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América Latina en soledad* que alimenta el presente de sus nacio-

nes; en definitiva, son en gran medida lo


que fueron en algún momento; no obs-
Luis Alberto Montenegro Mora tante, si el europeo reflexionara sobre lo
Director Editorial UNIMAR
anterior, sería menos conflictivo para los
Universidad Mariana
americanos el acercamiento entre conti-
nentes, a partir del entendimiento desde
las diferencias, aquellas que pueden en

N
o todos somos iguales, no todos los que se escriben a diario en las ca- lo cotidiano y actual ser impresionantes,
debemos ser iguales ¿Quién de- lles latinoamericanas. Por lo anterior, lo pero que sin embargo, su historia -pasa-
termina la condición de original, complicado del acto creador en este con- do- y nuestro presente tienen la misma
real, válido, o verdadero? Desde las pri- tinente, radica en evidenciar lo increíble entonación. De algún modo contradicto-
meras crónicas sobre América, hasta los en la cotidianidad del americano. rio, esa diversidad y originalidad ameri-
tiempos contemporáneos, el realismo cana es bien recibida por el europeo en
mágico ha estado presente como fragan- Por la belleza, o quizás por la rareza de ciertos escenarios, aunque, es rechazada
cia propia de estas tierras, tan imprede- América, se ha vuelto más difícil el punto en otros; de similar manera, la justicia
cibles que sus lógicas no son propias del de comparación con otros continentes, con la que gobiernan sus pueblos, no es
pensamiento eurocentrista. Las tierras en especial con el europeo, acostumbra- la misma con que enjuician a los territo-
americanas son leyenda y mito; aquí era do y abrumado por su historia. No extra- rios americanos, ¿Dónde está la solida-
y es posible la ruptura de la realidad, tal ña que los europeos tiendan a medir a ridad con estas tierras que aún no dejan
vez -porque no es lo único- lo sagrado de América de la misma forma que ellos por de crecer y aprender? ¿Acaso no es po-
las comunidades precolombinas impreg- años y siglos se han valorado, sin enten- sible vivir al margen de los dueños del
naron el lado más codicioso de los reinos der que no somos europeos, ni tampo- mundo? Aquellos que ven en América
invasores, hombres tan mundanos que co contamos con el recorrido histórico un pasado no muy lejano de sus gentes
vivieron y murieron en su ley -delirio y cultural que ellos han tenido, ya que e historias.
áureo-. No obstante, la independencia el nuestro fue abolido por la invasión
y colonización, por lo que es más que ¿Cuál es la respuesta de América a su
escribió los puntos suspensivos de una
oportuna la afirmación de Gabriel García soledad? Es la vida que nace en cada
etapa infernal en el territorio americano,
Márquez (1982) cuando menciona que: rincón de su cuerpo, que a pesar de la
sin embargo, dejó en el poder a la de-
sangre, la muerte y el dolor, germina
mencia vestida de dictadores y esculpida Es comprensible que insistan en medir- en campos de hombres con sueños,
en monumentos, como si el destino de nos con la misma vara con que se miden bajo cielos de esperanza y cofradía. La
opresión y maltrato al pueblo americano a sí mismos, sin recordar que los estragos consigna del viejo continente es una
fuese un designio de los dioses andinos. de la vida no son iguales para todos, y propuesta de muerte, poder para ma-
Los oídos europeos escuchan con asom- que la búsqueda de la identidad propia tar, aniquilar, desaparecer, para violen-
bro los relatos de América Latina, ubi- es tan ardua y sangrienta para nosotros tar al otro. La propuesta americana es
can sus pañuelos de admiración en sus como lo fue para ellos. (p. 2). una flor por la vida, por la posibilidad
lenguas viperinas, y creen que las obras del hombre de sobrevivir de sus pro-
La interpretación de América con siste-
esculpidas bajo el sol de los americanos, pios ataques:
mas extranjeros es errónea, esto sólo
no es más que una ficción; ¿Acaso está permite ampliar la brecha que existe Una nueva y arrasadora utopía de la vida,
condición de leyenda es lo que identifica entre continentes, aislarnos de lo que el
a América Latina? En donde los hombres donde nadie pueda decidir por otros has-
europeo considera correcto, es decir, lo ta la forma de morir, donde de veras sea
son más que carne y hueso, son ideas y que ellos son; por lo que América crece
también hechos. América y sus guerras cierto el amor y sea posible la felicidad,
en soledad, desde el rechazo a su esen-
han impreso de rojo las banderas de sus y donde las estirpes condenadas a cien
cia, a su naturaleza, desconociendo sus
naciones, sus muertos y fantasmas bai- años de soledad tengan por fin y para
momentos y procesos.
lan en la impunidad de sus calles, y susu- siempre una segunda oportunidad sobre
rran en las plazas capitalinas; esta reali- La Europa actual abofetea ocasional- la tierra (García, 1982, p. 3).
dad, la bélica, la fantástica, la increíble, la mente la realidad americana, la humilla,
Referencias bibliográficas
terrorífica, la sublime, cautiva al europeo no la reconoce como verdad, olvidando
por ser netamente americana, atrevida tal vez la juventud sociocultural que con- García, G. (1982). La Soledad de América
ante la vida. La imaginación no es un centra este territorio, sin recordar que Latina. Recuperado de http://estati-
problema para el americano, ya que su su historia, más larga, dramática y con- cos.elmundo.es/especiales/cultura/
realidad supera la ficción; los personajes flictiva que la nuestra, es evidencia de lo gabriel-garcia-arquez/pdf/discurso_
novelescos no son más pintorescos que que un día fueron, y fue abono y es razón gabriel_garcia_marquez.pdf

* Breve análisis y reflexión del discurso titulado: La soledad de América Latina, declamado por Gabriel
García Márquez en 1982, cuando la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura

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