Вы находитесь на странице: 1из 9

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/283715742

REFLEXIONES SOBRE LAS PLANTAS DESALADORAS DE ANDALUCÍA.

Conference Paper · November 2015

CITATION READS

1 528

3 authors:

Antonio Pulido Angela Vallejos


Universidad de Almería Universidad de Almería
288 PUBLICATIONS   3,140 CITATIONS    48 PUBLICATIONS   528 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Fernando Sola
Universidad de Almería
30 PUBLICATIONS   143 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

L'Intrusion marine et imapcts des changements climatiques: relations de cause à effet View project

MODELO DE DENSIDAD VARIABLE EN RÉGIMEN TRANSITORIO DEL ACUÍFERO PEGO-OLIVA View project

All content following this page was uploaded by Antonio Pulido on 12 November 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Antonio Pulido Bosch, Ángela Vallejos y Fernando Sola. SIAGA 2015
Málaga, 4-6 de noviembre 2015

Instituto Geológico y Minero de España

REFLEXIONES SOBRE LAS PLANTAS DESALADORAS DE


ANDALUCÍA

Antonio Pulido Bosch(1), Ángela Vallejos(1) y Fernando Sola(1)

(1) Hidrogeología, Universidad de Almería, GIRHyGA. apulido@ual.es, avallejo@ual.es, fesola@ual.es

RESUMEN

Andalucía cuenta con siete grandes plantas desaladoras que utilizan agua de mar y una
gran desalobradora, aunque son muchas más las pequeñas plantas que desalan aguas
salobres. En conjunto tienen una capacidad potencial de desalación que supera los 240
millones de metros cúbicos al año. No obstante, la realidad es que ninguna de las
plantas funciona a la capacidad nominal para la que fue diseñada, lo que puede incidir
notablemente en el precio unitario del agua desalada. Como es sabido, las tomas
abiertas, es decir, la captación directa del agua de mar para el abastecimiento de la
planta, suelen ser más costosas que las tomas mediante pozos litorales, ante la
necesidad de pretratamientos costosos del agua captada en el primero de los casos. Por
otro lado, estos mismos bombeos de agua de mar pueden constituir una garantía de
reducción de los riesgos de intrusión marina en el acuífero costero captado, al reducir
de manera considerable la carga hidráulica del agua salada en la franja litoral.

Palabras clave: Desaladoras, invasión dulce, efectos perversos

1. INTRODUCCIÓN

Las áreas costeras suelen ser las más vulnerables a los problemas relacionados con
la escasez de agua. Como consecuencia de la bondad climática de las mismas, el
notable desarrollo turístico y la agricultura altamente rentable, la demanda de agua
aumentó de manera exponencial a partir de los años sesenta del siglo pasado. De ahí,
que la gran mayoría de los acuíferos costeros del litoral mediterráneo presenten indicios
más o menos acusados de intrusión marina.

Una de las soluciones a esta problemática fue la construcción de plantas


desaladoras. Estas plantas pueden tomar el agua directamente del mar, aunque es
mucho más recomendable suministrarse mediante sondeos litorales (Shahabi et al.,
2015) que capten el agua bajo la franja de mezcla agua dulce-agua salada, evitando así
Reflexiones sobre las plantas desaladoras de Andalucía

la materia orgánica y otros arrastres, más abundantes en el mar (Pulido Bosch et al.,
2004; Sola, 2012; Sola et al., 2013a y b).

Aunque en las Islas Canarias ya utilizaban plantas desaladoras desde hace varios
lustros, la primera planta desalobradora construida en la península para abastecimiento
urbano fue la de Cabo de Gata, pedanía de Almería. Se clausuró en 1995 por exceso de
boro. La primera gran planta peninsular fue la de Marbella, que se decidió construir tras
un período de gran sequía culminado en 1995. Sin embargo, el año 1996 fue
excepcionalmente húmedo (> 1000 mm), por lo que una vez terminada la desaladora
no se puso en funcionamiento. En España existen actualmente una treintena de plantas
desaladoras de capacidad comprendida entre 20.000 y 125.000 m3/día, aunque
prácticamente ninguna de ellas funciona a pleno rendimiento.

En Andalucía, la agricultura y el turismo juegan un papel básico en la economía


(Corominas, 2000), lo que hace que los problemas de escasez de agua, en
determinados períodos y especialmente en las áreas costeras que es donde la demanda
es más elevada, sean especialmente acuciantes (Pulido Bosch, 2006).

Esta comunicación pretende pasar revista a las plantas desaladoras andaluzas, con
especial énfasis a las que se abastecen de los acuíferos litorales, indicando la
problemática más relevante detectada en estos años de funcionamiento.

2. LAS PLANTAS DESALADORAS ANDALUZAS

En la tabla 1 y en la figura 1 se indican las principales plantas desaladoras y


desalobradoras existentes en Andalucía, así como su capacidad teórica de desalación.
Diferenciamos las desalobradoras de las desaladoras por el tipo de agua a desalar; las
primeras utilizan aguas salobres, mientras que las segundas utilizan agua de mar. Todas
ellas emplean la ósmosis inversa como técnica por ser la de menor consumo energético.
Este consumo es mucho menor en las desalobradoras, al ser menor el contenido salino
de las aguas salobres. Como puede verse en la figura 1, son pocas las que están
operativas, siendo diferentes los motivos.

Tabla 1.- Plantas desaladoras en Andalucía y su capacidad


* desalobradora. 1 toma mediante sondeos, salvo Málaga, solo parcialmente
Antonio Pulido Bosch, Ángela Vallejos y Fernando Sola

Por orden cronológico y como ya se ha indicado, la de Marbella fue la primera,


cuyas principales obras de construcción finalizaron en el año 1996. La planta inició su
explotación en el año 2005, coincidiendo con un nuevo periodo de sequía extrema. Se
sitúa a 2,5 km de la costa y tiene una capacidad de 20 h!!!m3/año. La captación se hace
directamente del mar –toma abierta- . La desaladora de la Costa del Sol, ubicada en el
término de Mijas, tiene también toma abierta y una capacidad teórica de 30 hm3/año.

La desalobradora del Atabal (Málaga) fue construida para mejorar la calidad del
agua de abastecimiento a la ciudad de Málaga y utiliza los recursos de los embalses de
Guadalhorce y Guadalteba, en el río Guadalhorce, donde la salinidad del agua puede
alcanzar 16 g/l, y del embalse del Conde de Guadalhorce, en el río Turón, además de
sondeos que captan el acuífero aluvial del bajo Guadalhorce (Alaminos et al., 2006). La
capacidad de esta desalobradora es de 50 hm3/año. Tiene un bajo consumo energético,
comprendido entre 0,75 y 1,30 kwh/m3 en función del contenido salino del agua bruta.

La desaladora del Campo de Dalías o del Poniente, tiene 30 hm3 de capacidad y


también se suministra directamente del agua del mar (toma abierta). Inicialmente iba a
ser construida mediante el procedimiento patentado por el escritor Vázquez Figueroa
denominado Sistema Integral AVF o desaladora reversible AVF, que garantizaría un
consumo mínimo, pero el proyecto fue cancelado y se volvió al sistema convencional.
Esta planta, junto con la anunciada desalobradora de la Balsa del Sapo, jugará un papel
decisivo en el futuro del agua en la “huerta de Europa”, como se suele llamar al Campo
de Dalías.

 
Figura 1.- Situación de las principales desaladoras y desalobradoras andaluzas (modificada de Castro, 2015)

La planta desaladora de Almería fue construida para garantizar el


abastecimiento urbano a la ciudad de Almería. Está ubicada en el delta del río
Andarax, y tiene 50 000 m3/día de capacidad teórica de desalación. Fue
construida entre 1999 y 2004, aunque todavía no funciona de manera
Reflexiones sobre las plantas desaladoras de Andalucía

continuada y nunca lo ha hecho a su capacidad de diseño. El suministro de agua


de mar se hace a partir de 15 sondeos perforados en el litoral a una distancia del
mar variable entre 30 y 150 m. En realidad se perforaron 19 sondeos, aunque
cuatro no son productivos. Su consumo teórico es de 4,205 kwh/m3.

En esta planta se planificó una red de seguimiento del contacto agua dulce-
agua salada formada por 12 sondeos piezométricos. Estos piezómetros están
distribuidos en tres enjambres de cuatro cada uno de ellos. Uno, menos
profundo, está puntualmente ranurado en la franja de agua dulce, otro en la de
transición y otro, más profundo, en la de agua salada. Cada piezómetro está
dotado con un sensor de potencial hidráulico, de conductividad y de temperatura
del agua. Junto a esos tres, hay un cuarto piezómetro ranurado en todos los
tramos productivos, cuya finalidad es poder hacer registros de toda la columna
(Jorreto et al., 2005) y tomar muestras sin tener que desplazar a los sensores.
Esta infraestructura de observación, posiblemente única en el mundo, tiene ya un
largo período de registro y densas observaciones objeto de una tesis doctoral de
pronta defensa. Con esta planta parece claro que Almería tendría garantizado el
suministro de agua potable incluso en las condiciones más extremas de escasez.

La planta de Rambla Morales, situada en el entorno del Parque Natural de


Cabo de Gata y sobre el acuífero del Campo de Níjar (Sola et al., 2007 a y b;
Sola, 2012), es el resultado de una iniciativa privada. El proyecto inicial era muy
ambicioso, indicando en su publicidad que el coste energético sería
prácticamente nulo, al obtenerse en su totalidad de energías limpias renovables
(eólica y solar). Su abastecimiento se hace mediante tres sondeos, situados a 300
m del mar. Esta planta ha estado funcionando durante varios períodos utilizando
generadores eléctricos convencionales como fuente energética. En la actualidad,
la planta está paralizada y existen diversas actuaciones judiciales.

Es precisamente en el Campo de Níjar, entre otros muchos lugares del SE


español, en donde a finales del siglo pasado comenzaron a proliferar las
pequeñas plantas desalobradoras. En el año 2001, había por lo menos doscientas
desalobradoras en esta zona, que trataban entre 0,5 y 4 m3 diarios. Estas plantas
garantizaban el riego de los invernaderos, ya que el suministro mediante la
explotación de aguas subterráneas se había salinizado por removilización de las
sales del medio. El problema se complicó enormemente al no haber previsto la
eliminación del rechazo generado por la planta, mucho más salino que las aguas
del acuífero; éste era arrojado directamente al lecho de la rambla o en su
entorno. El resultado fue una degradación galopante del sistema, aunque en
algunos lugares llegaron a diseñar sistemas de mitigación de los efectos
indeseables (Ramos, 2011). Resulta curioso que las aguas “desalobradas”
contuvieran pesticidas y otros contaminantes, de acuerdo con los estudios
llevados a cabo algo más al NE (Vallés-Abellán et al., 2013).

La desaladora de Carboneras es la de mayor capacidad de todas las


desaladoras andaluzas y en su momento iba a ser la más grande del mundo
empleada en agricultura. Tiene 42 hm3 de capacidad teórica. Tras los resultados
Antonio Pulido Bosch, Ángela Vallejos y Fernando Sola

de un primer sondeo litoral de prueba que resultó negativo, se optó por la toma
abierta. Su proximidad a la central térmica de Carboneras permite la eliminación
del rechazo mezclado con el generado por la desaladora, mitigando el impacto
de las anomalías térmica y salina. Otra curiosidad interesante en relación con esta
desaladora es que en su momento se puso la primera piedra de la desaladora
Carboneras II; en la actualidad la primera funciona a algo más del 15 % de su
capacidad.

La desalobradora de Palomares (Foto 1), con cerca de 10 hm3/año de


capacidad, es la más grande de las pequeñas desalobradoras de Andalucía y la
más antigua. Se sitúa en el aluvial del río Almanzora, a unos 1.5 km del mar; se
abastece de algunos de los antiguos pozos y sondeos de la comunidad de
regantes que se habían salinizado con el transcurso del tiempo. Como es
fácilmente deducible, este suministro tiene muchas dificultades para mantener la
salinidad del agua bombeada, con aumento continuado en período seco y con
eventuales descensos bruscos en período lluvioso; todo ello plantea problemas,
ya que la presión a la que tienen que trabajar las membranas viene condicionada
por la salinidad del agua de entrada.

 
Foto 1.- Vista parcial de la desalobradora de Palomares

A ésta hay que añadir las pequeñas desalobradoras privadas del Levante.
Estas plantas aumentan la sobreexplotación y a la vez la salinidad del acuífero, ya
que la salmuera de rechazo se vierte sin ningún tipo de control y al final acaba
retornando. El estudio comparativo llevado a cabo por Muñoz y Fernández Alba
(2008) entre la desalobradora de Palomares y una desaladora convencional,
concluye que las desalobradoras son preferibles desde el punto de vista
ambiental, aunque matizan “siempre que no se sobreexplote el recurso”.
Detectan el aumento progresivo de la salinidad, y señalan el riesgo de impacto de
Reflexiones sobre las plantas desaladoras de Andalucía

las desalobradoras en contacto con humedales cercanos, tal y como sucede en la


del Canal de Alicante (Alhama et al., 2012). Por otra parte, el impacto ambiental
se reduce también, porque los residuos líquidos de la desalación con agua
salobre tienen una concentración de sales inferior a la que tiene el mar.

Por último, la desaladora del Bajo Almanzora, de 20 hm3 de capacidad, se


sitúa relativamente cercana a la desalobradora de Palomares. Su emplazamiento,
entre el río Almanzora y su rambla afluente por la margen izquierda apenas a un
km de la desembocadura, ha tenido un notable impacto. Se diseñó para
suministro con pozos litorales, pero las pruebas realizadas en los dos primeros
sondeos, en la parcela programada para tal fin, arrojaron valores muy poco
prometedores; no obstante, perforaron todos los programados (Foto 2). Además,
se realizó una toma abierta (Foto 3) que será la que realmente suministrará agua
de mar a la planta. Fue inaugurada en 2011 y poco tiempo después, unas lluvias
torrenciales inundaron las instalaciones. Hasta la fecha no ha vuelto a ponerse en
funcionamiento.

     
 
Fotos 2 y 3.- Localización de los sondeos litorales perforados (izquierda) y avance de la toma abierta
(derecha) en el delta del río Almanzora (Almería)

3. CONSIDERACIONES FINALES

Las áreas costeras, donde la problemática relacionada con la cantidad y


calidad de las aguas, siempre fue más acuciante en lo que a la disponibilidad de
agua para abastecimiento urbano y agrícola se refiere, parece que ahora, y
gracias a las membranas (desalación) tendría menos problemas futuros. No
obstante, la realidad presente indica que la construcción de las plantas
desaladoras no es suficiente para iniciar el proceso de regeneración, como
muestra el hecho de que ya existen varias plantas terminadas en áreas de
problemática severa que no han hecho funcionar las nuevas instalaciones, o lo
han hecho muy por debajo de sus prestaciones máximas.

Los avances tecnológicos van a contribuir a paliar algunos de los graves


problemas, aunque hay que ser conscientes de que los costes de explotación y
Antonio Pulido Bosch, Ángela Vallejos y Fernando Sola

gestión aumentarán notablemente y que éstos tendrán que ser cubiertos en su


totalidad por los usuarios.

Parece evidente que las plantas desaladoras andaluzas están teniendo


numerosos problemas para su adecuado funcionamiento, en todo caso muy
alejado de las intenciones de los promotores. De hecho no hay una sola que
funcione a su capacidad nominal, una no ha sido aún recuperada de la
imprevista inundación, otra tiene problemas jurídicos, y ni tan siquiera las
programadas para uso urbano lo hacen a la capacidad potencial.

Todo apunta a que el problema esencial es el elevado coste de explotación,


que hace que los agricultores sean muy reacios a su uso, teniendo, además, el
efecto perverso de favorecer la sobreexplotación de los acuíferos, algunos de
ellos, como los del Campo de Dalías, en situación francamente dramática. De ahí
que algunos autores (Corominas, 2013) apunten la idea de establecer un
impuesto ambiental para gravar el daño ambiental que se está produciendo
como consecuencia de estas actuaciones.

En cuanto a la afección a los acuíferos costeros y otros impactos sobre el


medio, se han señalado la posible intrusión dulce, o movilización del agua dulce
del acuífero litoral (Pulido Bosch et al., 2004; Gühl et al., 2006), y la eventual
subsidencia, no suficientemente contrastada (Pulido Bosch et al., 2012).
Lógicamente estas afecciones no existen en las tomas abiertas.

REFERENCIAS

Alaminos, F., Fernández Cano, A, y Urgoiti, N. (2006): Desalación de aguas


salobres para el abastecimiento de Málaga capital. Publicaciones IGME, Serie
Hidrogeología y Aguas Subterráneas, nº 19, pp: 11-35. Madrid.
Alhama, I., Rodríguez-Estrella, T., Alhama F. (2012): Hydric restoration of the
Agua Amarga saltmarsh (SE Spain) affected by abstraction from the
underlying coastal aquifer. Water Resources Management 26: 1763-1777.
Castro, H. (2015): Aguas subterráneas, aguas regeneradas y desalación. Jornada
Los Planes Hidrológicos (2016-2021) en Andalucía a debate. Fundación
Nueva Cultura del Agua. http://fnca.eu/images/documentos/ODMA/Jornada
OPPA 2º ciclo/Melo_Castro.pdf.
Corominas, J. (2000): El papel económico de las aguas subterráneas en
Andalucía. Fundación M. Botín, 54 pp. Madrid.
Corominas, J. (2013): El agua para la agricultura de Almería: de la cultura de
“frontera” a la cultura dela innovación y la adaptación. V Seminario Técnico
Agronómico: sostenibilidad de la agricultura intensiva en Almería.
http://www.fundacioncajamar.es/es/pdf/vi-seminario-tecnico-
agronomico/ponencia-joan-corominas/ponencia-joan-corominas.pdf.
Gühl, F., Pulido-Bosch, A., Pulido-Leboeuf, P., Gisbert, J., Sánchez-Martos, F.,
Vallejos, A. (2006): Geometry and dynamics of the freshwater-seawater
Reflexiones sobre las plantas desaladoras de Andalucía

interface in a coastal aquifer in south-eastern Spain. Hydrological Science


Journal, 51: 543–555.
Jorreto, S., Pulido-Bosch, A., Gisbert, J. y Sánchez-Martos, F. (2005): Las
diagrafías y la caracterización de la influencia de los bombeos de agua de
mar sobre el acuífero del delta del Andarax (Almería). Industria y Minería,
362: 15-21.
Muñoz, I. y Fernandez-Alba, A.R. (2008): Reducing the environmental impacts of
reverse osmosis desalination by using brackish groundwater resources Water
Research 42(3): 801-811.
Pulido Bosch, A. 2006. Reflexiones sobre las aguas subterráneas y la gestión del
agua en Andalucía. Actas Congreso Andaluz de Desarrollo Sostenible. 49-58.
Granada.
Pulido Bosch, A., Pulido Leboeuf, P. y Gisbert, J. (2004): Pumping seawater from
coastal aquifers for supplyng desalinations plants. Geologica Acta, 2: 99-109.
Pulido-Bosch, A., Delgado, J., Sola, F., Vallejos, A., Vicente, F., López-Sánchez,
J.M., Mallorquí, J. (2012): Identification of potential subsidence related to
pumping in the Almería basin (SE Spain). Hydrological Processes, 26: 731–
740.
Ramos, G. (2011) Gestión de la salmuera de rechazo de las plantas de ósmosis
inversa mediante inyección en sondeos profundos (ISP). TIAC 23 p. IGME.
Sola, F. (2012): Procesos hidrogeológicos relacionados con bombeos de agua de
mar en acuíferos costeros. Tesis doctoral, Universidad de Almería. 218 p.
Sola, F., Vallejos, A., López Geta, J.A., Pulido Bosch, A. (2013a): The role of
aquifer media in improving the quality of seawater feed to desalination
plants. Water Resources Management 27: 1377–1392.
Sola, F., Vallejos, A., Moreno, L., López Geta, J.A., Pulido Bosch, A. (2013b):
Identification of hydrogeochemical process linked to marine intrusion
induced by pumping of a semiconfined mediterranean coastal aquifer.
International Journal of Environmental Science and Technology 10: 63–76.
Sola, F., Daniele, L., Sánchez Martos, F., Vallejos, A., Urízar, R. y Pulido Bosch, A.
(2007a): Influencia de la desaladora de rambla Morales (Almería) sobre Las
características hidrogeológicas del acuífero del que se abastece. Los acuíferos
costeros: retos y soluciones. Instituto Geológico y Minero de España, Madrid,
2007. 997-1004.
Sola, F.; Daniele, L.; Vallejos, A.; Sánchez-Martos, F.; Urizar, R. y Pulido-Bosch, A.
(2007b): Características constructivas de una batería de sondeos para
alimentación de agua de mar a la planta desaladora de Rambla Morales
(Almería, SE España). Los acuíferos costeros: retos y soluciones. Instituto
Geológico y Minero de España, Madrid, 2007. 1105-1114.
Shahabi, M.P., McHugh, A., Ho, G. (2015): Environmental and economic
assessment of beach well intake versus open intake for seawater reverse
osmosis desalination. Desalination 357:259–266.
Valdés-Abellán, J., Candela, L., Jiménez Martínez, J. Saval-Pérez, J.M. (2013):
Brackish groundwater desalination by reverse osmosis in southeastern Spain.
Presence of emerging contaminants and potential impacts on soil-aquifer
media Desalination and Water Treatment, 51: 2431–2444.

View publication stats

Вам также может понравиться