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INFORME DE LECTURA DE LOS TEXTOS PODER EN LAS ORGANIZACIONES, UNA

APROXIMACIÓN A SU ESTUDIO Y ORGANIZACIÓN Y PODER: UN MARCO

ANALÍTICO PARA SU ESTUDIO.

El siguiente texto tiene como objetivo la realización de un informe de lectura que detalle los

principales conceptos trabajados en los textos Poder en las organizaciones, una aproximación a

su estudio y Organización y poder: Un marco analítico para su estudio, permitiendo que las

principales temáticas trabajadas en los textos puedan entrelazarse y así consolidad un informe

argumentativo y a su vez comparativo entre los textos mencionados.

Ahora bien, entrando en contextualización, se precisa que ambos textos tienen como su fin

conceptual enmarcar al poder, emanado de las relaciones sociales hacia la aplicabilidad de este

dentro de las organizaciones, esto es, que el poder se distingue por una serie de fenómenos

sociales, que también resultan de estudio y de ejecución dentro de las organizaciones, reflejando

en los ordenes jerárquicos, de subordinación, entre otros aspectos que entran a analizar los

autores dentro de los textos en mención.

Lo anterior se soporta en la medida que González-Miranda & Ocampo (2017) precisan que en la

esfera de modo empresarial, el poder ha sido caracterizado por acarrear cierta resistencia y

prevención toda vez que este va ligado al autoritarismo, al abuso y a la doblegación de la

voluntad, que supone el estudio negativo del poder dentro de las organizaciones, incidiendo ya

sea directa o indirectamente en el comportamiento de los miembros de la organización,

repercutiendo en las acciones que puedan tener las personas y generen consecuencias a la

organización como tal.


De esa forma el concepto es compartido por De La Rosa (2008) o se relaciona de tal forma que

este considera lo siguiente frente a la sociedad y el poder:

El estudio de las relaciones de poder se torna significativo porque “...ninguna sociedad, hay

que reconocerlo, ha conseguido todavía labrar un equilibrio satisfactorio entre las

necesidades personales y las de la actividad orgánica” (Crozier, 1974b: 232); en otras

palabras, el valor que se puede atribuir al poder se encuentra en la gran dificultad que tiene

toda empresa humana colectiva para ganar la adherencia y conformidad de sus

participantes (Crozier, 1995: 15) –al margen del ejercicio del poder.

De acuerdo con los conceptos referenciados anteriormente se toma procedente aducir que, el

poder ha resultado tener un carácter incontrolable en las organizaciones, suponiendo entonces la

existencia de una problemática la cual no se ha podido dar una solución realmente específica y

necesaria para colocar al poder de una forma neutra y que no sobrepase los límites dentro de las

organizaciones.

Es por lo que han tomado el estudio de poder como una parte pilar dentro de las organizaciones,

en aras de consagrar organizaciones con mayor sentido social, es decir, ir en la búsqueda de

brindar desarrollo a la sociedad a partir de las organizaciones.

Así es como lo consagra González-Miranda & Ocampo (2017) de la siguiente forma:

El estudio del poder en las organizaciones desde el aporte de las ciencias sociales permite

comprender este fenómeno de manera más integral, entender el juego de relaciones entre

individuos (incluye mínimo dos actores) y la intervención que se puede tener en el entorno

para el gobierno de los otros y el gobierno de sí.


Es decir, que el poder va inclinado en la relación social, toda vez que cada una de las relaciones

que se presentan en la sociedad se inclinan a través del poder tal y como lo consagra De La Rosa

(2008):

Por ello, partir del sentido común –aun pese a que éste no sea despreciable– para

comprender el fenómeno del poder en las organizaciones puede limitar su comprensión al

situarse la noción de poder en un nivel general, poco específico y ambiguo, ya que desde el

punto de vista del sentido común, poder es poder en todos sentidos, y prácticamente

cualquier relación social podría interpretarse entonces como una relación de poder.

Partiendo de lo anterior, el poder en las organizaciones debe de manejar un nivel aplicable a la

sociedad, esto es, que las personas sean capaces de poder manejar el poder, de relacionarlo, de

vivir con él sin que esto implique un resentimiento o renuencia hacia él debido al mal uso que se

le ha venido dando en las organizaciones.

Lo que permite entender de los conceptos es que el poder se debe manejar como una capacidad,

siendo parte inherente de los hombres dentro de la sociedad, soportando lo anterior en lo

mencionado por De La Rosa (2008) así:

Algunos autores conciben al poder como una capacidad, es decir, como la capacidad de un

sistema o de un individuo para ejercer el poder. Desde este punto de vista, el poder es

considerado como una propiedad del individuo: el individuo tiene poder; esto es, el poder

en tanto capacidad no deriva de la relación social en la que está inserto el individuo, sino

del individuo mismo –independientemente de la relación social en la que está inserto.

Concluyendo entonces que para los autores en sus textos el poder parte de la forma en que se da

la relación social entre los individuos adentro de las organizaciones.


REFERENCIAS

Gonzales-Miranda, D.R., & Ocampo, C. (2017). Poder en las Organizaciones. Una

aproximación a su estudio. En D. Gonzales-Miranda (Ed.), Organizaciones. Aproximaciones

teóricas desde los estudios organizacionales (págs. 115-146). Medellín: Editorial EAFIT. (Libro

en biblioteca o librería).

De la Rosa, A. (2008). Organización y Poder: un marco analítico para su estudio. Análisis

Organizacional 1 (1), págs. 1-27. Link: Documento físico: Portafolio.

Este informe fue realizado por Manuel González Gómez.

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