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El inicio: Jeremy Bentham y la estructura panóptica

Esta historia empieza a finales del siglo XVIII. Un tal Samuel Bentham ideó un nuevo modelo
arquitectónico que facilitaría el control del personal en las fábricas. Se pretendía reducir el número de accidentes
y mejorar la productividad, y de paso también evitar problemas disciplinarios. El modelo se basaba en darle
al edificio una forma que permitiera observar a todos los trabajadores al mismo tiempo y por lo tanto tener
una visión global de los acontecimientos.
El hermano de Samuel, Jeremy Bentham, filósofo utilitarista, tomó prestada esta idea y la aplicó a la
arquitectura carcelaria. Así nació lo que se conoce como la estructura panóptica: Las celdas, individuales y
aisladas entre sí, se distribuyen alrededor de una torre central de vigilancia desde donde se puede observar a
todos los prisioneros sin que ellos a su vez puedan ver si están siendo vigilados.
efecto se conseguía no sólo mediante la forma del edificio, sino también con la iluminación: Las celdas tenían
grandes ventanales que se abrían hacia la torre, quedando totalmente expuestas. A su vez, unos focos
iluminaban las celdas des de la torre, de forma que ésta quedaba a contraluz, haciendo imposible que los
presos distinguieran si había alguien dentro, y mucho menos saber hacia dónde estaba mirando.
De esta forma, se establecía un tipo de comunicación unidireccional y desigual. En palabras de Foucault: “(El
preso) es visto, pero no ve; es un objeto de información, pero nunca un sujeto en comunicación”. El hecho de
que se sintiera constantemente observado era precisamente lo que garantizaba el funcionamiento del sistema:
Al no poder comprobar cuando les estaban mirando, tomaban la precaución de comportarse como si
estuvieran siendo vigilados todo el tiempo. El poder ya no estaba en manos de una persona, sino que era
ejercido por la torre misma, incluso si estaba vacía. Así, los reclusos interiorizaban y automatizaban los patrones
de conducta que se les imponían, y la intensidad de control podía ir bajando sin que hubiese
consecuencias de ningún tipo.

La transformación: Michel Foucault y el panoptismo

Hacia 1975 el filósofo Michel Foucault retomó la idea del panóptico en su libro “Vigilar y castigar“, donde
reflexionaba sobre lo que él llama la “sociedad disciplinaria“, que es en la que se dice que vivimos
actualmente. Según él, la disciplina no es más que una nueva y sutil forma de dominación que sustituye otras
más evidentes como la esclavitud o el vasallaje. Su objetivo principal es crear sujetos dóciles y útiles, seres
simultáneamente fuertes (productivos, resistentes) y débiles (sumisos, obedientes).
Este tipo de sujetos (que somos nosotros, no lo olvidéis), se crean mediante tres sencillos pasos:

a. La vigilancia continua y personalizada,


b. Mecanismos de control de castigos y recompensas y
c. La corrección, como forma de modificación y transformación de acuerdo a las normas prefijadas.
– Caldeiro, Graciela Paula. La sociedad disciplinaria desde el punto de vista foucaultiano. Idoneos.com.

Cada uno de estos puntos se lleva a cabo usando con una gran variedad de fórmulas, entre las cuales las
siguientes sólo son una muestra:

 El secuestro del tiempo: Madrugamos, pasamos largas horas encerrados en nuestros sitios de trabajo o
educación, y cuando salimos no nos quedan ganas de otra cosa que no sea evadirnos o descansar.
 La clasificación: A todos se nos categoriza y se nos etiqueta. Eso permite establecer un baremo de lo que
es “normal” y lo que no. Todo aquel que se comporte de una forma “anormal” debe ser corregido. Y dentro
de “anormal” entran comportamientos tan diversos como: delincuentes, enfermos mentales, inconformistas,
excéntricos, …
 La ilusión de la vigilancia constante: Como decíamos más arriba, es más importante sentirse observado
que realmente estarlo, puesto que es el hecho de creernos vigilados el que provoca que nos comportemos
de forma “correcta”.
Este último punto es el que hemos heredado directamente del panóptico carcelario. El mismo concepto usado
con los presos se aplica ahora al control de la sociedad, sólo que ahora va mucho más allá de un simple
concepto arquitectónico: Incluye un amplio abanico de estrategias de control social. A esta evolución del
concepto Foucault la llamó Panoptismo.
Ya hemos visto que la estructura panóptica servía más para intimidar que para vigilar. El Panoptismo hace
exactamente lo mismo:
La fórmula abstracta del Panoptismo no es “ver sin ser visto”, sino “imponer una conducta cualquiera a una
multiplicidad humana cualquiera”
– Gilles Deleuze, via Wikipedia.

El Panoptismo hace que nos comportemos de forma “socialmente aceptable” por miedo, y no por una
decisión individual derivada de una reflexión. Miedo a que alguien, en alguna parte, nos esté vigilando y nos
castigue. El resultado es el mismo que en las prisiones: Igual que los reclusos, todos nosotros acabamos
interiorizando los comportamientos adquiridos bajo (sensación de) vigilancia, y los reproducimos incluso cuando
no hay nadie que nos vea.
Un ejemplo de este concepto son las cámaras de vigilancia en la calle y los radares de tráfico, claras
sucesoras de la arquitectura panóptica: Máquinas puestas en sitios visibles a propósito, pero con ojos humanos
ocultos. ¿Conocéis el rumor que dice que muchos de estos aparatos son falsos? Carcasas vacías. De ser
verdad, importaría bastante poco, ya que su objetivo principal no es vigilar, sino ser suficientemente evidentes
para que nos sintamos observados. El hecho de no saber cuál de las cámaras funciona de verdad y cuál no
todavía aumentaría más la sensación de incertidumbre y reforzaría nuestra elección de comportarnos bien “por
si acaso”.

La sociedad panóptica: La era digital y el Internet de las cosas

*Nota: Esta sección del artículo está enteramente basada en el artículo Thomas McMullan para The Guardian
del 23 de julio de 2015: What does the panopticon mean in the age of digital surveillance?
El paralelismo entre la arquitectura panóptica y las cámaras de vigilancia parece obvia, pero ¿qué ocurre cuando
entramos en el mundo de la vigilancia digital y el almacenamiento de datos? ¿Funciona el Panoptismo
mientras usamos nuestros smartphones y ordenadores?
Así, a bote pronto, parece que la respuesta es obvia, ¿verdad? Sí, sin duda. ¿Dónde somos más susceptibles
de ser observados, rastreados y catalogados que en Internet?

Sin embargo, debemos recordar el objetivo del panóptico: Crear una ilusión de vigilancia constante. Pocas
veces, mientras navegamos, tenemos esta sensación. No nos sentimos físicamente expuestos, y, aunque
sabemos que estamos siendo observados, por lo general tampoco sentimos expuesta nuestra intimidad. Por lo
tanto, la acción correctiva del Panóptico – hacer que nos “portemos bien” por si alguien nos vigila –
queda bastante anulada en el uso de Internet.
Sin embargo, a estas alturas de la vida, y especialmente en la era post-Wikileaks sabemos muy bien
que nuestros datos y nuestra actividad online está vigilada. A medida que la tecnología avanza, aumenta
la posibilidad de que el Panóptico se adapte a la era digital (que, por otra parte, le sienta como un guante).
Estoy hablando de lo que se llama el Internet de las cosas: La creciente interconectividad entre objetos que
ya está cambiando tanto la forma en que nosotros usamos Internet, como la forma que tienen “ellos” de recabar
datos que les puedan ser útiles.
Internet de las Cosas. Imagen de: Jeferrb. Fuente: https://pixabay.com/es/red-iot-internet-de-las-cosas-782707/
Con el desarrollo de sistemas de red más amplios, (…) todo, desde lavadoras a juguetes sexuales pronto será
capaz de comunicarse, creando así una gran cantidad de datos sobre nuestras vidas. Y este diluvio de datos
no sólo se pasará de unos objetos a otros, sino que muy probablemente acabe en manos corporativas y
gubernamentales.
– McMullan, Thomas: What does the panopticon mean in the age of digital surveillance?
¿Creéis que nos sentiremos expuestos y vigilados cuando sepamos hasta qué punto somos controlables? Las
cámaras de vigilancia ya no serán necesarias porque nuestros objetos más íntimos tendrán sensores de
comunicación. La sensación de estar siendo observado puede llegar a afectar las partes más vulnerables
de nuestra vida: Nuestros hábitos y rutinas diarias, nuestra salud, nuestras relaciones personales… .
Gran parte de (esta vigilancia) se justifica alegando significativos beneficios para la salud y el bienestar. “La
moral reformada – la salud preservada – la industria vigorizada” – no es un eslogan de Apple, sino las palabras
de Bentham sobre el panóptico.
– McMullan, Thomas: What does the panopticon mean in the age of digital surveillance?

Si sois seguidores de la serie “Black Mirror”, seguro que recordáis un capítulo llamado “Nosedive” donde la
gente puede calificarse mutuamente a través de sus teléfonos. Esas calificaciones a su vez se traducen en
bonificaciones o penalizaciones que afectan todos los aspectos de la vida: indica a los desconocidos si eres
una persona fiable, y por lo tanto regula tu acceso al empleo, determina tu clase social, te permite o no alquilar
un piso o un coche, …
Comparando éste episodio con la novela “1984” de George Orwell podemos ver las diferencias entre
una Sociedad Panóptica y lo que algunos expertos empiezan a considerar la siguiente (y muy cercana) vuelta
de tuerca a este sistema, la llamada Sociedad de Control, donde, pasado un tiempo, ya no será necesaria una
vigilancia a nivel institucional porque seremos nosotros mismos los que nos vigilaremos unos a otros.

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