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EL SISMO ELECTORAL DE 2009

COLECCIÓN CIENCIAS SOCIALES E HISTORIA


mauricio morales / patricio navia (editores)

EL SISMO ELECTORAL DE 2009


cambio y continuidad en las preferencias
políticas de los chilenos

EL SISMO ELECTORAL DE 2009

© Mauricio Morales y Patricio Navia (editores), 2010


© Ediciones Universidad Diego Portales, 2010

Primera edición: noviembre de 2010


ISBN 978-956-314-109-2

Universidad Diego Portales


Dirección de Extensión y Publicaciones
Av. Manuel Rodríguez Sur 415
Teléfono: (56 2) 676 2000
Santiago – Chile
www.udp.cl (Ediciones UDP)

Diseño: Felicidad
Fotografía de portada: XXXXXXXXXXXXX

Impreso en Chile por Salesianos Impresores S. A.


Índice

Prólogo
El sismo electoral de 2009 ......................................................................... 9
Mauricio Morales / Patricio Navia

Capítulo 1
La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo ................................ 57
Mauricio Morales / María José Sánchez

Capítulo 2
Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones ......................... 79
de su derrota
Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló

Capítulo 3
Marco Enríquez-Ominami: el candidato independiente ............................ 99
Rodrigo Osorio / Martín Schuster

Capítulo 4
¿Quién vota por la izquierda? La intención de voto y el desempeño
electoral de Jorge Arrate ............................................................................ 123
Carolina Garrido

Capítulo 5
Concertación de Partidos por la Democracia: razones de su éxito
y factores de su derrota ............................................................................. 145
Gonzalo Contreras

Capítulo 6
De vuelta al Congreso: el Partido Comunista y sus tres escaños ................. 165
Javiera Campos / Carlos Cantillana / Antonio Poveda

Capítulo 7
Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados ................................... 183
Kenneth Bunker

Capítulo 8
Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor
por un independiente ............................................................................... 201
Daniela Oliva
Capítulo 9 Prólogo
Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes,
1989-2009 ............................................................................................... 219
Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga
El sismo electoral de 2009
Capítulo 10
Mauricio Morales / Patricio Navia
Los partidos no, pero los candidatos sí ...................................................... 245
Fernando Rubilar

Sobre los autores ............................................................................................. 265

Independientemente de quién resultara ganador, las elecciones presiden-


ciales del 13 de diciembre de 2009 y la segunda vuelta del 17 de enero de
2010 estaban destinadas a pasar a la historia por otras buenas razones. En
primer lugar, los chilenos escogerían al presidente que habría de liderar las ce-
lebraciones del bicentenario nacional el 18 de septiembre. La quinta elección
presidencial consecutiva desde el retorno de la democracia en 1990 también
pondría a prueba el predominio electoral ejercido por la centroizquierdista
coalición Concertación de Partidos por la Democracia, que había gobernado
ininterrumpidamente desde el fin de la dictadura militar de Augusto Pino-
chet. Si la Concertación lograba una nueva victoria presidencial, se convertiría
en la coalición que más tiempo hubiera permanecido democráticamente en el
poder en América Latina. La contienda electoral de diciembre de 2009 tam-
bién marcaba el fin del periodo presidencial de Michelle Bachelet, la primera
mujer en llegar a la presidencia en la historia de Chile. Además, sería la elec-
ción con participación más baja, respecto al total de chilenos en edad de votar,
desde 1970. Todos esos elementos se combinaban para hacer de los comicios
presidenciales de diciembre y enero –y legislativos de diciembre de 2009– una
ocasión memorable que sería objeto de estudio privilegiado por muchos años.
Pero los eventos políticos que se comenzaron a suceder en los meses ante-
riores a la elección añadieron intensidad e incertidumbre al proceso democrá-
tico y lo dotaron de elementos adicionales que ponían a prueba algunas de las
creencias más ampliamente aceptadas sobre el sistema político chileno, sobre
las preferencias electorales de sus ciudadanos y sobre la evolución de su demo-
cracia. La forma en que la gobernante Concertación escogió a su candidato
presidencial, la arriesgada apuesta de la oposición derechista –que buscó de-
rrotar a la Concertación con una campaña que se asemejaba enormemente a la
estrategia que inicialmente acompañó la llegada de ese conglomerado al poder

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en 1988-1989–, la aparición de un candidato presidencial independiente que contribuciones de los diez capítulos que componen este libro, producido por
alteró el tradicional liderazgo electoral de la coalición centroizquierdista y la miembros del equipo de investigadores del Observatorio Electoral de la Uni-
impresionante popularidad de la mandataria saliente –que, presumiblemente, versidad Diego Portales.
redundaría en votos para el candidato de la Concertación– tempranamente
convirtieron la elección de 2009 en una contienda que se diferenciaría de las 1. ¿Qué determina las preferencias y el comportamiento electoral
anteriores elecciones llevadas a cabo en el Chile post Pinochet. de los chilenos?
Los resultados tanto de la primera como de la segunda vuelta convirtieron La abundante literatura que busca dar cuenta del comportamiento electoral
esta ya acontecida elección en un verdadero sismo electoral que redefinió el de los ciudadanos en las democracias del mundo puede ser ordenada en tres
mapa electoral nacional y evidenció algunos cambios notables en el genoma grandes categorías de explicaciones (Lau y Redlawsk, 2006; Navia, Briceño y
electoral del país. La victoria del candidato presidencial del pacto derechista, Morales, 2009). Asociadas con variables de largo, mediano y corto plazo, las
Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, terminó con veinte años de do- llamadas escuelas de Columbia, Michigan y Rochester enfatizan distintos ele-
minio electoral de la coalición centroizquierdista. La alta popularidad de la mentos que contribuyen a la formación de las preferencias y predisposiciones
presidenta y del gobierno saliente y la determinación oficial de comprometer- políticas de la gente y a su expresión en opciones electorales.
se de lleno con la candidatura presidencial oficialista resultaron insuficientes Enfatizando elementos de largo plazo, la Escuela de Columbia tiende a aso-
para evitar el evidente fracaso de la campaña del candidato concertacionista, ciar las preferencias políticas de las personas y su expresión electoral a elemen-
el ex presidente y senador democratacristiano Eduardo Frei. Finalmente, la tos relativamente inmutables en el tiempo y que, por lo tanto, inducen a una
exitosa irrupción del candidato independiente, el diputado Marco Enríquez- alta estabilidad en los resultados electorales que se observan en democracia.
Ominami, que hasta meses antes había sido militante del Partido Socialista La Escuela de Columbia sugiere que variables de largo plazo, como la religión,
y cuyo 20% en la primera vuelta lo convirtió en el independiente más exi- clase o etnia de las personas, son un determinante poderoso de sus preferen-
toso en elecciones presidenciales desde el retorno de la democracia en 1990, cias, o al menos de sus predisposiciones políticas. La gente define temprana-
también hizo de la contienda un proceso sin precedentes en la historia de la mente su ideología a partir de clivajes sociales profundos que existen en la so-
democracia actual del país. Si bien la victoria de Piñera hubiera sido suficiente ciedad y que permanecen en el tiempo. Las divisiones geográficas o religiosas
para convertir la elección de 2009-2010 en un respetable remezón electoral, de un país se traducirían en clivajes políticos que marcan tanto la formación
la sumatoria de todas estas variables hizo de esta elección un verdadero sismo y alineamiento de los partidos políticos como también de las preferencias de
electoral cuyas secuelas todavía no se conocen del todo y cuyas réplicas se se- los ciudadanos (Lau y Redlawsk, 2006; Dalton y Klingemann, 2007). En el
guirán sintiendo en la política chilena en los próximos años. caso de Chile, por ejemplo, la condición histórica de zona minera del norte
Los capítulos de este libro abordan algunos de los principales elementos del país induciría a los habitantes de dichas regiones a desarrollar preferencias
que explican los resultados de la elección presidencial a dos vueltas de diciem- electorales afines a partidos de izquierda. La izquierda es fuerte en el norte mi-
bre de 2009 y enero de 2010. Pero, antes de eso, en esta introducción damos nero, así como la derecha es fuerte en las zonas tradicionalmente agrícolas del
cuenta de las condiciones históricas y políticas que existían en Chile y que en sur del país, por las condiciones económicas y sociales que explican la forma
cierto modo establecieron las circunstancias iniciales en las que se produjo la en que ambas regiones se poblaron y se han desarrollado.
campaña. Ya que las contribuciones de este libro analizan tanto las variables Si bien las explicaciones asociadas con el modelo de Columbia histórica-
de largo, mediano y corto plazo que pudieron haber incidido en el resultado mente han sido más populares para explicar el alineamiento político en so-
del 13 de diciembre de 2009 y del 17 de enero de 2010, primero nos abo- ciedades con diversidad religiosa y étnica, la literatura que analiza el sistema
camos a una sucinta revisión de las principales teorías que explican las prefe- de partidos políticos en Chile también ha realizado contribuciones valiosas y
rencias y el comportamiento de los electores. Luego, analizamos el contexto profundamente influyentes usando teorías que suponen clivajes políticos pro-
histórico y político en que se produjo la elección presidencial, destacando las fundos y estables que permanecen inmutables en el tiempo aun cuando el país
continuidades y los cambios respecto a los procesos electorales anteriores en ha experimentado cambios sociales y económicos considerables (Gil, 1969;
el periodo post 1989. Finalizamos este texto introductorio resumiendo las Valenzuela y Valenzuela, 1976; Cruz Coke, 1984; Garretón, 1989; Huneeus,

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2003). De hecho, parece tradicional que los chilenos se sientan cómodos ali- diatos que perduran después en el tiempo. Por ejemplo, en el caso de Chile,
neándose políticamente en torno a tercios. Los tradicionales tercios –a menu- el plebiscito de 1988, que dividió al electorado en relación con la dictadura
do identificados de forma redundante como “tres tercios”– en que se ordenan de Pinochet, se puede entender como un proceso de socialización rápido y
los partidos y los votantes chilenos han sido exitosamente utilizados para ex- perdurable en el tiempo (Tironi y Agüero, 1999; Torcal y Mainwaring, 2003).
plicar el sistema político desde que se instauró el sufragio universal y entró en Lo que algunos cientistas sociales han dado en llamar el clivaje autoritarismo-
vigencia la Constitución de 1925. Ya sea para explicar por qué se produjo la democracia se ha convertido en un poderoso factor explicativo de las prefe-
victoria del candidato presidencial del Partido Radical –y del Frente Popular– rencias de los electores en Chile y también en el ordenamiento del sistema
Pedro Aguirre Cerda en 1938 o de presidentes posteriores (Moulian y Torres de partidos. Así, por ejemplo, los partidos que se opusieron a la dictadura de
Dujisin, 1988; Urzúa Valenzuela, 1992; Soto y San Francisco, 2005), o bien Pinochet –aquellos que la Escuela de Columbia definiría como partidos de iz-
para dar cuenta de por qué la Concertación fue la coalición predominante en quierda y de centro– se mantendrían unidos en tanto el clivaje autoritarismo-
la política chilena en los veinte primeros años del periodo democrático actual democracia redefinió, al menos temporalmente, el ordenamiento del sistema
(Tironi y Agüero, 1999; Valenzuela, 1999), la teoría de que el país se divide de partidos en Chile (ver discusión más detallada en Valenzuela, 1999).
en tercios de derecha, centro e izquierda sigue siendo la más popular –y di- En tercer lugar está la llamada Escuela de Rochester, regularmente denomi-
fundida– explicación utilizada por historiadores, cientistas sociales y medios nada también como Escuela del Votante Racional. Este modelo tiende a poner
de comunicación. un mayor énfasis en variables de corto plazo y sus aplicaciones más conocidas
Una segunda escuela de pensamiento enfatiza variables de mediano plazo utilizan indicadores económicos como predictores del voto. De hecho, las
para dar cuenta del comportamiento electoral de las personas y, en especial, de condiciones económicas serían las responsables de que se gatillen determi-
los cambios que ocasionalmente se producen en el realineamiento político en nadas predisposiciones políticas. Así, aunque la gente pudiera efectivamente
un país. La llamada Escuela de Michigan, inspirada por los estudios de soció- estar genéticamente –o a través de procesos de socialización– inclinada a sim-
logos y cientistas políticos estadounidenses en la década de los 60 (Campbell patizar con alguna alternativa política, serían las variables económicas –como
et al., 1960), enfatizó elementos de socialización política de mediano plazo. el empleo, la inflación, el crecimiento económico o incluso la percepción so-
Esto es, más que la condición racial de las personas, la forma en que se produ- bre la delincuencia o los valores morales– los que cargarían la balanza en su
ce la socialización política es la que sería determinante para que las personas apreciación sobre el desempeño del gobierno saliente e, indirectamente, su
voten de la forma en que lo hacen (Lau y Redlawsk 2006; Dalton y Klinge- decisión de voto en las próximas elecciones. La Escuela de Rochester tiende
mann 2007; Jennings 2007). Así, la educación y la religión se convierten en a poner especial atención en variables económicas de corto plazo, como la
elementos que inducen determinadas predisposiciones políticas en las perso- inflación o el desempleo. Estudios recientes han intentado evaluar el impacto
nas. La gente puede efectivamente heredar su religión o condición de clase, de variables de corto plazo en los resultados de elecciones en Chile con relativo
pero sus predisposiciones y preferencias políticas se determinan a partir de la éxito (Cerda y Vergara, 2007; Cerda y Vergara, 2008; Izquierdo, Morales y
socialización y no como una especie de transmisión genética. Una mujer de Navia, 2008; Morales, 2008).
origen obrero vota por un partido obrero por la forma en que fue socializada y Por cierto, hay distintas vertientes dentro de esta forma de entender las
no automáticamente por ser hija de un obrero. Si bien la Escuela de Michigan preferencias políticas de las personas. Así, por ejemplo, están los que enfatizan
enfatiza el elemento de socialización, sus explicaciones pueden considerarse consideraciones retrospectivas de los votantes. La gente evaluaría al gobierno
como complementarias de las que ofrece la Escuela de Columbia. Michigan saliente a partir de una serie de criterios de desempeño y respecto a las pro-
explicaría el cómo se produce la socialización que la Escuela de Columbia mesas que se realizaron en campaña –o expectativas que la propia gente se
parece asumir como un asunto inevitable. había formado–. Si la evaluación resulta positiva, entonces premia al gobier-
Por cierto, ya que sostiene que la socialización es la verdadera causa de las no votando por candidatos oficialistas en la siguiente elección. Si en cambio
preferencias de las personas, la Escuela de Michigan es perfectamente compa- el desempeño del gobierno es considerado insatisfactorio, entonces la gente
tible con cambios en los patrones de comportamiento de las personas. Incluso ejerce el castigo a través de un voto por alguna de las opciones de oposición
dichos cambios pueden ser violentos y producir efectos relativamente inme- (o incluso absteniéndose de ir a votar). Estos votantes retrospectivos pondrían

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menos atención a las campañas y las promesas de campañas, anticipando que vez, un votante que tiene creencias religiosas muy fuertes, bien pudiera pre-
los candidatos ajustan sus discursos a lo que el público quiere escuchar, y por ferir a un candidato que comparta dichos valores, en forma independiente al
eso sólo evalúan a los gobiernos a partir de su desempeño. Los votantes tam- desempeño del gobierno, a los niveles de inflación, desempleo o delincuencia.
bién se pueden agrupar en egotrópicos y sociotrópicos. Los primeros tienden De hecho, la Escuela del Votante Racional se centra en modelar las variables
a privilegiar la evaluación de su situación personal, mientras que los segundos que influyen en inducir a la gente a votar de la forma que lo hace, más que
evalúan la situación del país o al menos del grupo del que ellos se sienten en sostener a priori que los electores valoran variables económicas por sobre
parte. Un votante retrospectivo egotrópico que se dedica a vender sistemas de consideraciones de otro tipo. En ese sentido, la Escuela del Votante Racional
seguridad podría, pues, evaluar positivamente a un gobierno que ha tenido un sería perfectamente compatible con la Escuela de Columbia o la Escuela de
pobre desempeño en el combate a la delincuencia, ya que el aumento de la de- Michigan. Si la racionalidad de los votantes se construye a partir de creencias
lincuencia repercute positivamente en su negocio. En cambio, un votante so- y valores que se adquieren a temprana edad o incluso se heredan (Columbia)
ciotrópico que se dedica al negocio de la seguridad castigaría al gobierno que o que emergen a través de la socialización (Michigan), sería perfectamente ra-
ha tenido un mal desempeño en la lucha contra la delincuencia y el crimen, cional que un elector siempre vote por el candidato del partido que representa
aun si personalmente ese votante hubiera resultado beneficiado (Lewis-Beck a los protestantes (como sugeriría el modelo de Columbia) o del partido que
y Stegmaier, 2007). se opuso a la dictadura militar (como plantearía el modelo de Michigan).
Algunos estudios que se enmarcan dentro de la Escuela de Rochester tam- Es más, aunque sus aplicaciones más conocidas sean realizadas por econo-
bién analizan la posibilidad de que los votantes sean más bien prospectivos. mistas, la Escuela del Votante Racional (Rochester) no tiene por qué restrin-
Esto es, que los votantes evalúen las promesas que realizan los candidatos a girse a los estudios que analizan los efectos de variables de corto plazo sobre las
partir de la credibilidad que les asignen a las distintas opciones electorales. preferencias de los electores. Al combinar variables de corto plazo con creen-
Naturalmente, la condición de retrospectivo y prospectivo no es mutuamente cias y valores que perduran (Michigan) o que son inmutables (Columbia), un
excluyente. Los votantes pueden evaluar retrospectivamente a un gobierno y estudio que se enmarca dentro de la Escuela del Votante Racional bien pu-
prospectivamente a los candidatos que se presentan a la elección. Un votante diera ser considerado como propio por aquellos que tienden a atribuirles más
podría evaluar positivamente al gobierno saliente pero dudar de la capacidad u peso a cuestiones de identidad política propias de los modelos de Columbia
honestidad del candidato oficialista y, por lo tanto, aunque su predisposición y Michigan.
inicial sea premiar al gobierno, termine optando por algunas de las opciones La Escuela de Rochester supone que los votantes son racionales. Ese su-
electorales alternativas porque no cree en las virtudes del próximo candidato puesto es intrínseco a esta forma de entender el comportamiento de las perso-
de la coalición. nas, pero no niega la existencia de predisposiciones políticas que alimenten esa
Ya que algunos autores tradicionalmente asociados a la Escuela de Michi- racionalidad. Esto es, si bien los estudios compatibles con la Escuela de Ro-
gan (Campbell et al., 1960) hicieron temprana referencia al voto económico chester atribuyen un peso importante a variables económicas y a la evaluación
–ahora asociado con la Escuela de Rochester–, a veces ambas escuelas son del desempeño del gobierno en ejercicio, no desconocen que esas variables
consideradas como vertientes de la misma Escuela de Michigan y el voto eco- pueden ser interpretadas de forma distinta por electores que tienen distinta
nómico es considerado como una variable más bien de mediano plazo. Es predisposición política. En un país con niveles de inflación altos, desempleo
más, la propia Escuela de Rochester parece más preocupada en enfatizar el alto y crecimiento mediocre, el gobierno de izquierda y su candidato presiden-
hecho de que los votantes deciden sus preferencias a partir de consideraciones cial serán evaluados de distinta forma por votantes que normalmente apoyan
racionales que de definir la función de utilidad que explica dicha racionalidad. a la derecha que por aquellos que simpatizan con la izquierda.
Es decir, bien pudiera ser que para un votante que atribuye una enorme im- La Escuela de Rochester no supone que el votante racional sea exclusiva-
portancia a la ideología del candidato sea perfectamente racional votar por un mente un votante económico. Los modelos más conocidos por cierto incluyen
aspirante presidencial que comparte la ideología izquierdista del candidato, consideraciones económicas y evaluación de variables económicas de corto
independientemente de la situación económica actual o de la responsabilidad plazo para explicar los resultados de una elección. Pero no suponen que todas
que tenga el partido izquierdista en el desempeño económico del país. A su las personas reaccionan de igual forma ante distintos escenarios económicos.

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La Escuela de Rochester parte del supuesto de que todos los electores son que las personas posean distintos niveles de información sobre los candidatos
racionales al votar. No supone que la racionalidad de todos los electores sea hace que las asimetrías de información inevitablemente jueguen un papel en
la misma. Esto, porque la racionalidad se explica en parte por la información el momento en que los electores deciden su voto.
que posee el elector y por sus creencias personales sobre relaciones de causali- Las explicaciones compatibles con la Escuela de Rochester simplemente
dad entre los gobiernos, sus políticas y los resultados de esas políticas. Así, dos sugieren que los electores son racionales al votar. Pero dicha racionalidad de-
electores perfectamente racionales pueden decidir su voto de forma opuesta pende en parte de la información que poseen sobre los candidatos. Así, un
porque, primero, poseen información diferente o, segundo, evalúan esa infor- elector que quiere un gobierno que defienda valores católicos tradicionales tal
mación de modo distinto a partir de sus creencias. También pueden decidir su vez desconozca que el candidato que hace campaña defendiendo esos valores
voto por una combinación de ambas cosas. católicos en realidad no cree en Dios y sólo aprovecha haber nacido en una
Los modelos de votante racional, para efectos de simplificar su explicación familia católica. El elector vota por ese candidato a partir de la información
y su estructura, a menudo suponen que los electores poseen información com- que posee –las declaraciones de campaña–, pero desconoce información im-
pleta –o al menos que todos los electores poseen la misma información– sobre portante sobre ese candidato.
la realidad del país. Este supuesto, si bien ayuda a que los modelos sean más Del mismo modo, la racionalidad depende también de las creencias de los
fáciles de entender y más parsimoniosos, es una simplificación excesiva de electores respecto a los efectos de las políticas que prometen los candidatos
la realidad. Los electores poseen información muy diferenciada al votar. No sobre el bienestar personal o del país. Por ejemplo, un elector que conoce toda
todos los electores conocen con la misma profundidad los postulados de los la información disponible sobre la riqueza de los candidatos puede creer, equi-
partidos ni la historia personal de los candidatos. Si bien las campañas con- vocadamente, que mientras más dinero tenga una persona, menos probable
tribuyen a reducir esas asimetrías de información al permitir acceso público a es que sea corrupto. O bien un elector podría creer que mientras más alto es
mucha información, el hecho de que esa información sea tan abundante bien el salario mínimo, mejor serán las condiciones de vida de los más pobres. Ese
pudiera terminar empeorando las asimetrías de información, en tanto algunos elector puede terminar apoyando a un candidato que promete un aumento
electores se informan mejor que otros. radical del salario mínimo sin saber que dicho aumento gatillará un proceso
Para usar un ejemplo reciente, la información públicamente disponible so- inflacionario que afectará sobre todo a las personas de menos ingresos. En
bre los conflictos de interés que pudieran haber tenido los candidatos presi- resumen, las creencias que tienen las personas pudieran ser equivocadas. Eso
denciales en 2009 y la forma en que los abordaron en años anteriores no era no significa que el comportamiento de esas personas sea irracional. Sólo su-
completa. Antes y durante la campaña aparecieron cuestionamientos, acusa- giere que la racionalidad se construye a partir de la información disponible y
ciones y dudas que permitían sugerir que, en el mejor de los casos, incluso de las creencias que tienen las personas sobre los resultados de determinadas
los electores mejor informados no tenían toda la información necesaria para acciones o políticas.
saber si los candidatos presidenciales Jorge Arrate, Marco Enríquez-Ominami, Por eso, la Escuela del Votante Racional no reduce la racionalidad a consi-
Eduardo Frei y Sebastián Piñera habían hecho públicos todos los potenciales deraciones económicas. Supone simplemente que los electores votan racional-
conflictos de interés que pudieran tener. Peor aun: incluso la información mente maximizando sus intereses a partir de la información que poseen y de
públicamente disponible no era conocida con la misma profundidad y detalle las creencias que tienen respecto de los resultados de determinadas acciones.
por todos los electores. Algunas personas, ya sea por interés, nivel de educa- En ese sentido, la Escuela de Rochester es perfectamente compatible con las
ción o conocimiento de las áreas donde pudieran existir dichos conflictos, otras dos escuelas. La escuelas de Columbia y Michigan se centran en los ele-
tenían más información que otras. Por eso, incluso si supusiéramos que todos mentos que influyen en las funciones de utilidad de los votantes –esto es, qué
los electores tenían la misma función de utilidad y que esta función de utili- cosas valoran por sobre otras– y en la forma en que los votantes procesan la
dad incluía cuestiones básicamente económicas, la decisión de por quién votar información que reciben durante las campañas.
podía haber estado influida por la circunstancia de que los electores tenían ac- Las tres escuelas sucintamente explicadas aquí –Columbia, Michigan y Ro-
ceso a distintos niveles de información sobre potenciales conflictos de interés chester– ofrecen distintos énfasis para entender las razones que llevan a la gente
de los candidatos. El hecho de que la información sea por definición costosa y a votar de determinada forma. Por cierto, la complejidad de variables que inci-

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den en la decisión de cómo votar –y el peso específico que tiene cada variable más probable que ocurran los sismos, somos capaces también de medir su
en las decisiones de distintos electores– hace prácticamente imposible que exis- intensidad y explicar las razones por las que se produjeron. Incluso podemos
tan modelos con una capacidad de predicción lo suficientemente sofisticada anticipar cuándo es más probable que ocurran. Pero, al igual que los estudios
que permita anticipar el resultado de una elección meses antes de que ocurra. de los terremotos, los politólogos no somos capaces de anticipar exactamente
En parte, la incertidumbre sobre variables de corto plazo, como el desempeño cuándo se producirá el próximo sismo electoral.
de la economía, imposibilita la capacidad predictiva con anterioridad a una Antes de las presidenciales de 2009 había varias razones para creer que se
elección. Pero el hecho de que las elecciones sean en sí mismas procesos en que podría producir un sismo. En cierto modo, la propia elección presidencial de
los partidos y candidatos buscan resaltar ciertos atributos y poner en la agen- 2005 había sido un sismo de acotados efectos. Por otras razones, la contienda
da determinados temas donde sus posturas son coincidentes con las posturas presidencial de 1999 también constituyó un reordenamiento, si bien limita-
mayoritarias en la opinión pública es lo que hace que el ejercicio de intentar do, del paisaje político chileno. Hubo cambios importantes en la política que
predecir una elección sea especialmente difícil. se evidenciaron con la llegada al poder, primero, de Ricardo Lagos en marzo
Si las campañas no importaran, los candidatos no se dedicarían intensa- de 2000 y, después, de Michelle Bachelet en marzo de 2006. Pero esos sismos
mente durante meses a convencer a los votantes. Los partidos y los grupos no alteraron profundamente el equilibrio político que había existido desde
de interés tampoco dedicarían enormes cantidades de recursos financieros y el fin de la dictadura. La elección presidencial de 2009 bien pudiera haber
humanos para intentar persuadirlos. Precisamente porque concentran tantos terminado siendo un sismo de magnitud importante, pero comparable a lo
recursos y atraen la atención de tantos actores políticos, podemos deducir que ocurrió en 2006, o cuando llegó a La Moneda el primer socialista después
que las campañas importan, o que al menos los partidos y candidatos creen de Allende en 2000, o incluso en 1994, cuando por primera vez desde 1942
que importan. La atención que les pone la opinión pública a las campañas una misma coalición ganaba dos elecciones consecutivas. Pero el hecho de
también parece confirmar la sospecha de que las campañas sí importan al que la elección presidencial de 2009-2010 llevara al poder al primer presi-
momento de influir el voto de las personas. dente de derecha democráticamente electo desde 1958 y pusiera fin a veinte
Una campaña exitosa puede redefinir los términos del debate y por lo tanto años de gobiernos concertacionistas de centroizquierda constituyó un sismo
resaltar determinados elementos que aumenten la importancia de ciertos ejes de mayores proporciones a lo que muchos hubieran anticipado un año antes,
divisorios en la opinión pública y despierten y profundicen preferencias de lar- cuando la campaña presidencial comenzó a tomar fuerza. En otras palabras,
go plazo que, habiendo estado latentes, no habían sido decisivas en elecciones bien pudo haber sido que el sismo de enero de 2010 no haya sido de magni-
anteriores. Los candidatos intentan que la campaña se decida sobre asuntos que tud superior a los cambios electorales que reflejaron las contiendas de 1999 y
les resultan favorables, como su capacidad para generar crecimiento, el comba- 2005, pero el hecho de que haya producido un cambio mayor en la superficie
te a la delincuencia o su liderazgo en reforma educacional. La campaña consiste política del país lo convirtió en un evento que será recordado como de mayor
tanto en convencer a la gente de que las posturas propias son las mejores como intensidad a los dos que lo precedieron.
también en anticipar en cuáles temas las posturas propias más se asemejan a las
posturas de la gente, de tal forma de convertir esos asuntos en centrales en la 2. La coyuntura en Chile en 2009
contienda. Por eso, las explicaciones consistentes con las escuelas de Columbia, La elección de 2009, la quinta contienda presidencial consecutiva desde el
Michigan y Rochester resultan complementarias, porque, inevitablemente, na- fin de la dictadura, se produjo en un contexto con elementos claramente favo-
rran sólo una parte de la historia. Los electores efectivamente son influidos por rables a una victoria de la coalición de gobierno. Además del buen desempeño
variables de largo, mediano y corto plazo al votar. Pero no sabemos cuáles de de la Concertación en veinte años en el poder, la popularidad de la presidenta
esas variables pesan más y qué asuntos gatillan con más éxito predisposiciones saliente, Michelle Bachelet, anticipaba un buen inicio para la campaña de
existentes –desde siempre o predisposiciones recientes– en los electores que los la Concertación. La forma exitosa –o al menos popular– en que el gobierno
induzcan a darle la victoria a determinado candidato. había enfrentado la crisis económica de 2008 también constituía un inva-
En cierto modo, el subcampo de la ciencia política que se aboca a estudios luable capital electoral. Pero la forma poco democrática e insuficientemente
de comportamiento electoral se asemeja a la sismología. Sabemos dónde es transparente en que la Concertación escogió a su candidato presidencial –con

18 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 19


la consecuente aparición y consolidación de la candidatura independiente de canismo que utilizaría para definir a su candidato, y el debilitamiento de las
Marco Enríquez-Ominami– y la acertada estrategia de campaña utilizada por variables de largo y mediano plazo como elementos predictivos de la intención
el candidato de la derecha, Sebastián Piñera, devinieron elementos claves que de voto–, no era automático anticipar el sismo electoral que se avecinaba, un
cargaron la balanza electoral a favor de la derecha. Los errores de la Con- terremoto político cuyos efectos produjeron cambios no vistos desde el ple-
certación y los aciertos de la Alianza se sumaron para que la derecha llegara biscito de 1988.
democráticamente al poder por primera vez en medio siglo y obtuviera la De hecho, ya en las elecciones municipales de octubre de 2008, la derechista
mayoría absoluta de votos por primera vez en la historia de Chile desde que Alianza había logrado una victoria parcial. En la elección de alcaldes, la Alian-
existe sufragio universal. za sumó más votos (40,7%) que las dos listas de la Concertación (38,4%). Si
Un año antes de la elección, la Concertación aparecía como gran favorita bien la Concertación superó a la Alianza en número de alcaldes (147 contra
para ganar las elecciones. Si bien Piñera se había mantenido en el primer lugar 144), la mayoría de las grandes ciudades del país escogió a un candidato de la
en las encuestas de intención de voto presidencial durante todo el cuatrienio Alianza para gobernar a la comuna. La Concertación insistió en atribuirse la
de Bachelet, muchos analistas recordaban que Joaquín Lavín también se había victoria a partir del hecho de que las dos listas que representaron a esa coali-
mantenido como líder en intención de voto presidencial durante buena parte ción centroizquierdista en la contienda para concejales obtuvieron más vota-
del sexenio de Ricardo Lagos, pero que a medida que se acercó el momento de ción que la Alianza (45,1% contra 36,1%), pero el sabor de victoria derechista
la campaña, la popularidad de Lavín comenzó a caer y sus posibilidades de ser se evidenció en los rostros alegres de los nuevos alcaldes de la Alianza y en las
el primer candidato de derecha en llegar al poder comenzaron a desvanecerse. abatidas miradas de los derrotados candidatos oficialistas.
Lo mismo podía ocurrir con Piñera en este nuevo ciclo. De hecho, hacia fines Para insistir un poco con la metáfora del terremoto, el sismo electoral de
de 2008, la sumatoria en la intención de voto de todos los posibles candidatos 2009 bien pudo haber sido de similar, o incluso menor, intensidad que los
de la Concertación era superior a lo que recibía Piñera. Aunque no era un de- movimientos telúricos electorales observados en 1999 y 2005, pero sus efectos
safío trivial, la Concertación sólo necesitaba ponerse de acuerdo para escoger a fueron mayores y el realineamiento al que indujo producto de la llegada de la
un candidato capaz de aunar voluntades y convocar a todos esos electores sim- Alianza al poder pudiera tener efectos más duraderos que los causados por los
patizantes de la coalición centroizquierdista y a todos aquellos que aprobaban el sismos de 1999 y 2005, que, al no inducir cambios en la coalición que con-
desempeño de la presidenta Bachelet para obtener su quinta victoria consecutiva trolaba el poder, fueron considerados como de menor importancia. Aunque,
en una contienda presidencial desde el retorno de la democracia. como debiera parecer evidente, los grandes movimientos en las preferencias
Las explicaciones de largo plazo argumentan convincentemente que Chile electorales de los chilenos se produjeron mucho más entre 1993 y 1999 que
es un país más inclinado a apoyar candidatos de centroizquierda. Aquellas de entre 2005 y 2009.
mediano plazo indican que la coyuntura política autoritarismo-democracia
que se forjó en torno al plebiscito de 1988 favorecía a la Concertación. Las El agotamiento de la Concertación
consideraciones de corto plazo apuntaban a la enorme popularidad presiden- Después de cuatro exitosos gobiernos, la Concertación llegó al fin del pe-
cial y al buen manejo económico del gobierno, así percibido por la gente. Por riodo de Bachelet mostrando claras señales de agotamiento. Lo que en el año
las tres, la Concertación tenía una enorme ventaja inicial. A fines de 2008, las 2000 un reconocido analista socialista, Antonio Cortés Terzi, definiera como
apuestas indicaban que el país estaba más cerca de darle una quinta victoria a la ceremonia del adiós parecía haberse convertido en una realidad en la coali-
la Concertación que un primer triunfo a la coalición derechista. ción de gobierno. Desde que asumió el poder después de la dictadura militar,
Pero la ciencia política, al igual que la sismología, no es capaz de antici- la Concertación había liderado al país por un sendero inequívoco de desa-
par sismos con meses de antelación. Si bien era posible identificar algunos rrollo y progreso. Las administraciones de los democratacristianos Patricio
elementos que favorecían a la Alianza un año antes de la contienda –el buen Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) y de los socialis-
posicionamiento de su centrista y moderado candidato, el agotamiento de la tas Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010) transforma-
gente con la clase política y en especial con la Concertación después de veinte ron radicalmente al país. Los niveles de pobreza se redujeron sustancialmente,
años en el poder, la indefinición de la coalición gobernante respecto al me- la cobertura de educación, salud y vivienda se amplió más que nunca en la

20 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 21


historia del país, y el crecimiento económico fue notable tanto en los números La desigualdad también experimentó una caída en los veinte años de la
macroeconómicos como en la capacidad para abrir las puertas del desarrollo Concertación. Aunque, al contrario de lo que se observó respecto a la pobre-
a más personas. Chile nunca estuvo mejor que bajo los gobiernos de la Con- za, la mayor caída se produjo en la segunda década, cuando los gobiernos de
certación. El país nunca progresó tanto. La democracia se consolidó de forma Lagos y Bachelet pusieron un mayor énfasis en la distribución que solamente
decidida. Cualquier observador objetivo podía dar fe de que la Concertación en el crecimiento. Así, bajo la administración Lagos, la desigualdad llegó a
transformó a Chile para bien. marcar 0,54 (índice Gini), reflejando el mayor avance contra la desigualdad
De hecho, como muestra la Figura 1, Chile experimentó un crecimiento sus- observado en Chile desde el retorno de la democracia.
tancialmente superior al promedio de América Latina durante los años inmedia-
tamente posteriores a 1990, aunque a partir de la segunda década del periodo Cuadro 1
democrático actual esa diferencia tendió a desvanecerse. En parte, esto se debe al Pobreza y extrema pobreza en Chile, 1990-2006 (%)
hecho de que, al haber crecido más y haber alcanzado un nivel de desarrollo más 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006
alto, a Chile le resultó más difícil crecer en el periodo 2000-2010. Pero también, Pobreza 38,6 32,9 27,6 23,2 21,7 20,2 18,7 13,7
como al menos alegó la oposición derechista durante la campaña, la mayor pre-
Extrema pobreza 13,0 9,0 7,6 5,8 5,6 5,6 4,7 3,2
ocupación por crear una red de protección social y por mejorar la distribución
Coeficiente de desigualdad Gini 0,57 0,58 0,58 0,57 0,58 0,57 0,55 0,54
de la riqueza llevó a los gobiernos izquierdistas de la Concertación a cambiar el
Fuente: CASEN, 2006.
énfasis desde el crecimiento hacia otros componentes del desarrollo.

Figura 1 Otros indicadores de calidad de vida y desarrollo humano confirman lo


Crecimiento promedio de Chile y América Latina, 1990-2009 (%) que visualmente parece una realidad evidente. El progreso material alcanzó
a vastos sectores de la población en niveles que nunca antes se habían visto.
12
Si bien los niveles de desigualdad apenas bajaron, el avance del país permitió
10
8
a mucha gente salir de la pobreza y sumarse a la cada vez más amplia clase
6
media. Es cierto que este avance presentaba sus propios riesgos y desafíos.
4
Una población que ha vivido en la pobreza y que experimenta una mejora
2
sustancial en su calidad de vida tiende a generar niveles altos de incertidumbre
0 e inseguridad. Nadie quiere volver a la pobreza. Todos quieren que sus hijos
-2 vivan aun mejor que ellos. La actualización de preferencias y perspectivas hace
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
que los logros obtenidos en los veinte años de la Concertación lleven a la gente
América Latina Chile
a esperar logros similares y a demandar del gobierno políticas que induzcan
Fuente: Elaboración propia con datos de CEPAL.
a un desarrollo económico que le permita mejoras comparables respecto a las
experimentadas en las primeras dos décadas de gobiernos concertacionistas.
De cualquier forma, como deja en evidencia el Cuadro 1, los avances en Adicionalmente, la Concertación pareció más preparada para dirigir la
calidad de vida en Chile fueron notables. En los primeros dieciséis años de transición a la democracia que para liderar a un país con una democracia
gobierno de la Concertación, la pobreza se redujo de 38,6% a 13,7%. Una consolidada. Formada inicialmente con el objetivo de oponerse a la dictadura
reducción igualmente impresionante se produjo en la extrema pobreza. Pero de Pinochet e inducir una transición a la democracia, la Concertación trans-
la caída fue mucho más marcada en los años inmediatamente posteriores a la formó su éxito electoral en el plebiscito de 1988 en una plataforma política
transición democrática que en la última década. Si entre 1990 y 2000 la po- para las elecciones de 1989. Pero como varios historiadores y analistas han
breza se redujo en un 50%, en la segunda década de la democracia la pobreza sugerido, las mismas razones de su éxito explican también su posterior derro-
cayó en un 35%. ta. En tanto el factor Pinochet y la oposición a la dictadura dieron vida a la

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Concertación, en la medida en que la sombra de Pinochet y el temor a una estrecho. Pero la presencia de un candidato que representaba más continuidad
regresión autoritaria comenzaron a diluirse, las razones que mantenían unida que cambio planteaba un desafío estratégico evidente. La campaña de Frei
a la coalición comenzaron también a desvanecerse. El país que la propia Con- debía ofrecer suficientes elementos de cambio como para lograr el balance
certación forjó en sus dos décadas en el poder terminó por desarrollarse a tal adecuado de cambio y continuidad.
punto que la propia Concertación se hizo prescindible. Ya que llegó al poder y
se mantuvo en él con la promesa de construir y fortalecer la democracia, una La popularidad de Bachelet
vez que dicha democracia se percibió como estable y permanente, la Concer- Si bien en Chile no existe la reelección presidencial inmediata, la aproba-
tación ya no tenía un mensaje atractivo que ofrecer al electorado. ción del gobierno saliente constituye un elemento clave al evaluar las posi-
En las presidenciales de 2005, cuando la consolidación democrática era un bilidades de triunfo del candidato oficialista. Resulta mucho más fácil hacer
hecho cierto –confirmado por el exitoso sexenio de Lagos, el primer gobierno campaña a favor de la continuidad cuando el presidente saliente es popular.
de izquierda desde la frustrada experiencia de Allende–, la Concertación ya En la elección presidencial de diciembre de 1999, cuando el presidente sa-
enfrentó el desafío de ofrecer un mensaje más allá de su promesa de transición liente, Eduardo Frei, gozaba de discretos niveles de aprobación, la campaña
a la democracia en un contexto de estabilidad y crecimiento. La candidatura del oficialista Ricardo Lagos debió hacer especiales esfuerzos para distanciarse
presidencial de Bachelet logró entregar un mensaje que consistía en la prome- del gobierno saliente. Pero, naturalmente, la candidatura opositora, entonces
sa de una democracia más participativa e incluyente. Si la transición a la de- liderada por el alcalde de Las Condes, el UDI Joaquín Lavín, le recordaba
mocracia fue desde la elite, desde arriba hacia abajo, la candidatura Bachelet, constantemente al electorado que Lagos era el candidato del impopular pre-
con el símbolo de la banda presidencial usada por las mujeres, simbolizó un sidente Frei.
mensaje de democracia ciudadana, desde abajo hacia arriba. Más allá de los En 2009, el candidato oficialista Eduardo Frei –el mismo impopular pre-
problemas evidentes que tuvo el gobierno de Bachelet para convertir esa pro- sidente de 2000– se benefició de la enorme aceptación de la presidenta Ba-
mesa en una realidad concreta –incluidas las protestas estudiantiles de 2006 chelet. La saliente mandataria había experimentado un aumento en su popu-
y la abdicación política del proyecto de democracia participativa cuando Ba- laridad sin precedentes en la historia moderna de Chile. Después de ver su
chelet entregó el gobierno a los partidos en medio de la crisis del Transantiago luna de miel abruptamente finalizada por las protestas estudiantiles de mayo y
en 2007–, el hecho de que la Concertación logró construir una oferta elec- junio de 2006, Bachelet experimentó una leve recuperación en su aprobación
toral diferente, atractiva y seductora permitió que el agotamiento del modelo hacia fines de su primer año de gobierno, como evidencia la Figura 2. Pero la
fundacional de la Concertación, basado en una transición ordenada hacia la implementación del nuevo sistema de transportes en Santiago, el Transantia-
democracia, no se reflejara en la campaña de 2005. El solo hecho de que la go, afectó negativamente su popularidad en 2007.
candidatura presidencial de la coalición centroizquierdista recayera en una Después de batallar con complejos niveles de aprobación durante buena
mujer hizo que el evidente agotamiento de la Concertación que ya se sentía parte de 2007 y 2008, Bachelet comenzó a tener un repunte considerable
hacia fines del gobierno de Lagos fuera desplazado del primer plano por la no- en su aprobación hacia fines de 2008. El hecho de que su gobierno lograra
vedad de una candidatura que prometía y representaba un cambio sustancial una reforma al sistema de pensiones que amplió el número de pensionados y
en estilo y énfasis respecto a los tres gobiernos centroizquierdistas anteriores. mejoró los montos de las pensiones contribuyó a una mejora en su populari-
Pero en 2009 el agotamiento de la Concertación quedó en palmaria eviden- dad. Pero fue la decisión de Bachelet de mantener una férrea disciplina fiscal
cia cuando la coalición de gobierno ofreció una candidatura que representaba durante los años del boom de los precios del cobre, resistiendo presiones de
mucho más continuidad que cambio. Si en 2005 Bachelet revistió a la Con- todos los sectores políticos que pedían aumentar el gasto, lo que explica su
certación de un mensaje de cambio, en 2009 la candidatura de Frei pareció repentino aumento de popularidad a la par del inicio de la crisis económica
subrayar el agotamiento de la coalición gobernante. Esto no significa que la de 2008.
presencia de un candidato que ya hubiera sido presidente constituyera un Porque primero defendió una política fiscal austera que permitió la acu-
obstáculo insalvable para ganar la elección. Frei bien pudo haber conseguido mulación de grandes reservas estatales en dos fondos soberanos en el exterior
la victoria. Después de todo, en segunda vuelta perdió por un margen bastante –uno destinado a financiar la reforma de pensiones y el otro para financiar el

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gasto social en un hipotético futuro de estrechez económica– y luego el país votos para aquél. Que la Presidenta Bachelet no haya incorporado en su dise-
enfrentó una severa crisis económica causada por variables externas, la apro- ño inicial de gobierno una estrategia de sucesión –ya sea nombrando figuras
bación de Bachelet despegó a niveles nunca vistos en el Chile post Pinochet. presidenciables en su gabinete o bien trabajando en coordinación con algu-
Cuando se iniciaba la campaña presidencial a mediados de 2009, la presidenta no de los líderes concertacionistas que albergaban aspiraciones presidenciales,
Bachelet gozaba de niveles de aprobación superiores al 70%. Naturalmente, como el ex presidente Lagos– debilitó la capacidad de La Moneda de influir
ser candidato oficialista en estas circunstancias constituía una situación espe- sobre el proceso y sobre el nombre del candidato.
cialmente privilegiada. Aunque Bachelet no iba a la reelección, el candidato Aunque es cierto que los presidentes anteriores que sí incorporaron estra-
presidencial que contara con el apoyo de la popular presidenta tenía una ven- tegias de sucesión tuvieron resultados disímiles en sus esfuerzos, Bachelet fue
taja considerable respecto a sus rivales. particularmente poco influyente sobre el proceso de selección de candidato
La Figura 2 muestra los niveles de aprobación de Bachelet usando diferentes que se comenzó a producir inmediatamente después de celebradas las elec-
encuestas realizadas en el periodo. Si bien hubo diferencias en la metodología ciones municipales. Como punto de comparación, el gobierno del presidente
y las muestras de los distintos sondeos, la evidencia es concluyente respecto a Lagos dio el puntapié de inicio a la carrera presidencial al interior de la coali-
la trayectoria en la aprobación presidencial durante el cuatrienio 2006-2010. ción de gobierno: en septiembre de 2004, realizó un cambio de gabinete que
Todas las encuestas mostraron una caída a mediados de 2006, cuando las liberó de sus obligaciones ministeriales a las titulares de Relaciones Exteriores,
protestas estudiantiles pusieron fin a la luna de miel. Luego Bachelet pasó por Soledad Alvear, y Defensa, Michelle Bachelet. Las políticas del PDC y el PS,
meses difíciles en 2007. Pero hacia fines de 2008 su popularidad despegó para respectivamente, ocupaban los primeros lugares en las encuestas de intención
nunca volver a caer. de voto presidencial entre los aspirantes concertacionistas. Al realizar el cambio
de gabinete, Lagos dio el vamos a la carrera presidencial y también terminó por
Figura 2 afirmar las aspiraciones de sus dos populares ministras. En 2008, después de
Aprobación y desaprobación presidencial en Chile, 2006-2010 (%) las elecciones municipales, Bachelet tenía mucho menos margen para influir
90 sobre el proceso de selección de candidato concertacionista. Ninguno de sus
80
70
ministros aparecía como favorito en la lista de potenciales abanderados oficia-
60 listas. Peor aun, los nombres que lideraban la lista –los ex presidentes Lagos y
50
40
Frei; el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y la senadora Soledad
30 Alvear– habían construido sus propias fortalezas de manera independiente del
20
gobierno.
10
0 Por todas estas razones, no era evidente ni inevitable que la enorme po-
abr 06
may 06
jun 06
jul 06
ago 06
sep 06
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dic 06
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pularidad de la saliente presidenta Bachelet repercutiera positivamente en el


desempeño electoral del candidato de la Concertación. Sin duda que la po-
ICSO-UDP aprueba Adimark aprueba Adimark desaprueba CEP aprueba ICSO-UDP desaprueba
pularidad de Bachelet era un factor positivo. Pero el efecto real de esa alta
Fuente: Elaboración propia con datos de encuestas CEP, Adimark e ICSO-UDP.
aprobación sobre los resultados de la elección y sobre la suerte del candidato
oficialista difícilmente se convertiría en el empujón electoral irremontable que
Naturalmente, aunque una alta aprobación presidencial es un buen punto llevó a muchos entusiastas concertacionistas a suponer que la carrera presiden-
de partida, no constituye una ventaja irremontable para la oposición. Adicio- cial de 2009 daría una quinta victoria presidencial consecutiva a la coalición
nalmente, una alta aprobación presidencial no beneficia inevitablemente al oficial. Por eso, aunque el candidato oficialista Eduardo Frei hizo esfuerzos
candidato oficialista. Si éste es percibido como cercano al popular mandatario evidentes por acercarse a Bachelet e intentar ser beneficiario de la alta popula-
saliente, resulta más fácil traspasar esa popularidad. Pero si no es creíblemente ridad de la mandataria, los electores que aprobaban la gestión de Bachelet no
percibido como cercano o continuador de la tarea y mensaje del presidente percibieron que Frei fuera el heredero natural de la presidenta saliente. La alta
saliente, la popularidad del mandatario en ejercicio no deviene un caudal de popularidad de Bachelet no fue un factor que tuviera un peso decisivo en el

26 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 27


resultado de la contienda presidencial. Concertación cayó también en la elección parlamentaria. Por lo tanto, no
La crisis económica basta con sugerir que el candidato de la Concertación fue incapaz de hacer
Si hubiera un libro sobre cómo ganar elecciones, una de las sugerencias propia la aprobación de la que gozaba Bachelet. Los aspirantes al Parlamento
obvias sería que, si se es candidato del partido en el poder, es mejor que el país de la coalición oficialista también fallaron en ese cometido. Por eso, pareciera
atraviese por un buen momento económico cuando hay que enfrentar elec- ser que la forma correcta de interpretar los hechos es otra. No fue que los can-
ciones. Nunca es bueno ser el candidato oficialista cuando hay estancamiento didatos de la Concertación fallaron. Más bien Bachelet fue la excepción. La
o recesión económica, o bien cuando el desempleo es alto. Si bien es menos presidenta logró mantenerse inmune al castigo que la opinión pública brindó
dañino el desempleo alto que la inflación alta –puesto que la inflación afecta a una coalición que, habiendo estado en el poder por veinte años, fue castiga-
a todas las personas, mientras que el desempleo, aun cuando sea muy alto, no da por el mal desempeño de la economía en un año electoral.
golpea a todos por igual–, una elección presidencial se pone cuesta arriba para Con el mismo candidato –con sus evidentes debilidades y aparentemente
el candidato oficialista cuando hay altas tasas de desempleo. menos sobresalientes fortalezas– la Concertación hubiera tenido un mucho
En el Chile post Pinochet, la Concertación había enfrentado tres elecciones mejor desempeño en 2009 si la situación económica hubiera sido más favo-
presidenciales en contextos económicos diferentes, como muestra la Figura 1. rable. Después de todo, el candidato Eduardo Frei ya había salido triunfador
En la elección de 1993, el candidato oficialista Eduardo Frei se vio beneficiado en las elecciones de 1993. Con su misma personalidad, pero menos expe-
por una buena situación económica. La popularidad del presidente saliente riencia –aunque también habiendo representado entonces más cambio que
Patricio Aylwin –producto en parte de una prolongada luna de miel de los continuidad–, Frei obtuvo la votación más alta en la historia de elecciones
chilenos con la democracia–, sumada al buen momento económico, hacía de presidenciales modernas. Resulta imposible saber si el resultado de la elección
la contienda presidencial un desafío cuesta arriba para la oposición derechista. hubiese sido distinto de haber competido otro candidato por la Concertación.
En 1999, en cambio, la recesión económica por la que atravesaba el país –la Pero ciertamente el desafío para Frei, o para cualquier otro candidato, hubiera
primera desde la crisis de 1982-1983– ponía especiales obstáculos en el cami- sido menos complejo si el país hubiera estado en un periodo de vigoroso cre-
no al candidato oficialista Ricardo Lagos. Lagos logró imponerse pese al difícil cimiento económico y no atravesando por su peor crisis en dos décadas.
momento económico. Pero en 1993 y 2005 la buena situación económica fue
un gran espaldarazo para los candidatos oficialistas. La selección del candidato de la Concertación
En 2009, la situación económica era abiertamente desfavorable para el can- Desde su formación como coalición multipartidista en 1988, la Concerta-
didato oficialista. Chile atravesaba por su peor crisis económica desde 1984. ción siempre tuvo dificultades para identificar un proceso legítimo y eficiente
La caída en el producto observada en 2009 (-1,8%) fue peor incluso a la de de selección de su candidato presidencial. Después de ganar el plebiscito y
la crisis de 1999 (-1%). En el papel, al menos, las condiciones económicas forzar el retorno de la democracia, los partidos de la Concertación parecieron
en que la gobernante Concertación enfrentó la elección de 2009 fueron las entender rápidamente que la Democracia Cristiana tenía el mejor derecho
peores desde que llegó al poder en 1990. Ése no era un buen punto de partida para escoger al candidato. Precisamente porque la coalición centroizquierdista
para el candidato oficialista, independientemente de quién hubiera sido el quería asegurar una transición ordenada y no traumática hacia la democracia,
nominado por la Concertación. los partidos de izquierda rápidamente declinaron sus aspiraciones presidencia-
Pero la coyuntura política –en especial la enorme popularidad de la presi- les para apoyar al candidato del PDC. Pero al interior del PDC no había un
denta Bachelet– llevó a muchos a ignorar la compleja situación económica. mecanismo claro, transparente y legitimado para seleccionar al candidato. De
Erradamente, algunos estrategas concertacionistas supusieron que la coalición hecho, el proceso de nominación interna que ungió a Patricio Aylwin como
oficial no pagaría costos electorales por la difícil situación económica. Care- candidato presidencial estuvo marcado por acusaciones de irregularidades y
ciendo de justificación teórica y empírica, simplemente hicieron extensiva a negociados que hasta el día de hoy parcialmente tiñen la forma en que Aylwin
toda la Concertación la aparente inmunidad de Bachelet a la crisis económica. logró la nominación de su partido.
Pero, como quedó en evidencia a la luz de los resultados, la Concertación sí Para la contienda presidencial de 1993, los partidos de izquierda, liderados
pagó costos por el mal desempeño de la economía. El apoyo electoral de la por su candidato natural Ricardo Lagos, impulsaron un proceso de primarias

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que permitiera a la gente, y no a los liderazgos partidistas, escoger al candidato plicara cuáles eran sus ideas de gobierno– llevó a Bachelet a quedarse con la
presidencial de la coalición. Si bien las primarias que se celebraron en mayo nominación. Pero más que ideas o propuestas de gobierno, fue su popularidad
de 1993 fueron limitadas a militantes de los partidos de la Concertación y basada en su personalidad, su contagiosa sonrisa y su percepción de cercanía
simpatizantes previamente inscritos (con cuotas asignadas previamente a cada con la gente lo que le valió la candidatura. Cuando Bachelet se convirtió en
partido), el hecho de que fuera la voluntad popular y no las estructuras de candidata, los chilenos habían tenido muy pocas oportunidades de saber las
liderazgo partidistas las que definieran el nombre del candidato constituyó cosas en las que creía la doctora socialista. Su candidatura no fue resultado
una gigantesca reforma que daba cuenta de la consolidación democrática y de un proceso de convencimiento a partir de debates e intercambio de ideas
normalización política que vivía Chile. y propuestas. Bien pudiera haber sido el caso que, al escuchar los debates y
En el proceso electoral de 1999, la única contienda presidencial celebrada propuestas de Alvear y Bachelet, los simpatizantes concertacionistas igual hu-
sin elecciones legislativas concurrentes, la Concertación optó por implemen- bieran optado por la candidata socialista. Pero el hecho de que la popularidad
tar primarias abiertas y vinculantes. Cualquier persona inscrita en los registros anterior de Bachelet –y no su desempeño en una campaña de primarias– fue
electorales que no fuera militante de algún partido ajeno a los de la Concer- lo que determinó su victoria sobre Alvear constituye claramente una falencia
tación podía votar para escoger al candidato oficialista. El triunfo de Ricar- en el proceso utilizado por la Concertación para escoger a su candidata en
do Lagos en esas primarias lo revistió de una legitimidad democrática que le 2005. Al no existir un mecanismo claro y establecido desde temprano, la Con-
ayudó a ganar unas elecciones en un contexto económico y político particu- certación terminó diseñando un proceso ad hoc que le permitiera nominar al
larmente difícil. Además del arresto del ex dictador Pinochet en Londres en candidato que estaba mejor posicionado en las encuestas.
octubre de 1998 –cuestión que puso a prueba las instituciones y la estabilidad En 2009, los partidos de la Concertación tampoco tenían un mecanismo
democrática–, la crisis económica que golpeó al país en 1999 y la alta impo- establecido y consensuado para escoger candidato. Ya en 2008 había varios
pularidad del presidente saliente Eduardo Frei confabularon para convertir esa aspirantes que no ocultaban su interés en conseguir la nominación oficia-
campaña en un desafío cuesta arriba para el candidato de la Concertación. La lista. Los ex presidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei estaban en soterrada
victoria de Lagos en la segunda vuelta de enero de 2010 se construyó en buena campaña para asegurar apoyos y pavimentar sus caminos a la nominación
medida en la legitimidad que le había dado la alta participación electoral en concertacionista. Los ex ministros José Miguel Insulza –un socialista que te-
las primarias concertacionistas. nía el récord de haber servido más años en gabinetes de la Concertación y
El avance experimentado por la Concertación hacia una mayor profun- que a la sazón ocupaba el puesto de secretario general de la OEA– y Soledad
dización de la democracia y mayores avenidas para la participación de sus Alvear, electa senadora en 2005, también albergaban aspiraciones. La lista de
simpatizantes y de los militantes de sus partidos pareció frenarse hacia 2005. presidenciables oficialistas incluía otros ex ministros y parlamentarios. Sor-
En esa contienda, la Concertación se demoró en establecer el mecanismo de prendentemente, ninguno de los ministros del gobierno de Bachelet aparecía
selección de su candidato, aunque eventualmente a comienzos de 2005 los en las listas cortas de potenciales aspirantes de la coalición oficialista.
partidos de la Concertación optaron por fijar primarias para la última semana Pero los partidos no habían consensuado un mecanismo para escoger a su
de junio. Pero la popularidad creciente de Bachelet, la aspirante nominada por candidato, por lo que los aspirantes no podían formalmente declarar su inten-
el PS, el PPD y el PRSD, indujo a la candidata del PDC, la ex ministra Sole- ción a participar en primarias –que podían no realizarse– o iniciar el proceso
dad Alvear, a deponer su candidatura en el mes de mayo. Bachelet fue enton- para cumplir los requisitos que les permitieran ser aspirantes a la nominación.
ces proclamada como la candidata única de la Concertación. El hecho de que Al no existir un procedimiento, tampoco podían existir formalmente aspiran-
la Concertación no haya establecido desde temprano las reglas y un calendario tes en la Concertación.
para la selección de su candidato ayudó a que la persona que estaba mejor po- Entonces, los eventos se comenzaron a suceder a partir de las decisiones de
sicionada en las encuestas se quedara con la nominación. Todo esto antes de los principales actores y, presumiblemente, los aspirantes más probables. Du-
que se iniciara formalmente la campaña al interior de la Concertación. rante la segunda mitad de 2008, el ex presidente Lagos dio señales de querer
La ausencia de reglas claras tiende a favorecer a los que tienen ventaja ini- testear las aguas de una posible nueva candidatura presidencial. En octubre y
cialmente. Su buen posicionamiento en encuestas –mucho antes de que ex- noviembre de ese año, envió dos misivas a la Concertación, indicando cuáles

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serían las condiciones bajo las cuales él aceptaría la nominación. Además de A partir de la declinación de Lagos, primero, e Insulza, más tarde, los par-
rechazar la posibilidad de participar en primarias en que la gente pudiese es- tidos de la Concertación se apuraron para cambiar las reglas del juego. Des-
coger al candidato (Lagos alegó que los chilenos ya lo habían escogido para pués de todo, las primarias se habían diseñado de una forma tan ambigua y
presidente una vez), el ex mandatario condicionó su candidatura a la posibi- flexible precisamente porque no estaba claro cuáles de los presidenciables de
lidad de influir en la nómina de candidatos parlamentarios de la coalición de facto participarían del proceso. Con Insulza y Lagos fuera de la carrera, los
gobierno. Los partidos rechazaron tal propuesta y Lagos anunció que declina- partidos oficialistas decidieron que, de celebrarse, las primarias se realizarían
ba una posible candidatura presidencial. Ya que era el concertacionista mejor entre candidatos nominados por cada uno de los cuatro partidos de la Con-
posicionado en encuestas y, en su condición de ex presidente que había dejado certación. El cambio en las reglas del juego otorgó más poder a los liderazgos
el poder con altos niveles de aprobación, había sido ampliamente considerado partidistas. Las candidaturas que pudieran haber emanado de parlamentarios
como el candidato más probable de la Concertación. Su declinación generó “díscolos” inmediatamente quedaron descartadas. Serían los partidos los que
una serie de pequeños sismos al interior de la coalición oficial. decidirían los nombres de los aspirantes y, presumiblemente, los propios par-
Semanas después, José Miguel Insulza, que había declarado públicamente tidos podrían también negociar para concordar un candidato único sin que
su disposición a ser candidato, también declinó su candidatura sin dar dema- mediaran primarias. Los cambios en las reglas del juego dejaron claro que la
siadas explicaciones. Meses antes, al interior del PDC, Soledad Alvear anunció mejor opción para quedarse con la candidatura oficialista era la de Frei. Como
que declinaba su candidatura cuando su partido tuvo un pobre desempeño único candidato sobreviviente en la DC, Frei tenía prácticamente asegurada la
electoral en las elecciones municipales. La lista de presidenciables se achicaba nominación de ese partido. Pronto, el PS también se sumó a la candidatura de
rápidamente. Notablemente, el ex presidente Eduardo Frei se mantenía como Frei, ignorando la opción de Enríquez-Ominami. Es más, la directiva del PS
un entusiasta aspirante a la nominación oficialista. optó por celebrar una instancia cupular donde los aspirantes tuvieran opor-
Casi a la par de la seguidilla de cartas abiertas y declaraciones que termina- tunidad de presentar y defender sus candidaturas. Como Enríquez-Ominami
ron con las declinaciones de Lagos e Insulza, los partidos de la Concertación no se presentó a ese instancia –alegando, con razón, que los votos del consejo
habían acordado un singular mecanismo de primarias a realizarse en fecha no nacional del PS darían una mayoría al candidato apoyado por Camilo Esca-
determinada de 2009. Ya que no quedaba claro quiénes serían los aspirantes lona, presidente de esa colectividad–, el socialismo proclamó a Eduardo Frei
de la Concertación, los partidos oficialistas optaron por un mecanismo que como su candidato presidencial.
permitía que un candidato se inscribiera para estas primarias con el patrocinio El PPD también nominó a Frei como su candidato, con lo que parecía que
de al menos seis legisladores de la Concertación. De esta forma, se abría la po- la Concertación nombraría a su presidenciable por consenso. Pero el PRSD
sibilidad de que se celebraran primarias con múltiples candidatos y, más aun, nominó al senador José Antonio Gómez como su candidato presidencial, for-
con más de un candidato por partido. zando la realización de primarias. Éstas fueron programadas para el domingo
La fluidez en la lista de los presidenciables concertacionistas llevó a algunos 5 de abril de 2009. Ya que era el candidato apoyado por los tres partidos gran-
aspirantes menos conocidos a tantear la posibilidad de incorporarse a la carrera. des de la Concertación –PDC, PPD y PS–, el senador Frei era claro favorito
Los nombres de Sergio Bitar, Guido Girardi y el ministro de Hacienda, An- para ganar esa contienda.
drés Velasco, aparecieron como posibles nombres que podrían incorporarse a la Pero aparentemente no bastó con el favoritismo. La Concertación negoció
cada vez más reducida lista de aspirantes en el oficialismo. Pero fue el diputado unas reglas de primarias que hacían prácticamente imposible una derrota de
socialista Marco Enríquez-Ominami el primero que formalmente anunció su Frei. Las primarias se realizarían por regiones, siendo las de O’Higgins y Mau-
intención de presentarse a las primarias oficialistas. El diputado, que se había le las primeras en votar. En ambas regiones el PDC es especialmente fuerte
ganado la fama de “díscolo” desde que asumió como diputado en marzo de y el PRSD especialmente débil. Si bien la segunda etapa de las primarias se
2006, logró reunir un número suficiente de legisladores que patrocinaron su realizaría en Antofagasta, región a la que representa Gómez en el Senado,
candidatura para las primarias concertacionistas. Formalmente, de acuerdo a las el hecho de que bastara lograr una victoria de al menos 20% de ventaja en
reglas en vigencia a fines de 2008, Enríquez-Ominami podría ser candidato en la primera etapa para asegurar la nominación definitiva dejaba claro que la
las primarias, cuya fecha y reglas de realización no estaban definidas. Concertación estaba más interesada en encontrar una vía razonable para que

32 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 33


Gómez depusiera su candidatura que en otorgar a los simpatizantes oficialistas la Alianza observó una pequeña tendencia al alza. Hacia fines de 2008, la
el poder para decidir el nombre del candidato. aprobación de la Alianza y la Concertación eran muy similares. La ventaja
Para añadir insulto a la injuria, la Concertación además decidió reducir el histórica que había tenido la Concertación sobre la Alianza se diluyó durante
impacto que pudiera tener sobre el resto del país el proceso electoral en las el cuatrienio de Bachelet.
regiones Maule y O’Higgins. Si bien los dos candidatos realizaron campañas
en terreno para las primarias del 5 de abril, no hubo instancia para permitir Figura 3
que esa contienda adquiriera carácter nacional. El debate presidencial que se Aprobación de las coaliciones políticas en Chile, 2006-2009 (%)
realizó entre ambos candidatos fue televisado sólo a las dos regiones. Esto por 70

voluntad de la Concertación, no de los canales de televisión, que sí habían 60

expresado interés en que el debate fuera accesible al país entero. La intención 50

de la Concertación fue limitar el alcance de la campaña sólo a las regiones 40

involucradas en la primera etapa para así optimizar la posibilidad de que el 30

candidato se decidiera lo antes posible. La mejor evidencia de la poca con- 20

vicción con la realización de las primarias que tenía una buena parte de la 10

Concertación fue el tristemente célebre regaño público que realizara la noche 0

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del 5 abril el presidente del PS, el senador Camilo Escalona, al presidente del

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PRSD y precandidato presidencial derrotado. En una escena que fue grabada Alianza Concertación Ninguno

por los canales de televisión, Escalona increpó duramente a su colega radical, Fuente: Elaboración propia con datos de encuestas Adimark.

simbolizando la percepción generalizada entonces en el liderazgo concertacio-


nista sobre la inconveniencia de realizar primarias para escoger al candidato Nuevamente, estos datos fueron ignorados por los estrategas de la Concer-
oficialista. tación, que ponían demasiada atención a los números de aprobación de Ba-
La amplia victoria alcanzada por Frei el 5 de abril le otorgó un margen chelet. Si bien la presidenta era popular, la Concertación era cada vez menos
suficiente de votos para poner un temprano fin a la rueda de primarias. El ex popular. Ser el candidato de una coalición crecientemente impopular no es un
presidente democratacristiano fue sumariamente proclamado como el aban- desafío fácil. Mucho menos cuando el proceso de nominación del candidato
derado de la Concertación. Naturalmente, y debido a que el candidato de la hace evidente las razones por las que la coalición ha perdido aceptación entre
Alianza ya estaba en franca campaña, Frei intentó recuperar terreno y apurar la ciudadanía. Más allá de las fortalezas y debilidades específicas del candida-
el inicio de su propia campaña. Si bien tenía a su favor la enorme popula- to, de nuevo el proceso de nominación del candidato tuvo efectos negativos
ridad de la mandataria saliente, el rápido crecimiento en las encuestas del para el desempeño electoral de la coalición. El hecho de que muchos de los
entonces todavía diputado socialista Marco Enríquez-Ominami constituyó aspirantes presidenciales hayan guardado silencio sobre el procedimiento que
una temprana señal de alarma. Sus simpatizantes no estaban contentos con el debía utilizarse –y en algunos casos incluso hayan rechazado la realización
procedimiento que había usado la Concertación para escoger a su candidato de primarias como mecanismo de selección del candidato– contribuyó a que
presidencial. el proceso de nominación del candidato haya debilitado las posibilidades de
El descontento popular con la forma en que la Concertación desempeñaba victoria de la Concertación en 2009.
sus funciones era palpable. Las encuestas ya venían mostrando la caída en el
apoyo a la Concertación durante el cuatrienio de Bachelet. De hecho, como La renovación de la derecha
muestra la Figura 3, la Concertación inició el cuatrienio con niveles de apro- Después de haber apoyado con entusiasmo a la dictadura militar, la dere-
bación superiores al 35%. La Alianza, en cambio, apenas marcaba adhesión cha chilena parecía resignada durante los primeros años de gobiernos de la
superior al 15%. Pero a medida que avanzó el periodo de Bachelet, la apro- Concertación a recibir apoyo electoral minoritario. De hecho, más que in-
bación de la Concertación mostró una clara tendencia a la baja. Levemente, tentar reconstruirse como una alternativa democrática competitiva, la Alianza

34 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 35


se enfrascó en una serie de disputas internas entre sus partidos y entre sus La mejora en el desempeño electoral de la derecha vino de la mano de la
principales líderes, que la llevó a sufrir una aplastante derrota en las elecciones renovación de ese sector. Además de promover nuevos liderazgos, que no es-
presidenciales de 1993 (Otano, 1995; Rojo, 1995; Cavallo, 1998; Allamand, tuvieran marcados por la participación en la dictadura de Pinochet, la derecha
1999). también había moderado muchas de sus posturas, acercándolas más a posicio-
Los conflictos al interior de la derecha se mantuvieron durante buena parte nes privilegiadas por la mayoría de los chilenos. Aunque no corresponde aquí
de los 90, pero la crisis de 1999 y la consolidación de Joaquín Lavín, un po- discutir en detalle la renovación de la derecha, basta con sugerir que tanto las
pular alcalde UDI, como candidato presidencial ayudaron a reducir las ten- candidaturas presidenciales de Lavín en 1999 como las de Lavín y Piñera en
siones. Al menos las pusieron en segundo plano, dada la buena oportunidad 2005 evidenciaron que la derecha entendió que para poder ganar elecciones
que tenía la derecha de llegar al poder en 1999. debía presentar candidatos que tuvieran posturas más afines con las posiciones
La combinación de una crisis económica y la identidad más izquierdista mayoritarias de los chilenos. El problema del legado autoritario, que de acuer-
del candidato de la Concertación ofrecieron a la derecha una inmejorable do a algunos politólogos explica la supremacía electoral de la Concertación
ocasión para llegar a la presidencia de forma democrática. La habilidad de la durante el periodo post Pinochet, comenzó a ser resuelto después del retorno
candidatura de Lavín para alejarse del legado autoritario –especialmente en el de Pinochet a Chile. Los procesos legales iniciados contra el ex dictador, in-
contexto de una campaña presidencial marcada por el arresto de Pinochet en cluidos aquellos por corrupción y malversación de fondos públicos, termina-
Londres– también ayudó a la derecha a realizar la campaña más competitiva ron por destruir la ya cuestionada imagen pública del ex hombre fuerte. La
en la historia reciente de Chile. Al final, la victoria fue para el candidato de la derecha se alejó de Pinochet. En 2005, la candidatura presidencial del RN
Concertación, pero la Alianza confirmó que podía llegar al poder democráti- Sebastián Piñera insistió, con reconocido éxito, en la condición de opositor a
camente. la dictadura.
En las elecciones de 2005, pese a presentarse con dos candidatos –evidencia En 2009 el proceso de renovación de la derecha había avanzado aun más.
de que los conflictos al interior de la coalición derechista seguían presentes–, El liderazgo que de modo sistemático mostró Piñera en las encuestas de in-
la Alianza logró una hazaña mayor: la suma de votos de sus dos candidatos, tención de voto tempranamente despejó cualquier intento de la UDI, el otro
Joaquín Lavín y Sebastián Piñera, fue superior a la votación alcanzada por la partido de la coalición derechista, por levantar una candidatura presidencial
aspirante concertacionista, Michelle Bachelet. Como muestra la Tabla 1, la alternativa. Piñera, cuyas debilidades como candidato tendían a centrarse en
Alianza por primera vez superó a la Concertación en porcentaje de votos. Esa la falta de un cortafuego adecuado entre la política y los negocios, no sufría de
superioridad no fue un hecho aislado. En las elecciones municipales de 2008, los males que tradicionalmente habían afectado a los candidatos de derecha.
la Alianza volvió a obtener más votos que la Concertación –que entonces se La muerte de Pinochet en 2006 también ayudó a que el eje autoritarismo-
presentó con dos listas– en la elección de alcaldes. Aunque la Concertación democracia perdiera fuerza.
obtuvo una mayoría relativa de la votación en concejales, el hecho de que más Ya que la mejor forma de evaluar si la derecha efectivamente se renovó será
chilenos hubieran votado por aspirantes de la Alianza para dirigir sus comu- a través del desempeño y del legado del gobierno de Piñera, aquí nos con-
nas constituía una voz de advertencia para la coalición centroizquierdista. La formaremos con argumentar que al menos electoralmente la idea de que la
predominancia electoral que había gozado la Concertación desde el retorno derecha había completado un exitoso proceso de renovación ideológica quedó
de la democracia ya no existía. Las elecciones a partir de 1999 fueron cada vez instalada en el electorado. El legado autoritario, que había constituido una
más competitivas. De ahí que, antes de que se iniciara el proceso electoral de pesada carga para la derecha durante los primeros gobiernos democráticos,
2009, ya era posible afirmar que la Alianza partía de una posición mucho más ya no parecía una barrera insalvable. La presencia de un candidato que se
ventajosa que en años anteriores: además de haber superado a la Concertación había opuesto a la dictadura y que tenía posiciones marcadamente centristas
en número de votos en la elección de alcaldes, tenía más alcaldes que la Con- también debilitaba la otrora exitosa estrategia concertacionista de polarizar al
certación y las ciudades más pobladas de Chile eran gobernadas por alcaldes electorado en torno al eje autoritarismo-democracia, que naturalmente siem-
de sus filas. pre terminaba por favorecer a la coalición centroizquierdista.

36 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 37


Tabla 1 para parejas homosexuales–, la estrategia de mostrarse como un candidato de
Votación de la Alianza y la Concertación, 1989-2009
una derecha moderna, moderada y pragmática también produjo buenos divi-
Año y Votación Votación Votación Votación Otros Otros Válidos Inscritos dendos para Piñera. Nuevamente, con independencia de quién hubiera sido
elección Alianza Alianza Concert. Concert. %
% % el candidato de la Concertación, ese giro hacia posturas más moderadas que
1989
2.052.116 29,4 3.850.571 55,2 1.077.172 15.4 6.879.859 7.557.537
realizó la derecha puso dificultades adicionales en el camino de la coalición
Presidente
centroizquierdista. En rigor, a pesar de sus debilidades como candidato y de
1989
Diputados
2.323.581 34,2 3.499.713 51,5 973.828 14,3 6.797.122 7.557.537 los errores de la Concertación, el hecho de que Frei hubiese sido militante de
1992
1.901.815 29,7 3.417.154 53,3 1.091.937 17,0 6,410,906 7.840.538
la DC y no de un partido de izquierda probablemente ayudó a frenar lo que
Municipales
ya se evidenciaba como una exitosa campaña derechista por atraer votantes
1993
Presidente
1.701.324 24,4 4.040.497 58,0 1.227.129 17,6 6.968.950 8.085.493 moderados hacia la candidatura de Sebastián Piñera.
1993
2.471.789 36,7 3.733.276 55,4 533.794 7,9 6.738.859 8.085.493
Como muestra la Tabla 1, la votación por la derecha tuvo un aumento
Diputados constante y sistemático desde comienzos de los 90. A su vez, el apoyo a la
1996
Municipales
2.046.001 32,5 3.536.842 56,1 718.455 11,4 6.301.298 8.073.368 Concertación bajó sostenidamente desde mediados de los 90, tanto en por-
1997
2.101.392 36,3 2.927.692 50,5 766.689 13,2 5.795.773 8.077.743
centaje como en número absoluto de votos. A partir de 1999, las elecciones
Diputados presidenciales se tornaron abiertamente competitivas. La circunstancias de
1999
Presidente
3.352.199 47,5 3.383.399 48,0 319.530 4,5 7.055.128 8.084.476 que la Concertación haya ganado en 1999 y 2005 pudiera llevar a algunos
2000 a pensar que la victoria aliancista de 2009 respondió a un fenómeno exclu-
2.612.307 40,1 3.396.274 52,1 506.992 7,8 6.515.574 8.089.363
Municipales sivo de esos comicios. Pero los datos indican claramente que las contiendas
2001
Diputados
2.720.195 44,3 2.942.989 47,9 480.819 7,8 6.144.003 8.075.446 presidenciales en Chile fueron altamente disputadas desde 1999. Las mismas
2004 razones que llevaron a la Alianza a ganar por un mínimo margen en 2009
2.443.381 38,7 2.827.514 44,8 1.039.311 16,5 6.310.206 8.012.065
Alcaldes explican las victorias concertaciones por un margen comparablemente menor
2004
Concejales
2.307.046 37,7 2.932.350 47,9 883.979 14,4 6.123.375 8.012.065 en 1999 y 2005.
2005 Es cierto que la Concertación mantuvo su predominio en contiendas par-
3.376.302 48,6 3.190.691 46,0 375.048 5,4 6.942.041 8.220.897
Presidente lamentarias y municipales hasta 2005 y 2004, respectivamente. Pero eso se
2005
Diputados
2.556.386 38,7 3.417.207 51,8 628.218 9,5 6.601.811 8.220.897 debió a otras razones. En el caso de las elecciones parlamentarias, los incenti-
2008 vos del sistema binominal permiten asegurar la mitad de los escaños en cada
2.586.754 40,7 2.445.509 38,4 1.329.867 20,9 6.362.130 8.109.507
Alcaldes distrito con un poco más de un tercio de los votos. Eso constituyó un incenti-
2008
Concejales
2.194.528 36,1 2.746.287 45,1 1.146.080 18,8 6.086.895 8.109.507 vo poderoso para que los candidatos parlamentarios de la Alianza no buscaran
2009 atraer votos moderados ni aspiraran a obtener una mayoría de los sufragios.
3.056.526 44,1 2.053.514 29,6 1.827.479 26,3 6.937.519 8.285.186
Presidente Bastaba con aspirar al 40% de los votos para obtener el 50% de los escaños en
2009
Diputados
2.841.314 43,4 2.901.503 44,4 796.753 12,2 6.539.570 8.285.186 la mayoría de los distritos. En el caso de las elecciones municipales, la reforma
Para las elecciones presidenciales de 1999, 2005 y 2009 se consideran datos de la primera vuelta.
que separó las contiendas de concejales de las de alcaldes cambió los incen-
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl tivos para los partidos. A partir de 2004, la elección de alcaldes concentró la
atención de las coaliciones. La necesidad de concordar candidatos de unidad
Durante la campaña, el candidato de la Alianza hizo esfuerzos adicionales al interior de las coaliciones también redundó en la aparición de independien-
por presentar una imagen de líder moderado y más cercano al centro que a la tes que, descolgándose de sus conglomerados, desafiaron los acuerdos nacio-
derecha dura. Desde sus declaraciones de admiración y respeto por los gobier- nales alcanzados por sus líderes partidistas. Estas insubordinaciones explican
nos DC de Frei Montalva (1964-1970) y Aylwin (1990-1994) hasta su deci- el aumento en la votación por independientes. Pero al comparar los resultados
sión de poner temas valóricos en el debate político –como las uniones civiles de las dos grandes coaliciones, queda en evidencia que la ventaja que histó-

38 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 39


ricamente había logrado la Concertación en las contiendas municipales se En la medida en que los chilenos se sienten cada vez menos interpretados
comenzó a desvanecer en 2004. por los tercios en que tradicionalmente se agruparon los partidos políticos, re-
Ya en 2008, de hecho, la Alianza logró anotarse su primera victoria electoral sulta fácil entender que los votantes sean más volátiles y estén más dispuestos
sobre la Concertación al obtener una mayor votación en alcaldes, alcanzar el a tomar sus decisiones sobre qué candidatos presidenciales apoyan a partir de
triunfo en un mayor número de municipios y ganar alcaldías en comunas variables de mediano y corto plazo. Así como resulta lógico que un votante
densamente pobladas. La contienda municipal de 2008 constituyó una pode- que se identifica con la derecha siempre vote por el candidato de derecha,
rosa advertencia a la Concertación y demostró también que la competitividad parece también razonable que un votante que no se identifica con ninguno
en elecciones que se venía observando desde 1999 para los comicios presiden- de los tercios tradicionales termine decidiendo su voto en una elección presi-
ciales se había extendido también a las contiendas municipales. La victoria de dencial a partir de características específicas de los candidatos, de su evalua-
la Alianza en 2009 no fue, entonces, un golpe de suerte ni un hecho aislado, ción sobre la situación económica reciente –o expectativas futuras–, o incluso
fortuito, accidental o producto exclusivo de los errores de la Concertación en como resultado de una evaluación retrospectiva sobre los éxitos y fracasos del
el proceso de nominación del candidato. La Alianza venía mostrando una me- gobierno saliente. Sea cual sea el criterio que usan estos votantes no identi-
jora constante en su desempeño electoral. La Concertación tenía una marcada ficados en el eje izquierda-derecha, lo cierto es que mientras más personas
tendencia a la baja. Los resultados de 2009 eran, en ese sentido, la crónica de dicen no sentirse identificada con ninguno de los tercios, más potencialmente
una muerte anunciada. O, al menos, la competitividad en los comicios presi- volátil resultará el electorado.
denciales ya desde 1999 indicaba que los resultados de la contienda de 2009 La Figura 4 también muestra que el crecimiento más sostenido de la desafec-
eran por definición de pronóstico reservado. Esto es, que el predominio de la ción se produjo después de 1993. Esto es, después de terminado el gobierno
Concertación ya era historia y que los resultados de los comicios dependerían de transición de Patricio Aylwin. A partir del gobierno de Eduardo Frei (1994-
exclusivamente de los aciertos y errores de cada coalición durante la campaña. 2000), los chilenos parecieron entrar en un proceso de creciente desafección
Puede ser cierto que Eduardo Frei no era el mejor candidato. Pero eso es un con el sistema político. Esta desafección bien pudiera explicar el hecho de que
dato anecdótico. No siendo el mejor candidato, Frei arrasó en las elecciones todas las elecciones presidenciales a partir de 1999 han sido altamente dispu-
de 1993. Entonces, la Concertación ganaba incluso con candidatos discretos. tadas y el resultado haya sido tan incierto. En la medida en que los chilenos
A partir de 1999, no habría espacio para errores. dejaron de identificarse con la misma resolución y certidumbre en torno a
los tercios derecha, centro e izquierda, las elecciones se hicieron mucho más
La desafección de los chilenos competitivas.
El crecimiento de la Alianza y la caída en la votación de la Concertación La Figura 4 también muestra que la identificación con la izquierda y con la
también responden, al menos en parte, a un fenómeno social mucho más pro- derecha se mantuvo relativamente estable en el tiempo. En cambio, la identi-
fundo. Desde el retorno de la democracia, el nivel de desafección de los chilenos ficación con el centro político disminuyó rápidamente. Este hecho tiene dos
con los partidos políticos ha venido en aumento. Como muestra la Figura 4, el lecturas distintas. Por un lado, explica por qué la derecha y la izquierda han
porcentaje de chilenos que no se identifica con ninguno de los tercios –derecha, ganado espacios en la política chilena en desmedro de los partidos de centro.
centro e izquierda– del espectro político se ha incrementado. Si en 1990 sólo Ya que tienen electorados más duros, la derecha y la izquierda deben articular
un 12% de los chilenos decía no alinearse en torno al eje izquierda-derecha, en mensajes que hablen sobre las necesidades y preferencias de sus bases de apo-
2009 esa cantidad había ascendido a casi un 40%. Datos de las encuestas CEP yo. Irónicamente, el sistema electoral binominal facilita esa tarea de hablarles
y de otras encuestas comparables muestran asimismo que la desafección con los directamente a los sectores más duros de la izquierda y la derecha. Ya que
partidos también ha venido al alza. Comprensiblemente, la desalineación par- basta con un tercio de los votos para conseguir uno de los dos escaños en cada
tidista tiende a disminuir en periodo de elecciones. La Figura 4 revela que los distrito, la derecha y la izquierda no tienen incentivos para buscar el centro y
chilenos tienden a mostrarse más polarizados en años de contiendas presiden- la moderación política en las elecciones legislativas. De hecho, dado el orde-
ciales, como 1999 ó 2005. Pero en 2009, la desafección con los partidos políti- namiento de los partidos en dos grandes coaliciones, los partidos de derecha
cos alcanzó un nivel especialmente alto, superior a cualquier otro año electoral. y de izquierda se pueden asegurar un gran número de escaños manteniendo

40 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 41


sus posturas más extremas. A diferencia de los candidatos presidenciales o los Figura 4
Identificación de los chilenos con sector político, 1990-2009 (%)
alcaldes, que para ganar deben buscar apoyo mayoritario, los candidatos al
Parlamento pueden mantener sus escaños con el respaldo de uno de los tercios 45

tradicionales. 40

La segunda lectura posible que se puede extraer de la caída en la identifica- 35

ción con el centro y el aumento de quienes no se identifican con ningún sector 30

es sólo una de énfasis. En la medida en que el país está menos polarizado que 25

hace veinte años, cuando se inició el periodo democrático, los chilenos que 20

antes se identificaban con el centro ahora adoptan posturas más independien- 15

tes pero igualmente moderadas. Esto es, siguen siendo de centro, pero no se 10

identifican con partidos de centro. Son más bien moderados. Ya que están 5

menos politizados, no precisan adoptar posturas militantemente de partidos 0

jun 90
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feb 91
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centristas. Basta con identificarse con posiciones moderadas. Por cierto, los
resultados de las contiendas presidenciales y municipales parecen reafirmar Ninguno Derecha Centro Izquierda
esta lectura. Los candidatos más exitosos tienden a ser aquellos que adoptan Fuente: Elaboración propia con datos de encuestas CEP.

posiciones y posturas moderadas.


Ahora bien, el sistema electoral crea una serie de distorsiones en la forma de las presidenciales de 1999, haya contribuido a aumentar la incertidumbre
en que los votos se transforman en escaños. Llegar a conclusiones apresuradas respecto a los resultados electorales. Ya que los chilenos tienen identificaciones
a partir de esas distorsiones es un error. Por ejemplo, muchos han apuntado al políticas moderadas, pero también “líquidas” y menos estáticas, los resultados
éxito relativo del PDC en las elecciones para senadores de 2009. El PDC ob- de una contienda presidencial dependen en gran medida de variables de media-
tuvo 4 de los 18 escaños en disputa. Pero ya que su votación en senadores fue no y corto plazo, donde la campaña y los mensajes que articulan los candidatos
un 17%, su razón de escaños fue la apropiada, un 22%. El crecimiento en el tienen un papel crucial para inducir a votantes moderados a decidir su voto.
número de senadores DC se debió a que en 2001, la última vez que esas regio-
nes escogieron senadores, la DC había obtenido también en torno al 18% de El factor MEO
los votos pero obtuvo solo 2 escaños (11%). Por cierto, durante el periodo de La irrupción de Marco Enríquez-Ominami (MEO) puede ser vista tanto
ocho años, la DC perdió ambos escaños: uno terminó en manos de un sena- como explicación de la derrota concertacionista en diciembre de 2009 como
dor del PRSD cuando el senador DC Jorge Lavandero –que había sido electo un síntoma de la debilidad de la coalición gobernante, en particular de su
en la Araucanía Sur– fue desaforado, y el otro correspondía a Adolfo Zaldívar, incapacidad para establecer un mecanismo legítimo y creíble de selección de
quien abandonó el PDC en 2008. De ahí que parezca excesivo hablar de un su candidato presidencial. Enríquez-Ominami se convirtió en candidato pre-
renacimiento del PDC a partir de los resultados de la elección de senadores de cisamente porque la Concertación no supo diseñar e implementar un sistema
diciembre de 2009. de selección de candidato presidencial que incorporara la participación de la
De cualquier forma, las dos explicaciones no son contradictorias. Por un ciudadanía y no sólo fuera el resultado de las negociaciones internas de los
lado es evidente que la derecha y la izquierda han mantenido su fuerza relativa partidos.
en estos veinte años –y en el caso de la derecha ésta ha aumentado– y por otro Pero no era inevitable que la candidatura de Enriquez-Ominami fuera un
es evidente que el centro ha disminuido su peso, aunque los chilenos no iden- éxito. Su aventura presidencial podría no haber despegado o haberse manteni-
tificados con ninguno de los tres sectores aparezcan también con marcadas do en los niveles normales para candidatos de la izquierda extraparlamentaria.
preferencias por posiciones moderadas. La irrupción de MEO fue exitosa también por atributos personales de ese di-
De ahí que parezca razonable sugerir que la desafección creciente de los chi- putado de 35 años que, habiendo sido electo como militante del PS, renunció
lenos con los partidos tradicionales, que se evidenció con más fuerza a partir al partido para buscar la presidencia como candidato independiente.

42 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 43


Poseedor de una envidiable biografía política y miembro de una de las fami- que Piñera lo era. De hecho, la evaluación sobre la sinceridad de Piñera em-
lias más poderosas de la Concertación, MEO logró posicionarse como un can- peoró entre agosto y octubre de 2009.
didato que recogió la demanda por más participación y renovación que existía Felizmente para Piñera, los chilenos terminaron votando más a partir de los
al interior de la coalición de gobierno, pero también como un candidato que atributos de desempeño de los candidatos que respecto a su evaluación sobre
parecía romper con los esquemas tradicionales de los tercios. Al recibir apoyos la sinceridad de los contendores presidenciales. Pero el hecho de que MEO
de sectores de izquierda y de derecha moderada, parecía superar las divisiones apareciera liderando en esos atributos de cercanía personal llevó a muchos a
en torno a la Concertación y a la Alianza –en torno al plebiscito, el Sí y el asociar su candidatura con la que cuatro años antes había llevado a Michelle
No– que habían caracterizado a la política chilena del periodo post Pinochet. Bachelet a la presidencia. En 2005, Bachelet lideraba ampliamente en atribu-
El rápido ascenso de MEO tomó por sorpresa a los estrategas concerta- tos personales –como la cercanía, la sinceridad y la honestidad–. Pero durante
cionistas, que esperaban convertir la elección en una nueva repetición de la la campaña de ese año, Bachelet también fue capaz de posicionarse como líder
disputa del plebiscito de 1988, que siempre parecía terminar favoreciendo en al menos algunos de los atributos de desempeño, superando a sus rivales
a la coalición centroizquierdista. Como muestra la Figura 5, la irrupción de Lavín y Piñera. En 2009, MEO logró convertirse en el líder en varios –no
MEO comenzó a darse en mayo de 2009, precisamente después de que la todos– atributos de cercanía, pero no fue capaz de liderar en atributos de
Concertación realizara sus primarias parciales para confirmar la candidatura desempeño.
de Eduardo Frei. Pero si bien el inicio de la campaña de MEO puede ex-
plicarse por el descontento y la decepción con la Concertación, el hecho de Tabla 2
Evaluación de atributos y habilidades de los candidatos presidenciales, 2009
que la candidatura presidencial independiente del diputado conocido como
“díscolo” haya mantenido una tendencia al alza y se haya consolidado tiene Criterio Piñera Frei MEO Arrate Ninguno

otras explicaciones. No basta con apuntar a las debilidades del candidato Más confianza para enfrentar (octubre 2009) % que menciona al candidato respectivo

oficialista y a los errores y contradicciones del discurso democrático de la Crisis económica mundial 41 25 11 2 15

Concertación, evidenciadas en el proceso de nominación del candidato. Las Salud 34 25 18 5 12

fortalezas personales de MEO son también responsables de que haya sido Delincuencia 44 20 15 2 12

él, y no algún otro candidato de protesta, el que terminara canalizando el Inflación 41 24 13 2 13

descontento con la Concertación y el deseo de recambio que parecía existir Educación 34 25 18 5 11


en la ciudadanía. Transporte público 38 23 16 3 13
La Tabla 2 muestra la evaluación que hacía la opinión pública sobre las Desempleo 42 23 15 3 12
capacidades y habilidades de los candidatos presidenciales para hacer frente a ¿Usted diría que es sincero o manipulador? % que responde positivamente
distintos temas de gobierno. En la encuesta CEP de octubre de 2009, Sebas- Sincero (agosto 2009) 36 39 40 11 –
tián Piñera aparecía como el candidato mejor evaluado para enfrentar desafíos Sincero (octubre 2009) 30 32 42 26 –
de gobierno. Piñera superaba a sus contrincantes en todas las categorías de Fuente: Elaboración propia con datos de las encuestas CEP de agosto y octubre de 2009.
evaluación. A su vez, Marco Enríquez-Ominami ocupaba sistemáticamente
el tercer lugar de las evaluaciones. Si los chilenos iban a escoger por atributos La irrupción de MEO redefinió la naturaleza de la campaña presidencial.
para desempeñar el cargo, Piñera llevaba la ventaja y MEO aparecía en un Su rápida alza en las encuestas echó por tierra cualquier posibilidad de que
distante tercer lugar. Sebastián Piñera pudiera lograr la mayoría absoluta en primera vuelta. Pero si
Pero la Tabla 2 también muestra la evaluación que hacían los chilenos res- bien eso fue una mala noticia para Piñera, el hecho de que MEO creciera esen-
pecto a un atributo clave para todo político. Al ser consultados si creían que cialmente a expensas de Eduardo Frei cambió también el foco de la campaña.
los candidatos presidenciales eran sinceros o manipuladores, Marco Enríquez- De pronto, Frei se vio amenazado con una candidatura atractiva y en alza
Ominami aparecía liderando como el más sincero. Un 40% de los chilenos desde el propio mundo concertacionista de centroizquierda. Ya desde fines
creía que MEO era sincero, número bastante superior a aquellos que creían de mayo, la campaña de Frei buscó, con diversas estrategias y sin demasiado

44 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 45


éxito, frenar el crecimiento de la candidatura de MEO. Como vemos en la Figura 5
Intención de voto presidencial, enero-diciembre 2009, en % (serie de todas las encuestas publicadas)
siguiente sección, la irrupción de MEO pavimentó el camino para la derrota
60
de Frei. El ingreso de Enríquez-Ominami a la campaña fue inicialmente una
mala noticia para Piñera en el mediano plazo, pues casi garantizaba la segunda 50

vuelta, pero constituyó una muy buena noticia en el corto plazo, porque sig- 40
nificaba un gigantesco dolor de cabeza y un obstáculo difícil de sortear para 30
la ya alicaída y cuesta arriba candidatura concertacionista de Eduardo Frei. 20

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La campaña
Si bien comenzó oficialmente en septiembre con la inscripción de las cuatro 0

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candidaturas presidenciales ante el Servicio Electoral, la campaña presidencial
ya había entrado en tierra derecha varios meses antes. Después de las primarias
concertacionistas del domingo 5 de abril, los cuatro candidatos presidenciales
se enfrascaron en una intensa disputa por los cada vez menos disciplinados y ene
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más apartidistas electores. La Figura 5 muestra una relación de todas las en-
cuestas de opinión que fueron publicadas en periódicos y medios de comuni- 60

cación entre enero y diciembre de 2009. Queda en evidencia el favoritismo de 50


Sebastián Piñera, quien lideró las encuestas durante todo el año. Pero también 40
parece evidente que la contienda estaba bastante abierta y que Frei tenía bue- 30
nas posibilidades de conseguir la victoria. La ventaja de Piñera sobre Frei era
20
inferior a 10 puntos porcentuales. Un error de Piñera, la materialización del
anticipado crecimiento en el apoyo a Frei –producto del efecto Bachelet– o la 10

posibilidad de que la emergente candidatura presidencial de MEO se disipara 0

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y esos votantes más proclives a la coalición centroizquierdista volvieran al redil
mantuvieron a la opinión pública expectante. La campaña importaba. Los
esfuerzos de los candidatos, sus partidos, las coaliciones, el gobierno y otros
actores involucrados se hicieron evidentes. Los partidos parecían jugarse la
Jan- Jan- Feb- Feb- Feb- Mar- Mar- Mar- Mar- Mar- Apr- Apr- Apr- Apr- Apr- Apr- Apr- Apr- Apr- May- May- May- May- May- May- Jun- Jun- Jun- Jun- Jun- Jul-
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vida casi diariamente. En cierto modo, era verdad. La contienda fue especial- Sebastián Piñera Eduardo Frei Marco Enríquez-Ominami Jorge Arrate Otros/NS/NR
mente cerrada y el resultado final aparecía incierto. No había dudas de que
Fuente: Observatorio Electoral de la Universidad Diego Portales.
Piñera terminaría en primer lugar. Pero sí había dudas respecto a qué tan cerca
de la mágica mayoría absoluta estaría el candidato de derecha. También había
obtenía la primera mayoría relativa y quedaba a un paso de convertirse en
dudas, aunque decrecientes a medida que se acercaba el día de la elección,
presidente de Chile. El candidato de la Concertación, Eduardo Frei, no al-
sobre la posibilidad de que MEO sorprendiera a la Concertación y se hiciera
canzaba siquiera el 30% de los votos, el peor desempeño para un aspirante
con el segundo lugar.
presidencial de la otrora invencible coalición centroizquierdista. La sorpresa
Finalmente, el 14 de diciembre de 2009, los casi siete millones de chilenos
de la campaña, Marco Enríquez-Ominami, obtenía un respetable –pero en
que emitieron votos válidos en la quinta elección presidencial realizada en el
última instancia insuficiente– 20% de la votación.
país desde el retorno de la democracia despejaron las dudas. Colectivamente,
La derrota concertacionista no se limitaba a la contienda presidencial. La
los chilenos produjeron el mayor sismo electoral en la historia de la demo-
Alianza también obtuvo la primera mayoría relativa de votos en la elección
cracia chilena posdictadura. Con un 44,1% de los votos, Sebastián Piñera

46 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 47


de diputados, logrando por primera vez desde el retorno de la democracia impedir la unidad de las fuerzas que en 1988 se habían identificado con el No.
más escaños que la Concertación. Como ya ha venido siendo costumbre en La victoria de Piñera en la segunda vuelta del 17 de enero fue la confirmación
elecciones anteriores, y gracias a las distorsiones que produce el sistema bi- de este proceso electoral que se había desencadenado meses antes y que pare-
nominal, en el Senado se dio un empate en escaños, aunque la Concertación ció confirmarse como inevitable la noche de la primera vuelta. En ese sentido,
obtuvo una leve mayoría en votos. De ahí que los resultados de la primera si el 14 de diciembre hubo un sismo electoral que remeció el orden político
vuelta constituyeran la peor combinación posible de noticias para la coalición imperante desde el retorno de la democracia, la noche del 17 de enero se sin-
oficialista. No era cierto que había sólo un problema de mal candidato. La tió una secuela, poderosa, pero que sólo confirmaba que el electorado chileno
Concertación también bajó su votación en las elecciones legislativas. Pese a había mayoritariamente decidido alterar los equilibrios políticos y entregar
haber logrado un pacto de no exclusión con el Partido Comunista, la votación el poder a una coalición de derecha que no había alcanzado el Palacio de la
de la coalición centroizquierdista cayó a sus peores niveles desde sus gloriosos Moneda a través de mecanismos democráticos desde la elección presidencial
inicios en 1988. Toda la Concertación, no sólo su candidato presidencial, de 1958. La noche del 17 de enero, cuando saludó a un público entusiasmado
estaba en problemas. pero todavía algo incrédulo, Sebastián Piñera coronó una campaña política
que incuestionablemente entrará en los anales de la historia de Chile. Un adi-
Tabla 3 nerado y hábil empresario, con una carrera política controvertida pero exitosa,
Resultados de las elecciones 2009-2010
lograba lo que por dos décadas pareció un objetivo imposible: derrotar a la
Presidencial, Presidencial, Diputados Diputados Senadores Senadores
primera segunda (%) electos*** (%)** electos***
coalición centroizquierdista que por más tiempo había gobernado al país. El
vuelta (%) vuelta (%) sismo electoral de 2009 fue doblemente histórico, tanto por la victoria del pri-
Alianza 44,1 51,6 44,4 57 43,3 9 mer candidato de derecha en cincuenta años como por la inapelable derrota
Concertación 29,6 48,4 43,4 55 45,1 9 de la Concertación.
Juntos Podemos Más 6,2 – * 3 –
Nueva Mayoría (MEO) 20,1 – 4,6 – 4,9 – 3. Los capítulos de este libro
Chile Limpio y otros – – 7,6 5 6,7 – El concepto de sismo inevitablemente evoca dolorosos recuerdos y anuncia
Votos válidos 6.937.519 6.942.601 6.539.570 120 1.868.994 18 destrucción; la metáfora de fallas geológicas ha sido ampliamente utilizada
* En diputados, la Concertación y el Juntos Podemos Más presentaron una lista única. en la ciencia política. El concepto de clivajes electorales que definen los or-
** Hubo elecciones para senadores en 9 de las 19 circunscripciones senatoriales.
*** En diputados y senadores electos se considera el total de escaños.
denamientos y equilibrios en el sistema de partidos se inspira en la idea de
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl masas tectónicas que se mueven lenta pero inescrutablemente para redefinir el
paisaje político. En ese sentido, los sismos políticos no tienen por qué ser tan
Si bien la campaña para la segunda vuelta del 17 de enero de 2010 fue traumáticos como los terremotos. Redefinen el paisaje, ciertamente. También
también intensa, la dinámica de esa contienda fue muy distinta a la de las causan víctimas políticas. Pero, a diferencia de las fatalidades de los terremo-
elecciones anteriores. El sismo electoral del 14 de diciembre había remecido tos, las víctimas políticas pueden renacer. Los daños de los sismos políticos
los cimientos del orden político nacional. El 44% conseguido por Sebastián afectan a los partidos perdedores, no a todo el país. Por eso, aunque la metá-
Piñera –si bien levemente inferior a la suma de votos de Piñera y Lavín en fora del sismo electoral pudiera evocar recuerdos dolorosos, la usamos tanto
2005– hacía muy difícil una victoria concertacionista. Aunque la sumatoria por razones de publicidad –en eso no pretendemos engañar a nadie– como
de votos de Frei, MEO y Arrate alcanzaba al 56%, suficiente para garantizar porque curiosamente el concepto no es ajeno a la ciencia política cuando se
una holgada victoria de las fuerzas centroizquierdistas, la posibilidad de unión trata de analizar cambios en patrones relativamente estables de preferencias
de los tres candidatos que provenían del mundo de la Concertación aparecía electorales.
como un proyecto casi imposible de lograr. Como en una tragedia griega, los Este libro está compuesto por diez capítulos. La primera parte del volumen
distintos actores políticos del mundo concertacionista, en su definición más está dedicada al análisis de las bases electorales de los candidatos presidencia-
amplia, incluidos Frei, MEO y Arrate, parecieron hacer todo lo necesario para les. Hay un capítulo para cada candidato. En el primero, Mauricio Morales y

48 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 49


María José Sánchez analizan los apoyos a Sebastián Piñera, sugiriendo que su descuida la trayectoria histórica de la coalición y los factores que, en el tiempo,
éxito se explica, en parte, por el progreso de su adhesión en los segmentos más explican su derrota.
pobres en comparación a su campaña de 2005. De igual forma, destaca el in- En el capítulo 6, Javiera Campos, Carlos Cantillana y Antonio Poveda
cremento de su votación en los más jóvenes, comparando también con 2005. estudian las bases electorales del Partido Comunista. Coincidiendo con el
El segundo capítulo está dedicado a la candidatura de Frei. Acá, Alberto trabajo de Carolina Garrido, concluyen que, en efecto, la votación del PC
Espinoza, Mauricio Morales y Lucas Perelló describen las bases electorales está anclada en los segmentos socioeconómicos medio-altos, mostrando me-
del candidato, subrayando los problemas de su campaña y la dificultad para nor fuerza electoral en los sectores más pobres. Sugieren que esto bien puede
aproximarse a electores jóvenes. Sostienen que su candidatura estuvo estric- explicarse por la competencia directa que el PC tiene con la UDI en las
tamente anclada en electores más añosos y, principalmente, de bajo nivel so- zonas populares.
cioeconómico. Si bien su desempeño mejoró en la segunda vuelta, no fue En tanto, en el capítulo 7, Kenneth Bunker muestra las continuidades y
capaz de sumar las votaciones de Arrate y de Enríquez-Ominami. cambios en la composición de la Cámara de Diputados en Chile. Su acento
El tercer capítulo, escrito por Martín Schuster y Rodrigo Osorio, es sobre está puesto sobre los niveles de incumbencia y la duración de las carreras de los
Enríquez-Ominami. Los autores enfatizan en el avance de su candidatura en diputados. El trabajo aporta en la línea de caracterizar a nuestros congresistas
términos de atributos presidenciales y en la mayor credibilidad ciudadana que y medir el nivel de éxito que tienen los titulares que buscan la reelección.
poco a poco fue logrando. De igual forma, puntualizan que el candidato, a En el capítulo 8, Daniela Oliva analiza el voto femenino y constata que, a
pesar de competir como independiente, representó las bases electorales ha- pesar de que las mujeres votaron más por Bachelet en 2005, en 2009 parecen
bituales de la Concertación. Es decir, obtuvo un mejor rendimiento en las haber retomado su tendencia más conservadora. Su planteamiento central es
comunas con Índice de Desarrollo Humano medio respecto a las más ricas y que la elección de 2005 fue más la excepción que la regla. A pesar de que
más pobres. Bachelet logró la solidaridad de género en esos comicios, ésta desapareció en
Finalmente, Carolina Garrido estudia las bases electorales de Jorge Arrate. 2009 y las mujeres volvieron a votar más por el candidato de derecha.
Su conclusión central es que, contrario a lo esperado considerando la trayec- Para finalizar, hay dos capítulos que tocan, desde distintos ángulos, la crisis
toria histórica del voto del Partido Comunista en la democracia pre 1973, de representación. Patricio Navia, Martín Schuster y Javier Zúñiga estudian
Arrate logra mejor desempeño en los segmentos de mayores ingresos. Esto las candidaturas independientes en el marco de un desapego generalizado ha-
también se ve reflejado en el rendimiento comunal. Así cierra la primera par- cia los partidos políticos. Sostienen que, si bien la institucionalidad no facilita
te del libro. El análisis de las candidaturas presidenciales permite mapear de la competencia de los independientes, éstos se las han arreglado para ir ganan-
manera sistemática el perfil de los votantes y el desempeño electoral de cada do terreno. Finalmente, el capítulo de Fernando Rubilar analiza la desafección
candidato. hacia los partidos desde las encuestas de opinión. Su argumento central es
La segunda parte del libro consta de una serie de artículos dedicados a que, a pesar de los bajos niveles de identificación partidaria, existe un número
cuestiones anexas a la carrera presidencial. Abarca desde estudios muy con- cada vez más significativo de ciudadanos que de todas formas prefiere a algún
cretos sobre algunas coaliciones, hasta el análisis, desde distintos ángulos, de candidato. Esto retrataría el cambio desde una competencia centrada en par-
la crisis de representación en Chile. El objetivo de esta segunda parte consiste tidos hacia otra centrada en candidatos, cuyos niveles de personalización son
en analizar temas que, si bien no se asocian directamente con el resultado de sustantivamente más altos.
la elección presidencial, sí permiten comprender sus implicancias en un con-
texto más amplio. Consideraciones metodológicas
En el capítulo 5, Gonzalo Contreras describe muy detalladamente la evo- El libro se nutre, básicamente, de los modelos clásicos de la conducta elec-
lución de la Concertación, poniendo especial énfasis al escenario previo a la toral. Para ello se utilizan dos fuentes de datos. En primer lugar, resultados
elección presidencial con las divisiones políticas y el surgimiento de los “dísco- electorales por comuna, a lo que se adiciona información socioeconómica
los”. El autor hace un repaso del desempeño electoral de la coalición y busca proveniente de la encuesta CASEN. En segundo lugar, resultados de las en-
las causas de su desplome. Si bien se concentra en las causas de corto plazo, no cuestas de opinión. Se utilizan las encuestas ICSO-UDP y CEP. Para sortear

50 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 51


algunos problemas asociados a la falacia ecológica, las hipótesis de los autores Este libro no habría sido posible sin el respaldo del decano de la Facultad
son contrastadas mediante estas dos fuentes de datos. de Ciencias Sociales e Historia de la UDP, Manuel Vicuña, quien ha apo-
Técnicamente, se recurre al análisis estadístico descriptivo e inferencial. Se yado decidida y constantemente las iniciativas del Observatorio. De igual
incluyen algunos modelos probit o logit considerando el carácter de la va- forma, agradecemos la oportunidad que periódicamente nos brinda la Uni-
riable dependiente al analizar la intención de voto por cada candidato. Al versidad Diego Portales para participar de los concursos por proyectos estra-
mismo tiempo, se añaden simulaciones estadísticas realizadas con el software tégicos y proyectos semilla. Gracias a estos fondos hemos podido financiar al
R (paquete zelig), particularmente al relacionar el porcentaje de votación por Observatorio tanto en la generación de este libro como en la conformación
comuna y algunas características socioeconómicas de la población. Esto, a fin de una amplia base electoral. En el libro hacemos uso de las bases de datos
de mostrar los resultados de manera gráfica sin perjuicio de que, en algunos de la serie de encuestas nacionales ICSO-UDP, que desde 2005 han venido
casos, se incluyan las respectivas tablas. Cada modelación está debidamente anualmente tomando una cuidadosa fotografía de la sociedad chilena y su
controlada a fin de no caer en relaciones o asociaciones espurias. Para ello evolución. Agradecemos el compromiso de la UDP con la investigación en
recurrimos a las mencionadas escuelas de la conducta electoral. Acá se su- ciencias sociales.
gieren las variables de control más utilizadas en la literatura. Para el caso de De igual forma, damos crédito del respaldo que hemos recibido desde la di-
las encuestas, estas variables típicas son sexo, edad, nivel socioeconómico y rección de la Escuela de Ciencia Política, que eficientemente encabeza Rossa-
educación. Para el análisis lineal, en tanto, y de acuerdo al resultado electoral na Castiglioni, y del director del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO), Clau-
por comuna, las modelaciones son controladas en serie de tiempo. Por ejem- dio Fuentes, quien se ha esmerado en que nuestras investigaciones rebasen
plo, si se está explicando la votación por Frei en 2009 de acuerdo al Índice de las barreras estrictamente académicas y sean útiles para la toma de decisiones
Desarrollo Humano comunal, es necesario incluir como primer predictor al en otros ámbitos. Los colegas del Instituto de Ciencias Sociales de la UDP y
resultado de Bachelet en 2005. Esto permite capturar, en cierta medida, los nuestros colegas de la Escuela de Ciencia Política también han nutrido nues-
cambios que se producen entre una elección y otra, siendo más preciso en la tro trabajo añadiendo perspectivas que a veces los electoralistas y estudiosos
detección de los determinantes. de los sistemas de partidos no tenemos en cuenta. El personal administrativo
Cada capítulo está escrito en función del contexto histórico que hemos en- también ha jugado un rol clave, facilitando las actividades del Observatorio.
tregado en este prólogo. El lector encontrará algunos detalles relativos a, por También queremos reconocer el apoyo financiero de un proyecto Fondecyt
ejemplo, datos biográficos de los candidatos presidenciales. No obstante, la (número 1085243) durante el proceso de investigación y análisis de los capí-
historia como tal se encuentra en el prólogo y, por tanto, se hace necesaria una tulos de este libro.
lectura conjunta. El objetivo de los capítulos está en responder preguntas muy Los editores compartimos con los autores de los capítulos respectivos la
específicas y en contrastar las hipótesis centrales. Ciertamente, estas hipótesis responsabilidad por cualquier error u omisión en el texto. Pero comparti-
tienen el fundamento teórico necesario y cada capítulo referencia la literatura mos también, y esto con innegable orgullo, la grata experiencia de trabajar
que permite sostenerlas. con un equipo de jóvenes y promisorios politólogos que, con rigurosidad
metodológica y solidez empírica, dan cuenta de los detalles y razones que
4. Agradecimientos explican el sismo electoral de 2009. Porque sabemos que habrá nuevos sis-
Este libro es fruto del trabajo desarrollado por el Observatorio Electoral de mos electorales en el futuro nacional, nos satisface también presentar a estos
la Universidad Diego Portales. El Observatorio está compuesto por estudian- jóvenes profesionales que estarán preparados para explicarlos y, en la medida
tes, egresados y titulados de la carrera de ciencia política. La primera experien- de lo posible, también ayudar a predecirlos y anticiparlos.
cia en la redacción de libros fue El genoma electoral, publicado por esta misma Finalmente, Patricio Navia agradece a Macarena Donoso Rojas, por ense-
editorial en 2009. Los investigadores asociados y asistentes del Observatorio ñarle que algunos sismos pueden transformar radicalmente el estado de las
Electoral de la UDP también han publicado estudios en distintas revistas aca- cosas y hacer que la vida sea más feliz. Mauricio Morales, en tanto, agradece
démicas y han redactado una serie de documentos de trabajo que están dispo- el particular apoyo de su hijo, quien, a su corta edad y casi sin darse cuenta,
nibles en www.icso.cl/investigaciones. ha sido testigo de uno de los cambios políticos más importantes de la histo-

52 mauricio morales / patricio navia PRÓLOGO / el sismo electoral de 2009 53


ria reciente de Chile. Agradecemos muy especialmente el apoyo de Andrés Tironi, Eugenio, y Felipe Agüero. 1999. “¿Sobrevivirá el nuevo paisaje político chileno?”,
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Braithwaite en la edición del texto. Su ayuda fue importante para mejorar y
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54 mauricio morales / patricio navia La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 55
Capítulo 1

La segunda es la vencida:
Piñera y sus bases de apoyo
Mauricio Morales / María José Sánchez

Presentación
Y finalmente se produjo la alternancia. Luego de dos elecciones presiden-
ciales competitivas la derecha llegó al poder por la vía democrática. En 1999
Joaquín Lavín estuvo a 31.140 votos de ganar la elección y forzó una segunda
vuelta, mientras que en 2005 la derecha compitió con dos candidatos y tam-
bién logró avanzar hacia el segundo turno. En esa ocasión fue Sebastián Piñera
quien, en desmedro de Lavín, peleó la presidencia con Michelle Bachelet.
Salió derrotado, pero nuevamente lo intentó: 2009 sería su año.
Piñera se vio favorecido por el contexto político de 2009. La división
concertacionista fue un punto de inflexión para estas elecciones no sólo por
la fuga de diputados y senadores del PS, PDC y PPD, sino también por la
irrupción de Marco Enríquez-Ominami como candidato presidencial inde-
pendiente. En la práctica, la Concertación compitió con dos candidatos cuyas
bases electorales jamás sumarían en una segunda vuelta. De hecho, los votan-
tes socialistas tenían tres opciones en esta elección presidencial: Eduardo Frei
por la Concertación, Jorge Arrate (ex miembro de la Concertación y del PS)
por el Juntos Podemos, y Marco Enríquez-Ominani. Los perfiles de votación
de Frei y Enríquez-Ominami eran opuestos particularmente al considerar la
edad. Los más jóvenes estaban con Enríquez-Ominami y los mayores con
Frei. Esto también se replicó por nivel socioeconómico: mientras Frei tenía
mayor arraigo en los sectores de menores ingresos, Enríquez-Ominami lo ha-
cía en los segmentos medios.
A estas diferencias por edad e ingresos se suma el distanciamiento político
de ambos candidatos. Enríquez-Ominami se hizo parte del descontento con la
Concertación y marcó fuertes diferencias con su representante. En la primera
fase de la campaña, incluso, Enríquez-Ominanmi fue sustantivamente más
agresivo con Frei que con el propio Piñera. Criticó ácidamente su gobierno,

La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 57


cuestionó la altura moral de Frei en caso de que llegara nuevamente al poder candidato a senador por la circunscripción Santiago Oriente. En segundo lu-
y formó una lista parlamentaria que tenía como objetivo desbancar a algunas gar, mostramos la evolución de los apoyos hacia la derecha en las elecciones
figuras de la Concertación. En esto último fracasó rotundamente, pues tanto presidenciales y parlamentarias desde 1989, constatando que, en efecto, la
Pepe Auth (presidente del PPD) como Marcelo Schilling (candidato a diputa- coalición ha reducido tanto su magnitud de votación cruzada como el nivel
do del PS) salieron victoriosos ante la competencia de los candidatos del pacto de volatilidad. Esto da cuenta de la mayor estabilidad en sus patrones de vota-
Nueva Mayoría que apoyó a Enríquez-Ominami. ción, lo que, en parte, explica su éxito en 2009. En tercer lugar, identificamos
Este escenario de competencia en la Concertación terminó por favorecer a el perfil de la votación por Piñera en estas últimas elecciones, realizando una
Piñera. Sólo hubo algunos intercambios bruscos con Enríquez-Ominami en comparación con 2005 particularmente en cuanto al nivel socioeconómico de
un debate televisivo, pero que no hizo mella en el apoyo ciudadano que Piñera los encuestados. Sostenemos que acá estuvo una de las claves de la elección. Es
ostentaba a esas alturas. Ni siquiera la referencia de Frei al informe de Trans- decir, que Piñera efectivamente logró cautivar a los segmentos más pobres y de
parencia Internacional, donde se le acusaba de hacer mal uso de información clase media-baja. Cotejamos esto analizando su votación de acuerdo al Índice
privilegiada en la compra de acciones, perjudicó su estrategia de campaña. de Desarrollo Humano comunal.
Al parecer, el vínculo entre política y negocios no fue sancionado por los
electores. De hecho, Piñera no se deshizo de sus acciones antes, durante ni Piñera: el político y el empresario
inmediatamente después de la elección. Sebastián Piñera es una de las figuras más controversiales de la política chi-
Un segundo elemento de contexto para la campaña fue la alta popularidad lena. Ha destacado principalmente en el ámbito empresarial. Esto le ha cos-
de la presidenta Bachelet. Dicha popularidad obedecía principalmente a un tado fuertes cuestionamientos por los posibles conflictos de intereses entre
apoyo ciudadano personal hacia la mandataria y su gobierno, pero que, en su función privada y su función pública. Por lo mismo, su gran desafío en la
ningún evento, se transformó en un respaldo institucional hacia la obra de presidencia será demostrar que el éxito empresarial y la actividad política son
la Concertación, de sus partidos y, por cierto, de su candidato presidencial. efectivamente compatibles.
Tampoco es prudente catalogar la popularidad de Bachelet como “cariñocra- Nació el 1 de diciembre de 1949 y es el tercero de cinco hermanos del
cia”, pues bajo su administración se enfrentó exitosamente la crisis económica matrimonio de José Piñera Carvallo y Magdalena Echeñique Rozas. Cuando
internacional y se implementó un amplio programa de protección social diri- tenía dos años, los Piñera Echeñique partieron a Estados Unidos, ya que José
gido hacia los sectores más desposeídos. No obstante, y según los datos de la Piñera dirigiría la oficina recién abierta de la CORFO en Nueva York (Marvel,
encuesta ICSO-UDP de octubre de 2009, de los que aprobaban a Bachelet 2009). Tras su retorno a Chile estudió en el Colegio Verbo Divino entre 1955
sólo el 28% votaba por Frei, el 18,5% por Enríquez-Ominami y el 25,5% por y 1964, donde según varios de sus compañeros se destacaba por “ser rápido
Sebastián Piñera, considerando sólo los inscritos. intelectualmente y atropellador en las formas”, así como por manifestar un
Entonces, la candidatura del empresario contó con variables políticas que especial interés por “los temas profundos y sofisticados” (Salazar, 2009: 22).
facilitaron su triunfo. Es decir, la división del oficialismo y una alta populari- En 1968 entró a estudiar ingeniería comercial en la Pontificia Universidad
dad presidencial que no se tradujo en un respaldo institucional hacia la Con- Católica de Chile. Ahí participó en la vida política como simpatizante de la
certación. Adicionalmente, Piñera implementó una campaña que lo mostró DC, el mismo partido de su padre (Marvel, 2009). Terminó su carrera en
en una faceta de estadista y con llegada a los sectores populares, característica 1971 y se le otorgó el Premio Raúl Iver al mejor alumno de la generación
que no mostró en las presidenciales de 2005. Nuevamente se acuñó el con- (Marvel, 2009). Posteriormente se desempeñó como profesor en diferentes
cepto de “cambio”, lo que no desbordó en una crítica permanente hacia la casas de estudio y en 1973 obtuvo la Beca Fullbright para estudiar en la Uni-
obra de la Concertación, sino en los desafíos del Chile del Bicentenario. En el versidad de Harvard (Marvel, 2009: 41). En dicha institución obtuvo un más-
comando de Piñera se tenía cierta claridad de que el discurso crítico hacia la ter y luego un doctorado en 1975. Se casó con Cecilia Morel en diciembre de
Concertación era tarea de Enríquez-Ominami, quien la cumplió a cabalidad. 1973 y tuvieron cuatro hijos.
Este trabajo lo dividimos en tres partes. En primer lugar, mostramos la Cuando Piñera retornó a Chile sus actividades se centraron básicamente
trayectoria de Piñera como actor político desde su irrupción en 1989 como en su desarrollo académico y empresarial. Sin embargo, desde el retorno a la

58 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 59
democracia combinó el manejo e incremento de sus capitales con un fuerte rol sistemáticamente, presentando más de cuarenta puntos porcentuales de eva-
político. La primera empresa de Piñera fue la Constructora Toltén, actividad luación positiva en agosto de 1992 (CEP, 1992).
que desarrolló en paralelo con su participación en Infinco y en el Banco de La tensión explotó el 23 de agosto de 1992 con el “Kiotazo” o “Piñeragate”.
Talca (Salazar, 2009). Posteriormente incursionó en distintos proyectos inmo- Este suceso consistió en lo siguiente. La línea telefónica de Piñera fue inter-
biliarios, así como en inversiones de todo tipo. Al menos hasta antes de asumir ceptada por personal especializado del Ejército. En la conversación se refería
como presidente, tenía inversiones en unas cuarenta sociedades, como Antar- en duros términos a la otra presidenciable del partido, Evelyn Matthei. La
Chile (1%), BCI (1%), Blanco y Negro (16,08%), Campos (2,05%), Chi- cinta de dicha conversación fue dada a conocer públicamente por Ricardo
levisión (100%), Cencosud (1%), CMPC (1%), Colbún (1%), Corpbanca Claro en un programa televisivo de alta sintonía, lo que significó el inmediato
(1%), Cristales (1%), CTC (1,1%), Sudamericana de Vapores (2%), Eperva cierre de las posibilidades para que Piñera accediera como candidato presiden-
(3%), Forus (2%), Habitat (0,7%), Indiver (1%), Inforsa (3%), Lan Airlines cial. Las investigaciones del suceso dieron como culpable a la propia Evelyn
(26%), Madeco (2%), Marinsa (2%), Norte Grande (2%), Pampa Calichera Matthei, quien junto a personal del Ejército planificó paso a paso este bullado
(10,2%), Quiñenco (4,1%), Ripley (2%), Salfacorp (3,6%), Socovesa (2%) y escándalo (Otano, 1995: 270-272; Allamand, 1999: 306-337). La acción de
Vapores (2%), entre otras (Salazar, 2009: 150-151). Claro “lanzó a RN a un proceso de autodestrucción del que no se recuperaría
en todo el siguiente lustro y condenó a la derecha a un nuevo papel testimo-
La cara política de Sebastián Piñera nial en las elecciones de 1993” (Cavallo, 1998:174).
Piñera nació en una familia muy cercana a la DC y a personeros como La imagen de Piñera quedó por el suelo. En la encuesta CEP de marzo de
Eduardo Frei Montalva y Patricio Aylwin. En 1980 mostró su posición frente 1993 un 42,7% de los consultados tenía una opinión negativa del senador,
al régimen militar y acudió junto a su padre al “Caupolicanazo”, el primer mientras sólo un 24,8% tenía una opinión positiva. Su popularidad siguió a
acto de repudio público al plebiscito constitucional de ese año. Esta oposición la baja en el periodo siguiente. En el estudio CEP de noviembre y diciembre
le costó su trabajo en el Banco de Talca. Luego votaría contra el régimen de de 1993 un 35,5% de los encuestados tenía una opinión negativa (ver Gráfi-
Pinochet en el plebiscito del 5 de octubre de 1988 (Schiessler, 2007). co 1). Sólo a finales de 1994 su imagen mejoró: un 19% de los encuestados
En 1989 Piñera buscó un cupo parlamentario en el PDC, pero éste le cerró por el CEP tenía una opinión negativa, mientras un 39% daba evaluaciones
las puertas dadas las demandas del empresario por ocupar cargos protagóni- positivas.
cos en el partido. No le quedó más remedio que desembarcar en RN, cuyo
principal nexo fue Andrés Allamand. En las elecciones de ese año logró un Nuevos aires presidenciales
escaño senatorial por la circunscripción Santiago Oriente, compitiendo como Al culminar su periodo como senador decidió no repostular. A esas alturas
independiente por el cupo de RN. Para la presidencial se transformó en gene- tenía como desafío mayor intentar una candidatura presidencial para 1999.
ralísimo de Hernán Büchi (Otano, 2006: 94). Para cumplir este desafío se enfrentó a Sergio Romero, que representaba al
Junto a Allamand, Espina y Matthei conformó la “patrulla juvenil” de RN. ala conservadora del partido (Schiessler, 2007). Luego de las negociaciones
Se opusieron sistemáticamente al sector más conservador, dirigido por Sergio decidieron hacer una campaña conjunta, pero poco tiempo después Romero
Onofre Jarpa. En febrero de 1990 se produjo un acuerdo entre Allamand decidió bajarse ante la fuerza de los otros competidores, Ricardo Lagos y Joa-
y Piñera, donde se establecía que el primero lucharía por la presidencia del quín Lavín. Frente a este escenario Piñera siguió en campaña, pero finalmente
partido y el segundo sería potenciado como candidato presidencial para 1993 decidió dar un paso al costado y respaldar irrestrictamente al candidato de la
(Salazar, 2009). UDI (Schiessler, 2007).
Los problemas internos en la “patrulla juvenil” no tardaron en llegar. Piñera En 2000 Piñera se enfocó básicamente en sus inversiones. El traspié polí-
asumió un completo protagonismo en la campaña municipal de 1992, lo que tico lo retrajo nuevamente al mundo privado (Schiessler, 2007). Pese a esto,
molestó a la otra aspirante presidencial del grupo, Evelyn Matthei (Cavallo, se transformó en un posible aspirante al Senado dada la estrategia de RN
1998). Por otra parte, la visibilidad y evaluación positiva de Piñera crecía para contrarrestar la expansión de la UDI (Schiessler, 2007). El 26 de mayo

60 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 61
de 2001 Piñera fue electo con apoyo unánime como nuevo presidente del de la iniciativa. Con el eslogan “Con Piñera se puede”, el flamante candidato
partido. La misión que enfrentaba no era menor, pues debía reposicionar a comenzó su campaña por todo Chile. En las mediciones CEP de junio y julio
RN dentro de la Alianza y evitar ser avasallada por la UDI (Schiessler, 2007: se observó un incremento de las opiniones positivas hacia Piñera, que llegaron
60). Durante las negociaciones, exigió un equilibrio razonable de escaños para al 44,1%, mientras que las negativas bordearon el 19% (ver Gráfico 1).
cada partido y que Lavín apoyara igualitariamente a todos los candidatos, Piñera se negó a la realización de primarias en la Alianza. Nada lo haría
independientemente de su militancia (Schiessler, 2007). cambiar su decisión de ser candidato presidencial y menos ponerse en riesgo
La tensión entre ambos partidos aumentó con el anuncio de Piñera de ser en una elección interna donde la maquinaria UDI podría aniquilarlo nueva-
candidato a senador por la Quinta Región Costa. Para esa circunscripción la mente. Su popularidad siguió en alza. En el estudio CEP de octubre y no-
UDI tenía al ex comandante en jefe de la Armada, Jorge Arancibia. Como Pi- viembre, un 51,7% de los encuestados manifestaba opiniones positivas hacia
ñera era un candidato altamente competitivo y riesgoso para las aspiraciones de Piñera, mientras que las negativas llegaban casi al 14%. De paso, dejó fuera
Arancibia, la UDI presionó para que declinara su opción. Y así lo hizo. En nom- de competencia a Soledad Alvear, quien luego de la irrupción de Piñera cayó
bre de la unidad de la Alianza y con el objetivo de ganar la presidencial, Piñera sistemáticamente en sus niveles de popularidad.
decidía dar un paso al costado. Nuevamente, la UDI había ganado el duelo. En la primera vuelta de 2005 Piñera derrotó a Lavín. El margen fue estre-
En su paso por la presidencia de RN Piñera incrementó su visibilidad pública cho. Mientras el RN lograba un 25,41%, el gremialista quedaba relegado a un
y además unió al partido en torno a su nombre. La encuesta CEP de diciembre tercer lugar con el 23,23%. Debía enfrentar a Bachelet en la segunda vuelta.
de 2001 le dio un 37,7% de opiniones positivas y un 19,3% negativas (ver La campaña del piñerismo instituyó como eslogan “Chile quiere más, Piñera
Gráfico 1). En diciembre de 2002 la opinión positiva llegaba a un 36,2%, dis- más Presidente”. A pesar del buen resultado de la derecha en la primera vuel-
minuyendo levemente en comparación al estudio de diciembre del año anterior. ta, Piñera no fue capaz de capturar toda la votación de Lavín y perdió por un
Pese a que Piñera depuso su candidatura por el bien de la coalición, un 46,5% frente a un 53,5% de Bachelet.
nuevo incidente estalló con el caso Spiniak el año 2004. Esto fue motivo de
conflicto entre Piñera y Longueira, presidente de la UDI. El desastre fue tal, La tercera es la vencida
que Lavín les solicitó a ambos dejar la presidencia de los partidos. Este mo- En 2006 Piñera retomó sus negocios. Sin embargo, su figuración política
mento fue tenso, humillante y con cierto sentido de traición para Piñera. Sin era manifiesta. El estudio CEP de junio-julio de ese año mostraba que un
siquiera consultarle “lo sacan de la presidencia del partido” con ayuda de su 43% tenía una opinión positiva de Piñera y un 23% una opinión negativa.
amigo Andrés Allamand (Schiessler, 2007). Es así como Piñera se retrae nue- Estos porcentajes se mantuvieron casi sin variación el resto del año.
vamente al mundo privado. En 2007 se le acusó de hacer mal uso de información privilegiada para la
compra de acciones de LAN (Sánchez, 2009). La Superintendencia de Valores
El segundo intento por llegar a La Moneda y Seguros (SVS) le aplicó una multa y Piñera acusó intervención del gobierno
Tras la abrupta salida de Piñera de la presidencia de RN, en el partido que- en este fallo (Schiessler, 2007). De ahí en adelante se concentró en su opción
dó la incómoda sensación de ser los segundones de la derecha. Diversos per- presidencial formando grupos y comisiones de trabajo. Si bien la UDI no lo
soneros de la colectividad comenzaron a cuestionarse en silencio el liderazgo había confirmado como el presidenciable del partido, era el candidato de la
que representaba Lavín, así como el apoyo que RN le daría para las próximas Alianza que contaba con mayor respaldo.
presidenciales. A esto se sumó la baja de Lavín en las encuestas meses antes del En miras de la elección presidencial, la estrategia de la derecha fue destruir
consejo general de RN, donde el gremialista sería proclamado. En este con- la imagen del ex presidente Lagos. Se impuso la tesis del “desalojo” elaborada
texto surgió la candidatura presidencial de Piñera. No obstante, Sergio Diez, por Allamand (2007). Se buscaba mostrar a la opinión pública todos los erro-
presidente del partido, junto a Alberto Espina y Andrés Allamand tranquiliza- res cometidos bajo el gobierno de Lagos. Como segunda estrategia se optó por
ban a los gremialistas y aseguraban el apoyo de RN a Lavín (Schiessler, 2007). criticar al gobierno, pero no a la presidenta, dado sus altos niveles de popula-
El consejo general de RN fue el 14 de mayo de 2005 y optó por la candi- ridad. Y, como tercera estrategia, Piñera no debía entrar en confrontaciones
datura presidencial de Piñera. De los 300 consejeros, 240 estuvieron a favor directas. Su actitud debía ser propositiva y no combativa.

62 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 63
La primera estrategia se cumplió casi a la perfección. Tras algunos meses Algunos antecedentes electorales
la popularidad de Lagos cayó bruscamente, anulando cualquier intento de La derecha salió derrotada en todas las elecciones hasta 2008. En los comi-
repostulación presidencial. El 8 de diciembre de 2008 Lagos deponía su can- cios de alcalde de ese año venció a la Concertación obteniendo el 40,6% de
didatura. Tras la renuncia de Lagos sonaba cada vez más fuerte la candidatura los votos versus el 38,44% de la coalición oficialista. En 2005 el porcentaje de
de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En enero de 2009 Insulza declinó su postulación Piñera más el de Lavín fue superior al de Bachelet en la primera vuelta, pero
y apoyó a Frei. La Concertación se enfrascó en una lucha sin cuartel y con las votaciones de ambos candidatos no sumaron exactamente en la segunda
una serie de diputados y senadores “díscolos” que finalmente abandonaron vuelta. Así y todo, era muy evidente que la derecha acortaba distancia con la
el pacto. Surgió la candidatura de Enríquez-Ominami, agudizando la crisis Concertación. El hito inaugural de este proceso fue, ciertamente, la candi-
de la Concertación. Por la derecha, en tanto, Piñera no tenía rivales. Era el datura de Lavín en 1999. Desde estas elecciones la segunda vuelta sería un
candidato único. evento normal y no inviable como fue en las elecciones de 1989 y 1993, en
La campaña y los recorridos de Piñera estuvieron marcados por el eslogan que la distancia entre el candidato de la Concertación y el de la derecha no
“Así queremos Chile” y por el concepto de la “nueva forma de gobernar”. RN lo bajó de los 15 puntos.
proclamó el 8 de agosto de 2009, mientras la UDI lo hizo el 22 de agosto. Las El avance electoral de la derecha no estuvo exento de problemas. RN y la
encuestas le daban amplia ventaja. Tanto los estudios ICSO-UDP como CEP UDI tienen fuertes diferencias de origen, particularmente por la procedencia de
le entregaban alrededor del 40% considerando potenciales votos válidamente sus elites (Soto, 2001). Gran parte de los miembros de la UDI participó muy
emitidos. La encuesta ICSO-UDP mostraba un empate entre Piñera y Frei para activamente del régimen del general Pinochet, a diferencia de los fundadores de
la segunda vuelta, mientras que el CEP daba una ventaja sustantiva a Piñera. RN (Huneeus, 2001, 2001a). Tales diferencias, que se suman a las disparidades
Para la campaña de la segunda vuelta Piñera utilizó el eslogan “Súmate al etarias entre ambas elites fundacionales, han generado un cerco de desconfianza
cambio”. Enfatizó en la necesidad de renovación reconociendo los logros de la entre ambos partidos, que muchas veces ha concluido con severos escándalos
Concertación, pero también criticando los actos de corrupción y los proble- comunicacionales. A esto se añade la constante política de chantaje de la UDI
mas de ineficiencia estatal. A pesar de que su victoria se daba por segura, ganó sobre RN, particularmente al inicio de la postransición. Con el fin de obtener
por sólo 3 puntos. Hasta ahora, ha sido el presidente electo con menos votos una negociación favorable frente a las elecciones, la UDI amenazó constan-
desde el retorno a la democracia. temente con abandonar el pacto en caso de que sus demandas electorales no
fueran satisfechas por RN (Allamand, 1999; Morales, 2004).
Gráfico 1 Esta tensión entre RN y la UDI puede explicar, en cierta medida, el fracaso
Opiniones positivas y negativas sobre Sebastián Piñera, 1990-2009 (%)
electoral en las elecciones presidenciales de 1989 y 1993. De hecho, ninguno
60 de sus candidatos se aproximó al porcentaje del Sí en el plebiscito de 1988.
50 Adicionalmente, tanto Hernán Büchi como Arturo Alessandri (candidatos
40 presidenciales en 1989 y 1993, respectivamente) obtuvieron una votación in-
30 ferior a la de la lista de diputados de la coalición. Büchi recibió todo el respal-
20 do del saliente régimen autoritario, pero no logró las lealtades suficientes en
10 RN. Su pasado como ministro de Hacienda le permitió mayor conocimiento
0 público, pero todos sus esfuerzos fueron estériles ante la candidatura de Patri-
dic 90
mar 91
jun-jul 91
sep-oct 91
dic 91
abr 92
ago 92
mar 93
jul 93
jul 93
nov 93
nov-dic 93
nov-dic 94
may-jun 95
nov 95
jun-jul 96
nov-dic 96
dic 97
jun 98
abr-may 99
sept-oct 99
mar-abr 00
nov-dic 00
jun 01
dic 01
jul 02
dic 02
jun-jul 04
dic 04
jun-jul 05

oct-nov 05
jun-jul 06
dic 06
jun 07
nov-dic 07
jun 08
nov-dic 08
may Jun 09
ago 09
oct 09
ago-sept 05

cio Aylwin por la Concertación. Además, la derecha sufrió su primera fractura


con la candidatura presidencial del independiente Francisco Javier Errázuriz.
De hecho, al sumar su votación con la de Büchi, el resultado es muy cercano a
Opinión negativa Opinión positiva
lo obtenido por Pinochet en el plebiscito de 1988 (alrededor del 44%).
Las opiniones positivas corresponden a la sumatoria de las opiniones positivas y muy positivas, y las opiniones negativas
corresponden a la sumatoria de las opiniones negativas y las muy negativas. Alessandri, en tanto, tuvo el peor rendimiento de la derecha en las presi-
Fuente: Elaboración propia con datos de encuestas CEP. denciales, con un 24,41%. Para esas elecciones también hubo fragmentación

64 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 65
de candidaturas. La que más afectó a la derecha fue la de José Piñera, que al- En 2009 se produce un cambio significativo. La votación de Piñera en la
canzó el 6,18%. El triunfo seguro de la Concertación con Frei probablemente primera vuelta (44,05%) se aproxima muchísimo a lo que obtuvo su coalición
hizo que algunos electores de derecha votaran por el candidato oficialista pero en diputados (43,44%). La Concertación, en tanto, muestra el comporta-
manteniendo su opción por los diputados del pacto de su sector (que en ese miento opuesto. Naturalmente, la división de sus candidaturas presidenciales
momento se llamó Unión por el Progreso de Chile). El voto cruzado –es decir, provocó un incremento muy sustantivo en la magnitud de votación cruzada.
la diferencia entre el porcentaje de votos de la lista de diputados y el del can- No obstante, al sumar los porcentajes de Frei y Enríquez-Ominami y compa-
didato presidencial– apareció con fuerza en estas elecciones. Los datos indican rando el resultado con el porcentaje de la Concertación en diputados, aqué-
que en estos comicios la lista de derecha obtuvo más votos que el candidato llos y éste tienden a asimilarse. De todos modos, queda una diferencia de 5
opositor. puntos.
La debilidad de las candidaturas de derecha se corrigió en las elecciones La Tabla 1 sintetiza estos resultados de acuerdo a cada elección. Hemos
de 1999, con Lavín, y en las de 2005, con el propio Lavín y con Piñera. La realizado algunas sumatorias a fin de hacer comparables los datos. Para 1989
emergencia de Lavín en 1999 rompió con la imagen de una derecha arrasada se suman Büchi y Errázuriz, para 1993 Alessandri y Piñera, para 2005 Piñera
por la Concertación. En una elección muy reñida perdió en segunda vuelta y Lavín, y para 2009 Frei y Enríquez-Ominami. La última fila muestra los
con el candidato de la Concertación, Ricardo Lagos. Era la primera vez que la resultados considerando sólo la candidatura de Frei. Como se advierte, es la
derecha forzaba el ballotage. Sin embargo, esta derrota trajo beneficios. Si en elección de 2009 la que marca un quiebre en la tendencia. La derecha pasa
1997 la coalición tuvo un desempeño sólo regular en la elección de diputados, a ser más consistente dada la similitud entre el porcentaje de votación de su
alcanzando un 36,25%, la irrupción de Lavín provocó un incremento de 8 candidato presidencial y su lista parlamentaria, mientras que la Concertación
puntos para los comicios de 2001, llegando la Alianza a obtener un histórico presenta la evolución opuesta. La Tabla 2, en tanto, muestra los resultados de
44,27%. No igualó la marca de Lavín en las presidenciales, pero obtuvo 57 2009 incluyendo la elección de senadores, donde también se advierte la con-
diputados, 10 más que en 1997. sistencia electoral de la Coalición por el Cambio. Si bien Enríquez-Ominami
Para las elecciones concurrentes de 2005 hubo una diferencia de 10 puntos compitió como independiente, lo incluimos en el pacto Nueva Mayoría, con-
entre la lista de diputados y la sumatoria de los candidatos presidenciales de siderando que apoyó explícitamente a los candidatos de esta lista.
derecha. Esto nos retrata la falta de consistencia electoral del pacto. Si en las Respecto a la volatilidad, el cálculo lo hacemos con datos comunales y no
primeras elecciones la coalición fue más que sus candidatos presidenciales, en con agregados nacionales, a fin de capturar el máximo de variación posible.
2005 se produjo lo contrario. Piñera, muy probablemente, recibió apoyo de Dejamos en claro ciertas limitaciones. En primer lugar, que trabajamos sólo
votantes de la Concertación, pues su porcentaje fue altamente superior al de con elecciones presidenciales y no con las parlamentarias. En este último caso,
su partido en diputados. Seguramente, fueron votantes desencantados de la el análisis es más complejo aun, pues, como no siempre son los mismos parti-
Concertación, personas de centro y, principalmente, democratacristianos que,
ante la inexistencia de un candidato presidencial de sus filas, prefirieron sufra- Tabla 1
gar por Piñera, pero no por un candidato a diputado de la Alianza (Izquierdo, Voto cruzado en la Alianza y la Concertación, 1989-2009 (%)
Morales y Navia, 2007). Alianza Concertación
La Concertación ha presentado un mayor equilibrio entre su lista de dipu- Presidencial Diputados Diferencial Presidencial Diputados Diferencial
(a) (b) (a-b) (c) (d) (c-d)
tados y sus candidatos presidenciales. Estos últimos han obtenido más votos
1989 44,83 34,18 10,65 55,17 51,49 3,68
que el pacto, pero con magnitudes relativamente bajas, de casi 4 puntos en
1993 30,59 36,68 -6,09 57,98 55,400 2,58
1989 y 2,5 puntos en 1993. La sorpresa se dio en las presidenciales 2005,
2005 48,64 38,72 9,92 45,96 51,76 -5,800
donde Bachelet obtuvo casi 6 puntos menos que la Concertación y se vio
2009 44,05 43,44 0,61 49,73 44,36 5,37
obligada a enfrentar una segunda vuelta. Sin embargo, en dicha instancia Ba-
2009 (sólo Frei) – – – 29,600 44,36 -14,76
chelet recuperó el voto de la Concertación, alzándose como presidenta de la
república. Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl

66 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 67
Tabla 2 porcentaje de cada candidato presidencial llevado a su valor absoluto, debe-
Votación por coaliciones y candidatos, diciembre 2009
mos efectuar una ponderación de dichos datos de acuerdo a los votos emitidos
Coalición Presidencial Presidencial Diputados Diputados Senadores Senadores en 2009. No es lo mismo un 10% de volatilidad en la comuna de Valparaíso,
(votos) (%) (votos) (%) (votos) (%)
donde votaron 140 mil electorales, que un 10% en Río Verde, donde lo hi-
Alianza 3.056.526 44,05 2.841.314 43,44 843.009 45,1
cieron casi 400.
Concertación 2.053.514 29,60 2.901.503 44,36 809.696 43,3
El Gráfico 2 muestra la evolución de los cambios en el apoyo a los candida-
PC 430.824 6,22 – – – –
tos presidenciales de cada coalición desde 1989. De hecho, la primera compa-
Nueva Mayoría 1.396.655 20,13 298.765 4,54 91.138 4,87
ración la hacemos con 1988. Acá, consideramos la diferencia absoluta entre el
Chile Limpio – – 353.325 5,44 120.729 6,48
porcentaje de votos que obtuvo el No y la votación por Aylwin por comuna.
Independientes – – 144.663 2,22 4.422 0,25
En la Alianza, en tanto, sumamos las votaciones de Büchi y Errázuriz y las
Total 6.937.519 100 6.539.570 100 1.868.994 100
restamos del porcentaje que obtuvo el Sí en el plebiscito. Como consideramos
1
Los votos del PC en diputados se incluyen en el porcentaje de la Concertación, considerando que ambos bloques compitie-
ron dentro de la misma lista.
todas las opciones (es decir, el Sí, el No, Büchi, Errázuriz y Aylwin), los por-
2
Algunos porcentajes fueron redondeados para totalizar el 100% de los votos. centajes son idénticos para ambas coaliciones, llegando a 6,15. Si aplicamos la
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl
fórmula de volatilidad sumando ambos porcentajes y dividiéndolos por dos,
tenemos que el cambio total que se produce entre el plebiscito y las presiden-
dos los que compiten en idénticos distritos entre una elección y otra, el cálculo ciales de 1989 es de 6,15% (6,15+6,15/2).
se distorsiona. Por ejemplo, si en el distrito A el partido X obtuvo el 20% en La fórmula para el cálculo de la volatilidad por comuna es la siguiente:
las elecciones de 2005 y en 2009 no compitió por ese distrito, la volatilidad
sería de 20 (20%-0%). Pero ése es un resultado engañoso, pues implicaría V= |%vct - %vct-1|/2
suponer que ese partido obtuvo cero votos en 2009, cuando en realidad no
compitió por el distrito. Así, lo más razonable sería efectuar el cálculo por donde vct es el porcentaje de votos del candidato de la coalición en la elección
coalición. t y vct-1 el porcentaje de votos de la misma coalición en la elección previa.
En segundo lugar, hay un problema de medición. Imaginemos un distrito Para 1993 hacemos el mismo ejercicio. Esta vez, sumamos los porcentajes
donde el partido A obtiene el 20% en 2005 y también en 2009, y que el de Alessandri y José Piñera y los restamos de la sumatoria de Büchi y Errázu-
partido B obtiene el 80% en estos dos comicios. La volatilidad sería 0, ya que riz. Luego, pasamos a valor absoluto esa diferencia. Acá se observan cambios
ninguno de los dos partidos en competencia experimentó variación entre am- relevantes, pues el porcentaje crece significativamente superando los 16 pun-
bas elecciones. Sin embargo, está la posibilidad, llevada al extremo, eso sí, de tos. Eso se explica por la baja votación de Alessandri en 1993 que, aun sumada
que todos los electores del partido A votaran por el partido B, y que el 20% con la de José Piñera (bordeando el 30%), está lejos del 44% del Sí en 1988 y
que obtiene el partido A en 2009 provenga de antiguos votantes del partido de la sumatoria de la Alianza en 1989 con Büchi y Errázuriz.
B. Si bien la volatilidad sigue siendo 0, el cálculo esconde toda la movilidad En las elecciones de 1999 la volatilidad creció para ambas coaliciones. En
del electorado entre ambos comicios. el caso de la Alianza, esto se debió a la irrupción de Lavín, quien obtuvo el
Para este artículo calculamos la diferencia entre la votación de los candidatos porcentaje más alto de un candidato presidencial de derecha desde 1989 e,
presidenciales de 2009 pertenecientes a las dos coaliciones más grandes (Piñera incluso, por sobre el porcentaje del Sí en el plebiscito de 1988. Esto explica
y Frei) y la votación de 2005 en la primera vuelta. Acá sumamos a Piñera y La- por qué el diferencial con la sumatoria Alessandri-Piñera se incrementa tan
vín a fin de calcular el peso electoral de la Alianza en cada comuna, sin perjuicio sustantivamente. En la Concertación sucede lo opuesto. En 1993 Frei obtuvo
de que en la segunda vuelta de 2005 ambos candidatos no sumaran exactamen- casi el 58%, mientras que Lagos bordeó los 48 puntos. Entonces, la volatili-
te. Hacemos lo mismo con Frei y Enríquez-Ominami (MEO) en 2009. dad aumentó sustantivamente al comparar estas dos elecciones.
La última precisión técnica radica en la fórmula de cálculo. Si bien realiza- Para 2005, en tanto, los cambios porcentuales para los candidatos pre-
mos la operación básica respecto a la resta entre una elección y otra según el sidenciales de ambas coaliciones caen sustantivamente, bordeando el 3%.

68 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 69
Esto da cierta evidencia de la continuidad entre una elección y otra. Para la Los votantes de Piñera
Alianza sumamos las votaciones de Lavín y Piñera en 2005 y las restamos A diferencia del votante de Frei y Enríquez-Ominami, el de Piñera no tiene
de la votación de Lavín en 1999 (cálculo llevado a valor absoluto). Para la un perfil tan definido. En comparación a la primera vuelta de 2005, Piñera
Concertación, en tanto, sólo se calcula la diferencia entre Lagos en 1999 y corrige dos cuestiones claves. Primero, recupera el apoyo de las mujeres. Se-
Bachelet en 2005. Como los resultados de 1999 y 2005 son relativamente gundo, incrementa su respaldo en los segmentos de menores recursos. Este
similares, entonces, como muestra el Gráfico 2, la volatilidad se reduce de último parece ser el cambio más sustantivo en su apoyo, considerando que en
manera significativa. las elecciones de 2005 su adhesión se concentró en los segmentos más acomo-
En 2009 el comportamiento es similar. Se advierte, eso sí, un leve incre- dados, siendo muy bajo en los más pobres (Morales, Navia y Poveda, 2009).
mento en la volatilidad de la Concertación. Acá sumamos a Frei y MEO y Adicionalmente, Piñera obtiene un apoyo similar según zona geográfica. Si
lo comparamos con el porcentaje de Bachelet en la primera vuelta. A Piñera en 2005 eran los santiaguinos quienes en mayor medida votaban por Piñera,
2009, en tanto, lo comparamos con la sumatoria entre Piñera y Lavín 2005. en 2009 su popularidad se extiende a regiones. Por edad, Piñera logra apoyos
Nuevamente, los resultados son similares. Debemos puntualizar, eso sí, que la significativos de los segmentos más añosos, cuestión que no se observó de
sumatoria de Frei y MEO (49,73%) es superior a la de Bachelet 2005 (45,96), manera muy nítida en 2005.
mientras que la de Piñera 2009 (44,05) es inferior a la sumatoria Lavín-Piñera Los Gráficos 3-4-5-6 muestran descriptivamente este panorama de acuerdo
2005 (48,64). a las encuestas ICSO-UDP. En las elecciones de 2005, Piñera (primera vuelta)
La conclusión es que los cambios electorales en Chile comienzan en 1999. obtuvo más apoyo por parte de los hombres, cuestión que luego se constata
Esas elecciones marcaron un fuerte incremento de la Alianza y la caída de en el resultado electoral al comparar mesas de hombres y mesas de mujeres.
la Concertación. Los comicios de 2005 reproducen este escenario de mayor Esto se explica por la emergencia de la candidata concertacionista, Michelle
competencia entre ambas coaliciones, cuestión que se mantiene en 2009. Si Bachelet, quien, sobre la base de la solidaridad de género, capturó mayor apo-
bien la derecha triunfa, lo hace por un estrecho margen. Entonces, si de elec- yo en las mujeres (Morales, 2008). Así, marcó una excepción en la conducta
ciones claves se trata, la de 1999 marca claramente un quiebre en el desempe- electoral de las mujeres desde la instauración del voto femenino. De votar pre-
ño electoral de las coaliciones. Es la candidatura de Lavín la que fortalece a la ferentemente por candidatos de centroderecha (Maza, 1995), ahora lo hacían
derecha, cuyos efectos se dejan sentir con fuerza en las municipales 2000 y de por la representante de la centroizquierda. En 2009, en tanto, Piñera empareja
diputados 2001. su intención de voto, alcanzando apoyos similares tanto en hombres como en
mujeres, lo que luego quedaría reflejado en el resultado electoral.
Como decíamos, el cambio más significativo se produce en el nivel so-
Gráfico 2
Diferencia porcentual promedio entre candidatos presidenciales de la Concertación y la Alianza,
cioeconómico. Esto se puede explicar, fundamentalmente, por el apoyo explí-
1989-2009 cito y activo de la UDI hacia la candidatura de Piñera. A diferencia de 2005,
ahora la derecha sólo tenía al empresario como su carta presidencial. Si bien
20
18 en la UDI hubo voces favorables a una candidatura del partido, terminaron
16
14
por claudicar ante la enorme popularidad de Piñera. Ninguna encuesta mos-
12 traba una personalidad emergente de la UDI y, aunque Piñera aparecía en em-
10
8 pate técnico con el candidato de la Concertación en un escenario de segunda
6 vuelta –a excepción de la última encuesta CEP–, nunca hubo dudas respecto
4
2 a su capacidad para ganar las elecciones.
0
1988-1989 1989-1993 1993-1999 1999-2005 2005-2009
Así, la “UDI popular” se convirtió en un valioso bastión para Piñera, parti-
cularmente en los segmentos más bajos. Lavín ya había demostrado la fuerza
Concertación Alianza de la UDI en estas zonas tanto en 1999 como en 2005. La llegada de la dere-
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl cha a estos sectores, no obstante, es anterior y se remonta al plebiscito suceso-

70 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 71
rio de 1988. Adicionalmente, Piñera mejora su rendimiento en los sectores de diferencias con los otros grupos no son tan abultadas como en 2005. De he-
mayores ingresos. Esto confirma el planteamiento de Altman (2004) respecto cho, el apoyo a Piñera es parejo desde los encuestados con educación básica
a que la derecha vota mejor en las comunas muy ricas y muy pobres, siendo completa. Finalmente, incluimos un factor que resume las preferencias por
más débil en las de ingreso medio. estatismo bajo el supuesto de que los electores de Piñera, quien representa
Finalmente, por edad Piñera logra cautivar a los sectores más jóvenes. El a una coalición de centroderecha, podrían ser más renuentes a una mayor
alza es muy significativa considerando que en 2005 lo apoyaba un 36,2% de participación del estado, contrario a los votantes de Frei.
los jóvenes y en 2009 esa cifra asciende por sobre el 50%. Los resultados se muestran en el Gráfico 7. La línea vertical del gráfico se
encuentra en el valor 0. Si el intervalo de confianza de cada variable topa con
Gráficos 3-4-5-6 esta línea, no tendrá significancia estadística al 5%. El punto intermedio de
Intención de voto por Piñera según algunas variables socioeconómicas y sociodemográficas, cada intervalo corresponde al valor predicho de la variable.1 Así, se advierte
segunda vuelta, 2005 y 2009 (%)
que sólo el autoposicionamiento de los encuestados en el eje izquierda-dere-
Gráfico 3. Sexo Gráfico 4. Nivel socioeconómico cha es un predictor robusto. Como este eje ha formateado la política chilena
50 50 durante más de un siglo, es muy razonable que los encuestados de izquierda y
40
30
40
centroizquierda no voten por Piñera y que sí lo hagan los electores de derecha
30
20 20
y centroderecha.
10 10
0
Gráfico 7
0
ABC1 C2 C3 D E
Modelo de regresión logística. La variable dependiente es intención de voto por Piñera
2005 2009
en la primera vuelta (1=Piñera / 0=resto de las opciones)
Hombre Mujer 2005 2009
Factor estatismo

Gráfico 5. Zona geográfica Gráfico 6. Edad


50 50
40 40 Escala política
30 30
20 20
10 10
0 0 Zona
2005 2009 18-25 26-40 41-60 61 y más

Santiago Regiones 2005 2009

Fuente: Encuestas ICSO-UDP 2005 y 2009. Escolaridad

Sobre la base de un modelo logístico binario identificamos los determi-


nantes de votación por Piñera en 2009. Incluimos como variables indepen- Edad

dientes algunas de las que hemos señalado (sexo, edad, zona geográfica).
Reemplazamos nivel socioeconómico por nivel de escolaridad. Sabemos que
el nivel socioeconómico no impacta significativamente, pero es posible que Sexo

la escolaridad sí lo haga. Esto último se justifica al comparar con 2005. En -0,5 -0,0 0,5 1,0 1,5 2,0
estas elecciones los apoyos a Piñera se concentraron en los sectores más es- 95% I. C. (corregido por efecto de diseño)

colarizados (Morales, 2008). Sin embargo, una tabla de contingencia (que I. C.: Intervalo de confianza.
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.
no mostramos) con datos de 2009 señala que, si bien los segmentos sin
estudios o con educación básica incompleta votaron menos por Piñera, las 1 Este gráfico fue generado con un archivo ado de Stata diseñado por el equipo LAPOP para la ronda 2008.

72 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 73
En definitiva, entonces, y a excepción de la escala política, Piñera recibe Finalmente, mostramos la relación entre la votación de Piñera y el Índice de
apoyos similares en todas las variables ingresadas en el modelo. Claro, pueden Desarrollo Humano (IDH) por comuna. Según Altman (2004), la votación
existir diferencias específicas entre algunas categorías (por ejemplo, entre los de la derecha tiene una relación en forma de U con el IDH. Es decir, que vota
segmentos ABC1 y E), pero así y todo sus apoyos son mucho más equilibra- mejor en comunas ricas y en comunas pobres. Comparamos el desempeño
dos que en la primera vuelta de 2005. Esto puede explicar, en parte, su éxito de Piñera en 2005 y 2009 para ambas vueltas sobre la base de un modelo de
electoral, pues, a diferencia de los otros candidatos, tuvo un anclaje ciudadano regresión lineal que ocupa como variable dependiente la votación de Piñera
que no discriminó tan significativamente por sexo, edad, ingreso, educación y como variables independientes el IDH, su cuadrática y, a fin de controlar
y zona. El factor de estatismo tampoco es una variable significativa. Las pre- mejor la relación, el porcentaje de votos de la Alianza en la presidencial previa.
ferencias por más estado no van asociadas de manera lineal con la posición Esto se probó con dos mecanismos. Primero, con todas las comunas y, luego,
política o, en este caso, con la intención de voto. Un modelo con la pregunta siguiendo a Altman (2004), con las 100 comunas más grandes. Los resultados
de intención de voto en segunda vuelta arroja resultados similares. son consistentes para ambos mecanismos y se muestran en los Gráficos 9-10-
11-12. El dibujo corresponde a una simulación estadística realizada con el
Desempeño electoral paquete zelig de R (Kosuke et al., 2007).
Para estas elecciones, como hemos adelantado, Piñera obtuvo un porcentaje Hay diferencias sustantivas entre la votación de Piñera en 2005 y en 2009,
similar al de la Coalición por el Cambio en diputados. De hecho, la diferencia particularmente comparando las primeras vueltas. Como se observa en el Grá-
entre ambas votaciones es de 0,61%. Sin embargo, y al igual que lo que sucede fico 9, la relación entre la votación de Piñera en la primera vuelta de 2005 y el
con volatilidad, el cálculo agregado esconde variaciones regionales y distrita- IDH no es muy clara, sin perjuicio de que mantenga la tendencia pronostica-
les relevantes. El Gráfico 8 muestra la distribución del voto de Piñera y de la da por Altman (2004). La relación se pierde si en el modelo se incluye infor-
Alianza en los 60 distritos. Si bien son distribuciones similares, hay diferencias mación previa como el porcentaje de votos de la Alianza en la presidencial de
importantes por ejemplo en los distritos 8 y 9, donde la lista parlamentaria 1999 o en la municipal de 2004. Al incluir estas variables el IDH deja de ser
de la Alianza obtuvo un porcentaje ostensiblemente inferior al de la Concer- un predictor robusto. Luego, para la segunda vuelta la relación es más clara.
tación y al del propio Piñera (de hecho, en ambos distritos no obtuvo ningún Acá es evidente que Piñera obtuvo mejores resultados en comunas muy ricas y
diputado). En algunos distritos de la VI y VII regiones, en tanto, se produce el muy pobres. El cambio entre primera y segunda vuelta se puede explicar por el
efecto opuesto. Acá Piñera está por debajo del porcentaje de la Alianza. apoyo de Lavín y de la UDI a la candidatura de Piñera. Este partido, con de-
clarada vocación popular, ha obtenido buenos resultados en comunas pobres
Gráfico 8
desde 1989 (Morales y Bugueño, 2001; Joignant y Navia, 2003).
Porcentaje de Piñera y la Alianza en 2009, por distrito La relación entre la votación de Piñera y el IDH comunal es muy similar
70
al comparar la segunda vuelta de 2005 con 2009. Es decir, Piñera obtiene
mejores resultados en las comunas extremas de la distribución. La principal
60
diferencia se da con la primera vuelta de 2005. En estas elecciones fue la can-
50
didatura de Lavín la que logró mayor sintonía con los segmentos populares.
40 Como para la segunda vuelta se produce el traspaso hacia Piñera, entonces su
30 base electoral cambia y repunta en los sectores más pobres. Esto se mantiene
20
para los comicios de 2009. Por tanto, una hipótesis podría ser que, más que
un cambio en la base electoral de Piñera según el IDH, lo que se produce es
10
una simple sumatoria entre su apoyo individual en la primera vuelta de 2005
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 y los votos de Lavín y de la UDI desde la segunda vuelta de ese año. En otras
Alianza Piñera palabras, podría pensarse que el cambio en el apoyo a Piñera entre la primera
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl vuelta de 2005 y las presidenciales subsiguientes no obedece a una mutación

74 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 75
de su candidatura propiamente tal o a los efectos de una estrategia de cam- presidenciales previas. Tal desempeño va asociado a la sumatoria que se pro-
paña, sino simplemente al despliegue territorial de la UDI en las comunas de duce entre RN y la UDI y que no se observó en la Concertación. El principal
menores ingresos. antecedente de esta nueva relación entre los partidos de derecha se remonta a
la presidencial de 1999 y particularmente a la de 2005. Si bien las votaciones
Gráficos 9-10-11-12 de Piñera y Lavín no sumaron exactamente en la segunda vuelta de ese año,
Valores esperados de la votación de Piñera según IDH comunal (%)
ello sirvió como antecedente para explicar la relación de cooperación entre
Gráfico 9. Piñera, primera vuelta 2005 Gráfico 10. Piñera, segunda vuelta 2005
ambos partidos y el compromiso para apoyarse mutuamente. Entonces, si en
los 90 la Concertación fue el pacto más consistente, desde 1999 los papeles
38

75
se invierten.
36
Valores esperados de votación de Piñera

Valores esperados de votación de Piñera


El segundo factor corresponde a la capacidad de Piñera para superar dos

70
34

falencias que explicaron su derrota en 2005. Es decir, lograr el apoyo de las

65
mujeres y sintonizar con los segmentos de menores recursos. Como decíamos,
32

60
esto no sólo se explica por el tipo de campaña o el cambio en el eje discursivo
30

55 del candidato, sino también por la consistencia política de la Coalición. El


28

respaldo de la UDI fue central para el triunfo de Piñera. Este partido brinda
50

el apoyo popular que el empresario, por sí solo, no fue capaz de capturar en


26

45

la primera vuelta de 2005. Para esas elecciones Pablo Longueira sostenía que
24

50 60 70 80 90 50 60 70 80 90
se iría de vacaciones si Piñera (y no Lavín) pasaba a la segunda vuelta. En esta
IDH comunal IDH comunal
oportunidad toda la UDI se la jugó por Piñera, trabajó sistemáticamente en
Gráfico 11 Piñera, primera vuelta 2009 Gráfico 12. Piñera, segunda vuelta 2009 su campaña, no hubo zancadillas ni empujones y se aprovechó la división
concertacionista. Ahí estuvieron las claves del triunfo.
75

80
Valores esperados de votación de Piñera

Valores esperados de votación de Piñera


70

75
65

70

Referencias
60

65

Allamand, Andrés. 1999. La travesía del desierto. Santiago: Aguilar.


55

Allamand, Andrés. 2007. El desalojo. Por qué la Concertación debe irse el 2010. Santiago: Aguilar.
60

Altman, David. 2004. “Redibujando el mapa electoral chileno: incidencia de factores


50

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55

Cavallo, Ascanio. 1998. La historia oculta de la transición. Santiago: Grijalbo.


45

Huneeus, Carlos. 2001. “La derecha en el Chile después de Pinochet: el caso de la Unión
50

Demócrata Independiente”. Working Paper, nº 285, University of Notre Dame.


50 60 70 80 90 50 60 70 80 90 Huneeus, Carlos. 2001a. El régimen de Pinochet. Santiago: Sudamericana.
IDH comunal IDH comunal Izquierdo, José Miguel, Mauricio Morales y Patricio Navia. 2008. “Voto cruzado en Chile. ¿Por qué
Bachelet obtuvo menos votos que la Concertación en 2005?”, Política y Gobierno XV (1): 35-73.
Los valores de IDH fueron multiplicados por 100 para optimizar la gráfica. Joignant, Alfredo, y Patricio Navia. 2003. “De la política de individuos a los hombres del partido.
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y de www.sinim.gov.cl Socialización, competencia política y penetración electoral de la UDI (1989-2001)”, Estudios
Públicos 89: 129-172.
Kosuke Imai, Gary King y Oliva Lau. 2007. “ls: Least Squares Regression for Continuous
Conclusiones Dependent Variables”. En Kosuke Imai, Gary King y Olivia Lau, Zelig: Everyone’s Statistical
Software, http://gking.harvard.edu/zelig
El triunfo de la Coalición por el Cambio en 2009 obedece, básicamente, a Maza, Erika. 1995. “Catolicismo, anticlericalismo y la extensión del sufragio a la mujer en Chile”,
dos factores. En primer lugar, a la consistencia electoral del pacto en las presi- Estudios Públicos 58: 137-197.
Marvel, Alex. 2009. Sebastián Piñera, las claves de su éxito. Santiago: Morgan.
denciales y las parlamentarias. Esto se expresó en una baja magnitud de voto Morales Quiroga, Mauricio, y Rodrigo Bugueño. 2001. “La UDI como expresión de la nueva
cruzado en comparación a la Concertación y a la misma derecha en elecciones derecha en Chile, Estudios Sociales 107: 215-248.

76 Mauricio Morales / María José Sánchez La segunda es la vencida: Piñera y sus bases de apoyo 77
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Capítulo 2
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(1958-1993)”. Tesis para optar al grado de doctor en América Latina Contemporánea. Instituto
Universitario Ortega y Gasset, Universidad Complutense de Madrid.

Presentación
Si en las elecciones 2009-2010 Frei ganaba, se convertiría en el quinto
presidente consecutivo de la misma coalición de gobierno. Si Frei ganaba, la
Concertación sumaría 24 años seguidos en el poder. Si Frei ganaba, le daría
el cuarto triunfo presidencial al Partido Demócrata Cristiano en toda su his-
toria. Si Frei ganaba, sería el primer presidente elegido democráticamente en
retornar al poder desde 1932. En fin, si Frei ganaba transformaría a la Con-
certación, por lejos, en la coalición política más exitosa del continente. Los
resultados, sin embargo, dijeron lo contrario. Eduardo Frei perdió la elección
de segunda vuelta frente a Sebastián Piñera por 222.999 votos. Obtuvo el
48,39%, mientras que el empresario alcanzó el 51,6%. Es decir, hubo una
diferencia de 3,2%.
Las palabras de Frei al asumir la derrota recordaron la historia de la Con-
certación y sus logros y, cómo no, hicieron importantes referencias a su padre.
Frei se iba entre tibios aplausos y rostros desencajados que por primera vez en
veinte años veían cómo la elección presidencial viraba, efectivamente, hacia
la derecha. Claro, una elección a todas luces casi imposible de ganar por la
irrupción de un independiente y por los problemas internos de la coalición
de gobierno, que se manifestaron en sendas fugas de diputados y senadores
del PDC, el PPD y el PS. Paradójicamente, este desmoronamiento de la Con-
certación convivió con un inédito apoyo a la presidenta Bachelet. Pero nada
pudo salvar a Frei. En su alocución señaló lo siguiente: “Chile es mucho mejor
que el país que recibimos el año 90, y somos conscientes del valor de la demo-
cracia y de los derechos humanos. Éste es el principal motivo de orgullo de la
coalición [...]. Esto es sólo un alto en el camino [...]. Quiero enviar un men-
saje a las fuerzas de la centroizquierda, a todos los progresistas y demócratas:
hay que mantener la unidad alcanzada y seguir sosteniendo las banderas de la

78 Mauricio Morales / María José Sánchez Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 79
libertad y de la justicia social. El proyecto político de construir un país más marzo de 1991, en tanto, fue el personero mejor evaluado, con un 66% de
solidario y más inclusivo sigue vigente [...]. Mi padre me escribió una nota menciones positivas, llegando al 73% en abril de 1992. Adicionalmente, Frei
recordando las frases de Kipling. Me dijo: ‘Hay que mirar los triunfos y las no tenía competencia dentro del PDC, lo que se consagró con el retiro de
derrotas con la misma cara. Si lo logras, serás un hombre’ [...]. Seremos guar- Gabriel Valdés y Andrés Zaldívar como eventuales precandidatos del partido
dianes de la libertad y de todas las conquistas sociales que hemos construido y (Cavallo, 1998: 228). Sólo el intento de La Moneda por potenciar la candi-
desde mi puesto en el Senado seguiré junto a todos ustedes bregando para que datura de Alejandro Foxley, en ese momento ministro de Hacienda, amagó
nuestro país siga progresando y para que los frutos de ese desarrollo lleguen a las posibilidades de Frei, pero no fue más que un intento (Otano, 1995: 194-
todos” (17 de enero de 2010, reproducida por El Mercurio el 18 de enero de 196). El camino a la presidencia de la república estaba pavimentado. Pero
2010, cuerpo C, página 4). antes debía enfrentar una primaria con Ricardo Lagos. Los resultados de esa
En este trabajo evaluamos la candidatura de Frei y su desempeño electo- elección fueron categóricos. Frei obtuvo el 64,13% y Lagos el 35,87%.
ral. Damos algunas pistas explicativas en torno a su derrota e identificamos Así, la Concertación presentó a Frei como su candidato para las eleccio-
tanto el perfil de sus electores como las características de su votación a nivel nes presidenciales de 1993. Se pronosticaba un triunfo fácil no sólo por la
comunal. Así, el artículo se divide en tres partes. La primera, muestra aspectos fuerza de Frei, sino también por la evidente debilidad del representante de
generales de su campaña y su posicionamiento en las encuestas. La segunda derecha, Arturo Alessandri Besa (Navia, 2005). En aquellos comicios Frei ob-
describe al votante Frei de acuerdo a variables políticas y económicas. La terce- tuvo el 57,98% (4.040.497 votos), mientras que Alessandri apenas alcanzó el
ra, en tanto, muestra el desempeño de Frei a nivel comunal y las características 24,41% (1.701.324 votos). Los otros candidatos fueron José Piñera Echeñi-
de su votación de acuerdo al IDH de cada comuna. que, que alcanzó un 6,18% (430.950 votos); Manfred Max-Neef, un 5,55%
(387.102 votos); Eugenio Pizarro, un 4,70% (327.402 votos), y Cristián Reit-
La trayectoria de Frei y su camino hacia la candidatura presidencial ze, un 1,17% (81.675 votos). De esta forma, Frei fue electo presidente de la
Eduardo Frei Ruiz-Tagle nació el 24 de junio de 1942, siendo el cuarto república por el periodo de 1994-2000.
hijo del ex presidente de la república (1964-1970) Eduardo Frei Montalva. Su gobierno se caracterizó por el énfasis en el proceso de modernización
De profesión ingeniero civil con mención en hidráulica, con posterior espe- del estado y por el incremento de los acuerdos económicos internacionales.
cialización en administración y técnicas de gestión en Italia, Frei Ruiz-Tagle Se destaca el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y el avance en
contrajo matrimonio con Marta Larraechea en 1967, con quien tiene cuatro integración regional en América Latina. En el plano político, enfrentó la de-
hijas (ver www.senado.cl). tención del ex general y senador vitalicio Augusto Pinochet en Londres en
La vida política de Frei comenzó en 1958 al inscribirse como militante del 1998 (Muñoz y Stefoni, 2002). A mediados de su mandato enfrentó la gran
Partido Demócrata Cristiano (PDC). La primera elección que enfrentó fue en crisis económica internacional y, junto con ello, la pérdida de fuerza electoral
1989, por la octava circunscripción senatorial, Santiago Oriente. En ella com- de la Concertación en las elecciones parlamentarias de 1997, bajando 5 pun-
pitió con otros cinco candidatos y obtuvo la primera mayoría, con el 42,60% tos respecto a 1993 (Huneeus, 1998; Joignant y Menéndez-Carrión, 1999).
de los votos, siendo seguido por Sebastián Piñera, con el 22,77%. Más atrás Al finalizar su mandato el nivel de aprobación, según la encuesta CEP, fue
llegaron María Elena Carrera, con el 15,48%; Hermógenes Pérez de Arce, con de 28%, el más bajo de todos los presidentes chilenos desde 1990. Esto se
el 14,58%; Sergio Vial, con el 2,98%, y Carmen Ida Sáenz, con el 1,60%. explica, naturalmente, por la crisis económica que elevó a dos dígitos la cifra
Este triunfo posicionó a Frei como un claro presidenciable en el PDC y en la de desempleo. A diferencia de lo que sucedió con Bachelet (2006-2010), los
Concertación. Pero primero debía luchar por la presidencia del partido. En magros indicadores económicos se reflejaron en una caída sistemática de la
los comicios internos de 1991, Frei logró la presidencia del PDC con más del aprobación presidencial, fortaleciendo el vínculo entre desempeño económico
70% (Otano, 1995: 197). y resultados políticos (Lewis-Beck y Stegmaier, 2000; Erickson, McKuen y
De ahí en adelante, Frei se transformó en una de las figuras políticas más Stimpson, 2002).
importantes del país. En la encuesta CEP de junio de 1990, su evaluación Una vez finalizado su mandato asumió como senador vitalicio. Sin em-
sólo era superada por la del presidente Patricio Aylwin. En el sondeo CEP de bargo, y a raíz de las reformas constitucionales de 2005 que eliminaron esta

80 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 81
institución, dejó el cargo. Pero Frei decidió mantenerse en el Senado a fin de Antesala de la derrota
no perder figuración pública y postuló como candidato por la circunscripción Los resultados de la primera vuelta de la elección presidencial le dieron a
16, de la Región de Los Ríos. En aquella elección, Andrés Allamand (RN) Frei un 29,6%, muy por debajo del promedio histórico de la Concertación y
obtuvo la primera mayoría, con el 37,92% (90.030 votos) y Frei consiguió el con casi 15 puntos menos de lo que obtuvo su lista parlamentaria. A pesar de
35,86% (85.145 votos). que algunas encuestas de opinión le daban una estrecha ventaja sobre Enrí-
Una vez en la cámara alta, fue elegido por sus pares como presidente del quez-Ominami, lo sobrepasó por casi 9,5 puntos, es decir, por más de 650 mil
Senado entre los años 2006 y 2008. Hacia 2009 Frei era una de las cartas votos. La encuesta de la Universidad del Desarrollo-La Segunda de noviembre
del PDC como presidenciable. Había criticado duramente a la presidenta al de 2009, por ejemplo, le daba un 24% a Frei y un 20% a Enríquez-Ominami.
inicio de su mandato y, de igual forma, propuso estatizar el sistema de trans- TNS-Time fue más lejos y en mayo de ese mismo año pronosticaba un 25%
porte público tras el fracaso del Transantiago. Sus principales competidores y un 24%, respectivamente. El estudio CERC de octubre de 2009 también
en la Concertación eran el ex presidente Ricardo Lagos y el secretario general proyectaba un empate entre ambas candidaturas, aunque en la encuesta de
de la OEA, José Miguel Insulza. Ninguno de ellos manifestó explícitamente diciembre los resultados cambiaron radicalmente, mostrando diferencias sig-
su decisión de ser candidato presidencial. Ante esa indefinición, Frei se trans- nificativas entre Frei y Enríquez-Ominami. También hubo encuestas que sis-
formó en el único candidato viable dentro del pacto. Sin embargo, surgió temáticamente otorgaban una ventaja considerable a Frei, como es el caso de
una demanda de primarias abiertas por parte de Marco Enríquez-Ominami, CEP: en agosto mostraba una distancia de 11 puntos entre ambas candidatu-
pero la Concertación, haciendo caso omiso de la necesidad de renovación y ras, bajando a 7 en la medición de noviembre.
competencia, obstaculizó el proceso. Esto llevó al ex diputado del PS a tomar El alto número de encuestas disponibles, muchas de ellas telefónicas y ob-
el rumbo como independiente, toda vez que su partido había apoyado a Frei. jeto de amplia cobertura medial, instalaron una imagen de estrecha compe-
La única candidatura que se levantó contra Frei bajo el reglamento de pri- tencia entre Frei y Enríquez-Ominami. Los medios de comunicación no se
marias de la Concertación fue la del senador del PRSD José Antonio Gómez. quedaron al margen. Tanto El Mercurio como La Tercera fortalecieron insis-
Las primarias quedaron fijadas para el domingo 5 de abril de 2009 y el esta- tentemente esta idea, mostrando en algunos casos encuestas que daban como
tuto señalaba que se llevarían a cabo, inicialmente, en las regiones del Maule ganador a Enríquez-Ominami por sobre Frei. Por ejemplo, la encuesta de La
y O’Higgins, abarcando 63 comunas. Si la diferencia entre ambos candidatos Tercera correspondiente a octubre de 2009 otorgó una ventaja de 4 puntos
superaba los 20 puntos, entonces el ganador sería proclamado de manera au- para el candidato independiente. Además, se instaló de manera frecuente la
tomática. De lo contrario, se iría a una segunda fase de elecciones primarias el tesis de que Enríquez-Ominami era el mejor candidato para enfrentar a Piñera
19 de abril en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Ata- en una eventual segunda vuelta. Esto, de todos modos, fue confirmado en el
cama y Coquimbo. De un total de 62.382 votantes, los resultados le dieron a estudio preelectoral de CEP en noviembre de 2009.
Frei el 64,9% de los votos, mientras que Gómez alcanzó el 35,1%. Así, me- Todo esto da cuenta de las dificultades que enfrentó la candidatura de Frei,
diante un particular sistema de primarias, Frei fue proclamado como el úni- a lo que se sumaron algunos problemas de coordinación en su comando de
co abanderado de la coalición oficialista. De esta forma, fue nominado para campaña. La disputa entre los partidos y el grupo programático Océanos Azu-
representar a la Concertación el 13 de diciembre. El proceso de primarias no les terminó por perjudicar a Frei, quien debió realizar modificaciones de últi-
estuvo ausente de roces. Un claro ejemplo fue el intercambio de palabras entre ma hora, particularmente para la segunda vuelta. La situación más crítica se
el derrotado José Antonio Gómez con el presidente del PS, el senador Camilo produjo con la salida de Pablo Halpern y el ingreso de tres nuevos personeros:
Escalona. Este último acusó al presidente del PRSD de buscar dividir a la coa- Carolina Tohá, que dejó el Ministerio Secretaría General de Gobierno para
lición. Su enfrentamiento fue presenciado en televisión al mismo tiempo en sumarse a la campaña; el alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, y el senador
que Frei era proclamado como candidato oficialista. De esta forma se hicieron electo por la Quinta Región Costa Ricardo Lagos Weber.
públicas las confrontaciones entre los máximos dirigentes de la Concertación. Para la primera vuelta el comando de Frei utilizó el eslogan “Vamos a vivir
A raíz de ello el PRSD decidió no participar en las reuniones de la coalición mejor”, aludiendo a los avances del país bajo los gobiernos de la Concerta-
hasta que el presidente del PS ofreciese disculpas públicas. ción y la continuidad que implicaba su candidatura. El gran problema de esta

82 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 83
estrategia fue, prácticamente, la anulación de la figura de Frei como estadista centaje de evaluaciones negativas. Esta caída coincidió con el incremento de
y ex presidente. Se le vio excesivamente ligado a la imagen de la presidenta las evaluaciones positivas de Enríquez-Ominami. Precisamente, el candidato
Bachelet, que, según la encuesta Adimark correspondiente a diciembre, llega- independiente subió del 48% de evaluaciones positivas en junio de 2009 (a
ba al 81% de aprobación. Así, el comando de Frei trabajó bajo el supuesto de esa altura Frei sólo tenía el 43%) al 52% en octubre de ese mismo año, supe-
que el alto nivel de popularidad de la mandataria terminaría por traducirse rando a Frei por 16 puntos.
en intención de voto hacia su candidatura, siguiendo algunas líneas teóricas
asociadas a la función voto-popularidad (Nannestad y Paldman, 1994). Sólo El votante Frei
en la campaña de la segunda vuelta sacó a relucir la obra de su gobierno en Dicho esto, mostramos algunos determinantes que explicaron el apoyo ha-
materia de avances en obras públicas y en la consolidación del Sernac como cia Frei con datos de la encuesta ICSO-UDP de octubre de 2009. De acuerdo
ícono de la protección ciudadana ante las grandes empresas. a la evidencia descriptiva, Frei mostraba mayor fuerza en los segmentos más
Los costos de la errada campaña de la primera vuelta se reflejaron en la añosos, al igual que en aquellos encuestados con menores niveles de escolari-
pérdida de popularidad. De hecho, y como muestra la serie de encuestas CEP dad. Asimismo, su discurso a favor del estatismo le rindió frutos en esta prime-
(ver Gráfico 1), el apoyo a Frei bajó del 30% en la medición de mayo-junio ra etapa y, adicionalmente, recibió mayor apoyo por parte de encuestados de
al 26% en octubre. Esta caída se explicó por el alza sustantiva de Enríquez- centroizquierda (Morales, 2010a). Esto último no es sorprendente dada la alta
Ominami, que partió con un 13% en mayo-junio y terminó con un 19% continuidad del sistema de partidos en Chile y la vigencia del eje izquierda-de-
en octubre. Sin embargo, no sólo se advierte la caída de Frei en intención de recha para explicar la intención de voto (Valenzuela y Scully, 1997; Valenzuela,
voto, sino también en el porcentaje de evaluaciones positivas que mide CEP. 1995; Siavelis, 2000; Montes et al., 2000).
Así, cayó del 62% en abril de 2000 a alrededor del 45% en 2002. Se man- El Gráfico 2 muestra parte de estos resultados. Acá, cruzamos la intención
tuvo con este porcentaje durante el periodo siguiente, pero bajó de manera de voto por Frei según edad y nivel socioeconómico de acuerdo a la encuesta
sistemática desde su proclamación como candidato de la Concertación luego ICSO-UDP en la primera vuelta. Como se observa, Frei es más fuerte entre
de las primarias del 5 de abril de 2009. De ahí en adelante, las evaluaciones los encuestados de 61 años y más, y sus apoyos crecen en la medida en que se
positivas de Frei llegaron al 36% en la medición de octubre, igualando el por- reduce el ingreso. Por ejemplo, en los segmentos ABC1 apenas supera el 10%
de apoyo, mientras que en el segmento E sobrepasa el 40%. Adicionalmente,
y según esta misma encuesta, la intención de voto por Frei varía significati-
GRÁFICO 1 vamente entre inscritos y no inscritos, con 23,7% y 10,3%, respectivamente
Porcentaje de evaluaciones positivas y negativas hacia Frei, 2000-2009 (Morales, 2010b). Al considerar la pregunta sobre intención de voto en la
70
57,3
60
50,1 GRÁFICO 2
50
44,1 41,5 42,7 37,6 42,5 40,9 41,4 38,8 43,1 41,0 43,5 43,6 41,7
40,4 37,4 39,4 39,8 36,0
Intención de voto por Frei en la primera vuelta, según edad y nivel socioeconómico (%)
40 37,0
34,4
29,9 50
30 33,9
19,1 18,6 18,7 17,9 17,8 20,4 19,6 19,9 17,4 22,2
20
15,8 18,0 17,8 18,7 18,1 17,4 18,9 24,4
40
10,8 14,7
10
30
0
abr 00

dic 00

jun 01

ene 02

jul 02

dic 02

jul 03

dic 03

jul 04

dic 04

dic 05

sep 05

nov 05

jul 06

dic 06

jun 07

dic 07

jun 08

nov 08

jun 09

ago 09

oct 09

20

Positivas Negativas 10

0
Evaluación de personajes políticos entre quienes conocen a la persona (total muestra). 18-25 26-40 41-60 61 y más ABC 1 C2 C3 D E
Fuente: Elaboración propia con datos de CEP. Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.

84 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 85
segunda vuelta, se producen algunos cambios. Si bien los jóvenes son los que mayor opción estatista, mayor apoyo a Frei. La segunda variable correspon-
en menor medida apoyan su candidatura (31,3%), los porcentajes más altos de a la escala política. Si bien es una variable endógena a intención de voto,
se observan en los encuestados de 26 a 40 años (40,6%) y en los de 61 años o se incluye en el modelo a fin de corroborar la llegada efectiva de Frei hacia
más (39,3%). electores de izquierda. La hipótesis es que en la medida en que se avanza en
Un análisis inferencial confirma lo anterior. El Gráfico 3 da cuenta de los la escala izquierda-derecha (de 1 a 10), decrece el apoyo hacia Frei. En tercer
resultados.� Acá mostramos el efecto de algunas variables sobre el apoyo a Frei lugar se incluye la variable zona, que asume los valores de 1 para Santiago y 0
de acuerdo a una modelación logit considerando sólo a los inscritos en los para regiones. La encuesta ICSO-UDP no captura localidades rurales, por lo
registros electorales. La variable dependiente es dicotómica, siendo 1 la in- que no resulta factible identificar diferencias con las zonas urbanas. En cuarto
tención de voto por Frei y 0 el del resto de las opciones. Las variables inde- término, aparece la variable nivel de escolaridad. Lo esperable es que en la
pendientes son las siguientes. Primero, un factor de estatismo que sintetiza medida en que se incrementa la escolaridad de los encuestados, disminuya la
las preferencias por más estado de acuerdo a su participación en transporte, intención de voto por Frei. En quinto lugar incluimos edad, considerando que
AFP, farmacias, bancos y empresas de utilidad pública.� La hipótesis es que a Frei, de acuerdo a la evidencia descriptiva, obtiene más apoyo en los encuesta-
dos mayores. Finalmente, controlamos por sexo, siendo 1 hombre y 0 mujer.
Gráfico 3
Los resultados son concluyentes. Considerando sólo las variables estadísti-
Determinantes de apoyo hacia Frei, primera vuelta 2009 camente significativas, los votantes de Frei son claramente más estatistas que
Factor estatismo el resto, lo que coincide con la agenda programática del candidato para la
primera vuelta. De igual forma, su base electoral presenta menores niveles de
escolaridad que el resto y, como era de esperarse, sus apoyos decrecen en la
medida en que se avanza en la escala izquierda-derecha. Todas estas interpre-
Escala política taciones, ciertamente, deben realizarse manteniendo constante el resto de las
variables (ceteris paribus).

Zona
El desempeño electoral de Frei y el duro camino a la segunda vuelta
Hemos descrito las bases de apoyo a Frei considerando encuestas de opi-
nión. Lo que desarrollamos en este apartado corresponde a las características
de su votación de acuerdo a su desempeño por comuna. Para ello, mostramos
Escolaridad las variaciones regionales de su apoyo y relacionamos su porcentaje de votos
con algunas variables socioeconómicas y sociodemográficas. De esta forma,
complementamos el análisis de la candidatura utilizando las dos fuentes de
Edad datos más comunes. Es decir, las encuestas de opinión y los resultados agrega-
dos por unidad geográfica.
El Gráfico 4 da cuenta de la votación de Frei según cada región. Como
se observa, la fuerza de Frei estuvo en las zonas del centro-sur. Sus mejores
Sexo desempeños en primera vuelta estuvieron en las regiones del Maule (VII, con
un 39,12%), de Coquimbo (IV, con un 36,9%) y del Libertador Bernardo
-1,0 -0,5 0 0,5 1,0 O’Higgins (VI, con un 35,49%). Los peores resultados, en tanto, se concen-
95% I. C. (corregido por efecto de diseño) traron en las regiones de Tarapacá (I, con un 16,43%), de Magallanes y la
I. C.: Intervalo de confianza.
Antártica Chilena (XII, con un 24%) y de Valparaíso (V, con un 25,48%). En
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP de octubre de 2009. líneas generales, la votación de Frei estuvo muy asociada al tamaño de cada

86 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 87
comuna considerando el número de inscritos. Su candidatura fue mucho más por qué el comando de Frei decidió concentrarse en zonas geográficamente
exitosa en comunas pequeñas y preferentemente rurales. Por el contrario, sus densas para la segunda vuelta, como Concepción, Valparaíso y Santiago.
problemas estuvieron en los grandes centros urbanos, particularmente de la V El diferencial de votos entre Frei y lo que obtuvo Bachelet en 2005 en
región. En la Metropolitana, en tanto, Frei alcanzó sólo un 26,94%, porcen- la primera vuelta es enorme. Mientras Frei obtuvo poco más de 2.000.000
taje inferior a su promedio nacional. (29,6%), la ex presidenta bordeó los 3.200.000 (45,96%). En términos por-
Frei fue superado por Enríquez-Ominami en algunas comunas grandes centuales la diferencia es de más de 16 puntos. Sin embargo, al sumar las
como Antofagasta, Iquique, Copiapó, Quilicura, Quillota, Quilpué y Punta votaciones de Frei y Enríquez-Ominami se llega, más o menos, al porcentaje
Arenas, entre otras. Como mostramos más abajo, a Frei le fue muy difícil cap- histórico de la Concertación. Adicionalmente, y al relacionar esta sumatoria
tar estos votos para la segunda vuelta. Los sectores urbanos con alta densidad con lo que obtuvo Bachelet en 2005 a nivel comunal, se observa una estrecha
poblacional mostraron mayor competencia entre Frei y Enríquez-Ominami, relación entre ambas. El Gráfico 6 muestra los resultados. El coeficiente de
cuestión que sería clave para el resultado de la segunda vuelta. El gráfico tam- correlación entre las variables es de 0,87, lo que indica que el porcentaje de
bién da cuenta de la distancia entre la votación de Frei en la primera vuelta y Bachelet en la primera vuelta de 2005 por comuna es muy similar al que obtu-
la que obtuvo la Concertación en su lista de diputados, mostrando una bre- vo la sumatoria de Frei y Enríquez-Ominami. No obstante, ambas votaciones
cha bastante significativa, que es sinónimo de la alta magnitud de la votación estarían lejos de sumarse en la segunda vuelta. De hecho, parte de la votación
cruzada. del candidato independiente pasaría a engrosar el porcentaje de Piñera. Según
la encuesta ICSO-UDP de octubre de 2009, ese porcentaje era del 19,3%.
Gráfico 4 En la segunda vuelta, en tanto, y con una campaña que incluyó nuevos ros-
Distribución del voto por Frei y de la Concertación en diputados en la primera vuelta 2009, tros y mayor agresividad en sus propuestas, Frei le imprimió competitividad a
según región (%)
una elección que la Coalición por el Cambio ya daba por ganada. Su discurso
60 se enfocó, básicamente, en tres grandes ejes. En primer lugar, en la fractura
50 autoritarismo-democracia, donde ventiló las antiguas diferencias con la dere-
40

30 Gráfico 5
Relación entre el porcentaje de Frei en la primera vuelta y escolaridad promedio, por comuna
20
60
10

Porcentaje de Frei 2009, primera vuelta


XV I II III IV V RM VI VII VIII IX XIV X XI XII

Diputados Concertación Frei primera vuelta 40

Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl

Respecto a los determinantes de votación destaca, entre otras variables, la


20
escolaridad promedio por comuna. La relación entre el porcentaje de Frei y la
escolaridad es claramente negativa. Es decir, en la medida en que aumentaba
el nivel de escolaridad, disminuían los apoyos a Frei (ver Gráfico 5). Esto
también se vincula con lo que mencionamos más arriba respecto a la relación 0
entre su porcentaje de votos y el porcentaje de población rural por comuna. 6 8 10 12 14
Todo indica que la marca “Frei” tenía mayor arraigo en zonas con baja densi- Escolaridad promedio 2008 (en años)

dad poblacional y dedicadas, principalmente, a labores agrícolas. Esto explica Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y www.sinim.gov.cl

88 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 89
Gráfico 6 de Luis Lemus, diputado del PRI por el distrito 9 de Illapel (IV Región) y de
Relación entre el porcentaje de votos de Frei+Enríquez-Ominami en la primera vuelta 2009
Jaime Mulet, candidato a senador del PRI por la tercera circunscripción. En
y Bachelet en la primera vuelta 2005
fin, Frei capturó apoyos de ex diputados del PDC que, para fines territoriales,
80 se transformaba en una buena noticia para el comando, toda vez que en la
primera vuelta se observaron fuertes variaciones regionales.
Porcentaje de Frei+MEO 2009, primera vuelta

Sin embargo, este esfuerzo por sumar nuevos adherentes y la configuración


60 de un nuevo equipo en el comando no fueron suficientes para lograr el triunfo.
El 13 de enero de 2010 recibió un frío apoyo por parte Enríquez-Ominami,
que fue interpretado como una opción por el “mal menor” y no como una
40 convicción política. De llamarlo “el senador DC” en la campaña de la primera
vuelta, pasó a denominarlo como “el candidato del 29%”. Si bien otras figuras
adosadas a su candidatura respaldaron a Frei (por ejemplo, su padre, Carlos
20
Ominami), nunca se notó un apoyo masivo. Enríquez-Ominami, explicando
su decisión, señalaba lo siguiente: “Con la derecha tenemos un abismo de di-
ferencias irreconciliables, diferencias de ideas y además por historia, y con una
0 parte de la Concertación nos llevamos bien [...]. Ante esta coyuntura histórica
20 40 60 80
y ante la incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de
Porcentaje de Bachelet 2005, primera vuelta
Chile hacia el futuro, es de mi responsabilidad contribuir en lo que pueda para
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl
que eso no ocurra; por tanto, declaro formalmente mi decisión de apoyar al
candidato de este pueblo, el del 29% de chilenos que votaron el 13 de diciembre
cha por su apoyo a Pinochet y donde subrayó la promesa de Piñera respecto a [...]. Eduardo Frei y Sebastián Piñera son personajes del pasado [...]. Ambos son
no incorporar en su gabinete a ex personeros del autoritarismo. Si bien en esto demasiado parecidos, son partícipes del pasado oscuro de Chile [...]. Trabajaré
último hubo cierta confusión por parte de Piñera y su comando, de todos mo- día y noche para que ésta sea la última elección en la que se enfrenten dos líderes
dos el tema quedó instalado. En segundo lugar, en el eje estado-mercado, que de la transición [...]. Un abismo es lo que nos separa de la candidatura de la de-
ya venía desarrollando en la primera vuelta y que tenía como objetivo dar sen- recha. No puede ser de otra manera. El sector que apoya a Piñera, gran parte de
tido a la extensión de la protección social hacia las clases medias. Esto se veía ellos, llenaron de luto a nuestra patria, ellos son cómplices de los que asesinaron
fortalecido por los resultados de las encuestas ICSO-UDP de 2008 y 2009, a mi padre y, más grave aún, hoy no se arrepienten de eso y se enorgullecen de
donde se mostraba la alta preferencia de los chilenos por mayor participación haberlo asesinado” (Marco Enríquez-Ominami, 13 de enero de 2007, reprodu-
del estado tanto en empresas estratégicas de luz, agua y gas, como también cido por La Tercera el 14 de enero de 2010, páginas 6 y 7).
en AFP y bancos. Finalmente, destacó la división entre política y negocios, Con este ambiente, la tarea de Frei en la segunda vuelta era titánica. Por
particularmente por la decisión de Piñera respecto a no vender sus empresas. una parte, sumar todos los votos de Jorge Arrate y, por otra, más del 70%
Del “Vamos a vivir mejor” se pasó al “Todos por Chile, todos por Frei”, de los votos de Enríquez-Ominami, bajo el supuesto de que el electorado de
tratando de reunir al votante de Arrate y a parte sustantiva del de Enríquez- segunda vuelta crecería marginalmente. Sumando y restando, Frei necesitaba
Ominami. El despliegue territorial fue mucho más activo e intenso que en la recuperar el voto concertacionista y cautivar a los votantes de Arrate, que,
primera vuelta. Con dos semanas de campaña, Frei y su equipo asesor trataron según la última encuesta CEP, lo respaldaban en poco más del 50%, cifra
de cubrir las zonas más débiles, particularmente las regiones de Valparaíso y la escuálida considerando que los electores de Arrate deberían sumarse casi de
Metropolitana. Frei sumó apoyos del diputado del PRI por el distrito 4 de An- manera automática a Frei.
tofagasta Pedro Araya, lo que pudo fortalecer su rendimiento en el norte, que, Claramente, esta tarea no se cumplió. De hecho, no hubo una sola comuna
como vimos, fue mediocre en la primera vuelta. También recibió el respaldo donde Frei capturara el 100% de los votos de Arrate y de Enríquez-Ominami.

90 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 91
Las diferencias más notorias estuvieron en las regiones del norte, precisamente Gráficos 8-9
Relación entre el diferencial Frei y las votaciones de Arrate y Enríquez-Ominami
donde el candidato independiente obtuvo su mejor desempeño. El Gráfico 7
da cuenta de tales diferencias. Hemos realizado lo siguiente. Calculamos la di-
ferencia entre lo que obtuvo Frei en la segunda vuelta y la sumatoria de Arrate,
Gráfico 8
Enríquez-Ominami y el mismo Frei en la primera vuelta. A esa diferencia la
hemos denominado diferencial Frei.

20
Frei, segunda vuelta 2010 (Frei+Arrate+MEO), %
Gráfico 7
Diferencial Frei, por región (%)

15
14
12,5
12
10,4 10,6

10
10,3
10
8,6 8,3
7,6 7,3 7,6
8
6,4 7,1 6,8 6,5
5,7 5,8
6

5
4

0
XV I II III IV V RM VI VII VIII IX XIV X XI XII 0 5 10 15

Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl Porcentaje de la votación de Arrate en la primera vuelta 2009

La pregunta que surge de este análisis obedece a las variables que pueden
Gráfico 9
explicar las variaciones en el diferencial entre Frei en la segunda vuelta y la su-
matoria de Frei, Arrate y Enríquez-Ominami en la primera vuelta, que hemos

20
denominado diferencial Frei. Si la relación entre este diferencial y la votación

Frei, segunda vuelta 2010 (Frei+Arrate+MEO), %


de Arrate y Enríquez-Ominami es positiva, se corrobora la tesis del “no traspa-
so” de la votación. Esto suena bastante obvio y, de hecho, la correlación entre

15
la votación de estos candidatos y el diferencial Frei es positiva. No obstante,
al comparar estos coeficientes se observan diferencias importantes. La correla-
ción entre el diferencial Frei y la votación de Arrate es de 0,4, mientras que con

10
Enríquez-Ominami alcanza casi el 0,8 (ver Gráficos 8-9). En otras palabras,
esto significa que en las mejores comunas para Enríquez-Ominami se habría
producido menor traspaso hacia Frei en la segunda vuelta. Esto da cuenta de

5
la fractura en el electorado concertacionista.
Los cambios en la composición del apoyo a Frei son evidentes en la se-
gunda vuelta, lo que se explica por el traspaso de votos desde Arrate y Enrí- 0

10 20 30 40
quez-Ominami. La sumatoria de estos apoyos que, como señalamos, estuvo
Porcentaje de la votación de MEO en la primera vuelta 2009
muy lejos de ser exacta, se manifiesta en la relación entre el porcentaje de
votos de Frei y el Índice de Desarrollo Humano (IDH) comunal. Siguiendo Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl

92 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 93
a Altman (2004), la votación de la Concertación tiene una relación de U Gráficos 10-11
Valores esperados de la votación de Frei en la primera y la segunda vuelta de 2009 y 2010 (%)
invertida con el IDH. No obstante, el resultado de la primera vuelta estuvo
lejos de reflejar esta realidad. De hecho, hay una relación lineal entre el IDH
Gráfico 10 Gráfico 11
y la votación de Frei en esa primera vuelta. El coeficiente de correlación

50
entre ambas variables es de casi -0,7 ponderando los datos por tamaño de

40

40
la comuna según número de inscritos. Esto indica que en la medida en que
aumentaba el IDH disminuía el porcentaje de votos para Frei. Para Piñera

45
30
Primera vuelta

Segunda vuelta
dicho coeficiente fue de 0,44.

40
Este resultado es concordante con la evidencia descriptiva mostrada más

20

35
arriba, donde se observaba el mayor porcentaje de Frei en las comunas

30
con menor nivel de escolaridad promedio. A esto se añade la fuerza del

10

20
candidato en las zonas rurales y también en las más pobres. Este análisis

15
bivariado puede sintetizarse de mejor forma, como lo hacemos, conside-

0
50 60 70 80 90 50 60 70 80 90
rando el IDH. IDH comunal IDH comunal
La segunda vuelta muestra cambios relevantes en la composición de la vo-
Los valores de IDH fueron multiplicados por 100 para optimizar la gráfica.
tación de Frei. En primer lugar, la relación entre su votación y el IDH deja de Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y www.sinim.gov.cl
ser lineal y pasa a mostrar un comportamiento cuadrático. Frei obtiene mejo-
res resultados en las comunas de IDH medio, siendo más débil en las comunas a mayor IDH, menor votación por Frei. Para la segunda vuelta, en tanto, el
más pobres y, especialmente, en las más ricas. Por defecto, el comportamiento apoyo a Frei refleja el patrón histórico de la Concertación con mejor desem-
de la votación de Piñera en función del IDH tiene el comportamiento opues- peño en las comunas de IDH medio.
to. En segundo lugar, Frei refleja el patrón histórico de la votación concerta-
cionista detectado por Altman (2004) para las elecciones de 2000 y 2001 de Conclusiones
acuerdo al IDH comunal. Otro trabajo muestra que dicho patrón se extiende El frustrado regreso de Frei a La Moneda se explica no sólo por la errática
desde 1989 y que funciona de igual forma tanto para elecciones de diputados campaña particularmente de la primera vuelta, sino también por la incapa-
como de concejales (Morales, 2009). cidad para sumar suficientes apoyos de electores que prefirieron a Arrate y
Los Gráficos 10-11 muestran la relación entre la votación por Frei en la particularmente a Enríquez-Ominami. A pesar de los esfuerzos y el trabajo
primera y la segunda vuelta en función del IDH. Estos gráficos correspon- de campaña, la segunda vuelta se transformó en una misión imposible. Logró
den a una simulación estadística realizada con el paquete zelig de R sobre recortar la distancia con Piñera de 15 a 3 puntos y retomó el patrón de vota-
la base de un modelo de regresión lineal (Kosuke et al., 2007). Dicho mo- ción de la Concertación según el IDH comunal. La segunda vuelta muestra
delo es controlado según la votación de Bachelet en la elección de 2005, que Frei sí capturó sectores medios y que, más bien, su problema estuvo en
la militancia del alcalde en 2008 y la variación regional, ello ponderado la estructura territorial del voto. Si bien alcanzó buenos resultados en la zona
de acuerdo al tamaño de cada comuna por los votos emitidos en primera norte a excepción de Tarapacá (I Región), no pudo sumar las votaciones de
y segunda vuelta, respectivamente. Esto le imprime altas exigencias al mo- Arrate y Enríquez-Ominami. Como vimos, fue en estas regiones, junto a la
delo. A primera vista, la variable que mayor varianza debiera capturar del de Aisén (XI Región), donde el diferencial Frei fue más alto. En la Región Me-
porcentaje de Frei en 2009 es lo que obtuvo Bachelet en 2005, más aun si tropolitana, en tanto, Frei redujo distancia con Piñera, mientras que en la de
la correlación entre ambas llega al 0,6. A pesar de estas exigencias, el IDH Valparaíso el resultado estuvo lejos de ser satisfactorio, pues Piñera lo superó
tiene significancia estadística. por casi 7 puntos.
Como se observa, la primera vuelta muestra una relación lineal inversa y A pesar de que con esta elección se produce la alternancia en el poder, no
significativa entre el porcentaje de Frei y el IDH comunal. Como decíamos, creemos prudente catalogarla como una elección crítica siguiendo los paráme-

94 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 95
tros de Key (1955 y 1959). Para el autor, una elección crítica es aquella que, Pandora. Retorno de la transición chilena, Alfredo Joignant y Amparo Menéndez-Carrión
(eds.). Santiago: Planeta.
por su resultado, genera fuertes realineamientos en el sistema de partidos de
Key, V. O. 1955. “A Theory of Critical Elections”, Journal of Politics 17 (1): 3-18.
acuerdo a nuevos temas de conflicto. Además, estas elecciones se caracterizan Key, V. O. 1959. “Secular Realignment and the Party System”, Journal of Politics 21 (2): 198-210.
por un incremento en la participación electoral y la emergencia de nuevos Kosuke Imai, Gary King y Oliva Lau. 2007. “ls: Least Squares Regression for Continuous
grupos o partidos. Si bien en Chile emergió una candidatura independiente Dependent Variables”. En Zelig: Everyone’s Statistical Software, Kosuke Imai, Gary King y
Olivia Lau (eds.)., http://gking.harvard.edu/zelig.
que sobrepasó el 20% de apoyo, la lista parlamentaria que lo respaldaba sólo Lewis-Beck, Michael S., y Mary Stegmaier. 2000. “Economic Determinants of Electoral
logró poco más del 4,5%, mostrando más una continuidad que un cambio a Outcomes”, Annual Review of Political Science 3: 183-219.
nivel partidario. Lo que sí podría aplicar para el caso chileno en estas eleccio- Mainwaring, Scott, y Timothy R. Scully. 1995. “La institucionalización de los sistemas de
nes es la lógica del issue evolution (Carmines y Stimpson, 1981 y 1989). Es partidos en América Latina”, Revista de Ciencia Política XVII (1-2): 63-102.
Mainwaring, Scott, y Mariano Torcal. 2005. “La institucionalización de los sistemas de partidos y la
decir, el agotamiento de la agenda programática de los partidos más tradicio- teoría de sistema partidista después de la tercera ola democratizadora”, América Latina Hoy 41:
nales y la emergencia de otras propuestas distantes de la fisura autoritarismo- 141-173.
democracia. Mainwaring, Scott. 1999. Rethinking Party Systems in the Third Wave of Democratization: The
Case of Brazil. Stanford: Stanford University Press.
Lo que sí resulta llamativo del caso chileno y que se replica para estas elec-
Montes, J. Esteban, Scott Mainwaring y Eugenio Ortega. 2000. “Rethinking the Chilean
ciones es la convivencia entre bajos niveles de volatilidad y de identificación Party System”, Journal of Latin American Studies 32 (3): 795-824.
partidaria. Las teorías de la institucionalización (Mainwaring y Scully, 1995; Morales, Mauricio. 2009. “Las elecciones municipales en Chile 2008. Bases electorales por
Mainwaring, 1999; Mainwaring y Torcal, 2005) prácticamente no concebían coalición y efecto de la aprobación presidencial” (inédito).
Morales, Mauricio. 2010a. “Las bases electorales de los candidatos presidenciales 2009”,
sistemas de partidos estables como el chileno junto a baja adhesión a partidos. Documento de Trabajo, Observatorio Electoral de la Universidad Diego Portales.
Más bien, proponían una relación lineal y aditiva entre volatilidad e identi- Morales, Mauricio. 2010b. “¿Quiénes son, dónde están, qué quieren? Las bases electorales de
ficación. Es decir, que altos niveles de volatilidad iban aparejados con bajos los candidatos presidenciales 2009”. Documento ICSO-UDP.
porcentajes de identificación, y viceversa. Como Chile no calza plenamente Muñoz, Óscar, y Carolina Stefoni (eds). 2002. El período del presidente Frei Ruiz-Tagle.
Santiago: Universitaria.
con los supuestos de las teorías de la institucionalización, probablemente la Nannestad, Peter, y Martin Paldman. 1994. “The VP-Function: A Survey of the Literature on
clasificación de sistema de partido hidropónico (Zucco, 2009) sí logre captu- Vote and Popularity Functions after 25 Years”, Public Choice 79 (3-4): 213-245.
rar la particularidad del caso. Es decir, un sistema estable considerando el peso Navia, Patricio. 2005. “La elección presidencial de 1993. Una elección sin incertidumbre”. En
Las elecciones presidenciales en la historia de Chile. 1920-2000, Alejandro San Francisco y
electoral de las coaliciones, pero con partidos de baja raigambre social.
Ángel Soto (eds.). Santiago, Centro de Estudios Bicentenario.
Otano, Rafael. 1997. Crónica de la transición. Santiago: Planeta.
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de transformación de una reforma electoral”, Revista de Ciencia Política XX (2): 82-102.
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Valenzuela, Samuel, y Timothy Scully. 1997. “Electoral Choices and the Party System in
socioeconómicos y género en las urnas”, Revista de Ciencia Política XXIV (2): 49-66.
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Zucco, César. 2009. “Stability Without Roots: Party System Institutionalization in Brazil”
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Joignant, Alfredo, y Menéndez-Carrión, Amparo. 1999. “De la democracia de los acuerdos
a los dilemas de la polis: ¿transición incompleta o ciudadanía pendiente?”. En La caja de

96 Alberto Espinoza / Mauricio Morales / Lucas Perelló Todo cambia: radiografía electoral de Frei y explicaciones de su derrota 97
Capítulo 3

Marco Enríquez-Ominami:
el candidato independiente1
Rodrigo Osorio / Martín Schuster

La literatura politológica chilena sobre elecciones y partidos se ha concen-


trado en identificar los determinantes del comportamiento electoral (Morales,
2009; Ortega, 2003; Altman, 2004; López y Morales, 2002) y en describir
la evolución del sistema de partidos (Fuentes, 1999; Montes, Mainwaring y
Ortega, 2000; Siavelis, 1999). Generalmente, se consideran candidatos ga-
nadores, partidos relevantes (Joignant y Navia, 2003; Morales y Bugueño,
2001; Morales y Poveda, 2007) o simplemente se especula sobre el desarro-
llo institucional de los sistemas de partidos (Valenzuela, 1995; Scully, 1995;
Luna, 2008). En este esquema, poco espacio se ha dado al estudio sistemáti-
co de candidaturas independientes. Esto, porque generalmente tienen menos
arraigo ciudadano y su efecto sobre el resultado de la elección es mínimo. No
obstante, en 2009 las condiciones cambiaron. Marco Enríquez-Ominami ob-
tuvo el 20,1% de los votos en los comicios presidenciales y desafió seriamente
la candidatura oficialista de la Concertación, encabezada por Eduardo Frei
Ruiz-Tagle.
La presencia de candidatos independientes en las competencias presiden-
ciales no es nueva en la historia de Chile. En el periodo 1925-1973 hubo
dos políticos que se presentaron como independientes: Carlos Ibáñez del
Campo y Jorge Alessandri Rodríguez. Ibáñez del Campo lo hizo en 1927,
1938, 1941 y 1952, ganando en 1927 con un 98% de los votos –por ser
candidato único en un contexto de posdictadura– y en 1952 con el 48,2%,
con la consigna de barrer con los partidos políticos (Cruz-Coke, 1984). Jor-
ge Alessandri Rodríguez se presentó como candidato independiente en las
elecciones de 1958 y 1970. Ganó en la primera con el 31,2% apoyado por

1 Agradecemos el apoyo y los comentarios de Mauricio Morales durante la realización de esta investiga-
ción. Sin embargo, cualquier error u omisión es de exclusiva responsabilidad de los autores.

marco enríquez-ominami: el candidato independiente 99


la derecha de la época (principalmente el Partido Conservador y el Partido Gráfico 1
Evolución de la intención de voto para las elecciones de 2009 (%)
Liberal). La segunda vez perdió ante Salvador Allende con el 34,9% de los
votos (Moulian, 2009). 50
45,0
En la nueva democracia se han presentado siete candidatos independien- 45 43,9
42,6
tes: Francisco Javier Errázuriz en 1989, que obtuvo el 15,4% de los votos; 40
36,5
Manfred Max-Neef y José Piñera en 1993, que lograron el 5,6 y 6,2%, 35

respectivamente; Arturo Frei Bolívar y Sara Larraín en 1999, que consiguie- 30 33,9
30,2
ron, cada uno, el 0,4%. En 2009 se presentó Marco Enríquez-Ominami, 25

obteniendo el 20,1% de los votos. La de 2005 fue la única elección en que 20


20,7
21,9

no se presentaron candidatos independientes, pues el líder mapuche Aucán 15 16,0


Huilcamán no logró cumplir con la recolección de firmas necesarias para 10
5,2
inscribir su anunciada candidatura. 5 1,5 1,5
Este artículo tiene cuatro objetivos. Primero, analizar el surgimiento y evo- 0
mayo agosto octubre
lución de la candidatura de Enríquez-Ominami. Segundo, realizar un análisis
Arrate Enríquez-Ominani Frei Piñera
de las encuestas de opinión para mostrar algunos indicadores de su imagen
pública, particularmente en lo que a atributos personales y condiciones para Fuente: Elaboración de los autores a partir de datos de encuestas CEP.

gobernar se refiere. Tercero, mostrar los principales determinantes de apoyo


electoral hacia el candidato y la similitud que tuvo su desempeño con la vo-
tación histórica de la Concertación. Finalmente, determinar hacia dónde mi- la clase política chilena es miembro de ella. Su padre, Miguel Enríquez, era
graron los electores de Enríquez-Ominami en la segunda vuelta presidencial el fundador y líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Su
de enero de 2010. madre, Manuela Gumucio, socióloga, se casó con el histórico dirigente del
Partido Socialista Carlos Ominami. Además, Enríquez-Ominami es nieto del
Quién es Marco Enríquez-Ominami y cómo surge su candidatura ex senador fundador de la Falange y Democracia Cristiana, Rafael Agustín
Marco Enríquez-Ominami Gumucio fue el único candidato presidencial Gumucio, y su bisabuelo, Manuel Rivas, fue un influyente ministro de prin-
independiente en la elección de 2009. Consiguió el 20,1% de los votos, con- cipios del siglo XX.
virtiéndose en el candidato independiente que más votos ha obtenido en to- Es casado con la reconocida periodista y conductora de televisión Karen Do-
das las elecciones presidenciales desde el retorno a la democracia. Luego de la ggenweiler. Además de su trabajo en cine y televisión, coordinó, colaboró y
primera vuelta su apoyo resultaría vital para los dos candidatos que quedaban asesoró diversas campañas electorales en Chile –entre las que se cuentan las
en competencia (Sebastián Piñera, de RN, y Eduardo Frei, del PDC). Esto, a campañas senatoriales de Carlos Ominami en 1993 y 2001, las campañas pre-
pesar de que manifestara que en segunda vuelta votaría por el candidato de la sidenciales de Ricardo Lagos en 1993 y 1999, y las elecciones municipales de
Concertación. 2004–. En el exterior trabajó en México y en Perú en campañas presidenciales.
Según la encuesta CEP, su apoyo entre los inscritos en los registros electora- A los trece años, tras su retorno a Chile, ingresó a las Juventudes del PS. El
les, y eliminando aquellos que declararon que votarián nulo y blanco, varió de primer intento por ocupar un rol activo en la política fracasó. En 1993, com-
un 16% en mayo a un 21,9% en octubre, tal como se muestra en el Gráfico 1, pitió en la interna de la Juventud Socialista Universitaria para ser candidato
en el que se compara con los demás candidatos. El CEP no incluyó a Marco a la FECH. Fue derrotado por su correligionario Freddy Ponce. Luego de
Enríquez-Ominami en sus mediciones anteriores. eso, en vez de apoyarlo en la elección, se unió a la oposición de Ponce, que se
Marco Enríquez-Ominami nació el 12 de julio de 1973. Es filósofo de restaría de la elección. Esto provocó que ese año no se cumpliera el quórum
profesión y cineasta. Tras el golpe de estado de 1973, y con apenas meses de para elegir a una nueva directiva de la federación (El Mercurio, 30 de mayo
vida, partió, junto a su madre, al exilio a Francia. A pesar de ser crítico de de 2009).

100 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 101
En 2005 fue electo diputado por el distrito 10,2 el mismo distrito en que Enríquez-Ominami insistía en la idea de ser candidato a la presidencia, más
su padrastro –Carlos Ominami– era senador. Su nominación como candidato aun cuando a principios de mayo de 2009 la encuesta TNS-Time lo colocó
puede ser explicada más por el peso político de su apellido que por su real capa- como tercer favorito, detrás de Piñera y Frei. Él manifestaba su intención de
cidad de competencia.3 Obtuvo la primera mayoría con el 34,4% de los votos, que se realizaran primarias para elegir entre él y Frei al candidato único de la
dejando en el camino a su compañera de lista, María Eugenia Mella (PDC), Concertación. En este contexto 279 militantes socialistas entregaron una car-
quien se presentaba a la reelección. Incluso en ese distrito obtuvo más votos ta en la que expusieron a la dirigencia del PS la necesidad de reconocer que el
que su padrastro. Si bien su nominación como candidato fue consecuencia de oficialismo tenía dos cartas presidenciables. “Me siento candidato de lo mejor
su apellido, su votación puede ser explicada mejor porque él o su esposa eran de la Concertación, no de la que está encabezada por estos dirigentes, porque
reconocidos. En su labor parlamentaria integró la Comisión Permanente de esto no es una sociedad anónima, sino un espacio de construcción, de debate”,
Ciencia y Tecnología y la de Agricultura. Además, presidió la primera Comi- señaló Enríquez-Ominami (La Nación, 12 de junio de 2009). Sin embargo,
sión Investigadora por Avisaje del Estado y presidió la Comisión Especial de los timoneles de los partidos hicieron oídos sordos a su intención.
Estudio del Régimen Político Chileno. Presentó más de 150 proyectos de ley, La Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios
pocos de los cuales se han convertido en leyes. (ley 18.700) señala que las declaraciones de candidaturas deben ser efectuadas
Desde que asumió como diputado participó en forma activa en el deba- por el presidente y el secretario de la directiva central de cada partido político
te público sobre la formación de políticas públicas y lineamientos políticos, o de los partidos que hubieren acordado un pacto electoral. Como Enríquez-
impulsando el diálogo y la participación ciudadana. Muchas veces se carac- Ominami no contaba con el apoyo de los presidentes de los partidos de la
terizó por votar en contra de proyectos de ley impulsados por el gobierno o, Concertación, y menos con el apoyo del presidente del PS –en ese enton-
inclusive, por su propio partido. En una oportunidad, junto a un grupo de ces Camilo Escalona–, estaba obligado a renunciar a su partido y presentarse
diputados, viajó a Perú, a conversar con su presidente, para establecer rela- como candidato independiente.
ciones bilaterales paralelas a las del gobierno. Por todo esto fue denominado La ley además señala que para ser candidato independiente a la presiden-
“díscolo”, apelativo que, por cierto, le sirvió para potenciar su imagen durante cia el patrocinio deberá suscribirse ante cualquier notario por un número de
su campaña (Navia, 2009) ciudadanos, inscritos en cualquier parte del territorio nacional, no inferior al
Para la elección de 2009 la Concertación había designado en una prima- 0,5% de los que hubieren sufragado en la anterior elección periódica de di-
ria al senador y ex presidente Eduardo Frei (PDC) como el único candidato putados. De aquí la necesidad que tuvo Enríquez-Ominani de reunir 36.000
oficialista. En esta primaria se midió el senador DC y el presidente del Par- firmas.
tido Radical Social Demócrata, José Antonio Gómez. Los presidentes de los Escalona acusó a Enríquez-Ominami de estar engañando a la ciudadanía y
partidos habían decidido que la primaria se realizaría el domingo 5 de abril violando la ley al pretender iniciar la recolección de firmas sin haber renuncia-
en las regiones de O’Higgins y Maule. Ésta tendría carácter conclusivo en la do al PS. El 12 de junio de 2009 anuncia mediante una carta al Servel y un dis-
medida en que uno de los candidatos superara por una diferencia de 20% al curso publicado en Youtube5 que renuncia al Partido Socialista. Dice: “Se trata
otro postulante. De lo contrario, el mismo 5 de abril se declararía resuelta la de un acto doloroso. Pero es necesario que responda a la decisión de las cúpulas
candidatura presidencial.4 Como Frei tuvo siempre un mejor desempeño en dirigentes de la Concertación y del PS de ahogar la competencia y el debate
las zonas rurales sucedió lo esperable y no fue necesario que se continuara con de ideas al interior de la coalición. Mi renuncia es parte de los pasos necesarios
la primaria. para continuar y consolidar una candidatura que ha presentado un proyecto de
reforma política que considero urgente para que Chile enfrente los desafíos que
2 Comprende las comunas de La Ligua, Petorca, Cabildo, Papudo, Zapallar, Puchuncaví, Quintero, impone el siglo XX”. Por esos días los resultados de la encuesta Ipsos de junio
Nogales, Calera, La Cruz, Quillota e Hijuelas. ubicaban a este candidato con el 22% de adhesión entre sectores intelectuales,
3 Para profundizar sobre la importancia del peso político en la selección de candidatos, recomendamos medioambientalistas y juveniles (La Nación, 10 de junio de 2009). Para su
ver Garrido, 2009.
4 Ver www.primariasconcertacion.cl 5 Video disponible en el link www.youtube.com/watch?v=lIqOj2zieUY&feature=player

102 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 103
comando esto sería bueno para acentuar su perfil de independiente. Enríquez- ciudadanos, como el Movimiento Amplio Social, el Movimiento SurDA, la
Ominami iniciaba una campaña para captar las firmas necesarias para poder Red Progresista, el Movimiento Regionalista y el Movimiento Unificado de
competir en diciembre. Minorías Sexuales, entre otros.
En forma paralela, comenzó una campaña para incentivar la inscripción en Marco Enríquez-Ominami seguía subiendo en las encuestas. Las encues-
los registros electorales de jóvenes y apurar la entrada en vigencia de la ley que tas TNS-Time y CERC de junio de 2009 lo colocaban en el segundo lugar
permite que la inscripción fuera automática. Esto, pues, según encuestas, ten- de la carrera presidencial tras Piñera, con un 22% y un 26%, respectivamen-
dría mejor rendimiento si se incluían en el padrón a los que hasta el momento te. La encuesta IPSOS de agosto de 2009 revelaba un empate técnico entre
no estaban inscritos. Estas diferencias se incrementan más en la encuesta CEP Enríquez-Ominami y Frei en torno al 20% de las intenciones de voto. Las
de octubre de 2009, tal como se muestran en el Gráfico 2. encuestas ponían a Enríquez-Ominami ante la opinión pública como un
presidenciable que tenía altas probabilidades de, al menos, pasar a segunda
Gráfico 2 vuelta.
Intención de voto por Marco Enríquez-Ominami comparando a inscritos con el total de la muestra (%) Atribuyéndose la condición del sucesor del legado de la presidenta Bache-
let, el 10 de septiembre de 2009 inscribió formalmente su candidatura inde-
25
pendiente por el sillón presidencial con más del doble de las firmas necesarias.
En dicha oportunidad realizó un discurso breve, pero muy emotivo. En él,
20
citó los ideales de José Miguel Carrera, de José Miguel Infante y de Francisco
15
Bilbao. Con el fin de capturar el voto de izquierda, finalizó su alocución ci-
tando a su padre biológico, Miguel Enríquez: “Adelante, adelante: con todas
10 las fuerzas de la historia”.
La campaña se centró en tres ejes. Primero, reforma educacional. Enríquez-
5 Ominami propugnaba que los hijos de obreros tuvieran la misma enseñanza
que los hijos de diputados. En segundo lugar, una reforma tributaria basada
0 principalmente en aumentar el impuesto a los cigarrillos y a las bebidas al-
mayo agosto octubre
cohólicas y en incrementar el royalty a las empresas explotadoras de recursos
Sólo inscritos Toda la muestra naturales. Todo esto para financiar principalmente la reforma en educación.
Fuente: Elaboración de los autores a partir de datos de encuestas CEP. El tercer eje del programa lo constituía una reforma al sistema político. Propo-
nía eliminar el binominal, hacer que la inscripción en los registros electorales
fuera automática, pasar de un presidencialismo exacerbado (“monárquico”, en
A la candidatura de Enríquez-Ominami adhirieron personajes de la familia sus palabras) a un semipresidencialismo. Adicionalmente, buscaba la descen-
concertacionista como Carlos Ominami (ex PS, senador por la Quinta Re- tralización a través de la entrega de mayor autonomía económica y política a
gión Cordillera), Marcelo Trivelli (precandidato presidencial, ex dirigente del las regiones y proponía una mayor participación e inclusión ciudadana en la
PDC y ex intendente de Santiago), Esteban Valenzuela (ex PPD y diputado toma de decisiones. Si bien siempre fue cauto al no desmerecer la importancia
por Rancagua), Álvaro Escobar (ex PPD y diputado por Estación Central, de los partidos, propugnaba que los ciudadanos debían tener un rol central en
Cerrillos y Maipú), Alejandro Navarro (ex Socialista, fundador del MAS y el juego político más allá de las elecciones.
senador por la Octava Región Costa) y parte del Partido Socialista. También Enríquez-Ominami y su equipo, además, conformaron una lista para las
reclutó al economista Paul Fontaine, encargado del programa económico de elecciones parlamentarias denominada Nueva Mayoría para Chile. Con ella
su campaña, quien tras la derrota en primera vuelta se integraría al coman- gobernaría en caso de que fuera electo presidente. En esta lista se presentaban
do de Sebastián Piñera. Adhirieron también a su candidatura el Partido Hu- principalmente militantes del Partido Humanista y personalidades políticas
manista y el Partido Ecologista, además de diversos movimientos sociales y que apoyaban su candidatura. Así, por ejemplo, Álvaro Escobar buscaba su

104 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 105
reelección, al igual que Esteban Valenzuela y Carlos Ominami. Sin embargo, Durante 2009 el nivel de conocimiento de la opinión pública sobre Marco
a nivel nacional la lista obtuvo sólo el 4,6% de los votos en la elección de di- Enríquez-Ominami tendió al alza. Esto fue de la mano con un incremento
putados y un 5% en la de senadores. No obtuvo ningún escaño. sostenido de sus evaluaciones positivas y una disminución en las evaluaciones
Para Navia (2009), la irrupción de Enríquez-Ominami en la arena presiden- negativas. Esta encuesta ubicaba a Enríquez-Ominami entre los diez políticos
cial es sorpresiva sólo con respecto al personaje. Desde hacía tiempo que el siste- que la gente más conocía antes de iniciada la carrera presidencial. Para la pri-
ma político chileno mostraba síntomas de agotamiento, pero nadie hubiese pen- mera medición realizada por el CEP en el año 2009,6 el candidato indepen-
sado que sería un miembro del establishment quien intentaría cambiar el rumbo. diente se ubicó en el octavo lugar con un nivel de conocimiento del 84% y
En este sentido el candidato ha sido calificado como portavoz o mensajero de concluyó el año con un 96%� entre los cinco personajes políticos más conoci-
aquellos que piden mejorar la calidad de la democracia en Chile y fomentar la dos del país. Es decir, Enríquez-Ominami era un personaje público conocido
participación y la inclusión social. En otras palabras, tal como calificara Navia, se antes de su irrupción en la campaña electoral o, para ser más precisos, antes
podría decir que Enríquez-Ominami fue el hijo ilegítimo de Bachelet, pues logró de su campaña para obtener firmas para convertirse en candidato presidencial,
recoger el discurso de democracia de abajo hacia arriba que había prometido la como establece la ley. Su carrera como diputado, su vínculo con el ex senador
ex presidenta, pero que dejó de lado tras las protestas de los estudiantes secun- Carlos Ominami (ex PS), su relación con Karen Doggenweiler y sus constan-
darios (la denominada revolución pingüina) de mayo a junio de 2006 (Navia, tes apariciones en programas de televisión de tinte popular contribuyeron a
2009). Sin embargo, la gran diferencia entre Bachelet y Enríquez-Ominami es esto. Así, la candidatura de Enríquez-Ominami no necesitaba profundizar en
que Bachelet pretendía impulsar más participación ciudadana desde la Concer- el conocimiento que la opinión pública pudiera tener de él, sino sólo esforzar-
tación, mientras que Enríquez-Ominami intentaba hacer la reforma desde fuera. se por posicionar su candidatura.
Tras la elección Enríquez-Ominami conformó un nuevo referente, El Parti- La evaluación general de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami
do Progresista, como plataforma para una próxima candidatura. Sin embargo, también tiene variaciones en el tiempo. Para los meses de mayo y junio
sin representantes en el Congreso, las posibilidades de convertirse en un actor el 48% de los encuestados lo evaluaba “positiva y muy positivamente”,
relevante son mínimas. Primero, porque el sistema binominal entrega incen- mientras que un 20% lo evaluaba como “negativa y muy negativamente”.
tivos institucionales para la formación de sólo dos grandes coaliciones (Navia, En la encuesta de octubre la evaluación positiva de Enríquez-Ominami
2005; Valenzuela y Scully, 1997; Magar, Rosenblum y Samuels, 1998); y se- subió a un 52%, mientras su evaluación negativa disminuyó a un 18%.
gundo, porque Chile presenta un sistema de partidos altamente instituciona- Comparativamente con los otros candidatos, la encuesta CEP mostró que
lizado (Mainwaring y Scully, 1995; Payne et al., 2003), en el que las preferen- Enríquez-Ominami tuvo un mejor desempeño en los atributos generales
cias electorales de los chilenos no varían significativamente entre elecciones (evaluación y nivel de conocimiento). De hecho, Frei logró un 36% en
(baja volatilidad) y porque los partidos chilenos tienen una fuerte raigambre su evaluación “positiva y muy positiva”, mientras que Piñera obtuvo un
social a través de la historia política del país. 43%. Los encuestados que evaluaron de manera “negativa y muy negati-
va” dieron la misma cifra a los dos candidatos (36%). La candidatura de
Atributos de Marco Enríquez-Ominami y su evolución Enríquez-Ominami se posicionaba como la candidatura con mejor evalua-
Ya que los candidatos necesitan posicionarse mediáticamente y enfrentar ción y menor rechazo.
a sus adversarios, las encuestas sirven para ver en qué aspectos se diferencian Dentro de las características más importantes destacadas por los encuesta-
entre ellos ante la opinión pública. A partir de estos datos los candidatos in- dos para decidir por quién votar en la elección presidencial� se encuentra que
fieren hacia dónde posicionar su candidatura, qué imagen proyectar y, natu- “sea capaz de solucionar los problemas y necesidades de las personas”, que
ralmente, potenciar los aspectos positivos (Druckman, Jacobs y Ostermeier, “esté preparado para ser presidente” y que sea “capaz de unir al país”. En la
2002). En 2009 el CEP realizó tres encuestas que medían, entre otras cosas, Tabla 1 podemos ver la evaluación de estos atributos entre agosto y octubre
intención de voto y atributos personales de los candidatos a la presidencia. para Marco Enríquez-Ominami. En todos los atributos sufre alzas.
Estos datos nos permiten analizar la evolución de las candidaturas respecto a
los atributos o habilidades para gobernar. 6 Encuesta CEP mayo-junio 2009.

106 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 107
Mientras Frei y Piñera sufrieron bajas en el primer atributo considerado 42% de los encuestados considera que el ex socialista es sincero, logrando
como importante, Enríquez-Ominami tiene un alza de 5 puntos entre las sobrepasar a los otros contrincantes con diferencias significativas. Así, Frei
mediciones. La opinión pública tenía una buena impresión sobre lo que En- queda en el segundo lugar con un 32%, seguido de Piñera con un 30%.
ríquez-Ominami podía realizar para solucionar los problemas de la sociedad; Tanto el candidato de la Concertación como el de la derecha experimen-
sin embargo, creía que no estaba preparado para ser presidente, tal como lo tan bajas estadísticamente significativas. En los demás atributos Enríquez-
demuestra la medición del segundo atributo importante. De hecho, sólo el Ominami logra un buen desempeño. De hecho siempre lidera en simpatía
32% de las personas creyó que estaba preparado, según la medición de octu- y cercanía.
bre. En comparación al resto de sus atributos, éste es en el que obtiene la más La tendencia es clara. Marco Enríquez-Ominami mejoró en todas medi-
baja evaluación. La poca experiencia política que reflejaba el candidato a sus ciones de atributos entre una encuesta y otra, mientras que los otros candi-
36 años le habría pasado la cuenta. Además, en los medios de comunicación datos empeoraron su evaluación. Con esto queda la sensación de que En-
se instaló la idea de que si ganaba el candidato independiente, el país se podría ríquez-Ominami bien pudiera haber mejorado aun más sus atributos o su
ver enfrentado a una crisis de gobernabilidad, pues no contaría con el apoyo imagen ante la opinión pública si hubiese tenido más tiempo. De haber sido
de los partidos políticos. En concreto, Frei y Piñera superaban ampliamente a así, el candidato independiente podría haber pulido más su imagen, logran-
Enríquez-Ominami en este atributo. do que su evaluación general y de sus atributos mejoraran. Sin embargo, si
bien logró posicionarse con fuerza, sus atributos y nivel de conocimiento no
Tabla 1 fueron suficientes para que pudiera pasar a la segunda vuelta.
Resumen de la evaluación de atributos de Marco Enríquez-Ominami (%)
En un análisis más profundo identificamos grandes diferencias entre los
Atributo Agosto Octubre Diferencia inscritos y no inscritos. Este análisis nos permite inferir sobre lo pudo haber
Capacidad para solucionar los problemas y necesidades de las personas 29 34 +5
ocurrido si Enríquez-Ominami hubiese logrado una masiva inscripción al
Está preparado para ser presidente de Chile 29 32 +3
sistema entre aquellos que no estaban inscritos para votar en la elección
Sería un presidente capaz de unir al país 29 36 +7
de 2009. Así, por ejemplo, si desagregamos los resultados del candidato
Actuaría con firmeza en su gobierno frente a las presiones de instituciones,
grupos y personas
36 38 +2 independiente por inscritos, en la medición del atributo “capacidad para
Actuaría con destreza en su gobierno frente a las presiones de instituciones,
solucionar los problemas y necesidades de las personas” se observa que ob-
37 40 +3
grupos y personas tiene un mejor desempeño entre los no inscritos,7 con un 43%, frente a un
Le da confianza 36 40 +4 31% entre los inscritos. La diferencia es estadísticamente significativa para
Es sincero 40 42 +2 todos los atributos, tal como lo mostramos en la Tabla 2. Los no inscritos
Es seguro 43 49 +6 tuvieron expectativas más altas que los no inscritos respecto a la candidatura
Es cercano 34 38 +4 de Enríquez-Ominami. De aquí que su candidatura se haya empeñado en
Es simpático 56 62 +6 construir un mensaje que incentivara a incorporar a la masa desencantada
Fuente: Elaboración de los autores con datos de las encuestas CEP de agosto y octubre de 2009. y no inscrita.
Con esto podemos decir que Enríquez-Ominami efectivamente logró cap-
El tercer atributo destacado es la capacidad de unir al país. Éste es, sin duda, turar, con su discurso crítico, a los que no participan. Al parecer aquellas
unos de los atributos más disputados entre los candidatos presidenciales, que personas que no estaban inscritas en los registros electorales tenían incentivos
obtienen cifras similares y sin diferencias significativas. Marco Enríquez-Omi- suficientes para tener una percepción más positiva sobre quien se acerca en
nami consigue en octubre un 36%, con un aumento de 7 puntos en relación forma crítica al sistema político. Si estas personas hubiesen votado, claramente
a la medición anterior, mientras que Frei suma un 37% y Piñera un 38% en hubiesen contribuido a fortalecer su candidatura. Lo más probable es que su
octubre, registrando bajas ambos candidatos. fracaso estuvo en no haber logrado concretar que este grupo de personas se
El mejor resultado que obtiene Enríquez-Ominami en la evaluación de
atributos es al consultarse si es considerado sincero o manipulador. Un 7 Del total de la muestra un 73% está inscrito y un 27% no está inscrito.

108 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 109
Tabla 2 al., 1960; Campbell y Valen, 1960). Es decir, supone la existencia de cier-
Resumen de la evaluación de atributos de Marco Enríquez-Ominami entre inscritos y no inscritos (%)
tas posiciones de identificación partidaria que son consistentes en el tiempo,
Atributo Inscritos No inscritos adquiridas inicialmente de la familia, luego reforzada por la pertenencia a
Capacidad para solucionar los problemas y necesidades de las personas 31 43 ciertos grupos y, aunque parezca tautológico, por el voto por cierto partido en
Está preparado para ser presidente de Chile 28 43 el tiempo (López, 2004: 286). Así, el supuesto fundamental sobre el que des-
Sería un presidente capaz de unir al país 32 45 cansan argumentativamente estas escuelas es que el voto es un acto de afirma-
Actuaría con firmeza en su gobierno frente a las presiones de instituciones,
35 46 ción (Morales y Poveda, 2007: 139). De estos enfoques se deducen variables
grupos y personas
sociodemográficas y socioeconómicas, tales como sexo, edad, religión y clase
Actuaría con destreza en su gobierno frente a las presiones de instituciones,
grupos y personas
37 50 (Richardson, 1991; Morales y Poveda, 2007).
Le da confianza 37 48 Para analizar el real impacto que pueden tener estas variables, hemos di-
Es sincero 41 47 señado un modelo estadístico de regresión logit. La variable dependiente la
Es seguro 46 57 hemos construido a partir de la pregunta de la encuesta ICSO-UDP que versa
Es cercano 37 43 sobre la intención de votos en la primera vuelta,8 siempre filtrando por aque-
Es simpático 59 69 llos que declaran estar inscritos en los registros electorales, recodificando en
Fuente: Elaboración de los autores con datos de las encuestas CEP de agosto y octubre de 2009. 1 a aquellos que declararon que votarían por el candidato independiente y
en 0 a las demás opciones. En el modelo incorporamos aquellas variables que
inscribiera para votar. Sin embargo, entre los inscritos –que finalmente son la literatura ha descrito como importantes para explicar el comportamiento
los decidieron la elección–, a pesar de estar bien evaluado, no logró capitalizar electoral en Chile (Tabla 3, en la página siguiente).
más votos que el candidato de la Concertación. El modelo 1 explica la votación a partir de todas las variables consideradas.
Ahora bien, ya que la evaluación de atributos de Marco Enríquez-Omina- Observamos que las personas de derecha son significativamente menos proclives
mi al parecer no fue significativa al momento de sumar votos, o al menos para a votar por Enríquez-Ominami que las que no se identifican con alguna posi-
pasar a la segunda vuelta, es preciso evaluar qué otras variables pueden expli- ción política. En cambio, la probabilidad de una persona de centro o izquierda
car la adhesión a este candidato. En lo que sigue intentamos dilucidar qué de votar por Enriquez-Omminami es mayor que un “ninguno”. Por otra parte,
variables de largo plazo ayudan a explicar la votación alcanzada por Enríquez- las personas de entre 30 y 45 años tenían más probabilidades de apoyar al can-
Ominami. Utilizamos este tipo de variables, pues estudios anteriores han de- didato independiente, en comparación con aquellos que tenían 61 años o más.
mostrado que éstas explicarían de forma más consistente el comportamiento Con respecto al nivel socioeconómico, tanto los grupos ABC1, C3 y D tenían
electoral de los chilenos (Madrid y Navia, 2009; Ortega, 2003; Altman, 2004; más probabilidades de votar por el candidato, en comparación con el grupo E.
López, 2004). El modelo 2 excluye la variable de posición política, pues puede que re-
tenga gran parte de la varianza de la variable dependiente. En consecuencia,
Impacto de las variables de largo plazo sobre la intención de voto la variación se observa entre los grupos que tienen entre 18 y 29 y entre 30 y
en la candidatura de Enríquez-Ominami 45 años. Este grupo tendería a apoyar más la candidatura del independiente
Las variables de largo plazo que pueden explicar el comportamiento elec- en comparación al grupo de referencia de 61 y más años. La adhesión en los
toral se deducen de las escuelas de Columbia y de Michigan, que defien- grupos socioeconómicos también cambia. Quitando la identificación en la es-
den modelos sociológicos y sicológicos, respectivamente. Según la primera, cala política sólo sería significativo el grupo C, que tendría más posibilidades
las personas votarían de acuerdo a su posición dentro de la sociedad y cómo de apoyar al candidato independiente, en comparación al grupo E. Con esto
esta posición se ha vinculado con cierto partido. A su vez, este partido se podemos concluir que el apoyo al candidato independiente en los grupos altos
crearía a raíz de ciertas divisiones o clivajes existentes en la sociedad (Lipset y bajos estaba condicionada por la identificación política de éstos.
y Rokkan, 1967). En tanto, el modelo de Michigan se basa en la presencia
de cierta identificación partidaria adquirida, pero permanente (Campbell et 8 La pregunta era: “Si las elecciones fueran este domingo, ¿por qué candidato votaría?”.

110 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 111
Tabla 3 política es significativa, teniendo el mismo comportamiento que en el mo-
Modelos de regresión logística: “odds ratio” de los determinantes de apoyo a Marco Enríquez-
delo 1. Es decir, los identificados con la derecha fueron menos proclives a
Ominami (MEO) respecto a los otros candidatos con variables de largo plazo
votar por la candidatura de Enríquez-Ominami, en comparación con los
MEO versus todos los demás candidatos que no se identifican con alguna tendencia. Como es de esperarse, los que se
Modelo 1 Modelo 2 Modelo 3 identifican con el centro y la izquierda tenían más posibilidades de apoyar a
Sexo (hombre) a 0,991 1,081 1,006 este candidato que a los que no se identifican con alguna opción ideológica.
Edad b
En suma, las personas de derecha fueron menos proclives a votar por En-
18-29 1,861 1,936 * 1,826 ríquez-Ominami que las personas que no se identifican con alguna tendencia
30-45 1,777 ** 1,786 ** 1,850 **
46-60 1,208 1,301 1,286
política. No así las personas de centro y de izquierda, que tenían más probabi-
Nivel socioeconómico c
lidades de votar por el candidato independiente en comparación a los que no
ABC1 3,030 * 2,156 se identifican con alguna tendencia política. Por otra parte, la generación de
C2 2,358 1,871 entre 30 y 45 años tenía más posibilidades de votar por Enríquez-Ominami

C3 2,836 * 2,435*
D 2,816 * 2,106 en comparación al grupo de 61 y más años. Finalmente, respecto al nivel so-
Educación d cioeconómico de las personas, podemos afirmar que el grupo C3 fue el más
Básica 0,892 0,854 0,730 proclive a votar por este candidato en comparación al grupo de referencia D.
Media 1,343 1,114 1,353
Técnica 1,058 0,930 1,019 En otras palabras, Marco Enríquez-Ominami tenía más probabilidades de ser
Religión e apoyado por aquellos grupos de edades medias y de niveles socioeconómicos
Católica 1,176 1,109 1,150 medios que por el grupo de clase mas baja.
Evangélica 1,048 0,899 1,006
Otra 1,239 1,210 1,225
Posición política f Efecto del Índice de Desarrollo Humano sobre la votación alcanzada
Derecha 0,254 *** 0,258 *** por Marco Enríquez-Ominami
Centro 1,766 ** – 1,783 **
Izquierda 1,780 ** 1,734 ** El estudio de Altman (2004) demostró que el Índice de Desarrollo Hu-
mano (IDH) sería unos de los mejores predictores de voto al trabajar con
Constante -3,161*** -2,173 *** -2,186 ***
resultados electorales por comuna. Éste tendría un efecto cuadrático sobre los
X2 51,285*** 17,444 46,230*** resultados electorales por comuna. De este modo, la función para la Alianza
tendría forma de U y para la Concertación de una U invertida. En otras pala-
-2 log de verosimilitud 513,903 402,090 445,304
r2 de Cox y Snell 0,064 0,021 0,058 bras, en comunas con IDH extremos (altos y bajos) tendría más probabilida-
r2 de Nagelkerke 0,104 0,035 0,094 des de ganar la Alianza, mientras que en comunas con IDH medio habría más
a. La categoría de referencia de sexo es “mujer”.
probabilidades de que ganara la Concertación.
b. La categoría de referencia de edad es “61 y más años”. Para observar el efecto del IDH sobre la votación obtenida por Marco En-
c. La categoría de referencia de nivel socioeconómico es “E”.
d. La categoría de referencia de educación es “universitaria.” ríquez-Ominami hemos realizado una simulación estadística realizada con el
e. La categoría de referencia de religión es “no es creyente”.
f La categoría de referencia de posición política es “ninguna”.
paquete zelig de R sobre la base de un modelo de regresión lineal (Kosuke et al.,
*** significante al p ≤ 0,01; ** significante al p ≤ 0,05; * significante al p ≤ 0,1. 2007), exhibida en el Gráfico 3 (ver página siguiente). En él se nos muestra la re-
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.
lación entre la votación alcanzada por Enríquez-Ominami en función del IDH.
Notamos que el IDH tiene un efecto cuadrático en la votación de Enrí-
Finalmente, el modelo 3 excluye la variable de nivel socioeconómico e quez-Ominami, que se parece al comportamiento histórico que han tenido los
incluye nuevamente la variable de posición política. Aquí la edad pierde candidatos de la Concertación (Altman, 2004). A Enríquez-Ominami le fue
significancia en el grupo más joven, mientras que las personas que declaran mejor en comunas con IDH medio y medio-alto que en comunas con IDH
tener entre 30 y 45 años sigue siendo significativa. La variable de posición bajo. Esto es consistente con el análisis sobre la base de encuestas mostrado

112 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 113
Gráfico 3 anteriormente, en el que, al comparar la intención de voto por Enríquez-
Simulación del efecto del IDH sobre la votación obtenida por Enríquez-Ominami
Ominami con los otros candidatos, Enríquez-Ominami tuvo más probabi-
lidades de ser votado por personas pertenecientes a niveles socioeconómicos
medios y medio-altos. Con esto estamos en condiciones de señalar que la vo-
20

tación obtenida por Enríquez- Ominami se parece más a la votación histórica


de la Concertación que a la de la Alianza (Altman, 2004).
Valores esperados de la votación MEO, 2009

Para despejar completamente este argumento, en el Gráfico 4 mostramos la


15

distribución del electorado de Enríquez-Ominami según nivel socioeconómico.


Notamos que la votación por el candidato independiente se distribuye en mayor
medida en los grupos medios. Esto también es consistente con aquellos estudios
10

que intentan dar cuenta de la votación obtenida por la Concertación a base de


análisis de encuestas (Madrid y Navia, 2009; López, 2004; Ortega, 2003).
5

En consecuencia, la candidatura de Enríquez-Ominami logró, hasta cierto


punto, capturar el voto concertacionista, haciendo peligrar la candidatura de
Eduardo Frei. De hecho, en aquellos lugares donde Enríquez-Ominami ob-
0

tuvo mejor votación, a Frei le costó más capitalizar sus votos en la segunda
vuelta, tal como lo mostramos más adelante. Ahora bien, en la siguiente sec-
50 60 70 80 90
ción intentamos explicar qué pasó con los votos del candidato independiente
IDH
en la segunda vuelta.
Fuente: Elaboración de los autores con datos de www.elecciones.gov.cl y www.sinim.gov.cl

¿Dónde se fueron los votos de Marco Enríquez-Ominami?


Uno de los grandes dilemas que se presentó en esta elección fue qué pasaría
con los votos de Marco Enríquez-Ominami tras la primera vuelta. El destino
Gráfico 4 del 20,1% de los votos obtenidos por el candidato independiente sería fun-
Votación en primera vuelta de Marco Enríquez-Ominami, según grupo socioeconómico (%) damental para asegurar la victoria de alguno de los candidatos que pasaran al
ballotage. Así, tanto Frei como Piñera intentaron acercarse al discurso de En-
25
ríquez-Ominami para tratar de capturar su electorado. Por ejemplo, Sebastián
Piñera, en su discurso tras conocerse los resultados de la primera vuelta, alabó
20
el “espíritu optimista” de Enríquez-Ominami. También enumeró una serie de
coincidencias con el diputado “díscolo”. Señaló que “compartimos con Marco
15
y todos sus seguidores un diagnóstico de una Concertación agotada, que está
con fatiga de material” (La Nación, 14 de diciembre de 2009). Además, su-
10 brayó la coincidencia entre ambos en “esta cruzada contra la corrupción y la
incompetencia” (La Nación, 14 de diciembre de 2009).
5 Asimismo, al día siguiente de la elección, el presidente del Partido Radi-
cal Social Demócrata (PRSD), José Antonio Gómez, y el del Partido Por la
0 Democracia (PPD), Pepe Auth, presentaron su renuncia. Esto fue entendido
ABC1 C2 C3 D E en los círculos políticos como el cumplimiento de una de las exigencias plan-
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009. teadas por el ya ex candidato independiente para un eventual acercamiento

114 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 115
a la candidatura de Frei. Sin embargo, no se cumplió con que renunciaran en la Tabla 4. Aquí vemos que no todos los votos de Enríquez-Ominami se
los presidentes de los partidos ancla de la Concertación, el socialista Camilo traspasaron al candidato de la Concertación. De hecho, tan sólo el 49% de sus
Escalona y el democratacristiano Juan Carlos Latorre. Estos últimos mani- votos así lo hicieron. A Piñera iría el 21%, y el 29,7% de las personas votaría
festaron que se mantendrían en sus cargos hasta que se celebrase la segunda nulo o blanco.
vuelta y después se someterían a la decisión de los militantes (El Mercurio, Para tener una aproximación sobre el comportamiento real de los votan-
14 de diciembre de 2009). En tanto, el gobierno de Michelle Bachelet, con tes de Marco Enríquez-Ominami en la segunda vuelta, hemos calculado el
el fin de acercarse al proyecto político de Enríquez-Ominami, dispuso la dis- diferencial entre lo obtenido por Frei en la segunda vuelta y lo obtenido en
cusión inmediata en el Congreso del proyecto de voto voluntario e inscrip- conjunto por Arrate, Enríquez-Ominami y Frei en la primera vuelta. De este
ción automática, de fortalecimiento de la educación pública y de la reforma modo sabremos qué tanto le costó a Frei sumar los votos del candidato inde-
constitucional que consagra las aguas como bien nacional de uso público. Por pendiente en la segunda vuelta. El Gráfico 5 muestra la distribución de este
su parte, Enríquez-Ominami, cinco días antes de la segunda vuelta, declaró diferencial por región.
que “votaría por el candidato que alcanzó el 29% de los votos [refiriéndose a Como se advierte, el diferencial está concentrado en las regiones del norte
Frei]”, dejando a sus votantes en libertad de acción. y del sur del país. Esto indica que Frei tuvo menos problemas para capturar
A través de la encuesta ICSO- UDP podemos acercarnos al destino de los las votaciones de Enríquez-Ominami y Arrate en las zonas centrales. Donde
votos del candidato independiente en la segunda vuelta, como lo mostramos Frei tuvo más dificultades para sumar esas votaciones fue en las regiones I,
XII, II y III. También aparecen con diferenciales altos algunas zonas den-
Tabla 4
samente pobladas, como las regiones V y VIII. En definitiva, a Frei le costó
Distribución de los votos entre la primera y la segunda vuelta (%)
menos capitalizar los votos de Enríquez-Ominami en las zonas centrales del
Enríquez- país, mientras que en las zonas extremas le costó más. Pero ¿qué determinó
Arrate Frei Piñera Blanco/Nulo
Ominami
que un votante de Enríquez-Ominami haya decidido votar por el candidato
Frei 70,6 49,3 99,0 0,8 14,9
de la Concertación o por el de la Alianza en la segunda vuelta? Para tener una
Piñera 11,8 21,0 1,0 99,2 8,5
aproximación al perfil de aquellos que votaron por Frei o Piñera en la segunda
Blanco/Nulo 17,6 29,7 0,0 0,0 76,6
vuelta pero que votaron por Enríquez-Ominami en la primera, utilizamos los
Total 100 100 100 100 100
datos de la encuesta ICSO-UDP 2009. Realizamos un análisis en función del
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009. sexo, nivel socioeconómico, edad, identificación política, zona de residencia
y nivel educacional, tal como se muestra en la Tabla 5 (ver página siguiente).
Gráfico 5 De aquellos hombres que declararon haber votado por Marco Enríquez-
Distribución del diferencial Frei por región (%)
Ominami en la primera vuelta, en la segunda un 52,2% lo hicieron por Frei
14
12,6 y un 62,1% por Piñera. En tanto, de las mujeres que declararon haber votado
12 por el candidato independiente, casi un 38% votó por Frei en la segunda
10,4 10,4 10,5
10 vuelta y un 47,8% por Piñera.
8,6
8
8,2
7,6 7,6 7,3 Otra variable que muestra diferencias significativas es el nivel de escolari-
7,2 6,8
5,8 5,8
6,4 6,5 dad. En los grupos con menores niveles de educación el traspaso fue mayor
6
hacia Frei, mientras que en los grupos con mayores niveles de escolaridad el
4
traspaso de votos fue mayor para Piñera. En ese sentido llama la atención que
2 el grupo que más votos blancos y nulos emitió en la segunda vuelta (siempre
0 entre aquellos que votaron en la primera vuelta por Enríquez-Ominami) fue-
XV I II III IV V RM VI VII VIII IX XV X XI XII
ron aquellos con educación media y técnica. Por otro lado, si bien las varia-
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl bles “nivel de escolaridad” y “nivel socioeconómico” pueden estar altamente

116 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 117
Tabla 5 correlacionadas, se observa algo similar en esta última. Es decir, el traspaso de
Caracterización de los votos de Enríquez-Ominami en la segunda vuelta (%)
votos de Enríquez-Ominami a Piñera fue mayor entre aquellos grupos más
  Voto en la segunda vuelta acomodados. Por el contrario, el traspaso de votos de Enríquez-Ominami a
  Piñera Frei Blanco/Nulo Frei fue mayor en los grupos de niveles socioeconómicos más bajos.
Sexo Asimismo, de las personas que traspasaron su voto a Piñera en la segunda
Hombre 62,1 52,2 43,9 vuelta tan sólo el 10% se identificaba con la derecha. De hecho, el candidato
Mujer 37,9 47,8 56,1 de la Alianza tuvo mejor arrastre entre aquellos que no se identificaban con
Nivel educacional ninguna opción. Por el contrario, aquellos que traspasaron sus votos a Frei,
Básica 23,1 23,5 12,2
el 42,4% se identificaba con la izquierda. Al parecer Piñera logró atraer a los
Media 46,2 51,5 31,7
electores independientes de Enríquez-Ominami, mientras que Frei sumó en
mayor medida los votos que venían de los electores izquierdistas.
Técnica 23,1 7,4 29,3
Universitaria 7,7 17,6 26,8
Conclusión
Nivel socioeconómico
Marco Enríquez-Ominami revolucionó la escena política en la elección de
C1 3,4 10,1 17,1
2009. Su procedencia concertacionista contribuyó en gran parte a captar el
C2 24,1 18,8 31,7 voto que esta coalición había tenido históricamente. Además, fue la candi-
C3 34,5 33,3 26,8 datura, en comparación a la de Frei, Piñera y Arrate, que mejor desempeño
D 27,6 34,8 24,4 tuvo ante los ojos de la opinión pública, pues la evolución en la medición de
E 10,3 2,9 0,0 sus atributos e intención de voto fue siempre en alza. Sin embargo, esto no
Zona fue suficiente para captar los votos necesarios para pasar a la segunda vuelta.
Santiago 31,0 36,8 50,0 De hecho, gran parte de su apoyo estaba entre los no inscritos en los registros
Regiones 69,0 63,2 50,0 electorales.
Edad A través de esta investigación podemos confirmar que las preferencias elec-
18-24 6,9 10,1 17,1
torales de los chilenos efectivamente pueden ser explicadas mediante modelos
25-34 44,8 39,1 43,9
teóricos que incluyen variables de largo plazo. Aquellas personas que tenían
entre 30 y 45 años tenían más probabilidades de votar por Enríquez-Omina-
35-54 27,6 36,2 29,3
mi que el grupo de referencia de 61 y más años. Del mismo modo, aquellas
55 y más 20,7 14,5 9,8
personas que se identificaban más a la izquierda y el centro tenderían a votar
Identificación política
más por el candidato independiente en comparación al grupo de referencia
Derecha 10,3 3,0 2,4
“ninguno”. No así los de derecha, que tenían menos probabilidades de votar
Centro 27,6 25,8 26,2 por Enríquez-Ominami que un “ninguno”. Sin embargo, el nivel socioeco-
Izquierda 27,6 42,4 35,7 nómico sería una de las mejores variables explicativas de la votación hacia
Ninguna 34,5 28,8 35,7 Enríquez-Ominami. Esto se confirmaría al utilizar el IDH para explicar la
Total 100 100 100 votación alcanzada por Enríquez-Ominami a nivel comunal. Así concluimos
Fuente: Cálculo de los autores sobre la base de la encuesta ICSO-UDP 2009. que la votación del ex diputado socialista fue mejor en estratos socioeconómi-
cos medios y medio-altos.
La capacidad explicativa de las variables de largo plazo se confirma al anali-
zar los determinantes del traspaso de votos de Enríquez-Ominami a Piñera o

118 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 119
a Frei. Notamos que el nivel educacional y la zona en que viven las personas Luna, Juan Pablo. 2008. “Partidos políticos y sociedad en Chile. Trayectoria histórica y
mutaciones recientes”. En Reforma de los partidos políticos en Chile, Arturo Fontaine,
(Santiago o regiones) serían los mejores predictores de la distribución de los
Cristián Larroulet, Jorge Navarrete e Ignacio Walker (eds.). Santiago: PNUD.
votos del candidato independiente en la segunda vuelta. Aquellos con menor Madrid, Andrés, y Patricio Navia. 2009. “¿Víctima de su propio éxito? Disminución de la
nivel educacional tendieron a traspasar sus votos hacia Frei, mientras que los pobreza en Chile y apoyo electoral a la Concertación”. En El genoma electoral chileno.
que viven en Santiago tuvieron más probabilidades de votar nulo o blanco que Dibujando el mapa genético de las preferencias políticas en Chile, R. Briceño, M. Morales y P.
Navia (eds.). Santiago: Ediciones Universidad Diego Portales.
aquellos que viven en regiones. Magar, Eric, Marc. R. Rosenblum y David Samuels. 1998. “On the Absence of Centripetal
Con esta investigación contribuimos al estudio del comportamiento elec- Incentives in Double-Member Districts. The case of Chile”, Comparative Political Studies
toral de los chilenos en un área poco desarrollada. El estudio de la adhesión y 31 (6): 714-739.
traspaso de votos de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami nos revela Mainwaring, Scott, y Timothy R. Scully. 1995. Building Democratic Institutions. Party Systems
in Latin American. California: Stanford University Press.
que la acusada capacidad explicativa de los modelos teóricos de largo plazo no Montes, Esteban, Scott Mainwaring y Eugenio Ortega. 2000. “Rethinking the Chilean Party
sólo analizan en forma consistente la votación alcanzada por candidatos de System”, Journal of Latin American Studies 32 (3): 795-824.
partido, sino que también puede servirnos para candidatos independientes. Morales, Mauricio. 2008. “La primera mujer presidenta de Chile. ¿Qué explicó el triunfo de
Michelle Bachelet en las elecciones de 2005- 2006?”, Latin American Research Review 43
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120 Rodrigo osorio / Martín schuster marco enríquez-ominami: el candidato independiente 121
Capítulo 4

¿Quién vota por la izquierda?


La intención de voto y el desempeño
electoral de Jorge Arrate1
Carolina Garrido

Presentación
La coalición Juntos Podemos, compuesta por el Partido Comunista y di-
versos movimientos de izquierda, fue representada en las elecciones presiden-
ciales de 2009 por Jorge Arrate, ex socialista y ex ministro del candidato presi-
dencial de la Concertación, Eduardo Frei. Decepcionado por la forma en que
el Partido Socialista llevaba a cabo la selección de su candidato presidencial,
Arrate renuncia al partido y, posteriormente, es elegido como candidato de la
coalición de izquierda Juntos Podemos. Desde ese momento, Arrate encabeza
la campaña de esta coalición basado en el histórico mensaje político de los
partidos de izquierda enfocado en poner fin a la exclusión y la discriminación,
y proteger a los trabajadores y a los más desposeídos. Pero ¿quiénes, efectiva-
mente, votaron por Arrate?
Este artículo analiza el perfil de los votantes de Jorge Arrate en las elecciones
presidenciales de 2009. Primero, reviso los antecedentes históricos y la base
electoral de los partidos de izquierda en el periodo pre 1973 y posterior al
retorno a la democracia. En particular, hago hincapié en el respaldo electoral
del Partido Comunista, el más importante de la coalición Juntos Podemos. En
segundo lugar, reviso la historia política, la campaña electoral y la intención
de voto de Jorge Arrate con base en diversas variables de largo plazo, enfo-
cándome en el nivel socioeconómico de las personas. Considerando los datos
anteriores, sostengo que el voto por Jorge Arrate aumenta a medida que lo
hace el ingreso y/o la educación de los electores. Confirmo esta hipótesis rela-
cionando la votación de Arrate con el Índice de Desarrollo Humano comunal.

1 Agradezco la ayuda y comentarios de Mauricio Morales durante la realización de esta investigación.


Sin embargo, cualquier error u omisión es de exclusiva responsabilidad de la autora.

¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 123
El surgimiento y desempeño electoral de la izquierda: 1922-1973 versos periódicos lamentando las condiciones de vida de éstos (Valenzuela,
Antes de analizar la votación y el perfil de las personas que sufragaron por 1995: 31).
Jorge Arrate es fundamental hacer una referencia al sistema de partidos chi- Ahora, si bien no fue una característica del Partido Demócrata obtener altos
leno y a la votación histórica de la izquierda. Si bien este artículo no tiene porcentajes de votación electoral a nivel nacional, sí lo fue la concentración
por objetivo central relatar la historia política o electoral de la izquierda, es de dicha votación en sectores mineros y de clases trabajadoras urbanas. En las
importante hacer mención a sus inicios y al perfil histórico de sus votantes elecciones parlamentarias de 1897, logró el 17% de la votación en Santiago,
como antecedente para un análisis posterior de su votación desde 1989 y, en mientras que llegó a un 40% en algunas elecciones parciales en Valparaíso y
particular, respecto al desempeño electoral del candidato presidencial del Jun- Concepción (Valenzuela, S., 1995: 31).
tos Podemos en las elecciones de 2009. Finalmente, la disposición del Partido Demócrata a aliarse electoralmente
con partidos políticos tradicionales (liberales, radicales e incluso conservado-
El sistema de partidos chileno: los orígenes de la izquierda res) desencadenó un choque entre sus dirigentes de clase media y los militantes
El sistema de partidos chileno se estructuró en torno a diversos conflictos de base, quienes representaban los intereses de los trabajadores, determinando
o fisuras sociales.2 Y si bien la división clerical-anticlerical fue uno de los con- así una división en sus filas en 1912 (Valenzuela, 1996; Faúndez, 1992). Ese
flictos relevantes que definió la competencia partidaria a fines del siglo XIX año, Luis Emilio Recabarren renuncia al Partido Demócrata y, con un peque-
e inicios del XX, fueron las diferencias de clase la principal ruptura social ño grupo de militantes sindicales, crea el Partido Obrero Socialista (POS).
generadora de partidos políticos (Valenzuela, 1995). En particular, el Partido La disposición a crear pactos electorales fue la que perjudicó finalmente al
Comunista (PC) y el Partido Socialistas (PS) nacen con el objetivo de repre- Partido Demócrata como partido de clase obrera. Si bien ser parte de alianzas
sentar a la clase obrera. políticas le brindaba beneficios electorales, como la elección de parlamen-
Tal como lo explica Arturo Valenzuela (1996), durante el periodo de la tarios, el partido debía enfocar su mensaje político en temas programáticos
república parlamentaria en Chile (1891-1925), el ambiente industrial no fa- comunes entre los partidos que conformaban dicha coalición, como eran los
vorecía la negociación colectiva ni la sindicalización, provocando la represión temas anticlericales, por ejemplo. Por tanto, el enfoque en estos tópicos im-
al movimiento obrero. Ante la imposibilidad de la clase política moderada de pidió que el Partido Demócrata pudiera centrarse en profundidad en las de-
defender los derechos de los trabajadores, éstos comienzan a organizarse con mandas de la clase obrera, provocando un importante quiebre entre la base
el objetivo de defender sus intereses “fuera” del lugar de trabajo. Es decir, en militante del partido, compuesta por trabajadores y mineros, y los dirigentes
la arena política. (Valenzuela, 1995; Faúndez, 1992).
En este contexto, nace el Partido Democrático (1887), el primer partido En 1919 el Partido Democrático rechazó la propuesta del POS de crear un
importante que hizo un esfuerzo serio por reunir a los empleados y artesanos partido único de trabajadores debido a que, entre otros motivos, el objetivo
de Santiago y Valparaíso y a los mineros del norte y sur del país (Faúndez, era que éste no realizara alianzas políticas con agrupaciones que no represen-
1992: 30). La mayoría de sus militantes y líderes provenían de los sindicatos, taran a la clase obrera. En ese momento, los democráticos participaban en
las cooperativas y otras sociedades del sector obrero. Su primer líder fue Mala- diversas coaliciones y basaban una parte importante de su votación en un
quías Concha, abogado que renuncia al Partido Radical junto a un grupo de electorado ajeno a los trabajadores (Faúndez, 1992).
trabajadores de la Sociedad de la Igualdad (Valenzuela, 1995: 30). Sin embargo, y a diferencia de los partidos socialistas y obreros europeos,
En 1903, el Partido Demócrata fue el primero en elegir a parlamentarios los demócratas fueron incapaces de atraer los votos de los intelectuales, de la
de clase obrera, quienes abogaron consistentemente en favor de la legislación clase media y de sectores progresistas de la clase alta pro sindicales. En la com-
relacionada con las condiciones laborales de los trabajadores y publicaron di- petencia con sus aliados, este respaldo lograba ser capturado en su mayoría por
el Partido Radical y Liberal (Valenzuela, 1995: 33).
Posteriormente, en el año 1922, el POS adopta el nombre de Comunista
2 Para un análisis más exhaustivo del sistema de partidos en Chile hasta el quiebre democrático de 1973,
véase a Garretón, 1983; Gil, 1969; Scully, 1992; Tironi y Agüero, 1999; Valenzuela, 1996; Valenzuela, luego de su integración a la Tercera Internacional (Casals y Riquelme, 2009).
1995; Valenzuela, 1999; Valenzuela y Scully, 1997; Urzúa Valenzuela, 1992. Conforme a las condiciones impuestas por esta última, el PC se define como

124 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 125
un partido marxista-leninista y partidario de la lucha de clases, asumiendo ta (1941), cuyo objetivo fue proscribir la participación política del PC. Este
desde sus inicios una posición combativa contra los partidos socialdemócratas hecho provocó una crisis interna en la colectividad socialista debido al apoyo
y profundizando la táctica “clase contra clase” (Bascuñán, 1990). que brindó una parte del partido a la Ley Maldita. El PS volvió a dividirse,
Sin embargo, cuando el PC emerge de la clandestinidad en 1931 se en- surgiendo el Partido Socialista de Chile, fracción anticomunista, y el Partido
cuentra con que su base social se había reducido considerablemente debido a Socialista Popular.
la competencia de diversos grupos socialistas y anarquistas, los que, durante la A mediados de los años 50, se inicia la llamada “vía chilena al socialismo”,
administración de Ibáñez, lograron un importante apoyo entre los estudian- cuya primera orgánica política fue el Frente de Acción Popular (1956), com-
tes, trabajadores e intelectuales. Además, el desempleo masivo provocado por puesto por el PS3 y el PC, y, posteriormente, con la incorporación de radicales
la recesión mundial golpeó fuertemente a las zonas mineras del norte y sur del y de una fracción de la democracia cristiana, nace la Unidad Popular (Casals
país, lugares donde el PC obtenía el grueso de su apoyo (Faúndez, 1992: 34). y Riquelme, 2009: 354).
Por otra parte, el Partido Socialista se funda formalmente en 1933, produc- Finalmente, el proyecto de construcción del socialismo en Chile comienza
to de la unión de diversas organizaciones, como la Orden Socialista, el Partido a hacerse realidad con el triunfo de Salvador Allende en 1970, proyecto que
Marxista Socialista, la Nueva Acción Pública y la Acción Revolucionaria So- termina bruscamente con el golpe de estado de 1973.
cialista. En 1937, la recién creada colectividad ya había elegido democrática- La concepción de que el sistema de partidos chileno estaba fragmentado
mente 19 diputados (Bascuñán, 1990: 61). en tercios en el periodo pre 73 es ampliamente aceptada (Garrido y Navia,
Entre los años 1934-1955, el PC cambia su estrategia política asumiendo 2005: 173). Al respecto, Valenzuela y Scully (1993) señalan que el sistema de
una más moderada, intensificando así sus relaciones con otros partidos de iz- partidos no sólo se caracterizó desde los años 30 por su fragmentación en los
quierda y de centro (Bascuñán, 1990: 22). En 1936, se crea el Frente Popular, tercios derecha, centro e izquierda, sino que también por su carácter multi-
compuesto finalmente por los partidos Socialista, Radical, Radical-Socialista, partidario. A pesar de la existencia de diversos partidos menores, los tercios se
Comunista y Democrático. A su vez, se sumaron a este pacto diversas orga- conformaban por uno o dos partidos relevantes por sector.
nizaciones sociales, como, por ejemplo, la Confederación de Trabajadores de Ahora, a pesar de que para las elecciones parlamentarias de 1973 el sistema
Chile (CTCH). político se realineó en una división dicotómica de acuerdo a los que apoyaban
Algunos años después, diversos conflictos entre los partidos llevaron a que o no el proyecto socialista del gobierno de Allende (Arriagada, 1974; De Vyl-
en 1941 el Frente Popular dejara de existir. Sin embargo, el PC y PS decidie- der, 1976), antes del quiebre democrático el sistema de partidos chileno esta-
ron apoyar a dos candidatos radicales en las elecciones presidenciales de 1942 ba conformado por tres grandes sectores con identidad e ideologías diferentes.
y 1946: Juan Antonio Ríos y Gabriel González Videla, respectivamente. La derecha, compuesta por el Partido Nacional; el centro, conformado por el
La alianza con los radicales provocó diversos conflictos internos en las filas PDC, y la izquierda, integrada, principalmente, por el Partido Socialista y el
del PS, creándose fracciones divididas entre los que estaban a favor de colabo- Partido Comunista.
rar con el gobierno radical y los que no. Estas divisiones provocaron el quiebre Para el plebiscito de 1989, dos de estos tercios históricos (centro e izquier-
del PS en 1944, cuando Marmaduque Grove, dirigente histórico del partido, da) se unirían para conformar la oposición al gobierno militar.
decide dejar el PS para formar el Partido Socialista Auténtico.
Fue en el gobierno de González Videla donde el Partido Comunista ocupó La base electoral de la izquierda pre 1973
por primera vez cargos ministeriales en las carteras de Trabajo; Agricultura y Primero que todo, es importante destacar que, respecto al estudio del com-
Tierras, y Colonización. Esto, debido a que, inicialmente, el PC había condi- portamiento electoral y análisis de datos previos a 1973, es posible encontrar
cionado su apoyo al candidato radical solicitando su incorporación al gobier- evidencia bastante dispersa y poco concluyente respecto a las bases electorales
no como única vía de “influencia obrera” (Bascuñán, 1990). de los partidos, en particular, sobre el voto de los trabajadores y su relación
Finalmente, el presidente González Videla expulsa a los comunistas del con la izquierda en Chile. Esto, principalmente, debido a la ausencia de aná-
gobierno, rompiendo el pacto electoral que mantenían, y promulga la Ley
de Defensa Permanente de la Democracia, más conocida como Ley Maldi- 3 En 1957 se produce la unión del Partido Socialista Popular y el Partido Socialista de Chile.

126 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 127
lisis electorales sistemáticos, la gran diversidad en la operacionalización de las identificarse con el centro. Finalmente, es importante destacar que ningún
variables y el uso de diversos tipos de data en ese periodo (López, 2004: 288). encuestado de la clase alta señaló sentirse identificado con la izquierda. Sin
Sin embargo, es posible obtener algunas tendencias respecto al voto de la iz- embargo, del total de personas de clase media-alta y media-baja, un 18,2% y
quierda y su relación con la clase trabajadora. un 19,4% se identificaron con la izquierda, respectivamente.
En las elecciones pre 1973 los partidos de izquierda obtenían buena par- Por tanto, si bien podemos señalar, con base en los datos anteriores, que
te de su apoyo entre elementos de la clase obrera, en particular de los mi- históricamente la izquierda, compuesta principalmente por el Partido Socia-
neros y obreros industriales. De hecho, aquellas comunas que mostraban lista y el Partido Comunista, ha tenido sus bases electorales en la clase obrera,
una importante votación comunista y socialista se caracterizaban por tener en particular este último también ha recibido un leve apoyo de la clase media.
una población más numerosa de clase obrera y un porcentaje menor de po- Finalmente, Hamblin y Soares (1967) señalan como variables explicativas
blación campesina (Valenzuela, 1996: 15-16). Según Przeworski y Soares de la votación de Salvador Allende en 1952 el apoyo de las personas divor-
(1971) y Hamblin y Soares (1967), la votación de Salvador Allende en la ciadas y el nivel educacional de los electores. Los autores destacan la relación
elección de 1952 se explicaría en parte por el apoyo de la población minera positiva entre la votación del candidato de izquierda y el apoyo de los divor-
e industrial. ciados. Por otra parte, dan cuenta de una relación negativa entre la votación
Ahora, a pesar de que es posible confirmar que la izquierda contaba con de Allende y el nivel educativo de los electores. Así, a medida que aumenta el
mayor apoyo en la clase obrera y que la derecha obtenía su respaldo en la clase nivel educacional de las personas mayores de 15 años, disminuye la votación
alta, existe evidencia de que los partidos políticos en 1958 tenían una base de por Allende.
apoyo bastante heterogénea (Valenzuela, 2003: 44). Sin embargo, es posible Datos de 1970 confirman la base social heterogénea de los partidos para
distinguir una clara tendencia en la votación del PC. Si bien Arturo Valenzuela la elección presidencial de ese año. Respecto a la votación por clase, indica-
(2003) señala que las categorías ocupacionales de la clase obrera no explicarían dores de la votación de los obreros urbanos explican sólo 36%, 26% y 19%
la varianza estadística de la votación partidista, sí lo hace la del PC. Según el de la varianza del voto para Allende (candidato de los partidos de izquierda),
análisis realizado por el autor, el Partido Comunista es el único cuya votación Alessandri (candidato de la derecha) y Tomic (PDC), respectivamente (Va-
resulta estar muy relacionada con la incidencia de la población minera. lenzuela, 2003: 88). Sin embargo, el autor evidencia una correlación positiva
Con base en los resultados de una encuesta realizada en 1958 en Santiago,4 entre la votación de Salvador Allende y los sectores de la minería (0,5), al igual
podemos ver que la clase obrera estaba polarizada: mientras un 31,1% de los que con los de artesanos industriales y obreros (0,25).5 Podemos agregar esto:
encuestados de esta clase social se identificaba con la izquierda, un 29,4% lo “Tales coeficientes indican que a mayor porcentaje de esta población, ma-
hacía con la derecha. yor votación por Salvador Allende”. En contraste, tanto la votación de Tomic
Una de las explicaciones a esta polarización de la clase obrera puede deberse como la de Alessandri evidencian una correlación negativa con la votación de
a la escisión religiosa de la sociedad, que también fue relevante para la confor- los mineros y artesanos.
mación del sistema de partidos chilenos; es decir, que personas de clase obrera A su vez, el candidato de la Unidad Popular obtuvo cierta ventaja en sec-
se identificaran con la derecha debido a su relación con la Iglesia católica. De tores obreros urbanos, en contraste con el respaldo más débil que recibió en
hecho, se ha sostenido que la irrupción de la democracia cristiana en la com- zonas rurales y entre los campesinos.
petencia electoral habría impedido la posibilidad de la izquierda de conquistar Finalmente, es importante destacar que el rechazo a votar por Allende era
al electorado más católico de la clase obrera. menor en el grupo socioeconómico bajo que en el alto. Mientras un 45,9%
A diferencia de la polarización mencionada en la clase obrera, la clase alta de los electores de clase baja señaló rehusarse a votar por el candidato de la
estaba bastante definida: un 78,6% de los encuestados de esta clase social Unidad Popular, este rechazo aumenta entre las personas de clase media y alta
dijeron sentirse identificados con la derecha, mientras que un 21,4% señaló con un 66,4% y 73,6%, respectivamente.

4 Datos obtenidos del cuadro n° 8, “Autoidentificación de chilenos en cuento a preferencia política y 5 Las correlaciones simples y los coeficientes de regresión parcial son más débiles para el caso de los
clase social”, de Valenzuela, 1996. artesanos industriales.

128 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 129
En la elección parlamentaria de 1973 los partidos de la Unidad Popular Tabla 1
Peso electoral de los partidos políticos chilenos por sector, 1961-2009 (%)
mantuvieron el apoyo de regiones y de los sectores tradicionalmente obre-
ros (artesanos, mineros y obreros industriales), mientras que los partidos de Sector Partidos 1961 1965 1969 1973 1989 1993 1997 2001 2005 2009 Promedio
oposición conservaron su fuerza electoral en el campo y en las áreas de mayor PL,
prosperidad económica (Valenzuela, 2003: 150). Según el autor, estas eleccio- PCo,
PN, RN,
nes evidencian un fortalecimiento de la votación de izquierda en los sectores Derecha UDI, 30,4 13,1 20,0 23,0 41,3 36,7 38,4 44,3 38,7 43,4 32,93
obreros y una erosión del apoyo de los sectores medios (empleados). Psur,
UCC,
otros
La izquierda y el retorno a la democracia: 1989-2005 PDC,
Luego de un intenso debate al interior del partido, los comunistas deciden PR
(excepto
apoyar el llamado a inscribirse en los registros electorales para el plebiscito de 73),
Centro 43,7 58,8 42,8 30,3 34,5 30,1 26,1 23,4 24,3 23,1 33,71
1988 y llaman a votar por el No. Finalmente, y después de 17 años en la clandes- Padena,
PRSD,
tinidad, el Partido Comunista logró su legalización en 1990 al presentar 61.483 PRI,
fichas de afiliados ante el Registro Electoral (Casals y Riquelme, 2009: 368). otros

Con el retorno a la democracia y su legalización, el PC comienza a par- PR (73),


PH, PC,
ticipar en diversas elecciones. Sin embargo, y a diferencia de su historia pre PS, PPD
1973, lo hace sin ser parte de una alianza política relevante electoralmente y Izquierda MAPU, 22,2 22,7 30,9 43,9 22,3 32,4 34,0 29,1 32,1 32,9 30,25
IC,
separado de sus aliados históricos, los socialistas, que forman parte, hasta el NMC,
día de hoy, de la coalición de centroizquierda que gobernó el país por veinte otros
años, la Concertación. PL (Partido Liberal), PRI (Partido Regionalista Independiente), PCo (Partido Conservador), PH (Partido Humanista), PN
(Partido Nacional), PC (Partido Comunista), RN (Renovación Nacional), PS (Partido Socialistas), UDI (Unión Demócrata
A pesar de esta separación y de la división del país entre el Sí y el No y, Independiente), Psur (Partido del Sur), PPD (Partido Por la Democracia), PR (Partido Radical), MAPU (Movimiento de Ac-
posteriormente, entre la Concertación y la Coalición por el Cambio,6 existe ción Popular Unitaria), Padena (Partido Demócrata Nacional), IC (Izquierda Cristiana), PDC (Partido Demócrata Cristiano),
NMC (Nueva Mayoría para Chile), PRSD (Partido Radical Social Demócrata).
evidencia relevante, tanto a nivel de análisis de datos electorales como de en- Fuentes: 1961-1965: Urzúa Valenzuela (1992); 1969-1973: Valenzuela (2003); 1989-2005: Garrido y Navia (2005); 2005-
2009: www.elecciones.gov.cl
cuestas de opinión pública, de que los tercios históricos aún prevalecen en la
sociedad chilena (Garrido, Navia, 2005; Scully y Valenzuela, 1993; Valenzue-
la, 1995; Siavelis, 1997). los promedios de las diez elecciones parlamentarias analizadas muestran cla-
Según Samuel Valenzuela (1995), los resultados de las municipales de 1992, ramente las preferencias fragmentadas en los tercios derecha (32,9%), centro
las primeras elecciones locales desde el retorno a la democracia, muestran una (33,7%) e izquierda (30,2%).
continuidad en los patrones de votación respecto al periodo pre 73. Agrupan- Por otra parte, diversos análisis de las tendencias de la gente a través de en-
do los resultados de los partidos obtenidos en 1992 en las alianzas existentes cuestas de opinión pública desde 1990 (CERC y CEP) han evidenciado que
en 1970, el autor evidencia que la votación de los partidos de derecha, centro más de dos tercios de los encuestados siguen reconociendo en la tradicional
e izquierda son virtualmente los mismos. división de los tercios un referente válido (Garrido y Navia, 2005: 177).
Por otra parte, al considerar los promedios de votación de las elecciones parlamen- Ahora bien, considerando la continuidad de los tercios históricos en la
tarias entre 1961 y 2009, los resultados se asemejan bastante a los tercios históricos. actualidad ¿existirá la misma tendencia en sus bases de apoyos? Es decir,
Como vemos en la Tabla 1, es posible identificar la continuidad de las ¿la izquierda seguirá teniendo su principal base de apoyo electoral en la
preferencias electorales en tercios desde 1961 a la fecha, a pesar de la conso- histórica clase trabajadora? En la segunda parte del artículo, se propone una
lidación del tercio de derecha y el declive del centro desde 1989. De hecho, respuesta a esta interrogante sobre la base del análisis de la intención de voto
y del desempeño electoral del candidato del Juntos Podemos, el ex socialista
6 La coalición de derecha ha cambiado su nombre desde 1989. Jorge Arrate.

130 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 131
La votación de la izquierda en el retorno a la democracia: 1989-2005 instrumental entre ambos para las elecciones a diputados de 2009. Este acuer-
Como señalamos, la izquierda histórica chilena ha enfrentado dividida las do consistió en presentar una lista común de candidatos de la Concertación y
elecciones desde el retorno a la democracia. Mientras el PC ha competido del Juntos Podemos8 en doce distritos del país. Nueve de los doce candidatos
junto a partidos minoritarios en la mayoría de las contiendas electorales, el PS eran del Partido Comunista.
lo ha hecho siendo parte de una de las coaliciones más importantes de Chile, Finalmente, y a pesar de que en las elecciones de diputados el PC obtu-
la Concertación. vo el porcentaje de votación más bajo que ha logrado desde el retorno a la
Para las primeras elecciones en 1989, el PC no presentó candidato presi- democracia, el pacto con la Concertación le permitió elegir tres diputados:
dencial debido a que aún no era un partido legal. Por su parte, el PS, como Hugo Gutiérrez, en el distrito 2; Lautaro Carmona, en el 5, y Guillermo
miembro de la Concertación, apoyó la candidatura del DC Patricio Aylwin, Teillier, en 28.
quien logró ganar la contienda electoral con un 55,17%. En 1993, el Partido Ahora, el pacto con la coalición de gobierno sólo contemplaba enfrentar
Comunista presentó como candidato presidencial al sacerdote Eugenio Piza- en conjunto las elecciones parlamentarias: para las elecciones presidenciales
rro, que logró un 4,7% de la votación. de 2009, el Juntos Podemos compitió con candidato propio, el ex socialista
En las elecciones de 1999 se presentó como candidata presidencial del PC Jorge Arrate.
Gladys Marín, quien logró el 3,19% de la votación. Por su parte, el candidato
de la Concertación, Ricardo Lagos, obtuvo un 47,96% en la primera vuelta, Elecciones presidenciales 2009: un análisis de las bases de apoyo de
ganando la elección en el ballotage con un 51,31% sobre Joaquín Lavín. la candidatura de Jorge Arrate
Para las elecciones presidenciales del 2005, el PC y el Partido Humanista, Jorge Arrate Mac Niven (1 de mayo de 1941) es abogado, magíster en de-
unidos en el pacto Juntos Podemos Más, presentan como candidato al huma- sarrollo económico por la Universidad de Chile y master of arts en economía
nista Tomás Hirsch, quien ya había competido por su partido en las eleccio- por la Universidad de Harvard. En 1963, inicia su militancia en el Partido
nes de 1999, logrando un 0,51% de los votos. En la contienda de 2005, el Socialista.
candidato de la izquierda extraparlamentaria obtuvo un 5,4% de la votación. Su trayectoria en el gobierno comenzó en 1970, cuando el presidente Salva-
Respecto al perfil de los votantes de este candidato, y siguiendo a Gutiérrez dor Allende le encargó la dirección provisoria de la empresa Zig-Zag. Durante
y López (2007), el probable votante de Hirsch fue hombre, joven, de izquier- el mismo gobierno, Arrate también se desempeñó como asesor económico del
da o centroizquierda, e identificado con el PC y el PH. Según la evidencia que mandatario (1971), como vicepresidente ejecutivo de Codelco y como minis-
presentan los autores mencionados, por tanto, la intención de voto hacia To- tro interino de Minería (junio-julio de 1972).9
más Hirsch, y hacia el resto de los candidatos presidenciales, no estuvo ligada Luego de la victoria de Patricio Aylwin en las elecciones de 1989, Jorge
a la pertenencia a grupos sociales. Arrate encabezó la reunificación del PS. En 1992, fue electo concejal en la
Finalmente, es importante destacar que la victoria de la Concertación en comuna de Santiago con el 11,24% de la votación, logrando la tercera mayo-
2005 fue particularmente emblemática para el PS, no sólo por la importan- ría en esa comuna. En esa oportunidad, resultó electo alcalde de Santiago el
cia de la elección de la primera presidenta mujer, sino también porque el PS democratacristiano Jaime Ravinet con el 38,03% de la votación, seguido de
retornaba a ocupar el sillón presidencial desde que lo perdió con la muerte de Herman Chadwick, que obtuvo un 13,07%.
Salvador Allende en 1973.7 Sin embargo, Jorge Arrate renuncia a este cargo de elección popular tras ser
Las elecciones de 2009 tienen un componente distinto al resto de las con- nombrado ministro de Educación por el presidente Patricio Aylwin. Desde
tiendas electorales, ya que, después de diversos intentos, la Concertación y el ese momento, el entonces socialista asume importantes cargos gubernamenta-
PC enfrentaron juntos la elección parlamentaria. les en los tres primeros gobiernos de la Concertación.
En junio de ese año, el Partido Comunista y la Concertación firman el do-
cumento “Acuerdo democrático contra la exclusión”, que estableció un pacto 8 El Partido Humanista no fue parte de este acuerdo, por lo que los candidatos del Juntos Podemos
provenían del Partido Comunista y de la Izquierda Cristiana.
7 Ricardo Lagos se presentó a las elecciones presidenciales de 1999 como candidato PPD. 9 www.arratepresidente.cl

132 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 133
Durante la administración de Eduardo Frei, fue ministro de Trabajo y Pre- y justicia social que construyó el presidente Allende. Actuaré orientado
visión Social (1994-1998) y ministro secretario general de Gobierno (1998- por este pensamiento”.10
1999). Finalmente, durante el gobierno de Ricardo Lagos, se desempeñó Posteriormente, en abril de 2009, Arrate es proclamado candidato presi-
como embajador en Argentina (2000-2003). dencial del pacto Juntos Podemos luego de derrotar a Tomás Hirsch (PH) en
En 2005, Arrate retorna a la competencia electoral presentándose como las elecciones internas del conglomerado de izquierda. Finalmente, en julio
candidato a senador en la circunscripción 4, logrando un 19,43% de los vo- Hirsch y el PH deciden retirar su apoyo a Arrate para apoyar al candidato
tos, porcentaje que no le permite acceder al Congreso. En esta elección, resul- independiente Marco Enríquez-Ominami (ex PS).
taron electos senadores el DC Jorge Pizarro, con un 40,37%, y la UDI Evelyn La campaña electoral de Jorge Arrate se caracterizó por su reiterado mensaje
Matthei, con un 28,47%. de “unidad” de las candidaturas de centroizquierda ante la de Sebastián Piñera
A comienzos del año 2008, militantes y dirigentes del PS le solicitaron a y por sus “guiños” al candidato de la Concertación. De hecho, pocos días
Jorge Arrate que asumiera una precandidatura presidencial con miras a las antes de la elección presidencial, Arrate señalaba en una actividad de campaña
elecciones del 2009, desafío que el ex ministro aceptó. en Ñuñoa: “Si la derecha  gana la elección presidencial será responsabilidad
Durante el transcurso de ese mismo año, Arrate mantuvo una posición de la Concertación y de Marco Enríquez-Ominami, porque se han negado a
crítica a la forma en que la directiva del PS trató la definición del aban- tomar una posición respecto a la propuesta de hacer un ‘acuerdo mínimo’ para
derado presidencial de la tienda. En ese mismo periodo, su nombre ya enfrentar a la Alianza en el ballotage”.11
comenzaba a tomar fuerza como posible abanderado de la izquierda extra- La delantera que llevaba Sebastián Piñera en las diversas encuestas de opi-
parlamentaria. nión pública del momento y la fragmentación de candidaturas de la centroiz-
En el Partido Socialista, la candidatura de Jorge Arrate no fue conside- quierda hacían pensar que la unidad de éstas era esencial para poder optar a
rada una opción viable. Inicialmente, el secretario general de la OEA, José una posible victoria en la segunda vuelta. Jorge Arrate lo entendía muy bien
Miguel Insulza, era una posible carta presidencial del socialismo. De hecho, y, por eso, sus últimos mensajes apuntaban a distinguir explícitamente como
Arrate siempre criticó la “temprana” proclamación de éste por parte del PS. “enemigo” al candidato de la Coalición por el Cambio.
Finalmente, la indefinición reinó e Insulza decidió no ser candidato presi- Respecto al programa de gobierno, Arrate enfrentó la carrera presidencial con
dencial. una propuesta programática tradicional de izquierda, enfocada en dos grandes
Arrate siempre fue partidario de que la Concertación presentara dos can- ejes: la democratización del poder y el término de la exclusión. Cabe destacar
didatos en la primera vuelta, uno de centro y otro que representara el eje de que este programa de gobierno surge principalmente de las reflexiones llevadas
izquierda. En particular, siempre se mostró disponible para ser el candidato a cabo en diversas comunas por militantes y simpatizantes del PC, el PH, la
que representara esa tendencia, solicitando a su partido constantemente el Izquierda Cristiana, los Socialistas Allendistas e independientes de izquierda.
apoyo necesario para serlo. Principalmente, Arrate partía de la base de que la transición democrática
Finalmente, en enero de 2009, Jorge Arrate decide renunciar al Partido había sido incapaz de modificar de manera significativa el régimen político
Socialista con el objetivo de emprender la carrera presidencial fuera de excluyente, el modelo económico y el sistema social que promovía las des-
la coalición gobernante. En una carta dirigida al entonces presidente del igualdades en Chile.12. Por tanto, y a diferencia de las propuestas más mode-
partido, Camilo Escalona, Arrate explica su decisión de suspender su mi- radas del resto de los candidatos de centroizquierda, como Frei y Enríquez-
litancia en el PS con el objeto de recuperar su plena autonomía política, Ominami, Arrate proponía transformaciones profundas a la institucionalidad
destacando que sigue identificado con los principios fundamentales del PS política, económica y social del país.
y que, por tanto, actuará orientado en éstos: “Con el propósito de recu-
perar mi plena autonomía política he resuelto suspender mi pertenencia a 10 Carta de Jorge Arrate dirigida al presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona. Obtenida en
la organización que usted preside, inscrita como Partido Socialista desde www.arratepresidente.cl
1990 [...]. Sigo identificado con los principios fundacionales del Partido 11 “Arrate lanza advertencia al oficialismo y a MEO”. www.arrate2009.cl

Socialista nacido en 1933, con su historia y con los horizontes de libertad 12 Programa de gobierno de Jorge Arrate 2009.

134 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 135
Con el objetivo de terminar con la exclusión política, Arrate proponía rea- Gráfico 1
Evolución en la intención de voto por Jorge Arrate (sólo inscritos) (%)
lizar una asamblea constituyente para derogar la Constitución y construir una
nueva. La nueva carta fundamental debería priorizar los derechos humanos 4,5

por sobre los derechos de propiedad, cambiar el sistema binominal, restituir 4,0

el derecho de los dirigentes sindicales a ser candidatos al parlamento y la elec- 3,5


3,0
ción directa de todos los cargos regionales, entre otras medidas. A su vez, el
2,5
programa de gobierno contemplaba declarar ilegal el lobby, que, a diferencia
2,0
del resto de los candidatos, en general, proponen regularlo. 1,5
Respecto a la política medioambiental, Arrate proponía, entre otras medi- 1,0
das, rechazar el proyecto HidroAysén y apoyar una Patagonia libre de represas; 0,5
nacionalizar la minería del cobre; devolver al estado los derechos del agua; dar 0
Mayo de 2009 Agosto de 2009 Octubre de 2009
mayor poder al estado para regular eficazmente el mercado y entregar comple-
ta autoridad a los gobiernos regionales para ejecutar su política medioambien- Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CEP de octubre 2009.

tal, así como para planificar y gestionar sus territorios.


Por último, el programa de Arrate hacía fuerte hincapié en el término de Además, esta encuesta evidenció un importante rechazo a votar por el can-
la discriminación. Su propuesta programática enfatizaba enfrentar las dife- didato del Juntos Podemos. En octubre de 2009, un 73% de los encuestados
rencias de ingreso por sexo, así como las desigualdades étnicas o regionales. estaba decidido a no votar por Jorge Arrate.
Según la introducción del programa de gobierno, el objetivo general de la Por otra parte, además de aumentar la intención de voto de Arrate, la en-
propuesta y de la candidatura de Arrate era transformar la institucionalidad cuesta CEP de octubre muestra también un aumento importante en ciertos
política y social del país que diseñó la derecha y que la Concertación no fue atributos del candidato que la gente evalúa a la hora de decidir por quién
capaz de modificar. votar. Si bien la evaluación es bastante baja en todos los atributos, es funda-
Finalmente, en la elección presidencial, Jorge Arrate obtuvo un 6,21% de mental destacar el aumento que experimentó el candidato en dos meses.
la votación, cifra levemente superior a la que pronosticaron diversas encuestas Como vemos en la Tabla 2, los atributos mejor evaluados en Jorge Arrate
de opinión pública en el periodo anterior a la elección del 17 de diciembre, fueron aquellos relacionados con su personalidad: la simpatía (33%), la segu-
quedado así fuera de la competencia por el sillón presidencial. ridad (28%) y la sinceridad del candidato (26%). De hecho, estas característi-
cas son las que presentan el aumento más significativo respecto a la medición
¿Quién votó por Jorge Arrate? de agosto.
El estudio electoral puede realizarse a partir de dos unidades de análisis Por otra parte, también aumentan de manera significativa las personas que
distintas: a nivel territorial a partir de datos agregados (comunas, distritos), o creen que Jorge Arrate tiene ciertos atributos relacionados con su capacidad
a nivel de individuos a partir de datos de encuestas (López y Morales: 2005). política para gobernar el país. En particular, aumenta en 16 puntos el porcen-
En esta parte, realizaremos un análisis descriptivo de la intención de voto del taje de encuestados que piensa que Arrate está preparado para ser presidente
candidato del Juntos Podemos utilizando los datos de la encuesta ICSO-UDP de Chile.
de octubre de 2009. En particular, usamos variables de largo plazo, como el Respecto al efecto de las variables de largo plazo, el Gráfico 2 muestra la
nivel socioeconómico, la escolaridad y la edad, y variables asociadas a la iden- intención de voto por Jorge Arrate según edad y nivel socioeconómico de
tificación partidaria. La intención de voto de Jorge Arrate siempre fue baja. De acuerdo a la encuesta ICSO-UDP 2009. Considerando sólo a los encuestados
hecho, en agosto de 2009, la encuesta CEP evidenciaba que sólo un 1% de los inscritos en los registros electorales, evidenciamos que Arrate obtiene mayor
encuestados inscritos en los registros electorales votaría por Arrate. Sin embargo, respaldo en los votantes más jóvenes y de mayores ingresos. Según los datos, el
la intención de voto del candidato de izquierda aumentó significativamente a un candidato del Juntos Podemos obtiene un 6,3% de apoyo en el sector ABC1,
4% en octubre de ese año. en comparación con el 1,4% que recibe del sector D.

136 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 137
Tabla 2 Gráfico 2
Evolución de los atributos de Jorge Arrate, total muestra (%) Intención de voto por Arrate según nivel socioeconómico y edad (%)

Atributo Agosto Octubre Diferencia 14


12
Capacidad para solucionar los problemas y necesidades de las 10
5 13 +8
personas
8
Está preparado para ser presidente de Chile 5 21 +16 6
4
Actuaría con firmeza en su gobierno frente a las presiones de
10 20 +10 2
instituciones, grupos y personas
0
Actuaría con destreza en su gobierno frente a las presiones de ABC1 C2 C3 D E 18-25 26-40 41-60 61 y más
9 18 +9
instituciones, grupos y personas Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.

Sería un presidente capaz de unir al país 3 12 +9


Le da confianza 5 17 +12
Gráfico 3
Intención de voto por Jorge Arrate según identificación con coaliciones políticas y eje ideológico (%)
Es sincero 11 26 +15
35
Es seguro 13 28 +15
30
Es cercano 4 15 +11
25
Es simpático 12 33 +21
20
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CEP de octubre de 2009. 15

10
Resulta interesante destacar que, sobre la base de la descripción de los da-
5
tos, pareciera ser que, a medida que aumenta el nivel socioeconómico de las
0
personas, aumenta la votación por Arrate. Coalición por Concertación Juntos Podemos Derecho Centro Izquierda
Por otra parte, es importante destacar también que Arrate recibe un leve apo- el Cambio

yo superior en el Gran Santiago (4,4%) que en regiones (4,0%) y, finalmente, Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.
un mejor apoyo en los hombres (4,4%) que en las mujeres (4,1%). Ahora bien,
las diferencias no son estadísticamente significativas, lo que también va de la Si bien en este artículo he señalado que los partidos políticos tenían una
mano con el reducido número de casos o encuestados que votan por Arrate. En base social de apoyo bastante heterogénea en el periodo pre 73, existe eviden-
ese sentido, las conclusiones pasan a ser mucho más parsimoniosas. cia para sostener que en particular el PC obtenía su principal respaldo elec-
En relación al eje izquierda-derecha, del total de personas inscritas y que se toral de los sectores obreros de la población. Enfaticé la correlación positiva
identifican con la izquierda, sólo un 11,4% señala votar por Arrate, mientras entre la votación del PC y la de los mineros y artesanos industriales. Además,
que del total de personas que se identifica con el Juntos Podemos, un 29,1% destaqué cómo el rechazo a votar por Salvador Allende, el candidato del PC,
de éstas votaría por el candidato de la coalición de izquierda. Según los datos, disminuía a medida que disminuía el nivel socioeconómico de las personas.
las personas que se identifican con la izquierda prefieren apoyar a candidatos Finalmente, mostré que para las elecciones parlamentarias de 1973 los par-
más moderados, como Frei o Enríquez-Ominami. tidos de la Unidad Popular fortalecieron su apoyo en los sectores obreros y
Como señalamos, uno de los datos que llama la atención es el cruce entre la perdieron terreno en los segmentos medios, especialmente los empleados pú-
intención de voto y el nivel socioeconómico. Como vemos en el Gráfico 2, y a blicos. Por tanto, es posible distinguir claramente un apoyo sostenido de la
diferencia de las bases electorales históricas del sector, el candidato de la izquier- clase obrera a los partidos de izquierda, en particular al Partido Comunista,
da obtendría un mayor apoyo a medida que aumenta el ingreso de las personas. conglomerado ancla de la coalición Juntos Podemos.

138 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 139
El desempeño electoral de Jorge Arrate: ¿la gente de nivel electoral en las comunas con mayor IDH. Por tanto, no es posible señalar que
socioeconómico alto vota por el Partido Comunista? la base de apoyo de los candidatos de izquierda está en la clase trabajadora o en
En el apartado anterior, describimos la intención de voto de Jorge Arrate los grupos socioeconómicos más pobres, como podría pensarse considerando
según diversas variables de largo plazo. En particular, destacamos el cruce con el respaldo histórico del PC, partido ancla de la coalición Juntos Podemos. Por
el nivel socioeconómico y, con base en un análisis descriptivo, observamos que el contrario, los candidatos de esta coalición, apoyados por los comunistas,
mientras mayor es el ingreso de las personas, mayor es la intención de voto reciben mayor respaldo a medida que aumenta el IDH comunal.
por Jorge Arrate. Lo anterior se confirma con los resultados de la Tabla 3. Aquí se muestran
Los Gráficos 4 y 5 muestran la relación entre la votación en primera vuelta dos modelos de regresión probit. En el primer modelo, la variable ingresos es
de Tomás Hirsch en las elecciones presidenciales del 2005 y la de Jorge Arrate significativa. Por tanto, a medida que aumenta el ingreso de las personas, au-
en la del 2009, respectivamente, en función del IDH comunal. Estos gráficos menta la probabilidad de voto por Arrate. En el segundo modelo se incorpora
se extraen al utilizar el paquete de simulación zelig para el software R sobre la la variable educación. Si bien la variable ingresos deja de ser significativa en
base de un modelo de regresión lineal (Kosuke et al., 2007). este modelo, educación sí lo es.
Con una correlación de 0,9 entre la votación de Tomás Hirsch y Jorge
Arrate, lo esperado es una continuidad en sus patrones de votación. Ambos
Tabla 3
modelos muestran que ambas candidaturas estuvieron asociadas al IDH co- Modelos de regresión probit para el voto por Jorge Arrate 2009
munal. En particular, a mayor IDH, mayor voto por Hirsch y Arrate. Ambos
obtuvieron un mejor desempeño en comunas con alto IDH, aunque en las Modelo 1 Modelo 2

más ricas la votación tiende a disminuir. 0,092 0,031


Sexo (1=mujer, 0=hombre)
Los resultados son consistentes con el análisis descriptivo de los datos res- (0,42) (0,224)
pecto a la relación entre la intención de voto por Arrate y el nivel socioeconó- -0,020 -0,017
Edad
mico de las personas. En efecto, los modelos presentados muestran cómo las (2,52)* (0,008)*
últimas dos candidaturas de Juntos Podemos obtienen un mejor desempeño 0,215 0,114
Ingresos
(2,94)** (0,083)
Gráfico 4-5 0,135
Valores esperados votación por Tomás Hirsch y Jorge Arrate en función del IDH comunal Educación
(0,06)*
Gráfico 4. Tomás Hirsch, 2005 Gráfico 5. Jorge Arrate, 2009 -0,195 -0,183
Escala política (1=izquierda, 10=derecha)
(3,35)** (0,058)**
Valores esperados de la votación de Arrate 2009
Valores esperados de la votación de Hirsch 2005

8
6

-0,471 -0,494
Religión (católica=1, resto=0)
5

(2,21)* (0,217)*
6
4

0,319 0,321
Zona (1=Santiago, 0=regiones)
4

(1,43) (0,228)
3

-0,840 -1,105
2

Constante
2

(1,18) (0,733)
1

Observaciones 451 450


0
0

Pseudo R2 0,2 0,22


50 60 70 80 90 50 60 70 80 90
IDH IDH El primer valor para cada variable corresponde al coeficiente beta no estandarizado. El segundo valor corresponde
al error estándar.
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y www.sinim.gov.cl Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.

140 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 141
Conclusiones partidos en América Latina”, Revista de Ciencia Política XVII (1-2): 63-102.
Przeworski, Adam, y Glaucio Soares. 1971. “Theories in Search of a Curve: A contextual
Al igual que todos los candidatos del Juntos Podemos, Jorge Arrate sólo
interpretation of Left Vote”, The American Political Science Review 65 (1): 51-68.
llegó a competir en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2009. Tironi, Eugenio, y Felipe Agüero. 1999. “¿Sobrevivirá el nuevo paisaje político chileno?”,
Y si bien intentó alinear a los candidatos de centro e izquierda a través de su Estudios Públicos 74: 151-168.
mensaje para competir contra Sebastián Piñera, este último ganó las eleccio- Scully, Timothy. 1992. Rethinking the Center. Party Politics in Nineteenth- and Twentieth-
Century Chile. Stanford: Standford University Press.
nes produciéndose la alternancia en el poder. Scully, Timothy, y J. Samuel Valenzuela. 1993. “De la democracia a la democracia. 1993”,
Considerando las bases de apoyo históricas del Partido Comunista en el pe- Estudios Públicos 51: 195-228.
riodo pre 73, caracterizadas por el respaldo de los trabajadores obreros, mine- Siavelis, Peter. 1997. “Continuity and Change in the Chilean Party System”, Comparative
ros y artesanos, resulta interesante evidenciar un cambio relevante en el perfil Political Studies 30 (6): 651-674.
Urzúa Valenzuela, Germán. 1992. Historia política de Chile y su evolución electoral. Desde 1810
de personas que han apoyado a los candidatos presidenciales de este partido a 1992. Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
en el retorno a la democracia. Al analizar las bases de apoyo de Jorge Arrate Valenzuela, Arturo. 1996. “Orígenes y características del sistema de partidos en Chile:
en las elecciones de 2009 evidenciamos que el candidato del Juntos Podemos Proposición para un gobierno parlamentario”, Estudios Públicos 64: 273-290.
Valenzuela, Arturo. 2003. El quiebre de la democracia en Chile. Santiago: Ediciones Universidad
obtiene una mayor intención de voto en los grupos socioeconómicos más
Diego Portales.
altos y un mejor desempeño electoral en las comunas con mayor IDH. Esto, Valenzuela, Samuel. 1995. “Orígenes y transformación del sistema de partidos en Chile”,
en contraste con la base histórica del PC y con el mensaje político del partido Estudios Públicos 58: 5-80.
dirigido a los trabajadores y a los sectores más pobres de la población. Valenzuela, J. Samuel, y Timothy Scully. 1997 “Electoral Choices and the Party System in
Chile”, Comparative Politics 29 (4): 511-527.
Estudios posteriores deberían analizar los factores explicativos de este cam- Valenzuela, J. Samuel. 1999. “Respuesta a Eugenio Tironi y Felipe Agüero. Reflexiones sobre
bio en las bases de apoyo del PC post 90, abarcando a su vez el estudio del el presente y futuro del paisaje político chileno a la luz de su pasado”, Estudios Públicos 75:
desempeño electoral de este partido en las elecciones parlamentarias y locales. 273-290.

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142 carolina garrido ¿quién vota por la izquierda? la intención de voto y el desempeño electoral de jorge arrate 143
Capítulo 5

Concertación de Partidos
por la Democracia: razones
de su éxito y factores de su derrota
Gonzalo Contreras

Este artículo estudia las razones del éxito de la Concertación hasta 2009 y
algunos factores que explican su derrota. La Concertación tiene mayor arrai-
go en los puntajes intermedios de la escala política sintonizando con el total
nacional y, además, es más fuerte en los segmentos socioeconómicos medios.
Su derrota en 2009, en tanto, tiene explicaciones de mediano y corto plazo.
Dentro de las primeras destaca la decisión de competir con dos listas a conce-
jales en 2008, al igual que la fuga de diputados y senadores inaugurada con la
expulsión del senador Adolfo Zaldívar del PDC. La explicación de corto plazo
más clara fue la primaria de abril de 2009. En lugar de transformarse en un
proceso abierto y participativo, reeditó las decisiones cupulares y el encapsu-
lamiento de las elites de los partidos.

Presentación
“En los momentos difíciles hay que mirar los triunfos y derrotas con la
misma cara”. Esto decía Eduardo Frei, mientras el senador Jorge Pizarro es-
bozaba una emoción palpable frente a las cámaras de televisión. Él no fue la
excepción. Figuras claves de la Concertación, incluyendo a los ex presidentes
Aylwin y Lagos, acompañaban al candidato del oficialismo en el más duro
de los discursos que la coalición de centrozquierda recuerde en veinte años,
el discurso que reconoce su desligamiento del poder. Es por eso que el 17 de
enero de 2010 fue un día histórico. La coalición que derrotó a Pinochet y que
gobernó por veinte años cedía el poder a la derecha.
En este artículo estudio los determinantes del éxito de la Concertación
durante estas dos décadas. Sugiero que existen, al menos, dos variables que
explican la supervivencia de la Concertación. Me refiero a la sintonía que
muestra la coalición con el total nacional considerando la ubicación de sus

concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 145


electores en la escala política de 1 a 10 (1=izquierda, 10=derecha), y su fuerza 2001). En Uruguay, entre 1971 y1997, el poder ha ido alternándose entre el
en los sectores de nivel socioeconómico medio. Al ser mayoría en las opciones Partido Colorado y el Partido Nacional, hasta llegar al gobierno actual del
centristas de ambas variables, la Concertación mantuvo un capital político Frente Amplio (Chasquetti, 1999). En Brasil la lucha ha sido entre el Partido
que ha explicado su éxito electoral. de Movimiento Democrático Brasileño, el Partido de Reconstrucción Nacio-
Por otro lado, analizo el declive de la coalición. La Concertación ha ganado, nal (con el gobierno de Fernando Collor e Itamar Franco), el Partido Social
pero cada vez de manera más estrecha. Selecciono dos variables para explicar Demócrata Brasileño (con la presidencia de Fernando Henrique Cardoso) y
la derrota. En primer lugar, la persistente fuga de senadores y diputados y, en el Partido de los Trabajadores (con el actual gobierno, que se ha extendido
segundo término, los últimos procesos electorales. Particularmente, hago refe- por dos periodos seguidos, de Luiz Inácio Lula da Silva). En Colombia, la
rencia a las municipales de 2008, donde la coalición compitió con dos listas de alternancia se dio entre los dos partidos tradicionales –Liberal y Conserva-
concejales, y la primaria para elegir al candidato presidencial en 2009. dor– hasta 2002. Desde ese año gobierna Álvaro Uribe, de la coalición política
Primero Colombia, siendo recientemente sucedido por José Manuel Santos.
La Concertación como caso de estudio En Bolivia, los últimos presidentes elegidos han sido todos de diferentes par-
Generalmente los hinchas del fútbol critican a los jugadores de su equipo tidos (MAS, MNR, MIR e independientes), lo que en palabras de Mayorga
cuando los resultados son malos. Sin embargo, el hecho de que el equipo no (2001) se traduce en un manifiesto problema para la gobernabilidad del país y
ande bien en el campeonato no será sinónimo, necesariamente, de que ese la complejidad para alcanzar consensos políticos. En Perú, los bloques oficia-
hincha se cambie de club o, incluso, que deje de ir al estadio. Entonces, lo listas han variado de elección en elección (Cambio 90, Acción Popular, Perú
que se observa es más un sentimiento de cercanía con el equipo que una pa- Posible y Partido Aprista Peruano). En Venezuela, el Partido Socialista Unido
sión derivada exclusivamente de los resultados. Esta analogía bien puede ser de Venezuela, encabezado por Hugo Chávez, ha sido hegemónico desde 2002,
útil para explicar lo que sucedió con la Concertación durante estos últimos pero aún está lejos de alcanzar los veinte años de gobierno.
veinte años. Es que no es usual que un partido o coalición permanezca por En síntesis, no existe evidencia de partidos o coaliciones tan durables en
tanto tiempo en el poder en un régimen democrático. Esto lo hace un caso de términos de gobierno a nivel sudamericano. La excepción la constituye ARE-
estudio particularmente atractivo. NA (Alianza Renovadora Nacionalista) de El Salvador, que estuvo en el poder
Para las elecciones presidenciales de 2009, ni Lagos ni Insulza estuvieron de 1989 a 2009 luego de una guerra civil de doce años. Es un partido de
dispuestos a ser candidatos presidenciales por la coalición. Probablemente el derecha que surgió como oposición al Frente Farabundo Martí (Skidmore y
temor a la derrota amedrentó cualquier intento por comandar la Concerta- Smith, 1996).
ción. El único que se atrevió y se puso la jineta de capitán fue Eduardo Frei, La Concertación es, por lo tanto, una coalición particular tanto en la histo-
representante del partido que ha perdido más votos desde 1989 y de manera ria política de Chile como a nivel continental. Por todo esto, si bien acá sólo
particularmente acelerada desde el 2001, el PDC.1 El resultado de la elección menciono algunas características que la distinguen, tales antecedentes pueden
es conocido. La Concertación pierde por primera vez una contienda presi- servir para una mirada comparada del caso considerando su excepcionalidad
dencial luego de veinte años. A pesar de eso, sigue siendo una coalición muy en la región.
competitiva.
La Concertación ha sido la coalición política más exitosa que ha tenido Algo de historia
nuestro país en términos electorales bajo un sistema democrático. Además, En el gobierno militar de Augusto Pinochet, buena parte de las liberta-
en Sudamérica no existe ningún partido ni coalición de partidos que haya des políticas e individuales de los ciudadanos fueron suprimidas (Garretón,
alcanzado la durabilidad de la Concertación. En Argentina el poder ha rotado, 1991; Huneeus, 2000; Valenzuela, 1993). Los partidos políticos no fueron
desde la transición a la democracia, entre la Unión Cívica Radical (UCR), la excepción. Con el argumento esencialmente antimarxista, los partidos de
el Partido Justicialista (PJ) y el nuevo Frente para la Victoria (FV) (Novaro, la Unidad Popular fueron disueltos de manera inmediata después del golpe
militar de 1973. El PDC corrió la misma suerte. Fue declarado ilegal en
1 En este aspecto, son ilustrativos los trabajos de Morales y Poveda (2007), y Huneeus (2002, 2002a). marzo de 1977 mediante un decreto del gobierno que prohibía los partidos

146 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 147
políticos, cualquiera fuera su orientación. Por su parte, el Partido Nacional, se sometió a un profundo proceso de renovación ideológica, el PDC aban-
pocos meses después del golpe, declaró la libertad de acción a sus militantes donó la tesis del camino propio, abriéndose a una coalición con sus antiguos
para trabajar en el nuevo gobierno (Huneeus, 2000). La desarticulación de oponentes.
los partidos fue un impedimento real para crear una oposición efectiva, por
lo que buena parte de ella no tuvo más alternativa que organizarse en el exi- Desempeño electoral
lio (Otano, 1997). Sólo la severa crisis económica de 1982 y la organización La Concertación ha ganado casi todas las elecciones desde el retorno de la
de protestas ciudadanas hizo cambiar el panorama político en Chile. Al año democracia, entre 1989 y 2008 (ver Gráfico 1). Fue superada por la Alianza
siguiente, en 1983, se conformó la Alianza Democrática, una coalición de en 2005 si se sumaran las votaciones de Piñera y Lavín, los dos abanderados
socialistas y democratacristianos dispuesta a enfrentar a Pinochet. Incluía que llevaba dicha coalición. Entre ambos totalizaron alrededor del 48,6%,
dos partidos confrontados en el período predictatorial, donde una izquierda mientras que Bachelet obtuvo un 45,9%. A pesar de ello, en el ballotage la
renovada (Plumb, 1998; Arrate y Rojas, 2003; Otano, 1997; Cañas, 1997), representante de la Concertación se impuso claramente. Por tanto, el triunfo
sumada a una disposición al consenso del PDC (Ortega, 1992; Boeninger, de la Alianza en la primera vuelta presidencial fue un hecho bastante relativo.
1997; Aylwin, 1998), llevó a que la nueva coalición se uniera contra el régi- Donde sí hubo mayor claridad fue en las últimas elecciones de alcaldes, reali-
men.2 Esto fue de la mano con el fracaso de la estrategia de “legitimidad por zadas el 2008. La Alianza superó a la Concertación por un 40,56% versus un
rendimiento” iniciada desde el régimen (Huneeus, 1986). Es decir, como 38,46%. Esto se explica, en parte, por la fuga de candidatos de la Concerta-
los autoritarismos no tienen la legitimidad del voto popular, su estabilidad ción que compitieron como independientes o que lo hicieron en algún cupo
depende en gran medida de la satisfacción de las necesidades económicas de del PRI (Partido Regionalista de los Independientes). Así, la Concertación
los ciudadanos. Cuando dichas necesidades permanecen, entonces es más perdió 57 alcaldías, bajando de 203 que obtuvo en 2004 a 148 en 2008,
viable que se desarrollen estrategias de oposición en principio callejeras y mientras que la Alianza subió de 103 a 143. Esto es más patente aun si se ob-
luego políticamente organizadas. serva el porcentaje de población gobernada por cada coalición considerando
En 1983 el ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa, dio inicio a la polí- la militancia del alcalde. Si en 2004 la Concertación gobernaba a un 56,9%
tica de apertura, a la ley de partidos políticos y al retorno de algunos exiliados, de los chilenos, en 2008 cayó a un 36,5%, mientras que en la Coalición por el
ampliando además la libertad de prensa (Huneeus, 1986). Es el comienzo de Cambio los porcentajes son de 33,75% y 48,2% para esos mismos años. Esto
la liberalización y el origen de una transición pactada. Esto se ve fortalecido da cuenta de que la coalición de centroderecha logró no sólo más alcaldías,
por la propuesta de Patricio Aylwin respecto a someterse a las reglas del au- sino que también municipios más poblados. En concejales, por otro lado, la
toritarismo y enfrentar a Pinochet en el plebiscito de 1988 (Otano, 1997; Concertación mantuvo amplia ventaja con un 45,2%, frente a un 35,99% de
Cavallo, 1998). Se lleva a cabo, en definitiva, una transición vía transacción la Coalición por el Cambio.
(Cañas, 1997) por sobre propuestas más radicales para derrocar el régimen Respecto a las elecciones parlamentarias, si bien la Concertación ha ganado
autoritario.3 La adecuación ideológica por parte del PS y el PDC fue clave en casi todos estos comicios, las distancias se han estrechado considerable-
para la generación de la Concertación de Partidos por la Democracia, siendo mente desde la parlamentaria de 2001. En el Senado, en tanto, ha ocurrido lo
el punto de partida de la conformación de la oposición al gobierno militar y mismo, pero esa mayoría no se pudo ejercer plenamente debido a la existencia
de una coalición ampliamente exitosa en términos electorales. Mientras el PS de senadores designados, uno de los enclaves autoritarios heredados de la dic-
tadura (Garretón, 1991, 1999).
2 Es interesante observar que la coalición opositora al gobierno militar está integrada, principalmente,
En las presidenciales, tanto Aylwin como Frei ganaron por amplísimo
por partidos existentes previamente al golpe militar de 1973. Es decir, en el sistema de partidos preva- margen. De hecho, este último ha sido el candidato más votado desde 1932.
leció la continuidad por sobre el cambio, a pesar de los incesantes esfuerzos por parte de la dictadura de La presidencial más estrecha fue entre Lagos y Lavín en 1999, donde el can-
terminar con la política y los políticos. Para ahondar en el argumento, se sugiere ver Valenzuela (1995) y
Valenzuela y Scully (1997). didato de la Concertación obtuvo sólo 31 mil votos más que el candidato
3 Para profundizar en diferentes posiciones teóricas acerca de las transición chilena, ver Cañas (1997), de derecha en la primera vuelta, ampliando su ventaja en el ballotage por el
Godoy (1999), Garretón (1991, 1999) y Moulian (1997). apoyo de los comunistas.

148 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 149
Gráfico 1 Gráfico 2
Desempeño electoral de la Concertación y la Coalición por el Cambio, 1989-2010 (%) Resultados de las elecciones presidencial y parlamentaria, 2009 (%)
60
70
60
50 50
40
30 40
20
10 30
0
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Pr

Pr
Pr
Diputados 2009 Senadores 2009 Pres. 2009 (1ª vuelta) Pres. 2009 (2ª vuelta)
Concertación Alianza
Concertación Coalición por el Cambio
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl

Párrafo aparte merece la descripción de las recientes elecciones de 2009- En lo que queda del artículo, me dedico a analizar cómo han variado las
2010. Tal como se muestra en el Gráfico 2, y considerando sólo el por- bases de apoyo de la Concertación y cómo ello ha determinado, en parte, su
centaje de votación de los pactos, la Coalición por el Cambio ganó en decadencia en las últimas elecciones. No queda al margen el análisis de tres co-
la presidencial y en senadores. En diputados la Concertación marca leve yunturas que me parecen relevantes. Primero, la división de la Concertación
ventaja, cuestión que se revierte al descontar el voto de los comunistas. en dos listas para las elecciones de concejales de 2008. Segundo, las primarias
En la elección de diputados 2009, la Concertación obtuvo 57 escaños, presidenciales de 2009. Y, por último, la disidencia explosiva que ha tenido la
mientras que la Coalición por el Cambio consiguió 58. Por su parte, el pacto coalición en los últimos cuatro años. Me refiero a la disidencia de sus militan-
Chile Limpio, Vote Feliz, integrado por el Partido Regionalista Independiente tes y políticos emblemáticos y el anquilosamiento de figuras de los partidos
(PRI) y el Movimiento Amplio Social (MAS), logró 3 escaños. Por último, el que componen la coalición.
pacto Nueva Mayoría para Chile, lista que acompañaba al candidato presi-
dencial Marco Enríquez-Ominami, no logró ningún escaño. Lo político y lo socioeconómico: determinantes del éxito
La Concertación compitió junto al Partido Comunista dentro del llamado de la Concertación
“pacto contra la exclusión”. Considerando esto, los escaños reales obtenidos Para explicar los determinantes del éxito de la Concertación durante estos
por la Concertación son 54, ya que 3 de los electos en este pacto fueron del veinte años, estudio la identificación por la coalición en el eje izquierda-dere-
partido de izquierda. En definitiva, los partidos de la Concertación obtuvie- cha, la relación existente entre su votación y el Índice de Desarrollo Humano
ron un 42,34% de los votos, mientras la Coalición por el Cambio obtuvo (IDH) comunal y, finalmente, su adhesión según nivel socioeconómico (NSE).
43,44%. La Concertación perdió 11 bancas respecto a 2005. Esto se explica, El eje izquierda-derecha permite no sólo clasificar partidos, sino también
en parte, por el éxodo de candidatos que compitieron como independientes o electores. En ese sentido, es útil para realizar un análisis espacial del voto.
por el PRI (Alejandra Sepúlveda, Luis Lemus, Pedro Araya). Supuestamente serán más exitosos los partidos, candidatos o coaliciones que
La primera vuelta de la elección presidencial no tuvo sorpresas respecto más se asimilen al comportamiento del electorado nacional en este eje. Eso
de la tendencia que anunciaban las encuestas. Tal vez lo más llamativo fue la implicaría una mejor sintonía entre ese partido y los ciudadanos. En otras
holgada diferencia que existió entre Piñera y Frei. El resultado fue 44,05% palabras, ese partido cuadraría con el votante mediano.
y 29,6%, respectivamente. La segunda vuelta, por su parte, sólo reafirmó la Pues bien, de acuerdo a los resultados de la encuesta CEP de octubre de
voluntad que los electores ya habían pronunciado un mes atrás. Piñera se im- 2009, calculo la distribución de los votantes de la Concertación, de la Coa-
puso por un 51,6% frente a un 48,39% de Frei. lición por el Cambio y del total país en el eje izquierda-derecha. Como se

150 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 151
observa en el Gráfico 4, ninguna de las dos coaliciones sintoniza de manera Respecto a los determinantes de votación, se observa la fuerza de la Concer-
perfecta con el electorado, pero se advierte una mayor proximidad con la tación en las comunas de IDH medio, siendo más débil en aquellas de mayor
Concertación. Debo apuntar que si este mismo gráfico se realiza con encuestas riqueza o mayor pobreza (Altman, 2004). En ese sentido, la relación entre su
previas, se nota incluso una mayor cercanía entre la Concertación y el total.4 votación y el IDH arroja una forma de U invertida, mientras que para la Coali-
Hoy se ve algo más cargada hacia los valores de izquierda, particularmente ción por el Cambio tiene un comportamiento de U. Es decir, tiene mejor rendi-
entre 1 y 4. miento en comunas muy ricas y muy pobres. Los Gráficos 4 y 5 dan cuenta de
La coalición de centroderecha, en tanto, muestra una distribución total- esta relación. El resultado proviene de un modelo de regresión lineal que intenta
mente desfigurada en comparación al total nacional. Su crecimiento es noto- pronosticar, para este caso, la votación de cada pacto. Ese modelo incluye adi-
rio en los encuestados que se autoubican entre los valores 7 y 10. De hecho, es cionalmente la militancia del alcalde en 2004 según coalición y el porcentaje de
un comportamiento casi lineal entre el nivel de apoyo y el lugar que ocupan cada pacto en concejales también en 2004. Esto, a fin de capturar información
los encuestados en la escala política. Es decir, mientras más se avanza en el eje del pasado. El modelo, además, es controlado por región, a fin de incluir la va-
izquierda-derecha, mayor probabilidad de identificarse con la Coalición por rianza interregional. En términos muy sintéticos, entonces, el modelo muestra
el Cambio. En la Concertación, en cambio, la relación está lejos de ser lineal, la relación que existe entre la votación de cada pacto y el IDH comunal. Para
concentrándose en los valores 4 y 5. hacerlo más claro, sólo muestro los gráficos de simulación hechos con el paquete
En definitiva, lo que muestra la encuesta son dos coaliciones con enormes zelig de R (Kosuke et al., 2007). En la línea vertical figura el porcentaje de votos
diferencias en relación a la escala política. No obstante, el apoyo hacia ambas pronosticado de acuerdo a cada nivel de IDH (que aparece en la línea horizontal
está lejos de ser arrollador en el electorado y representan a más o menos el y que fue multiplicado por 100 para hacerlo más claro).
45% de los consultados. Sin embargo, la Concertación tiene alrededor de 8 Los gráficos respaldan la tesis de Altman (2004), mostrando que efectiva-
puntos más de apoyo que la Coalición por el Cambio, con un 26,4% versus mente la Concertación tiene mejor rendimiento en las comunas de IDH me-
un 18,4%. dio, mientras que la Coalición por el Cambio lo hace en las comunas más ricas

Gráfico 3 Gráficos 4-5


Las bases electorales de la Concertación y de la Coalición por el Cambio en el eje Votación de la Concertación y de la Coalición por el Cambio según IDH,
izquierda-derecha, octubre de 2009 (%) concejales 2008

40 Gráfico 4 Gráfico 5

50
35

Valores esperados del porcentaje de votación de la Concertación

Valores esperados del porcentaje de votación de la Coalición


65
30

45
25

60
20

40
15

55
10

35

50
5
0

30

45
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

25

40
Total Alianza Concertación 20

35
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CEP de octubre de 2009.

50 60 70 80 90 50 60 70 80 90
IDH comunal IDH comunal
4 Esta cercanía de la Concertación con el total nacional queda demostrada también utilizando los datos
de la encuesta ICSO-UDP entre 2005-2009. Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl

152 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 153
y más pobres. Esto último se puede explicar por la penetración de la UDI en He agregado una línea de tendencia al Gráfico 6 a fin de observar más clara-
los sectores de menores recursos, cuestión que comenzó a pavimentar en los mente la relación. Como se desprende, hay concordancia entre lo que analicé
80 con su trabajo poblacional y también desde la administración de comunas más arriba respecto a la relación entre IDH y voto por la Concertación, y lo
reconocidamente populares (Morales y Bugueño, 2001; Soto, 2001). que muestra la encuesta. Acá también se advierte una relación en forma de U
Finalmente, muestro lo que sucede con las coaliciones considerando invertida entre la preferencia por la coalición y el nivel socioeconómico de los
el nivel socioeconómico de los encuestados. Para ello, utilizo la encuesta encuestados. Para el caso de la Coalición por el Cambio, la relación parece ser
CEP de octubre de 2009. De acuerdo a la evidencia comunal, se observó algo más lineal. Es decir, sus apoyos bajan en la medida en que se desciende en
que la Concertación tenía más apoyo en las comunas de nivel socioeco- la escala de ingresos. Por último, cabe señalar que al realizar este mismo pro-
nómico medio, mientras que la coalición de centroderecha lo hacía en las cedimiento con encuestas anteriores, el resultado es el mismo y, en ocasiones,
comunas de mayor ingreso y, parcialmente, en las más pobres. El Gráfico es aun más expresivo en cuanto a lo señalado.
6 muestra la identificación de cada grupo socioeconómico de acuerdo a En definitiva, la Concertación aventaja a la Coalición por el Cambio en dos
las coaliciones. puntos centrales. Primero, manifiesta mayor sintonía con el electorado nacio-
En primer lugar, se observa que el apoyo a la Coalición por el Cambio nal considerando su distribución en la escala política. Segundo, tiene mayor
decrece sustantivamente en la medida en que se desciende en el nivel socioeco- llegada a los sectores económicos medios, que de acuerdo a la encuesta son
nómico. Si las personas del grupo ABC1 la prefieren en un 49%, las de nivel mayoritarios. Entonces, sus atributos políticos y socioeconómicos le permiten
E lo hacen en un 5,9%. una mayor proximidad con el electorado, cuestión que explica, en parte, su
Los apoyos de la Concertación, en tanto, provienen fundamentalmente de éxito electoral desde 1989.
los sectores medios y bajos, siendo minoritarios en los sectores más acomoda-
dos. Como los segmentos medios y bajos totalizan casi un 95%, entonces es Gráfico 7
Desempeño electoral de la Concertación y la Coalición por el Cambio según género,
posible explicar la ventaja que ha mostrado la Concertación sobre la Coalición
elecciones parlamentarias 1989-2009 (%)
por el Cambio durante estos veinte años. Esta relación también es medida con
60
el nivel de ingresos de los encuestados, y la relación se mantiene. Sus apoyos
50
están, básicamente, en los segmentos C2 y C3, aunque también tiene apoyos
relevantes en el segmento D. 40

30

20
Gráfico 6 10
Preferencias de los votantes según grupo socioeconómico, octubre de 2009 (%)
0
1989 1993 1997 2001 2005 2009
60
Concertación hombres Concertación mujeres Alianza hombres Alianza mujeres
50
Fuente: Elaboración del autor con datos de www.elecciones.gov.cl
40

30
Consideremos ahora la evolución de votación por género para la Concer-
20
tación y la Coalición por el Cambio (ver Gráfico 7). Hasta las elecciones de
10
diputados de 1997, ambas coaliciones mantenían estables, con una escasa va-
0
ABC1 C2 C3 D E
riación, la votación tanto de hombres como de mujeres. La Concertación tuvo
mejores resultados en las mesas de hombres en comparación con las mesas
Alianza Concertación
de mujeres, ocurriendo lo opuesto con la Coalición por el Cambio. Esto se
Fuente. Elaboración propia con datos de la encuesta CEP.

154 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 155
mantiene en las elecciones siguientes, pero con resultados más estrechos, par- Analicemos ahora el comportamiento según nivel socioeconómico (NSE).
ticularmente por el “efecto Lavín” (Navia, 2005) para las municipales de 2000 Con los datos de la encuesta CEP 1994-2009, realizo el cruce entre las va-
y de diputados de 2001. riables de identificación o simpatía por coalición con el NSE. Para los años
Para las elecciones de alcaldes de 2008 la situación cambia. La Concerta- 1995 y 2000, la pregunta de identificación por tendencia no es incluida en la
ción obtiene porcentajes similares en las mesas de hombres y de mujeres. En encuesta CEP, por lo que no se incluye en el análisis.
concejales, en tanto, su rendimiento es algo superior en las mesas femeninas.5 Si miramos de manera global el Gráfico 8, vemos cómo la Concertación
En las elecciones de diputados de 2009 la Concertación gana estrechamente ha disminuido progresivamente su nivel de identificación en todos los gru-
a la Coalición por el Cambio en votación masculina y pierde claramente en pos. Para hacer más preciso el análisis, propongo ver el gráfico de manera
votación femenina.6 más segmentada, esto es, con la separación de grupos socioeconómicos ABC1
En la elección presidencial 2009-2010, tanto en la primera como en la (alto), C2 y C3 (medio), D y E (bajo). En 1994, de tener una simpatía en el
segunda vuelta, la Concertación pierde en votación masculina y femenina electorado ABC1 de 33,3%, en el C2 de 40,2%, en el C3 de 40,9%, en el D
frente a la Coalición por el Cambio. En la composición interna de la vota- de 49,6% y en el E de 57,7%, ha pasado, en 2009, a 17,5%, 23,9%, 25,9%,
ción por la Concertación, se vuelve al patrón que demostró en la primera 27,0% y 20,6%, respectivamente. La caída más fuerte se produce en el seg-
parte de la década de los 90: mejor rendimiento en votación de hombres mento E, con una pérdida del 57% de apoyo, mientras que la más leve está en
que de mujeres.7 el grupo C3, con un 36,6%.
Por otro lado, vemos cómo la distribución de la identificación por la Coa-
Gráfico 8
lición por el Cambio según NSE no disminuye de manera tan radical como
Identificación con la Concertación según nivel socioeconómico, 1994-2009 (%) sucede en la Concertación. En 1994, la relación por grupo era la siguiente:
ABC1, 37,8%; C2, 24,7%; C3, 19,3%; D, 17,1%, y E, 14,9%, mientras que
60 en 2009 los porcentajes son 48,8%, 16,2%, 19,0%, 14,7%, 5,9%, respecti-
50 vamente. Podemos ver que aquí sucede algo muy distinto que en la Concer-
40 tación, donde todos los grupos disminuían explosivamente su apoyo. Para la
30 coalición de centroderecha, el grupo ABC1 aumenta su identificación en 11
20 puntos, el C2 disminuye 8,5 puntos, el C3 disminuye 0,3 puntos, el D dismi-
10
nuye 2,4 puntos y el E muestra 9 puntos de baja.
0
La Concertación en los últimos años
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En este apartado estudio el contexto político en el que se disputó la elección


Alto Medio Bajo
de 2009. Argumento que durante 2008 y 2009 se produjeron tres hechos que
explican la derrota del oficialismo. Primero, la elección de alcaldes y conceja-
Fuente: Elaboración propia con datos de encuestas CEP (1994-2009).
les de 2008, donde la Concertación compitió a través de dos listas –Concer-
tación Democrática y Concertación Progresista–. Segundo, las primarias pre-
sidenciales de 2009. Tercero, la disidencia explosiva que ha tenido la coalición
5 La Concertación obtuvo 38,6% en hombres, mientras la Coalición consiguió 39,63%. En mujeres,
la Concertación logró 38,3%, siendo también superada por la Coalición, con un 41,54%. En concejales, los últimos cuatro años.
la Concertación obtuvo 44,73% en hombres y 45,46% en mujeres. La Coalición, por su parte, logró A finales de mayo de 2008, se desató una dura discusión ante la proposi-
35,19% y 36,78, respectivamente.
ción del PPD y PRSD de llevar dos listas para las elecciones de concejales de
6 Para obtener el porcentaje real de la Concertación se restó el porcentaje de votación conseguida por
el Partido Comunista. ese mismo año. La noticia tuvo repercusiones inmediatas. Rápidamente el
7 En la primera vuelta los resultados son los siguientes: hombres, 30,48%; mujeres, 28,83%. En la mandamás del PS, Camilo Escalona, con su equivalente de la DC, Soledad
segunda vuelta: hombres, 48,72%; mujeres, 48,10%. Alvear, salieron a impugnar la decisión de sus socios, aludiendo que “daña la

156 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 157
imagen de unidad del conglomerado oficialista”. Mediante un comunicado cado de prensa del PPD (La Nación, 4 de diciembre de 2008). José Miguel
sostenían que “la principal fortaleza de la Concertación es su unidad y, sobre Insulza, por su parte, dilataba su candidatura hasta enero de 2009, mes en
esa base, su capacidad de integrar la diversidad político social nacional, así el que finalmente desistió de ser el candidato de la coalición. Por otro lado,
como ofrecer proyectos de futuro al país y a la ciudadanía” (La Nación, 24 de José Antonio Gómez, presidente del PRSD, levantaba su candidatura pre-
mayo de 2008). La UDI por esos días festinaba el “caos y desorden del oficia- sidencial, argumentando que “el Partido Radical va a llevar candidato a las
lismo”, mientras el gobierno planteaba la necesidad de llevar lista única para primarias de la Concertación porque necesitamos debate y representamos
esas elecciones. El ministro Pérez-Yoma pedía que los partidos reconsideraran ideas que no han sido planteadas ni llevadas a cabo en los gobiernos” (La
la decisión de presentarse divididos en los comicios, porque “creemos que la Nación, 11 de diciembre de 2008). Jorge Arrate, por esos mismos días, soli-
unidad de la Concertación es importante”. A su vez, el ministro vocero Fran- citaba el apoyo de su partido, el PS, para ser proclamado como el candidato
cisco Vidal decía en su estilo que “el gobierno le pide a la Concertación que socialista. Marco Enríquez-Ominami, diputado del mismo partido, tam-
siempre tenga unidad para enfrentar los temas electorales y ciudadanos. Y así bién pedía competir en las primarias de la coalición: “Nos parece que hay
como pedimos unidad para las elecciones municipales de octubre, pedimos que realizar primarias y si, para lograr eso, hay que inscribir candidaturas,
unidad para las parlamentarias de 2009 y unidad para la presidencial de 2009, lo haremos, queremos ser una opción [...]. Es necesario refundar la Concer-
o sea, unidad siempre” (La Nación, 26 de mayo de 2008). tación y la oportunidad son las primarias” (Radio Cooperativa, 10 de enero
Con la consigna “ni un paso atrás”, Pepe Auth y Fernando Meza –en ese de 2009). Luego del intenso periodo de negociaciones partidistas durante
entonces vicepresidente del PRSD– respondían a los críticos de su propuesta diciembre y los primeros días de enero de 2009, se llegó a la convención
(La Nación, 26 de mayo de 2008). El 28 de mayo fue, en definitiva, el día donde cada partido del bloque proclamaría su candidato, siendo éstos eva-
de la ratificación del acuerdo: la Concertación competiría en dos listas; la luados en primarias resolutivas a efectuarse el 5 de abril de 2009 en las
Concertación Democrática (PDC y PS) y la Concertación Progresista (PPD y regiones del Maule y O’Higgins. El candidato del bloque PS-PDC-PPD fue
PRSD). Los resultados ya los he descrito en el apartado anterior: derrota clara Eduardo Frei, mientras que el PRSD llevó como candidato a su presidente,
en alcaldes y victoria en concejales. José Antonio Gómez. El resultado es conocido. Eduardo Frei fue elegido en
Cabe discutir, más allá de la excepcionalidad de esta elección y lo interesan- primarias con un 64,9% de los votos, sumados de ambas regiones, mientras
te de su estudio electoral, la importancia del mensaje que la coalición trans- el timonel radical obtuvo sólo el 35,1%.
mite a la ciudadanía. El abogado Jorge Navarrete plantea la duda acerca de El proceso de las primarias presidenciales podría ser analizado desde múl-
la verdadera intención de llevar dos listas para esta elección. De manera muy tiples perspectivas: nivel de participación, comparación con las primarias de
clara, dice que la verdadera razón de las dos listas es el interés partidista por 1993 o evaluación si fue un acierto o un error llevarlas a cabo. Me interesa,
sobre el de la coalición. “Al PPD lo ha invadido una verdadera histeria por el sin embargo, desligarme del análisis electoral para centrarme en la relevancia
efecto que en su partido pudo haber provocado la escisión de Chile Primero. coyuntural que este proceso tiene para la Concertación. Y es que, a raíz de este
La estrategia del PRSD es similar”, afirma, y añade: “Poco les importa obtener proceso, Marco Enríquez-Ominami y Jorge Arrate se desligaron de la enton-
muchos cargos a concejales, sino más bien lo que persiguen es el aumento de ces coalición oficialista para competir en las elecciones presidenciales de 2009.
su votación global universal” (The Clinic, 9 de mayo de 2008). Y es que el El primero llevó a cabo su candidatura de manera independiente con el apoyo
accionar de los partidos y los dirigentes del pacto es confuso y contradictorio. de una buena cantidad de los llamados “díscolos”, como Esteban Valenzuela y
La imagen mostrada a la ciudadanía es de conflictos internos, intereses par- Álvaro Escobar, entre otros. Sumó voluntades independientes, creó su propia
tidistas, discrepancias profundas y falta de unidad. Este hecho constituye la lista parlamentaria, llamada Nueva Mayoría, y obtuvo una votación nada des-
primera gran fractura de la Concertación manifestada en términos electorales. preciable en las elecciones de diciembre de 2009 (20,13%). Por su parte, Jorge
La escisión de la Concertación se profundizó sólo unos meses después, en Arrate se transformó en el candidato presidencial del pacto Juntos Podemos
las primarias presidenciales de 2009. En diciembre de 2008 Ricardo Lagos Más, obteniendo un 6,21%. Ambos candidatos salieron de la Concertación,
bajaba su candidatura a la presidencia haciéndolo público en un comuni- al igual que otros dos precandidatos presidenciales, Adolfo Zaldívar (ex PDC

158 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 159
y presidenciable del PRI) y Alejandro Navarro (ex PS y presidenciable del que muchos militantes se fueron de sus partidos y, por ende, de la coalición.
MAS). Si bien ambos retiraron sus candidaturas, esto es sólo una muestra de Es el caso de los llamados “colorines”, Adolfo Zaldívar, Jaime Mulet, Alejandra
la falta de consenso en la Concertación. Sepúlveda, Pedro Araya, Carlos Olivares y Eduardo Díaz; de los candidatos
Detengámonos un momento en las circunstancias que determinaron la sa- presidenciales Jorge Arrate y Marco Enríquez-Ominami, y de los militantes que
lida de Jorge Arrate y Enríquez-Ominami de la Concertación. Este último se no pudieron acceder a ser candidatos al Parlamento por cupos de la coalición.
fue del pacto ante la imposibilidad de competir en las primarias,8 criticando
duramente a la colectividad. “Estamos frente a una verdadera colusión de los Tabla 1
partidos, que son reformados en espacios muy deliberantes y máquinas de Disidencia de parlamentarios a los partidos de la Concertación
poder”, decía el diputado luego de las primarias (La Nación, 13 de abril de PDC PS ppd
2009). Por su parte, el histórico dirigente socialista Jorge Arrate dejó el PS Adolfo Zaldívar Alejandro Navarro Fernando Flores
ante la negativa de dicho partido a apoyar su precandidatura presidencial. Jaime Mulet Carlos Ominami Álvaro Escobar
Vemos, en definitiva, la importancia real de esta coyuntura. En la búsqueda Alejandra Sepúlveda Marco Enríquez-Ominami Esteban Valenzuela
de llevar un candidato único, la Concertación produjo adicionalmente dos Pedro Araya Roberto Muñoz
candidatos que corrieron “por fuera” de la coalición. Mal negocio. Y es aun Carlos Olivares
peor si consideramos las precandidaturas presidenciales de Adolfo Zaldívar Eduardo Díaz
(expulsado del PDC en diciembre de 2007) y Alejandro Navarro (renunció al Fuente: “Rebeldes ¿con causa? Candidatos díscolos en la elección parlamentaria”, de Sergio Pirinoli y Ximena Soto.
PS el 2008). En consecuencia, apreciamos cómo en este hecho particular, que Documento de Trabajo del Observatorio Electoral de la Universidad Diego Portales.

debió ser de diálogo y consenso, se trasluce un abismo de diferencias internas


en la coalición. La disidencia no es sólo una problemática por la imagen de desunión y frag-
mentación que demuestra a la ciudadanía, sino también por sus efectos polí-
Los disidentes ticos y electorales. En el periodo parlamentario 2002-2010, la Concertación
Desde hace dos o tres años se ha llevado a cabo un proceso de disidencia perdió cinco senadores por disidencia: Adolfo Zaldívar, Alejandro Navarro,
política en la Concertación. Considero que este hecho se ha transformado se- Carlos Ominami, Fernando Flores y Roberto Muñoz. En diputados, perdió
guramente en uno de los principales factores de deterioro de la imagen de la los cinco “colorines” que siguieron a Adolfo Zaldívar, a los que se sumaron
coalición. La disidencia de figuras emblemáticas, como Fernando Flores (PPD), Álvaro Escobar y Esteban Valenzuela, del PPD, y Marco Enríquez-Ominami,
Adolfo Zaldívar9 (PDC), Jorge Arrate (PS), Alejandro Navarro (PS) y Carlos del PS. Por esta razón, la Concertación perdió la mayoría absoluta en la cáma-
Ominami (PS) dan pauta de lo que ha sucedido en la Concertación durante ra que históricamente había tenido en sus manos desde la reinauguración del
estos últimos años y demuestra una problemática común dentro de los partidos. Congreso en 1990.
Tsebelis (1998) define de manera separada la cohesión partidaria de la discipli-
na partidaria. La primera tiene que ver con el grado de diferencia ideológica que Conclusiones
existe en un partido. La disciplina partidaria, por su parte, se asocia con la capa- La Concertación ha sido la coalición política más exitosa en Chile en tér-
cidad del partido para alinearse en torno a una posición a pesar de las diferen- minos electorales. También lo ha sido a nivel continental. En América Latina
cias existentes. Es precisamente en este contexto de diferencias irreconciliables no hay ningún partido o coalición que haya alcanzado su misma durabilidad
considerando periodos democráticos. La excepción es ARENA, en El Salvador.
8 Según Enríquez-Ominami, el PS había decidido, en primera instancia, que en las primarias de la Su éxito electoral se explica tanto por factores políticos como socioeconó-
Concertación pudiera competir cualquiera que tuviese el apoyo de 5 parlamentarios o 20 concejales. Esto micos. Durante estos veinte años la Concertación ha mostrado mayor sintonía
posteriormente fue reformulado y se llegó a la decisión de que cada partido proclamaría a su presidencia-
ble. El del PS fue en definitiva Eduardo Frei. con el electorado nacional considerando su distribución en la escala política.
9 Adolfo Zaldívar fue expulsado del PDC. Para más información, ver El Mercurio del 27 de diciembre Además, tiene una llegada privilegiada a los sectores socioeconómicos medios
de 2007. y bajos, que de acuerdo a las encuestas estudiadas son los sectores mayoritarios.

160 gonzalo contreras concertación de partidos por la democracia: razones de su éxito y factores de su derrota 161
Las elecciones de 2009 han mostrado un cambio radical. La Concertación Campbell, Angus, Philip Converse, Warren Miller y Donald Stokes. 1960. The American Voter.
Nueva York: John Wiley.
perdió la elección de diputados y la elección presidencial. Para entender este
Cañas, Enrique. 1997. Proceso político en Chile 1973-1990. Santiago: Andrés Bello.
declive de la Concertación estudié los cambios en sus bases de apoyo en tres Cavallo, Ascanio. 1998. La historia oculta de la transición. Santiago: Grijalbo.
variables: género, nivel socioeconómico y escala política. Crewe, Ivor. 1995. “Voters, Parties and Leaders Thirty Years on: Western Electoral Studies and
En las tres variables estudiadas hay cambios importantes. Al evaluar el the New Democracies of Eastern Europe”. En Developing democracy, Ian Budge y David
McKay (eds.). Londres: Sage.
desempeño de la coalición por género, observamos una significativa baja de Chasquetti, Daniel. 1999. “Compartiendo el gobierno: multipartidismo y coaliciones en el
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da es mucho más fuerte. Si comparamos las elecciones de diputados de 2005 Enelow, James; y Melvin Hinich. 1984. The Spatial Theory of Voting: An Introduction.
y 2009, vemos una baja de 8,7% en hombres y 9,8% en mujeres. Cuando Cambridge: Cambridge University Press.
Espinoza, Alberto, y Mauricio Morales. 2009. “Radiografía de las candidaturas a diputados
evaluamos la identificación de la coalición por NSE vemos una baja abrupta y senadores 2009”. Documento de Trabajo del Observatorio Electoral de la Universidad
en todos los niveles, pero más acentuadamente en los de mayores ingresos. Diego Portales, www.icso.cl
Por su parte, la identificación por el pacto según escala política también ha Eulau, Heinz, y Michael S. Lewis-Beck. 1985. Economic Conditions and Electoral Outcome.
Nueva York: Agathon.
variado. Utilizando los datos de las encuestas CEP de agosto y octubre de
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2009 y la encuesta ICSO-UDP 2009, se observa un aumento significativo inauguración y evolución”, Estudios Públicos 42: 101-133.
en los valores 3 y 4, alejándose en esos valores del total nacional. Garretón, Manuel Antonio. 1999. “Balance y perspectivas de la democratización política
El contexto en el que la Concertación disputó las elecciones 2009 tampoco chilena”. En La caja de Pandora. El retorno de la transición chilena, Amparo Menéndez-
Carrión y Alfredo Joignant (eds.). Santiago: Planeta/Ariel.
fue el mejor. Durante 2008 y 2009 se produjeron algunos hechos políticos Godoy, Óscar. 1999. “La transición a la democracia pactada”, Estudios Públicos 74: 70-106.
claves. Por un lado, la decisión de llevar dos listas para la elección de conce- Hibbs, Douglas A., Jr. 1979. “The Mass Public and the Macroeconomic Performance: The
jales; por otro, el complejo proceso de selección del candidato presidencial. Dynamics of Public Opinion towards Unemployment and Inflation”, American Journal of
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junio de 1912 el Partido Obrero Socialista, también conocido como POS
(Scully, 1992: 106). Estos hechos fueron de la mano con la consolidación
de los movimientos obreros de todo Chile, los que cobraron mayor fuerza y
representación con la fundación de la Federación Obrera Chilena, también
conocida como FOCH (Cruz-Coke, 1984).

164 gonzalo contreras de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 165
La primera instancia de competencia electoral de una organización obrera último gozaba de una amplia popularidad, la que se materializó en el 17,7%
se dio en los comicios presidenciales de 1920. En ella, el POS presentó a Luis de apoyo, mientras que Lafferte sólo llegaba al 1,2% (Vial, 2005).
Emilio Recabarren como su candidato. Sin embargo, obtuvo escaso apoyo Para la elección de 1938 los comunistas forjaron una alianza electoral con
electoral1 (Scully, 1992; Millar, 1982). A pesar de la derrota, el POS, con el los demócratas, radicales y socialistas. Esta coalición llevó el nombre de Frente
objetivo de transformarse en una fuerza electoral efectiva y fortalecer su orien- Popular (Klein, 2005; Scully, 1992). Como conglomerado, ganó tres comi-
tación proletaria (Scully, 1992), aprobó la adhesión a la Internacional Comu- cios presidenciales consecutivos. En 1938 con Pedro Aguirre Cerda, en 1942
nista en un congreso realizado en Rancagua en 1921 (Cruz-Coke, 1984).2 con Juan Antonio Ríos y en 1946 con Gabriel González Videla (Scully, 1992).
Así, el Partido Comunista nació “como una sección internacional del PC de Este último promulgó la ley 8.987 –denominada de Defensa de la Democra-
la Unión Soviética, y su objetivo final y declarado era lograr la destrucción de cia y, por sus adversarios, Ley Maldita– el 3 de septiembre de 1948 (Salas,
la estructura del estado burgués liberal democrático” (Cruz-Coke, 1984: 31). 2005). La ley tenía como finalidad restringir legalmente al Partido Comunis-
Esto provocó un cambio significativo en el sistema de partidos chileno, dada ta, eliminándolo del registro electoral. De igual forma, impedía su infiltración
la entrada de la clase obrera a la arena electoral (Scully, 1992). en otros partidos, encarcelando y desterrando a sus máximos dirigentes (Cruz-
Ya conformado el partido, el primer candidato presidencial al que apoyó Coke, 1984).
fue José Santos Salas, el que tenía una discurso antisistema y/o antipartidos Para los comicios presidenciales de 1952, 1958, 1964 y 1970, Salvador
(Brahm, 2005). Aunque contaba con un gran apoyo tanto de la izquierda Allende fue el candidato de los partidos de izquierda, incluyendo el PC. Aun-
como de facciones militares, Santos Salas fue derrotado por Emiliano Figue- que perdió en los tres primeros comicios, sus porcentajes de apoyo fueron al
roa, con un 28,4% y un 71,3% de los votos, respectivamente (Brahm, 2005). alza.4 En la primera elección Allende competía solamente en representación
Luego de 17 meses de gobierno, Figueroa renunció al cargo de presidente, y del Partido Socialista (PS), pero al llegar Ibáñez al poder (por segunda vez) en
en una elección convocada de manera apresurada, el coronel Carlos Ibáñez del 1952, se firmó la derogación de la Ley de Defensa de la Democracia, legali-
Campo fue electo en 1927 con un 98% (Nunn, 2005). Ya estando el ibañismo zando al PC. Esto trajo “consecuencias claras e inmediatas para la competen-
en el poder, el PC fue declarado ilegal (Salas, 2005). En 1931, cuando Ibáñez cia política en la clase obrera, tanto en zonas rurales como urbanas” (Scully,
del Campo abandonó el país, el Congreso convocó a unas nuevas elecciones 1992: 180). En 1956 el PC, juntos a otros partidos y movimientos de izquier-
presidenciales (Vial, 2005). El mismo año (1931) se reconstituyeron todos los da, formaron el Frente de Acción Popular, también conocido como FRAP
partidos políticos (Cruz-Coke, 1984), y a su vez “se hizo pública la división en (Gil, 1969; Valenzuela, 2003). Este conglomerado apoyó a Allende como
el PC como resultado de la disputa stalinista-trotskista” (Gil, 1969: 81). Debi- presidenciable en 1958 y 1964. En 1970, la coalición pasaría a denominarse
do a esto, en los comicios presidenciales de 1931 participaron dos candidatos Unidad Popular (UP),5 y lograría un estrecho triunfo sobre la candidatura de
del mismo partido: Elías Lafferte (representando a los estalinistas) y Manuel Jorge Alessandri.
Hidalgo (representando a los trotskistas), los que obtuvieron 1.226 y 2.424 Ya en el poder la UP, y a pesar de las diversas reformas implementadas por
votos, respectivamente (Vial, 2005).3 Un año después, en 1932, Lafferte vol- el gobierno, no le pudo dar solución a la crisis económica materializada en la
vía a presentarse como candidato presidencial, mientras que la otra ala del co- explosión inflacionaria6 (Valenzuela, 2003; Faúndez, 1992). A esto se sumó
munismo (el trotskismo) apoyaba la candidatura de Marmaduque Grove. Este la profunda fractura política del sistema de partidos, provocando la caída de

1 La mayoría de los autores destaca que la candidatura de Recabarren obtuvo una votación ínfima, pero
ninguno da el porcentaje exacto. Sólo René Millar (1982) y René Millar y Joaquín Fernández (2005) dan 4 En la elección de 1952 obtuvo un 5%, en la de 1958 logró un 28%, en la de 1964 alcanzó un 38,6%
el número de votos logrados por el candidato del POS, el que sería de 681 ciudadanos (527 de Antofa- y finalmente en 1970 logró la victoria con un 36% de apoyo.
gasta y 154 de Tarapacá). 5 La Unidad Popular nació en 1969 como una alianza de tres partidos grandes (Comunista, Radical y
2 Cruz-Coke (1984) afirma que el PC se conformó en 1921, mientras que Scully (1992) sostiene que Socialista) y tres movimientos pequeños (Partido Social Demócrata, Partido de Acción Popular Indepen-
lo hizo en 1922. diente –API– y el Movimiento de Acción Popular Unitaria –MAPU–). Para mayor información, revisar
3 Según Cruz-Coke (1984), el total de inscritos para la elección de 1931 era de 388.959. De ellos Julio Faúndez (1992).
participaron 285.810 votantes. Con base en estas cifras, Hidalgo obtuvo un 0,8% y Lafferte un 0,5% 6 Faúndez (1992) destaca que en 1971 la inflación anual promedió el 20%, en 1972 el 78% y en 1973
de votación. el 353%.

166 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 167
la democracia. Entre las causas del quiebre democrático la literatura destaca las que se fueron transformando en un “condimento periódico” en el país (Jo-
la intervención de Estados Unidos. La Agencia Central de Inteligencia (CIA), celyn-Holt, 1998). Estas movilizaciones tuvieron dos fases: una de ebullición
según Faúndez (1992), habría tenido como objetivo “defender la democracia” entre 1983 y 1984, y otra de repetición entre 1985 y 1986 (Moulian, 1997).
por medios encubiertos. Otros autores han subrayado que Allende era un pre- Durante estas dos fases, el PC experimentó varios giros en su línea política.
sidente minoritario que convivió con un sistema de partidos de alto nivel de Primero implementó una estrategia de protesta pacífica. Luego, combinó for-
polarización. A esto se añadía la erosión del centro político y la politización de mas de lucha, incluyendo actos de violencia. Finalmente, adoptó la estrategia
los poderes neutrales tales como la Contraloría, el Tribunal Constitucional y de “sublevación de masas”. En este último giro fracasó, ya que la estrategia se
las fuerzas armadas, entre otros (Valenzuela, 2003). Boeninger (1997) subraya llevó a cabo en la fase final del periodo de ebullición. Esto se complementó
que se dieron varias razones para la intervención militar, como la presión ciu- con su postura y su discurso, los que permanecieron inmóviles en el pasado,
dadana, el sentimiento anticomunista y la politización de las fuerzas armadas. pues postulaban una nueva Unidad Popular (Moulian, 1997: 331-333).
El mismo autor sostiene que la UP nunca negoció con el PDC a pesar de En 1986 “se observa un rápido cambio hacia un escenario de negociación y
todas las oportunidades que hubo (Boeninger, 1997). Para los comunistas era acuerdos cupulares, que culmina en 1988/1989” (Rojas, 2000: 23). Cuando
esencial el entendimiento con dicho partido para implementar el programa de en 1987 los partidos políticos recobraron la legalidad, participaron activa-
gobierno (Faúndez, 1992: 229).7 mente en campañas de inscripciones con el objetivo de “animar a grandes
Aunque existen diversas explicaciones sobre el golpe de estado de 1973, lo cantidades de chilenos para que se inscribieran a votar en el plebiscito” (Scully,
importante para este artículo es que con el arribo del gobierno militar (1973- 1992: 248-249). En 1988, el PC participa del plebiscito y, al año siguiente,
1989) la izquierda chilena fue proscrita. En este periodo se estima que cerca apoya la candidatura de Patricio Aylwin. Durante estos dos años, se evidencia
de 20 a 30 mil personas salieron de Chile (durante los primeros dos años), una notoria crisis interna que se materializó en la expulsión de gran parte de
45 mil fueron detenidas y cerca de 1.800 ciudadanos desaparecieron o fue- los dirigentes de las Juventudes Comunistas y el surgimiento de la Asamblea
ron asesinados8 (Jocelyn-Holt, 1998). Así, el instrumento central del régimen de Renovación de los Comunistas, también conocida como ARCO (Rojas,
de Pinochet fue el poder-terror (Moulian, 1997). A pesar de estos hechos, 2000).
los partidos de izquierda, especialmente el PC, trabajaron arduamente para Con el triunfo del No en el plebiscito de 1988 se convocó a elecciones al
recomponer la Unidad Popular luego de la intervención militar. Así, hacia año siguiente. Ganó Patricio Aylwin. Su gobierno estuvo marcado por lo que
1983 la oposición se organizó en dos grandes grupos. Por un lado, la Alianza Huneeus (2001) denomina “democracia protegida y autoritaria”. Es decir, un
Democrática, dirigida por el PDC y el PS, y, por otra, el Movimiento De- gobierno democrático que convivía con amarres institucionales heredados de
mocrático Popular, que agrupaba a los comunistas, el MIR y el MAPU, entre la dictadura y que Garretón (2001) denominó “enclaves autoritarios”. Entre
otros (Benavente, 1984). ellos destaca el sistema electoral binominal. Aunque clasifica en la familia de
La crisis económica de los 80 “constituyó un elemento activo en el des- los sistemas proporcionales, es el menos proporcional de todos (Navia, 2005).
pertar de la multitud” (Moulian, 1997: 278). En este mismo periodo, el PC Una característica central de este sistema es que prácticamente obliga a los
“adoptó un giro hacia estrategias insurreccionales y apoyó grupos armados partidos a formar coaliciones. Como el PC siempre se definió como un par-
como el Frente Patriótico Manuel Rodríguez” (Garretón, 1991: 13). Con la tido de extrema izquierda, se marginó de la Concertación y quedó fuera no
crisis de la economía, se gestaron las primeras “jornadas de protesta” en 1983, sólo del juego transicional, sino también de la representación parlamentaria.
Esto contrasta con su historia electoral en la democracia pre 1973. En Chile
7 Según Faúndez (1992), el principal motivo para que no se concretara la negociación fue la crítica que
se implementaba un sistema proporcional, donde la cámara baja contaba con
le hacía el PS al PC por aproximarse al PDC. El argumento era que el gobierno debía actuar con rapidez 147 diputados y establecía un escaño por cada 30 mil habitantes. En cada
sin esperar acuerdos con dicho partido. A su vez, un acercamiento sin el consentimiento del PS podría distrito se escogía entre 2 y 18 diputados. En el caso de la Provincia de San-
provocar la división de la UP. Esto se profundiza más en la obra de Faúndez (1992) y en la de Boeninger
(1997). tiago, sus cuatro distritos escogían un total de 37 escaños (Navia, 2005). El
8 Uno de los casos más emblemáticos de violaciones de los derechos humanos fue la “Caravana de la problema de esta distribución surgió con la rápida urbanización desde 1950,
muerte”. Para un buen relato, ver Verdugo (1989). lo que trajo consigo un subrepresentación en las zonas urbanas (Navia, 2005).

168 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 169
A pesar de estos problemas, el PC contó con una base electoral que le dio la mente UP. Fue en esta etapa donde los comunistas lograron una destacada
posibilidad de estar representado tanto en el Senado como en la Cámara de representación. En 1961 obtuvieron 16 diputados y en 1973 alcanzaron 25.
Diputados. Así, el PC lograba su éxito basado en una mixtura proveniente, principal-
Respecto a las bases electorales del PC en la democracia pre 1973, su bas- mente, del mundo obrero y también del sector más profesional (Cruz-Coke,
tión electoral estuvo en el movimiento obrero. En 1931 ingresaron a él los 1984). En la Tabla 1 se sintetiza la evolución electoral de los comunistas desde
primeros profesionales e intelectuales. En 1935 la colectividad se aproximó a 1925 hasta las últimas elecciones previa al golpe.
la socialdemocracia y a los partidos burgueses progresistas en el Frente Popular Finalmente, hay dos hechos que queremos subrayar. El primero es que el
(Cruz-Coke, 1984), coalición que luego pasaría a llamarse FRAP y posterior- PC, a pesar de sufrir varias prohibiciones legales para funcionar como partido
político con Ibáñez del Campo, González Videla y Pinochet, es uno de los
Tabla 1 mejor organizados, ya que incluso logró sobrevivir en una extensa clandes-
Evolución electoral del Partido Comunista en las elecciones de diputados, 1925-1973 tinidad (Benavente, 1984). El segundo es que es el Partido Comunista más
Año de Diputados grande de América Latina luego del PC cubano (Valenzuela, 2003). Sus 88
Votos % Observaciones
elección electos años de vida así lo avalan.
A pesar de estar formado desde
1925 – – – 1922, el PC no compitió en estas
elecciones.
El PC en la nueva democracia: 1990-2009
De 1927 a 1931 el partido fue
La recuperación de la democracia en Chile trajo de vuelta las elecciones
prohibido legalmente. Aunque libres y la actividad de los partidos políticos. En las parlamentarias de 1989,
1932 – – – para 1932 ya estaba habilitado
para competir, no se presentó
el PC no compitió como tal. A pesar de esto, sus candidatos participaron en
formalmente a las elecciones. la lista del Partido Amplio de Izquierda Socialista (PAIS). Esta coalición logró
1937 17.162 4,10 6 dos diputados. Aunque varios de los candidatos PC obtuvieron votaciones
1941 53.144 11,8 16 superiores al 15%, fue insuficiente para lograr un escaño con el nuevo sistema
1945 46.133 10,2 15 binominal. Esto marca el inicio de su difícil camino electoral, lo que contrasta
El PC no compite en las con sus buenos resultados previos a 1973.
próximas tres elecciones debido
1949 – – – a la Ley de Defensa de la
En las elecciones de 1993 logró el 6,3% formando parte de la lista Alter-
Democracia, promulgada por nativa Democrática de Izquierda. El candidato presidencial de esta lista fue
Gabriel González Videla. Eugenio Pizarro, quien no logró rebasar el 5% y fue superado incluso por
1953 – – – el candidato independiente ambientalista Manfred Max-Neef. El PC tam-
1957 – – – bién participó en las elecciones municipales de 1992, logrando un alcalde
En 1958 el Partido Comunista (en Canela) y 35 concejales. Para las elecciones de 1996 (municipales) y de
pudo volver a competir, ya que
la “Ley Maldita” fue derogada. 1997 (parlamentarias) aumentó gradualmente su votación. El partido logró
En las elecciones parlamentarias dos alcaldes y 28 concejales, mientras que en las parlamentarias sacó un 6,9%
1961 157.572 11,4 16
de 1961 obtuvo el 11,8%,
aumentando a 12,7% y 15,9% pero ningún escaño.
en las parlamentarias de 1965 A fines de la década del 90 asomó fuertemente la figura de Gladys Marín.
y 1969.
Fue la candidata del PC en las presidenciales de 1999. La candidatura se sus-
1965 290.635 12,4 18
tentó en un decidido mensaje anticapitalista y afirmaba que “caminar hacia el
1969 383.049 15,9 22
socialismo significa lograr orientar la lucha política y social en la dirección de
Para estas elecciones el PC
1973 587.800 16,2 25 superó el 16% y junto a la UP la conquista de la máxima democracia y la máxima justicia social. En esa lucha
bordeó el 45% de los votos. lo primero que se produce es la negación del capitalismo, porque no ofrece
Fuente: Elaboración de los autores con información extraída de Cruz-Coke, Ricardo. 1984. Historia electoral de Chile: 1925-1973.
ninguna de estas dos posibilidades, la de mayor democracia y de una mayor

170 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 171
justicia social” (Programa de gobierno de Gladys Marín, 1999: 4). A pesar En julio de 2008 se hicieron públicas las conversaciones entre la Concer-
de tener un discurso fuerte y ser una figura popular de la izquierda chilena, tación y del Juntos Podemos Más, que permitieron un importante acuerdo.
Marín obtuvo solamente un 3,19% de apoyo electoral. Ambas coaliciones se omitirían en ciertas comunas para beneficiarse mutua-
Para las elecciones de 2000 (municipales) y 2001 (diputados y senadores) mente. La base del acuerdo tenía como objetivo que los votantes cambiaran,
el PC se presentó en la lista denominada La Izquierda. En las municipales disciplinadamente, sus votos a las opciones establecidas por el pacto. Las ne-
obtuvo un alcalde (San Fernando) y 21 concejales. En las parlamentarias, en gociaciones oficialmente estipularon que: a) la Concertación se omitía en Til
tanto, logró el 5,2%. De este modo, si bien el PC había alcanzado una mayor Til, Canela, Diego de Almagro, La Ligua, Los Vilos, Pedro Aguirre Cerda,
visibilidad con la figura de Gladys Marín, esto no se reflejó en las urnas. Limache y Cañete; y b) Juntos Podemos Más se omitía en Copiapó, Com-
En 2003 el PC formalizó un pacto político con el Partido Humanista (PH) barbalá, Quintero, San Esteban, Viña del Mar, Huechuraba, La Cisterna, La
denominado Juntos Podemos (JP). La propuesta consistía en incluir a la ma- Florida, Maipú, Melipilla, Ñuñoa, La Estrella, Concepción, Osorno, Quili-
yor cantidad de movimientos de izquierda provenientes de la sociedad civil. cura, Placilla y Curicó.
En su primera experiencia electoral conjunta para las elecciones de 2004 (al- Como resultado del pacto por omisión, el PC mantuvo las comunas de Til
caldes y concejales), donde por primera vez se sufragaba por alcaldes y conce- Til, Diego de Almagro y La Ligua, y triunfó en Pedro Aguirre Cerda, que es-
jales de manera separada, el JP consiguió un 5,8%, obteniendo cuatro alcaldes taba en manos de la Concertación. Sin embargo, vale aclarar que este triunfo
del PC y 89 concejales (27 del PH, 38 del PC y 24 independientes). se da con Claudina Núñez, quien presentaba una larga trayectoria electoral
Así, el desempeño electoral del PC se ha mantenido dentro de rangos esta- en la comuna y que además había conseguido en 2004 el 31,3% de los votos.
bles. No presenta dramáticos descensos y tampoco grandes alzas. Su promedio De este modo, si bien el PC retuvo sus comunas e incrementó su votación en
es de alrededor del 5% y su mejor desempeño fue en las parlamentarias de las ocho donde se omitió, la Concertación (como también lo hizo la Alianza
1997, mientras que el peor en las municipales de 2000 (ver Gráfico 1). Ahora por Chile), en términos de representación electoral, sólo consiguió una nueva
bien, ¿qué ocurre en 2008 y 2009, donde la izquierda extraparlamentaria pac- alcaldía.
ta electoralmente con la Concertación? ¿El PC incrementa efectivamente sus La Concertación, en tanto, generó más pérdidas que ganancias. En térmi-
porcentajes de votación o bien los mantiene y alcanza representación política nos netos, perdió cuatro comunas y sólo ganó dos. Esta pérdida se explica por
como beneficio de estos pactos? la ausencia de candidatos incumbentes y la presencia de candidatos indepen-
dientes y del pacto Chile Limpio. En paralelo, la Alianza obtuvo una comuna
Gráfico 1 menos que la Concertación, pero mostró una gran capacidad para retener las
Evolución electoral del PC, 1992-2005 (%)
comunas conseguidas en 2004.
10,0
9,0 Para las recientes elecciones de 2009, el PC volvió a pactar con la Concerta-
8,0 ción, aunque esta vez sin la participación del Partido Humanista (PH).9 El 15
7,0
6,0
de junio se firmó un pacto entre la Concertación y del Juntos Podemos Más
5,0 bajo el título “Acuerdo democrático contra la exclusión”. Esto implicaba que
4,0
3,0
el PC competiría con candidatos en la lista de la Concertación. En este acuer-
2,0 do se hacía referencia a la larga exclusión política de la izquierda extraparla-
1,0
0,0
mentaria por el sistema binominal y la necesidad de sustentar esta vía como
una estrategia electoral para quitarle votos a la derecha. De esta forma, “para
92

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hacer efectivo el propósito de romper la exclusión que anima este pacto, los
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partidos de la Concertación acuerdan generar toda una diversidad de condi-


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9 El PH se retiró del pacto al considerarlo poco conveniente y se sumó a la campaña presidencial de


Fuente. Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl Marco Enríquez-Ominami.

172 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 173
ciones políticas y electorales, que nos permitan doblar a la derecha y respaldar donde se presentaban candidatos incumbentes eran evidentemente menores y
de esta forma a los candidatos del Juntos Podemos para que en los distritos su margen de éxito se acortaba considerablemente.
correspondientes a Iquique, Copiapó, Pudahuel o Cerro Navia, San Miguel, Los resultados de los comicios parlamentarios confirman la hipótesis ante-
Constitución, Coronel y Lota, sean elegidos diputados como candidatos del rior. De los 9 candidatos incumbentes, 8 resultaron nuevamente electos. La
Pacto Electoral Democrático que hoy suscribimos. El mismo esfuerzo se reali- única excepción ocurrió en el distrito 28, donde Guillermo Teillier, presidente
zará para doblar a la derecha, mantener o aumentar diputados de la Concerta- del PC, derrotó al PPD e incumbente Jorge Insunza (ver Tabla 2). Los otros
ción en los distritos de Antofagasta, Vallenar, Coquimbo, Illapel, Maipú, Las dos escaños obtenidos por el PC fueron alcanzados en el distrito 2 y 5 por
Condes, Macul, Rancagua, San Fernando, San Carlos, Punta Arenas, en los Hugo Gutiérrez y Lautaro Carmona, respectivamente, quienes presentaban
que el JPM volcará su apoyo a ambos postulantes de la Concertación” (Acuer- como compañeros de lista a los no incumbentes Ricardo Hormazábal (DC) y
do Democrático contra la Exclusión, 2009).10 Anita Quiroga (DC).
Finalmente fueron doce los distritos donde compitió el PC11 en las elec- A todas luces el éxito del PC se da sobre candidaturas débiles. Esto, porque
ciones de 2009. De los 24 candidatos presentados por la lista Concertación y sus resonantes victorias en los distritos de la zona norte del país se dan sobre
del Juntos Podemos Más en estos doce distritos, nueve competían por la re- candidatos que presentaban a priori bajas probabilidades de ser electos. Tanto
elección y todos pertenecían, naturalmente, a la Concertación. De este modo, Ricardo Hormazábal como Anita Quiroga no tenían antecedentes electorales
las probabilidades de que el PC resultara triunfador en estos nueve distritos recientes y sus postulaciones favorecían la opción de triunfo de los candidatos
PC al interior de la lista.
Tabla 2 Finalmente, la votación del PC en esta última elección fue del 2,02% a ni-
Pacto entre la Concertación y el Juntos Podemos Más para elecciones 2009
vel nacional, que equivale a 132.305 votos. Si bien este porcentaje es sustanti-
Incumbente en la vamente menor al 5% promedio obtenido por el PC desde 1990, no debemos
lista Concertación Partido del ¿Fue electo el ¿Fue electo el
Distrito
y Juntos Podemos incumbente incumbente? candidato del PC? olvidar que compitió en un reducido número de distritos en comparación a
Más elecciones previas. De este modo, el aclamado triunfo del PC responde más
2 No – – Sí bien al diseño estratégico del pacto electoral establecido con la Concertación
5 No – – que a un mejor desempeño en las urnas. Muy probablemente los números

del partido de izquierda hubieran sido tremendamente similares a resultados
11 Sí PPD Sí No
anteriores en caso de no haber pactado con el oficialismo.
18 No – – No *
21 Sí DC SI No**
¿Los pobres y obreros por el PC?
28 Sí PPD No Sí
La llegada del PC al Parlamento ha motivado varias preguntas. Si repasa-
35 Sí DC Sí No
mos la historia del partido, su génesis y discurso, se ha ligado claramente a las
38 Sí DC Sí No *
clases trabajadoras más desposeídas. Como se ha sostenido, la creación del PC
39 Sí PPD Sí No
en Chile durante la primera parte del siglo XX se produce básicamente por
40 Sí PPD Sí No
46 Sí PS Sí No
la confluencia del Partido Socialista Obrero y la Federación Obrera de Chile
57 Sí DC Sí No
(FOCH) a través de la figura de Luis Emilio Recabarren.
Las bases electorales de socialistas y comunistas se concentraban en las cla-
* Iba como candidato independiente por la Izquierda Cristiana.
** Iba como candidato independiente por la Nueva Izquierda. ses bajas. Como bien señala Scully, “sus bases de apoyo electoral se encontra-
Fuente: Elaboración propia con datos de www.servel.cl y www.elecciones.gov.cl ban principalmente entre las clases trabajadoras organizadas en sectores urba-
nos y mineros. Los partidos de clase obrera, los comunistas, y más tarde los
10 Disponible en www.pcchile.cl socialistas, se transformaron en las principales expresiones políticas de la clase
11 Estos distritos eran los siguientes: 2, 5, 11, 18, 21, 28, 35, 38, 39, 40, 46 y 57. obrera” (Scully, 1992: 108).

174 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 175
En los años 70 el PC se alzaba como la fuerza más importante del movi- pues los apoyos más altos del PC se encuentran en quienes al menos han teni-
miento sindical. Tal como se sostuvo, su buen momento electoral se consoli- do doce años de escolaridad, destacando también el porcentaje obtenido entre
daba con la creación de la Unidad Popular (UP) y la llegada de Salvador Allen- quienes presentan educación técnica o universitaria completa (ver Tabla 3).
de a La Moneda. Esto traía consigo la aceleración de reformas económicas en Los resultados para el PC son semejantes a los obtenidos por Jorge Arrate
pos de la redistribución del ingreso, el beneficio para los sectores más pobres según la misma encuesta.14 El ahora ex candidato presidencial de la izquierda
de la población y el poder a manos de las clases populares. En definitiva, había presenta bases de apoyo similares a las del PC, aunque cabe destacar que su
llegado el momento más importante para los partidos de izquierda (Cruz- apoyo se profundiza aun más en niveles socioeconómicos y educacionales más
Coke, 1984; Faúndez, 1992; Scully, 1992). altos, como en el segmento C2 y en aquellos con educación superior completa.
Después del fracaso de la UP y con el régimen de Pinochet, el PC pasó a la Estos resultados no dejan de ser sorpresivos. Llama profundamente la aten-
proscripción, como todos los partidos de izquierda. Luego, al reconstituirse ción que los sectores de ingresos bajos y niveles de escolaridad deficientes
la política de partidos en Chile el PC vivió un dramático aislamiento al no no presenten una adhesión significativa hacia el PC, donde a priori podría
formar parte de la naciente Concertación. Este escenario interno, y el declive esperarse mejores desempeños para el partido. No obstante, cabe ser cauto.
del leninismo a nivel internacional, hicieron que el partido enfrentara una Los resultados que hemos presentado son netamente descriptivos. Por tanto, a
severa crisis de identidad. Los años venideros, bajo un régimen democrático, continuación mostramos un análisis inferencial considerando datos agregados
tampoco han mostrado sustanciales mejoras. Su desempeño electoral ha sido por comuna.
más bien irrelevante y convive bajo un sistema electoral que atenta contra la
Tabla 3
competencia y privilegia la estabilidad de dos grandes coaliciones que ampa-
Adhesión al Partido Comunista (PC) e intención de voto por Jorge Arrate según nivel
ran un sistema multipartidista moderado (Scully, 1992). socioeconómico y nivel educacional
Sin embargo, la obtención de los tres escaños parlamentarios le han otor-
Nivel socioeconómico Nivel educacional
gado un nuevo realce al PC, resurgiendo la pregunta sobre cuán importante Básica Técnico- Técnico-
Básica Media Media
seguirán siendo los segmentos populares en sus bases de apoyo. En concreto, C1 C2 C3 D E incompleta
completa incompleta completa
universitaria universitaria
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qué tan consistente es la trayectoria del PC en la democracia pre 1973 con PC 1,6 4,5 2,9 3,7 2,4 2,4 0,7 1,7 3,6 9,3 8,5
los resultados actuales. ¿Es realmente en segmentos pobres y obreros donde Jorge Arrate 5,6 7,0 3,2 2,3 3,1 0,8 0,7 2,2 3,1 15,0 15,5
el PC logra mayor desempeño electoral o efectivamente su apoyo proviene de Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.
sectores con mejores niveles educacionales y económicos? ¿Qué tan coherente
es la votación del PC y la votación de Jorge Arrate12 en la última elección a Al analizar la relación entre la votación parlamentaria del PC en 2009 con el
nivel de bases electorales? Para responder a estas preguntas analizaremos datos Índice de Desarrollo Humano (IDH) comunal se aprecia un vínculo positivo.
de encuestas y también resultados a nivel de comunas. Esta correlación es estadísticamente significativa y, si bien no es del todo robus-
Según la última encuesta ICSO-UDP, de octubre de 2009, la adhesión al ta, implica que a mayor IDH, mayor votación por el PC. No obstante, a partir
PC es más sustantiva en el segmento socioeconómico C2, seguido por el D y de la observación visual de la relación entre estas variables, también cabría espe-
el C3.13 De este modo, el partido de izquierda concentra su mayor apoyo en rar la probable existencia de una relación cuadrática. Es decir, no habría una re-
los sectores sociales de clase media. Esto se ratifica en la esfera educacional, lación estrictamente lineal entre IDH y la votación del PC. Esto hace necesaria
la creación e intervención de una nueva variable, que es la cuadrática del IDH.
12 Jorge Arrate fue el candidato presidencial de la coalición Juntos Podemos Más (compuesta por el Esto nos permitirá capturar la existencia de eventuales rendimientos marginales
Partido Comunista, la Izquierda Cristiana y otras organizaciones de izquierda), quien fue ungido como
candidato al resultar ganador en una votación realizada en una asamblea nacional el 25 de abril de 2009,
decrecientes. Es decir, que la votación del PC suba en la medida en que lo hace
donde compitió con el representante del Partido Humanista (PH) Tomás Hirsch. Finalmente el PH de- IDH, pero que baje en las comunas extremas o más ricas.
cidió abandonar el Juntos Podemos Más y apoyar la candidatura de Marco Enríquez-Ominami. Sobre la
candidatura de Jorge Arrate, ver Garrido en este mismo volúmen.
13 La adhesión al PC, según la encuesta ICSO-UDP de octubre de 2009, es del 3,3%. Esta cifra corres- 14 La intención de voto por Jorge Arrate, considerando inscritos y no inscritos, según la encuesta ICSO-
ponde a un N de 43 casos, a partir de los cuales se presentan los resultados señalados. UDP de octubre de 2009, es del 3,9%. Esta cifra corresponde a un N de 51 casos.

176 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 177
De acuerdo a nuestros datos, efectivamente la votación del PC en 2009 Gráficos 2-3-4-5
Porcentaje de votación del PC 2001-2009 según IDH comunal
presenta una relación de tipo cuadrática con IDH comunal. Con base en
algunos modelos estadísticos, en las elecciones parlamentarias de 2009 el Gráfico 2 Gráfico 3
partido de izquierda obtiene sus mejores desempeños electorales en las co-

Valores esperados de votación PC 2001

Valores esperados de votación PC 2004


6

6
munas de bajo y, especialmente, alto IDH. Ahora bien, un dato tremenda-
mente relevante para estas últimas elecciones sigue siendo que el PC com-

4
pitió en tan sólo doce distritos electorales por el pacto con la Concertación.

2
De esta forma, bien puede ser que al disminuir su capacidad de competencia
sus resultados varíen de forma significativa. Para resolver esta disyuntiva, se

0
revisarán los resultados del PC en las elecciones locales de 2004 y 2008 y

-2

-2
parlamentarias de 2001 y 2005.
A diferencia de lo ocurrido en 2009, en 2008 el comportamiento del IDH

-4

-4
es distinto respecto a la votación del PC. En esta elección local el PC consigue 50 60 70 80 90 50 60 70 80 90
mejores rendimientos electorales en las comunas de IDH medio. Si miramos
Gráfico 4 Gráfico 5
aun más atrás, idéntica situación se dio para la elección local de 2004. Luego,
a nivel parlamentario, este comportamiento también se hace visible para las

150
Valores esperados de votación PC 2009
Valores esperados de votación PC 2008
6
comicios de 2001. Por lo tanto, así como en 2009 la relación entre la votación
del PC y el IDH era en forma de U, para las elecciones entre 2001 y 2008

4
esta relación es más similar a una U invertida (ver Gráficos 2-5). Esto permite

100
2
sostener, en principio, que la elección de 2009 tiene un carácter anómalo para
el PC.

50
Por lo tanto, concluimos que el PC obtiene mejores rendimientos en comu-

-2
nas de IDH medio, particularmente en los comicios de 2001, 2004 y 2008.

-4
Esto marca un quiebre con las bases electorales del partido en el periodo pre

0
50 60 70 80 90
1973, las que estuvieron asociadas al mundo obrero y popular, pero a su vez 50 60 70 80 90

se mantiene el apoyo de los sectores “burgueses” y/o profesionales que in- Los valores del eje vertical del Gráfico 5 difieren de los valores de los demás gráficos debido a que en 2009 el PC pactó con la
concertación y sus candidatos subieron sustantivamente su caudal electoral, al recibir votos de electores concertacionistas
gresaron parcialmente al partido desde 1935. Así, el PC pasó de ser el fiel Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y www.sinin.gov.cl
representante de la clase obrera en la política chilena durante gran parte del
siglo XX a convertirse en un intérprete de los sectores medios educados en hay consistencia con los datos de las encuestas de opinión. Es decir, el PC
el primer decenio del siglo XXI. Es decir, la idea de que el PC tiene mejores mejora su intención de voto en los grupos de ingresos medio y alto al igual
rendimientos en las zonas más pobres y donde existe mayor presencia obrera que en los sectores de mayor educación. Esto también es válido para la base
poco tiene que ver con la realidad. Por el contrario, su rendimiento mejora a electoral de Jorge Arrate.
medida que aumenta el nivel de ingresos. El caso del PC es útil para repensar las teorías de la conducta electoral y
Probablemente el ingreso de la UDI a disputar los votos de estos segmen- de la estabilidad del voto. Seguramente, las relaciones de competencia en un
tos más bajos explique, en parte, el cambio en la composición de la votación sistema de partidos explican las mutaciones que se producen en las bases elec-
PC. Esto, por el reconocido trabajo en terreno de “vocación popular” de- torales de una colectividad. De igual forma, variables coyunturales como la
sarrollado por la UDI en los sectores pobres y populares del país, que la ha suscripción de pactos políticos también se constituyen en factores explicativos
llevado a obtener significativas votaciones en localidades de bajísimos recur- del cambio. Cualquiera sea la explicación, lo que constatamos es prácticamen-
sos durante la última década (Morales y Bugueño, 2001). De igual forma, te una reversión en las bases electorales de un partido.

178 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 179
Conclusión Millar, René, y Joaquín Fernández. 2005. “La elección presidencial de 1920. La rebelión del
Cielito Lindo”. En Camino a La Moneda: las elecciones presidenciales en la historia de Chile
Este artículo hizo un viaje por la historia del PC desde 1922 hasta los úl-
1920-2000, Alejandro San Francisco y Ángel Soto (eds.). Santiago: Centro de Estudios
timos comicios generales de 2009. Hemos mostrado brevemente la historia Bicentenario.
del partido y su desempeño electoral. Adicionalmente, describimos sus bases Millar, René. 1982. La elección presidencial de 1920. Tendencias y prácticas políticas en el Chile
electorales en la democracia pre 1973, puntualizando las distintas coaliciones parlamentario. Santiago. Universitaria.
Morales, Mauricio, y Rodrigo Bugueño. 2001. “La UDI como expresión de la nueva derecha
que forjó el PC para ser parte del gobierno. Luego, comparamos estas bases en Chile”, Estudios Sociales 107: 215-248.
electorales con las que actualmente tiene el partido, advirtiendo sustantivas Moulian, Tomás. 1997. “Chile actual: anatomía de un mito”. Santiago: Lom.
diferencias. El PC representó a los segmentos más pobres en el período pre Navia, Patricio. 2005. “La transformación de votos en escaños: leyes electorales en Chile,
1973, mientras que en la democracia post 89 la situación se revierte y el PC 1833-2004”, Política y Gobierno 12 (2): 233-276.
Nunn, Frederick. 2005. “La elección presidencial de 1927. Un final esperado y profético a la
muestra mayor sintonía con segmentos medios altos. vez”. En Camino a La Moneda: las elecciones presidenciales en la historia de Chile 1920-2000,
En la elección parlamentaria de 2009 el PC pactó con la Concertación. Alejandro San Francisco y Ángel Soto (eds.). Santiago: Centro de Estudios Bicentenario.
Esto le permitió conquistar tres escaños. Su regreso al Congreso implica nue- Programa de gobierno de Gladys Marín, 1999, www.memoriachilena.cl/temas/documento_
detalle.asp?id=MC0016907
vos desafíos para la dirigencia del partido. Con el sistema binominal, se le
Rojas, Jorge. 2000. “Historia, historiadores y comunistas chilenos”. En Por un rojo amanecer:
hará muy difícil conservar estos escaños sin la ayuda de la Concertación. Por Hacía una historia de los comunistas chilenos, Manuel Loyola y Jorge Rojas (eds.). Santiago:
tanto, no sería razonable que el PC retomara su rumbo de tercera fuerza, Impresora Vals.
arrinconándose en una izquierda extraparlamentaria sin voz en el Congreso. Salas, Sergio. 2005. “La elección presidencial de 1946. El calor de la Guerra Fría”. En Camino
a La Moneda: las elecciones presidenciales en la historia de Chile 1920-2000, Alejandro San
Lo que resta por conocer es si el PC retornará a sus antiguas bases electorales Francisco y Ángel Soto (eds.). Santiago: Centro de Estudios Bicentenario.
adosadas al mundo popular o si continuará manifestando mayores apoyos en Scully, Timothy. 1992. Los partidos de centro y la evolución política chilena. Santiago: Stanford
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En Camino a La Moneda: las elecciones presidenciales en la historia de Chile 1920-2000,
Alejandro San Francisco y Ángel Soto (eds.). Santiago: Centro de Estudios Bicentenario.

180 javiera campos / carlos cantillana / antonio poveda de vuelta al congreso: el partido comunista y sus tres escaños 181
Capítulo 7

Cambio y continuidad
en la Cámara de Diputados
Kenneth Bunker

Este capítulo examina los cambios y continuidades de la Cámara de Di-


putados en Chile. La primera sección discute la teoría de incumbencia y su
aplicabilidad al caso chileno. La segunda sección describe las reglas electorales
que rigen para la elección de diputados en Chile. La tercera sección describe
los detalles de la composición de la Cámara de Diputados de 1990 a 2014.
Muestra (1) los patrones en la militancia política de diputados, (2) las tasas de
reelección de diputados y (3) la duración de carreras de diputados. La sección
final discute las principales conclusiones.

Teoría de la incumbencia
La democracia está basada en una premisa de competencia, alternancia,
transparencia y representatividad (Przeworski et al., 2000). Estos criterios ase-
guran un nivel mínimo de justicia e incertidumbre en las elecciones (Dahl,
1971). Candidatos titulares y desafiantes participan en elecciones justamente
porque existe la posibilidad de que cualquiera de los dos pueda resultar legí-
timamente electo.
La literatura es extensa en discutir las características de la competencia entre
titulares y desafiantes (Erikson, 1971). En general, la evidencia comparada
muestra que los titulares tienen una amplia ventaja por sobre los desafiantes
(Fiorina, 1989). De hecho, resultados electorales tienden a reflejar esta venta-
ja, con tasas de elección más altas para incumbentes que para desafiantes. Así,
Ferejohn (1995) sostiene que las elecciones giran en torno a la competitividad
de los titulares, dado que los votantes tienden a usar las elecciones para cas-
tigarlos o premiarlos. Es decir, la alternancia usualmente ocurre cuando los
votantes deciden castigar a los titulares. Por este motivo, la mayor parte de la
literatura se dedica a describir las ventajas que los titulares tienen por sobre

Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 183


los desafiantes (Erikson, 1971; Mayhew, 1974; Ferejohn, 1977; Tufte, 1973; mínima de ganar la elección para conseguir esos recursos. Es decir, ¿por qué
Parker, 1980; Fenno, 1978). juntar el dinero si va perder igual? En cualquier caso, este postulado está sujeto
Gran parte de estas teorías está relacionada con evidencia recolectada en al enfoque anterior, donde la mayoría de los aspirantes al Congreso son per-
el Congreso de Estados Unidos. Allí se observa que la mayor parte de los cibidos como tan débiles que ni siquiera pueden reunir recursos para efectuar
legisladores titulares busca la reelección, de los cuales la mayoría lo consigue una campaña.
(Arnold, 1990; Mayhew, 1974; Abramowitz, Alexander y Gunning, 2006). En Chile, la aplicación de estas teorías ha sido limitada. Pocos estudios
Existen dos grandes grupos de teorías que son comúnmente adoptadas para han tratado de dilucidar las razones de cambio y continuidad a nivel par-
explicar el éxito del titular. El primer grupo se centra en el comportamiento de lamentario usando la teoría de la incumbencia (ver excepciones en Morales
los votantes. Este enfoque sostiene que los legisladores logran ser reelectos con y Piñeiro, 2010; Navia, 2000). Por un lado, algunos han argumentado que
mayor efectividad porque los votantes se sienten más cercanos al candidato las carreras de parlamentarios en Estados Unidos tienen objetivos diferen-
titular que al candidato desafiante. Ferejohn (1995) demostró que los votantes tes a los que existen en Latinoamérica, dificultando el análisis comparativo
estaban incluso dispuestos a votar en contra del candidato de su partido, si el (Samuels, 2002). Por otro lado, otros han argumentado que Chile posee un
único nombre que reconocían en la papeleta fuera la del candidato de la lista patrón cultural singular, donde la incumbencia estaría basada en mecanismos
contraria. Esto es complementado por Popkin (1995), quien sostiene que los sociológicos propios de la escena política nacional, en vez de en determinantes
votantes usualmente actúan usando un “atajo de información”, privilegiando institucionales (Nolte, 1994).
al candidato más conocido. Sin embargo, también hay evidencia que hace intuir que las teorías de in-
El segundo grupo de teorías se enfoca en el comportamiento de los can- cumbencia de Estados Unidos pueden ser aplicables al caso chileno. Primero,
didatos titulares. Este enfoque argumenta que los titulares usan el acceso a las dos grandes coaliciones (Coalición por el Cambio y Concertación) actúan
información inherente de sus cargos para penetrar en el electorado (Alesina y como los dos grandes partidos de Estados Unidos (Republicano y Demócra-
Rosenthal, 1995). Así, la condición de ser titular ayuda por sí sola a mantener ta), acaparando más del 90% de los votos y escaños. En ambos países existen
un mayor reconocimiento entre los votantes (Fiorina, 1989). En rigor, este estrategias similares para maximizar la cantidad de candidaturas exitosas. Se-
beneficio institucional ha incentivado que más legisladores busquen ser reelec- gundo, la ley electoral permite la reelección indefinida de parlamentarios al
tos, por el simple hecho de tener una alta probabilidad de lograrlo (Jacobson, cabo de su legislatura. Esto hace que en ambos casos la decisión de continuar
1981; Cox y Katz, 1996; Gaines, 1998; Ansolabehere y Snyder, 2002). o cesar en el poder sea de exclusiva pertinencia del parlamentario. Tercero,
Relacionado con estas teorías está el enfoque de la estrategia política. En este los altos índices de legisladores que buscan la reelección en Chile se asemeja
enfoque Jacobson y Kernell (1983) sostienen que la razón primordial del éxito a los altos índices de legisladores que buscan la reelección en Estados Unidos.
de los titulares se debe a la debilidad de los desafiantes. Debido a que los titula- Esto significa que en ambos países los incentivos institucionales para buscar la
res tienen fácil acceso a los medios, y porque los votantes tienden a votar sobre reelección son similares.
la base de reconocimiento, los desafiantes evitan buscar un confrontamiento En este capítulo utilizo los postulados de la teoría de incumbencia para en-
electoral inútil (Jacobson, 1990). De hecho, Jones (1999) encuentra que la pre- tender los cambios y las continuidades de la Cámara de Diputados en Chile.
sencia de candidatos titulares en la papeleta tiende a provocar una caída en el Primero, que los votantes buscan privilegiar a los candidatos más conocidos;
número total de candidatos y partidos que participan en la elección. el alto nivel de reelección apoya este postulado. Segundo, que los titulares
El enfoque de la estrategia política también incorpora el rol de los recursos. buscan maximizar sus beneficios; los incentivos del sistema binominal apoyan
La evidencia muestra que los desafiantes que tienen mayores recursos cuentan este postulado. Y tercero, que los recursos juegan un rol significativo en deter-
con mayores probabilidades de desbancar a los titulares (Banducci y Karp, minar el éxito de las campañas de los desafiantes; el alto costo de las campañas
1994). Si bien los incumbentes recurren a su nombre y experiencia como y el bajo número de desafiantes fuertes apoyan este postulado.
publicidad central, los desafiantes no pueden, porque tienden a ser menos Lo que resta de este capítulo está ordenado de la siguiente forma. La segun-
conocidos. Por eso, la cantidad de recursos disponibles en la campaña del da sección da cuenta de las reglas institucionales que rigen para las elecciones
desafiante es decisiva. Ahora bien, el desafiante debe tener una probabilidad de diputados en Chile. La tercera sección se enfoca en el periodo 1989-2014,

184 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 185


y describe (1) los patrones en la militancia política de diputados, (2) las tasas se fijó un nuevo mapa de los límites electorales, donde los distritos electorales
de reelección de diputados y (3) la duración de las carreras de diputados. La fueron aumentados de 28 a 60. Segundo, se modificó la magnitud de los
sección final discute las conclusiones. distritos, pasando de ser una magnitud proporcional al electorado a una mag-
nitud de dos en cada distrito por igual.
Sistema electoral Esta reforma electoral creó una grave distorsión al proceso electoral en
En Chile, las reglas electorales que rigen para las elecciones están escritas general. Mediante la redistribución de distritos, el gobierno favoreció a pro-
en la Constitución política de 1980. Esta Constitución fue diseñada bajo el pósito distritos rurales más pequeños y que eran conocidos por apoyar las
mandato del régimen militar (1973-1990). Fue implementada por primera políticas de gobierno militar (Rojas y Navia, 2005). Por ejemplo, la nueva
vez en las elecciones presidenciales y legislativas de 1989. Por cierto, las reglas ley electoral estableció que un voto en el distrito 52, que fue un bastión del
electorales sufrieron importantes cambios con respecto a la Constitución an- gobierno militar en el plebiscito de 1980, valiera tres veces más que un voto
terior (de 1925). Mientras el sistema electoral presidencial fue reemplazado en el distrito 18, un distrito en que la oposición tuvo un mejor resultado
por un sistema de elección directa con dos vueltas, el sistema electoral propor- en 1980. Asimismo, al reducir la magnitud de los distritos a una media de
cional pasó de tener una magnitud de distrito variable a tener una magnitud representación de dos diputados por cada uno, las autoridades militares in-
de distrito fija. tentaron crear un resultado electoral que proporcionara a los partidarios del
Una parte importante de la literatura gira en torno a cuestionamientos sobre régimen autoritario una alta probabilidad de ganar la mitad de los escaños
los orígenes y las intenciones de estas leyes electorales. Una versión es que, a fin en las elecciones legislativas.
de evitar los efectos negativos del sistema multipartidista que caracterizó el sis- Además de la redistribución de distritos, la fórmula electoral se vio dra-
tema de partidos previo a 1973, el régimen autoritario llevó a cabo una reforma máticamente distorsionada con la disminución de las magnitudes de dis-
electoral masiva para reducir el número de partidos (Guzmán, 1993; Siavelis, trito. Con esto, no sólo cambió la forma de asignar los escaños a partir
1997; Siavelis y Valenzuela, 1996; Valenzuela, 1995). Otra versión sostiene que de los votos, sino que también cambiaron los incentivos electorales de los
el sistema electoral fue únicamente diseñado como un mecanismo contra la de- partidos.
rrota en favor de los partidos del diseñador (Garretón, 1991; Navia, 2004; Va- Para determinar la asignación de los escaños se considera tanto la suma
lenzuela y Siavelis, 1991). También están los que han argumentado que ambas de votos por cada candidato como la suma de votos por la lista. El primer
versiones son igualmente válidas (Pastor, 2004). Es decir, el sistema electoral fue escaño se otorga al candidato de la lista que obtiene la mayoría relativa de los
diseñado para reducir el número de partidos, pero también para distorsionar las votos. Para ganar ambos escaños, sin embargo, la lista con mayor número
preferencias electorales en favor de los partidos pro régimen militar. de votos debe recibir el doble de votos que la lista que la sigue en número
En cualquier caso, la reforma electoral que se llevó a cabo con el fin de al- de votos. Basta obtener un tercio de los votos más uno para conseguir un
canzar estos objetivos se inició a mediados de la década de 1970 y no terminó escaño, pero se deben lograr al menos dos tercios de los votos para conseguir
sino pocos meses antes de las elecciones de 1989. El diseño del nuevo sistema ambos escaños. En esencia, cualquier apoyo a la lista más votada más allá
electoral pasó por muchas manos, pero siempre estuvo bajo la lupa del poder de un tercio es inútil, a menos que pueda superar los dos tercios. Si bien se
ejecutivo (Pastor 2004). Inicialmente, las reglas electorales fueron escritas por pueden obterner ambos escaños con menos de dos tercios de los votos (de-
la Comisión Ortúzar en 1978, fijando los objetivos principales y preceptos pendiendo de la distribución de votos en las otras listas), ha sido imposible
básicos de la reforma. Luego, fueron retocadas por la Comisión Fernández a en la práctica.
mediados de 1980 para especificar cómo se concretarían los objetivos y pre- Los resultados de la elección presidencial y legislativa de 1989 demuestran
ceptos fijados por la Comisión Ortúzar. Finalmente, fueron modificados por que la estrategia electoral del régimen militar resultó exitosa. Primero, las leyes
Arturo Marín en 1989 para detallar el mecanismo que se usaría para convertir electorales lograron reducir el número de partidos en competencia. Los catorce
los votos en escaños. partidos de la oposición al régimen militar se agruparon en una lista común, la
De ese modo, la versión final de la ley electoral integró dos cambios drásti- Concertación de Partidos por la Democracia, y eligieron un solo candidato pre-
cos en comparación con la ley anterior (Barros, 2002; Navia, 2002). Primero, sidencial (Patricio Aylwin). Al mismo tiempo, los tres partidos pro militares se

186 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 187


agruparon en una lista común, la Coalición por el Cambio,1 y eligieron un solo Tabla 1
Resultados y asignación de escaños, elecciones de diputados 1989-2009
candidato presidencial (Hernán Büchi). Segundo, las leyes electorales lograron
distorsionar los resultados electorales en favor de la coalición pro militar. Si bien Coalición Concertación
la Coalición fue la más favorecida, la Concertación también obtuvo beneficios. A % votos % escaños % votos % escaños
fin de cuentas, más del 90% de los votos fue a la Coalición o a la Concertación. 1989 34,1 40,0 51,4 57,5

Así, la competencia partidaria post 1989 se ha forjado sobre la base de estas 1993 36,6 41,6 55,4 58,3
1997 36,2 39,1 50,5 57,5
dos grandes coaliciones. Mientras la Concertación se identificó con la cen-
2001 44,2 47,5 47,9 51,6
troizquierda, la Coalición se identificó con la centroderecha. Por cierto, cada
2005 38,7 45,0 51,7 54,1
coalición se encuentra conformada por varios partidos políticos. La Concer- 2009 43,4 48,3 44,3 47,5
tación está compuesta por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), el Partido
Fuente: Elaboración del autor con datos de www.elecciones.gov.cl
Por la Democracia (PPD), el Partido Socialista (PS) y el Partido Radical Social
Demócrata (PRSD). A su vez, la Coalición esta compuesta por la Unión De-
mócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN). de ambas coaliciones alcanzó el 92% y el 100% de escaños. En 1997, la suma
La Tabla 1 muestra la alta desproporcionalidad que provoca el sistema elec- alcanzó el 86,7% de los votos y el 96,6% de los escaños. En 2001, la suma fue
toral binominal en favor de las coaliciones más grandes. En la elección de di- de 92,1% de los votos y de 99,1% de los escaños. En 2005, la suma de votos
putados de 1989 la Concertación obtuvo el 51,4% de los votos, pero el 57,5% en ambas coaliciones alcanzó el 90,4% de los votos y el 99,1 de los escaños.
de los escaños, mientras que la Coalición obtuvo el 34,6% de los votos, pero En 2009, la suma fue de 87,7% de los votos y 95,8% de los escaños.
el 40% de los escaños. En la elección de diputados de 1993 la Concertación En definitiva, los resultados de las elecciones apuntan a que el sistema bi-
obtuvo el 55,4% de los votos, pero el 58,3% de los escaños, y la Coalición el nominal es altamente desproporcional en favor de la Coalición y la Con-
36,6% de los votos, pero el 41,6% de los escaños. En la elección de diputados certación. El sistema distorsiona las preferencias de tal manera que ambas
de 1997, la Concertación obtuvo el 50,5% de los votos, pero el 57,5% de los coaliciones resultan altamente sobrerrepresentadas en el poder legislativo. Pri-
escaños, en tanto la Coalición obtuvo el 36,2% de los votos, pero el 39,1% mero, por agrupar a los partidos más prevalentes del país en dos coaliciones, la
de los escaños. En la elección de diputados de 2001, la Concertación obtuvo probabilidad de que la mayoría de los votos vaya a una de las dos coaliciones
el 47,9% de los votos, pero el 51,6% de los escaños, y la Coalición obtuvo el es abismante. Segundo, al ser las dos coaliciones más votadas del sistema, la
44,2% de los votos, pero el 47,5% de los escaños. En la elección de diputados ley electoral las favorece, por defecto, en la transformación de votos a escaños.
de 2005, la Concertación obtuvo el 51,7% de los votos, pero el 54,1% de
los escaños, y la Coalición el 38,7% de los votos, pero el 45% de los escaños. Evolución electoral de la Cámara de Diputados, 1989-2014
Finalmente, en la elección de diputados de 2009, la Concertación obtuvo el En la sección previa mostré la baja renovación política que existe en el sis-
44,3% de los votos, pero el 47,5% de los escaños, y la Coalición el 43,4% de tema político chileno. Mostré que los candidatos de la Coalición y de la Con-
los votos, pero el 48,3% de los escaños. certación son los favoritos, por amplio margen, para ganar las elecciones. Si
Dado que no ha habido grandes reformas a las leyes electorales, el pano- bien esto denota que el sistema tiende a un statu quo, no detalla la evolución
rama político en Chile ha tendido hacia el statu quo. La Tabla 1 muestra de los candidatos que sí logran entrar a la cámara baja. Tres preguntas surgen
cómo el dominio político de la Coalición y la Concertación se ha mantenido para ahondar en este tema. Primero, ¿de qué partidos políticos provienen estos
prevalente a través del tiempo en la Cámara de Diputados. En 1993, la suma diputados? Segundo, ¿cuáles son las tasas de reelección de estos diputados?
Tercero, ¿cuánto tiempo consecutivo logran perdurar en el poder una vez que
son electos? En la siguiente sección muestro evidencia sobre estos cambios
1 La Coalición por el Cambio ha cambiado varias veces de nombre. En 1989 y 1992 compitió como y continuidades en la Cámara de Diputados, entre 1989 y 2014. Primero,
Democracia y Progreso. En 1993 compitió como Participación y Progreso. En 1996 compitió como
Unión por el Progreso. En 1997 y 1999 compitió como Unión por Chile. En 2001, 2004, 2005 y 2008
muestro los patrones en la militancia política de diputados; segundo, las tasas
compitió como Alianza por Chile. Desde 2009 compite como Coalición por el Cambio. de reelección de diputados, y, tercero, la duración de las carreras de diputado.

188 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 189


Composición política de la Cámara de Diputados Tabla 2
Composición política de la Cámara de Diputados
En Chile, los partidos que están fuera de la Coalición o la Concertación
difícilmente logran obtener escaños (ver Tabla 2). En promedio, son los par- 1989 1993 1997 2001 2005 2009 Promedio
tidos de la Coalición los que logran elegir más diputados, con alrededor del Coalición 48 48 46 57 54 58 43,1
20% del total de la cámara baja cada uno. Esto se debe a que sólo hay dos UDI 11 15 17 31 33 37 20,0
partidos en la coalición, y la repartición de candidaturas es relativamente fácil RN 29 29 23 18 19 18 18,8
en comparación con la Concertación, donde los cuatro partidos deben pactar Independientes 8 4 6 8 2 3 4,30
en múltiples negociaciones la distribución de candidaturas. Ahora bien, entre
los cuatro partidos de la Concertación, el PDC es el que logra elegir más di- Concertación 70 70 69 62 65 54 54,1
putados en promedio, con alrededor del 24%. Asimismo, el PPD logra elegir PDC 38 37 38 23 20 19 24,3
alrededor del 15% de los diputados; el PS, cerca de 9%, y el PRSD, en torno PPD 16 15 16 20 21 18 14,7

al 4%. PS 2* 15 11 10 15 11 8,8

Los partidos que compiten por fuera de estas dos coaliciones tienen tasas PRSD 5 2 4 6 7 5 4,0

extremadamente bajas de éxito. Desde 1989, sólo 17 candidatos (de 720 Independientes 10 1 – 3 2 1 2,3

posibles) han logrado entrar a la cámara baja por medio de otras listas o
candidaturas independientes. Si bien la UCC y el PC han logrado sumar Otros 1 2 5 1 1 6 2,1

4 y 3 diputados, respectivamente, el primero logró elegir 2 por la lista de PC – – – – – 3 0,4

la Coalición en 1993, y el segundo todos por la lista de la Concertación en UCC – 2 2 – – – 0,5

2009. Al igual que el resto de los partidos en Chile, cuando han buscado Independientes 1 – 2 1 – 2 0,8

conseguir escaños por listas de otras coaliciones, los resultados electorales Otros – – 1 – 1 1 0,4

han sido más bien nefastos. En esta línea, los candidatos independientes * Incluye diputados electos por PAIS.
Nota: En 1997 fue electo 1 SUR, en 2005 fue electo 1 PAR y en 2009 fueron electos 3 PRI.
(compitiendo por fuera de coaliciones) han tenido más éxito, logrando ele- Fuente: Elaboración del autor con datos de www.elecciones.gov.cl
gir 6 diputados en total.
En 1989, el PDC fue el partido que logró elegir más diputados (38). Den- En 1997, el PDC fue el partido que logró elegir más diputados (38), por
tro de la Concertación, lo siguieron el PPD con 16 diputados, la lista de tercera elección consecutiva. Dentro de la Concertación, lo siguieron el PPD
independientes de la Concertación con 10, el PRSD con 5 y, en último lugar, con 16, el PS con 11 y el PRSD con 4. Por la lista de la Coalición, el partido
el PS (llamado, en ese entonces, Partido Amplio de Izquierda Socialista y que que logró elegir más diputados fue RN con 23, seguido por la UDI con 17
también representaba a otros partidos vedados) con 2. Por la lista de la Coali- y en último lugar la lista de independientes con 6. Por otras listas, resultaron
ción, el partido que logró elegir más diputados fue RN con 29, seguido por la electos dos candidatos de la UCC (que ya no formaba parte de la Coalición),
UDI con 11 y en último lugar la lista de independientes de la Coalición con dos candidatos independientes y un candidato del Partido del Sur.
8. Por otras listas, resultó electo un candidato independiente. En 2001, el PDC fue reemplazado por la UDI como el partido con más
En 1993, el PDC fue el partido que logró elegir más diputados (37), por diputados. Dentro de la Coalición, la UDI logró desbancar a RN como el
segunda elección consecutiva. Dentro de la Concertación, lo siguieron el PPD partido más votado de la coalición con 31 diputados contra 18, respectiva-
y el PS con 15 diputados cada uno, el PRSD con 2 y la lista de independientes mente. La lista de independientes de la Coalición logró elegir 8. Dentro de la
con 1. Por la lista de la Coalición el partido que logró elegir más diputados Concertación, el PDC permaneció como el partido con más diputados (23),
fue RN con 29, seguido por la UDI con 15 y en último lugar la lista de inde- seguido por el PPD (20), el PS (10), el PRSD (6) y la lista de independientes
pendientes con 4. Por la lista de la Coalición, también resultaron electos dos (3). Por otras listas, sólo resultó electo un candidato independiente.
candidatos de la UCC. Por otras listas, ningún candidato resultó electo. En 2005, la UDI fue el partido que logró elegir más diputados (33), por
segunda elección consecutiva. Dentro de la Coalición, lo siguió RN con 19

190 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 191


diputados y la lista independiente con 2. Dentro de la Concertación, el PPD Tabla 3
Tasas de reelección
desplazó al PDC como el partido más votado de la coalición con 21 diputados
contra 20, respectivamente. El tercer partido más votado de la Concertación Nº de diputados % de diputados Nº de diputados % de diputados
que busca la que busca la que logra la que logra la
fue el PS con 15, seguido por el PRSD con 7 y la lista de independientes con reelección reelección reelección reelección
2. Por otras listas, sólo resultó electo un candidato por el Partido de Acción 1993 87 72,5 70 80,4
Regionalista. 1997 86 71,6 73 84,8
En 2009, la UDI fue el partido que logró elegir más diputados (37) por 2001 92 76,6 75 81,5
tercera elección consecutiva. Dentro de la Coalición, lo siguieron RN con 18 2005 92 76,6 77 83,6
diputados y la lista independiente con 3. Dentro de la Concertación, el PDC 2009 91 75,8 74 81,3
retomó el lugar del partido más votado de la coalición, con 19 diputados. Fue Promedio 89,6 74,6 73,8 82,3
seguido por el PPD con 18, el PS con 11, el PRSD con 5 y la lista de inde- Fuente: Elaboración del autor con datos de www.elecciones.gov.cl
pendientes con 1. Por la lista de la Concertación, también resultaron electos
tres candidatos del PC. Por otras listas, resultaron electos tres candidatos del superior al 90% (Abramowitz, Alexander y Gunning, 2006). En el resto de
Partido Regionalista de los Independientes y dos candidatos independientes. América Latina los índices de reelección tienden a ser bastante altos dado que
De este modo, desde 1989 el PDC es el partido que ha logrado elegir más la mayoría de los países también cuenta con leyes que permiten la reelección
diputados, con 175. La UDI es el segundo partido en esa lista, con 144. A su de diputados (Camargo, 1965). En Costa Rica, Honduras y México, en cam-
vez, RN ha logrado elegir 136; el PPD, 106; el PS, 64, y el PRSD, 29. Fuera bio, sí existen límites a la cantidad de veces que los diputados pueden buscar
de las grandes coaliciones, sólo el PRI ha logrado elegir 3. Los demás partidos la reelección y, por lo mismo, sus tasas de reelección en la cámara baja son
sólo han conseguido elegir 5 diputados en total, cuando han competido por sustancialmente menores (BID, 2006).
fuera de las listas de la Coalición y la Concertación. Ahora bien, las altas tasas de reelección en Chile también son consistentes
con la teoría de incumbencia, que explica la alta ventaja que el titular tiene por
Reelección sobre el desafiante. Por un lado, las reglas electorales de Chile actúan como
En Chile, la tasa de reelección a la Cámara de Diputados es extraordina- incentivos para que los titulares busquen la reelección (Siavelis, 2005). Dado
riamente alta (ver Tabla 3). Según el informe del Banco Interamericano de que el sistema electoral binominal favorece la elección de un candidato por
Desarrollo (2006), éste es el país de América Latina con la tasa más alta de cada coalición, el candidato más fuerte de cada lista es quien habitualmente
reelección inmediata para la cámara baja o asamblea nacional. En prome- resulta electo. Debido a que el umbral para conseguir ambos escaños es de-
dio, el 74,6% de los diputados busca la reelección, de los cuales el 82,3% la masiado alto, las coaliciones tienden a no buscar este doblaje, sino más bien
obtiene. En 1993, de los 120 diputados titulares 87 buscaron ser reelectos a asegurar un escaño (Edwards, 2009). Por este motivo, los partidos general-
(72,5%) y 70 lo lograron (80,4%). En 1997, de los 120 diputados titulares mente seleccionan un candidato fuerte en cada distrito, es decir, un candidato
86 buscaron ser reelectos (71,6%) y 73 lo consiguieron (84,8%). En 2001, que tenga reales posibilidades de salir electo y un candidato que no tenga
de los 120 diputados titulares 92 buscaron ser reelectos (76,6%) y 75 lo posibilidades mayores (Carey y Siavelis, 2003; Garrido y Navia, 2005). Por
hicieron (81,5%). En 2005, de los 120 diputados titulares 92 buscaron ser las ventajas explicadas a lo largo de este texto, los candidatos fuertes tienden a
reelectos (76,6%) y 74 lo lograron (83,6%). En 2009, de los 120 diputados ser los diputados titulares.
titulares 91 buscaron ser reelectos (75,8%) y 73 lo consiguieron (81,3%). Por otro lado, el incumbente tiene una ventaja de ganar en la elección, por
Estos patrones de reelección son consistentes con países que tienen caracte- sobre un desafiante, por su simple condición de ser titular. Porque el costo de
rísticas institucionales similares. Una de estas características es la ley electoral, efectuar una campaña parlamentaria es alto, y el titular ya es conocido en su
que permite a los diputados buscar la reelección indefinidamente. Estados distrito, es el desafiante quien debe gastar una cantidad suficientemente alta
Unidos, por ejemplo, no pone límites a la cantidad de veces que los diputa- de dinero para darse a conocer. De hecho, dado que los diputados titulares son
dos pueden buscar la reelección, y la tasa de reelección en la cámara baja es quienes gastan más dinero en las campañas de la cámara baja, los desafiantes

192 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 193


no sólo deben competir contra el reconocimiento del titular, sino también año, 29 diputados se retiraron de la cámara baja, 13 decidieron repostular y no
contra su alta inversión (Morales y Piñeiro, 2010). En Chile, se estima que tuvieron éxito, 2 repostularon por otro distrito y ganaron, 1 repostuló por otro
un candidato debe contar con alrededor de 100 mil dólares para estar en distrito y perdió, 1 postuló a senador y ganó, y 1 postuló a senador y perdió. La
condiciones de competir en un distrito con alrededor de 100 mil habitantes tercera oportunidad para buscar la reelección fue en 2002. En esa ocasión, 23
(Fuentes, 2004). Debido a esta barrera de entrada, muchas veces las coalicio- diputados se retiraron de la cámara baja, 17 decidieron repostular y no tuvieron
nes procuran incentivar la reelección de titulares, antes de correr con los gastos éxito, 2 repostularon por otro distrito y ganaron, 1 repostuló a otro distrito y
de un desafiante desconocido. perdió, y 2 postularon a senador y perdieron. La cuarta oportunidad para buscar
Ahora bien, ¿qué pasa con los que se van de la cámara baja? La Tabla 4 la reelección fue en 2005. Ese año, 21 diputados se retiraron de la cámara baja,
muestra la trayectoria de los diputados que por algún motivo no siguieron 15 decidieron repostular y no tuvieron éxito, 3 repostularon por otro distrito y
en ejercicio, luego de haber completado su periodo en el poder. El grupo más perdieron, 2 postularon a senador y ganaron, 1 postuló a senador y perdió, y 1
numeroso es el de aquellos que se retiran. Desde 1993, 117 diputados titula- murió durante su periodo (Ramón Pérez Opazo). La quinta oportunidad para
res han decidido no buscar la reelección. El segundo grupo más numeroso de buscar la reelección fue en 2009. Ese año, 13 diputados se retiraron de la cáma-
diputados que ha salido de la cámara baja ha sido el de aquellos que buscan la ra baja, 17 decidieron repostular y no tuvieron éxito, 2 repostularon por otro
reelección y pierden. Desde 1993, 79 diputados han buscado ser reelectos sin distrito y ganaron, 3 repostularon por otro distrito y perdieron, 6 postularon a
éxito. El tercer grupo más numeroso ha sido el de aquellos que buscan seguir senador y ganaron, 3 postularon a senador y perdieron, y 2 murieron durante
su carrera legislativa en el Senado. Desde 1993, 17 diputados han intentado sus periodos (Pedro Pablo Álvarez-Salamanca y Juan Bustos Ramírez).
ser electos como senadores; de ellos, 10 lo han logrado y 7 no. Asimismo, 15
diputados han buscado permanecer en la cámara baja, pero representando a Duración de las carreras de diputados
otro distrito. De este grupo, 7 han conseguido ser reelectos en otro distrito La duración de las carreras de diputados en Chile debe enmarcarse bajo la
y 8 han perdido. Finalmente, desde 1993, 3 diputados han muerto durante lógica de la ambición de esos parlamentarios. La teoría del comportamiento
sus periodos. No ha habido remociones en la cámara baja ni renuncias a ella. legislativo (también conocido como teoría de ambición) propone dos enfo-
ques para entender por qué los diputados permanecen en el poder legislativo.
Tabla 4 Un enfoque entiende al poder legislativo como un trampolín de los políticos
Trayectoria de diputados que se van de la cámara baja para luego postular a otros cargos. En Brasil, por ejemplo, Samuels explica
1993 1997 2001 2005 2009 Total que ser diputado no es más que un paso para llegar a ser electo en otros cargos
Se retira 31 29 23 21 13 117 (2002). Dada la división administrativa de Brasil, los cargos ejecutivos, ya
Repostula y pierde 17 13 17 15 17 79 sea alcalde, ministro de estado o gobernador, son más atractivos que los del
Se cambia a candidato a senador y gana 1 1 – 2 6 10 poder legislativo. Algo similar sucede en Argentina, donde sólo alrededor de
Se cambia a candidato a senador y pierde – 1 2 1 3 7 20% de los diputados es reelecto. Según Ana María Mustapic, en Argentina el
Se cambia de distrito y gana 1 2 2 – 2 7 Congreso “es un lugar de paso para los políticos, que aspiran volver a cargos
Se cambia de distrito y pierde – 1 1 3 3 8 ejecutivos de sus provincias” (2006).
Muere durante el periodo – – – 1 2 3 El otro enfoque entiende al poder legislativo como un lugar de destino
Total 50 47 45 43 46 231 final de los políticos. Chile sigue esta línea. En Chile, un cargo en el poder
Fuente: Elaboración del autor con datos de www.elecciones.gov.cl legislativo es el más deseado por los políticos, luego del de presidente de la
república (Carey, 1998). De hecho, la evidencia muestra que la mayoría de los
El primer año en que los diputados pudieron buscar la reelección fue 1993. diputados busca permanecer en su cargo o bien avanzar hacia una carrera en
Esa vez, 31 diputados se retiraron de la cámara baja, 17 decidieron repostular el Senado (ver Tabla 3). Esta prolongación en el poder legislativo es facilitada
y no tuvieron éxito, 1 repostuló por otro distrito y ganó, y 1 postuló a senador por las cúpulas de las coaliciones, que en entrevistas han manifestado que los
y ganó. La segunda oportunidad para buscar la reelección fue en 1997. Ese líderes de los partidos son más bien reacios a negarles a los diputados titulares

194 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 195


la posibilidad de repostular a sus cargos (Kuschel, 1988; Canales, 1998). Bajo Chile fomenta que el poder legislativo sea el destino final de los políticos, lo
esta premisa se entiende que en Chile la permanencia en los cargos legislativos que naturalmente incentiva a los titulares de tratar perpetuarse en el poder.
es el principal fin de los titulares. En Chile, son los mismos partidos los que logran obtener representación,
La baja tasa de renovación y las altas tasas de reelección son evidencia de elección tras elección. Los partidos que forman parte de la Coalición o la
que los diputados buscan permanecer en la cámara baja. Más de la mitad de Concertación son los más exitosos del sistema. Entre ambas colaciones han
los diputados que entra cada elección a servir un cuatrienio es un candidato logrado elegir 704 diputados de los 720 posibles, desde 1989. Partidos fuera
que buscó ser reelecto (ver Tabla 4). Todo apunta a que en la elección de 2013 de estas coaliciones sólo han logrado elegir 16. Mientras el PDC ha sido el
permanecerá esta tendencia. De no mediar muertes, remociones o renuncias, partido más votado de la Concertación, la UDI lo ha sido por la Coalición.
46 diputados habrán completado su primer periodo en el poder para las elec- Entre ambos partidos han elegido 319 diputados, el 44% del total. Asimismo,
ciones legislativas de 2013 (ver Tabla 5). Asimismo, 29 diputados cumplirán el PRI ha sido el partido más exitoso de partidos de fuera de ambas coaliciones
dos periodos consecutivos en el poder (8 años), 20 cumplirán su tercer perio- con tan sólo 3 diputados electos, el 0,04% del total.
do consecutivo (12 años), 10 cumplirán su cuarto periodo seguido (16 años), En Chile, son los mismos candidatos los que logran obtener escaños, elec-
7 cumplirán su quinto periodo consecutivo (20 años) y 8 cumplirán su sexto ción tras elección. Dado que el sistema binominal beneficia desproporcional-
periodo seguido (24 años). mente a los candidatos que compiten por la Coalición o la Concertación, sólo
un candidato suele ser electo por cada lista. Bajo esta premisa, las coaliciones
Tabla 5 han tendido a buscar la elección de sólo un diputado, antes de arriesgar a al-
Duración de las carreras de diputados a 2014
canzar el doblaje. Así, el diputado titular se ha convertido en el salvaguarda de
Concertación Coalición Otros las elecciones, asegurando un escaño. Esta lógica que incentiva la reelección se
PPD PS PRSD PDC RN UDI PRI PC Ind. Total refuerza por la ley electoral, que permite a los diputados buscar la reelección
4 años 5 3 – 7 8 13 1 3 2 46* cuantas veces quieran. En cada elección, tres de cada cuatro diputados (75%)
8 años 4 5 1 7 4 7 – – – 29** se repostula a su cargo. De ellos, cuatro de cada cinco (80%) lo logra.
12 años 4 1 2 1 1 9 2 – – 20 En Chile, son los mismos diputados los que logran permanecer sucesiva-
16 años 3 – 2 1 2 2 – – – 10 mente en el poder, comicios tras comicios. Dado que el poder legislativo es la
20 años 2 – – 1 2 2 – – – 7 institución más deseada por los políticos, una vez que logran entrar al sistema
24 años – 2 – 2 1 3 – – – 8
rara vez lo dejan. Como el mecanismo de selección de candidatos privilegia a
Total 18 11 5 19 18 36 3 3 2 120
los titulares, éstos consecutivamente tienen la primera opción de ser candidatos.
* Incluye tres diputados electos por la lista independiente de la Coalición y un electo por la lista independiente de la Concertación. Así, la mayoría de los diputados en la cámara baja ya ha estado más de un pe-
** Incluye un diputado reelecto por la lista independiente de la Concertación.
Fuente: Elaboración del autor con datos de www.elecciones.gov.cl riodo en el poder. Por ejemplo, para las elecciones de diputados de 2013, habrá
sólo 46 que estén terminando su primer periodo en el poder y habrá 74 que es-
Conclusión tarán cumpliendo al menos 8 años consecutivos. Se estima que la gran mayoría
En este capítulo he mostrado los cambios y las continuidades de la Cá- de ellos buscará perpetuarse en el poder una vez más en las elecciones de 2013.
mara de Diputados en Chile, desde 1989 hasta 2014. He expuesto que las
continuidades son significativamente más preponderantes que los cambios.
Los patrones en la composición de la cámara baja son evidencia de esto. Pri-
mero, las altas barreras de entrada que crea el sistema binominal impide que Referencias
candidatos de partidos de fuera de la Coalición y la Concertación ingresen a Abramowitz, Alan, Brad Alexander y Matthew Gunning. 2006. “Don’t Blame Redistricting for
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logren sin mayores trabas. Tercero, las características del sistema político en Ansolabehere, Stephen, y James M. Snyder. 2002. “The Incumbency Advantage in U.S.

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198 Kenneth Bunker Cambio y continuidad en la Cámara de Diputados 199


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Capítulo 8
Valenzuela, J. Samuel. 1995. The Origins and Transformations of the Chilean Party System.
Working Paper nº 215. South Bend: The Helen Kellogg Institute for International Studies
at Notre Dame University.
Voto femenino en Chile:
entre el retorno a la derecha
y el amor por un independiente
Daniela Oliva

Presentación
Tras la elección de Michelle Bachelet en 2005, la literatura chilena sobre es-
tudios electorales giró en torno a la solidaridad de género como factor explica-
tivo de la intención de voto (Morales, 2008; Franceschet, 2005 y 2006; Ríos,
2006). Bachelet obtuvo mayor votación en las mesas de mujeres. Esto desafió
a parte importante de la bibliografía sobre estudios electorales en Chile, dada
la tendencia histórica del voto femenino, que se había inclinado claramente
hacia candidatos de centroderecha (Gil, 1969; Cruz-Coke, 1984). Tal tenden-
cia se remonta a la postura del Partido Conservador para permitir el sufragio
de las mujeres. El voto femenino se instituyó para las elecciones municipales
de 1935 y luego se extendió a las presidenciales de 1952. Sin embargo, la
decisión de los conservadores fue vista más como una estrategia electoral que
como una convicción programática (Maza, 1995; Errázuriz, 2005; Bacchetta
y Power, 2002).
Una vez reinaugurada la democracia en Chile, el voto femenino mantuvo la
tendencia del periodo pre 1973. Los candidatos de centroderecha obtuvieron
mejor desempeño en las mesas de mujeres. Así sucedió con Büchi en 1989,
Alessandri en 1993 y Lavín en 1999. A esto se sumaba el mayor respaldo hacia
la coalición de derecha en todas las elecciones parlamentarias y municipales.
La elección de Bachelet en 2005 rompió el esquema y llevó a pensar en un
cambio en la conducta electoral de las mujeres.
Los resultados de 2009 arrojan dos hipótesis plausibles. La primera es que
el voto femenino retomó la tradición del siglo pasado. Las mujeres votaron
en mayor medida por Piñera en comparación con Frei en la primera vuelta.
En la segunda vuelta las diferencias se estrecharon, pero la votación femenina
siguió favoreciendo al candidato de la Alianza. La segunda hipótesis es que

200 Kenneth Bunker Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 201
el voto femenino no ha cambiado y que continúa siendo de centroizquierda. más fuertes y visiones más tradicionales acerca de los roles sexuales” (Kelley y
Esto, porque si bien las mujeres votaron menos que los hombres por Frei, pre- McAllister, 1984: 455; Kahn, 1994, 1996).
firieron en mayor medida a Enríquez-Ominami, un independiente posiciona- Durante la década de los 90 las mujeres se inclinaron más hacia la izquierda
do en la centroizquierda. Entonces, no es que las mujeres hayan modificado en sociedades postindustriales, mientras que en las sociedades poscomunistas
su conducta electoral en términos de eje político (izquierda-centro-derecha), y en los países en desarrollo se continuó con el conservadurismo tradicional
sino que simplemente la dividieron entre el candidato oficialista y el inde- (Inglehart y Norris, 2000). Este fenómeno se denomina “realineamiento de
pendiente. De hecho, es precisamente Enríquez-Ominami el que obtuvo una género” y se enmarca dentro de la “diferencia de género moderna” (opuesta a
diferencia más sustantiva entre las mesas de hombres y de mujeres. Mientras la tradicional). De acuerdo a Inglehart y Norris (2003), este realineamiento
en hombres consiguió el 18,73%, en mujeres bordeó el 21,33%. del comportamiento electoral femenino se produciría porque en muchas so-
Este texto se divide en tres partes. Primero, hago referencia a las teorías ciedades postindustriales se transformaron los roles de género. Se produjo un
sobre el voto femenino como contexto general del artículo. Luego presento cambio en las actitudes de las mujeres en gran parte por su ingreso decidido
una breve reseña histórica de la conducta electoral de las mujeres en Chile. al mercado laboral. A esto se sumaron mayores expectativas de educación,
Finalmente, analizo los resultados de la elección presidencial de 2009 compa- equilibrando así no sólo sus derechos respecto a los hombres, sino también el
rando el desempeño de los candidatos en las mesas de hombres y de mujeres. desarrollo de sus potencialidades. De esta forma, se constituyen las “familias
modernas”, caracterizadas por un activo rol tanto de hombres como de muje-
¿Cómo votan las mujeres? res en el ámbito laboral y político.
Después de la segunda guerra mundial, parte de la literatura politológica sos- Estos cambios culturales, según Sanbonmatsu (2002), tuvieron un efecto
tenía que en las democracias occidentales las mujeres eran más conservadoras sobre la conducta electoral. Así, los votantes tendrían una predisposición a
que los hombres en relación a la política y que solían ser menos propensas a par- preferir a candidatos de un sexo por sobre otro, constituyéndose de esta forma
ticipar electoralmente (Inglehart y Norris, 2000, 2003). Entre la década de los el grupo de los “votantes de género”. Además, las mujeres serían más propen-
50 y los 60 se consideraba que “las diferencias de género al votar eran general- sas que los hombres a preferir candidatas de su mismo sexo (Sanbonmatsu,
mente modestas, pero las mujeres eran más propensas que los hombres a apoyar 2002; Cook, 1994), consagrando la solidaridad de género (Eckstrand y Ec-
a partidos de centroderecha en Europa occidental y Estados Unidos” (Inglehart kert, 1981; González y Kampwirth, 2001).
y Norris, 2003: 77). Esto se conoce como la “diferencia de género tradicional”
que nutrió a parte importante de la literatura sobre el voto femenino. Breve historia del voto femenino en Chile
En los años 80 la tradición del “conservadurismo femenino” se vio influida En 1931 el gobierno de Ibáñez concedió derecho a voto a las mujeres, pero
por algunas coyunturas políticas. Situaciones como el desempeño de los go- sólo en elecciones municipales. Las mujeres ejercerían por primera vez este
biernos, las decisiones de los partidos y las imágenes de los líderes políticos derecho en las elecciones locales de 1935. La edad mínima para votar fue de
comenzaron a dominar la conducta de los votantes. Hasta ese entonces no 25 años. Tiempo después, durante el gobierno de Alessandri, la edad para
existía un avance sustantivo en el estudio del voto femenino. Una de las excep- sufragar disminuyó a 21 años (Kirkwood, 1986).
ciones la constituye el trabajo de Kelley y McAllister (1984). Su tesis central El proceso de apertura del padrón electoral hacia las mujeres tuvo algunas
era que el sexo del candidato influía en la intención de voto. Presumían un particularidades. La teoría señala que los países católicos tardaron más que los
efecto significativo de la solidaridad de género. Es decir, que las mujeres apo- países protestantes en conceder el voto femenino. Esto, debido a la influencia
yaban en mayor medida a candidatas que a candidatos. Sin embargo, existía de la Iglesia Católica sobre las decisiones políticas. Sin embargo, en Chile fue-
una segmentación cultural. Los sectores conservadores eran más renuentes ron dirigentes católicos y conservadores los primeros en favorecer la extensión
al ingreso de las mujeres en política respecto a los segmentos liberales. “El del sufragio a la mujer (Maza, 1995). El retraso en la aprobación del proyecto
sexo de la candidata, creemos, debería ser más importante para los votan- de ley se debió, en parte, “a la resistencia de los partidos anticlericales: temían
tes socialmente más conservadores [...], que generalmente tienen estereotipos que el voto femenino alteraría el equilibrio de las fuerzas electorales, efec-

202 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 203
to que podía magnificarse porque las elecciones eran muy competitivas y el candidato del PS. “El electorado femenino definió la elección a favor de los
electorado pequeño” (Maza, 1995: 137). Es por esta razón que las primeras candidatos de derecha, de centro e independientes” (Cruz-Coke, 1984: 107).
elecciones donde se les permitió votar a las mujeres fueron las municipales. A pesar de que el voto femenino fue identificado con partidos de derecha,
Como eran elecciones de menor relevancia y competitividad que las nacio- en la década de los 60 es el PDC el que logra capturar el apoyo de las mujeres
nales, entonces fue más fácil que los partidos llegaran a un acuerdo en su tanto en elecciones municipales como nacionales. Por esta razón, con el paso
implementación. De esta forma, se “probaría” el efecto de la incorporación de de los años, el voto femenino se fue transformando en uno de los principales
las mujeres al electorado en elecciones más pequeñas para luego estudiar una focos de atención de las campañas electorales.
posible incorporación a los comicios nacionales. En las presidenciales de 1964 el candidato del PDC, Eduardo Frei Mon-
En 1941 el presidente Pedro Aguirre Cerda envió un proyecto de ley so- talva, obtuvo un triunfo abrumador (55,6%) frente al candidato socialista,
bre el voto femenino. Sin embargo, meses después, el presidente muere y el Salvador Allende (38,6%). Frei obtuvo un 62,7% en las mesas de mujeres,
proyecto no recibe atención hasta cuatro años más. En 1947 nueve senadores mientras que Allende sólo alcanzó el 31,8%. En cambio, en las elecciones de
de diversos partidos presentan el proyecto al Senado. Tras casi dos años de 1970 Allende tuvo mejor suerte, pues alcanzó un 36,6% de los votos frente
consideraciones y estudios, “el 8 de enero de 1949, en gran acto público, el a un 34,9% de Alessandri. Aun así, las chilenas prefirieron en gran medida al
presidente, los ministros y los parlamentarios pusieron su firma a la Ley de candidato de derecha (38,4%) frente al de la izquierda (30,5%; ver Tabla 1).
Sufragio Femenino” (Kirkwood, 1986; 132), permitiendo votar a las mujeres
Tabla 1
chilenas en elecciones nacionales. Voto por género, elecciones presidenciales (1952-1970)
Debido a la comprometida acción de dirigentes católicos y conservadores
Hombres
en la aprobación del voto femenino y de la histórica participación de mujeres Año Candidato Partido
(%)
Mujeres (%) Total (%)

políticamente influyentes en instituciones y organizaciones de la Iglesia, era Ibáñez Independiente de derecha 48,2 43,0 46,8
1952
de suponer, según Maza (1995), que el voto de las mujeres fuera favorable al Matte Partido Liberal 25,9 31,8 27,8
Partido Conservador. Y así fue, ya que en las elecciones municipales de 1935 Alessandri Independiente de derecha 29,7 33,8 31,2
1958
el 47,3% del voto femenino fue para este partido. En las elecciones municipa- Allende Partido Socialista 31,9 22,1 28,5
les y parlamentarias siguientes, las mujeres chilenas continuaron prefiriendo Frei Partido Demócrata Cristiano 49,2 62,7 55,6
1964
a candidatos conservadores y de derecha. Sin embargo, “en la medida en que Allende Partido Socialista 44,7 31,8 38,6
más y más mujeres se inscribían para votar, la proporción pro conservadora Allende Partido Socialista 41,6 30,5 36,6
del electorado femenino obviamente declinó. Como contrapartida, pareció 1970
Alessandri Independiente de derecha 31,5 38,4 34,9
que a los radicales les iba cada vez mejor entre las mujeres” (Maza, 1995: 189). Fuente: Elaboración propia con datos de Cruz-Coke (1984).
De acuerdo a Gil (1969), las mujeres jugaron un papel fundamental y de-
cisivo en las elecciones chilenas. En 1952, la primera elección presidencial Luego de quince años de régimen militar se mantuvo la tendencia del voto
en que votaron mujeres, Ibáñez obtuvo una clara mayoría entre las votantes. femenino conservador. En el plebiscito sucesorio de 1988, el 52,5% de las
Gran parte del voto femenino (43%) fue dirigido al candidato independiente, chilenas inscritas votaron por el No, mientras que el 47,5% lo hizo por el Sí.
quien fue apoyado por el Partido Agrario Laborista (PAL), el Partido Socialis- Los hombres, por otro lado, votaron mayoritariamente por el No (59,7%) y
ta Popular y el Partido Femenino de Chile (Cruz-Coke, 1984). en menor medida por el Sí (40,3%) (Fermandois y Soto, 2005). Si compa-
En las elecciones de 1958, Alessandri debió gran parte de su triunfo al ramos el porcentaje de votos entre hombres y mujeres, al Sí le fue sustantiva-
voto femenino (Gil, 1969). La mayoría de las mujeres (33,8%) votó por el mente mejor en las mesas femeninas.
candidato independiente de derecha. De acuerdo a Cruz-Coke (1984), Allen- En las primeras elecciones libres, el candidato de la Concertación, Patricio
de perdió esta elección por “culpa” del electorado femenino, porque, si se Aylwin (PDC), venció fácilmente con un 56,1%, superando al representante
consideraba únicamente el voto de los hombres, el vencedor habría sido el de la derecha, Hernán Büchi (32,53%). Sin embargo, si comparamos el por-

204 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 205
centaje de votos de hombres y mujeres la situación fue distinta. Si bien Aylwin La elección presidencial de 2005 marcó un hito en el comportamiento his-
obtuvo más votos femeninos, a Büchi le fue mejor en las mesas de mujeres tórico de las votantes chilenas. Después de casi cincuenta años de preferir a
que en las de hombres (32,53% y 26,01%, respectivamente), mientras que a candidatos conservadores, de centro y de centroderecha, apoyaron a Michelle
Aylwin le ocurrió lo contrario (51,60% y 59,04%, respectivamente). Bachelet en la primera vuelta. La candidata socialista obtuvo un 47% en las
En las elecciones de 1993, el candidato de la Concertación, Eduardo Frei mesas de mujeres y un 44,77% en las de hombres. Este resultado volcó a la
Ruiz-Tagle (PDC), obtuvo un 57,98%, seguido por el candidato de la dere- literatura politológica chilena sobre el concepto de solidaridad de género. “En
cha, Arturo Alessandri (24,41%). Frei alcanzó el 57,5% en las mesas de mu- efecto, fueron las mujeres las que en mayor medida respaldaron a Bachelet.
jeres y el 58,51% en las de hombres. Siguiendo con la tendencia, el candidato Esto es consistente con los resultados de la primera vuelta. De esta forma, que-
de derecha logró mejor desempeño en las mesas de mujeres. Acá totalizó un da en entredicho la afirmación respecto a que las mujeres serían más ‘conser-
26,02% y en las de hombres un 22,65%. A pesar de la debilidad del candidato vadoras’ que los hombres, más aun si consideramos el perfil de la candidata”
de la oposición, de todos modos se mantuvo el patrón de género observado (Morales, 2008: 17).
desde la institución del voto femenino. Es decir, los candidatos de derecha Los otros candidatos corrieron distinta suerte. Por la derecha compitieron
obtienen mejores resultados en las mesas de mujeres que en las de hombres. Sebastián Piñera y Joaquín Lavín. El ganador fue Piñera, pero Lavín mantuvo
Los resultados generales muestran la fuerza de los candidatos de la Concer- su mejor resultado en las mesas de mujeres. En la segunda vuelta, en tanto,
tación. Evidentemente, derrotan a los de derecha tanto en mesas de hombres y dada la sumatoria que se produjo entre Piñera y Lavín, las diferencias por
como de mujeres, pero los de derecha mejoran sus porcentajes en el sector género disminuyeron. Tanto Piñera como Bachelet obtuvieron porcentajes si-
femenino. Hasta 1993 el poder de la Concertación fue incontrarrestable. Esto milares en mesas de hombres y de mujeres.
comenzó a cambiar en las parlamentarias de 1997 y de manera mucho más Como he mostrado, desde la década de los 50 los candidatos de derecha
clara en las presidenciales de 1999. En esta oportunidad la Concertación com- han tenido mayor éxito en las mesas de mujeres en comparación a los de
pitió con Ricardo Lagos, un candidato del eje PS-PPD, y no con un DC, izquierda. A Ibáñez le fue mejor en las mesas masculinas que en las femeni-
como había sido hasta 1993. Esto, seguramente, incrementó los niveles de nas, al igual que a Allende, Aylwin, Frei Ruiz-Tagle y Lagos. Por el contrario,
polarización, dado que, por primera vez desde1989, un candidato de izquier- Alessandri, Frei Montalva, Bachelet y recientemente Piñera obtuvieron mejor
da era plenamente competitivo. Luego de derrotar ampliamente a Andrés Zal- desempeño en las mesas de mujeres. El Gráfico 1 muestra la serie histórica
dívar en las primarias de la Concertación, Lagos se convirtió en el candidato con estos resultados considerando sólo a los ganadores. Si bien existe un sesgo
único del pacto. Por la derecha se alzó la figura de Joaquín Lavín, ex alcalde en la selección de los casos, esto se realiza sólo por cuestiones de espacio. Más
de la comuna de Las Condes y representante de la UDI, un genuino partido arriba mencioné el detalle de cada elección.
de derecha.
Lavín obtuvo un 50,58% en las mesas de mujeres, mientras que Lagos sólo Gráfico 1
alcanzó un 45,36%. En hombres, en tanto, Lavín logró un 44,09% y Lagos Votación de los presidentes electos en mesas de hombres y de mujeres, 1952-2009 (%)
un 50,86%. Este resultado confirma la tendencia histórica del voto femenino.
80
En esta elección, y dada la estrechez del resultado, el efecto del género sobre el
60
desempeño de los candidatos fue más nítido.
40
En la segunda vuelta no hubo muchos cambios, pues Lavín nuevamente
20
obtuvo la mayoría de los votos femeninos. Sin embargo, la distancia entre am-
0
bos candidatos se estrechó. Lavín consiguió un 51,35% y Lagos un 48,65% Ibañez 52 Alessandri Frei Allende 70 Aylwin 89 Frei Ruiz- Lagos 99 Bachelet 05 Piñera 09
(Ind.) 58 Montalva 64 (PS) (DC) Tagle 93 (PPD) (PS) (RN)
en las mesas de mujeres. En esta segunda vuelta, Lagos trató de mejorar su (Ind) (DC) (DC)
desempeño en el segmento femenino incorporando de manera protagónica a
Hombres Mujeres
la ex ministra de Justicia, Soledad Alvear. La tendencia histórica se mantuvo.
El candidato de derecha mostró mejor desempeño en las mesas de mujeres. Fuente: Elaboración propia con datos de Tricel (2009) y Cruz-Coke (1984).

206 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 207
Presidenciales y parlamentarias 2009 salas cunas y jardines infantiles y la disminución de la segregación sexual en la
En las elecciones presidenciales de 2009 se presentaron cuatro candi- oferta de empleos; Frei, por último, considera la ampliación de la responsabi-
datos: Jorge Arrate, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Frei y Sebastián lidad social del cuidado de los hijos y la extensión del posnatal.
Piñera. Cada uno de ellos con programas, políticas y proyectos dirigidos Por último, al referirse a la participación política, a la institucionalidad y
directamente a las mujeres chilenas y a sus múltiples necesidades. Entre a la cultura de igualdad, nuevamente el candidato con más medidas para las
ellos destacan los derechos reproductivos, la regulación de procesos judicia- mujeres es Arrate, seguido de Frei y luego Enríquez-Ominami. Arrate y Frei
les (divorcio, pensión alimenticia, custodia de hijos) y las políticas de ayuda coinciden en fortalecer una educación de equidad de género desde los prime-
a madres e hijos. ros años de aprendizaje. Tanto Frei como Enríquez-Ominami promueven la
Al realizar un análisis de los cuatro programas presidenciales con base en aprobación de la ley de “participación equilibrada entre mujeres y hombres”.
los datos del Observatorio Género y Equidad (2009), nos encontramos con El candidato del Juntos Podemos Más plantea, entre otras cosas, una nueva
lo siguiente (ver Tabla 2). En cuanto a derechos sexuales y reproductivos, el Constitución Política que garantice la igualdad entre mujeres y hombres, po-
candidato que presenta menos medidas es Sebastián Piñera. Si bien los otros líticas de acción afirmativa y la creación del Ministerio de la Mujer. Nueva-
tres candidatos coinciden en la mayoría de los temas (adopción de la ley mar- mente Sebastián Piñera no presenta ninguna medida.
co de derechos sexuales y reproductivos, campañas y políticas de educación La Tabla 3 muestra los resultados por género. Las diferencias más grandes
sexual y reproductiva, prevención de la discriminación de género), al minuto están en la votación de Enríquez-Ominami, quien obtiene un 18,74% en las
de referirse al aborto se producen discrepancias. Frei propone la despenaliza- mesas de hombres y un 21,33% en las mesas de mujeres. Luego, Frei alcanza
ción del aborto terapéutico y Enríquez-Ominami su reinstauración. Arrate, el 30,48% en las mesas de hombres y 28,83% en las de mujeres. Arrate, en
por otro lado, plantea la despenalización del aborto cuando éste se refiere a tanto, obtiene el 6,83% en las mesas de hombres y 5,67% en las de mujeres.
una decisión personal de la mujer. Además, tanto el presidenciable del Juntos Finalmente, Piñera muestra un rendimiento parejo con 43,93% en las mesas
Podemos Más como el candidato independiente sugieren la entrega universal de hombres y 44,16% en las de mujeres. Las diferencias no son muy grandes,
y confidencial de métodos anticonceptivos. lo que se ve respaldado por el análisis de encuestas de opinión que muestran
En relación a la violencia contra las mujeres, todos los candidatos presentan que el género de los votantes no explicaba la intención de voto (Espinoza,
medidas. Tanto Arrate como Frei consideran que se debe pasar de una visión Morales y Perelló, en este volumen).
de violencia intrafamiliar a una visión de violencia de género. Por otro lado, Estos datos indican dos cosas. Primero, que el candidato de la Concer-
Piñera y Enríquez-Ominami sostienen que este problema se debe tratar con tación, a diferencia de Bachelet en 2005, obtiene un peor rendimiento en
un enfoque preventivo. Todos los candidatos, excepto Enríquez-Ominami, las mesas de mujeres. El candidato de la Alianza, en tanto, recupera el voto
pretenden crear una legislación general sobre este tipo de violencia. Sin em- femenino en comparación a la misma elección. A pesar de que el gobierno
bargo, el candidato independiente se centra en la capacitación de los funcio- de Bachelet enfatizó en la igualdad de género e implementó un amplio pro-
narios públicos y en brindar una atención integral a las afectadas. grama de protección social con fuerte énfasis en el sector femenino, no logró
Al abordar el trabajo y la corresponsabilidad en la crianza de los hijos, el que el candidato de su bloque obtuviese un buen resultado en las mesas de
candidato presidencial que plantea más medidas es Arrate, seguido por En- mujeres.
ríquez-Ominami, luego Frei y muy atrás Piñera. Este último sólo presenta Segundo, que lo anterior no significa necesariamente un giro hacia la de-
medidas dirigidas al cuidado infantil y a la flexibilización del posnatal. Los recha por parte de las mujeres. También podría interpretarse como un recha-
otros tres candidatos coinciden en la disminución de la discriminación laboral zo hacia la candidatura oficialista, pero con un sello de centroizquierda al
y salarial y en la promoción de la corresponsabilidad en el ámbito domésti- preferir a Enríquez-Ominami. De hecho, el independiente es el que muestra
co. Sin embargo, se diferencian en lo siguiente: Arrate, por ejemplo, plantea el diferencial más sustantivo entre las mesas de hombres y de mujeres. Si se
una política de estado que asegure la incorporación de las mujeres al mundo considera la sumatoria de Enríquez-Ominami y Frei como el voto por los
laboral y el reconocimiento del aporte del trabajo doméstico en las cuentas candidatos de la Concertación, ésta es mayor precisamente en las mesas de
nacionales; Enríquez-Ominami propone la modificación de la ley actual de mujeres respecto a las de hombres.

208 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 209
Tabla 2
Cuadro comparativo de programas presidenciales respecto a temas de género

Piñera Frei Enríquez-Ominami Arrate


Derechos sexuales - Programas de educación - Adopción ley marco de derechos sexuales y - Adopción ley marco de derechos sexuales y - Adopción ley marco de derechos sexuales y
y reproductivos sexual. reproductivos. reproductivos. reproductivos.
- Programa - Despenalización del aborto terapéutico. - Reinstauración del aborto terapéutico. - Despenalización del aborto
Comprometidos por la - Política pública de educación sexual y - Política pública de educación sexual y reproductiva. - Campañas de información.
Vida. reproductiva. - Nueva ley de isapres que elimine la discriminación - Acceso universal y confidencial a todo tipo de
- Eliminar discriminación de género en por género. métodos anticonceptivos.
regulaciones de isapres. - Asegurar el acceso e información a todo tipo de - Regular la práctica de cesáreas.
método anticonceptivo.
- Regular la práctica de cesáreas.

Violencia de género - Prevención, - Pasar de una consideración de violencia - Enfoque de prevención de violencia de género. - Pasar de una consideración de violencia
rehabilitación, registro y intrafamiliar a violencia de género. - Programa de educación. intrafamiliar a violencia de género.
legislación en materia de - Ley general sobre violencia de género. - Capacitación de policías. - Ley general sobre violencia de género.
violencia intrafamiliar. - Atención integral a mujeres e hijos.

Trabajo - Alternativas de cuidado - Fortalecer políticas de participación de mujeres - Subsidio a la contratación de mujeres. - Política de estado que asegura la incorporación de
infantil. en el mercado laboral. - Creación de mecanismos de fiscalización y control las mujeres al mundo laboral.
- Sistema de guarderías de - Promover la corresponsabilidad en el ámbito para la implementación de la ley de igualdad salarial. - Creación de mecanismos para detener la
menores. doméstico. - Promoción de la corresponsabilidad en el ámbito discriminación salarial.
- Posnatal de seis meses. - Ampliar responsabilidad social del cuidado de doméstico. - Promoción de la corresponsabilidad en el ámbito
los hijos a través de la ampliación del beneficio de - Modificación de ley actual de salas cunas y jardines doméstico.
la educación preescolar. infantiles. - Medidas que disminuyan la responsabilidad
- Extender el posnatal en modalidad flexible. - Disminución de la segregación sexual en la oferta doméstica femenina.
de empleos. - Derecho de hombres y mujeres trabajadores al
cuidado parental de los hijos y las hijas hasta los 6
años.
- Prolongar el descanso posnatal hasta los 6 meses.

Participación política (No presenta medidas) - Aprobación de ley de “participación - Aprobación de ley de “participación - Nueva Constitución Política que garantice la
equilibrada entre mujeres y hombres”. equilibrada entre mujeres y hombres”. efectiva igualdad y derechos a mujeres y hombres.
- Políticas públicas, legislación e institucionalidad - Incorporar la paridad como criterio de selección en - Políticas legislativas y
para la paridad de género. el Sistema de Alta Dirección Pública. públicas de acción positiva hacia la participación de
la mujer.
- Creación del Ministerio de la Mujer.
- Asegurar el cumplimiento de los tratados firmados
por Chile en torno a la violencia de género y a
derechos femeninos.

Fuente: Elaboración propia con datos de Observatorio de Género y Equidad (2009), análisis de los programas de gobierno de
los candidatos y gobierno de Chile. 2010. Programa de gobierno de Sebastián Piñera. Valores y calidad de vida. Familia, mujer
e infancia. Disponible en www.gobiernodechile.cl/programa-de-gobierno/valores-y-calidad-de-vida/familia-mujer-e-infancia

210 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 211
Tabla 3 Gráfico 2
Voto por género en las elecciones presidenciales de 2009 (%) Diferencial en mesas femeninas y masculinas de cada candidato, por región
8
Candidato Hombres Mujeres Total
6
Jorge Arrate 6,83 5,67 6,21
4
Marco Enríquez-Ominami 18,74 21,33 20,13

Eduardo Frei 30,48 28,83 29,60 2

Sebastián Piñera 43,93 44,16 44,05 0


XV I II III IV V RM VI VII VIII IX XIV X XI XII
-2
Fuente: Elaboración propia con datos de Observatorio de Género y Equidad (2009).

-4

-6
En estas últimas elecciones votaron cerca de 500 mil mujeres más que hombres
Jorge Arrate Marco Enríquez-Ominami Eduardo Frei Sebastián Piñera
(3.861.918 mujeres y 3.359.970 hombres). Esto va en directo correlato con la
cantidad de inscritos. De acuerdo al Servel, hay inscritos 4.356.563 mujeres y Fuente: Elaboración propia con datos de Elecciones 2009.

3.928.623 hombres. Los datos de estas elecciones muestran que las mujeres emi-
tieron más votos válidos que los hombres (96,28% versus 95,80%), anularon más un 42,34% en las de hombres. Esto tiene un correlato con el resultado de la
(2,80% versus 2,70%) y emitieron menos votos blancos (0,90% versus 1,49%). presidencial que mostré anteriormente.
Si observamos la votación a nivel regional, es Enríquez-Ominami quien De los 482 candidatos al Congreso, 398 fueron hombres y 84 mujeres. A
sistemáticamente obtiene mejores resultados en las mesas de mujeres. Lo si- la Cámara de Diputados se presentaron 353 hombres y 76 mujeres, mientras
gue Piñera, quien alcanza un mayor porcentaje de votos de mujeres en ocho que al Senado lo hicieron 45 hombres y 8 mujeres. La tendencia histórica en
regiones. La situación es inversa tanto para Frei como para Arrate. Ambos el número de candidatas va en alza. Si en 1989 se presentaron 34 mujeres,
candidatos obtuvieron un mayor porcentaje de votos masculinos que femeni- en 2005 lo hicieron 60 y en 2009 esa cifra subió a 76. El número de electas
nos en todas las regiones. Por otro lado, la mayor diferencia entre el porcentaje también se ha incrementado paulatinamente. En 1989 hubo 7 diputadas, en
de votos de mesas femeninas y masculinas se da en la votación por Enríquez- 1993 se eligieron 9, en 1997 fueron 13, en 2001 subieron a 15 y en 2005 a
Ominami y por Frei en la Tercera Región. El primero recibe un mayor apoyo 18. En 2009 el número de electas bajó a 17.
de las mujeres y el segundo de los hombres. Como decía, en 2005 se eligieron 18 mujeres. Posteriormente se incorporó
El Gráfico 2 muestra los diferenciales porcentuales entre las votaciones en Lily Pérez, quien reemplazó al fallecido diputado Pedro Álvarez-Salamanca,
mesas de mujeres y de hombres por candidato. Valores positivos de esa dife- mientras que Carolina Tohá pasó a ser vocera de gobierno. De las 17 mujeres
rencia indican que el candidato tuvo mejor rendimiento en mesas de mujeres. electas en 2009, 12 son incumbentes. María Angélica Cristi logró su sexta
Valores negativos indican que el candidato tuvo mejor rendimiento en mesas elección, mientras que Adriana Muñoz consiguió la quinta. María Antonieta
de hombres. Como he señalado, Enríquez-Ominami obtiene mejores resul- Saa, por su parte, también concretó su quinta victoria. Así, de las 76 mujeres
tados en el segmento femenino en todas las regiones, sucediendo lo opuesto en competencia, 17 lograron un escaño, lo que representa el 22% aproxi-
con Frei. Esto da cuenta de la distinta configuración de las bases electorales de madamente en términos de eficiencia (número de electas respecto al total de
ambos candidatos provenientes del mundo concertacionista (Morales, 2010). candidatas), mientras que en hombres el porcentaje subió al 29% (ver Gráfico
Piñera, en tanto, tiene un rendimiento más o menos parejo, pero con predo- 3 y Tabla 4).
minancia del voto femenino tanto en el norte como en el extremo sur. En el Senado, en tanto, el porcentaje de mujeres se incrementó sustanti-
Para la elección de diputados, en tanto, la Concertación recibió un 43,64% vamente. Esto, porque hubo tres mujeres electas que se sumaron a las dos ya
en las mesas de mujeres y un 45,21% en las de hombres. La Alianza tuvo el presentes. Isabel Allende (PS), Lily Pérez (RN) y Ximena Rincón (PDC) son
comportamiento opuesto, alcanzando un 44,38% en las mesas de mujeres y las nuevas integrantes de la cámara alta. Si bien las tres enfrentaron elecciones

212 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 213
competitivas, en el papel la más complicada era Ximena Rincón, considerando Segunda vuelta presidencial, 2010
que enfrentaba a un senador incumbente del PS, Jaime Naranjo. Finalmente, En la segunda vuelta se mantuvo la tendencia del voto femenino. Si bien
lo superó por más de 10 puntos. Allende, en tanto, se impuso con comodidad Piñera logró un mejor desempeño en las mesas de mujeres, la diferencia fue
frente a Antonio Leal (PPD), a quien superó por más de 8 puntos, mientras mínima. Como lo muestra la Tabla 5, Piñera obtuvo un 51,89% en las mesas
que Pérez superó por poco más de 3 puntos a su contendor de la UDI, el ex de mujeres y un 51,27% en las de hombres. Frei, en tanto, logró un 48,1% en
diputado Marcelo Forni (UDI). mujeres y 48,72% en hombres. En esta segunda vuelta también votaron más
mujeres que hombres (3.834.558 mujeres y 3.351.786 hombres). Las mujeres
Gráfico 3
Porcentaje de mujeres en la Cámara de Diputados y en el Senado, 1989-2009
emitieron menos votos válidos en comparación a los hombres (96,56% versus
16
96,66%), anularon más (2,81% versus 2,42%) y emitieron menos votos blan-
15
14
14,2 cos (0,62% versus 0,91%).
12,5 13,1
12
10,8 Tabla 5
10
8 Voto por género presidenciales, segunda vuelta, 2010 (%)
7,5
6 5,8
2,6 5,3 5,3 5,3 Candidato Hombres (%) Mujeres (%) Total (%)
4
2,6 2,6
2 Sebastián Piñera 51,27 51,89 51,60
0 Eduardo Frei 48,72 48,10 48,39
1989 1993 1997 2001 2005 2009
Porcentaje de mujeres en la Cámara Porcentaje de mujeres en el Senado Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl
Fuente: Elaboración propia con datos de www.camara.cl, www.elecciones.gov.cl, www.servel.cl y Ríos, 2006a.

Por región, el voto femenino por Frei superó al de Piñera en cuatro regiones
Tabla 4 (II, III, IV y VII), mientras que en la VIII Región estuvieron prácticamente
Mujeres electas diputadas en 2009
empatados. Sin embargo, en el resto de las regiones el candidato de la Coali-
Diputada Partido Incumbente Distrito
ción por el Cambio se impuso sobre el abanderado oficialista en las mesas de
Marta Isasi Independiente Alianza Sí 2
mujeres. El mayor porcentaje de votos femeninos que obtuvo Piñera fue en la
Adriana Muñoz PPD Sí 9
Andrea Molina Independiente Alianza No 10
Región de Tarapacá (61,09%), mientras que Frei lo obtuvo en la IV Región,
María José Hoffman UDI No 15 de Coquimbo (54,7%).
María Antonieta Saa PPD Sí 17
Karla Rubilar RN Sí 17 Gráfico 4
Cristina Girardi PPD No 18 Voto femenino por región en la segunda vuelta presidencial, 2010 (%)
Claudia Nogueira UDI Sí 19 70
Mónica Zalaquett UDI No 20 60
Marcela Sabat RN No 21 50
María Angélica Cristi UDI Sí 24 40
Ximena Vidal PPD Sí 25 30
Denise Pascal PS Sí 31 20
Alejandra Sepúlveda PRI Sí 34 10
Clemira Pacheco PS Sí 45 0
XV I II III IV V RM VI VII VIII IX XIV X XI XII Total país
Marisol Turres UDI Sí 57
Sebastián Piñera Eduardo Frei
Carolina Goic PDC Sí 60
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y www.servel.cl Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl

214 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 215
Conclusiones Franceschet, Susan. 2006. “El triunfo de Bachelet y el ascenso político de las mujeres”, Nueva
Sociedad 202: 13-22.
En este capítulo se observó la evolución y la tendencia histórica del voto fe-
Gil, Federico. 1969. El sistema político de Chile. Santiago: Editorial Universitaria.
menino en Chile. Se revisaron distintas teorías sobre el comportamiento elec- González, Victoria, y Karen Kampwirth (eds.). 2001. Radical Women in Latin America, Left
toral de las mujeres y se constató que efectivamente, para el caso chileno, los and Right. University Park.: Pennsylvania State University Press.
candidatos de derecha obtienen mejores resultados en las mesas de mujeres. Inglehart, Ronald, y Pippa Norris. 2000. “The Developmental Theory of the Gender Gap:
Women’s and Men’s Voting Behavior in Global Perspective”, International Political Science
La excepción la marca la elección de Bachelet en 2005. Una hipótesis indica Review 21 (4): 441-463.
que esta elección fue más un accidente que un quiebre en la tendencia históri- Inglehart, Ronald, y Pippa Norris. 2003. “The Gender Gap in Voting and Public Opinion”.
ca del voto femenino. La otra hipótesis señala que, si bien Frei no capitalizó el En Rising Tide: Gender Equality and Cultural Change around the World, Ronald Inglehart y
apoyo a Bachelet y tampoco los resultados de su gestión en materia de género, Pippa Norris (eds.). Cambridge: Cambridge University Press.
Kahn, Kim Fridkin. 1994. “Does Gender Make a Difference? An Experimental Examination
el voto femenino siguió siendo concertacionista. Esto, porque las mujeres vo- of Sex Stereotypes and Press Patterns in Statewide Campaigns”, American Journal of Political
taron más por Enríquez-Ominami en comparación con los hombres. Science 38 (1): 162-195.
Por otro lado, llama la atención, con base en las propuestas programáticas Kahn, Kim Fridkin. 1996. The Political Consequences of Being a Woman: How Stereotypes
Influence the Conduct and Consequences of Political Campaign. Nueva York: Columbia
y los resultados de la elección presidencial, que las mujeres hayan votado más
University Press.
por el candidato que presentaba menos medidas dirigidas hacia ellas. Las chi- Kelley, Jonathan, e Ian McAllister. 1984. “Ballot Paper Cues and the Vote in Australia and
lenas votaron menos por Arrate y por Frei aun considerando que estos dos Britain: Alphabetic Voting, Sex, and Title”, The Public Opinion Quarterly 48 (2): 452-466.
candidatos contaban con “propuestas de gobierno que recogen las históricas Kirkwood, Julieta. 1986. Ser política en Chile. Las feministas y los partidos. Santiago: Flacso.
Maza, Erika. 1995. “Catolicismo, anticlericalismo y la extensión del sufragio a la mujer en
demandas del movimiento de mujeres” (Valdés, 2009), como la creación de Chile”, Estudios Públicos 58: 137-197.
una ley marco de derechos sexuales y reproductivos, la corresponsabilidad en Morales, Mauricio. 2008. “La primera mujer presidenta de Chile. ¿Qué explicó el triunfo de
el ámbito doméstico y la promoción del ingreso femenino al mercado laboral. Michelle Bachelet en las elecciones de 2005-2006?”, Latin American Research Review, 43
Esto es más sorprendente en el caso de Frei si consideramos que gran parte de (1): 7-32.
Morales, Mauricio. 2010. “Las bases electorales de los candidatos presidenciales 2009”,
sus propuestas programáticas eran la continuación o el mantenimiento de las Documento de Trabajo, Observatorio Electoral de la Universidad Diego Portales.
políticas y medidas implementadas en el gobierno de Bachelet. Observatorio de Género y Equidad. 2009. Cuadros comparativos programas candidatos
presidenciales 2009. Disponible en www.observatoriogeneroyliderazgo.cl/blog
Observatorio de Género y Equidad. 2009. Brecha de género. Disponible en
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Franceschet, Susan. 2005. Women and Politics in Chile. Lynne Rienner: Boulder.

216 Daniela Oliva Voto femenino en Chile: entre el retorno a la derecha y el amor por un independiente 217
Capítulo 9

Candidatos presidenciales
y parlamentarios independientes,
1989-2009
Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga

Presentación
Este capítulo analiza las candidaturas independientes en elecciones pre-
sidenciales y parlamentarias realizadas en Chile desde 1989 hasta 2009.
Primero, revisamos las razones que explican la existencia de candidatos in-
dependientes y su aceptación por parte de un electorado cada vez menos iden-
tificado con partidos políticos. Después de explicar la institucionalidad que
regula su participación, describimos qué ha pasado con todas las candidaturas
independientes presidenciales y parlamentarias. Argumentamos que la ins-
titucionalidad de las leyes electorales permite, pero no facilita, la existencia
de candidaturas independientes. A su vez, el diseño del sistema de partidos
dificulta su aparición, pero reformas recientes han nivelado la cancha. Final-
mente, el debilitamiento del sistema de partidos y la desafección ciudadana
con los partidos ha beneficiado la aparición de candidaturas independientes y
ha contribuido a su éxito electoral.

Sistema de partidos y sistema electoral


El sistema de partidos influye sobre la presencia de candidatos independien-
tes. Los partidos son mediadores y transmisores de los intereses sociales hacia
las instituciones políticas y el reclutamiento de los futuros líderes (Stokes,
1999; Levitsky y Cameron, 2003). Por otro lado, los partidos políticos otor-
gan información de bajo costo sobre el tipo de gobierno que puede ofrecerles
un candidato (Downs, 1957). En el mejor de los casos, los partidos imponen
disciplina a sus miembros, propiciando eficiencia en el sistema político.
La democratización interna de los partidos contribuye a su buen fun-
cionamiento y vitalidad y subsana la lejanía que éstos a menudo tienen
con los ciudadanos. Así, la democracia interna de los partidos políticos

Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 219


fomentaría gobiernos estables y eficientes, evitando una regresión autori- te desafección de la ciudadanía con los partidos existentes a nivel mundial
taria. Democratizar internamente un partido requiere de cambios proce- (Clarke y Stewart, 1998; Inglehart, 2007; Knutsen, 2007). Un fenómeno
dimentales difíciles. similar ha sido detectado en Chile (Angell, 2003; Siavelis, 2004; Joignant,
Una vía para la democratización de los partidos es adoptar mecanismos de 2007; Morales, Navia et al., 2008; Navia, Briceño Espinoza et al., 2009;
competencia interna, como las primarias (Von Baer, 2006: 3). Las hay directas Segovia, 2009). En la medida en que la gente tiende a identificarse menos
e indirectas, cuando los ciudadanos votan por un delegado que los represen- con los partidos existentes y sus evaluaciones sobre los candidatos, incorpo-
tará, como en elecciones presidenciales en Estados Unidos. También las hay ran atributos personales, aumentando las oportunidades para la aparición
abiertas y cerradas. Las primeras integran participación de todos los ciudada- y éxito de candidatos independientes. Un electorado que está desafecto del
nos en capacidad de votar. En las segundas, sólo participan los militantes del sistema de partidos existente y de los partidos que pueblan el espectro po-
partido. Las primarias promueven efectos positivos como “la introducción de lítico por definición está más abierto a la posibilidad de aceptar y apoyar
ideas nuevas en el foro público, alientan el debate político, aseguran una ma- candidaturas independientes a puestos de elección popular.
yor igualdad entre diferentes ciudadanos” (Boix, 1998: 1). También fomentan De ahí que la posibilidad de que aparezcan candidaturas independientes de
la circulación de las elites y acercan temas de los ciudadanos a las dirigencias los partidos dependa en parte de la legitimidad del sistema de partidos y de su
políticas. Como contraparte, pueden promover división en un partido, pues capacidad para captar y permitir la aparición de desafiantes desde dentro del
la competencia electoral pudiese acrecentar los conflictos internos. Por otro sistema. Pero la presencia de independientes no depende sólo de lo que hagan
lado, el candidato debe atender las demandas de dos electorados distintos los partidos, sino también de la disposición de los electores a apoyar dichas
(presumiblemente con intereses distintos), los militantes y los no militantes, candidaturas.
lo que puede generar tensiones programáticas (Boix, 1998). Finalmente, y Hemos recolectado los resultados de todas las elecciones presidenciales
pese a lo atractivo que suena la democracia interna de los partidos, ésta con- (1989, 1993, 1999, 2005 y 2009) y parlamentarias (1989, 1993, 1997, 2001,
sidera una difícil ecuación, puesto que los “partidos excesivamente democrá- 2005 y 2009) por la unidad electoral respectiva. A nivel presidencial hay un
ticos pueden resultar ingobernables, pero partidos no democráticos afectan la distrito nacional. A nivel parlamentario, hay 9 ó 10 circunscripciones senato-
confianza de los ciudadanos hacia ellos y la calidad del sistema democrático” riales por elección (excepto en 1989, cuando se escogieron senadores en las 19
(Freidenberg, 2006: 3). circunscripciones) y 60 distritos en la Cámara de Diputados. Como muestra
Cuando el sistema de partidos incorpora mayores mecanismos de parti- la Tabla 1, tenemos información de 2.858 candidatos para 857 cargos de elec-
cipación desde abajo hacia arriba, la aparición de candidatos nuevos tiende ción popular desde 1989 hasta 2009. La presentación y análisis de los datos
a producirse al interior de los partidos, no desde fuera. En cambio, cuando se realiza mediante la elaboración de tablas atingentes a cada argumento, las
el sistema de partidos establece barreras de entrada que favorecen liderazgos que integran sumatorias y porcentajes. Analizaremos los efectos del sistema
existentes, aumentan los incentivos para que los desafiantes irrumpan desde electoral, el sistema político y el sistema de partidos.
fuera de los partidos. Las prácticas que facilitan la competencia y la contes-
tación interna en los partidos pueden ser sancionadas institucionalmente o Efectos del sistema electoral
ser adoptadas por los propios partidos. Pero la cultura del sistema de partidos La legislación chilena permite la participación de independientes. Por nor-
influye aun si existen mecanismos institucionales que reducen las barreras de ma constitucional, Chile garantiza la igualdad entre independientes y miem-
entrada para desafiantes. Por eso, en tanto más establecido está el sistema de bros de partidos políticos en la presentación de candidaturas y en su partici-
partidos y más estables son los partidos que lo componen, más improbable es pación en procesos electorales. La Constitución establece barreras de entrada
que emerjan y se consoliden candidaturas independientes. para candidatos independientes. Éstos deben ser patrocinados por al menos
La disposición de los electores a apoyar independientes también influye el 0,5% de los electores que votaron en la elección más reciente en el distrito
sobre la existencia de candidaturas ajenas a los partidos y sobre su efectivi- respectivo (artículo 112). Ya que dichos apoyos deben ser certificados ante
dad. En años recientes, numerosos estudios han dado cuenta de una crecien- notario, hay una barrera de entrada no menor en tiempo y dinero. A partir de

220 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 221
2004, las candidaturas cuentan con financiamiento público. Cada candidato candidatura del aspirante independiente y líder mapuche Aucán Huilcamán
percibe, después de la elección, una cantidad de dinero por voto recibido. Pero fue rechazada por el Servicio Electoral por no cumplir con la cantidad de
ya que los candidatos necesitan dinero para sus campañas, el Servicio Electoral firmas necesarias.
anticipa dinero a los partidos de acuerdo a la votación obtenida en la última La Tabla 2 agrupa los datos por elección. Las candidaturas independientes,
elección equivalente. Para los independientes, el trato es discriminatorio, pues tanto en número como en ganadores, aumentan a medida que disminuye
los anticipos se calculan respecto a la votación que recibió el partido menos el tamaño de la circunscripción electoral. En las 5 elecciones presidenciales
votado en la elección anterior equivalente. ninguno de los 5 candidatos resultó electo. En las senatoriales, hubo 9 candi-
Si bien son marginales en el sistema político nacional, al ser pocos los que datos y sólo uno fue electo. En las elecciones de diputados, hubo 67 aspirantes
compiten y menos los que ganan, los independientes ocasionalmente han independientes, pero sólo 6 lograron el escaño. A medida que aumenta el ta-
podido arrebatarles escaños a los candidatos de los partidos. Los candidatos maño del distrito, la contienda política tiende a encarecerse. Al no contar con
que han competido como independientes en las 17 elecciones celebradas estructura partidista para potenciar sus campañas, ni menos para financiarlas,
entre 1989 y 2009 suman 81 casos. Sólo 7 (1,2%) han logrado algún es- los independientes tendrían menos razones para postular en distritos grandes.
caño, una baja tasa de éxito. El 98,8% de los aspirantes independientes ha Estos dos elementos parecen explicar la relación inversa entre candidaturas
perdido. Por otro lado, como muestra la Tabla 1, los independientes figuran independientes y tamaño de distrito (Zúñiga, 2009).
en todas las elecciones, salvo en la presidencial de 2005. En esa ocasión, la
Tabla 2
Tabla 1 Candidatos independientes y nivel de éxito por tipo de elección
Número de candidatos de partidos e independientes, 1989-2009
Suma total % respecto al total Suma total de % respecto al total
Tipo de elección
Número de Número de Número de Número de % de de candidatos de candidatos independientes de independientes
Tipo de (1989-2009)
Año escaños a candidatos candidatos independientes independientes independientes independientes electos electos
elección
escoger de partidos independientes electos electos Presidencial 5 6,2 0 0,0
1989 Presidencial 1 2 1 0 0,0 Senatorial 9 11,1 1 14,2
1989 Senadores 38 107 3 0 0,0 Parlamentaria 67 82,7 6 85,7
1989 Diputados 120 400 19 1 5,2 Total 81 100,0 7 100,0
1993 Presidencial 1 5 1 0 0,0
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl
1993 Senadores 18 53 2 0 0,0
1993 Diputados 120 380 4 0 0,0 Los incentivos de los sistemas de elección también explican la existencia de
1997 Senadores 20 64 0 0 0,0 candidaturas independientes. La Tabla 2 muestra que en las últimas cinco elec-
1997 Diputados 120 440 2 2 100,0 ciones presidenciales hubo 5 candidaturas independientes, todas frustradas.
1999 Presidente 1 4 2 0 0,0 En 1989, el independiente Francisco Javier Errázuriz (15,4%) fue el candida-
2001 Senadores 18 44 2 0 0,0 to menos votado. En 1993 el independiente José Piñera Echenique, ex UDI,
2001 Diputados 120 365 16 1 6,2 obtuvo el 6,2%. Su votación fue mayor a la obtenida por los tres candidatos
2005 Presidencial 1 4 0 0 0,0 apoyados por partidos sin representación parlamentaria, Manfred Max-Neef,
2005 Senadores 20 65 1 1 100,0 apoyado por ecologistas (5,6%), el sacerdote Eugenio Pizarro, apoyado por el
2005 Diputados 120 378 8 0 0,0 Partido Comunista (4,7%), y Cristián Reitze, de la Alianza Humanista-Verde
2009 Presidencial 1 3 1 0 0,0 (1,2%). En 1999, a los 4 candidatos de partidos –Joaquín Lavín de la Alianza,
2009 Senador 18 52 1 0 0,0 Ricardo Lagos de la Concertación, Gladys Marín del Partido Comunista y
2009 Diputados 120 411 18 2 11,1
Tomás Hirsch del Partido Humanista– se sumaron las candidaturas indepen-
Totales 857 2.777 81 7 8,7
dientes del ex DC Arturo Frei Bolívar (0,3%) y Sara Larraín (0,4%). En 2005
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl no se presentaron candidatos presidenciales independientes. En 2009, Marco

222 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 223
Enríquez-Ominami logró el 20,1%, convirtiéndose en el candidato presiden- del sistema de elección presidencial tienden a mermar la participación inde-
cial independiente más votado desde el retorno de la democracia. pendiente por las altas barreras de entrada y por lo competitivo de la elección
La elección presidencial se realiza mediante un sistema de mayoría absoluta entre la Concertación y la Alianza. Aun así, la exposición mediática y el finan-
con segunda vuelta. Desde 1989, han tendido a ser cada vez más compe- ciamiento para las campañas (desde 2005) crean un escenario atractivo para
titivas. Si los concertacionistas Patricio Aylwin en 1989 y Eduardo Frei en independientes (y otros candidatos sin opciones de ganar).
1993 obtuvieron triunfos seguros, las victorias de Ricardo Lagos en 1999 y
Michelle Bachelet en 2005 precisaron de segunda vuelta. Esta estructura de Tabla 3
Candidaturas presidenciales independientes, 1989-2009
alta competencia crea certidumbre de que el candidato ganador será de la
Concertación o la Alianza. Eso desalienta a los independientes. No obstante, Candidaturas Número de candidatos Número de
independientes % de candidatos independientes candidatos
la elección presidencial igual tiene incentivos para la participación de candi- Año
fallidas (no lograron independientes exitosos independientes
datos con pocas posibilidades de ganar; por ejemplo, “la ley garantiza a todos las firmas) (sí lograron las firmas) electos
los candidatos igual cantidad de tiempo en una franja televisiva gratuita, que 1989 2 3,3 1 0
se transmite todas las noches en el horario de mayor audiencia durante los 1993 0 1,6 1 0
30 días que preceden a la elección” (Engel y Navia, 2006). Además, antes de 1999 0 3,3 2 0
que formalmente inscriban sus candidaturas, los independientes logran cober- 2005 1 0,0 0 0
tura de prensa. Por ejemplo, la frustrada candidatura presidencial de Aucán 2009 1 25,0 1 0
Huilcamán en 2005 le permitió posicionar temas y presentar su agenda en Total 3 21,0 4 0
foros públicos. A su vez, en 2009, Marco Enríquez-Ominani aprovechó la Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl
oportunidad para posicionar sus aspiraciones de candidatura y de hecho logró
suficiente cobertura para darse a conocer y reunir las firmas necesarias para Las elecciones parlamentarias son las menos competitivas en Chile (Engel y
convertirse en candidato oficial. Navia, 2006). Allí, las candidaturas independientes son escasas, especialmente
Ya que deben reunir más de 36 mil firmas ante notario, la barrera de en- en senadores, y raramente exitosas. La Tabla 4 muestra que en 6 elecciones
trada para la elección presidencial es difícil de sortear para los independien- parlamentarias han competido 82 candidatos independientes. En las 6 elec-
tes, como quedó en evidencia con las candidaturas frustradas de Fernando ciones realizadas entre 1989 y 2009, solo 7 independientes han buscado llegar
Monckeberg y Pablo Martínez en 1989 y Huilcamán en 2005. Como muestra al Senado (un independiente por cada 10 elecciones a nivel de circunscrip-
la Tabla 3, más de la mitad de los aspirantes independientes no pudo sortear ción), siendo electo sólo uno (1% del total de senadores). En tanto que para
esta barrera. Al intuir que no lograrán suficientes firmas, algunos indepen- diputados han competido 67 independientes en un total de 720 elecciones
dientes crean o se afilian a partidos instrumentales. En 1989, el independiente distritales (8%), siendo electos sólo 6 (1% del total de diputados).
Errázuriz en la práctica fue apoyado por los partidos regionales Partido Liberal Las elecciones de diputados y senadores se realizan mediante el sistema
de Chile, Democracia Radical, Partido Nacional y Avanzada Nacional. En binominal. El binominal es un sistema proporcional, pero es el menos pro-
1999, el independiente Frei Bolívar fue apoyado por la UCC. En 2009, el porcional de todos, de magnitud de distrito 2. El método consiste en elegir
senador Alejandro Navarro, ex socialista, creó el partido regional Movimiento dos candidatos por circunscripción electoral conjugando dos aspectos, votos
Amplio Social (MAS), que le hubiera permitido ser candidato con un 0,5% personales y votos a la lista. El sistema promueve pactos electorales. Así, re-
de patrocinios en sólo tres regiones contiguas. Similar fue la situación del sultan electos el candidato más votado de la lista más votada y el candidato
senador Adolfo Zaldívar, ex PDC, quien sustentó su candidatura en el Parti- más votado de la segunda lista más votada. Esta estructura de competencia
do Regionalista de los Independientes. Ambos finalmente desistieron de sus hace que sólo baste un tercio más uno de los votos para asegurar un escaño.
candidaturas. Si ignoramos las candidaturas patrocinadas por partidos polí- Otra opción de elección es que una lista doble en cantidad de votos a las otras
ticos regionales, el número de candidaturas presidenciales independientes se listas. Este doblaje permite obtener los dos escaños en competencia. Pero esa
reduciría a las de José Piñera en 1993 y Sara Larraín en 1999. Los incentivos situación es poco frecuente: “En 1989, ocurrió en 11 distritos (18% del total,

224 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 225
todos a favor de la Concertación), y en 1993 nuevamente se produjo en 11 Las singularidades de los incentivos estructurales del sistema binominal ex-
(10 para de la Concertación y uno a favor de la derecha). En 1997, el número plican la escasa y poco exitosa participación independiente en comicios par-
de doblajes se redujo a 10 (nueve y uno). El año 2001, sólo se produjeron lamentarios (Engel y Navia, 2006: 109). Pero los incentivos del binominal
doblajes en cinco distritos (cuatro para la Concertación). Finalmente, en 2005 no explican por qué los independientes prefieren competir en elecciones de
hubo siete (seis para el oficialismo)” (Engel y Navia, 2006: 69). diputados más que de senadores. La explicación puede estar en el tamaño de
Esta estructura de incentivos induce a que la competencia sea entre los distrito. Los distritos de diputados y circunscripciones senatoriales tienen su
candidatos de un mismo pacto y no entre pactos. Ya que la posibilidad de génesis en la Constitución de 1980 y en reformas previas a la transición a la
doblaje es escasa, es frecuente que las listas de ambos pactos sean formadas por democracia. Su diseño buscó favorecer a los partidos afines a la dictadura (Na-
un candidato fuerte en el distrito y otro débil (destinado a perder), así ambas via y Rojas, 2005). El tamaño de las circunscripciones senatoriales es mayor
colectividades se aseguran uno de los escaños en competencia. Otra forma de en número de votantes que los distritos de diputados. Por ello, si un indepen-
obviar la competencia es presentando sólo un candidato en la lista. diente quiere competir, por ejemplo, en la primera circunscripción senatorial
En elecciones parlamentarias, los independientes no pueden formar lis- (compuesta por las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá), la unidad
tas, por lo que deben competir individualmente contra la suma de votos de donde más independientes han competido (Jorge Soria Quiroga y Fernando
las otras listas. Así, para ser electo como independiente, se debe captar una Dougnac en 1989 y María Ines Macchiavello en 2001), necesita alrededor
cantidad de votos tal que supere individualmente a todos los candidatos en de 772 firmas patrocinadoras. Pero si desea competir como diputado en el
competencia y a las listas de estos (sumatoria de los candidatos de la lista) o distrito 1 (compuesto por las comunas de Arica, Camarones, General Lagos
bien ser el segundo más votado. Por eso, la estructura de competencia creada y Putre), donde por cierto más independientes han aspirado a ser diputados
por el binominal perjudica las candidaturas independientes. Por otro lado, (8 en 5 elecciones), necesitaría 356 patrocinantes, 415 firmas menos que para
lo poco competitiva de estas elecciones crea certidumbre sobre los resultados candidato a senador.
desalienta la participación. Como hemos visto, ha habido independientes en todo tipo de elecciones.
Además de las leyes que existen para que haya candidatos independientes, el
Tabla 4
Candidaturas parlamentarias independientes, 1989-2005 sistema de partidos ha sido tolerante con aquellos que han participado fuera
de un pacto partidista. Si bien no cuentan con apoyo masivo, el número de
Número de Número de % candidatos
Año Elección candidatos
% de candidatos
independientes independientes candidaturas independientes no ha decaído en el tiempo. Hubo candidatos
independientes
independientes electos electos independientes en 4 de las 5 elecciones presidenciales celebradas hasta hoy.
1989 Senadores 3 2,7 0 0,0 Si bien tener el apoyo de un partido político aumenta las posibilidades de
1989 Diputados 19 4,5 1 0,5 ser electo, esto no ha afectado la participación, al menos, de los candidatos
1993 Senadores 2 3,6 0 0,0 independientes.
1993 Diputados 4 0,2 0 0,0 En las elecciones parlamentarias participan menos independientes. En tér-
1997 Senadores 0 0,0 0 0,0 minos de efectividad electoral, y para graficarlo mejor, sólo 6 candidatos a
1997 Diputados 2 0,4 2 100,0 diputado han sido electos y sólo un candidato senador ha sido electo en los
2001 Senadores 2 4,3 0 0,0 últimos 20 años. Los incentivos del sistema binominal, que permite la confor-
2001 Diputados 16 4,1 1 6,0 mación de dos mayorías afectando negativamente en la conformación de mi-
2005 Senadores 1 1,5 1 100,0 norías (Fuentes y Ríos 2007), desfavorecen las candidaturas independientes,
2005 Diputados 8 2,0 0 0,0 ya que la competitividad por el sistema de lista impide una candidatura fuera
2009 Senadores 1 0,2 0 0,0 de las dos grandes coaliciones. Si bien los independientes proporcionalmente
2009 Diputados 18 2,2 2 8,0 no representan un número significativo del total de candidaturas, sí han au-
Total 57 2,4 7 9,0 mentado acorde al aumento del resto de los candidatos en los partidos políti-
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl cos. Sin embargo, la efectividad electoral de los independientes o la capacidad

226 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 227
que tienen para lograr escaños sigue siendo menor a la de un candidato que mente para aquellos que, no alcanzando el 5% de los sufragios en la elección
corre bajo el alero de su partido. de diputados, logran al menos 4 diputados), 19.806 (que modificó la forma
Finalmente, el sistema electoral permite las candidaturas independientes. que inscribir candidaturas) y 19.884 (que estableció límites y formas de finan-
Si bien cuentan con barreras de entradas, en especial el requisito del 0,5% de ciamiento de las campañas).
apoyos, éstas han permitido su participación de facto en todas las elecciones. De estas reformas, las únicas a las que pudiésemos atribuir un impacto so-
En tal caso, sí se puede afirmar que el diseño institucional del sistema electo- bre las candidaturas independientes son las leyes 18.799 y 19.884. La reforma
ral es conducente a la existencia de candidaturas independientes, mas no las número 18.799 se aprobó en 1989 y posibilitó la formación de alianzas entre
alienta. Por otro lado, su participación también pareciera estar mediada por partidos, pero excluyendo a candidatos independientes. A los independientes
las particularidades del sistema de elección. El sistema binominal claramente les es vedado pactar con partidos, salvo que se vinculen a uno como candi-
las desalienta. Lo mismo ocurre cuando los distritos son de mayor tamaño datos independientes apoyados por un partido. Por su antigüedad, esa ley
(por ejemplo en el Senado). La imposibilidad de competir en listas también (18.799) podría considerarse un atributo natural de la ley de partidos políti-
dificulta las candidaturas independientes. cos (ley 18.603), pues todas las elecciones en democracia se han desarrollado
regidas por esa reforma legal. Sin embargo, últimamente, en 2004, la modifi-
Efectos del sistema de partidos cación efectuada por la ley 19.884 allanó el terreno a favor de los candidatos
Los intentos por regular el sistema de partidos políticos son antiguos. En independientes, los que ahora cuentan con financiamiento estatal.
1958, una ley incorporó el requisito de al menos tres mil firmas patrocinantes También, lo estable de la legislación sobre partidos políticos podría incen-
para su constitución. También reconoció a los partidos entonces existentes, tivar la aparición de candidaturas independientes. Desde el retorno de la de-
monopolizando la representación política de los ciudadanos. La ley sufrió mo- mocracia, la ley no ha sufrido reformas tendientes a democratizar el funcio-
dificaciones en 1967, cuando se aumentó el número de firmas necesarias a namiento interno de los partidos. Los partidos, mediante la legislación actual,
diez mil electores. Ese año además se propuso un protocolo para los partidos pueden seguir manteniendo la opacidad en la forma en que seleccionan a sus
y se estableció el requisito de llevar un registro electoral. También se les otorgó candidatos. Esto pudiera incentivar a algunos candidatos sin chance de dispu-
personalidad jurídica. Durante la dictadura militar, la situación de los parti- tar elecciones a abandonar sus partidos.
dos cambió radicalmente. El gobierno confiscó sus bienes y los disolvió. Esa Por otro lado, la limitada evolución en la institucionalidad del sistema de
proscripción se mantuvo hasta 1987, cuando se promulgó la ley de partidos partidos ha producido algunos incentivos para que los aspirantes a puestos
políticos (ley 18.603). Aunque la Constitución de 1980, en su artículo 19, de elección popular se presenten como independientes. La nivelación de la
número 15, reconoce la existencia de los partidos políticos, éstos no pudieron cancha a favor de los independientes por el efecto de la ley 19.884 sobre el
constituirse hasta que se aprobara la nueva ley de partidos políticos, situación financiamiento de campaña ciertamente ha mejorado marginalmente la posi-
que ocurrió en 1987 (García, 2006). Ya que esta legislación no monopoliza la ción de los independientes. Ya que reunir las firmas necesarias para patrocinar
representación ciudadana en los partidos, proporciona un terreno fértil para una candidatura independiente conlleva un alto costo económico, tal barrera
la aparición de candidaturas independientes. de entrada discrimina a las personas de bajos ingresos, “si bien la necesidad
La institucionalidad del sistema de partidos ha sido estable desde el re- de establecer un número mínimo de firmas evita que compitan demasiados
torno de la democracia. Las principales reformas han sido las leyes 18.799 aspirantes; esta barrera debiera discriminar el grado de apoyo, no la capacidad
(que permitió formar coaliciones electorales multipartidistas), 18.825 (que para pagar a un notario por cada una” (Engel y Navia, 2006). Este requisito
estableció el pluralismo político), 18.905 (que prohíbe el uso de elementos de postulación independiente se ha mantenido invariable desde el retorno a la
como nombre, lema o símbolos de partidos políticos en cuerpos intermedios democracia, aunque ha habido voces que abogan por una reforma.
de la sociedad, restringiendo el accionar de los partidos), 18.963 (que regula El financiamiento siempre ha sido un problema para los independientes.
procedimientos para plebiscitos y elecciones de presidente y parlamentarios), En 2004, una reforma legal tendió a reducir la desnivelación de la cancha,
19.527 (que introdujo excepciones a la disolución de un partido, específica- favoreciendo a los independientes. La ley 19.884, sobre transparencia y con-

228 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 229
trol de gasto electoral, puesta en funcionamiento antes de las municipales de Como muestra la Tabla 5, existen 14 partidos legalmente constituidos.
ese año, determinó los límites al gasto y las formas de financiamiento de las Así, la tolerancia del sistema legal a un alto número de partidos políticos ha
campañas políticas. Las formas posibles de financiamiento de campañas son el ampliado la oferta partidista que los candidatos tienen a su alcance para su
subsidio estatal y aporte privado. La ley señala que “tratándose de candidatos filiación o apoyo, con lo que aumenta también la posibilidad de que alguno
independientes, se prorrateará entre todos ellos un monto similar al que le de esos partidos pudiese representar a independientes. Esta relativa facilidad
corresponda al partido que hubiere obtenido en esa elección el menor número para constituir partidos tiene efectos también sobre los votantes, pues al haber
de votos” (ley 19.884). Esta ley genera una mayor igualdad de oportunidades una mayor diversidad de partidos, existe más oportunidad de identificarse
entre los candidatos” (Fuentes y Villar, 2005), al disminuir las barreras de con alguno de ellos. Ambas dinámicas desincentivan el surgimiento de can-
entrada para los independientes. didaturas al margen de los partidos. Así también, estos incentivos permiten
Al contrario de leyes anteriores, la ley de partidos políticos de 1987 no que la creación de un partido sea, en algunas ocasiones, más económica en
monopoliza la representación ciudadana en los partidos. De hecho, admite barreras de entrada y menos apresurada en términos de límites de tiempo que
la participación política de independientes. La ley de partidos políticos es- levantar una candidatura independiente. Además, la creación de un partido,
tablece que para inscribir un partido se debe contar con 100 organizadores, aun en los casos donde es más costosa que levantar una candidatura indepen-
que deben estar inscritos en los registros electorales y no militar en ningún diente –como en elecciones parlamentarias y municipales– mejora aspectos de
partido vigente o en formación. También han de tener el 0,5% de apoyos de la competencia política y permite aumentar la competitividad del candidato
ciudadanos que hayan votado en la última elección de diputados, al menos cuando la elección es por medio de pactos electorales.
en cada una de las 3 regiones contiguas en la que se está constituyendo o en 8 La afiliación y la desafiliación a un partido político, normadas por la ley
regiones del país. Cumplido esta condición, el partido político tiene existencia de partidos políticos, representan gestiones sin costos y de fácil tramitación.
legal y está en condiciones de disputar elecciones. A su vez, un partido puede Puede afiliarse a un partido toda persona inscrita en los registros electorales, a
ser disuelto o caducado por diferentes motivos, como la voluntad de sus mi- excepción de las personas vinculadas a las fuerzas armadas, a la seguridad pú-
litantes, a proposición del concejo general, por fusionarse con otro partido, blica, al Servicio Electoral, al Tribunal Calificador de Elecciones, al poder ju-
por no alcanzar el 5% de los sufragios en 3 regiones contiguas o en 8 regiones dicial y del ministerio público. La desafiliación a un partido se puede realizar
según sea el caso, por no haber conformado sus órganos internos dentro del en cualquier momento, sin expresión de causa. La renuncia debe efectuarse
plazo fijado por ley, por ser declarado inconstitucional o por realizar activida- ante el presidente del partido o ante el Servicio Electoral.
des reñidas con la ley. Aun cuando los partidos políticos generalmente seleccionan candidatos en-
Los requerimientos de la ley de partidos han provocado un efecto similar tre sus militantes, personas sin militancia pueden ser candidatos de un partido
tanto en la formación como en la extinción de partidos políticos. Desde 1989 o de una coalición de partidos. Con el consentimiento de ambas partes, las
han desaparecido 8 partidos políticos por diversas razones, siendo la más co- candidaturas independientes pueden ser apoyadas por uno o más partidos.
mún la imposibilidad de reunir el 0,5% de votos en la elección de diputados.1 El requisito de conseguir el apoyo de 0,5% de quienes hayan sufragado en la
También, como muestra la Tabla 5, desde 2006 se han formado 7 partidos última elección no aplica a los independientes apoyados por un partido. Ya
nuevos. La legislación sobre partidos políticos no imposibilita en demasía su que es factible (y simple) que un independiente se vincule a un partido para
constitución. Más bien la barrera a superar está en ser competitivo en eleccio- competir sin la necesidad de militancia previa, es otro rasgo de la legislación
nes parlamentarias. Ese cometido, por los incentivos de sistema binominal, se de partidos políticos que contribuye a desincentivar el surgimiento de candi-
torna difícil para los partidos pequeños al margen de las dos coaliciones que daturas independientes. Lo fácil que resulta desvincularse y vincularse a un
dominan el sistema de partidos. partido genera incentivos contrapuestos.
Por un lado, puede acrecentar la desafiliación de los militantes y candida-
tos estimulando su independencia. Los ejemplos son numerosos. En 1993, el
1 Alianza Nacional de los Independientes, Avanzada Nacional, Democracia Radical, Partido Alianza de
Centro, Partido Amplio de Izquierda Socialista, Partido Radical, Partido de Acción Regionalista y Unión diputado DC Eduardo Cerda compitió como candidato a senador indepen-
de Centro Centro Progresista. diente. Similar fue el caso de Samuel Venegas, diputado ex DC que postuló

230 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 231
Tabla 5 con la estructura partidista. La facilidad con que los militantes, aun cuando
Número de partidos que participan en elecciones en Chile y año de creación
ocupan escaños, pueden desvincularse de los partidos políticos es uno de los
Número de pocos rasgos de la legislación chilena que facilita la irrupción de candidaturas
Año Elección Partidos nuevos inscritos ese año
partidos políticos independientes.
1988
Partido Demócrata Cristiano, Partido Por la Democracia, Por otro lado, la escasa burocracia en los trámites de filiación a los partidos
Renovación Nacional
políticos ha estimulado la vinculación de independientes a partidos, tenien-
1989 Diputados 13 Unión Demócrata Independiente,
do un efecto reductor en candidaturas independientes. Así, y a pesar de lo
Partido Socialista, Partido Comunista
desprestigiado que están los partidos, los independientes han comprendido
1992 Municipal 12
que vincularse a partidos les otorga ventajas. La evidencia para elecciones
1993 Diputados 13
1993 Presidencial 5
parlamentarias es decidora. La Tabla 6 muestra el número de candidatos in-
1994 Partido Radical Social Demócrata
dependientes y el número de independientes electos junto con el número y
1996 Municipal 10
porcentaje de ellos que se han afiliado a partidos en todas las elecciones parla-
1997 Diputados 10
mentarias desde 1989. En elecciones parlamentarias, el 80% de quienes han
1999 Presidencial 4
resultado electos como independientes se ha integrado con posterioridad a un
2000 Municipal 10
partido político.
2001 Diputados 9
Si analizamos a los independientes (ganadores o no) en las parlamentarias,
2004 Alcaldes 9
como también muestra la Tabla 6, vemos que un 47%, que en su mayoría son
2004 Concejales 10
perdedores, ingresaron a partidos políticos y compitieron apoyados por ellos
2005 Presidencial 4 en una siguiente elección. Así, para la parlamentaria de 1989, de los 3 can-
2006 Partido Humanista, Partido Regional de los Independientes, didatos independientes al Senado, sólo uno figura como candidato de algún
Movimiento Amplio Social, Partido Ecologista, Fuerza País, partido en una elección posterior. En el caso de diputados, de los 19 aspirantes
2008 Alcaldes 10
Izquierda Cristiana, Chile Primero independientes, 13 fueron después candidatos por algún partido (68%). En
2008 Concejales 12 1993, ningún independiente resultó electo. De los 2 aspirantes independien-
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl y www.servel.cl tes al Senado, uno fue después candidato de un partido. En el caso de los 4
candidatos independientes a diputados en 1993, 2 fueron candidatos de un
como independiente en 1997. En 2001, los independientes Orlando Baesler partido con posterioridad. En 1997 no existieron candidaturas independien-
(aspirante al Senado) y Marina Prochelle (a la cámara baja) habían sido ex tes al Senado. De los 2 candidatos independientes a diputados, uno fue can-
militantes y candidatos de Renovación Nacional. En la misma elección, los didato exitoso posteriormente por un partido. En 2001, los 2 independientes
independientes Nicolás García Moreno y Gustavo Ramírez Vergara eran ex aspirantes al Senado se incorporaron, después, a un partido. En diputados, de
militantes comunista y DC, respectivamente. En la parlamentaria 2005, los los 16 candidatos independientes, sólo 6 (37%) fueron luego candidatos por
ex DC René Bobadilla y Sergio Velasco y el ex RN Nino Baltolu buscaron sin un partido. Finalmente, en la parlamentaria de 2005, el único independiente
éxito un escaño como independientes. al Senado, Carlos Bianchi, ganó y se mantuvo como independiente. De los 8
En otros casos, algunos militantes abandonan al partido mientras ejercen aspirantes independientes a diputados, 4 (todos perdedores) ingresaron des-
sus cargos. Los casos más conocidos son los de los diputados Álvaro Escobar pués a un partido.
(ex PPD) y Marco Enríquez-Ominami (ex PS) y los senadores Adolfo Zaldí- Así como es común la integración de independientes ganadores a partidos
var (ex DC) y Alejandro Navarro (ex PS) antes de las presidenciales de 2009. políticos, también es frecuente, aunque en menor número, que los indepen-
Pero la migración de candidatos de los partidos políticos puede explicarse por dientes sean ex militantes de partidos políticos (Zúñiga, 2009). El hecho de
la ausencia de mecanismos de competencia interna en la selección de can- que los partidos políticos capturen más candidatos independientes ganadores
didatos más que por la facilidad que la ley entrega o el hastío del candidato no debería sorprender, ya que al ganar obtienen puestos de poder que com-

232 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 233
Tabla 6 política que, al no contar con el patrocinio de ningún partido, optan por
Candidaturas independientes y candidatos independientes electos que adhieren a partido
competir en solitario. Cuando son independientes ganadores (sobre todo al
políticos en elecciones parlamentarias en Chile, 1989-2005
Parlamento) se adhieren a partidos políticos. Esta capacidad de los partidos
Independientes % de Independientes
% de
independientes
políticos chilenos junto con la naturaleza afín a los partidos que muestran los
Candidatos adheridos a independientes Candidatos electos
electos candidatos independientes es un rasgo que también desalienta la participación
Año Elección independientes partidos adheridos a independientes adheridos
después de la partidos electos a partidos
adheridos
independiente. De ahí que en Chile los partidos políticos sean el camino ha-
a partidos
elección políticos políticos
políticos bitual de la representación política.
1989 Senadores 3 1 33,3 0 0 0,0
1989 Diputados 19 13 68,4 1 1 100,0 Competencia al interior de partidos
1993 Senadores 2 1 50,0 0 0 0,0 Aun cuando son de las instituciones menos prestigiadas del sistema polí-
1993 Diputados 4 2 50,0 0 0 0,0 tico, los partidos continúan siendo organizaciones codiciadas por los candi-
1997 Senadores 0 0 0,0 0 0 0,0 datos. Entonces, ¿por qué los candidatos abandonan el confort de un partido
1997 Diputados 2 1 50,0 2 2 100,0 para competir en solitario? La respuesta, al margen de las exploradas aquí en
2001 Senadores 2 2 100,0 0 0 0,0 relación al sistema electoral y el sistema político, puede estar en la organiza-
2001 Diputados 16 6 37,5 1 1 100,0 ción interna de los partidos políticos.
2005 Senadores 1 0 0,0 1 0 0,0 La ley de partidos políticos establece que “la organización y el funciona-
2005 Diputados 8 4 50,0 0 0 0,0 miento de cada partido político está regida por sus propios estatutos” (artí-
Total 57 30 52,2 5 4 80,0 culo 22), pero éstos a lo menos deben conformar una “Directiva Central, un
Fuente: Elaboración propia con datos de www.elecciones.gov.cl Consejo General, Consejos Regionales y un Tribunal Supremo” (artículo 23),
órganos que deben garantizar una cierta democracia al interior de los partidos,
parten con los partidos a los que se integran. Así también, que los partidos se trasparentando su organización interna. Pero “un halo de misterio envuelve
interesen más por los independientes ganadores se explica en el hecho que el la forma en que los partidos se organizan y gobiernan a sí mismos” (Engel y
Parlamento está prácticamente dividido de forma igual entre Alianza y Con- Navia, 2006: 116). Así, los partidos políticos mantienen reglas poco claras y
certación. Los votos de quienes no forman parte de dichos bloques, como diligencias que concentran el poder de decisión, asimetría en la toma de de-
los independientes, inclina la balanza. El argumento también puede ser al cisiones, entre dirigentes y militantes, que se hace más patente si se analiza la
revés, esto es, que los independientes, por los estímulos del sistema electoral forma en que los partidos seleccionan a sus candidatos, los que en su mayoría
(en especial el binominal), busquen a los partidos. Indiferente de la dirección son elegidos mediante métodos poco participativos, en instancias en que las
causal, esa facilidad con la que los independientes ganadores se vinculan a cúpulas de los partidos ostentan la mayor parte del poder decisorio.
partidos políticos es un rasgo del sistema de partidos que también desalienta Las dirigencias de los partidos poseen mayor poder de decisión sobre quié-
el surgimiento y la supervivencia de candidaturas independientes. nes serán los candidatos que los militantes o adherentes del partido. Esto ero-
El que los candidatos outsiders se vinculen constantemente a partidos po- siona la imagen pública de los partidos y genera tensiones en los militantes
líticos nos dice dos cosas. Por un lado, muestra la capacidad de los partidos con pretensiones electorales no considerados para disputar elecciones. Así,
políticos de reclutar candidatos en apariencia antiestablishment, instituciona- al no contar con los contactos o la influencia necesaria para consolidar sus
lizando la representación política. Por otro, nos plantea dudas sobre la natu- pretensiones políticas, estos aspirantes ven pospuestas o imposibilitadas sus
raleza de las candidaturas independientes, las que no surgirían por un repu- opciones. También, la opacidad en la toma de decisiones ha tendido a generar
dio a la actividad política partidista (Zúñiga, 2009), sino más bien como un “fuertes barreras de entrada para candidatos desafiantes, porque las cúpulas
resultado de diferencias contingentes (como sería el proceso de selección de partidarias les dan la primera prioridad a los que ya ocupan el cargo. En este
candidatos). O bien, serían candidatos deseosos de integrarse a la actividad sentido, el sistema de selección de candidatos frena sana competencia. Ade-

234 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 235
más, impide la renovación de la elite gobernante, favoreciendo el enquista- partido –a favor de quienes repostulan o de quienes son más cercanos a las di-
miento en el poder” (Von Baer, 2006: 11). Estos rasgos de los partidos parecen rigencias– a migrar del partido, constituyendo, en algunos casos, candidaturas
estar estimulando la migración de candidatos que, al no tener la posibilidad de independientes.
diputar cargos de elección al interior de las estructuras partidistas, optan por La legislación en torno a los partidos ha contribuido a institucionalizar la
buscar esos cargos de forma independiente. contienda política a través de los partidos políticos, desincentivando las candi-
Los partidos concertacionistas han experimentado exitosamente con la rea- daturas independientes. Primero, por lo relativamente simple que resulta crear
lización de primarias, una de las formas más comunes de introducir com- nuevos partidos. Segundo, porque el gran número de partidos políticos en
petencia y participación a los partidos. Para las elecciones presidenciales de competencia asegura una oferta amplia que los potenciales candidatos tienen
1993, 1999 y 2005 la selección del candidato presidencial pasó por la inaugu- para canalizar sus aspiraciones aumentando la posibilidad de identificación
ración de mecanismos de primarias, las que, aunque imperfectas, transparen- partidaria, atributo que también sería extensible a los electores, ya que vin-
taron la selección del candidato, dejando el poder decisorio en los militantes cularse a algún partido político representa una diligencia sin costo y de fácil
y ciudadanos. Sin embargo, en la primaria realizada por la Concertación en tramitación, y además que los independientes puedan afiliarse a partidos sin
2009, el mecanismo fue más excluyente. La competencia se limitó a las regio- la necesidad de militancia previa, también merma la proliferación de candida-
nes de O’Higgins y Maule e incluyó sólo a dos candidatos, en perjuicio de turas independientes.
otros interesados en participar. Dado esto, los únicos nombres que figuraron El hecho de que sea fácil vincularse y desvincularse de un partido genera
en la papeleta fueron los del PDC Eduardo Frei y el PRSD José Antonio Gó- incentivos contrapuestos. Por un lado, facilita la migración de candidatos de
mez. Esta primaria poco competitiva y excluyente dio la victoria al candidato los partidos, facilitando la presentación de candidaturas independientes. Por
PDC, pero tensionó a la Concertación y terminó produciendo más costos que otro, facilita la captura de los partidos de los candidatos independientes. Esto
beneficios para la coalición. es beneficioso para el sistema político, pues los outsiders siguen el camino
La exclusión de otros candidatos interesados en competir, como el diputado institucional del ejercicio de la política, y también para los candidatos, que,
Marco Enríquez-Ominami, motivó su retiro del Partido Socialista y su pos- al contar con el apoyo de un partido político, tienen más posibilidades de ser
terior candidatura independiente. Si la Concertación hubiese realizado una electos. Si competir al alero de un partido da ventajas, elegir bien el partido al
primaria incluyente y competitiva, permitiendo la participación de Enríquez- que afiliarse puede acrecentar estas ventajas, pues hay partidos que entregan
Ominami y de otros interesados, Enríquez no hubiera abandonado su partido una mejor base para competir.
o, por lo menos, no hubiese tenido la excusa para hacerlo. También la incorporación de candidatos independientes a partidos políti-
Este rasgo centralista y poco participativo en la selección de candidatos, que cos parece estar influida por el sistema electoral. Por ejemplo, los incentivos
incentiva la presentación de candidaturas independientes, parece exacerbarse son mayores cuando la elección es por medio de listas y en las presidenciales
o disminuirse según diferentes estímulos de los sistemas electorales. Por ejem- (que tiene una barrera de entrada alta para los independientes), pero no rige
plo, por su estructura “es claro que el binominal permite que sean las propias para elecciones de alcaldes. En general, la vinculación de independientes a los
coaliciones las que determinan los nombres de quienes ocuparan los escaños” partidos políticos funciona como un sano “contrapeso a los mecanismos de
(Engel y Navia, 2006: 70). También, el hecho de que el uso de primarias se decisión de los partidos en la selección de sus candidatos, el que en Chile suele
haya limitado sólo a elecciones presidenciales, en el caso de la Concertación, realizarse de forma central y vertical” (Zúñiga, 2009: 49)
tiene que ver con que “en el sistema político chileno usar la primera vuelta Finalmente, el mantenimiento de partidos oligárquicos, donde escasea la
como mecanismo para elegir al candidato de la coalición reduce indudable- transparencia y la participación respecto a la selección de candidatos, incenti-
mente las posibilidades de triunfo presidencial” (Auth, 2005: 15). Así, a pe- va a los candidatos a migrar de ellos, aumentando el universo de candidaturas
sar de la realización de primarias en la Concertación, el que éstas sean poco independientes. “En esencia, mientras más competencia y transparencia exista
participativas solamente contribuye a mantener la actual estructura central en dentro de los partidos, mayor será la calidad de los militantes que ocupen
la selección de candidatos, lo que alienta a los candidatos postergados por el cargos dentro de los mismos; si esto no sucede, se salen del partido” (Engel y

236 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 237
Navia, 2006: 104), engrosando el número de candaditos independientes. Por una crisis de legitimidad y los chilenos están cada vez más desafectados de los
lo anterior, y salvo por lo fácil que resulta renunciar a un partido, el diseño partidos, los independientes no han mejorado sustancialmente su presencia en
institucional del sistema de partidos chileno no incentiva la aparición de can- puestos de elección popular. De hecho, como muestra la Tabla 2 (al comienzo
didaturas independientes. de este artículo), los independientes sólo han ocupado el 1,3% de los pues-
La existencia y mantención de barreras de entrada para las candidaturas tos de elección popular. Su mejor desempeño se ha dado en elecciones para
independientes se justifican en la necesidad de que la democracia se sustente alcaldes, realizadas en forma separada de las contiendas para concejales desde
en partidos (Lipset, 2000). Al competir con las estructuras formales de repre- 2004. En los otros puestos de elección popular, los candidatos de partidos
sentación, los independientes crean problemas a los partidos y las democracias siguen dominando ampliamente.
representativas en general, donde los partidos cumplen la principal función Aunque no es un fenómeno exclusivo, la crisis de los partidos políticos se
de mediadores y transmisores de los intereses sociales hacia las instituciones ha sentido con fuerza en Chile desde el retorno de la democracia en 1990.
políticas. Así también no son pocos los estudios que asocian el surgimiento de Como muestra la serie histórica de las encuestas CEP y el Gráfico 1, desde
candidaturas independientes con crisis en los partidos y con legitimidad del 1989 hasta 2009, los partidos políticos han disminuido consistentemente su
sistema político (Cotler, 1995; Boudon, 1998; Lazarte, 1998; Rivas, 2002; adhesión. La literatura señala que son los jóvenes los más desafectados con
Rojas, 2005; Mora, 2006). la política (Aravena, Aldunate et al., 2005). Sin embargo, en Chile pareciera
ser que este perfil se acopla a toda la población (Schuster, 2009). Otras razo-
Efectos del sistema político y preferencias electorales nes que se han esgrimido para entender la desafección de los chilenos con la
Como ya discutimos, desde la vuelta a la democracia, el marco legal ha política son de variada índole, como el supuesto descontento con el régimen
permitido la participación de candidaturas presidenciales independientes. Por imperante (Joignant y Menéndez-Carrión, 1999), el voto protesta (Huneeus,
los incentivos del sistema electoral y por la fuerza que tradicionalmente han 1998), la apatía o bien el hecho de no sentirse representados por los políticos
tenido los partidos políticos en Chile, el sistema político ha resultado toleran- (Huneeus, 1998: 5).
te con las candidaturas independientes, aunque los partidos también han sido Comparativamente con sus vecinos de América Latina, Chile presenta ba-
capaces de cooptar a muchos candidatos independientes incorporándolos a jos índices de identificación partidaria, compartiendo los últimos lugares jun-
sus filas a través de candidaturas patrocinadas por los partidos en las listas de to a Perú, Ecuador y Guatemala. La confianza hacia los partidos políticos en
las coaliciones. A nivel presidencial, los candidatos independientes también Chile se sitúa en el 20% (Latinobarómetro, 2008). Si bien esta situación no es
han logrado convertirse en parte de la norma. Sólo en las presidenciales de tan compleja en Chile como en países vecinos donde la confianza en los parti-
2005 no hubo candidatos presidenciales independientes. Entonces, la frus-
trada candidatura de Aucán Huilcamán, líder mapuche, hizo visibles las ba- Gráfico 1
rreras de entrada que existen para los candidatos independientes. En 2009, el No identificación con partidos y coaliciones, 1989-2009 (%)
candidato independiente Marco Enríquez-Ominami logró alrededor del 20% 60

de los votos en la primera vuelta, un porcentaje histórico que da cuenta de lo 50


tolerante del votante chileno con las candidaturas independientes. El sistema 40
político permite, en la medida de lo estipulado en la ley, candidaturas inde- 30
pendientes en elecciones presidenciales, diputados, senadores y municipales,
20
y el sistema político ha sido tolerante con las candidaturas independientes.
Sin embargo, los candidatos independientes no han demostrado ser muy 10

exitosos en un escenario en el que, en vista de los datos que analizamos a 0

mar 99
mar 89
ago 89
ene 90
jun 90
nov 90
abr 91
sep 91
feb 92
jul 92
dic 92
may 93
oct 93
mar 94
ago 94
ene 95
jun 95
nov 95
abr 96
sep 96
feb 97
jul 97
dic 97
may 98
oct 98

ago 99
ene 00
jun 00
nov 00
abr 01
sep 01
feb 02
jul 02
dic 02
may 03
oct 03
mar 04
ago 04
ene 05
jun 05
nov 05
abr 06
sep 06
feb 07
jul 07
dic 07
may 08
oct 08
mar 09
ago 09
continuación, deberían tener mejores resultados. El número de candidaturas
independientes se mantiene estable en el tiempo y también su tasa de éxito. No se identifica con ningún partido No se identifica con ninguna coalición

Pese a que, como mostraremos ahora, los partidos políticos chilenos sufren Fuente: Elaboración propia con datos de www.cepchile.cl

238 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 239
dos es mínima, tampoco es posible asegurar que los partidos políticos chilenos Gráfico 3
Percepción sobre la importancia de los partidos para la democracia (%)
gozan de una confianza digna de una democracia más avanzada. La encuesta
LAPOP también muestra a Chile entre los países con más bajo porcentaje de 90
80
adhesión a partidos. De hecho, sólo un 21,4% señala simpatía por algún par- 70
tido. El Gráfico 2 presenta una gráfica comparativa con los países de la región. 60
50
Gráfico 2 40
30
Adhesión a partidos políticos en América Latina, 2008 (%) 20
10
0
República Dominicana 70,3

Perú
Uruguay
Venezuela
Costa Rica

Rep. Dominicacna
Argentina
Honduyras
El Salvador
Nicaragua
Paraguay
Chile
México
Panamá
Bolivia

Brasil
Ecuador
Colombia

Guatemala
Latinoamérica
Paraguay 59,0
Jamaica 58,5
Uruguay 50,4
Honduras 48,7
El Salvador 40,9
Nicaragua 40,3
Venezuela 32,6
Sin partidos no puede haber democracia
México 32,2
Fuente: Latinobarómetro 2009.
Panamá 32,1
Costa Rica 30,3
Colombia 29,2
del sistema electoral ya discutidos, en el relativamente bajo nivel de éxito de
Bolivia 29,0
Haití 28,8 las candidaturas independientes.
Brasil 25,2 La falta de legitimidad del sistema de partidos podría considerarse una bue-
Argentina 24,8
na noticia para quienes quieren ser candidatos independientes. Cuando la
Chile 21,4
Perú 19,2
adhesión a los partidos políticos es baja, es más fácil que una persona que no
Ecuador 18,9 se identifique con un partido vote por un independiente. Pero en tanto los
Guatemala 15,9 electores sigan valorando a los partidos como esenciales para la democracia,
0 20 40 60 80 los independientes no recibirán automáticamente los votos de las personas
Simpatiza con algún partido político que están descontentas con los partidos existentes. Peor aun, incluso habiendo
95% I. C. (corregido por efecto de diseño) un escenario negativo para los partidos en términos de apoyo ciudadano, el
sistema de elección puede afectar el éxito de una candidatura independiente.
C. I.: intervalo de confianza.
Fuente: Barómetro de las América por LAPOP. La necesidad de redes, financiamiento y bases de apoyo que tienen los partidos
políticos genera problemas logísticos y barreras de entrada a los candidatos
Pero si bien muestran una baja adhesión partidaria, los chilenos presentan independientes. Si bien hay una crisis de legitimidad de los partidos y la gente
niveles más altos de valoración del rol de los partidos en democracia. En el siente cada vez menos adhesión hacia ellos, los chilenos siguen considerando
informe Latinobarómetro de 2009 (ver Gráfico 3), un 57% de los chilenos a los partidos como esenciales para la democracia y, consecuentemente, han
señaló su acuerdo con la frase “sin partidos no hay democracia”. El promedio resistido a volcar su apoyo hacia candidaturas independientes.
para América Latina fue de 60%. Si bien 9 países mostraron niveles superiores
a Chile, otros 8 países presentaron menor adhesión con ese postulado. Así, Conclusiones
mientras Chile presenta niveles de adhesión partidario más bajo que el pro- Hemos visto que las candidaturas independientes han sido parte central
medio de América Latina, la valoración del sistema de partidos sigue siendo del proceso político y electoral chileno. Si bien el sistema electoral tiende a
relativamente alta. Eso pudiera estar incidiendo, además de en los incentivos castigar las candidaturas independientes, el hecho de que la institucionalidad

240 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 241
permita, y que desde una perspectiva facilite la presencia de candidaturas in- Lazarte, Jorge. 1998. “Partidos políticos, problemas de representatividad y nuevos retos de la
democracia: una reflexión con referencia empírica a la situación en Bolivia”. En Partidos
dependientes, refleja la dualidad de nuestro sistema. Por un lado, la legislación
políticos y representación en América Latina. Thomas Mans y Moira Zuazo (eds.). La Paz:
parece promoverlas –o al menos permitirlas– y el sistema de partidos parece Fez-Ildis.
convivir con ellas. Por otro, los incentivos del sistema electoral dificultan el Levitsky, Steve, y Maxwell Cameron. 2003. “Democracy without Parties? Political Parties and
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de elecciones pasadas– demuestra que, si bien los candidatos independientes Mora, Vinicio. 2006. “Ruptura del monopolio de los partidos políticos en la postulación de
juegan un rol importante en el proceso electoral, ocupan un papel menos re- candidatos a cargos municipales de elección popular”, Revista Derecho Electoral 2.
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242 Patricio Navia / Martín Schuster / Javier Zúñiga Candidatos presidenciales y parlamentarios independientes, 1989-2009 243
Capítulo 10

Los partidos no,


pero los candidatos sí
Fernando Rubilar

Presentación
La identificación partidaria ha caído sistemáticamente en casi todos los paí-
ses de América Latina. Chile no ha sido la excepción y resulta llamativo que
esta baja se produzca en uno de los sistemas de partidos más institucionaliza-
dos del continente (Mainwaring y Scully, 1995). Esta tendencia también se
observó en los países europeos. La mejora en las condiciones de vida fue de
la mano con el distanciamiento de los partidos (Dader, 1990; Putnam, 1995;
Swanson y Mancini, 1996; Dalton, 2000). Esto ha llevado a que los ciudada-
nos sustenten su opción política principalmente en la imagen de los candida-
tos (Schwartzenberg, 1978; Plasser y Plasser, 2002). Por lo tanto, es razonable
pensar en un electorado alejado de los partidos pero con una opción al mo-
mento de sufragar. En este trabajo evalúo las predisposiciones de los ciudada-
nos desafectos para votar en las presidenciales 2009 y sostengo que, a pesar de
la pérdida de lazos partidarios, estos desafectos sí se inclinan por alguno de los
candidatos. Parte de la teoría señala precisamente que el distanciamiento con
los partidos convive con fuertes lazos personalistas entre los candidatos y los
electores. De una política centrada en partidos se ha transitado a una política
centrada en candidatos.
En este artículo muestro que no hay diferencias por edad considerando
a desafectos que votan. Suele pensarse que los jóvenes tienen mayores nive-
les de desafección (Dalton et al. 1984; Dalton, 2000; Dalton y Wattenberg,
2000; Dalton y Weldon, 2007; Torcal, 2001) y que, por tanto, estarían más
expuestos a una política centrada en candidatos. Mi análisis no respalda esta
hipótesis, señalando que los jóvenes se comportan de manera similar al resto
de la población. Este grupo (desafectos jóvenes que votan) tampoco prefiere a
Enríquez-Ominami en comparación a los otros grupos etarios, lo que no deja
de sorprender dado que el candidato independiente abogó por la renovación
y el ingreso masivo de los jóvenes a la política.

Los partidos no, pero los candidatos sí 245


El trabajo se divide en tres partes. La primera desarrolla las principales teo- La evidencia teórica
rías de la desafección partidaria discutidas tanto para el caso europeo como Para este trabajo se entenderá por desafección, siguiendo a Torcal (2001:
norteamericano, al igual que las respuestas surgidas desde América Latina. La 5), un “sentimiento subjetivo de ineficacia, cinismo y falta de confianza en el
segunda parte analiza el caso chileno en términos descriptivos, considerando proceso político, políticos e instituciones democráticas que generan distancia-
los factores más relevantes que explican la desafección. Finalmente, se evalúan miento y alineación”. Este concepto está en concordancia con el de dealign-
algunas variables que puedan explicar al grupo de desafectos predispuestos a ment, el que se entiende como la falta de identificación y adhesión psicológica
votar por alguno de los candidatos. entre los ciudadanos y los partidos (Dalton, 2000; Micic, 2009).
A pesar de que existe un amplio número de estudios sobre la crisis de la De acuerdo a algunos autores, la desafección no siempre se relaciona con
política y de la desafección partidaria, la mayoría se ha enfocado en los casos bajos niveles en la calidad de la democracia, así como tampoco por una falta
europeo y norteamericano (Dalton et al., 1984; Dalton, 2000; Putnam, 1995; de legitimidad de ésta (Montero et al., 1998; Dalton, 2000). A pesar de que la
Pharr y Putnam, 2000). Los primeros trabajos, que surgen en la década del identificación con los partidos políticos ha caído sustancialmente en los países
70, dan cuenta de una creciente fatiga de los partidos políticos en las demo- europeos, los niveles de calidad democrática se han mantenido altos (Eckstein,
cracias avanzadas. Por ejemplo, Wattenberg (1999) señala que entre 1964 y 1991; Schmitt y Holmberg, 1995; Torcal, 2001). Esto se debe, según Nazzari
1972 el porcentaje de personas que se identificaba con un partido político en (2007) a que, independiente del déficit institucional, la democracia sigue siendo
Estados Unidos descendió de un 77% a un 64%. mejor que otras formas de gobierno, por lo que resulta difícil que los ciudadanos
Durante la década de los 80 surgen diversos estudios que muestran un leve le resten legitimidad. A su vez, se ha destacado la relación entre altos niveles de
optimismo en la sociedad europea frente a la confianza institucional (Fuchs, institucionalización del sistema de partidos y mayor calidad de la democracia
1995; Listhaug y Wiber, 1995; Topf, 1995). No obstante, la adhesión partida- (Mainwaring y Torcal, 2005). En América Latina, por ejemplo, Chile y Uru-
ria sigue en descenso (Schmitt y Holmberg, 1995; Norris, 2000). Esto da pie guay han sido clasificados como los países que presentan los sistemas de par-
para que en los 90 reaparezca la idea de una crisis generalizada de la política tidos más institucionalizados de América Latina (Mainwaring y Scully, 1995;
(Pharr y Putnam, 2000; Norris, 2000). Los partidos son, nuevamente, una de Mainwaring y Torcal, 2005; Payne et al., 2006). Sin embargo, Chile tiene uno
las instituciones más afectadas (Eckstein, 1991; Nye et al., 1997). A su vez, la de los porcentajes más bajos de adhesión partidaria según el estudio LAPOP
democratización de los países poscomunistas y la restauración de las democra- 2008. Apenas el 21,4% de los encuestados chilenos adhiere a algún partido polí-
cias en América Latina y Asia vino a complejizar este escenario, reafirmando tico, ubicándose en los últimos lugares junto a países como Perú y Ecuador. Por
la idea de que la desafección política y partidaria corresponden a un fenómeno otra parte, Uruguay se ubica en los primeros puestos a nivel latinoamericano,
de carácter global (Dalton y Wattenberg, 2000; Pharr y Putnam, 2000; Dal- con un 50,4% de adhesión partidaria.
ton y Weldon, 2007). Como se mencionó, la mayoría de los estudios sobre la desafección política
Por otra parte, la discusión sobre la crisis de representación en América provienen de los casos europeo y norteamericano. Estos trabajos están centra-
Latina fue menos protagónica que el debate sobre las ventajas y desventajas de dos en tres enfoques: 1) enfoque de las transformaciones sociales, 2) enfoque
los presidencialismos como factores explicativos de las inestabilidades demo- institucional y 3) enfoque coyuntural.
cráticas en la región (Godoy et al., 1992; Shugart y Carey, 1992; Linz, 1994; El primer grupo señala que las transformaciones sociales y económicas ocu-
Mainwaring, 1993). Sin embargo, Mainwaring, Pizarro y Bejarano (2006) rridas en las décadas del 80 y principios del 90 han traído un cambio de valo-
subrayan que el problema de representación que enfrentan los países de Amé- res. Se habría transitado del materialismo al postmaterialismo, generando un
rica Latina se explica, también, por la percepción de ineficacia del estado para enorme distanciamiento y resquebrajamiento de los lazos partidistas (Dalton
suministrar los bienes públicos y resolver los problemas propios de la ciu- et al., 1984; Inglehart, 1991; Paramio, 1998 y 2003; Inglehart, 1991; Brussi-
dadanía. Al igual que Hagopian (2005), indican que este dealineamiento se no y Rabbia, 2007; Dalton y Weldon, 2007). De esta forma, la disminución
refleja en un aumento de la abstención y una caída de la identificación con los del partidismo como valor central en las sociedades avanzadas se ha dado prin-
partidos (Morales y Rubilar, 2010). cipalmente en los grupos de jóvenes (Dalton y Weldon, 2007). Del mismo

246 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 247
modo, el creciente desarrollo de los medios de comunicación en su rol de arti- En América Latina los niveles de desafección son mayores que en Europa
culadores de la información política hacia los ciudadanos ha desplazado a los (Torcal, 2001; Sánchez, 2003; Dalton y Weldon, 2007). Se ha enfatizado que
partidos políticos (Putnam, 1995; Newton, 1999; Paramio, 2003; Dalton y estas nuevas democracias tienen un pasado político “tumultuoso de inestabi-
Weldon, 2007). Igualmente, la proliferación de organizaciones civiles, ONG lidad, manipulación, corrupción y discurso reiterado contra las instituciones
o grupos de interés, han reducido la capacidad de reclutamiento que tienen de representación política” (Torcal, 2000: 2). La estrategia de descrédito y
los partidos (Verge Mestre, 2004; Dalton, 2006). deslegitimización de los partidos políticos que se llevó durante las épocas au-
Con base en lo anterior, se ha subrayado que los jóvenes son los más toritarias explicaría la erosión de los vínculos entre los individuos y los parti-
desafectos con la política (Dalton y Weldon, 2007), mostrándose cada vez dos (Vázquez, 2002: 2; Torcal, 2001; Dalton y Weldon, 2007). En esta misma
menos identificados con los partidos o con algunas ideologías. Si bien esta línea, Dalton y Weldon (2007: 4) argumentan que, debido a los quiebres de-
hipótesis se sostiene para el caso europeo, no se aplica en el contexto chileno mocráticos que cortaron las experiencias electorales y la socialización partida-
(Rubilar, 2009). De hecho, tanto jóvenes como no jóvenes presentan nive- ria de padre a hijo, las nuevas democracias no han alcanzado una posición es-
les similares de identificación partidaria o ideológica. No obstante, esto no table de partidismo como sí lo han hecho la mayoría de las viejas democracias.
contradice la idea de que los jóvenes sean el grupo que menos se inscribe en
los registros electorales. Los medios de comunicación y el creciente personalismo
El segundo enfoque señala que la tesis de las transformaciones sociales es in- El proceso de desafección y malestar con la política se ha relacionado cons-
suficiente para explicar la desafección partidaria, ya que ésta se produce funda- tantemente con los medios de comunicación (Putnam, 1995; Sartori, 1998;
mentalmente por la escasa capacidad de los partidos para mostrar diferencias Huneeus, 1999). No obstante, tal como sostiene Paramio (2003), la afección
entre sí (Mair, 1993; Schmitt y Holmberg, 1995). Así, Según Mair (1993), o desafección no pasa por éstos. Es decir, si bien los mass media tienen un rol
los cambios ocurridos en las estructuras organizativas y estrategias partidarias importante en generar opiniones, no son capaces de transformar las creencias
serían los desencadenantes de la erosión de los vínculos entre las personas y y actitudes (Paramio, 2003).
los partidos. Los ciudadanos perciben a los partidos como maquinarias de Un aspecto recurrente en la literatura es el personalismo como elemento,
poder, con alto grado de similitud entre ellas y distanciados de los intereses o factor, de desafección partidaria. Aunque el personalismo no es nuevo en
reales de los electores (Paramio, 1992; Schmitt y Holmberg, 1995; Carey y la política, con la llegada de los medios de comunicación masivos se ha acen-
Reynolds, 2007; Karp y Banducci, 2007; LaPalombara, 2007). Por esta razón, tuado sustancialmente (Gómez et al., 2006). Un amplio grupo de trabajos
el escaso grado de polarización y conflicto ideológico de los partidos políticos concuerdan en que los medios de comunicación han contribuido a la hiper-
explicaría significativamente los problemas de desafección partidaria (Schmitt personalización de la actividad política (Dader, 1990; Putnam, 1995; Sartori,
y Holmberg, 1995). 1998), teniendo como consecuencia un desplazamiento de la centralidad de
El tercer enfoque explica el problema de la desafección desde los factores los partidos políticos hacia la imagen del líder o candidato. Es decir, los me-
coyunturales (Holmberg, 2007). La desafección partidaria se asociaría con dios de comunicación priorizan las características particulares del candidato o
una mala imagen de los ciudadanos respecto a la acción de los gobiernos (Nye líder político por sobre las ideas de los partidos (Schwartzenberg, 1978). De
et al., 1997). Los casos de corrupción e ineficiencia estatal son buenos ejem- esta forma, los individuos votan a favor o en contra de una persona en lugar
plos (González, 2003). A estas se suman las percepciones económicas y el de un partido o programa (Manin, 1998; García, 2003).
desempeño de los gobiernos en materia de inflación, desempleo y crecimiento No obstante, los mismos partidos políticos han optado por explotar la ima-
(Pharr y Putnam, 2000; Kinder y Kiewiet, 1981; Linde y Eckman, 2003). gen de los candidatos con el fin de llegar a un electorado más amplio (Man-
Estos factores explicarían el creciente personalismo en las campañas políticas. cini, 1999; LaPalombara, 2007). Por ejemplo, en los periodos electorales, és-
Los candidatos prefieren explotar sus atributos en lugar de ligarse a institu- tos centran las campañas en los atributos personales del candidato (Mancini,
ciones (partidos) de baja credibilidad ciudadana (Swanson y Mancini, 1996; 1999; Wattenberg, 1991). Paralelamente, las antiguas estrategias de moviliza-
Dalton, 2000) ción pasan a cumplir un rol segundario.

248 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 249
La desafección partidaria en Chile desajuste entre desafección partidaria y predisposición a votar. Es decir, des-
Con el retorno a la democracia se desarrolló fuertemente la idea de que afectos que votan.
en Chile se estaba viviendo un proceso de reencantamiento con la política El 65,2% de quienes no se identifican con un partido político señala que
(Barros et al., 1988; Toro, 2008), subrayándose la importancia de las insti- votaría por alguno de los candidatos a la presidencia, mientras que sólo el
tuciones como ejes fundamentales del desarrollo democrático. En especial, 34,8% sostiene que no votaría (ver Tabla 1, que sólo considera inscritos).
se destacó la preeminencia que deberían tener los partidos como agentes en Como es de esperar, el 91,5% de los encuestados que se identifica con algún
el proceso de reconstrucción (Garretón, 1987; Barros et al., 1988). Esto se partido afirma que votaría por uno de los candidatos y el 8,5% restante dice
ve apoyado por el bajo nivel de volatilidad y los altos porcentajes de identifi- lo contrario. Se podría suponer que el factor Enríquez-Ominami influye en
cación partidaria registrados en las primeras mediciones de CEP. Por todo lo la motivación de los desafectos para votar. No obstante, al analizar la inten-
que estaba en juego en los primeros años después del plebiscito, la tesis de las ción de voto de los “ninguno” por candidato, sólo el 24,3% de los desafectos
desafección política no tenía mayor asidero (Toro, 2008). habría votado por Marco Enríquez-Ominami, mientras que el 46,3% lo
Sin embargo, los magros resultados de la Concertación y la oposición en habría hecho por Sebastián Piñera y el 26,4% por Eduardo Frei, dos de los
las parlamentarias de 1997 dieron cuenta de un malestar ciudadano con el candidatos apoyados por partidos políticos (ver Tabla 2). Incluso, al advertir
sistema de partidos. En estas elecciones hubo un 13,5% de votos nulos y la intención de voto de los desafectos jóvenes, la mayoría (52,4%) votaría
4,24% de votos blancos, a lo que se sumaron altas tasas de abstención y de no por Sebastián Piñera, mientras que el 33,3% lo habría hecho por Enríquez-
inscripción en los registros electorales (Huneeus, 1999; Altman, 2006). Estos Ominami.
resultados vinieron acompañados de una serie de libros y publicaciones aca- Aunque existe una baja identificación con los partidos, los datos sugieren
démicas que constataron el malestar generalizado de la sociedad chilena con que la crítica de los chilenos apunta más a la oferta partidaria que a los par-
la política y con los propios partidos (Moulián, 1997; Jocelyn-Holt, 1998; tidos como instituciones. Es decir, a las personas no les interesa identificarse
Huneeus, 1999). Esta situación de malestar empeoró para las elecciones de con ellos, pero asumen que éstos son fundamentales e imprescindibles para el
2001 y 2005 con altas tasas de abstención (Cantillana, 2009) y creciente dea- buen funcionamiento de la democracia. De hecho, como lo muestra el estudio
lignment partidario (Toro, 2008). LAPOP 2008, el país evidencia un amplio rechazo a la afirmación de “pue-
La desafección ha aumentado consistentemente. Como muestra la encuesta de haber democracia sin partidos”. En este sentido, Alcántara y Freidenberg
ICSO-UDP 2009, aproximadamente el 63% de los encuestados no se iden- (2003: 14) señalan que, a pesar de que existe un alejamiento generalizado de
tifica con algún partido político, algo que también se replica en la identifica- la sociedad con los partidos, los electores han continuado reconociendo a éstos
ción por coalición y, en menor medida, con la escala política. El 55% de los como referentes. Por lo tanto, los partidos políticos seguirán siendo indispen-
encuestados no se identifica con un partido político y tampoco lo hace con sables para el funcionamiento del sistema político democrático (Lipset, 2000).
una coalición. Asimismo, alrededor del 86% de quienes no se identifican con Para puntualizar mi análisis segmenté los datos en cuatro grupos: desafectos
algún partido político tampoco lo hacen con una coalición. Con respecto a que votan, desafectos que no votan, identificados que votan e identificados
la escala política, el 70,1% de los encuestados que no se identifica con algún que no votan (ver Tabla 3). Si bien comparo los cuatro tomando algunas
partido político sostiene no identificarse en el eje izquierda-derecha.
Tabla 1
Desafectos e identificados inscritos que votarían o no por algún candidato (%)
Los partidos no, pero los candidatos sí
Si bien en el último tiempo han surgido trabajos que intentan conocer y Votaría No votaría Total
caracterizar la desafección partidaria en Chile (Morales et al., 2008; Micic, Identificado 91,5 8,5 100
2009; Morales y Rubilar, 2010), éstos no han estimado la predisposición a Desafecto 65,2 34,8 100
votar de los desafectos. Considerando la coyuntura electoral presidencial que Total 76,0 24,0 100
se vivió en 2009, es relevante conocer si en Chile nos encontramos ante un Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.

250 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 251
Tabla 2 prometen un cambio y renovación en la política. De hecho, Sebastián Piñera y
Intención de voto por candidato considerando a desafectos que votarían
Marco Enríquez-Ominami, dos de los candidatos que basaron gran parte de
Candidato Porcentaje su campaña en estos aspectos, son los que tienen mayor apoyo en los jóvenes.
Jorge Arrate 2,8% En cuanto a zona geográfica, hay una mayor predisposición a votar entre
Marco Enríquez-Ominami 24,3% los desafectos de Santiago que entre los de regiones. Efectivamente, el 41,7%
Eduardo Frei 26,4% de los habitantes de Santiago no se identifica con algún partido político pero
Alejandro Navarro 0,3% sí votaría por uno de los candidatos, mientras que en los de regiones sólo el
Sebastián Piñera 46,3% 36,5% se ubica en este grupo.
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009. Por educación, los grupos desafectos de los niveles menos educados están
más dispuestos a votar por alguno de los candidatos. De la categoría sin es-
variables socioeconómicas y políticas discutidas en la literatura, el análisis se tudios y educación básica, el 45,2% es desafecto que vota. Asimismo, en la
enfocará en el grupo de los desafectos que votan. categoría educación básica y media incompleta, los desafectos que votan re-
Con respecto al género, se observa que el 42% de las mujeres no se iden- presentan un 46,9% y un 45,5%, respectivamente. En tanto, la gente con
tifica con los partidos políticos, pero sí apoya a alguno de los candidatos. mayor nivel educacional se ubica menos en el grupo de desafectos que votan.
Por su parte, el 35% de los hombres señala no apoyar a algún partido pero Por ejemplo, de los individuos con educación media completa, el 39,6% se-
sí a uno de los candidatos. El hecho de que las mujeres muestren una mayor ñala no identificarse con los partidos políticos pero sí votar por un candidato,
predisposición a votar por algún candidato, a pesar de no identificarse con mientras que sólo el 25% de los de la categoría técnico-universitaria incom-
los partidos políticos, se debe a que tendrían un mayor interés en participar pleta es desafecto que vota.
electoralmente que los hombres, tal como lo sostiene Cantillana (2009) para Finalmente, al evaluar por escala política los resultados que se observan
explicar la abstención electoral en Chile. son los esperados. O sea, la mayoría de los que prefieren la opción “ninguno”
Aunque se ha señalado que las personas de los niveles económicos bajos en escala política se posiciona en el grupo de desafectos que votan. Esto nos
son quienes más se abstienen de votar, ya que sus problemas personales les grafica que existe una alta consistencia de aquellos que no se identifican ni
importan más que los del país (Downs, 2001), los datos muestran lo contra- con partidos ni con escala, pero sí están predispuestos a votar por uno de los
rio. De hecho, los encuestados de los estratos D y E son quienes mayormente candidatos. Incluso, este cuadro de desafección y voto se da a nivel de coali-
no se identifican con los partidos políticos, pero sí votarían por uno de los ción. Al realizar una tabla de contingencia que no se muestra acá, el 58,5% de
candidatos. Ello se puede explicar por la modalidad de las campañas que se quienes no se identifican con alguna coalición política tampoco lo hace con
despliegan antes de las elecciones, donde el núcleo de los discursos y prácticas los partidos, pero sí votarían por algún candidato.
de los candidatos apelan explícitamente a los sectores socioeconómicos bajos. Utilizando variables de corto plazo, son aquellos que tienen percepciones
Según edad, la mayoría de los encuestados entre 46 y 60 años están predis- económicas negativas quienes más se sitúan en el grupo de desafectos que
puestos a votar por un candidato, incluso al no identificarse con algún partido votan. Por ejemplo, el 42,6% de los encuestados que sostienen que la actual
político. Este grupo es parte de la generación del plebiscito que, probable- situación económica del país es “mala” son desafectos que votan (ver Tabla 4).
mente, se inscribió para votar en 1988 y posteriormente se ha visto obligada Del mismo modo, el 41% de los que opinan que la actual situación del país
a seguir votando. Por lo tanto, si bien no se sienten representados por nin- es “regular” se ubica en este grupo. En cambio, el 47% de quienes señalan que
gún partido y tampoco por las coaliciones, sí tienen una opción para el año la actual situación económica del país es “buena” se posiciona en el grupo de
2009. En el caso de los jóvenes, aunque el 59,7% se ubica en la categoría de identificados que votan, mientras que sólo el 30,4% de éstos declara no iden-
identificados que votan, un sustantivo 31,9% corresponde a desafectos que tificarse con algún partido político pero sí votar. Algo similar sucede cuando
sí votarían. Esto se puede entender, principalmente, porque los jóvenes que se consulta sobre la situación económica personal futura. Quienes más se po-
están inscritos y desencantados con los partidos apoyan a los candidatos que sicionan en la categoría de desafectos que votan son aquellos que creen que su

252 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 253
situación futura será “peor” y en menor medida los que creen que será “igual”, Tabla 3
Desafectos e identificados que votan y no votan por algún candidato según variables
con un 40,4% y un 38,6% respectivamente. Por otra parte, los más optimistas
socioeconómicas y políticas (%)
tienden a ubicarse principalmente en la categoría de identificados que votan.
Al analizar cuestiones de carácter político, se observa que el 42% de los Desafecto Desafecto que Identificado Identificado
Total
que vota no vota que vota que no vota
encuestados que desaprueban la gestión de la presidenta son desafectos que
Sexo
votan, mientras que sólo el 38% de los que aprueban se ubica en esta catego-
Hombres 35,0 18,4 43,4 3,2 100
ría. Al ver por aprobación al gobierno no se dan mayores diferencias, ya que el
Mujeres 42,0 22,6 31,6 3,8 100
38,5% de quienes aprueban la gestión del gobierno son desafectos que votan
Nivel socioeconómico
y el 38,2% de quienes desaprueban la gestión gubernamental se ubica en
ABC1 28,7 21,3 45,7 4,3 100
este grupo. Por otra parte, la mayor parte de quienes creen que la corrupción
C2 35,8 18,2 41,7 4,3 100
se ha mantenido igual en el país, o sea el 42%, se posiciona en el grupo de
C3 35,9 23,0 37,8 3,3 100
desafectos que votan. En menor medida lo hacen quienes señalan que aquélla
D 43,7 19,6 33,2 3,5 100
ha aumentado, con un 38,1%, mientras que más abajo se encuentran los que
E 46,1 23,6 30,3 0,0 100
opinan que ha disminuido, con un 33,3%. Edad
Finalmente, un aspecto relevante es conocer la exposición a los medios que 18-29 31,9 06,9 59,7 1,4 100
tienen los encuestados, en especial a la televisión. De acuerdo a esto, no se 30-45 36,7 18,7 41,0 3,7 100
perciben mayores diferencias entre quienes están frecuentemente expuestos a 46-60 41,2 23,5 31,1 4,2 100
la televisión y aquellos que lo hacen “a veces”, considerando la desafección y 61 y más 40,5 24,4 32,2 2,9 100
predisposición a votar por un candidato. Así, un 39% de los que ven “frecuen- Zona
temente” televisión no se identifica con los partidos políticos pero sí está pre- Santiago 41,7 24,0 31,5 2,8 100
dispuesto a votar por alguno de los candidatos. En tanto, el 37,8% de quienes Regiones 36,5 18,2 41,5 3,8 100
ven “a veces” televisión son desafectos que votan, mientras que el 35,4% de Educación
los que “nunca” están expuestos lo son. Entonces, se puede establecer que, al Sin educación + básica
45,2 24,2 29,0 1,6 100
menos a nivel descriptivo, los desafectos más expuestos a los medios de co- incompleta
municación tienen mayor predisposición a votar. En este sentido, los medios Básica completa 46,9 19,5 31,0 2,7 100
serían una plataforma más relevante que los propios partidos para establecer Media incompleta 45,5 22,2 28,3 4,0 100
un contacto directo entre candidato y electorado (García, 2003). De hecho, Media completa 39,6 18,2 40,4 1,8 100
el 71% de los desafectos que votan se han informado preferentemente a través Técnico-universitaria
25,0 16,2 50,0 8,8 100
incompleta
de la televisión sobre los candidatos.
Técnico-universitaria
En términos generales, los datos descriptivos nos muestran que existe un completa
31,5 21,6 42,2 4,7 100
amplio porcentaje de desafectos que sí votaría por alguno de los candidatos; Escala política
además, nos permiten caracterizar algunos aspectos de este grupo de desafec- Derecha 29,4 3,2 66,7 0,8 100
tos que votan. De acuerdo a los datos, las mujeres desafectas estarían más Centro 35,9 8,2 50,6 5,3 100
predispuestas a votar que los hombres. Esto se puede entender porque las Izquierda 18,0 5,5 69,0 7,5 100
mujeres siempre han manifestado menores tasas de abstención que los varo- Ninguno 55,9 39,0 3,8 1,3 100
nes (Cantillana, 2009). Igualmente, los encuestados desafectos de los estratos
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.
más bajos son quienes tienen mayor predisposición a votar por un candidato,
así como también los menos educados. Esto se explicaría, al menos, por la

254 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 255
Tabla 4 Los datos descriptivos también nos muestran que las personas desafectas
Desafectos e identificados que votan y no votan por algún candidato según variables
que tienen percepciones económicas negativas son quienes más votarían por
socioeconómicas y políticas (%)
alguno de los candidatos. Por lo tanto, se deja entrever que, a pesar de tener
Desafecto Desafecto que Identificado Identificado
Total una postura pesimista con respecto a cuestiones económicas, los encuestados
que vota no vota que vota que no vota
siguen manifestando una clara opción electoral. Este punto también se obser-
Situación económica actual país
va en las evaluaciones políticas, ya que aquellos desafectos que desaprueban
Mala 42,6 25,0 29,0 3,4 100
la gestión de la presidenta son quienes más votarían por algún candidato. Por
Regular 41,0 19,3 36,1 3,6 100
último, no se observan mayores diferencias entre los que más se exponen a la
Buena 30,4 19,8 47,0 2,8 100
televisión y los que no, algo que ya nos adelanta el escaso impacto que tienen
Situación económica personal futura
los medios en las predisposiciones y actitudes de los individuos, aunque sean
Peor 40,4 26,9 28,8 3,8 100
la plataforma más relevante para el acceso a la información.
Igual 38,6 25,2 32,4 3,7 100
Mejor 37,0 16,0 44,1 2,8 100
Para el análisis inferencial utilizo modelos de regresión logit. Se busca pre-
Aprobación a la presidenta
decir el comportamiento de la variable dependiente desafectos que sí votarían
Aprueba 38,0 18,9 39,3 3,8 100
por uno de los candidatos considerando algunas de las variables discutidas en
Desaprueba 42,0 20,5 36,4 1,1 100
la literatura y, por cierto, que se han analizado descriptivamente. Cabe men-
Aprobación al gobierno
cionar que los modelos se construyeron con base en la encuesta ICSO-UDP
Aprueba 38,5 17,5 40,1 3,9 100
2009 y que los resultados se trabajan con la premisa ceteris paribus, vale decir,
Desaprueba 38,2 21,2 38,2 2,4 100
manteniendo el resto de las variables constantes. Además, se debe precisar que
Percepción de corrupción en el país
sólo se trabaja con el grupo de inscritos.
Ha aumentado 38,1 20,4 39,0 2,4 100
La Tabla 5 muestra los principales hallazgos. Éstos coinciden con algunos
Se ha mantenido 42,0 14,8 38,8 4,4 100 apuntes del análisis descriptivo. Como se observa, en los cinco modelos el
Ha disminuido 33,3 19,4 45,8 1,4 100 nivel socioeconómico y la escala política son las variables que tienen un peso
Exposición a la TV determinante en los desafectos que sí votarían. Es decir que, a menores in-
Frecuentemente 39,0 18,5 39,0 3,4 100 gresos, mayor es la probabilidad de que los desafectos tengan predisposición
A veces 37,8 28,3 31,5 2,4 100 a votar por alguno de los candidatos, manteniendo constantes las demás
Nunca 35,4 27,7 32,3 4,6 100 variables.
Para escala política se puede sostener que es más probable que los desafectos
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009.
que sí votarían por uno de los candidatos no se identifiquen con alguna ten-
dencia política. No obstante, esta relación puede ser endógena. O sea, podría
lógica del despliegue de las campañas políticas en periodos electorales, donde ser que la no identificación con la escala política explique a los desafectos que
se interpela constantemente a los sectores más pobres y menos educados de sí votan y/o que la desafección con el eje izquierda-derecha explique a los
la población. Por edad, destaca que tanto jóvenes como adultos desafectos desafectos predispuestos a votar por uno de los candidatos. De todas maneras,
muestren niveles similares en la predisposición a votar, a pesar de que en la estos resultados complementan la tesis de autores como Schmitt y Holmberg
literatura se sugiera que los jóvenes son quienes menos se identifican con los (1995) y Luna (2008) con respecto a que la desafección con la escala política
partidos políticos (Dalton, 2000; Dalton y Weldon, 2007; Torcal, 2001) e, está fundamentalmente ligada con la desafección partidaria.
incluso, los más expuestos a la política centrada en los candidatos. Asimismo, El resto de las variables no son estadísticamente significativas. Sin embar-
los datos descriptivos muestran que la desafección partidaria y predisposición go, resulta llamativo que los datos confirmen que la edad no es un predictor
a votar se da también en un alto porcentaje de desafectos por coalición y robusto de los desafectos predispuestos a votar. En este sentido, los jóvenes
escala política. desafectos se comportan de manera similar que el resto de la población y no

256 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 257
Tabla 5 predisposición a votar de los desafectos. Algo similar ocurre con las percepciones
Modelos de regresión logit (la variable dependiente comprende a los desafectos
económicas, ya que, al menos para estos modelos, no tienen un peso significa-
inscritos que sí votarían por uno de los candidatos)
tivo en la desafección y predisposición a votar por alguno de los candidatos. De
Modelo 1 Modelo 2 Modelo 3 Modelo 4 Modelo 5 esta forma, la votación de los desafectos no se explica por las evaluaciones que
Sexo -0,130 -0,184 -0,131 -0,190 -0,046 los electores tienen con respecto al rumbo de la economía, ya sea a nivel per-
(1=hombre, 2=mujer) (0,149) (0,151) (0,149) (0,151) (0,159) sonal como de país. Esto contradice algunos de los argumentos del enfoque de
0,002 0,004 0,002 0,004 0,003
Edad la elección racional que sostienen que las evaluaciones de corto plazo, como las
(0,005) (0,005) (0,005) (0,005) (0,005)
percepciones del rumbo de la economía, impactan en la predisposición a votar.
0,138 0,193 0,138 0,198 0,146
NSE (1=ABC1, 5=E) La exposición a la televisión tampoco es un factor que explique al grupo de
(0,067) ** (0,068)*** (0,067)** (0,068) *** (0,071) **
desafectos que votan. De hecho, esta variable no es significativa en ninguno de
Zona 0,191 0,276 0,191 0,271 0,189
(0=regiones, 1=Santiago)
los tres modelos donde se incluye. Como se mencionó, los medios de comuni-
(0,149) (0,152)* (0,149) (0,152)* (0,159)
Escala política 1,102 1,101 1,181
cación ocupan un lugar sustancial en la erosión de las identidades partidarias,
(0=se identifica, ya que a través de éstos los candidatos apelan directamente al electorado (Put-
1=no se identifica) (0,149)*** (0,150) *** (0,160) *
nam, 1995; Sartori, 1998), por lo que la exposición a los medios fortalecerían
Frecuencia con que ve -0,139 -0,139 -0,143
TV (0=resto de valores,
el personalismo (Pérez-Liñán, 2002). En cambio, la exposición a los medios,
1=frecuentemente) (0,125) (0,125) (0,132) como muestran los datos, no tiene un impacto en los desafectos que sí vota-
Aprobación presidencial -0,010 -0,172 0,002 rían por uno de los candidatos. De esta manera, se fortalece la tesis de Paramio
(0=resto de valores,
1=aprueba) (0,205) (0,215) (0,226) (2003). Esto no contradice el supuesto de que los medios de comunicación
-0,177 -0,160 -0,185
sean una plataforma relevante de comunicación entre el candidato y el elector.
Situación económica
del país (0,115) (0,117) (0,122) Sin ir más lejos, los medios de comunicación constituyen la principal fuente
Situación económica 0,060 0,070 0,174 de información que ocupan los electores para emitir su voto, tal como se mos-
personal futura (0,125) (0,126) (0,132) tró en Tabla 3. Pero esto no implica que los medios sean determinantes de la
-1,340 -1,105 -1,330 -1,022 -1,574 desafección y predisposición a votar por algún candidato.
Constante
(0,358)*** (0,537)** (0,411)*** (0,546) * (0,630) ***
-2 log likelihood 1075,522 1034,010 1075,520 1033,373 972,304 Conclusiones
R cuadrado de
0,083 0,025 0,083 0,026 0,094 Este trabajo analizó la predisposición que tienen los ciudadanos desafectos
Cox y Snell
para votar por un candidato. Conforme a los datos de la encuesta ICSO-UDP
R cuadrado de
Nagelkerke
0,113 0,034 0,113 0,035 0,129 2009, existe un porcentaje sustantivo de desafectos que votan. De esta forma,
Chi2 74,773 20,117 74,775 20,754 78,596 nivel socioeconómico e identificación política tienen un efecto significativo
Porcentaje de ajuste 65,1% 61,3% 65,2% 61,4% 66,1% en la predisposición a votar por parte de los desafectos. En este sentido, es
más probable que los encuestados desafectos del grupo socioeconómico bajo
***: significante al 0,01; **: significante al 0,05; *: significante al 0,1.
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta ICSO-UDP 2009. muestren mayor predisposición a votar por uno de los candidatos presiden-
ciales. Igualmente, es más probable que la no adhesión con el eje izquierda-
están más expuestos a una política centrada en los candidatos como se suele derecha explique la desafección con partidos y la tendencia a votar. De todas
pensar, lo que complementa el trabajo de Morales y Rubilar (2010). maneras, con respecto a la escala política, se deben tener en cuenta los posibles
Igualmente, la aprobación presidencial no explica la tendencia de los desafec- problemas de endogeneidad.
tos a votar por uno de los candidatos. A pesar de que a nivel descriptivo quienes Por otra parte, llama la atención que la exposición a los medios de comu-
desaprueban la gestión de la presidenta sean quienes más se ubican en la cate- nicación, en especial la televisión, no resulte significativa para explicar a los
goría de desafectos que votan, la aprobación no es un factor que determine esta desafectos que votan. De acuerdo a la literatura revisada, el impacto de los me-

258 Fernando Rubilar Los partidos no, pero los candidatos sí 259
dios de comunicación ha sido significativo para explicar la desafección y, por Downs, Anthony. 2001. “Teoría económica de la acción política en una democracia”. En Diez
textos básicos de ciencia política, Gabriel Almond et al. (eds.). Ariel: Barcelona.
ende, el fortalecimiento del personalismo (Sartori, 1998). Pero, al observar los
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obstante, esto no niega la importancia que los medios de comunicación tienen en Chile. Santiago: Andante.
en la estructuración de la relación entre candidatos y electores. Gómez, Juan Carlos, et al. 2006. “La personalización en la política, una práctica a prueba de
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al realizar los modelos de regresión la edad no ejerce ningún impacto en la
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Sobre los autores

Kenneth Bunker. Cientista político, Universidad Diego Portales. Magíster


en ciencia política, San Diego State University. Estudiante del doctorado
en ciencia política, London School of Economics. Trabajos suyos han apa-
recido en Política y Gobierno y Revista Española de Ciencia Política, entre
otras publicaciones.
Carlos Cantillana. Cientista político y bachiller en ciencias sociales, Univer-
sidad Diego Portales. Ha participado en los reportes que periódicamente se
publican sobre los datos de las encuestas ICSO-UDP.
Javiera Campos. Cientista política, Universidad Diego Portales. Magíster en
ciencia política, Universidad Católica de Chile. Investigadora del Capítulo
Chileno de Transparencia Internacional.
Gonzalo Contreras. Estudiante de tercer año de ciencia política, Universidad
Diego Portales.
Alberto Espinoza. Estudiante de cuarto año de ciencia política, Universidad
Diego Portales.
Carolina Garrido. Magíster en ciencia política, Universidad Católica de Chi-
le. Cientista política, Universidad Diego Portales. Presidenta de la Aso-
ciación Chilena de Ciencia Política (ACCP) y analista de la División de
Estudios del Ministerio Secretaría General de la Presidencia. Ha publicado
en Revista de Ciencia Política y Estudios Públicos.
Mauricio Morales. Doctor (c) en ciencia política, magíster en ciencia políti-
ca y cientista político, Universidad Católica de Chile. Maestro en ciencias
sociales, Flacso-México. Periodista, Universidad Andrés Bello. Académico
del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO) y director del Observatorio Elec-
toral, Universidad Diego Portales. Trabajos suyos han aparecido en Latin
American Research Review, Política y Gobierno, Revista de Ciencia Política,
Gestión y Política Pública, Elecciones, Estudios Públicos, Política, Universum,
Enfoques y Estudios Sociales, entre otras publicaciones. Coeditor del libro El
genoma electoral chileno.
Patricio Navia. Doctor en ciencia política, New York University. Académico
de la New York University y de la Universidad Diego Portales. Trabajos
suyos han aparecido en Journal of Democracy, Comparative Political Stu-
dies, Latin American Politics and Society, Democratization, Latin American
Research Review, Americas Quarterly, Current History, Política y Gobierno,

Los partidos no, pero los candidatos sí 265


Revista de Ciencia Política, Estudios Públicos y Política, entre otras publi-
caciones. Autor del libro El díscolo, coautor de Que gane “el más mejor” y
coeditor de El genoma electoral chileno.
Daniela Oliva. Estudiante de cuarto año de ciencia política, Universidad
Diego Portales.
Rodrigo Osorio. Cientista político, Universidad Diego Portales.
Lucas Perelló. Estudiante de cuarto año de ciencia política, Universidad Die-
go Portales.
Antonio Poveda. Cientista político, Universidad Diego Portales. Analista de
estudios de la Secretaría de Comunicaciones del Ministerio Secretaría Ge-
neral de Gobierno. Ha publicado en Estudios Públicos.
Fernando Rubilar. Cientista político, Universidad Diego Portales. Investiga-
dor del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea.
María José Sánchez. Cientista política, Universidad Diego Portales. Analista
de estudios de la Secretaría de Comunicaciones del Ministerio Secretaría
General de Gobierno.
Martín Schuster. Cientista político y diplomado en opinión pública, Uni-
versidad Diego Portales. Consultor en Quasar Comunicaciones. Ha publi-
cado en Revista de Ciencia Política, Cuadernos de Información UC, Reporte
Encuesta Nacional ICSO-UDP 2009, Revista UDP y Observatorio Journal.
Javier Zúñiga. Cientista político, Universidad Diego Portales.

266 Fernando Rubilar

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