primera vez de la extraordinaria esperanza que Jehová ofrece a quienes le obedecen? Si ya pertenecía a alguna religión, ¿cómo se sintió cuando le explicaron con la Biblia los propósitos de Dios, o cuando le aclararon doctrinas que antes le parecían difíciles de entender? Tal vez se haya dado cuenta de que había vivido engañado. ¡Pero qué contento estaba ahora de haber recibido iluminación espiritual! Si fue criado por padres cristianos, ¿recuerda cómo se sintió cuando se convenció de que todo lo que estaba aprendiendo sobre Jehová era verdad y se decidió a vivir conforme a las leyes divinas? (Rom. 12:2.)
Romanos 12:2 “Y cesen de amoldarse a este
sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.”
2 Muchos de sus hermanos le dirán que ellos
estaban encantados, que se sentían muy cerca de Jehová y que estaban muy agradecidos a él por haberlos atraído a su pueblo (Juan 6:44). Su entusiasmo los impulsaba a participar en las actividades cristianas y a hablar de sus nuevas creencias con todo el mundo. ¿Le pasó eso también a usted?
Juan 6:44 “Nadie puede venir a mí a menos que
el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.”
3 En su mensaje a la congregación de Éfeso,
Jesús reconoció que sus miembros poseían numerosas virtudes, pero también les hizo notar que su amor por Dios se estaba enfriando. Les dijo: “Conozco tus hechos, y tu labor y aguante, y que no puedes soportar a hombres malos, y que pusiste a prueba a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son, y los hallaste mentirosos. También estás mostrando aguante, y has soportado por causa de mi nombre, y no te has cansado. No obstante, tengo esto contra ti: que has dejado el amor que tenías al principio” (Rev. 2:2-4).
4 Los consejos que Jesús dirigió a esta y otras
congregaciones del siglo primero resultaron muy oportunos para los cristianos ungidos de tiempos modernos, dadas las circunstancias que atravesaron a partir de 1914 (Rev. 1:10). Pero es posible que aun ahora algunos cristianos pierdan “el amor que [tenían] al principio” por Jehová y por la verdad. En vista de esto, ¿cómo podemos renovar y fortalecer nuestro amor y nuestro celo iniciales? Recordando nuestras propias experiencias y meditando en ellas, como veremos a continuación.
Revelación 1:10 “Por inspiración llegué a estar
en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz poderosa como la de una trompeta,”
¿Qué lo convenció a usted de que esta es la
verdad?
5 Antes de dedicarse a Jehová, uno debe
asegurarse de cuál es “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios” (Rom. 12:1, 2). Esto implica, entre otras cosas, aprender las verdades de la Biblia. Lo que convence a una persona de que los testigos de Jehová enseñan la verdad puede ser distinto de lo que convence a otra. A algunos les convenció leer el nombre de Dios en la Biblia o entender en qué estado se encuentran los muertos (Sal. 83:18; Ecl. 9:5, 10). A otros, ver el amor que hay en el pueblo de Dios (Juan 13:34, 35). Y a otros, darse cuenta de que los cristianos verdaderos no forman parte del mundo, es decir, no participan en las disputas políticas ni en las guerras de ningún país (Isa. 2:4; Juan 6:15; 17:14-16).
Salmo 83:18 “para que la gente sepa que tú,
cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra.”
Eclesiastés 9:5 “Porque los vivos tienen
conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado.” Eclesiastés 9:10 “Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas.”
Juan 13:34-35 “Les doy un nuevo
mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.”
Isaías 2:4 “Y él ciertamente dictará el fallo entre
las naciones y enderezará los asuntos respecto a muchos pueblos. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”
Juan 6:15 “Por lo tanto, Jesús, sabiendo que
estaban a punto de venir y prenderlo para hacerlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo.”
Juan 17:14-16 “Yo les he dado tu palabra, pero
el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. ”Te solicito, no que los saques del mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo. Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.”
6 Por estas y otras razones se despertó en
muchos cristianos el amor a Dios. Dedique tiempo a recordar qué lo convenció a usted de que había encontrado la verdad. Sus razones para amar a Jehová y confiar en sus promesas tal vez sean diferentes de las de otros hermanos, ya que cada persona tiene circunstancias y características únicas. Y sin duda dichas razones siguen siendo tan importantes para usted como lo fueron al principio, pues la verdad no cambia. Por lo tanto, recuerde qué lo convenció y cómo se sintió, y eso le ayudará a reavivar aquel primer amor (léase Salmo 119:151, 152; 143:5).
Salmo 119:151-152 “Tú estás cerca, oh Jehová,
y todos tus mandamientos son la verdad. Hace mucho que he conocido algunos de tus recordatorios, porque hasta tiempo indefinido los has fundado.” Salmo 143:5 “He recordado días de mucho tiempo atrás; he meditado en toda tu actividad; de buena gana me mantuve intensamente interesado en la obra de tus propias manos.”
Hagamos crecer nuestro primer amor
7 Desde que nos dedicamos a Jehová,
seguramente han cambiado muchas cosas en nuestra vida. Y hemos tenido que ir fortaleciendo el amor inicial por la verdad para hacer frente a cada nueva situación que pone a prueba nuestra fe. En todas estas circunstancias, hemos visto la ayuda de Jehová (1 Cor. 10:13). De este modo, año tras año vamos acumulando vivencias que son muy valiosas. ¿Por qué? Porque contribuyen a que nuestro amor inicial crezca. Y además nos confirman cuál es la buena y la acepta voluntad de Dios (Jos. 23:14; Sal. 34:8).
1 Corintios 10:13 “Ninguna tentación los ha
tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla.”
Josué 23:14 “”Ahora, ¡miren!, hoy me voy por
el camino de toda la tierra, y ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.”
Salmo 34:8 “Gusten y vean que Jehová es
bueno; feliz es el hombre físicamente capacitado que se refugia en él.”
8 Para ilustrarlo, pensemos en la ocasión en la
que Jehová dio a conocer su propósito de liberar a los israelitas de su penosa situación en Egipto. Él se presentó ante Moisés con estas palabras: “Yo resultaré ser lo que resultaré ser” (Éxo. 3:7, 8, 13, 14). Lo que Jehová estaba diciendo era que él asumiría cualquier papel que fuera necesario para liberar de la esclavitud a su pueblo. Los acontecimientos que tuvieron lugar a continuación les revelaron a los israelitas que Jehová era el Todopoderoso y que podía actuar como Juez, Líder, Libertador, Guerrero y Proveedor, según lo exigieran las circunstancias (Éxo. 12:12; 13:21; 14:24-31; 16:4; Neh. 9:9-15).
Éxodo 3:7-8 “Y Jehová añadió:
“Indisputablemente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el clamor de ellos a causa de los que los obligan a trabajar; porque conozco bien los dolores que sufren. Y estoy procediendo a bajar para librarlos de la mano de los egipcios y para hacerlos subir de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, a la localidad de los cananeos y los hititas y los amorreos y los perizitas y los heveos y los jebuseos.”
Éxodo 3:13-14 “Sin embargo, Moisés dijo al
Dios [verdadero]: “Supongamos que llego ahora a los hijos de Israel y de hecho les digo: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes’, y ellos de hecho me dicen: ‘¿Cuál es su nombre?’. ¿Qué les diré?”. Ante esto, Dios dijo a Moisés: “YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER”. Y añadió: “Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes’”.”
Éxodo 12:12 “Y tengo que pasar por la tierra de
Egipto esta noche y herir a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde hombre hasta bestia; y en todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios. Yo soy Jehová.”
Éxodo 13:21 “Y Jehová iba delante de ellos
durante el día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y durante la noche en una columna de fuego para darles luz, para ir de día y de noche.”
Éxodo 16:4 “Entonces Jehová dijo a Moisés:
“¡Mira!, voy a hacer que llueva pan para ustedes desde los cielos; y el pueblo tiene que salir y recoger cada cual su cantidad día por día, a fin de que los ponga yo a prueba en cuanto a si andarán en mi ley o no.”
9 Por supuesto, la situación de usted es distinta a
la de los israelitas. Pero es probable que sus experiencias en la vida lo hayan convencido de que Dios se interesa en usted y que eso haya fortalecido su fe. Quizás Jehová ha resultado ser su Proveedor, Consolador o Maestro (léase Isaías 30:20b, 21). Puede que haya percibido con claridad la respuesta a alguna oración. O tal vez ha pasado por una dificultad seria y ha recibido la ayuda de un hermano, o en su estudio personal ha encontrado un pasaje que le ha ayudado en su situación.
Isaías 30:20 “Y Jehová ciertamente les dará a
ustedes pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión; no obstante, tu Magnífico Instructor ya no se esconderá, y tus ojos tienen que llegar a ser [ojos] que vean a tu Magnífico Instructor.”
10 Si contara sus experiencias, seguramente
habría quienes no las encontrarían tan extraordinarias. Después de todo, no tuvieron nada de milagrosas. Sin embargo, para usted son muy valiosas, pues le recuerdan que Jehová resultó ser justo lo que usted necesitaba. Piense en los años que lleva en la verdad. ¿Recuerda ocasiones en las que ha sentido cómo lo cuidaba Jehová? Si así es, reviva esos momentos y los sentimientos que produjeron en usted. De ese modo podrá experimentar de nuevo el amor que sintió por Jehová en aquel entonces. Valore sus vivencias y medite en ellas, pues reforzarán su convicción de que Jehová se interesa por usted. Y nadie puede arrebatarle esa convicción.