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El orgullo de cawboy 1

Reglas del Cowboy 2

1
Sinopsis

Las reglas están hechas para romperlas. Las reglas de los cowboys están
hechas para destrozarlas.

Aunque al ex-convicto, Cash Wiley, le encanta trabajar en el Rocking W,


estar alrededor de Shane Ackerman y Dub Walker es su parte favorita del
trabajo. Había tenido la oportunidad de estar con los dos hombres unos
meses atrás, pero la desaprovechó antes de que pudiera pasar. Lo arruinó
todo porque se negaba a tener sexo sin ataduras.

Estúpido no empezaba a describir como se había sentido al día siguiente o


cada día después de eso. Shane se tomó un respiro y Dub era el tipo de
hombre con el que Cash siempre había soñado con tener a su lado. Era la
regla lo que se interponía en su camino.

¿Cómo podía no prometer que no se enamoraría cuando ya lo estaba?

2
Capítulo Uno

Cash Wiley observó a Shane Ackerman cuidadosamente. Estaba fascinado


por la forma en que Shane se las arreglaba con la pezuña del caballo. Para
un tipo pequeño, Shane definitivamente se las arreglaba para demostrar a
Gravy quien era el jefe.

–Solo sostenlo así, –instruyó Shane– y araña todo el barro y las rocas para
quitarlas. No tienes que preocuparte por hacer daño a los caballos a menos
que no tengas cuidado e intentes ir demasiado profundo. Lo importante es
recordar que le estás haciendo un favor al caballo. –Alzó la mirada hacia
Cash– Si el caballo empieza a pelear contigo, dale con tu hombro en el
estómago, y se calmará.

Cash odiaba a los caballos. Creciendo en Flint, Michigan, había pasado su


infancia intentando sobrevivir. Pasar el tiempo con los caballos o cualquier
animal aparte de perros, gatos o ratas, no era una opción. No fue hasta que
llegó al Rocking W que estuvo al lado de un caballo. No tenía ni idea de
que las malditas bestias fueran tan grandes.

Shane soltó la pata de Gravy y dio un paso atrás.

–¿Quieres intentarlo?

No, Cash quería gritar. Pero, le encantaba el trabajo en el rancho y con su


pasado todavía siguiéndolo, los trabajos eran pocos. Disfrutaba del que
tenía ahora más que nada de lo que había tenido antes.

–Claro.

Cuando Shane intentó dejar pasar a Cash no se pusieron de acuerdo en la


dirección.

–Lo siento. –dijo Shane, dejando pasar a Cash finalmente.


Cash desechó la disculpa de Shane con la mano. Aunque realmente
disfrutaba estando alrededor de Shane, su tiempo juntos era demasiado 3
cómodo. Tenía que recordarse que Shane ya había sido tomado por Dub, el
propietario del Rocking W. Incluso más difícil con lo que tratar, Dub había
invitado a Cash a unirse a ellos en un trío. Habría saltado ante la
oportunidad de pasar tiempo de calidad con Dub y Shane entre las sábanas,
pero había algo en la pareja que atraía a Cash a un nivel más profundo que
el sexo. Sabía que cuando intimara con Shane y Dub, no sería capaz de
alejarse sin salir herido. No gracias.

–Ahora coloca tu mano en Gravy para que sepa dónde estás y que no tienes
intención de hacerle daño. –Shane estaba cerca.

Cash tragó alrededor del nudo de miedo que estaba alojado en su garganta.
Era estúpido estar asustado del caballo. Había visto a Dub y Shane
maniobrar con Gravy sin represalias, pero Cash no podía ver más allá de
los poderosos músculos evidentes en las patas del caballo.

–Está bien. Tócalo. –animó Shane.

Aunque Cash no confiaba en Gravy, confiaba en Shane. Colocó su


temblorosa mano en la espalda del caballo. Hecho. Soltó el aire que estaba
aguantando.

–Fantástico. Ahora pasa tu mano por su pata y dale un toquecito cuando


llegues a la pezuña.
–¿Toquecito? –preguntó Cash, bajando su mano por la pata de Gravy.

–Sí. Le dará una señal a Gravy de lo que quieres. No te preocupes. Está


acostumbrado a ello. – Shane dijo, apoyando sus antebrazos en sus rodillas.

Cash intentó hacer lo que le indicó, pero no pasó nada.


–¿Debería golpearlo un poco más fuerte?

Shane sacudió la cabeza.

–Sabe lo que quieres. Solo está jodiendo contigo. Muévete hacia el espolón
y aprieta. –Apuntó a la zona de la pezuña de Gravy.

Cuando Cash lo hizo, Gravy resopló y se movió a un lado. La acción asustó


mucho a Cash. Saltó lejos del alcance del caballo.

–Lo siento, Shane, pero no creo que pueda hacer esto.


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Shane se movió adelante para quedar delante de Gravy. Palmeó al caballo
en la nariz, lo bastante fuerte para llamar la atención de Gravy.
–Deberías avergonzarte por asustar a Cash. Estaba intentando ayudarte. –Se
giró hacia Cash– Lo siento. No sé qué le pasa.
Cash se encogió.

–No es el caballo. No les gusto a los animales.

–Eso es mentira. Patches te adora.

Cash sonrió cuando pensó en la bola de pelo multicolor que dormía con él
cada noche. Era la primera vez en su vida que había tenido algo que
consideraba especial.

–Sí, pero Patches cree que ella es humana. No le he dicho que es una gata,
por lo que no le digas la verdad.

Shane alzó su mano derecha.

–El secreto está a salvo conmigo.

–Bien. Confío en tu palabra. –A Cash le encantaba cuando Shane


bromeaba. Nunca en su vida había tenido a alguien que se sintiera lo
bastante relajado a su alrededor como para soltarse y actuar de forma
estúpida. Incluso de niño, fingía ser mucho más duro de lo que realmente
era. Su tamaño había sido una ventaja. Eso lo había salvado en muchas
ocasiones hasta que encontró a un hombre que realmente podía enseñarle
como defenderse. El recuerdo le llevó a la pelea que había cambiado su
vida. Cash sacudió la cabeza, intentando apartar los pensamientos del
pasado.

Cash apuntó a Gravy.

–Gracias por intentarlo, pero si está bien contigo, preferiría palear la mierda
y dejarte que tú limpies sus pezuñas. –Sabía que había muchos trabajos que
podría hacer en el rancho que no implicaban trabajar directamente con los
caballos.

Shane, que había trabajado con los caballos durante años, sonrió. 5
–Lo volveremos a intentar cuando creas que estás preparado.
–Tendrás que esperar mucho tiempo. –masculló Cash– ¿Me harías el favor
de no decirle a los otros que me asustan los malditos animales? –Solo había
estado en el rancho poco más de tres meses, pero ya se había ganado una
reputación como el tipo con el que nadie querría meterse. Ya fueran sus
tatuajes, la moto o el tamaño, no estaba seguro, pero la mayoría de los
cowboys lo evitaban. A Cash no le importaba. Después de pasar años
viviendo en una pecera cerrada, disfrutaba de la privacidad que le daban los
del rancho. Miró a Shane. Dios, desearía haber conocido a alguien como
Shane mientras crecía. ¿Cuán diferente habría sido su vida si hubiera visto
los colores en su mundo gris?

–Por supuesto. –Shane colocó su mano en el pecho de Cash– Soy bueno


manteniendo secretos.

No había duda en la mente de Cash de que el toque era inocente. Shane


definitivamente era una persona a la que le gustaba tocar a la gente a su
alrededor. Era Cash quien deseaba que el gesto fuera algo más que
amistoso.
El momento fue interrumpido por el teléfono de Shane.

–Lo siento. –dijo Shane mientras sacaba el móvil del bolsillo de su camisa.

Cash podía decir por la pacífica expresión en el rostro de Shane de que era
Dub. Se apartó para darle a los dos tortolitos un poco de privacidad.
Cerrando sus ojos, intentó imaginar la expresión y el lenguaje corporal de
Dub. Cash había notado la diferencia entre el comportamiento de Dub y su
humor cuando Shane estaba alrededor. El rostro entero de Dub se
iluminaba cuando Shane estaba cerca. Maldición. Odiaba envidiar a la
pareja, especialmente sabiendo que estaban abiertos a una o dos rondas en
la cama con él.

–Dub quiere que le lleve algo más de agua helada. Está fuera arreglando el
molino del pasto oeste. – Shane sonrió mientras sus cejas subían y bajaban–
Me dijo que llevara el lubricante, por lo que creo que quiere algo más que
una bebida.

–Bastardo afortunado. –dijo Cash antes de poder detenerse.


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Shane miró a Cash unos momentos.
–Lo siento.
Cash sacudió la cabeza.

–No tienes que disculparte por nada. –Dub lo ofreció, yo no pude hacerlo, y
hasta ahí llega la cosa.

Shane se mordió el labio inferior.

–Vale, bueno, será mejor que vaya. –Volvió a meter a Gravy en su partición
del establo– Me ocuparé de Gravy cuando vuelva. Puedes ir a ver si Hank
necesita ayuda preparando la fiesta de mañana.
Cash gimió internamente. No le apetecía estar rodeado de tantos extraños.

–Puedo ayudar con las preparaciones, pero no planeo ir a la barbacoa.


–¿Qué? Tienes que hacerlo. Es una de las mejores fiestas que tenemos por
aquí, y Dub contrató a una banda en vivo para que podamos bailar. –Shane
cerró la puerta de la partición de Gravy.

–No soy un bailarín. –Cash alzó una de sus botas de motero de talla
catorce– Podría romperle el pie a alguien con esto.

– Soy muy buen bailarín. Si vienes, aunque sea solo un rato, te mostraré
como bailar un paso doble. Es muy fácil. Tan fácil que Dub puede hacerlo.
Cash rió.

–Ya veremos.

Shane hizo una ola con la mano.


–Estaré aquí fuera. Nos vemos luego.

Cash observó a Shane irse. Su corazón se sentía pesado y ligero al mismo


tiempo si eso era posible. Se preguntó cómo sería si pudiera envolver a
Shane abiertamente en sus brazos y dejarle saber a Shane cuanto
significaba para él su amistad. No se atrevía a ponerse en esa posición en la
realidad, pero no podía parar de pensar en ello.
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Shane se subió la cremallera de la bragueta.

–Entre tú y yo, no creo que Cash supere su miedo a los caballos pronto.
Dub paró en el proceso de ajustar su gastada polla en su ropa interior.
–¿Pensaba que estabas trabajando con él?
–Lo estoy. Quiero decir, lo intentó, pero los caballos le ponen nervioso y
eso hace que la situación sea peor. –Shane cogió la gorra de béisbol– Es
casi tan malo como yo con las arañas. -Quería asegurarse de que los miedos
de Cash no eran una razón para despedirlo– No creo que sea un problema
porque de todas formas me gusta ocuparme de los caballos.

–¿Puedes hacerlo solo? –preguntó Dub, encontrando su sombrero en la alta


hierba.

–Claro. Cash todavía ayuda a limpiar los establos y hace todos sus otros
trabajos. Solo que yo seré el único que trate con los caballos directamente.
Dub miró a Shane unos segundos.
–¿Estás tratando de cargar con parte de su trabajo porque no quieres que lo
despida?

–Sí. –dijo Shane honestamente– Me gusta. Es diferente.

–¿Diferente cómo? –Dub atrajo a Shane a sus brazos.

Shane apoyó su mejilla contra el pecho de Dub.

–Actúa como si no necesitara o deseara compañía, pero cuando lo veo solo,


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parece triste. No creo que le guste estar solo. Creo que está demasiado
asustado para estar con la gente, pero eso no tiene sentido. Es enorme, lo
bastante fuerte como para cuidar de sí mismo en una pelea, y es uno de los
hombres más sexy que he visto nunca.

Dub se aclaró la garganta.


Shane rió.

–No, no es tan sexy como tú, pero eso ya lo sabes.

–No buscaba un cumplido. Iba a decir que estoy de acuerdo contigo. –Dub
ladeó la mandíbula de Shane para un profundo beso. Cuando se apartó,
miró a Shane con tanto amor que hizo que a Shane se le atascara la
respiración– Sé que quieres cuidar de Cash, pero es más que capaz de
cuidarse solo.
Normalmente, Shane hubiera estado de acuerdo con Dub, pero no estaba
seguro cuando se trataba de Cash. Físicamente, el hombre estaba más que
equipado para ocuparse de cualquiera que lo amenazara. Era el lado
emocional de Cash el que le preocupaba a Shane. Había visto las miradas
entre Cash y Dub cuando los tres hablaban. Había algo en Cash que
provocaba esas miradas. Algún tipo de secreto que no le contaban a Shane.
Estaba seguro de ello.
–¿Pero por qué se ve tan triste? –preguntó Shane, rezando porque Dub
finalmente contestara su pregunta.

–Te lo he dicho, bebé, el pasado de Cash es cosa suya. Si quiere hablarte de


ello, lo hará.
Sin embargo, Cash no había dado información voluntariamente, y Shane no
tenía el valor para preguntarlo. Joder. Sacó su labio inferior, esperando que
Dub tuviera piedad de él.

Dub chupó el labio de Shane en su boca lo que se convirtió en un beso


caliente y chapucero. Cuando Dub se apartó, rió.
– No me convencerás para que te de lo que quieres a menos que sea otra
follada. –Restregó su ingle contra Shane– Eso, estaré listo para dártelo en
unos veinte minutos o así.
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Nunca siendo alguien que rechazara el sexo, Shane mentalmente pensó en
su horario del resto del día. A parte de esperar la llegada de Justice, solo
tenía que preparar la fiesta.
–¿Se pude ir a buscar la carpa para la fiesta mañana?

Dub se restregó la mandíbula.


–No, pero puedo pedírselo a algún de los otros chicos.

Shane sacudió la cabeza.

–Han estado haciendo mi trabajo desde que volvía al rancho. –Le


encantaba pasar tiempo con Dub durante las horas de trabajo, pero no era
justo para los demás empleados cuando no podía hacer su trabajo. Pasó los
dedos por la bragueta de Dub. No parecía importar cuán a menudo él y Dub
tenían sexo, nunca parecía tener suficiente. Demonios, quería el doble que
cuando había sido la putita del rancho, y eso era antes de que tuviera a Dub
en su culo tres o cuatro veces al día. La visita anterior de Justice no había
ido como planeaban. Shane y Dub habían decidido no invitar a Justice a su
cama, pero habían disfrutado de algunas sesiones de caricias calientes con
el jinete de potros salvajes. Aunque a Shane le encantaba ser cuidado por
dos hombres, una parte de él deseaba que hubiera sido Cash el que lo
hubiera tocado y besado en lugar de Justice.
Mierda. Lo último que Shane necesitaba era preocuparse por pensamientos
sobre Cash.

–Iré a por la maldita carpa.

Dub agarró el culo de Shane.


–¿Quieres que te folle con el dedo?

Shane empezó a alcanzar su cremallera, pero cambió de idea.

–No debería.

–Pero lo deseas. –contestó Dub.

–¿Quién no? Quizá debería empezar a llevar un tapón o algo durante el día.
No tengo ni idea de qué me pasa últimamente, pero estoy cachondo todo el
maldito día. –explicó Shane.
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Dub le dio a Shane otro profundo beso.
– No me extraña. Entre mi acariciándote a cada oportunidad, y tú
trabajando con Cash la mayoría de los días, puedo entenderlo. ¿Por qué
crees que planeo mi horario para trabajar en el lado contrario del rancho a
vosotros dos? –Sacudió la cabeza– Te amo con todo mi corazón, bebé, pero
no puedo estar alrededor de Cash sin pensar en cuan bonita se vería tu boca
alrededor de su polla. Algunos días, juro, que si me dejaras despedirlo, lo
haría.

–No lo haré. –Shane suspiró– A Cash le encanta su trabajo. –Recordó el


intercambio que había tenido con Cash en el establo– Quizá yo debería
empezar a flirtear con él. Ambos hemos intentado respetar su decisión, pero
esto se está volviendo ridículo porque veo la forma en que nos mira. Creo
que nos desea tanto como nosotros a él.
Dub miró al cielo mientras se colocaba bien su Stetson marrón.

–Incluso si pudieras meter a Cash en nuestra cama, no está dispuesto a


seguir las reglas.

¿Reglas?
–¿Qué reglas? –preguntó Shane. Por lo que sabía, las únicas reglas tenían
que ver con su acuerdo con Dub sobre siempre pedir permiso antes de
flirtear con alguien más, y el Señor sabe que habían hablado de todo sobre
traer a Cash a su cama.
–La regla de que eres mío, no me tomo bien que alguien intente alejarte de
mí.

Shane no podía creer lo que estaba oyendo.

–Nadie me va a apartar de ti. ¿En serio le dijiste eso a Cash?

–Ciertamente sí. –contestó Dub– La única forma de que nuestro acuerdo


funcione es si no me tengo que preocupar de que huyas con otro hombre.

Shane hizo una mueca. Probablemente se lo merecía después de dejar el


rancho con Bobby hacía cuatro meses, pero eso había sido antes de que 11
Dub finalmente se hubiera rendido y declarado sus sentimientos por Shane.
Sabía que Dub tenía problemas de abandono por la forma en que su madre
lo dejó, pero estaba empezando a preguntarse si siempre sería así en su
relación.

–¿Cuántas veces tengo que decirte cuanto te amo antes de que empiece a
entrar en esa gran cabeza tuya? Soy un guardián. No te vas a deshacer tan
fácilmente de mí.

Dub apretó el culo de Shane de nuevo.

–No me arriesgaré.
Shane miró al hombre que amaba. Quería preguntarle a Dub por Justice,
quien era el único otro hombre que Dub había amado. Shane ya sabía que
Justice le había roto el corazón a Dub porque no correspondía su amor por
Dub. Cuando Dub había dado la bienvenida a Justice al rancho un par de
meses antes, los tres habían discutido sobre ir a la cama juntos. Shane se
sentía mal por el rechazo de Cash y había ido un poco más lejos con Justice
de lo que pretendía.

Una idea de repente se le ocurrió a Shane.

–¿Le dijiste la regla a Justice?


Dub se vio sorprendido por la respuesta.
–No, porque no tengo que preocuparme de que Justice se enamore de ti.

–Vaya, gracias. –Sintiéndose como si le hubieran golpeado, Shane se


dirigió al 4X4.

–Para. –Dub se movió rápido entre Shane y su forma de escape– Justice no


es capaz de amar a nadie, no eres tú, créeme.

Dada la regla de Dub de que no haya lazos emocionales con un tercero,


Shane estuvo de acuerdo en que estaría mal intentar conseguir algo con
Cash.

–Será mejor que vuelva.


–No quería enfadarte. –dijo Dub. 12
–Está bien. –Shane estaba enfadado, pero no tenía nada que ver con Justice
y su incapacidad de amar a nadie a parte de sí mismo. Aunque Cash los
había rechazado, Shane había seguido con la esperanza de que solo era
cuestión de tiempo. Con la regla, Shane entendía que lo mejor sería que
Cash encontrara a alguien más con quien ocupar su tiempo. No había
esperado que darse cuenta de ello doliera, pero lo hacía.

–Te amo, –le dijo Shane a Dub antes de darle otro beso. Sin importar lo que
hacía o sentía por Cash, no cambiaba el amor que sentía por Dub, nunca lo
haría– ¿Cuánto falta para que acabes aquí?

Dub miró el molino que estaba sobre ellos.


–Debería llegar a casa sobre las cinco.

–Vale. Iré a por la carpa y supervisaré su erección1. –Shane rió por su


propio juego de palabras.

Una de las cejas de Dub se alzó.

–Solo asegúrate de que es todo lo que supervisas. –La esquina de la boca de


Dub se alzó en una maliciosa sonrisa.

–No te preocupes por eso. –Shane estiró sus brazos hacia las nubes– Soy el
rey a la hora de observar. –proclamó.

Cash salió del establo para conseguir algo de aire fresco. Le habían pedido
que organizara el pajar antes de la fiesta. Hank, el gerente del rancho,
esperaba que mucha gente fuera al pajar para una rápida follada y quería
asegurarse que nadie tropezara con una bala de heno.

Una risa llamó su atención. Shane. El corazón de Cash se apretó mientras


observaba a Shane mover su mano alrededor mientras estudiantes fuertes 13
1 Se refiere a su montaje, que en inglés se puede decir de la misma forma, de ahí el juego de palabras
intentaban alzar la carpa blanca.
–¡Pon un poco de músculo ahí! –gritó Shane, un poco de risa todavía en su
voz.
–Eres más que bienvenido a mover tu culo aquí y ayudar. –Bucky, uno de
los nuevos estudiantes, le gritó.

Cash raramente hablaba con los otros, pero no podía dejar que el pequeño
le hablara a Shane de esa forma. Se limpió el sudor de la frente y se dirigió
hacia el grupo. Esperó hasta que se estuvo sobre Bucky para hablar.
–Si alguna vez te escucho hablándole así a Shane de nuevo, te arrancaré la
jodida cabeza.
Bucky miró a Cash.

–Me estremezco. Solo estaba bromeando con él. Sé que se está follando al
jefe. No soy tan estúpido.
Shane se puso entre Bucky y Cash. Colocó una palma en el pecho de Cash.

–Está bien. Estoy acostumbrado a cosas peores.

Cash miró los grandes ojos verdes de Shane. Demonios, Cash no quería
nada más que tirar a Shane sobre su hombro y llevar al sexy hombre al
pajar.

–No deberías dejar que la gente te hable así.

Shane sonrió.
–Mi propio padre me hablaba peor que eso. Créeme, sé cuando alguien lo
dice en serio, y Bucky solo hablaba para escucharse a sí mismo.

Cash miró a Bucky de nuevo antes de asentir hacia Shane. Se giró y volvió
al establo sin otra palabra. Cash había odiaba escuchar que el padre de
Shane le hablaba de otra forma que amorosamente. Cash nunca había
conocido a su padre. Cada vez que le preguntaba a su madre, contestaba lo
mismo. “Ve a Hell's Gate2 y elige. Cualquiera de ellos podría ser tu papá”
Hell's Gate era un bar escandaloso en Flint lleno de chusma incluso más
14
2 Las puertas del infierno
peligrosos que él. No gracias. Decidió a una edad joven que estaba mejor
sin un padre. Escuchar a Shane solo demostraba que había estado en lo
cierto.
–Cash. –lo llamó Shane, corriendo hacia el establo.

–Lo siento. –dijo Cash– No me gustó la forma en que ese idiota te habló.

Shane apartó algunas piezas de heno del pelo del pecho de Cash.

–Deberías ponerte una camisa antes de que el heno te corte.


Cash se tensó cuando sintió los suaves labios de Shane en su pezón. Sus
párpados se cerraron mientras luchaba por no tomar lo que necesitaba de
los jodidamente sexy labios y lengua que trabajaban en su pezón.
Una bocina llamó la atención de Shane. Gruñó y se apartó.

–No debería haber hecho eso.

Cash quería estar de acuerdo, pero no podía. La verdad era que daría lo que
fuera por sentir los labios de Shane en él de nuevo.
–¿Justice? –Sabía que el campeón de los jinetes de potros salvajes venía al
pueblo porque Shane lo había mencionado varias veces. La visita de Justice
de hacía unos meses había sido dura para el estómago de Cash, pero se las
arregló para superarlo usando el tiempo para cuidar de Patches.

–Probablemente. –Shane miró hacia las grandes puertas dobles– Es el único


que conozco que siente la necesidad de anunciar su llegada a todo el jodido
rancho. –Devolvió su atención a Cash– ¿Te molesta verme con Justice?
¿Qué coño podía decir? Cash no había reclamado a Shane, pero Cash no
podía mentirle.

–¿Justice te hace feliz?

–Me ayuda a olvidarme de ti por un rato. –Shane miró a Cash– Preferiría


tenerte conmigo y con Dub, pero Dub me habló de sus reglas, y quizá es
algo bueno que no llevemos las cosas entre nosotros más lejos. –Se puso de
puntillas y le dio a Cash un suave beso en los labios– Cabrearía a Dub
15
saber que ya tienes un espacio en mi corazón, y no puedo hacer nada que
joda mi relación con Dub. Lo amo más que a mí mismo.
–Lo sé. Lo veo cada vez que lo miras. –Cash respiró profundamente. Saber
que sus sentimientos por Shane no eran solo en un sentido derritió su
corazón. Maldición. Era más de lo que había recibido nunca, y podría ser
suficiente para el resto de su vida. Sonrió a Shane– Ve a recibir a tu
invitado antes de que venga a buscarte.

Shane finalmente dio un paso atrás.

–Te veo después.


Cash se aclaró la garganta.

–Sí. –Apuntó al pajar– Será mejor que acabe ahí arriba antes de que Hank
venga y me muerda el culo. –Observó a Shane con dolor en su pecho.

16
Capítulo Dos

Shane esperó a que Justice saliera de su camioneta. Silenciosamente


maldijo su cuerpo mientras reaccionaba predeciblemente al hermoso
hombre. Soy una puta.

–Hey. –dijo Justice, alzando a Shane momentos después de salir de la


camioneta.

Shane abrió su boca para el beso de Justice mientras su polla se endurecía y


su culo se apretaba. Sip. Puta. Al menos Dub lo sabía y había aprobado que
Shane coqueteara con Justice. Cuando sintió las manos de Justice en su
culo, Shane se apartó del beso.

–Aquí no. –advirtió, pensando en Cash.

Las cejas negras de Justice se alzaron mientras bajaba a Shane al suelo.

–¿Planeas desnudarte conmigo pronto?


Shane se encogió, apartando a su puta interior.
–Dub debería volver del pasto en una hora, y Gracie ha estado horneando
todo el día. Supongo que tiene algo que quiere compartir con nosotros.

–¿Shane? –llamó Cash desde la puerta del establo– Se te ha caído el móvil.

Un nudo se formó en la garganta de Shane. Aunque no había hecho más


que besar a Cash, sentía que lo estaba engañando por estar en los brazos de
Justice.

–Mierda. –Corrió de vuelta al establo– Gracias.


Cash le pasó el móvil a Shane.

–Dub llamó. No contesté.

Shane se lamió los labios y miró su móvil. La culpa estaba en sus entrañas. 17
No podía evitar preguntarse qué pensaba Cash de él.
–¿Crees que soy una puta?
Cash sacudió la cabeza.

–Lo que yo piense no importa.


–Me importa a mí. –susurró Shane– Lo soy, por supuesto, pero por alguna
razón, no quiero que tú me veas de esa forma.

–Si fueras realmente una puta, no estarías aquí preocupado por lo que yo
piense. –Cash pasó sus dedos por el labio inferior de Shane– Haz lo que sea
que te haga feliz y a la mierda con lo que piensen los demás.
El teléfono de Shane sonó de nuevo.

–Será mejor que conteste.


–Sí. Será mejor que vuelva a trabajar. –Cash le guiñó un ojo antes de volver
dentro del establo.

Shane contestó al teléfono.

–¿Dónde estás, cowboy?


–Acabando.

–Justice acaba de llegar. –El silencio con el que se encontró Shane era
extraño. Shane movió sus pies– ¿Dub?
–No pensaba que Justice vendría. –Dub suspiró.

Sorprendido por la reacción de Dub ante la presencia de Justice, Shane se


aclaró la garganta.

–¿Pasa algo que debería saber?


–No. –Dub suspiró de nuevo– Infiernos, hablaré contigo después. Por
ahora, ve a presentarle a Justice a algunos de los tipos nuevos. Dalton es su
tipo.

Más confuso que nunca, Shane siguió observando a Justice. 18


–Vale.
–Te amo. –dijo Dub.
Shane se sintió mejor, fuera lo que fuera lo que pasara entre Justice y Dub,
al menos Shane sabía que él y Dub estaban bien. Tomó nota mental de no
dejar que Justice lo besara de nuevo hasta haber hablado con Dub.

–Yo también. Llámame cuando estés listo para venir a cenar.

–Lo haré.

Dub soltó la vieja bolsa de herramientas de tela en la parte de atrás de la


camioneta antes de sentarse tras el volante. ¡Mierda! Le dio un puñetazo al
salpicadero. Tratar con Justice era lo último que le apetecía.

Con la camioneta en marcha, cogió el camino de vuelta al rancho. Pensó en


la conversación telefónica que había tenido con Justice hacía unas semanas.

– Hey. –Dub se metió el dedo en la oreja mientras salía de la arena.

–¿Cómo va el rancho? –preguntó Justice.


–Como siempre. ¿Qué pasa? –Dub sabía que Justice no llamaría solo para
eso.

–La semana que viene estaré en dallas, y hay alguien que me gustaría que
conocieras. Te lo diré, Dub, este cabrón es un sueño húmedo. Pensé que
quizá podría traerte aquí para ayudarme a enseñarle a este joven una
cuantas cosas.

Dub se tensó.

–¿Qué pasa con Shane?


19
–¿Qué pasa con él? ¿Pensé que los dos teníais un acuerdo?
–Así es, pero ese acuerdo no incluye que yo vaya a Dallas para follarte a ti
y a algún otro chico toda la semana. –Dub sacudió la cabeza– Pensé que
entenderías que Shane y Yo somos un pack.

–Infiernos, dale a Shane permiso para que se folle a Cash o algo mientras
estás fuera. Entonces estaréis igualados. –dijo Justice.

Dub agarró el teléfono más fuerte. Era obvio que Justice nunca entendería,
y Dub estaba cansado de los juegos de Justice. Por qué coño dejó que
Justice lo cabreara en primer lugar.

–No creo que esto vaya a funcionar. Obviamente a ti no te importan los


sentimientos de Shane, y dudo que te importen una mierda los míos. Como
siempre, estás interesado solo en ti mismo y a la mierda con el caos que
dejas atrás.
–¡Que te jodan! –dijo Justice– No quieres que nadie se preocupe por tus
sentimientos o por los de Shane. Si fuera así, tendrías a ese pedazo de
músculos caliente que trabaja en el granero en tu cama. Todo lo que
quieres es ver a alguien más follando a tu hombre. Por lo que deja de fingir
conmigo.

–Vete al infierno. –dijo Dub y colgó.

Dub apartó el recuerdo. ¿Por qué coño Justice estaba en el rancho? ¿Había
venido para echar más mierda o para buscar a un nuevo compañero de
juegos?

Después de cruzar el guardaganado, Dub paró en el establo. Apagó el


motor y se quedó sentado mirando el edificio rojo con la puerta de la
camioneta lo bastante abierta como para que entrara un poco de brisa.
Había pensado mucho en Cash desde la llamada de Justice, intentando
descubrir que quería. Era obvio que Justice no se preocupaba por Shane
más allá del placer físico que Justice podía conseguir de él. Dub había
creído que eso era lo que deseaba, pero quizá había estado equivocado.
Dub salió de la camioneta. Intentó mantener sus pensamientos mientras iba
al establo.
20
Sin camiseta, Cash estaba quitando telarañas con una escoba cuando Dub
entró. Cash sonrió.
–Casi he acabado.

Apartando sus ojos de la impresionante muestra de músculos, Dub estudió


el establo. Colocando sus manos en sus caderas, silbó.

–Creo que nunca he visto este lugar tan bien.

Cash se encogió.

–Me pidieron que lo limpiara, y lo he hecho.


A pesar del miedo de Cash a los caballos, Dub dudaba que hubiera
contratado nunca a un hombre tan trabajador. Miró a Cash y vio una gota
de sudor bajar por el pecho del cowboy para desaparecer bajo la cinturilla
de sus jeans. Joder. Intentó respirar mientras su polla se endurecía.

Cash miró la bragueta de Dub. Miró varios minutos antes de girarse y


quitar más telarañas.

–Justice está aquí.


–Sí. –La voz de Dub se rompió– No pensé que viniera.

Cash se giró.
–Shane me dijo que vendría. ¿Sabe algo que tú no?
No era típico de Cash cuestionar a Dub o decir más que unas palabras, por
lo que el pelo de la nuca de Dub se puso de punta.

–Es más algo que yo sé y Shane no. ¿Por qué estás tan preocupado? ¿Ha
pasado algo?

Cash sacudió la cabeza.

–No es asunto mío. –Volvió al trabajo sin mirar a Dub.

Dub se acercó y le quitó a Cash la escoba de las manos.

–Si algo pasa, será mejor que me lo digas.


21
–Los vi besarse. Entonces Shane fue con él hacia la arena. –La mandíbula
de Cash se apretó– Intento no meterme en vuestros asuntos, pero no confío
en ese tipo.

Dub suspiró. Tampoco él.


–Creo que será mejor que los encuentre.

–Si hay problemas dímelo –dijo Cash– Te cubro las espaldas.

Lo haría. Dub no tenía dudas. El desnudo pecho de Cash llamó la atención


de Dub una vez más.
–Tu cicatriz está sanando bien.
Cash se pasó la palma por la herida que había recibido al caer de la maldita
escalera mientras arreglaba el suelo del pajar.
–¿Qué es una más, cierto?

Esa afirmación le hizo darse cuenta de lo diferentes que eran. Dub todavía
no sabía todas las cosas del pasado de Cash, pero sabía que no había sido
bonito y que Cash había acabado en prisión. Continuó mirando las
cicatrices y tatuajes de Cash hasta que una parte de él, una parte muy
grande, quiso suavizar esa piel fruncida con su lengua. Cristo. Se estaba
poniendo como Shane. – Las cicatrices no apartan lo que hay ahí.
Cash rió.

–¿Tienes que ir al oculista? Soy un jodido desastre.

Dub se dejó llevar por su deseo y tocó la delgada cicatriz que pasaba por el
pezón izquierdo de Cash.

–Si lo eres, eres el jodido desastre más sexy que he tocado alguna vez.

Cash estiró la mano y agarró la muñeca de Dub, parando su mano.

–Es suficiente.

Dub cerró sus ojos y respiró profundamente.


22
–Sí. –Apartó la mano y dio un paso atrás– Lo siento.
Cash se veía arrepentido.
–Si las cosas fueran diferentes...

–Sí. –dijo Dub de nuevo– Lo entiendo. –Salió del establo con una dura
polla y un corazón en conflicto. Por un lado, tenía a Justice que estaba
demasiado deseoso de follar a Shane aunque no le importaba una mierda
Shane fuera del dormitorio, y por otro lado tenía un hombre como Cash que
prácticamente suplicaba ser amado– ¡Joder! –gruñó.

–Ahí está. –Justice anunció, caminando hacia Dub con su mano en el


bolsillo trasero de Shane.

Dub no estaba de humor para Justice, para nada. Agarró la mano libre de
Shane y lo apartó del jinete de potros salvajes.

–Necesito hablar contigo. –susurró a Shane mientras se dirigían a la casa.

Shane miró por encima de su hombro.


–¿Supongo que Justice no está invitado?

–¿He dicho que necesitara hablar con Justice? –Dub sabía que sonaba
gruñón pero no le importaba. Necesitaba el culo de Shane sin Justice
mirando por encima de su hombro.
–Estás siendo rudo. –riñó Shane.

–Quizá, –estuvo de acuerdo Dub– pero te sentirás diferente cuando te hable


de la conversación que tuve con Justice hace un par de semanas. –Subió los
escalones del porche hacia la puerta– Necesito follarte de la peor manera.
Entonces hablaremos.

Shane miró la erección que presionaba la bragueta de Dub.

–¿Has estado en el granero?

Dub frunció el ceño. El hecho de que Shane lo conociera tan bien le


molestó aún más. Llevó a Shane a la oficina, el lugar privado más cercano
de la casa. Después de cerrar la puerta, alcanzó su cremallera. 23
–Joder primero. Hablar después. –reiteró.
Shane empezó a desnudarse.
–Está bien para mí.

Dub no se molestó en quitarse la ropa. Abrió el cajón del escritorio y sacó


la botella de lubricante. Indicando el sofá de cuero, sacó su polla.

–Inclínate.

Sacudiendo la cabeza, Shane se quitó los jeans y la ropa interior. Apoyó sus
antebrazos en el respaldo del sofá y sacó su culo.
–¿Esto es lo que quieres?
Maldición su hombre era hermoso. No podía apartar sus ojos de Shane
mientras lubricaba su polla.
–Es lo que necesito. –El brillo del culo de Shane por la anterior follada
avivó la lujuria de Dub.

Dub suspiró mientras entraba en Shane.

–Mmmm. –gimió, enterrándose hasta la base. Hogar.


Shane giró su cabeza a un lado.

–Bésame.
Dub atrapó a Shane con sus manos en el respaldo del sofá. Se inclinó hacia
delante y tomó la boca de Shane en un fiero beso mientras empezaba a
follarlo duro y rápido. Aunque amaba a Shane, su a amante más joven le
gustaba hablar durante el sexo. Besar resolvía el problema. No era que no
le gustara hablar con Shane, pero, maldición, cuando estaba follando, no
podía pensar en mucho más.

–Oh, sí, fóllame. –dijo Shane cuando Dub se apartó del beso por la
necesidad de aire.

Dub empujó a Shane hacia delante. Cuando la polla de Shane estuvo


restregándose contra el suave cuero del sofá, Dub empezó a restregarse
contra él hasta que Shane empezó a jadear. Con una sonrisa de satisfacción, 24
Dub sacó su polla del culo de Shane antes de entrar fuerte.
Shane gritó por su orgasmo sin duda lo bastante fuerte como para que
llegara al establo a través de la ventana abierta de la oficina, pero a Dub no
le importó. Estaba demasiado en el momento para preocuparse. Empezó a
machacar el agujero de Shane, llevando su polla más duro y más fuerte con
cada empujón.

–Eres mío. –gruñó en la oreja de Shane.

–Sí. –dijo Shane, jadeando por aire mientras la follada seguía.

–No. Más. Justice. –Dub puntuó cada palabra enterrándose profundamente.


Estaba pistoneando tan fuerte y rápido que el sofá se movió por el suelo,
forzando a Dub y Shane a moverse con él.

–¡Cabrón! –Dub soltó su agarre en el sofá y envolvió sus brazos alrededor


de Shane mientras vaciaba su semilla en su interior. Presionó su rostro
contra la nuca de Shane mientras montaba su clímax.
–No puedo respirar. –jadeó Shane.

Dub soltó su agarre cuando se dio cuenta de que apretaba a Shane


demasiado fuerte. El momento en que su propia respiración estuvo bajo
control, salió. Cogió una toalla mojada del baño adyacente. Mientras
limpiaba su semen del culo de Shane y su pierna, sus pensamientos
volvieron al problema del rancho. Después de que Dub se limpiara la polla,
llevó a Shane al sofá.

–¿Entonces, a quién, aparte de ti, tengo que agradecerle por esta follada de
las grandes? –Shane metió sus pies debajo de él y se inclinó hacia Dub.

Dub atrajo a Shane contra su pecho. No estaba seguro de por dónde


empezar.

–No me di cuenta hasta hace unas semanas de lo importante que es para mí


que a quien traigamos a la cama nos guarde las espaldas.
–¿Qué significa eso?

–Justice me pidió que me reuniera con él en Dallas. Evidentemente tenía a


alguien que pensó que me gustaría. –empezó Dub. 25
–¿Y? –Shane dijo cuándo Dub no continuó de inmediato.
–Y, solo quería que yo fuera a Dallas. –aclaró Dub– No entiende lo que
queremos de nuestra relación. Pensé que yo sí, pero estaba equivocado. –
Pasó sus dedos por su cabello. No, eso tampoco era correcto– Creía que yo
sabía lo que quería, pero ya no estoy seguro.

Shane se tensó.

–¿Te estás arrepintiendo de lo nuestro?

–No. –Dub rápidamente aclaró. Atrajo a Shane más cerca– Dios no. Me
costó mucho tiempo sacar mi cabeza de mi culo y darme cuenta de que
podíamos hacer que funcionara. Es por eso por lo que estoy preocupado por
traer a alguien que intentará alejarte. No creo que pueda sobrevivir si me
dejas de nuevo.

–No voy a ir a ninguna parte. Sé por qué decidimos abrir nuestra relación a
otros hombres, pero si eso va a causar problemas entre nosotros, no vale la
pena para mí.

El problema era que Dub recordaba demasiado claramente por qué decidió
aceptar a otros hombres en su cama. Ambos disfrutaban del sexo
demasiado y estando rodeados de hombres sexy a diario. En lugar de
preocuparse constantemente porque alguno de ellos engañara, habían
llegado a la conclusión de que una relación abierta funcionaría mientras no
dejaran que nadie se metiera entre ellos. Dub todavía creía que podría
funcionar. Amaba a Shane más que nunca.
–¿Me estás escuchando? –preguntó Shane, interrumpiendo los
pensamientos de Dub.

Dub decidió ser claro con lo que realmente le preocupaba.

–Cash se está convirtiendo en un problema.

Las cejas de Shane se alzaron hasta la línea de su cabello.


–¿Qué? ¿Cash? –Su expresión de confusión rápidamente se convirtió en
una amplia sonrisa– Cash es el que te puso duro.

Dub bajó su cabeza en reconocimiento. 26


–Estaba trabajando sin camiseta.
–Lo sé. –Shane montó el regazo de Dub– Necesito decirte algo, pero
necesito que me prometas que no te enfadarás.

Dub alcanzó su espalda y metió dos dedos en el agujero de Shane.


–Vale. –No le importaba que Shane hablara de otros hombres, demonios, lo
hacían todo el tiempo, pero le gustaba saber lo que Shane sentía mientras lo
hacía.

–Cambiaría cientos de noches con Justice por una con Cash. –admitió
Shane. Gimió y empezó a follarse con los dedos de Dub– Hay algo en la
forma en que Cash me mira que me hace querer desnudarlo y montarlo
cuando estamos juntos.

Dub miró a Shane de cerca.

–¿Lo has hecho?

–¿Hecho qué?
–Montarlo

Shane paró de moverse y lentamente sacudió la cabeza de un lado a otro.

–¿Cómo puedes preguntarme eso? Podría ser una puta, pero tengo algo de
auto control. Sé que no quieres que estemos con él, pero mis fantasías sobre
Cash me han estado haciendo sentir culpable. Pensé que sería mejor
decírtelo que sentirme mal por ello todo el tiempo.

¡Maldición! Dub colocó su frente contra el hombro de Shane.


–Lo siento. Mi propia jodida culpa aumenta mis celos. Juro que estuve a
dos segundos de saltar sobre él en el establo.

–¿Entonces por qué nos haces esto? Ambos lo deseamos, y puedo decir por
la forma en que actúa a nuestro alrededor que él también nos desea. ¿Cuál
es la razón para traer a alguien más a nuestra cama si no es el hombre al
que deseamos?
Dub apoyó su cabeza atrás. Abrió su boca para recordarle a Shane porque
no actuaban según sus deseos por Cash, pero Shane cubrió la boca de Dub
27
con su palma.
–Me gusta la idea de alguien que se preocupe por cuidar tus espaldas
cuando no estoy cerca. Tener a alguien que nos sea familiar a ambos para
cuidar de tu polla cuando estoy ocupado con las tareas. – Shane apartó su
mano de la boca de Dub antes de presionarla contra su propio pecho– No
estoy asustado de poder enamorarme de dos hombres porque este rancho es
mi casa, y no voy a ir a ninguna parte.

Dub suspiró. Le había costado años reconocer que amaba a Shane. Abrir su
cama a otro hombre era fácil, pero abrir su corazón era una cosa totalmente
diferente. Claro, deseaba a Cash, y demonios, incluso se preocupaba por el
hombre, pero eso no significaba que pudiera amarlo.

–¿Qué pasa si tú te enamoras de Cash, pero yo no?

–Me pregunto eso cada vez que pienso en tu pasado con Justice. Me he
estado diciendo a mí mismo desde la última vez que Justice estuvo aquí que
solo necesito darle una oportunidad, pero parece que tú y yo estamos
asustados de lo mismo.

Dub empezó a negar la afirmación de Shane pero paró a su lengua. Claro,


tenía sentimientos por Justice en el pasado, pero había sabido que no eran
reales después de la primera vez que le había hecho el amor a Shane. Buscó
algo que decir. Si estaba de acuerdo en que no hubiera reglas con Cash,
¿acabaría fuera de la relación entre Cash y Shane? Pero, si no se rendía a
los deseos de Shane por Cash, ¿heriría más la relación? Joder. No sabía qué
hacer.

–¿Me darías un día o dos para pensar en la situación con Cash? –pidió Dub.

Shane se inclinó para besar a Dub.

–No intentó presionarte. Solo quiero ser honesto con la forma en que me
siento hacia Cash y Justice.
–No tienes que preocuparte por Justice. Me aseguraré de que sepa que debe
buscar en otro lado para un compañero para follar mientras esté aquí. –Dub
besó a Shane de nuevo, tomándose su tiempo para explorar el interior de la
boca de Shane con su lengua. Cuando se apartó sonrió– Te amo.

–Bien.
28
Capítulo Tres

Estirado en la cama con Patches sobre su pecho desnudo, Cash intentó


bloquear la risa del otro lado del pasillo. La sala grande barracones tenía
suficiente espacio para sentar a casi veinte hombres, pero tenía la sensación
de que había hombres de pie o sentados en el suelo. Mierda. No tenía ni
idea de que la barbacoa traería a tanta gente.

–Tú te quedarás aquí conmigo, ¿verdad? –le preguntó al gato.


Patches siguió lamiéndose las patas.

Había sido un día estresante. No era fácil resistirse al deseo que sentía por
Shane y Dub, y los dos hombres seguían poniéndoselo más difícil. Seguía
diciéndose que debería follarlos y acabar con ello. No había duda de que
cuando Shane descubriera su pasado, el hombre joven saldría corriendo,
por lo que ¿por qué mantenía el secreto todavía?

Infiernos. La razón de que no follara a Shane y Dub era porque sabía que
no sería suficiente. Había pasado años consiguiendo mamadas de sus
compañeros de celda antes de follarlos duro, pero no había pensado una
segunda vez en ellos después de vaciar sus bolas. Otros hombres nunca
habían sido nada más que un lugar donde derramar su semen para lo que a
él le importaban.
–Shane no. –le dijo a Patches. Cash podría follar con Dub y finalmente irse,
pero con Shane no. Ese sexy hijo de puta se había hecho su camino hasta el
corazón de Cash. Lo sorprendente era que creía que no tenía uno hasta que
Shane se las arregló para encontrarlo.

Cash escuchó una voz familiar fuera del pasillo y se tensó. ¿Qué coño hacía
Justice en los barracones?

–Quizá deberíamos ir a mi remolque. No hay forma de que vaya a caber en


esa cama. –dijo Justice.
Cash apretó sus ojos cerrados y puso sus manos en sus orejas. No quería 29
escuchar a Justice follar. Aunque el jinete de potros salvajes no estuviera
follando a Dub y Shane, no había forma de que Cash pudiera escucharlo sin
pensar en la pareja.
–Joder con mi vida. –susurró Cash, sus palmas todavía en sus orejas.

Dub llamó a la puerta del remolque. Necesitaba ser directo con Justice
antes de que todos empezaran a beber.
La puerta se abrió y un desnudo Justice lo miró. Los ojos de Justice estaban
rojos, el pelo revuelto y el olor le dijo a Dub lo que hacía el jinete.
–Necesitamos hablar. –dijo Dub.

Justice se giró y entró de nuevo en la casa rodante.


–Te eché de menos anoche. Supuse que saldrías o llamarías o algo.

Dub miró la caravana.

–Por el olor de aquí dentro, no esperaste solo.

Justice rió y le pasó a Dub una cerveza.

–No soy vegetariano y tienes mucha carne en el mercado fuera de tu puerta.


Mirando a su ex-amante, Dub mentalmente comparó a Justice con Cash.
Claro Justice era sexy, pero era mucho más pequeño que Cash. Por
supuesto, no habían muchos hombres en Texas que pudieran compararse
con la altura y la masa muscular de Cash, pero la comparación iba mucho
más allá de la apariencia. Mientras Justice buscaba un agujero donde meter
su polla, Cash realmente había rechazado a Dub cuando se presentó con
una invitación para unirse a él y Shane en la cama. Peor, Cash no lo había
rechazado porque no quisiera tener sexo, sino porque no quería que le
30
dijeran que no podía involucrarse emocionalmente.
Justice chocó su lata con la de Dub.
–¿Vamos a festejar esta noche?

–Sí, pero no juntos. –Dub le dio un trago a su cerveza– Las cosas no van a
funcionar entre nosotros tres. Te diría que fueras adelante y te tiraras a
alguien más mientras estés aquí, pero creo que ese barco ya ha zarpado.

–¿Qué pasa contigo y Shane? –Justice se acabó su cerveza de dos tragos


antes de coger otra de la nevera.
–Shane y yo estamos genial. Solo que no me gusta tu actitud con Shane.
Inicialmente te invité a unirte a nosotros porque pensé que no te importaba,
pero después de la llamada de hace un par de semanas, veo que ese no es el
caso. –explicó Dub. Dejó su lata medio llena en la encimera.

–Estás jodido. –dijo Justice– Primero quieres sexo con un tercero para que
solo sea sexo y ahora me lo hechas en cara porque tomé tu palabra. Shane
es un buen chico y caliente, pero deberías saber ya que no me tomo el sexo
con alguien como algo personal.

Aunque Dub sabía que Justice nunca lo había amado, el recordatorio dolía.
–Sí, lo entiendo mejor ahora. –Salió de la caravana sin mirar atrás. Había
demasiadas cosas que hacer antes de la fiesta, y maldición si dejaría que
Justice arruinara su humor todavía más.

Dub vio a Shane y Easy arreglando las mesas con manteles de cuadros
blancos y rojos. Shane estaba sonriendo de oreja a oreja a lo que Easy
decía. Easy, ese bastardo loco, probablemente le estaba contando a Shane
una de sus historias. Dub se sorprendió de que Shane no hubiera escuchado
todas las historias de Easy.

Alcanzando a Shane, Dub envolvió sus brazos alrededor del hombre que
amaba. Apartó los rizos de Shane con su mentón para llegar al suave cuello
de Shane.

–Hey, bebé. –dijo después de besar la pálida piel. La nuca de Shane era el
único lugar de su cuerpo que no se había bronceado por el sol. Cristo,
incluso el culo de Shane tenía un buen bronceado. Gruñó, pensando en 31
cuantas veces había follado a Shane fuera en los últimos meses.
Easy rió.
–¿Os gustaría estar a solas?

Instintivamente, Dub miró al establo donde sabía que Cash estaba


limpiando los compartimentos por segunda vez en ese día. Intentó decirle
al trabajador que no era necesario, pero Cash había insistido, diciendo algo
sobre mantenerse ocupado.

Shane se giró en los brazos de Dub para mirarlo.


–¿A qué hora viene la banda?
–Sobre las seis para prepararse, pero no empezarán a tocar hasta las siete. –
Dub miró la posición del sol en el cielo. Eran las cinco o quizá un poco más
tarde– ¿Quieres ir a limpiarte conmigo?

–Mmmm. –gimió Shane mientras se presionaba contra Dub– Todavía tengo


algo más de trabajo que hacer aquí fuera, pero puedo encontrarme contigo
en media hora.

–Vale. –Dub le dio a Shane un profundo beso– ¿Te importa si veo como le
va a Cash?
Los ojos de Shane se iluminaron.
–No si vuelves conmigo tan duro como ayer. –susurró en la oreja de Dub.

–Cuenta con ello. –Dub besó a Shane una vez más antes de apartarse.
Todavía estaba intentando descubrir que coño hacer con Cash. Quizá hablar
con el tipo ayudaría a aclararse la mente.
Entrando en el establo, Dub buscó a Cash. Cuando no lo vio lo llamó.

–¿Cash?

–Aquí atrás. –contestó Cash desde la sala de aperos.

Dub se apoyó en el marco de la puerta. Cash estaba ocupado colocando las


riendas de cuero, algo que normalmente guardaban para los días de lluvia o
frío. 32
–¿Tienes un minuto?
Cash señaló un taburete.

–Claro.
Dub miró el taburete de vinilo negro rajado.

–Recuerdo ir con mi padre a buscar estos. –Una vez estuvieron en los


barracones después de que Hank hubiera decidido expandirlo y
remodelarlo.
–¿Sí? –preguntó Cash, pareciendo genuinamente interesado– ¿Hace cuánto
tiempo?

–Oh, infiernos. –Dub se rascó el mentón– Deben haber pasado al menos


veintidós años. –Para entonces Trent solo era un bebé. Para entonces su
familia se sentía completa. Comprobó el asiento antes de sentarse– Es
prácticamente una antigüedad.
Cash rió.

–Pásame un trapo y una de esas, y te ayudaré durante los siguientes treinta


minutos o así. –Dub no había hecho eso en años, pero encontró la idea de
sentarse con Cash un rato confortante.
–No tienes que hacerlo. Estoy seguro de que tienes otras cosas que hacer.

Dub cogió las cosas él mismo.

–No me importa. Tuve otra charla con Justice, por lo que se siente bien el
esconderse aquí un rato.

Cash miró a Dub.

–¿No va a ser un problema, no?

–Lo dudo. Hay muchos culos que tener por aquí, y por lo que le importa a
Justice, un agujero es tan bueno como otro. –Dub sabía que sonaba vulgar,
pero a la mierda con Justice y los años que había anhelado al hijo de puta.
33
Trabajaron en el cuero en silencio varios minutos. Dub odiaba preguntarle a
Cash si había encontrado a alguien que le interesara, pero no pudo evitarlo.
–¿Planeas encontrarte con alguien en la fiesta de después?

–¿Yo? –Cash resopló y sacudió la cabeza– No. Tú y Shane sois los únicos
con los que hablo.

–¿Y eso por qué? –preguntó Dub.

Cash se encogió.

–Supongo que no me apetece esconderte mi asado a ti, y Shane no me ha


dado la oportunidad de asustarlo antes de que me cuidara después de mi
caída.

–No creo que puedas asustar a Shane si lo intentaras. –Dub no pudo evitar
sonreír, hablando de su amor– Shane siempre ha visto lo mejor en las
personas. Tiene una forma de tranquilizar a la gente.

–Sí, lo he notado. –masculló Cash.

–Sé que no estoy en posición de decir esto, pero me gustaría que le contaras
a Shane sobre tu tiempo en prisión. No es un problema para mí, y
honestamente no creo que lo sea tampoco para Shane, pero creo que haría
las cosas más fáciles entre vosotros. –Dub mantuvo sus ojos en el cuero.
–No creo que hacer las cosas más fáciles entre Shane y yo sea una buena
idea. –Cash se levantó y colgó la tira de cuero en el gancho de madera
antes de coger otra.

Dub tampoco estaba seguro, pero ver la misma tristeza en los ojos de Cash
que Shane había mencionado hizo que lo sugiriera. No podía preocuparse
menos por el pasado de Cash. Era el futuro de Cash lo que lo ponía
nervioso. Dub ya había encontrado al hombre con el que quería pasar su
vida, pedirle más destrozaría el hogar hasta los cimientos. Nadie, ninguna
persona en la tierra tenía la suficiente suerte como para tener a dos hombres
extraordinarios en su vida sin que el destino interviniera y se los llevara.

–Vas a venir esta noche a la fiesta. –Dub apuntó a Cash con su dedo– Esa
es una orden. 34
Dub no pudo evitar sonreír cuando vio a Shane bailar con Easy. La banda
que había contratado tocó una mezcla de pop antiguo y rock al igual que
música country, y todos en la barbacoa parecían adorarlos. No hacía daño
que casi todos los miembros de la banda fueran muy calientes.

–Es algo más. –dijo Hank, junto a Dub.

Dub no necesitó preguntarle a Hank de que hablaba. Shane podía bailar en


línea mejor que cualquier cowboy del rancho.
–Espera a que menee su culo en Honky Tonk Badonkadonk3.

Hank retrocedió.

–No creo que mi corazón pueda manejar eso.

–Sí, bueno, no estuviste aquí para la última barbacoa, pero tenía a muchos
hombres en la fiesta mirándole para estar con él uno detrás de otro. –Dub
vio a Cash que estaba vaciando una de las grandes papeleras– ¿Le dijiste a
Cash que trabajara en la fiesta?
–No, tengo a algunos de los nuevos estudiantes para que se lleven la
comida. A parte de eso, supongo que tendremos que limpiar el lío por la
mañana.

Dub le había ordenado a Cash que fuera a la fiesta, y, como siempre, Cash
estaba trabajando. Hijo de puta.

–Ahora vuelvo.

–Vigila. El hombre es una bala perdida. Puso a Brady contra la pared por el 35
cuello en ese barracón antes. – dijo Hank– Debería haberlo despedido en el

3 Canción de Trace Adkins


instante, pero sé que tú y Shane os habéis interesado en él, y es un buen
trabajador.

– ¿Cuál era el problema? – Aunque Dub no había visto violencia por parte
de Cash, no tenía duda de lo que era capaz del hombre. Podía ser un
pueblerino, pero sabía cómo sobrevivir en la prisión sin luchar.

–Algo que tiene que ver con ese estúpido gato con el que duerme.

–¿Patches? –Dub sabía cuan atado estaba Cash con el gatito.


– Demonios, no sé cómo se llama el jodido gato. Todo lo que sé es que
probablemente tiene pulgas, –dijo Hank.

Dub miró a Cash varios minutos.


–Gracias.

Dejando a Hank, Dub asintió hacia sus amigos mientras pasaba a través de
la multitud hacia el lado contrario de la fiesta.

–¿Qué estás haciendo?


Cash acabó de atar la bolsa de plástico antes de alzar la mirada.

–Noté que las papeleras estaban llenas.


–Tonterías. Estás haciendo todo lo que puedes al decirte que estuvieras aquí
pero no socializar con nadie. –Dub se quitó el sombrero y se pasó los dedos
por el pelo– Maldición, Cash, quería ver que te divirtieras.

Cash estudió a la multitud por encima del hombro de Dub.


–¿Mi trabajo depende de ello?

–Joder. –maldijo Dub– ¿Por qué no dejas que los demás vean lo mismo que
yo y Shane? ¿Y qué coño pasó antes entre tú y Brady en los barracones?

–Le dio una patada a Patches. –contestó Cash– Tiene suerte de que no le
arrancara la cabeza.
36
Aunque probablemente debería regañar a Cash por amenazar a Brady, no
podía, porque habría reaccionado de la misma forma. Los instintos
protectores de Cash interesaban a Dub.
–Ven conmigo. Quiero mostrarte algo.

Cash dejó la basura y siguió a Dub.


–Sé que le dije a Shane que bailaría con él, pero he cambiado de idea.

Dub miró a Cash.

–Podrías cambiar de idea después de lo que tengo que enseñarte.

–Lo dudo. –masculló Cash.


Dub alzó una mano y le hizo una señal a la banda. En segundos, la banda
paró la canción y empezó a tocar Honky Tonk Badonkadonk de Trace
Adkins.
–Mira.

En el momento en que la música empezó, los que estuvieron en la fiesta el


año anterior dieron un paso atrás, dejándole la pista de baile a Shane.

Riendo, Shane se posicionó en el centro del suelo de parquet y empezó a


bailar. Hizo que cada boca del rancho babeara cuando se puso a bailar.

–Joder. –Cash gruñó tan profundamente en su garganta que Dub a penas le


escuchó.
–Sí. –Dub estaba de acuerdo, ajustando su polla llena.

Todos los ojos estaban en el culo de Shane y sus caderas mientras se


movían al ritmo de la canción. Dub recordó verlo el año anterior. Había
estado tan dolorido después de ver lo que podía tener que realmente se
llevó a dos invitados a su cama solo para aliviar el dolor que Shane había
causado.

Dub notó un movimiento junto a él y bajó la mirada a tiempo para ver a


Cash restregándose los jeans por delante. Se acercó más a Cash. El tiempo
para pensar lo de llevar a Cash a su cama había acabado. Colocó su mano
en la musculosa espalda de Cash y dejó que bajara lentamente. Con su 37
mano en el culo de Cash, Dub besó el cuello de Cash.
–Ven a la casa con nosotros después de la fiesta.
Cash finalmente apartó la mirada de Shane y miró a Dub.

–Sabes cómo me siento. ¿Estás seguro de que es buena idea llevar las cosas
al siguiente nivel?

Dub señaló a Shane.

–Tanto como lo amo, creo que es más de lo que un hombre puede manejar.

Cash gruñó. Cerró sus ojos varios momentos antes de contestar.


–Si voy a vuestra cama, no habrá otros hombres mientras esté ahí. ¿Está
claro?

–No es problema. –contestó Dub. Justice había sido el único que habían
considerado, y acabó mal cuando se dio cuenta de que todo lo que Justice
quería era un trozo de culo. Había sido duro darse cuenta de que quería a
alguien que amara a Shane como él. Todavía no estaba seguro de como
manejaría a otro hombre amando al hombre que amaba, pero tendría que
dar un salto de fe.

La agitada canción acabó y toda la zona empezó a brindar. Shane se inclinó


mientras la banda cambiaba a una canción lenta.
–Ve a bailar con Shane antes de que uno de esos cabrones le ponga las
manos encima.

Cash se inclinó y cerró la boca sobre la de Dub. El beso fue caliente pero
no lo bastante largo. Se apartó y susurró:
–Gracias.

38
Shane estaba sudoroso y cachondo como el infierno después del baile. Notó
a Cash y a Dub en las sombras junto al establo y se dirigió a ellos.

–Baila conmigo. –dijo Justice, agarrando a Shane alrededor de la cintura.


– Gracias, pero tengo algo que hacer ahora. –Lo que Shane necesitaba era
la polla de Dub, y nada de lo que pudiera darle Justice se podría comparar.

–Mi baile. –gruñó Cash, apartando a Shane de Justice.

Probablemente por primera vez en su vida, Justice no discutió. Alzó sus


manos y retrocedió.
Shane miró a Cash.

–Estoy cachondo. ¿Estás seguro de que todavía quieres bailar conmigo?


Cash miró alrededor de la multitud que los rodeaba.

–Sí, pero no aquí. –Cogió la mano de Shane y lo llevó hacia Dub, quien
todavía estaba en las sombras. Cuando pasaron la pista de baile, los brazos
de Cash se deslizaron alrededor de la cintura de Shane.
Shane no sabía qué coño pasaba. Miró a Dub de cerca, buscando alguna
señal de angustia en el hermoso rostro del hombre. Dub vio a Shane
mirándolo y sonrió. Se presionó contra el costado de Cash.
–La canción acabará antes de que empecemos.

–Habrá otra. –dijo Cash, su voz normalmente profunda sonaba rasposa.


Paró a unos pies de distancia de Dub y atrajo a Shane contra él.
Su diferencia de altura era casi ridícula, algo que Shane no había pensado
hasta ese momento. Echó la cabeza atrás.

–Wow, eres alto.

Riendo, Cash fácilmente alzó a Shane del suelo.

–Envuelve tus piernas a mí alrededor.


39
Joder. La nueva posición presionaba la erección de Shane entre ellos.
Quería restregarse contra el estómago de Cash, pero no sabía todavía qué
coño pasaba.
–¿Qué pasó entre tú y Dub?

–Hemos llegado a entendernos. –Cash se movió de lado a lado intentando


mantener el ritmo de la música.

Shane sintió los dedos de Cash presionarse contra la costura de los jeans de
Shane. Si estuviera desnudo, el largo y grueso dedo estaría sin duda
follándolo.
–¿Qué tipo de entendimiento?
–Ese en el que yo estoy contigo y con Dub, y ninguno de vosotros ve a
nadie más. –Cash presionó su mejilla contra la de Shane– Me dije que no
me rendiría, pero me volví loco cada vez que estaba con vosotros. Todo lo
que deseo es arrastrarte a mis brazos y besarte.

–Entonces bésame. –Shane miró a Dub por encima del hombro de Cash.
Dub se estaba restregando la parte delantera de sus jeans. Vale,
evidentemente Dub estaba bien mirando. Cash gimió y se movió para el
beso. Shane se abrió para la boca de Cash y se entregó tan bien como pudo.
Cristo, el hombre sabía cómo besar. Shane necesitaba estar desnudo. Se
apartó de los brazos de Cash.

–Lo siento. –se disculpó Cash, malentendiendo las intenciones de Shane.

–No tienes por qué. –Shane se quitó las botas– Necesito ponerme más
cómodo. Se bajó la cremallera de sus jeans y se los bajó. No se había
puesto ropa interior, sabiendo que desaparecería en el granero con Dub en
algún momento de la fiesta. Desnudo de cintura para abajo, Shane se
meneó por el cuerpo de Cash.

En un momento, Cash presionó la punta de su dedo en el deseoso agujero


de Shane.
–¿Estás seguro de esto?

Shane jadeó por la intrusión.


40
–He estado seguro.
–Joder. –gruñó Cash.
Shane notó que Cash gruñía mucho. Shane siempre había creído que era
por frustración, pero con su dedo enterrado en el culo de Shane, no tenía
mucho por lo que sentirse frustrado. Shane le daría a Cash cualquier cosa
que le pidiera.

Cash se apartó con Shane en sus brazos.

–Sígueme. –le dijo a Dub.


Dub reunió las botas, los calcetines y los jeans de Shane antes de seguirlos.
–¿A dónde vamos?

–A la casa. Necesito hablar con Shane antes de enterrar mi polla dentro de


él.

–No quiero hablar. –contestó Shane, besando el cuello de Cash. Hablar no


llenaría su culo y eso es todo en lo que Shane podía pensar en ese
momento.

Dub los adelantó y abrió la puerta.

–¿Oficina o dormitorio?
– ¿Cuál está más cerca? – preguntó Cash.
Dub soltó la ropa de Shane.

–Gracie está en casa de sus hermanas, por lo que tenemos toda la casa.

Cash giró a la izquierda y entró en el salón familiar.

–Esto está bien.


–¿Si tenemos que hablar, me prometes que no pararas de hacer lo que estás
haciendo? –suplicó Shane.

Cash se sentó en el centro del sofá.

–Tengo que decirte algo sobre mí antes de que pase algo más.
41
–Vale, bien, ya has empezado a follarme con tus dedos, por lo que eso no
cuenta. Sigue con eso. – ordenó Shane.
–Ahora vuelvo. –dijo Dub, dejando la habitación.

Shane finalmente entendió. Cash iba a contarle algo que Dub ya sabía. El
gran secreto que Shane había visto pasar entre los dos hombres durante
meses.

–¿Qué es?

–No soy una buena persona. –empezó Cash.


–Tonterías. Podrás ser más grande y verte como un matón, pero eso no
tiene nada que ver con el tipo de persona que eres. –Shane alcanzó la
cremallera de los jeans de Cash.
–Soy un exconvicto. –declaró Cash– Maté a un traficante de droga. El
traficante de mi madre, para ser exactos. Le clavé un cuchillo en el corazón
sin una punzada de remordimientos.
Olvidando la cremallera por un momento, Shane miró a Cash. Eso
definitivamente era algo que no se escuchaba cada día.

–Si mataste a alguien, ¿por qué has salido ya?


–Fui condenado por asesinato en segundo grado. Solo tenía dieciocho en
aquel momento, todavía en el instituto. –añadió Cash– Fui a buscar a mi
madre en una casa de crack que sabía que frecuentaba. La encontré muerta,
el forense dijo que de sobredosis al menos treinta y seis horas antes. –
Sacudió la cabeza– Me volví loco, y el estúpido cabrón traficante estaba
justo ahí, cortando más mierda para matar gente. Agarré su cuchillo de la
mesa y se lo clavé en el corazón. –Se encontró con la mirada de Shane– No
me arrepiento de lo que hice y por ello, cumplí los quince años completos.

–¿Todavía estás en libertad condicional? –Shane no sabía mucho sobre el


sistema de justicia, pero pensó que no se te permitiría dejar el estado si
estabas en libertad condicional. Sabía que Cash era de Michigan, por lo que
no tenía sentido.

–No. Cumplí toda la condena, por lo que salí, salí. –Cash entrecerró sus 42
ojos– Hice cosas en prisión de las que no estoy orgulloso. Cosas con las
que conseguí cosas que probablemente no debería tener.
Shane recordó las cicatrices del pecho de Cash y su estómago.

–¿Las cicatrices?
–Peleas, pero no todas son de la cárcel. Crecer en mi barrio era imposible
sin probarte en peleas. Tenía que mostrarme a mí mismo más a menudo
porque era mucho más grande que la mayoría.

Shane intentó procesar la información. Nunca había estado alrededor de


alguien con un pasado como el de Cash y se preguntó si había una
posibilidad de que Cash pudiera volver a sus viejos días.

–¿Te gusta pelear?


–No, pero no me asusta hacerlo en la situación adecuada.

Shane aguantó la respiración.

–¿Cómo por ejemplo?

Cash sopló.
–Si alguien hiere o amenaza algo que considero mío. Estoy seguro de que
escucharás de Dub o Hank, pero casi me peleo con Brady antes.
–¿Por qué? –preguntó Shane.
–Estaba intentando acabar las tareas, por lo que llegaba tarde para
alimentar a Patches. Por alguna razón, ese maldito gato fue a Brady para
conseguir comida. Empezó a moverse por sus piernas como hace cuando
tiene hambre, y Brady se cansó y le dio una patada.

Shane jadeó.

–¿Está herida?

Cash sacudió la cabeza

–No que pueda ver, pero pasó cuando entraba y lo vi hacerlo. Atrapé a 43
Brady contra la pared e intentó no cerrar mi mano alrededor de su garganta.
–Pero no lo hiciste. –dijo Shane. Seguramente habría escuchado nada de
ellos si Brady hubiera estado seriamente herido.
–No. Hank entró y me ordenó que soltara a Brady. Honestamente no sé si
hubiera sido capaz de apartarme si Hank no hubiera entrado.
Shane nunca había visto el lado enfadado de Cash, y por como sonaba, no
quería.

–Quizá ayudaría si tomaras clases de manejo de la ira o algo.

–Quizá. Es por eso que no me relaciono mucho. Es mucho más fácil de esa
forma.
Dub entró de nuevo en la sala con una bandeja con cerveza, lubricante y
condones.
–Has pensado en todo. –dijo Shane, agradecido por la distracción.

–¿Habéis acabado de hablar? –preguntó Dub.

–Depende de Shane. –Cash volvió a follarlo con el dedo– Ahora sabes


mucho de mi, ¿todavía me quieres en tu cama?
Aunque Shane no estaba asustado de Cash, necesitaba dejar algo claro.

–Llegará un momento en el que me veas flirtear con alguien, pero no


puedes tomártelo personalmente. Nací así. No significa nada. –Alcanzó la
mano izquierda de Dub– ¿Verdad, Dub?

Dub besó la mano de Shane.

–Cierto, bebé.
–No puedo decir que no me vaya a preocupar por que hieras a alguien en el
rancho por pasarse de la línea conmigo, pero pediré que me dejes manejarlo
a mí primero. –A Shane le gustaba la idea de Cash siendo protector, pero no
le gustaba la idea de que alguien saliera seriamente herido.

–No puedo prometer nada. Depende de la situación.

–Estoy de acuerdo. –dijo Dub– No puedes pedirnos a ninguno de los dos 44


que nos quedemos quietos si alguien te maltrata o intenta hacerte daño.
Shane puso los ojos en blanco.
–Nadie se atrevería a nada de eso conmigo.

–¿Estás olvidando a Bobby? –preguntó Dub, pasando su mano por la


espalda de Shane.

Shane no quería pensar en Bobby o la forma en que le pegó antes de que


Justice interviniera.

–Bobby era diferente. No estábamos en el rancho cuando pasó.


–¿Quién es Bobby? –los dedos de Cash pararon.
–El idiota que me pegó antes de que Dub me trajera de vuelta al rancho. –
Shane sabía que Cash había visto su ojo negro.
–¿Todavía respira? –preguntó Cash a Dub.

–Sí, pero solo porque no lo pillé. Creo que sabe que es mejor no poner un
pie en el Rocking W. – Dub suavizó su mano por la espalda de Shane hacia
su culo. Empujó un dedo junto al de Cash– Maldición, bebé, ¿te has
lubricado antes de la fiesta?

Shane sonrió.
–Supuse que me follarías en el establo. Te deseaba el año pasado en la
fiesta, pero eso era cuando eras demasiado bueno para mí.

Antes de que Shane supiera lo que pasaba, fue apartado del regazo de Cash
hacia el de Dub.
–No te atrevas a decir eso nunca. –advirtió Dub– Nunca pensé así. Era mi
maldito miedo a que alguien te apartara de mí lo que nos mantuvo
separados.

Shane se apoyó en el pecho de Dub.

–Lo siento. –Miró a Cash– Nos ha llevado mucho tiempo estar juntos. –
explicó.
45
Cash empezó a quitarse sus pesadas botas.
–Creo que vosotros dos estáis muy bien juntos, y nunca haría nada para
hacer daño a eso.

–Lo sé. –Shane se inclinó hacia Cash– Es por eso por lo que estas a
minutos de estar dentro de mí. – Besó a Cash antes de mover sus labios
hacia Dub– Estás seguro, ¿verdad?

Dub asintió.

–¿Deberíamos subir? –preguntó Shane.


–Creo que sería mejor aquí, –contestó Dub antes de robar otro beso– No es
tan personal como nuestro dormitorio, por lo que estará bien para
probarnos. –Miró a Cash– Sabes que somos como un pack, ¿no?
Cash agarró a Dub por la nuca y tiró de él para un profundo beso. Shane
observó a los dos hombres mientras sus lenguas se deslizaban dentro y
fuera de la boca del otro y se puso más duro todavía. Nop. No parecía que
hubieran celos. Dub y Cash eran calientes juntos.

Mientras Cash seguía su asalto en la boca de Dub, Shane salió del regazo
de Dub y se puso a desnudarlos a los tres. La única prenda de ropa que le
quedaba, su camiseta negra favorita, fue sacada de su cabeza en un
momento. Miró entre Cash y Dub e intentó decidir a cual debería desnudar
ahora.

Cash tomó la decisión por Shane cuando alcanzó la cremallera de los jeans
de Dub. Con esa pista, Shane se arrodilló y le quitó a Dub sus botas de
cowboy.

–Joder. –gimió Cash, sacando la erección de Dub de sus jeans.

–Déjame sentirte. –Dub alzó sus caderas para ayudar a Shane a quitarle los
jeans. Para cuando Shane tiró los jeans de Dub a un lado, Dub ya tenía los
labios de Cash envueltos en su polla.
Shane observó a Cash dándole placer a Dub tanto como pudo.

–Nos vamos a desnudar. –anunció, bajando la cremallera de los jeans de


Cash. 46
Cash gimió alrededor de la polla de Dub cuando Shane abrió sus jeans lo
bastante para llegar a su polla.
Infiernos, la polla de Cash era jodidamente enorme. Totalmente hermosa,
pero enorme. Sonrió a Dub, quien tenía su mirada centrada en el nuevo
juguete de la mano de Shane. Agarró la polla de Cash por la base y se
golpeó la cara con ella.

Las fosas nasales de Dub se inflaron.

–Maldición, eso es sexy.


Shane se golpeó de nuevo. Quería conseguir a los dos hombres listos, pero
no haría lo suficiente como para que Cash se corriera. Nop, quería la
pesada erección estirando su culo primero.
–¿Puedes alcanzar los condones? –le pidió a Dub.

Cash soltó la polla de Dub.

–Aquí. –Le pasó a Shane la caja– Saca uno para Dub mientras estás en ello.

–¿Vas a dejar que Dub te folle? –Shane no podía creer que alguien tan
grande como Cash estuviera abajo.

–Sí. ¿Eso te sorprende? – Cash se sentó y observó a Shane desenrollar el


condón en su polla.
–Es solo que todos los hombres grandes con los que he estado han sido los
que están arriba. – explicó Shane.

Cash rió.
–No te lo tomes mal, pero eres un hombre pequeño, y dudo que los amantes
potenciales te miren y crean que seas de los de arriba. Con muchos
hombres, es así. Si tengo suerte, la próxima vez que estemos juntos, quizá
Dub me deje follarlo.

–Lo haré. –estuvo de acuerdo Dub. Estiró la mano y envolvió la polla de


Cash con sus dedos– Aunque ha pasado un tiempo. Tendremos que hacer
muchos juegos previos antes de que me estire lo suficiente como para
tomarte en mi interior.
47
La imagen de Cash besando su culo y follando a Dub con el dedo hizo que
Shane agarrara el lubricante de la bandeja.
–Espero que estés listo porque estoy cansado de esperar. –Derramó el
líquido en la polla de Cash– ¿Cómo vamos a hacer esto?
Dub cogió un condón para sí mismo.

–Primero tengo que estirar a Cash.

Shane tenía una sugerencia mejor. No había forma de que pudiera esperar
para sentir la polla de Cash en su interior. Ya había esperado meses.
–¿Por qué no dejamos que Cash me folle mientras tú me la chupas?
Después de eso, Tú y yo podemos volver locos a Cash con lametones,
besos y caricias.
Dub se mordió el labio.

–Mi primera reacción es demonios no, pero contra más pienso en ello, más
me gustaría veros a los dos juntos la primera vez.

Shane dio una palmada.


–Buena idea. –Se levantó en el sofá con sus pies a cada lado de los
musculosos muslos de Cash. Dub no era de tamaño medio, pero la polla de
Cash.... Maldición. Esperaba no hacer el estúpido gritando como un cerdo.
–Necesitas más lubricante. –advirtió Dub antes de tocar con sus dedos
resbaladizos el agujero de Shane.

–Solo toma tanto como puedas. –Cash colocó sus manos en las caderas de
Shane– Hacerte daño no es una opción, por lo que si es demasiado,
podemos intentarlo en otra ocasión.

–A la mierda con eso. –Shane había esperado más que suficiente. Alcanzó
la mano de Dub, deseando el momento de compartir entre los tres. Algunos
podrían pensar que era raro que amara a un hombre más que a su vida pero
dejara que otro hombre lo follara, pero para Shane, el momento se sentía
tan correcto– Te amo. –susurró a Dub mientras lentamente descendía.

Dub sostuvo la base de la polla de Cash mientras el agujero de Shane se


48
presionaba contra la punta.
–Despacio, bebé –dijo Dub.
Eran los nervios más que otra cosa lo que parecía que estirara el momento.
Esa inhalación justo antes de que la cabeza empujara a través del anillo de
músculos era magnífica y aterrorizante al mismo tiempo.

La quemazón era más de lo que había experimentado en años, pero, oh,


dios, valía la pena. Bajando sobre sus rodillas, Shane se tomó su tiempo
para ajustarse al tamaño de Cash. Besó a ambos hombres, empezando con
Dub. Era importante que Dub supiera cuanto era amado.
–Joder, es magnífico. –dijo Dub, colocando su mejilla en el pecho de Cash.

La posición de Dub hizo posible que Shane mirara abajo y viera a ambos
hombres mientras lentamente tomaba más de la longitud de Cash.
Igualmente hermosos, Dub y Cash se veían malditamente bien juntos.

–No creo que nunca olvide esto. –dijo Shane, su voz tan suave como el
momento. Su corazón estaba tocado, no porque fuera su primer trío, sino
por los sentimientos que tenía por los dos hombres, que eran reales.

–Lo has hecho, bebé. –dijo Dub.


Fue entonces cuando Shane se dio cuenta de que estaba sentado en el
regazo de Cash con la larga y gruesa polla enterrada dentro de él hasta la
base. Asintió.

–¿Te duele? –preguntó Cash, su voz con verdadera preocupación.

Shane sacudió la cabeza. No era la incomodidad lo que lo mantenía


callado, era la tormenta del descubrimiento.

–Estoy bien. –se las arregló para decir. Por todas sus fanfarronadas sobre
que el sexo era puramente físico, Shane tuvo un despertar emocional
mientras miraba de Dub a Cash. A penas sentía la polla estirando su culo
porque su corazón estaba tan increíblemente lleno de... ¿Qué? ¿Amor? No
era posible. Se preocupaba mucho por Cash, pero amarlo rompería la regla
de Dub. No solo la regla de Dub, sino también su corazón.

Con sus manos todavía en las caderas de Shane, Cash empezó a levantarlo. 49
–No puedo aguantarlo más. Te ves tan triste, no puedo aguantar saber que
yo te estoy haciendo esto.
–¡No! –Shane intentó apartar las manos de Cash– No me duele. –Al menos,
no el tipo de dolor del que Cash hablaba. Tenía dos opciones, podía
confesar sus pensamientos o apartarlos para más tarde.

La lengua de Dub lamió la polla de Shane.

–Estamos aquí. Dinos que necesitas.

–Todo. –susurró, más para sí mismo que para Cash.


Cash y Dub intercambiaron miradas antes de que Cash bajara a Shane por
su longitud.

–Coge lo que quieras.


Shane mentalmente archivó sus emociones en cosas en las que pensar más
tarde empezó a montar la polla que había esperado tanto tiempo para tener.
Apoyó su mano derecha en el hombro de Cash mientras enredaba sus dedos
en el cabello de Dub con la izquierda.

–Tan sexy. –gimió Dub.

–Chúpame. –ordenó Shane, sabiendo que Dub solo esperaba la orden antes
de actuar
Con un gruñido de satisfacción, Dub se puso a trabajar en la polla de
Shane.

Con Dub ocupado, Shane devolvió su atención a Cash. Pronto se perdió en


los ojos de Cash mientras seguía follándose a sí mismo. Aunque no se dijo
ninguna palabra, Shane sabía en su corazón que Cash se sentía de la misma
forma que él. Estaba en la mirada llena de lágrimas de Cash mientras
conectaban a un nivel que iba más allá de la unión física. Sí, Shane sabía
exactamente como se sentía Cash.

Shane le dio a Cash un suave beso erótico, asegurándose de que lentamente


le hacía el amor a la lengua de Cash con su lengua. Cuando se apartó, una
solitaria lágrima cayó por la mejilla de Cash. Shane asintió conociendo el 50
dolor que estaba viendo.
Shane colocó su frente contra la de Cash.
–Córrete para mí.

–Cualquier cosa por ti. –susurró Cash. Alzó a Shane lo suficiente para
encargarse de todo.

Shane se entregó a ambos hombres, adorando la atención.

–Estoy cerca. –Acarició la mejilla de Dub.

Cash gimió.
–Oh, joder, oh, mierda. ¡Sí!
Shane agarró el pelo de Dub.

Dub envolvió su brazo alrededor de la cintura de Shane y lo mantuvo


quieto hasta que Shane vació su semilla en la garganta de Dub en una
carrera de adrenalina. Su cuerpo se estremeció con la intensidad del
orgasmo mientras luchaba para respirar. ¡Joder! Se sentía como si Dub
estuviera succionando todo su cuerpo, dejándolo seco. Shane no se
sorprendería si acabara como resina arrugada para cuando Dub los soltara.

Momentos después del último espasmo de Shane, Dub lo soltó. Se sentó.


–Fantástico. –dijo antes de besar a Shane.
Shane le devolvió el beso a Dub, esperando que nada hubiera cambiado
entre ellos. Cuando se apartó del beso, estudió al hombre que amaba.

–¿Estás bien?
Dub sonrió y colocó su mejilla contra el hombro de Cash de nuevo. Giró su
rostro para darle varios besos a la piel de Cash.

–Todavía te amo con todo mi corazón. ¿Es eso lo que necesitabas escuchar?

–Sí. –Shane besó a Dub de nuevo antes de moverse para prestar algo de
atención a los labios de Cash– ¿Y tú? ¿Estás bien?
51
Los ojos de Cash se cerraron y Shane tiernamente chupó su labio inferior.
–Nunca he sentido nada como esto.
Dub rió.

–Sí, el culo de Shane es increíble.


Shane sabía que Cash no estaba hablando de su culo, pero no se lo dijo a
Dub. Parecía que no era el único que necesitaba ordenar sus sentimientos.

Los tres se abrazaron los unos a los otros durante los siguientes minutos sin
hablar. Cuando las piernas de Shane empezaron a darle calambres,
finalmente se levantó del regazo de Cash. Estirando sus brazos por encima
de su cabeza, miró a Cash y Dub.

–¿Vamos arriba o volvemos a la fiesta?


–Arriba, –contestó Dub– Hank y Easy pueden ayudar a acabar con la fiesta
cuando llegue el momento.

–No crees que Brady le haga nada a Patches, ¿verdad? –preguntó Cash
mientras se levantaba.

–No sé porque Brady pateó a Patches, pero puedo garantizarte que lo


asustaste lo suficiente como para que probablemente nunca mire a otro gato
de nuevo. –Levantándose, Dub envolvió un brazo alrededor de Cash y el
otro alrededor de Shane– Dicho esto, si te sientes mejor trayendo a Patches
aquí, lo entenderé.

Sorprendido, la mandíbula de Shane cayó. Dub nunca se había preocupado


por los perros y los gatos. Toleraba a los gatos porque mantenían a las
alimañas fuera del rancho, pero eso era todo. Para Dub invitar a u gato
dentro de su casa era algo importante.

Evidentemente, Cash también se había dado cuenta del desagrado de Dub


por los gatos. Sacudió la cabeza.

–Gracias, pero lo dejaré en mi habitación. Puede salir por la ventana si


necesita escapar.

Dub cogió una cerveza, le dio un sorbo e hizo una mueca. 52


–¿Alguien quiere una fría?
–Claro. –dijo Shane.
Cash alzó la mirada mientras ataba el condón lleno.

–No gracias. Beber me mete en problemas.


–¿Qué tipo de problemas? –bromeó Shane.

–El tipo en el que mi boca no sabe cuándo callar. –Cash se encontró con la
mirada de Shane.

Sí. No necesitaban a un Cash intoxicado diciéndole a Dub como se sentía.


–¿Agua? –ofreció Dub.
–Claro.

Shane esperó a que Dub saliera de la habitación.


–No se lo puedes decir a Dub.

–Lo sé, pero lo verá por sí mismo si lo follo.

Lo que apretaba el corazón de Shane se soltó.


–También sientes algo por Dub. –No era una pregunta.
La cabeza de Cash se ladeó.

–Por supuesto.
Shane se sentía mucho mejor. No estaba seguro de como lo haría, pero iba
a hacer que Dub viera que estas tres personas podían ser tan fuertes como
dos. Quizá no cualquier trío, sino Cash Dub y él.

53
Capítulo Cuatro

Cash besó a Patches antes de ponerla en la caja de cartón.

–Está bien. –la tranquilizó cuando la gata empezó a arañar la tapa.

–¿Estás listo? –preguntó Dub, entrando en el dormitorio de Cash.

–Sí. –Cash rasgó varias tiras de cinta de embalar para asegurar la tapa–
Patches no está feliz, pero cada vez que viene el Doc, desaparece. –Cogió
la bolsa– Estamos listos.
Dub le dio a Cash un rápido beso.

–¿También te vas a vacunar?


Todo el cuerpo de Cash se estremeció.

–No estoy seguro de que me asusta más, los caballos o las agujas. –
Recordó a la zorra de la clínica gratuita que solía pincharlo como si
quisiera hacerle pagar por las malditas vacunas con dolor.
Dub lideró el camino hacia la camioneta.

–Tarde o temprano, vas a tener que cambiar esa Harley tuya por un caballo.
–Se sentó tras el volante.

Cash sacudió la cabeza.

–No diré nunca en lo concerniente a un caballo algún día, pero no hay


forma de que deje mi Harley. –Colocó la caja que contenía a Patches en el
suelo del asiento trasero antes de sentarse junto a Dub. Inclinándose a un
lado, sacó su cartera– Había una cosa que hacía que siguiera mientras
estaba entre rejas. –Le pasó a Dub una foto gastada y doblada de una
Harley brillante roja que había sacado de una revista– Esta estaba en mi
pared sobre mi litera.
Dub miró la foto antes de devolvérsela. 54
–Vale, lo pillo. Yo tengo una parecida en mi cartera solo que la mía es de un
brillante y precioso Shane llevando unos pantalones muy cortos.
Cash se lamió los labios y extendió la mano.

–Bueno, vamos, yo te enseñé la mía.


Riendo, Dub sacó la foto de su cartera.

–Puedes mirar pero no la puedes tener.

Sí, pensó Cash, cogiendo la foto. Era como Shane mismo. Sonrió mientras
miraba la graciosa expresión en el rostro de Shane. A pesar de la sonrisa
tonta, Shane estaba sexy como el infierno.
–Puedo ver por qué la mantienes contigo. –Su corazón se sentía pesado
mientras se la devolvía.
Dub se metió la foto en el bolsillo de la camisa mientras salía del rancho.

Estaban a medio camino de Austin cuando una línea de coches con sus
luces vinieron hacia ellos. Cash no se sorprendió cuando Dub se puso a un
lado de la carretera. Era común dar una procesión funeraria así.
–Sal. –ordenó Dub, abriendo la puerta.

Confuso, Cash salió de la camioneta. Se movió para estar junto a Dub.


–¿Qué estamos haciendo?
Dub se quitó su sombrero de cowboy marrón y lo sostuvo sobre su corazón.

–Mostrando respeto.

Cash no tenía sombrero, por lo que se puso la mano en su corazón.


Mientras Dub asentía hacia cada coche que pasaba, Cash no pudo apartar
sus ojos del hermoso propietario del rancho. Joder. Se estaba enamorando
de Dub, y no estaba seguro de qué hacer sobre ello.

Cuando el último coche de la procesión pasó, Dub se volvió a poner el


sombrero. Miró a Cash y sacudió la cabeza.
55
–Vamos a tener que conseguirte un sombrero.
Cash llevaba una gorra de béisbol en ocasiones para que el sol no le diera
en los ojos, pero nunca había sido el tipo de hombre de llevar una
regularmente.

–Tengo un sombrero con el logo del pienso que el vendedor me dio.


–Dije un sombrero de verdad. –Dub miró a Cash varios momentos– Podrías
ponerte un Stetson.

Cash se aseguró de que la carretera estuviera vacía antes de envolver sus


brazos alrededor de Dub. Llevaría una nariz de payaso si Dub se lo pidiera,
pero no estaba seguro sobre el sombrero de cowboy.
–Creo que hay alguna regla sobre que no puedes llevar un sombrero de
cowboy si tienes miedo de los caballos.
–Tonterías. –Dub le dio a Cash un lento beso profundo– Eres le bastante
caliente para llevar la maldita cosa que quieras.

Cash miró su reflejo en el espejo retrovisor. El sombrero de paja que había


escogido le quedaba perfecto, pero se veía demasiado nuevo.
–¿Cuál es la mejor manera para amoldar esto?

Dub lo miró.

–Trabajar. Lo llevas cada día y dejas que haga su trabajo. Con el tiempo, se
verá y se sentirá como un par de botas cómodas. –Su mirada fue a las botas
pesadas de motero que Cash llevaba siempre.

– No. –dijo Cash– No llevo botas de cowboy. Ni siquiera por ti. –añadió.

Las cejas de Dub se alzaron.


56
–¿Qué estás diciendo?
Cash no iba a decirle a Dub que se estaba enamorando. Romper la regla
solo lo apartaría de la cama de Dub y Shane y fuera del rancho. Estiró la
mano y colocó su mano en el muslo de Dub.

–Solo que me hiciste comprar este estúpido sombrero. –dijo, esperando


sacarse de encima de Dub– Eres muy persuasivo cuando lo necesitas.

Dub rió.
–Sí, ¿Entonces por qué no he sido capaz de conseguir que Shane lleve un
sombrero adecuado?

–Porque Shane se ve malditamente sexy con esa gorra marrón hecha polvo
que siempre lleva. – razonó Cash.

Dub asintió.

–Tienes razón.

Dub miró el arroyo seco. Solo un mes antes, el arroyo estaba desbordado,
pero el largo y seco verano había minado cada gota de humedad de su
profundidad. Los últimos meses se habían cobrado más que el suministro
de agua.

–¡Joder! –gritó lo bastante fuerte para asustar a una bandada de pájaros que
estaban por encima.

El amor que había crecido entre Shane y Cash no se le había pasado por
alto. Había visto la forma en que Cash miró a Shane la primera noche que 57
estuvieron juntos, pero se había convencido a sí mismo de que era
unilateral. Bien, tenía la corazonada de que Cash tenía verdaderos
sentimientos por Shane, no le había sorprendido mucho.
La peor parte era cuán cómodos estaban los tres juntos. Para Dub, se sentía
como si Cash siempre hubiera estado con ellos. Y, a pesar de sus mejores
esfuerzos, Dub había empezado a preocuparse por Cash más de lo que
pensaba que debía.

Aunque Cash disfrutaba de la compañía de Dub, era obvio que los


sentimientos de Dub no eran correspondidos. La diferencia estaba justo
delante de él cada noche que los tres estaban juntos. Cuántas veces había
observado mientras Cash le hacía el amor a Shane, cara a cara. Ambos
mirándose a los ojos, diciendo con la mirada lo que se negaban a decir en
voz alta.

Dub había tenido su parte de atención de los dos hombres. El sexo era
fantástico, pero no ni una vez Cash le había hecho el amor a él como con
Shane. Cada vez que Cash follaba a Dub, insistía en hacerlo desde atrás.
Cash decía que era más fácil por el tamaño de Dub, pero Dub sabía la
verdad.

Cayendo al suelo, Dub se restregó el pecho. Todo lo que alguna vez había
deseado estaba al alcance de su mano, pero a menos que pudiera conseguir
que Cash se enamorara de él, nunca funcionaría. O Cash se cansaría de
fingir con Dub y se iría o convencería a Shane de que lo dejara a él. En
cualquier caso, el resultado final era Dub siendo dejado atrás para recoger
los pedazos de su vida.

El sonido de pezuñas golpeando el suelo llamó su atención. Dub se levantó


lo bastante para ser visto en la hierba alta.

Hank paró su caballo a varios pies de distancia de Dub.

–Buckeheat4 quedó atrapado en el alambre de púas del pasto sur.


Dub se levantó.

–¿Cuán mal está?

–Mal. Intenté llamar, pero no tenías cobertura. Easy dijo que


probablemente estarías aquí. Ya he llamado al Doc, pero supuse que 58
4 Trigo sarraceno´, nombre del caballo, por el color de este tipo de trigo
querrías saberlo.
Dub se giró hacia Gravy.

–¿Dónde está Shane?


–Con Buckeheat en el pasto. Él y Cash se las arreglaron para desenganchar
a Buckwheat, pero el caballo no puede moverse. –Hank se secó e sudor de
la frente– Se siente culpable y debería.

–¿Por qué?
–Arreglar esa sección de la valla estaba en sus tareas. –Hank le dio a Dub
una dura mirada– Vosotros tres necesitáis decidir si vais a follar durante
cada minuto del día o trabajar en el rancho, pero no podéis hacer ambos. Al
menos, no por cómo están yendo las cosas.

Dub entrecerró sus ojos. Lo último que necesitaba era que su gerente del
rancho y mejor amigo se le echara encima por el tiempo que pasaba
últimamente con Cash y Shane.

–¿Dime una cosa que no se haya hecho a parte de la valla? Hemos estado
trabajando para hacer tiempo para nosotros.
–Todo lo que sé es que tengo a un maldito caballo que probablemente no
sobrevivirá porque algo no se hizo. Piénsalo. –Hank se fue sin otra palabra.

Dub miró a su amigo irse. Heridas, sin importar si les pasaba a los cowboys
o a los animales, eran estresantes para todos, pero Hank siempre se lo
tomaba muy a pecho. Decidió guardar su enfado contra Hank.
Chasqueando la lengua, Gravy se dirigió al pasto sur. No solo tenía un
caballo que ver, sino que necesitaba asegurarse de que Shane estaba bien. A
pesar de los bramidos de Hank, Dub sabía que Shane se cortaría el brazo
antes de hacer algo intencionadamente para herir a uno de sus caballos.

59
Cash se apoyó contra la parte de atrás de la camioneta mientras observaba a
Shane intentando detener el sangrado del costado de Buckwheat. Le costó
todo lo que tenía permanecer atrás, pero Shane, quien estaba destrozado
emocionalmente, lo apartó y le dijo que se fuera. Cash no podía abandonar
a Shane, pero se movió lo bastante lejos para darle a Shane el espacio que
necesitaba.
Hank paró su caballo antes de saltar.
–¿Cómo está?

Shane sacudió la cabeza mientras dejaba que sus lágrimas siguieran


cayendo.

–No está bien. No puedo pararla, y su respiración es trabajosa. –Miró a


Hank– ¿Cuánto falta para que llegue el Doc?
– Acabo de hablar con él, está al otro lado del condado. Pasará al menos
una hora. –Hank se puso sobre Shane con sus manos en sus delgadas
caderas– Sabes que esto no habría pasado si hubieras hecho el maldito
trabajo por el que cobras. –le soltó.

Cash se tensó. Shane ya se sentía lo bastante mal. Lo último que necesitaba


era que Hank le hiciera sentir peor.

–Dub dijo que había ordenado que el ganado saliera del pasto sur hasta que
la valla estuviera arreglada. –Shane alzó una de sus sangrientas manos y
usó su muñeca para secarse los ojos– Sé que eso no es excusa, pero pensé
que podría hacerlo hoy más tarde.
60
–Sí, bueno, ya ves lo que pasa cuando un chico bonito como tú empieza a
pensar.
Cash se quitó el estúpido sombrero de cowboy y lo tiró al suelo mientras se
acercaba a Hank.
–Es suficiente. –gruñó.

Hank se giró para encarar a Cash.

–¡Por qué coño estás ahí parado en lugar de arreglando la jodida valla! –
gritó.
Cash se puso rígido. Las manos en puños, estaba determinado a alejar a
Hank tan lejos de Shane como pudiera. Se puso junto a Hank
sobrepasándole en altura.
–¿Querrías apartarte de Shane?

–Lo que quiero, es que hagas tu jodido trabajo. –contestó Hank.

–¡Para! –gritó Shane– Cash, ve a arreglar la valla.

–No me iré hasta que este idiota se aleje de ti. –discutió Cash. Podía sentir
una vena en su cuello hincharse mientras la presión sanguínea subía.
Cuando había atravesado el pecho del traficante con el cuchillo, se sintió
entumecido, pero lo que estaba experimentando en ese momento lo
asustaba todavía más. Era una necesidad profunda de proteger lo que era
suyo. Por primera vez en su vida había sentido el amor, y estaría condenado
si se quedaba ahí de pie y dejaba que ese idiota regañara a Shane.

–Lo necesito aquí. Hank ha estado cuidando de los caballos más tiempo
que yo, y no puedo hacer esto solo. –Shane suspiró– Por favor. Solo ve.

Cash dio un paso atrás, pero no fue la súplica de Shane lo que lo puso en
movimiento, fue su propio miedo a lo que podría hacerle a Hank lo que le
hizo retirarse. Se chocó con Dub mientras intentaba alejarse de Hank y
Shane. Había estado tan enfadado, no había escuchado a Dub montando.
–Whoa, ¿qué va mal? –preguntó Dub, agarrando el brazo derecho de Cash
antes de que se cayera. 61
–Estoy a dos segundos de darle una paliza a Hank. Despídeme ahora si
quieres, pero la próxima vez que le escuche hablar a Shane de esa forma,
voy a matarlo.
Dub miró a los dos hombres alrededor del caballo que sangraba.

–Relájate. Hank está enfadado. No te tomes en serio nada de lo que diga


ahora.

Cash encaró a Dub.

–Dile eso a Shane. Estaba llorando porque se sentía culpable. Hablando de


patear al perro medio muerto. –Apuntó al establo– O vosotros os encargáis
de esa mierda, o lo haré yo.
Las manos de Dub se deslizaron por el pecho de Cash.

–Déjame ocuparme de ello.


Cash cerró sus ojos. El toque de Dub ayudaba a calmar su acelerado
corazón.

–No puedo soportar verlo así.

Dub rozó sus labios contra los de Cash.


–Lo sé. Alejaré a Shane de Buckwheat y lo enviaré a la casa. Por qué no le
esperas aquí y miras que lo consigue.
–Hank me dijo que arreglara la valla. –Seguir las órdenes del hijo de puta
era lo último que quería hacer, pero sabía que Hank seguiría echándoselo
en cara a Shane hasta que el trabajo se hiciera.

–A la mierda con lo que Hank quiere. Este es mi rancho, por lo que haré
que alguien arregle la maldita valla.

Cash asintió.

–Esperaré aquí.

Dub le dio a Cash otro rápido beso antes de acercarse a Buckwheat.

–Vaya maldito desperdicio. –dijo Hank. 62


–Lo siento. –contestó Shane, su voz rota– No pensé que habría animales
aquí.
–Ese es el problema. Estás demasiado ocupado pensando con tu polla que
no usas tu jodido cerebro. –continuó Hank.
Dub inmediatamente entendió el enfado de Cash.

–Shane. –llamó– Ven aquí.

–Está muerto. –sollozó Shane, levantándose. Estaba cubierto de sangre y


lágrimas, y el corazón de Dub casi se rompe.
Dub estiró sus brazos.
–Ven aquí, bebé.

Shane tiró las toallas manchadas de sangre al suelo antes de dirigirse a


Dub.

–Lo siento tanto.

Dub atrajo a Shane contra su pecho. Financieramente era un golpe, pero


nada de lo que no pudieran recuperarse. Buckwheat había sido un buen
caballo, pero nada especial. Se inclinó y susurró en la oreja de Shane.

–Cash va a llevarte a la casa y a limpiarte. Estaré ahí más tarde.


Shane miró a Dub.
–Pagaré por el caballo.

–No lo harás. –Dub le dio a Shane un beso tierno– Ve. Déjame que me
ocupe de esto.

Con una respiración temblorosa, Shane soltó la cintura de Dub.


–¿Estarás ahí para cenar?

–Lo intentaré, pero no me esperes. Podría llevarme un rato enterrar a


Buckwheat.

Lágrimas frescas rodaron por las mejillas de Shane.


63
–Podría hacerlo yo.
Dub sacudió la cabeza. Shane estaba demasiado mal para enterrar a un
animal, especialmente uno que había pasado años cuidando.
–Deja que cuide de ti.

Shane parecía tocado por esa afirmación. Una nueva ronda de lágrimas
llenó sus ojos.

–Te amo.
–Eso es todo lo que alguna vez te pediré. –Dub sintió sus propios ojos
arder. Era un momento especial entre ellos, uno que esperaba recordar
siempre– Cash está esperando. –Besó a Shane de nuevo– Dile a Cash que
haga que Gracie sirva la cena una hora más tarde de lo habitual.

–Vale. –Shane miró una vez más a Buckwheat.

Cuando supo que Shane ya no podía escuchar, Dub enfrentó a Hank.

–¿Qué coño pasa contigo?


–No empieces. –advirtió Hank.

Mejor amigo o no, Dub tenía que poner al gerente del rancho en su lugar.
–En todos los años que te he conocido, nunca he escuchado que hablaras a
alguien de la forma en que lo hiciste con Shane. ¿Qué coño te pasa?

–Tus dos chicos han estado vagueando.

–A la mierda con eso. –Dub sabía que a menudo se tomaban un largo


descanso durante el día para estar juntos, pero también sabía cuán duro
trabajaban Shane y Cash– El establo está más limpio y organizado que
nunca. –Se reajustó su Stetson, intentando calmarse antes de que la
conversación se le escapara de las manos– Conclusión. Este es mi rancho,
y Shane es mi compañero. Te guste o no, lo tratarás con respeto. –Quería
añadir el nombre de Cash, pero decidió no hacerlo hasta que supiera donde
estaba con Cash. 64
Hank apuntó a Buckwheat.
–Si te quedas ahí y me dices que esto no te cabrea, eres un maldito
mentiroso.

–Demonios, sí me cabrea, pero antes de patear a alguien que está en el


suelo, descubriría como el caballo llegó al pasto en primer lugar. –Dub dio
otro paso hacia Hank y apuntó a su pecho– Te dije que te aseguraras de que
todos los animales se mantuvieran lejos de ese pasto, pero en lugar de
tomar la más ligera culpa por lo que pasa, vas a por Shane. No lo soportaré.

Con el rostro rojo de ira, Hank miró a Dub.


–Las cosas no son lo mismo desde que tú y Shane estáis juntos. Son incluso
peor desde que empezaste a meter a Cash en tu cama.

–Como amigo, te diré que nunca he sido más feliz. Mi vida finalmente se
siente como si significara algo. Como jefe, te diré que te ocupes de tus
propios jodidos asuntos. A quien meto o no en mi cama no te concierne. –
Acabando de hablar, señaló a Buckwheat– Ahora, si me disculpas, tengo un
caballo que enterrar.

Cash le quitó a Shane la ropa sangrienta y lo guió a la ducha. Decidió


quedarse fuera para darle a Shane algunos minutos a solas.

–¿Estás bien? –preguntó antes de cerrar la puerta de la ducha.

Shane asintió, pero no dijo nada.

Aunque Shane no estaba hablando, Cash se sentía mejor. Al menos las


lágrimas de Shane habían dejado de caer. Tan enfadado como Cash había 65
estado con Hank, su preocupación por Shane lo superaba todo. Hank
escogiera creerlo o no, Shane vivía y respiraba por esos malditos caballos.
El cuidado y amor que les mostraba era testimonio del tipo de hombre que
era. Claro, aplazar el arreglo de la valla había sido un error enorme, pero
nadie sabía más que Shane lo que ese error le costaría al rancho.
Cash cerró la tapa del váter y se sentó. Tenía manchas de sangre por toda su
camiseta por sostener a Shane, por lo que se la quitó. Tirándola en el
montón de ropa de Shane, se preguntó si debería tirarla.

–¿Estarás bien por unos minutos?

Cuando Shane no contestó, Cash abrió la puerta de cristal.


–¿Shane?

Shane estaba frotándose las manos con un estropajo fuerte. Su piel casi en
carne viva, casi a punto de sangrar.

–No. –Cash entró bajo la ducha, todavía con sus jeans y botas. Apartó el
estropajo de las manos de Shane– Mírame.
Shane alzó su mentón y miró a Cash.

–Hank le va a pedir a Dub que me despida.

Cash atrajo a Shane contra su pecho.


–Dub nunca haría eso. Te ama.
–He trabajado aquí mucho tiempo. He visto a buenos trabajadores ser
despedidos por menos.

Cash apagó el agua.


–No sé lo que Hank le dirá o no a Dub, pero puedo garantizar que Dub se
deshará de Hank antes que de ti. –Agarró dos toallas– Vamos a secarte.
Cuando Dub vuelva y comamos la cena de Gracie, podrás hablar con Dub
de ello.

Shane se levantó con sus brazos estirados mientras Cash secaba el agua de
su piel.
66
–Buckwheat ha estado en el rancho tanto tiempo como puedo recordar. Era
un buen caballo. Odiaba a las serpientes. –Miró a Cash– Más de lo que yo
odio a las arañas o tú a los caballos.
–No odio a los caballos –corrigió Cash. Se tomó su tiempo para secar la
ingle de Shane, prestando particular atención a la raja del culo de Shane.
–Te asustan. –dijo Shane.

–No es lo mismo que odiarlos. –Cash estaba casi seco para cuando acabó
con Shane– ¿Albornoz o ropa?

–Ropa. Todavía tengo que arreglar esa valla.


Cash le había explicado a Shane más de una vez que la valla sería arreglada
por alguien más. Si Dub no acababa y volvía para la hora de la cena, Cash
trabajaría con una linterna para arreglarla si era necesario. Llevó a Shane al
dormitorio.

–¿Estás bien para vestirte solo?

–Eso espero, lo he estado haciendo durante años. –contestó Shane.

Cash sonrió. Era bueno saber que Shane volvía a tener su sentido del
humor. Desnudo, se sentó junto a Shane en la cama.

–Te amo.
Shane se abrazó contra le costado de Cash.
–También te amo.

Dub paró de repente cuando escuchó la declaración de amor de Shane.


Apretó su mano en el pomo de la puerta y miró a los dos hombres en la
cama. Sabía que Cash y Shane se habían enamorado, pero era la primera
confirmación verbal que había escuchado. Su reacción inicial era girarse e
irse antes de que Cash y Shane lo vieran, pero sus pies parecían pegados al
suelo. Luchó contra sí mismo durante varios momentos antes de decir:

–¿Entonces eso dónde me deja a mí?

Shane se levantó de la cama. Tiró sus brazos alrededor de Dub y enterró su


rostro contra el pecho de Dub. 67
–Lo siento. Sé que sigo diciéndolo, pero necesito que entiendas que nunca
quise que Buckwheat saliera herido.
Dub colocó sus manos en la espalda de Shane, pero no abrazo al hombre
contra él. Necesitaba llegar al fondo de lo que iba a pasar entre Shane y
Cash, pero primero necesitaba dejar atrás la situación con Buckwheat.

–Cuando examiné a Buckwhear, noté varias heridas de pinchazo en sus


piernas. Estuve buscando y encontré una serpiente de cascabel muerta a
unas cien yardas de distancia. Evidentemente, Buckwheat la pisó, pero no
antes de ser mordido un par de veces. Los mordiscos combinados con las
heridas lo mataron.

–Todavía es culpa mía. Hemos tratado a caballos mordidos por serpientes


antes. –apuntó Shane.

–Sí, pero sin el veneno en el sistema, Buckwheat probablemente habría


sobrevivido a las heridas. – Dejándose llevar por sus emociones, Dub
envolvió Shane en sus brazos– ¿Estabas con Cash en lugar de arreglando la
valla?

Shane se tensó.

–No de la forma que piensas. –Se apartó– Los tres estuvimos juntos esta
mañana y eso me atrasó en mis tareas. La razón por la que fui a buscar a
Buckwheat es que no estaba en su partición del establo. Cuando no pude
encontrarlo en el pasto adyacente, le hablé a Cash de ello y los dos cogimos
la camioneta.
Dub no había olvidado su mañana juntos. Demonios, ¿cómo podría alguien
olvidar algo como eso? Pero necesitaba estar seguro de que Shane no se
había escabullido con Cash a sus espaldas. Joder. Incluso si Shane y Cash
habían estado follando, no era algo por lo que enfadarse. Igual que él y
Cash habían encontrado tiempo a solas ocasionalmente, Shane era libre de
estar con Cash durante el día sin Dub. Era parte de la razón por la que le
daba la bienvenida a otro hombre en su cama. Si Shane era cuidado
sexualmente, no había razón para que mirara a otro lado.
–¿De qué va esto? –preguntó Shane.

Dub suspiró.
68
–Os escuché a ti y a Cash antes cuando entré. Sé que os amáis el uno al
otro.
Shane y Cash intercambiaron miradas. Shane abrió su boca para hablar,
pero Cash lo hizo antes.
–Rompí tu regla. Lo que es peor es que la rompí antes de haber aceptado la
invitación a unirme a ti y a Shane la noche de la fiesta. Sabía que estaba
mal, pero no pude evitarlo. Nunca he conocido a hombres como tú y Shane,
y no pude evitar enamorarme.

El discurso habría tocado a Dub si supiera que es verdad.


–Amas a Shane, no a mí.

Cash sacudió la cabeza.


–No, os amo a ambos.

–¡Tonterías! Nunca me has mirado como miras a Shane. ¿Crees que estoy
jodidamente ciego? – Dub se apartó de Shane para estar delante de Cash.

Cash se encontró con la mirada de Dub.


–No podía mirarte porque sabía que me descubrirías y me alejarías.

La respiración de Dub se quedó atascada en su garganta.


–¿Esa es la razón por la que me follas desde atrás?
–Sí. Sigo esperando que empieces a amarme, y no tener que esconder como
me siento, pero nunca pasó.

–Te equivocas. –Dub presionó su palma contra el pecho desnudo de Cash.


No estaba seguro de cómo explicarse– Soy un hombre difícil de amar, solo
pregúntale a Shane. Aparto a la gente antes de que tengan la ocasión de
herirme.

–Para. –dijo Shane, envolviendo la cintura de Dub desde atrás– No eres


difícil de amar, frustrante a veces, claro, pero no difícil.

Se sentía bien estar rodeado por las personas por las que más se 69
preocupaba. Dub sintió que sus defensas bajaban.
–He visto la forma en que vosotros dos os miráis, y estaba seguro de que yo
me iba a quedar fuera.

Shane besó el hombro de Dub.


–No queremos dejarte fuera. Hemos estado escondiendo como nos
sentimos porque temíamos que te enfadaras y despidieras a Cash.

La afirmación dolía. Dub estiró el brazo para traer a Shane de detrás de él a


sus brazos. La acción puso a Shane entre Dub y Cash.
–¿Crees que despediría a alguien por enamorarse de mí? –Dub sacudió la
cabeza– ¿Soy tan idiota?

–Hiciste claras las reglas antes de que empezáramos. –dijo Cash.


–Eso no es verdad. Tú dejaste claro antes de que te invitara a la casa como
te sentías sobre Shane. Debería haber sabido que solo era cuestión de
tiempo antes de que te enamoraras de él. –Dub no culpaba a Cash o a
Shane, simplemente había estado asustado.

–No solo tenía sentimientos por Shane antes de nuestra primera vez. –
corrigió Cash, desabrochando la camisa de Dub.
Dub se quedó quieto mientas Cash y Shane lo desnudaban. Debería estar en
el pasto sur arreglando la valla, pero se dio cuenta de que tenía más que una
valla que arreglar. Disculparse no era algo fácil para él, pero sabía que en
los siguientes minutos marcarían la diferencia entre estar solo y expandir la
familia.
Dub permitió que Cash lo llevara a la cama.

–¿Cómo funcionará?

–¿Perdona? –preguntó Shane, quitándole una bota a Dub.

–Tres hombres en una verdadera relación. ¿Cómo funcionará? Si Cash y yo


tenemos algún problema tú estarás en medio. Serás obligado a tomar
bandos. –Dub se levantó del colchón mientras Cash le quitaba los jeans.

–Supongo que tendremos que poner más reglas. Concretamente, si dos de


70
nosotros tiene problemas, el tercero se queda apartado hasta que el
problema se solucione. –ofreció Shane. Gateó en el regazo de Dub– Por
otro lado, si yo intento mantener a dos sementales satisfechos, no ha forma
de que vaya a tener tiempo de mirar a otro lado.

Dub pensó lo mismo. Extraño, encontró la idea de ser fiel a Shane y Cash
apetecible. Cuando volvió a casa con Shane, notó a Cash casi de inmediato,
y tanto como quería pasar tiempo solo con Shane en su cama, no podía
sacarse a Cash de la cabeza. En aquel momento, Dub pensó que había
tomado la decisión correcta al tener una relación abierta con Shane. Que
poco sabia, no eran todos los hombres los que le ponían duro, solo Shane y
Cash. Desde la primera noche que Cash lo había follado, Dub no había
mirado a otro hombre.

–Sabes qué. –empezó Dub– Quizá los tres deberíamos intentar lo de la


monogamia.

–La monogamia es entre dos personas. Creo que estamos en lo que se


llama una relación polígama, –corrigió Shane.

–Como se llame, me gustaría ver cómo va solo nosotros tres. –Dub se estiró
en la cama, atrayendo a Shane con él– Lo único es que tengo que insistir es
en la completa sinceridad. Si alguno de vosotros es tentado para
vagabundear, quiero saberlo.

Cash se dejó caer en la cama, atrayendo a Dub y a Shane a sus brazos.


Hociqueó el cuello de Dub.

–No va a pasar. Al menos no por mí.


Dub creía al antisocial del trío, pero ¿qué pasaba con su pequeña máquina
del sexo?

–¿Shane?

Shane soltó el pezón de Dub.

–¿Qué?
–¿Puedes sernos fiel a Cash y a mí? –preguntó Dub.

–Con una condición. –dijo Shane. 71


–¿Cuál? –Dub se movió hacia arriba en el colchón hasta que su cabeza
golpeó la almohada.
–Que dejes de hablar y dejes que Cash te haga el amor de la forma en que
ambos queréis desde el día en que os visteis mientras yo arreglo la valla.
Dub pasó su mano por la espalda de Shane.

–Te he dicho que no te preocupes por la jodida valla.

–Quiero hacerlo y tú y Cash necesitáis pasar algo de tiempo a solas. –Shane


le dio a Dub un profundo beso– Te amo.
–Te amo. –susurró Dub.
Shane agarró la mano de Cash y lo acercó más.

–Dale un beso. –le dijo a Cash.


Con un gemido, Cash presionó sus labios contra los de Dub.

Había una diferencia entre la forma en que besaba Shane y el juego de


lenguas que Cash disfrutaba. Shane era suave y dulce y erótico justo en el
momento adecuado, pero Cash daba calientes batallas de lengua cada vez.
Shane se levantó del pecho de Dub.

–Necesito salir de aquí si voy a hacer el trabajo antes de que oscurezca.


Dub escuchó a Shane, pero estaba demasiado ocupado lamiendo el interior
de la boca de Cash. Joder. Su polla estaba tan dura, que era casi doloroso.

Cash se acercó más hasta que estuvo medio encima de Dub. Apartándose
del beso, miró abajo.

–Te amo. Lo he hecho desde hace mucho tiempo.


Dub juraría que su corazón duplicó su tamaño.

–Siento haberte hecho difícil el que fueras honesto conmigo.

–No quería arriesgarme a perderte. 72


Dub extendió la mano entre ellos y palmeó la erección de Cash.
–Déjame hacerte el amor. –Solo había estado dentro de Cash unas pocas
veces y nunca de la forma en que deseaba– Quiero mirar abajo y saber que
te sientes de la misma forma que yo.
Cash saltó sobre Dub y abrió el cajón de la mesita de noche. Sacó la botella
de lubricante y se la pasó a Dub.

–Soy todo tuyo.

–Mío y de Shane. –Había venido como una sorpresa, pero Dub descubrió
que le encantaba la idea de compartir su vida con ambos hombres.
–Ahora mismo, soy tuyo. –Cash se estiró sobre su espalda y separó sus
piernas– Cada parte de mí.
Dub derramó lubricante en sus dedos. Aunque tenía a Cash desnudo y
deseoso, no podía dejar de pensar en Shane. Hizo círculos en el agujero de
Cash varias veces antes de presionar la punta de su dedo medio dentro.
–¿Crees que Shane estará bien?

–Eventualmente. Creo que Hank le hizo casi tanto daño como perder a
Buckwheat. –La boca de Cash se abrió en un silencioso jadeo cuando Dub
metió todo el dedo dentro.
–¿Se siente bien? –preguntó Dub, deseando que Cash le dijera lo que le
gustaba.

–Dame más. –suplicó Cash.

En lugar de empujar otro dedo dentro, Dub lo sacó. Cogió un condón y lo


levantó.

–Si vas a estar aquí a tiempo completo, me gustaría que te hicieras pruebas.

Cash asintió.

–Fui la semana pasada. –Rompió el contacto visual– Le mostré los


resultados a Shane, por lo que él lo sabe, pero no estaba seguro de como
hablarte de ello. 73
Dub miró el condón en su mano durante dos segundos antes de tirarlo por
encima de su hombro. Antes de Shane, nunca había tenido sexo sin condón,
y rápidamente se había vuelto un adicto a follar a pelo. Era el mayor
inconveniente de invitar a Cash a su cama, pero saber que podría volver a
hacerlo lo puso en éxtasis.
–¿Alguna vez has follado a pelo?

–Sí, pero han pasado casi tres años y medio. Tenía un compañero en la
cárcel, pero después de que le dieran la libertad condicional, no hice nada.

Una sensación de celos atravesó a Dub.


–¿Has visto a ese...compañero desde que saliste?
Cash abrió más sus piernas en una invitación silenciosa.

–No. Craig estaba casado con una bonita mujer y tres hijos. –Soltó una
larga respiración– Las cosas son diferentes dentro. El ruido y la gente
constantemente te rodean, pero sabes que no puedes confiar en ellos.
Cuando conoces a alguien con el que encajas, es algo más que sexo.
Dub no pretendía saber cómo era la vida en prisión, por lo que tenía que
confiar en que Cash ya no estaba interesado en el hombre con el que pasó
momentos íntimos cuando estaba dentro. Se insinuó entre los muslos de
Cash. No podía creer que estuviera celoso de un hombre que Cash no había
visto en años. El único otro hombre que le causaba ese tipo de sentimientos
era Shane.

Dub aplicó una generosa cantidad de lubricante en su polla.

–Tengo todo lo que alguna vez he deseado contigo y con Shane.


Mientras Dub se presionaba dentro, miró a Cash como había deseado hacer
durante meses. Sí, Las preocupaciones de Cash habían sido ciertas. El amor
brillando de él era más que obvio. Se preguntó si su propia expresión decía
la mitad que la suya. Sonriendo, se dio cuenta de que no importaba si Cash
sabía como se sentía. Con todo al descubierto no había razón para
esconderse del hombre que amaba.

Completamente dentro, Dub bajó para estirarse sobre Cash. No sería capaz
de entrar tan adentro, pero el momento era mucho más que solo follar. 74
–Envuelve tus piernas a mí alrededor.
Cash lo hizo, encerrando a Dub entre sus largos brazos y piernas.
Dub giró sus caderas, restregándose contra la polla de Cash que estaba
entre ellos. La acción fue recompensada con un bajo gemido de Cash.
–¿Así?

–Mmm-hmm.

Dub salió y se empujó dentro de nuevo, tomándose su tiempo para aplicar


presión a la polla de Cash. Disfrutaba de los sonidos que hacía Cash.
Todavía le sorprendía cuán arisco e inaccesible era Cash con los otros en el
rancho, pero desde el primer día que se conocieron, Cash no había sido otra
cosa que amable y sensual.
–Sí. Oh. Tan bueno. –gimió Cash.

La reacción hizo que Dub entrara más profundo, más fuerte. Quería ser el
tipo de amante que mantendría a Cash satisfecho de por vida.
Cash agarró el culo de Dub, separando sus nalgas, y empujando un dedo
dentro de Dub.

–¡Oh, joder! –jadeó Dub. Se restregó más fuerte contra la polla de Cash y
fue recompensado con una explosión de calidez contra su estómago
mientras Cash gritaba.

Dub esperó a que Cash acabara antes de entrar de nuevo. Miró a Cash a los
ojos, bebiendo del amor que se reflejaba en la gran mirada del hombre. Sí,
sabía sin duda que Cash lo amaba, y entendía el miedo de Cash de follar
cara a cara. No había forma de que Cash hubiera sido capaz de esconder
sus emociones.

–Te amo. –susurró Cash.

Dub se corrió en ante las simples palabras de Cash.

–También te amo. –contestó sin vacilar. Todavía no estaba seguro de como


había cambiado tanto su vida, pero no iba a negar sus sentimientos.
Colapsó contra el pecho de Cash y cerró sus ojos, listo para una siesta antes 75
de cenar.
Cash estuvo en silencio unos momentos antes de hablar.
–Creo que deberíamos salir e ir a ayudar a Shane.

–Sí. –gimió Dub. A pesar de su deseo de unos minutos de sueño, sabía que
Cash tenía razón. Suspiró y salió de encima de Cash. Todavía no sabía que
coño iba a pasar con Hank pero llegar al fondo del asunto era esencial.
Cash y Shane no iban a ir a ninguna parte, y Hank debía entenderlo o hacer
las maletas.

Los tres primeros postes podridos cayeron al suelo con facilidad, pero
había un cabrón cabezota que se negaba a soltarse de su agarre en la tierra.
Shane envolvió una cadena alrededor del poste, cerca del suelo, antes de
enganchar la cadena en la camioneta.

Después de ir adelante y atrás con la camioneta varias veces, el poste


finalmente se rindió y salió del suelo.
–Finalmente. –masculló. Al ritmo que iba, se haría de noche antes de que
pudiera cavar los nuevos agujeros.

El sonido de un motor diesel llamó la atención de Shane y se giró a tiempo


para ver una de las camionetas grandes del rancho. Para cuando la
camioneta paró, Shane al menos tenía los viejos postes de vuelta en la
camioneta. Aguantó la respiración cuando Hank salió de detrás del volante.

–Pensé que quizá podrías necesitar algo de ayuda. –dijo Hank.

–Gracias, pero lo tengo controlado. –La ayuda por parte de Hank no valía
la pena el abuso verbal que le costaría a Shane.
76
Hank apoyó sus antebrazos contra la parte trasera de la camioneta.
–Necesito disculparme. –masculló– Dejé que mi temperamento y algunas
otras cosas se apoderaran de mí.

–Sé que la muerte de Buckwheat fue culpa mía. –Shane saco de la


camioneta la excavadora manual para hacer los agujeros de los postes.

–Realmente, no lo fue. Fue mía. Creo que dejé la puerta abierta. –admitió
Hank– Estaba al teléfono con Trent y no estaba pensando en nada más que
la conversación.

–¿Trent? –Shane no sabía que Hank hablara con el hermano de Dub–


¿Cómo le va?

–Bien. Le gusta el rancho bastante, pero evidentemente está en medio de


ninguna parte. Muy pocos coños que encontrar y ningún chupapollas en el
lugar. –Hank sonrió– No creo que se diera cuenta de cuán perfecto era este
lugar para él hasta que se fue.
–¿Has intentado convencerlo para que vuelva a casa? –preguntó Shane.

–Lo he intentado, pero está determinado a permanecer lejos. –Hank alzó la


mirada de sus manos para mirar a Shane– Está furioso de que tú y Dub
hayáis empezado algo con Cash. Supongo que dejé que su enfado me
llegara a mí.

– Aunque Dub y Cash no estuvieran, no tengo el tipo de


sentimientos por Trent que él tiene por mí. –Shane odiaba ser la razón
por la que Trent había cogido un trabajo en Montana, pero siempre había
demostrado sus sentimientos por Dub.

–Lo sé, y creo que profundamente él también lo sabe, pero eso no hace que
sea más fácil. Apesta cuando tu amor no es correspondido.

Shane había amado a Dub durante años antes de finalmente poder estar con
él, por lo que sabía exactamente como se sentía.
–Sí, puedo entenderlo. –Estudió la triste expresión en el hermoso rostro de
Hank– ¿Tú sabes lo que se siente?

Hank se apartó de la camioneta. 77


–Estoy rodeado de cowboys sexys cada día. ¿Qué coño sé yo sobre el
amor? –fanfarroneó.
Shane no estaba tan seguro. Trent siempre había sido la primera elección de
Hank si necesitaba ayuda con un trabajo. Shane solía creer que era porque
Trent era alto y musculoso como Dub, pero quizá había algo más.

–¿Hank? ¿Sientes algo por Trent?

Hank rió.

–No. –Siguió riendo varios segundos– Sé que todo el mundo te hace pasar
un mal rato por ser la puta del rancho, pero nunca fuiste tan malo como
Trent. No era nada para Trent ir de mi cama a la de cualquier otro en el
mismo jodido día. No soy estúpido. Trent piensa que los hombres son para
follar y las mujeres para casarse. Un hombre debería estar loco para
enamorarse de alguien así.

Shane no creía a Hank, pero decidió dejar que el hombre tuviera su orgullo.
–Cash y yo trabajaremos para bajar nuestro rato de juegos. –Señaló el lío
de la valla de alambre. El pelo de Buckweat todavía colgaba de las tiras que
habían sido cortadas después de que Cash lo encontrara– No quiero que
pase algo así de nuevo.
–Ni tú ni yo. –estuvo de acuerdo Hank. Extendió su mano– No fingiré que
entiendo porque un hombre no es suficiente para ti y Dub, pero yo no soy
el tercer hombre en vuestra cama.

Shane extendió su mano.


–No, no lo eres, y para que conste, Cash será el único tercero en nuestra
cama a partir de ahora.

Hank sacudió la cabeza, claramente no feliz.

–Como dije, es asunto vuestro no mío. –Alzó un dedo– Mientras el trabajo


se haga.
Shane se negaba a empezar otra discusión sobre quien era realmente el
dueño del rancho. En su lugar, balanceó la máquina de hacer agujeros en su 78
hombro.
–Supongo que lo mejor será que me ponga con ello.
–Nosotros nos pondremos con ello. –contestó Hank. Habló en la radio y un
momento más tarde otra camioneta apareció, cargada con cowboys,
incluyendo a Cash y Dub.

–¿Qué coño? –Shane bajó la máquina de hacer agujeros al suelo– ¿Has


preparado esto?

Hank se encogió.
–A pesar de lo que pasó, somos una familia, y la familia está junta cuando
las cosas se ponen duras.

Shane habría creído de los contratados habituales, pero no de la mayoría de


los estudiantes a los que apenas conocía.

–Sabes que no hay demasiada valla que arreglar para tanta molestia.

Los brazos de Dub envolvieron a Shane desde atrás.

–Todos querían ayudar, por lo que cargamos un poco de cerveza y perritos


calientes y decidimos hacer la noche aquí.

Shane se apoyó contra Dub. Supuso que los otros trabajadores estarían
enfadados con él como Hank había estado. Era bueno saber que se había
equivocado.

–Entonces será mejor que nos pongamos a ello.

Cash se sentó junto a Dub y Shane en la plataforma trasera y escucharon


las historias de Easy sobre como creció en la playa de Malibú. Era duro
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imaginar al hombre que había aprendido a surfear a la edad de cuatro años
en el cowboy que enseñaba a los jinetes como montar potros salvajes y
toros en un rodeo.

Shane ladeó el mentón y Cash contestó a la invitación con un profundo


beso.

–¿Estás bien?

Cash asintió. Era la primera vez desde que llegara al rancho que había
interactuado con los estudiantes y los otros trabajadores. Estaba
avergonzado de admitir que nunca les había dado una oportunidad, pero ver
la forma en que se juntaron para ayudar a Shane hizo que los mirara por
segunda vez.

Siendo un exconvicto, Cash siempre había asumido que los hombres le


echarían su pasado en cara si sabían la verdad. Pero quizá, solo quizá, él era
el único que se echaba en cara su pasado. Había pasado tantos años
odiándose a sí mismo que supuso que los demás también lo harían si les
dejaba acercarse, pero Dub y Shane nunca lo habían tratado de forma
diferente. Podía no estar preparado para gritar su pasado a todo el rancho,
pero pensaba que quizá valdría la pena abrirse lo bastante para tener una
conversación con los hombres con los que trabajaba.

–¿Cómo llegó Easy a Texas desde California? –preguntó Shane a Dub.

Dub envolvió su brazo alrededor de Shane.

–Conoció y se enamoró de Jarred Bloom cuando apenas tenía veinte años.


–¿El Jarred Bloom? –silbó Shane– ¿Por qué no sabía eso?

–¿Quién es ese? –preguntó Cash.

–El mejor jinete de rodeo conocido nunca. –dijo Shane– Dominaba el


circuito profesional hasta que fue disparado en una pelea de bar hace siete
años. –Susurró en la oreja de Cash– Jarred fue asesinado por ser gay.
–Easy estaba con él cuando ocurrió. –añadió Dub– Los dos habían estado
juntos en secreto durante casi diez años. Lo que no mucha gente sabe es
que Easy es un genio. Solo estudiando la forma en que Jarred montaba, fue 80
capaz de enseñar a Jarred como mantenerse en el toro más tiempo y
conseguir más puntos. –Dub sonrió– Eso sin montar él mismo.
–¿Entonces cómo acabó aquí? –preguntó Shane.

–Me encontré con él unas cuantas veces y después del disparo, fui a él, le
hablé de la escuela y le pregunté si trabajaría para nosotros. –Dub dirigió su
atención a Cash– Todos tienen un pasado. No eres el único que vino al
Rocking W para tener un nuevo comienzo.

Cash asintió.
–He conseguido más que un nuevo comienzo. –Se inclinó alrededor de
Shane para besar a Dub– Gracias por cambiar las reglas por mí.

–Supongo que eran exageradas en lo que concierne a ti. Supe el día en que
vi a Shane darte un baño de esponja que estaba en problemas. Solo me
tomó un poco de tiempo rendirme a mis propios sentimientos y darme
cuenta de que algunas reglas están hechas para romperlas.
–No solo romperlas. ¡Destrozarlas! –declaró Shane alzando su puño.

Cash y Dub intercambiaron miradas momentos antes de derribar a Shane.


Bajaron a Shane de la parte de atrás de la camioneta y lo cubrieron de
besos.
–Vamos a llevar la fiesta a casa. –sugirió Dub.

Casa. Cash nunca había tenido un verdadero hogar, y el hecho de haber


encontrado uno con dos rancheros que calentaban su corazón era más de lo
que nunca tendría. Solo había una cosa más que completaría el sueño.
–¿Podemos pasar por los barracones y coger a Patches?

–Me preguntaba cuando lo pedirías. –dijo Dub– Le dije a Gracie esta


mañana que comprara algo de comida enlatada para gatos cuando fuera a la
tienda.

Cash no pudo evitar sonreír. Parecía que no era el único que estaría
viviendo el sueño a partir de ahora. La vida sería buena en el Rocking W, y
Cash rezaba para que nunca nada amenazara eso. 81
Fin

Créditos
Nuestro agradecimiento al Staff

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