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Vanguardia del Pueblo

Miércoles 11 de julio de 1984


Página 4.-
Por: Diomedes Núñez Polanco

A Propósito del Cumpleaños del Líder


Acaba de cumplirse el 75 aniversario del nacimiento del compañero Juan
Bosch, y a propósito de ese aniversario llamamos la atención de los lectores
hacia lo siguiente: El ex presidente dominicano ha dedicado su vida a la defensa
de nuestro pueblo y su soberanía y se ha desenvuelto honrosamente como
hombre público, lo que se demuestra con el hecho de haber pasado por la
presidencia de la República y no usar el poder para perseguir a ningún
ciudadano y no se enriqueció con los dineros del pueblo ni permitió que lo
hicieran los funcionarios de su gobierno. Incluso, muchos se extrañan dé que ni
siquiera cuenta con casa propia y el carro modelo 1974 que tiene es un regalo
que le hizo el año pasado un amigo suyo, y debemos adorar que la condición
del automóvil era de medio uso. Esa actuación del compañero Bosch es un
ejemplo para las generaciones de hoy y de mañana a fin de que se entienda que
la política debe ejercerse para servir, no para servirse.
El compañero presidente tuvo la responsabilidad de decidirse en
noviembre de 1973 a formar un partido (el PLD) con el firme propósito de
obtener la liberación de nuestro pueblo, a sabiendas de que si el PRD participaba
en las elecciones que se celebrarían en mayo de 1974 ese partido las ganaría y
que mientras él estuviera en sus filas sería su candidato a la presidencia de la
República.
Juan Bosch ha preferido el camino de la lucha en favor de nuestros
pueblos a cambio de la remuneración del placer del sacrificio y la ingratitud
probable de los hombres (como dijo Martí a Máximo Gómez al ofrecerle la
jefatura del Ejército Libertador de Cuba), en vez de tomar el camino más fácil
y decidirse a disfrutar la condición de afamado escritor a tiempo completo, pues
sólo su bien ganado renombre de ser, según el intelectual chileno Antonio de
Undurraga, uno de los cinco mejores cuentistas del mundo en toda la historia
del género (Ver su libro Autopsia de la Novela) le bastaría Dara vivir no sólo
como quisiera, sino también donde quisiera. En esto último nos remitimos a
Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, quien ha expresado
varias veces que ha aprendido mucho de Juan Bosch y siempre que se refiere al
presidente del PLD lo llama maestro.
Pero si para algunos no cuenta la dedicación y el sacrificio de los hombres
en favor de la felicidad de sus pueblos, no es secreto para nadie en este país que
Bosch ha recibido los mayores elogios a nivel internacional, y es posible que
algunos crean que las glorias de las letras mundiales (García Márquez, Nicolás
Guillén, Miguel Otero Silva, Regis Debray, Julio Le Riverend, Manuel
Maldonado Denis, entre otros) que estuvieron en nuestro país en 1979 en
ocasión del 70 cumpleaños del compañero Bosch asistieron a esos festejos sólo
por su amistad personal con el ideólogo del PLD, y no como fue en realidad:
una manera de rendir homenaje a la obra intelectual y política del| autor de El
Oro y la Paz.
El compañero Juan ha merecido también reconocimiento de los lectores
tanto nacionales como extranjeros. Su Composición Social Dominicana, que
lleva ya trece ediciones y en estos momentos se prepara la décimo cuarta, es,
por su metodología, pionera en el análisis de la interpretación científica de la
historia en nuestro país.
De Cristóbal Colón a Fidel Castro, El Caribe Frontera Imperial, la más
completa historia que se ha escrito sobre el Caribe y calificada de monumental
por García Márquez, fue el libro más vendido durante cuatro semanas de
noviembre y una de diciembre de 1982 en la Feria del Libro celebrada en Cuba
en esos meses; recientemente se hizo la segunda edición cubana del texto; y el
año pasado una selección de sus cuentos publicada por Casa de las Américas
rompió récord de venta durante 4 semanas. Y debe llamarse la atención hacia el
hecho de que el lector cubano es muy exigente.
De modo que no sorprendió a nadie que el gobierno de la patria de Martí
condecorara en 1982 a Juan Bosch con la Orden Félix Varela, el más alto
galardón cultural que se ofrece en Cuba. Esa distinción le fue impuesta a Bosch
por Fidel Castro, presidente del Consejo de Estado cubano.
En sus obras sociológicas e históricas, aún en sus textos literarios, Bosch
trata de desentrañar el papel de las clases sociales en el proceso de evolución de
nuestros pueblos, lo que habría de permitirle llegar a conclusiones que se han
convertido en verdaderos aportes al análisis científico de nuestras sociedades,
como son: la ausencia en América del feudalismo como sistema económico y
social; la inexistencia de clases gobernantes en los países de capitalismo tardío,
como el nuestro, pues lo que hay en su mayoría son clases dominantes
dependientes del poderío de los Estados Unidos, y la definición y clasificación
de la pequeña burguesía en cinco capas (la alta, la mediana, la baja propiamente
dicha, la baja pobre y la baja muy pobre) como sector predominante en la
población de nuestros pueblos.
Las generaciones del porvenir, más que por su brillante condición de
literato, recordarán a Juan Bosch por sus aportes a la lucha de liberación como
organizador y como ideólogo. De lo primero son pruebas contundentes su
contribución a la organización del PRD en el exilio, así como su participación
en la abortada expedición de Cayo Confites.
Un dato ilustrativo del organizador que hay en Bosch puede apreciarlo
cualquier lector, sin que sea muy avisado, al leer los tomos de documentos que
sobre Trujillo y los Estados Unidos ha publicado Bernardo Vega: están
atiborrados de menciones del compañero presidente en actividades de dirección
del exilio dominicano contra la dictadura, mientras que de otros criollos
exiliados importantes por sus posiciones en la sociedad dominicana, apenas se
hacen algunas menciones.
El compañero Bosch no se detiene en los márgenes de sus
planteamientos, como ocurre con la mayoría de los llamados estudiosos de los
problemas sociales. Bosch no pierde de vista que entre la teoría y la práctica
debe haber una relación armoniosa y coherente. Así, al fundar el PLD junto al
grupo de dirigentes que salió con él del PRD, el compañero Bosch expresó que
se proponía formar un partido de oficiales, es decir de líderes que estarían
llamados a dirigir a las masas, y llamó la atención hacia el hecho de que no
podíamos convertirnos en un PRD bueno, puesto que nuestro proyecto político
debía cuidarse del cáncer del populismo. Esta posición sobre el carácter de la
organización fue reiterada por el compañero presidente en el histórico discurso
con el que inició los trabajos del Segundo Congreso del PLD.
El compañero Juan es el creador de las Bases teóricas de los Métodos de
Trabajo del Partido, y no sólo ha formado una generación de dirigentes
políticos, sino que además ha contribuido a enriquecer la concepción científica
que sobre el instrumento de la liberación popular han esbozado algunos
brillantes pensadores que trabajaron por los mejores intereses de la Humanidad.

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