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citados concernientes al derecho de asociación y a la autonomía

de las asociaciones, se refieren explícitamente a la libertad en la


estructura. Pero tratándose de sindicalismos ya evolucionados, con
la experiencia ya han cristalizado unos tipos de estructuras, que
suelen ser recogidos por las leyes sindicales.
Como hemos visto, león XIII daba la preferencia al sindicato
mixto, compuesto de obreros y patronos; la Mater et Magistra
recuerda esta orientación de león XIII, no como propia, sino como
orientación que entonces se tenía por conveniente. luego se vio
que, dada la división de clases, tal sindicato no era viable.
En la encíclica Sertum Laetitiae al episcopado de Estados Uni-
dos, de 1.0 de noviembre de 1939, dice Pío XII: «A las corporacio-
nes de tal género que en los siglos pasados procuraron al cristia- Capítulo VIII
nismo gloria inmortal, y al arte imperecedero resplandor, no se
puede imponer, en todo caso, una misma disciplina y estructura, LAS IDEOLOGlAS y EL SINDICALISMO
porque es diversa la índole de los pueblos y son diversas y varia-
bles las circunstancias de tiempo».
No queda, pues, incluida en las orientaciones de la Iglesia una 1_ Las ideologías y las reivindicaciones obreras.-EI movímren-
realízactón práctica de asociación profesional. Se trata de aplica- ea sindical en sus principios no fue creado por ninguna doctrina,
ciones concretas que quedan enmarcadas en el cuadro de las op- escuela social o ideología. Fue una consecuencia directa del régi-
ciones temporales diversas. men capitalista. En sus principios, si alguna ideología hubiera que
En este punto la doctrina de la Iglesia se mantiene en el campo atribuirle, sería la cristiana, pues se puede decir que hasta media-
de los principios doctrinales en el sentido de que no se pierdan dos del siglo pasado los sindicatos fueron prácticamente de inspi-
de vista las condiciones económico-sociales del mundo, es decir, ración cristiana. Cristiano era el ambiente general.
se señala una orientación normativa proyectada hacia la realidad, En la primera etapa del sindicalismo aparece exclusivamente
pero con la suficiente amplitud y flexibilidad para que dentro de el deseo de un mejor bienestar y la demanda de mejoramiento
ella quepa diversidad de fórmulas técnicas de aplicación inme- económico como determinante de la asociación sindical, como
diata a una situación concreta. la elaboración y la aplicación prác- una protesta contra el régimen debelador de la dignidad cristiana
tica de fórmulas técnicas de ordenación social es la misión que de la persona humana a que se hallaban sometidas las clases tra-
corresponde a los sistemas sociales que tratan de estructurar en bajadoras.
una sociedad concreta los medios prácticos de realización de los Pero no es la masa amorfa sindicada la que se encarga de
valores y normas señaladas por la doctrina. orientar en concreto estas finalidades y de alcanzar las reivindica-
Dice Messner: «Queda totalmente excluida la posibilidad de ciones apetecidas. Estas responsabilidades se atribuyen a lndlvl-
un esquema de organización estamental profesional que pudiera dualidades selectas surgidas de la clase obrera, ·Ias cuales, o por-
pretender una validez general" (1). que han adquirido una mayor preparación cultural, o porque tienen
I espíritu de lucha y de sacrificio, o porque poseen dotes de energía
o por su capacidad dialéctica, en fin, porque se les reconoce una
distinción y superioridad naturales, influyen sensiblemente sobre
los demás. Estos, reducidos en número, son los que van a llevar
la dirección del sindicato, al que van a imponer su orientación
(1) La cuestián social, p. ,"" y su manera peculiar de ver los problemas. La masa se limita

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a dar su nombre al sindicato, a pagar la cuota sindical y a obede- retormismo apacible y obstinado o se embala en el sindicalismo
cer las órdenes de los dirigentes sindicales, que no siempre sur- revolucionario o con el anarquismo virulento y doctrinario, del que
gen de entre las filas de los obreros. los sindicatos españoles dieron el ejemplo más demostrativo. Una
En una segunda etapa, una vez las organizaciones han pasado corriente marxista sobreexcitada con el trotskismo; politizada, ló-
ya el período heroico de su constitución y han luchado por alguna gica e implacable con el bolchevismo Lentn-stallnlano: reformista
finalidad económica, se han relacionado con doctrinas e ideologías con la social-democracia alemana, y que tiende aún, en el socia-
que iban a ejercer una influencia evidente en el desarrollo del lismo francés, a endulzarse hasta el radicalismo. Una corriente
movimiento sindical. Se plantearon teorías filosóficas, se crearon cristiana que, desde 1830, le ha costado encontrar una expresión,
partidos poi íticos, surgieron escuelas sociales que presentaron pero que reviste gran importancia con los sindicatos confesionales
como móvil de su existencia un programa de reivindicaciones o de inspiración cristiana. No hay que olvidar a los obreros que
obreras. Aquellos luchadores qenulnos sindicales que orientaban no son ni anarquistas, ni marxistas, ni cristianos, pero que se
a la masa sindical asimilaron las doctrinas de partido o de escuela adhieren al movimiento obrero general: así numerosos sindicalistas
y las proyectaron sobre las organizaciones sindicales obreras. Con ingleses, americanos, escandinavos» (2).
ello se estableció la dependencia y la relación de los sindicatos
con las ideologías. Se suplantó la naturaleza exclusivamente pro- 2. El sindicalismo anarquista y revolucionario.-Históricamen-
fesional del sindicato por doctrinas ajenas a ella, presentándose te el anarquismo es una reacción, capitaneada por Bakounin y
estas doctrinas e ideologías como aspiraciones de toda la clase Koprotkin, contra el socialismo centralizador de Carlos Marx. Los
obrera, en vez de formularse solamente como programas de orga- teóricos del sindicalismo revolucionario fueron sobre todo Prou-
nización humana. dhon, Sorel y Lagardelle. Aunque a veces éstos han querido recha-
«Las ideologías obreras, dice Folliet, parecen inevitables, por- zar todo compromiso con el anarquismo, ambos sindicalismos tie-
que el movimiento obrero no es reivindicación pura, simple defen- nen numerosas analogías. Se asemejan en su concepto de la vio-
sa de los intereses materiales, sino protesta esencial contra la lencia como medio de regeneración y de purificación social, en
injusticia presente, reforma del orden establecido, aspiración al la ausencia de preocupaciones morales, en la supresión de la
orden nuevo y construcción para el porvenir. Para construir hay propiedad privada y del Estado, en el ideario social y político. El
que conocer el lugar, los materiales y los planos de la casa; para anarquismo ha puesto su confianza en la acción espontánea de la
que sea humana, hay que tener una concepción del hombre y de libertad universal para regenerar la sociedad; por eso se llama
la vida del mundo. Las ideologías obreras van necesariamente más también comunismo libertario. El sindicalismo revolucionario se ha
lejos de las técnicas económicas y sociales. Ello es la debilidad apoyado sobre un instrumento peculiar y preciso, el sindicato
y la grandeza del movimiento obrero: lanzarse a un porvenir que obrero, considerado como la herramienta esencial de la lucha de
pone en juego una concepción del hombre, mezclando reivindica- clases y tomado como base para levantar el ideal de una sociedad
ciones de clase, a veces groseramente tales, con exigencias que de productores fundada sobre el trabajo,
sobrepasan las categorías para alcanzar lo universal, adoptando El anarquismo exalta los derechos individuales, la pasión por el
una metafísica. Quien dice ideología dice concurrencia y lucha, libre y completo desarrollo de la personalidad. La libertad es el fin
no solamente contra las ideologías burguesas, sino entre las diver- supremo de todo el desenvolvimiento humano. Hoy que profesar
sas ideologías obreras» (1). odio a toda autoridad. Hay que abolir el régimen de propiedad
Luego traza una sucinta descripción de estas ideologías distin- privada. El Estado tiene que ser destruido porque es la negación
tas que se han infiltrado en el sfndicalismo: flagrante de la humanidad, el agente de la opresión.
«Hay una corriente anárquica, dominada por los nombres de En el aspecto positivo, los obreros se han de agrupar en aso-
Proudhon, Kropotkin y Bakounin, que, cuando se calma, lleva al ciaciones industriales y agrícolas, no en guerra unos contra otros,

(1) L'avénement du Prométhée, p. 78. (2) O. e., p. 79.

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sino con una federación de asociaciones libres nacidas espontá- repetidas lo realizan por la unidad Interior del proletariado. El
neamente, abiertas a todo el mundo. En estas asociaciones radica sentimiento de solidaridad se desarrolla. La rebelión momentánea,
toda la soberanía política. Son un poder económico-polftico. Las en forma de coalición, cede el puesto a la rebelión en forma de
asociaciones se federan unas con otras. Así se funda la sociedad sindicato.
anarquista. Con este sistema, gracias a la ciencia, se extenderá Cuanto más se intensifica la lucha económica, más se subll-
mucho la producción. miza. La huelga deja de ser un acto aislado para convertirse en
Este hermoso sueño hay que realizarlo por la revoluclón. La un acto de clase. El sindicato tiene por objeto no sólo alcanzar
teoría de la revolución es uno de los elementos esenciales de la ventajas materiales, sino destruir el derecho del patrono a lnter-
doctrina anarquista como del sindicalismo revolucionario. Para venir en el trabajo. De este modo, la acción del trabajo libre crece
Proudhon la única revolución capaz de realizar la anarquía es la poco a poco y se impone a todos los trabajadores que toman parte
revolución de los corazones y de las conciencias. Pero sus suce- en la lucha.
sores no fueron tan pacientes. La revolución es una necesidad ine- El mismo fenómeno se produce en la resistencia a la autoridad
ludible. del Estado, cuando interviene con la fuerza en los conflictos entre
La Carta de Amiens, elaborada en 1906 por los sindicatos fran- obreros y patronos. Insensiblemente la oposición se va extendíen-
ceses, fue el símbolo del sindicalismo revolucionario. Los hombres do a todo el mecanismo gubernamental, y el Estado, a partir de
que la redactaron quisieron combatir a la vez al patronato, al capi- aquí, se manifiesta entre los productores, no ya como una provi-
talismo, al Estado y a los partidos políticos, aun los proletarios. dencia, sino como un tirano. El sindicato, del mismo modo que
Esperaban que el taller reemplazaría al Gobierno. El sindicato, ór- tiene por efecto despojar al patrono de sus funciones dentro del
gano de lucha reivindicativa en la sociedad de hoy, será mañana taller, tiene también por fin arrancar al Estado sus funciones den.
la célula económica de base, alrededor de la cual se organizarán tro de la sociedad.
la producción y los cambios. En este sentido el sindicalismo se El último acto de esta lucha es una formidable huelga general,
puede presentar como un imperialismo del proletariado. declarada por los productores que han llegado a tal grado de or-
Ambos sindicalismos, sustancial mente identificados, han tenido ganización y capacidad que puedan asegurar el funcionamiento del
un dogma considerado durante mucho tiempo como infalible. Puede taller y arrancar al Estado todas las atribuciones referentes al
formularse así: la revolución social únicamente podrá lograrse mundo del trabajo que ha monopolizado de un modo abusivo.
mediante la huelga general efectuada por el proletariado. Esta Esta ideología penetró en muchos sindicatos y obtuvo éxitos
teoría da un valor revolucionario supremo a la huelga. sorprendentes en los países de temperamento individualista, como
Los sindicalistas anárquicos y revolucionarios, para quienes los en España, Italia y Francia, sin dejar de penetrar en otros países.
hechos determinan las ideas, encuentran en la lucha obrera más En la actualidad han disminuido sobremanera los secuaces de
insignificante el germen de la lucha de clases. Mejor dicho, la este sindicalismo, pues no se concibe hoy la destrucción de todo
lucha de clases no es más que la generalización de estas mínimas Estado. Se encuentran pequeños núcleos que aún lo siguen, pero
hazañas cotidianas, consideradas como las escaramuzas de una muchos de sus postulados negativos y tácticas sobreviven en el
guerra más extensa. Sigamos el proceso de la lucha obrera. Al sindicalismo socialista y comunista, que son los dos sistemas y
principio, la rebelión comienza ppr explosiones bruscas y caóticas tácticas que definitivamente se han impuesto en los sindicatos
de los productores. Las primeras huelgas no son otra cosa que los de filiación marxista.
primeros destellos de un vago instinto de clase que nace de la
desesperación. Tiene, sin embargo, el efecto de revelar a los obre- 3. El sindicalismo socialista.-EI socialismo es una mitigación
ros su existencia como colectividad. Los trabajadores se descono- y suavización del marxismo, del cual se deriva históricamente.
cen los unos a los otros; pero la disciplina externa que les lm- La palabra socialismo navega en la equivocidad. Como el libe-
pone la clase patronal mantiene su cohesión. Lo que la autoridad ralismo recogió bajo una común denominación corrientes de pen-
patronal hace por la agrupación productiva en el taller, las huelgas samiento y movimientos políticos de diverso origen y de diversa

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orientación, así el socialismo recubre varias actitudes con evolu- tuna e innecesaria, y se dan por satisfechos con asegurar el con-
ción histórica y no siempre han sido idénticas a sí mismas. Así el trol público de los monopolios y una planificación centralizada
panorama europeo socialista es vario y accidentado. Es imposible y democrática de la economía.
definir el socialismo fuera de una terminología vaga y escasamente Desde el punto de vista social cristiano podemos decir que, en
científica. Del famoso Manifiesto Comunista de Marx a las expe- general, si hay algunas coincidencias con él, en el aspecto nega-
riencias del laborismo inglés y del socialismo sueco, el camino del tivo el socialismo se caracteriza por un exceso de lo económico,
socialismo ha sido contradictorio y paradoxal. Es dificultoso ver la de lo institucional, de lo estatal y de lo igualitario.
esencia del socialismo, que engloba una inmensa variedad de mo- Al principio los sindicatos socialistas por regla general se opo-
vimientos, de tendencias, de concepciones y de sistemas que nían violentamente al orden económico y social existente y des-
confluyen en la palabra socialismo y lo enarbolan como su ban- aprobaban el régimen en vigor. Luego fueron dejando su oposición
dera distintiva. Es un proteo intelectual. Se ve en el socialismo al Estado. Pero suele subsistir en un grado u otro la oposición más
una inmensa corriente de liberación humana y obrera, el gran o menos atenuada al «capitalismo". Así a veces los sindicatos
recogedor de energías revolucionarias sanas, el tipo de organiza- socialistas observan una conducta ambigua: por una parte, se colo-
ción que expresa, canaliza y orienta al servicio del hombre las can al exterior de este orden y luchan contra él; por la otra, se
grandes corrientes de fondo de la vida económica y social con- sitúan en el seno de este orden, lo sostienen, lo apoyan, se sien-
temporánea. ten en él corresponsables y trabajan en lo interior por mejorarlo
Considerado como movimiento, el socialismo recoge una mul- y transformarlo. Así se descubre a veces una doble actitud de
titud de opiniones, de tendencias y de aspiraciones que sacan el estos sindicatos: se presentan como organizadores de lucha contra
origen de una común reacción contra las injusticias de la sociedad el orden existente, que no es considerado como perfecto, pero que
capitalista, y que encuentran su unidad en un mismo fin: la reali- ya no se juzga como fundamentalmente pervertido, y aparece, por
zación de la justicia social. En el siglo XIX, el socialismo no era lo contrario, susceptible de mejoras. Así el sindicalista ya no es
una ciencia o una sociología en miniatura, sino un grito de dolor un revolucionario, sino un hombre que trabaja para el progreso en
y a veces de cólera, proferido por los hombres que sentían viva- el cuadro de una evolución. De hecho los sindicatos socialistas
mente el malestar colectivo. Luego ha perdido virulencia, pero ha asumen hace tiempo un cierto número de tareas que suponen la
continuado haciendo un llamamiento al mismo ideal. Algún diri- aceptación del orden existente y aportan una contribución decisiva
gente socialista ha dicho que hoy el socialismo está más cerca para su mantenimiento. Una organización que, en una amplia me-
del capitalismo que del comunismo. Mas algún socialismo no se dida, ejerce funciones casi oficiales y toma un carácter casi oficial,
encuentra muy lejos del comunismo. Entre ambos extremos hay no acertaría a presentarse al mismo tiempo como adversario del
diversidad de matices. orden público ni rechazar y reprobar el orden político, económico
El actual socialismo suele rechazar la revolución brutal, la lucha y social existente, pues forma parte de este orden y se identifica
marxista de clases, el determinismo histórico, la supresión del con él.
Estado, se aviene a colaborar con los patronos y con el Estado,
Ante estas ambigüedades los sindicatos socialistas oscilan ante
propugna reformas sociales, a veces hasta hace profesión de res-
este dilema: o son un organismo de combate y deben optar, por
peto a los valores espirituales, respeto que siempre ha profesado
consiguiente, por la representación de intereses unilaterales en una
el laborismo inglés. Hasta h~e poco se creía que uno de los
oposición rigurosa; o si se consideran como parte integrante del
aspectos generales comunes a todos los socialismos era la apro-
orden existente, deben elegir una colaboración asentada sobre
piación y gestión colectiva de los instrumentos de producción y el
bases objetivas.
carácter público impreso a la economía, de modo que la autoridad
pública controle los medios de producción, decida lo que será No es de extrañar que tales sindicatos se encuentren a veces
producido y a quiénes serán atribuidos los frutos de la producción. en una situación híbrida y que no tengan conciencia clara de su
situación, de su naturaleza y de su papel.
Pero hoy, muchos socialistas rechazan la estatificación por inopor-

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4. El sindicalismo comunista.-La teoría comunista del sindi- catos específicamente comunistas. Á veces a los comunistas les
calismo presenta dos aspectos distintos, según mire la acción sin- es más fácil, menos trabajoso y más provechoso introducirse en
dical en régimen capitalista o en régimen proletario. Estas dos sindicatos ya organizados por otras personas y conquistar la direc-
tendencias se unen, sin embargo, en lo que concierne a los prin- ción de ellos.
cipios de la construcción comunista, aunque los dos fines perse- Después que los comunistas alcanzan el poder, declaran en
guidos en los dos casos sean distintos. seguida que el papel de los sindicatos se ha de transformar com-
En la perspectiva marxista de la lucha frontal entre las dos pletamente. La revolución triunfante crea condiciones nuevas para
clases rígidamente antagónicas, la capitalista y la proletaria, los las organizaciones obreras. Para echar las bases del nuevo movi-
sindicatos son centros de recogida y de organización de los tra- miento sindical, los comunistas parten del punto de vista de que
bajadores, asociaciones defensivas contra el capital, escuelas pre- la clase obrera es dueña de la vida política y económica del país;
paratorias de socialismo, instrumentos auxiliares y subordinados ella es su propio patrono. ¿Cuál será entonces en concreto el
del partido obrero, dirigido a la conquista del Estado burgués. papel de los sindicatos?
Como consecuencia, el hecho de la organización sindical de los En régimen comunista no puede plantearse ya ninguna cuestión
trabajadores tiene una posición subalterna respecto de la ideología de reivindicaciones, de huelgas, de luchas, de manifestaciones,
del movimiento obrero como movimiento revolucionario. pues los obreros ya tienen teóricamente todo el poder. Los cam-
Así los comunistas suponen que la sociedad capitalista ha so- bios introducidos en la estructura económico-social, la abolición de
brepasado ya su estado de desarrollo orgánico pacífico, estado la propiedad privada de los medios de producción, el repudio de
durante el cual se puede concebir que los sindicatos tengan por la vieja clase dirigente, su sustitución por nuevos órganos del
misión organizar las masas con vistas a mejorar su situación ma- Estado socialista, vacían el sindicalismo de su principal función
terial y las condiciones generales de trabajo, y así ya se puede tradicional de defensa del nivel de las remuneraciones reales. El
emprender la marcha hacia la creación del régimen socialista. El sindicato pierde la facultad de ponerse a sí mismo sus propios
momento es oportuno para hacer la revolución social y los sindi- fines.
catos obreros deben aprovecharse de ello. La razón de ser de los Los sindicatos no pueden ser órganos de destrucción, sino de
sindicatos en la época actual es la revolución. Los sindicatos construcción. El Estado proletario ha de hacer la revolución socia-
tienen como base unir, disciplinar y educar a las masas para lista por la participación activa, inmediata y práctica de millones
derribar por la fuerza el capitalismo, o sea, el régimen de propie- de individuos. Los sindicatos son los organizadores de estos millo-
dad privada de los medios de producción y el Estado burgués, para nes de trabajadores para ponerlos a disposición del éxito de esta
establecer en seguida la dictadura del proletariado encaminada revolución. Están, pues, subordinados a la voluntad del Estado
a la sociedad ideal socialista. proletario. Su estatificación es inevitable. El sindicato se convierte
Esta teoría sindical no admite la neutralidad respecto de los en el principal órgano político y han de participar en la dirección
partidos. La consecuencia es que los sindicatos que quieren hacer del Estado, no sólo de hecho sino también de derecho. Los sindi-
la revolución han de buscar aliados para la lucha. Para los comu- catos ocupan, pues, una posición jurídica en el sistema nuevo. En
nistas, el único partido revolucionario es el comunista. Son hos- régimen capitalista el sindicato procedía de abajo arriba, como
tiles a la idea de neutralidad de los sindicatos y de la independen- correa de transmisión de reivindicaciones ante el patronato y el
cia del proletariado revoluciorjarlo. En este aspecto condenan la poder de político; "en régimen comunista, el sindicato es correa
ideología del sindicalismo anarquista y revolucionario, a pesar de de transmisión de arriba abajo para llevar a las masas las palabras
su simpatía para con él por su sentido de la violencia y de la de orden del poder.
lucha de clases. Para los comunistas, los sindicatos revolucionarios Como el partido comunista es el que manda en el Estado, los
han de andar del brazo y colaborar con el partido comunista de sindicatos han de abandonar la neutralidad respecto del partido
su país. político en el poder. La dictadura del proletariado y la revolución
Ello no quiere decir que se tengan que fundar siempre sindl- socialista no son posibles sino cuando los sindIcatos, nominal-

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mente sin partido, se hacen realmente comunistas y aplican la en curso. El sindicato queda encargado de explicar el plan a la
política del partido comunista. Por tanto, el partido comunista y los colectividad de la empresa y de obtener su colaboración para rea-
sindicatos tiene el mismo interés, se han de sostener recíproca- IIzarlo.
mente y han de obrar de concierto. Los dirigentes del sindicato La actividad sindical está también orientada hacia el mejora-
serán del partido comunista. miento de la clase obrera en la fábrica, pero sobre todo fuera de
Una función principal de tal sindicato vinculado al Estado pro- la fábrica, por los servicios de seguros sociales, sanatorios, cul-
letario y al partido comunista será educativa en orden a que cada tura física, turismo, etc.
uno ponga su contribución a la edificación de la sociedad socia- A la solución yugoslava de los consejos de trabajadores en las
lista perfecta, con una fidelidad absoluta al partido. El sindicato fábricas, que gozan de autonomía y organizan la gestión de la
buscará en las masas a los individuos capaces de ser organiza- empresa, se la ha llamado en la U.R.S.S. «una herejía anarco-sin-
dores y administradores para que, política y económicamente, pue- dlcallsta».
dan dirigir el Estado. Formará ideológicamente a los miembros de
acuerdo con el partido comunista. 5. El sindicalismo norteamericano.-Aunque consta por la his-
Si desde el punto de vista ideológico se justifica la infeudación toria que el anarcosindicalismo, el socialismo y el comunismo
del sindicato al partido y al Estado con la idea de que la dictadura han pretendido apoderarse del sindicalismo norteamericano. han
del proletariado suprime todos los conflictos posibles entre la fracasado definitivamente en sus intentos.
clase obrera y el Gobierno, que es su emanación, en realidad los Los sindicatos norteamericanos se adhieren sin restricciones
imperativos económicos han sido los determinantes en esta subor- a la economía capitalista en vigor en el país y aceptan la empresa
dinación. Desde el momento en que el país adopta unos planes de privada y libre. A sus ojos, es muy natural que el jefe de empresa
producción, hay que concentrar el poder económico para movilizar busque la máxima ganancia; éste es su papel. su deber. como será
los recursos y repartirJos, y el medio más eficaz para ello es la deber de los sindicatos arrancársela luego. Así las relaciones entre
planificación centralizada. Pero la fijación de los salarios y de los los sindicatos y el orden económico existente, como con sus ad-
precios, el ritmo de crecimiento de la productividad, como son versarios directos, los patronos, no plantean prácticamente ningún
componentes esenciales de la dinámica del plan, ya no son incum- problema. La manera como los sindicatos conciben su naturaleza
bencia de la decisión de las unidades de base. El sindicato queda y su papel es extremadamente sencilla. pragmática y exenta de
despojado de sus poderes de intervención. Ha de prestar su más problemas.
entusiasta colaboración en la realización y superación del plan de Su objetivo no es destruir el capitalismo. sino obtener para los
producción. obreros los mayores beneficios posibles dentro del sistema pre-
Por tanto, la tarea de los sindicatos es buscar la mejor ma- sente, por medio de negociaciones. Cree en la existencia de cla-
nera de organizar la producción, de elevar la productividad, de ses y en su antagonismo, pero descarta la lucha. Gompers le
aumentar la renta nacional, de producir más, mejor y más barato. señalaba como fin: ••La defensa y el mantenimiento del orden exis-
Los sindicatos se definen, pues, como enérgicos organizadores tente, su desarrollo y su mejora». John Lewis decía: «El sindicato
de la iniciativa productiva de las clases trabajadoras. La trasposi- es una parte integrante del sistema capitalista. Es un fenómeno
ción de las finalidades de la acción sindical de la defensa de los capitalista. como lo es la sociedad anónima. El uno agrupa a los
intereses de los trabajadores jJ la obligación de participar en la trabajadores con vista a una acción común con vistas al mismo
organización de la producción, apoyando las medidas destinadas fin; el otro agrupa a los capitalistas exactamente con vistas al
a desarrollarla y a racionalizarJa, se delinea con toda claridad. El mismo fin: la ganancia».
contrato colectivo a eso estará orientado esencialmente: es una En varios países ciertos sindicatos neutros y liberales se ase-
pieza administrativa enviada por la administración central, que pre- mejan en sus concepciones al sindicalismo norteamericano.
cisa los objetivos de producción y de productividad, a la cual la
dirección añade las realizaciones sociales previstas para el año 6. Reacciones.-Como reacción contra el dominio de los slndl-

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catos anarquistas, socialistas y comunistas en bastantes países
se han producido sindicalismos con otra mentalidad.
Ha surgido el sindicalismo cristiano, al que nos referiremos
más adelante.
Otra reacción ha sido un sindicalismo nacional, implantado ge-
neralmente desde arriba para combatir el caos a que habla llevado
la lucha de clases y la mística internacionalista y antipatriótica
que ha acostumbrado inocular el marxismo y el anarquismo en sus
huestes. Este sindicalismo ha rechazado en principio el liberalismo
y el colectivismo, que proceden igualmente de unas concepciones
indiferentes a la nacionalidad, a los valores de la tierra y de la
patria. Se quiere que la organización sindical se inserte en la vida Capítulo IX
nacional. No todos los sindicalismos nacionales son del mismo
corte. Sus principios dependen de los regímenes polltlcos nacio- LA UNIDAD Y LA PLURALIDAD SINDICAL
nales existentes, pues tales sindicatos suelen estar con ellos es-
trechamente vinculados. Ha habido sindicalismos nacionales de
inspiración materialista, de concepción exagerada mente totalitaria Las consecuencias de la injerencia de ideologías en el sindi-
y estatal, como los ha habido inspirados en valores espirituales calismo conducen al problema de la unidad y de la pluralidad sin-
y más respetuosos de la libertad humana. dical. Cuando en una nación se infiltran ideologías encontradas en
En contra de las orientaciones ideológicas y políticas de las el sindicalismo, difícilmente se puede alcanzar que reine la unidad
centrales sindicales o de las confederaciones sindicales, se han sindical entre la clase trabajadora.
fundado en algunas naciones sindicatos llamados autónomos e in- Con todo, en el estudio acerca de la comunidad profesional en
dependientes. nuestra obra sobre las entidades intermedias, aparece que la pro-
A veces también por las prevalencias ideológicas en los sindi- fesión es una, que la rama económica es una, no con exigencias
catos, muchos trabajadores prefieren quedar enteramente al mar- tan fuertes de unidad como en la familia y en el municipio, pero
gen de ellos y no se sindican en ninguno. sí con un sello de unidad que no aparece en las otras asocia-
Ya se puede suponer que todas estas ideologías que aquí ciones.
hemos expuesto no se van a encontrar siempre en toda su pureza Por de pronto, la unidad aparece en cada rama económica entre
en los sindicatos. No pocas veces se mezclan elementos de estas todas las categorías que en ella participan. Son los patronos y los
varias ideologías en un tipo de sindicalismo. obreros juntos los que constituyen cada rama económica. Pero,
Hoy en el plano Internacional los sindicatos de ideología comu- como hemos visto al tratar de la génesis del sindicalismo, debido
nista, tanto en régimen capitalista como en régimen comunista, al liberalismo económico y a la consiguiente división de clases,
se agrupan en la Federación Sindical Mundial. Los sindicatos de no se ha podido llegar a una unidad de organización entre las dos
tipo neutro, socialista y aun alguno de tipo cristiano están agru- partes. Pero ello no quita que las exigencias de. unidad aparezcan
pados en la Confederación Intern&cional de Sindicatos Libres. Los dentro de cada una de estas dos clases.
sindicatos que se presentan como de inspiración cristiana, sin que Por lo que toca a los patronos, esta unidad de organización
por eso quieran llamarse todos confesionales, se agrupan en 18 está sólidamente establecida en todas partes. Por regla general,
Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos. los patronos, dentro de una misma rama económica y dentro de
una circunscripción geográfica, no forman más que una asociación
profesional. No pasa así entre la clase trabajadora; en no pocas
partes las ideologías la dividen en varios sindicatos.

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