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Índice
1Epidemiología
o 1.1Incidencia
o 1.2Prevalencia
2Etiología
o 2.1Artrosis primaria
o 2.2Artrosis secundaria
3Factores de riesgo
4Fisiopatología
5Semiología
6Diagnóstico
o 6.1Exámenes complementarios
6.1.1Radiografía
6.1.2Ecografía
6.1.3Resonancia magnética
6.1.4Artrocentesis: Examen del líquido sinovial
o 6.2Diagnóstico diferencial
7Tratamiento
o 7.1Tratamientos no farmacológicos
o 7.2Tratamientos farmacológicos
7.2.1Analgésicos
7.2.2Función condroprotectora
o 7.3Tratamiento quirúrgico
8Prevención
o 8.1Prevención primaria
o 8.2Prevención secundaria
9Pronóstico
o 9.1Rehabilitación
10Véase también
11Referencias
12Enlaces externos
Epidemiología[editar]
La Osteoartrosis (OA), también denominada artrosis, artritis hipertrófica o enfermedad
degenerativa de las articulaciones, es un síndrome articular más frecuente en los seres
humanos. La osteoartrosis no es osteoartritis. Es una condición común afectando alrededor
del mundo a un 25% de los individuos adultos. Se estima que más del 80% de las personas en
la sexta década presenta signos de OA en, al menos, una articulación, siendo más frecuente
en mujeres, especialmente después de la menopausia.34567
Incidencia[editar]
Si bien los datos epidemiológicos a nivel mundial sobre la OA de rodilla son escasos,
el Minsal, según estudios recientes, estima la incidencia de OA sintomática de rodilla en 240
por 100.000 personas/año. Además, el Minsal agrega que la incidencia va en aumento con la
edad, siendo mayor en mujeres que en hombres, especialmente sobre los 50 años de edad.3
Prevalencia[editar]
En Colombia, lo padecen alrededor de 3 millones de personas, y en América Latina la
prevalencia es del 7.3%. Se estima que para el año 2050 por lo menos 700 millones de las
personas en el mundo van a presentarlo. Se estima que el 50% de quienes la padecen son
personas mayores de 60 años y el 80% están entre los 75 y 80 años, pero también se logra
presentar de forma prematura en un 5 - 7% en personas desde los 8 años de edad en
adelante por problemas de artritis, hematológicos, enfermedades genéticas que afectan al
tejido conectivo o secundario a problemas metabólicos, endocrinológicos, mecánicos como las
displasias óseas o a traumas articulares que involucraron perdidas de la sustancia
osteocondral y del cartílago. (El cartílago es un tejido compuesto en gran parte por colágeno
tipo II que amortigua y protege los extremos de los huesos, favoreciendo el movimiento de la
articulación).
Según un reporte hecho a nivel nacional en Chile, un 3.8% de la población adulta padece de
artrosis (auto reporte). La prevalencia de Osteoartritis aumenta progresivamente con la edad,
siendo más frecuente en mujeres.34
Según el Minsal, “la OA de rodillas es la principal causa de deterioro en la movilidad,
especialmente en mujeres… siendo responsable del 2.8% del total de años vividos con
discapacidad”, de acuerdo a estimaciones hechas en el año 1990. La Osteoartritis de rodilla
además presenta síntomas incapacitantes en aproximadamente 10% de la población mayor
de 55 años.35
Etiología[editar]
Según su etiología, se puede diferenciar la artrosis u osteoartrosis (OA) en primaria, o
idiopática, y en secundaria.
Artrosis primaria[editar]
La artrosis primaria posee una etiología inespecífica, ya que es multifactorial. La artrosis
primaria se puede subclasificar en localizada o generalizada, dependiendo de la manera en la
que se manifieste la patología. La artrosis primaria localizada será aquella que afecte a solo
una articulación y es común en articulaciones de manos, pies, rodilla, cadera y columna. Es
menos frecuente, pero no improbable, que afecte a las articulaciones del hombro,
temporomandibular, sacroiliaca, tobillo y muñeca. En cambio, la artrosis primaria generalizada
será aquella que afecte a dos o más sitios articulares.2
Artrosis secundaria[editar]
La artrosis secundaria se da por condiciones específicas que pueden directamente provocar la
patología o ser un factor de riesgo importante para su aparición.8 Estas condiciones pueden
ser:
Trauma
Desórdenes congénitos o del desarrollo
Condrocalcinosis
Desórdenes óseos y articulares tales como osteonecrosis, artritis reumatoide, gota o
enfermedad de Paget
Otras enfermedades tales como diabetes mellitus, acromegalia, hipotiroidismo, artropatía
neuropática y congelamiento
El inicio específico de la artrosis aún no está bastante claro, pero se sabe que existe una
influencia de factores locales, sistémicos, genéticos y ambientales. Experimentalmente se ha
comprobado que un aumento de la presión realizada sobre el cartílago articular genera
alteraciones en la matriz extracelular del mismo, lo cual explica en parte la alta incidencia de la
artrosis de rodilla en personas obesas. Con los años, los ligamentos alrededor de la
articulación se vuelven más laxos, provocando inestabilidad y heridas, y la fuerza disminuye
gradualmente. Esto finalmente contribuye a una distribución anormal de la presión sobre el
cartílago, generando así un estrés que desencadena la patología.
La artrosis también puede ser gatillada por cambios en la estructura del hueso subcondral
(aquel que se encuentra por debajo del cartílago articular). Si la articulación se ve afectada
repetidamente por microtraumas, los cuales pueden provocar microfracturas en el hueso
subcondral. El hueso puede modificar la calidad biomecánica del cartílago que se encuentre
alrededor de las zonas de fractura. Estos cambios del cartílago pueden generar en el hueso la
síntesis de factores de crecimiento, los cuales pueden resultar en la producción de osteofitos u
osteoesclerosis.
Estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de la artrosis en mujeres postmenopáusicas
sugieren que uno o más factores hormonales están involucrados en el inicio de la patología.
Los condrocitos poseen receptores de membrana para estrógenos, y la estimulación de estos
receptores activa la síntesis de factores de crecimiento. Después de la menopausia, los
niveles de estrógeno plasmático disminuyen notoriamente. Esto provoca que disminuya la
síntesis de factores de crecimiento por parte de los condrocitos. Esta teoría sigue siendo
estudiada, particularmente en los casos de artrosis de rodilla y mano, ya que son los sitios con
mayor prevalencia a ser afectados en la población.1
Factores de riesgo[editar]
Antes se pensaba que la artrosis era una consecuencia normal del envejecimiento, por lo que
se le consideró como una patología que provocaba la degeneración articular. Hoy en día, se
sabe que la artrosis surge como una suma de distintos y múltiples factores. Estos factores de
riesgo surgen sobre la base de estudios epidemiológicos y son:
Fisiopatología[editar]
Semiología[editar]
La Osteoartrosis (OA) es un síndrome articular más frecuente en los seres humanos. Es
además una enfermedad focal de las articulaciones ya que, a diferencia de las artropatías
inflamatorias, no siempre afectan a la articulación completa y puede afectar o involucrar
procesos metabólicos severos. Por ejemplo, en la rodilla las partes más afectadas son los
compartimentos tibiofemoral medial y patelofemoral lateral46
Las manifestaciones de la Osteoartrosis de rodilla son variadas y dependen del grado de
compromiso, sin embargo, ciertos autores coinciden en que la OA se caracteriza por una
limitación de los movimientos articulares; rigidez posterior a un período de inactividad,
especialmente en la mañana, la cual desaparece alrededor de 30 minutos después de
movilizar la articulación; crepitación articular; esclerosis ósea subcondral; formación de
protuberancias óseas u osteofitos marginales; inestabilidad articular; presencia de edema y;
dolor articular, especialmente después del ejercicio. Puede presentarse además deformidad
en valgo o varo de una o ambas rodillas, aunque esta sería un fenómeno tardío dentro de la
historia natural de la enfermedad.36710
Adicionalmente, se ha dicho que la OA de rodilla se caracteriza por una disminución del
espacio articular fémorotibial medial, lateral o ambos y, en los casos más avanzados pueden
existir quiste subcondrales y mal alineamiento secundario.3
Diagnóstico[editar]
El diagnóstico de osteoartrosis de rodilla es complicado por diversos factores, siendo alguno
de éstos las discordancias que pueden existir entre síntomas expresados por el paciente y el
estudio radiológico. Para poder sobrellevar estas dificultades, se han estandarizado en
distintos países la definición, la clasificación y el diagnóstico de esta patología.8 En Chile, al
ser una patología GES, la estandarización es acabada y es como se muestra a continuación.
Se sospecha osteoartrosis o artrosis de rodilla, en todo paciente mayor de cincuenta años que
sienta dolores persistentes en la rodilla hace más de treinta días, que aumentan con la
actividad física (cargar peso, subir o bajar escaleras) y que disminuyen con reposo. Otros
elementos que permiten establecer una sospecha de diagnóstico de artrosis de rodilla son:
Mayor de 50 años.
Rigidez matinal de menos de 30 minutos.
Crepitaciones óseas.
Sensibilidad ósea (dolor a la palpación de los márgenes articulares).
Engrosamiento óseo de la rodilla.
Sin aumento de temperatura local al tocar.
(Criterios del Colegio Americano de Reumatología)
Si se utilizan elementos clínicos complementados con una radiografía basta con que ésta
presente osteofítos, es decir que presente crecimiento excesivo de tejido óseo alrededor o
dentro de la articulación en cuestión y que se presente al menos uno de los criterios
siguientes:
Ésta técnica en particular, se presenta como la técnica con mayor sensibilidad y especificidad
en artrosis dado que muestra los tejidos blandos como el cartílago tanto como los tejidos
óseos. Permite detectar cambios degenerativos precoces y complicaciones periarticulares y
óseas, como la presencia de osteofitos, el adelgazamiento del cartílago hialino y edema
subcondral, siendo particularmente útil cuando no hay certeza diagnóstica. Desgraciadamente,
en el sector público no es muy utilizada debido a su alto costo y poca accesibilidad.8
Artrocentesis: Examen del líquido sinovial[editar]
Finalmente, si el paciente presenta un aumento del líquido sinovial de la rodilla, se recomienda
tomar una muestra de éste para su análisis, es decir se lleva a cabo una Artrocentesis. En el
caso de una osteoartritis, el líquido sinovial debiese ser claro, transparente o de un leve tinte
amarillento, con una filancia normal de 3 cm, pudiendo haber presencia de sales cristalinas.3
Diagnóstico diferencial[editar]
Debido a una sintomatología similar a la artrosis ésta puede ser confundida en su diagnóstico
con otras patologías, entre éstas encontramos la enfermedad por deposición de cristales de
pirofosfato de calcio, la artritis reumatoidea y la artritis séptica.3
La enfermedad por deposición de cristales de pirofosfato de calcio o condrocalcinosis, debilita
el cartílago por la deposición de este tipo de cristales en él, facilitando así un mayor desgaste
en este último.
Por otro lado la artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune, lo que quiere decir que
en este caso es el sistema inmunitario que ataca al tejido sano por error, en este caso al tejido
cartilaginoso.
Finalmente, cuando hablamos de artritis séptica, hablamos de una artritis causada por
microorganimos, ya sean bacterias o virus, lo que determinará la clasificación propia de esta
patología.8
Siendo estas patologías comúnmente más graves que la osteoartritis, el diagnóstico de esta
última es un diagnóstico de descarte, es por esto que según la guía GES si un paciente
presenta alguno de los hechos a continuación hay que pensar de antemano en un diagnóstico
diferente al de artrosis de rodilla:
Fiebre o calofríos
Enrojecimiento
Calor local
Grandes derrames
Bloqueo o inestabilidad articular
Parestesias o paresias de la extremidad
De la misma manera, cuando el paciente no cumpla con todos los criterios clínicos de
osteoartristis, o que luego de 4 a 6 semanas de manejo terapéutico inicial no se hayan
obtenido mejoras de los síntomas, entonces también hay que pensar en un diagnóstico
diferencial a la artrosis de rodilla.3
Tratamiento[editar]
Se debe enfocar su tratamiento a un manejo interdisciplinario encabezado por médicos
especialistas en ortopedia y traumatología preferiblemente sub-especialistas en cirugías
reconstructivas y del reemplazo articular de la cadera y la rodilla, ya que estas articulaciones
son las más involucradas estadísticamente y afectadas por el síndrome artrosico asociadas a
que los mismos las valoran y tratan desde un manejo médico no farmacológico o
farmacológico hasta un manejo quirúrgico con cirugías o procedimientos mínimamente
invasivos. Asociado deben estar involucrados en su manejo; médicos especialistas clínicos
como los reumatólogos en casos que involucren procesos inmunoreumatologicos, fisiatras o
médicos rehabilitadores.
Se recomienda considerar como respuesta terapéutica mínima, el que los pacientes logren un
alivio de al menos un 20% del dolor y mejoría en 1 categoría funcional respecto de su
situación previa al inicio del tratamiento. Si luego de 4 a 6 semanas de tratamiento bien
realizado los objetivos de tratamiento no se logran, el paciente debería ser revaluado por el
médico tratante para considerar opciones terapéuticas alternativas.3
Tratamientos no farmacológicos[editar]
Programa de Ejercicios
De acuerdo a los resultados de diferentes estudios, los ejercicios de fortalecimiento muscular
de las extremidades inferiores tendrían beneficios en disminuir el dolor al pararse y estado
funcional general, así como la disminución del dolor al caminar o al subir escalas y la rigidez
de la. Sin embargo, se aconseja que estos sean realizados según la tolerancia del paciente de
forma progresiva y gradual.3
Todo paciente con OA de rodillas o caderas debiera realizar un programa de ejercicio para
mejorar la condición de la musculatura de las extremidades inferiores. Dicho programa de
ejercicio puede ser realizado de manera individual o grupal, tales como ejercicios aeróbicos
como los acuáticos o de paseo durante 30-60 minutos diarios. Estos ejercicios son más
beneficiosos al tratamiento de artrosis de rodilla ya que presentan una menor tasa de
abandono frente a las rutinas de ejercicios más intensas, al adaptarse a las capacidades de
cada persona y al implicar un menor esfuerzo.
También la potenciación muscular de los cuádriceps mediante ejercicios isométricos (no
implican movimientos de las articulaciones, acortamientos o alargamientos de un músculo
permaneciendo estáticos pero generando tensión) o isotónicos (implican movimientos de
articulaciones y el acortamiento y alargamiento de un músculo), se asocian a una mejoría
significativa en la fuerza del músculo así como una disminución en el dolor de la rodilla y una
mejoría de la función.3
Baja de peso
La obesidad es el mayor factor de riesgo para el desarrollo y progresión de la artrosis de
rodilla. Existe evidencia que la reducción de peso disminuye el riesgo de desarrollar OA.
Además hay estudios que demuestran que pacientes con OA de rodillas y que tengan
sobrepeso o sean obesos, una reducción de peso de a lo menos un 5%, especialmente si se
asocia a ejercicio moderado, mejora significativamente el dolor y la funcionalidad.
A todo paciente con sobrepeso u obeso se le debe recomendar una baja de peso de a lo
menos 5%, lo cual puede ser logrado, entre otros, por una re educación alimentaria, así como
ejercicio adecuado a su condición.3
Ortesis
Se definen como apoyo u otro dispositivo externo (aparato) aplicado al cuerpo para modificar
los aspectos funcionales o estructurales del sistema neuromusculoesquelético tales como
férulas, zapatos con suelas viscoelásticas que absorban el shock o plantillas de descarga que
corrijan las anormalidades biomecánicas en una rodilla. Por ejemplo el uso apropiado de un
bastón, en la mano contralateral a la rodilla afectada reduce las fuerzas de carga en la
articulación y se asocia con una disminución del dolor y una mejora de la función.3
En pacientes con OA de rodilla de compromiso predominante del compartimiento medial, el
uso de ortesis en valgo alivia significativamente el dolor y mejora la función. Si bien este
aspecto cuenta con evidencia que avalaría su uso, ello no es una práctica extendida,
posiblemente por la baja adherencia al tratamiento y los costos asociados.3
El uso de calor en infrarrojos, ultrasonido, microondas, diatermia o parafina liquida ayuda
también al alivio del dolor del paciente. En fase aguda de la artrosis de rodilla se recomienda
sin embargo, el frío en forma de analgésico de uso tópico.3
Tratamientos farmacológicos[editar]
Analgésicos[editar]
No se ha demostrado que exista uno mejor que el otro para el control sintomático, pero en
grado de toxicidad el Ibuprofeno en bajas dosis sería el menos dañino, luego vendrían
el Naproxeno y Diclofenaco y los con mayor nivel de toxicidad serían
los Piroxicam, Ketorolaco, Ketoprofeno y Tolmetín. Estos deben usarse a la menor dosis
efectiva posible evitando los efectos colaterales.
Los AINEs sin embargo, serían utilizados solo en caso de que el paracetamol no presentara
una modificación consistente en el alivio del dolor del paciente.
Finalizando con los medicamentos analgésicos de vía oral, en Chile se utilizan 2
analgésicos opioides que pueden ser usados por vía oral: Codeína y Tramadol. Si bien la
evidencia que avala su uso en OA de rodillas es escasa, existen varios EnCAs (Ensayos
Clínicos) que demuestran la utilidad de la adición de este tipo de fármacos a los analgésicos o
AINEs en pacientes con OA de rodilla.
Aquellos pacientes que tengan contraindicaciones para el uso de AINEs o el médico de
atención primaria considere que existe un alto riego de eventos adversos (antecedentes
de úlcera péptica o sangrado digestivo en el último año, hipertensión arterial mal
controlada, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, entre otros), deberán ser derivados al
reumatólogo para definir la terapia a considerar.
En pacientes que tengan alto riesgo de daño gastrointestinal y requieran de un AINE, en los
que además no existan factores de riesgo cardiovascular importantes (como por
ejemplo HTA, ICC, depleción de volumen, daño renal, etc), pudiera usarse de manera
alternativa un COXIB (de nombre comercial CELEBRA) o bien la asociación de un AINE
tradicional junto con omeprazol o fármacos similares.3
Terapia intra-articular
Si el paciente no responde a las terapias orales y persiste con dolor y/o tiene aumento de
volumen articular de la rodilla, deberá ser derivado al especialista para considerar el uso de
terapia intra articular. Existe evidencia que avala la utilidad de los corticoides intra articulares
en episodios de dolor articular agudo, especialmente si se acompañan de derrame articular.
La duración del efecto es relativamente corta, es decir de 16 a 24 semanas, siendo realizado
el procedimiento por un médico reumatólogo.
Respecto de la seguridad de los corticoides intra articulares, existe un EnCA que demostró
que las infiltraciones realizadas hasta cada 3 meses durante el período de 2 años, no
provocarían daño articular.3
La viscosuplementación
Es una técnica que consiste en la inyección intra articular de ácido hialurónico o un símil, de
alto peso molecular. Permitiría mejorar las funciones biomecánicas del líquido sinovial,
disminuir la liberación de enzimas proinflamatorias y de neuropéptidos productores de dolor.
Los estudios clínicos muestran un beneficio significativo, pero moderado, en la OA de rodilla,
con una duración de hasta seis meses. El procedimiento requiere de 3 a 5 inyecciones
separadas por una semana, con posibles efectos de necrosis de tejidos si cae fuera de la
articulación, por lo que debe ser realizada por un especialista.3
Lavado articular
Se aplica a pacientes con artrosis evolucionada y sintomática que no han respondido a los
tratamientos farmacológicos y no farmacológicos o que rehúsen el tratamiento quirúrgico. Es
poco agresivo y evita la polimedicación del paciente, presentando una mejoría sintomática de
6 meses
Los lavados articulares se realizan con suero fisiológico pudiendo hacerse de manera
ambulatoria bajo anestesia local consiguiendo la distensión articular transitoria, liberando
potenciales adhesiones articulares, contribuyendo a la retirada de detritus, citoquina
inflamatorias y microcristales.14
Tratamiento quirúrgico[editar]
Indicada fundamentalmente en pacientes con artrosis sintomática severa cuyo dolor no ha
respondido al tratamiento médico y que las limitaciones de su vida diaria aumentan.14
Osteotomía
Consiste en la práctica de cortes en la tibia o el fémur, de forma que el cirujano puede efectuar
cambios en su posición.3
Esta puede ser valguizante de tibia proximal si es que la afectación es unicompartimental e
interna, o femoral supracondilea de apertura si es que la afectación es del compartimento
externo. Con estos procedimientos se consigue realinear el eje del miembro para lograr la
redistribución de cargas desde el compartimiento más afectado hacia el normal o menos
afectado, con lo cual disminuye el dolor y mejora la función.15
Se indica en pacientes jóvenes menores de 60 años con desalineación varo-valgo inferior a
20°, estadios evolutivos radiológicos iniciales, con flexión mínima de 90° y ausencia de
subluxación de espinas tibiales o bostezo articular importante. Proporciona alivio sintomático y
previene la progresión de la enfermedad.14
Artrodesis
La artrodesis de rodilla es un procedimiento que fusiona el hueso del muslo con el hueso de la
pierna en la rodilla. Es posible que sea necesario fijar los huesos unidos con placas y tornillos.
Este método de soporte se denomina “fijación interna”, y proporciona sostén mientras los
huesos se fusionan. Esta medida es la más extrema ya que después de esta, no se puede
volver a flexionar la rodilla.16
Prevención[editar]
Prevención primaria[editar]
De acuerdo a la información existente, sería recomendable llevar una dieta sana y equilibrada
evitando el sobrepeso y la obesidad, así como estimular hábitos de vida sana que incluyan el
ejercicio regular de acuerdo a la edad y el estado físico de cada persona.
Se sabe que la obesidad es el primer factor de riesgo para desarrollar artrosis de rodilla, ya
que el peso extra que soporta la articulación, acelera el desgaste del cartílago articular
aumentando así el dolor del paciente, por ende, esta también es la primera manera de
combatirla. También cabe decir que limitar los esfuerzos físicos intensos tales como cargar
objetos pesados o ejercer fuerzas mal empleadas reduce el desarrollo de esta enfermedad.
Por otro lado, el ejercicio fortalece los músculos que soportan la articulación de la rodilla,
aunque evitando los deportes de contacto tales como el básquetbol o el fútbol, ya que son un
factor importante de desarrollo de la artrosis de rodilla por el debilitamiento de los meniscos.
En la población de 65 años y más, es recomendable aplicar el Examen Funcional del Adulto
Mayor (EFAM) una vez al año, ya que este instrumento es predictor de pérdida de
funcionalidad, y por ende evalúa la funcionalidad de las extremidades inferiores.
Prevención secundaria[editar]
En caso de padecer ya la enfermedad, se deben evitar los movimientos que producen dolor,
ya sea utilizando preferentemente otras articulaciones o limitando el uso de las enfermas, sin
embargo, hay que evitar mantenerlas inmóviles.
Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental tanto para mantener la
movilidad como para fortalecer los músculos y así evitar que la articulación quede inactiva.
Este ejercicio debe ser suave y que no provoque dolor. Si es excesivo, ya sea en tiempo,
esfuerzo o intensidad, será perjudicial para la salud y el desarrollo de la enfermedad.
El uso de bastones o muletas y reducir el esfuerzo de las articulaciones enfermas, es una
forma de evitar el dolor y la degeneración de la enfermedad.
Los hábitos posturales son también un tema importante de mencionar ya que, el paciente
debe dormir sobre un colchón plano y evitar sentarse en sillones hundidos. En cuanto a las
sillas, deben tener el respaldo recto, donde las caderas y rodillas mantengan una posición
natural y los pies estén en contacto con el suelo, de esta manera, las articulaciones se
mantendrán en una posición correcta, sin ser forzadas en otros sentidos.
El frío o el calor (en forma localizada, en ambos casos) pueden, respectivamente, aliviar
temporalmente el dolor y la sensación de rigidez articular.
Pronóstico[editar]
La artrosis de rodilla es una enfermedad que no es mortal sin embargo puede llegar a
provocar invalidez en condiciones muy avanzadas o en pacientes que tienen tratamientos
contraindicados por enfermedades previas.17
Rehabilitación[editar]
Se realiza evaluación kinésica funcional. Se elabora un plan de intervención individual o
grupal. Una vez que el paciente ha controlado el dolor y ha recuperado funcionalidad, se
orientará a grupos de ejercicios de la comunidad conducidos por monitores formados, bajo la
supervisión del kinesiólogo.3
Véase también[editar]
Ortopedia y Traumatología
Reumatología
Artrosis
Rehabilitación
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c Berenbaum F. Ostheoarthritis, B. Pathology and Pathogenesis. In: Klippel J.
Primer on the Rheumatic Diseases. 13.ª ed. New York: Springer; 2008. p. 229.
2. ↑ Saltar a:a b Dieppe P. Ostheoarthritis: Clinical features and diagnosis problems. In: Klippel J.y
Dieppe P. Rheumatology. London: Mosby-Year Book Europe Limited; 1994. p. 4.5.
3. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac Minsal. Guía Clínica 2009 Tratamiento
Médico en Personas de 55 años y más con Artrosis de Cadera y/o Rodilla, Leve o Moderada.
Santiago: Minsal, 2009.
4. ↑ Saltar a:a b c d e f g Klippel J. Primer on the Rheumatic Diseases. 13.ª ed. Springer, editor.
Nueva York, Estados Unidos 2008.
5. ↑ Saltar a:a b Torres R. Escala de puntuación para evaluar la osteoartritis de la rodilla. Cirugía y
Cirujanos. Volumen 74, No. 5, septiembre-octubre 2006.
6. ↑ Saltar a:a b c Méndez C., Camargo C. Patología Humana Básica Aplicada a Rehabilitación. 1.ª
ed. Bogotá, Colombia 2002.
7. ↑ Saltar a:a b c García-Palmieri M. Osteoartritis. Lo que debes saber sobre tu salud. Editorial de
la Universidad de Puerto Rico. San Juan, Puerto Rico 2000.
8. ↑ Saltar a:a b c d Kalunian K. Diagnosis and classification of osteoarthritis. UpToDate [Revista en
internet] 2013 [Consultado 7 de noviembre de 2014] Disponible
en: http://www.uptodate.com/contents/diagnosis-and-classification-of-ostheoarthritis
9. ↑ Kalunian K. Risk factors for and posible causes of osteoarthritis. UpToDate [Revista en
internet] 2013 [Consultado 7 de noviembre de 2014] Disponible
en: http://www.uptodate.com/contents/risk-factors-for-and-possible-causes-of-osteoarthritis
10. ↑ Zapata C. Síndromes dolorosos en extremidades inferiores. Rehabilitación en salud. 2.ª ed.
Editorial Universidad de Antioquia. Antioquia, Colombia 2008.
11. ↑ Bernard Pineda, Miguel. Actualización en Artrosis. Madrid: Sanidad y Ediciones, S.L.; 2007.
12. ↑ Alonso A et al. Enciclopedia de la Sociedad Española de Reumatología, España.
13. ↑ Morgado I, Pérez AC, Moguel M, Pérez-Bustamante FJ, Torres LM. Guide for the clinical
management of osteoarthritis of the hip and the knee. Rev. Soc. Esp. Dolor 2005; 12: 289-302.
14. ↑ Saltar a:a b c d Sadler T. Embriología Médica con orientación clínica. 9th ed. Panamericana M,
editor. Buenos Aires2005.
15. ↑ Maciel MM, Moreira JF, Lugo RD, Terraes AR. Osteotomía valguizante: resultados y
comparaciones. Revista de Postgrado de la VIa Cátedra de Medicina N° 142. Feb 2005;142:32-
35
16. ↑ Jubinville M. Knee Arthrodesis with Internal Fixation.
17. ↑ Ballesteros F. Evaluación de discapacidad en artritis reumatoide y en artrosis según DL N
3.500. Sección reumatología, Hospital clínico San Borja- Arriarán.