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DIABETES

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por una elevación de los


niveles de glucemia (azúcar) en la sangre. Si esos niveles son muy altos o muy
bajos pueden dar lugar a complicaciones agudas que hay que tratar de resolver
de forma rápida.

Los niveles de glucemia elevados y mantenidos durante mucho tiempo


provocan daño en las arterias de todo el cuerpo, y a largo plazo deterioran y
alteran diversos órganos, especialmente ojos, riñones, nervios, corazón y otros
vasos sanguíneos.

La diabetes se caracteriza por una alteración en la producción de la hormona


insulina por el páncreas o por una resistencia a la acción de la insulina en el
organismo. Es la insulina la que ayuda al organismo a transformar el azúcar (o
glucosa) en energía, promoviendo así un buen funcionamiento del cuerpo
humano.

1. Comemos.
2. La glucosa contenida en los alimentos ingresa en el torrente sanguíneo.
3. El páncreas produce una hormona llamada insulina.
4. . La insulina ayuda a que la glucosa ingrese en las células del cuerpo.
5. El cuerpo obtiene la energía que necesita.

El páncreas es una glándula larga y plana, ubicada en el abdomen, que ayuda


a que el cuerpo digiera los alimentos. También produce insulina. La insulina es
como una llave que abre las puertas hacia las células del cuerpo. Y permite
que ingrese la glucosa. Entonces, la glucosa puede pasar de la sangre a las
células.
Sin embargo, cuando alguien padece diabetes, o bien el organismo no produce
insulina, o la insulina no funciona como debería. Como la glucosa no puede
ingresar en las células normalmente, los niveles de azúcar en sangre aumentan
demasiado. Cuando una persona tiene una elevada concentración de azúcar
en sangre y no sigue un tratamiento, se enferma.

La cantidad de insulina liberada depende mucho de la cantidad de azúcar que


se ingiere. Si consumimos más alimentos ricos en carbohidratos (patatas,
azúcar, pasta, arroz, galletas, etc.), estaremos exigiendo al páncreas a trabajar
mucho más que lo normal.

Cuando los niveles de azúcar (o glucosa) que circulan por la sangre, presentan
un aumento importante, hablamos de índice de glucemia.
Tipos de diabetes
En la actualidad, se reconocen 2 tipos de diabetes: la de tipo 1 y la de tipo 2,

 Diabetes tipo 1: típica en edades tempranas de la vida, generalmente


antes de los 30-40 años. En su tratamiento suele necesitar casi siempre
insulina.
 Diabetes tipo 2: es la más frecuente, generalmente se da en personas
obesas y de edad más avanzada. No siempre necesita insulina, sobre
todo en las fases tempranas de la enfermedad, y puede controlarse con
dieta y fármacos antidiabéticos.
Causas de diabetes

El envejecimiento de la población y los cambios en los estilos de vida son los


dos factores que más influyen en el incremento progresivo de la diabetes. Así,
el cambio en los hábitos alimentarios y el creciente sedentarismo y aumento de
la inactividad física, que provocan obesidad, tienen como consecuencia directa
que la enfermedad esté aumentando en casi todo el mundo.

Hay condicionantes que aumentan la probabilidad de desarrollar diabetes: la


edad avanzada y la presencia de otras enfermedades como obesidad
e hipertensión arterial, así como la historia familiar de diabetes, son factores
que influyen notablemente en el desarrollo de esta enfermedad.

En algunos casos la diabetes puede ser secundaria a alguna circunstancia


concreta: consumo de alcohol (sobre todo en el sexo masculino)
Los factores que influyen en el riesgo de diabetes tipo 2 pero que no
pueden ser modificados incluyen:

La edad y la diabetes
El riesgo de diabetes tipo 2 aumenta con la edad y es más común en
personas de más de 40 años.

Vale la pena distinguir los dos tipos fundamentales de diabetes


para diferenciar sus causas:

 En la diabetes tipo 1, se consideran dos posibles mecanismos de


enfermedad. Por un lado, la causa de diabetes I más frecuente suele ser la
autoinmune, es decir, las defensas del individuo destruyen progresivamente las
células beta del páncreas que es donde se produce la insulina, y por tanto el
paciente con este tipo de diabetes no produce insulina. De ahí que su
tratamiento siempre tenga que ser con esta.
 En la diabetes tipo 2, la del adulto, se conocen múltiples mecanismos por
los que se desarrolla ésta. Parece que una de las causas de la diabetes tipo
2 se produce una interacción entre una producción menor de insulina y
una resistencia a ella en los tejidos del cuerpo. El propio envejecimiento
produce un descenso en la producción de insulina

Síntomas de la diabetes

En las fases iniciales de la enfermedad puede no haber síntomas de la


diabetes.

Los síntomas de alerta, y más frecuentes cuando la enfermedad está


plenamente desarrollada, son: poliuria (orinar mucho), pérdida de peso,
polidipsia (tener mucha sed y beber mucho agua), reducción de la agudeza
visual, cansancio y somnolencia.
Riesgos asociados a la diabetes
El diabético siempre tiene una mortalidad mucho más alta que la de la
población no diabética (más del doble). Por eso, en el paciente diabético
adquiere una especial importancia el control de todos los factores de riesgo
asociados, como la hipertensión arterial, el colesterol y la obesidad, y no solo el
control del azúcar; aunque es evidente que a peor control glucémico mayor
riesgo de muerte y de complicaciones.

Complicaciones de la diabetes
El 80% de los pacientes con diabetes desarrollará una enfermedad
cardiovascular. El riesgo de enfermedad cardiovascular se presenta 15 años
antes en los pacientes diabéticos que en el resto de las personas, por lo que la
diabetes mellitus reduce notablemente la esperanza de vida tanto en varones
como en mujeres. Los costes de la asistencia sanitaria que genera son muy
altos, y vienen condicionados mayoritariamente por esas complicaciones
cardiovasculares. Entre las complicaciones de la diabetes están:

 Enfermedad vascular periférica; la diabetes es la causa más frecuente de


amputación no traumática de miembros.
 Nefropatía diabética, que puede avanzar hasta insuficiencia renal.
 Retinopatía, que puede conducir a ceguera.
Diagnóstico de la diabetes

En el diagnóstico de la diabetes, el límite normal de azúcar en sangre se ha ido


modificando en el transcurso de los años. Actualmente se diagnostican como
diabéticas:

 Aquellas personas que presentan, al menos en dos ocasiones,


una glucemia en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl.
 Aquellas con valores mayores o iguales de 200 mg/dl en pacientes con
síntomas clásicos de diabetes.
 Aquellos con glucemia mayor o igual de 200 mg/dl a las 2 h de un test de
tolerancia oral a 75 mg de glucosa.
 En aquellos con valores de hemoglobina glicosilada mayores o iguales a 6.5%.

La situación de prediabetes se considera en aquellos con glucemia


comprendida entre 110 y 125 mg/dl o en aquellos con cifras entre 140-199
mg/dl tras la sobrecarga con 75 mg de glucosa.

 Todos los mayores de 45 años. Si es normal, repetir cada tres años.


 En edades más tempranas o más frecuentemente (anual): ante la presencia de
otros factores de riesgo: obesidad, alteración del colesterol o hipertensión
arterial.
o si hay un diagnóstico previo de glucemia alterada en ayunas o intolerancia a la
glucosa, sin llegar a criterio de diabetes.
o si existen antecedentes de diabetes en familiares de primer grado.

Pruebas complementarias para el diagnóstico de diabetes


Un diagnóstico tardío de diabetes conlleva un mayor riesgo de complicaciones,
por lo que es muy importante plantear estrategias de diagnóstico precoz en los
grupos de población que tengan un mayor riesgo. La realización del test de
sobrecarga oral de glucosa consiste en ingerir 75 mg de glucosa y hacer una
determinación de azúcar a las 2 h.
Es fundamental descartar que puedan existir otros factores de riesgo añadidos,
especialmente hipertensión y colesterol elevados.

Sí existe suficiente evidencia sobre la posibilidad de prevenir o retrasar la


aparición de diabetes mellitus tipo 2:

 Perder peso (si hay obesidad): 7-10% en 1 año.


 Ejercicio: 30 minutos diarios de actividad física moderada (andar rápido).
Tratamiento de la diabetes

El objetivo del tratamiento de la diabetes no es tanto controlar el azúcar en


sangre, sino disminuir la tasa de mortalidad. Siempre se debe insistir en la
modificación del estilo de vida. Este cambio puede controlar las cifras sin
necesidad de medicamentos, sobre todo en los primeras fases del diagnóstico
y si el nivel de hemoglobina glicosilada

Se deben evitar las descompensaciones agudas de la enfermedad, y retrasar la


aparición o progresión de las complicaciones crónicas: tanto en arterias
grandes y corazón (macroangiopatía), como en arterias pequeñas en riñón,
retina y nervios (microangiopatía).

Hay que individualizar objetivos; aunque hay algunas medidas generales y


comunes para todos los pacientes, cada diabético necesita un tratamiento
individualizado.

Tratamiento de la diabetes no farmacológico


La pérdida de peso es el factor clave para reducir el riesgo de diabetes en
personas con alto riesgo y sobrepeso. Sin necesidad de alcanzar un peso ideal,
una reducción moderada del 5-10% puede ser muy beneficiosa para el control
de la diabetes.

El control dietético, evitando los azúcares refinados (“dulces” y derivados),


la abstinencia tabáquica si se es fumador, y la actividad física, son otras
medidas fundamentales para disminuir los riesgos de complicaciones.

Tratamiento de la diabetes farmacológico


El tratamiento de la diabetes farmacológico se basa en la utilización de
“pastillas”, en ocasiones asociadas a insulina.

Las insulinas
Cuando no es posible controlar la diabetes con las medidas referidas
anteriormente, se hace imprescindible la utilización de la insulina. En torno a un
5-10% de personas diabéticas necesitan tratamiento con insulina desde el
diagnóstico.
Básicamente, las insulinas se clasifican por su modo-duración de acción en:

 Insulina regular (acción rápida): inicio 30 a 60 minutos – máximo 2-4 horas –


duración 5 a 7 horas.
 Intermedia (acción lenta): inicio 1 a 2 horas – máximo 5-7 horas – duración 12 a
13 horas.
 Mezclas, compartiendo características de las anteriores.
 Análogos rápidos (inicio 15 min/duración 4 h), intermedios (inicio 2 h/duración
15 h) y lentos (inicio 2 h/duración 18h).

Todas están sometidas a variabilidad inter e intraindividual, por lo que el ajuste

Recomendaciones para la diabetes

En las fases iniciales de la enfermedad puede no haber síntomas o ser estos


muy leves. En aquellos pacientes fumadores es prioritario el abandono
definitivo del hábito tabáquico.

Ejercicio para diabéticos

Practicar ejercicio moderado, y adaptado a las posibilidades de cada individuo,


es una excelente forma de mejorar el control de la diabetes. Si no se tiene una
muy buena educación diabetológica y un amplio conocimiento de la
enfermedad, y sobre todo en pacientes que utilicen insulina, es recomendable
no realizar un ejercicio extenuante, ya que podría provocar hipoglucemias.

Se considera que un ejercicio resulta eficaz cuando se realiza todos o casi


todos los días de la semana, al menos durante 30 minutos, con intensidad
moderada. Los ejercicios más recomendables para los pacientes diabéticos
son caminar, trote suave, bailar, nadar,montar en bicicleta…

Alimentación para la diabetes

Se han de evitar los alimentos con alto contenido en hidratos de carbono, sobre
todo si son azúcares de absorción rápida (azúcar, pasteles y bollería, cremas
pasteleras, mermeladas, tartas, helados…).

Se recomienda la dieta mediterránea, que se caracteriza por la abundancia de


productos frescos de origen vegetal (frutas, verduras, cereales, patatas, frutos
secos, etcétera), la escasez de productos ricos en azúcares refinados y carnes
rojas, la presencia del aceite de oliva como la principal fuente de grasa, y la
ingesta de queso, yogurt, pollo y pescado en cantidades moderadas, lo cual se
considera una alimentación ideal para la prevención de las enfermedades
cardiovasculares.

La ingesta calórica debe ser adecuada para mantener el peso ideal y se deben
evitar aquellos alimentos ricos en azúcares (dulces, pasteles, tartas, cremas
pasteleras, mermeladas, helados…). Asimismo se debe limitar mucho o evitar
el consumo de alcohol, ya que favorece las hipoglucemias.

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