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RAíCES NOUCENTISTES noucentistes, su amplia actividad cultural corn era por los
mismos caminos.
a ob ra de Cesar Ma rtinell pre,senta una triple face- Su dedi cación a la historiografía es nou centista en cuanto
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Destilerías Mollfulleda. Arenys de Mar.
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nes prácticamente abandonadas por la admini stración centra!. obras de restauración y reconstrucción de monumentos de di-
u colaboración no sólo alcanzó a su papel de arquitecto, sino ferentes épocas y estilos (5 ) . Esta dedicaci ón le dio buena
que llevado por su mismo entusiasmo , estudió a fond o el fama de arqueólogo ~en el sentido romántico que por enton-
problema del cooperativismo en Catalun ya, con sus funda- ces tenía esta palabra - hasta el punto de ser nombrado , en
mento económicos y so ciales, comprendiendo su carácter pro- 1939, arquitecto del Servicio de Defensa del Patrinlonio a-
O'resivo y el beneficio que reportaba a los agricultores, libe- cional, cargo que ejerció hasta 1942. A partir de e te mo-
rándoles de los préstamos y facilitando la adquisición de ma- mento recibió nwnerosos encargos que consistieron, sobre to-
quinaria y la creación de bod egas adecuadas y de mutuali- do, en la restauración y reconstrucción de obras arquitectó-
dades_ nicas religiosas de tipo decorativo, y en especial de retablos.
Al hablar de la " depend encia" gaudinista que tienen al- Entre éstos podemos mencionar el famoso retablo mayor de la
g unas de sus obras, nos referimos a los procedimientos cons- iglesia de Santa María de Igualada , del siglo XV IlJ. Probable-
tructivo en que se basó para realizar sus edificios agrarios. mente fue esta obra la que dio pie a que algunas hermanda-
Martinell partió -como señala Sola-Morales en obra recien- des religiosas o familias particulares encargaran a Martine ll
te (4) - del magisterio y de la arquitectura de Gaudí . Y este una serie de obras, de nueva planta, también de carácter re-
magisterio se refleja en la utilización de los arcos equilibrados li gioso, entre las que 'a bundaron los retablos, que se concibie-
y de bóvedas tabicadas de tradición catalana, en los elemen- ron generalmente en estilo neo-barroco (y alguno también
tos de estructura y cubrición , así como en su esfuerzo cons- en estilo neo-gótico, aunque menos afortunado que los pri-
tante por perfeccionar los sistemas de elaboración del vino meros) .
y del aceite y la adaptación de los recursos constructivos y Aquí cabría hacerse la pregunta de qué fue lo que indujo
formales a dichos sistemas de producción , fruto del método a MartinelI a dedi.carse tan de ll eno a este tipo de construc-
de con tinua experimentación e investigación a todos los nive- ciones, tan alejadas de aquello " ce Il ers" de la época de la
les que proponía Gaudí en sus propias obras. Mancomunitat.
Por último, cabe destacar la influencia que el Modernisme, En primer lugar, diríamos que el mismo deseo, de raíz
en sus últimas derivaciones, ejerció sobre Martinel!. El arqui- noucentista, de revalorizar la arquitectura del pasado, en este
tecto no renunció a las lecciones que había recibido de Do- caso la de época de decadencia de Catalun ya, es lo que mue-
menech i Montaner en los tiempos de estudiante, y así vemos ve a Martinell a dedicarle no sólo una ex tensa bibliografía ,
cómo en el planteamiento general que hizo de sus bodegas, sino a reinterpretar en la práctica modelos, formas y estilos
proyectándolas como naves rectangulares unidas lon gitudinal- que a primera vista pueden parecernos desfasados de la línea
mente, sigui ó el ejemplo de la de L'Esplu ga de Francolí, la constructiva en la que se movía iJartinell.
primera bodega-piloto construida en 1913 por Domenech en Por otra parte, su profundo conocimiento del arte barro-
colabora ción con su hijo Fere, por considerarla Martine ll co catalán, fruto de un estudio minucia o y sistemático que
más convenien te para este tipo de construcciones. dejó plasmado en numerosas publicaciones, también conse-
Por otra parte, el mismo Martine ll declaró en una oca- cuencia del impulso historiográfico del oucentisme, justifica
sión que, si bien el aspecto estructural de sus obras había en parte que Martinell no dudara en realizar obras de este
aplicado las enseñanzas gaudianas, en cambio, en su aspecto tipo , obligado por la naturaleza de los encargos que la inten-
externo y ornamental (basado en el empleo masivo del ladri- ción de Martine l l al realizar este ti po de obras fuera la de
llo visto), había seguido el ejemplo práctico de Domenech. aportar algo nuevo en el campo de la arquitectura barroca
Esta supervivencia modernista en algunas obras de Mar- - a no ser en el campo de la experimentación de sistema
tinell se desarrolla, en determinados casos, a la par, con un técnico-constructivos, utilización de materiales modernos,
cierto lengua je "noucentista", ex-plicable por ese proceso de etc.- sino más bien se trató de un ensayo sobre obras autén-
simplificación que caracteriza su arquitectura, no exenta, a ticas, impulsado por motivos de g usto personal 6) .
veces, de un cierto eclecticismo, que nace con el deseo de Una última consideración a señalar sería la motivación
revalorizar la tradición constructiva del país. Y este mismo religiosa que tiene e ta arquitectura en Martinel!. Con la gue-
eclecticismo es el que aplica en la arquitectura urbana, de- rra civil española, muchas de las iglesias ca talanas vieron
can tándola hacia un estilo monumentali sta , excusable por la desaparecer gran parte de su patrimonio artístico , lo que ori-
ideología del oucentisme o hacia unos " revivals" que Mar- gin ó una reacción por parte de la pequeña burguesía cató-
tinell aplica también en la arquitectura industrial (vid. las lica en contra de la " destrucción marxista" , que se reflejó
Destilerías Monfulleda , de Arenys de Mar , construidas en en un entusiasmo colectivo, alentado por el nacional-catolicis-
194,0) . mo, por reconstruir las obras originales, o dedicar nuevos al-
tares o retablos a los patronos y santos de las di tintas localj-
dade que habían sufrido algún daño en sus iglesia.
MartinelI se hizo eco de este entusia mo y contribuyó con
Arquitectura religiosa clasicista afán en esta empresa, no sólo como arquitecto, sino también
desde su condición de publicista y divulgador al manifestarse
Consecuencia directa de sus estudios sobl'e el arte catalán en pro de esta inquietud politico-religiosa a través de revistas
de los siglos XVlI y XVIII es la tendencia historicista , neo-ba- y periódicos locales o boletines de hermandades.
rroca, por la que Martinell decanta su arquitectura , e pecial- Si bien MartineIl , y la mayoría de noucentistes , era pro-
mente en los años de postguerra. fundamente religioso desde su juventud, la actitud de post-
Las raíces de esta tendencia arqueologista los podemos en- guerra de aquel "activista del oucentisme' tuvo unas raíces
contrar, ya en el año 1929, cuando MartineIl , como miembro no fácilmente identificables con la esencia total del ]oucen-
de la entidad "Amics de l'Art Vell ", intervino en numerosas tisme.
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