No es fácil analizar este fenómeno en su totalidad, sin embargo algunas
conjeturas de carácter explicativo pueden ser útiles para identificar la naturaleza del problema y darnos a la tarea de solucionarlo. Veamos pues algunas de ellas:
1. Nuestra cultura escrita es limitada; en México se escribe poco y se lee
poco (o será al revés). Paradójicamente desde hace cuatro o cinco décadas florece un subcultura editorial a base de dibujos animados o fotonovelas, que actúan como placebos en millares de lectores potenciales.
2. Desde la escuela primaria nuestra educación adolece de anemia con
respecto a la lectura y a la redacción, tal vez “porque son muchos alumnos en cada grupo y estas actividades implican mucho trabajo para el maestro”, o “porque los planes de estudio están sobrecargados y no alcanza el tiempo”…. (para lo importante).
3. Existe desconfianza en las propias capacidades expresivas. Existen
estudiantes capaces e inteligentes que suelen llegar a enfermarse ante el imperativo de elaborar su tesis profesional. Muchos alumnos en sus trabajos escritos se “fusilan” (es decir no citan fuentes y hacen como suyos) paginas enteras de textos ajenos, no tanto por el afán de engañar a sus maestros, sino porque inconscientemente subyace en ellos un sentimiento irracional de inferioridad “cualquiera escribe mejor que yo” lo cual es un error.
1 Chaboya Romero Manuel, Cómo redactar textos para el Aprendizaje, Cáp.2 4. La pereza mental también es un impedimento para escribir. Quien no ha escuchado la tan manida argumentación “estudie muy bien el tema: lo se, pero no se como explicarlo” Lo que sucede es que dicho alumno en ese momento no tiene claridad en sus ideas, sino un montón de vaguedades.
5. También esta el temor al compromiso (a quedar mal, a que lo critiquen, a
se pida mas trabajo). De cualquier manera, sin importar la causa que lo provoque, es conveniente recordar que el miedo forma parte de nuestra condición humana, pero debemos ser capaces de superarlo aunque no sea más que para escribir cuando estamos obligados a hacerlo.
El mejor antídoto frente a estos caos, consiste en ponerse a escribir
ordenadamente, sin embargo esta tarea supone un esfuerzo mas para vencer la ley del menor esfuerzo
Las Partes del Texto
a) La Portada (también conocida incorrectamente como carátula). Es la página
que contiene el nombre de la institución, el titulo del trabajo, el nombre del autor y el lugar y fecha de terminación.
b) El Índice. Es la lista, por orden de aparición de las partes o temas que
comprenden el trabajo, además de las páginas en que aparecen para facilitar la consulta. c) La Introducción. Es una descripción que el autor hace al lector acerca de las partes de la obra, los límites de la misma, el propósito y el enfoque desde los cuales fue elaborada y la mejor manera de abordarla. d) El Cuerpo del trabajo. Es la parte mas extensa de la obras, es donde el autor desarrolla ordenadamente el contenido (dividido en unidades, capítulos o partes), ya sea en forma analítica o sintética.
e) Las Conclusiones. Constituyen la coronación, el remate del trabajo. Son el
conjunto de proposiciones finales que el autor infirió del cuerpo principal, por deducción, analogía o aplicación.
f) La Bibliografía. Es la relación ordenada alfabéticamente (según el apellido
paterno de los autores) de las obras consultadas para realizar el trabajo. Todas y cada una de las referencias bibliografías, hemerográficas o electrónicas han de presentarse conforme a normas internacionales establecidas.
g) El Apéndice y los anexos. (Con frecuencia se confunden) Son dos cosas
diferentes, el primero continua o prolonga un desarrollo de la obra y su autor es el mismo de esta. El anexo en cambio contiene una o varias piezas documentales que sirven de complemento y comprobación del cuerpo del trabajo.
