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A diferencia de los presurizadores “en línea” que encienden cuando hay demanda de
agua y no mantienen presión en el sistema ó los hidroneumáticos convencionales
que trabajan en un rango de presión (por ejemplo 30-50 psi) este control nos da la
posibilidad de fijar la presión requerida en el sistema y variar la velocidad de la
bomba de acuerdo a la demanda de los servicios utilizados.
¿Qué ventajas tiene un sistema de bombeo de velocidad variable y
presión constante?
El hecho contar con una presión fija nos da la comodidad de que, independiente de
la demanda de agua, siempre tendremos exactamente la misma presión en todos los
servicios. Esto se nota especialmente cuando el mismo equipo alimenta al riego por
aspersión, cuando éste se enciende la presión en los demás servicios disminuye de
manera clara sobretodo cuando se utiliza alguna mezcladora con agua caliente.
Alta eficiencia, al sólo utilizar la energía necesaria para mantener la presión
constante, el equipo solo consume una fracción de la electricidad que consume una
bomba convencional de velocidad fija.
Ahorro de espacio, estos equipos requieren de un pequeño tanque nada más para
estabilizar el sistema hidráulico evitando el espacio requerido por tanques de mayor
tamaño típicos de los hidroneumáticos convencionales.
Aumenta la vida de la bomba y disminuye su mantenimiento, otra ventaja de la
velocidad variable es que al acelerar y desacelerar gradualmente el motor se evita el
“golpe de ariete” y demás vibraciones presentes en un sistema convencional con lo
que la bomba y motor trabajan suavemente evitando los desgastes típicos.