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Introducción: La Biblia nos dice “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en
tanto que está cercano” (Isaías 55:6), la palabra buscar es traducida del término hebreo
“darásh” que además significa: pisar o frecuentar; por lo general seguir (en persecución o
búsqueda); por implicación buscar o preguntar; específicamente indica adorar.
b) La actitud ante los problemas determina nuestro servicio a Dios (Lc. 1:8-10)
Pero esto no hizo murmurar a Elisabet, ni se quejó, ni volvió atrás, e igualmente su marido
Zacarías, tampoco abandonó el servicio al Señor. Su crisis no hizo que negaran la bondad y
soberanía de Dios. Ellosx confiaban en el Dios todopoderoso: prov3:26, No entendían pero
seguían adelante sin negar al Señor y esto honra a Dios, pues Jesús dijo: “Bienaventurados
lo que no vieron y creyeron”.
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2) LOS TIEMPOS SON DE DIOS.
En el idioma griego existen varios términos para la palabra tiempo, se destacan: “Kairos”
(que es el momento oportuno, tiempo favorable, tiempo señalado), y el “Cronos” (que es
el lapso o período de tiempo, momento, ocasión, origen de palabras como cronometro).
Kairos marca calidad y Cronos la cantidad, el primero implica el tiempo de Dios y el
segundo, el tiempo de los hombres.
El plan redentor diseñado en el cielo, dictaba que Juan el Bautista (el hijo de Zacarías y
Elisabet) nacería seis meses antes que Jesús, pues éste lo anunciaría. Dios siempre sabe lo
que hace, por eso busca a Dios en todo en tiempo.
b) Nuestras oraciones conservan su poder ante el trono del Señor, y son respondidas en
su tiempo (Lc. 1:12-13)
El contexto nos deja ver que ellos habían dejado de orar por el hijo, por un milagro, lo
hicieron durante años, pero con el paso de éstos, perdieron su esperanza. Zacarías
significa: recordado por el Señor (esto indica entonces que Dios no se había olvidado de
ellos) y Elisabet significa: Juramento de Dios (es decir Dios cumpliría su plan, no fallaría).
El ángel informa que esas oraciones estaban delante de Dios y había llegado el tiempo de
la respuesta: “tu oración ha sido oída y tu mujer Elisabet dará a luz un hijo, y le pondrás
por nombre Juan”, Lo que era imposible para ellos, para los familiares y demás, Dios lo
hizo, porque él es todopoderoso y misericordioso, y que interesante que Juan significa:
gracia o misericordia del Señor, porque esto fue lo que Dios tuvo con ellos.
1. Para el propósito y gloria de Dios, nacería aquel de quien Jesús dijo: “Entre los que
nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista” (Mateo 11:11),
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2. Para nosotros (pues dijo le permitió a Zacarías y Elisabet disfrutar la bendición, por eso
dice el texto: “tendrás gozo y alegría”),
3. Para muchos (el pasaje nos dice: “muchos se regocijarán” y “muchos se convertirán al
Señor”).
El texto bíblico nos dice que Elisabet “concibió” y ella nunca había tenido esa experiencia…
Dios nos sorprende con cosas nuevas, y aun cuando no las estamos esperando. Elisabet
dijo: “el Señor se dignó quitar mi afrenta”, la palabra afrenta, desde el griego nos indica:
Descrédito, desgracia, afrenta, vituperio, algo vergonzoso. A pesar del tiempo difícil busca
a Dios y él te recompensará.
Pero Dios restaura su buen nombre, levanta su papel como esposa fértil y madre, ahora
cuenta con una gracia especial y nueva del Señor sobre su vida, ahora hablan de ella pero
por lo que Dios ha hecho, y como padres no solo disfrutan de un hijo, sino que educan a
un profeta del Señor, voz de Dios, aquel que anunciaría que Jesucristo había llegado a
Israel.
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SILENCIO DE DIOS
I. INTRODUCCIÓN
· Tan difícil como una vida en total silencio, lo es una sin silencios
En medio de las necesidades más apremiantes, cada creyente debe aprender a reconocer
que el silencio de Dios ante sus peticiones no es para alejarlo, sino para que afirme su
relación con él.
Si siempre nos hablara como queremos, nunca recordaríamos lo que nos ha dicho,
derramando nuestro corazón ante él.
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· Porque su deseo no es solo ser escuchado, sino obedecido
Ejemplo: Saúl. “Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por
Urim, ni por profetas” (1 Samuel 28)
“Callará de amor” (Sofonías 3:17) “te renovará con su amor” NVI; Primero al salvarnos en
Cristo (Lucas 15:7-10), luego al corregirnos.
CONCLUSIÓN