a ACADEMIA ARGENTINA
DE AJEDREZ
“MIGUEL NAJDORF”
CURSO SUPERIOR DE AJEDREZ
6º CLASE
CASILLAS ENLAZADAS
La conexión que existe o pueda existir en-
tre las casillas la establecen las piezas por su
ubicación. Así decimos la diagonal a2 - g8 está
débil, por ejemplo, infiriéndonos a los peones
que la defienden o al Alfil que la ocupa. En el
caso de las casillas enlazadas, típicamente ha-
blando, nos referimos a los Caballos Un Caba-
llo cuando sale a c3 o f3 dispone de 8 casillas a
su alrededor.
Supongamos que el mismo salte a e5 desde
allí puede colocarse en otros 8 lugares diferen-
tes y a su vez en cada uno de ellos se repetirá
la cuenta. Pero, de todos estos lugares donde
puede
ir en uno, dos o más saltos, hay algunas
casillas que tendrán un objetivo especial y
que aparecen en el recorrido a efectuar por ese
Caballo. A esas casillas que tienen casi un mis-
mo objetivo se las llama casillas enlazadas,
vinculadas o conjugadas, siendo la primera
denominación la más gráfica y que conserva-
remos.
Sabemos que cuando se plantea una aper-
tura de Peón Rey decimos que la partida será
de ataque y que si se trata de una Peón Dama
la partida será posicional. ¿Cuál es la base de
esta afirmación? La razón estriba en que si se
hace e4 — e5, la casilla lateral del peón rey o
sea f5, es ideal para instalar un Caballo, que,
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desde allí, tomara contacto con las casillas - e7-
g7 - h6, todas en relación con el enroque corto
y, por ende, con el Rey enemigo dando lugar a
una partida de ataque.
Si suponemos ahora que las jugadas inicia-
les fueran d4 – d5, la casilla lateral será c5 que
si bien se relaciona con d7 – e6 – b7, etc. estas
casillas servirán de control posicional, pero di-
fícilmente para el ataque por estar muy lejos
del Rey.
Toda la red de casillas de enlace cuando
son ocupadas por los Caballos establecen una
maraña de casillas débiles en el juego contra-
rio, pues serán, puntos fuertes nuestros a ex-
plotar sobre
el Rey. Lo curioso de esas casillas (y que
perturba psicológica y materialmente a nues-
tro adversario) es el proceso de ida y vuelta, o
sea que el Caballo va y viene según le convenga
permitiendo una libertad de acción que no dan
otras posiciones.
Enseguida aclararemos estos conceptos
con ejemplos concretos, sacados de partidas
jugadas por maestros, donde apreciaremos en
toda su fuerza a las casillas enlazadas.
La partida siguiente se jugó en Buenos Ai-
res, 1924, en el Torneo de la Federación Argen-
tina.
Blancas: Ricardo Reti
Negras: Belgrano Rawson
1.d4 c6
2.e4 d5
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3.¤c3 dxe4 ballo en juego abierto.
4.¤xe4 ¤f6
Buscando el cambio de Caballo que gana-
ría un tiempo para las negras.
5.¤g3 e5
Esta jugada es usual en esta posición y, sin
embargo, para el tema que tratemos, es la que
da base al mismo. Hecha e4 (en 1ª jugada o en
5ª el resultado es el mismo) automáticamente,
la casilla f5 queda a merced de un Caballo que,
en este caso, ya está situado en g3 desde donde
apunta a la casilla de enlace.
6.¤f3 exd4
7.£xd4 ...
Sin temor al cambio de Damas ya que el
Caballo se coloca bien al retomar.
7. ... £xd4 12. ... b6
8.¤xd4 ... 13.¤e4 ...
Y son dos los Caballos que se enlazan en Apuntando a d6 que es el camino a f5. Im-
f5. Una de las ventajas de las casillas de en- portante es tener presente dicha ruta de casi-
lace; es que casi nunca el oponente les da la llas enlazadas c3 - e4 - d6 - f5.
importancia que tienen y cree que fácilmente 13. ... O-O
se ha de desembarazar de los Caballos, criterio 14.O-O-O ...
que es decididamente erróneo, pues cuando se Con lo cual, de golpe, se ve que las dos to-
quiere acordar, la cosa no tiene remedio. rres juegan.
8. ... ¥c5 14. ... c5
Para ganar tiempo en el desarrollo hacien- No se pueden dejar los Caballos en el cen-
do jugadas activas. tro del tablero y si se los echa, es peor porque
9.¥e3 ¤d5 “se acomodan” dentro de la red.
10.¤e4! ... 15.¤b5 ...
Con gran concepto las blancas “incitan” a Apuntando de nuevo a d6 y de paso a c7
las negras a tomar una determinación que dará que será la amenaza inmediata, pero no el ob-
un carácter distinto a la partida, según que to- jetivo.
men el Alfil o el Caballo. 15. ... ¤a6
10. ... ¤xe3 16.¤ed6 ...
Era mejor conservar el Alfil rey. No es la idea cambiarlo, sino perturbar el
11.¤xc5 ¤xf1 juego negro.
12.¦xf1 ... 16. ... ¥e6
Como resultado de los cambios, las blan- 17.f4 ...
cas tienen dos Caballos desarrollados mientras El peón a2 amenazado por el Alfil no tie-
las negras están en su posición inicial, aunque ne importancia porque el Alfil quedaría ence-
tienen la ligera ventaja de un Alfil por un Ca- rrado si lo toma (b3). Las blancas dominan la
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situación, 24. ... hxg4
17. ... g6 25.hxg4 ¤c7
18.h3 ... Es claro que el Peón g4 no se puede tomar
Impunemente se pueden, avanzar los peo- por la clavada del Alfil. Obsérvese que diferen-
nes porque el Rey blanco esta en seguridad en cia de acción entre las piezas blancas y las ne-
el flanco dama. gras.
18. ... h5 26.¦fd2 ...
Las negras tratan de impedir los avances Amenazando ganar calidad con el jaque en
en el sector de su Rey, pero estos se producen f5.
igualmente 26. ... ¢f6
19.¦f2 ¢g7 27.¤c6 ¦a8
20.f5 gxf5 28.¦f1+ ¢g7
21.¤xf5+ ... 29.¤f5+ ¢g6
30.¤e5+ ...
Los Caballos se enseñorean del tablero.
3. ... ¢g5
Para tratar de escapar, pero ...
31.¤d6! ...

Ya llegó el Caballo al objetivo y las negras

no se animan a cambiarlo porque el flanco Rey
aparece desguarnecido.
21. ... ¢g6
22.¤bd6 ...
El otro corcel a la casilla d6, que en este Ida y vuelta, hemos dicho los Caballos van
caso es la llave de entrada. y vienen y en esos caminos obligan al contrario
22. ... ¦ad8 a una pasividad grande. Ahora la defensa del
23.¤e7+ ... peón f7 negro es imposible.
El jaque oportuno en una de las casillas 31. ... f6
enlazadas (las restantes son g7 - h6). 32.¤e4+ ¢h6
23. ... ¢g7 Forzada, en h4 sería mate
24.g4! ... 33.¤xf6 ¢g7
Para sostener con un Peón la casilla f5. 34.g5 ¤d5
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Basados en que la Torre de f1 blanca esta Empiezan a funcionar las casillas enlaza-
indefensa. das.
35.¦h1 ... 10. ... O-O
Amenazando mate en h7. 11.£c4 ...
35. ... ¦h8 No para amenazar el peón c5, sino para sa-
36.¤h5+ ¢g8 car el alfil del flanco de rey.
37.¦dh2 11. ... ¦e8
1-0 12.¥d3 b6
Abandonan. 13.O-O-O! ...
Porque la posición es insostenible. Si
37...¦d8 38.¤f6+ ¢g7 (lo mejor) 39.¦h7+
¦xh7 40.¦xh7+ ¢f8 41.¤g6#.
Veremos ahora, el tema en una partida de
Alekhine que, por rara coincidencia, que nos
servirá de comparación, comenzó en la misma
forma que la anterior. Fue jugada en el Torneo
de Kecskemet, 1927.

Blancas: Alekhine
Negras: Tartakower

1.e4 c6
2.d4 d5
3.¤c3 dxe4
4.¤xe4 ¤f6 Después del enroque largo se nota la ma-
5.¤g3 e5 yor movilidad de las piezas blancas, todas bien
El mismo planteo del Caro-Kann y la mis- colocadas. La más agresiva es la Torre en d1
ma jugada ya comentada. que, a través del alfil d3 fácilmente desplazable,
6.¤f3 exd4 controla a la Dama negra y permite cualquier
7.¤xd4 ... combinación que se funde en esta posición.
En la anterior se tomó con la Dama. Es in- El Caballo indesalojable de f5 (apoyado por el
teresante ver y comparar como se desarrolla el otro) dispone de la red de casillas ya consigna-
juego sin el cambio de peón. das: d6 – e7 -g7 – h6) que no hay que perder
7. ... ¥c5 de vista.
8.£e2+ ... 13. ... ¥a6
Obligando a volver al Alfil. Amenazando la Dama, pero ya la posición
8. ... ¥e7 rinde sus frutos.
9.¥e3 c5 14.¤h6+! gxh6
Con la idea de que, al mover el Caballo, la No hay otra. La casilla h6 resultó aleato-
Dama controle la casilla d1 del blanco y así se ria para la combinación Si no toma se expo-
dificulte el enroque. ne al mate Philidor: 14...¢h8? 15.¤xf7+
10.¤df5 ... ¢g8 16.¤h6+ ¢h8 17.£g8+ ¦xg8 - o ¤xg8
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18.¤f7#. Partida interesante que el aficionado debe
15.¥xh7+ ¤xh7 comparar atentamente con la anterior para be-
No se puede 15...¢f8? por 16.¥xh6 mate. neficiarse de su estudio.
Y si 15...¢g7 16.¤f5+, seguido de 16.£xf7+.
Igualmente, si 15. ... ¢xh7 o ¢h8; 16.£xf7+ y PARA RESOLVER
se gana fácilmente. Final N° 6
16.£g4+ ¢h8 Troitzky,1910
17.¦xd8 ¦xd8
18.£e4 ... Juegan las blancas 7 hacen tablas.
Amenazando dos piezas (Alfil y Torre). Ya
la partida está perdida.

Las jugadas son fáciles, porque hay que lle-

gar a una posición en que lo que se hace sen-
18. ... ¤c6 tir no es la fuerza material, sino el valor de la
19.£xc6 ¥f8 amenaza.
20.¤f5 ... ¿Cómo se procede? En la próxima lo
Sigue el otro Caballo usufructuando la ca- veremos.
silla clave.
20. ... ¥c4
21.¥xh6 ¥d5
22.£c7 ¦ac8
23.£f4 ¦c6
24.¥xf8 ¦xf8
25.£e5+ ¤f6
26.¤d6!
1-0
Pues se gana una pieza, gracias a la inter-
posición del Caballo en otra de las casillas de
enlace.
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SOLUCION DEL FINAL N° 5 7.¦a8+!! ¤xa8
Libinskin, 1934 8.¢c8
Y ganan.
Juegan las blancas y ganan Pues sigue 8. ... ¤c7 9.¢xc7 ¢a8 10.¢xb6
¢b8 11.¢c6 ¢a8 12.b6 ¢b8 13.b7 ¢a7
14.¢c7 y el peón llega a octava.

1.b5 ¤b8
La que da más resistencia. Si 1...¤c5 2.¦h8
¤d7 3.¢c7 ¢a7 4.¦h2 ¤e6+ 5.¢xd7 ¤c5+
6.¢c8, ganando; pues si 6. ... ¤b7 7.¦a2+
(mejor que 7.¦h7? por ¢a8!) 7...¤a5 8.¦xa5+
seguido de 9.¢c7 y 10.b6+, etc.
2.¦h8 ¤fd7
3.¢c7 ¢a7
4.¦d8 ...
Amenazando 5.¦xd7 ¤xd7 6.¢xd7 ¢b7
7.¢d6 ¢b8 8.¢c6 ¢a7 9.¢c7 ¢a8 10.¢xb6
¢b8 11.¢c6 ¢a8 12.b6 ¢b8 13.b7 ¢a7
14.¢c7 y ganan.
4. ... ¤f6
Tirándose el último lance.
5.¦xb8 ¤e8+
No se puede tomar por Rey ahogado y ta-
blas.
6.¢d7 ¤c7!
Es evidente que a 6...¢xb8 sigue 7.¢xe8
¢c7 8.¢e7! y ganan.
Tampoco puede tomarse el Caballo por
Rey ahogado.
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