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EL CULTIVO MODERNO
DEL CHAMPIÑÓN
EDITORIAL DE VECCHI, S. A.
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor
o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones
(fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de
problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se
consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más com
pletas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A.
A S P E C T O S G E N E R A L E S , 15
Características de las especies cultivadas, 19
E L C U L T IV O , 25
A islam iento y m antenim iento del micelio, 27
Preparación y producción del inoculo, 35
P R E P A R A C IÓ N D E L C O M P U E S T O : FA SE I, 41
Suplem entos necesarios en el com puesto, 4 4
Form ulación del com puesto, 4 7
Factores quím icos que influyen en la fase 1 del com puesto, 49
O peraciones y trabajos, 50
Tem peratura y fermentaciones, 54
P R E P A R A C IÓ N D E L C O M P U E S T O : FA SE II, 61
Las principales operaciones de la fase, 65
C om puesto de masa única, 65
C om puesto subdividido en contenedores (estantes o cajones), 6 7
Ensayo del am oníaco, 6 7
Características de un buen com puesto, 69
Consideraciones finales sobre la preparación
de los com puestos, 69
LA SIE M B R A , 73
9
E L R E C U B R IM IE N T O , 79
Una gran aliada: la turba, 82
C óm o se prepara el recubrimiento, 82
Formación de los prim ordios, 86
P R O D U C C IÓ N Y R E C O L E C C IÓ N , 89
La producción, 91
L a recolección, 95
Algunas consideraciones finales sobre la recolección
y la producción, 95
O R G A N IZ A C IÓ N D E U N A C H A M P IÑ O N E R A , 99
Aislam iento del micelio y preparación de la semilla, 102
C om posting: fase 1, 102
C om posting: fase 2, 103
Siem bra, 103
Recubrim iento, 103
Local de cultivo, 103
C am as de cultivo, 104
D E F E N S A C O N T R A L O S A G E N T E S B IO L Ó G IC O S , 109
M icroorganism os, 112
Animales, 114
Insectos, 114
A S P E C T O S E C O N Ó M IC O S , 117
G L O SA R IO , 123
10
Introducción
En la Francia de Luis XIV, el Rey Sol, la gran sagacidad del jardi
nero de la corte, Olivier de Serres, y los grandes conocimientos
científicos del botánico Tournefort habían perm itido realizar el
13
éxito el cultivo de estos hongos com estibles. El establecim iento y
los cuidados de la champiñonera, a la que dedicam os nuestro libro,
se describe teniendo en cuenta por igual el interés de los futuros
cultivadores y lo que esperan hallar las personas que están explo
tando una instalación en activo, para aclarar dudas y solucionar
con fortuna aquellos problem as que siem pre e inevitablemente se
plantean. N o se deja sin tratar ningún aspecto del cultivo, ya sea a
escala familiar, o establecim ientos de envergadura m edia y con in
clusión de los m étodos racionalizados que se aplican en los gran
des centros productores, así com o de las características de los loca
les, los sistem as de cultivo y los distintos m étodos que pueden
aplicarse. Insistiendo en los tem as que cada vez se ha considerado
oportuno, para fijar conceptos y para precisar o am pliar la infor
m ación.
Los datos referidos a clim as, siem bras, abonado, fórm ulas para
el compost (en adelante citado com o compuesto) y otros, se han
confirm ado y cotejado con los textos clásicos m ás avalados cientí
ficam ente. A los autores e investigadores dam os nuestro m ás sin
cero agradecim iento y tam bién al lector que tiene la am abilidad de
leernos, con nuestros deseos de que sus cultivos tengan mucho éxito.
14
A sp ectos generales
L o que comúnmente se conoce por «h on go » es la parte repro
ductora visible y carnosa de un organism o, de estructura harto
com pleja, cuya parte vegetativa, la más extensa, está formada
por una red de sutilísim os filam entos, generalmente microscó
picos, llam ados hifas, que en conjunto constituyen el micelio.
E n algunos casos, las hifas pueden agruparse, form ando cordo
nes, perceptibles a simple vista, en cuyo caso reciben la deno
minación de rizom orfos, por presentar cierto parecido a una raíz.
L o s órganos reproductores del organism o del hongo, se
hallan situados sobre particulares estructuras, genéricamente
conocidas por cuerpos fructíferos o carpo fo ros; algunos autores
prefieren denominarlas esporocarpos. E l «h o n go », por lo tanto,
no es m ás que un cuerpo fructífero visible. E n dicho cuerpo,
determ inados órganos producen las esporas, microscópicos pro-
páguios, que de forma harto elemental se pueden asemejar a
las sem illas y que permiten la reproducción y difusión de la
especie.
Cuando las esporas, transportadas por los agentes atm osfé
ricos o los animales, se ponen en contacto con un substrato
adecuado, germinan produciendo una hifa que, al crecer y
ram ificarse, da origen al micelio. D e este micelio, con distintas
modalidades y tiempos, se originarán las estructuras repro
ductivas.
Los hongos viven y se desarrollan sobre organism os vivien
tes, animales o vegetales en este caso son parásitos o, como
sucede con gran frecuencia, sobre sustancias orgánicas en des
composición. En este último caso, se clasifican como saprofitos.
17
C om o la obtención de su bstratos form ados por sustancias
orgánicas es bastante sencilla, todos los hongos sap ro fito s re
sultan de fácil cultivo, hasta el punto que no sólo el hombre
sino incluso algunos insectos, practican esta m odalidad de cul
tivo.
E l hongo m ás cultivado en el m undo, es el conocido por el
nom bre francés de cham pignon, abreviatura de champignon de
couche, es decir, hongo de los estab los o, m ás exactam ente, de
la capa m ullida que se form a en las cuadras, p o r la mezcla de
los excrem entos equinos y la paja. E n E sp añ a la hem os castella
nizado com o champiñón. E n realidad y salvo denominaciones
especiales que recibe en algunos idiom as, e l de cham pignon es
universalm ente aceptado. Se trata de un hongo perteneciente
al género A garicus, tam bién conocido com o P salliota. L as espe
cies pertenecientes a este género, son todas sap ro fitas y viven en
terrenos ricos en humus o sobre m ontones de sustancia vegetal
descom puesta.
Ju n to a esta especie (el A garicus bisporus en sus tres varie
dad es), cultivada tradicionalm ente desde hace aproxim adam ente
un siglo y, lim itado a los E E .U U . en sus inicios, ha em pezado a
extenderse el cultivo de otra especie con un ligero perfum e al
m endrado, el A garicus subrujescens, y m ás recientem ente, en
H olan d a, se ha perfeccionado la form a de cultivo del A garicus
bitorqu is, especie muy carnosa y rentable. Puede decirse que,
en líneas generales, todas las especies del género A garicus son
aptas para su cultivo, con procedim ientos m ás o m enos sem e
jantes.
L a s especies del género A garicus producen cuerpos fructí
feros form ados por el pie y el som brerillo, con los órganos re
productores ( b a sid io s ) dispu estos en la parte inferior del som
brerillo, en las partes laterales de sutiles lam inillas, que cuando
alcanzan la m adurez presentan un color violáceo, debido a la
presencia de las esp oras. L a s esporas son producidas por los
b asidios y llevadas al exterior debido a extroflexiones de los
esterigm as. C ada basidio produce de d o s a cuatro esporas. E l
cuerpo fructífero, tiene su origen en relación al micelio rizo-
fórm ico (q u e en el lenguaje profesional, se conoce por «b lan co »),
18
que se agrega, dando lugar a una form ación, el estrom a (en
jerga, «m arc a»). E n los estrom as se diferencian corpúsculos esfé
ricos, los em briones de los cuerpos fructíferos, q u e darán o ri
gen a los hongos.
L o s em briones se hallan envueltos p o r un sutil velo general,
que aparece en los ejem plares adu ltos, recubriéndolos totalm ente,
m ientras otro velo m ás esp eso, se extiende desde el pie al
borde del som brerillo, del que posteriorm en te se separa fo r
m ando un anillo m em branoso, que perm anece adherido a la
p arte m ás elevada del pie.
19
castaño oscuro, de cutícula fibrosa, que tiene escamación
tardía.
A garicus bitorquis (Q uel.) Sacc.
Sinónim o: ( A garicus edulis, V itt/M ó ll & Schaeef.: Agaricus rod-
manii, Peck).
Som brerete de hasta 4-10 cm de diám etro, blanquecino,
liso y de borde enrollado.
Lam inillas rosa pálido, que pasan de rosado sucio a una
tonalidad cacao.
Pie blancuzco, con doble anillo.
Carne compacta, dura, blanca, lenta y levemente virando
hacia el rosado por efectos del corte, olor pronunciado y agra
dable.
Basidios con cuatro esporas, redondeadas 5-6,5 X 4-4,5 p-m.
E ste hongo fue aislado por primera vez en H olanda y la
primera cepa introducida en el cultivo iba indicada con la sigla
H orst B 3 0 ; sucesivamente, la calidad de las cepas fue sensi
blemente m ejorada con la obtención de los H orst K 2 6 y K 32.
La aparición de esta especie en e l cam po de la fungicultura
ha perm itido grandes beneficios de su cultivo, incluso en ins
talaciones situadas en lugares de clima más cálido y durante
los meses veraniegos, aun no disponiendo de m edios de acon
dicionamiento {véase T abla I), como lo exige el Agaricus bis-
porus.
La robustez de los esporocarpos y el grueso de su carne,
hacen que sea apreciado en recetas gastronóm icas, anteriormente
sólo reservadas a los m ás nobles hongos silvestres. A su mayor
sabor se une una gran resistencia a la conservación, superior
a la del champiñón com ún; no obstante, presenta el inconve
niente, dadas sus condiciones de crecimiento y desarrollo, de
ser mucho m ás vulnerable frente a los ataques parasitarios, con
considerables pérdidas en el rendimiento de su producción.
21
E sta n te ría m ó v il con v a ria s plan tacio n es.
D im e n sio n e s: 1,2 x 1 ,5 m .
23
T abla i. D iv e r s id a d d e e x ig e n c ia s d e c u l t i v o
24
E l cultivo
E l cultivo de los champiñones, com o el de cualquier otro hongo
saprofito, ha de pasar obligatoriam ente por estas cuatro fases:
— aislam iento del micelio en cultivo puro;
— producción de inoculo;
— inoculación y colonización del substrato;
— producción de los cuerpos fructíferos.
L as dos prim eras fases, se realizan en la actualidad en labo
ratorios especializados, que han pasado a ser im portantes in
dustrias.
L a fungicultura, a grande, m edia y pequeña escala, com o activi
d ad industrial, precisa de un pu n to de partida perfectam ente
garantizado y cuidadosam ente seleccionado. E sta exigencia es
com ún a las dem ás actividades agrícolas. El em pleo de sem illas
seleccionadas es una necesidad im prescindible en toda la agricul
tura m oderna. Pese a ello, hallarse en condiciones de efectuar en
form a autón om a todos los pasos que llevan a la producción de
h ongos puede resultar m uy interesante y tam bién m ás rentanble,
tanto porque perm ite adquirir una habilidad de m anipulador
m icrobiológico, com o porque representa un considerable ahorro
en los gastos de adquisición de la semilla.
i
com puesto— c o m p u e s to ■*- siem bra
o com posting o com posting,
fase 1 fase 2
re cu brim ien to
producción
venta
conservación
a ) m icelio;
b ) esporas;
c) esporocarpo.
29
A continuación y por medio de un escalpelo estéril se toma
un fragm ento del interior del esporocarpo, en la zona de unión
entre el som brerillo y el pie. E l fragmento se coloca sobre el
medio nutritivo de agar-agar y se deja incubar en un termostato
a la temperatura de 25° C , o a la temperatura ambiente del
laboratorio, bien protegido del polvo y de las corrientes de
aire. Si las operaciones de aislamiento se han efectuado correc
tamente, el micelio del hongo colonizará el substrato, irradián
dose circularmente a partir del fragm ento de esporocarpo. Será
blanquecino, de aspecto algodonoso y blando, o con aparición
de hifas cordoniformes (rizom órfícos), que muchas veces se
presentan com o sectores distintos de la propia colonia.
L as hifas de aspecto rizomórfico crecen con mayor rapidez,
forman muchos m ás prim odios de esporocarpo y son más pro
ductivas que las hifas de micelio algodonoso, lo que hace con
veniente el aislamiento ulterior del micelio rizomórfico. E l mi
celio seleccionado se conserva dentro del frigorífico a 4o C y,
una vez apartado, conviene cambiar frecuentemente el medio
de cultivo, antes de que aparezcan evidentes señales de enve
jecimiento o sectores algodonosos.
_Para relizar el inoculo se lleva a un nuevo m edio de cultivo
y sé espera que la colonia alcance las proxim idades de las pare
des. A ntes de que esto tenga lugar se desm enuza, em pleando
una aguja esterilizada, los fragm entos se llevan al substrato de
inoculo y se m ezclan íntim am ente con él, agitan do convenien
tem ente,
31
P a n e le s casi ac a b a d o s d e se m b ra r y c o lo c a d o s e n s a la s d e in cu bació n .
L os m edios de cultivo generalm ente em pleados se conocen por
las siguientes siglas: PD A , M E A y M P G A .
D arem os a continuación las fórm ulas correspondientes, que
perm iten prepararlas personalm ente. T odos los com ponentes p u e
den ser adquiridos o solicitados en cualquier farm acia. A dos de los
indicados, P D A y M P G A , se puede añadir 0 ,2 % de levadura en
extracto o, directam ente, levadura de cerveza, que representa una
fuente de sustancias de elevado valor biológico, com o vitam inas y
am inoácidos esenciales.
33
P a n e le s con s e ta s p r e p a r a d a s p a ra la recolección .
34
P reparación y producción del inoculo
T abla ii
C e n te n o T rig o
35
las sem illas, con la liberación de los alm idones. Esto determ ina la
form ación de un engrudo, que une los gram os entre ellos y favo
rece el desarrollo de bacterias que infectan la siembra. La hum edad
final debe oscilar entre el 4 5 y el 50 % y esto sólo se consigue ate
niéndose a las proporciones indicadas en la Tabla II. C om o es
lógico, para cantidades m ás elevadas debe respetarse la m ism a re
lación.
Antes de la esterilización debe de incorporarse una solución-tam-
pón, cuya finalidad es la de m antener el p H del substrato lo más
próxim o posible a las exigencias del micelio. La fórm ula del tam-
pón es la siguiente:
T a b l a iii
C a S 0 4 (yeso) 40 g == 4 p artes
a g u a destilada 450 g = 9 p artes
36
debidas a una im perfecta esterilización y se procede a la se
paración de los granos agitando vigorosam ente los recipientes.
R esulta muy eficaz el empleo de un neumático, colocado en
posición vertical y sobre cuya superficie rodante se golpea el
receptáculo.
Si sobre los granos se siem bra directamente con micelio
procedente de un medio de cultivo preparado con agar-agar,
tendremos el tipo master, que se amplía por el sistem a de
transferirlos directamente de «recipiente a recipiente». T ras la
agitación se vierte, en condiciones de adecuada esterilidad, parte
de las semillas del contenedor m aster en nuevos recipientes vír
genes, mezclando después la totalidad. D e esta form a, de un
recipiente de inoculo se pueden obtener hasta m edia docena,
que se hallan en condiciones de ser sem brados, después de dos
sem anas de incubación.
Esterilización
37
incubación
P re p arac ió n d e l in oculo
serie de intervenciones, la fermentación del material orgánico va
orientada a la creación de un substrato:
39
Preparación del com puesto: Fase I
E l com puesto o com posting se obtiene m ediante un proceso
de descomposición microbiana sobre una m ateria básica for
mada por residuos vegetales, mezclados con deyecciones ani
m ales.
E l com ponente vegetal más em pleado es la paja de los ce
reales, siendo preferible la del trigo, dado que se mantiene
elástica y crea una aireación en el com puesto. L a paja de ave
na o cebada se aplana y se embebe excesivam ente de agua,
creando un buen m edio para el desarrollo de los m icroorga
nism os anaerobios, m ientras la paja de centeno es m ás resis
tente al ataque de los agentes de descom posición y exige mayor
tiem po en la elaboración.
T am bién se han em p lead o , con resu ltados bastan te apre-
ciab les, el heno y p ed acito s de m adera du lce, por ejem p lo, el
álam o o el ch o p o . L a paja del trigo con tien e, p o r térm ino
m edio, un 36 % de celulosa, un 25 % de pentosana, dos polisacá-
ridos que se descom ponen en azúcares sim ples y el 16 % de lig
nina, de la q u e se origin a un co m p lejo de h u m u s, rico en n i
trógeno.
E n condiciones naturales, la degradación de la celulosa y
de la lignina tiene lugar bajo la acción de m icroorganismos e s
pecializados, muchos de los cuales viven en el interior del
aparato intestinal de los animales herbívoros. Por esta razón
las deyecciones, especialmente la boñiga de caballo, mezcladas
con la paja que recubre el suelo de la cuadra, constituyen el
substrato de partida para la obtención del com puesto.
El mejor producto es el que procede de cuadras bien cui
43
dadas, donde el frecuente cambio de la paja hace que ésta no
se encuentre excesivamente cargada de deyecciones y orina.
E n el caso ideal, tendríamos un producto form ado por un 90 %
de paja y un 10 % de deyecciones, ricas en elementos esencia
les, como el nitrógeno (N ), fósforo (P ), potasio (K ) y porta
dores de m icroorganismos que producen la degradación de la
celulosa y la lignina.
D e todas form as, actualmente cada vez resulta más difí
cil encontrar este producto, no sólo por la disminución de la
cría caballar, sino por el monopolio que han acaparado las ins
talaciones leader del sector de la fungicultura.
D e todas form as, y aun en el mejor de los casos, la paja y
las deyecciones por sí solas, formarían un com puesto muy pobre
en sustancias nutritivas si no les fuesen añadidos los llamados
suplem entos, cuya cantidad se establece de acuerdo con una
fórmula que daremos a continuación. E l empleo de esta fórmu
la asegura una justa proporción de sustancias iniciales que de
terminan la corrección del proceso de composting.
Si no se puede disponer de este producto mixto de paja y
excrementos equinos, habrá de prepararse los llam ados com
puestos sintéticos ; algunos de ellos son válidos sustitutos del
natural, aunque, como es obvio, no alcancen a igualarlo.
44
cedentes de establecimientos destinados a la cría intensiva y
también harinas de uso zootécnico. La elección de su empleo
depende sobre todo, de la disponibilidad y el coste. A conti
nuación proporcionam os algunos ejem plos de m ateriales que
pueden obtenerse a precios asequibles y sin dificultades para
su adquisición.
S u s ta n c ia s P o rc e n ta je ( % ) d e n itró g e n o
S u lfa to a m ó n ic o 21
N itr a to a m ó n ic o 26
U re a 46
S u s ta n c ia s P o rc e n ta je ( % ) d e n itró g e n o
S a n g re en p o lv o 13,5
H a rin a de pe scad o 10,5
H a rin a d e s o ja 7,8
45
T abla v i. Su s t a n c i a s o r g á n ic a s de c o n t e n id o m e d io / b a jo
EN N ITRÓ G EN O EN ALGUNOS ABONOS H A B IT U A L E S
S u s ta n c ia s P o rc e n ta je ( % ) d e n itró g e n o
M a lt s p ro u t 3-5
G a llin a za 3-6
H e no d e tré b o l 2
O ru jo 1,5
Pulpa de re m o la c h a a z u c a re ra 1,5
Pulpa d e p a ta ta 1
M e la za 0,5
D e y e c c io n e s b o v in a s 0,5
D e y e c c io n e s p o rc in a s 0,3-0,8
Sustancias minerales
46
E stas sales se emplean para neutralizar la acidez de muchos
productos y hacer virar el pH hacia la alcalinidad, indicada para
una correcta evolución del com puesto. Adem ás proporcionan el
calcio necesario para el metabolism o del champiñón y evitan la
acumulación de elementos como el potasio, el sodio, el mag
nesio y el fósforo. Por otra parte, el yeso desarrolla unas ac
ciones fundam entales sobre la calidad del compuesto:
47
Ofrecem os a continuación dos fórm ulas bien experimenta
das, aunque consideremos oportuno recordar que el conoci
m iento de una fórm ula no representa la obligación de som e
terse a ella- Puede perfectamente sustituirse una sustancia por
una cantidad equivalente de otra, de form a que el contenido
de nitrógeno sea inicialmente del orden de 1,5-1,7 % .
T abla v il Fórm u la a
Peso % de Peso % de
húm edo agua seco N kg N
E s tié rc o l
e q u in o 2 000 50 1 000 1,0 10
U re a 15 0 15 46 6,9
Y eso 50 0 50 0 0
T otal 2 065 1 065 16,9
Peso % de Peso % de
húm edo agua seco N kg N
Paja de
tr ig o 2 000 10 1 800 0,5 9
G a llin a za 2 000 20 1 600 3 48
Y eso 125 0 125 0 0
T otal 4 125 3 125 57
48
fórm ula es de 3 30.5 kg con un aporte azoado de 5 6 ,6 %
(1,71 % = nitrógeno).
D urante la primera fase de la preparación del com puesto
el 20-30 % del peso seco del material inicial queda consu
m ido por el m etabolism o microbiano, lo que hace se reduzca
la masa en fermentación. En la fase 2 el volumen sufrirá otra
reducción correspondiente al 10-15 % .
Amoníaco
Relación carbono-nitrógeno
49
el tiem po de la preparación, los residuos amoniacales obstacu
lizan el crecimiento del micelio del hongo.
En cambio, una superdosifícación es origen de la incomple
ta descomposición de los polisacáridos, cuyos residuos se con
vertirán en un substrato apto para el desarrollo de organismos
com petitivos.
A gua y aire
50
producción de calor y con la emisión de sustancias ácidas, del
tipo del ácido sulfhídrico (S H 2 ) de intenso olor a huevos po
dridos y metano (CEU), ambos tóxicos.
Operaciones y trabajos
Residuos orgánicos
51
Remojo
Amontonamiento
52
sobre la parte superior, con los soportes aún instalados, se
logra al mismo tiempo la compresión de los laterales.
Dimensiones inferiores no permiten alcanzar la temperatura
adecuada en la zona central del cúmulo. Por el contrario, di
mensiones superiores crean condiciones de anaerobiosis. Las
dimensiones del cúmulo, de todas form as, varían de acuerdo
con el com puesto utilizado.
E l cúmulo, preparado de acuerdo con las reglas que se
acaban de exponer, provoca una aireación forzada de la parte
inferior a la superior, con efecto de «chim enea». El aire penetra
por los lados y proporciona el oxígeno necesario para la acti
vidad m etabólica de los microorganismos aerobios. Se produce
una elevación de la tem peratura y la corriente de aire caliente
asciende hacia la superficie.
P reparación d el c ú m u lo c o n la te ra le s d e m adera
53
D urante el proceso de obtención del com puesto, y com o
consecuencia de la degradación de la paja, las dim ensiones del
cúm ulo se reducen, la estructura se hace m ás densa y, en con
secuencia tam bién se reduce la aireación. Las condiciones anae-
róbicas se crean al cabo de 2-4 días, por lo que se requiere mez
clar bien los com ponentes del cúm ulo antes de que esto su
ceda.
La verificación de los cam bios de las condiciones de fermenta
ción y la dism inución de la tem peratura en el interior del cúm ulo,
puede com probarse m ediante un termómetro.
Mezclado
54
M e zclad o d el cú m u lo
m oflios. E l rem ojo estim ula el crecimiento de las bacterias me-
sófilas y los hongos, que utilizan rápidamente los azúcares sim
ples y atacan los compuestos azoados, produciendo amoníaco, lo
que permite el desarrollo de sucesivas colonias microbianas.
E n el cúmulo, los m icroorganismos m asófilos se mantienen en
la parte externa, mientras los term ófilos se desarrollan en el
interior. L as bacterias ocupan la zona más cálida, continuando
la producción de amoníaco, mientras a su alrededor se desarro
llan las colonias blancuzcas de los actinomicetos. D urante esta
fase, los hidratos de carbono contenidos en la paja empiezan a
ser utilizados por los microorganism os. En el fondo del cúmulo
56
se form a una zona de asfixia, «an aerobiótica», donde la tem
peratura se eleva hasta cerca de 50° C . E n una explotación a
pequeña escala es posible evitar la formación de la citada zona,
construyendo el cúm ulo sobre una plataform a de travesaños o
listones de m adera. E ste inconveniente es inevitable en la pre
paración del com puesto mecánico que caracteriza el nivel in
dustrial de la fungicultura.
E n la zona m ás caliente, cuando ya se alcanzan los 65" C,
junto a la acción microbiológica se inician reacciones quím icas.
E sto s dos tipos de acción (biológica y quím ica) coexisten hasta
los 7 2 ° C , superados los cuales, la descom posición sólo se pro
duce exclusivam ente por reacciones quím icas. Se producen de
b ido a ellas la humidificación del substrato y, a mayores niveles
de tem peratura, en determ inadas condiciones, incluso la cara-
melización. En la zona más caliente la descom posición se pro
duce mucho m ás rápidamente que en las restantes, pero el
m ejor com puesto para el desarrollo del champiñón, se obtiene
de la zona mediana, donde se desarrollan abundantem ente los
actinomicetos, P ara recrear lo m ás aproxim adam ente posible
las condiciones que tienen lugar en esta zona se som ete el
substrato a una segunda fase, en locales cerrados o se trabaja
al aire libre por el sistem a del com puesto largo.
C om puesto largo
57
T abla ix
— 10 R ie g o s + s u p le m e n to s ,
a m o n to n a r
— 5 M e z c la r + irrig a r,
a m o n to n a r
— 2 M e z c la r + ir r ig a r m o ja r + m e z c la r + su
p le m e n to s (n o y e so )
A m o n to n a r
6 M e z c la r, re g a r, a m o n to n a r
10-12 M e z c la r, re g a r, a m o n to n a r
58
Com puesto corto
S u b s tra to s s in té tic o s
D ía s (o p e ra c io n e s n e c e s a ria s )
— 10 M o ja r la p a ja ; a c u m u la rla e n m o n to n e s de 60-90 c m de
a n c h u ra y re g a r d ia ria m e n te
— 7 M e z c la r c o n la g a llin a z a , r e g a r a fo n d o sin q u e re b o s e
el agua, a m o n to n a r
— 3 M e z c la r b ie n , re g a r, a m o n to n a r
4 M e z c la r + yeso + re g a r, a m o n to n a r
7 M e z c la r re g a r, a m o n to n a r
10 M e z c la r + re g a r, c ú m u lo d e 150 cm a n ch o
T abla x i
S u b s tra to s s in té tic o s
D ías (o p e ra c io n e s n e c e s a ria s )
— 1 M o ja r y a c u m u la r
0 M e z c la r co n lo s s u p le m e n to s (n o y e s o ) , re g a r, fo rm a r
u n c ú m u lo d e 180 c m d e a n c h u ra y 150-180 c m d e a l
tu ra
2-3 M e z c la r + yeso + re g a r, a m o n to n a r
5 M e z c la r + re g a r, a m o n to n a r
7 M e z c la r + re g a r
59
C a r a c t e r ís t ic a s d e u n buen producto de la fa se i de lo s
C O M P U E ST O S C O R T O S
T abla x ii
D ías O p e ra c io n e s n e c e s a ria s
1 — 2 1 to n e la d a de e s tié r c o l e q u in o , m e z c la r y fo rm a r un
c ú m u lo d e 180 c m a n c h o y 150-180 cm a ltu ra
3 M e z c la r y p a s a r a la fa s e 2
60
Preparación del com puesto: F ase II
E sta fase es necesaria solam ente para los su bstratos obtenidos
en los com puestos cortos, que continúan siendo biológicamente
activos, es decir, conservan todavía una cantidad de sustancias
orgánicas capaces de perm itir un elevado crecimiento de m i
croorganism os. La finalidad de esta segunda fase e s, precisa
m ente, la de agotar esta reserva y eliminar toda posibilidad
de desarrollo a los organism os com petidores del champiñón. El
com puesto largo, o la fase 2 , im propiam ente llam ada pasteuri
zación, exige un local adecuado o un contenedor especial. La
fase 2 consiste en d o s operaciones distintas:
Pasteurización, cuya finalidad es la de destruir los organism os
perjudiciales para el desarrollo del campiñón.
Acondicionam iento, sucesivo a la pasteurización, donde se alcan
za la tem peratura adecuada para el desarrollo de los acti-
nom icetos y los hongos term ófilos que luego degradarán
la sustancia orgánica y m etaboiizarán totalm ente el amo
níaco.
D ado que la fase 2 es un proceso aeróbico, que tiene lugar
en am biente cerrado, verem os la gran im portancia que tiene la
aportación de aire del exterior m edíante una adecuada instala
ción de aireación.
L a aireación se puede regular de form a que proporcione el
oxígeno suficiente al m etabolism o aeróbico de los m icroorga
nism os sin enfriar el local. E l aflujo, por lo tanto, ha de producir
se lentam ente, dado que la tem peratura del substrato está rela
cionada con la tem peratura del aire. D e todas form as, cuando
63
la tem peratura tiende a descender se introduce m ayor cantidad
de oxígeno, aum entando la aireación y viceversa.
G eneralm ente, a falta de detectores electrónicos, el buen
aporte de oxígeno se establece por la cantidad mínim a necesa
ria para que una vela se m antenga encendida y no perm itir el
desarrollo de un moho verde, ei Chaetom ium . E l aire, como
agente de enfriam iento, es siem pre necesario cuando la tem
peratura se hace excesiva después de la pasteurización.
Para llevar a térm ino correctam ente la fase 2 de la prepa
ración del com puesto, es necesario disponer, de un local pro
yectado que tenga en cuenta las siguientes condiciones:
64
— Para evitar pérdidas de calor, el llenado del com partim en to de
com postaje ha de efectuarse rápidam ente.
— Si el substrato se presenta dem asiado blan do hay que com pri
m irlo; en caso contrario se procurará dejarlo m ás suelto.
— Si está excesivam ente seco hay que añadirle agua; si resulta
dem asiado húm edo precisa añadirle yeso, dar la vuelta y es
perar.
— H a de quedar uniform em ente distribuido, sin que aparezcan
huecos ni zonas dem asiado com pactas.
— Leer y registrar la tem peratura cada 4 -6 horas.
Pasteurización
A condicionam iento
65
tapadera
válvula de seguridad
I vá
\ V V N _
filtro
aire
válvula ^ % '/ / ^ '* / / ^
term ó m e tro
^ X '/ / ^ /r 55s ,,
* s» s ' s
ven tila dor
i
válvula de
seguridad
W M M
filtro
W /////Z //M m /z /m , puerta
a ir e » W 1?
/
válvula mmm
'v///Z/////n. wmm
/
Pasteurización del sub stra to d ivid id o en cajones
T a b l a x iii
67
T a b l a x iv
D ía s O p e ra c io n e s n e c e s a ria s
68
C aracte rística s de un buen co m pu esto
69
incubado han su stitu ido a los cúm ulos sobre el suelo y el cul
tivador sólo tiene que proceder al recubrim iento y llevar a cabo
las norm ales labores de riego y cuidados antiparasitarios hasta
la recolección. M ás reciente, es la aparición de b alas de com
puesto prensado en paralelepípedos de 55 X 35 X 2 2 cm apro
xim adam ente, protegidas por plástico, que permiten un fácil
transporte y mayor aprovechamiento de los locales de produc
ción. N o sólo los cultivos en gruta, sino también algunos esta
blecim ientos de escasas dim ensiones, proyectados para la fun-
gicultura de tipo americano, han adoptado este tipo de proceso.
L a producción de sacos de com puesto, pese a haber supe
rado la producción de 2 m illones al año, presenta muchas veces
aspectos negativos. l í a perm itido, por ejem plo, la permanencia
de la fungicultura en am bientes inadecuados para una actividad
racional y m alsanos bajo el punto de vista higiénico. E n las
grutas resulta prácticamente im posible realizar una climatiza-
M á q u in a m e zcla d o ra d e estiérco l.
ción óptim a para el desarrollo del hongo, com o tam poco es
posible eliminar el anhídrido carbónico. T o d o ello se refleja
negativam ente en la salud de los em pleados y en el rendimiento
de la producción. E n la producción de sacos tienen lugar, ade
m ás, graves inconvenientes que repercuten en el rendim iento
final. D ada la gran m asa de substrato trabajado, algunas em
presas son capaces de producir de 6 000-10 0 0 0 sacos de com
puesto a la sem ana, que dan una totalidad anual de 30-50 to
neladas de m ateria b ase; el trabajo se lleva a cabo al aire libre,
donde la m asa, extendida so b re enorm es plataform as, está ex
puesta a la acción del viento, de la lluvia, del hielo y del sol.
Se produce una incom pleta y poco uniform e descom posición de
la paja, lo que origina un com puesto de b aja calidad. D ebido
a la gran cantidad de m aterial, también el delicado proceso de
la siem bra y de la protección se efectúan al aire libre. D e esta
form a, los efectos de la pasteurización pierden validez y el
Máquina sembradora.
com puesto se halla nuevam ente expu esto a la contaminación
p o r parte de las esporas de las bacterias y hongos presentes
en el aire.
A nte esto s supuestos no debe extrañarnos que el rendi
m iento de lo s sacos en el com ercio corresponda al 16-18 %
(peso h o n gos/p eso del com puesto) contra el 26-30 % que se
obtiene con un com puesto preparado de form a m ás racional. E n
el terreno económico se produce una pérdida de 8-10 kg de
setas por saco.
Por el contrario, en una factoría de tipo fam iliar o una
actividad que constituya un hobby, ¿pu ed e prepararse autó
nom am ente el com puesto, dad o que la cantidad mínima de m a
terial básico necesaria para iniciar una producción, con los pro
cesos ferm entativos de los m icroorganism os term ófilos es casi de
una tonelada?
L a respuesta es afirm ativa si la preparación del com puesto
y la pasteurización se efectúan en un pequeño contenedor, lla
m ado com postatore, que ha sido proyectado y puesto a punto
por el autor.
Con este aparato es posible llevar a térm ino las fases 1 y 2
con pequeñas cantidades de su bstratos (entre 3 0 y 5 0 0 kg) sin
necesidad de dispon er de grandes espacios. Se trata de un con
tenedor que puede obtenerse de un frigorífico en desuso, con
una serie de d ispositivos capaces de recrear las distintas fases
d e la preparación del com puesto.
72
L a siem bra
L a siem bra o spawning consiste en m ezclar el com puesto, ya
«m uerto» con granos de cereales recubiertos p o r el m icelio del
cham piñón. Las hifas del hongo podrán colonizar todo el substra
to nutritivo, sin tropezar con obstáculos debidos a la com petición
de otros organism os.
Para efectuar esta operación, la siem bra ha de efectuarse en lo
cales cerrados y escrupulosam ente lim pios, exentos de una posible
contam inación m icrobiana. El suelo y las paredes han de hallarse
m uy lim pios y desinfectados, lavándolos con una solución acusa
de lysoform o de un antiséptico análogo. H an de cerrarse puertas
y ventanas. L a siem bra se efectúa m anualm ente, em pleando guan
tes e instrum ental desinfectados.
La semilla , adquirida o prod ucid a autónom am ente, se ha de
conservar en el frigorífico a 4-5 °C (que corresponde a la parte
donde se conservan la fruta y los quesos). Jam ás debe congelarse y
ha de ser em pleada rápidam ente.
Para una correcta colonización del com pu esto han de tom arse
en consideración los aspectos siguientes:
75
p o r exceso de hum edad. Para el champiñón se ha observado
que valores de hum edad que sobrepasen o no lleguen al 2 %
de los valores óptim os com prometen la producción de los es-
porocarpos. D esviaciones superiores al 5 % de este valor im
piden su form ación. L a hum edad necesaria para el desarrollo
de los cham piñones es del 90-100 % . Si el com puesto es más
seco ha de ser regado y m ezclado; en caso contrario se añade
yeso hasta que no aparezca líquido.
O bviam ente, también la tem peratura del su b strato ejerce
una m arcada influencia en el crecimiento del m icelio. L a tem
peratura óptim a se encuentra sujeta a variantes, que dependen
de la especie del champiñón sem brado. P ara el A garicus bis-
porus es de 2 5 ° C. A tem peraturas m ás elevadas tiene lugar una
rápida inactivación del micelio, hasta el punto que a 32° C el
micelio aparece com o biológicam ente m uerto, m ientras que a
tem peraturas inferiores se m antiene la susodicha actividad hasta
0 ° C. E l Agaricus bitorquis, en cam bio, se desarrolla a tem pe
raturas m ás elevadas, entre 29-30° C , inactivándose a 34" C.
E l rendim iento, o sea la cantidad de hongos recolectada
por cantidad de com puesto, se halla ampliam ente condicionada
por la cantidad, en peso seco, de com puesto em pleado por
unidad de superficie. E n el cultivo del champiñón se han de
em plear, com o m ínim o, 2 4 ,5 kg por metro cuadrado, pero en
realidad los fungicultores suelen utilizar unos 40 kg por metro
cuadrado. El rendim iento se calcula dividiendo la cantidad de
hongos recolectada por m2 por el peso seco del substrato co
rrespondiente a esa superficie. E l máxim o rendim iento obtenido
oscila entre los 80-100 % . Si el com puesto resultara excesiva
mente com pacto pueden tener lugar peligrosas elevaciones de
la tem peratura interna, que perjudican el micelio, por lo que
los valores m ás altos de la cantidad de com puesto/m 2 debe
corresponder a un eficiente sistem a de enfriam iento. E l creci
miento del micelio del hongo, en la fase de colonización del
com puesto, desarrolla una elevada tem peratura, que alcanza
su punto m áxim o (3 2 °C ) a los 7-9 días de la siem bra. Ello
puede iniciar una posterior generación de m icroorganism os ter-
m ófilos, con la aparición de tem peraturas aún m ás elevadas y la
76
m uerte, total o parcial, del micelio del campiñón sem brado.
Para favorecer al máxim o el control de la tem peratura, el e s
pesor del lecho se m antiene relativam ente bajo, no debiendo
sobrepasar los 30 cm.
Por regla general, en las condiciones favorables, la coloni
zación del com puesto se realiza en dos sem anas. Concluida
esta fase, si p o r causa de fuerza mayor se hiciera preciso re
trasar el recubrim iento, se puede refrigerar el conjunto, en e s
pera de efectuar las últim as operaciones.
E l factor m ás im portante sobre el que se b asa la siem bra,
es que ésta ha de ser tal que perm ita la colonización del su b s
trato de la form a más rápida posible, para prevenir al máxim o
el desarrollo de organism os com petidores.
Com o fruto de una larguísim a experiencia, actualmente, las
cantidades de sem illa em pleadas corresponden a 7-8 1 de se
m illa por tonelada, o sea 0,25-0,30 1/m2. D osis superiores son
deseables si resultan com patibles con el precio de la sem illa.
Para aumentar el número de puntos de inoculación, la semilla
debe de dividirse en cada uno de los granos el día anterior a
la siembra.
L a sem illa se distribuye en el com puesto, de acuerdo con
el sistem a em pleado en la ejecución de la fase 2.
— cajones-, se esparce sobre la superficie y se mezcla con una
bielda pequeña) o con las m anos;
— estantes-, por el m ismo procedim iento que acabam os de in
dicar o m ezclándola con el com puesto sobre una superficie
lim pia y disponiéndolo de nuevo en los estantes;
— en una m asa única-, mezcla y ensacado.
Inm ediatam ente después de la siem bra el com puesto ha de
com prim irse para poder disponer de una superficie regular,
que hará m ás sencillo el recubrimiento.
Para lograr un m ás rápido y vigoroso desarrollo del mice
lio se puede recurrir a la adición de especiales suplem entos, que
deben ser utilizados con las debidas precauciones, dado que in
troducen en el com puesto sustancias nutritivas que pueden ali
m entar a organism os com petidores del champiñón.
77
E l recubrim ien to
C onsiste en recubrir el com puesto colonizado con una capa de
m aterial húm edo de determ inadas características estructurales.
E sta operación, que en térm inos anglosajones, recibe el nom
b re de casing, tiene la finalidad prioritaria de estim ular la pro
ducción de esporocarpos. L a fructificación del micelio del cham
piñón precisa de un microclima húmedo para la formación de
lo s prim ordios y su desarrollo. E sta situación la crea el estrato
de recubrim iento. A parte de la indicada, el recubrim iento cum
ple otras funciones:
— retención de agua;
— estructura porosa y suelta, aunque estén m ojados;
— perm itir el desarrollo de la m icroflora estim ulante;
— escaso, prácticamente insignificante, poder nutritivo;
— p H 7-7,5 (7,2-7,5 para el A garicus bitorquis);
— higiene garantizada.
81
U na gran a lia d a : la turba
82
bien, el 10 % que hem os conservado seco. A n tes de dispon er
lo sobre las cam as, el casing se ha de mezclar para obtener un
reparto totalm ente hom ogéneo de la hum edad.
P ara la correcta dosificación del preparado de recubrim iento
se esparce con recipientes de volumen conocido. E l estrato de
recubrim iento ha de extenderse de form a regular para lograr
condiciones de hum edad y de desarrollo de los m icelios lo más
hom ogéneo posible en todo el su b strato. E sta operación puede
ser efectuada m ediante m áquinas especiales y, m anualm ente, se
puede recurrir a los anillos de espesor. Se trata de anillos de
plástico, cortados de tu bos de unos diez centím etros de d iá
m etro y de altura correspondiente al esp esor que se pretenda
d ar al recubrim iento. Se disponen sobre la superficie del lecho
del cultivo, se esparce el casing y se nivela de acuerdo con el
b orde de los anillos, tras lo cual pueden y a ser elim inados.
E l espesor del estrato de cobertura ha de estar relacionado
con la profundidad del com puesto; es decir, que cuanto m ayor
sea la cantidad de hongos que esperam os obtener por u nidad de
superficie, m ayor debe ser el espesor de la cobertura. E l ren
dim iento de cada lecho está relacionado con la cantidad de
com puesto por u nidad de superficie.
E n la práctica, generalm ente se em plea un recubrim iento
de 2 ,5 cm a un m áxim o de 5 cm. P ara lechos de 2 0 cm de al
tura el espesor m ás indicado del recubrim iento oscila entre
los 4 y 5 cm.
A lgunos cultivadores, acostum bran a esterilizar la tierra
para excluir ulteriores riesgos de contam inación. L o s procedi
m ientos m ás u sados son la aspersión con una solución de for-
m alina o la fum igación con brom uro de m etilo. E s desacon seja
ble el em pleo del vapor de agua, pu esto que origina una d is
m inución del rendim iento. A continuación p u ede m ezclarse el
casing con 3-5 % de su b strato ya colonizado por el m icelio del
cham piñón y disponer sobre los lechos un casing ya inoculado.
Parece que este m étodo produce esporocarpos de m ayores di
m ensiones y una precocidad en su obtención.
T ras el recubrim iento, los lechos de cultura se disponen en
las m ism as condiciones am bientales em pleadas tras la siem bra
83
P a n e l in v a d id o p o r e l m ic e lio y a p u n to d e d a r fru to
84
Con la aireación reducida a térm inos mínimos puede pro
ducirse una relación de riesgo, relacionada con el calor desa
rrollado. Si n o se dispon e de una nave con aire acondicionado,
se puede prevenir el peligro enfriando un poco los lechos antes
del recubrim iento y, posteriorm ente, la del propio recinto.
C uando el m icelio ya se ha in staurado de form a estable
en el estrato de recubrim iento, deben efectuarse ligerísim as as
persiones, m ediante un nebulizador, con gran precaución para
no alterar la estructura superficial del casing. R iegos abundantes
y no nebulizados, hacen com pacto el estrato superficial alte
rando la porosidad, lo que obstaculiza la extensión de la red
de m icelios.
E n el caso de que ya se haya producido este inconveniente,
se puede reconstruir la estructura porosa del estrato su perfi
cial, rascándolo con un cepillo de p ú as m etálicas. In m ediata
m ente después de esta operación se ha de proceder a la as
persión con el nebulizador.
L a irrigación del recubrim iento es una operación crítica.
Una apreciación rápida de su correcta ejecución puede deducirse
del aspecto del micelio:
8.5
P a n e le s d e Pleuroius e n fa s e d e fru c tific a c ió n .
L o s prim ordios, com únm ente llam ados granos, son la prueba
evidente de que el m icelio del hongo ha iniciado su proceso re
productor, que lleva a la producción de esporocarpos. A partir-
de los prim ordios se desarrollarán prim ero lo s em briones y más
tarde los hongos, p o r lo que lógicam ente cuanto m ás elevado
sea el núm ero de gran os, tanto m ayor será la producción.
E n la naturaleza la form ación de prim ordios y, en conse
cuencia de hongos, está condicionado a los cam bios am bienta
les, generalm ente de las estaciones.
86
E n la fungicultura la form ación de prim ordios se estim ula
creando las condiciones am bientales que en la naturaleza ac
túan sobre el proceso. P ara la fructificación del champiñón se
han de respetar las condiciones que a continuación exponem os:
Preparación
C am bios am bientales
87
para el inicio de la fase reproductora. El descenso de la con
centración de C O 2 , en cam bio, resulta necesaria para no inhi
bir la form ación de prim ordios.
E l m icelio, de tal form a condicionado, forma unos am asijos
blancuzcos, los estrom as, o marcas, sobre los que posteriorm ente
aparecerán corpúsculos esféricos, que son precisamente los pri
m ordios.
A partir de este m om ento, se ha de mantener una ventila
ción regulada, con la introducción de aire fresco que aleje el
C O 2 , m ientras la hum edad tanto com o la tem peratura, han de
mantenerse siem pre en sus ju sto s valores, que ya hem os indi
cado precedentemente.
E stas condiciones se han de m antener hasta que los pri
m ordios evolucionen hasta llegar a esbozos de esporocarpos,
que tiene lugar cuando los granos alcanzan unas dim ensiones de
3-5 mm de diám etro.
88
P ro d u cció n y recolección
L a producción
T emperatura
91
Aireación
Riego
92
conducto de aireación
e n friam ie nto
calefacción
v e n tila d o r
conducto de
aireación
L a s «voladas» o esporadas
94
L a recolección
95
E je m p la r e s d e Pleurotus ostrealus, a p u n to p a ra la recolección .
— C uanto m ayor sea el núm ero de prim ordios, mayor será la
producción; m ás elevado el núm ero de hongos por unidad
de superficie y m enores las dim ensiones.
— L a nutrición necesaria para la producción de hongos proce
de exclusivam ente del substrato, m otivo por el cual un e x
cesivo núm ero de prim ordios respecto a la capacidad del
substrato provoca el aborto de la m ayor parte de ellos.
— L o s prim ordios que se form an precozm ente retrasan el de
sarrollo de los prim ordios vecinos, perjudicando la prim era
«v o la d a » y por lo tanto han de ser elim inados inm ediata
mente.
97
los m otivos que ya hem os indicado. P ara evitar inexplicables
contam inaciones tam bién debe im pedirse el acceso al local a
todo tipo de anim al, ya sea ganado, perro o gato. E sto s anim a
les pueden pasar cierto tiempo en contacto con m ontones de
su b strato agotado y cargarse de esporas de agentes patógenos
para el champiñón.
98
O rgan ización de una ch am piñ on era
A nteriorm ente ya se ha hecho alguna referencia a los sistem as de
organización y de cultivo del cham piñón, y tam bién a los locales
e instalaciones de acon dicionam iento. H em os preferido tratar
este aspecto después del técnico el cultivo, en lo que hace refe
rencia a la organización de una cham piñonera. Sean cuales sean
su s dim ension es, deben de respetarse, lo m ás correctam ente po
sible, las exigencias de cultivo del cham piñón y esas son las que
hem os deseado destacar en prim er térm ino. Vale la pena su b ra
yar que:
101
A islam iento del m icelio y preparación de la sem illa
Estructura. Pequeño local o caja con paredes muy lim pias, pre
ferentemente barnizadas, con lám paras ultravioleta para
esterilizar el ambiente antes y después del trabajo. (N .B.
nunca durante el trabajo; los rayos ultravioletas producen
quem aduras, especialmente en los ojos, y provocan m uta
ciones en el micelio del hongo) puertas y ventanas de cie
rre hermético para evitar la contaminación microbiana del
am biente exterior.
Equ ipo (instalaciones e instrum ental). U na pequeña caja de v i
drio, abierta en uno de los lados, para efectuar las ope
raciones m ás delicadas; autoclave u olla a presión; lan
ceta y asa, mechero Bunsen o soldador de gas (sólo debe
em plearse la llam a), balanza; un neumático viejo fijado
verticalmente (para sacudir contra él los recipientes), un
frigorífico (para la conservación de la semilla).
M ateriales. M edios de cultivo con agar-agar, recipientes de vi
drio con tapón de rosca, tubos de ensayo con tapón de
rosca o algodón hidrófilo; trigo o cualquier otro cereal;
agua destilada, CaCCh (carbonato cálcico) y CaSCh (yeso o
sulfato cálcico); probetas graduadas.
Composting: fase 1
102
C om posting: fase 2
Siem bra
Recubrimiento
Local de cultivo
103
G ru tas, bodegas y garajes pueden ser adaptados a las ne
cesidades del cultivo, reestructurándolos de acuerdo con los
principios que han de tenerse en cuenta para la construcción
de unos locales de cultivo ex novo, es decir, partiendo del pri
m er ladrillo.
Un term ostato, un termómetro para el aire, los termóme
tros de las cam as y un higrómetro completan la instalación de
la sala. T oda la instalación de acondicionamiento y el sistem a
de irrigación pueden ser mantenidos bajo control m ediante un
sistem a automático.
Cam as de cultivo
104
s is t e m a am erica n o ;
e s ta n te r ía s
L.... 1 \ /
7— ......... L
L
J
1
L
" \ /
li iI r
' v{ 7
S iste m a d e c u ltiv o d el ch a m p iñ ó n
105
dim ensiones, que se adaptan a las capacidades laborales de la
cham piñonera. L a profundidad debe ser de unos 2 0 cm , ya
que ésta es la m ás aconsejable para el mejor resultado de la
fase 2 . Se disponen las cajas apiladas, de 3 a 6 , en una o más
hileras, convenientemente espaciadas, de acuerdo con las ca
106
racterísticas del local. E n la fase 2 y durante la colonización del
com puesto, después de la siem bra, el espacio entre un plano
y otro debe de ser de unos 15 cm , para aprovechar plenamente
el calor del com puesto. D urante la producción conviene au
mentar esta separación, hasta 25-35 cm con la inserción de
adecuados tacos de madera.
10 7
D efen sa contra los agentes biológicos
L o s cultivos del cham piñón, tanto a nivel del micelio com o en
la fase de producción, se hallan sujetos al ataque de organism os
parasitarios.
Excluim os en este breve tratado las m iríadas de m icroorga
nism os com petidores que deberían de ser elim inados durante
las distintas fases del com posting, para detenernos, aunque sea
en form a esquem ática, sobre aquellos m icroorganism os y di
m inutos anim ales (insectos, ácaros, nem atodos) que perjudican,
de m anera específica la producción del cham piñón. A la pri
mera categoría, pertenecen los m ohos u «h o n go s» extraños que
se desarrollan sobre el com puesto y algunas bacterias saprofitas.
T anto los com petidores como los parásitos son debidos a erro
res en las distintas fases del com posting, o en la organización y
gestión de la cham piñonera. L a s causas m ás frecuentes y pro
bables de contam inación son:
111
picos de que las instalaciones o las operaciones no han sido
controladas en la debida form a. Esquem atizarem os a conti
nuación los síntom as y las causas de las enferm edades más
frecuentes.
M icroorganism os
112
T ela de araña
E s una enferm edad que ataca tanto al m icelio como los espo-
rocarpos del cham piñón, con una decidida preferencia hacia el
prim ero. L a producen tres agentes distin tos: D actyliun den-
droides, Didyclaudium ternatum , 'Trichoderma koningii. Se m a
nifiesta com o un fino velo que reviste especialm ente los puntos
donde anteriorm ente han sido recolectados los hongos. E l m i
celio del hongo m uere directam ente b ajo los efectos de las
sustancias tóxicas producidas por los parásitos. E l velo envuelve
también algunos granos y prim ordios. D e la fin a red de mice
lio se desarrollan una especie de mechones blanquecinos, que
viran hacia el violado, y que son los productores de los m ohos
parásitos, cuyas esporas son fácilmente transportadas por las
corrientes de aire.
Cardenillo
E s provocado por m ohos am arillos o verd es, principalmente
M ycephtora lútea y diversas especies de Penicillium. E l primer
parásito es muy peligroso porque puede retrasar la produc
ción o, incluso hacer estériles las cam as. L a causa es, general
m ente, una errónea preparación del com postíng y el empleo de
paja o heno podrido. L o s Penicillium , muy abundantes en el
aire, son uno de los m ás frecuentes agentes destructores de las
sem illas.
113
lientas y por últim o a un rojo-am arronado; se produce, asi
m ism o, un olor harto desagradable y acusado y el micelio in
vade hasta la profundidad de las cam as.
Animales
Insectos
G énero Sciara
114
en fungicultura. E n la naturaleza depositan sus huevos sobre
el estiércol y, por lo tanto, las cam as de cultivo constituyen
para ellos un am biente muy indicado. L a s larvas que salen de
los huevos devoran el micelio, los granos, los esbozos y los
hongos, destruyéndolos por completo. Form an capullo; al cabo
de 4-7 días aparecen las m ariposas que, a las 4 8 horas se em pa
rejan, depositando los huevos. A dem ás de los daños directos,
estos dípteros son, asim ism o, responsables de la difusión de mi
croorganism os patógenos.
G énero M egaselis
N em atodos
115
A sp ecto s econ óm icos
La fungicultura, respecto a la agricultura tradicional, perm ite una
producción constante durante todo el año y puede regularse de
acuerdo con las exigencias del mercado.
L o s principales desem bolsos que hay que afrontar para ini
ciar convenientemente la actividad de la fungicultura son las
correspondientes a la fase de construcción o de reestructuración
de los locales y los espacios. L o s inm uebles, el equipo (in stala
ciones de ventilación, calefacción, cajas, etc.) constituyen una
inversión económica im portante, incluso para establecim ientos
de reducidas dim ensiones.
Posteriorm ente y durante un largo período de años, sólo se
presentan los gastos de funcionam iento (m ano de obra, energía
eléctrica, com bustible, sem illa, com posting, suplem ento y otros
m ateriales) y los ordinarios de mantenim iento.
Con la equiparación de la fungicultura a los cultivos prote
gidos se han abierto num erosas posibilidades de crédito agra
rio y de financiaciones regionales. E sto debería perm itir un
correcto proyecto en las instalaciones de la cham piñonera, in
cluyendo en el costo tam bién los gastos de amortización del ca
pital, el costo por k g de los hongos obtenidos, que es del
30-50 % de la venta al detalle. E sto no perm ite ganancias ele
vadas. L a rentabilidad de una instalación se basa en su per
fecta eficiencia, aunque a veces influya la genialidad de algunas
soluciones técnicas. G racias a las grandes posibilidades que
ofrece el m ercado interior, también una m odestísim a ganancia
por unidad de peso puede d ar lugar a considerables ganancias.
119
P a n e le s e n fa se d e p ro d u cc ió n .
Son muy eficientes las organizaciones cooperativistas fran
cesas u holandesas, donde existe una vasta gam a de posibilidades:
desde el gran establecim iento autónom o en gran parte del ciclo
productivo y en la conservación y distribución del producto, al
establecim iento de tipo fam iliar que incuba solam ente sacos ya
preparados. En este panoram a consideram os que puede ocupar
un dignísim o lugar pequeñas actividades, tipo hobby o semi-
profesional, autónom as y desvinculadas del sistem a corriente,
cuya m odesta producción pueda ser absorbida, a nivel local y
sin necesidad de interm ediarios.
121
G losario
Actinomicetos. H o n g o con células organ izadas en Filamentos.
Agar-agar. Su stan cia obten ida de algas m arinas que se hace líqu i
d a a 93 ”C y solidifica por debajo de 3 7 ,5 °C . Se usa en bacte
riología para solidificar m edios de cultivo.
Anillo. Fragm ento de velo parcial que persiste, en parte, adheri
do a la parte superior del pie, form ando un collar m em bra
noso.
Autoclave. A parato cilindrico, generalmente de acero, con paredes
m uy resistentes y cierre hermético, donde el vapor acuoso, a
presión supera la tem peratura de 100 "C , convirtiéndose en
eficaz agente germicida.
Bacteria. M icroorganism o, generalmente unicelular y desprovisto
de núcleo, que se m ultiplica por división o esporulación.
Basidio. Ó rgano reproductor de algunos hongos (basidiom icetos)
en form a de clava, que produce esporas en su exterior. Los ba-
sidios se form an en el himenio.
Carpóforo. M acroscópico cuerpo íructífero de algunos hongos
(véase esporocarpo).
Casing. Palabra inglesa que designa el estrato de recubrimiento.
Compuesto. Castellanización del inglés compost, que indica el abo
no orgánico, o el estiércol descom puesto.
Condicionamiento. La conversión final, realizada por determ ina
dos m icroorganism os, del substrato para el cultivo del cham
piñón.
Coprófilo. Se dice del organism o que crece selectivamente sobre
estiércol o sus derivados.
125
E spora. Células reproductoras o «sem illas» de plantas, hongos
y bacterias.
E sporocarpo. E structura macroscópica donde se producen las
esporas. Tiene el m ism o significado que carpóforo.
Estrom a. D enso agregado de micelio que se forma en el subs
trato.
H ija. M icroscópico filam ento constituido por una secuencia
de células.
H im enio. La parte fértil del esporocarpo; en el champiñón se
halla dispuesto sobre las laminillas.
L am in illas. Sutiles estructuras situadas bajo el som brerete de
los basidiom icetos, donde se encuentra el himenio y los ba-
sidios.
Lignina. Sustancia orgánica que, con la celulosa, constituye la
mayor parte de los tejidos vegetales.
M esófilo. Dícese del organism o que vive entre 5 y 32° C de
tem peratura.
M icelio. Conjunto de hifas.
M icófilo. O rganism o que se alimenta de hongos.
Micron. La m ilésima parte de un m ilím etro; se representa por
pm.
Parásito. O rganism o que vive a expensas de otro organism o,
llam ado huésped.
Pasteurización. Proceso de esterilización parcial efectuado me
diante una exposición bastante prolongada a la tem peratura
de 60-70° C.
Prim ordio. E l prim er am asijo de hifas reconocible, que luego se
desarrollará com o esporocarpo.
Rizom orfo. Cordones micelares sem ejantes a raicillas.
Saprofito. O rganism o que se nutre descom poniendo sustancia
orgánica muerta.
Substrato. Denominación genérica de un material que se halla
en condiciones de sostener el crecimiento de organism os.
Term ófilo. D ícese de organism os que viven en el intervalo de
tem peratura com prendido entre 24-60“ C.
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Im p re so en E sp añ a p o r
H U R O P E , S. L.
Barcelona
El cultivo moderno del champiñón
* ¿Cuál es la mejor manera de obtener las esporas?