Вы находитесь на странице: 1из 25

El Hambre Cero

Guatemala sufre un gran porcentaje de desnutrición en los infantes del país a


consecuencia de que muchos de ellos no pueden tener una alimentación la cual
pueda complementar los nutrientes que necesitan para mantener una salud óptima.
El problema de fondo es el acceso a la alimentación, y eso tiene que ver con la tierra
y también con el salario mínimo. Respecto a la tierra, hay que tener en cuenta que
un porcentaje muy bajo de los productores (8%) tienen la mayoría de las tierras
productivas. Y un alto porcentaje de pequeños productores (92%) apenas tienen
una porción muy pequeña. Es el segundo índice de inequidad más grande de
América Latina después de Brasil. Y me refería al salario porque el mínimo en
Guatemala es de 1.800 quetzales mensuales mientras que la canasta básica es de
2.500 quetzales mensuales. Encima en Guatemala no se cumple por lo general el
salario mínimo en el caso de los trabajadores agrícolas, así que cada vez es mayor
la brecha y hay menor acceso a la alimentación.

El Pacto Hambre Cero es el movimiento nacional para erradicar el hambre, es un


pacto de todos los sectores del Estado de Guatemala, prioriza 166 municipios del
país en los que se desarrollan acciones para combatir la desnutrición. Es la
concreción política y operativa del Plan Estratégico de Seguridad Alimentaria y
Nutricional (PESAN) 2012-2018. El plan es el instrumento que pretende enfrentar
las causas inmediatas que producen el flagelo, así como las raíces estructurales
que las determinan y que están relacionadas con la pobreza y la ausencia de
desarrollo. Posee dos grandes propósitos: Enfretar el hambre crónica y prevenir y
mitigar el hambre estacional.

La ejecución del Plan del Pacto Hambre Cero debe contar con la participación de
todas y todos, con el apoyo político del Gobierno para asegurar el derecho humano
a la alimentación, la promoción de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN), la
reducción de la desnutrición crónica y evitar las muertes por desnutrición aguda.
Comer es un derecho en Guatemala y estar bien nutrido, también.
Institución Responsable:

Gobierno de la República de Guatemala

Instituciones vinculadas:

 Ministerio de Agricultura, Ganaderia y Alimentación (MAGA)

 Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN)

 Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (MICIVI)

 Ministerio de Desarrollo Social (MIDES)

 Ministerio de Economía (MINECO)

 Ministerio de Educación (MINEDUC)

 Ministerio de Finanzas Públicas (MINFIN)

 Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS)

 Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MINTRAB)

 Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP)

 Vicepresidencia de la República de Guatemala

 Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN)

 Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia de la República


(SEGEPLAN)

 Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia de la República


(SCEP)

 Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED)

 Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM)

 Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de la República (SBS)

 Instituto de Fomento Municipal (INFOM)


 Consejo Nacional de la Juventud (CONJUVE)

Ejes prioritarios de acción contra el hambre crónica

 Promoción y apoyo de la lactancia materna;


 Mejoramiento de la alimentación complementaria, a partir de los 6 meses de
edad;
 Mejoramiento de prácticas de higiene, incluyendo el lavado de manos;
 Suplementación de Vitamina A;
 Suplementación de zinc terapéutico en el manejo de la diarrea;
 Provision de micronutrientes en polvo;
 Desparacitación y vacunación de niños y niñas;
 Suplementación de hierro y ácido fólico para prevención y/o tratamiento de
la anemia en mujeres embarazadas.
 Prevención de la deficiencia de yodo, a través de sal yodada;
 Fortificación con micronutrientes a los alimentos básicos.

Ejes prioritarios de acción contra el hambre estacional

 Apoyo a la agricultura familiar para aumentar la producción para auto-


consumo y venta, con técnicas apropiadas de bajos insumos;
 Prevención y tratamiento de la desnutrición aguda-moderada a nivel
comunitario incluyendo alimentación suplementaria lista para consumo
(ASLC);
 Tratamiento oportuno de la desnutrición aguda-severa utilizando alimentos
terapéuticos listos para consumo (ATLC) a nivel comunitario y en Centros de
Recuperación Nutricional con la orientación y seguimiento del personsal de
salud.
 Establecimiento de un sistema de alerta en SAN con base en redes de
vigilancia nutricional incluyendo sitios centinelas.
 Red de Protección Social contra Hambre Estacional a través de un programa
de empleo temporal (Mano de Obra Intensiva) y de programas de
transferencias monetarias condicionadas y asistencia humanitaria.
Objetivos del plan:

 Reducir en 10% la prevalencia de la desnutrición crónica infantil, para finales


del 2015, promoviendo el desarrollo infantil temprano;
 Prevenir el hambre estacional y reducir la mortalidad en la niñez menor de 5
años, por la desnutrición aguda;
 Promover la seguridad alimentaria y nutricional;
 Prevenir y atender las emergencias alimentarias.

Primer resultado (Hambre crónica)

Se desarrolla una serie de acciones específicas para combatir la desnutrición


crónica, que se incluyen en el paquete de intervenciones conocido como “Ventana
de los 1,000 días”, y cuya estrategia a escala nacional se basa en la iniciativa SUN
y el PRDC. El Plan del Pacto Hambre Cero incorpora ambas iniciativas con énfasis
en la prevención, manejo de enfermedades prevalentes de la infancia, deficiencias
nutricionales y alimentos fortificados. Además, las acciones específicas incluyen la
expansión de la cobertura de los servicios básicos de salud y nutrición
(inmunizaciones, control de crecimiento, promoción de la lactancia materna y
alimentación complementaria, con énfasis en los primeros 2 años de vida, entre
otros), consejería para el autocuidado de la salud y la nutrición en el hogar,
educación alimentaria y nutricional.

Segundo resultado (Hambre estacional)

Se lleva a cabo una serie de intervenciones para prevenir, mitigar y tratar la


desnutrición aguda, una manifestación del hambre estacional, que en Guatemala
está ligada a la escasez de oportunidades de trabajo, aumento en el precio de los
alimentos, ciclos agrícolas y cambios climáticos. Entre las actividades que se llevan
a cabo para combatir el hambre estacional, se pueden citar: apoyo a los pequeños
productores de granos básicos, seguimiento y tratamiento de la desnutrición aguda,
establecimiento de una Red de Protección Social (empleo temporal, transferencias
condicionadas y asistencia humanitaria entre otras) y establecimiento de Sitios
Centinela para vigilacia y alerta en SAN.
Las causas del hambre en Guatemala

En un país con suficientes recursos naturales para alimentar a toda su población –


como lo demuestra el hecho de ser el quinto país exportador de café y azúcar del
mundo - cuesta comprender cómo es posible que el 49 % de los menores de 5 años
sufra desnutrición crónica, es decir, más de un millón de niños y niñas.7 Esta tasa
es la más alta de toda América Latina y la cuarta a nivel mundial, sólo superada por
Burundi, Tanzania y Zambia. Y entre la población indígena la tasa de desnutrición
crónica infantil se dispara hasta un 70%

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación


(FAO) 2,1 de sus 13,7 millones de habitantes padecen hambre en Guatemala.9 Las
organizaciones de la sociedad civil, por su parte, lo cifran en más de tres millones
de personas, prácticamente el doble que en 1991.10 El hambre se concentra sobre
todo en la población indígena y rural. Mientras que la desnutrición se ha logrado
reducir en las áreas urbanas, entre las poblaciones indígenas se duplican los niveles
de desnutrición crónica y desnutrición aguda en relación a los promedios
nacionales. Departamentos como Huehuetenango y Quiché han mantenido niveles
de desnutrición en niños menores de cinco años cercanos al 70%.

En lugar de reducir la proporción de personas desnutridas, como propone el primer


Objetivo de Desarrollo del Milenio, el hambre ha ido aumentando en Guatemala,
desde un 14% en 1990 hasta el 16% en los datos más recientes (2004- 2006). La
proporción actual probablemente es significativamente mayor, a consecuencia de la
subida del precio de los alimentos en 2007/08 y del impacto de la crisis económico.

En cuanto al Índice de Desarrollo Humano, Guatemala ocupa la posición 122 (de


182) y pertenece al grupo de países de renta media, con un ingreso per cápita de
más de 4.500 dólares, aunque la riqueza está muy desigualmente repartida como
muestra un coeficiente de desigualdad de Gini de 0,54, el segundo más alto de
América Latina.12 Las crisis económica y de los alimentos han revertido los avances
en desarrollo que se habían logrado en años recientes, empujando a la pobreza a
más de un millón y medio de personas adicionales.13 Actualmente, el 50,9 % de
sus 13,7 millones de habitantes - una de cada dos personas - vive bajo el umbral de
la pobreza. Y el 15,2 % en la extrema pobreza. Sin embargo, entre la población
indígena (que representa el 61% del total) la tasa de pobreza es del 74,8%.

A pesar de ser un país mayoritariamente rural, donde el 53% de la población vive


fuera de las áreas urbanas,15 la agricultura ha perdido progresivamente importancia
económica. En los años 70 y 80 representaba entre el 26 y el 28% del producto
interno bruto (PIB), frente a sólo un 11% en 2008.16 No obstante, la agricultura es
la principal fuente de empleo, por encima del comercio y de la industria, pues los
trabajadores agrícolas son cerca del 33% de la población ocupada.

La falta de ingresos:

El hambre es en primera instancia un problema de falta de ingresos, pues la comida


nunca escasea en Guatemala para quien puede pagarla. El problema es que la
mayoría de las personas sobreviven con menos del salario mínimo legal, que en
2008 era inferior a 1.500 quetzales (140 euros). Ese mismo año, la canasta básica
de alimentos costaba unos 1.900 quetzales (178 euros). Es decir, el salario mínimo
está 400 quetzales por debajo de lo que se necesita para subsistir, y mucho más
alejado aún de la canasta básica vital,18 calculada en unos 3.400 quetzales (318
euros). La mayoría de los trabajadores agrícolas no llegan siquiera a percibir este
salario mínimo. Y el aumento del precio de los alimentos desde 2007 ha agravado
la situación para la mayoría de los hogares, que destinan en promedio el 66% de
sus ingresos a alimentarse

Un reparto desigual de la tierra:

La quinta economía exportadora de café y azúcar es el segundo país del mundo


(después de Brasil) con mayor desigualdad de acceso a la tierra, con un índice de
Gini de inequidad en la tenencia de la tierra de 0,84.20 De los más de 800.000
propietarios agrícolas, un 45% son productores de infrasubsistencia (con menos de
0,7 hectáreas), otro 46% está en condiciones de subsistencia (entre 0,7 y 7
hectáreas), sólo el 6% entran en la categoría de excedentarios (entre 7 y 45
hectáreas) y el 2% restante se dedica a la agricultura comercial (más de 45
hectáreas).
El Hambre y la Desnutrición Crónica

 La mitad de las niñas y niños desnutridos crónicos de Centroamérica está en


Guatemala.
 La tasa de desnutrición crónica en menores de cinco años es del 49.8%4 , la
más alta del continente, y una de las más altas del mundo.

Esta tasa es aún mayor en áreas de población indígena, especialmente en el


Occidente donde existen prevalencias superiores al 90% a nivel municipal, según el
Tercer Censo Nacional de Talla en Escolares de 2008.

La desnutrición crónica afecta el desarrollo intelectual, limita la productividad y el


potencial de la sociedad.

El período gestacional, y los dos primeros años de vida son los más importantes en
términos del desarrollo mental, físico y emocional de la niñez. Durante esta ventana
de los 1,000 días se forma el capital humano y es en este momento cuando se
puede tener un impacto real en la disminución de la desnutrición crónica infantil. Un
daño temprano causado por anemia, deficiencia de yodo y desnutrición crónica es
irreversible, aunque la persona se alimente bien posteriormente.

Además de la desnutrición crónica, en Guatemala también se hace evidente el


hambre oculta, que es el déficit de elementos esenciales para el desarrollo humano.
La desnutrición y las deficiencias de micronutrientes, tales como vitamina A, yodo,
hierro, zinc, ácido fólico y vitamina B12, constituyen un problema grave de salud
pública.

La Encuesta Nacional de Micronutrientes del 2009-2010 reportó que el 35% de los


niños y niñas menores de cinco años padece deficiencia de zinc, 26% de hierro y
13% de vitamina B12. La prevalencia de anemia en la niñez menor de cinco años
es de 47.7% y en las mujeres no embarazadas y embarazadas es de 21.4% y
29.1%, respectivamente.
El 12% de los niños y niñas nace con bajo peso. Se ha encontrado relación directa
entre la talla materna, el peso del niño al nacer, la supervivencia infantil y las
complicaciones del embarazo y el parto.

La desnutrición crónica limita las posibilidades de romper el círculo de la pobreza


por los efectos adversos en la salud, la educación, el rendimiento físico e intelectual
y los ingresos futuros de quien la padece. Si el cerebro de los niños y niñas no se
desarrolla de manera adecuada, antes de los dos años de edad, por falta de una
alimentación adecuada, no alcanzarán sus facultades físicas y emocionales, verán
mermadas las posibilidades futuras de desarrollar un proyecto de vida plena, una
participación social y económica beneficiosa para el conjunto de la sociedad.

El Hambre Estacional y la Desnutrición Aguda

La prevalencia de desnutrición aguda reportada por la ENSMI 2008-2009 es de


1.4%. Este porcentaje es bajo con relación a la media de América Latina. Sin
embargo, es importante señalar que la desnutrición aguda incrementa hasta 10
veces el riesgo de mortalidad en la niñez, y que las muertes por desnutrición aguda
suponen un problema recurrente en la vida política y social de Guatemala, con gran
cobertura mediática y con recurrentes programas de ayuda alimentaria de
emergencia.

El Plan considera el hecho de que Guatemala sea uno de los países más
vulnerables del mundo a los eventos relacionados con el cambio climático. Las
secuelas de estos eventos inciden y empeoran el hambre estacional, que se repite
regularmente, aunque la magnitud de los picos de desnutrición aguda varía de año
en año.

La incidencia de la desnutrición aguda infantil tiene un marcado carácter estacional,


que sucede a lo largo de los meses y se repite cada año. El calendario agrícola y
nutricional de Guatemala muestra el período mayo-agosto como una etapa de
escasez de alimentos, resultado de las limitadas oportunidades de empleo, el
agotamiento de las reservas familiares de granos básicos y la ausencia o pérdida
de nuevas cosechas.

En este lapso se observa un aumento dramático en la incidencia de la desnutrición


aguda, las enfermedades respiratorias y asociadas al consumo de agua
contaminada, lo que indica una relación directa entre la recurrencia de la
desnutrición aguda, los fenómenos climatológicos estacionales, la disponibilidad de
ingresos y alimentos, y la mortalidad infantil.

Durante años se consideró este fenómeno como una emergencia, respondiendo


con intervenciones de corto plazo como la ayuda alimentaria. Anteriormente no
existía un análisis de los factores determinantes de la estacionalidad de la
desnutrición en Guatemala para establecer una mejor comprensión de las
variaciones estacionales en los ingresos del hogar, el acceso a alimentos nutritivos,
el aumento de los precios y el estado de salud de los niños que diera como resultado
una estrategia nacional que pudiera constituir una respuesta articulada al hambre
estacional.

Tomando en cuenta la naturaleza cíclica del problema y su impacto negativo en los


medios de vida de los hogares más vulnerables, se considera prioritario tener una
estrategia para abordar el Hambre Estacional, basada en evidencias y metodologías
adaptadas a la realidad guatemalteca.

El Plan es Integral

El Plan del Pacto Hambre Cero se fundamenta en el concepto de SAN expresado


en la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional: “La
Seguridad Alimentaria y Nutricional es el derecho de toda persona a tener acceso
físico, económico y social, oportuna y permanente, a una alimentación adecuada en
cantidad y calidad, con pertinencia cultural, preferiblemente de origen nacional; así
como a su adecuado aprovechamiento biológico, para mantener una vida saludable
y activa”.
Cobertura Geográfica

La cobertura y alcance del Plan es nacional y universal, aunque muchas de sus


intervenciones se focalizan en los segmentos de población más vulnerables a la
inseguridad alimentaria y nutricional. Para alcanzar los resultados planteados y
considerando la magnitud del problema y las limitaciones de los recursos públicos,
se procedió a una priorización geográfica inicial que ha ido aumentando su
cobertura gradualmente, cada año, incorporando más municipios hasta cubrir todo
el territorio nacional.

En relación al HAMBRE CRÓNICA, la implementación del Plan se inició en 166


MUNICIPIOS priorizados con prevalencias altas y muy altas de desnutrición crónica,
basados en el Tercer Censo Nacional de Talla en Escolares 2008.

En relación al componente de Hambre Estacional y las acciones contra la


desnutrición aguda, se trabaja gradualmente en los 213 MUNICIPIOS con
comunidades recurrentes de desnutrición aguda. A partir del 2014, tras hacer una
evaluación de avance de las intervenciones, se decidirá si se ha de ampliar los
municipios o revisar la lista.

Es importante destacar que, aunque hay una priorización inicial de municipios, el


resto del país debe ser atendido con acciones que favorezcan el pleno Derecho a
la Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Acciones

Se han priorizado 10 intervenciones para alcanzar los resultados que conducen a la


disminución del hambre crónica, 5 para el hambre estacional y acciones de
participación ciudadana para conseguir una reducción significativa de la
desnutrición.
Acciones de participación ciudadana

a. Movilización Social de la ciudadanía

Considerando la magnitud del problema del hambre en Guatemala y la dinámica


político-social generada por el Pacto Hambre Cero, es fundamental que haya una
movilización de los ciudadanos, a través de voluntariado, la responsabilidad social
empresarial o de iniciativas particulares, para realizar acciones que sumen para
reducir la desnutrición crónica y aguda. La ciudadanía, con el apoyo de los medios
de comunicación, ha de estar vigilante del accionar del Gobierno, apoyando los
esfuerzos de país y contribuyendo desde su espacio de ciudadanos comprometidos.

En este sentido, iniciativas como “#Guate sin Hambre” un movimiento juvenil de


sensibilización para la erradicación de la desnutrición y “Tengo algo que Dar”, un
modelo de participación público-privado para involucrar a la sociedad en la solución
de la desnutrición, son excelentes vehículos de movilización social, que desde el
Gobierno hay que alentar y respaldar.

b. Respaldo a Iíderes nacionales e internacionales contra el hambre

En toda iniciativa, plan o movilización ciudadana, siempre hay Iíderes que dinamizan
y catalizan las acciones. Esas personas son capaces de movilizar a otras personas,
contar historias, hacer relaciones, sumar esfuerzos, y de poner la voz a un
movimiento social con miles de caras. Este Plan del Pacto Hambre Cero trabaja con
esos Iíderes guatemaltecos y guatemaltecas para conseguir que esta dinámica
nacional que pondrá fin al hambre, crezca y sea imparable. Tradicionalmente,
también ha habido y sigue habiendo líderes internacionales que han tenido un
interés especial en poner fin al hambre en Guatemala, y que pueden jugar un papel
clave en la externalización del movimiento nacional y en aportar a Guatemala
experiencias exitosas de otros países. Este plan busca articularse también con esos
líderes externos para enriquecer el esfuerzo nacional.
c. Fortalecer la coordinación interinstitucional y la coherencia de políticas

Un tercer aspecto metodológico se relaciona con la prioridad dada a los


mecanismos de coordinación entre instituciones de Gobierno, tanto para el accionar
en el terreno como para la coherencia de políticas y programas. Al ser el Pacto
Hambre Cero un pacto de Estado, y el Plan del Pacto Hambre Cero una prioridad
nacional del Gobierno, hay que conseguir que los esfuerzos financieros y de
recursos humanos de los diferentes ministerios y secretarías operadores (Desarrollo
Social, Agricultura, Ganadería y Alimentación, Economía, Salud Pública y
Asistencia Social, Trabajo y Previsión Social, Comunicaciones, Infraestructura y
Vivienda, Ambiente y Recursos Naturales, Educación, de Coordinación Ejecutiva de
la Presidencia, Obras Sociales de la Esposa del Presidente, Bienestar Social) y
planificadores (Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, Finanzas
Públicas, Planificación y Programación de la Presidencia) vayan todos en la misma
dirección.

Corresponsabilidad Institucional

Para lograr que las intervenciones planificadas tengan los resultados esperados en
la población más afectada por el hambre es necesaria la coordinación y la
corresponsabilidad de los diversos actores, sectores e instituciones representados
en el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN)
asumiendo las funciones específicas que les compete desarrollar según la Ley del
Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SINASAN). En el nivel
local, las acciones e impactos del Plan del Pacto Hambre Cero, llegarán
directamente a las familias vulnerables por medio de las instituciones ejecutoras
que se integran en las Comisiones Departamentales, Municipales y Comunitarias
de SAN (CODESAN, COMUSAN y COCOSAN).

En este marco, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) es la


entidad responsable de la coordinación interinstitucional para llevar a cabo los
planes operativos anuales de SAN, aprobados con la participación de las diferentes
instituciones y sectores. Asimismo, la SESAN es la encargada de monitorear, dar
seguimiento, informar y evaluar los avances de estos planes anuales.
Componentes

a. Componentes Directos

Los componentes directos tienen una relación y efecto inmediato con la situación
que se quiere modificar. Se espera ejercer un efecto positivo en el estado de salud
y nutrición de niños y niñas menores de dos años, a través de mejoras en la oferta
de servicios de atención a la salud y reforzamiento de las prácticas del cuidado
infantil, acciones de educación alimentaria y nutricional, así también la mejora de
higiene personal y doméstica. Se ha previsto garantizar el acceso a alimentos
complementarios de alto valor nutritivo y suplementos de micronutrientes a los niños
menores de dos años y a mujeres embarazadas o en período de lactancia.

1. Provisión de servicios básicos de salud y nutrición a la población


vulnerable:

Incorpora todas las acciones de salud reproductiva, gestación, parto y posparto, así
como el cuidado de los niños y niñas en los hogares vulnerables, la promoción del
crecimiento del niño, vacunación, desparasitación y los suplementos vitamínicos y
nutricionales.

2. Promoción de lactancia materna y alimentación complementaria:

Apoyar la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y
continuada hasta los dos años de edad. Fomentar adecuadas prácticas de
alimentación complementaria a niños y niñas desde los seis meses de edad.

3. Educación alimentaria y nutricional:

Busca generar capacidades permanentes en la familia para la búsqueda de mejores


alternativas en la adecuada selección y preparación de alimentos para el cuidado
de la salud, nutrición e higiene a nivel del hogar incluyendo acciones de
comunicación para el cambio de comportamiento alimentario y conformación de
redes de apoyo.
4. Alimentos fortificados:

Incluye acciones relacionadas con la vigilancia del cumplimiento de la Ley General


de Enriquecimiento de Alimentos y los acuerdos respectivos de fortificación y el uso
de alimentos complementarios fortificados dirigidos a población vulnerable.

5. Atención a población vulnerable a la inseguridad alimentaria:

Atender a la población más vulnerable a la inseguridad alimentaria y nutricional, y


prevenir la desnutrición aguda, principalmente en niños y niñas mediante
mecanismos y redes de protección social.

b. Componentes de viabilidad y sostenibilidad

Los componentes de viabilidad tienen como objetivos:

(a) asegurar que las acciones de los componentes directos tengan un impacto real
en la salud y nutrición de la población meta;

(b) apoyar a las familias vulnerables para que mejoren sus ingresos y/o producción
de alimentos para autoconsumo, a fin de que sean capaces por sí mismas de tener
una adecuada alimentación y nutrición.

(c) contribuir en el largo y mediano plazo al fortalecimiento de las capacidades de


los individuos, sus familias y su comunidad para el mejoramiento de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional en su propio territorio.

Los componentes de viabilidad y sostenibilidad son:

1. Mejoramiento de los ingresos y la economía familiar:

Se orienta al desarrollo de potencialidades para la generación de ingresos por medio


de empleo o empresarialidad y la creación de condiciones necesarias para producir
excedentes de bienes agrícolas y no agrícolas orientados al mercado nacional e
internacional.
2. Agua y saneamiento:

Propicia que todos los habitantes tengan acceso a agua segura y condiciones
adecuadas de saneamiento ambiental y promueve acciones de incremento de la
disponibilidad de agua a nivel del hogar, la formación comunitaria en el manejo del
sistema de agua y la vigilancia de la calidad. En el tema de saneamiento, la
capacitación para la disposición de excretas, alcantarillado y manejo de basura a
nivel comunitario y del hogar.

3. Gobernanza local en SAN:

Fortalece las bases comunitarias para su propio desarrollo, con la formación y


fortalecimiento de las Comisiones de SAN dentro de los Consejos de Desarrollo a
nivel departamental, municipal y comunitario.

4. Escuelas saludables:

Promueve una alimentación sana y variada, estilos de vida saludables, educación


en buenas prácticas de higiene personal y en la preparación adecuada de los
alimentos.

5. Hogar saludable:

Apoya a las familias a mejorar las condiciones del hogar y la vivienda, y promueve
la higiene del individuo, la familia, fomentando el lavado de manos, el aseo personal,
la separación de ambientes y el ornato.

6. Alfabetización:

Implementa programas de alfabetización familiar dirigidos principalmente a mujeres,


para disminuir el analfabetismo, con el propósito de dotar de capacidades para
mejorar el capital humano y generar oportunidades de desarrollo.
c. Ejes Transversales

La transversalidad se refiere a aquellos temas y áreas cuyo contenido debe ser


aplicado en forma integral y apropiada en cada uno de los componentes del Plan
del Pacto Hambre Cero.

1. Coordinación intra e interinstitucional:

Promoción de espacios de participación de técnicos, asesores y autoridades locales


y nacionales de las diversas instituciones para coordinar acciones en la resolución
de problemas de gestión para la implementación de este Plan y la información de
los avances en el cumplimiento de los objetivos y las prioridades de SAN.

2. Comunicación para la Seguridad Alimentaria y Nutricional:

El desarrollo e implementación de un Plan de Comunicación orientado a posicionar


el tema en la agenda pública nacional, sensibilizando a la población. Divulgar los
avances del Plan Hambre Cero e información pertinente para la toma de decisiones
y facilitar el intercambio de conocimientos y buenas prácticas en Seguridad
Alimentaria y Nutricional.

3. Participación comunitaria:

Promoción de la participación activa de los diferentes sectores de la sociedad


guatemalteca, en la planificación, ejecución, monitoreo y evaluación para el avance
del Pacto Hambre Cero.

4. Equidad de género e interculturalidad:

Incluye una atención diferenciada a la mujer como sujeto de derecho para generar
oportunidades individuales, sociales y profesionales, en una situación de igualdad,
que dé como resultado la integración de la mujer en condiciones de vida que le
puedan garantizar una alimentación adecuada que redundará en la mejora de la
situación de Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Se promueve el respeto a las diferentes identidades, étnico y cultural entre otros,


valorando y promoviendo las condiciones personales como las experiencias,
capacidades y los espacios de diálogo para encontrar soluciones conjuntas ante la
situación de seguridad alimentaria y nutricional.

5. Sistemas de información en SAN:

Se integra, procesa, analiza y divulga información útil sobre SAN, a través del
Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SIINSAN),
facilitando la toma de decisiones y la generación de consensos para implementar
las acciones de coordinación focalizada y el monitoreo y evaluación del SINASAN.

6. Sistema de monitoreo y evaluación:

Brinda una oportunidad para evaluar la calidad de la ejecución y resultados de los


planes o programas y permite medir periódicamente las metas y los resultados y
hacer correctivos de las intervenciones de este Plan. Se ha implementado un
mecanismo de monitoreo y evaluación.
Implementación de la Olla Nutricional de Guatemala

La olla de Guatemala, guía alimentaria del país, se publicó en el año 1998 gracias
al esfuerzo realizado por la Comisión Nacional de Guías Alimentarias (CONGA),
con el apoyo técnico del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá
(INCAP), instituto que lidera la publicación de interpretaciones gráficas de los tipos
de alimentos y de su frecuencia de consumo como herramientas de educación
alimentaria para la población general de Centroamérica.

Para adaptarse a las necesidades específicas de cada país, expertos profesionales


y técnicos recurrieron a herramientas innovadoras y muy creativas, representando
los grupos de alimentos en diversos formatos y dependiendo del país, desde la olla
de la alimentación de Guatemala al plato del buen comer de México o el círculo de
alimentos de Costa Rica. El objetivo de todas ellas es guiar a la población de
distintas nacionalidades para decidir intuitivamente qué tipos de alimentos debe
llevar a la mesa familiar para completar las recomendaciones nutricionales.

Una guía adaptada al país

La mayoría de la población guatemalteca sufre trastornos nutricionales debido a la


falta de una alimentación adecuada, tanto en calidad como en cantidad. Estos
problemas se relacionan con una alimentación monótona, escasa, y baja en el
consumo de alimentos ricos en vitamina A y hierro. Esto implica que exista una alta
prevalencia de desnutrición, anemia, enfermedades infecto-contagiosas y, en
menor grado, problemas de la vista.

La olla de la alimentación guatemalteca se adapta a las necesidades especiales del


país, como la falta de una alimentación adecuada, tanto en cantidad como en
calidad

Por otro lado, existe otro grupo de población que, por exceso de alimentación, son
obesos y, como consecuencia, padecen de enfermedades crónicas como diabetes,
hipertensión y enfermedades del corazón. La olla de la alimentación de Guatemala
va dirigida a toda esta población de riesgo, así como a la familia, entendida como
población sana mayor de dos años de edad. La olla se acompaña de mensajes
orientados tanto a la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas
(obesidad o diabetes, por ejemplo) como a la prevención de deficiencias
nutricionales.

Mensajes que acompañan a las guías dietéticas

Un aspecto destacable de esta guía es la recomendación de combinar leguminosas


con cereales como el arroz, ya que esto permite obtener proteínas de buena calidad,
más económicas y asequibles para la población guatemalteca que la proteína
animal. Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de tomar complementos o
alimentos fortificados, en especial con hierro y vitamina A, ya que las carencias de
estos nutrientes son frecuentes entre los grupos de población más vulnerables.

Estas son algunas de las recomendaciones o mensajes más comunes que incluye
la olla:

 La alimentación debe ser lo más variada posible.

 Conviene aumentar el consumo de vegetales, frutas y cereales.

 Es preciso incrementar la ingesta de alimentos ricos en hierro y vitamina A.

 Se aconseja combinar leguminosas y cereales en una misma comida para obtener


proteínas tan completas como las de origen animal.

 Es muy importante la higiene en la preparación de los alimentos.


Los siete pasos para una alimentación sana

En la olla de Guatemala se representan seis grupos de alimentos básicos, así como


la frecuencia de consumo aconsejada, tanto diaria como semanal, de cada uno de
ellos.

Todos los días


Granos (legumbres), cereales y papas (patatas), Hierbas y verduras Frutas

Por lo menos, 1 vez/semana


4. Carnes

Por lo menos, 2 veces/semana


5. Leche y derivados

Con moderación
6. Azúcar y grasas

A continuación se muestran los siete pasos que quedan reflejados junto a la olla
de la alimentación de Guatemala:

1. Incluya en todos los tiempos de comida granos, cereales o papas, porque


alimentan, son económicos y sabrosos.
2. Coma todos los días hierbas o verduras para beneficiar su organismo.
3. Todos los días coma fruta, cualquiera que sea, porque son sanas, digestivas y
alimenticias.
4. Si come todos los días tortillas (de harina de cereal) y frijoles, por cada tortilla
coma una cucharada de fríjol para que ésta sea más sustanciosa.
5. Coma dos veces por semana, por lo menos, un huevo, un pedazo de queso o
un vaso de leche para complementar su alimentación.
6. Al menos una vez por semana coma un pedazo de hígado o de carne para
fortalecer su organismo.
7. Para mantenerse sano, coma variado como se indica en la olla familiar.
Estrategia Del Plan De Seguridad Alimentaria Y Nutricional 2016-2020

Con base en procesos de reflexión y análisis respecto a los avances en la


implementación de la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional y la visión hacia
el futuro, a continuación se resaltan algunas lecciones que han sido aprendidas en
el período que cubre del año 2012 al 2015.

El Plan del Pacto Hambre Cero, aprobado en 2012, identifica cada una de las
intervenciones con su responsable y corresponsable institucional para atender la
desnutrición en Guatemala. Dicho plan facilitó el proceso de operativización del
PESAN 2012-2016 a través del desarrollo de los planes operativos anuales de SAN.
Los mecanismos que han contribuido al fortalecimiento de la coordinación
interinstitucional que es parte crítica del rol de SESAN, incluyen los siguientes: 1)
creación del Comité Técnico de Enlace Interinstitucional -CTI-; 2) implementación
del clasificador temático de acciones enfocadas a la reducción de la desnutrición
crónica, de acuerdo con la Ley Orgánica del Presupuesto, y 3) desarrollo del Tablero
Plan Hambre Cero.

Se agrega a estos mecanismos y herramientas la consolidación de un Sistema de


Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional - SIINSAN-,
promoviéndose la sistematización de datos y la inclusión de módulos como el de las
encuestas de evaluación de impacto, los modelos de monitoreo y vigilancia, el
desarrollo de estudios como el censo de talla en escolares, entre otros.

Guatemala está avanzando en la implementación de acciones para combatir la


desnutrición crónica, especialmente las relacionadas con la Ventana de los Mil Días
(VDM), declarada de interés nacional a través del Acuerdo Gubernativo 235-2012,
que prioriza la estrategia de la Ventana de los Mil Días como el conjunto de
intervenciones más efectivas de salud pública para mejorar la nutrición en el país.
Entre las acciones que han contribuido al posicionamiento, y a la viabilidad y
factibilidad de llevar adelante la VDM a nivel nacional, se detallan las siguientes:
Creación del Viceministerio de Atención Primaria en Salud57, que tiene la
responsabilidad de orientar la gestión de las acciones para prevenir las
enfermedades relacionadas con la desnutrición y operativizar la VDM.

Adhesión al Movimiento Internacional Scaling Up Nutrition (SUN) y coordinación de


la Plataforma Multi Actores en Guatemala por la Secretaría de Seguridad
Alimentaria y Nutricional, como punto focal en Guatemala.

Procesos de monitoreo de los servicios de salud del primer nivel de atención para
garantizar las acciones de la VDM – MONIMIL-, y del tratamiento de niños y niñas
con desnutrición aguda – MODA, como parte del SIMON.

Desafíos y orientaciones estratégicas del Plan

La actualización del PESAN se fundamenta en el artículo 22 de la Ley del SINASAN,


en el cual se le otorga responsabilidad a la Secretaría de Seguridad Alimentaria y
Nutricional de coordinar el proceso de planificación técnica con las instituciones que
conforman el SINASAN. El PESAN ocupa un lugar preferencial en el esfuerzo
conjunto de las instituciones públicas y de los sectores sociales para combatir el
hambre y la desnutrición, y promover la seguridad alimentaria y nutricional.

El marco estratégico del Plan se fundamenta en las prioridades derivadas del


análisis de los problemas y factores que contribuyen a la inseguridad alimentaria y
nutricional de la población, especialmente en los grupos vulnerables (rural,
indígena, niña, mujer), y de los avances reales en la superación de los
determinantes inmediatos, subyacentes y estructurales de la malnutrición.

Para dar respuesta a la problemática descrita en el capítulo anterior y darle


sostenibilidad a los procesos iniciados y acciones implementadas, el PESAN 2016-
2020 orientará los procesos tomando en consideración desafíos pendientes de la
agenda nacional en seguridad alimentaria y nutricional, entre los cuales se
mencionan los siguientes.
Valoración del tema de la nutrición como motor del desarrollo nacional.

 Compromiso político y liderazgo de los diferentes organismos del Estado, a


nivel nacional y local.
 Fortalecimiento institucional y del recurso humano.
 Información confiable y actualizada.
 Enfoque de la estrategia

Para lograr combatir la desnutrición crónica y aguda, y las deficiencias de


micronutrientes, se requiere la implementación de acciones que científicamente han
demostrado ser efectivas para combatir la desnutrición, como por ejemplo la
Ventana de los Mil Días, o programas que promueven mejoras en la economía
familiar, como el programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la
Economía Campesina, entre otros.

Temas transversales

Los temas transversales son el derecho a la alimentación y nutrición, la


transparencia y rendición de cuentas, pertinencia cultural, equidad de género y
ambiente y recursos naturales, cuyo contenido se ha incluido en cada uno de los
tres objetivos estratégicos de forma transversal. A continuación se esbozan cada
uno de ellos:

Derecho a la Alimentación y Nutrición

La población debe ser atendida en sus demandas garantizando que contará con
los recursos, bienes y servicios para satisfacer sus necesidades en alimentación y
nutrición, en el ejercicio de su derecho. Se promoverán una o varias campañas
nacionales del Derecho a la Alimentación con un enfoque de territorialidad, las
cuales podrán ser verificadas por la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH)
en las oficinas municipales.
Transparencia y Rendición de cuentas

El PESAN apoyará los procesos de transparencia en el gasto público vinculados al


tema de SAN, para facilitar la auditoría social, que incluirán el monitoreo y
mecanismos para una buena rendición de cuentas con participación de la sociedad
civil. Se promoverá la participación ciudadana a fin de que se pueda influir en la
toma de decisiones a nivel político en el nivel municipal y nacional, en los
presupuestos institucionales y las prácticas de rendición de cuentas del Estado. De
igual manera, se aplicará la transparencia en los programas y/o proyectos de los
cooperantes externos que incluyen las intervenciones de la seguridad alimentaria y
nutricional.

Pertinencia Cultural

Se promoverá el respeto irrestricto a las diferentes identidades, (étnicas y


culturales), valorando las condiciones personales, las experiencias, capacidades y
los espacios de diálogo para encontrar soluciones conjuntas ante la situación de
inseguridad alimentaria y nutricional. Atendiendo a las diferencias regionales,
producto del desarrollo histórico desigual, se facilitará la puesta en marcha de
iniciativas que incluyan intervenciones que surjan del análisis de las particularidades
sociales, económicas y culturales de estos territorios.

Equidad de Género

Incluye atención diferenciada a la mujer como sujeto de derecho, para generar


oportunidades individuales, sociales y profesionales, en condiciones de equidad y
paridad en todos los niveles de decisión, que como resultado le permita gozar de
mejores condiciones de vida que garanticen una alimentación y nutrición adecuadas
a ella y su familia.

Ambiente y recursos naturales

Será necesario promover la participación de actores locales institucionales y


sectoriales para la aplicación de la normativa ambiental y la generación de
capacidades para la gestión del riesgo ambiental y cambio climático.

Вам также может понравиться