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NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE LEGALIDAD

EN MATERIA PENAL

Miguel Carbonell

ITER CRIMINIS – Revista de Ciencias Penales

Núm. 6 – Tercera Época

Tlalpan, México – 2006

Pp. 29 - 54

http://www.cienciaspenales.net
NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL DE LEGALIDAD EN
MATERIA PENAL

MIGUEL CARBONELL

/7 on su rigor metodológico característico, el investigador uni-


C versitario Miguel Carbonell entrega un estudio que contem-
pla tanto la dogmática penal como las tesis de la Suprema Corte
de Justicia, orientado a iluminar el camino por el cual se han pro-
tegido los derechos fundamentales del ciudadano, sujeto a proce-
so penal, por medio del artículo 14 constitucional.

l. Introducción

El párrafo tercero del artículo 14 de la Constitución mexicana estable-


ce el principio de legalidad en materia penal. Se trata de uno de los
temas más clásicos en el ámbito de los derechos fundamentales, pues
es en el campo de lo penal donde tales derechos se han violado con
mayor intensidad en la historia de la humanidad. De hecho, una de las
más importantes reivindicaciones del pensamiento ilustrado a partir del
cual se comienzan a estructurar los modernos Estados constitucionales
es la racionalización del poder penal y la humanización de las penas.

Las primeras corrientes del pensamiento en favor de los derechos


humanos estuvieron enfocadas justamente a racionalizar y limitar el
poder punitivo del Estado. Tales doctrinas, desarrolladas en la segunda
mitad del siglo XVIII, eran consecuencia, en buena medida, de la ten-

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dencia más general a la secularización del Estado y a la separación


comet1.do y se siguen cometiendo mediante el uso del poder represivo
entre el poder religioso y el poder político. Se trataba de separar con del Estado.
nitidez el campo del delito del que correspondía al pecado, de distin-
guir entre la pena y la penitencia, que durante la Edad Media habían El texto del párrafo tercero del artículo 14 constitucional es el
caminado frecuentemente de la mano. Luis Prieto resume en un párra- siguiente:
fo brillante el proceso evolutivo del Derecho Penal como consecuencia
de la secularización: . . 1 d rohibido imponer por simple analogía,
En los juicios de} orden c;1mma q~ge u~~que no esté decretada por una ley exac-
y aun por mayona de ra~on, pena a
Esa secularización supone, como es obvio, una propuesta en favor de la destipi- tamente aplicable al delito que se trata.
ficación de los delitos religiosos, pero, más allá, supone también una nueva con-
cepción del Derecho Penal y Procesal, que alcanza de forma global a todos sus De este párrafo conviene estudiar tres asp~ctos distintos en los que
aspectos desde una perspectiva utilitaria. De entrada, el objeto del ordenamien-
to penal ya no puede ser la expiación del pecado o la cura de la enfermedad se conc~eta el principio de legalidad en matena penal:
moral que revela el crimen, sino la tutela del derecho ajeno mediante la repre-
sión de las conductas externas lesivas de tales derechos; sólo los actos externos a) la reserva de ley en ~~teria penal,
que atenten contra otras personas o contra la sociedad, no los pensamientos ni b) el principio de taxatlv1dad penal Y . .,
los meros vicios morales, pueden ser objeto de represión, pues a ello se reducen
las exigencias de utilidad social. La pena ha de ser asimismo útil para la preven-
e) de la prohibición de analogía, dentro de c~ya expo,s1c10n haremos
ción del delito, proporcional al mismo y sólo con el grado de severidad impres- referencia también al principio de mayona de razon.
cindible para conseguir sus fines. La tipificación de los delitos y de las penas ha
de corresponder, a su vez, a leyes simples, claras, taxativas e irretroactivas, de Adicionalmente también abordaremos la posibilida~. de aplicar e~
manera que su aplicación garantice la máxima certeza posible, eliminando la
discrecionalidad circunstancial tanto del juez como del soberano. Finalmente, el . . . de proporcionalidad a las leyes penales, cuest1on que no esta
proceso ha de abandonar el modelo inquisitivo dominado por el secreto y la pnnc1p10 t t blecida en el párrafo tercero del artículo 14 constitu-
prueba legal, y donde el juez aparece como un enemigo del inculpado, para aco-
expresamen e es a · d 1 ·t de dere
cional pero que se puede desprender el conjunto e s;s e~a h d -
chas f~ndamentales y, en particular, de la fo~a .en que os erec os e
ger el modelo acusatorio e informativo, basado en la imparcialidad del juez, en
la publicidad y contradicción entre las partes, en la libre convicción judicial a
partir de un material probatorio acumulado bajo los principios de presunción de libertad se proyectan hacia el legislador ordmano.
inocencia y de igualdad entre acusación y defensa. 1
A 1 párrafo tercero del artículo 14 se refiere específicame~te
El párrafo tercero del artículo 14 abre una amplia serie de disposi- unque. e 1 debe entenderse -en una interpretación garantls-
a la matena pena ' . 1 t · sean
ciones constitucion~les referidas al Derecho Penal que se encuentran . . . deben observarse en todas asma, enas que
ta- que sus prmcipios . 1 s prin-
tanto en el propio artículo 14, como en el 16, 18, 19, 20, 21, 22 y 23. t'bles de imponer sanciones a los particu1ares; asi pues, º,
Se trata de cuestiones que afectan al núcleo mismo de la autonomía s~s~ep; d ley de taxatividad de prohibición de analogia y de
personal y que por tanto· deben estar especialmente reguladas por el cip10s ~ resl~~v~ s: deben entender co~o aplicables al Derecho Admi-
ordenamiento jurídico y, en particular, tuteladas por los derechos fun- p1:"opor.c1ona i i~onador y al Derecho Electoral sancionador, por mencio-
mstratlvo sane h · ientos
damentales, sobre todo teniendo en cuenta los enormes atropellos 1 te dos casos. Aunque no existen mue os pronunciam
contra la dignidad humana que, como ya se ha mencionado, se han ~:~:o~::iales al respecto, uno de los más important~s_Y acertados es
Jla s1gmente
.p . . d e1 Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Fede-
tesis
1 ración:
"Notas sobre el origen y la evolución de los derechos humanos" en López Garda,
José Antonio y J. Alberto Del Real (eds.), Los derechos: entre la ética, el poder y el ANCIONADOR ELECTORAL. LE SON
derecho, Madrid, Dykinson, 2000, p. 43. ~~~I~~B~:s°t1d~~:i~~~~igs ~EL IUS PVNIENDI DESARROLLADOS
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POR EL DERECHO PENAL. Los principios contenidos y desarrollados por el peculiaridad de su regulación normativa; si bien la unidad del sistema garantiza
Derecho Penal, le son aplicables mutatis mutandis, al Derecho Administrativo una homogeneización mínima.
sancionador. Se arriba a lo anterior, si se considera que tanto el Derecho Admi- Sala Superior, tesis S3EL 045/2002. Recurso de apelación. SUP-RAP-
nistrativo sancionador, como el Derecho Penal son manifestaciones del ius 022/200 J.- Partido del Trabajo.-25 de octubre de 2001.-Mayoría de cuatro
puniendi estatal; de las 'cuales, el Derecho Penal es la más antigua y desarrolla- votos.-Ponente: Leonel Castillo González.-Disidentes: Alfonsina Berta Navarro
da, a tal grado, que casi absorbe al género, por lo cual constituye obligada refe- Hidalgo, Eloy Fuentes Cerda y José Fernando Ojesto Martínez Porcayo.-
rencia o prototipo a las otras especies. Para lo anterior, se toma en cuenta que la Secretario: José Manuel Quistián Espericueta.
facultad de reprimir conductas consideradas ilícitas, que vulneran el orden jurí-
dico, es connatural a la organización del Estado, al cual el constituyente origina-
rio le encomendó la realización de todas las actividades necesarias para lograr el
bienestar común, con las limitaciones correspondientes, entre las cuales desta- 2. Reserva de ley
can, primordialmente, el respeto irrestricto a los derechos humanos y las normas
fundamentales con las que se construye el estado de derecho. Ahora, de acuerdo El principio de legalidad en materia penal, que tiene como una de sus
a los valores que se protegen, la variedad de las conductas y los entes que pue-
den llegar a cometer· la conducta sancionada, ha establecido dos regímenes dis-
consecuencias a la reserva de ley, surge en el ámbito del pensamiento
tintos, en los que se pretende englobar la mayoría de las conductas ilícitas, y que iluministico-liberal, cuando se piensa que para salvaguardar adecuada-
son: el Derecho Penal y el Derecho Administrativo sancionador. La división del mente la libertad Q.e los ciudadanos se tenía que reservar a los órganos
derecho punitivo del Estado en una potestad sancionadora jurisdiccional y otra legislativos el poder para emanar disposiciones penales. 2 Aunque ya
administrativa, tienen su razón de ser en la naturaleza de los ilícitos que se pre-
tenden sancionar y reprimir, pues el Derecho Penal tutela aquellos bienes jurídi- existía en algunos textos normativos anteriores, no es sino hasta el siglo
cos que el legislador ha considerado como de mayor trascendencia e importancia XVIII cuando se universaliza y comienza a concebirse como un verda-
por constituir una agresión directa contra los valores de mayor envergadura del dero derecho individual. 3
individuo y del Estado que son fundamentales para su existencia; en tanto que
con la tipificación y sanción de las infracciones administrativas se propende
generalmente a la tutela de intereses generados en el ámbito social, y tienen por En el mismo sentido de lo que defiende J.J. Rousseau en El contra-
finalidad hacer posible que la autoridad administrativa lleve a cabo su función, to social, el Marqués de Beccaria en su famoso ensayo De los Delitos
aunque coinciden, fundamentalmente, en que ambos tienen por finalidad alcan-
zar y preservar el bien común y la paz social. Ahora, el poder punitivo del
y de las Penas sostenía que:
Estado, ya sea en el campo del Derecho Penal o en el del Derecho Adminis-
[ ... ]sólo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, y esta autoridad debe
trativo sancionador, tiene como finalidad inmediata y directa la prevención de la
residir únicamente en el legislador, que representa toda la sociedad unida por el
comisión de los ilícitos, ya sea especial, referida al autor individual; o general,
contrato social. Ningún Magistrado (que es parte de ella) puede, con justicia,
dirigida a toda la comunidad, esto es, reprimir el injusto (considerado éste en
decretar a su voluntad penas contra otro individuo de la misma Sociedad. 4
sentido amplio) para disuadir y evitar su proliferación y comisión futura. Por
esto, es válido sostener que los principios desarrollados por el Derecho Penal, en
cuanto a ese objetivo preventivo, son aplicables al Derecho Administrativo san- En general, la reserva de ley puede entenderse como la remisión que
cionador, como manifestación del ius puniendi. Esto no significa que se deba hace normalmente la Constitución y de forma excepcional la ley para
aplicar al Derecho Administrativo sancionador la norma positiva penal, sino que
se deben extraer los principios desarrollados por el Derecho Penal y adecuarlos que sea justamente una ley y no otra norma jurídica la que regule una
en lo que sean útiles y per.tinentes a la imposición de sanciones administrati- determinada materia. En otras palabras, se está frente a una reserva de
vas, en lo que no se opongan a las particularidades de éstas, lo que significa que
no siempre y no todos los principios penales son aplicables, sin más, a los ilíci-
2 Sobre las motivaciones originales del principio de legalidad vid. Jesch, Dietrich,
tos administrativos, sino que debe tomarse en cuenta la naturaleza de las sancio-
nes administrativas y el debido cumplimiento de los fines de una ·actividad de la Ley y administración, Madrid, 1978, y Tarello, Giovanni, Storia della cultura giuridi-
administración, en razón de que no existe uniformidad normativa, sino más bien ca moderna, v. I, Assolutismo e codificazione del diritto, Bolonia, 1976, pp. 465 y ss.,
una unidad sistémica, entendida como que todas las normas punitivas se encuen- especialmente p. 468.
3 Jiménez de Asúa, Luis, Tratado de Derecho Penal, t. II, 4a. ed., Buenos Aires,
tran integradas en un solo sistema, pero que dentro de él caben toda clase de
peculiaridades, por lo que la singularidad de cada materia permite la correlativa 1964, p. 387.
4 Traducción de Las Casas (1774), reimpr., Madrid, Alianza Ed., 1993, p. 14.
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ley cuando, por voluntad del constituyente o por decisión del legisla-
En la actualidad la reserva de ley cumple una doble función: por un
dor, tiene que ser una ley en sentido formal la que regule un sector con-
creto del ordenamiento jurídico. lado una función de carácter liberal o garantista, y por otro, una función
democrática.
La reserva de ley, siempre que se trate de un Estado que cuente con A) La función liberal o garantista consiste en que, a través de la
una Constitución rígida, presenta dos aspectos: por una parte prohíbe la reserva se tutelan los derechos de los ciudadanos contra las intro-
intervención, en las materias reservadas, de fuentes sQbordinadas a la ley misiones del Poder Ejecutivo. Los ciudadanos solamente pueden
o sublegislativas; por otra, y tal como se explica enseguida, prohíbe en ver restringida su libertad por virtud de una "ley'', no por actos
ciertos casos al legislador reenviar la disciplina de esas materias a otras del Ejecutivo que no tengan sustento legal. Por eso se ha dicho
fuentes distintas a la ley.
que todo lo referido a los derechos fundamentales se encuentra
sujeto a reserva de ley.
Si la reserva de ley es establecida precisamente por una ley o norma
de rango legal su efecto será provocar la ilegalidad -y en México, por B) La función democrática tiene que ver con que, en virtud de la re-
vía de consecuencia inmediata, la inconstitucionalidad- de los regla- serva, se reconduce la regulación de ciertas materias al dominio
mentos o de cualquier otra norma sublegislativa que entre a regular esa. del Poder Legislativo, el cual es representativo de las mayorías
materia. Dichas normas inferiores adolecerían de un "vicio de compe- • --como el Ejecutivo- pero también de las minorías políticas de
tencia". Sin embargo, si la reserva de ley es establecida por la Constitu- un Estado. En palabras de Manuel Aragón:
ción, el efecto será también el de la imposibilidad de los reglamentos,
Entendida la democracia como democracia pluralista, el Parlamento como órga-
pero en este caso, además, el Poder Legislativo no podrá prever o auto- no de representación de todo el pueblo y el gobierno sólo como órgano de repre-
rizar a los poderes reglamentarios del ejecutivo para regular dicha sentación de la mayoría, la reserva a la ley de determinadas materias no significa
materia, sino que tendrá que hacerlo por sí mismo: cuando la Consti- sólo la reserva al órgano más (directamente) democrático, sino también al ór-
gano que por contener la representación de la pluralidad de opciones políticas
tución dispone que sea el Poder Legislativo el que regule una cierta permite que todas ellas (y no sólo la opción mayoritaria) participen en la elabo-
materia, se entiende que dicha regulación tiene que ser "efectiva", es ración de la norma. 5
decir, completa, suficiente y no puede servir como excusa para tras-
ladar.una facuJtad del Legislativo a otros órganos. El problema de mayor entidad que tienen hoy frente a sí la teoría y
la práctica de la reserva de ley no es ya el de delimitar cuáles son las
Las normas que contienen reservas de ley son una variante de las lla- materias que se encuentran sujetas a la reserva, sino el de saber hasta
madas "nom1as sobre la producción jurídica", ya que no se refieren de qué punto debe desarrollar el legislador parlamentario una materia
forma directa a la regulación de la conducta humana sino que tienen reservada y hasta qué punto esa materia puede ser "entregada" a la re-
por objeto otras normas. Por lo anterior, los destinatarios principales de glamentación del poder ejecutivo. Como señala Baño León: "Lo que
las reservas de ley son los órganos que producen el Derecho, que lo preocupa en el constitucionalismo posterior a la Segunda Guerra es si
crean, y no aquellos encargados de su aplicación; igualmente, las reser- el legislador tiene límites para pedir la colaboración del reglamento en
vas son también normas sobre la competencia en tanto la misma técni- las materias reservadas''. 6
ca de la reserva de ley consiste en una distribución -o asignación-
de las potestades normativas: las normas que prevén las reservas de ley 5 Aragón, Manuel, Constitución y democracia, Madrid, Tecnos, 1989, p. 126.
autorizan a un órgano determinado (en este caso el Poder Legislativo) 6 Baño León, José María, Los límites constitucionales de la potestad reglamentaria,
para dictar normas en una materia concreta. Madrid, Civitas, 1991, p. 21. Con razón se ha señalado que tan ilegitimo es que un
reglamento del Poder Ejecutivo entre a regular una materia reservada a la ley, como que
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Es importante subrayar que la reserva de ley en materia penal sola- anterior encuentra su explicación en todos los argum.ent~~ que sustentan al
mente abarca el campo de la determinación.de conductas punibles y el incipio de la división de poderes que nuestra Const1tuc1on acoge, y en los
del establecimiento de sus respectivas consecuencias jurídicas, ya que
~~versos que indican que la determinación qe.las ~onductas merecedoras de una
ena, debe ser responsabilidad del Poder Leg1slat1vo, como un acto en el que se
fuera de esos dos temas la ley puede remitir al reglamento otras cues- p anifiesta la voluntad mayoritaria del pueblo, y que tales conductas deben tener
tiones que también tienen que ver con la materia penal. Así por ejem- m
la publicidad necesaria para que el ciudadano c?mo destmatano · · de 1a ~o.rma
nal conociendo los hechos punibles, pueda onentar su conducta. Publicidad
plo, los reglamentos -siempre prevía remisión de la ley- pueden ~~en~ se genera en una disposición d~ carácter adm!nist:~tiv.o, ~om? la que nos
regular lo relativo a la organización interna de los establecimientos ocupa, por más que se encuentre autonzada en I~ leg1slac1~n ordm~na. En suma,
penitenciarios o al funcionamiento concreto de los centros correcciona- considerar que tal sustancia sí se encuentra prevista en el c1ta~o articulo. 245, por
les de menores. 'rtud de los listados de mérito y, que por ende puede ser objeto matenal de los
~~litos contra la salud, es una flagrante violación al principio nullum crimen
nulla poena sine lege, que, consagra el artículo 14, párrafo te:cero, de la Cons-
Una tesis jurisprudencia! que aplica en parte lo que se acaba de titución Federal. Novena Epoca, Instancia: Tribunales Colegiados de. C1rcmto,
exponer es la siguiente: Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, t. VIII, Noviembre de
1998, Tesis: I.1 º, p.48, P, p. 575.
SALUD, DELITO CONTRA LA. NARCÓTICOS, SU CARÁCTER SE ESTA-
BLECE ÚNICAMENTE A TRAVÉS DEL PROCESO LEGISLATIVO. El Ya apuntábamos que el principio de legalidad en materia ~enal tiene
hecho de que la sustancia denominada fenilpropanolamina haya sido considera-
da por la autoridad sanitaria como psicotrópico del grupo III del artículo 245 de
como una de sus consecuencias a la reserva de ley (que los tipos pena-
la Ley General de Salud, en los listados publicados en el Diario Oficial de la les y las consecuencias jurídicas de las ~on.d~ctas por e.llos descritas
Federación en fechas veinticuatro de octubre de mil novecientos noventa y cua- estén establecidos en una ley); pero el prmcip10 de legalidad penal no
tro y veintiséis de julio de mil novecientos noventa y cinco, de acuerdo a lo con-
templado en el numeral 246 de la ley en cita, no es suficiente para determinar
se agota con la reserva, sino que se manifiesta en las demás cue~;iones
que aquéllos constituyen una reforma, adición o modificación del precepto 245 que pasamos a examinar, las cuales pueden desprenderse tambien del
referido, pues lo más que se podría concluir es que de conformidad con el segun- párrafo tercero del artículo 14 constitucional.
do numeral, la Secretaría de Salud, consideró tal sustancia, para los efectos de
esa ley como psicotrópico, pero no por ello suponer que dicha sustancia se
encuentre prevista en el citado artículo 245 y que es determinada por la ley, por-
que no es el legislador el que la introduce, sino la Secretaría de Salud la que la 3. Taxatividad
considera. Sostener lo contrario, implicaría que el Congreso de la Unión le
hubiere otorgado facultades para legislar a una autoridad sanitaria que pertene- El artículo 14 párrafo tercero de la Constitución señala que para que
ce al Ejecutivo, lo cual resulta contrario a derecho; por tanto, es incorrecto afir-
mar que la fenilpropanolamina es una sustancia considerada como psicotrópico se pueda aplicar una sanción penal debe existir una ley "exa~tam~n:~"
por úna ley exactamente aplicable al caso de que se trata (Ley General de Salud), aplicable a la conducta de que se trate. A partir de esa disposici~n
de conformidad a lo estatuido en el numeral 193 del Código Penal Federal en sus podemos extraer un elemento "cualitativo" de la ley penal que vendna
dos primeros párrafos, que precisa cuáles son las sustancias que deben ser con-
sideradas como narcóticos (objeto material) en los delitos contra la salud. Lo exigido por la Constitución; en efecto, para que u~a ley ~ea "~xacta,~
mente" aplicable a una cierta conducta debe tener ciertas 1cualidades
lingüísticas, pues es seguro que no toda descripción lingüística tendrí~
el propio Poder Legislativo otorgue competencia reguladora al Ejecutivo en aquellas
áreas que la Constitución ha querido que sean reservadas a la "efectiva" regulación
la posibilidad de ser aplicada con exactitud a la cond.ucta huma~a. Asi,
legislativa, cfr. Guastini, Riccardo, Le fonti del diritto e l'interpretazione, Milán, por ejemplo, consideremos un enunciado normativo que dijera lo
Giuffré, 1993, p. 115. En Italia, sin embargo, tanto la doctrina como la Corte constitu- siguiente: "Se impondrán de cinco a siete años de prisión a la persona
cional han distinguido entre reservas "absolutas" y reservas "relativas" para describir que se comporte de manera dañina respecto a otras personas o que
la imposibilidad total o parcial de actuación de normas infralegales en algunas mate-
rias; Guastini, op. cit., p. 117. Véase también, Guastini, Riccardo, "Legge (riserva di)", altere el bienestar general de la sociedad"; con esa descripción, ¿cómo
Digesto, 4a. ed., v. IX, Turín, 1994. podría el juez realizar una "exacta" aplicación si los supuestos norma-
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MIGUEL CARBONELL NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL. .. 39
tivos están claramente indeterminados, son vagos y polisémicos? Por
lo tanto, lo que nos está diciendo el párrafo tercero del artículo 14 es Las propiedades o características esenciales que debe contener una
que l~s n?rma~ penales deben contar con ciertos elementos que nos
ley para cumplir con el principio de taxatividad penal son parecidas, en
permitan identificar claramente su campo de aplicación. A este deber parte, a las que derivan del principio de res~rva de ley, aunque van más
~e pre~i~ión ,~ claridad de las normas se le conoce como el principio de allá: dichas características se pueden resumir en el concepto de elemen-
taxattvidad en materia penal. tos constitutivos del delito, es decir, en la acción (que debe ser exterior
y empíricamente visible), en su efecto o resultado (que ?~be consi~tir
La taxatividad de la ley penal consiste en que los textos que conten- en un daño tangible) y en la culpabilidad (que debe permitir la adscrip-
ción causal de la acción a la persona que la lleva a cabo). 9
ga~ normas sancionadora~ describan claramente las conductas que
estan re.guiando y las sanciones penales que se pueden aplicar a quien
las r~ahcen. La taxatividad es una especie del genérico principio de De acuerdo con lo anterior, violarían el principio de taxatividad penal
l~gahdad en materia penal y tiene por objeto preservar la certeza jurí- todas las disposiciones legislativas que sancionaran penal o administra-
d~c~ (que a su vez es una especie de la seguridad jurídica) y la impar- tivamente una conducta vagamente descrita o aquellas que dispusieran
ci~h~a~ en la aplicación de la ley penal.7 Luigi Ferrajoli describe el de consecuencias jurídicas también indeterminadas.
prmci~io de tax~tividad penal (que también se puede llamar "principio
de estricta legalidad") con las siguientes palabras: 8 El principio de taxatividad ha sido reconocido por distintos tribu-
nales nacionales e internacionales. Así por ejemplo, el Tribunal Cons-
Este principio [ ... ] puede ser caracterizado ahora como una regla semántica titucional español ha sostenido que: "La norma punitiva aplicable ha de
metafegal de formación de la lengua legal que prescribe al legislador penal: a) que permitir predecir con suficiente grado de certeza las conductas que
los teri:r;inos usad?s por la ley para designar las figuras de delito sean dotados de
extens10n determinada, por donde sea posible su uso como predicados "verda- constituyen infracciones y el tipo y el grado de sanción del que puede
deros de l~s" he~?os empíricos por ellos denotados; b) que con tal fin sea con- hacerse merecedor quien la cometa"; el Tribunal Europeo de Derechos
notada su m.tencion con palabras no vagas ni valorativas, sino lo más claras y Humanos considera que: "Una norma no puede ser considerada 'ley' a
prec~sa? posible; c) que, en fin, sean excluidas de la lengua legal las antinomias
sei;ianti.cas o cuando menos que sean predispuestas normas para su solución. De menos que esté formulada con suficiente precisión para permitir al ciu-
ahi se sigue, conforme a esta regla, que las figuras abstractas de delito deben ser dadano regular su conducta: debe ser capaz -con asesoramiento jurí-
connotadas por la ley mediante propiedades o características esenciales idóneas dico, si es necesario- de prever, en un grado razonable dadas las
para determinar su campo de denotación (o de aplicación) de manera exhausti-
va, de for?1~ que los hechos concretos que entran allí sean denotados por ellas
circunstancias, las consecuencias que pueden derivarse de una determi-
en proposiciones verdaderas, y de manera exclusiva, de modo que tales hechos nada acción". La Corte Suprema de Estados Unidos ha hecho valer la
no ~ean denotados también en proposiciones contradictorias por otras figuras de doctrina de la "nulidad por vaguedad" para asegurar un estándar míni-
dehto connotadas por normas concurrentes.
mo de calidad en la legislación penal, considerando que una norma
vaga es contraria a la Constitución estadounidense; una norma es vaga
según el criterio de la Corte cuando "hombres de inteligencia común
Fe:reres Co~ell.a, Víctor'. El principio de taxatividad en materia penal y el valor
7
deben necesariamente aventurar cuál es su significado y discrepar acer-
normativo de fa junspr.~dencw (Una perspectiva jurisprudencia!), Madrid, Civitas, ca de su aplicación". 10
~002, ~; 21. Vease tambien Moreso, José Juan, "Principio de legalidad y causas de jus-
tificacion (Sobre el alcance ?e la taxativi?ad)"; Doxa, núm. 24, Alicante, 200 l, pp. 525
~ s~., en dond~ se plant~a la interesante discusión sobre la distinta forma en que la taxa-
tividad se aplica a los tipos penales y a las causas de justificación de ciertas conductas
penalmente relevantes. 9 ldem.
8
Derecho Y razón. Teoría del garantismo penal, 6" ed., Madrid, Trotta, 2004, p. 12 ¡. 10 Los pronunciamientos citados se encuentran recogidos en Ferreres Camella, op.
cit., pp. 22-25.
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La idea de que las leyes en general y las leyes penales en particular GARANTÍA DE EXACTA APLICAéJÓN DE LA LEY PENAL. EL AR-
de_ben ser claras y precisas no es nueva; estaba ya presente en el pensa- TÍCULO 124 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL
DISTRITO FEDERAL NO LA VIOLA. El artículo 124 del Código de Proce-
miento. de la Ilu~tr_ación, que con tanto énfasis intentó racionalizar y dimientos Penales para el Distrito Federal, al prever la posibilidad de que el Juez
secul~nzar al maximo el poder punitivo del Estado. ll Hobbes, Mon- en el proceso emplee los medios de prueba que estime convenientes, según su
tesqmeu, Rousseau, Beccaria y muchos otros pensadores coincidieron criterio, para acreditar los elementos del tipo y la presunta o plena responsabili-
dad de una persona, no es violatorio de la garantía de exacta aplicación de la ley
en la necesidad de que las leyes fueran breves, claras y sencillas al en materia penal que establece el tercer párrafo del artículo 14 de Ja Constitución
alcance del entendimiento promedio de cualquier persona. 12 Era un~ de Federal, pues, por tratarse de una disposición de carácter procesal o adjetivo,
~a:s muchas formas por medio de las cuales el pensamiento ilustrado ajena a aspectos relacionados propiamente con la integración de la norma puni-
tiva -descripción típica y previsión de la pena-, así como respecto a la forma
mtentaba disminuir las posibilidades de una aplicación arbitraria del
0 manera en que han de aplicarse las penas, no puede contravenir los principios
Derecho Penal. En concreto Beccaria considera que la oscuridad de las nullum crimen sine Jege y nulla poena sine lege en que descansa dicha garantía,
leyes es un mal, que se hace mayor: además de que tampoco faculta o autoriza al juzgador a impon~r penas media.n-
te una aplicación analógica o por mayoría de razón. Novena Epoca, Instancia:
[ ... ]cuando las leyes es.tén escritas en una lengua extraña para el pueblo, que lo Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, t. IX, Junio de
Pº?gª. e? la ,d~pendencia de algunos pocos, no pudiendo juzgar por sí mismo 1999, Tesis: P. XLVIII/99, p. 10.
cual. sera ~l e~1to de su libertad o de sus miembros en una lengua que forma de
un hbro pubhco y solemne uno casi privado y doméstico. 13 EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY EN MATERIA PENAL, GARANTÍA
DE. SU CONTENIDO Y ALCANCE ABARCA TAMBIÉN A LA LEY MIS-
MA. La interpretación del tercer párrafo del artículo 14 constitucional, que prevé
L~ jurisprudencia mexicana sobre el principio de taxatividad ha sido
como garantía la exacta aplicación de la ley en materia penal, no se circunscri-
ambivalente; en las tesis que se reproducen a continuación el lector be a los meros actos de aplicación, sino que abarca también a la propia ley que
podrá observar que, por una parte, se asume una posición restrictiva al se aplica, Ja que debe estar redactada de tal forma, que los términos mediante los
no extender la taxatividad al ámbito probatorio, pero se reconoce ade- cuales especifique Jos elementos respectivos sean claros, precisos y exactos. La
autoridad legislativa no puede sustraerse al deber de consignar en las leyes pena-
cuadamente que, a pesar de la literalidad del párrafo tercero del artícu- les que expida, expresiones y conceptos claros, precisos y exactos, al prever las
lo .1 ~ (que se refiere a la "aplicación" de la ley "en los juicios del orden penas y describir las conductas que señalen como típicas, incluyendo todos sus
cn1:11mal"), la taxa:ividad se impone no solamente en el momento apli- elementos, características, condiciones, términos y plazos, cuando ello sea nece-
sario para evitar confusiones en su aplicación o demérito en la defensa del pro-
cat~vo de la ley smo frente a la ley misma, de manera que obliga al cesado. Por tanto, Ja ley que carezca de tales requisitos de certeza, resulta
l~~islador. a observar ese principio en el momento de crear la legisla- violatoria de Ja garantía indicada p:evista en el artículo 14 de la Constitución
.c10n sanc10nadora. Las tesis más relevantes sobre el tema que nos General de Ja República. Novena Epoca, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario
ocupa son las siguientes: Judicial de la Federación y su Gaceta, t. I, Mayo de 1995, Tesis: P. IX/95, p. 82.

11 C - 1a L~Is
. P:1eto,
· , del principio de taxatividad penetran en el
Con base el criterio que se acaba de transcribir, se ha deducido la
orno se?,a a traves
Der~cho Penal el rac1onahsn;io y la secularización: los tribunales humanos sólo pue-
inconstitucionalidad de algún tipo penal según el criterio recogido en
de.n Juzgar los hechos suscept1bl~s de verificación empírica; el juicio sobre los pensa- la tesis jurisprudencial siguiente:
~I~nt~~, sobre los rasgos del caracter, sobre las meras tendencias, pertenece al tribunal
div1 ~0 , La.(ilosofí~penal de la Ilustración, México, INACIPE, 2003, p. 43.
1, Las c1~as pertmentes de sus obras se encuentran en Ferrajoli, Luigi, Derecho y Falsedad de declaración rendida ante autoridad distinta de la judicial. El artícu-
lo 247, fracción!, del Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero
razon, op. cit., pp. 179-180. Sobre el tema puede verse también el clásico ensayo de Común y para toda Ja República en Materia de Fuero Federal, publicado en el
Bent~am, Jer~".1,Y• Nomograf!a o el ar~e de redactar las leyes (1843), Madrid, CEPC, Diario Oficial de la Federación el diez de enero de mil novecientos noventa y
~004, es~a ed1c1on va pr~ced~'da de un importante estudio de Virgilio Zapatero, titulado cuatro, que establece la sanción aplicable a dicho delito, viola la garantía de
El arte 1lus.trado de legislar , donde se pueden ver más citas de pensadores ilustrados exacta aplicación de Ja ley penal. El Pleno de la Suprema Corte de Justic~a de la
sobre los mismos asuntos. Nación estableció en la tesis P. IX/95, de rubro: "EXACTA APLICACION DE
13 LA LEY EN MATERIA PENAL, GARANTÍA DE. SU CONTENIDO Y AL-
De los Delitos y de las Penas, op. cit., p. 38.
42 NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL... 43
MIGUEL CARBONELL

CAN CE ABARCA TAMBIÉN A LA LEY MISMA" . embargo, de un análisis integral de la Constitución Política de los Estados Uni-
.Judicial de la Federación y su G I , publicada en el Semanario dos Mexicanos, se llega a la conclusión de que ninguno de los artículos que la
da garantía, prevista en el artícul:~~ a, ,t. ,fimayo de 1995, 82, que la menciona-
1
componen establece, como requisito para el législador ordinario, el que en cada
de los Estados Unidos M . , parra o tercero, de la Constitución Política
uno de los ordenamientos secundarios -considerando también a los de la mate-
cación, sino que abarca ta~~~:~º:ian~ se ~rcunscribe a los meros ac_tos de apli- ria penal- defina los vocablos o locuciones ahí utilizados. Lo anterior es así,
para su cabal l' · ~;Y que el mandato const1tuc1onal exige
los términos ~~:J:~n1m1ento, que tamb1.en la ley sea concebida en forma tal qu~
porque las leyes no son diccionarios y la exigencia de un requisito así; tornaría
pena sean claros te !os
cuales espec1f1que los ~lementos respectivos, delito y
imposible la función legislativa, pues la redacción de las leyes en general se tra-
duciría en una labor interminable y nada práctica, teniendo como consecuencia
o de~érito en Ja <l~I=~~~º~er ;;;~:~:d~ ~~de e~.itar confusión en .su aplicación que no se cumpliera, de manera oportuna, con la finalidad que se persigue con
~e2~'it~~~e g~~i~~e ~~:i~ndi:p~~=~l~l a;tícu;;;~4~~ir:~c~i;r~~~~ id~;~ ~~n~~;:
1
dicha función. De ahí, que resulte incorrecto y por tanto, inoperante, el argumen-
to que afirme que una norma se aparta del texto de la Ley Fundamental, porque
pública distinta de lajudiciaten . .ª~ ~e mterro~ado por alguna autoridad no defina los vocablos o locuciones ahí utilizados, pues la contravención a ésta
faltare a la verdad será de dos a ~Je~rc1:_10 e su~~u.~c10nes o con motivo de ellas se debe basar en aspectos objetivos que generalmente son los principios consa-
cientos días de , 1 . s anos, en a 1c1on a una multa de cien a tres-
grados en ella, ya sea prohibiendo una determinada acción de la autoridad en
porque al estab~~e~ª~::~ªs~~~i~~ntíf cons~itucio~a! de refe:encia. Ello es así, contra de los particulares gobernados u ordenando la forma en que deben con-
~=isd:~l~~~ci~ln l:e7~~: ante auto~id,~d ap~~~c~c~~s::~;~ad~ol~sJ~t~~ti:l~~.J~l~eodsa~ ducirse en su función de gobierno. Además, del análisis de lo dispuesto por los
artículos 94, párrafo séptimo y 72, inciso f), de la Carta Magna, se advierte el
delito de ¿ue se ~rata ~;e~~d~r~:1sot.ddeb1dbamentel la c_ons:~uencia jurídica del reconocimiento, por parte de nuestro sistema jurídico, de la necesidad de que
.. d ' cer 1 um re en a aphcac1on de Ja pe
m1t1en o la actuación arbitraria de la autoridad en d d . na y per- existan métodos de interpretación jurídica que, con motivo de las imprecisiones
otras autoridades, quienes con base e . . carga a e. imponerla, o de y oscuridades que puedan afectar a las disposiciones legales, establezcan su sen-.
por el artículo 14 constitu . ~I n interpretaciones contrarias a lo dispuesto tido y alcance, pero no condiciona su validez al hecho de que sean claras en los
d
Además el mero establecim~~n~~ supone,n .que se trat~ de la pe~a de prisión. términos que emplean. Clave: la., núm.: LXXXVII/2002. Amparo directo en
lleva indefectible . e un mm1mo y un max1mo de tiempo no con-
revisión 258/2002. Gerardo Pérez Labariega. 11 de septiembre de 2002. Cinco
que ~o es ésta el~~nte, a co;.s1derar .que la pena respectiva sea la de prisión, ya
votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretaria: Rosalba Rodríguez
imponer por un tiem I~o d~~~r:· sanc1onat?no que la autoridad judicial puede
contenido en el artíctio 24 del ~~~~~d~e~~~· se ~dv1~rte del c_atálogo de penas
Míreles.
nes que pueden a licarse . igo :na, que senala otras sancio-
libertad, s~miliberfad trab~~r ae~ men~10~ado penado, a saber: tratamiento en Del principio de taxatividad penal no puede desprenderse la canti-
ción de ir j 1 , . avor e a comunidad, confinamiento prohibi- dad de penalización que un ordenamiento puede imponer a ciertas con-
pensión d:\~n u.gar determinado, suspensión de derechos, inhabilitación o sus-
unc1ones o empleos y vigilancia de 1 t .d d , ductas ni tampoco el número de conductas que pueden caer bajo la
Semanario Judicial de la ved ., ª au on a · Tesis aislada.
N , r, eracwn y su Gaceta t XIII J · d 2 consideración de las leyes penales; lo que sí asegura la taxatividad es
avena Epoca, Primera Sala. Tesis 1ª XLV/2001. p. ZJS. .,
umo e 001.
que toda regulación penal tenga cierta calidad, de forma que sea clara
y pueda ser comprendida por sus destinatarios. La taxatividad, como lo
d fiPe~o. ,la djurisprudencia también ha sostenido que la simple falta de indica Ferreres, "no serefiere a la 'cantidad' de libertad, sino a su 'cali-
e micwn
dad de 1e algunos
. conceptos no pue de acarrear la inconstitucionali- dad': garantiza que la libertad individual se pueda desplegar dentro de
una ey, aunque se trata de una tesis que, al menos en a ariencia
no s~ refiere en concreto a la materia penal, es obvio que su !tllizació~
fronteras seguras'' .14 Para regular la "cantidad" de conductas que se
pueden "criminalizar" y la "cantidad" de sanción que se puede impo-
en. a ?~nos casos .p~e~e ir en contra del potencial controlador ue el ner a quienes las realicen se utiliza el criterio de proporcionalidad.
prmc1_r10 de taxatlVIdad tiene sobre la actividad del legislador 1q t . Tomando en conjunto la taxatividad y la proporcionalidad podemos
menc10nada es la siguiente: ' a es1s
contar con estándares pertinentes para ir construyendo una legalidad
penal constitucionalmente adecuada desde el punto de vista cualitativo
r¿Jf~g}u~~~E~ri~~~~~A0~c~~~ ~u{ggug¡g~~~~eÍEu~~ y cuantitativo.
claridad d~ las le es constit ADOR ~UEDA. INCURRIR. Es cierto que la
para evitar o dis~nuir su v:;:e~~~ ~~~~ 1.~1~edrat1vosfi a~~emiantes y necesarios 14 Ferreres Camella, op. cit., p. 45.
' igue ª , con us1on y contradicción; sin
44
MIGUEL CARBONELL NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL ... 45
4. Prohibición de analogía
desfavorable para el reo. En sentido contrario, la analogía puede .per-
fectamente admitirse en la interpretación de las excusas absolutorias o
El pá~afo tercero del artículo 14 constitucional, cuyo texto ya se ha
en cualquier aspecto que beneficie al acusado. 16
transcrito, establece que no podrán imponerse, en los juicios del orden
penal, penas por simple analogía o por mayoría de razón. Se trata de un
Riccardo Guastini nos explica que desde el punto de vista jurídico la
m~n~at.o constitucional que sirve para reforzar el significado de los
aplicación analógica es "la aplicació~ de una no~a a un sup~esto,,~~
prmc1p10s de reserva de ley y de taxatividad en materia penal. Es decir
hecho no previsto por ella, pero seme;ante al previsto por la mISma .
lo que nos i.ndica el artículo 14 es que el juzgador en materia penal n~
Lo que está prohibiendo el mandato constitucional es justamente la
puede ,acudir ~ métodos hermenéuticos como la analogía y la mayoría
aplicación por el juez de normas que no están expresamente pre~istas
de razon para imponer una sanción penal y, en consecuencia, debe ate-
en la ley como constitutivas de delito y que por tanto no son sanc10na-
nerse a lo que pueda resolver utilizando otros métodos interpretativos
bles desde el punto de vista penal. Podríamos decir que la semejanza
en los que se observe la reserva de ley (en el sentido de mandato cons-
no puede ser tenida en cuenta en materia pe~al, sino que ?ºr la i;n~or­
titucional por el que se excluyen del ámbito penal fuentes normativas
tancia de los bienes jurídicos que están en Juego se reqmere practica-
distin~as a la ley) y la taxatividad (en el sentido de que las disposiciones mente la identidad entre la conducta a sancionar y la descripción típica
que sirvan de base para imponer una sanción penal deban ser claras
contenida en la ley.
conc:etas y específicamente aplicables a la conducta que se pretend~
sanc10nar).
El argumento de la mayoría de razón, también llamado argumento a
fortiori, es muy parecido al argu~ento, analógico?'. de he~ho, podría-
. ~ob:e la prohibición de la analogía en el Derecho Penal, Luigi Ferra-
mos decir que es una sub-especie de. este. Guastim describe el argu-
Joh opma que es un corolario del principio de (estricta) legalidad. Este
autor manifiesta que: mento de la mayoría de razón con las siguientes palabras:
El argumento afortiori se presenta, grosso modo, en esta forma: la disposición
En la medida en que sea posible afirmar de las figuras de calificación penal defi- o ("si Fl, entonces G") conecta la consecuencia jurídica G ~I supue~to de hecho
nidas por las leyes, gracias a su conformidad con el principio de legalidad, que p ¡; pero el supuesto de hecho F2 merece, con mayor razo!1, la misma ~onse­
son v.erdaderas o falsas r~specto a l~s. hechos que se examinan, es obvio que no cuencia jurídica; así pues, la disposición D debe ser entendida en el sen!ldo de
hay s1t10 para ~1. i;azonam1en~o ~n~log1co. ~ la inversa, el uso por parte de la ley, que la consecuencia G debe aplicarse también al supuesto de hecho F2. 18
con contrapos1c10n con el pnnc1p10 de estncta legalidad, de fórmulas elásticas
c~rentes de denotación determinada permite la que se ha llamado 'analogía anti-
0
cipada'.15 Lo importante para nuestro tema es destacar que, de nuevo, en el uso
del argumento de mayoría de razón el intérprete no utiliza una norma
La última observación de esta cita de Ferrajoli es muy importante que haya sido expresamente puesta por el legislador, ~i,no que ~a dedu-
porque señala que la prohibición de analogía, siendo coherente con el ce de la existencia de "mayores razones". Esa deducc10n creativa es lo
mandato de taxatividad de la lt;y penal, debería ser oponible también al
legislador.
16 Jdem, p. 382. Ferrajoli apunta que: "La analogía está en efecto ~~cluida si es in
malam partem, mientras que se la admite in bonam parte~1, al estar d1.ng.1?a s~ pro~1-
~l propio Ferrajoli nos recuerda que la prohibición de analogía se bición con arreglo al criterio general del favor rei, a 1mpedJr no la restncc10n, sino. s~lo
la ext~nsión por obra de la discrecionalidad judicial de la esfera legal de la pumb11I-
aplica solamente para la analogía in malam partem, es decir, la que es dad". .
17 Guastini, Riccardo, Estudios sobre la interpretación jurídica, 6ª ed., México,
15 UNAM/Porrúa, 2004, p. 93.
Derecho y razón, op. cit., p. 382.
13 Guastini, Riccardo, op. cit., p. 38.
46 MIGUEL CARBONELL NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL... 47

que prohíbe el artículo 14 constitucional. Lo que el juez penal debe gunta a resolver sería la siguiente: ¿se puede aplicar dicho principio al
hacer es aplicar solamente las normas que el legislador haya expresa- control de constitucionalidad de las leyes penales? y, en caso afirmati-
mente considerado como descriptivas de conductas típicas y aquellas vo, ¿bajo qué requisitos y con qué consecuencias? Vamos a realizar
otras que contengan las sanciones correspondientes para quien realice
esa conducta. delimitado por el respeto a los derechos fundamentales explícitamente otorgados por la
Constitución, al prohibir al legislador que en el desarrollo general de su labor incurra
en discriminación por una serie de motivos enumerados (origen étnico o nacional,
género, edad, capacidades diferentes, condición social, condiciones de salud, religión,
5. Proporcionalidad y legislación penal opiniones, preferencias, estado civil) o en cualquier otro que atente contra la dignidad
humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las perso-
nas. La intención constitucional es, por lo tanto, extender las garantías implícitas en el
Las nociones que acabamos de estudiar (reserva de ley, taxatividad y principio de igualdad al ámbito de las acciones legislativas que tienen un impacto sig-
prohibición de analogía) son más o menos conocidas y se han emplea- nificativo en la libertad y Ja dignidad de las personas, así como al de aquellas que se
do de alguna manera por la jurisprudencia de nuestros tribunales, sobre articulan en torno al uso de una serie de criterios clasificatorios mencionados en el refe-
todo en los años más recientes. Hay, sin embargo, un concepto que rido tercer párrafo, sin que ello implique que al legislador le esté vedado absolutamen-
te el uso de dichas categorías en el desarrollo de su labor normativa, sino que debe ser
todavía no ha sido utilizado, hasta donde tengo noticia, por los jueces especialmente cuidadoso al hacerlo. En esos casos, el Juez constitucional deberá some-
mexicanos pero que puede ser muy interesante para hacer más exigen- ter la labor del legislador a un escrutinio especialmente cuidadoso desde el punto de
te Y rigurosa la intervención de la ley penal en el ámbito de las liberta- vista del respeto a la garantía de igualdad. Clave: 1a., núm. CXXX!II/2004. Amparo
directo en revisión 988/2004. 29 de septiembre de 2004. Unanimidad de cuatro votos.
des personales. Me refiero al principio de proporcionalidad como Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Míreles.
límite de actuación del legislador ordinario en materia penal. 19 La pre- IGUALDAD. CRITERIOS PARA DETERMINAR SI EL LEGISLADOR RESPE-
TA ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL. La igualdad en nuestro texto constitucio-
nal constituye un principio complejo que no sólo otorga a las personas la garantía de
19
. . ~unque sí exi~tetf algunas tesis jurisprudenciales referidas a la aplicación del que serán iguales ante Ja ley (en su condición de destinatarios de las normas y de usua-
pnnc1p10 de proporc10nalidad en el campo del derecho a Ja no discriminación· se trata rios del sistema de administración de justicia), sino también en la ley (en relación con
de los siguientes criterios: IGUALDAD. CASOS EN LOS QUE EL JUEZ, CONS- su contenido). El principio de igualdad debe entenderse como la exigencia constitu-
TITUCIONAL DEBE HACER UN ESCRUTINIO ESTRICTO DE LAS CLASIFI- cional de tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales, de ahí que en algunas
CACIONES L~GISLA!IYAS (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO lo. DE LA ocasiones hacer distinciones estará vedado, mientras que en otras estará permitido o,
CONST!TUCIC?~ POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS). La igual- incluso, constitucionalmente exigido. En ese tenor, cuando la Suprema Corte de Jus-
dad .es un prmc1p10 y un derecho de carácter fundamentalmente adjetivo que se predi- ticia de la Nación conoce de un caso en el cual la ley distingue entre dos o varios
ca siempre de algo, y este referente es relevante al momento de realizar el control de hechos, sucesos, personas o colectivos, debe analizar si dicha distinción descansa .en
~ons.titucional~dad de las leye~, porq~e la Norma Fundamental permite que en algunos una base objetiva y razonable o si, por el contrario, constituye una discriminación cons-
amb1tos el leg1slador tenga mas amplitud para desarrollar su labor normativa, mientras titucionalmente vedada. Para ello es necesario determinar, en primer lugar, si la distin-
que en otros el Juez debe ser más exigente a la hora de determinar si aquél ha respeta- ción legislativa obedece a una finalidad objetiva y constitucionalmente válida: el
do las exigencias del principio de igualdad. El artículo 1o. de la Constitución Federal legislador no puede introducir tratos desiguales de manera arbitraria, sino que debe
establece varios casos en los que procede dicho escrutinio estricto. Así, su primer párra- hacerlo con el fin de avanzar en la consecución de objetivos admisibles dentro de los
fo proclama qu~ to?o individuo debe gozar de las garantías que ella otorga, las cuales límites marcados por las previsiones constitucionales, o expresamente incluidos en
no pueden restrmg1rse ni suspenderse sino en los casos y con las condiciones que la ellas. En segundo Jugar, es necesario examinar la racionalidad o adecuación de la dis-
misma establece, lo que evidencia la voluntad constitucional de asegurar en los más tinción hecha por el legislador: es necesario que la introducción de una distinción cons-
amplios términos el goce de los derechos fundamentales, y de que las limitaciones a tituya un medio apto para conducir al fin u objetivo que el legislador quiere alcanzar,
ellos sea.n co~cebidas restrictivamente, de conformidad con el carácter excepcional que es decir, que exista una relación de instrumentalidad entre la medida clasificatoria y el
la Constituc1on les atribuye. Por ello, siempre que la acción clasificadora del legislador fin pretendido. En tercer lugar, debe cumplirse con el requisito de la proporcionalidad:
mc1da en los derechos fundamentales garantizados constitucionalmente, será necesario el legislador no puede tratar de alcanzar objetivos constitucionalmente legítimos de un
aplic~r con e~pecial intensidad las exigencias derivadas del principio de igualdad y no modo abiertamente desproporciona!, de manera que el juzgador debe determinar si la
d1scnmmac1on. Por su parte, el párrafo tercero del citado precepto constitucional mues- distinción legislativa se encuentra dentro del abanico de tratamientos que pueden con-
tra la voluntad de extender la garantía de igualdad a ámbitos que trascienden el campo siderarse proporcionales, habida cuenta de la situación de hecho, Ja finalidad de la ley
48
MIGUEL CARBONELL NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL... 49

algunas breves observaciones sobre esta cuestión, en la que sin duda 1 d cho de libertad según el cual toda persona puede hacer. lo
hará falta profundizar en el futuro. 20 sobre e e;~ ohibido por el ordenamiento jurídico. La proporc1.o-
qu~ no es e pr l' 'te a la "cantid21.d" de prohibiciones que el leg1s-
ahdad supone un 1m1 l' ., " e
Recordemos de forma sumaria que el principio de proporcionalidad nd uede establecer, así como a la cantidad de "pena 1zac1on q~e s
exige que cualquier determinación de una autoridad que restrinja los la or p . na conducta penalmente regulada. Es decir, la
derechos fundamentales es aceptable en caso de que no vulnere el con- puede d~terml1'1dnaadr penaramuateria penal vendría dada por el monto de la
roporc10na · l' ·' d X Y
tenido esencial del Derecho de que se trate y siempre que sea propor- . , que e1 1eg1s
psancrnn . 1ador decide imponer para la rea 1zac10n e o
cional. Para que se verifique la proporcionalidad es necesario que se conducta.
observen los subprincipios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad
en sentido estricto; es decir, existirá proporcionalidad cuando: a) la . l'1 exp l'ca
FerraJo 1 el principio de proporcionalidad con las siguientes
regulación o limitación de un derecho fundamental sea adecuada para palabras: 22

la obtención de un fin constitucionalmente legítimo; b) la medida adop-


. d ¡· ista ninguna relación natural no exclu-
tada sea la más benigna posible respecto del derecho en cuestión, de EI hecho de que entre pena y e Jto n~I: undo en alguna medida. Al contrario,
entre todas las que revistan la misma idoneidad para alcanzar el fin pro- ye que la primera de?a ser adecua~a 1 1e al del nexo retributivo que liga la
precisamente el caracter convenc\on~ y ió~ de la calidad y la cantidad de una
puesto; y e) las ventajas que se obtengan con la restricción deben com- f
sanción al ilícito pe~al exige que .e ecc relación con la naturaleza y la gra-
pensar los posibles sacrificios del Derecho para su titular y para la se realice por el legi~la~o~ Y por e J~~~o~~lidad expresado en Ja antigua máxi-
sociedad en general. 21 vedad del otro. El prmczpw d~ ~r~J?~ es en suma un corolario de los principios
ma poena debet com~1en~u:ard1 e zc t
de legalidad y de retnbut1v1da , que iene e
n éstos su fundamento lógico y axio-
¿Cómo se aplica lo anterior a las leyes en materia penal? La refle- lógico.
xión sobre este tema debe partir del hecho de que cualquier ley penaL
supone una intervención en los derechos fqndamentales, concretamente .
El m1smo FerraJ'oli admite que la literatura existente sobre el princi-
.. · t t " 23
. de proporc10na
prn . . l'1d ad de las penas "es casi mex1s en e .

y los bienes y derechos constitucionales afectados por ella; la persecución de un obje- ., que debe existir entre los delitos y las penas había
.~:~:~~';. por Beccaria, quien s7ña!aba de e~;• i::i:::;c~~i~
tivo constitucional no puede hacerse a costa de una afectación innecesaria o desmedida
de otros bienes y derechos constitucior.almente protegidos. Por último, es de gran im- sid:a
portancia determinar en cada caso respecto de qué se está predicando con la igualdad, debe "haber una proporción entre los delitos .Y las~, . .
porque esta última constituye un principio y un derecho de carácter fundamentalmente dad surge, para el autor, de la siguiente cons1derac10n.
adjetivo que se predica siempre de algo, y este referente es relevante al momento de
realizar el control de constitucionalidad de las leyes, porque la Norma Fundamental 1 motores de los entes sensibles, si entre los moti-
permite que en algunos ámbitos el legislador tenga más amplitud para desarrollar su Si el placer y el dolor son b os 1 más sublimes operaciones, fueron desti-
labor normativa, mientras que en otros insta al Juez a ser especialmente exigente cuan- vos que impelen a los hom res aun a as. 1 ena de la no exacta distribución
do deba determinar si el legislador ha respetado las exigencias derivadas del principio nados por el invisible legislador~~ pr.e,m1Ct~n~CÍP me~os observada, cuanto más
mencionado. Clave: la., Núm.: CXXX!l/2004. Amparo directo en revisión 988/2004. de éstas nacerá aquella ~ontral icc~o~tos de que hayan sido causa. Si se desti-
29 de septiembre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío común) que ~as ptn~s c~s~1-~ue~u~sof=~den desigualmente la sociedad, los hom-
Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles. na una pena igua ,ª os e 1 obs fuerte para cometer el mayor, cuando hallen
20 bres no encontraran un estor o muy
Una excelente aproximación al tema puede verse en Lopera Mesa, Gloria P., . 24
en él unida mayor ventaja.
"Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales", Jueces
para la democracia, Madrid, núm. 53, 2005, pp. 39-53.
21
Berna! Pulido, Carlos, El principio de proporcionalidad y los derechos funda- 22 Ferrajoli, op. cit., pp. 397-398.
mentales, Madrid, CEPC, 2003, pp. 35-36; Lopera Mesa, "Principio de proporcionali- 23 Derecho y razón, op. cit., p. 399. 41 42
dad y control constitucional de las leyes penales", op. cit., p. 40. 24 De los Delitos y de las Penas, op. cit., pp. 39 y - .
------------------------ 1

50
MIGUEL CARBONELL NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL... 51

La primera determinación legislativa que está sujeta al criterio de


A partir de la proporcionalidad se puede enjui~iar tanto. el lími~e
proporcionalidad es la que tiene que ver con la "gravedad" del delito,
25 mínimo como el límite máximo de la pena establecida para cierto deh-
sostiene Ferrajoli. Este punto de vista es especialmente importante en
to.21 Es decir, la proporcionalidad puede ser vulnerada tanto porqu? l.a
México, pues de la determinación legislativa en el sentido de que un
máxima es muy alta como por el hecho de que lo sea la pena mmi-
delito es o no grave se desprende la posibilidad de los imputados por Ja pena , . t
ma. Para Ferrajoli la pena mínima debería de quedar practlcamen e
presunta comisión de ese delito de enfrentar el proceso penal en liber-
abierta en la ley a lo que dispusiera el juez.
tad cauciona!, como lo establece la fracción I, del apartado A del artícu-
10 20 constitucional. Al utilizar el criterio de proporcionalidad un juez [ ... ]a mi juicio-escribe Ferrajoli-, al menos p~r~ las penas pri;ativas de liber-
puede considerar que la inclusión por el legislador de un delito dentro tad no está justificada la estipulación de un m~mmo legal·: .s,ena oportuno, en
otras palabras, confiar al poder equitativo ~el j~ez la elecc10n 'd~ la p;~a por
del catálogo de delitos graves viola el principio de legalidad penal del debajo del máximo establecido por la ley, s1? vmcularlo a un lumte mm1mo o
párrafo tercero del artículo 14 constitucional. Es una forma de atajar, vinculándolo a un límite mínimo bastante bajo.28
desde la Constitución misma, la arbitrariedad con la que el legislador
se ha conducido en los años recientes al considerar como delitos graves Sin embargo, en términos generales nuestro auto~ sostiene qu~ la
conductas que no lo ameritaban, evitando de esa forma que los imputa- pena mínima debe ser. más desventajosa que la venta}ª ~ue se obtiene
dos por esos delitos tuvieran derecho de la libertad cauciona!, violando de cometer un delito, pues de otra manera la pena sena vista como una
en consecuencia, entre otros, el derecho a la presunción de inocencia.
Lamentablemente, los jueces federales mexicanos se han negado a con- equidad no rige respecto de la determinación por p~rte del legislador ordinario de las
trolar de esta forma al legislador y, por el contrario, han demostrado hipótesis delictivas consideradas agravadas para quienes no se encuentran .en ~sos su-
puestos, toda vez que tal condicionante no se despre?de .del precepto ~onst1t.u~1onal en
una actitud obsequiosa frente a regulaciones completamente despro- cita". Novena Época, Tribunales Colegiados de Circmto'. Semanario J~d1cwl de la
porcionadas. 26 Federación y su Gaceta, t. XXI, Abril de 2005, p. 1394, tes1.s X. I o.36 P, a1~lada, Penal.
Se trata de interpretaciones muy desafortunadas so.sterndas P?r un Tnbu?,ªl Cole-
25
giado de Circuito cuyos integrantes no tienen l~ men.or idea de cual es la func1.on de los
26
Derecho y razón, op. cit., p. 399. jueces federales, controladores de la const1tuc10nahdad de los acto.s del. leg1sla~or, Y
Al respecto puede verse, al menos, la tesis jurisprudencia! siguiente: "LIBERTAD mucho menos comprenden lo que significa el prin~ipio de proporc1onahdad aphcado
PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. EL ARTÍCULO 20, APARTADO A FRACCIÓN en materia penal. Pero en la misma línea parece ubicarse la Suprem~ Corte.cuando en
I, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, OTORGA AL LEGISLADOR ORDINARIO una tesis derivada de un asunto aprobado por un~nimidad esta~lece: se advierte que el
FACULTADES ILIMITADAS PARA DETERMINAR LOS DELITOS GRAVES QUE Constituyente sólo obliga al legislador a determmar la categon~ ¿e graveda¿ ~n dichos
NO ADMITEN TAL BENEFICIO", publicada en el Semanario Judicial de la Federa- ilícitos, pero como no instituye el concepto relativo, ni los ~eqms1tos y ~?nd1c10nes que
ción Y su Gaceta, XXI, abril de 2005, p. 1443. Del mismo juicio de amparo derivó tam- Jo configuren, debe considerarse que tales .aspectos los deja a la elecc10n del autor de
bién la siguiente tesis: DELITOS GRAVES. LA GARANTÍA DE EQUIDAD NO Ja ley" Semanario Judicial de la Federacion y su Gaceta, XXI, febr~ro de 200.5, p. 97.
RIGE RESPECTO DE LA DETERMINACIÓN DEL LEGISLADOR ORDINARIO De pa;te de Ja información sobre los anteriores crite~ios. al trabajo rece~~1onal de
DE LAS HIPÓTESIS DELICTIVAS CONSIDERADAS AGRAVADAS, PARA QUIE- O Sa'nchez Ubaldo La inconstitucionalzdad del termmo medw antmet1co como
rozco , , d · · l l D · t 't
NES NO SE ENCUENTRAN EN TALES SUPUESTO. El principio de igualdad en factor determinante en la improceden~ia de la liberta P,r?v1swna en e is n o
materia penal se cumple cuando se acata lo dispuesto por el artículo 20 constitucional, Federal, tesis de licenciatura, Escuela Libre de Derec~o, '."f.ex1co, 200~.
es decir, cuando las prerrogativas establecidas a favor del inculpado y del ofendido son 27 Por ejemplo a través de la aplicaci?~ del sub-pnnc1p10 de neces1d~d, en su ver~
respetadas dentro de los cauces y límites legales a fin de lograr el desarrollo de un debi- tiente de necesidad de Ja norma de sanc10n; de acue:do con esta modahdad del .sub
do proceso. En este sentido, tratándose de la determinación de los delitos graves, éstos principio el legislador está obligado a buscar alternat~vas al Derecho P~nal, en pnmer
deben ser identificados por la ley secundaria en términos del artículo 20, apartado A, lugar; si no las encuentra debe encontrar, dentro del sistema pen~l, s~nc10nes alter?atl-
fracción I, constitucional, donde el Constituyente facultó expresamente a las legislatu- vas a la privativa de la libertad; si tampoco lo pu.ede hacer debe justificar I~ antenor Y
ras locales para que precisen cuáles son los casos en los que, por tratarse de este tipo acreditar la necesidad de la extensión de la penahdad, demostrando con cland~d que el
de delitos no proceda la concesión del beneficio de la libertad cauciona! a favor de a mismo efecto preventivo que busca la sanción no. puede ser. alcanzado a traves de una
quien se le atribuya la comisión del ilícito; de lo que se concluye que la garantía de vía menos lesiva; al respecto, Lopera Mesa, Glona P., op. cit., pp. 43-45.
28 Derecho y razón, op. cit., p. 400.
52 MIGUEL CARBONELL NUEVA INTERPRETACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL... 53

especie de tasa que se tendría que cubrir por el responsable de la con- En ese caso, el Tribunal considera que la sanción penal que se podía
ducta delictiva, lo que le quitaría cualquier pretensión disuasoria. 29
imponer a los acusados:
Por lo que hace al límite máximo de la pena, Ferrajoli considera que [ ... ]podrá estimarse constitucionalmente.legíti.ma si e~ la form~la~i~n del tipo
en su aplicación se han respetado las exigencias propias ddprmc1p10 de .leg~­
no debe superar a la violencia informal que en su ausencia sufriría el \¡dad enal [ ... ] y si además no han producido, por su sev.endad, un sacnfic10
reo por la parte ofendÍda o por otras fuerzas más o menos organizadas, innec~sario 0 desproporcionado de la libertad de la que pnvan o un efe~to ~ue
~unque reconoce que este criterio no se presta para una comparación en otras reso1uc10n· es hemos calificado de disuasor o desalentador· del eJerc1c10
(F d
de los derechos fundamentales implicados en la conducta sanc10nada un a-
precisa entre la cantidad de pena que se asigna a un delito y la cantidad
mento Jurídico 20).
de pena que se asigna a otro. 30 La consideración de conjunto que el
autor hace sobre el límite máximo que puede tener una pena para no
Es decir, el Tribunal va más allá del simple p~nci~io de reserva de
romper el principio de proporcionalidad se contiene en el siguiente
párrafo: 31 1 e introduce la consideración de la proporc10nahda~ de la pena,
pe~niéndola en relación con el efecto disuasorio que pudiera tener res-
·

Aunque sea imposible medir la gravedad de un delito singularmente considera- pecto del ejercicio de los derechos fu~damentales. En co~c~eto~ el
do, es posible, por tanto, afirmar, conforme al principio de proporcionalidad, que Tribunal expresa preocupación por el posible efecto que la cnmm~hza­
desde el punto de vista interno, si dos delitos se castigan con la misma pena, es
que el legislador los considera de gravedad equivalente, mientras que si la pena
ción excesiva de ciertas conductas (como la apología del. terro~i~mo)
prevista para un delito es más severa que la prevista para otro, el primer delito pudiera tener sobre libertades tan importantes com? la de expresion, la
es considerado más grave que el segundo. De ello se sigue que si desde el punto de participación política o la de información. El Tribunal reco~?ce que
de vista externo dos delitos no son considerados de la misma gravedad o uno se
el ejercicio ilícito de esas libertades puede dar lugar~ un~ ~anc10n, pero
estima menos grave que el otro, es contrario al principio de proporcionalidad
que sean castigados cOn la misma pena o, peor aún, el primero con una pena más reitera que una reacción penal excesiva frente a ese ~Jer~i~10 pu~?e pro-
elevada que la prevista para el segundo. En todos los casos el principio de pro- ducir efectos disuasorios o de desaliento sobre el eJercic10. legitii;no. de
porcionalidad equivale al principio de igualdad en materia penal. los referidos derechos, ya que sus titulares, sobre todo. s1 los lu~1.ites
penales están imprecisamente establecidos, ~u~de~ ;1º ejercerlos libre-
El mismo autor considera que la gravedad de un delito -y por tanto mente ante el temor de que cualquier extrahmitac10n sea severamente
la proporcionalidad de la pena- se puede determinar a partir del daño sancionada. 33
que se genera con la comisión de la conducta delictiva y del grado de
culpa que tiene el sujeto, aunque admite que "el problema es precisa- ¿Cómo saber si estamos frente a un~ determinación legislativa que
mente el del peso que haya de asignarse a cada uno de los dos criterios resulta no proporcional? El Tribunal afirma que:
respecto del otro". 32

Un ejemplo de aplicación del principio de proporcionalidad en la 33 Sobre este punto Luis Prieto advierte lo siguiente: "Una condición. de legitimidad
legislación penal lo encontramos en la sentencia 136/1999 del Tribunal de toda ena es que resulte proporcionada, pero en ese juicio de proporc1onahdad ha de
Constitucional español (caso de la Mesa Nacional de Herri Batasuna). p
reconocerse un peso 1·mportante al argumento en favor de los derechos,
. · adm1t1endo
b l que,
d
· b. · ·t blemente toda medida punitiva tiene efectos d1suasonos so re e . uso e
s1 1en mev1 a . d' ·· lt siva En
la libertad se convierte en inaceptable cuando dicha isuas1on. ;esu a exce. d. l
29 ocas alabras ya sea argumentando a partir de las penas, ya hac1endol~ a partir e ~s
p d ptas tipiÍicadas a mi juicio la proporcionalidad representa un.a e~1gencia const1-
Idem, pp. 399-400.
30
Idem, p. 401.
31 con ucl esa sobre el conjunto del derecho punitivo", "La lim1tac1ón const1tuc10-
32
Idem, p. 402.
Derecho y razón, op. cit., p. 399.
~ua~,~~~ le~~~l~dor penal" en su libro Justicia constitucional y derechos jimdamentales,
Madrid, Trotta, 2003, p. 296.
54

[ ... ]para determinar si el legislador ha incurrido en un exceso manifiesto en el


rigor de las penas al introducir un sacrificio innecesario o desproporcionado
debemos indagar, en primer lugar, si el bien jurídico protegido por la norrn~
cuestionada o, mejor, si los fines inmediatos y mediatos de protección de la
misma, son suficientemente relevantes, puesto que la vulneración de la propor-
cionalidad podría declararse ya en un primer momento del análisis 'si el sacrifi-
cio de la libertad que impone la norma persigue la prevención de bienes 0
intereses no sólo, por supuesto, constitucionalmente proscritos, sino ya, también
socialmente irrelevantes' [... ] En segundo lugar, deberá indagarse si la medid~
era idónea y necesaria para alcanzar los fines de protección que constituyen el
objetivo del precepto en cuestión. Y, finalmente, si el precepto es desproporcio-
nado desde la perspectiva de la comparación entre la entidad del delito y la enti-
dad de la pena (Fundamento Jurídico 23).

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