio a las madres un
poder tener a su hijo en un hospital de su elección, así como de estar afuera del establecimiento
hasta que el menor cumpliera seis meses, edad en la que la madre tomaba la decisión de volver o
establecimiento hasta el momento en el cual sintiera que estaba preparada para dar a luz, el
procedimiento que se llevó a cabo en dichas circunstancias fue dar aviso al área de sanidad, la
cual dio la indicación para remitir y movilizar en ambulancia a la madre en proceso de parto a un
hospital cercano, donde las madres dieron a luz, una vez estuvieron recuperadas debieron volver
De ese 70,3% de menores que nacieron en el tiempo de reclusión de la madre (en general, los
datos por establecimiento pueden ser observados en la Tabla 11), el 96,3% recibió controles
médicos durante el embarazo, y su calidad fue calificada en promedio como “Buena”. Por
establecimiento, se encontró que aquellas mujeres que tuvieron a su hijo o hija en el tiempo de
89
reclusión y tuvieron acceso a controles médicos los calificaron de la siguiente manera: en el
“Muy bueno”, 33,3% como “Bueno”, 22,2% como “Regular” y el 5,6% como “Malo”; en el
28,6% como “Regular”, el 14,3% como “Malo” y el 14,3% como “Muy malo”; y en el
Tabla 11.
Información sobre la población embarazada en reclusión
Reclusión de
Reclusión de Reclusión de
mujeres
mujeres Bogotá mujeres Pereira
Bucaramanga
Fr % Fr % Fr %
Núm. de madres 22 100 11 100 8 100
Que tuvieron hijos en
21 95,4 7* 64 2 25
tiempo de reclusión
Que recibieron
controles médicos 17 81 7 100 2 100
durante el embarazo
Salvo las dos mujeres que se encuentran en gestación, la totalidad de las madres y sus hijos
gozan del beneficio de acceso al jardín infantil ubicado en cada establecimiento de reclusión, a
continuación se presentarán algunos aspectos asociados a la relación que tienen las madres con
las afueras de la edificación que contiene y da paso a los pabellones en los cuales permanecen las
reclusas. Debido a esto las madres no pueden acceder al jardín de ninguna forma, dadas las
90
normas de seguridad, por lo que no pueden llevarlos o recogerlos del jardín, ni acompañarlos en
lugar donde reciben educación y estimulación acorde a su nivel, también reciben las tres comidas
calificación que las madres dieron al servicio brindado por el jardín (de 1 a 5, dónde 1 era “muy
bueno” y 5 era “muy malo”), el 77,8% lo calificó como “Muy bueno” y el 22,2% como “Bueno”
establecimientos de Bogotá y Pereira, cuenta con un pequeño jardín infantil ubicado al interior
de la edificación que contiene los pabellones y las áreas de acceso a los mismos, junto al área de
sanidad, jurídica y de trabajo social y psicología. Su ubicación permite que las madres de los
niños y niñas que se encuentran en el mismo, los lleven y los recojan según el horario dispuesto,
de 08:00am a 11:00am y de 01:00pm a 04:00pm, y almuercen junto a ellos y ellas al interior del
patio asignado a las madres. Al igual que en el establecimiento de Bogotá, se brinda educación y
estimulación acorde al nivel de los menores, así como las tres comidas diarias y las meriendas
otorgado por el jardín, el 100% de las mamás lo calificó como “Muy bueno” (Ver Figura 29).
edificación que contiene los pabellones y las áreas de acceso a los mismos. Dicha ubicación
conlleva, debido a las normas de seguridad, a que las madres de los menores que se encuentran
91
momento de la jornada, la cual se desarrolla de 08:00am a 04:00pm, en la cual, al igual que en
los dos establecimientos mencionados, se provee educación y estimulación a los menores, así
como las tres comidas diarias y las meriendas complementarias, otorgadas también por el ICBF.
Respecto a la calificación que las madres de dicha reclusión le dieron al servicio dado en el
jardín se encontró que hubo una distribución igual (50%-50%) para las opciones “Muy bueno” y
Respecto al procedimiento llevado a cabo en cada uno de los establecimientos para el ingreso
del menor al jardín infantil, se encontró que en los tres establecimientos es unánime, por medio
del área psicosocial de cada establecimiento se informa a las madres gestantes sobre la
posibilidad de ingresar al jardín infantil del establecimiento lo único que deben hacer es solicitar
50%
Bueno RM Pereira
Calificación
22,20%
RM
bucaramang
50% a
RM bogotá
Muy bueno 100%
77,80%
La calidad de las instalaciones del establecimiento para la residencia de los menores de edad
(Ver Figura 30) fue calificada por las mujeres de la reclusión de mujeres de Bogotá de la
92
siguiente manera: el 68,8% indicó que la calidad es “Buena”, el 18,8% como “Regular” y el
12,5% como “Muy buena”, entre los motivos para las calificaciones “Buena” y “Muy buena” se
encontró que las mujeres consideran que las instalaciones proveen los espacios suficientes para
los menores tales como las habitaciones exclusivas, el jardín y la zona de juegos dispuesta al
interior del patio para los menores, y se asocia el servicio y la atención brindada a los hijos a la
hora que calificar las instalaciones, entre las razones de la calificación “Regular”, se encontró
que se aduce que hay goteras y humedad al interior de las habitaciones, y la presencia de
(Ver Figura 30) como “Buena”, el 27,3% como “Regular, el 18,2% como “Muy buena” y el
18,2% como “Mala”, dentro de los motivos para las calificaciones “Buena” y “Muy buena” se
encontraron los cuidados brindados así como los beneficios, respecto a las calificaciones
30) fue calificada por el 57,1% como “Buena” y el 42,9% como “Regular”, como motivos para
encontraron la presencia de humo de cigarrillo, de conductas inadecuadas que los menores tienen
que presenciar, y la falta de cosas que les gustaría brindar a los hijos o hijas.
93
Figura 30. Calidad de las instalaciones para los menores
Mala
Regular RM Pereira
Calificación
RM bucaramanga
Bueno RM bogotá
Muy bueno
interior de los establecimientos (Ver Figura 31) se encontró que en general el 63,2% de las
madres siente apoyo de la institución, mientras que el 36,8% no. Por establecimiento se encontró
que el 73,7% de las madres del establecimiento de reclusión de mujeres de Bogotá se siente
respalda por la institución para el ejercicio de la crianza de sus hijos e hijas, entre los motivos se
encuentra el hecho de que la institución por medio del convenio tripartito otorgue a las madres
espacio, alimentación y la posibilidad de estar con los hijos o hijas al interior del establecimiento
54,5% de las mujeres participantes se siente respaldada, entre los motivos se manifestó el
constante apoyo de la licenciada del jardín infantil que se encuentra en el establecimiento, que
implica a su vez la representación de un fuerte apoyo por parte del ICBF; y en el establecimiento
sentirse apoyada por parte de la institución, dentro de los motivos se encuentra que sienten un
94
apoyo por parte de las directivas del jardín, dado que cuidan de sus hijos e hijas, así como la
posibilidad de que puedan estar con sus hijos e hijas al interior del establecimiento.
60% 54,50%
50,00%
Porcentaje
50%
40%
30% Percepción
de apoyo
20%
10%
0%
RM bogotá RM bucaramanga RM Pereira
Establecimiento
Figura 31. Percepción de apoyo por parte de la institución para el ejercicio de la crianza
al interior del establecimiento. Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados.
Respecto a la oferta de talleres relacionados con la maternidad se encontró que a nivel general
el 63,2% de las madres recibió alguno en el tiempo de estancia; mientras que a nivel específico la
distribución de los porcentajes fue 73,7% (Reclusión de mujeres de Bogotá), 91% (Reclusión de
mismos por parte de aquellas mujeres que lo recibieron, fue equitativa (50%-50%) para “Muy
distribución fue 77,8% como “Muy bueno” y 22,2% como “Bueno”. Cabe agregar que en las
realización de un taller con las madres gestantes las cuales señalaron su agrado por el mismo, en
general y como lo muestran las calificaciones dadas las mujeres se sienten bastante satisfechas
95
con el servicio y el acompañamiento que les brinda el jardín.
Figura 32. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de Figura 33. Jardín Infantil “Mis huellitas”. Reclusión de
mujeres de Bucaramanga. Fuente: Elaboración propia. mujeres de Bucaramanga. Fuente: Elaboración propia.
96
Así mismo se indagó sobre la circunstancia de separación del hijo o la hija debido a la
reglamentación que establece que los menores deberán salir del establecimiento de reclusión una
vez que cumplan tres años de edad. En general, el 36,6% de los menores que se encuentran
actualmente en reclusión serán separados de su madre, dado que ella debe continuar cumpliendo
su condena, y el 29,3% saldrán a tiempo con su madre, dado que antes de que los mismos
cumplan tres años, su madre podrá recuperar la libertad (el 24,4% no respondió la pregunta). De
ese 36,6%, el 46,2% será cuidado por el padre, el 38,5% por la abuela materna y el 7,7% serán
Figura 35. Personas que se harán cargo de los menores una vez
que salgan del establecimiento
8%
Padre
50% Abuela
materna
42%
Hermanos
Figura 35. Personas que se harán cargo de los menores que actualmente residen en el
establecimiento de reclusión y que proximamente saldrán del mismo sin su madre.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos recolectados.
En relación a la separación próxima del hijo o hija, se indagó si se había recibido apoyo en la
planeación de dicho evento, es decir, apoyo en la búsqueda de personas que puedan hacerse
afrontamiento de la separación y se encontró que del total de madres que vivirán la separación
sólo el 14,3% recibió apoyo para la planeación, mientras que el 13,3% recibió acompañamiento
97
psicológico. Quienes recibieron dicho apoyo indicaron que la calidad de los mismos fue “Buena”
Finalmente, se consultó a las mujeres participantes sobre el motivo por el cuál su hijo o hija se
siguiente, la principal razón por la cual las mujeres participantes han tomado la decisión de
residir con su hijo o hija al interior del establecimiento es la ausencia de un cuidador externo
para el bebé, muchas argumentan que no tienen con quién dejar a su hijo o hija, o que su familia
(principalmente la madre) ya se ha encargado de otros hijos e hijas, por lo que dejar a este último
Otra de las razones que se encontró fue el interés en mantener el vínculo con el hijo o hija, así
como aprovechar el beneficio que les es otorgado y poder pasar con sus hijos e hijas los tres
primeros años que les conceden, primordialmente en aquellos casos en los que las condenas son
largas, así que por poder aprovechar a sus hijos e hijas toman la decisión de que ellos o ellas
98
“El amor que siento por él es inexplicable, es un tiempo que pasa y nadie no lo va
devolver no sé cuánto tiempo estuvo acá pero lo único que sé es que mi hijo estando a
mi lado aprendió a decirme mamá y siempre me va a recordar” (Magdalena, 33 años, RM
Bogotá).
“Pues es muy pequeñito y soy capaz de separarlo de mi lado y creo que el mejor lugar
para un niño es junto a su madre” (Juliana, 35 años, RM Bucaramanga).
“Cuando me capturaron ella tenía solo 12 días de nacida así que he de aprovechar hasta
el último minuto con ella mientras esté aquí en Colombia” (Yuli, 33 años, RM Pereira).
“Que es mi primer hijo y tengo una condena muy alta y no sé cuándo voy a volver a
estar con él” (Adriana, 22 años, RM Bogotá).
“Porque tengo una condena grande y quise compartir con ella los tres años que la
institución lo permite” (Rosa, 42 años, RM Bogotá).
Una última razón hallada fue que dichas mujeres consideran que el cuidado materno es
irremplazable, único e importante por lo que prefieren tener a su hijo o hija con ella al interior
“Mi motivo es que podía seguir velando por su cuidado y bienestar” (Paulina, 20 años,
RM Pereira).
“Los hijos que están bien sólo con la mamá porque ya no se puede confiar en nadie”
(Daniela, 39 años, RM Pereira).
“El motivo fue que mi bebé toma pecho y está muy pequeño” (Claudia, 35 años, RM
Bucaramanga).
“Quien la puede criar mejor que yo que soy su mamá” (Yamile, 35 años, RM Bogotá).
“Es mi única bebé para dejársela a otro porque es muy pequeñita y la lactancia es
importante” (Natalia, 37 años, RM Bucaramanga)
Finalmente, se preguntó sobre la opinión que tenían respecto al hecho de que niños y niñas
acuerdo aunque reconocía que las condiciones no eran las mejores y que dicha situación se
99
constituía en un castigo para el menor, quien según ellas estaría pagando una condena injusta, a
continuación se pueden ver algunas de las afirmaciones que respaldan los hallazgos:
“No estoy de acuerdo, pues de cierta manera pagan una condena que no deben” Yuli, 33
años, RM Pereira).
“Pues yo pienso que eso no es justo creo que cuando uno tiene un bebé es para tenerlo
en un hogar pero no en una cárcel” (Victoria, 22 años, RM Pereira).
“Bueno porque están al lado de su madre pero malo porque ellos están pagando la
condena de uno, algo que ellos no han hecho” (Catalina, 20 años, RM Pereira).
“Pues por una parte si porque comparte uno con ellos y se les inculca quien es la
mamá, por otro lado no porque ellos no pueden pagar por nuestros errores” (Sara, 21
años, RM Bucaramanga).
“Pues la verdad no es un buen lugar para nuestros hijos pero por otro lado sentimos
que están más seguros con su mamá que con otras personas afuera así sea un familiar
nadie lo va a cuidar mejor que su propia madre y nosotros estamos más tranquilas así
tener nuestro hijo nuestro lado” (Cindy, 22 años, RM Bogotá).
“No me parece el mejor ambiente para ellos pero es muy bonito que nos dejen compartir
al menos su primera infancia con ellos” (Lina, 24 años, RM Bogotá).
“La verdad no es fácil tener un niño acá porque hay necesidades pero tienen la
oportunidad de compartir con nosotras y eso es algo que a todas nos hace muy feliz y
mi hija para mí lo es todo porque es mi motivación ella y mis hijos” (Carmenza, 24 años,
RM Bogotá).
“Me parece que es muy bonito pues a pesar de estar privados de la libertad seguimos
siendo madres y tenemos sentimiento y es bonito compartir con ellos sus primeros
años de vida sus caricias y amor y demás” (Camila, 33 años, RM Bogotá).
100
Salud e higiene
señaló que comenzó a padecerla después del ingreso al establecimiento, mientras que el 40%
afirmó que la padecía desde antes de ingresar al establecimiento. Las enfermedades pueden ser
observadas en la Tabla 12. Así mismo se encontró que el 80% de las mujeres que se encuentran
Tabla 12.
Enfermedades que las participantes padecen
Enfermedad Frecuencia
Chikunguña 1
Gastritis 2
Dolor/quistes en los ovarios 3
Dolor de cabeza 2
Problemas de azúcar 1
Tuberculosis pleural 1
Problema en el pulmón 1
Problemas cardiovasculares 2
Mareos 1
Tiroides 1
Diabetes 1
Triglicéridos 1
Dolor en la cintura 1
Neumonía 1
Hipertensión 2
El 78% de las participantes ha solicitado en algún momento algún servicio médico, de las
cuales al 58,1% se le brindó a tiempo. De ese 78% de participantes que solicitaron un servicio
médico y pudieron obtenerlo (a tiempo o no) el 44,8% calificó la calidad del servicio médico
brindado como “Buena”, el 27,6% la calificó como “Regular”, el 17,2% como “Mala”, el 6,9%
101
El servicio y la atención médica en general fueron calificados por el 46,2% de la muestra
como “Regular”; por el 30,8% como “Malo”; por el 10,3% como “Muy malo”; por el 7,7% como
mujeres de Bogotá el servicio y la atención médica fueron calificados por el 59,1% de la muestra
como “Regular”, por el 18,2% como “Malo”, por el 13,6% como “Bueno” y por el 9,1% como
“Muy bueno”. Dentro de los motivos para la baja calificación se encuentra que la atención
para la buena calificación se encuentra la satisfacción con el mero hecho de poder recibir el
el 60% de la muestra lo calificó como “Malo” y el 40% como “Regular”. Dentro de los motivos
para dicha calificación se encuentra que no hay servicio médico las 24 horas, la atención a dichas
reclusión de mujeres de Pereira, el 57,1% lo calificó como “Muy malo”, el 28,6% como “Malo”
personal médico y de interés por la salud de dichas mujeres. Cabe anotar que en la fecha en la
que se realizaron las visitas al establecimiento se encontró que el servicio médico no estaba
El 66,7% de la muestra ha recibido algún control médico de rutina. Al 26,3% de las mujeres
102
mamográfico. De ese 26,3% de la muestra al que se le realizó la citología, al 66,7% le fueron
57,10%
Muy malo
29%
Malo 60,00%
18%
Calidad
14,30%
Regular 40,00%
59,10%
RM Pereira
Bueno RM bucaramanga
13,60%
RM bogotá
Muy bueno
9,10%
le suministró toallas higiénicas, al 5,6% tampones, al 55,6% papel higiénico, al 58,3% jabón, al
55,6% cepillo de dientes, al 2,8% vestimenta y al 33,3% ninguno de los elementos, en este
último caso se indagó sobre cuál era la fuente de adquisición de los mismos y se encontró que las
dos fuentes principales son la familia y las donaciones que realizan personas de afuera a los
hace llegar los elementos a las internas, los cuales al no ser entregados se deterioran. Una interna
comentó:
103
Se pudo conocer además que la entrega de elementos de higiene a las internas depende en
“Esto sucede de vez en cuando, pero cuando no, por encomienda” (Camila, 21 años, RM
Bucaramanga).
“Rara vez nos regalan útiles” (Nayibe, 37 años, RM Bucaramanga).
“Nos dan kits de aseo, que dependen de donaciones”
“Rara vez nos regalan útiles, los mandamos a traer de la calle 2 veces al mes es la
entrada de útiles” (Paula, 21 años, RM Bucaramanga).
“Cuando uno llega este lugar y cuando hay fiesta” (María, 41 años, RM Bucaramanga).
“Cuando nos regalan un kit de aseo por festividad, el resto del tiempo me lo ganó
trabajando recursivamente” (Yenny, 43 años, RM Bogotá).
“De vez en cuando se acuerdan de que existimos” (Luisa, 34 años, RM Bogotá).
Así mismo, se indagó la cantidad de compañeras con las que se comparte la celda y se
participantes compartía su celda con otra compañera, el espacio es utilizado únicamente por ella
que en el caso de aquellas mujeres que vivían con su hijo o hija la celda no era compartida con
otras compañeras, mientras que las madres gestantes indicaron que debían compartir la celda con
otras compañeras; y en el caso de la reclusión de mujeres de Pereira la celda era compartida con
una compañera, sin embargo, se encontró que las internas gozan del privilegio de tener baño
privado al interior de la celda, situación que no se evidenció en los otros dos establecimientos.
104
Actividades ocupacionales
Como pilares para el tratamiento penitenciario, el INPEC ha establecido tres grandes áreas de
ocupación para los internos y las internas, a saber trabajo, estudio y enseñanza. A partir de la
de ocupación laboral, el 26,7% en la modalidad de estudio, el 6,7% hace parte de las dos
modalidades mencionadas y un 20% no hace parte de alguna de las modalidades; así mismo se
halló que ninguna de las participantes hacía parte de la modalidad de enseñanza. Los porcentajes
70
62,5
60
50 45,5
Porcentaje
37,5 37,5
40
Laboral
30 27,3 Estudio
25
22,7
Estudio y laboral
20 12,5
12,5 Ninguno
12,5
10 4,5
0
0
RM Bogotá RM Bucaramanga RM Pereira
Establecimiento
Figura 37. Distribución de las modalidades de ocupación. por establecimiento. Fuente: Elaboración
propia a partir de datos recolectados.
labora áreas asociadas a confecciones y tejidos; el 21,7% labora con materiales para la
105
el área de mantenimiento y aseo; el 8,7% en el área de manualidades; y el 4,3% como
manicurista (el 8,7% restante indicó que laboraba en talleres pero no indicó en qué área).
capacitación que tomaron las mujeres participantes pueden ser observados en la Tabla 13.
el 11.2% restante de la reclusión de mujeres de Bogotá. Los programas de los cuales han hecho
parte las participantes son Proyecto de Vida, Preservación para la vida, Preparación para la
Tabla 13.
Cursos de capacitación tomados por las participantes
106
Discusión
residiendo junto a sus hijos al interior de tres establecimientos de reclusión del país, así como sus
la prisión, a saber, el contacto familiar, la maternidad como esfera de la vida que se desarrolla al
Cabe aclarar que debido a que no se realizó un muestreo probabilístico los resultados no son
generalizables a toda la población femenina recluida que reside con sus hijos e hijas al interior de
los establecimientos de reclusión del país, por lo que hay que tener cautela a la hora de extrapolar
los resultados.
En primer lugar y antes de dar desarrollo a los hallazgos relacionados con los escenarios de
caracterizaron a la muestra y que pueden dar cuenta de algunos factores de riesgo asociados a la
comisión de delitos en mujeres, mencionados por la literatura: Norza, González, Moscoso, &
rurales, y por tener un nivel educativo bajo, encontrándose que tan sólo un quinto de la muestra
logró completar los estudios en secundaria o alcanzar un nivel técnico. Estos hallazgos son
consistentes con lo reportado en la literatura (De Miguel Calvo, 2014; León & Roldán, 2007;
107
Yagüe, 2007; González et al. 2012; Martínez, Carabaza & Hernández 2008; Vizcaíno, 2010), y
desventaja, haciéndoles menos competentes a nivel social, lo cual posiblemente les incitó a
involucrarse con la comisión de delitos tal como lo planteó Yagüe (2007) (al respecto sería
relevante indagar el motivo que conlleva a las mujeres a cometer delitos). Cabe anotar que, como
plantea Norza, et al. (2012), el hecho de que estas mujeres provinieran de estratos sociales bajos
pero si genera condiciones de precariedad que causan que el lucro producto de la delincuencia
Asociado a ello, se halló que, en efecto, la mayoría de estas mujeres eran las únicas
mujer que comete delitos se caracteriza por ser mujer cabeza de hogar, así mismo sus
posibilidades de acceder a un trabajo formal, estable y rentable que le provea condiciones de vida
dignas son pocas, tal como lo señalan González, González & Moscoso (2012).
Así mismo, se pudo constatar que gran parte de la muestra fue víctima de maltrato físico y/o
que confirma lo reportado por Briceño-Donn (2006) y González et al. (2012), gran parte de la
ellas han sido víctimas, característica que tiene una influencia en la conducta y que puede
108
Comparando con las cifras nacionales proporcionadas por el INPEC (2015c) y con los datos
proporcionados por la investigación realizada por Norza et al. (2012), los resultados asociados al
perfil de la mujer recluida se replican. Las mujeres de la muestra al igual que el total nacional
según Norza, et al. (2012), sugiere que son mujeres jóvenes con un inicio temprano en la vida
delincuente; respecto a la comisión o presunta comisión de delitos los resultados son idénticos, la
para delinquir como los cuatro delitos con mayor ejecución, al igual que el total nacional
(INPEC, 2015c), lo cual da cuenta de una tendencia general en la comisión de delitos a nivel
Respecto a haber estado recluida alguna vez en un centro correccional para menores,
nuevamente los resultados coinciden con los hallazgos de la investigación de Norza, et al.
(2012), tan sólo un porcentaje mínimo ha estado en uno, en cuanto a los delitos los resultados de
la presente investigación concuerdan con lo planteado por Vizcaíno (2010), uno de los
principales delitos por los que las adolescentes son llevadas a centros correccionales de menores
es el hurto. Este dato es de relevancia y se constituye como un factor de riesgo en tanto aquellas
según la hipótesis de amplificación social que plantea que si existe una conducta antisocial en la
Respecto a las dinámicas familiares analizadas, gran parte de los resultados encontrados
109
negativo directo para la familia que afecta a nivel afectivo y económico, como señalan Herrera
& Expósito (2010), el ingreso a prisión de la mujer conlleva estigma familiar, alteración de los
roles y problemas de apego que se agravan cuando se tienen hijos e hijas pequeños en reclusión.
Dichos autores, plantean también que una de las afirmaciones que más se repiten entre las
personas que se encuentran en prisión es que la peor implicación del encierro es la separación
forzada de sus familias, con una detención generalmente inesperada, las personas en reclusión
Los resultados de la presente investigación dieron cuenta de que en promedio dichas mujeres
tenían dos hijos y principalmente convivían con la pareja y los hijos. Respecto a los hijos e hijas,
mayoritariamente tenía entre los seis meses y los tres años de edad, lo cual acarrea mayores
afectaciones y complicaciones para los menores tales como las que se mencionan a continuación:
como reacción al encarcelamiento de la progenitora, la literatura señala que puede haber tristeza,
preocupación, rabia y sensación de pérdida (Robertson, 2007); los efectos pueden ser perdurables
y profundos, con frecuencia los hijos e hijas de las personas que ingresan a prisión son
y delictivas (King, S.F; como se cita en Robertson, 2007), a la vez que se genera un impacto
severo en la salud mental (Robertson, 2007). Así mismo se presenta un impacto derivado de
otras situaciones tales como la separación de los padres o la pérdida de ingresos (Murray &
Farrington, 2005; como se cita en Robertson, 2007). Teniendo en cuenta la edad de aquellos
110
hijos e hijas la pérdida de ingresos y el cubrimiento de necesidades podría estarles empujando al
Los resultados señalaron también que respecto a aquellos hijos e hijas que se encontraban
abuela materna, quién en la mayoría de casos asume la responsabilidad y el cuidado de los hijos
e hijas de las mujeres que se encuentran en reclusión (Cárdenas, 2010), además de ser la persona
que visita con mayor frecuencia a las internas y con la que mayor contacto tienen (visitas o vía
telefónica), coincidiendo con lo hallado en otros estudios (Antony, 2007; Rainero, 2013; Centro
de Estudios Legales y Sociales et al. 2011) que plantean que las mujeres son las que
principalmente realizan las visitas y mantienen el vínculo familiar activo. Así mismo, casi la
octava parte de aquellos hijos e hijas parte tuvo que ser separado de sus hermanos y/o hermanas,
destinado a vivir no sólo en un hogar distinto, sino también en una ciudad distinta, ya que cuando
es la madre quien ingresa a prisión los menores quedan sin el cuidado y la supervisión de un
adulto, lo que genera que los mismos tengan que irse a vivir con “parientes, amistades, vecinos,
Dichos hallazgos ponen además en evidencia que existe una ausencia de la figura paterna a la
hora de ejercer el cuidado de los hijos e hijas, una vez que la madre ha ingresado a prisión, lo
cual plantea la probable ocurrencia de dos eventos asociados a este último: el padre de los hijos e
hijas de estas mujeres decidió abandonar la responsabilidad por los mismos o las mujeres habían
sido desde antes las únicas responsables por sus hijos e hijas, tal como lo plantea la literatura
(Townhead 2006 y Añaños, Fernández & Llopis, 2013), sin embargo dado que no se preguntó en
111
forma directa quién o quiénes eran los responsables por los menores, no se puede hacer una
suposición, por lo que se sugiere abordar dicha variable en una próxima investigación.
Así mismo, se halló que la distancia de los menores respecto al establecimiento de reclusión
Bucaramanga y Pereira se encontró una menor distancia, los hijos se encontraban o en el mismo
departamento, o en los más cercanos (limítrofes), lo que se une a la evidencia de que las ciudades
otras regiones del país, contrario a lo hallado en los establecimientos de reclusión de mujeres de
la ciudad de Bucaramanga y Pereira; esta situación puede ser asociada a la tendencia general de
centro de reclusión expuesta por Rodríguez (2015): un gran centro de reclusión para mujeres
ubicado en la capital, que genera un distanciamiento entre la mujer y sus familiares, y afecta la
relación existente entre madres e hijos e hijas, dado que limita la frecuencia de visitas y por ende
la cantidad de contacto entre los mismos y termina por amplificar el impacto que tiene el ingreso
a prisión.
antes del ingreso a prisión la relación que se tenía con la pareja, los hijos e hijas y los padres era
en términos generales buena, sin embargo, tras el ingreso a prisión se encontró que la relación
con cada uno de ellos cambió, aunque no en todos los casos en forma negativa. Se encontró una
tendencia similar a lo planteado por autores como Briceño-Donn (2006) y Cárdenas (2010), no
hubo abandono significativo por parte de los familiares más cercanos como los padres y los hijos
e hijas, de hecho algunas de las mujeres adujeron que luego de haber ingresado a prisión la
112
relación con ellos mejoró, incluso se percibió un mayor apoyo por parte de la familia; no
obstante, en concordancia con lo planteado por Antony (2007), Cárdenas (2010), Rainero (2013)
constituyó como el principal motivo para el cambio en la relación. Por otra parte, respecto a la
reacción que tuvo la familia frente al ingreso a prisión de la mujer los resultados mostraron que
En ese sentido, todo lo anterior es consistente con lo reportado por la literatura, las
repercusiones son diversas y varían de acuerdo al tiempo de condena, a la estructura previa, a las
expectativas que los miembros tienen respecto a la relación (Herrera & Expósito, 2010), al tipo
algunos casos dichas repercusiones son definitivas e irreparables, como en los casos en los que
los hijos e hijas son dados en adopción o cuando la pareja o conyugue, que se encuentra en
encontró que este fue bajo: por un lado se recibió en promedio una visita al mes, lo cual es
realmente bajo teniendo en cuenta que la disposición del INPEC para la realización de visitas es
todos los fines de semana, los dos días, lo cual daría como mínimo 8 visitas al mes, la causa es
desconocida pero este hecho puede ser asociado con la distancia entre la ciudad de origen y el
familia (Antony, 2007; Briceño-Donn, 2006; Cárdenas, 2010; Rainero, 2013; Rodríguez, 2015),
113
cabe así mismo señalar el límite de visitas por parte de los menores de edad al establecimiento, el
cual afecta la posibilidad de un contacto frecuente entre madres e hijos, más aun teniendo en
cuenta lo expuesto por Rodríguez (2015), la distancia entre la ciudad de origen o de estancia de
de visitas por parte de los menores; por otro lado las llamadas telefónicas se dirigieron
principalmente a los hijos e hijas, luego a la pareja y luego a los padres, disminuyendo con cada
grupo la frecuencia, asociado a ello se encuentra el factor económico dado que en los
consistente con lo expuesto por Robertson (2007), el contacto telefónico en general es limitado
puede realizar.
En cuanto a las visitas conyugales, los hallazgos mostraron que contrario a lo expuesto en la
parte del estudio el ejercicio del derecho a la intimidad no se ve tan afectado, más de la mitad de
las mujeres de la muestra tuvieron acceso a la visita conyugal y tan sólo a un pequeño porcentaje
le fue negada, sin embargo es necesario prestar atención a dicho tipo de casos en los que según
se reportó la negación se da debido a la falta de disposición por parte de las directivas con el
objetivo de no permitir que los lazos afectivos se quiebren (Cavazos, 2005; como se cita en
Salinas, 2014).
En cuanto a la maternidad Mejía (2014), ha expuesto que la mujer que se encuentra privada de
la libertad vive su maternidad bajo condiciones distintas a las que se presentan en libertad, tales
como el acceso al sistema de salud. Por ello, se indagó respecto al servicio de salud que les es
114
brindado a estas mujeres durante el embarazo, si se dio un tiempo de suspensión a la pena, si se
mismo.
Los hallazgos señalaron que de aquellas mujeres que pasaron su embarazo durante el tiempo
en reclusión, la gran mayoría (96,3%) recibió controles médicos, lo cual difiere inicialmente del
gestantes, sin embargo, debe prestarse atención a los porcentajes distribuidos para la calificación
a dicho servicio que van desde “muy bueno” hasta “muy malo”, y que dificultan conocer de
manera unánime la calidad general del servicio de exámenes médicos prestado a mujeres en
dicho servicio ya que no se pueden ignorar los planteamientos de la autora, quien señala que
financieros, por lo que la salud depende de la estabilidad financiera de las entidades, lo que riñe
con los supuestos de un Estado Social de Derecho y pone una barrera de acceso a la salud para la
gestación, la cual está regulada en el parágrafo del artículo 67 de la ley 1709 modificatoria de la
ley 65 de 1993, a saber, “Cuando una reclusa esté embarazada previa certificación médica, el
en el Código de Procedimiento Penal”, los resultados colocaron en evidencia que no todas las
115
mujeres tuvieron acceso a dicho beneficio, por lo que no se está dando cumplimiento a la
normativa y se está vulnerando la posibilidad de que la interna acceda desde una etapa temprana
Por la misma vía, se conoció la calidad percibida del servicio otorgado por los jardines
dispuestos al interior de las reclusiones, así como la oferta de talleres asociados a la maternidad y
la calidad percibida de los mismos, encontrando que las madres que gozan del beneficio de
acceso al jardín infantil para sus hijos e hijas consideran que la calidad de los mismos es en
general buena, sin embargo, el jardín que mayor puntaje obtuvo fue el de la reclusión de mujeres
de Bucaramanga donde el 100% de las mujeres lo calificó como Muy bueno; respecto a los
Pereira ninguna tuvo la oportunidad de tener un taller relacionado con la maternidad, lo cual se
encuentra asociado a la imposibilidad del ingreso por parte de las madres al jardín infantil tal
como lo manifestó una licenciada del mismo, lo que es confirmado si se compara con el número
establecimiento, en el cual existe la facilidad de ingreso a las instalaciones del jardín por parte de
las madres.
Dichos hallazgos dan cuenta de una falencia en el servicio a algunas madres recluidas, en
tanto la imposibilidad de acceso al jardín limita la cantidad de contacto que se pueda tener con
los menores y el ejercicio del rol materno, por lo que es necesario que se dé un planteamiento e
implementación de medidas necesarias para facilitar el ejercicio del rol materno al interior de la
116
prisión, tal como lo plantea la investigación realizada por el Centro de Estudios Legales y
Respecto al acompañamiento por parte de las directivas para la planeación de la salida de los
hijos e hijas y el acompañamiento para afrontar tal situación, los resultados coinciden con lo
expuesto por la UNIFEM (2006; como se cita en Del Pozo & Martínez, 2015), las mujeres
reciben escaso o nulo acompañamiento, tan solo el 15% aproximadamente de la muestra obtuvo
en la salud mental de dichas mujeres y a la probabilidad de la ruptura total del vínculo creado
Por otra parte los hallazgos respecto a la distribución y ubicación espacial de aquellas mujeres
que residen con sus hijos al interior del establecimiento mostraron que en cada uno se otorgó un
espacio exclusivo para las madres y sus hijos e hijas lo cual contribuye a una mejora en las
infraestructura de las celdas, que según lo reportado por las mujeres se encuentran deterioradas,
la probabilidad de proveer espacios no compartidos con otras internas ya que se denunció que
algunas consumen cigarrillos y/o drogas, y la disposición de espacios más amplios para que
madre e hijo o hija puedan compartir el tiempo libre, en el que los menores no asisten al jardín.
crianza al interior del establecimiento de reclusión, los hallazgos demostraron consistencia con la
literatura (Tabbush & Gentile, 2015). Las mujeres que residen con sus hijos o hijas al interior de
crianza al interior de la prisión, saben que no es la más adecuada en tanto señalan que las
117
condiciones no son las mejores y que tenerlos con ellas al interior del establecimiento representa
trabajo de las mujeres que residen con sus hijos e hijas (Tabbush & Gentile, 2015), los resultados
mostraron que el 80% de la muestra pudo acceder a una actividad ocupacional laboral, por lo que
estos hallazgos no concuerdan con lo planteado por dichos autores. Dicho hallazgo, destaca uno
de los tantos beneficios que tiene el hecho de tener un jardín infantil en el cual las madres puedan
llevar a los hijos e hijas sin reducirlas, como plantean los autores, al cuidado maternal y
Así mismo, el motivo de ingreso de los hijos fue consultado con el objetivo de conocer si
coincidía o no con la creencia popular de que las mujeres deciden quedar en embarazo y criar a
sus hijos e hijas en los establecimientos de reclusión por la obtención de beneficios (Ballesteros,
2010), y los resultados mostraron que no hay concordancia, las mujeres toman la decisión de
ingresar a sus hijos e hijas o de quedarse con ellos al interior del establecimiento luego de su
nacimiento porque no tienen quien los cuide, desean aprovechar el tiempo y mantener el vínculo
con los mismos, lo cual va en contra de aquel supuesto. A este respecto, vale la pena decir que es
valioso poder dar voz a las vivencias de cada una de estas mujeres, derrocando aquellos
En relación a la percepción de apoyo por parte del INPEC fue principalmente positiva, gran
parte de las mujeres señalaron que perciben que si hay un apoyo por parte de la institución. Entre
los motivos se encontró que agradecen que se les brinde la oportunidad de poder residir con sus
hijos e hijas al interior del establecimiento y se les dé a los menores la posibilidad de acceso a un
118
jardín infantil así como a una alimentación sana y balanceada, acorde para su edad. Este hallazgo
debe ser tomado en cuenta para seguir fortaleciendo dichos convenios, con el objetivo de
En cuanto al área de salud en general los hallazgos demostraron que la atención y el servicio
médico son otorgados cuando se necesitan, se presta atención médica a las mujeres que se
exámenes médicos de rutina, lo cual plantearía que el sistema de salud al interior de dichos
establecimientos funciona correctamente, sin embargo las cifras mostraron que esto no ocurre
con la totalidad de las mujeres, lo cual llama la atención dado que al hablar de la salud debe
existir una cobertura total, más aún en esta población que “se encuentra en un estado de absoluta
indefensión y sujeción al Estado” (Mejía, 2014, p. 321) una vez que es privada de la libertad, por
lo que por orden Constitucional, el Estado debe garantizar el acceso a la salud, así como la
De igual manera, las calificaciones dadas al servicio y la atención médica en general dejaron
ver un descontento por parte de las mujeres beneficiarias, siendo las mujeres del establecimiento
de reclusión de mujeres de Pereira las que dieron las calificaciones más bajas, lo cual se halla
alguna manera con la situación vivida en los establecimientos de reclusión de mujeres de Panamá
donde la atención médica es limitada por razones de tiempo o por número de profesionales
119
En cuanto a exámenes médicos especializados para la mujer: citología y mamografía (que se
realiza desde los 40 años) los resultados dieron cuenta de que muy pocas mujeres los reciben y el
como una forma de violación a los Derechos sexuales y reproductivos, dada la ausencia de un
ejemplo el cáncer cervical y de mama (Asociación para la Prevención de la Tortura, 2013) y que
Esto permite afirmar que los sistemas de salud en los establecimientos no responden de
manera adecuada a las necesidades de dicha población, por lo que se está vulnerando el Derecho
fundamental de acceso a la salud de las internas, tal como sucede en otros establecimientos de
Respecto a la higiene los hallazgos coinciden con lo planteado por Briceño-Donn (2006), no
hay entregas periódicas de kits o elementos de aseo y las entregas que se presentan se
Pereira la entrega de toallas higiénicas con hongos) dado que es indispensable que la mujer
2013).
Finalmente, respecto a la última área de interés abordada, los resultados mostraron que existe
una reproducción de roles de género asociada a las actividades ocupacionales laborales que hay
y dependiente (Cárdenas, 2010; Salinas, 2014) y generan pocas posibilidades para conseguir
En cuanto a los cursos de capacitación, los hallazgos fueron distintos, lo cual es en parte
esperanzador, la oferta de cursos como primeros auxilios, estudio financiero, servicio al cliente,
Derechos Humanos, salud ocupacional, entre otros, difiere con lo encontrado en el área de
ocupación laboral porque son áreas que permitirán con una mayor probabilidad que estas
mujeres encuentren trabajos bien remunerados que les permitan subsistir de manera
independiente (Antony, 2007; Añaños, et al. 2013; Bodelón, 2012), así como mejorar su calidad
de vida sin tener que recurrir al delito como forma de subsistencia o a trabajos informales que
En relación a los programas transversales al tratamiento los hallazgos mostraron que existe
una baja participación (25%), sin embargo, de nuevo la reclusión de mujeres de Bucaramanga
baja y en Pereira nulo, lo cual vuelve a llamar la atención sobre la sobre la falta de la
implementación de medidas que contribuyan a la facilitación del ejercicio del rol materno
121
puede ser un factor para los bajos porcentajes de participación en programas de tratamiento en
las reclusiones de mujeres de Bogotá y Pereira, empero debe buscarse la forma de atraer a las
mujeres a la participación en dichos programas que según su objetivo podrán aportar y ser
benéficos para las mismas, contribuyendo a que el paso por el establecimiento sea productivo.
122
Conclusiones
que son madres y residen con sus hijos e hijas al interior de los establecimientos de reclusión que
hicieron parte del estudio coincide con el expuesto por la literatura. Así mismo, los factores de
Los hallazgos establecen que en los establecimientos de reclusión de mujeres que hicieron
parte del estudio sí se presentan situaciones diferenciales que pueden causar un impacto mayor a
la prisionización, que pueden agravar la salud física y mental y poner en vulnerabilidad a dichas
mujeres.
Dichas situaciones, tal como lo afirman otros estudios, se asocian significativamente con la
red familiar de dichas mujeres, siendo el área que se ve mayormente afectada luego del ingreso
de las mismas a prisión, debido al rol que desempeñan como mujeres y madres. Por otra parte, la
salud y la higiene, de igual manera son vividas de manera diferencial, ya que se encontró que la
Mientras que las áreas ocupacionales asociadas al trabajo reproducen los roles tradicionales de
que se presenta más adelante bajo el mismo título, con el objetivo general de poder propiciar
cambios en la realidad que viven estas mujeres y sus familias, y que contribuyan a que se cumpla
el fin resocializador de la pena, así como al mejoramiento de la calidad de vida de estas mujeres,
deteniendo aquellas situaciones que las han llevado a situaciones de pobreza, desventaja social y
123
medida en que se comience a prestar atención a la situación específica de la mujer, entendiéndola
como un ser distinto al hombre, sacándola de las cifras generales y exponiendo su situación de
manera concreta.
124
Recomendaciones
Generales
Fomentar y fortalecer la investigación asociada a la mujer que delinque así como a aquella
que se encuentra privada de la libertad, con el objetivo de conocer cuáles son los factores de
A través del conocimiento del perfil de la mujer que se encuentra privada de la libertad, crear
libertad.
Realizar un seguimiento a los hijos e hijas de las madres que residieron en prisión para
conocer el efecto que puede tener dicha situación e identificar las necesidades que pueden
Área familiar
contacto frecuente entre las familias, así como una mejora en la calidad de la relación y/o un
Procurar un cambio en el sistema de visitas, cambiando el límite de días establecido para las
visitas de los menores de edad, con el fin de procurar un aumento en las mismas y no limitar
125
la posibilidad de que los hijos e hijas de estas mujeres tengan un contacto frecuente con las
privadas de la libertad, prestando especial atención a aquellos casos en los que se tienen hijos
e hijas.
Desde las políticas penitenciarias prestar atención al lugar de origen de las mujeres
familias.
Asumir a estas mujeres no sólo como reclusas y reconocer su condición de madres, más aún
Permitir un mayor acceso a las instalaciones del jardín a las mujeres que residen con sus hijos
vínculo afectivo que une a madres e hijos, y genere confianza y tranquilidad en las madres, a
Fomentar la oferta de talleres relacionados con la maternidad que contribuyan al ejercicio del
rol materno.
madres e hijos.
Brindar acompañamiento a las madres, así como realizar un seguimiento a los casos en los
que los hijos e hijas salen del establecimiento antes que las madres.
126
Salud e higiene
Buscar y asegurar la cobertura total en la prestación del servicio de salud a todas las mujeres
y la garantía de un servicio humano que tenga en cuenta lo reportado por dichas mujeres y
Buscar que el servicio de salud dado a las mujeres gestantes sea el más adecuado.
Buscar y asegurar una provisión permanente y periódica de kits de aseo para las mujeres.
Actividades ocupacionales
Continuar y fortalecer la oferta de cursos de capacitación como los que hay en la actualidad y
reforzarla con el objetivo de que la totalidad de mujeres puedan acceder a este tipo de cursos,
que a futuro pueden funcionar para la consecución de una mejor forma de vida.
127
Referencias
Referencias legales
Declaración Universal de los Derechos Humanos. (1948). Asamblea General de las Naciones
Unidas.
Conjunto de principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
El Congreso de Colombia. (19 de Agosto de 1993). Ley 65 de 1993. Por la cual se expide el
El Congreso de Colombia. (19 de Julio de 2002).Ley 750 de 2002. Por la cual se expiden normas
El Congreso de Colombia. (06 de Septiembre de 2006). Ley 1090 de 2006. Por la cual se
El Congreso de Colombia. (08 de Noviembre de 2006). Ley 1098 de 2006. Por la cual se expide
128
El Congreso de Colombia. (20 de Enero de 2014). Ley 1709 de 2014. Por medio de la cual se
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (14 de Julio de 2010). Resolución 2570 de 2010. Por
la atención a niños y niñas hasta los tres (3) años de edad en Establecimientos de
2005. Por medio de la cual se revocan las Resoluciones 4105 del 25 de septiembre de
1997 y número 5964 del 9 de diciembre de 1998 y se expiden pautas para la atención
Ministerio de Salud. (04 de Octubre de 1993). Resolución Nº 008430 de 1993. Por la cual se
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. (1966). Asamblea General de las Naciones
Unidas.
129
Presidencia de la República de Colombia. (30 de Diciembre de 1992). Decreto 2160 de 1992. Por
Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia. [Decreto 2160 de 1992]. DO: 40.703.
Principios básicos para el tratamiento de los reclusos. (1990). Asamblea General de las
Naciones Unidas.
Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la
libertad para las mujeres delincuentes (2011) Asamblea General de las Naciones Unidas.
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos. (1955). Primer
Congreso sobre prevención del delito y tratamiento del delincuente, llevado a cabo en
Ginebra.
Referencias documentales
Antony, C. (2007). Mujeres invisibles: las cárceles femeninas en América Latina. Nueva
Añaños, F., Fernández, M & Llopis, J. (2013). Aproximación a los contextos en prisión. Una
Asociación para la prevención de la tortura. (2013). Mujeres privadas de libertad: una guía para
http://www.apt.ch/es/resources/women-in-detention/
130
Ballesteros, A. (2010) Cárceles y Mujeres. Los centros penitenciarios en España: desigualdad y
Castellón, España
Ballesteros, A. & Almeda, E. (2015). Políticas de igualdad en las cárceles del siglo XXI.
http://www.procuraduria.gov.co/portal/media/file/descargas/publicaciones/mujeresyprisio
nencolombia.pdf
Bodelón, E. (2012). La violencia contra las mujeres en situación de prisión. Revista: EMERJ.
Grupos-Vulnerables-CPF-GIZ-MINJU-ICSO-versi%C3%B3n-final-para-
p%C3%A1gina-web-Diciembre-2011.pdf
Casas, J., Repullo, J. & Donado, J. (2003). La encuesta como técnica de investigación.
31 (08), 527-38.
131
Centro de Estudios Legales y Sociales, Ministerio Publico de la Defensa y Procuración
Recuperado de http://www.cels.org.ar/common/documentos/mujeresenprision.pdf.
https://relatorestematicos.uniandes.edu.co/images/stories/relatorias/PRISIONES-
OCT2011/ENT.ESTATALES/CONTRALORIA/balancedelapolitica2010.pdf
Corral, L. & Sosa, G. (2009). Anexo femenino: Avances preliminares en una Unidad
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.3905/ev.3905.pdf
Del Pozo, F. & Martínez, J. (2015). Retos del tratamiento penitenciario en Colombia: enfoque y
(1), 9-25.
https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Conpes/Econ%C3%B3micos/Pol%C3%ADtica%2
0penitenciaria%20y%20carcelaria.pdf.
132
Fernández, R. (2011). Exclusión social de mujeres presas: análisis de necesidades y su
rasa. 8, 97-110.
Gamba, S. (2008). ¿Qué es la perspectiva de género y los estudios de género? Mujeres en Red. El
Graziano, F., Villalta, C., Ciordia, C., Gesteira, S. & Fernández, C. (2013). Confrontando
sentidos sobre la maternidad ‘no ideal’: mujeres y madres presas en las cárceles de la
Antropológicas.
Gómez, L. (2014). La cárcel desde una perspectiva de género. (Tesis de pregrado). Universidad
González, J., González, A. & Moscoso, M. (2012). Mujeres delincuentes en Colombia: una
13.
McGRAW-HILL.
Herrera, C. & Expósito, F. (2010). Una vida entre rejas: Aspectos psicosociales de la
Recuperado de http://www.icpr.org.uk/publications-team/international-prisons-
research/world-female-imprisonment-list,-third-edition.aspx
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/Institucion/InformesDeGestion/Rendici
onDeCuentas/RegionalViejoCaldas/
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/Institucion/Estad%EDsticas/Estadistica
s/Estad%EDsticas
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/Institucion/FormulacionEstrategica
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/Institucion/Estad%EDsticas/Estadistica
s/Informes%20y%20Boletines%20Estad%EDsticos
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/Institucion/ResenaHistorica/Naturaleza
%20jur%EDdica
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/Institucion/Organizacion/Funciones
134
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (2015f). R.M Bucaramanga. Recuperado de
http://www.inpec.gov.co/portal/page/portal/Inpec/ElInpecComoInstitucion/Establecimien
tosPenitenciarios/Establecimientos%20Regional%20Oriente/R.M.%20%20BUCARAMA
NGA
Instituto Rosarista de Acción Social –SERES–, Universidad del Rosario. (2011). Desarrollo del
http://www.urosario.edu.co/Accion-Social/ur/investigacion-social/Situacion-Carcelaria/.
79-95.
http://www.iimas.unam.mx/EquidadGenero/papers/LA_PERSPECTIVA_DE_GeNERO.
León, M. & Roldán, M. (2007). Una voz en silencio: condición social de las mujeres en prisión.
formas del castigo en las prisiones de América Latina. (pp. 85-113). Buenos Aires,
Argentina: Elaleph.com
Malek, S. & Puche, I. (2012). Experiencia de intervención con mujeres privadas de libertad en
135
Mapelli, B., Herrera, M. & Sordi, B. (2013). La exclusión de las excluidas. ¿Atiende el sistema
criminológicos. 33,59-95.
Martínez de Compañón, M. (2014). La salud mental en mujeres presas embarazadas y/o con
13 (2), 301-318.
319-343.
Recuperado de
http://cedoc.inmujeres.gob.mx/ftpg/Zacatecas/ZAC_MA_15_Modelo_prevenir_delitos_2
012.pdf
Norza, E., González, A., Moscoso, M. & González, J. (2012). Descripción de la criminalidad
54 (1), 339-357.
136
Ortiz, V. (2015). Una aproximación a la desigualdad de género en prisión. (Tesis de pregrado).
la Memoria de Córdoba. Mirar tras los muros. Situación de los Derechos Humanos de
http://www.unc.edu.ar/extension/vinculacion/observatorio-ddhh/informe-mirar-tras-los-
muros/seccion-debate/mujeres-en-contextos-de-encierro
Derecho, Universidad de los Andes. (2012). Informe relativo a las personas privadas de
https://www.google.com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&u
act=8&ved=0CB0QFjAAahUKEwjWr8WetOjHAhXHnYAKHW6RBPo&url=http%3A
%2F%2Fgdip.uniandes.edu.co%2Fadmin%2Ffile.php%3Ftable%3Dactividad_document
os%26field%3Des_documento%26id%3D44&usg=AFQjCNHdQjjjYbI8y_yskV-
3hR9igTuGWQ&sig2=RrH0O0HtenjvkRFN6QCepQ
Robertson, O. (2007). El impacto que el encarcelamiento de un(a) progenitor(a) tiene sobre sus
hijos. Recuperado de
137
http://www.quno.org/sites/default/files/resources/ESPAN%CC%83OL_The%20impact%
20of%20parental%20imprisonment%20on%20children.pdf
https://www.unodc.org/ropan/es/IndexArticles/PrisonReform/2015_May/assessment-of-
the-situation-of-women-prisoners-from-a-gender-and-human-rights-perspective.html
Ruíz, J. & Useche, S. (2011). Teorías sobre la delincuencia femenina. Revista criminalidad. 2
(1), 46-49.
sobre la delincuencia femenina. Revista europea de historia de las ideas políticas y de las
Tabbush, C. & Gentile, M. (2015). Emociones tras las rejas: maternidad y crianza en cárceles
http://www.agapepenitenciaria.org/wp-content/uploads/mujeres-en-la-carcel-e-hijos.pdf
138
Yagüe, C. (2007). Mujeres en prisión. Intervención basada en sus características, necesidades y
Yugueros, A. (2013). La delincuencia femenina: una revisión teórica. Foro, Nueva época. 16 (2),
311-316.
139
Anexos
CONSENTIMIENTO INFORMADO
El propósito del presente documento es entregarle toda la información que sea necesaria para
que usted pueda tomar de manera deliberada la decisión de participar y colaborar en la presente
investigación, la cual se describirá de manera breve a continuación. Si no entiende algo, si se
presenta alguna duda o sugerencia pregúntele a la persona encargada del estudio.
La presente investigación surge en el marco de la realización del trabajo de grado para optar
por el título de psicóloga de la estudiante e investigadora Anyela Paola Calderón Díaz, estudiante
de último semestre de psicología, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.
Su propósito es conocer y describir cuál es la situación actual, que viven las mujeres que son
madres y que se encuentran residiendo con sus hijos y/ o hijas menores de tres (3) años de edad,
a partir de una perspectiva de género. Para cumplir con dicho objetivo es necesaria la aplicación
de una encuesta que permita conocer la situación en mención.
140
La información recolectada será conocida y analizada única y exclusivamente por la
investigadora.
Los datos serán analizados de manera grupal, nunca serán utilizados para un análisis
individual.
El objetivo de esta investigación es principalmente académico, sin embargo, al final de la
misma se dará al INPEC una exposición de resultados, que como se mencionó
anteriormente será de manera grupal.
DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO
Yo _______________________________________________________ he leído el
documento de consentimiento informado que me ha sido entregado y he comprendido lo que en
él se plantea. De manera voluntaria acepto participar en la investigación y de manera libre doy
mi consentimiento para el uso de la información dada.
Yo, Anyela Paola Calderón Díaz, he explicado de manera transparente y clara la naturaleza de
la presente investigación y la forma en que se tratarán los datos. Me comprometo a velar por el
bienestar de las participantes, guardando la confidencialidad de la información dada, respetando
la voluntad de las mismas para participar, respetando y entendiendo sus historias y siendo
honesta en todo momento de la investigación.
En constancia de lo anterior se firma a los ____ del mes de ____________ del año ______
141
Anexo 2. Desarrollo de la investigación
Acercamiento
03, y 04 Dinámica
a la
Noviembre RM Pereira lúdica
población
de 2015
Caracterizar socio-
05 y 06 de demográficamente a las madres
RM que residen con sus hijos
Noviembre
Bucaramanga menores de tres (3) años de
de 2015
edad dentro de los
Campo
establecimientos de reclusión, Recolección
así como el ingreso al de Cuestionario
establecimiento de reclusión y información.
las dinámicas de la situación que
10, 11 y 12 viven las madres participantes.
de
RM Bogotá
Noviembre
de 2015
(Continuado)
142
Fases trabajo de investigación
Análisis
cuantitativo SPSS
Identificar cuáles son las de la
situaciones que viven las información
Análisis de la Noviembre
- madres que residen con sus
información de 2015
hijos/as al interior del
establecimiento Análisis
cualitativo de Atlas Ti
la
información
Universidad
Dar a conocer los resultados de
Nacional de Realización
10 de la investigación generando un Estrategias de
Propositiva Colombia y de jornada
Diciembre canal de comunicación con la socialización.
Sede INPEC informática
institución
Bogotá
143
Anexo 3. Contenido de las sesiones
Sesión 1
Acercamiento a la
Realizado con el grupo de mujeres internas participantes en la investigación
comunidad
La investigadora se presenta.
Se realiza una actividad dinámica que permita generar confianza. Ésta consistirá
en pedirle a las participantes que plasmen en un papel algo que crean sólo ellas
conocen o saben hacer, luego los papeles serán introducidos en una bolsa, para
luego ser sacados de forma aleatoria por las participantes. Luego se dará la
instrucción de que cada una de las participantes busque preguntando por todo el
Procedimiento
grupo, a la persona que escribió dicho conocimiento en el papel que se sacó.
Una vez se haya encontrado a la persona que escribió el conocimiento en el
papel se le pedirá que le enseñe el mismo a la otra persona. Posteriormente se le
pedirá a cada participante que narre a las demás lo que aprendió de la otra
participante. Finalmente se crearán reflexiones frente a la importancia del
conocimiento, de la diversidad que puede tener el mismo y de enseñar al otro.
144
Sesión 2
Aplicación de
Realizado con el grupo de mujeres internas participantes en la investigación
cuestionario
Sesión 3
145
Materiales Hojas, papel periódico, pinturas y marcadores.
Se pedirá a las participantes que plasmen lo que para ella es una mujer a
través del material disponible, se da paso libre a la creatividad.
Procedimiento
Se pedirá a cada una de las participantes que explique lo que para ella es ser
mujer. La investigadora, hará una síntesis de lo plasmado por las participantes
y se invitará a la reflexión sobre lo que piensa el grupo que es una mujer.
146
Anexo 4. Imágenes de las visitas realizadas
147
Visita Reclusión de Mujeres de Bucaramanga
148
Nota: Por motivos de seguridad no se pudieron tomar fotografías en el
149
Anexo 5. Cuestionario
A continuación usted encontrará una serie de preguntas cuyo objetivo es indagar sobre la situación actual
que viven las mujeres que son madres y que se encuentran residiendo con sus hijos e hijas menores de tres
(3) años de edad al interior del establecimiento de reclusión. Le agradezco que por favor responda con
sinceridad todas las preguntas, no hay respuestas acertadas o no, cualquier pregunta no dude en realizarla,
la investigadora estará atenta a responder cualquier inquietud
FECHA:
I. DATOS PERSONALES
1. Nombre
2. Lugar de nacimiento
3. Lugar de procedencia
4. Estrato socioeconómico
5. Edad
6. Estado Civil
150
II. COMPOSICIÓN FAMILIAR
7. A continuación usted encontrará una tabla en la cual debe indicar marcando con una X quiénes
vivían con usted, qué calidad tenía la relación con las personas con las que vivía, si la calidad de
la relación cambió después de su ingreso a la reclusión y si la calidad de la relación cambió
indique por qué.
a. Muy buena
b. Buena
a. Sí
Pareja c. Regular
b. No
d. Mala
e. Muy mala
a. Muy buena
b. Buena
a. Sí
Hijos c. Regular
b. No
d. Mala
e. Muy mala
a. Muy buena
b. Buena
a. Sí
Padres c. Regular
b. No
d. Mala
e. Muy mala
a. Muy buena
b. Buena
Otros a. Sí
c. Regular
familiares b. No
d. Mala
e. Muy mala
a. Muy buena
b. Buena
Otros no a. Sí
c. Regular
familiares b. No
d. Mala
e. Muy mala
151
8. Respecto a sus hijos/as, por favor marque con una X el número de hijos/as, su sexo, su edad, si
nació durante el tiempo de reclusión e indique actualmente con quien viven y quien es el
responsable por él o ella:
Actualmente, quién
Nació en Actualmente, asume la
Sexo Edad
reclusión dónde reside responsabilidad por
él o ella
a. Femenino
a. Sí
Hijo/a 1 b.
b. No
Masculino
a. Femenino
a. Sí
Hijo/a 2 b.
b. No
Masculino
a. Femenino
a. Sí
Hijo/a 3 b.
b. No
Masculino
a. Femenino
a. Sí
Hijo/a 4 b.
b. No
Masculino
a. Femenino
a. Sí
Hijo/a 5 b.
b. No
Masculino
152
9. ¿Cómo reaccionó su familia frente a la noticia del ingreso al establecimiento?
10. Antes del ingreso al establecimiento, ¿Tenía personas a cargo que no fueran sus hijos/as?
a. Sí
b. No
Si tenía personas a cargo, por favor indique cuántas eran mayores y menores de edad, el
parentesco y quién asumió la responsabilidad por ellos:
Al momento de ingresar al
Núm. Parentesco establecimiento, quién asumió la
responsabilidad por ellos
Cuántas personas
eran menores de
edad
Cuántas personas
eran mayores de
edad
153
11. A continuación usted encontrará una tabla en la cual debe indicar marcando con una X, con qué
frecuencia se comunica usted de manera telefónica con las personas del listado y los motivos de
su respuesta.
154
12. ¿Cuántas visitas ha recibido en el último mes?
13. ¿Cuánto tiempo han durado en promedio las visitas?
14. ¿Quiénes son las personas que la visitan con mayor frecuencia?
16. ¿Cuál o cuáles son las personas que se encuentran fuera del establecimiento con las que tiene
mayor contacto?
155
18. ¿Quién asumía la responsabilidad económica en su hogar? Y ¿Por qué?
20. Recibió alguna vez, a lo largo de su vida, maltrato físico o psicológico por parte de su pareja o
algún otro familiar
a. Sí
b. No
Si recibió algún tipo de maltrato, por favor indique cuándo, bajo qué circunstancias y por parte
de quién
156
III. VIDA AL INTERIOR DEL ESTABLECIMIENTO
157
24. Si ha estudiado o se encuentra estudiando al interior del establecimiento, por favor
indique su nivel actual de escolaridad
a. Ciclo 1 (1° a 3° básica primaria)
b. Ciclo 2 (4° y 5° básica primaria
c. Ciclo 3 (6° y 7° básica media)
d. Ciclo 4 (8° y 9° básica media)
e. Ciclo 5 (10° media vocacional)
f. Ciclo 6 (11° media vocacional)
g. Técnico
h. Tecnólogo
i. Universitario
j. Especialización
Si se encuentra en nivel técnico, tecnólogo, universitario o de especialización, por favor
indique en qué área
25. ¿Hace o ha hecho parte de actividades deportivas, recreativas y culturales ofrecidas por la
institución?
a. Sí
b. No
¿Cuál/es?
158
¿Cuál/es?
27. ¿Ha realizado usted algún curso de capacitación al interior del establecimiento?
a. Si
b. No
Si ha hecho parte de algún curso de capacitación, por favor indique cuál/es
159
Si usted marcó “ninguno”, por favor indique de qué forma obtiene dichos elementos
34. En los últimos seis meses, ¿ha recibido algún control médico de rutina?
a. Sí
b. No
Si ha recibido controles médicos, por favor indique de qué tipo y bajo qué circunstancias
160
35. ¿Cómo califica la atención y el servicio médico que se brinda en la institución?
a. Muy bueno
b. Bueno
c. Regular
d. Malo
e. Muy malo
¿Por qué?
161
37. Por favor indique cuál de los siguientes exámenes le fue realizado en los últimos doce meses (no
hay única respuesta):
a. Citología
b. Mamografía
c. Ninguno
Si le fue realizado alguno de los exámenes, ¿Los resultados le fueron entregados?
a. Sí
b. No
38. En los últimos doce meses ¿ha necesitado ingerir algún medicamento?
a. Sí
b. No
Si ha ingerido algún medicamento, por favor indique, cuál/es, cómo lo obtuvo y los motivos
162
IV. MATERNIDAD AL INTERIOR DEL ESTABLECIMIENTO
39. Respecto a sus hijos/as, por favor marque con una X: cuántos de ellos/as residen al interior del
establecimiento con usted, su sexo, si nacieron o no en el tiempo de reclusión e indique su edad y
el tiempo que lleva residiendo en el establecimiento.
Hijo/a 2 a. Femenino a. Sí
b. Masculino b. No
Hijo/a 3 a. Femenino a. Sí
b. Masculino b. No
40. Por favor indique cuál es la rutina (horarios y actividades) que lleva a cabo con su hijo/a al
interior del establecimiento y cuántas horas puede compartir con él o ella en un día entre semana
y un día de fin de semana:
Horas: Horas:
163
41. Por favor, indique si su hijo/a tiene el beneficio de acceso al jardín:
a. Sí
b. No
Si su hijo/a tienen el beneficio, por favor indique que tal le ha parecido este servicio:
a. Muy bueno
b. Bueno
c. Regular
d. Malo
e. Muy malo
¿Por qué?
42. Por favor indique cuál/es de los siguientes elementos le provee la institución, para el beneficio
del niño/a (No hay única respuesta):
a. Pañales
b. Alimentación
c. Cuna/cama
d. Tina
e. Vestimenta
f. Elementos de aseo
g. Ninguno
164
Si usted marcó “ninguno”, por favor indique de qué forma obtiene dichos elementos
Enfermedad
44. ¿Qué actividades realiza junto a su hijo/a en el tiempo libre que tienen?
165
45. ¿Cuál fue el motivo para que su hijo/a se encuentre actualmente residiendo con usted al interior
del establecimiento?
46. ¿Qué piensa usted respecto al hecho de que niños/as se encuentren residiendo en los
establecimientos junto a sus madres?
47. ¿Por qué cree que las mujeres que se encuentran en reclusión toman la decisión de ingresar a su
hijo/a para que resida con ellas al interior del establecimiento?
48. ¿Ha recibido usted algún taller relacionado con la maternidad al interior del establecimiento?
a. Sí
b. No
¿Cuál/es?
166
¿Cuál fue el contenido y la duración?
50. ¿Al momento del parto, cuál fue el proceso a seguir para que éste se llevara a cabo?
51. ¿Su hijo/a, va a cumplir tres años antes de que usted salga del establecimiento?
a. Sí
b. No
Si su hijo/a va a cumplir tres años antes de su salida, quién se hará cargo de él una vez que
salga y por qué
52. Por favor indique si ha recibido algún tipo de acompañamiento por parte de la institución para la
planeación de dicha situación
a. Sí
b. No
¿Cómo se ha dado?
168
¿Cuál considera usted ha sido la calidad del mismo?
o Muy buena
a. Buena
b. Regular
c. Mala
d. Muy mala
¿Por qué?
53. Por favor indique si ha tenido acompañamiento psicológico para prepararse para la salida de su
hijo/a.
a. Sí
b. No
¿Cómo se ha dado?
169
54. Si no ha recibido acompañamiento en la planeación o en la preparación para la salida de su
hijo/a, por favor indique si le gustaría obtenerlo
a. Sí
b. No
¿Por qué?
55. ¿Cuál es la calidad de las instalaciones del establecimiento para la residencia de niños/as?
a. Muy buena
b. Buena
c. Regular
d. Mala
e. Muy mala
¿Por qué?
56. ¿Se siente usted respaldada por la institución para ejercer la crianza de su hijo/a al interior del
establecimiento?
a. Sí
b. No
¿Por qué?
170
V. INGRESO AL ESTABLECIMIENTO
¿Dónde?
171
61. ¿En qué fase de condena se encuentra usted?
a. Observación y diagnóstico
b. Alta
c. Mediana
d. Mínima
e. Sin fase
62. ¿Qué piensa usted respecto a su vida al interior del establecimiento?
63. ¿Qué aprendizajes o recuerdos positivos ha tenido usted al interior del establecimiento?
172