Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
POR ENFERMEDAD
Una mujer estuvo cuatro años desempeñándose en el área de servicios generales en una
embajada. Por su labor recibía un salario de un mínimo mensual legal. Con el paso de los
días y debido a su avanzada edad, empezó a presentar dolores en las articulaciones,
rodillas y hombros. El diagnóstico médico concluyó que padecía de artritis reumatoide.
Las recomendaciones señalaban que no podía levantar objetos pesados, ni permanecer de
pie por tiempo prolongado. Meses después de informar a la embajada de la enfermedad,
fue desvinculada con el argumento de “bajo rendimiento laboral”. La mujer logró
demostrar que, a pesar de haber trabajado bajo los síntomas de su enfermedad, siempre
cumplió responsable y adecuadamente sus deberes.
La Corte al resolver el caso aclaró que “un despido discriminatorio se produce tanto
cuando se evidencia que una condición física, fisiológica o psicológica motiva al
empleador a terminar el vínculo laboral, como en aquellos eventos en los que se omite
otorgar un trato especial de carácter favorable a una persona en condición de
discapacidad, o en estado de debilidad manifiesta por razones de salud”.
Y por esa razón, ordenó a la embajada que reintegrara a la mujer a un cargo similar al que
venía ocupando donde no se viera en riesgo su salud, dado el historial clínico que tenía.
POR EMBARAZO
A una mujer que fue contratada por prestación de servicios para realizar labores de oficina
en una empresa de consultoría en ingeniería le fueron suspendidos sus servicios debido a
que, cuando tenía seis meses de embarazo, se negó a realizar un turno nocturno debido al
estado en el que se encontraba y la molestia que le podía generar para su salud.
La demandante pretendía que le fuera protegido su fuero de maternidad que, según
exponía ante la Corte, le fue violado. El alto tribunal en el estudio del caso determinó que
el contrato ya se había cumplido para el momento en que no le volvieron a requerir sus
servicios, tras haberse negado a hacer un turno nocturno. Sin embargo la Corte advirtió
que primaba su condición de embarazada. Por lo tanto, ordenó a la empresa reconocer y
pagar todo lo que correspondiera a la licencia de maternidad que le correspondía.
Una mujer que trabajó durante varios años en una entidad pública como supernumeraria
fue desvinculada sin causa justa de su trabajo y sin que se tuviera en cuenta su situación
personal: madre cabeza de familia de un menor con discapacidad.
Un hombre de 52 años, padre de dos niños fue sometido a una cirugía de hernia que le
generó dificultades en la movilidad de una de sus piernas. Con ese antecedente suscribió
un contrato con una empresa de confecciones para ejercer el cargo de vendedor de
mostrador. Tras un año de laborar allí su contrato fue renovado por doce meses más. Sin
embargo, tras una recaída en su salud que lo obligó a incapacitarse por varios meses, la
empresa decidió dar por terminado el contrato.
Aunque la compañía alegó que no sabía de su enfermedad y que el despido se justificaba
porque su rendimiento había disminuido, la Corte Constitucional logró evidenciar que sí
sabían del delicado estado salud del hombre y aun así no lo tuvo en cuenta para despedirlo.
Argumentando “vulneración de los derechos fundamentales al mínimo vital, a la
estabilidad laboral y a la dignidad humana”, el alto tribunal ordenó el reintegro del
demandante a la empresa