Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Sociedad de burbujas
En su cuento “La esfera de Pascal”, el escritor Jorge Luis Borges plantea la historia
universal como la historia de la diferente entonación de algunas metáforas. Dentro
de ese universo metafórico, una de las imágenes más recurrentes es la de la
esfera. Si el triángulo se erigió como símbolo de las estructuras desiguales del
poder, la esfera es su figura antagónica; el símbolo aspiracional de la unidad y la
perfección. Por eso, desde que Jenófanes la propuso como la forma física de la
divinidad, ha sido utilizada como la figura geométrica-ideológica por excelencia.
Pero si la irrupción de la idea del “globo” creó la falsa ilusión de un mundo nuevo, la
naturaleza extremista del sistema económico que catapultó dicha idea acabó por
sobre-inflar el globo. Fue el individuo el que más resintió este exceso. Propulsado
por el aire de una economía de mercado voraz, un sustento ético individualista y un
avance tecnológico sometido a las necesidades económicas, el globo keynesiano se
infló de vacío. Cuando la presión del vacío es insostenible, el exterior se revienta.
Eso fue lo que sucedió; el gran globo de la globalización reventó en millones de
burbujas que vuelan una a lado de la otra sin siquiera tocarse. Los individuos
habitamos dentro de los restos flotantes de este big bang.
1
Sloterdijk ha llamado “la espuma”: miles de espacios aislados que conviven sin
jamás fundirse.
Las arañas acuáticas son una especie única, sobreviven bajo el agua creando
burbujas de oxígeno dentro de las cuales pueden respirar. Las arañas viven bajo el
agua pero no en el agua, su mundo está insulado de su entorno. Esa es la
arquitectura social que propone el mundo contemporáneo. Somos como cangrejos
ermitaños atrapados en esas burbujas subacuáticas. Cargamos nuestra casa pero a
la vez vivimos blindados de la intemperie y su interferencia innecesaria en nuestra
vida. Ya no existe el mundo del afuera, la impermeabilidad del globo ha protegido
contra las goteras, ahora el afuera es el adentro y el adentro transporta nuestro
mundo independientemente de a dónde vayamos.
El periodismo de espejo
2
hechos. Mientras que la mayoría de los análisis se concentran en el impacto que las
tecnologías digitales tienen sobre las formas físicas de la información, el suceso
está ocurriendo en el nivel simbólico: la tecnología virtual no ha acabado con el
papel sino con la marca. En ese sentido estamos ante el proceso inverso al que tan
flamantemente se ha planteado como el fin del “periódico”. No es la acepción física
de la información la que ha sido desplazada sino su iconografía simbólica. Lo que el
internet ha sustituido es el valor del sello de la casa: la marca. La irrupción de anti-
iconos y la sobreabundancia de información han homogeneizado o traído abajo el
viejo sistema de valores.
Dentro de las burbujas en las que nos trasladamos solo aceptamos la información
que es de nuestro interés. Da igual si es el New York Times, Harper’s o el blog de la
vecina, ‘si dice lo que quiero oír, es digno de incorporarse a mi universo, si no, no
existe.’ Las redes sociales nos dan la posibilidad de confeccionar nuestra propia
agenda de información. Si algo que no nos interesa tiene la desfachatez de colarse
por nuestros filtros, entonces le podemos dar unfollow. El periódico papel permitía
informarnos de reojo: aquello que no nos interesaba entraba a nuestro organismo
por osmosis involuntaria. En el mundo del Twitter y Facebook no se permiten
accidentes visuales, lo que vemos es lo que queremos ver.
Mucho de ello tiene que ver con la sobrecarga de información. Es probable que
seamos la primera generación que escribe más de lo que lee. El formato del blog y
la revista digital han permitido la proliferación de millones de plumas amateurs. Por
un lado existe más información, pero por el otro, esta información no es
necesariamente mejor. Ante la sobrecarga escogemos lo más fácil, lo más cómodo,
lo que está al alcance de nuestro perfil. Es así que damos el mismo valor a los
textos sin importar su fuente, su método o su rigor. Como el público lee solo lo que
quiere, se desarrollan nichos y mercados exclusivamente configurados para
alimentar los deseos de los lectores. La naturaleza de este fenómeno inhibe la
producción periodística rigurosa. Si el periodismo depende de los caprichos de la
moda entonces el periodismo serio queda a la merced de la voluntad popular. La
supuesta democratización de los medios de información se ha convertido en una
popularización o banalización de ellos. La noticia sometida a una obediencia ciega
de las leyes del mercado.
Este es el periodismo que ha dado vida a Buzzfeed y a sus versiones más refinadas.
Un periodismo enfocado en dar al lector lo que sea que quiera, y en el mundo de
las selfies no hay duda alguna: lo que el lector quiere es más de sí mismo. Durante
siglos el periodismo fue la ventana por la cuál observábamos el mundo, ahora la
ventana se ha convertido en un espejo. Los medios de comunicación “cool”
compiten por visitas dándole a sus lectores la sensación de que ellos mismos son la
información. Si antes la ventana permitía asomarse a otras vidas, el nuevo
periodismo digital funciona a la inversa: busca crear la falsa sensación de que los
3
acontecimientos del afuera son un mero reflejo del adentro. El arquitecto suizo Le
Corbusier decía que en la esfera, el exterior es producto del interior. Eso es lo que
ha sucedido con nuestros globos, han acabado por reacomodar el espacio que los
rodea. El periodismo espejo busca homologar lo externo con el mundo interno, su
gran consigna periodística es de corte homogeneizador: la noticia soy yo.
Es así que surgen las hordas de información moldeada que convierten al lector en
un usuario y al periodismo en contenido. Información irrelevante pero ofrecida al
gusto; el usuario escoge la talla y el color. “Las quince cosas que solo si naciste en
Colombia en los noventas y veías Dragon Ball vas a entender.” Contenido inofensivo
pero también irrelevante. La anti-Información, porque no revela nada, maquillada
en serie para conseguir visitas. “No vas a creer lo que este hombre hizo después de
esto.” Los atrapa-clicks están configurados para ganarse la atención de un mundo
distraído perpetuando la noción de que sus contenidos son únicos, virales, o
autorreferenciales. Junto con ello perpetúan otra noción: la de la decepción.
4
obediencia al mercado publicitario y menos recursos para el periodismo entonces
estamos ante un problema. El supuesto empoderamiento del lector-usuario ha
acabado por debilitarlo, su campo de visión se ha reducido enormemente: frente a
la infinitud del universo informático lo único que logra ver es a sí mismo.
5
En ese sentido el periodismo ha sido incapaz de encontrar la fórmula que dé al
escondite un aire seductor; no han consolidado una narrativa vendible del secreto.
¿Cómo salvarse?
6
Los datos parecen coincidir con el análisis de Macarthur. A diferencia de lo que
comúnmente se cree, los números de lectores de los grandes periódicos y revistas
impresos no ha sufrido variaciones catastróficas. Según un estudio que Pew realizó
en los Estados Unidos, después de tocar un punto bajo durante la crisis económica
de 2009, la circulación de los periódicos se recuperó en el periodo 2011 a 2013 e,
incluso, tuvo crecimiento. Un estudio de Nielsen Scarborough de 2014
complementa estos resultados: La mayoría de los lectores siguen leyendo la versión
impresa del periódico sobre sus formas digitales. De hecho, en 2014, 56% de los
entrevistados en Estados Unidos que aseguraron ser lectores de periódico afirmaron
hacerlo únicamente en la versión impresa, en contraste con el 6% que indicó solo
leer el periódico en línea.
El problema es que la reducción en las ganancias del periódico impreso no han sido
absorbidas por las ganancias del supuesto boom de la publicidad digital. La razón es
sencilla, no fue el valor del periódico papel el que se depreció sino el de la
información en sí misma. En 2005 47.4% de las ganancias de los periódicos
estadounidenses provenían de la publicidad impresa y solo 2% provenía de
publicidad digital. Para 2014 el porcentaje de ganancia de publicidad impresa se
había reducido a 16.4%, pero el porcentaje de ganancias por publicidad digital solo
creció en un 1.5%.
Con todo el auge del mundo digital, este ha sido incapaz de rendir frutos
económicos al mundo del periodismo. La publicidad en línea no es tan redituable
como su versión impresa. Por eso muchos editores han decidido regresar a modelos
más antiguos, buscando un balance entre la visibilidad y la valoración de su
trabajo. El periodismo tiene que encontrar formas de rentabilizarse fuera del mundo
de la publicidad; su modelo económico debe cambiar. Mientras siga sobreviviendo
en base del mercado de los clicks y la visibilidad, su calidad y libertad continuarán
decayendo. Macarthur ha escogido para Harper’s un modelo clásico; el muro de
paga. Esto no es necesariamente una respuesta ideal, Harper’s ha mantenido sus
altísimos estándares de calidad pero ha perdido muchos lectores. El futuro del
periodismo depende de los emprendedores que logren encontrar maneras de
7
financiar el periodismo sin someterse a la voluntad de los mercadólogos, ni a una
cerrazón que los vuelva anónimos.
El periódico papel
Durante una entrevista en el programa de Jon Stewart, un editor del New York
Times fue cuestionado sobre las “cualidades” del periódico papel. “¿Por qué las
noticias añejadas son mejores que las noticias reales?” preguntó el reportero. Ante
la confusión del editor del New York Times el reportero le extendió un periódico y le
lanzó un reto: “Encuéntrame una sola cosa allí adentro que haya pasado hoy.” En
los noventas, el actor Kyle Chandler salvaba al mundo porque recibía un día antes
el periódico, en un mundo donde las noticias son comunicadas mientras suceden, el
periódico-papel se ha vuelto la antítesis de aquel show: El periódico papel es un
objeto histórico no solo porque sus orígenes son antiguos, sino porque en un
mundo taquicárdico su contenido pertenece al ámbito de la historia.
8
Romper la burbuja
La noticia se forma donde un evento sobresaliente espera ser narrado. Por ello su
noción se opone a la cotidianidad y a la historia. La noticia rompe con la
cotidianidad e impone un estado de excepción en ella. Pero si la televisión redujo el
delay entre el evento y la noticia, el internet destruyó la separación prevaleciente
entre ellas. En el mundo digital el evento es la noticia; como la narración ocurre en
tiempo real, la narración acaba convirtiéndose en el evento. El orden ha sido
alterado: Lo qué sucede en el mundo actual no son eventos que se convierten en
noticia, sino noticias que se convierten en eventos.
9
fotos más impresionantes del año” hasta “las 25 poses más raras en las que
duermen los gatos.”
10