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España es, desde el punto de vista natural y humano, un país con notables diferencias
geográficas, que dan lugar a numerosos tipos de paisajes regionales. De este modo
encontramos climas, suelos, formaciones vegetales, tipologías de ocupación del territorio y
actividades económicas muy diferentes entre sí. Esta gran geodiversidad es algo a valorar y
a potenciar aunque también genera fuertes desigualdades entre territorios y personas.
Desde la Edad Media se han ido formando las principales regiones históricas de
España (Galicia, Asturias, Cataluña…). Estos espacios se conformaron con el paso de los
años como la base de la actual ordenación territorial autonómica. En 1833 se produjo la
división en 49 provincias, que es prácticamente la misma que existe en la actualidad.
Durante los primeros años de la transición española se produjo en España una fuerte
corriente de regionalización. El impulso inicial de esta corriente partió de las regiones que
han tenido en algún momento histórico, administración y órganos de decisión política propios
y que han conservado unas realidades sociales y culturales definitorias de su carácter,
especialmente la lengua, como es el caso de Galicia, el País Vasco, Navarra, Cataluña,
Valencia o Baleares.
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Geografía de España (Temas desarrollo PAU)
Por otra parte, la Constitución española recoge una serie de principios de igualdad y
solidaridad entre las regiones y nacionalidades del Estado. Existen dos regímenes de
financiación distintos: los regímenes forales en Navarra y el País Vasco (contribuyen a los
gastos generales del Estado por medio de un cupo pactado, con administraciones fiscales
propias que recaudan todos los impuestos directamente, excepto los aduaneros y el IVA), y
los regímenes comunes en el resto de CC.AA, que establece que los principales recursos de
financiación de cada CC.AA proceden de su participación en los ingresos del Estado, según
criterios distributivos (población, superficie…) y redistributivos (esfuerzo fiscal o pobreza
relativa). Esto último ha derivado en el llamado principio de corresponsabilidad fiscal, por el
que el Estado cede a las CC.AA la percepción y gestión de un porcentaje importante del
IRPF, del IVA y de otros tributos.
3. DESEQUILIBRIOS REGIONALES
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Geografía de España (Temas desarrollo PAU)
Dentro de los desequilibrios económicos hay que citar que comenzaron con el inicio de
la industrialización del siglo XIX, y que después se agudizaron con el segundo proceso
industrializador y el auge del turismo de los años sesenta del siglo XX. Por tanto en general
el interior es una zona poco desarrollada industrialmente y regresiva demográficamente
(excepto Madrid) y una zona periférica desarrollada (excepto Murcia, algunas áreas
interiores de Andalucía y Galicia). Las diferencias en el PIB y en la renta per cápita son
evidentes.
Además de los ya comentados, existen otro tipo de desequilibrios entre CC.AA: las
desigualdades regionales en dotaciones de infraestructuras viarias que se han reducido en
las últimas décadas gracias a las subvenciones europeas, en cuanto a dotaciones y
equipamientos sociales, y por último, en lo que se refiere a la población activa también hay
diferencias ya que hay CC.AA con un 70% de la población dedicada al sector terciario,
mientras que en otras el porcentaje de población activa dedicada al sector primario está por
encima de la media española.
Antes de 1978 las políticas regionales para combatir los desequilibrios territoriales
no comenzaron como tales hasta la puesta en marcha de los Planes de Desarrollo,
en la década de los sesenta del siglo XX. Estos planes se basaban en la industria
como motor de desarrollo y fomentaban las instalaciones industriales en las áreas
menos favorecidas e industrializadas con diversos tipos de incentivos a través de
los llamados Polos de Promoción y Desarrollo.
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Geografía de España (Temas desarrollo PAU)
comunidades con la renta per cápita inferior a la media, como Andalucía, Galicia,
Castilla y León o Extremadura.
Por otra parte, España forma parte de la UE, por lo que también se integra en la
política regional europea. Se trata de una política de desarrollo regional iniciada en
1975 cuya finalidad es solucionar los diferentes desequilibrios territoriales,
económicos y sociales que existen en la Unión Europea. Para realizar esta función
se lleva a cabo la distribución de recursos de manera coordinada, como pueden ser
infraestructuras, formación, ciencia y tecnología, capital y equipamientos privados.
Los pilares sobre los que se asienta la política regional europea son los fondos
estructurales, los fondos de cohesión y las iniciativas comunitarias.