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INCIDENCIA CULTURAL
INTRODUCCIÓN.
En el siguiente ensayo se pretende abordar la ley 200 de 1936, considerada por algunos como
la primera reforma agraria del país. No se le dará solo un trato jurídico, sino que, por el
las características de los movimientos campesinos de las décadas de los 20 y 30’s, y sus
gobierno de Alfonso López Pumarejo, en la época del reformismo liberal bajo el proyecto del
plan de desarrollo “La revolución en Marcha”, razón por la cual se hace un esbozo de éste en
específico a la ley 200 de 1936 como el elemento principal de la reforma agraria de la época,
teniendo en cuenta que esta no fue la única reforma durante el gobierno de Pumarejo.
temporalidad que cubre los inicios tanto sociales como jurídicos de la consolidación posterior
de la ley 200 durante el periodo gubernamental de Alfonso López Pumarejo en el contexto de
una república liberal elitista posterior a una larga hegemonía conservadora. En este mismo
sentido, se buscará una mirada teórica a esta coyuntura especifica desde un análisis
dicho análisis teórico. Commented [j1]: Es una buena introducción, bien escrita y
concisa, pero, no explicitan la pregunta de investigación y sugiero
evitar escribir en primera persona
ANTECEDENTES Y CONTEXTO
“Colombia, uno de los grandes países de Indo américa destacado por su alto nivel
y Documentación Sociales de México, (CEDS México); donde también exponen que desde
1936, año en que se dicta la ley 200, Colombia está preocupada por su problema agrario, sin
que todavía haya podido darle solución. A grandes rasgos, esta ley presentada como fomento
trabajado durante cinco años consecutivos. En contraposición, la tierra pasaría a manos del
años.
Pero este surgimiento de la Ley de tierras de 1936 y el realce de los conflictos agrarios
historia del país, más bien fue un realce jurídico-político del devenir de una gran cantidad de
agrícolas, que desde 1924 permitió que se expidiera la Ley 74 de 1926, que disponía la
cercanos a los centros de consumo. (Arango, 1987, pág. 199). Por otra parte, también se
puede ver que los conflictos agrarios se intensificaron (más de lo que ya venían siendo) desde
la crisis económica mundial de 1929, donde muchos campesinos regresarían al campo luego
poseían más conocimientos jurídicos sumados a la Ley 83 de 1931, con la cual se les
facilitaba los sindicatos agrarios la lucha campesina por diversas zonas del país;
De la misma manera, previo al desarrollo de la ley 200, se crea una comisión para
investigar y proponer soluciones a ciertos aspectos en la cuestión rural que se habían tornado
en manifestaciones preocupantes tanto para el orden que venía teniendo el país desde el
periodo de la “hegemonía conservadora” como para el reciente regreso del partido liberal al Commented [j2]: A propósito del tema de ustedes y de
Gramsci, recuerden, queda en duda esta hegemonía, más aún en la
República Conservadora
poder y la conformación de lo que posteriormente se llamaría república liberal; dicha
comisión, a partir de la cual se sientan las bases de donde surge esta ley, fue creada en 1933 y
gobierno de turno, entre ellos resaltando Jorge Eliecer Gaitán y Rafael Escallón, por parte de
quienes deduce Darío Mesa (1972) pudo haberse retomado el concepto de la “función social
de la propiedad” que venía desde años atrás, y su inmediato antecesor correspondía a la ley
extinción del dominio de las tierras no cultivadas; en última instancia, éste carácter social de
la propiedad que se recogió en la ley 200, se incluyó también como reforma constitucional, es
decían, una traición a la patria por parte del presidente del momento. Desde ésta comisión se
1986, pág. 55; Mesa, 1972, pág. 63)Varios de los análisis y exposiciones presentadas sobre
esta temática (Ardila D., 2004; Fajardo, 1986; Mesa, 1972), mencionan que este proyecto de
1
Un trabajo más claro para entender la especificidad de la importancia de estos dos departamentos en la
coyuntura de la época la podemos encontrar en el libro escrito por Gloria Gaitán en 1976 titulado: Gaitán, G.
La lucha por la tierra en la década del treinta. Génesis de la organización sindical campesina. Bogotá, Áncora
editores. 1984. pp.92
ley constituía cuestiones más ambiciosas que las que finalmente quedaron consignadas en la
población, es decir, más del 55% de la tierra está en poder del 3% de los propietarios. Las
peores tierras están en la cordillera, donde está el mayor número de los propietarios; las
mejores en los valles, las cuales están monopolizadas por un reducido grupo de propietarios.
(Michelsen, 1999) . Esto último lo dice el hijo (Alfonso López Michelsen) del máximo
reformas Jurídico-políticas entre 1934 y 1938; Alfonso López Pumarejo2. Los datos Commented [j3]: Muy bien¡
anteriores muestran los principales problemas de la economía rural del país, caracterizada por
sido explotados, incapacidad de los dueños para atender al cultivo y vigilancia de sus predios,
(Benítez, 2014)
aumento del número de campesinos sin trabajo y sin tierra; la baja de salarios en el campo; el
2
A este respecto, la reforma agraria no fue la única llevada a cabo por su gobernación; Una reforma educativa,
otra tributaria y hasta una política también se llevaron a cabo en su primera administración: Giraldo, Cesar.
Primera administración López Pumarejo: ¡la revolución en marcha! Bogotá, 1994. Universidad externado de
Colombia. Cap. I, pp. 99-110
aumento del pauperismo en campos y ciudades; el agravamiento de los problemas educativos
lo cual genera un grave desequilibrio social que se manifiesta con la elevación en el costo de
Darío Fajardo (1968) menciona que desde la década del 20 se venía poniendo en el
centro del debate, la cuestión agraria; puesto que la situación económica del momento, en
cuanto al sector rural como productor de alimentos, se encontraba en crisis; las empresas
urbanas estaban en crecimiento y demandaban una mayor cantidad de mano de obra, lo que
propició que grandes cantidades de trabajadores rurales salieran del campo en búsqueda de
mejores condiciones, por ejemplo, en cuestión de salarios. Moncayo (1986) expresa esto
diciendo que de esta manera se debilitaron las relaciones “pre-capitalistas, que ligaban la
fuerza de trabajo a la tierra dando paso a una migración de trabajadores libres, pero la
ella relaciones capitalistas”, esta década del 20, que significó un aumento en la
industrialización, contribuyó a que los trabajadores rurales, en primera instancia los que
habían migrado del campo (algunos de los cuales regresaron a éste posteriormente),
comenzaran a reclamar un alza en los salarios de las actividades agrarias (Gilhodes, 1974;
Moncayo C., 1986). Desde Gilhodes (1974), los conflictos agrarios de la época giraban
también alrededor de los cafetos, puesto que los colonos cafeteros demandaban la posibilidad
de plantar café en sus parcelas personales, cuestión que les estaba prohibida por parte de los
propietarios. El debate que comenzó a surgir desde ésta década, aumentó en los primeros
años de la década del 30 y, podría decirse se detuvo, o cuando menos se disminuyó, con la
más decente de sus patronos, no estaban dispuestos a soportar el trato feudal en las haciendas,
Sumapaz incitaban a los arrendatarios y peones de las haciendas para que estas levantaran el
trato feudal y cuestionaran la validez de los títulos de los hacendados, ya que estos corrían la
resistían eran expulsados. Uno de los casos más sonados fue el de la Hacienda Sumapaz, que
con títulos por 9.300 hectáreas había alcanzado 203.000 hectáreas, en las que había sometido
campesinas, en los años de 1925 y 1930, que tendían sobre todo hacia la transformación de la
renta en trabajo de sus parcelas de subsistencia por renta de dinero, la supresión de las multas
mencionado antes, el permiso de las haciendas para sembrar café en sus parcelas de
subsistencia.
haciendas, entre 1918-1920. Al igual que en Líbano, ubicado en el norte del Tolima, cuyas
luchas por la tierra, en el Huila y el sur del Tolima, encabezadas por Quintín Lame, entre
1916-1923. Los conflictos Urbanos también se agudizaron por estos años, artesanos, obreros
Los movimientos campesinos de los años 30’s, Marco Palacios los describe de la
en Fusagasugá, el oriente del Tolima y el Alto Sumapaz, fueron minorías ruidosas que se
movilizaron por la tierra en Colombia en los años treinta. Las protestas campesinas de los
años 30 formaban pequeñas manchas en la historia social llevadas a cabo por localistas y
medianos propietarios en Colombia. El movimiento campesino en la época quedo entretejido Commented [j4]: Quedó
campesinos dieron paso a que la clase política propusiera cambios, gracias a esto fue posible
que la clase política modificara su percepción sobre la vida rural. Aunque estas
dirigente alcanzo liderazgo o proyección nacional, por otro lado, los campesinos del
nacionales del Estado, no condujeron a una gran rebelión agraria, ni dieron base a la
orientada por valores de propietario individualista, más que arrancar el cerco capitalista. Los
que lucharon para ingresar, por decisión propia y como ciudadanos iguales, a la compleja
sociedad nacional. Querían alcanzar las ventajas del sistema de pequeños cafeteros, que a
partir de 1932 ofrecía, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), que ofrecía
Esta estructura o cohesión tanto de los movimientos como de los propietarios, puede
verse desde el análisis que realiza Gramsci a las “relaciones de Fuerza”, topándonos aquí con
la primera de las relaciones abordadas por éste autor, vista como una relación más primitiva o
básica, en tanto que se refiere a “una relación de fuerzas sociales estrechamente ligadas a la
estructura objetiva, independiente de la voluntad de los hombres” (Gramsci, 1980, pág. 56), Commented [j5]: Bien¡
es decir que hay una especie de solidaridad tan sólo en el interior de los grupos específicos,
por ejemplo de los propietarios, porque comparten los mismos intereses, en general,
por Palacios al respecto, el interés se presenta como algo más individual en el que buscaban
Esto porque allí la organización del trabajo cafetero era familiar. No eran personas con poder
económico ausentes de su propiedad como si sucedía en otros lugares más marginales del
país. No hubo conflictos, porque era el grupo familiar el que trabaja directamente, el que
colombiana. (Benítez, 2014) Commented [j7]: Este punto sobre Antioquia es importante, la
aparente ausencia de conflictos entre movimiento campesino y
Estado, pero, de todas formas hubo violencia, que se acrecentó
años después
LA REPÚBLICA LIBERAL Y EL REFORMISMO POLÍTICO
Partiendo de los antecedentes expuestos, las diferentes características del campesinado Commented [j8]: Expuestos
regreso de los liberales al poder político en 1930. Primero sería Enrrique Olaya Herrera el
representante de esta nueva élite política, con un proceso de transición política y de
consociacionalismo entre conservadores y liberales, para el posterior surgimiento de un líder Commented [j9]: La famosa palabrita
político totalmente liberal como lo fue Alfonso López Pumarejo. Ambos procesos fueron
muy distantes uno al otro, e incluso, como lo muestra Álvaro Tirado Mejía, “está claro que la
relación Olaya-López no estaba marcada por la simpatía. Disidentes como nada son las
referencias del uno sobre el otro en momentos de especialísima significación” (Tirado, 1981,
pág. 27).
conservadurismo conocido como “La revolución en Marcha”. Este proceso vivido entre 1934
y 1938 en Colombia no fue una revolución en el sentido estricto de la palabra, tal como lo
indicaba el nombre dado al mismo (Mora, 2010, pág. 156). En efecto, no era éste el objetivo
que buscaban sus principales promotores, Alfonso López Pumarejo, Alberto Lleras Camargo
y Darío Echandía. Sin embargo, sí representó para las condiciones de la época, e inclusive
Oliver Mora (2010) Esta nueva concepción del Estado colombiano debía ser reformado para
que creara las condiciones económicas y sociales necesarias para viabilizar un nuevo proceso
tierra. Esto permitiría ampliar la capacidad de consumo de la población en general y crear así
nuevos mercados y nuevas fuentes de acumulación (pág. 157) Commented [j10]: Bien¡
Para este gobierno entonces el problema del subconsumo campesino planteaba una
mínimo de subsistencia, mientras que los excesos de los exportadores de café se orientaban
productividad de los campesinos era muy baja. Las tierras rentadas por los terratenientes en
relación con las parcelas no solo debían mantener al campesino y a su familia, sino que
debían soportar el peso de la renta a favor del terrateniente, y proveer el pago de las deudas
contraídas por el campesino para poder subsistir. El ingreso del campesino, es entonces,
exprimido por el terrateniente, el Estado, los comerciantes y los industriales existentes para
determinada por el mercado único extranjero, liderado principalmente por Estados Unidos, el
Con la misión de abrir paso al capitalismo, el presidente Alfonso López Pumarejo hace
un gobierno progresista que plantea la distribución de las tierras ociosas, como solución a las
regiones cafeteras de Cundinamarca y Tolima. A diferencia del gobierno anterior, que había
tratado los problemas sociales por medio de la fuerza pública, Pumarejo, con clara visión,
veía en las luchas campesinas un aliado para sus empeños de transformar el país semifeudal
Al salir esta ley del congreso, se encontraba a la cabeza del país, precisamente López
hegemonía conservadora por su carrera especial, puesto que los demás habían sido por lo
general, “poetas, gramáticos o abogados (…) López, en cambio, proviene de un mundo que
había permanecido alejado de las palancas del poder, el mundo de los negocios” (Posada,
1969, pág. 93) es decir, pertenecía a una élite, más no a la élite que tradicionalmente se
Posada (1969) le consideran como alguien cercano a un caudillo, por su cercanía al pueblo,
por lo menos en tanto discurso, esto quizá como oposición al conservatismo y en impulso de
las ideas liberales; su oposición al conservatismo, según el antes mencionado autor “giró
sociales.” (Posada, 1969, pág. 94) Esto se vio reflejado en su período de gobierno con las
reformas implementadas, y para el caso específico que nos convoca, la reforma agraria, la
cual estaba destinada a lograr la modernización del campo y a propiciar el avance del
capitalismo hacia este sector, a diferencia del pensamiento de muchos adversarios de López
en general y de esta ley en particular, que la consideraban como una medida socialista por las
López de comunista; sin embargo, algunos dentro del debate tenían una noción contraria,
como el senador Gerardo Molina, quien argumentaba la postura liberal de este proyecto y
tenía bastante claro el cambio que ésta ley había tenido desde su presentación por el ministro
Chaux en 1933 hasta 1936, fecha en que se debatía entorno a ella. Molina planteaba que la
ley no resolvía el problema agrario realmente puesto que se centraba en el problema de los
colonos que es un “problema secundario”, sin embargo esta parte de su postura, en relación a
liberal, “este proyecto no se sale en nada de lo que dispone la reforma constitucional de este
año [el de 1936]; en ella se habla de que la propiedad es una función social y de que el trabajo
es una obligación también social”3 (Mesa, 1972, pág. 88) de esto se pasa entonces a decir que
3
Cita del discurso de Gerardo Molina en el Senado, tomado de Darío Mesa en El problema agrario en
Colombia.
la idea, quizás oculta, en alguna medida, era, precisamente lo mencionado unas líneas más
arriba, llevar el capitalismo al campo, que implicaba también llevar a este lugar las ideas
liberales. El debate que se llevó a cabo en torno a esta ley, tuvo una cantidad considerable
tanto de promotores como de detractores, ambos lados con diferentes estrategias en búsqueda
de que se aprobara o rechazara el proyecto, según sus intereses como veremos más adelante.
Esta reforma, es la primera de este tipo llevada a cabo en la historia del país, incluyó
normas sobre la explotación de la tierra, los derechos de los arrendatarios y colonos sobre las
tierras de los patronos, así como el mejoramiento de las condiciones laborales para los
jornaleros (Mora, 2010, pág. 161). La cuestión que en apariencia pretendía resolver la
reforma era encontrar un mecanismo que permitiese romper con el monopolio de la tierra y
las relaciones atrasadas de trabajo en el campo, así como establecer formas de indemnización
a los grandes propietarios rurales por la pérdida de sus rentas. El propósito fundamental era
forma el poder político y económico de los terratenientes, la forma en la que se pensó para
hacer esto, era mediante la posibilidad de otorgar tierras a todos aquellos campesinos que
hubiesen trabajado y cultivado territorios que no les pertenecían. Igualmente, prohibió los
desalojos de los campesinos que invadían territorios ajenos y facultó al Estado para expropiar
tierras en caso de que fuera necesario. Además, decretó la extinción del dominio a los 10
años, es decir, que, si una propiedad no estaba debidamente explotada a los 10 años a partir
de la expedición de la ley, podía ser expropiada por el Estado y entregada a campesinos sin
tierra; ardua y utópica labor era la que se debatía en el congreso desde 1933.
La ley 200 de tierras de 1936, no fue, como lo dice Otto Morales Benítez “lo que,
casualmente, les dio a nuestros legisladores por entregar justicia al pueblo colombiano”; esta
ley nace de una movilización campesina entre los años 20 y 30´s, las cuales fueron
sumamente beligerantes. (Benítez, 2014, pág. 14). Alfonso López y su ministro de hacienda
feudal en grandes empresas capitalistas, para lo cual era de suma importancia sanear los
títulos de propiedad a fin de que pudieran acceder al crédito los hacendados, y con esto poder
tecnificar las haciendas. (Restrepo., 2014). En esta medida, lo que proponía el proyecto
reformista era básicamente la pérdida del dominio o propiedad privada de la tierra a favor del
proyecto exigía que se estuviera cumpliendo la función social de la tierra, esto quería decir
que la concepción de la propiedad sería uno de los puntos más importantes de la reforma de
adquiere antes de cualquier acuerdo— por la nueva noción de la función social influenciada
en gran medida por el pensador francés León Duguit, que se basaba en un concepto del
Estado como una entidad que tenía obligaciones frente a los ciudadanos. La pretensión de
jurídico-social que brinda el hecho de dejar de ser un mero derecho subjetivo para pasar a
tener una función social, que, como lo establece claramente Duguit, consiste en que “todo
individuo tiene la obligación de cumplir en la sociedad cierta función en razón directa del
puesto que ocupa en ella. Por consiguiente, el poseedor de la riqueza, por el hecho de tenerla,
puede realizar cierta labor que él solo puede cumplir. Él solo puede aumentar la riqueza
general, asegurar la satisfacción de las necesidades generales, al hacer valer el capital que
Esto solo mostraba, según Batista y Coral (2010) que lo más importante de la
Estado, en pro de la sociedad, es decir, que el Estado pasaba a tener obligaciones frente a la
sociedad, ya no como un simple regulador de las relaciones privadas, sino como un verdadero
agente que promueve políticas sociales (pág. 66). Esto último, en contraposición al
en la utilidad pública, y esto hacía que la reforma fuera inútil (pág. 66) Bajo estos preceptos
adjudicación formal de la tierra y de esta forma los artículos 1 y 2 del proyecto proponía que
la ganadería extensiva creció, porque la reforma no hizo referencia a esta forma de tenencia,
explotación. El decreto reglamentario 059 de 1938 permitió el uso extensivo de tierra, puesto
que consideraba tierra económicamente explotada a las fincas con una hectárea por cabeza de
ganado en tierras planas de primera calidad, dos por cabezas en tierra medianas y tres en la de
decretos anteriores a la fecha; aspectos que en la década del 20 se adelantaron para solucionar
los conflictos que desde ésta época se venían dando, por ejemplo la resolución de aclarar la
legalidad de la propiedad privada frente a los terrenos del Estado, en 1926 se resolvió que
para demostrar la legalidad de un predio, se requería el título donde se constaba que la tierra
atención pues “sabían que las haciendas donde trabajaban no tenían éstos títulos, porque se
habían formado a través de adquisiciones ilegales de terrenos baldíos” (LeGrand, 2009, pág.
133), esto generó acciones por parte de los arrendatarios quienes llegaron a decir que no eran
arrendatarios sino colonos y que la tierra en la que laboraban era propiedad del Estado, y
comenzaron a vivir como colonos construyendo chozas, cultivando sus parcelas y pidiendo
ser protegidos de quienes habían, según ellos, usurado la propiedad del Estado; con esta idea
(LeGrand, 2009). La agudización de los conflictos entre los propietarios y los arrendatarios
fue lo que llevó al desarrollo de la ley 200 de 1936, sin embargo, según LeGrand (2009), ésta
terminó por favorecer a los propietarios puesto que anulaba la sentencia de 1926 de la Corte
exigir la producción continuada de la tierra, aspecto a revisar pasados diez años de la puesta
en marcha de dicha ley. Le ley permitió calmar los ánimos de conflicto pues “tanto los
propietarios como los campesinos interpretaron la nueva ley como favorable a sus intereses”
sin embargo, la autora explica que los conflicto continuaron bajo nuevas modalidades
(LeGrand, 2009).
situación entre colonos y propietarios, López pretendía, entre otras cosas, “contrarrestar los
efectos de la acción de los latifundistas que, al desalojar a los campesinos de sus parcelas,
estaban creando un problema social de grandes consecuencias” (Posada, 1969, pág. 95), es
decir, pretendía disminuir la pugna entre ambos. Esta pugna se intentaba solucionar, en
general, con la propiedad según lo establecido en el primer artículo de la ley 200 de 1936,
que describe los parámetros que, en esencia, diferencian la propiedad privada de los terrenos
como posesión, “la explotación económica del suelo”4 dándose la posibilidad de adjudicación
de los terrenos baldíos a quienes los trabajaran por un tiempo estipulado, además de que en
concreto de ellos es el artículo 6, el cual expresa que después de tres años continuos a partir
de la vigencia de la ley en los cuales se deje de “ejercer posesión” del terreno, éste pasa
nuevamente a manos del Estado, y en el parágrafo de éste mismo artículo se menciona que
esto no afecta la disposición de “extinción del dominio, cuando a la fecha en que empiece a
regir la presente norma, hubiere transcurrido un lapso de diez (10) años de inexplotación del
a la posibilidad de adjudicación, fue lo que propició que los campesinos tuviesen alguna
esperanza frente a lo que con esta ley se podría lograr, puesto que, por un lado pensaron en
baldíos, que ellos sabían era ilegal, y por otro lado, declarándose en algunos casos como
colonos de una tierra “baldía” que antes estaba enclavada en una gran propiedad o en una
resaltamos un análisis de Marco Palacio sobre la ley 200 como parte de una denominada
4
Ley 200 de 1936, publicada por primera vez en enero de 1937 en el “Diario Oficial” (Mesa; 1972). Ley
recuperada de http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=16049.
“superestructura jurídica” donde menciona que: hay un papel mistificador del discurso Commented [j11]: ¿marxismo?
Commented [j12]: Sin mayúscula después de dos puntos, a
alrededor de los textos legales y constitucionales, como en el artículo 10 de 1936 sobre la menos que sea textual
función social de la propiedad. Si bien la ley 200 contribuyó a sacar los baldíos del ámbito
multisecular de los bienes fiscales y los dejó en el campo de la legislación social orientada a
mentalidad propietaria, que en Colombia se puso del lado de los terratenientes y del
capitalismo rapaz. La ley 200 de 1936 no logró ninguno de sus propósitos, lo único que trato
fue de contener otro estallido social. Nuevamente las soluciones se quedaron en el papel. La
violencia sepultó los retoños de la “función social de la propiedad”. Los grandes propietarios
que enfrentaban conflictos posesorios contaban con las ventajas de la cultura legal privatista
de jueces y abogados, u con su fácil acceso a esa mezcla de gamonales y policías en las
a los propietarios acomodados y sometió a los campesinos a sus reglas de poder. La ley de
tierras legalizó y legitimó un modelo agrario rentista de gran concentración y desigualdad con
dos grandes consecuencias, una fue que se premió el atesoramiento visto como un medio de
“hacer patria” haciendo patrimonio y la segunda que se fomentó la violencia rural al desatarse
una febril carrera empresarial por acaparar baldíos en zonas geográficas con baja protección
local. Esto dejó a los campesinos al margen del sistema, los puso a representar el papel del
Para el acto legislativo N°1 de 1936 en su artículo 10°, surgieron para su formulación
en el parlamento dos tesis opuestas; una que sugería conservar el concepto tradicional de la
propiedad como derecho particular y la teoría socialista, borrándose toda noción de derecho.
Como ambas teorías no se pudieron conciliar, llegaron al acuerdo de consignar en una misma
norma ambas teorías. Por tanto, en este artículo se reafirma que no es la propiedad una
función social del Estado, pues si fuera así se estaría negando la propiedad privada, lo cual no
estuvo en la mente de los reformadores del 36; ellos simplemente querían que la propiedad
De esta forma entonces los reformadores de 1936 no querían realmente dar una función
social de la tierra, puesto que dejaron en una misma norma dos tesis que son mutuamente
donde el discurso queda en lo ideológico, pero no pasa a la praxis. Solo se puede hablar de
función social de la tierra cuando es privada, porque cuando es publica es, en esencia, una
función social, debido a que el dominio público tiene que estar directa o indirectamente
Los izquierdistas colombianos que seguían los pasos de los izquierdistas españoles,
privada. “Es sabido que la propiedad privada sobre los medios de producción no puede tener
jamás una función social, pues está destinada a generar plusvalía que es el trabajo no pagado
los productos”. Así entonces los opositores se equivocaron al pensar que se podían hacer
Sin esta ley, que llenó de ilusorias esperanzas al movimiento campesino en lucha por la recuperación
por la tierra, tal vez el proceso revolucionario habría avanzado. Si los dirigentes de entonces no nos
hubiéramos equivocado de camino siguiendo las huellas enredadas de la República Española donde
también acogieron la reforma agraria que dejo vivo al latifundio. (Cuellar, 1961, pág. 35)
Aún en las implicaciones jurídicas, el proyecto de ley fue desviado, por el izquierdista
Darío Echandía, quién como ministro de Pumarejo, aceptó en el Senado una transacción con
prescripciones adquisitiva y extintiva de dominio quedaron sin efecto. “La ley 200 no ha
dado tierra a ningún colono; en cambio sirvió de alerta a los latifundistas que limpiaron de
Benjamín Ardila (2004) dice que, por su parte, la clase terrateniente se fue volviendo en
contra de la “revolución en marcha” ya que éste tocaba el agro, con el cual tenían
atrasadas de producción, cuestión que les perjudicaba económicamente; lo que esta ley
prometía no eran todo ventajas, por ejemplo, muchos terratenientes, comenzaron a expulsar a
los arrendatarios de las tierras que producían hacía algunos años, en general, por el temor a
de las ya mencionados tierras; a pesar de tener que pagar las mejoras realizadas por el
los jueces de tierras, los propietarios preferían pagar dichas mejoras con tal de poder
parcelas o los ranchos que ellos mismos habían construido (Mesa, 1972); además de estas
medidas, podían acudir a los jueces de tierras para detener la “ocupación de hecho” en su
propiedad, siempre y cuando se pudiese demostrar la posesión del terreno, aspecto del que
algunos se aprovecharon para apoyarse en el Estado y sacar a los ocupantes. Una de las
cuestiones más problemáticas a la hora de ver la ley por parte de los terratenientes y en
general de los grandes propietarios, era que la ley pretendía dividir o parcelar algunas de las
grandes extensiones, Fajardo (Fajardo, 1986, pág. 57) menciona que “la ley de Tierras hizo
posible calmar la agitación social en el campo y se legalizó la subdivisión de ciertos dominios
que habían estado en este proceso durante años, sin aplicar una redistribución de la
propiedad”, es decir que realmente, lo logrado con esta ley no fue una distribución más
equitativa de la tierra, sino permitir calmar los ánimos a partir de la esperanza de mejorar este
aspecto, al menos por parte de los colonos; mediante el discurso del gobierno aparentemente
cercano a las masas populares, puede decirse, gracias al populismo de López es que se logró
absorción por las consignas del liberalismo” (Fajardo, 1986, pág. 57), es en este punto donde
se hace presente la teoría gramsciana, en tanto que se hace presente una fuerte ideología de
partido, buscando la obediencia de los dirigidos (Gramsci, 1980), que se da, para este caso,
dentro del partido liberal luchando por una hegemonía consistente en “el liderazgo cultural
ejercido por la clase dirigente”. (Ritzer, 1997, pág. 162), liderazgo que fue empleado para
disminuir las presiones que se estaban presentando en el sector rural desde años anteriores, y
que López como dirigente, aun perteneciendo a un partido de élite, consiguió aproximarse a
los dirigidos con ciertos fines mediante un discurso, Gramsci menciona que “la masa es
sentimentales, con mesiánicos mitos de espera de épocas fabulosas, en las cuales todas las
1980, pág. 31),este es el mecanismo utilizado por el gobierno López al adelantar la reforma
agraria de la época, a pesar de que llegó a ser visto como comunista, sus pretensiones reales
estaban encaminadas a dos cosas, una disminuir la pelea entre propietarios y campesinos y
dos, hacer que el capitalismo llegara al campo y, por ende modernizar las relaciones de
producción, para esto, Darío Mesa (1972) hace un análisis de lo que pretendía López
presentando una análisis desde Lenin, con respecto a la posibilidad del desarrollo capitalista
en el sector rural, presentando dos caminos que serían el prusiano y el americano, que
llevarían al desarrollo burgués, esto es, “por reforma o por revolución” (Mesa, 1972, pág.
55),según el autor, la idea del presidente era el desarrollo mediante la vía revolucionaria en la
medida en que López consideraba al Estado como “el mayor latifundista”, y veía a su cargo
capitalistas”, sin embargo, las relaciones de poder y económicas existentes no le dieron paso
sino a la posibilidad de desarrollo por reforma. A pesar de lo que llegó a pensarse, López no
CONCLUSIONES
Antonio Gramsci (1980), dentro de su análisis de las “Relaciones de fuerza”, dice que
el Estado es visto como un instrumento de expansión para un grupo específico, a través del
cual éste se garantiza una existencia más ampliada; si pasamos esto al caso colombiano y
como ha habido en el país más de un grupo que se ha disputado estar en el poder, siendo
concretos los partidos políticos liberal y conservador con sus respectivas características y
contradicciones, para el período que aquí nos ocupa, encontramos que el período entre los
regresan los liberales al poder, pasando por una serie de sucesos que marcan este período de
12 años, es decir, entre 1926 y 1938, donde podemos encontrar a nivel nacional un acelerado
lo nacional, sucesos que marcarán las dinámicas en lo referente al sector rural del país;
Pumarejo hace uso del elemento Gobierno, para, por un lado, la expansión de sus intereses de
1972); y, por otro lado, con esto facilitó, de algún modo, el mantenimiento de la hegemonía y
orden de poder que había en el momento, puesto que se venían presentando pugnas entre
En este sentido, con la ley 200, entonces, se buscaba y, así mismo, se logró beneficiar
para solventar las protestas campesinas, que tenían como una de las principales exigencias la
autorización de sembrar café en sus parcelas, lo consiguieron a través de la ley 200 de 1936.
Una vez más los cambios estructurales importantes en las relaciones sociales se redujo a un
cambio de producción accediendo a la siembra del producto que en su tiempo tuvo un gran
auge y que pudo dar una falsa ilusión a los campesinos, vuelve sobre estos la falsa conciencia
de clase. En esta medida, consideramos pues entonces que la ley 200 de 1936 fue, en su
concepción misma, un mecanismo de dominación cultural con el que se buscó el Commented [j13]: Este análisis es bien interesante, pero,
desafortunadamente no lo desarrollan en el cuerpo del ensayo,
solamente lo dejan para las conclusiones; el concepto de
mantenimiento del orden social rural, más que una herramienta jurídica para solucionar dominación cultural estuvo ausente, o por lo menos, no fue
explícito en el desarrollo del ensayo.
ineficiencia se remarcaría mucho más aun en el posterior gobierno llevado a cabo por
Eduardo Santos, conocido como “La pausa”, donde todo este proceso superestructura-
reformista seria detenido, para luego, en lo que se conocerían como las dictaduras
conservadoras, darse un verdadero desate de violencia que la ley 200 solo contendría por un
Fuentes primarias
Ley 200 de 1936. Secretaría General de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C., 16 de diciembre
de 1936, publicada en el Diario Oficial 23388 del 21 de enero de 1937. Recuperado de:
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=16049
Fuentes Secundarias
economía.(23), 197-220.
Ardila D., B. (2004). Alfonso López Pumarejo y la Revolución en Marcha. TEMAS Socio-
jurídicos, 15 - 46.
Universidad Javeriana.
ensayos sobre la reforma agraria en Colombia. (págs. 265 - 299). Bogotá: Ediciones
Tercer Mundo. .
Gaitán, G. (1984). La lucha por la tierra en la década del treinta. Génesis de la organización
Bolsillo La Carreta.
Gramsci, A. (1980). Notas sobre Maquiavelo. Madrid, España: Ediciones Nueva Visión.
de Papel.
Michelsen, A. L. (1999). Hacia una verdadera reforma agraria que complete la "revolución en
Mora, O. ( 2010). Los dos gobiernos de Alfonso López Pumarejo: estado y reformas
Palacio, M. (2011). ¿De quién es la tierra? Bogotá: Fondo de cultura económica Ltda.
Tirado, A. (1981). Aspectos políticos del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo.
Hacen un buen trabajo, está bien escrito y sobre todo, posee un alto nivel analítico. Lo más
interesante es el estilo expositivo, pues se hace entretenida la lectura del proceso de ley 200;
creería que si les interesa pueden ahondar en este tema. Igualmente, debo reconocer el
Como observaciones, les diría que siempre deben explicar la pregunta de investigación, no
Calificación: 4.6