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Todas las culturas del mundo desde sus orígenes apartaban un puñado de hombres para la
preparación de sus jóvenes. Se les preparaba en un oficio que les ayudaría a mantenerse en el
futuro, sustentar a sus familias y colaborar con el crecimiento de la sociedad. Hablar de
educación emocional ni se pensaba.
Son las emociones el centro de esta idea, en ella el sujeto pasa a ser protagonista como parte
esencial del todo que es la sociedad. Se viene a atender un aspecto que el pragmatismo de
los modelos educativos anteriores había descuidado: el interior del ser, en sentir, todos los
factores que determinan la unicidad del sujeto.
Si bien hay un valor supra en la sociedad como lugar donde convergen los individuos, donde
se dan las distintas interacciones, donde el ser da razón al verbo y se conjuga y existe gracias
a la convivencia con el resto, hay que tener en cuenta que este “todo social” requiere por
igual de cada sujeto.
Este genial paradigma viene a humanizar a la educación, a dejar a un lado el preparar a los
individuos para desempeñar los cargos que requiere la comunidad a la que pertenecen, y se
enfoca en las cualidades del ser, sus reales intereses y busca que este se desarrolle conforme
a sus propios deseos y metas.
Centros educativos en países del primer mundo atendieron al llamado de sus estudiantes
hace ya más de diez años y rompieron las estructuras tradicionales. Hay centros de educación
en Asia y Europa en donde no hay aulas, sino grandes salones con mesas donde se discuten
diversos temas.
Cada estudiante, guiado por los carteles sobre estas mesas, se acerca a la de su interés y
debate con los allí presentes. Los facilitadores sirven como moderadores, plantean problemas
y los muchachos buscan soluciones. Los resultados han sido asombrosos.
Arte para los artistas, letras para los escritores, laboratorios para los químicos, carpinterías
para los ebanistas. Parece simple, pero no lo es.
Romper con las estructuras tradicionales resulta un gran reto. Han sido años de
adoctrinamiento, de coartar la imaginación, de hacer que todos piensen y sientan igual. Y si
aunado a lograr que cada quien haga lo que le place como ser creador, agregamos el hecho
de que las emociones importan, la fórmula se complica más.
Puede parecer que se apuesta a un descontrol, a un “cada quien haga como guste”, pero
dentro de esa fórmula del caos hay un orden inminente cuyos resultados son realmente
asombrosos: una sociedad con elevados índices de inteligencia emocional, donde cada sujeto
hace lo que ama y ayuda a su entorno.
¿Lo imaginas por un instante?, claro, sin dejar de lado los necesarios tropiezos y problemas, la
vida debe tener su claroscuro, pero el solo hecho de que cada ser se aboque a realizar sus
sueños, pueda vivir de ellos y al mismo tiempo haga crecer a su comunidad es algo grandioso
que cada día se aleja más de la utopía.
Esta idea viene a llenar esos delicados vacíos y a trabajar en un ser humano más consciente de
su interior y por ende más preocupado de lo que acontece en su exterior. La sensibilidad
hacia los demás seres, la necesaria empatía que, en manos de los que serán lideres mañana,
podría cambiar el destino del mundo.
Una sociedad más humana es la demanda más grande que nos hace el mundo, el hambre en
las zonas pobres, la justicia en las zonas violentas, el respeto de la ley por los corruptos. Todos
los problemas que palpamos a diario no son más que las graves fallas que presentan nuestros
modelos educativos.
Este sistema, desde hace mucho tiempo, educa para la competencia, para la ganancia sin
medir las repercusiones de los actos, se valora más el ganar dinero que el servir realmente a
las comunidades.
Este tipo de pensamientos egoístas han conllevado a esta especie de debacle moral y social
en el que se encuentra la humanidad actualmente. Si las concepciones de esta gran idea se
aplica en la pedagogía y andragogía a nivel global, los resultados que se obtendrán podrían
cambiar el rumbo de la historia.
Se puede decir que la importancia de este modelo educativo es tan grande como la
preservación de la especie en el planeta, sin ánimos de alardear o sonar egocéntricos. La
progresiva pérdida de valores así lo demuestra.
Notas finales
La resistencia al cambio solo genera una rigidez que atrasa y no ayuda. Hay que entender que
toda idea innovadora siempre ha tenido detractores, pero la fuerza de sus principios siempre
ha permitido que se abran caminos.
Sí, las emociones positivas producen sonrisas en nosotros, y las sonrisas son señal
inequívoca de felicidad. Claro, no sólo son responsables de la alegría, sino que, de
producirse continuamente, dan paso a algo sumamente fundamental para el bienestar de
un individuo: un estado de ánimo ecuánime.
Las emociones positivas son toda esa serie de reacciones instantáneas que se producen
dentro del cuerpo de un individuo y cuyo fin es generar estados físico-químicos de bienestar.
La manifestación de este bienestar varía según el sujeto, cada persona manifiesta de manera
única sus emociones.
Claro, hay que tener en cuenta que, independientemente del ser, una emoción positiva
genera una reacción agradable en gran o pequeña medida.
A pesar de que las emociones son instantáneas y no podemos controlarlas, hay algo en la
psique, producto de la aceptación de las reglas de la sociedad donde los individuos se
desenvuelven, que afecta la intensidad de estas.
Ana ama el chocolate. Ella decidió convertirse a una religión que solicita la calma y el control a
quienes la practican, para demostrar al mundo que la paz interna permite alcanzar la externa.
En la primera semana de su práctica, Ana recibió de regalo uno de los chocolates que más le
gusta. Su emoción fue notable e instantánea, un grito y un brinco seguidos de un “¡Gracias!”
muy efusivo. Su líder religioso, que estaba allí, de inmediato colocó en ella su mirada, ella
tardó, pero se calmó.
Tiempo después, dos años para ser exactos, Ana fue visitada por unos familiares. Ellos le
llevaron el mismo chocolate. Ella se emocionó, sin embargo, esta vez, sólo sonrió y agradeció.
En ese caso se puede ver una clara afectación del entorno en las emociones. No dejan de
ocurrir, pero en menor intensidad.
Tener en nuestro haber un número considerable de emociones positivas al día, nos permite
asumir la vida de una manera más optimista. Los problemas seguirán apareciendo, como es
normal y común, pero la manera de abordarlos será totalmente distinta a si vivimos
generando emociones negativas´.
Las emociones positivas nos brindan un equilibrio, nos proporcionan una coraza que no
incumbe sólo al aspecto psicológico del ser, sino que se ha comprobado que logra que el
sistema inmunológico se refuerce ayudando incluso a lograr la mejoría de las enfermedades.
Serenidad
Esperanza
Está ligada a la fe, independientemente del aspecto religioso que se profese, e incluso si no
se profesa ninguna religión. Es una espera sustentada en la convicción de que las cosas
sucederán de forma correcta, tarde o temprano.
Es importante acotar que esta emoción, según estudios, tiene una repercusión directa en los
acontecimientos. Entrando al plano energético-espiritual es más posible que un enfermo con
esperanza, y rodeado de esperanza, sane a que uno pesimista lo haga. Miles de hechos lo
demuestran.
Alegría
La emoción por excelencia, la que todo ser ha experimentado aunque sea una vez en su vida
(aunque, claro, obviamente la ha vivido más veces). Esta resulta de la recepción de algún
estímulo externo que activa en el individuo serotonina, la hormona del placer.
Es necesario acotar que dependiendo del tipo de estímulo y dependiendo del tipo de estado
de ánimo que presente el sujeto, será el nivel de respuesta emocional.
Diversión
Inspiración
Una emoción que genera un hecho palpable. Quien se inspira: crea, hace, transforma,
interactúa. Cuan necesaria es la inspiración en el día a día para generar cambios internos y
externos y repercutir positivamente en los individuos que nos rodean.
Gratitud
La gratitud vienen de la mano con la conciencia grupal, social. Está presente cuando se
comprende que por nuestra cuenta no podemos lograr las cosas, sino que necesitamos de los
seres que nos rodean para lograr nuestros objetivos.
La gratitud también transforma y genera emociones en los seres que la reciben. Ser
agradecido es estar conectado con el entorno positivamente, es ayudar a crecer a los que nos
rodean comportándonos en pro de la correspondencia. Somos porque otros son, sin ellos el
yo es nada.
Amor
La emoción que engloba todas las emociones, la que origina todo, de la que todas las demás
derivan. Por ella todo ocurre, por ella se transforman las cosas, tiene todas las emociones
positivas para poder ser y aún de las negativas se alimenta para aprender.
Quien carece de la emoción del amor, no crece por completo, no encaja a cabalidad. Uno de
los impulsos primordiales y necesarios.
Al haber reconocido las emociones que nos hacen sentir bien y lo que las produce, hacer el
mapa emocional será más fácil. Al exponernos diariamente a este mapa nos fortalecemos
emocionalmente y estamos aptos para enfrentar de forma óptima y segura nuestro día a día.
Recuerda claramente
Teniendo en cuenta lo anterior, de ahora en adelante al segundo tipo de emociones, ese que
no todo el mundo desea sentir, lo podremos llamar también “emociones necesarias”. Sí, como
lo lee, las emociones negativas juegan un papel fundamental en la formación del
carácter de los individuos.
Todo debe equilibrarse, el universo, la naturaleza misma nos hablan de ese equilibrio a diario.
Aquí hablaremos de la tan necesaria dosis de realidad diaria.
Hay paradigmas que es necesario reformular y dejar de tomar tan seriamente. No existe tal
cosa como una vida sin problemas, no la busque, no la encontrará. Ahora bien, tampoco es
sumirse en la desesperanza y la tristeza, no, pero sí comprender que para que exista lo
positivo su antagónico debe existir.
Nada que tenga un antónimo tiene razón de ser sin su contraparte. En el caso que hoy nos
corresponde hablar, las emociones negativas, aceptadas, tomadas como parte del proceso de
aprendizaje individual, son sumamente necesarias para asumir nuestras debilidades y nuestra
falibilidad.
Nadie que no conozca sus puntos débiles, podrá jamás superarse a sí mismo. Sí, las
emociones negativas pueden parecernos a veces esa imagen indeseable el otro lado del
espejo de la vida, pero, ¿cómo saber en qué mejorar?, ¿qué debemos reforzar en nosotros si
no nos enfrentamos al fracaso?
La vida requiere, amigo, de un análisis continuo de las variantes, de los estímulos que se nos
presentan, como lidiar con ellos para obtener lo mejor de cada uno y como canalizarlos para
lograr la serenidad necesaria.
Un ejemplo claro de ello en la cultura china es el Yin Yang, debes haberlo visto en alguna
parte en algún momento de tu vida. Es algo asó como un círculo dividido en dos mitades, una
blanca y otra negra, en la porción blanca hay un punto negro y en la porción negra hay un
punto blanco.
Rabia
Esta surge como resultado de múltiples impulsos, cuando sentimos que algo que apreciamos,
que valoramos se ve vulnerado por algo o por alguien. Esta emoción, como todas las de esta
índole, debe, al ser detectada, ser controlada porque sus efectos pueden ser devastadores.
No es malo sentir rabia, es una emoción necesaria, malo es dejarse llevar por la rabia. Hay
innumerables casos donde la gente, por no tomarse un tiempo, se han enceguecido, la rabia
se ha adueñado de ellos y los resultados han sido duros.
Reconócela, asúmela y contrólala.
Dolor
Puede presentarse por una ruptura sentimental, una muerte de algún ser querido, o un hecho
que nos consterna. Es necesario para drenar por medio de las lágrimas esos sentimientos que
muchas veces guardamos.
Tiene sus tiempos de aparición, así como de duración, déjalo fluir, pero no permitas que se
adueñe de ti. Todo pasa, la permanencia del dolor trae consigo depresión y enfermedad. Hay
que seguir adelante, seguir viviendo.
Envidia
Es una emoción que nos coloca en un estado de inferioridad, aunque no nos parezca. Nos
muestra que un ser posee una cualidad que nosotros no tenemos, y eso, de inmediato, nos
ubica por debajo del aprecio que normalmente nos tenemos.
Hay que saber canalizarla positivamente luego de reconocerla. ¿Cómo podremos hacer eso?,
simple, comprender que cada uno tiene su especificidad, nadie asume de la misma manera la
vida, nadie tiene los dones desarrollados por igual.
Hay que despegarse de la necesidad de competir, no fuimos creados para andar midiéndonos
con nadie. Fuimos creados para ser, diariamente, la mejor versión de uno mismo. Cuando
entendemos y asumimos eso, la vida nos cambia por entero. Pero ¿cómo enterarse sin haber
sentido envidia?
Tristeza
La tristeza, contrario a lo que muchos creen, nos permite hacer una introspección, mirar hacia
adentro y reconocer en lo que fallamos, lo que nos daña, reconocerlo y dejarlo ir.
Fobia
Una emoción presente en gran parte de la población, cada uno la desarrolla de manera
individual, aunque hay quienes las comparten. Tienen gran carga social, afectiva y vivencial.
Hay quienes aseveran que incluso tienen cierto grado de heredabilidad, tocando el aspecto
genético.
Cuando la fobia se manifiesta, lo hace, en la mayoría de los casos, para protegernos de algo.
Nos muestra que hay una amenaza externa que puede dañarnos. Hay unas muy reptiles,
presentes en la parte más arcaica del cerebro, cómo el temor a la oscuridad, hay otras
producto de las vivencias, más comunes.
Respecto a esto se han creado infinidad de tratados y teorías. Hay quienes afirman, y tienen
pruebas para ello, que si una persona manifiesta una fobia, mientras más se le exponga a
dicho temor, la emoción disminuye hasta unificarse y desaparecer por completo.
Estas emociones nos llevan a movernos, a salir de la zona de confort, a sobrevivir, a mejorar, a
alcanzar a diario esa utopía a la que llamamos perfección dentro de este cuerpo imperfecto.
En nosotros están las herramientas para modular y canalizar la energía que se produce a raíz
de estas emociones, pero si llegamos a sentir que su acción se prolonga y se hace
insostenible, debemos recurrir a especialistas, por nuestro bien.
Desde el principio, mucho antes de la concepción de la historia, las sociedades humanas han
girado en torno a las emociones, sentimientos y estados de ánimo de los individuos que las
conforman. En ellas radica el origen y el fin de civilizaciones enteras, por más avanzadas que
hayan sido.
A pesar de estar siempre presentes, y con base en lo antes expuesto, de seguro viene a ti la
pregunta ¿cómo diferenciamos las emociones, sentimientos y estados de ánimo? Para
hacer todo más fácil, siempre es recomendable ir a la etimología, de origen de cada palabra.
Este vocablo tiene su origen en el latín, proviene de la palabra emotio, derivada a su vez del
verbo emovere. La raíz del verbo es movere, que significa “mover”, mientras que el prefijo e
hace alusión a “de” o “desde”.
En términos generales podemos decir que emoción significa: “moverse desde” o “que se
mueve desde”, “que genera cambios”, “que saca del reposo”.
Se entiende por emoción la reacción instantánea e incontrolable que tenemos a nivel físico y
psíquico al ser afectados por un ente externo. Las emociones son momentáneas, su duración
no suele pasar de escasos minutos.
2) Sentimiento
Este vocablo también tiene su origen en el latín, posee dos raíces: sentiré, que en un principio
solo se le atribuía al sentido “oír” y que posteriormente se asoció a los cinco sentidos; y el
sufijo miento, que alude a instrumento.
Podemos concluir que sentimiento significa: percibir el mundo por medio de los sentidos, o
hacer uso de los sentidos. Acá hay que acotar que el significado es más profundo.
Los sentimientos tienen una subjetividad bien marcada, condicionan el carácter de las
personas. Podemos decir que los sentimientos son la concientización de las emociones.
3) Estados de ánimo
Acá, por tratarse de un concepto compuesto por dos palabras, debemos tratar sus
etimologías por separado:
3.1) Estado: proviene del vocablo latín estatus y este a su vez del verbo estare, que
significa: “Estar parado”, “inmóvil”, “detenido”, entre otras percepciones similares.
3.2) Ánimo: proviene del vocablo griego anemos, que significa viento, que en aquellos
tiempos estaba asociado al alma, a la fuerza vital del ser.
Podemos concluir entonces que los estados de ánimo están asociados a los estados del alma,
a como se encuentra el ser en su interior y cómo este, por supuesto, lo refleja exteriormente.
Los estados de ánimo son derivados directos de los sentimientos, están condicionados por el
entorno y determinan las personalidades de los sujetos. Su durabilidad es más extendida que
la de las emociones y la de los sentimientos.
Tienen una connotación psicológica muy amplia y requieren del estudio minucioso de
especialistas en caso de requerirse cambios conductuales en los individuos, por la directa
afectación que dichos estados tienen sobre las acciones de los seres.
Teniendo claros los orígenes de las palabras emoción, sentimiento y estados de ánimo,
podemos hablar con propiedad del tema y comenzar a ahondar en él.
1) Su duración: esta es una de las diferencias más marcadas, el lapso de tiempo que dura
cada una, resultando las más leves las emociones, seguidas de los sentimientos y teniendo
como los más duraderos los estados de ánimo.
Esta es la manera más simple y directa de explicar estos tres fenómenos que determinan
nuestra vida diaria.
Ahora bien, es bueno tener claro los diferentes tipos de emociones, de sentimientos y de
estados de ánimo:
Tipos de emociones
1) Primarias o básicas: son las respuestas más simples que da nuestro cuerpo a un estímulo.
Entre estas tenemos: sorpresa, miedo, asco, ira y tristeza.
2) Secundarias: son las derivadas directamente de las mencionadas con anterioridad. Por
ejemplo, si algo nos causó miedo, luego de esto podemos sentir desesperación. Este tipo de
emociones están condicionadas por las reglas sociales y el entorno familiar bajo los cuales
crecimos.
3) Positivas: tal y como su nombre lo indica, son las emociones que generan sensaciones
agradables en el individuo. Por ejemplo: alegría o aceptación.
6) Estáticas: este tipo de emociones son interesantes, están relacionadas a las artes. Cuando
un individuo aprecia una canción o una obra de arte, la tristeza o alegría que puede
experimentar es distinta a las que manifiesta normalmente, por el plano en donde las expone,
en este caso el artístico.
7) Sociales: son aquellas sensaciones que se manifiestan si, y solo si, hay otra persona cerca.
Un caso claro es la vergüenza o la pena.
Tipos de sentimientos
Hay muchos, nos enfocaremos en 8 de los más conocidos, 4 positivos y 4 negativos.
Negativos
1) Desesperanza: este tipo de sentimiento lleva a la persona a creer que no hay posibilidades
de salir de un problema. Es uno de los más dañinos si el problema es una enfermedad, pues el
cuerpo responde disminuyendo las defensas llagando a ser mortal.
Positivos
1) Felicidad: es uno de los que más genera satisfacción en los seres. Hay que entender que
está condicionado al entorno y costumbres del individuo.
4) Amor: tiene muchas acepciones y está asociado a muchas interacciones con el entorno. El
más buscado es el de pareja, aunque le sigue en intensidad el consanguíneo.
2) Depresivo: este tipo de estado de ánimo es propio de personas tristes y apagadas. Los
seres que lo manifiestan a la larga sufren de depresión.
5) Eufórico: el individuo que lo posee suele ser muy alegre y contento, además de presentar
cierto grado de superioridad.
Notas finales
Las emociones, sentimientos y estados de ánimo son inherentes en nuestro día a día,
esperamos que puedas mantenerlos en un sano nivel para lograr un acertado disfrute de la
vida.