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¿Diremos adiós al dólar?

—La desdolarización financiera en América Latina

Por Mercedes García-Escribano y Sebastián Sosa

Los sistemas bancarios de varios países de América Latina se han caracterizado por elevados
niveles de dolarización.

La dolarización financiera—fenómeno en el que una gran parte del crédito bancario y de los
depósitos de residentes se realizan en moneda extranjera (mayormente el dólar americano)—
es consecuencia generalmente de graves crisis económicas y episodios de fuerte inflación que
debilitan la confianza en la moneda local. En general, los elevados niveles de dolarización
financiera han persistido aún después de prolongados períodos de estabilidad económica y
bajos niveles de inflación.

La dolarización es fuente de preocupación pues contribuye a la vulnerabilidad financiera. Los


sistemas bancarios en economías altamente dolarizadas son muy sensibles a las fluctuaciones
cambiarias ya que los bancos otorgan créditos en moneda extranjera mientras los ingresos de
los residentes son mayormente en moneda local. Además del mayor riesgo crediticio, la
dolarización aumenta el riesgo de liquidez—común a todo sistema financiero consecuencia del
descalce de vencimientos entre activos y pasivos—debido a que el banco central del país no
emite moneda extranjera.

Durante la década del 2000, Bolivia, Paraguay, Perú, y en menor medida Uruguay han logrado
reducir la dolarización financiera de forma gradual y sostenida. En promedio, los depósitos en
moneda extranjera como proporción de los depósitos totales en estos cuatro países
disminuyeron unos 27 puntos porcentuales durante el período 2001–2010, con reducciones
similares (26 puntos porcentuales) en el caso del crédito bancario (ver la figura).

El proceso de desdolarización se observa en todos los tipos de depósitos y crédito. A pesar de


la diferencia en los niveles de dolarización según la madurez de los depósitos (siendo mayor
para los depósitos de más largo plazo), la dolarización se ha reducido para todos los tipos de
depósitos. Algo similar ocurre en el caso del crédito. La dolarización ha disminuido para todas
las categorías de crédito, aunque sigue siendo mayor para los créditos de más largo plazo,
como son las hipotecas y los créditos comerciales.

¿Qué factores explican la desdolarización?


Nuestro reciente trabajo analiza empíricamente los determinantes de la desdolarización de
depósitos y crédito observada en Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay. Las principales
conclusiones de este trabajo son las siguientes:

Las causas que explican la dolarización de los depósitos son diferentes de aquellas que
explican la dolarización del crédito.

La apreciación cambiaria ha fomentado la desdolarización de los depósitos en estos países.

La introducción de medidas prudenciales en el sistema financiero, que favorecen una


adecuada percepción del riesgo cambiario por parte de los bancos ha contribuido a la
reducción de la dolarización del crédito. Entre estas medidas prudenciales figuran el manejo
del diferencial de encaje requerido para depósitos en moneda extranjera y en moneda local, el
aumento de las provisiones para los créditos en moneda extranjera, y la introducción de
límites más estrictos para las posiciones abiertas de los bancos en moneda extranjera.

El desarrollo del mercado de capitales en moneda local (que permitió alargar las curvas de
rendimiento domésticas y crear un parámetro de referencia para la deuda de largo plazo en
moneda local) ha favorecido la desdolarización del crédito.

La desdolarización de los depósitos también ha contribuido a la desdolarización del crédito


ya que los bancos deben evitar el descalce en monedas en sus hojas de balance.

Por último, cambios marginales en variables macroeconómicas—tales como las tasas de


inflación—cuando se ha alcanzado una estabilidad y fundamentos macroeconómicos
relativamente sólidos (que son precondición necesaria para la desdolarización financiera) no
tienen mayor impacto en la desdolarización.

¿Qué queda por hacer?

La desdolarización es un proceso gradual y largo dada la alta persistencia del fenómeno de


dolarización financiera. Los procesos de desdolarización financiera observados en los últimos
años en Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay han sido notables, pero los niveles de dolarización
continúan siendo relativamente elevados. Por lo tanto, los esfuerzos para alentar el uso de la
moneda local en el sistema financiero deben continuar. En concreto, es importante (i)
mantener la estabilidad macroeconómica y seguir combinando ésta con (ii) medidas
prudenciales (como el manejo activo del diferencial de encajes por monedas) que permitan a
los agentes económicos internalizar los riesgos cambiarios y (iii) un mayor desarrollo del
mercado de capitales en moneda local para facilitar la concesión de préstamos a largo plazo en
dicha moneda.

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