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TEMA RELEVANTE
MARCO NORMATIVO
Introducción
Sin embargo, todo ello conlleva tiempo, que sumado al ya transcurrido con la
denegatoria de la solicitud de inicio de cierre por duplicidad, podría adicionarse un
plazo de dos o tres meses más –entre obtención de los documentos que conformarán
el nuevo título y la calificación e inscripción de este– lo que también motiva la presente
investigación, pues en todo ese tiempo, la partida sigue abierta al tráfico jurídico, por lo
tanto, aquellos terceros que contraten con el titular registral no podrán tomar
conocimiento efectivo de la existencia de un potencial conflicto que a la larga pueda
perjudicar su derecho respecto a la partida registral sobre la que tengan algún interés.
I. Antecedentes
II. Definición
Podemos citar algunas definiciones doctrinarias respecto al tema que nos ocupa:
Así, Gonzales Barrón la define citando a Morales Moreno como “el segundo riesgo que
genera una inmatriculación y que consiste en lesionar titularidades registrales previas
ya sea en forma total o parcial referida a una o varias fincas”4.
Luis Díez-Picazo la define como el “(…) hecho de que una misma finca se encuentre
inmatriculada en dos folios independientes uno de otro. La inmatriculación puede ser
plural si se ha producido más de dos veces. Existe doble inmatriculación cuando las
dos fincas son absolutamente idénticas entre sí, aunque sus respectivas descripciones
(linderos, etc.) estén hechas de una manera distinta. Hay también doble
inmatriculación si una de las fincas coincide solo parcialmente o se encuentra
superpuesta respecto a otra”5.
Podríamos decir que al ser la más recurrente y, en otros casos, la más relevante, por
los derechos contenidos en las partidas involucradas, merece un especial tratamiento
en lo que respecta a su publicidad, pues conforme señala el artículo 60 del TUO del
Reglamento General de los Registros Públicos recién se pondrá en conocimiento de
los terceros al inscribirse el inicio del mismo en las partidas involucradas.
Ahora bien, algunos consideran incluso que si la resolución de inicio del procedimiento
de cierre de partidas por duplicidad, no es notificada en forma personal a las partes del
procedimiento, por alguna razón que la hiciera irrealizable, su plazo para impugnarla
no se perjudica a pesar de que pudieron tomar conocimiento con la inscripción
efectuada en la partida, lo que conforme a la actual legislación es correcto.
Efectivamente, si bien como indica Morón Urbina11: “Un acto administrativo carece de
eficacia mientras no sea notificado a su destinario o publicado, pero en cambio, no por
ello se encuentra privado de validez. La transmisión (en cualquiera de sus formas)
constituye la condición jurídica para iniciar la eficacia del acto administrativo. El
objetivo, el fin, la integración del acto administrativo, se concreta, desde el momento en
que el interesado a quien va dirigido, toma conocimiento de su existencia. Es
entonces, cuando la actuación adquiere eficacia, no antes ni después”.
Así queda claro que el acto administrativo es válido, sin embargo, su eficacia queda
suspendida hasta cumplir con la notificación personal conforme a lo prescrito en el
artículo 18 de la Ley N° 27444, lo que genera un conflicto con lo previsto en el artículo
2012 del Código Civil.
En los demás registros ocurre una situación similar, pues podemos preguntarnos qué
pasaría en el Registro de Personas Jurídicas si existieran dos partidas registrales
donde se comprenda a dos sociedades con la misma denominación y que se originan
con un título diferente, pero ocurre que la primera partida es cerrada en mérito a la
décima12 y décima primera13 disposición transitoria de la Ley General de Sociedades
que sancionaba con la cancelación de las inscripciones del Registro de Sociedades
por presunta extinción –al no haber inscrito ningún acto societario desde el 31 de
diciembre de 1986– lo que se efectuaba a través de un procedimiento regulado en
principio por la Directiva N° 012-2000-SUNARP/SN que fue modificada por la Directiva
N° 007-2001-SUNARP/SN, y la segunda es producto de que los interesados al
encontrar cerrada su partida otorguen una nueva escritura pública para constituirla con
la misma denominación, ya que no habría conflicto en el índice por la inscripción de la
extinción ya descrita.
Por otro lado, en el Registro de Sucesiones Intestadas hemos podido advertir que uno
de los casos más usuales de duplicidad de partidas es el referido al de la anotación
preventiva de la solicitud notarial o de la demanda de sucesión intestada, ello
obviamente solo se puede generar por la defectuosa publicidad al expedir el certificado
negativo de sucesión intestada y, en otros casos, por negligencia del notario ante quien
se tramita la segunda solicitud que no toma en cuenta los certificados positivos de
sucesión intestada.
Sin embargo, pueden darse otras situaciones anómalas, como podría ocurrir si el
usuario que inscribió la anotación preventiva de sucesión intestada (notarial) en la
Oficina Registral del Callao, antes de la vigencia del reglamento mencionado en el
párrafo anterior, y luego se formula oposición y el notario omite cursar partes al registro
para cancelar la anotación preventiva; entonces luego de concluido el proceso judicial
(sin anotación preventiva) se solicita la inscripción definitiva de la sucesión intestada
en la Oficina Registral de Lima y no en la Oficina Registral del Callao, porque
supongamos que el fundamento de la oposición fue precisamente el último domicilio
del causante, ocurrirá que al cruzarse la información con la implementación del Índice
Nacional de Sucesiones (artículo 6 del Reglamento en mención) se evidenciará
duplicidad de inscripciones; ello tampoco podría resolverse en el procedimiento
administrativo de cierre por duplicidad de partidas, pues la solución de cerrar la partida
menos antigua no resulta apropiada y, por lo tanto, solo procedería cancelarse la
inscripción más antigua por mandato judicial.
III. Problemática
Siendo esto así los terceros recién podrán advertir la circunstancia señalada cuando el
jefe de la Unidad Registral lo publicite con la inscripción registral del inicio del
procedimiento de cierre por duplicidad de partidas.
Y si bien, como señala Mejorada Chauca19, el mejor derecho de propiedad no debe
definirse en función de la prioridad de la inscripción de dicho derecho –ya que el
registro no es constitutivo–, por lo tanto, esto debe dilucidarse en función de la validez
y eficacia del título, lo que será merituado en la instancia jurisdiccional; idea que
compartimos. No obstante, no debemos olvidar la finalidad intrínseca del
procedimiento administrativo de cierre por duplicidad, pues con este –aunque no se
produzca el cierre– se advierte a los terceros de la inexactitud detectada.
Esta circunstancia no siempre se daba, pues hay casos en los que al cerrar una
partida registral no se aperturaba una nueva donde consten los asientos de la
primigenia, esto genera perjuicio en aquellos terceros que tenían inscritos gravámenes
a su favor pues estos no se trasladaban a la nueva partida, ello debido a que en estos
casos las partidas ya preexistían al cierre y Cofopri disponía el mismo alegando un
traslado nunca efectuado. Por lo tanto, a estos terceros solo les quedaba la opción de
iniciar el procedimiento de cierre por duplicidad, bajo el supuesto especial regulado en
la tercera disposición transitoria del Reglamento de Inscripciones del Registro de
Predios20.
Este nuevo supuesto genera también incertidumbre, pues cuando observemos en una
partida registral del ex Registro de Propiedad Inmueble que conste un asiento de
anotación de cierre, por traslado al ex Registro Predial, el que en ningún caso señala
cuál es la nueva partida donde corren los asientos de la trasladada, tendremos que
efectuar una búsqueda en el sistema denominado SARP (donde se encuentran las
inscripciones del ex RPU) a fin de ubicar la partida trasladada; de no encontrarse la
misma, el interesado se quedaría en una especie de “limbo” y solo podría ubicar su
predio mediante una búsqueda catastral.
El análisis del presente tema tiene una vital relevancia, por cuanto se busca dar una
solución al desconocimiento actual que rodea a la doble inmatriculación, la que solo es
puesta en conocimiento de los terceros al ser recogida por la publicidad jurídica
registral en el momento de inscribirse la resolución de inicio del procedimiento de
cierre de partidas por duplicidad. Sin embargo, hasta antes de esto, es totalmente
desconocido para los terceros la solicitud de inicio, lo que obviamente genera un
expediente administrativo que se rige como cualquier otro por la Ley N° 27444, pero
este procedimiento muy lejos de lo que implica un procedimiento administrativo
ordinario, donde el efecto buscado solo afectará al administrado sujeto a este, tiene la
posibilidad de afectar el derecho de terceros adquirentes respecto a aquello que está
publicitado en la partida registral. Por lo tanto, este procedimiento tiene una naturaleza
especial que debe ser cautelada a fin de reducir el perjuicio que generaría a estos
terceros.
Siendo esto así, creemos que resulta necesario mejorar la publicidad con la que
cuenta actualmente el procedimiento de duplicidad, pues de por sí resulta complicado
dar con la referencia de cualquier expediente administrativo en el que no somos parte.
Entonces, ¿siendo terceros en el mismo, cómo podríamos tomar conocimiento de
dichos actuados? Resulta que actualmente la publicidad de dicho procedimiento no es
expeditiva, sin embargo, otro sería el escenario si el número del expediente
administrativo –del procedimiento de duplicidad– se publicitara en la partida registral –
como sucede con los títulos pendientes–, con ello tendríamos el dato del expediente
administrativo con la sola manifestación de la partida registral (copia informativa o
literal). Por ello proponemos que dicho dato se incorpore a la base de datos del
sistema de información registral (SIR), lo que además debe estar a cargo del jefe de la
Unidad Registral de cada una de las 14 zonas registrales que comprende a la Sunarp.
Como todos los derechos que nos son inherentes algunas veces son objeto de un mal
uso o de un ejercicio abusivo que el ordenamiento jurídico proscribe, resulta lógico
suponer entonces que esta propuesta de ser recogida por el reglamento general podría
ser objeto de un mal uso. Sin embargo, debemos: i) primero, evaluar los beneficios que
tal propuesta nos irroga que son muchos pues aquel interesado en un predio, podría
acercarse a la oficina registral y evaluar el expediente administrativo resolviendo si
desea asumir el posible perjuicio que acarrearía el cierre parcial o total de la partida
registral; ii) segundo, debemos evaluar las posibles consecuencias de un mal uso de
esta herramienta que, como dicen algunos, podría detener el tráfico jurídico;
considerando ambos puntos de vista, será el interesado quien decida asumir o no el
riesgo, es decir, tendrá la posibilidad de evaluar y asumirlo de ser el caso, en el
escenario actual no tiene esa posibilidad.
No podemos negar que cuando contemos con un catastro integral, como el propuesto
con la Ley N° 28294, se evitará y detectará efectivamente la doble inmatriculación, lo
cual daría un importante plus de calidad a la seguridad jurídica que busca alcanzar el
Registro de predios22. Sin embargo, como señala Gonzales Barrón23, “debe
reconocerse que el trabajo de coordinación entre el registro y el catastro actual no es
fácil. La experiencia histórica ha demostrado que la labor catastral es compleja y
sumamente onerosa, por lo cual, ni siquiera en los países desarrollados se ha
implementado en su totalidad”.
Siendo esto así, creemos que la inseguridad jurídica ocasionada por el defecto de la
técnica de las inscripciones debe ser combatida con otro mecanismo que puede ser
muy beneficioso para los interesados y que a su vez podría dificultar el tráfico jurídico.
Estimando ambas posturas considero humildemente que debe prevalecer la propuesta
planteada de publicitarse la solicitud de inicio del procedimiento de cierre e
incorporarse una disposición que así lo establezca en el Reglamento General de los
Registros Públicos, a fin de brindar la posibilidad a los terceros de tomar o no un
riesgo, cuantificando lo que ello implica en la partida registral de su interés.
Debe quedar claro, y así debería recogerse al plasmarse reglamentariamente que esta
publicidad no es igual a la de los títulos pendientes, no vincula al registrador en la
calificación, es una previsión, una cautela, similar a la de la “alerta registral” pero no
tiene efecto en la calificación registral.
Conclusiones
Bibliografía
9. Resolución N° 046-2001-ORLC-TR.
___________________________
Casación Nº 1005-2009-Lima
Disposiciones Transitorias
Disposiciones Transitorias
Ello en razón a que el pleno del Tribunal concluyo en que la Ley Nº 27673
permite dejar sin efecto el asiento de cancelación por presunción de extinción por
prolongada inactividad, que se hubiera extendido, en la medida que según esta ley las
sociedades pueden adaptarse en cualquier momento a la Ley General de Sociedades
y ya no se presume su extinción.
17 Código Civil
Disposiciones Transitorias
22 Ibídem, p. 156.