Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Yuyaykusun
Vicerrector Académico
Dr. Roberto Chang Chao
Vicerrector Administrativo
Dr. Ronal Figueroa Ávila
Cuidado de la edición
Raúl Huerta Bayes
Ilustración de carátula
Jorge Velásquez Quintana
Correctores de textos
Rosario Valdivia Paz-Soldán
Ursula Isabel Romaní Miranda
Traducción
Humberto Medina Loo
Evelyn Yoan Salazar Torres
Marianella Domen Zapata
Secretaria
Isabel Jarama Linares
Correspondencia
Av. Benavides 5440, Surco, Lima 33, Perú
Teléfono 708 0000 - Anexos 0255 y 0113
La revista no se solidariza necesariamente con los puntos de vista expresados en los artículos,
cuya responsabilidad asumen sus autores.
Yuyaykusun
Revista del Departamento Académico de Humanidades
de la Universidad Ricardo Palma
Nº 3, noviembre de 2010
Director
Dr. Iván Rodríguez Chávez
Editora
Dra. Virginia Quintana Ávila
Comité Editorial
Mg. Eduardo Arroyo Laguna
Dr. José Martínez Llaque
Dr. Julio Mejía Navarrete
Lic. Franklin Miranda Valdivia
Dr. Jaime Ríos Burga
Dr. Jorge Silva Sifuentes
Dr. David Sobrevilla
Dra. Rosario Valdivia Paz-Soldán
Comité Consultivo
Dr. Aníbal Quijano Obregón (Perú)
Dr. Theotonio Dos Santos (Brasil)
Dr. José Matos Mar (Perú)
Dra. José Luis Grosso, U del Valle (Colombia)
Dr. Paulo Henrique Martins, UFPE (Brasil)
Dra. Alicia Itatí Palermo, UNL (Argentina)
Dr. Benjamín Marticorena Castillo, UARM (Perú)
Dr. Jaime Preciado, UG (México)
Dr. Alberto Riella, U de la República (Uruguay)
Dr. Jorge Rojas Hernández, UC (Chile)
Dr. Adrián Scribano, UNC (Argentina)
Dr. José Vicente Tavares Dos Santos, UFRGS (Brasil)
Índice
Presentación 13
ENSAYOS
Puentes para unir los fragmentos del Perú. Dos grandes momentos:
luchas por la tierra (1888-1980) y por la cultura (2009 - ¿?) 105
Rodrigo Montoya Rojas
SOCIEDAD
HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA
FILOSOFÍA
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
APUNTES
ENTREVISTA
TESTIMONIO
RESEÑAS
E
ntregamos a los lectores la revista Yuyaykusun Nº 3, del Departamento
Académico de Humanidades de la Universidad Ricardo Palma, concebida
dentro del cauce directriz de la voz quechua que la nomina y que la define
como un proyecto encaminado a un «repensar» permanente del mundo en que vivi-
mos, el cual se plasma en una obra de reflexión y análisis de la realidad, especialmente
peruana y latinoaméricana y de sus expresiones culturales.
Con la presente publicación queremos agradecer la crítica favorable y acogida
generosa con que los medios culturales del país y del exterior han recibido los dos
números anteriores de la revista, lo que compromete la dedicación de nuestros me-
jores esfuerzos.
En el propósito de contribuir significativamente a la promoción, producción
y difusión de investigaciones en humanidades y de trabajos de creación artística y
cultural, nacionales e internacionales, Yuyaykusun ha recogido, desde su primer
número, aportes importantes de los docentes de nuestra universidad y de destacados
intelectuales del país y del extranjero. Ha constituido luego el Comité Consultivo
de la revista, conformado por prestigiosas personalidades del Perú y de otros países
en los campos del pensamiento y la cultura que ha dinamizado y elevado el nivel
académico de este número.
Dentro del marco de superación constante de la revista, el Comité Consultivo
se amplía y enriquece con la incorporación de tres científicos sociales de nombradía
internacional: Aníbal Quijano, José Matos Mar y Theotonio Dos Santos y, además,
el Comité Editorial integra a su plantel al destacado filósofo peruano, Dr. David
Sobrevilla.
Forman parte de este número de la revista artículos de los intelectuales extran-
jeros: Thomas Ward, Richard Caccione (Estados Unidos de América); Walter D.
Mignolo, Dante Augusto Palma (Argentina), Miguel Ángel Vega Cernuda (España),
Madeline Menéndez, Raimundo Franco (Cuba), Heinz Dieterich (Alemania),
Raphael Hoetmer (Holanda). Los artículos peruanos corresponden a la autoría de
David Sobrevilla, Julio Mejía Navarrete, Jaime Llosa Larrabure, Ricardo Soberón,
Jaime Ríos Burga, Juan Ramírez, José Antonio Ninahuanca, Ruth Romero, Maritza
Núñez, Rosario Valdivia Paz-Soldán, Marco Yauri Montero, Germán Atoche,
YUYAYKUSUN 13
Presentación
Ana María Intili, Carolina Ortiz, Mario Mejía Huamán, Roberto Prieto, Franklin
Miranda, Roberto Reyes Tarazona, Carlos Cavani, Luis Miranda, Eduardo Arroyo,
George Méndez, Carolina Vasi, Osmar Gonzales, Miguel Rodríguez y Pedro Jacinto.
La enorme respuesta a la convocatoria de nuestra revista hace que recibamos
muchas más colaboraciones que las páginas de este volumen y llegue a tenerse una
reserva importante de trabajos que el Comité seguirá evaluando.
Agradecemos a la par a colaboradores y lectores, que en conjunto determinan el
éxito de esta publicación.
Hasta el nuevo número.
El Director
14 YUYAYKUSUN
ENSAYOS
Desobediencia epistémica, pensamiento
independiente y liberación descolonial1
Walter D. Mignolo
RESUMEN
El artículo fija el terreno de la política del conocimiento geohistórica y biográficamente, desafiando
a la hegemonía de la epistemología del punto cero. Para ello se exploran tres casos en los que la geo y
corpo-política del conocimiento vienen vigorosamente a primer plano: uno de África, otro de India
y el tercero de Nueva Zelanda. Estos casos se complementan por un cuarto de América Latina: el
argumento del autor sobre la intervención del proyecto decolonial que «viene» de Sudamérica, el
Caribe y la latinidad de Estados Unidos, una historia local enganchada con la historia de una Europa
de la cual es necesario desengancharse. Finalmente, se evalúan sus consecuencias epistémicas, éticas y
políticas con la intención de unificar los puntos explorados.
ABSTRACT
This article sets out the policy arena and biographically geo-historical knowledge, challenging the
hegemony of the epistemology of zero point. It will explore three cases where the geo-and body-
politics of knowledge are mainly on the first place: one from Africa, another India and a third one of
New Zealand. These cases are supplemented by a fourth case in Latin America: the author’s argument
on the intervention-colonial project that “comes” in South America, the Caribbean and Latin America
in USA, a local history attached to the history of Europe which needs to disengage. Finally, we assess
their epistemic, ethical and political with the aim of unification of the explored items.
H
ace algún tiempo los académicos tuvieron como supuesto que el sujeto cog-
noscente en las disciplinas del saber es transparente, está apartado de lo que
conoce y no es tocado por la configuración geopolítica de un mundo en donde
las personas y las regiones mundiales son clasificadas racialmente. Desde un punto de
observación neutral y desapegado —que el filósofo colombiano Santiago Castro-Gómez
(2007) llama hybris del punto cero—, el sujeto conocedor delínea el mundo y sus proble-
mas, clasifica pueblos y los proyectos que son buenos para ellos. Hoy en día ese supuesto
ya no se puede sostener, aunque todavía haya muchos que creen en él. En juego está
el tema del racismo y la epistemología (Chukwudi Eze, 1997; Mignolo, próximamen-
te). También hace algún tiempo los académicos tuvieron como supuesto que si «eres»
de América Latina debes «hablar acerca» de América Latina, que en ese caso debías ser
una muestra de tu cultura. Tales expectativas no surgen si el autor viene de Alemania,
1 Ponencia desarrollada a partir del texto «Epistemic Disobedience, Independent Thought and De-Colonial Freedom»,
en: Theory, Culture & Society 2009 (SAGE, Los Angeles, London, New Delhi and Singapore), Vol. 26(7-8): 1-23.
Francia, Inglaterra o Estados Unidos. En esos casos no se presupone que debas hablar
de tu cultura, puedes funcionar como una persona de mente teórica. Como sabemos: el
primer mundo tiene conocimiento, el tercer mundo tiene cultura; los nativos americanos
tienen sabiduría, los angloamericanos tienen ciencia. La necesidad del desenganche y la
decolonialidad política y epistémica se pone en primer plano, así como la instauración
de conocimientos decoloniales, pasos necesarios para imaginar y construir sociedades no-
imperiales/coloniales, democráticas y justas.
La geopolítica del conocimiento va de la mano con la geopolítica del conocer. ¿Por
quién y cuándo, por qué y dónde es generado el conocimiento? (no tanto producido;
como los automóviles o el teléfono celular). Hacer estas preguntas significa cambiar el
interés en lo enunciado, al interés en la forma de enunciación. Y al hacerlo, voltear el
«dictum» de Descartes al revés: en lugar de aceptar que pensar viene antes de ser, aceptar
que un cuerpo racialmente marcado en un espacio geo-históricamente marcado, siente
la urgencia o la necesidad de hablar, de articular, en el sistema semiótico que sea, una
urgencia que hace de organismos vivientes, seres «humanos».
Al establecer el escenario en términos de la geo y corpo-política, parto de la noción
familiar de «conocimientos localizados». Sí, es cierto, todos los conocimientos se locali-
zan en alguna parte y todo conocimiento es construido. Pero eso es sólo el comienzo. La
pregunta es: ¿quién, cuándo, por qué está construyendo conocimiento? (Mignolo, 1999,
2005 [1995]) ¿Por qué la epistemología eurocentrada, esconde tan cuidadosamente (en
las ciencias sociales, en las humanidades, en las ciencias naturales y escuelas profesionales,
en los think tanks del sector financiero, en el G8 o G20), sus propias ubicaciones geo-
históricas y biográficas?
El viraje que estoy señalando es la clave del argumento (construida y localizada por
supuesto, no dictada por la naturaleza o por Dios). Es el primer paso de cualquier desen-
ganche epistémico decolonial con todas sus consecuencias históricas, políticas y éticas.
¿Por qué? Porque el lugar de enunciación geohistórico y biográfico ha sido localizado
por y a través de la construcción y la transformación de la matriz colonial de poder: un
sistema racial con una clasificación de la sociedad que inventó el occidentalismo (Indias
occidentales), que creó las condiciones para la formación del orientalismo; diferenció al
sur de Europa de su centro (Hegel) y, en esa larga historia, reconfiguró al mundo como
primero, segundo y tercero durante la guerra fría. Lugares de no-pensamiento hoy se
están despertando del largo proceso de occidentalización (lugares de mitos, de religiones
no occidentales, de folclore, de subdesarrollo). El hombre, la mujer que habita regiones
no europeas descubrió que él, ella, ha sido concebido, como anthropos, por un centro de
enunciación autodefinido como humanitas.
Actualmente, hay dos clases o direcciones propuestas por el antiguo anthropos que ya no
pide reconocimiento, o inclusión en la humanitas, sino que se empeña en una desobediencia
epistémica y se desengancha de la idea mágica de modernidad occidental, de los ideales
humanos y de las promesas de crecimiento económico y prosperidad financiera (Wall
Street dixit). La primera de las dos, se desenvuelve dentro de la globalización como un
18 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
tipo de economía que, tanto en vocabulario liberal como marxista, se nombra «capitalis-
mo». Uno de los más fuertes seguidores de esta línea es el académico, intelectual y político
de Singapur Kishore Mahbubani a quien regresaré después. El título de uno de sus pri-
meros libros tiene el claro e irreverente mensaje: ¿Pueden pensar los asiáticos?: Entendiendo
la barrera entre el Este y el Oeste (2001). Siguiendo la terminología de Mahbubani, esta
dirección se podría identificar como des-occidentalización. Des-occidentalización signifi-
ca que, aun dentro de una economía capitalista, las reglas del juego y los dados ya no son
lanzados por jugadores e instituciones occidentales. La séptima reunión en Doha es un
ejemplo significativo de la opción des-occidentalizante.
La segunda dirección propone lo que llamo la opción decolonial. La opción de-
colonial es el singular conector de una diversidad de decolonialidades. Los que eligen
esta opción tienen una cosa en común: la herida colonial, el hecho de que regiones y
pueblos alrededor del mundo hayan sido clasificados como subdesarrollados económica
y mentalmente. El racismo no sólo afecta a los pueblos, sino a regiones enteras o, mejor
aún, al conjunto de recursos naturales que necesita la humanitas en lugares habitados por
anthropos. La opción decolonial tiene un aspecto en común con el argumento desocci-
dentalizante: el rechazo definitivo a que «nos digan», desde los privilegios epistémicos del
punto cero, lo que «somos», y cuál es nuestra categoría en relación al ideal de la humani-
tas y lo que tenemos que hacer para ser reconocidos en ella. No obstante, las opciones
decolonial y desoccidentalizante divergen en un punto crucial e indisputable: mientras
que la segunda no cuestiona a la «civilización de la muerte» escondida bajo la retórica de
modernización y prosperidad, del mejoramiento de las instituciones modernas (democra-
cia liberal y una economía impulsada por el principio de crecimiento y prosperidad), las
opciones de-coloniales parten del principio de que la regeneración de la vida debe preva-
lecer sobre la supremacía de la producción y reproducción de bienes al precio que sea (vida
en general y de la humanitas y anthropos también). Ilustro esta dirección a continuación,
comentando la reorientación que da Partha Chatterjee a esta «modernidad eurocentrada»
hacia el futuro en el que «nuestra modernidad» (en India, Asia central y el Cáucaso, en
Sudamérica, en todas las regiones del mundo en donde esta modernidad eurocentrada fue
impuesta o adoptada por actores locales, asimilándose a historias locales, inventando e
implementando diseños globales) se vuelve la exposición de la dispersión interconectada
en la que los futuros decoloniales se juegan.
Por último, aunque no lo menor, mi argumento no pretende ser original (la «origina-
lidad» es una de las expectativas básicas del control moderno de la subjetividad) sino que
busca contribuir a los procesos de decolonialidad florecientes alrededor del mundo. Mi
humilde afirmación es que la epistemología occidental escondió su propia geo y corpo-
política y la transfirió a la teología que mediaba entre Dios y el alma, o a la filosofía y la
ciencia seculares, mediadoras entre la razón y el espíritu hegeliano que habita el sujeto
moderno. Por ello, una tarea del pensamiento decolonial es develar los silencios epistémi-
cos de la epistemología occidental y afirmar los derechos epistémicos de las opciones de-
coloniales racialmente devaluadas, para permitir, desde el silencio, construir argumentos
YUYAYKUSUN 19
Walter D. Mignolo
que confronten a aquéllos que toman a la «originalidad» como el criterio máximo para
el juicio final.2
II
2 Este reclamo ahora está extendido ampliamente y es uno de los puntos básicos de proyectos de desoccidentalización
en el este y sudeste asiático. Ver los provocadores argumentos de Kishore Mahbubani (2001).
3 Para evitar malentendidos, regreso a mi entrenamiento semiótico en Francia y a publicaciones anteriores sobre el
tema (ver Santiago Castro-Gómez, 2007, y también Mignolo, 1993).
20 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
YUYAYKUSUN 21
Walter D. Mignolo
En la Europa del siglo XVIII, el movimiento hacia la secularización trajo consigo una
transformación radical de la estructura de la mente y de la organización del conocimien-
to, las disciplinas y las instituciones (por ejemplo: la universidad). El modelo kantiano-
humboldtiano4 desplazó las metas y el formato de la universidad renacentista y en su
lugar promovieron la secularización de la universidad fundada en la ciencia y la filosofía
no religiosa (de Galileo a Newton), ambas declararon la guerra contra la teología cristiana
(Kant, 1991). Durante el primer cuarto del siglo XIX, la reorganización del conocimien-
to y la formación de nuevas disciplinas (biología, economía, psicología) dejaron atrás
al «trivium» y al «cuadrivium» y marcharon hacia la nueva organización entre ciencias
humanas (humanidades) y ciencias naturales5. Wilhelm Dilthey (1991) presentó —hacia
finales del siglo XIX— la innovadora distinción epistémica entre ciencias idiográficas y
nomotéticas: las primeras concernientes a significados e interpretaciones; las segundas a
leyes y explicaciones. Estas distinciones se mantienen hasta hoy, aunque existan, en la
superficie, disciplinas que hayan cruzado la línea en una u otra dirección y llevado hacia
la interdisciplinariedad, la que frecuentemente se basa en estas distinciones, aunque no
se dirija a ellas6.
Así, nos hemos desplazado del aparato formal de enunciación a los marcos de con-
versación, a las disciplinas y a algo que está por encima de las disciplinas, un supermarco
al que llamaría «cosmología». La historia del hacer-conocimiento en la modernidad occi-
dental, desde el renacimiento en adelante, tendrá, entonces, a la teología y a la filosofía-
ciencia como sus dos marcos cosmológicos, compitiendo entre sí en un nivel, pero cola-
borando cuando se trata de descalificar formas de conocimiento ajenas a los principios y
conceptos en los que se asienta su cosmología. En esto consiste la colonialidad del saber.
Los dos marcos están anclados institucional y lingüísticamente en Europa occidental.
Están anclados en instituciones, principalmente en la historia de las universidades euro-
peas y en las seis lenguas (vernáculas) modernas, europeas e imperiales: italiano, español
y portugués, dominantes desde el renacimiento hasta la ilustración; y alemán, francés e
inglés, dominantes desde la ilustración hasta la actualidad. Detrás de las seis lenguas eu-
ropeas del conocimiento subyacen sus cimientos: griego y latín; ni el árabe o el mandarín,
hindi o urdu, aymara o nahuatl son consideradas lenguas epistémicamente sustentables.
Las seis lenguas mencionadas, basadas en el griego y el latín, proporcionaron la «he-
rramienta» para crear una cierta concepción del conocimiento que se fue extendiendo
a través del tiempo en las crecientes colonias europeas desde las Américas hasta Asia
4 Cfr. el argumento clásico propuesto por Bill Readings (1996). Readings ve principalmente la historia de las univer-
sidades Euro-Americanas. Empezando por Readings, exploré las consecuencias de la universidad colonial (Santo
Domingo, México, Lima, Córdoba, todas fundadas durante el siglo XVI) y la universidad de Harvard (fundada en
1636, cuando Descartes publicaba Discours de la méthode). Ver Mignolo (2003).
5 Para un recuento histórico, ver Heilbron (1995); Foucalt (1966); Wallerstein et altri. (1995). Y si hay alguna duda
sobre si «les sciences humaines» (ciencias sociales y humanidades en E.U.) son uno y lo mismo con «la pensée occiden-
tale», ver Gusdorf (1967).
6 La bibliografía secundaria abunda. He lidiado con un aspecto específico de la distinción entre ciencias nomotéticas
e idiográficas, y entre epistemología y explicación (la primera) y hermenéutica e interpretación (la segunda). Ver
Mignolo (1989).
22 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
y África. En las Américas, es notable encontrar algo que es ajeno a regiones en Asia y
África: las universidades coloniales europeas, como la Universidad de Santo Domingo
(1538), la Universidad de México (1551), la Universidad de San Marcos, Lima (1551) y
la Universidad de Harvard (1636).
La lingüística, los fundamentos institucionales, la administración y las prácticas que
el hacer-conocimiento trae consigo, me permite extender el aparato formal de enuncia-
ción de Benveniste y profundizar sobre la enunciación y el hacer-conocimiento, enfocán-
dome en las fronteras entre los fundamentos del conocimiento y saber (epistemología y
hermenéutica) occidental (en el sentido lingüístico institucional preciso, definido más
arriba) y sus confrontaciones con el hacer-conocimiento en las lenguas no europeas e
instituciones en China7, en el califato islámico, o la educación en las instituciones mayas,
aztecas e incas que la Encyclopaedia Britannica «se ha dignado» describir como «educación
en civilizaciones primitivas y tempranas»8.
Quizás Franz Fanon conceptualizó mejor que cualquier otro lo que tengo en mente
para extender el aparato formal de enunciación de Benveniste. En Piel negra, máscaras
blancas (1967 [1952]) Fanon hizo una afirmación epistémica fundamental sobre el len-
guaje, que nadie en la atmósfera candente del estructuralismo y el post-estructuralismo
de los años 1960 trajo a colación. Y que fue ignorada por la orientación más semántica y
filológica del enfoque lingüístico de Emile Benveniste. Esto es lo que Fanon dijo9:
Hablar significa estar en la posición de usar cierta sintaxis, captar la morfología de este
o aquel lenguaje, pero significa sobre todo asumir una cultura, acarrear el peso de una
civilización… El problema que confrontamos en el presente capítulo es éste: El negro de
las Antillas será proporcionalmente más blanco —es decir, que estará más cerca de ser un
verdadero humano— en relación directa con su dominio de la lengua francesa.
El dictamen de Fanon se aplica a las disciplinas, pero también a la esfera del conocimiento
en general: para el negro de las Antillas, el indio de la India y de América o de Nueva
Zelanda y Australia, el negro del África Subsahariana, el musulmán del Medio Oriente o
Indonesia, etc.: «Estaremos (él y ella) más cerca de ser verdaderos humanos en relación di-
recta al dominio de las normas disciplinarias». Obviamente, el objetivo de Fanon no es ser
reconocido o aceptado en el club de los «verdaderos seres humanos» definido en términos
de conocimiento blanco e historia blanca, sino de abolir la idea imperial/colonial de lo
que significa ser humano. Este es un caso claro, en que el asalto a los lugares de (discipli-
nas e instituciones) enunciación imperial, moderno-colonial, se pone de manifiesto. Este
es el punto: la cuestión levantada por muchos filósofos en África y Sudamérica durante
la guerra fría, y que se plantean hoy día filósofos y filósofas latinos en Estados Unidos.
7 Ver http://www.britannica.com/EBchecked/topic/179408/education/47455/Ancient-China
8 Ver http://www.britannica.com/EBchecked/topic/179408/education/47445/The-New-World-civilizations-of-
the-Maya-Aztec-and-Inca
9 Ver al respecto el importante estudio de Lewis Gordon (1995).
YUYAYKUSUN 23
Walter D. Mignolo
Para referirme a este problema, introduje hace algún tiempo (Mignolo, 2002) el
concepto de geopolítica, corpo-política del conocimiento y la diferencia epistémica colonial.
Estos conceptos nos llevarán a los temas señalados en el título: desobediencia epistémica y
la opción decolonial en la epistemología y la política.
III
24 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
Me parece urgente que los científicos en África, y quizás más en general en el tercer
mundo, se pregunten sobre el significado de sus prácticas como científicos, su función
real en la economía de la totalidad de la academia, su lugar en el proceso de producción
de conocimiento sobre una base mundial (1992: 238).
Así, era natural que en la anexión del tercer mundo, su integración en el sistema capi-
talista mundial a través del comercio y colonización, también se incluyera una ventana
«científica», porque el drenaje de riquezas materiales va de la mano con la explotación
científica e intelectual, la obtención de secretos y otras informaciones útiles, como era
natural, en un nivel diferente, y que va de la mano con la extracción de obras de arte
pensadas para llenar los museos de las áreas metropolitanas (1992: 242).
YUYAYKUSUN 25
Walter D. Mignolo
Un contraargumento podría ser que, aunque esto pudo haber sido cierto durante la gue-
rra fría, con el alcance mundial de la «globalización» desde la caída de la Unión Soviética,
el espléndido mundo sin fronteras que ha aparecido está en proceso de borrar tales dife-
rencias. De hecho, el Harvard International Review dedicó un número a «la salud global»
que sostenía:
¿Cuáles, entonces, deben ser los enfoques estratégicos para promover la capacidad de
investigación sobre salud en los países en desarrollo? Hay muchas estrategias y metas a ser
alcanzadas, ninguna que sea suficiente por sí misma. La agenda en investigación mundial
global sobre salud debe ser desarrollada por científicos que vengan tanto del norte como
del sur. Muy frecuentemente, la agenda de investigación de los países en desarrollo se fija
por otros, fuera del país. La regla de oro del desarrollo —aquel que tiene la plata hace
las reglas— se aplica en general. Esto es particularmente cierto en investigación sobre
servicios de salud cuando los científicos locales desearían hacer preguntas que parecen sin
importancia a los financiadores externos. Estos científicos querrían conducir un estudio
similar al hecho en algún otro lugar, un estudio que es, ni más ni menos, esencial, porque
convencerá a su propio «establishment» médico de la importancia del trabajo. Muchos
países hicieron estudios sobre ORT (ornithobacterium n. de t.) que aportaron poco a la
literatura internacional, pero que ayudaron a convencer a sus propios pediatras sobre la
importancia de esta intervención en el tratamiento de la diarrea.9
10 Ver http://www.harvardir.org/articles/1324
26 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
• Estas consideraciones me llevan al segundo ejemplo, esta vez de un teórico político hindú,
Partha Chatterjee. En un artículo que es ya un punto de referencia, donde la corpo y geopo-
lítica del conocimiento viene claramente al frente, Chatterjee saca a la luz —indirectamen-
te— el capítulo faltante en el trabajo de Pletsch. Además, ofrece su propio punto de vista
del problema desde la historia de la India, paralelo a la experiencia de Wiredu y Houtondji.
Partha Chatterjee se refiere al problema de la «modernidad en dos lenguas». El artículo, par-
te del libro A Possible India (1998), es la versión inglesa de una lección que dio en bengalí,
en Calcuta. La versión inglesa no es sólo una traducción, sino también una reflexión teórica
sobre la geopolítica del conocimiento y el desenganche epistémico y político.
Con fuerza y sin hacer concesiones, Chatterjee basó la estructura de su plática en la
distinción entre «nuestra modernidad» y «su modernidad». Más que una sola moderni-
dad defendida por intelectuales postmodernos en el primer mundo (en los términos de
Pletsch), o la imposición de la dependencia en las modernidades «periféricas», «subal-
ternas», «marginales», etc., Chatterjee siembra un pilar sólido para construir el futuro
de «nuestra» modernidad, no independiente de «su» modernidad (porque la expansión
occidental es real), pero sin flagelarse, sin vergüenza, sin penitencia, «nuestra».
Esta es una de las fortalezas del argumento de Chatterjee. Pero, antes de continuar
explorando las consecuencias de su argumento, recordemos que los británicos entraron
YUYAYKUSUN 27
Walter D. Mignolo
Son los especialistas, un fenómeno que aparece junto con la aceptación social general
del principio de entrada ilimitada a la educación y al aprendizaje... En otras palabras,
así como queríamos significar por ilustración un campo sin trabas y universal para el
ejercicio de la razón, así hemos construido una intrincada estructura diferenciada de au-
toridades que especifica quien tiene el derecho de decir qué en cada tema (1998: 273-4).
28 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
De alguna manera, desde el comienzo hemos hecho la acertada suposición de que dada la
cercana complicidad entre conocimiento moderno y los regímenes modernos de poder,
seríamos por siempre consumidores de la modernidad universal; nunca seríamos toma-
dos por productores serios. Es por esta razón que hemos tratado, por más de cien años,
de quitar los ojos de esta quimera de la modernidad universal y limpiar un espacio donde
podamos convertirnos en creadores de nuestra propia modernidad (1998: 275).
• Y esto me lleva al tercer ejemplo. Linda Tuhiwai Smith es una antropóloga en Nueva
Zelanda de la nación maorí. Los maorís son pueblos que coexistieron con los británicos
en esa tierra desde que los británicos se instalaron en Nueva Zelanda sin ser invitados.
James Busby fue nombrado como «residente oficial británico» en mayo de 1833 y le fue
ordenado organizar a los jefes maorís en un cuerpo unido para lidiar con la creciente
inestabilidad provocada por la codicia manifestada por los franceses, los norteamericanos
y los mismos británicos. Como es bien sabido, a los maorís no les interesaba la «propiedad
privada», pero a los europeos sí. Empezando en el siglo XVI, el «Nuevo Mundo» incre-
mentó su apetito de transformar la tierra en propiedad privada.
En el artículo de Pletsch, a la antropología (la así nombrada disciplina occidental)
se le asignó el tercer mundo en la distribución del trabajo que reorganizó la política del
conocimiento durante la guerra fría. Ahora, no es un secreto que, cuantitativamente, la
YUYAYKUSUN 29
Walter D. Mignolo
30 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
YUYAYKUSUN 31
Walter D. Mignolo
cuando él o ella piensan que están estableciendo lo que es bueno para »ellos»: los países
subdesarrollados y su gente.
Regresando a la cita de Linda T. Smith, también sería posible objetar al párrafo citado
arriba que «nosotros» denota una concepción esencialista de ser maorí, o que «nosotros»
de hecho no es una posición justificable en un tiempo donde las teorías postmodernas
realmente terminaron con la idea de un sujeto coherente y homogéneo, sea individuo o
colectivo. Pero... recuerden a Chatterjee. Esa objeción sería buena y reconfortante para
sujetos modernos occidentales (es decir, los que encarnan las lenguas, memorias y cos-
mología de la modernidad occidental, «su» modernidad). No sería conveniente para un
filósofo maorí, aymara o ghanés o un hindú de Calcuta que sean sujetos modernos/
coloniales y que prefieran tener «nuestra modernidad» a escuchar a la crítica vanguardista
postmoderna o a expertos occidentales en desarrollar países subdesarrollados. Entonces
la geopolítica del conocimiento viene a primer plano. Hay muchos tipos de «nuestra
modernidad» alrededor del mundo —ghanesa, hindú, maorí, afrocaribeña, norafricana,
islámica en su diversidad extendida—, mientras que sólo hay una «su» modernidad den-
tro de la «heterogeneidad» de Francia, Inglaterra, Alemania o Estados Unidos.
Si el lector entiende la idea de lo que significa cambiar la geografía de la razón y del
razonamiento y establecer la geopolítica del conocimiento, también estará entendiendo
lo que la opción decolonial en general significa (o la opción decolonial particular en cada
historia local). Significa, en primer lugar, comprometerse con la desobediencia episté-
mica, como es claro en los tres ejemplos que presenté. La desobediencia epistémica es
necesaria para asumir la desobediencia civil hasta el punto de no retorno (Gandhi, Martin
Luther King). La desobediencia civil, dentro de la epistemología moderna occidental
(recordar: griego y latín y las seis lenguas imperiales, modernas, vernáculas, europeas)
puede sólo llevarnos a reformas, no a transformaciones. Por esta sencilla razón, la tarea
del pensamiento decolonial y la consolidación de la opción decolonial en el siglo XXI,
empieza a partir del desenganche epistémico: desde los actos de desobediencia epistémica.
IV
En los tres casos (y mi propio argumento como cuarto caso) he subrayado la geopolítica del
conocimiento, que es lo que viene a atravesarse con más fuerza, aunque la corpo-política
del conocimiento es obvia en todos ellos. ¿A qué me refiero por corpo-política del cono-
cimiento? Frantz Fanon nos es, otra vez, útil para situar el escenario, y lo hago no a través
de la lectura que hace Homi Bhabha de él sino a través de la que hacen Lewis Gordon y
Silvia Wynter.
Antes es necesario hacer una advertencia. Mucho se ha dicho y escrito sobre el con-
cepto de biopolítica de Michel Foucault. La biopolítica se refiere a tecnologías estatales
emergentes (estrategias, en un vocabulario más tradicional) de control de la población
que iba de la mano con el surgimiento del Estado-nación moderno. Foucault enfocó su
atención principalmente en Europa, pero tales tecnologías se aplicaron en las colonias
32 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
11 El tema fue tomado por Sylvia Wynter (2001) y también por Lewis Gordon (2006). Un sumario profundo y actua-
lizado puede encontrarse en Karen M. Cagne (2007).
YUYAYKUSUN 33
Walter D. Mignolo
ción del hombre negro no es una cuestión individual. Junto a la filogénesis y la ontogé-
nesis está la sociogénesis. En cierto sentido, de acuerdo con el punto de vista de Leconte
y Damey, digamos que es una cuestión de sociodiagnóstico (1967 [1952]:11).
34 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
YUYAYKUSUN 35
Walter D. Mignolo
36 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
YUYAYKUSUN 37
Walter D. Mignolo
Referencias bibliográficas
Cagne, Karen M. (2007). ‘On the Obsolescence of the Disciplines: Frantz Fanon and Sylvia
Winter Propose a New Mode of Being Human’, Human Architecture: Journal of the Sociology of
Self-Knowledge 5 (Summer): 251-64.
Cash, Richard. (2005). ‘Research Imbalance: Taking Science to the Problem’, Harvard
International Review 22 March. http://www.harvardir.org/articles/1324/2/
Chaterjee, Partha. (1998). ‘Talking about Our Modernity in Two Languages’, pp. 263-85 en A
Possible India: Essays in Political Criticism. Calcutta: Oxford University Press.
Chukwudi Eze, Emmanuel. (1997). ‘The Color of Reason: The Idea of «Race» en Kant’s
Anthropology’, pp. 103-40 en Emmanuel Chukwudi Eze (ed.) Postcolonial African Philosophy.
London: Blackwell.
Dilthey, Wilhelm. (1991). Introduction to the Human Sciences. Princeton: Princeton University
Press.
Fanon, Frantz. (1967 [1952]). Black Skin, White Masks, trans. Charles Lum Karkmann. New
York: Grove Press.
Gordon, Lewis. (1995). Fanon and the Crisis of European Man: An Essay on Philosophy and the
Human Sciences. London: Routledge.
——————. (2006). ‘Is the Human a Teleological Suspension of Man? A Phenomenological
Exploration of Sylvia Wynter’s Fanonian Biodicean Reflections’, pp. 237-57 en Anthony Bogues
(ed.) After Man, Towards the Human: Critical Essays on Sylvia Wynter. Kingston: Ian Randle
Publishers.
Gusdorf, Georges. (1967). Les origines des sciences humaines et la pensée occidentale. Paris: Payot.
Heilbron, Johan. (1995). The Rise of Social Theory, trans. Sheila Gogol. Minneapolis: University
of Minnesota Press.
38 YUYAYKUSUN
Desobediencia epistémica, pensamiento independiente y liberación descolonial
Hountondji, Paulin J. (1992 [1983]). ‘Recapturing’, pp. 238-48 en V.Y. Mudimbe (ed.)
The Surreptitious Speech. Presence Africaine and the Politics of Otherness, 1947–1987. Chicago:
University of Chicago Press.
Kant, Immanuel. (1991 [1798]). ‘The Contest of Faculties’, en Hans Reiss (ed.) Kant: Political
Writings, 2nd edn. Cambridge: Cambridge University Press.
Mahbubani, Kishore. (2001). Can Asians Think? Understanding the Divide Between East and West.
Hannover: Steerforth Press.
Pletsch, Carl E. (1981). ‘The Three Worlds, or the Division of Social Scientific Labor, circa
1950-1975’, Comparative Studies in Society and History 23(4): 565–90.
Readings, Bill. (1996). The University in Ruins. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Rose, Nicholas. (2007). The Politics of Life Itself. Princeton: Princeton University Press.
Shiva, Vandana. (1993). The Monocultures of the Mind: Perspectives in Biodiversity. London: Zed
Books.
YUYAYKUSUN 39
Walter D. Mignolo
Smith, Linda Tuhiway. (1999). Decolonizing Methodologies: Research and Indigenous Peoples.
London and New York: Zed Books.
Wallerstein, Immanuel et altri. (1995). Open the Social Sciences: Report of the Gulbenkian
Commission of the Restructuring of the Social Sciences. Stanford: Stanford University Press.
Wiredu, Kwasi. (1992). ‘Formulating Modern Thoughts in African Languages: Some Theoretical
Considerations’, pp. 301-32 en V.Y. Mudimbe (ed.) The Surreptitious Speech. Presence Africaine
and the Politics of Otherness, 1947–1987. Chicago: University of Chicago Press.
Wiredu, Kwasi. (1998). ‘Toward Decolonizing African Philosophy and Religion’, African Studies
Quarterly. The Online Journal of African Studies 1(4).
Wynter, Sylvia. (2001). ‘Towards the Sociogenic Principle: Fanon, The Puzzle of Conscious
Experience, and What It Is Like to Be ‘Black’’, pp. 30-66 en Mercedes F. Duran-Cogan and
Antonio Gómez-Moriana (eds) National Identities and Socio-political Changes in Latin America.
New York: Routledge.
40 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a
‘la primera generación criolla’: el caso
interesante de José de la Riva Agüero1
Thomas Ward
RESUMEN
Este artículo tratará acerca de las contradicciones de la teoría literaria del joven José de la Riva-
Agüero, quien propuso que la literatura escrita en el Perú era española no peruana, para luego cotejar
aquellas propuestas juveniles con las aseveraciones que él adelantó como un historiador más maduro
buscando los orígenes de la historiografía peruana en un escritor mestizo de la colonia. Esencial para
comprender este problema es el hispanismo implacable del novecentismo riva-agüeriano el cual niega
el cosmopolitismo y a la vez las culturas supeditadas pero que posteriormente incorpora elementos
de incanismo. Implícita en las conclusiones aquí presentadas es la necesidad de ver la literatura en
una trayectoria con la historiografía nacional y no con el origen transatlántico de un idioma en la
representación de la nación, resolviendo de esta manera las contradicciones.
ABSTRACT
This article will deal with the contradictions of José de la Riva-Aguero’s literary theory. He suggested
that written literature in Peru was Spanish and not Peruvian. Later, he compared those youthful
proposals with the assertions he made as a more mature historian who searched for the origins of
Peruvian historiography in a mixed race author from the colonial era. Riva-Aguero’s unyielding
hispanism is essential to understand this problem that denies both cosmopolitism and non-
mainstream cultures, but later, he includes elements of what could be called Incanism. The need to
see literature in a trajectory with national historiography and not with the trans-Atlantic origin of a
language in the representation of the nation solving in this way the contradictions are implied in the
conclusions.
D
espués de una época en que pensadores como Ricardo Palma, Manuel González
Prada, Clorinda Matto de Turner y Mercedes Cabello de Carbonera indagaron
en la naturaleza de la peruanidad, en 1905 el joven escritor José de la Riva-Agüero
negó el gentilicio «peruano» a las letras que se producían en la nación andina. No ve en
su temprano Carácter de la literatura del Perú independiente que la literatura puede servir
1 La primera parte de este estudio, la sobre el Carácter de la literatura del Perú independiente, tuvo su origen como po-
nencia leída en el congreso Geografías de Carlos Fuentes. The Trans-Atlantic Project, Department of Hispanic Studies,
and the Center of Latin American Studies, Brown University, Providence, Rhode Island, USA, 17-20 April 2002.
Una versión de ella se publicó en la revista puertorriqueña Pórtico 1 (2006): 86-98. De ahí he modificado ligeramente
mi argumento para tomar en cuenta nuevas investigaciones que he logrado sobre La historia en el Perú y «El Inca
Garcilaso de la Vega», textos posteriores de Riva-Agüero, para ver la recepción del Inca Garcilaso de la Vega en la
moderna república peruana, conmemorando el IV centenario del fallecimiento de aquel Inca cronista. Estos estudios
sobre la relación entre el Inca y Riva-Agüero se ven en relación con Clorinda Matto de Turner y Luis E. Valcárcel en
Ward (2009b).
Con la publicación en 1905 del Carácter de la literatura del Perú independiente, el primer
tratado sobre las letras peruanas, se institucionalizó una de las varias tendencias que pre-
tendían definir la expresión letrada en el Perú. En este libro, el novecentista o arielista
concibió la literatura peruana como una derivación de la castellana, algo así como lo es
la andaluza. Su autor tampoco vio problema en vincularse personalmente con la metró-
poli; tanto fue así, como señala José María Arguedas, que hizo que el Rey de España le
concediera el título de «Conde de Aulestia» (1989: 10). Riva-Agüero encabeza de esta
manera el movimiento conocido como el «hispanismo», que se opone al indigenismo y,
por esta razón, según subraya Arguedas, pasa por alto al indio contemporáneo (1989:
10). Al subordinar lo peruano a España, se retrasa la posibilidad de formar una identidad
nacional, adelanto necesario para colaborar en la modernidad a la par con las demás na-
ciones. Además, es importante reconocer y recordar que las propuestas de Riva-Agüero
no estaban aisladas, iban en el mismo nivel con las de Víctor Andrés Belaunde, conocido
escritor, abogado, diplomático y rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y,
como bien nos recuerda Julio Ortega, se filtraban por las instituciones y estructuras de
poder nacionales (1978: 38). Por lo tanto, daban forma a los años de vigencia novecen-
tista. Pretendo dilucidar ahora algunas de las contradicciones de esta teoría españolizante.
Según la teoría que propone Riva-Agüero en su Carácter de la literatura del Perú
independiente, la literatura peruana es una rama de la española. Llega a tal conclusión
tomando nota de la preeminencia de la lengua sobre la nacionalidad y la residencia.
Deriva esta idea de los ejemplos de Italia, Inglaterra y Francia, sedes de «grandes lite-
raturas», donde el idioma es todo (1905: 170). Pero si bien la lengua y la nacionalidad
suelen coincidir geográficamente en Europa, divergen bajo el coloniaje (la quebequesa de
la francesa, la estadounidense de la inglesa, la brasileña de la portuguesa, la peruana de
la española). De esta manera, se abre un abismo entre el medio del autor y la literatura
a la cual pertenece. Al proponer que la relación sociedad-creación no sea absoluta ni di-
recta es permisible afirmar que la literatura escrita en Nueva York o Boston pertenece a
la inglesa (1905: 221). So pretexto de este criterio Riva-Agüero llega a suponer que Poe,
42 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
Longfellow, Whitman, Emerson y Prescott «son ingleses nacidos por casualidad al otro
lado del Atlántico» (1905: 243).
Puesto que el joven Riva-Agüero le dedica tanto empeño a explicar la naturaleza de las
letras británicas para luego establecer un paralelo con las españolas, es forzoso detenernos
un momento en un problema que resulta de la noción que tenía de ellas. Es posible que
para el siglo XIX haya cierta lógica en su concepto transatlántico. Todos los autores que
menciona mantienen ciertas relaciones con las corrientes europeas (romanticismo, ana-
baptismo e historiografía, verbigracia). En otros escritores de aquellos años, los vínculos
transoceánicos son aún más aparentes. A saber, las novelas históricas de Fenimore Cooper
pueden tener algo que ver con la ideología y la literatura inglesa, aun siendo escritas luego
de la Independencia estadounidense. Esto se debe a que tienen lugar durante la colonia
y a que uno de los temas principales de El último de los mohicanos, por ejemplo, es la
guerra entre Inglaterra y Francia durante el siglo XVIII. Si bien la teoría de Riva-Agüero
puede acertarse con ciertas obras al principio del siglo XIX, al contrario, no puede tener
significado después de pasar por el siglo XX. ¿Se integrarían afroamericanos como W. E.
B. Dubois, Langston Hughes o Cornel West a la literatura inglesa? Más difícil sería con la
escritura chino-americana de Ha Jin, o la chicana de Rodolfo Anaya. ¿Vería Riva-Agüero
a Dubois, Hughes, West, Jin y Anaya como herederos de Chaucer, Donne, Shakespeare
y Wordsworth? Claramente puede haber relaciones pero no son líneas rectas y directas.
Dada su incapacidad de percibir lo que Antonio Cornejo Polar llama los elementos hete-
rogéneos de la literatura (1994: 13), quizás hubiera visto a la escritura africanoamericana
como un elemento «curioso» de la literatura inglesa, así como afirma de los yaravíes de
Mariano Melgar en relación a la española (1905: 23).
El Riva-Agüero de 1905 contradice su hipótesis de la nacionalidad literaria desvin-
culada de la nación jurídica (1905: 172) cuando reconoce, correctamente, la acción del
medio en la producción de las letras. De este modo los forasteros que residieron en el Perú
lograron escribir literatura peruana. Bajo sus criterios criollistas, se aceptan al venezolano
Juan Vicente Camacho, al ecuatoriano Numa Pompilio Llona y a la argentina Juana
Manuela Gorriti como integrantes de la literatura «peruana» (1905: 172). Hasta concede
a Camacho el honor de ser el co-inventor de la «tradición peruana» con Ricardo Palma
(1905: 182). Estos extranjeros vivieron en Lima y participaron en la vida cultural de la
ciudad. Riva-Agüero no va un paso más para ver que ellos, acaso por el mismo hecho
de ver con ojos de forastero, figuran entre los primeros en reconocer la heterogeneidad
de la vida peruana. Irónicamente estos «extranjeros» se destacan precisamente porque
indagaron en elementos no criollos de la literatura peruana2. Con Gorriti sale la voz del
esclavo negro (aunque criollizada). Con Camacho se lanza un grito para la justicia del
2 No queremos sugerir que no había peruanos que tocaron estos temas durante el siglo XIX. Sobre el indígena véase
por ejemplo Narciso Aréstegui (1848) y Clorinda Matto de Turner (1889); sobre el asiático, véase «Nurerdin-Kan»
novela publicada anónimamente por Manuel Trinidad Pérez, El Correo del Perú, en varios números de año 1872.
Sobre Aréstegui se puede consultar Kristal (1991: 37-61); y sobre Matto de Turner es útil Fox-Lockert (1981: 89-93).
Que sepamos no hay ningún estudio sobre «Nurerdin-Kan».
YUYAYKUSUN 43
Thomas Ward
44 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
YUYAYKUSUN 45
Thomas Ward
46 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
YUYAYKUSUN 47
Thomas Ward
Entendidas la época y mentalidad del joven Riva-Agüero, hace falta estudiar cómo evolu-
cionan sus apreciaciones sobre la literatura, la historia y la nación. En la primera parte de
mi libro Buscando la nación peruana he señalado pautas interdisciplinarias para este tipo
de investigación en cuanto a las letras. La clave para entender al intelectual Riva-Agüero
desde todos los ángulos requiere incluir en esta discusión sus teorías de la historiografía
juntas a sus teorías literarias. Sus aportes trascendentes sobre Garcilaso de la Vega se
7 Mariano Siskind distingue entre dos tipos de modernidad, la «mimética» y la «traducida» (2009: 191). Obviamente
son dos aspectos de la misma práctica cultural porque, lógicamente, hay que traducir una obra extranjera antes que
sea ampliamente disponible para su imitación en el nuevo país de recepción.
8 La crítica de Mariátegui sobre Riva-Agüero la estudia ampliamente Cornejo Polar (1989: 67-86).
48 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
encuentran en «El padre Blas Valera» y «El Inca Garcilaso de la Vega», ambas secciones
integradas a La historia en el Perú ([1910] 1962-1997: IV: 9-30 y 31-197), en «El Inca
Garcilaso de la Vega» de Estudios de literatura peruana ([1916] 1962-1997: II: 1-62), y en
Las civilizaciones primitivas y el imperio incaico ([recopilado en 1966] 1962-1997: V). La
cuestión fundamental que grita para su resolución es si las contradicciones del joven Riva-
Agüero se resuelven con la madurez intelectual o si sólo se resuelven con su metodología
historiográfica, dejando atrás su lozana teoría literaria irresuelta.
Antes de continuar, es imprescindible recalcar que, al referirnos al Carácter de la lite-
ratura del Perú independiente y a La historia en el Perú, no estamos hablando de dos textos
inconsecuentes sino de los dos libros de mayor envergadura en la reestructuración de la
cultura peruana hasta la aparición de los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana
de José Carlos Mariátegui. Hay que repetirlo: si el Carácter de la literatura del Perú inde-
pendiente fue el primer tratado de la historia literaria en el Perú, La historia en el Perú, de
una forma parecida, fue la primera investigación significativa sobre la historiografía en el
Perú9. Y un tratado sobre la historiografía en el Perú tiene que comenzar con la época que
introduce el alfabeto, o sea, con la colonia, y es preciso comenzar con el Inca Garcilaso de
la Vega, el primer historiador peruano que conquistó fama internacional.
En los próximos lustros después del Carácter de la literatura del Perú independien-
te, Riva-Agüero le dedicará mucho empeño defendiendo los Comentarios reales del Inca
Garcilaso de la Vega. Es decir, en vez de acudir a la madre patria castiza para inspiración
acude a un autor peruano exiliado en la madre patria para este fin. Hay más. Es una
defensa hispanista que respeta la recomendación de Giner de los Ríos que los españoles
deben volver a la Edad Media española. Pero ya que el Perú no tuvo Edad Media, Riva-
Agüero vuelve a la colonia donde tiene que comenzar su tratado La historia en el Perú.
Los Comentarios han sido de una autoridad indisputable desde su aparición en 1609. Pero
durante el siglo XIX aparecieron impresas una miríada de fuentes nuevas, desde crónicas
inéditas de Bartolomé de las Casas, Anello Oliva, Bernabé Cobo y Fernando Montesinos,
Pedro de Cieza de León y las informaciones del virrey Toledo, hasta nuevas obras de
importantes historiadores durante el siglo XIX quienes aportaron nuevos documentos o
nuevas perspectivas sobre antiguos documentos. Entre ellos figuran Sebastián Llorente,
Antonio Raimondi, José Félix Blanco, Marcos Jiménez de la Espada, Joaquín García
Icazbalceta, Clements R. Markham y William Hickling Prescott. Luego la arqueología y
las otras nuevas ciencias sociales tuvieron su papel en desprestigiar a Garcilaso. Todas estas
nuevas aportaciones pusieron en tela de juicio a la obra de Garcilaso, y Riva-Agüero sacó
su pluma-espada para amparar al primer gran cronista nacido en el Perú10.
Por ejemplo, cuando «el muy distinguido americanista Manuel González de la Rosa»
se atreve a negar «la originalidad» de Garcilaso, acusándolo de plagio, Riva-Agüero redac-
9 Para Osmar González Alvarado, el Carácter de de la literatura del Perú independiente y La historia en el Perú «consti-
tuyen dos libros fundadores de los estudios peruanistas» (2008: 334).
10 Posiblemente Blas Valera fue el primer gran cronista nacido en el Perú, pero sin sus manuscritos no se inserta en la
proyección peruana hasta el siglo X y sólo se inserta parcialmente.
YUYAYKUSUN 49
Thomas Ward
ta «El padre Blas Valera» para defender al insigne autor de los Comentarios reales ([1910]
1962-1997: IV: 12-13). De hecho, el Riva-Agüero de 1910 es mesurado y lógico en la
metodología que propone. En esta tesis para el doctorado explica, «Valera y Garcilaso pre-
sentan el lado risueño y luminoso del gobierno de los Incas; las informaciones de Toledo,
el padre Cobo y Pedro Pizarro el lado oscuro y disforme. Tan erróneo sería ver exclusiva-
mente este último, como lo fue atender sólo al primero» ([1910] 1962-1997: IV: 181).
Así Riva-Agüero elabora una defensa de un Garcilaso que se ejerce en un campo polémico
y controvertido con una metodología justa y equilibrada para juzgarlo y para definir las
distintas trayectorias del ambiente cultural en el Perú. Las contradicciones entre el medio
peruano y el idioma castellano en ese medio se resuelven en la historia. Una observación
importante y útil para entender a Riva-Agüero constituye el hecho de que después del
Carácter de la literatura del Perú independiente no existe ninguna figura histórica o literaria
que recibe más atención en sus escritos que el Inca Garcilaso de la Vega. Se puede con-
cluir, entonces, que Riva-Agüero sintió alguna conexión intelectual y hasta espiritual con
el primer historiador peruano, quien nació durante la guerra inca-española la cual duró
cuarenta años (1532-1572).
Expuesto lo anterior, cabe la pregunta, ¿por qué los Comentarios reales son integrales a
los argumentos expuestos en La historia en el Perú? Es fácil comprender y constatar cómo
las crónicas españolas preservaron la óptica española, pero también hay que reconocer
que —a pesar del quipu— la versión de los incas desvanecía en el tiempo. Riva-Agüero
hace un aviso: «es verdad indiscutida que los indígenas al cabo de cien años perdieron
casi todos los recuerdos del pasado incaico» ([1910] 1962-97, IV: 73). Entonces lo que
queda es el mito, los mitos de los tiempos de antaño, pero Garcilaso convierte esta mito-
logía en historia; le da forma palpable: «Desde Huayna Cápac las nieblas legendarias se
van disipando en el relato de Garcilaso, y los acontecimientos toman un color histórico
y positivo» ([1910] 1962-1997, IV: 132). El valor de Garcilaso es obvio. De acuerdo con
José Antonio Mazzotti, Garcilaso pudo preservar el sistema de símbolos que utilizaba la
elite cuzqueña, dejando una especie de subtexto que tal vez, aún hoy, se podría leer (1996:
28). Hay más. Puesto que se había codificado el conocimiento del quipucamayoc, este
pudo desdoblarse con el conocimiento del Renacimiento que paulatinamente se expandía
de Italia a Francia, a España, a México y al Perú11. Tres siglos más tarde Riva-Agüero,
haciendo eco de la metodología establecida por Hostos con la etnología de Bartolomé de
Las Casas, pudo tomar este conocimiento expansivo andino y aunarlo con el ideal criollo
de la cultura.
Pero el valor del Inca Garcilaso para Riva-Agüero no se circunscribe a su historio-
grafía, el mismo Garcilaso —es decir, el hombre Garcilaso— se convierte en modelo de
la peruanidad. El autor de La historia en el Perú desarrolla esta idea y ve en el cronista el
«perfecto tipo de la mezcla de las dos razas, americana y española» ([1910] 1962-97, IV:
38). Entonces, como se constata en el Carácter, en La historia se entra en teoría racial.
50 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
12 Para las tendencias de formular estereotipos sobre las características de las razas durante el siglo XIX tardío véase Ward
(2007).
YUYAYKUSUN 51
Thomas Ward
mo interno que rige las mentalidades peruanas, la forma de llegar a lo que más tarde
José María Arguedas llamaría el Perú profundo, es, debido a ese colonialismo, mediante
España. Es decir que Riva-Agüero llega al Perú por medio de pautas españolas no obs-
tante que lo hizo mediante un autor tan polifónico que el crítico José Antonio Mazzotti
pudo escribir sobre él los «coros mestizos del Inca Garcilaso» (1996). Es crucial destacar
que el criollista Riva-Agüero se mostraba reticente ante la imitación de las letras francesas,
y en 1910 propone inspirarse no en la Edad Media española sino en un peruano modelo
que vivía durante la época de la colonia peruana, aunque un peruano radicado en la pe-
nínsula ibérica.
Asimismo, existe otro aspecto de este concepto. En 1905 él ve a la literatura peruana
como una literatura regional de la metrópolis europea, pero en 1910, por sus lecturas del
escritor «español» Inca Garcilaso de la Vega, llega a concebir valor en lo peruano. ¿Cómo
puedo yo llamar al Inca Garcilaso un escritor español? Tiene que ver con la percepción
de Riva-Agüero. Es algo así como Oscar Wilde escribiendo Salomé en francés. O más
como Isidore Lucien Ducasse (nombre de pluma: Comte de Lautréamont), poeta fran-
cófono uruguayo conocido casi universalmente como poeta francés. El Inca Garcilaso
eligió escribir en castellano, no en quechua, lo cual según el criterio de Riva-Agüero en su
Carácter implica que Garcilaso no es sino un escritor español, un escritor español oriundo
de una provincia española llamada Perú.
Pero es más que una sencilla decisión de elegir un idioma u otro. Tampoco se trata
de una visión a priori de Riva-Agüero. Como con toda cuestión lingüística, hay un ingre-
diente cultural. La investigadora Mercedes Serna Arnaiz de la Universidad de Barcelona
nota que Garcilaso se empeñaba con la traducción por más de veinte años en Montilla,
Andalucía. Durante aquella época, ella nota ella que Garcilaso disponía de «tiempo su-
ficiente como para haberse empapado del ambiente humanístico». Es más, Garcilaso se
desempeñaba en «entrar en la sociedad española, hacerse un lugar importante entre los
humanistas para, con la pluma y con la espada, demostrar que un indio está tan capaci-
tado como un español para ser un humanista y que puede llegar a ellos si dispone de la
formación necesaria y, en particular, de escritura, que es el único elemento cultural de que
su pueblo careció, a juicio suyo» (2009: 129). Así que culturalmente Garcilaso tenía no
poco de españolidad en su carácter, su persona, su medio y su experiencia, y claro, en su
escritura, por lo que Riva-Agüero no se equivoca del todo. Pero ojo: no estamos diciendo
que un Garcilaso como español es la única posibilidad de entenderlo sino una de muchas.
Antonio Cornejo Polar enumera algunas otras: «Garcilaso habla a veces como servidor fiel
de su Majestad, a veces como mestizo doblemente noble, a veces simplemente como mes-
tizo, a veces como Inca y a veces como indio» (1994: 94). Lo que propongo aquí es que
Garcilaso podría leerse como escritor español (y sería erróneo descartar completamente
esta faz de su obra) y es una de las apreciaciones de él que le hizo aceptable a Riva-Agüero
como modelo nacional, lo cual no habría sido posible si Garcilaso hubiera tomado la
decisión de escribir en quechua. Entonces es mediante un «escritor español» que Riva-
Agüero se pone en contacto con el Perú profundo, un discernimiento que se fortalecía
52 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
con su viaje por el Perú, la fuente de sus Paisajes peruanos que redactó entre 1916-1917.
Con «El Inca Garcilaso de la Vega» la transición de Riva-Agüero abarca una ideología
completa y coherente. Al llegar al Perú mediante un «escritor español» se puede afirmar
que el ideal de Riva-Agüero es la asimilación, casi paradójicamente al estilo francés en las
colonias francófonas de África durante la segunda mitad del siglo XIX. Todo el mundo
que escribe en español es español y la provincia peruana, ya la posterior nación peruana,
puede aceptar los elementos autóctonos con tal de que sean asimilados al ideal criollo.
La propuesta de Riva-Agüero de un Garcilaso perteneciente a «la primera genera-
ción criolla» abre un espacio para que posteriormente Mariátegui proclame que Garcilaso
«es el primer peruano, sin dejar de ser español» (1988: 211)13. En esta misma línea de
pensamiento se encuentran Raúl Porras Barrenechea quien llama a Garcilaso «el primer
peruano espiritual» (1955: 19) y, en el mismo año, Luis E. Valcárcel quien declara que
Garcilaso representa la «verdadera unidad que es la patria peruana» (1955: 147). En fin,
estos campeones de la cultura peruana parten del terreno abierto por Riva-Agüero. Pero
también, así como el Inca remoduló los conceptos andinos en una bella prosa renacentista
y criolla, los criollos posteriores como Mariátegui, Valcárcel, Porras Barrenechea y otros
también pueden abrazar lo andino en un nuevo concepto criollista inclusivo.
Referencias bibliográficas
Arnaiz, Mercedes Serna. (2009). «Garcilaso y sus maestros españoles». IV Centenario: «Comentarios
reales de los incas», 1609-1909. Coordinador Carlos Oyola Martínez. Lima: Universidad Inca
Garcilaso de la Vega: 125-145.
Aréstegui, Narciso. (1848). El padre Horan: escenas de la vida del Cuzco. Lima: Imp. del
«Comercio» por J. María Monterola.
Bueno, Raúl. (1998). «Heterogeneidad migrante y crisis del modelo radial de cultura». En
Indigenismo hacia el fin del milenio. Homenaje a Antonio Cornejo Polar. Ed. Mabel Moraña.
Pittsburgh: Biblioteca de América, IILI.
Burckhardt, Jacob. (1914). Civilization of the Renaissance in Italy. Trans. S.G.C. Middlemore.
London/New York: G. Allen & Unwin/The Macmillan Co.
Camacho, Juan Vicente. (1862). «No era ella». Revista de Lima 6: 459-463.
13 En el mismo pasaje Mariátegui matiza esta idea afirmando asimismo que «Garcilaso es más inca que conquistador,
más quechua que español» (1988, 211). Es cuestión de grados.
YUYAYKUSUN 53
Thomas Ward
Cornejo Polar, Antonio. (1989). Formación de la tradición literaria en el Perú. Lima: CEP.
——————————. (1994). Escribir en el aire. Lima: Horizonte.
Darío, Rubén. (1987). Cantos de vida y esperanza. En Poesías completas. 2 vols. Buenos Aires:
Editorial Claridad.
Fox-Lockert, Lucía. (1981). «Contexto político, situación del indio y crítica a la Iglesia de
Clorinda Matto de Turner». En Texto/Contexto en la Literaria Iberoamericana. Madrid: XIX
Congreso IILI.
Giner de los Ríos, Francisco. (1919). Estudios de literatura y arte, v. III de las Obras completas.
Madrid: La Lectura.
Gonzales Alvarado, Osmar. (2008). «José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos y el año mágico: 1928».
Yuyaykusun 1: 331-341.
González Prada, Manuel. (1985-1989). Obras, 7 vols. Ed. Luis Alberto Sánchez. Lima:
Ediciones Copé.
Gorriti, Juana Manuela. (1862). «El ángel caído». Revista de Lima 5: 787-792, 827-832, 864-
871, 899-903, 939-944, 979-986; y 6: 22-32, 107-110.
Hostos, Eugenio María de. (1988). La Peregrinación de Bayoán. En Obras completas (Edición
crítica). Río Piedras: Universidad de Puerto Rico.
Kristal, Efraín. (1991). Una visión urbana de los Andes. Lima: Instituto de Apoyo Agrario.
Larra, Mariano José de (Fígaro). (1960). Obras. Ed. Carlos Seco Serrano. 4 vols. [Vols. 127-130
de la BAE]. Madrid: Ediciones Atlas.
Loayza, Luis. (1985). «Riva Agüero: Una teoría de la literatura peruana». Cuadernos
Hispanoamericanos 417: 172-181.
Mariátegui, José Carlos. (1979). Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. México:
Era.
Mazzotti, José Antonio. (1996). Coros mestizos del Inca Garcilaso: resonancias andinas. Lima:
Fondo de Cultura Económica/Bolsa de Valores de Lima.
54 YUYAYKUSUN
Del novecentismo transatlántico a ‘la primera generación criolla’
Porras Barrenechea, Raúl. (1955). «Nuevos fondos documentales sobre el Inca Garcilaso».
Nuevos estudios sobre el Inca Garcilaso de la Vega: Actas del Symposium realizado en Lima del 17 al 28
de junio de 1955. Lima: Banco de Crédito del Perú.
Riva Agüero, José de la. (1905). Carácter de la literatura del Perú independiente. Lima: Librería
Francesca Científica Galland.
—————————–. (1962-1997). Obras completas. 19 tomos. Lima: Pontificia Universidad
Católica del Perú.
Sánchez, Luis Alberto. (1973). Balance y liquidación del novecientos. Lima: Editorial Universo.
Siskind, Mariano 2009. «Sarmiento, Darío y Borges, o el dilema de las modernidades margina-
les». Revista Iberoamericana. LXXV/226: 191-204.
Valcárcel, Luis E. (1955). «Garcilaso y la etnografía del Perú». Nuevos estudios sobre el Inca
Garcilaso de la Vega: Actas del Symposium realizado en Lima del 17 al 28 de junio de 1955. Lima:
Banco de Crédito del Perú: 137-151.
Ward, Thomas. (2005). «Latinoamérica y el mundo actual: la tercera globalización». Scientia, Año
VII, Nº 7 (diciembre): 231-244.
—————–. (2007). «From Sarmiento to Martí and Hostos: Extricating the Nation from
Coloniality». European Review of Latin American and Caribbean Studies 83 (October): 83-104.
—————–. (2009a). Buscando la nación peruana: desde González Prada a Arguedas. Lima:
Editorial Horizonte/Universidad Nacional Mayor de San Marcos/Loyola University Maryland.
—————–. (2009b). «The Royal Commentaries as a Kaleidoscopic National Archetype: The
Pursuit of Post-Colonial Identities in Peru». Review: Literature and Arts of the Americas, Issue 79.
Vol. 42.2 (Fall): 185-194.
YUYAYKUSUN 55
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban1
Discurso en su memoria en la Academia Nacional de Historia
David Sobrevilla
RESUMEN
El texto es un homenaje a la vida y obra de Fernando Silva Santisteban, un intelectual que manejó con
soltura las especialidades de la historia, la antropología y la arqueología, además de otras áreas de las
ciencias naturales y la filosofía. No se interesó solamente de temas generales o nacionales, sino también
del ámbito local y regional, en este caso, de Cajamarca.
ABSTRACT
The following text is a tribute to life and work of Fernando Silva Santisteban, an intellectual who
handle with ease the areas of History, Anthropology and Archeology; as well as, other areas. He
was not only interested in general or national themes, but also local and regional ones, in this case,
Cajamarca.
D
ebo al generoso pedido de la Sra. Teresa Guedes de Silva Santisteban y a la
benevolencia del Sr. Director de la Academia Nacional de Historia, mi antiguo
profesor en la Universidad Católica del Perú, Dr. José Agustín de la Puente
Candamo, el inmerecido privilegio de hablar esta noche en esta ceremonia en recuerdo
de Fernando Silva Santisteban. Les agradezco el honor, esperando estar a la altura de la
responsabilidad de evocar en la forma debida la memoria del gran historiador y antropó-
logo peruano.
Tuve la suerte de conocerlo en 1978 cuando Fernando estaba preparando una
Historia del Perú que editaba junto con Juan Mejía Baca en 12 tomos y para la que
me solicitó que colaborara escribiendo la parte destinada a las ideas en el Perú con-
temporáneo. Duccio Bonavia lo ha evocado bien con su figura espigada, su mandíbula
prominente y su sonrisa bonachona2. Era un gran conversador, un profesor carismático
y un hombre amante de la vida: de su mujer, sus hijos y nieta, de su trabajo y del Perú,
sobre todo del Perú indígena y de Cajamarca, un hombre que apreciaba a sus amigos y
alumnos y que adoraba a sus perros —al igual que otro eminente intelectual peruano:
don Manuel González Prada—.
1 Discurso pronunciado el 3 de julio de 2007 en la Academia Nacional de Historia en el acto en memoria de Fernando
Silva Santisteban. Tomo el título de este discurso del texto de Jorge Basadre «Elogio y elegía de José María Eguren»,
en: Equivocaciones (1928). En la edición definitiva de este artículo (1977) don Jorge le cambió de título a solo «Elogio
de José María Eguren».
2 Véase su discurso en honor de Fernando Silva Santisteban al serle concedido póstumamente el doctorado honoris cau-
sa por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta. En: La insignia, 13 de febrero
de 2007: http://www.lainsignia.org/2007/febrero/cul-017.htm.
Infancia y juventud
3 Conversaciones con Hernán Alva Orlandini, en: H. Alva Orlandini, Un alto en el camino del Perú. Lima: E. Univer-
sitaria, 1979; II: 336.
4 Entrevista con Fernando Silva Santisteban en: El Comercio. Lima, 9 de mayo de 2005: A12.
5 Ibídem.
6 Conversaciones con Hernán Alva Orlandini, Ibídem.
58 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
de Cultura de Cajamarca le editara unos poemas que Iberico había escrito pero no había
publicado y se los prologó7.
Años de aprendizaje
En 1950 Silva Santisteban ingresó a la Universidad Nacional de Trujillo para cursar estudios
de derecho los cuales interrumpió, pues un año después regresó a Cajamarca continuando
con sus actividades comerciales. En 1952 se trasladó a Lima ingresando a la Universidad
de San Marcos para proseguir allí sus estudios de leyes, a la vez que asistía al Instituto de
Historia. Tuvo como maestros a Luis E. Valcárcel, Raúl Porras Barrenecha, Jorge Muelle,
Ella Dunbar Temple, Alberto Tauro del Pino y a otros más. Su contacto reavivó en Fernando
la afición por la historia, abandonando entonces definitivamente los estudios jurídicos.
Entre los amigos que por entonces hizo se hallaban Carlos Araníbar, Federico Kaufmann
Doig, Pablo Macera, Aníbal Quijano, Raúl Rivera Serna, Vicente Gerbi y Alfredo Torero.
También conoció en San Marcos a Emilio Choy. Mario Urteaga le había dado una carta de
recomendación para Camilo Blas, quien a su vez le presentó a José María Arguedas, quien
jugó un papel determinante en su vida y con quien mantuvo una gran amistad.
En 1953 Alberto Tauro lo llevó a la Biblioteca Nacional presentándole a su director
Cristóbal de Losada y Puga. Este había sido alumno de don Osías Silva Santisteban y
quedó gratamente impresionado al conocer a su hijo, por lo que de inmediato lo contrató
para que trabajara en el Departamento de Investigaciones Bibliográficas. Fernando per-
maneció allí hasta 1960. De su permanencia en esta institución dan testimonio su tesis
de Bachillerato en Humanidades Contribución al estudio de la Archivología en el Perú, sus-
tentada en San Marcos el 24 de junio de 1957, y el artículo «Algunos Archivos Históricos
y repositorios en Lima» del año siguiente.
Silva Santisteban se graduó brillantemente de Doctor en Historia en la misma
Universidad el 10 de diciembre de 1958 con la tesis Los obrajes en el Virreinato del Perú. La
reelaboró en México y seis años después, en 1964, fue publicada por el Museo Nacional
de Historia, mereciendo los Premios Nacional de Historia y Nacional de Fomento a la
Cultura. Se trata de un trabajo admirable que se inscribe en lo que se denomina historia
económica sobre estas instalaciones en que se labraba paños. El autor la elaboró en los
archivos y repositorios coloniales de los sitios con los núcleos fabriles más importantes
—llegó a ubicar hasta trescientos obrajes—, y visitó algunos lugares donde habían fun-
cionado, como, por ejemplo, los situados en Cajamarca.
Silva Santisteban estudia en su tesis con todo detalle el origen de los obrajes, el de-
sarrollo de la industria fabril, la política española al respecto y sus distintos períodos.
Examina también las clases de obrajes, el trabajo que se cumplía en ellos, las técnicas y
condiciones laborales. Analiza la legislación del trabajo, la distancia entre las leyes que
regían la actividad en los obrajes y su realidad, y los conatos de rebelión que se produje-
YUYAYKUSUN 59
David Sobrevilla
ron en ellos. Indaga luego por la geografía de los obrajes en el Perú, y termina con unas
consideraciones generales. Se trata de una investigación innovadora que arroja nueva luz
sobre la economía colonial peruana: en contra de la tesis de que ésta tuvo un régimen
exclusivamente feudal, prueba que con los obrajes se inició el industrialismo en el Perú,
con toda la terrible situación de injusticia y explotación aparejadas. Muestra que las auto-
ridades españolas no hicieron nada por desarrollar esta industria incipiente, preocupadas
como estaban porque los paños producidos en los obrajes pudieran llegar a constituir una
competencia para los importados de España. De allí que la calidad de la producción de
las telas elaboradas en los obrajes dejara mucho que desear y que, cuando el mercado se
abrió a las importaciones del extranjero, esta industria incipiente colapsó.
En 1959 ingresó Fernando a trabajar en la Universidad de San Marcos como profesor
del curso de Historia Universal en la Facultad de Letras dictando su primera clase el mes
de agosto. Poco después obtuvo una beca de la Organización de los Estados Americanos
para estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde quería perfeccionar
sus conocimientos en historia económica. Allí permaneció hasta 1961 y conoció y recibió
los consejos de Alfonso Caso, Pablo Martínez del Río, Juan Comas, Luis Chávez Orosco y
sobre todo del eminente antropólogo Gonzalo Aguirre Beltrán. Los dos años de aprendizaje
en México lo llevaron a reorientar sus estudios hacia la antropología y a reencauzar sus inves-
tigaciones históricas procurándoles una base antropológica. Por entonces se casó con Aura
Manrique, con quien tuvo posteriormente dos hijos: Rocío, nacida en 1963 y que es una re-
conocida poeta nacional, y Ricardo que vino al mundo en 1964, es camarógrafo y tiene una
empresa dedicada a esta actividad en Miami. La unión con Aura duró hasta el año 1968.
Años de peregrinaje
De regreso al Perú en 1961 inició Fernando una existencia trashumante como profesor
universitario y funcionario público. Trabajó entre dicho año y hasta 1963 como profe-
sor de historia y antropología en la refundada Universidad de Huamanga, cuyo primer
Rector fue Fernando Romero.
El año 1964 desplegó una intensa actividad: ingresó a enseñar a la Universidad Peruana
Cayetano Heredia; y, a solicitud de José María Arguedas, fue nombrado Director del Museo
Nacional de Historia y Director de la Casa de la Cultura del Perú. Al año siguiente, 1967,
recibió las Palmas Magisteriales en el grado de Comendador. En la Casa de la Cultura per-
maneció hasta 1968; allí editó la revista Cultura y Pueblo (1964-68), estableció numerosas
filiales, reorganizó la Orquesta Sinfónica Nacional y fundó el Coro Nacional.
Por entonces conoció Fernando a la soprano Teresa Guedes con la que después se
casaría. Fue la mujer de su vida como sostiene su amigo Róger Guerra-García: le supo dar
amor, comprensión, ayuda y estabilidad.
Entre los años de 1968 y 1970 trabajó Silva Santisteban en la Universidad Nacional
de Cajamarca, como profesor de Ciencias Sociales y Director de Investigaciones. Llegó a
ser postulado para Rector de esta casa de estudios, pero sin ser elegido. En 1970 publicó
60 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
Años de madurez
El mismo año de 1971, a invitación de Antonio Pinilla Sánchez Concha, Rector y fun-
dador de la Universidad de Lima, comenzó a trabajar en esta institución como profesor
de los cursos de Historia, Antropología y Antropología Jurídica. Permanecería allí 29
años llegando ser Decano de la Facultad de Ciencias Humanas en dos períodos: de 1984
a 1987 y de 1990 a 1993. También fue candidato a Rector el año 1985, pero sin ganar
la elección.
Como él mismo ha escrito, luego de varios años como docente con una existencia
trashumante la permanencia en la Universidad de Lima lo hizo sentar cabeza como maestro
universitario al hallar en esta casa de estudios las condiciones de trabajo que le permitieron
desarrollar su labor docente y sus investigaciones «en un ámbito de organización y serie-
dad en el ámbito académico, y de respeto en el orden personal»8. De los apuntes para sus
cursos nacieron numerosos libros: Antropología (Lima: Universidad de Lima, 1977, 1998),
Historia del Perú (3 vol., 1982), El mundo andino, de la caza a las tecnologías agropecuarias
(1992), Notas sobre la idiosincrasia de Occidente (1993). Y de sus investigaciones privadas
surgieron las obras Historia de nuestro tiempo (1995) y Desarrollo político en las sociedades de
la civilización andina (1997). Quisiéramos ahora examinar estas publicaciones y referirnos a
algunos acontecimientos importantes en la vida de Fernando Silva Santisteban.
La primera edición de Antropología. Conceptos y nociones generales es, como hemos
dicho, de 1977 y la cuarta y definitiva de 1998. En esta última edición el libro consta de
diez capítulos que se ocupan sucesivamente de: la ciencia antropológica (I), la evolución
8 Discurso de recepción de la distinción como Profesor Emérito, en: Homenaje a los Profesores Eméritos Antonino Espi-
noza Laña y Fernando Silva Santisteban. Lima, Universidad de Lima, 2000: 57.
YUYAYKUSUN 61
David Sobrevilla
(II), el origen del hombre (III), las razas humanas (IV), sociedad y cultura (V), estruc-
tura y dinámica de la cultura (VI), la producción (VII), familia y parentesco (VIII), la
estructura social (IX) y mito, magia y religión (X). El autor afirma con modestia que no se
trata de una introducción a la antropología sino de «un manual, un texto de información
general y sucinta sobre los aspectos de la naturaleza humana y de la vida social que cons-
tituyen la preocupación fundamental de la antropología» (1998: 11). Mas en realidad
este libro es mucho más que un mero manual —si por éste entendemos un «libro en que
se comprende lo más sustancial de una materia» como reza la definición pertinente del
Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua—. En efecto, Silva Santisteban se
preocupó por organizar un excelente libro de iniciación a la antropología que abarcara los
temas más importantes del conocimiento antropológico y de ir actualizando los distintos
capítulos del mismo. Esto se hace, claro, si comparamos la primera edición del libro de
1977 con la cuarta de 1998: ésta ha complementado casi todos los capítulos primigenios
agregando una enorme masa de datos nuevos y ha corregido las informaciones superadas
por los avances científicos de la disciplina. Por ejemplo, en la sección sobre «Naturaleza y
concepto de la cultura» afirmaba la edición de 1977 que la cultura «comprende todos los
modos de comportamiento socialmente adquiridos, por lo tanto es la manera de pensar,
de sentir, de actuar y de creer de los grupos humanos, es decir la manera total de vivir de
las sociedades y de cómo éstas se adaptan al ambiente y logran transformarlo» (1977: 32;
subrayado nuestro). En cambio, en la última edición Silva Santisteban hace una conside-
ración mucho más amplia sobre el particular teniendo en cuenta los planteamientos que
entretanto se habían hecho dentro de la comunidad científica en torno a que el concepto
de cultura debe ser extendido a las sociedades animales y que ella debe ser concebida
como información (1998: 185 ss.). Sin duda, aunque Antropología. Conceptos y nociones
generales solo sea un libro de iniciación, es la mejor obra escrita sobre el tema entre no-
sotros, como lo prueba el gran número de ediciones que alcanzó, estando sin duda a la
altura de las mejores publicaciones extranjeras sobre la materia.
A partir de 1978 Silva Santisteban editó con el librero Juan Mejía Baca la obra colec-
tiva Historia del Perú en 12 tomos, contando con los aportes de numerosos especialistas.
Con este motivo se acercó al historiador Jorge Basadre quien preparó para esta colección
el último artículo que escribió. La Historia del Perú apareció en octubre de 1980 y según
un juicio ampliamente compartido es la mejor obra de conjunto sobre el tema.
El año 1982 Fernando Silva Santisteban publicó una pequeña Historia del Perú en
tres volúmenes dedicados al «Perú Antiguo», al «Perú colonial» y al «Perú republicano»
(Lima; Búho y Editora Nuevo Perú; 21995-96). Explicaba el autor en su nota prologal
que el editor se la había solicitado pensando «en la necesidad que existe en nuestro medio
y en la obvia función social que puede cumplir una Historia del Perú, de todas las épocas,
en la que se recojan la información, las reevaluaciones y los planteamientos que los espe-
cialistas vienen aportando a la historia peruana y se viertan en una versión comprensible
y accesible a un número amplio de lectores» (21995-96: 1: 7). Fernando declaraba que
asumió esta tarea con la preocupación de no dejar de lado nada que pudiera afectar la
62 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
YUYAYKUSUN 63
David Sobrevilla
64 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
YUYAYKUSUN 65
David Sobrevilla
Acota que el gobierno de las Fuerzas Armadas eliminó el problema del indio y del
régimen de la tierra, pero sin mejorar los estándares de vida y produciendo el sobredimen-
sionamiento del Estado. En cualquier caso, como resultado de este proceso no quedan
más clases dominantes y dominadas, o en todo caso han desaparecido las relaciones de
subordinación entre ellas.
Termina pronunciándose contra la tesis de Fukuyama del «fin de la historia», ponien-
do en su lugar como meta deseable el «fin de la dominación».
Desarrollo político en las sociedades de la civilización andina (Lima: Universidad de
Lima, 1997) es otro de los libros fundamentales de Fernando Silva Santisteban. En su
opinión, la historia peruana debería dividirse en tres grandes épocas: la del Perú Antiguo
o época de la Civilización Andina, la del Perú Colonial y la del Perú Republicano —con
dos períodos de transición: la de la Conquista situada entre la primera y segunda época, y
la de la Emancipación entre la segunda y tercera—. Sostenía el autor que no deberíamos
hablar de civilización prehispánica, porque al hacerlo estamos tomando como punto de
referencia la civilización occidental y no nuestra propia realidad. Destaca que la civi-
lización andina fue una de las tres únicas civilizaciones —junto con la mesopotámica
y la mesoamericana— que irrumpió sin vinculaciones ni precedentes culturales, como
sucedió con otras grandes civilizaciones como la egipcia, india, china, griega y romana.
Considerando que el aspecto más significativo del desarrollo de las sociedades es el po-
lítico —como sostenía Hegel—, Silva Santisteban busca describir el proceso político de
la civilización andina en especial sobre la base de los hallazgos arqueológicos y de otras
fuentes. Su finalidad era elaborar un esquema del desarrollo político de la civilización
andina que fuera sencillo, inteligible y de mayor significación histórica que las secuencias
de horizontes y períodos elaborados por la arqueología. Establecía así seis fases o tipos
de organización política: 1. sociedades igualitarias o segmentarias, 2. sociedades de jefa-
tura, 3. Estados «prístinos», 4. Estados expansivos, 5. Imperios regionales, y 6. Imperio
universal andino. Según este esquema es en la tercera fase que habría surgido el Estado.
Los elementos que evidenciarían su surgimiento son, fundamentalmente, la existencia de
una forma de poder que entraña la inclusión total de las instituciones, el control de los
excedentes productivos, el establecimiento de sistemas de reciprocidad y redistribución,
la existencia de sistemas de cálculo y registro, un contexto de normas, la manipulación
de la ideología (de los mitos, la religión y el ritual) y la presencia de una burocracia y de
una fuerza militar eventual o permanente. Los primeros Estados prístinos serían Caral y
Aspero en el Valle de Supe, las Haldas y Sechín Alto en Casma, la Huaca de los Reyes en el
Valle de Moche, la Galgada en la vertiente occidental de la Cordillera Negra, Huacaloma
en Cajamarca, y Kotosh (fase Mito) en Huánuco, entre los más representativos.
Fernando Silva Santisteban dejó la Universidad de Lima en febrero de 1999 al cum-
plir 70 años. Al año siguiente tuvo que ser operado del corazón. El 5 de setiembre fue
nombrado Profesor Emérito de dicha Universidad, pronunciando un discurso de agra-
decimiento en que se refirió a la crisis peruana y a la forma cómo debían encarar los
docentes universitarios la quiebra de la racionalidad que aquélla revelaba. Escribía allí:
66 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
Años finales
9 Discurso de recepción de la distinción como Profesor Emérito, en: Homenaje a los Profesores Eméritos Antonino Espi-
noza Laña y Fernando Silva Santisteban., 2000: 59.
10 Como se observa, Silva Santisteban tenía todos los conocimientos indispensables para haber sido un gran Rector:
tenía una idea precisa —aunque pueda ser discutible en algunos aspectos— de la crisis peruana, propuestas para
enfrentarla y un enfoque sobre el rol que a este respecto debía jugar la Universidad peruana.
YUYAYKUSUN 67
David Sobrevilla
que quería dictar y además el tiempo necesario para terminar algunos proyectos que
había postergado y para concebir y realizar otros nuevos. De ellos nacieron los libros
Introducción a la Antropología Jurídica, Cajamarca, historia y paisaje y El primate respon-
sable. Por ello, en cierto sentido puede decirse, como nos lo ha confiado su esposa Teresa
Guedes, que estos fueron los años más felices de su vida. A continuación quisiera referir-
me a estos libros.
Silva Santisteban hizo crear en la Universidad de Lima el curso de Antropología
Jurídica que dictó allí por varios años. Aún más: propició que muchos alumnos suyos
escribieran tesis sobre distintos aspectos de una materia tan importante para un país mul-
tiétnico como el Perú11. Disponía pues de sus apuntes para el curso y de todas las diser-
taciones que había asesorado sobre este tema, de modo que, consciente de que no existía
en nuestro medio un texto que recogiera los planteamientos generales de esta disciplina,
elaboró una Introducción a la Antropología Jurídica (Lima: Universidad de Lima, 2000).
Escribía en su Prólogo con su modestia característica lo siguiente sobre el contenido de
su libro: «Señalo algunos puntos de partida, así como ciertas bases teóricas y metodológi-
cas desde las cuales podemos acercarnos a la comprensión del fenómeno jurídico en sus
relaciones con los demás aspectos de la vida social». Y añadía: «He podido observar cómo
surge el derecho frente al vacío del poder del Estado y a la falta de punición, como ha
sucedido en los casos de las rondas campesinas, de los comerciantes informales y de los
asentamientos urbano-marginales, muchos de los cuales frente a la ausencia del escudo
estatal han configurado sus propios derechos paralelos. Así, se puede observar que el
derecho, como sistema de normas, surge allí donde la gente está de acuerdo en que determi-
nadas acciones de unos lesionan los derechos de otros». Para él la antropología jurídica tiene
como objeto de estudio «los sistemas normativos de control social en todas las sociedades,
especialmente el sistema jurídico, así como las funciones que cumple el derecho en la
satisfacción de las necesidades y aspiraciones sociales». Probablemente los capítulos más
importantes del libro sean el IV sobre el derecho primitivo, el V sobre las normas, la ley y
el derecho, y el X sobre la justicia informal. Pese a que la obra es un tanto dispareja, hay
que subrayar que constituye el primer manual sobre el tema publicado en español —hasta
donde llega nuestra información—.
Cajamarca. Historia y paisaje (Lima: Minera Yanacocha, 2001) es un cuidado ensayo
sobre la ciudad natal del autor. Trata allí en sucesivos capítulos de: Cajamarca (I), su
arqueología (II), el reino de Cuismanco (III), el encuentro de dos mundos en Cajamarca
(IV), Cajamarca durante el Virreinato (V), el barroco cajamarquino (VI), Cajamarca
durante la Independencia y la República (VII), los testimonios de los viajeros sobre la
ciudad durante el siglo XIX (VIII), Cajamarca durante la guerra con Chile (IX) y en el
siglo XX (X) y de los pintores cajamarquinos (XI). Silva Santisteban termina sosteniendo:
«Cajamarca, sin excluirse del proceso de formación y desarrollo del Perú total, muestra el
11 Estimuló directa o indirectamente que en dicha Universidad realizaran tesis sobre distintos aspectos ligados a la
antropología jurídica numerosos alumnos como Ana María Tamayo, Connie Gálvez, Nilda Garay, Juan Luis Tord.
68 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
carácter bien definido de sus creaciones desde los tempranos trazos de la cerámica cursiva
hasta la cautivante y hermosa obra de sus reconocidos pintores, tejedores, orfebres, escul-
tores, talladores y alarifes. Tanto las palabras aun sobrevivientes de su lengua originaria
como las cualidades expresivas de sus intelectuales o la lógica pausada de los campesinos
y la seguridad en el método de sus hombres de ciencia, muestran el carácter en que se
sustenta toda la originalidad y la idiosincrasia de los cajamarquinos».
La última obra publicada en vida por Fernando fue su admirable libro El primate
responsable. Antropobiología de la conducta (Lima: Fondo Editorial del Congreso, 2004).
El autor sostiene que el hombre no es social porque sea humano sino al revés: es humano
por la naturaleza social de su especie. Lo que hace que los individuos de una sociedad se
junten es su necesidad de supervivencia. La mecánica de la interacción social se explica
por el principio de reciprocidad, al que se refirió Marcel Mauss, principio que consiste en
la triple obligación de dar, recibir y devolver. Además de desarrollar mecanismos biológi-
cos —fisiológicos y genéticos— de adaptación, la especie humana ha hallado la cultura
como una megaprótesis adaptativa. ¿Y cómo ha surgido la agresividad humana? En con-
tra de las tesis de que se trata de un impulso innato que se manifiesta periódicamente, o
que se debe a la frustración, Silva Santisteban se adhiere a la teoría de que se trata de un
comportamiento aprendido cuya frecuencia y contextos varían de un individuo a otro, de
un grupo a otro y de una cultura a otra en función de experiencias particulares. Según el
autor, para solucionar la agresividad el hombre ha descubierto la razón como una forma
de avenencia entre la mente y las leyes de la naturaleza, ha inventado el derecho como la
única forma posible de convivencia y la ética como el regulador ideal de la convivencia so-
cial. Esta última se encuentra pues en el ápice del desarrollo social humano consistiendo
sus funciones en conservar la especie humana, preservar el equilibrio del medio ambiente,
cohesionar el grupo social a través de los valores y en mantener la reciprocidad como
hecho social total. La ética no es pues un regalo caído del cielo, tampoco algo meramente
natural; es más bien un producto y a la vez una condición de la vida social.
Además de publicar estos libros Silva Santisteban también emprendió la redacción
de otros textos que han quedado inéditos. Concluyó Dioses y poder en el Antiguo Perú, el
artículo «La cultura. Conceptos tradicionales y nuevos enfoques» (22 pp.) y se encontra-
ba en trance de terminar Antropología política (179 pp.) cuando la muerte lo sorprendió
dejando el manuscrito inacabado. Asimismo quería escribir un libro de cuentos para su
nieta basado en mitos e historias.
YUYAYKUSUN 69
David Sobrevilla
pasear a un perro
escribir aforismos
besar a mi niña.12
70 YUYAYKUSUN
Elogio y elegía de Fernando Silva Santisteban
esta Academia Nacional de Historia y por la tarde jugó con «Chico» Silva, el último de
sus queridos perros. Después se sintió fatigado. Por la noche se encontraba con su esposa
Teresa Guedes en su domicilio cuando lo acometió un infarto que terminó con su vida:
murió en paz como había vivido13.
Conforme a su última voluntad fue incinerado, y el 23 de febrero de este año 2007
la mayor parte de sus cenizas fueron lanzadas al viento en el Cerro Santa Apolonia de su
Cajamarca natal, otra parte fue enterrada en la Plaza de Armas plantándose allí un árbol,
y un pequeño resto quedó en poder de su viuda. A la ceremonia asistieron miembros
de su familia, el pueblo cajamarquino, el Presidente del Consejo de Ministros y cuatro
ministros de Estado.
Consideración final
13 Gerardo Alcántara Salazar, Un sabio en el recuerdo. Fernando Silva Santisteban. Lima: Universidad Nacional de Edu-
cación Enrique Guzmán y Valle, 2007: 77.
YUYAYKUSUN 71
David Sobrevilla
72 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social
en América Latina
Julio Mejía Navarrete
RESUMEN
En este artículo pretendemos desarrollar algunas cuestiones fundamentales que permitan organizar el
debate sobre el desarrollo del conocimiento social que se produce en América Latina. En ese sentido,
interesa mostrar la situación crítica de la teoría social, los desarrollos de la investigación y la emergen-
cia de nuevas perspectivas teóricas en América Latina.
ABSTRACT
In this article we want to develop some fundamental questions that allow organizing the debate about
the development of the social knowledge that takes place in Latin America. In that sense, we are
interested in showing the critical situation of the social theory, the developments of the research and
the emergence of new theoretical perspectives in Latin America.
A
ctualmente vienen dándose transformaciones sustanciales que afectan todos los
aspectos de la sociedad y el conocimiento. Las relaciones entre teoría e investiga-
ción social se encuentran en un proceso de revisión que incluyen sus fundamen-
tos, del propio logos científico de la modernidad.
Las ciencias sociales tienen grandes limitaciones en el estudio de la vida social, la
teoría puede presentarse como un obstáculo para acceder a la realidad. Sin embargo,
en América Latina la teoría y la investigación social ensayan propuestas innovadoras y
se muestra como un campo de desarrollo muy fructífero, buscan abrir el conocimiento
social a nuevas posibilidades.
Desde América Latina la situación de la teoría social se plantea como una crisis de la
propia subjetividad positivista moderna, desencadenada como parte de la metamorfosis
de todo un período histórico: aquel asociado a la modernidad europea, cuyo agotamiento
envuelve también los fundamentos epistemológicos que sustentaron los modelos de co-
nocimientos europeos impuestos en todo el mundo desde el siglo XVI.
Las ciencias sociales en América Latina han devenido en disciplinas sin un núcleo
conceptual común (Giddens, 2000: 16), situación que expresa la perplejidad que domina
en el desarrollo del conocimiento social en América Latina y el mundo. Los conceptos
desarrollados hasta la primera mitad del siglo pasado ya no tienen capacidad explicativa
para comprender la actual realidad cambiante. Conceptos como género, trabajo asala-
1 También Niklas Luhmann se refiere al fracaso de elaborar una teoría sistemática como el rasgo central de 100 años de
desarrollo de la sociología, puede consultarse su trabajo monumental: La sociedad de la sociedad (2007: 5-21).
2 Para un examen más detallado puede consultarse mi libro: Sociedad y conocimiento. Los desafíos de la sociología latinoa-
mericana (2009).
74 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
3 Desde América Latina podemos destacar: Boaventura de Sousa Santos (2000: 59-82); Boaventura de Sousa Santos
(org.) (2006); Miguel Martínez (1993: 109-137); Orlando Fals Borda (2003: 77-80).
YUYAYKUSUN 75
Julio Mejía Navarrete
En América Latina vienen gestándose originales formas de investigación social como res-
puestas a la crisis de la teoría social. Investigación social que se desarrolla sobre los funda-
mentos del paradigma de la complejidad y de la demanda epistémica de reconocimiento
de los otros saberes marginados y subordinados.
En efecto, para valorar la variedad de saberes y recoger su potencial es necesario
una nueva construcción epistemológica del conocimiento científico, solo en ese sentido
tendremos una original perspectiva para comprender los problemas del mundo contem-
poráneo. Las investigaciones sociales en América Latina se desarrollan sobre la base de
76 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
YUYAYKUSUN 77
Julio Mejía Navarrete
trismo y les faciliten transitar más allá de las fronteras de la racionalidad occidental, en
una imperiosa necesidad de buscar una «relación tensional» (Quijano, 1988: 63) con
otras formas de conocimiento no occidentales, entre «el logos y el mito» (Quijano, 1991:
IX) diría explícitamente, de aquellas formas del saber nativo que ven el mundo como una
totalidad en la que todo está relacionado con todo.
Es importante destacar como antecedentes de propuestas innovadoras para hacer in-
vestigación social en América Latina, las opciones de investigación-acción de Orlando Fals
Borda (1981) desarrolladas en la década de los sesenta y la de Silvia Rivera Cusicanqui. La
investigación-acción busca integrar a la población como sujeto activo en el desarrollo de
la propia investigación, recientemente Pablo González Casanova (2004) ha revalorizado
esta propuesta como la alternativa de investigación social de las nuevas ciencias y las hu-
manidades. Asimismo, la historia oral que formulara Rivera Cusicanqui (2004) trata de
incorporar los saberes de las comunidades nativas en la construcción del conocimiento
social.
En la actualidad, en América Latina se vienen desarrollando propuestas originales
sobre la manera de hacer investigación social, destacan la investigación dialógica, la inves-
tigación activista y la investigación co-labor. La investigación dialógica (Elboj y Gómez,
2004) se basa en el diálogo con los sectores poblacionales marginados con la intención
de plantear salidas para superar las desigualdades y la exclusión, constituye una forma de
incorporar a los participantes basándose en la tertulia dialógica, es decir, en las dinámicas
grupales de discusión, en las cuales se valoran los conocimientos de los participantes so-
bre el tema y las interpretaciones que realizan, y no solo las conclusiones a las que pueda
arribar el investigador.
Otra forma original es la investigación activista (Spees, 2006) que responde a las de-
mandas de los pueblos indígenas para la documentación histórica y cultural de sus reivin-
dicaciones, combina el análisis crítico cultural con la demanda de los sujetos de estudio
para producir conocimientos, comprometidos y críticamente viables que respondan a los
objetivos políticos compartidos. Además, permite definir las diferencias y las intenciones
comunes entre el investigador y los sujetos de estudio para que a partir de esas posiciones
se pueda desarrollar la investigación. También se lleva a cabo la investigación de co-labor,
Xochitl Leyva (2008: 33-56) busca rescatar el protagonismo de los pueblos que encarnan
los otros saberes, se intenta un trabajo conjunto entre investigadores y comunidades para
rescatar la diversidad de expresiones culturales mediante el diálogo intercultural y poten-
ciar la capacidad colectiva de la investigación.
78 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
4 Un estudio fundamental de la crisis de las ciencias sociales en América Latina puede verse en Aníbal Quijano (1990a:
11-26). También destacan Heinz Sonntang (1988); Orlado Fals Borda (1990: 83-91); Jorge Vergara y Enrique Go-
máriz (1993: 180-181).
5 Puede consultarse los trabajos tempranos de Eduardo Grüner (1998 y 2002); Nicolás Casullo (1998); Roberto Fo-
llari (2002).
6 En particular, Jesús Martín-Barbero se refiere a las dos características centrales de la posmodernidad, «uno de rechazo
a la razón totalizante y su objeto [...] y otro de búsqueda de una unidad no violenta de lo múltiple» (2001: 9).
7 Véase Néstor García Canclini (1993: 5-8).
YUYAYKUSUN 79
Julio Mejía Navarrete
dad de América Latina (Castro-Gómez, 2003). Postulados que han estimulado de manera
significativa la investigación social y han contribuido al desarrollo de las ciencias sociales,
aunque, de alguna forma, rozan con el escepticismo o irracionalismo en el pensamiento
social de América Latina (Sánchez Parga, 2007: 201-235).
El objeto central de los estudios culturales en América Latina es comprender el am-
plio proceso de interacción racial, cultural y social del continente, que supone la articula-
ción de formas prehispánicas, modernas y posmodernas. Perspectiva que lleva a desarro-
llar dos posiciones diferentes dentro del panorama de los estudios culturales. La primera
posición, de mayor presencia en América Latina, se desarrolla alrededor del concepto de
hibridez que alude a procesos principalmente culturales o raciales, destaca las situaciones
de contacto y mezcla entre culturas diferentes, que genera un tránsito homogeneizante y
de mestizaje armónico y, ante todo, unitario; involucra una forma de evolución unidirec-
cional que enrumba la sociedad hacia la modernización, dentro de una orientación teóri-
ca que recalca la noción de cultura de masas producto de la llamada industria cultural en
la versión de Néstor García Canclini (1990). La segunda posición, minoritaria en los es-
tudios culturales de América Latina, plantea la idea de la «heterogeneidad socio-cultural»
que subraya la coexistencia en paralelo de múltiples tiempos históricos y formas estruc-
turales diferentes, que constituyen la base de la pluralidad y compleja existencia social,
supone la presencia de varios mestizajes como el andino, el afro-caribeño, el amazónico y
el criollo, los cuales pueden evolucionar hacia distintas direcciones societales, destacando
la reproducción y expansión de las formas andinas, aunque todo ello bajo la hegemonía
del capitalismo mundializado, tiene entre su representante temprano a Antonio Cornejo
Polar (Cornejo Polar, 1994)8 y luego desarrollado por Catherine Walsh (2005), desde
posiciones más críticas al eurocentrismo.
Por otra parte, el actual debate en América Latina ha puesto de relieve que las nuevas
perspectivas teóricas tienen que fundarse en la rigurosidad epistemológica y en los aportes
de la complejidad que alejen a las ciencias sociales de toda forma de irracionalismo, lo que
Immanuel Wallerstein ha precisado de la siguiente forma: «lo que es esencial poner de
relieve en los estudios de la complejidad es que de ningún modo rechazan el análisis cien-
tífico, sólo el determinismo newtoniano» (2004: 194). En esa dirección, la emergencia de
un paradigma nuevo en América Latina se expresa en la configuración, interrelacionada,
de tres posibilidades de reflexión cognoscitiva en las ciencias sociales: la corriente teórica
de la modernidad/colonialidad, la perspectiva de las nuevas ciencias y las nuevas humani-
dades, y la orientación sistémico/constructivista.
La perspectiva de la modernidad/colonialidad es, sin duda, la más importante de este
proceso de reestructuración de las ciencias sociales, participan Walter Mignolo, Enrique
Dussel, Aníbal Quijano, Edgardo Lander, Santiago Castro-Gómez, Catherine Walsh,
Ramón Grosfoguel, Nelson Maldonado, entre los más destacados. Es en el célebre traba-
8 En realidad el concepto fue desarrollado en América Latina después de la segunda guerra mundial, aunque Aníbal
Quijano (1981) ha señalado que fue José Carlos Mariátegui quien lo definió inicialmente en los años veinte. Para una
discusión mayor puede consultarse del mismo autor (Quijano, 1990b).
80 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
9 Consultar algunos de los más importantes trabajos de Aníbal Quijano (2000a; 2000b: 201-246; 2006). También
Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel (eds.) (2007).
YUYAYKUSUN 81
Julio Mejía Navarrete
neos. Concepción que no duda en reconocer sus orígenes en la tradición marxista, ahora
reelaborada en el contexto teórico de las ciencias de la complejidad, que recoge los aportes
de Mariátegui, Adolfo Sánchez, Víctor Flores Olea, entre los más destacados, con la fina-
lidad de «corregir muchos errores de un marxismo determinista y reduccionista» que ha
predominado en la región. Este diálogo «entre sistemas complejos y sistemas dialécticos»
(González, 2004: 80-81) es la gran propuesta innovadora para el desarrollo de las nuevas
ciencias sociales en América Latina.
De modo particular, Pablo González Casanova señala que ahora se trata de «cambiar
los comportamientos epistemológicos» para el conocimiento social de América Latina, lo
que supone impensar el objeto de las ciencias sociales ya no como la búsqueda de «certi-
dumbre» sino de «la acción en busca de posibilidades» (2004: 124).
Pablo González Casanova nos lleva de la profunda teorización epistemológica, me-
todológica y sociológica de las ciencias de la complejidad a la propuesta alternativa éti-
ca y política por la emancipación social. Concilia la reflexión profunda de los sistemas
complejos con la orientación crítica que busca realizar los valores de libertad, democracia
e igualdad social. En ese sentido, el pensamiento de Pablo González Casanova es un refe-
rente innovador en las ciencias sociales porque promueve una cultura unificada, científica
y humanística, política y éticamente comprometida con la transformación del mundo
actual.
Por otra parte, se destaca la perspectiva «sistémico/constructivista» desarrollada en
la Universidad de Chile10, especialmente por Marcelo Arnold-Cathalifaud, con algunos
núcleos liderados por Javier Torres Nafarrete de la Universidad Iberoamericana en la ciu-
dad de México11. Se encuentra influenciada principalmente por la teoría de los sistemas
sociales de Niklas Luhmann, que tiene sus raíces en los aportes desarrollados por la teoría
de la autopoiesis de Humberto Maturana. Se propone para América Latina un modelo
de investigación para «abordar fenómenos sociales complejos», las descripciones princi-
palmente monocontextuales y parciales generadas hasta ahora por las ciencias sociales se
encuentran sobrepasadas por un mundo social cada vez más integrado que exige abordar
los fenómenos en su totalidad. Perspectiva epistemológica que lleva a complejizar las
observaciones de la realidad social latinoamericana, concebirlas de manera sistémica y
transdisciplinaria (Arnold-Cathalifaud, 2009: 79-87).
La complejización de la sociedad latinoamericana se define como un sistema emer-
gente de comunicación, que delimita lo propiamente social y establece que no existe
sociedad más allá de la comunicación, así tenemos que la organización es comunicación
de decisiones, los movimientos sociales es comunicación de la protesta, etc. La sociedad es
un orden autopoiético de relaciones holísticas comunicacionales, resultado exclusivo de la
10 Darío Rodríguez y Marcelo Arnold-cathalifaud (2007 [1990]); Marcelo Arnold-Cathalifaud y Francisco Osorio
(1998); Francisco Osorio (edit.) (2004); Marcelo Arnold (2006: 321-348); Francisco Osorio, Marcelo Arnold, Ser-
gio González López, Eduardo Aguado López (coords.) (2008).
11 Impulsor de la edición de las principales obras de Niklas Luhmann al castellano, en la que destaca el libro monumen-
tal: La sociedad de la sociedad (2007).
82 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
A manera de conclusión
En las ciencias sociales de América Latina está emergiendo una perspectiva teórica origi-
nal que ha evolucionado desde los estudios culturales hasta la emergencia de nuevas pro-
puestas cognoscitivas como la modernidad/colonialidad, las nuevas ciencias y las nuevas
humanidades, y la orientación sistémico/constructivista.
Teoría social que expresa el desarrollo de formas originales de investigación social en
América Latina, caracterizadas por la búsqueda de la recuperación, desde la ciencia y en
particular desde los fundamentos del paradigma de la complejidad, de los otros saberes
silenciados por la universalización del saber europeo desde el siglo xvI. Se destaca la
investigación dialógica, la investigación activista y la investigación co-labor.
Es una perspectiva teórica que busca superar el divorcio de la cultura científica y la
cultura humanística. El pensamiento social latinoamericano se orienta a la integración de
la verdad, del bien y de la belleza, de la objetividad científica y la justicia de nuestros pue-
blos. Asimismo, propugna la superación de la estrecha tradición disciplinar de las ciencias
sociales. En la necesidad de ir más allá de los límites de las disciplinas y se oriente en la
posibilidad de construir una ciencia social integral, que explore América Latina como un
sistema complejo.
12 Principios teóricos que lo alejan de la concepción de Humberto Maturana, quien considera la autopoiesis como un
proceso sistémico que presupone la acción de los humanos que se intercomunican, además de generar relaciones
de «comunicaciones que producen comunicaciones» holísticas, de lo contrario la descripción de la sociedad sería
«formal» semejante al «enfoque estadístico de sistema social» que excluye a los individuos de la explicación social.
Humberto Maturana y Bernhard Pörken (2004: 58-60).
YUYAYKUSUN 83
Julio Mejía Navarrete
Referencias bibliográficas
Bourricaud, François. (1967). Poder y sociedad en el Perú. Buenos Aires: Editorial SUR.
Castro-Gómez, Santiago. (2003). «Apogeo y decadencia de la teoría tradicional una visión desde
los intersticios». En Catherine Walsh (edit.): Estudios culturales latinoamericanos. Quito: Universi-
dad Andina Simón Bolivar – Abya-Yala.
Castro-Gómez, Santiago y Ramón Grosfoguel (eds.). (2007). El giro decolonial. Bogotá: Pon-
tificia Universidad Javeriana, Universidad Central y Siglo del Hombre Editores.
Cornejo Polar, Antonio. (1994). Escribir en el aire. Ensayo sobre la heterogeneidad socio-cultural
en las literaturas andinas. Lima: Editorial Horizonte.
Elboj, Carmen y Jesús Gómez. (2004). «El giro dialógico de las ciencias sociales: hacia la com-
prensión de una metodología dialógica», en Acciones, Investigaciones Sociales, N° 12. Zaragoza:
Universidad de Zaragoza, Escuela Universitaria de Estudios Sociales.
Fals Borda, Orlando. (1981). «La ciencia y el pueblo», en Investigación participativa y praxis rural.
Nuevos conceptos en educación y desarrollo comunal, Mosca Azul Editores, Lima.
————————. (1990). «El Tercer Mundo y la reorientación de los contemporáneos». En
Nueva Sociedad, N° 107, Caracas.
84 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
————————. (2003). Ante la crisis del país. Ideas-acción para el cambio. Bogotá: El Áncora
Editores / Panamericana Editorial.
García Canclini, Néstor. (1990): Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la moderni-
dad. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Grijalbo.
González Casanova, Pablo. (2004). Las nuevas ciencias y las humanidades. De la academia a la po-
lítica. Madrid: Anthropos - Instituto de Investigaciones Sociales UNAM - Editorial Complutense.
Leyva, Xochitl y Shannon Speed. (2008) «Hacia la investigación descolonizada: nuestra expe-
riencia de co-labor», en Xochitl Leyva, Araceli Burguete y Shannon Speed (Coords.) Gobernar en
la diversidad: experiencias indígenas desde América Latina. México: CIESAS, FLACSO Ecuador y
FLACSO Guatemala.
Martínez, Miguel. (1993). El paradigma emergente. Hacia una nueva teoría de la racionalidad
científica. Barcelona: Gedisa.
Maturana, Humberto y Bernhard Pörken. (2004). Del ser al hacer. Los orígenes de la biología del
conocer. Santiago: JCSÁEZ Editor.
YUYAYKUSUN 85
Julio Mejía Navarrete
Maturana, Humberto y Francisco Varela. (2006). De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la orga-
nización de lo vivo. Santiago: Editorial Universitaria.
Mejía Navarrete, Julio. (2002). Problemas metodológicos de las ciencias sociales en el Perú. Lima:
Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.
—————————–. (2009). Sociedad y conocimiento. Los desafíos de la sociología latinoame-
ricana. Lima: Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Osorio, Francisco (edit.). (2004). Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista. San-
tiago de Chile: Ediciones MAD.
Osorio, Francisco; Marcelo Arnold, Sergio González López, Eduardo Aguado López (co-
ords.). (2008). La nueva teoría social en Hispanoamérica. Introducción a la teoría de sistemas cons-
tructivista. Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México.
Quijano, Aníbal. (1967). Naturaleza, situación y tendencias de la sociedad peruana actual. La Ha-
bana: Pensamiento Crítico.
——————–. (1981). Reencuentro y debate. Una introducción a Mariátegui. Lima: Mosca Azul
Editores.
——————–. (1988). Modernidad, identidad y utopía en América Latina. Lima: Ediciones
Sociedad y Política.
——————–. (1990a). «Notas sobre los problemas de la investigación social en América
Latina», en Revista de Sociología, Vol. 6, Nº 7. Lima: Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
——————–. (1990b). «La nueva heterogeneidad estructural de América Latina». En Hueso
húmero, N° 26, Lima.
——————–. (1991). «Prólogo» a Textos básicos de José Carlos Mariátegui. México-Lima: Fon-
do de Cultura Económica.
——————–. (1992). «Colonialidad y modernidad/racionalidad». En Perú Indígena, Vol. 13
N° 29, Lima.
——————–. (1999). «Que tal raza», en: Familia y cambio social. Lima: CECOSAM.
——————–. (2000a). «Colonialidad del poder y clasificación social», en Journal of World-
Systems Research, vol. XI, Nº 2, University of California, <http://jwsr.ucr.edu/archive/vol6/num-
ber2/pdf/jwsr-v6n2-quijano.pdf>;
——————–. (2000b). «Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina». En Edgar-
do Lander (comp.): La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoa-
mericanas. Buenos Aires: CLACSO-UNESCO.
——————–. (2006). «Colonialidad del poder, globalización y democracia». Versión revisada.
En San Marcos, N° 25. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
86 YUYAYKUSUN
Teoría e investigación social en América Latina
Reyna, Carlos. (2000). Apogeo y decadencia de los estudios culturales. Una visión antropológica.
Barcelona: Gedisa.
Rivera Cusicanqui, Silvia. (2004). «El potencial epistemológico y teórico de la historia oral: de
la lógica instrumental a la descolonización de la historia» (1987), en Seminario de sociología de la
imagen. Una visión desde la historia andina. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Sánchez Parga, José. (2007). Una ‘Devastación de la inteligencia’. Crisis y crítica de las ciencias
sociales. Quito: Abya-Yala.
Santos, Boaventura de Sousa. (1989). Introdução a uma ciência posmoderna. Río de Janeiro: Graal.
———————————–. (2000). Crítica de la razón indolente. Para un nuevo sentido común:
la ciencia, el derecho y la política en la transición paradigmática. Sao Paulo: Editorial DESCLÉE.
Santos, Boaventura de Sousa (org.). (2006). Conhecimento prudente para uma vida decente: ‘um
Discurso sobre as Ciências’ revisitado. Sao Paulo: Cortez Editora.
Sonntag, Heinz. (1988). Duda/certeza/crisis. La evolución de las ciencias sociales en América Latina.
Caracas: UNESCO y Nueva Sociedad.
Spees, Shannon. (2006). «Entre la antropología y los derechos humanos hacia una investigación acti-
vista y comprometida críticamente», en Revista Alteridades, Año/Vol. 16, N° 31. Iztapalapa: Univer-
sidad Autónoma Metropolitana.
Vergara, Jorge y Enrique Gomáriz. (1993). «Teoría, epistemología y poder en la sociología lati-
noamericana de los noventa. Un análisis desde la perspectiva de su crisis teórica», en FERMEN-
TUM. Revista Venezolana de sociología y Antropología, Año 3, Nº 6 y 7, Mérida.
Wallerstein, Immanuel. (1999). Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas decimo-
nónicos. México: Siglo XXI y Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Huma-
nidades de la UNAM.
—————————–. (2001). Conocer el mundo, saber el mundo: el fin de lo aprendido. Una
ciencia para el siglo XXI. México: Siglo XXI y Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en
Ciencias y Humanidades de la UNAM.
—————————–. (2004). Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis del
sistema-mundo. Madrid: Akal.
YUYAYKUSUN 87
Los fundamentos científico-filosóficos
del Socialismo del siglo XXI*
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
Resumen
El artículo trata sobre el paradigma de tiempo-espacio-movimiento de la ciencia moderna y del
materialismo dialéctico, así como de las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo de
Lenin, y las cuatro fases lógicas evolutivas bicentenarias del anticapitalismo que nos conducen al
Socialismo del siglo XXI. Se pone énfasis en el avance hacia la complejidad, en la influencia sobre
la dialéctica y la evolución-revolución, en el impacto sobre la economía política y la obsolescencia
cibernética del mercado, así como en la lucha de clases y la democracia política.
Abstract
The article deals with the Time-Space-Motion paradigm of modern science and Dialectical
Materialism, as well as, Lenin’s three sources and three components of Marxism and the four
bicentennial evolutionary logic stages of anti-capitalism that lead us to 21st Century Socialism. It is
remarked the development towards complexity, the influence on Dialectics and evolution-revolution,
the impact on political economy and the cybernetic obsolence of the market, as well as the class
struggle and political democracy.
E
l primer paradigma científico moderno de la historia social, similar en importan-
cia científica a los paradigmas de Isaac Newton en física y Charles Darwin en los
sistemas biológicos, fue desarrollado por Karl Marx y Friedrich Engels. En el siglo
XIX, sus fundamentos epistemológicos-metodológicos se definieron en lenguaje filosófi-
co como materialismo dialéctico y luego como materialismo histórico dialéctico.
En su famoso ensayo «Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo», de 1913,
Vladimir I. Lenin definió su estructura paradigmática como «la mejor» que el hombre
produjo en el siglo XIX, representada por la filosofía alemana, la economía política ingle-
sa y el socialismo francés. Se refirió en particular a la aplicación de la dialéctica, es decir,
la doctrina del desarrollo en su «forma la más comprensiva, profunda y amplia» al conoci-
miento de la sociedad humana; el desarrollo de Adam Smith y la teoría de David Ricardo
del valor-trabajo en la teoría de la plusvalía, «la piedra angular de la teoría económica de
* Artículo presentado en el V Foro WAPE, «La crisis del capitalismo y su solución: el socialismo del siglo XXI», co-
legio internacional, la Universidad Renmin de China, del 29 al 30 de mayo de 2010, en la ciudad de Suzhou,
China.Queremos agradecer a nuestro amigo Paul Cockshottb por su valioso aporte en este ensayo.
Marx» y las lecciones de socialismo (utópico) francés y las luchas de las clases sociales
como la fuerza impulsora de la evolución social.
Desde entonces, el socialismo ha seguido su curso evolutivo del «socialismo utópico»,
según Marx y Engels, a socialismo científico del siglo XIX, socialismo práctico del siglo
XX y, por último, el desarrollo en el nuevo paradigma del socialismo democrático del
siglo XXI. Por ello la pregunta formulada por Lenin debe volver a responderse: ¿cuáles
son actualmente los fundamentos científico-filosóficos del proyecto anticapitalista del
Socialismo Democrático del siglo XXI?
Traducido al lenguaje científico contemporáneo, el modelo materialista dialéctico-
histórico de Marx y Engels, es equivalente al paradigma de tiempo-espacio-movimiento
que forma la base epistemológica-metodológica de todas las ciencias empíricas modernas,
desde el siglo XVI (Galileo). En este sentido, usando la definición de Lenin, la dialéctica
es la teoría más completa de movimiento y evolución. El desarrollo, sea juzgado como
evolutivo, revolucionario o involutivo, progresivo o regresivo, es el resultado del movi-
miento. Al ser el movimiento el modo de existencia de la materia —podríamos decir el
alma del universo—, lo cual se justifica para comprender estructuralmente «la dialéctica»
y «el movimiento» de Marx y Engels como categorías equivalentes y en un nivel superior,
la dialéctica como la conceptualización filosófica del movimiento y cambio.
«Histórico» es equivalente a «tiempo» o para citar una buena formulación de Newton,
«la medida de duración por medio del movimiento». El tiempo o la historia son un resul-
tado (derivado) de la materia y el movimiento. En términos de la cognición humana, el
materialismo puede entenderse, como la comprensión realista de la materia, es decir,
la extensión y la corporeidad de la materia, incluidas las regiones entre sí. En este sen-
tido, el materialismo de Marx y Engels está directamente vinculado a la forma física
de la existencia de la materia, al espacio. En este nivel ontológico, el materialismo es
la afirmación de la existencia del mundo real independiente del observador. Tal como
se menciona, la práctica humana como el materialismo histórico que significaba para
Marx el largo periodo de superioridad de las condiciones económicas de la vida en la
configuración de la historia, aunque, siempre se interpretan de un proceso de inte-
racción dialéctica con las otras tres relaciones básicas humanas, la militar, la cultural
y lo político. Con la naturaleza, como se expresa en el superb dictum de Marx: Das
Sein bestimmt das Bewusstsein, la realidad determina la conciencia.
Por tanto, podemos concluir que el materialismo dialéctico coincide con el para-
digma epistemológico de la ciencia moderna que en lenguaje contemporáneo se conoce
como paradigma de tiempo-espacio-movimiento.
De estas tres condiciones existenciales de la humanidad que simultáneamente sirve
como estructura elemental cognitiva del trabajo científico empírico (de investigación), el
tiempo es absoluto en el sentido de que no puede ser modificado por los seres humanos,
no obstante, el modelo clásico de Newton del tiempo ha sido teóricamente modificado
por cuatro dimensiones del paradigma espacio-tiempo de Einstein y Minkowski. Desde
el punto de vista de la actividad humana y la transformación social, es aun cierto que la
90 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
vida en la tierra se mueve a lo largo de una flecha unidireccional de tiempo. En este sen-
tido el tiempo es la única condición absoluta de nuestro ser.
Los individuos humanos, grupos o sociedades modifican o abandonan sus hábitats
espaciales e incluso, en cierta medida, pueden influir en el movimiento (evolución) de
la realidad. No obstante, el tiempo es unidireccional —del pasado vía el presente al fu-
turo—, condición absoluta, inmodificable e irrepetible de la vida humana. Es nuestro
recurso más vital la condición de la vida humana absoluta, inmodificable e irrepetible.
Las implicaciones de la condición ontológica absoluta del tiempo para la nueva civili-
zación son trascendentales. Esto puede ser ilustrado por su influencia en los tres «sistemas
básicos informáticos» que guían la lucha de transición del Socialismo del siglo XXI: la
ética material de la vida, la intelección de la ciencia y la constitución y la autodetermina-
ción del sujeto-ciudadano a través de la democracia participativa.
Desde un punto de vista moral o vital, el tiempo de vida de las personas es equiva-
lente, independiente a la de cualquier otro, independiente de sus características empíricas
como la edad, ingresos, sexo, origen étnico, la productividad, nacionalidad, etc. La hora
de un banquero, político o juez tiene el mismo valor moral como la hora de un campesi-
no, trabajador o desempleado, ya que ninguno de ellos es renovable. Sólo se vive una vez.
Sesenta minutos pasados son sesenta minutos a lo largo de nuestro viaje hacia la muerte.
Las agujas que marcan el reloj nos embarca en un solo camino de viaje. Esta igualdad mo-
ral básica de todos constituye la más elemental ética e inviolable fundación de sociedad
ética. Por lo tanto, el deber de la sociedad y el Estado socialista es garantizar este derecho
fundamental en todas las relaciones sociales.
Sin embargo, nuestras vidas no sólo evolucionan en el tiempo sino también en el
espacio. Somos materia que vive en movimiento. Es esta segunda condición ontológica de
la existencia humana —menos favorable, aunque co-acondicionado todos los aspectos de
nuestra existencia— lo que explica el hecho de que el tiempo como una condición moral
y de recursos de manera abstracta igual para todos los individuos (un derecho humano),
no es, por sí sola, suficiente para que el fundamento filosófico-ético de una sociedad nue-
va, basada en la solidaridad postcapitalista. Con el fin de avanzar de una moral imperativa
a un hecho omnipresente de la vida, el tiempo ha de expresarse en las tres dimensiones
que defina nuestra calidad de vida: las condiciones materiales de nuestra existencia, el
significado de nuestras vidas (un sentido de trascendencia) y nuestra libre determinación.
Nos acercamos a un dilema donde la dimensión ética de una sociedad justa y demo-
crática, el valor vital o moral del tiempo, resuelve la dimensión efectiva de la organización
económica y social, el modo de producción. Por consiguiente, se plantea la pregunta deci-
siva para la teoría y la praxis del Socialismo del siglo XXI: ¿Cómo debe ser organizado una
sociedad y un Estado postcapitalista del siglo XXI para satisfacer la justicia, la democracia
y una existencia significativa?
La respuesta está con la interacción consciente de las éticas materiales, la ciencia y
la democracia participativa. Estas tres dimensiones de la realidad, subsistemas para cons-
truir la nueva sociedad del Socialismo del siglo XXI, se unifican por tiempo. Dado que las
YUYAYKUSUN 91
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
necesidades materiales y la calidad de vida sólo pueden ser satisfechas por el trabajo social,
y dado que los valores económicos de los bienes son medidos en tiempo (valor-trabajo)1,
la fundación de ética general del socialismo del siglo XXI y su organización económica prác-
tica, coinciden tanto como la condición moral suprema de la vida y como el principio
fundamental de explotación de la economía. Además, la jornada de trabajo multiplicado
por la productividad y las reservas de mano de obra total a disposición de una sociedad,
determina la cantidad de riqueza que se pueden movilizar en un sistema social.
A nivel general, parafraseando a Lenin, podemos decir ahora que las «tres fuentes y par-
tes constitutivas» del Socialismo del siglo XXI se pueden resumir en la vida material-ética,
el pensamiento científico y la libre determinación mediante una democracia participativa.
Varios aspectos deben ser analizados rigurosamente:
1. La relación entre la determinación general del socialismo «genoma» del siglo XXI y el
socialismo científico de Marx y Engels y el socialismo práctico bolchevique de Lenin.
2. El avance del paradigma del espacio-tiempo-movimiento hacia la teoría de la com-
plejidad y sus implicaciones por tres componentes del marxismo de Lenin, es decir,
la dialéctica, la economía política y la superestructura política (la lucha de clases y la
democracia).
3. La interrogante de la decadencia (¿final?) del sistema burgués.
4. Las propiedades específicas de este reciente desarrollo del socialismo democrático del
siglo XXI.
5. El escenario de transición.
En este ensayo vamos a tratar los cuatro primeros temas.
Hemos descrito como se basó el paradigma del Socialismo del siglo XXI en las ideas de
tiempo, espacio y movimiento utilizado en la ciencia. Epistemológicamente es equivalen-
te al siglo XIX en el concepto de materialismo dialéctico-histórico en el que analiza las
complejas interacciones entre el homo sapiens, la sociedad y la naturaleza. Se guía por la
ética que apoya la vida y la naturaleza. Tiene como objetivo transformar el actual sistema
capitalista mundial en una democracia participativa, con una economía democrática-
mente planificada y sostenible, basada en el uso consciente para lograr equivalencia de los
valores del trabajo. Es momento de aclarar sobre su génesis y evolución.
Cuatro fases evolutivas del socialismo moderno pueden distinguirse fácilmente, ya
que el término fue introducido por primera vez en 1834 en París por el tipógrafo Pierre
Leroux en su ensayo «De l’individualism et du socialism». Desde inicios del siglo XVIII
1 El valor de cualquier producto, por lo tanto, la persona que lo posee y no significa usar o consumir él mismo sino
a cambio de otros productos básicos, es igual a la cantidad de trabajo que le permite comprar u ordenar. Por consi-
guiente, el trabajo es la medida real del valor permutable de todas las mercancías. (Adam Smith, La riqueza de las
naciones, capítulo 5).
92 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
YUYAYKUSUN 93
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
La explosión del conocimiento científico desde la formulación del primer paradigma del
socialismo científico de Marx y Engels y la determinación de su «genoma»2 por Lenin,
nos permitirá desarrollar el paradigma original a una mayor profundidad del que fue
posible con el conocimiento del siglo XIX. La relación entre los dos paradigmas, el socia-
lismo científico de Marx y Engels y el socialismo del siglo XXI es orgánica en el sentido
que el segundo ha surgido de la primera, muy parecido al modelo de la física moderna
que surgió de la síntesis innovadora de Newton. Albert Einstein y Max Planck son im-
pensables sin Newton y lo mismo puede decirse de Marx y Engels como predecesores.
El socialismo del siglo XXI es la síntesis evolutiva de las mejores ideas y experiencias del
desarrollo del socialismo y, por supuesto, de la filogenética en general. Es como todo el
conocimiento científico una creación ex materia, no una invención ex nihilo de los políti-
cos o intelectuales, y que se ajusta a las normas racionales de análisis científico.
El avance del conocimiento se extiende a las tres condiciones clave de nuestra exis-
tencia: tiempo, espacio y movimiento, pero es especialmente en la interpretación de los
diferentes tipos de movimiento o el enorme cambio epistemológico que ha realizado
el progreso. Ahora estamos en una posición mucho mejor para entender y calcular la
complejidad y las implicaciones de la materia en constante movimiento en sus diversos
niveles de organización, es decir, lo físico, químico, biológico y una categoría propia, la
complejidad neuronal humana. Definitivamente, ahora sabemos que lo que cuenta, para
los diferentes niveles de complejidad en estos estratos ontológicos de la materia, es la
simplicidad o la complejidad de sus mecanismos de retroalimentación con los sistemas de
autorregulación más complejos que se encuentran en el nivel biológico y en los sistemas
sociales humanos y también entendemos que el cambio (evolución) aparece en una escala
definida por la interacción de las leyes fundamentales de la naturaleza con la operación
del azar (elección de sucesos aleatorios). Eso nos permite salir de conceptos simples y
deterministas de la realidad como, por ejemplo, el «nuevo hombre soviético» y el homo
novo, detrás el resultado del impacto metodológico y epistemológico ha convertido a la
2 El científico británico Richard Dawkins utiliza el concepto «meme» con el fin de introducir los principios de la
evolución en la comprensión de la transferencia y la herencia de los fenómenos culturales.
94 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
filosofía del movimiento, dialéctica en una serie de ciencias del movimiento que en mate-
máticas (estadísticas, fractales, caos), teoría de la complejidad, cibernética, física, genética
y las teorías evolucionistas nos permiten vislumbrar, medir y encauzar el desarrollo de
fenómenos de una manera que Marx, Engels y Lenin no podían haber pensado.
Ahora entendemos que el comportamiento y la evolución de los Sistemas Dinámicos
Complejos o Sistemas Adaptables Complejos como el hombre y la sociedad, pueden ser
descritos como dinámicos de movimientos y comportamientos lineal, no lineal, de pro-
babilidad y caótico. Esta nueva comprensión afecta todos los aspectos de las anteriores
conceptualizaciones socialistas de la sociedad y la historia. Por ejemplo, las relaciones
entre evolución y revolución, mercado, planificación y propiedad, alianzas estratégicas y
tácticas y características de las democracias sin clases ahora se pueden analizar en forma
más completa.
Sin embargo, el impacto de la creciente comprensión de la conducta de la materia
en sus distintos niveles de complejidad no se limita a sí mismo. Se extiende a otras di-
mensiones de nuestra existencia: espacio y tiempo. El movimiento es una propiedad de la
materia, y un mejor conocimiento de esta propiedad permite una inferencia más acertada
sobre el estado de la materia, por ejemplo, sus ondas y estructuras básicas de las partículas,
que a su vez nos permite usarlo a nuestro favor como en futuros ordenadores cuánticos y
en las nanotecnologías.
Incrementar los conocimientos y el dominio de la ingeniería de la materia y el movi-
miento ha creado las condiciones objetivas necesarias para la sustitución del capitalismo.
Las instituciones básicas del socialismo del siglo XXI, la democracia participativa y la
economía de equivalencia, no son posibles sin la moderna tecnología de la información.
Por ello, la creación de un espacio electrónico virtual en la tierra ha añadido una nueva
dimensión a la realidad (civilización 2,0) que será tan importante para el futuro de la
sociedad mundial como actualmente es la biósfera.
La creciente sinergia de la biósfera y la esfera electrónica del hábitat físico-biológico
y lo virtual ha roto las barreras espaciales de comunicación entre las personas de todo el
mundo, lo que podría permitir su comportamiento social común y de unión, indepen-
dientemente de su ubicación geográfica. Este nuevo estado de conectividad crea como en
el sistema neuronal, cualitativamente un nuevo comportamiento colectivo de la mente,
de la organización y de las especies.
La superación de comunicación espacial real es reforzada por la superación de las
barreras paralelas en tiempo real. En principio, una mente colectiva y la mano de obra
pueden operar a nivel global. Las condiciones tecnológicas de la civilización 2,0 crea un
entorno institucional totalmente nuevo en el que las dos instituciones decisivas de la
civilización burguesa: el mercado y la democracia formal plutocrática se convierten en
víctimas de la evolución. Se convierten en obsoletas en relación a la nueva cognición,
la planificación y los dispositivos de decisión que la ciencia y la tecnología han puesto a
disposición de la humanidad.
YUYAYKUSUN 95
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
3 Marx, El capital (1867); Engels, Dialéctica de la naturaleza (1883) y Anti-Dühring (1878); Lenin, Materialismo y
empiriocriticismo (1913); Mao, Sobre la contradicción (1937).
4 Federico Engels, Dialéctica de la naturaleza, Grijalbo, México, p. 47.
96 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
5 Compare Heinz Dieterich, Raimundo Franco, El fin del capitalismo global. Editorial Nuestro Tiempo, México 1998.
YUYAYKUSUN 97
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
El argumento central de los padres fundadores del neoliberalismo, Ludwig von Mises y
Friedrich von Hayek contra una economía planificada y la revolución soviética, fue que
el intento humanista de Lenin y su partido de generar justicia social a través de la plani-
ficación colectiva de la economía, estaba destinada al fracaso por razones de complejidad.
Ninguna autoridad de planificación central sería capaz de controlar todos los parámetros
que son relevantes para el funcionamiento eficiente de una economía nacional. Con la
nacionalización de la propiedad privada, los bolcheviques destruirían el elemento ciber-
nético decisivo del sistema, el precio del mercado. La asignación eficiente de escasos re-
cursos y su optimización debería por tanto quedar en la «mano invisible» del mercado,
una institución perfeccionada a través de miles de años de evolución y más adecuada para
proporcionar el más alto grado de mejor material para los ciudadanos.
En efecto, el mercado es desde sus orígenes físicos en el ágora griega a su reencarna-
ción virtual como e-Bay y Amazon, la institución original para el libre intercambio de
mercancías y servicios. Sin duda, tiene miles de años de evolución, en el que se desarrolló
a partir de un espacio local del trueque ocasional a través de los sistemas de compensa-
ción mercantil y monetaria del Estado-nación moderno al mercado mundial actual que
domina los asuntos económicos de nuestra especie y, por último, se trata de un sistema de
retroalimentación interactiva que coordina miles de millones de transacciones económi-
cas a través de precios de mercado con fines de lucro en un sistema cibernético sofisticado.
Bajo ciertas circunstancias el mercado de un sistema de crematística capitalista
moderno puede ser sorprendentemente eficaz en la coordinación de estas operaciones.
Algunas de estas condiciones son que las estructuras del mercado no son monopolio, que
no hay poder adquisitivo suficiente, una clase trabajadora profesional y un Estado eficien-
te, que garantiza el marco funcional necesario para la economía política. En la medida en
que estas condiciones no se cumplen, por ejemplo, en el caso de los bienes públicos como
la seguridad de los entornos de trabajo o condiciones seguras de jubilación o cuando la
libre formación de precios se ve obstaculizado por el monopolio o precios administra-
dos, el mercado pierde su capacidad de regeneración y se convierte en ineficiente y un
pseudomercado.
El mercado es, por supuesto, mucho más que una sección transversal de intercambio.
Es el entorno institucional económico en el que la clase dominante monetariza la plus-
valía creada en el proceso de producción, convirtiéndola en ganancias. Este proceso está
determinado por las relaciones de propiedad privada que regulan el ámbito económico,
en gran medida, de la misma manera, la Constitución Política regula la dinámica de la
98 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
YUYAYKUSUN 99
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
En la lógica evolutiva del desarrollo social humano, la democracia puede ser entendida
como una característica o propiedad de los Sistemas Dinámicos Complejos Humanos.
Esta propiedad se puede medir en tres dimensiones: social, formal y participativa. Las
100 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
mediciones en estas escalas revelan el grado de influencia de los ciudadanos en los asuntos
públicos que determinan su calidad de vida. Es decir, esclarecer el grado de autodetermi-
nación de las unidades básicas del sistema social (los individuos) contra la determinación
externa por las estructuras de poder colectivo como el Estado, la iglesia, los sindicatos o
partidos políticos.
Los Sistemas Humanos Dinámicos Complejos y sus propiedades subyacen a la in-
fluencia de las leyes generales de la evolución. La génesis y la evolución de la democracia
dentro de la especie humana se pueden entender como un mecanismo de adaptación del
sistema de dirección política a las necesidades funcionales del sistema y su interacción
con el medio ambiente. La «democracia» aumenta la probabilidad de supervivencia y
reproducción del sistema mediante el aumento de las capacidades de adaptación. Esa es
su razón de ser.
Bajo esta perspectiva del sistema evolutivo, de la aparición de los modernos Estados
europeos en el siglo XV y las democracias modernas burguesas en los siglos XVII y XVIII,
no son un fenómeno aleatorio, sino adaptaciones necesarias de los componentes a sis-
temas internos cada vez más complejos, tales como las fuerzas productivas, densidad
demográfica, urbanización, desarrollo en el comercio, nuevos medios de comunicación
(Gutenberg) y la evolución de la estructura de clases sociales y una creciente interacción
con su hábitat natural y político.
La transición del feudalismo al capitalismo en Europa es un ejemplo de las leyes de
evolución (Gesetzmaessigkeit). El control formal, el ejecutivo y las estructuras de dirección
del feudalismo eran bastante simples. El propietario feudal dominó y organizó sus micro-
cosmos socioeconómicos casi autárquicamente (feudo) en forma vertical, apoyado por el
control del pensamiento reaccionario del clero y la amenaza de castigos draconianos por la
espada. Este simple sistema de explotación, dirección y dominio funcionó en los amplios
espacios rurales del feudalismo, pero era poco apropiado para mantener la coherencia y la
estabilidad macro en la pluralidad, cada vez mayor de las relaciones sociales, económicas y
políticas del sistema burgués naciente. Es en este contexto que la democracia representativa
moderna, basada en los partidos políticos, el parlamento, las elecciones periódicas y la divi-
sión del poder, surge en la escena histórica como expresión de las necesidades funcionales de
la organización capitalista, la coherencia y retroalimentación de información. La democracia
burguesa producto del capitalismo está destinada a desaparecer con la extinción del mismo.
Este nuevo momento se define por la creciente diversidad y complejidad de la sociedad que
ya no pueden ser adecuadamente representados por las barreras de clase en el acceso general
y de poder de decisión de la superestructura burguesa. Se tiene que evolucionar hacia una
democracia participativa porque el número creciente de personas y la creciente integración
global, en todos los niveles, es un salto cualitativo en la complejidad del sistema que sólo
se puede controlar con una mayor interacción entre la estructura económica y social básica
y su superestructura política. El efecto transformador en el actual sistema de gobernanza
política, democracia burguesa formal, será igualmente drástica y profunda de lo que fue la
transición del feudalismo a la sociedad burguesa.
YUYAYKUSUN 101
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
La necesidad funcional de este tipo de democracia para una sociedad capitalista mo-
derna, documentado por muchos científicos sociales importantes, también puede ser
entendida por la teoría contemporánea de control cibernético. W.R. Ashby, uno de los
padres fundadores de la cibernética, ha explicado esta tendencia en su famosa «ley de la
variedad requerida», que establece una necesaria correlación positiva entre la diversidad
de elementos en un sistema y la variedad de elementos en su sistema de control: «La va-
riedad absorbe la variedad, define el número mínimo de estados necesarios para que un
regulador controle un sistema de un número determinado de estados».
Aplicado a nuestro argumento, se refiere a la interacción entre la base económica
capitalista y la superestructura política burguesa. En caso de perturbaciones, la instancia
de control de un sistema debe disponer de un número suficiente de acciones para garan-
tizar un adecuado sistema de control. Dado que el número potencial de perturbaciones
en un sistema es básicamente ilimitado, es siempre conveniente maximizar su diversidad
interna con el fin de estar óptimamente preparado para cualquier contingencia previsible
o imprevisible. Es decir, una instancia de control sólo puede dirigir o modelar un sistema
si éstos tienen suficiente variedad interna para representar el sistema en su conjunto. Por
ejemplo, si el sistema es binario con sólo dos alternativas, el sistema de control debe ser
capaz de representar por lo menos dos posibilidades y, por tanto, establecer una distin-
ción. La cantidad de variedad regulada y modelada que el sistema tiene, define el límite
superior para la cantidad de variedades que pueden ser controlados o modelados.
Podemos decir, en el lenguaje del materialismo dialéctico, que la futura democracia
participativa del socialismo del siglo XXI, constituye la negación de la negación que eleva
a un ciclo de dos mil años de desarrollo la democracia de las sociedades de clase a un
nuevo nivel. La democracia griega fue participativa pero no universal. Las mujeres, tra-
bajadores forzados y esclavos no tenían derechos políticos. La democracia burguesa más
reciente es universal pero no participativa. La nueva democracia participativa socialista
contará con las dos propiedades necesarias: participativa y universal.
En resumen: la democracia no sólo es una forma mejor y moralmente superior de orga-
nización política de la especie, en comparación con todos los otros sistemas políticos en las
cuatro sociedades históricas de clase conocidas (esclavitud, feudalismo, explotación agraria
centralizada en el Estado y capitalismo), pero al mismo tiempo, en su forma participativa, es
la organización política funcional necesaria para el futuro postcrematístico, postcapitalismo
de la humanidad. La ética de la vida material y las necesidades del sistema funcional práctico
coinciden en el Nuevo Proyecto Histórico del Socialismo del Siglo XXI.
102 YUYAYKUSUN
Los fundamentos científico-filosóficos del socialismo del siglo XXI
Es importante hacer un diagnóstico correcto de la fase evolutiva del sistema para una
dirección humana consciente o, por lo menos, la influencia en estos escenarios diferentes
de desarrollo. La calidad de este análisis de la fase de transición del sistema, junto con la
praxis del sujeto, determina si un acto transformativo actúa como una figura cómica o
heroica.
Un juicio sobre la actual fase de transición del ciclo vital del sistema burgués puede
ser elaborado con la ayuda de las teorías del sistema, las estadísticas y la lógica de las
sociedades humanas evolutivas. En el plano económico, podemos decir que el modo de
producción capitalista llega a su fase terminal cuando la sobreacumulación de capital y
disminución de las reservas de mano de obra llega a un punto crítico. Varios cálculos
indican que el capitalismo mundial, con la excepción de África, llegará a esta situación
en el 2040.
En un plano más general del sistema, las condiciones necesarias y suficientes para el
paso cualitativo de un sistema civilizatorio macrosocial se dan cuando: a) la disfuncio-
nalidad de sus subsistemas centrales, es decir sus instituciones básicas, ponen en duda la
reproducción del sistema como un conjunto, y b) si las nuevas estructuras y subsistemas
constitutivas de la nueva civilización se han convertido hasta un determinado nivel en el
antiguo sistema.
Si aplicamos ambos criterios al capitalismo contemporáneo vemos que se cumplen
plenamente. Ninguno de los subsistemas decisivos de la sociedad burguesa son capaces de
resolver los grandes problemas de la humanidad: ni la economía crematística de mercados
nacionales ni las democracias parlamentarias representativas, ni los Estados plutocráticos
o de la burguesía liberal. En lugar de ser fuentes de estabilidad del sistema y los mecanis-
mos de solución del conflicto, se convierten, cada vez más, en zonas de conflicto de los
antagonismos sociales que las elites gobernantes no pueden hacer frente adecuadamente
en el marco de los Estados-nación capitalistas.
Estas contradicciones sólo pueden ser resueltas por un cambio de fase, por un salto
cualitativo hacia una civilización postcapitalista; y encuentran su resolución en la fase
postcrematística a través de cinco nuevos subsistemas centrales que ya son perceptibles
en la edad moderna: 1) Democráticamente planificada del valor-trabajo y la economía
de equivalencia basada en los recursos, operando con la tabla Entrada-Salida, moneta-
ria, física y del tiempo y el principio de equivalencia que realizan en la apropiación, dis-
tribución e intercambio; 2) Una democracia participativa, representativa en las cuatro
relaciones humanas básicas (economía, cultura, política, asuntos militares) que realizan
en la asignación del poder público de manera electoral, plebiscitaria y al azar los meca-
nismos de elección; 3) Estado democrático multiétnico y multinacional como voluntad
general, con una protección adecuada a las minorías; 4) El sujeto crítico-responsable, es
decir, el ciudadano consciente de sí mismo y autodeterminado racional-ético-estético;
y 5) La ética de la vida material que protege a todos los ciudadanos del mundo y al
planeta por igual.
YUYAYKUSUN 103
Heinz Dieterich y Raimundo Franco
El nuevo socialismo del siglo XXI comparado con el socialismo del siglo XX, se caracteri-
za por dos rasgos diferentes: una democracia participativa y una economía de equivalen-
cia planificada democráticamente. Una breve descripción de los dos será suficiente para
este ensayo.
La democracia participativa de la nueva civilización se amplía en el sentido que se
extenderá a las cuatro relaciones sociales básicas de la existencia humana: económica,
política, cultural y militar. Funcionará a través de una combinación de mecanismos re-
presentativos, plebiscitario y de elección al azar en estas relaciones básicas. Los partidos
políticos, como hoy en día los conocemos, son instrumentos burgueses específicos de la
organización del poder público y desaparecerán con la ausencia del modo de producción
capitalista y la superestructura burguesa. Lo mismo, es cierto para los políticos profesio-
nales, la forma actual de parlamentarismo y la estructura de los medios de comunicación.
El nuevo modo de producción será planificado democráticamente, no por una peque-
ña elite como en los Estados socialistas históricos o en los actuales Estados capitalistas. La
democratización del proceso de planificación y distribución es un objetivo fundamental y
necesario del nuevo socialismo. La planificación por sí misma no es socialismo, sólo si la
planificación democrática se combina con el principio de equivalencia puede la economía
de mercado ser transformada con éxito en una economía postcapitalista. Para lograr este
objetivo, la organización de la economía no se basa en los precios del mercado, sino en
los valores del trabajo. Todos los participantes en el proceso de producción de valor tienen
el pleno derecho con el valor que crearon, a excepción de los fondos sociales necesarios
(educación, defensa, etc.) que se decidirá mediante un plebiscito. La estatización formal
de los medios de producción no es necesaria, ya que el sistema garantiza que no se puede
utilizar para explotar a los trabajadores y para producir un valor excedente de apropiación
privada. Esto ocurre a través de un doble mecanismo: el eventual dueño formal pierde el
poder de facto con la planificación económica, ya que el plan elaborado democráticamen-
te determina el tipo y volumen de producción, mientras que el principio de equivalencia
determina los precios y salarios.
Es la combinación de una economía planificada democráticamente con la teoría del
valor del trabajo y el principio de equivalencia (Arno Peters) que establece un modo
de producción que es cualitativamente diferente a la economía capitalista del mercado
crematística. En la fase final del Socialismo del siglo XXI, el salario de cualquier trabaja-
dor, independientemente de la edad, sexo, etc., será directamente proporcional al valor
creado, que es el tiempo de trabajo dedicado a los esfuerzos económicos, incluidas las que
sean necesarias en el hogar (crianza de los hijos, etc.). Los precios también corresponden
directamente a sus valores (trabajo), por lo tanto, «el circuito económico es completo
en términos de valores, no de los precios. La explotación del hombre por el hombre ha
terminado. Cada ser humano recibe el valor total que se incorporan a los productos o
servicios.» (A. Peters).
104 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
Dos grandes momentos: luchas por la tierra (1888-1980)
y por la cultura (2009 - ¿?)
Rodrigo Montoya Rojas
Resumen
En este ensayo se reflexiona sobre dos momentos de la historia política peruana. En el primero, el ciclo
de luchas por la tierra entre 1888 y 1980 impuso en el escenario a los campesinos y a Hugo Blanco
como el líder más importante. El segundo podría haber comenzado con la rebelión de Bagua como
punto más alto del movimiento indígena amazónico-andino del país. El surgimiento del movimiento
político indígena ha sido una sorpresa para la mayor parte de quienes son aún líderes e intelectuales
del espacio de izquierda, pues no han entendido la potencialidad política de ese movimiento que
se comporta como la única oposición realmente existente en Perú frente a la política de desarrollo
capitalista impulsada por el gobierno de Alan García.
Abstract
In this essay, two moments of Peruvian political history are thought. In the first one, the cycle of
struggles for the land between 1888 and 1980 stood out the peasants and Hugo Blanco as the most
important leader. The second one could have started with the rebellion of Bagua as the highest point
of the Andean-Amazonian indigenous movement of the country. The emergence of the indigenous
political movement has been a surprise to most fo those leaders and intellectuals who are still from a
left-wing policy, since they have not understood the political potential of this movement that acts as
the only opposition that really exists in Peru facing the capitalist development policy promoted by the
government of Alan Garcia.
Introducción
«T
odos somos indígenas», es la pancarta que en las calles de Lima expresa una
inesperada solidaridad con la rebelión de Bagua, una sensibilidad que va
mucho más allá de la Amazonía y que compromete al Perú como conjunto.
Podría indicarnos también que el terreno podría estar ya preparado para construir los
puentes que hacen falta para acabar con la estructura colonial de un país fracturado en
segmentos distantes y muchas veces opuestos. Alberto Pizango, el dirigente mayor de la
Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), optó por el
exilio voluntario de 11 meses en Nicaragua para defender su vida y vuelve para responder
a las acusaciones, y porque —tal vez— al oír múltiples y diversas voces de solidaridad con
él las autoridades judiciales comprendieron que no debería ir a la cárcel.
En mi artículo «Con los rostros pintados: tercera rebelión amazónica en Perú, agosto
2008-junio 2009» (Montoya, 2009) se encuentra una crónica de lo ocurrido en Bagua y
una visión de conjunto de lo que fue la rebelión, su contexto, sus razones, sus perspecti-
vas y sus desafíos. Una de las tesis principales del texto sostiene que dicha rebelión es un
momento muy importante en la historia peruana en la medida en que define un antes y
un después. Después de Bagua el Perú ya no puede ser visto como un país sólo de criollos
puesto que los componentes andinos y amazónicos, excluidos por la república, salen de la
exclusión y del mundo subterráneo para exigir sus derechos políticos y reclamar la cuota
de poder que les corresponde.
En este ensayo propongo una reflexión sobre dos momentos de la historia política
peruana. En el primero, el ciclo de luchas por la tierra entre 1888 y 1980 impuso en el
escenario a los campesinos y a Hugo Blanco como el líder más importante. El segundo
podría haber comenzado con la rebelión de Bagua como punto más alto del movimiento
indígena amazónico-andino del país. Alberto Pizango parece ser el Hugo Blanco de este
momento y hay razones suficientes para suponer que podría convertirse en un dirigente
de alcance nacional y no sólo amazónico. En ambos casos, la realidad peruana contradijo
y contradice la tesis ortodoxa de la izquierda marxista europea de que la clase obrera sería
motor y dirección de la revolución socialista, y que podría después aliarse con los campe-
sinos considerados como fuerza social subalterna. El surgimiento del movimiento político
indígena ha sido una sorpresa para lo que queda de la izquierda después de la caída del
Muro de Berlín y del naufragio de la Unión Soviética1. La mayor parte de quienes son
aún líderes e intelectuales del espacio de izquierda no está en condiciones de entender la
potencialidad política de ese movimiento tanto para los indígenas como para ellos, ellas y
el país entero, como sus contradicciones, debilidades y desafíos.
Si admitimos que hoy, 2010, la única oposición realmente existente en Perú frente
a la política de desarrollo capitalista del señor Alan García es la del movimiento indí-
gena amazónico y andino comandado por la AIDESEP, la Confederación Nacional de
Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) y por la Coordinadora
Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI). En la medida en que la esperanza en el na-
cionalismo del comandante Humala parece diluirse, las posibilidades de transformación
política del país pasan por los amazónicos y andinos. Este hecho, a todas luces evidente,
ha sido debidamente advertido por los indígenas y las capas populares de la ciudad y el
campo. Frases como «Nos hace falta hombres como Alberto Pizango», «Los amazónicos sí
son capaces de pararle el macho a los apristas», son elocuentes. De la realidad que funda
esa percepción podría nacer otro bloque político, formado por indígenas amazónicos y
andinos, migrantes organizados en las grandes ciudades, apoyados por los campesinos,
sindicatos de obreros y trabajadores en general, organizaciones de mujeres, profesiona-
les, profesores, estudiantes, movimientos que defienden sus derechos sexuales diferentes,
estudiantes, etc. Pero no será fácil. Aún pesan mucho las ataduras con el pasado, las tesis
ortodoxas, los egos de dirigentes víctimas de sus espejos, la intolerancia para no aceptar a
1 El resto de la clase política tampoco tenía idea de lo que pasaba en la Amazonía y en los Andes. La categoría clase
política corresponde al conjunto de organizaciones políticas que a pesar de sus diferencias ideológicas comparten una
misma práctica de vivir y hacer política.
106 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
los otros como son, el eurocentrismo y el viejo racismo estructural que anida en mucha
gente que vive la ilusión de no ser ni sentirse racista.
Para los dueños de los medios de comunicación y sus periodistas de mayor con-
fianza —que se sienten felices con el bienestar de la economía de las grandes empresas
multinacionales y con Alan García Pérez—, el movimiento indígena de dentro y fuera del
país, particularmente el de los amazónicos y AIDESEP, es una piedra en el zapato, una
sorpresa desagradable que no alcanzan a entender. Les encantaría que esos movimientos
desapareciesen, aunque han aprendido a aceptar la diversidad cultural —la foto Benetton
de los indiecitos bonitos en una carta postal— que ofrece buenos dividendos económicos
en áreas como el turismo, la moda y la gastronomía (Montoya, 2009)2.
Antes de presentar los dos momentos históricos del Perú contemporáneo, me parece
importante prestar atención a la formación de la izquierda, al papel excepcional de José
Carlos Mariátegui y a la ortodoxia marxista europea sobre el papel de la clase obrera como
sujeto y dirección de lo que sería la revolución.
Agradezco a mis amigos Alberto Rocha, Hugo Cabieses y José Martínez por sus
comentarios.
Luego de sus profundos estudios sobre la lógica de funcionamiento del capital y el capi-
talismo, el proceso histórico de la acumulación de capital y de las tendencias futuras de
ese modo de producción, Marx propuso que la clase obrera sería en Europa y en Estados
Unidos el nuevo gran sujeto y actor histórico para cambiar el mundo, dejar atrás el ca-
pitalismo, construir el socialismo y llegar al comunismo. Con Marx y Engels nació la
convicción de considerar a la clase obrera como embrión o portadora de otro mundo para
intentar convertir en realidad la utopía de la modernidad entendida como sinónimo de
justicia y de libertad. Esta visión europea fue llevada al mundo entero y asumida dentro
de la izquierda en general como un dogma, una verdad que no necesitaba ser probada.
Como demográficamente los obreros no eran mayoría en los países europeos y Estados
Unidos, y menos en los del llamado tercer mundo, la clase proletaria fue considerada
como motor, dirección y fuerza principal de una alianza de fuerzas entre las que destacó
2 Alejandro Trevisan, un lector de la revista Caretas, escribió el 27 de mayo de 2010: «El líder indígena Alberto Pizango
debe ser escuchado por todos los peruanos, ya que representa al marginado pueblo de la Amazonía y es una de las
personas más coherentes presentes en el actual panorama político. Si Pizango llegara a ser presidente del Perú se
comenzaría a saldar la triste deuda que han dejado los quinientos años de conquista y evangelización de los pueblos
originarios de América». Los responsables de la revista Caretas le responden: «Todo el país es testigo que debido a la
actitud incoherente o engañosa de Pizango se generaron los luctuosos sucesos en Bagua el 5 de junio de 2009, y ello
no obstante la paciente buena voluntad del entonces premier Jehude Simon. Ahora la juez Carmen Arauco Benaven-
te le ha concedido libertad ligada a su comparecencia con impedimento de salida del país. Pasar de ser asociado con
el Baguazo a la presidencia es una alucinación de quienes quieren aprovecharlo». Los textos muestran la distancia que
hay entre el lector Trevisan que tiene un espíritu crítico y los responsables de la revista, tan próxima al gobierno de
Alan García, que en este caso preciso no tienen espíritu crítico alguno.
YUYAYKUSUN 107
Rodrigo Montoya Rojas
el campesinado, seguido por la llamada «pequeña burguesía», las capas medias e inte-
lectuales. En la segunda mitad del siglo XIX, primeros tiempos de la izquierda marxista
europea, la preeminencia de la clase obrera sobre el resto de clases y grupos sociales,
parecía inobjetable. El propio Marx comparó a los campesinos con «un saco de papas»,
queriendo decir que no tenían potencialidad alguna para ofrecer otro tipo o modelo de
sociedad. Pero la realidad mostró que en Rusia y China los campesinos debían ser toma-
dos en cuenta tanto por su peso demográfico como por la importancia de sus luchas por
la tierra y contra los señores de la tierra. Entonces fue pertinente subir de categoría a los
campesinos, quienes luego de ser considerados como «un saco de papas» pasaron a ser un
«aliado principal» de lo que se llamó «alianza de la clase obrera y el campesinado».
En países del llamado tercer mundo como Perú, la clase obrera se formó en la segun-
da mitad del siglo XIX, en bolsones principalmente textiles (Vitarte) y agrarios (comple-
jos cañeros); luego, en las minas y en algunas ramas industriales, sin haber sido nunca
demográficamente grande y, menos, mayoritaria. Luego de la caída del Muro de Berlín
y la desintegración de la Unión Soviética y los países llamados socialistas de Europa del
Este, el Consenso de Washington y la llamada globalización, los capitales se fueron libres
por el mundo buscando regiones y lugares de más bajos salarios y menos derechos para
obtener ganancias mayores. En contraste, los trabajadores encuentran muros de fierro,
cemento y vergüenza para no entrar a Estados Unidos (Muro de San Diego en la frontera
con México, muro en Israel para que los palestinos no pasen a trabajar dentro de su pro-
pio suelo, muros de alambre en Melilla y Ceuta para que los africanos no pasen a España
y Europa, muro en Irlanda para que los protestantes del norte no pasen al sur, muros inte-
riores en Lima, Buenos Aires o Río de Janeiro para separar a los ricos de los pobres, etc.).
En esta ofensiva capitalista de gran envergadura los obreros del mundo pierden empleos,
estabilidad y seguridad social, y buena parte de sus derechos sindicales. Por ese camino su
reducción demográfica es inevitable.
Desde tiempos de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), del
Partido Socialista de Mariátegui (1928) hasta hoy, nunca la clase obrera peruana fue de-
mográfica y políticamente mayoritaria en el país. Los partidos de la izquierda que siguie-
ron las líneas internacionales del Partido Comunista de la Unión Soviética y del Partido
Comunista de China, continuaron dentro de la inercia del pensamiento europeo de la
clase obrera como sujeto, motor y dirección, y de la necesidad de una alianza con el cam-
pesinado. Por su parte, las tendencias de la cuarta internacional trotskista, se mantuvieron
firmes en sus postulados eminentemente obreros y la aparición de Hugo Blanco como un
líder trotskista a la cabeza de un movimiento campesino fue, seguramente, un hecho que
ninguna de las tendencias de la cuarta internacional esperaba.
Sobre ese fondo intelectual y teórico que acabo de describir se crearon y florecieron
organizaciones sindicales de obreros y organizaciones políticas igualmente de obreros e
intelectuales. Según esa lógica, el resto de clases y segmentos sociales tendrían que aliarse a
los obreros y aceptar la dirección de éstos. Este esquema eminentemente moderno y euro-
peo fue rápidamente adoptado en América Latina y seguido con entusiasmo en países de
108 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
fuerte composición obrera como Argentina y de pequeña y débil presencia obrera como
Perú. Con estas y otras ideas volvió José Carlos Mariátegui de Europa en 1923. Pero tuvo
la suficiente lucidez para observar que tres cuartas partes de la población peruana eran
indígenas. Inició luego un proceso de acercamiento intelectual, político, amical y afectivo
con decenas de líderes andinos que llegaban a Lima con sus memoriales de protesta con-
tra los abusos que sufrían de los gamonales y políticos criollos y, también, con decenas de
intelectuales y artistas que defendían la causa indígena3.
De esos contactos brotaron textos diversos para la revista Amauta y algunas de las
ideas centrales para proponer un acercamiento entre el socialismo y los indígenas. Fundó
en 1928 la Confederación General de Trabajadores del Perú y el Partido Socialista Peruano
y estuvo entre sus planes fundar también una Confederación y un periódico indígenas.
Su muerte, en 1930, frustró esos proyectos. Me parece pertinente citar aquí siete tesis del
amauta sobre lo étnico y el socialismo:
Tesis 1. El pecado original del Perú es haberse formado sin el indio y contra el indio.
Optar por el Perú incaico y renunciar al Perú colonial es la clave sociológica de la socie-
dad peruana. La literatura comienza a ser peruana sólo cuando incluye al componente
indígena.
Tesis 2. El Perú es una nacionalidad en formación, es un concepto por crear: Los indios
—tres cuartas partes de la población— constituyen el cimiento de esta nacionalidad en
formación. Sólo una insensibilidad moral explica por qué se le ignora.
Tesis 3. No es suficiente ver los fragmentos del Perú, lo ideal es tener una visión del Perú
integral. No tiene sentido ignorar su componente hispánico. A pesar de la carnicería de
la conquista y la explotación colonial, la historia del Perú ha sido creada también con
aluviones de occidente. El Perú es sólo un fragmento del mundo. La ciencia y la técnica
de occidente constituyen una herencia irrenunciable. El descubrimiento de América, en
general, y del imperio incaico, en particular, constituyen el comienzo de la modernidad, de
la utopía de una sociedad justa: no existe un conflicto real entre la revolución y la tradición.
Tesis 4. El socialismo no debe ser confundido con el indigenismo. El indigenismo ha sido
útil para enjuiciar al gamonalismo y a la feudalidad. El socialismo no es una solución
3 En los primeros treinta años del siglo XX los andinos, campesinos quechuas y aimaras, aparecieron en Lima
protestando. En esos años en la Amazonía terminaba la era del guano que comenzó en 1880 y produjo una caza
de indígenas por las empresas esclavistas como Arana y Fiztcarraldo y sus aliados ingleses. Cerca de sesenta mil
indígenas murieron para que los caucheros amasasen sus fortunas. Por las distancias y la casi nula conexión interna
no llegaron a Lima delegaciones amazónicas como sí lo hicieron las andinas. En esos tiempos predominaba ple-
namente el prejuicio contra los llamados «chunchos». La Amazonía era demasiado lejana y el propio Mariátegui
estuvo influido por las ideas europeas del primitivismo atribuido a los «chunchos», habitantes de la Amazonía,
considerados como «salvajes». La defensa de los amazónicos hecha por la primera abogada peruana Miguelina
Aura Acosta Cárdenas fue mencionada por el Amauta, pero no fue suficiente. Sobre el problema del caucho ver el
último libro de Alberto Chirif Imaginario e imágenes de la época del caucho (Chirif y Cornejo, 2009). Lo mismo
ocurría con los prejuicios racistas contra los negros. Fueron los pueblos andinos los primeros en recibir la atención
limeña de artistas indigenistas como José Sabogal y de socialistas como Mariátegui. Casi un siglo después, los
amazónicos aparecen con sus propias voces.
YUYAYKUSUN 109
Rodrigo Montoya Rojas
indigenista y por eso filantrópica del problema del indio. La literatura indigenista ha sido
hecha por mestizos. La literatura indígena vendrá a su tiempo.
Tesis 5. En 1927, sólo es posible empezar a plantear el problema indígena. Resolverlo es
un asunto del futuro. El punto de partida para la solución del problema indígena es plan-
tearlo como un problema esencialmente económico y social. Los gestores de la solución
de los problemas de los indios deben ser los indios mismos.
Tesis 6. El socialismo en América Latina no debe ser calco o copia sino una creación
heroica. El socialismo es de origen europeo pero existe en la tradición americana. La
comunidad campesina puede convertirse en la célula del Estado socialista moderno y la
tradición de solidaridad campesina es fundamental. Pero el socialismo no significa volver
al socialismo inca.
Tesis 7. La esperanza indígena es absolutamente revolucionaria. Hay una consanguinidad
del movimiento indigenista con las corrientes revolucionarias del mundo. Para que el
socialismo sea socialismo y peruano debe solidarizarse con las reivindicaciones indígenas.
Es necesario darle a la lucha indígena un carácter de lucha de clases (Montoya, 1990:
45-70).
Estas tesis debieron haber sido el punto de partida para pensar e imaginar las posibles
vías para el socialismo peruano. Si Mariátegui hubiera seguido fielmente la ortodoxia
marxista europea, habría ignorado la llamada cuestión indígena. Felizmente, tuvo una
mente abierta y una convicción profunda de que en esos años sólo era posible poner los
primeros cimientos de un largo proceso4. Ochenta años después, con los sucesos de Bagua
y lo que ocurre en el mundo andino, esas ideas mantienen su vigencia pero los tiempos
cambiaron: lo que queda de la izquierda no tiene el atractivo que logró tener fugazmente
con las luchas por la tierra. Hoy, la esperanza pasa se encuentra en los pueblos amazóni-
cos, andinos y costeños.
4 Sobre la originalidad de Mariátegui ver de Aníbal Quijano: Reencuentro y debate: una introducción a Mariátegui
(Quijano, 1981); de José Aricó: Mariátegui y los orígenes del marxismo latinoamericano (Aricó, 1978); de Alberto
Flores Galindo: La agonía de Mariátegui, la polémica con la Komintern (Flores Galindo, 1991) y de Rodrigo Montoya:
El problema étnico y el socialismo en tiempos de Mariátegui (Montoya, 1994). Ver también mi Prólogo a la segunda
edición en portugués del libro 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana (Montoya, 2008 b).
110 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
zaciones de la izquierda. Cuando Hugo Blanco dirigía las tomas de tierras en Cusco, en
Lima Héctor Béjar y sus compañeros pensaron que esa ola política nueva debía ser apoya-
da con una organización armada, siguiendo el ejemplo guerrillero cubano. En 1963 fue
creado el Ejército de Liberación Nacional (ELN). El poeta Javier Heraud fue acribillado
en el río Madre de Dios en ese mismo año, cuando desde Bolivia intentaba llegar al Cusco
junto con un grupo de compañeros preparados para la lucha militar. Ya era tarde. Blanco
había caído preso. Luego, la columna guerrillera de Béjar en las selvas de Ayacucho fue
igualmente vencida. Lo que me interesa resaltar aquí es la sensibilidad de Héctor Béjar y
sus compañeros para oír el mensaje de las tomas de tierras como embrión para crear una
fuerza nacional capaz de cambiar el país5.
Paralelamente al ELN, otro grupo creó el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR), dirigido por Luis de la Puente Uceda que en 1965 tuvo a un destacamento gue-
rrillero en la sierra central (Andamarca) y otro en Mesa Pelada, Cusco. Su dirección estaba
convencida de que la revolución peruana se haría a través de la lucha armada. El MIR fue
igualmente derrotado. En 1968, fue creada una nueva organización de izquierda con el
nombre de «Vanguardia Revolucionaria» con el explícito propósito de retomar el camino
dejado por Mariátegui, resumido en la consigna «Ni calco ni copia, creación heroica» y
volver a colocar en el escenario político a la clase obrera como motor y dirección. Ese
mismo año, el gobierno del general Juan Velasco Alvarado promulgó, el 24 de junio, la
Ley de Reforma Agraria, la más radical del continente. Él estaba convencido de que si
no se resolvía el problema de la tierra, volverían a aparecer otros Hugo Blanco, Héctor
Béjar y Luis de la Puente Uceda y nuevas guerrillas. La reforma agraria de Velasco sumada
a las de 1964, 1963, y a la decretada por la Federación Departamental de Campesinos
del Cusco (DFCC), en 1962, transfirieron más de diez millones de hectáreas y acabaron
con la clase de gamonales y sus siervos, devolvieron a las comunidades gran parte de sus
tierras apropiadas por los hacendados y expulsaron de los complejos agroindustriales a la
burguesía agraria.
La CGTP comandó en 1977 el paro nacional más fuerte de la historia peruana que
sirvió para que la dictadura militar del general Morales Bermúdez (1975-1980) se viese
obligada a convocar a una Asamblea Constituyente y abrir un nuevo período de elec-
ciones políticas. En esas elecciones Hugo Blanco obtuvo la primera votación entre los
candidatos de la izquierda y luego de haber sido representante en esa Asamblea fue pro-
movido como cabeza de lo que sería la Alianza Revolucionaria de Izquierda, ARI, sí en
lengua quechua. Comenzó un proceso de discusión entre todas las organizaciones de la
izquierda. Los partidos marxistas-leninistas-maoístas dijeron que no apoyarían nunca a
5 Béjar en un homenaje a Javier Heraud —Casa de Mariátegui, en mayo de 2010— contó que para su grupo de
combatientes se trataba de una «lucha armada con minúsculas», «de un sincero esfuerzo de los jóvenes por acercarse
al pueblo de modo emotivo, sentimental, no demagógico». Dijo que ninguno pensaba convertirse en héroe, que
sólo trataban de ligarse al pueblo para compartir su suerte. Contó también que los jóvenes querían formarse en el
marxismo y que cuando el poeta Edgardo Tello, su amigo y camarada, cayó muerto, tenía en uno de los bolsillos de
su camisa el texto Manuscritos filosófico-económicos de Marx.
YUYAYKUSUN 111
Rodrigo Montoya Rojas
112 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
6 En Francia, en mayo de 1968, la clase obrera y el pueblo francés tuvieron el poder cuando la huelga general obligó al
general De Gaulle a buscar apoyo en los militares franceses asentados en Berlín. El Partido Comunista francés en vez
de seguir adelante y confirmar la victoria prefirió seguir el consejo del PC de la Unión Soviética para cambiar la huel-
ga general por las elecciones, con el viejo argumento de que las condiciones internacionales no estaban reunidas para
un triunfo nacional. En esas elecciones ganó Georges Pompidou el candidato del general De Gaulle y el PC francés
sufrió una gravísima derrota de la que hasta ahora no puede recuperarse. Después de la segunda guerra mundial las
fuerzas socialistas de Grecia tenían el poder en sus manos pero tuvieron que renunciar porque el acuerdo entre las
potencias dejaba a Grecia en el bloque de Europa y a los países de Europa del Este dentro de la órbita de la URSS.
Sobre la rebelión francesa en mayo de 1968, ver el artículo «Movimiento estudiantil y trabajadores, Francia 1968»
(Montoya, 1968).
YUYAYKUSUN 113
Rodrigo Montoya Rojas
El movimiento amazónico tiene una historia de cuarenta años. Aparece con nuevos ros-
tros, nuevos nombres y apellidos, del color de la tierra, con reivindicaciones que poco o
nada tienen que ver con el pasado político del país, con prácticas igualmente originales
y con tesis políticas que no se limitan a la Amazonía sino que comprometen al conjunto
del país, los países andinos, América Latina y el mundo entero. Un simple listado de las
nuevas reivindicaciones que los movimientos políticos indígenas han elaborado hasta hoy
en Ecuador, Bolivia, México, en la Amazonía, en los Andes, es el siguiente: 1) la tierra es
nuestra madre, 2) el territorio como gran espacio entre ríos, lagunas y quebradas para la
vida, pesca, agricultura, espiritualidad y universo mítico, dentro del Estado peruano y no
en contra, 3) la defensa de la cultura, 4) defensa de la lengua, 5) defensa de la identidad
como ejercicio de sus derechos a la diferencia, 6) su ciudadanía étnica para afirmar que
son peruanos e indígenas de cada uno de los pueblos amazónicos, 7) su derecho a la libre
determinación, 8) su derecho al autogobierno, 9) por el deber de mandar obedeciendo,
10) por construir una sociedad sin la concepción occidental del poder, 11) por su de-
fensa de los derechos colectivos de los pueblos, 12), 13) por el respeto a las mujeres, 14)
por el respeto a los pueblos y personas, 15) por el respeto a la dignidad de los pueblos
y personas, 16) contra la exclusión, 17) contra la indiferencia, el abandono y el olvido,
18) por la defensa de la biodiversidad, 19) por la defensa de los recursos de la Amazonía
como bienes colectivos de todas las peruanas y peruanos, 20) por la defensa de los saberes
indígenas acumulados en miles de años de organización del espacio amazónico, 21) por
una educación intercultural bilingüe, 22) por la defensa de la espiritualidad propia de los
pueblos, 23) por la creación de un Estado plurinacional, y 24) por el «buen vivir» que po-
dría ser una alternativa al llamado desarrollo que en occidente busca la riqueza a cualquier
precio como condición para vivir mejor.
Entre las nuevas prácticas habría que señalar, la creación de organizaciones étnicas,
diferentes a las ya conocidas de carácter sindical o político, el esfuerzo de construcción de
sus organizaciones desde abajo, su modo de hacer política cantando, bailando, con alegría
y hasta elegantemente vestidos.
Merece especial atención la propuesta de los pueblos amazónicos para defender los
recursos naturales (petróleo, gas, oro, madera, biodiversidad, saberes indígenas, particu-
larmente médicos) como bienes públicos de todas las peruanas y peruanos y no como
propiedad de unas cuantas empresas multinacionales en directa alianza con gobiernos
como el de Alan García. Su defensa de la Amazonía la entienden como defensa del pla-
neta, de toda la humanidad.
Todo lo que acabo de presentar de modo tan breve no habría sido posible sin el no-
table esfuerzo de los intelectuales indígenas bilingües y biculturales que luego de haber
aprendido a leer y escribir, y haber obtenido una formación en colegios y universidades,
tienen un juicio crítico sobre su propia realidad, el país, América Latina y el mundo, y
van construyendo un proyecto político y organizando fuerzas propias y alianzas para
114 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
realizarlo. Es pertinente mencionar aquí que Alberto Pizango tiene una experiencia de 20
años de profesor bilingüe, y estudios de una maestría de Antropología en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
Antes de cerrar esta sección pido a las lectoras y lectores que comparen las reivindica-
ciones, prácticas y propuestas políticas de los movimientos indígenas con las reivindica-
ciones, prácticas y propuestas de los partidos políticos desde 1960 hasta ahora y extraigan
sus propias conclusiones.
La rebelión de Bagua se produjo dentro de un contexto internacional marcado por
el caso particular de Bolivia, país en el que ya es vigente una nueva Constitución que
por primera vez es su historia toma en serio la representación de los pueblos indígenas,
propone la tarea de construir un Estado plurinacional y sostiene el Allin Kawsay o buen
vivir como alternativa frente al desarrollo capitalista de la acumulación de riqueza como
condición para vivir mejor. En la misma línea pero fuera del Estado y el gobierno, el
movimiento indígena ecuatoriano mantiene su orientación básica y trata de resolver los
problemas creados por los gravísimos errores de haberse aliado con un caudillo militar,
el coronel Gutiérrez, y de no haber sabido controlar a una parte de sus representantes en
dicho gobierno que defendieron sus intereses personales antes que los del movimiento
indígena ecuatoriano.
Problemas y perspectivas
No todo es color de rosa ni todo lo nuevo que aparece en el horizonte viene puro y trans-
parente. Lo nuevo viene entre brumas, de modo casi imperceptible. Se requiere de una
mirada atenta y profunda para detectar los embriones de cambio que la realidad contiene
sin que a veces sus propios actores se den cuenta de la importancia que tienen. Presento a
continuación algunos de los problemas más importantes:
1. En los últimos treinta años la afirmación étnica y política ha sido posible al mismo
tiempo que se intensifican los procesos de desindigenización en la medida en que el
modo de vida itinerante en segmentos pequeños de linajes derivados de ancestros
comunes se modifican seriamente desde 1974, cuando gracias al gobierno del general
Juan Velasco Alvarado al fundarse los centros poblados permanentes de las comuni-
dades nativas, alrededor de una escuela y un campo de fútbol. Este nuevo fenómeno
urbano ha producido la fuga de los animales bosque adentro y ha producido una sus-
tantiva disminución de la pesca disponible en ríos, lagunas y quebradas cercanas a los
centros poblados. La categoría pobreza aparece con ese cambio y con la conversión
de nativos en campesinos que producen para el mercado y por eso son vendedores
baratos y compradores caros.
2. Como consecuencia de la firme decisión de los padres de familia para enviar a sus
hijos a escuelas bilingües y monolingües, crece el bilingüismo castellano-lengua ori-
ginaria, disminuye el monolingüismo en lengua originaria, aparecen niños en edad
escolar cuya lengua materna es el castellano y, como consecuencia, los padres de
YUYAYKUSUN 115
Rodrigo Montoya Rojas
familia piden que en las escuelas del Proyecto de Educación Bilingüe de Iquitos, por
ejemplo, se les enseñe su lengua propia como si fuera una segunda lengua.
3. La soledad indígena sigue siendo un problema debido a la ausencia de aliados firmes
y confiables. El caso del grave error de los indígenas ecuatorianos al aliarse con el co-
ronel Gutiérrez es el más ilustrativo. La soledad fue y sigue siendo aún un problema
de los campesinos en y luego de las tomas de tierras. Una alianza entre los pueblos
amazónicos, andinos y costeños se encuentra aún en un momento inicial de cons-
trucción. No es fácil dejar atrás viejos conflictos del pasado derivados de los abusos
causados por los expropiadores-depredadores caucheros, petroleros, buscadores de
oro, colonos de los Andes expulsados por la pobreza inducidos a sobrevivir en la
Amazonía, y también de los conquistadores católicos y evangélicos de almas indíge-
nas. El caso boliviano es una excepción.
4. La nueva condición de pobres es una limitación profunda para que los pueblos in-
dígenas de las Amazonía tengan acceso a una buena educación y generalizada edu-
cación y para que pueda ejercer sus derechos políticos en mejores condiciones. Lo
mismo ocurre con los pueblos andinos.
5. Aparecen algunos síntomas de división propios de las organizaciones sindicales, polí-
ticas e institucionales como las ONG.
6. Los pueblos indígenas en general carecen de recursos para financiar sus posibilidades
de desarrollo y los gastos de sus organizaciones; requieren por eso de la solidaridad
internacional que debe ser tratada con extremo cuidado.
7. Se observa una distancia entre el nivel alcanzado por algunas direcciones indígenas y
sus bases7.
Las organizaciones indígenas amazónicas tienen que hacer frente a numerosos desa-
fíos, particularmente a uno que me parece muy importante: se trata del aprendizaje que
deben hacer de formas de organización que no son suyas y que forman parte de la tradi-
ción política occidental compartida por los partidos políticos tanto de izquierda como de
derecha. La organización social conocida y vivida por los pueblos amazónicos como eje
de su sistema de parentesco es la maloka, que corresponde a la representación que el jefe
de un linaje o de un segmento de linaje asume del conjunto de personas que forman esos
segmentos. La maloka se confunde también con una casa grande, en la que son recibidos
ritualmente todos los miembros en ocasiones especiales, que es diferente a la vivienda de
cada grupo familiar y que, sólo por extensión, podría llamarse comunal. Por eso, la no-
ción misma de «comunidad nativa» es una forma de organización estrictamente ajena a la
tradición amazónica, pero que fue indispensable para que los pueblos amazónicos fuesen
reconocidos por el Estado y puedan ejercer los derechos y deberes que esa pertenencia
impone. En el caso de las comunidades campesinas de los Andes, se trata de una organiza-
7 En otro texto (Montoya, 2008) me he referido con más detalle a los problemas que acabo de citar y a otros más que
acompañan la emergencia del movimiento político indígena como nuevo actor en el escenario de los países andinos
y latinoamericanos.
116 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
ción híbrida formada por el antiguo ayllu inca como conjunto de familias, como unidad
básica de la sociedad, redefinida dentro de una estructura formal que correspondía a los
municipios españoles, con alcaldes mayores y menores, alguaciles, regidores, campos.
Una vara de chonta era y sigue siendo aún el símbolo de un sistema de autoridades que
nació con las llamadas «reducciones de indios» a partir del gobierno del virrey Toledo en
1569. Con el reconocimiento legal de esas comunidades en 1920 y luego de los nuevos
estatutos comunales posteriores a la reforma agraria velasquista de 1969, se impusieron
los nuevos cargos de presidentes, personeros y consejeros (de administración y vigilan-
cia). Finalmente, se volvió a las juntas comunales de presidentes, secretarios, tesoreros y
vocales. Los nombres variaron pero no la estructura de los cargos, que se eligen por un
año, periódica y rotativamente, sin remuneración alguna. Si en algún lugar del país tiene
sentido pleno hablar de una vocación de servicio de los dirigentes es en las comunidades
campesinas, en las que los comuneros que ocupan el alto puesto de presidente entregan
cuatro o cinco años de sus vidas al servicio de la comunidad a cambio únicamente del re-
conocimiento y prestigio que sí son muy importantes. Cuando este sistema fue inventado
en el siglo XVI, el ideal de un sistema político democrático, no existía. Y si continúa luego
de muchos siglos, como la institución peruana más antigua, es porque se trata de una
democracia comunal en la que los abusos del sistema político global llamado democrático
no tienen lugar. No hay caudillos, ni dirigentes eternos como aquellos congresistas que
tienen más de 30 años en el Parlamento y que se consagran principalmente a la defensa
de sus intereses personales, de grupos y clases afines.
El sindicato, el partido político y la ONG, son formas de organización ajenas a las
comunidades campesinas y nativas. Adoptarlas como propias significa cargar con el activo
y el pasivo de esas organizaciones y vivir el grave conflicto entre respetar las reglas que
formalmente se declaran o seguir los principios no escritos que son parte del virus del
poder. La tradición amazónica y andina de vivir en comunidades en las que una de las
preocupaciones principales es buscar el bienestar de todos los miembros, será el recurso
mayor para resolver los problemas que deriven de la aparición de diversos síntomas del
virus del poder.
Una cuestión central en la coyuntura de hoy es la tentación electoral. Gran parte de
las organizaciones de la izquierda se atomizaron por haber caído en conflictos fratricidas,
causados también por disputas de sus dirigentes por una curul. Si estos se preocuparon
tanto por tener una silla en el Congreso, con los flashes de las cámaras para ser famosos
y los privilegios de todo tipo, la tarea de pensar en serio la política para ofrecer un hori-
zonte y una dirección para todo el país quedó como un espacio vacío. Esta es la pequeña
gran historia desde 1979 hasta hoy, con algunos congresistas de izquierda que cumplen
bodas de plata sin que el movimiento político de base y alternativo haya avanzado un
centímetro.
Una simple disposición en tiempos del fujimorismo para remunerar a los alcaldes y
ofrecer dietas a los regidores y la ley que otorgó funciones regionales a los antiguos depar-
tamentos, conversión de los departamentos, ampliaron notablemente el espacio electoral.
YUYAYKUSUN 117
Rodrigo Montoya Rojas
Cuando las alcaldías eran ofrecidas a los llamados notables, que no tenían necesidad de
recibir un salario, interesaban a muy poca gente. Hoy, miles de personas hacen grandes
esfuerzos para ser presidentes y consejeros de las 24 «regiones», alcaldes y regidores en 179
provincias y en 1,747 distritos. Las intenciones profundas tienen mucho que ver con los
sueldos que se pagan y, sobre todo, con la posibilidad de administrar mucho dinero, con-
fundiendo la caja institucional con el bolsillo, por eso del robar haciendo que viene desde
tiempos del general Odría (1948-1966) y se multiplica con Fujimori (1990-2000). Hoy,
este argumento tiene un peso enorme. La vocación de servicio existe, seguramente, pero
para un número pequeños de candidatas y candidatos. Cuando no se tiene un trabajo y
un salario estables, cuando las remuneraciones por el liderazgo temporal acaban, conver-
tirse en dirigentes remunerados por el sistema político es una alternativa demasiado seria
pero… Para ganar elecciones importantes hay que tener dinero, «hay que invertir», en
apoyos, aliados, partidos que ofrecen sus vientres de alquiler, publicidad en los medios,
regalos de bolsas de aceite, leche, azúcar, harina, arroz, polos y gorros con los nombres
de los candidatos. Por esta vía, las posibilidades de los dirigentes indígenas y campesinos
son muy reducidas.
Lo ideal sería que a partir de la rebelión amazónica se crease un movimiento político
de largo plazo en el que confluyan numerosas fuerzas desde abajo y que en el paso a paso
del camino vaya formándose un nuevo liderazgo con nuevos rostros, otros apellidos y
mejores ideas para que al fin contemos con una dirección que defina la líneas gruesas de
otro horizonte. Lo importante es el mediano y largo plazo y la tarea de construir a partir
de las luchas concretas a nivel local, regional y nacional. Nos hacen falta muchísimos
puentes que unan el archipiélago de hoy: puentes entre los pueblos amazónicos, andinos
costeños, migrantes de todas partes en los conos de Lima y en los pueblos jóvenes de las
ciudades; puentes entre las organizaciones indígenas y las organizaciones de trabajado-
res, campesinos, maestros, mujeres, estudiantes, periodistas, intelectuales, de grupos que
defienden sus derechos de ser sexualmente diferentes; puentes con los migrantes en el
exterior, principalmente con aquellos que vuelven a sus pueblos a pasar los cargos que las
familias de hoy ya no pueden asumir. Si se construyen esos puentes, la mayoría electoral
del país habría sido alcanzada y se puede tener la seguridad de ganar las elecciones nacio-
nales y, además, defender organizada y masivamente esa y otras victorias.
Para construir esos puentes disponemos ya de algunos pilares. El primero es el con-
junto de 24 reivindicaciones-objetivo propuestos por los movimientos políticos indígenas
de los países andinos y de América Latina y presentados líneas arriba en este ensayo. El
segundo es la contribución de teoría política ofrecida por Aníbal Quijano y otros autores
sobre la colonialidad del poder, clave para entender la dimensión mundial del patrón de
dominación y explotación global del capital en las esferas económica, social, política, cul-
tural, étnico-racial, patriarcal (sexo y género) a partir del comercio colonial con Europa,
Asia y África, luego del extraordinario hallazgo de la plata en Potosí. Paralelamente a
esta colonialidad del poder, Quijano y Wallerstein centran su atención en los procesos
de descolonialización a través de movimientos sociales antisistémicos que redefinen los
118 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
8 Sobre el tema de la colonialidad del poder, el sistema mundo, la economía y crisis mundial, claves para entender la
política, ver los trabajos de Aníbal Quijano: 2000a, 2000b, 1997, 1998, 1994, 1992, 1991, 1988, 1981, 1972, de
Immanuel Wallerstein: 2006, 2005, 1999, 1997, 1998, 1997, 1979; de Andrés Gunder Frank: 1982, 1972, 1969,
1967; de Boaventura de Sousa Santos: 2009a, 2009b, 2008 y 2007; de Enrique Dussel: 2000 y de Edgardo Lander:
2000, 1997.
9 Hablando de puentes, me parece importante citar una propuesta del economista Hugo Cabieses para que en el Perú
se construya una alianza de guacamayos, gallitos de las rocas, águilas, cóndores y pelícanos, aves que habitan los más
importantes pisos ecológicos del país.
YUYAYKUSUN 119
Rodrigo Montoya Rojas
Referencias bibliográficas
Aricó, José (selección y prólogo). (1978). Mariátegui y los orígenes del marxismo latinoamericano.
México: Cuadernos de pasado y presente. Segunda edición.
Santos, Boaventura de Sousa. (2007). La reinvención del Estado y el Estado plurinacional. Santa
Cruz de la Sierra: CENDA, CEJIS, CEDIB.
———————————. (2008). Pensar el Estado y la sociedad: desafíos actuales. La Paz:
CLACSO, CIDES-UMSA, Muela del Diablo Editores, Comuna.
———————————. (2009a). Una epistemologia del Sur. La reinvención del co-
nocimiento y la emancipación social. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, CLACSO.
Chirif, Alberto y Manuel Cornejo. (2009). Imaginario e imágenes de la época del caucho. Lima:
Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA) y el Centro Amazónico de
Aplicación Práctica (CAAAP).
Flores Galindo, Alberto. (1981). La agonía de Mariátegui, la polémica con la Komintern. Lima:
Desco.
——————————. (1989) Invitación a la vida heroica José Carlos Mariátegui, antología.
(Con Ricardo Portocarrero). Lima: Instituto de Apoyo Agrario.
Lander, Edgardo (comp.). (2000). La colonialidad del saber: Eurocentrismo y ciencias sociales.
Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: Clacso.
120 YUYAYKUSUN
Puentes para unir los fragmentos del Perú
Quispe, Alejandro Rey de Castro, Voces de la tierra: Reflexiones sobre movimientos políticos indígenas
en Bolivia, Ecuador, México y Perú. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Lima. 390 pp.
——————————–. (2008b). Prólogo a la segunda edición en portugués del libro Sete
ensaios de interpretacao da realidade peruana, de José Carlos Mariátegui, Expressao Popular,
CLACSO libros, Colecao Pensamiento Social latino Americano, traducido por Felipe Lindoso,
Sao paulo. Brasil, 330 pp.
——————————–. (2009a). Con los rostros pintados: tercera rebelión amazónica en Perú,
agosto 2008-junio 2009. Lima, 92 pp. El texto circula en varias redes de Internet (Servindi,
Democracia global, etc.) y ha sido publicado por Ediciones Lucha indígena.
——————————–. (2009b). Cuando la cultura se convierte en política. Conferencia inau-
gural del Congreso de Investigaciones en Antropología «Retos y perspectivas de la Antropología
ante el Perú actual». Universidad San Antonio Abad del Cusco Cusco, 17-29 de noviembre.
Quijano, Aníbal. (1972). ¿Qué es y qué no es el socialismo? Lima: Ediciones Sociedad y Política.
——————–. (1981). Reencuentro y debate: una introducción a Mariátegui. Lima: Mosca Azul
Editores.
——————–. (1988). Modernidad, identidad y utopía en América Latina. Lima: Ediciones
Sociedad y Política.
——————–. (1991). «América, el capitalismo y la modernidad nacieron el mismo día», en-
trevista en ILLA, no. 10, Lima, enero.
——————–. (1992). «Colonialidad y modernidad/racionalidad», en Perú Indígena, vol. 13,
no. 29, Lima.
——————–. (1994). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. Jonathan,
Mark: Human Biodiversity, Genes, Race and History. Nueva York: Aldyne de Gruyter.
——————–. (1997). «Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina»,
en Anuario Mariateguiano, vol. IX, no.9, Lima.
——————–. (1998). «La nueva heterogeneidad estructural de América Latina», en Heinz
Sonntag (ed.), Nuevos temas, nuevos contenidos. Caracas: UNESCO y Nueva Sociedad.
——————–. (2000a). «Modernidad y democracia: intereses y conflictos», Anuario
Mariateguiano, vol. XII, no. 12, Lima.
——————–. (2000b). «Modernidad y democracia: intereses y conflictos», Anuario
Mariateguiano, vol. XII, no. 12, Lima.
YUYAYKUSUN 121
SOCIEDAD
El cambio climático, de lo global a
lo andino: un ecocidio anunciado1
Jaime Llosa Larrabure
RESUMEN
La adaptación al cambio climático global en nuestro país debe partir de las ventajas con que contamos;
entre ellas, los sistemas de conocimientos tradicionales asociados a la siembra y cosecha del agua,
como la existencia de infraestructura hidráulica prehispánica en uso y otras por rescatar. Las respuestas
para minimizar las amenazas y superar las vulnerabilidades no están viniendo desde los que ejercen la
capacidad de decisión. Incluso, en ausencia de políticas nacionales que vayan al encuentro del fenómeno
global, se adoptan políticas sectoriales que potencializan más los efectos perversos de tal fenómeno.
ABSTRACT
Adaption to global climate change in our country must start from our strengths, including traditional
knowledge systems associated with the sowing and harvesting of water, as well as the existence of pre-
Hispanic hydraulic infrastructure still in use, and others to rescue. Reponses to minimize threats and
overcome vulnerabilities are not coming from those who wield the power of decision. Even in the lack
of national policies facing the global phenomenon, sectorial policies that enhance more the evil effects
of such phenomenon are taken.
E
l cambio climático global es un componente inherente —y a su vez el efecto— de
un sistema mundo ya insostenible; de ello se impone la necesidad del cambio del
sistema. Así, lo que inquietara en su momento a Mahatma Gandhi cobra vigencia:
«¿cuántos planetas se necesitarían si la India decidiera seguir el patrón de industrialización
vigente en Gran Bretaña?» (PNUD, 2007).
En línea con la preocupación de Gandhi, en los últimos años se han generado co-
rrientes de pensamiento y movimientos de defensa del planeta y de la vida, debido a las
evidencias que muestran que la Tierra da signos de agotamiento, expresado, tanto en sus
recursos naturales renovables como de los no renovables; también, signos de alerta de
graves efectos contaminantes sobre los suelos, los mares, los cursos de agua como del aire
que respiramos y de la atmósfera en general. Una de esas corrientes, actuando enmarcada
en lo que se ha dado en llamar ecología política, plantea que estamos avanzando hacia el
1 Este artículo fue elaborado por el autor a pedido de OXFAM Gran Bretaña y se mantiene inédito, ha sido revisado y
actualizado para su publicación por la revista Yuyaykusun.
La destrucción del medio ambiente y el crecimiento parece que van de la mano. Por esa
razón, hoy existe un movimiento importante que propone un crecimiento cero o hasta
un decrecimiento en las economías del planeta como una forma de frenar el deterioro
del medio ambiente.
El decrecimiento es definido como una reducción en términos físicos en la producción y
consumo a través de una contracción en la escala de actividad y no sólo por incrementos
en la eficiencia.
En coincidencia con esa línea de pensamiento, Erick Pajares Garay (2010), resalta la
inexorable constatación que hace Enrique Leff (2009):
En la idea de aclarar la relación entre crecimiento y afectación del medio ambiente apor-
tamos una reflexión del profesor Joan Martínez Alier (2010):
Hay una nueva corriente del ecologismo o ambientalismo global que surge de los con-
flictos sociales en torno al derecho o a los títulos sobre el medio ambiente, a causa de los
riesgos de la contaminación y por la pérdida del acceso a los recursos naturales y servicios
ambientales. Por ejemplo, hay un auge en la extracción minera y petrolera en los países
tropicales: ¿Se paga compensación por los daños reversibles e irreversibles? ¿Es posible la
restitución de esos daños? Otro ejemplo, los manglares se sacrifican a causa de la produc-
ción camaronera de exportación: ¿Quién tiene título sobre los manglares? ¿Quién gana y
quiéxn pierde como resultado de su destrucción? Muchos conflictos ecológicos, tengan
lugar dentro o fuera del mercado, sean locales o globales, ocurren porque el crecimiento
económico implica un incremento en el uso del medio ambiente.
Una de las expresiones de la agresión a los ecosistemas es el cambio climático global que
está ya afectando seriamente la vida en el planeta; al respecto, no obstante lo planteado,
podemos asumir un escenario, a partir de la realidad imperante, la cual pone en evidencia la
renuencia de parte de los países que más contribuyen en la emisión de los llamados Gases de
Efecto Invernadero (GEI), en diminuir sus emisiones hasta hacerlas «manejables». Ello nos
126 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
Ese día, la Suprema Corte de EE.UU. dictaminó que el gobierno no puede prohibir que
las corporaciones aporten gastos políticos —una decisión que afecta profundamente la
política gubernamental, tanto interna como internacionalmente—.
Para los editores de The New York Times, el fallo golpea el corazón mismo de la democracia al
haber facilitado el camino para que las corporaciones empleen sus vastos tesoros para abru-
mar la elecciones e intimidar a los funcionarios elegidos para que obedezcan sus dictados.
La corte acaba de entregar mucho más poder al pequeño sector de la población que
domina la economía.
YUYAYKUSUN 127
Jaime Llosa Larrabure
Los estudios sobre lo que es el cambio climático global y qué lo produce son nume-
rosos; en menor proporción, se han producido estudios de lo que ya está comportan-
do el fenómeno, haciendo jugar modelos matemáticos, de sus efectos, según aumente
la temperatura promedio de la Tierra. En cambio, los estudios sobre la adaptación son
casi inexistentes. Es ante tal desproporción y en atención a que el Centro Tyndall de
Inglaterra, mediante dos de sus científicos, ha manifestado que el Perú será el tercer país
del planeta que se vería más afectado (Brooks y Adger, 2003) es que comparto este texto,
en la intención declarada de hacer incidencia política, de visibilizar que los esfuerzos de
adaptación vienen de las comunidades y agricultores conservacionistas andinos, los cuales
se organizan espontáneamente ante los efectos del fenómeno global y la flagrante omisión
de las autoridades competentes del gobierno de turno.
Los países que más han emitido —y emiten— en mayor proporción los GEI, se
niegan a reconocer el principio del derecho internacional ambiental del «contaminador-
pagador». Un estudio realizado por OXFAM estimó en US$ 50 mil millones anuales la
suma que deberían entregar los países que son más responsables por la emisión de GEI a
los países subdesarrollados que serían más afectados por el fenómeno global con fines de
adaptación (Raworth, 2007)2.
La nota de prensa emitida por Intermón Oxfam, en España, titulada: «Abusos cli-
máticos y derechos humanos», que fuera entregado a la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, señala que con las excesivas emisiones
de GEI, los países ricos «… están violando los derechos de millones de personas en los países
pobres, el derecho a la vida, a la seguridad, al alimento, a la salud y al refugio» (2008).
Por ello, no son pocas las voces que han expresado que los Objetivos de Desarrollo
del Milenio (ODM) están siendo cada día más lejanos de ser alcanzados debido al cam-
bio climático global. Nosotros otorgamos al principio contaminador pagador tan sólo un
valor instrumental, que invita a contaminar menos al tener que distraer recursos para
pagar por los daños inflingidos; congruentes con tal posición sostenemos que el llamado
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)3 es antiético. Al respecto, concordamos plena-
mente con lo que plantea Martínez Alier (2010: 223) al respecto:
2 El año pasado, la misma entidad ajustó sus cálculos y la cifra ascendió a 170 mil millones de dólares anuales.
3 Mecanismo por el cual los países que más contaminan, para cumplir con las menores emisiones acordadas en Kioto,
compran el derecho a seguir emitiendo gases efecto invernadero, a terceros países que secuestran dichos gases, por
ejemplo, mediante la preservación de bosques.
128 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
4 Al respecto, la ONG Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas – PRATEC, luego de haber convocado, en el
marco del Proyecto In Situ, a agricultores andinos conservacionistas, finalizado el mismo supo mantener relaciones
con ellos, incentivándolos a constituir los llamados Núcleos de Afirmación Cultural Andina – NACA’s.
5 Reconocido especialista en el tema, miembro de la directiva del Panel Intergubernamental del Cambio Climático
(IPCC), consultor del Ministerio del Ambiente del Perú y Asesor de la Dirección General de Medio Ambiente del
Ministerio de Relaciones Exteriores.
6 La Costa que se vería seriamente afectada por los efectos del clima, se da el lujo de permitir que los 53 ríos que vierten
sus aguas al Océano Pacífico, arrojen a dicho océano, cada año, entre 15 mil y 20 mil millones de m3.
YUYAYKUSUN 129
Jaime Llosa Larrabure
global7; menos aun, ha logrado generar una política pública ad hoc o bien estimular a los
gobiernos regionales para que generen políticas públicas y estrategias de adaptación al
cambio climático global, en sus respectivos ámbitos territoriales, no obstante ser un im-
perativo reconocido legalmente en la norma de creación de dichos gobiernos, en el marco
del proceso de descentralización (Artículo 53).
Por el contrario, como lo expresáramos en un reciente artículo publicado en el libro
Perú Hoy (Llosa, 2010), las políticas sectoriales exacerban los efectos perversos que ya
viene produciendo el fenómeno global. Veamos:
Luego, en el mismo artículo, se consigna qué concurre a potenciar los efectos perversos
del cambio climático global:
Los efectos de mayor importancia y que están ya afectando, y habrán de ser aún más seve-
ros, afectan el mantenimiento de los ecosistemas de alta montaña, y de modo particular la
agrobiodiversidad, los sistemas agrícolas tradicionales y consecuentemente las estrategias
locales de seguridad y soberanía alimentaria de amplios grupos humanos.
En síntesis, las situaciones críticas generadas por el cambio climático global que ya
están gravitando sobre la vida en los Andes, son las siguientes:
7 Incluso, la Estrategia Nacional sobre el Cambio Climático, aprobada el año 2003, está siendo reformulada y aún no
logra su aprobación.
130 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
YUYAYKUSUN 131
Jaime Llosa Larrabure
Esta tendencia se acentuará en los Andes en los próximos años, tomando en cuenta que
la temperatura media —a nivel planetario—, debido al cambio climático global, no llega,
por ahora, sino a menos de un 1º C, y que sabemos que los esfuerzos en curso (siendo in-
suficientes) pretenden acotarla en 2º C, esto es, a más del doble de la que ahora nos afecta.
El cambio en la ocurrencia de lluvias afecta, también, el calendario agrícola en la
sierra, en la cual es común que los productores agrícolas, los jefes de familia, luego de ro-
turar el suelo y de sembrar (que requiere más mano de obra) migran estacionalmente para
complementar el ingreso familiar, alquilando su fuerza de trabajo —muchas veces incluye
la de otros miembros de la familia— sea para las cosechas de los cultivos costeros, como
el espárrago, la vid, el algodón, los pimientos, etc., o bien a aquellas de la ceja de selva
para cosechar el café y el cacao, principalmente. Al variar las lluvias, y con ello las épocas
de siembra, es muy posible que el desfase o asincronía no les permita migrar, dejando
por tanto de percibir el ingreso complementario, con consecuencias sobre los índices de
pobreza y el aumento de las enfermedades carenciales.11
Otros testimonios de comunidades y agricultores conservacionistas andinos refieren
que «los cultivos están subiendo». Ello va unido a que las lluvias son más frecuentes en
zonas más altas (puna) y se muestran más escasas en la zona quechua. Ello indica que
el aumento de temperatura y la presencia de mayor lluvia ocasiona que los cultivos que
antes prosperaban solamente en la zona quechua12 (zona del cultivo del maíz, de los tu-
bérculos andinos como la papa, el olluco, la mashua, etc., y de los granos como la quinua
y los frijoles), ahora se trasladen (suban de cota) a la zona puna, generándose conflictos
con los campesinos de la puna, los cuales sólo tenían ganado ovino, vacuno y camélidos
sudamericanos domesticados (alpaca y llama)13, produciéndose intercambios de produc-
tos entre los productores de los distintos pisos altitudinales, hoy siendo alterados.
La mayor consecuencia es, sin duda, el impacto sobre la seguridad y la soberanía
alimentaria, no sólo de los productores andinos y sus familias, sino del país en general,
debido a que no pocos productos de origen andino forman parte de la canasta básica de
nuestra población.
11 El asunto cobra especial relevancia ya que el último Censo Nacional Agropecuario–III CENAGRO puso en eviden-
cia que casi el 70% de los productores andinos manifestaron que no les alcanzaba para cubrir el presupuesto familiar
con lo producido en su chacras y que debían migrar en forma estacional para agenciarse recursos complementarios.
12 La orografía de los Andes y el hecho de tratarse de altas montañas tropicales, posibilitó que las culturas originarias (Pre
Inca e Inca) hicieran uso de los diversos pisos altitudinales que van desde la región costera (denominada «chala», que va
desde el nivel del mar y hasta 1,800 msnm), sube a la región sierra, que comprende los pisos altitudinales desde los 1,800
msnm hasta los 3,000 msnm (denominada zona quechua baja). Luego sube hasta los 3,8000 msnm, donde se encuentra
la zona quechua alta. Finalmente, entre los 4,000 y 4,800 msnm se encuentra la zona puna.
13 La vicuña y el guanaco son también camélidos, pero hasta ahora no ha sido posible domesticarlos.
132 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
Sobre el mismo tema, debemos manifestar que es en los Andes del Perú donde se concentra el
mayor número de plantas nativas y sus parientes silvestres (diversidad fitogenética) como de
sistemas de conocimiento tradicional asociados al mantenimiento, creación y recreación de
la diversidad biológica agrícola. Debemos dejar claramente establecido que nuestra riqueza
en biodiversidad no sólo se refiere a la diversidad natural o silvestre, sino que incluye, y en
mayor medida, a la diversidad culturalmente producida en largos procesos de domesticación.
Tal potencial fitogenético es contrastable en los Andes—especialmente en la sierra
centro y sur del Perú— donde la situación de pobreza es mayor. Según la estadística
oficial actualizada, la población pobre rural de la sierra involucra al 73.3% de sus habi-
tantes; siendo los departamentos con más pobres los de Huancavelica (85.7%), Apurímac
(69.5%) y Ayacucho (68.3%).
Hemos querido destacar el problema de la pobreza en tanto que, por un lado, cuando
se es pobre no se está en capacidad de reponer los medios de vida (tierra, ganado, semilla,
etc.) si éstos son afectados, por ejemplo, por los efectos del cambio climático global; pero
también para evidenciar que la pobreza lleva a que se rompa el balance que debe existir
entre oferta ambiental (lo que ofrecen como posibilidad de uso los ecosistemas) y la
demanda productiva (lo que les exigen los productores andinos). La resultante es que se
afectan a los recursos naturales renovables.
¿Con qué cuenta el Perú para afrontar el proceso de adaptación al cambio climático?
Contamos con evidencias suficientes para demostrar que en los Andes existen recursos de
suma importancia para enfrentar, con ventaja, los efectos perversos del cambio climático
global y definir estrategias eficientes de adaptación.
Estos son:
• Conocimientos tradicionales asociados a la gestión social del agua.
• Obras hidráulicas prehispánicas, unas en uso y otras por rescatar, destinadas a la «co-
secha del agua» (captación y almacenamiento del agua de lluvia) como a su «siembra»
(estos es, su infiltración para cargar acuíferos y con ello su descarga en manantiales)
para su uso en consumo humano y animal, como en cultivos, en época de estiaje (esto
es cuando ya no caen las lluvias).
• Organizaciones, como las comunidades campesinas, en capacidad de convocar a sus
miembros, por la cosmovisión que comparten y el ejercicio del control social, sea
para la cosecha y siembra del agua como para el mantenimiento de las obras hidráu-
YUYAYKUSUN 133
Jaime Llosa Larrabure
licas que la hacen posible; asimismo, para lograr una distribución equitativa de los
recursos hídricos.
14 Financiado por el programa de pequeñas subvenciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología - Concytec.
15 Agua de avenida es aquella proveniente de las lluvias que se originan en la vertiente occidental de los Andes y que
drenan a la vertiente del Océano Pacífico.
16 Se designa como puna seca, a las zonas altoandinas (generalmente arriba de los 4,000 msnm) en las cuales la precipita-
ción se concentra en 3 o 4 meses al año (enero a marzo o abril), siendo ésta escasa al totalizar tan sólo 600mm anuales.
134 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
proveniente de la cadena de glaciares del Chila, en el «Cañón del Colca»17, mediante el uso
de una amplia red de canales prehispánicos destinados a irrigar cultivos que prosperan en
tierras dotadas de andenes o terrazas, también de origen prehispánico.
Imagen 1
La Cosecha de Agua en las Amunas de Huarochirí
Sistema de Captación de agua de lluvia
Fuente: Programa de Gestión Social del Agua y del Ambiente en Cuencas. IICA, Embajada de los Países Bajos. 2006.
17 El Cañón del Colca es después del de Cotahuasi, el más profundo del mundo. Se ubica en la región Arequipa.
18 El término «amunar», en idioma quechua, designa el hecho de retener agua en la boca.
YUYAYKUSUN 135
Cuadro 1
Represas Pre hispánicas sobre la Cordillera Negra que drenan a la Cuenca del río Nepeña19
136
Jaime Llosa Larrabure
YUYAYKUSUN
19 Estudio realizado por el Ing. Lorenzo Dolores Rivera, en el marco del estudio que efectuara el Ing. J.Llosa L, con recursos de Concytec (Fondo de Pequeñas Subvenciones).
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
La imagen 1 ilustra cómo el agua de lluvia captada en la parte alta de las montañas,
es llevado a la parte media baja de las mismas, a través de las llamadas acequias amuneras,
para ser desparramada para su infiltración. También se infiltra el agua de las quebraditas,
«demorando», esto es haciendo que el agua que discurre por las mismas, durante la lluvia, lo
haga lentamente para que se infiltre (ver en el gráfico, pequeños diques en los cursos de agua
en la parte alta). También se infiltra agua, construyendo reservorios. Mediante este sistema,
los comuneros recuperan el agua infiltrada, aguas abajo, al aflorar ésta en los manantiales y
la emplean en su consumo, en el de sus animales, así como para irrigar sus cultivos. En el
caso de las represas prehispánicas ubicadas en la cordillera negra son aproximadamente 40
y drenan sus aguas a la cuenca del río Nepeña, el cual las drena a su vez al Océano Pacífico.
El cuadro 1 ofrece información sobre trece de las cuarenta represas existentes en la
cordillera negra.
Apreciar en el cuadro que se consigna la siguiente información relevante:
• La casi totalidad de las represas se encuentran arriba de los 4,000msnm.
• Todas ellas han sido georreferenciadas para ubicarlas en el espacio.
• Ofrecen, la mayoría de ellas, una capacidad de almacenamiento importante.
• Los montos que sería necesario invertir para recuperarlas (ponerlas en uso) no de-
mandaría inversiones cuantiosas.
Imágenes 2
• El caso de los reservorios construidos para «cosechar» e infiltrar agua de lluvia (Ayacucho)
Comunidades campesinas de Ayacucho, como la de Quispillacta, con el apoyo de la
Asociación Bartolomé Aripaylla, han logrado construir, aprovechando las depresiones
existentes en la parte alta de los Andes, 50 reservorios, destinados, en su gran mayoría,
YUYAYKUSUN 137
Jaime Llosa Larrabure
a infiltrar el agua captada de las lluvias para luego infiltrarlas y recuperarlas aguas abajo,
mediante manantiales. Para dicha recuperación han procedido a limpiar y cercar los ma-
nantiales, haciendo uso, en varios casos, del riego tecnificado (por aspersión) para ahorrar
el agua cada vez más escasa.
Imagen 3
Reservorios construidos en Quispillacta
Imagen 4
Para iniciar la cosecha de agua de lluvia se debe tener en cuenta el camino de las lluvias, del granizo y de
las nevadas. Es importante considerar este aspecto para aprovechar mejor la cosecha. La imagen muestra el
seguimiento y georeferencia de estos caminos y su mapeo sobre imagen de satélite Lansadt 7.
138 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
Imagen 5
En el área contigua al dique se elimina la tierra orgánica para luego impermeabilizar con
arcilla y mezcla de arcilla y cal.
Fuente: ABA - Ayacucho.
YUYAYKUSUN 139
Jaime Llosa Larrabure
• El caso de los reservorios rústicos construidos para irrigar praderas naturales en puna seca
La ONG Desco apoya a campesinos y comunidades ubicadas en zonas altoandinas de-
nominadas de puna seca (con precipitaciones de 600mmm anuales, concentradas en los
meses de verano) para que construyan, aprovechando las depresiones del terreno, reser-
vorios rústicos, con 80,000 metros cúbicos de capacidad, en promedio, en Caylloma y
la cuenca del río Chili, Reserva Salinas y Aguada Blanca (Arequipa), como en Lampa
(Puno). En el primer caso son 50 y 30 los reservorios construidos respectivamente y, en
el segundo, 32. El agua cosechada de las lluvias es llevada a las praderas mediante canales
para irrigar pastos destinados a la alimentación animal (sobre todo de camélidos sudame-
ricanos domesticados).
Desco, a través de su Programa Regional Sur (Arequipa), ha formulado un manual
para generar efectos demostrativos. Los resultados medidos en términos de mejora en los
ingresos de los pecuaristas, superación del sobrepastoreo, aumento en el hato ganadero,
en superficie sembrada con pastos cultivados como en superficie irrigada en praderas
naturales, como en manejo de humedales, dicen de las bondades de los resultados obte-
nidos. La siguiente imagen muestra el tipo de reservorio construido tanto en Caylloma
como en Lampa.
Imagen 6
Reservorio construido en la Puna Seca
Fuente: Toma del Ing. Waldo Ríos, en el marco del Estudio de Jaime Llosa. Subvención Concytec.
140 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
sistema, totalizando 9,000 hectáreas sembradas. Las culturas prehispánicas para aprove-
char mejor el agua proveniente de las lluvias en la sierra (aguas de avenida), construyeron
un canal (llamado «La Achirana») con una extensión de poco más de 30 kilómetros,
actualmente ampliado y en uso.
Se trata de aprovechar este caso, para motivar tanto a los que toman decisiones a nivel
macro como a los usuarios de los recursos hídricos, para evitar que el exceso de agua que
se vierte en el mar cada año (en el caso de Ica, se estima 32 millones de metros cúbicos en
promedio) sea almacenada, en porcentajes ecológicamente aceptables, en pozas para ser
infiltrada y cargar los acuíferos hoy seriamente amenazados por agotamiento de la napa
subterránea. Para toda la región costera este es el camino a seguir.
Para dar una idea de los volúmenes de agua que los ríos que drenan a la vertiente del
Pacífico arrojan al mar durante los tres meses que reciben el agua de las lluvias de la sierra,
anotamos que el río Tambo, en Arequipa, que no es de los más caudalosos, vierte al mar:
232 millones de metros cúbicos.
Las imágenes que se muestran corresponden a las pozas de inundación que existen
en el sector «Ocucaje» del valle de Ica. El agua de avenida toma el color chocolate por el
contenido de suspensión de arcilla.
Imagen 7
Pozas en el Valle de Ica
YUYAYKUSUN 141
Jaime Llosa Larrabure
Los cultivos son irrigados durante la época de lluvia (tres meses) y luego durante
la época seca (estiaje) mediante el agua de deshielo de los glaciares circundantes, cuya
agua es transportada mediante una amplia red de canales de origen prehispánico. Es de
señalar que las aguas provenientes de las lluvias son marcadamente insuficientes, ya que
la precipitación anual promedio (series históricas) muestran que las mismas totalizan
apenas 500mm. Con ello queremos significar que es el agua proveniente de los deshielos
la mayor fuente de recursos hídricos y que con el cambio climático global desaparecerá
en el mediano plazo, al derretirse los glaciares de los cuales proviene. Esta situación debe
llevarnos a actuar con celeridad para proceder a cosechar el agua de lluvia, con mayor
ocurrencia en las partes altas y evitar así que el estrés hídrico afecte la vida en el valle.
El autor ha estudiado el caso de la comunidad de Yanque, la cual irriga sus tierras,
pasado el período de lluvias, mediante las aguas de deshielo de dos nevados: el Mismi,
usando un canal prehispánico de 24,5 kilómetros y del Chucura, empleando un canal de
17 km.
Se ha motivado a varios alcaldes distritales, y a los profesores de las escuelas, para que
promuevan la construcción de reservorios destinados a cosechar el agua de lluvias en las
partes altas (puna), ya que las nieves eternas de los glaciares desaparecerán en el mediano
plazo, lo cual haría diminuir drásticamente la superficie actualmente cultivada.
El cuadro que se muestra ofrece información de la superficie irrigada con agua de gla-
ciares en la comunidad de Yanque, así como del recorrido de los canales que la conducen.
Cuadro 2
Siembra y Cosecha del Agua en Colca - Arequipa
Superficie
Comunidad Ubicación Fuente de agua Obras hidráulicas
irrigada (Ha)
El croquis del Valle del Colca que se muestra a continuación, ofrece una idea de la
ubicación de los glaciares como de los canales que irrigan la comunidad de Yanque. Es
de destacar, que el nevado Mismi, cuando drena sus aguas hacia la vertiente oriental, da
origen al río Amazonas.
142 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
Gráfico 1
Imagen 8
Imagen de satélite mostrando la ubicación de los Glaciares existentes en el
Valle del Colca que irrigan la agricultura andenada
Nevado Mismi
Yanque
Elaborado por Bachiller Adolfo Mejía R., en el marco de un perfil de proyecto en proceso de formulación
por el Ing. J.Llosa L.
YUYAYKUSUN 143
Jaime Llosa Larrabure
Imagen 9
Andenería en el pueblo de Pinchollo, asentado a los 3,550 msnm
Fuente: Servicio Aerofotográfico Nacional) Si se observa con atención se perciben los canales primarios de origen pre Inca, que
portan el agua proveniente de los glaciares.
El título se refiere tan sólo al contenido del artículo. Es necesaria esta aclaración, ya que
en un tema como el que hemos abordado, donde las omisiones de los llamados a tomar
medidas en orden a afrontar los efectos perversos que ya se vienen produciendo en nues-
tro país debido al cambio climático global son realmente mayúsculas e imperdonables,
nada o muy poco ha sido dicho. Los adjetivos calificativos superlativos existentes, en uso,
que podríamos emplear para calificar estas omisiones no han sido aún creados.
Como resumen de lo escrito podemos anotar:
a. Asistimos hoy en día a un proceso que, de no alterar su intensidad y de inmediato, com-
prometerá la vida en el planeta Tierra; aproximándonos al nivel de desastre masivo.
b. Los esfuerzos en curso no guardan relación con la magnitud de los efectos perversos
que ya se están confrontando y de aquellos previsibles, según los juegos de modelos
matemáticos realizados.
c. Surgen hoy corrientes de pensamiento, emergen otros paradigmas y se concretan
acciones de movilización inspiradas en lograr sistemas de producción y distribución
que respetando el uso racional y sostenible de los recursos naturales hagan posible el
derecho a realizarse de todos los seres humanos, en felicidad.
d. Los hechos vienen demostrando que, no será la sensatez la que obligue a contener la
emisión de GEI, para diminuir el incremento de la temperatura media del planeta,
con todas sus nefastas consecuencias, sino el temor, así como los altos costos a pagar.
144 YUYAYKUSUN
El cambio climático, de lo global a lo andino: un ecocidio anunciado
e. También los hechos vienen demostrando que el planeta está siendo sometido impu-
nemente por las grandes corporaciones que al concentrar su poder económico, con-
centran el poder político, la capacidad de decisión, de ejercer coerción, de comprar
conciencias, de violentar normas, de obrar sin respetar principios elementales de la
ética. De ello se sigue que el sistema mundo debe ser cambiado por otro sistema,
cualitativamente distinto y superior, inspirado en el humanismo.
f. Ha sido ampliamente probado que los recursos naturales, sean estos renovables como
aquellos no renovables, son finitos y muchos de ellos se están agotando. No es posible
mantener el ritmo de crecimiento que ostentan varios países del globo si se quiere
salvar al planeta del colapso.
g. El cambio climático global —en nuestro país— está significando que estemos per-
diendo en biodiversidad, como atentando contra la soberanía alimentaria; también,
que se incrementen los niveles de pobreza como de desnutrición y que se anuncien
casos de migración definitiva que insinúan ya movimientos de desplazados por el
cambio climático global, de magnitudes impredecibles.
h. La adaptación al cambio climático global debe partir de las ventajas con que contamos;
entre ellas, los sistemas de conocimientos tradicionales asociados a la siembra y cosecha del
agua, la existencia de infraestructura hidráulica prehispánica en uso y otras por rescatar.
i. Las respuestas para minimizar las amenazas y superar las vulnerabilidades no están
viniendo desde los que ejercen la capacidad de decisión. Incluso, en ausencia de po-
líticas nacionales que vayan al encuentro del fenómeno global, se adoptan políticas
sectoriales que potencializan más los efectos perversos de tal fenómeno.
j. Las respuestas de adaptación vienen dándose desde lo local, desde los saberes de comunida-
des y agricultores conservacionistas andinos; la sociedad civil organizada, e instituciones
que, apoyando a los productores andinos organizados, vienen fortaleciendo sus estrategias
de resiliencia para conjurar, en alguna medida, los efectos del cambio climático global.
k. Por todo ello, requerimos con urgencia concertar muchas pequeñas acciones soste-
nibles y multiplicarlas premeditadamente, a fin de poder regular un sistema de vida
complejo como el de las altas montañas andinas, en un escenario global domina-
do por la incertidumbre. Así, asumiendo una conciencia planetaria, sabremos que la
Tierra no es nuestra y que la lucha inicial que hoy enfrenta la humanidad es la de
salvar el planeta del egoísmo y de los errores de su propia «obra civilizatoria».20
Referencias bibliográficas
Alencastre C., Andrés; Dimas Apaza I. y Roberto Arroyo H. (2006). Las Amunas de Huarochirí.
Recarga de Acuíferos en los Andes. Gestión Social del Agua y del Ambiente en Cuencas. Programa
de Fortalecimiento de Gestión Social del Agua y del Ambiente en Cuencas. Lima: Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y Embajada de los Países Bajos.
20 Reflexiones compartidas por Erick Pajares G. y Jaime Llosa L., a propósito de la formulación del presente artículo.
YUYAYKUSUN 145
Jaime Llosa Larrabure
Brooks, N. y Adger, N. (2003). Cambio climático en el Perú. Variables a considerar para el desa-
rrollo sostenible. Londres: Tyndall Center.
Chomsky, Noam. (2010, febrero 14). «La absorción corporativa de la democracia estadouniden-
se». El Comercio. Lima.
Intermón Oxfam-Gabinete de Prensa. (2008, septiembre 9). Intermón Oxfam defiende que
los derechos humanos sean el centro de las políticas sobre cambio climático. Disponible en: http://
www.intermonoxfam.org/es/page.asp?id=2005&ui=10066
Leff, Enrique (2009) “De la racionalidad económica a la crisis y de allí a las alternativas”, en
OSAL. Buenos Aires: CLACSO. Año X, Nº 25, abril.
Llosa, Jaime. (2008). Estudio de sistematización de experiencias sobre gestión social del agua para la
adaptación al cambio climático. Lima: Concytec.
—————. (2010). «Encarando los impactos del cambio climático. Propuestas de orden prácti-
co». En: Perú Hoy. Lima: Desco.
Nadal, Alejandro. (2010, julio 21). «Crecimiento cero y capital». La Jornada. México.
Pajares Garay, Erick. (2010). «Cambio climático y crisis hídrica. Políticas públicas y cambio de
paradigmas globales». En Perú Hoy: Desarrollo, democracia y otras fantasías. Lima: Desco.
PNUD Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. (2007). Informe sobre Desarrollo Humano
2007-2008. La lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido- PNUD.
Pratec. (2009). Cambio climático y sabiduría andino amazónica. Prácticas, percepciones y adapta-
ciones indígenas, editado por la ONG Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas. Lima: Pratec.
Raworth, Kate. «Adaptarse al cambio climático: ¿Qué necesitan los países pobres y quienes de-
berían pagarlo?». Informe de OXFAM, 104, mayo del 2007. Disponible en: http://www.oei.es/
decada/OxfamCambioClimaMayo07.pdf.
Smith, Mark. Sólo tenemos un planeta. Pobreza, justicia y cambio climático. Lima: Soluciones
Prácticas - ITDG, 2007.
146 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento:
saberes y civilizaciones en el mundo
Eduardo Arroyo Laguna
Resumen
Este artículo plantea la existencia de una humanidad multicultural, multicivilizatoria y profundamente
mestiza. Ha eclosionado todo un mundo de diferentes saberes, conocimientos y concepciones de la
vida en el planeta. Estas vetas civilizatorias son parte de la emergencia de Oriente (China, India) y
Eurasia (Rusia) como de América Latina, mientras Europa queda desmovilizada presionada por sus
problemas internos. Declina una civilización occidental y cristiana de factura europea ante el avance
hegemónico de Oriente.Ante el eclipse de Occidente y la mayor presencia de Oriente, se crean las
condiciones para construir una Epistemología del Sur que integre todas las cosmogonías, sabiduría
y mundo civilizatorio de nuestros países ante una civilización de corte eurocéntrica y racionalidad
cartesiana que no logra explicar la dinámica social actual ni los problemas del Sur.
ABSTRACT
This article discusses the existence of a multicultural multicivilized and deeply of mixed race
humanity. It has brought a whole world of different learning, knowledge, and concepts of life on the
planet. These civilizing veins are part of the mergence of the East (China, India) and Eurasia (Russia)
as and Latin America, while Europe stays demobilized due to its internal problems. A Christian
western civilization from Europe is declined, while a hegemonic force comes from the East. In view
of the eclipse of the West and the emerging hegemony of the East, conditions are created in order to
build an epistemological approach from the South that integrates all the cosmogonies, knowledge and
civilized world of our countries before a Eurocentric court civilization and Cartesian rationality that
do not achieve to explain the current social dynamic nor the problems in the South.
V
ivimos en un mundo convulso en el que se libra una lucha policéntrica capitalista
imperial, bregando las potencias por lograr tener el poder del sistema. No son dos
o más sistemas en juego sino uno solo.
Nuestro planeta es multicivilizatorio, multicultural y crecientemente mestizo. Estas
son antiguas características pero recién adquieren una creciente importancia en los últi-
mos tiempos.
El viento viene del Este. El viraje es hacia una hegemonía de Oriente.
América Latina vive momentos cruciales de su historia. Acercándose el Bicentenario
de su Independencia, no sólo busca lograr su autonomía real ante un fenómeno glo-
balizador que la ata e intenta apoderarse de sus recursos naturales sino que lo hace en
circunstancias en que el planeta es conmocionado por múltiples crisis que crecen al in-
terior del modelo globalizador neoliberal mientras de otro lado avanza un movimiento
antiglobalizador de envergadura mundial. Es en América Latina como en el Caribe en
donde emergen movimientos sociales indígenas que resisten y recusan al neoliberalismo
148 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
aérea, solar, acuífera. Crisis por falta de agua potable; crisis alimenticia y alta pobreza en
el mundo; crisis financiera que colapsó entre setiembre y octubre del 2008, debido a la
fuerte presencia desregulada del capital especulativo (tarjetas, crédito; papeles de la deu-
da, bonos) por encima del capital productivo como de la estafa de las «hipotecas prime y
subprime»; crisis recesiva manifiesta por el menor crecimiento en dos trimestres consecu-
tivos; crisis inflacionaria; crimen organizado, incremento de la delincuencia e inseguridad
ciudadana; crisis de valores al convertirse el ser humano en hijo de un neoliberalismo sin
corazón movido por las leyes del mercado (ganancia, competencia, libre concurrencia) lo
que lo hace individualista, narcisista, consumista, «presentista».
Parecida a la crisis de 1929 en que el sistema entró en bancarrota, se ha discutido
sobre el fin del capitalismo o la refundación del mismo. Por ahora, los jerarcas mundiales
intentan salvar la economía internacional inyectando sumas millonarias de dólares a la
banca para conservar su existencia. Poco importan temas vitales como la quiebra de miles
de ahorristas por el fraude financiero, el hambre de las mayorías populares, la pobreza, la
mala vivienda, la baja calidad educativa.
El imperio estadounidense está muy débil y cuestionado por la crisis financiera, la
recesión y el desempleo arrastrando a las otras potencias. Surge una mayor presencia del
Estado en la economía y mayores reglas en el mercado.
El historiador inglés Eric Hobsbawn nos dice que el sistema «... se está descompo-
niendo ante nuestros ojos en la mayor crisis del capitalismo global desde la década de
1930. En algunos aspectos es una crisis de mayor envergadura que aquélla, en la medida
en que la globalización de la economía no estaba entonces tan desarrollada como hoy y
la crisis no afectó a la economía planificada de la Unión Soviética. Todavía no conoce-
mos la gravedad y la duración de la actual crisis, pero sin duda va a marcar el final de
la clase de capitalismo de libre mercado que se impuso en el mundo y sus gobiernos en
una época que dio inicio con Margaret Thatcher y Ronald Reagan. La impotencia, por
consiguiente, amenaza tanto a los que creen en un capitalismo de mercado puro y des-
estatalizado, una especie de anarquismo burgués; como a los que creen en un socialismo
planificado incontaminado por la búsqueda de beneficios. Ambos están en quiebra. El
futuro, como el presente y el pasado, pertenece a las economías mixtas en las que lo pú-
blico y lo privado estén mutuamente vinculados de una u otra manera […] no sabemos
como superar la actual crisis. No hay nadie, ni los gobiernos, ni los bancos centrales, ni
las instituciones financieras mundiales, que lo sepa: todos ellos son como un ciego que
intentara salir del laberinto dando golpes en las paredes con todo tipo de bastones en la
esperanza de dar con el camino de salida […] La prueba de una política progresista no
es privada sino pública, no sólo importa el aumento del ingreso y del consumo de los
particulares sino la ampliación de las oportunidades y, como las llama Amartya Sen, las
capabilities —capacidades— de todos por medio de la acción colectiva. Pero esto significa
—o debería significar— iniciativa pública no basada en la búsqueda de beneficio siquiera
fuera para redistribuir la acumulación privada. Decisiones públicas dirigidas a conseguir
mejoras sociales colectivas con las que todos saldrían ganando. Esta es la base de una po-
YUYAYKUSUN 149
Eduardo Arroyo Laguna
Estados Unidos de Norteamérica. Todas estas crisis se unen bajo la hegemonía unipolar
de Estados Unidos de Norteamérica, lo que coloca a este país en una situación delicada.
Es fuerte y débil a la vez. Asistimos a la decadencia del imperio unipolar y a la emergencia
de un mundo multipolar.
El esquema geopolítico alinea de un lado a los Estados Unidos como una potencia
que se ha manejado unilateralmente frente al multilateralismo proclamado por Naciones
Unidas. Obama es la cara de un imperio débil, con rasgos tolerantes de un lado pero
invasores de otro (Irak, Afganistán, la amenaza sobre Irán y Venezuela).
Con un colosal déficit fiscal, una alteración de su balanza de pagos, el consumismo
frenético de su población acostumbrada a que el Estado costee sus gastos, la economía
norteamericana vive por encima de sus posibilidades reales de sobrevivencia. La colosal
deuda externa ha llevado a que los bancos centrales chino y japonés compren sus papeles.
La inflación se impone en la sociedad estadounidense la que no ha dejado de fabricar
billetes a fin de resolver la quiebra de sus principales bancos así como cubrir los gastos
ocasionados por vivir en permanente guerra. La búsqueda desesperada de energéticos (pe-
tróleo), gas, agua y biodiversidad están en la base de sus políticas invasoras. Así, Estados
Unidos como el resto de potencias definen sus estrategias geopolíticas y geoeconómicas.
150 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
YUYAYKUSUN 151
Eduardo Arroyo Laguna
a aquellos que se habían endeudado con las hipotecas «prime y subprime». Mientras que
con el dinero de los contribuyentes y ahorristas se salvaba a la élite financiera, el ahorrista
quebraba. La especulación financiera que se había echado a andar sin ningún límite se
convirtió en un sistema de atracción al público engañándolo sin más y mandándolo a la
quiebra posteriormente.
Los Estados Unidos se vieron obligados a iniciar una operación de salvataje del con-
junto de su sistema financiero en una acción que se convirtió en política de Estado. Hay
muchos actores sociales quebrados (medianos y pequeños propietarios, muchos de ellos
hispanos), bancos, inmobiliarias y empresas aseguradoras atascadas con deudas corpora-
tivas y bolsas de valores alteradas. Se cierra un largo periodo de crecimiento mientras los
papeles de la deuda estadounidense están en manos de los bancos centrales chino y japo-
nés, los que pueden traer abajo el dólar al depreciar sus monedas (yuan o yen) o convertir
los papeles de la deuda externa estadounidense a euros.
China asciende en las relaciones de poder globales ante el relativo declive de los Estados
Unidos de Norteamérica; hay una mayor presencia del Sur global y sufrimos el impacto
cada vez mayor de un medio ambiente enturbiado y una creciente escasez de recursos.
La fuerza china se ha visto en el bloqueo de acuerdos en la Cumbre de Copenhague
en diciembre del 2009 así como en la refinanciación de una posible quiebra bancaria
invirtiendo una gran cantidad de dólares mientras compra materia prima en el sudeste
asiático y América Latina. El petróleo lo obtiene del Medio Oriente (Irán).
China es ya un gigante económico que llega a todos los mercados mundiales con sus
productos y se convierte en un actor neurálgico. Su PBI sobrepasa al de Medio Oriente,
África y América Latina juntos. Muchos de los patrones económicos chinos están ahora
entrecruzados con los sistemas de consumo e inversión mundiales, lo que va acercando
a China al liderazgo mundial. Ya ha sobrepasado a Alemania y Japón. Se mueve con co-
modidad en regiones dinámicas de APEC (Sudeste asiático, África y América Latina).
Busca por ahora exportar masivamente sus productos e inversiones para explorar y
explotar los recursos naturales globales mientras China y el propio mercado mundial
da cada vez menor importancia al dólar norteamericano como medio de intercambio
internacional. Por el lado militar, aun China continúa sosteniendo que respeta la so-
beranía de los pueblos, la autodeterminación, la soberanía y la no ingerencia en los
problemas internos, explicando así su no intervención militar en los conflictos. Sólo lo
hará si sus intereses son afectados o se desarrollan en sus fronteras con países vecinos
que puedan comprometer su estabilidad. No ha llegado aún el momento de mover sus
fichas militares, lo que no significa que no haga inversiones bélicas. Es ya el segundo
país en gasto armamentístico y abastece a sus países fronterizos de suministros para la
guerra como un modo de balancear cualquier intento de las potencias por taponear el
acceso de dichos países a China. Pese a todo, su gasto militar se limita a 85,000 millo-
nes de dólares, lo que está muy lejano de los 607,000 millones de dólares invertidos
por los Estados Unidos de Norteamérica. Buscando no entrar aun en colisión militar,
152 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
China e India son dos aliados temibles, con una amplia disposición de territorios y po-
blacional (unos dos mil seiscientos millones de habitantes), convertidos así en mercados
muy fuertes y apetecibles. India, con un crecimiento de 7% en la última década al igual
que la Federación Rusa, es otro país que en futuro no muy lejano hará remecer la coyun-
tura mercantil cuando salga más abiertamente al mundo. Textiles, buen algodón, chips
informáticos y una delicada industria informática en un país de legendaria y ancestral
sabiduría son parte del expediente de presentación de este país, ya conformante del BRIC
(potencias emergentes).
Tras la crisis financiera, se mantiene en un crecimiento de 7%, sobretodo porque,
a diferencia de China, no ha colocado la mayoría de sus productos en el mercado nor-
teamericano sino que ha diversificado sus mercados de llegada con sus prendas textiles,
hardware, software. Pese a sus avances, adolece de un 70% de pobreza. Así y todo, se ha
modernizado, se ha desarrollado y avanza con sus técnicos y asesores en todas las grandes
empresas del mundo.
Un último acuerdo firmado con los Estados Unidos lo coloca como potencia aliada
en el terreno nuclear como comercial. No es una potencia hegemónica, sino de per-
YUYAYKUSUN 153
Eduardo Arroyo Laguna
fil más bien discreto. Forma parte del G20 siendo uno de los puntales de la economía
internacional
154 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
Su firma con Irán de un plan de cooperación energético para 30 años nos hacen ver lo
estratégico de sus movimientos en este ajedrez de alto voltaje. Ambos países reconocen
que poseen un 40% de las reservas mundiales del gas y un 18% de las del crudo. Se vocea
la eventual participación de Rusia en la construcción de un gasoducto entre Irán, Pakistán
e India.
Obama ha visitado en persona a los jerarcas rusos para establecer la distensión
mundial, firmando acuerdos de no proliferación nuclear como del cuidado del medio
ambiente.
Europa, después de la crisis griega que generó una decepción sobre una solución rápida
y ordenada de la crisis, sigue apostando por la regulación financiera y la reforma a las ins-
tituciones internacionales, mientras que las masas populares en las calles piden medidas
sociales contra el desempleo al grito de que «¡No fueron los trabajadores del mundo los
que causaron la crisis financiera!» luchando porque los miembros del G-20 no corten el
gasto público hasta que vuelvan los empleos. Son dos visiones del mundo: las del pueblo
luchando por empleo en un modelo de crecimiento sin empleo y las potencias intentando
evitar una recaída financiera inyectando millones de dólares que capitalizará la oligarquía
financiera, la autora del descalabro reciente, mientras la crisis cae sobre los hombros de los
trabajadores. Un sentido de vida de lucha por la supervivencia y otro que, sin aprender,
defiende los intereses de los de arriba, polarizan la escena mundial.
Ya no se trata solo de una crisis cíclica y de su explosión en octubre del 2008 sino
que los efectos de ésta no han desaparecido y más bien, están presentes en el default de
Grecia (cesación de pagos), que tiene el impresionante déficit presupuestario de 300,000
millones de euros superando lo permisible en el PBI europeo y comprometiendo no solo
al euro sino la propia supervivencia de la Comunidad Europea. Una irresponsable falta de
reglas en el mundo financiero ha llevado al endeudamiento por encima de las posibilida-
des de pago unido al gasto de las reservas monetarias y al saqueo por parte de la oligarquía
financiera griega. La economía está prácticamente en la quiebra. El salvataje financiero
que tanto los países europeos como el Fondo Monetario Internacional aplican es la última
medida antes de ser arrastrados al abismo mientras la población entra en huelga y pasa
a la oposición ante el ajuste presupuestal, la disminución de sueldos y salarios, el alza
de impuestos al consumo, la cancelación y disminución de las jubilaciones y el alza de
precios. La bancarrota de Grecia ha desnudado la envergadura de la crisis capitalista en el
continente europeo. Las bolsas del mundo vuelven a experimentar bajas en todas partes
del mundo, configurándose un efecto global de la crisis. En Tokio como en Londres, en
toda Europa, en Wall Street se derrumban las cotizaciones de las acciones ante la insegu-
ridad monetaria y fiscal.
A nivel planetario, también se libra la batalla de los Estados Unidos de Norteamérica
por lograr la apreciación del yuan forzando al gobierno chino, logrando así la devalua-
ción del dólar, moneda en la que reposa la colosal deuda externa de EEUU, la mayor
del mundo, mucho más que la europea. El hegemón del norte lograría así que su deuda
YUYAYKUSUN 155
Eduardo Arroyo Laguna
Japón y el Sudeste asiático. Los tigres y dragones asiáticos cumplieron un rol protagó-
nico en la década del 80 desmoronándose en los 90 pero hoy vuelven con una economía
renovada. Japón se ha levantado luego de sus caídas invirtiendo sumas fabulosas en el
salvataje financiero (2 billones de dólares).
Países como Malasia, son referentes de gran crecimiento así como Corea del Sur,
Taiwán, Hong Kong, Singapur, Indonesia, Filipinas, etc.
China intenta copar las relaciones con los tigres y dragones de Asia, sector que estuvo
abandonado por la administración de Bush. El gobierno de Obama de inmediato ha ini-
ciado las coordinaciones con la ASEAN, entidad que agrupa a estos países.
156 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
destruye el medio ambiente y sobrecarga las tempestades sobre la especie humana gene-
rando un gran cambio climático. La paz y seguridad internacionales tienen hoy como
principal amenaza el calentamiento global del planeta. La Cumbre de Copenhague y
posteriormente, la de México, poco lograrán si las potencias no acuerdan reducir la
producción de dióxido de carbono para bajar dos grados el calentamiento global y
evitar catástrofes mayores.
Dominique Moïsi (2009), pensador galo y fundador del Instituto Francés de
Relaciones Internacionales nos señala que a partir del 11 de setiembre del 2001, se ha
dado una mudanza de «choque de civilizaciones» a «choque de emociones». Occidente
ha sido invadido por el miedo y eso vuelve a las transnacionales y sus clases sociales do-
minantes sumamente agresivas, intolerantes y arrolladoras. El mundo musulmán ha sido
agredido de continuo por Occidente, ha sido menospreciado guardando sentimientos
de resentimiento, humillación y exclusión muy acendrados, lo que explica que sus alas
recalcitrantes reaccionen con furor, actitud que no es la del conjunto del Islam. Asia se
presenta como la esperanza con su alto crecimiento, parsimonia, su hermetismo, su dis-
creción, su diplomacia, su cordialidad.
Así pues, el miedo, la humillación y la esperanza están configurando una nueva
geopolítica. Claro que además de estos móviles actúan otras variables haciendo complejos
los hechos de la geopolítica contemporánea.
El miedo es un gran movilizador social. No sólo asusta con el terrorismo agrandán-
dolo, inventándolo aunque no exista tal enemigo secreto. La política vive de estos miedos
cuando en realidad es Occidente quien cerca a Oriente, lo acosa, lo hostiliza, le succiona
su petróleo y lo invade militarmente siendo la reacción patriótica aquella que como en
Irak o Afganistán busca expulsar a las fuerzas invasoras enemigas. Es Occidente el que
permanentemente vive a la ofensiva, en la guerra intolerante desatando la reacción de las
alas extremistas del mundo musulmán.
Bajo la concepción eurocéntrica, se ha anulado y obviado al otro (otredad), cuando
precisamente la democracia consiste en el reconocimiento del otro como igual, con sus-
características propias, sus rasgos, sus diferencias a ser respetadas y toleradas como lo ha
aprobado Naciones Unidas.
La racionalidad occidental ha hecho invisibles a nacionalidades originarias de territo-
rios invadidos y arrasados por civilizaciones genocidas, sobretodo en América (Tzvetan,
2008), la ancestral Abya Yala.
A su vez, hoy más que nunca, la globalización neoliberal desata las antinomias entre natu-
raleza y cultura. Con ello niega que la especie humana, parte consustancial del desarrollo
de lo existente, se esboza y cuaja como producto natural que se construye en la historia.
El ser humano es un ser histórico natural, un producto natural cuya singularidad es ha-
ber proyectado su existencia a largo plazo configurando constantemente los patrones de
YUYAYKUSUN 157
Eduardo Arroyo Laguna
relación con los demás. La especie humana es la única que articula a través del poder su
relación con los otros humanos y animales (Quijano, 2010).
La naturaleza aparece en las viejas tradiciones civilizatorias muy anexa a la vida del ser
humano. La tradición judeo-cristiana en los primeros versículos del Génesis de La Biblia,
presenta al animal humano siendo creado de la tierra, del polvo pero ya racional, amo y
señor de lo creado, último producto de la creación por parte de un ser superior extrate-
rreno y sobrenatural, que generará a partir de esta visión la idea de dominio, de poder, de
destrucción, de erosión de su entorno.
El viejo mundo oriental, vg. Epopeya de Gilgamesh (2006), primer libro traducido
de la tradición antigua, nos presenta en forma completa la Odisea de Gilgamesh, rey
legendario de la ciudad de Uruk (La Erech bíblica y actual Warka en Irak). Gilgamesh es
un semidios babilonio «al que le eran conocidas todas las cosas». De todas ellas, una de
las más sorprendentes es el relato del diluvio y Utnapishtim, el Noé sumero-acadio nos
impresiona y fascina y hace ver que en toda esta zona del Medio Oriente hay vivencias
y conocimientos muy parecidos. Gilgamesh es el primer libro escrito en la historia de la
humanidad, que se presenta en escritura cuneifome (en tablillas de arcilla) adelantándose
a los papiros del Antiguo y Nuevo Testamento. Pero las coincidencias son asombrosas. El
texto de la Epopeya de Gilgamesh es semejante pero muy anterior al libro del Génesis del
Antiguo Testamento del mundo hebraico, así como la diferencia actual de nuestro modo
de sentir, de conocer, de mirar el mundo propios de la modernidad occidental. Pese a ello,
aparecen circunstancias similares, parecidas con los mismos personajes con matices más o
menos, pero semejanzas y diferencias a la vez. La comunión con la naturaleza y la relación
indiferenciada con ella es parte de las semejanzas. No solo la metáfora del llamado paraíso
terrenal, que según la datación cronológica en las versiones de Nácar y Colunga, traduc-
tores e intérpretes de los libros sagrados, se localizaría geográficamente en los hermosos
oasis de Irak. Noé ya aparece en la Epopeya de Gilgamesh, primer libro de la humanidad y
escrito en idioma sumerio, la lengua más antigua de la que se tenga historia. Su extensión
se dio en aquellos tiempos ancestrales en el territorio austral de Mesopotamia cuya data-
ción carbónica lo coloca alrededor del año 3700 a.C.
Las culturas caldeo- asirias son las más antiguas de la humanidad. Gilgamesh pre-
senta un gran parecido con El Corán y La Biblia, todos textos nacidos en la misma ver-
tiente geográfica. El relato del diluvio y Utnapishtim, el Noé sumero-acadio, primeros
habitantes civilizados que bajaban de las partes asiáticas de lo que fuera Ur, patria de
Abraham entre sus primeros personajes, y los acadios, de las primeras grandes familias
que rastreamos en La Biblia, guerreros bárbaros seminómadas de los grandes desiertos de
Medio Oriente, con gran capacidad para la guerra y la supervivencia en climas inhóspitos.
En su conjunto es en África en donde evolucionan los primeros seres homínidos y
en Medio Oriente en donde cuajan las primeras civilizaciones sedentarias. Allí aparece
—también lo plantea El Corán (escrito miles de años después)— el ser humano nacido
de la tierra, el lodo, la arcilla que abunda en esa región. La alegoría de la creación en siete
días puede leerse como la evolución de las cosas en largo tiempo hasta la aparición del
158 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
YUYAYKUSUN 159
Eduardo Arroyo Laguna
torio y al dios sol, el que genera vida, el que alumbra, el que da calor. No hay cultura sin
territorio, no hay identidad sin territorio, lengua, agua.
Esclavitud
Servidumbre Todas ellas sirven para un nuevo mercado
Reciprocidad andina mundial conformado por los 5, los que
Producción mercantil simple funcionarán juntos bajo hegemonía del
Capital capital
La modernidad fue la otra cara de la colonialidad del poder, aquella que Edgardo
Lander (2000) llama «colonialidad del saber», un saber desgajado de las prácticas natu-
rales en contacto con la naturaleza, separado de la sabiduría de los pueblos con otro tipo
de ciencia, de conocimiento, de saber, de praxis transformadora. Negó que en América
ya existían dos grandes civilizaciones, la azteca y la inca muy articuladas a la tierra, la
agricultura y la minería, con su religión, sus saberes de alto avance tecnológico y grandes
construcciones, escritura y organización imperial de su territorio y de su población.
El patrón de poder del siglo XVI genera a su vez un patrón de conflicto al no tole-
rarse la heterogeneidad de pensamiento admitiéndose solo el pensamiento homogéneo,
único, absoluto y hegemónico. Con posterioridad, en el siglo XVIII, cuajará un nuevo
sentido histórico armado con las ideas de igualdad, libertad y fraternidad que llevará a las
nociones de ciudadanía, Estado-nación, nuevos centros de poder en la misma Europa que
mantiene así la hegemonía del control planetario —España, Inglaterra, Francia— para
luego pasar a los Estados Unidos de Norteamérica.
160 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
Cultura y civilización
No sólo están en juego las clásicas oposiciones entre Occidente contra Oriente, oposición
siempre falsa y rebasada por los acontecimientos sino que el propio concepto de cultura
como el de civilización emergen así como las culturas nacionales y regionales.
YUYAYKUSUN 161
Eduardo Arroyo Laguna
162 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
YUYAYKUSUN 163
Eduardo Arroyo Laguna
Deja de ser el indio o lo negro los problemas y pasa a ser la colectividad, con lo
que se arma una nueva agenda al tema educativo: ¿cómo se producen los conocimientos
hoy?, ¿cómo se los usa?, ¿cómo educar?, ¿en qué consiste la interculturalidad? ¿roles de
lo alternativo? Pasamos del cuestionamiento del modelo eurocéntrico a la cooptación de
elementos autóctonos, vg. nuevas universidades populares, o sea, estar dentro y al mismo
tiempo en contra y fuera del sistema dominante.
Todorov establece una tipología, a partir del modo cómo Bartolomé de Las Casas
y Hernando Cortés asumieron su relación con los indígenas. Nos dice que atendiendo
al modo histórico como se consideraron las diferencias existentes que «… hay que dis-
tinguir por lo menos tres ejes, en los que se puede situar la problemática de la alteridad.
Primero hay un juicio de valor (un plano axiológico): el otro es bueno o malo, lo quiero
o no lo quiero, o bien, como se prefiere decir en esa época, es mi igual o es inferior a
mí (ya que por lo general, y eso es obvio, yo soy bueno, y me estimo…). En segundo
lugar, está la acción de acercamiento o de alejamiento en relación con el otro (un plano
praxeológico): adopto los valores del otro, me identifico con él; o asimilo al otro a mí,
le impongo mi propia imagen; entre la sumisión al otro y la sumisión del otro hay un
tercer punto, que es la neutralidad, o indiferencia. En tercer lugar, conozco o ignoro la
identidad del otro (éste sería un plano epistémico); evidentemente no hay aquí ningún
absoluto, sino una gradación infinita entre los estados de conocimiento menos o más
elevados» (Todorov, 2008: 195).
Hay que reconocer y respetar la alteridad, tolerar la heterogeneidad. La democracia
implica esencialmente el reconocimiento del otro con iguales derechos y deberes que uno
mismo.
Algunas de las nuevas concepciones más avanzadas como el «buen vivir» se diferencia
esencialmente del «vivir bien», producto global de la cultura del consumismo sancho-
pancesco, del presentismo y del individualismo. Vivir bien es aprovechar el sistema para
estar mejor que el resto, deprede o no la naturaleza. En cambio, el «buen vivir» nos hace
volver a la comunión con la naturaleza, de la que la artificialidad nos hace divorciarnos,
destruyendo el entorno con los catastróficos resultados del presente.
El «buen vivir» es una ideología y utopía que construye identidad, espiritualidad,
conocimiento dejando de ser la raza una parteaguas de las colectividades nacionales.
La globalización neoliberal ha colonizado a la naturaleza y depredado sus recursos
naturales. Paradójicamente, al mismo tiempo que crece el Producto Bruto Interno y se
incrementa la productividad, crece la miseria. Descolonizar pasa por devolver la historia a
los pueblos en un clima de pluralismo histórico. La teoría de la descolonialidad del patrón
de poder es un aporte frente a la crisis del modelo neoliberal y tiene como base social todo
un entremundo de sangres de base indígena y migrante occidental.
Prácticamente la colonialidad ha significado siempre modernidad y actúa acen-
tuando las jerarquizaciones de género y a veces cooptando lo popular. En nuestro caso,
«… América Latina es una consecuencia y un producto, de la geopolítica del conoci-
miento, esto es, del conocimiento geopolítico fabricado e impuesto por la «moderni-
164 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
YUYAYKUSUN 165
Eduardo Arroyo Laguna
culturas amerindias, las africanas, las del Medio Oriente, Sudeste asiático, India, China y
tantos otros lugares apartados y ninguneados por la racionalidad occidental.
Con fuerza aparece la Cumbre de Pueblos Originarios, como la reciente de
Cochabamba-Bolivia, en donde los pueblos del mundo reivindicaron la defensa de la
tierra, de la naturaleza, del planeta frente a la Cumbre de Copenhague en la que los países
hegemones (EE.UU., China) bloquearon toda salida y conciliación en bien de la super-
vivencia del planeta.
La dinámica mundial opone la globalización neoliberal con un vasto movimiento
antiglobalización, en el que confluyen fuerzas antiglobales, socialistas, humanistas, an-
tiimperialistas, comunistas, anarquistas, pacifistas, religiosos, ecologistas, etc.
El mestizaje es generalizado, es decir el cruce de culturas, la convivencia. El mesti-
zaje de nuestros tiempos ya no da como resultado un rostro blanco sino uno diferente
(caso de Obama y Hu Ying Tao), cabezas de los países más poderosos del planeta, no
son blancos sino mulato y chino. Nuevas razas en el cenit, en la pasarela, junto al bra-
sileño Lula da Silva, India con su premier, Evo Morales primer presidente indígena con
una revolución exitosa reconocida nada menos que por el FMI y los europeos blancos
van quedando relegados tragados por las ruecas de la crisis europea que amenaza con
la debacle de la propia Unión Europea como con el desempleo generalizado y la ban-
carrota económica.
Hoy, en lugar del SER característico de la ontología aristotélica base del pensamiento
occidental, hay que estudiar el ESTAR a partir del pueblo ya no definido por su pobreza
sino por su otredad radical, su externalidad, no rico-pobre sino en la otredad conocida
solo por la participación, comunicación y diálogo, rompiendo epistémicamente lo mo-
derno y su modo histórico de conocer, pensar, vivir y sentir (Alarcón y Gómez, 2003: 6).
El mundo actual es crecientemente mestizo, complejo, convivial, heterogéneo, mul-
ticivilizatorio. Poco sirve hoy ante tanta heterogeneidad, el pensamiento autocentrado
basado en René Descartes que definía desde el ser su hegemonía («cogito, ergo sum»),
su pensamiento autocentrado, catalogado de único, de integral anulando al resto de sa-
beres y conocimientos e imponiendo su dominación y hegemonía a partir de un saber
supuestamente universal. Así la racionalidad cartesiana, rectilínea, estructurada, dogmá-
tica, vertical no sirve ante un mundo tan volátil en donde todo lo sólido se desvanece en
el aire. Se aprecian mejor, al entrar en crisis el horizonte de sentido eurocentrado, otras
racionalidades ocultadas por el hegemonismo occidental.
166 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
YUYAYKUSUN 167
Eduardo Arroyo Laguna
En la década de los años ochenta del siglo XX, se inició la difusión, aprobación y reco-
nocimiento de los Estados pluralistas afirmando el multiculturalismo. Al derecho general se
añade el derecho indígena específico. En Canadá se aprueba en 1982 la constitución multi-
cultural para posteriormente en Guatemala en 1985 reconciliar a su sociedad aprobando el
reconocimiento de los derechos indígenas y en Nicaragua (1987), el sistema de autonomías.
La reforma constitucional en Brasil en 1988 antecede en un año a la adopción del Convenio
169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes.
Un segundo ciclo, el de la década del noventa, incorpora los derechos contenidos en
el Convenio 169 de la OIT. En este ciclo se sigue reafirmando el derecho a la identidad
y diversidad cultural presentes en el primer ciclo, desarrollándose además el concepto de
«nación multiétnica» y «Estado pluricultural». Rompe el monismo jurídico anterior e in-
cluye el derecho consuetudinario indígena paradójicamente en momentos de expansión
de la depredación de la globalización neoliberal. El contexto es el de la hegemonía de
regímenes que negaban la participación del Estado en la economía y campeaba la lógica
de mercado, la no regulación de los capitales y finanzas. Muchas empresas transnacionales
se instalan en territorios sudamericanos pese a la aprobación de nuevos aparatos legales
jurídicos indígenas que establecían una aceptación y defensa de lo indígena.
El modelo que incorpora los derechos indígenas ya aprobados a nivel de Naciones
Unidas se expande en Centroamérica y Sudamérica (Colombia 1991, México 1992,
Paraguay 1992, Perú 1993, Bolivia 1994, Argentina 1994, Ecuador 1996 y 1998,
Venezuela 1999).
El último ciclo se da aparejado a la adopción de la Declaración de Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2006-2007), dándose aprobaciones cons-
titucionales en Bolivia (2006-2009) y Ecuador (2008) que colocan en primer lugar el
Estado plurinacional, un modelo de pluralismo jurídico igualitario y nuevos derechos
dentro de un proyecto descolonizador. Se imponen derechos sobre las transnacionales y
toda una jurisprudencia sobre el territorio, los recursos naturales, la vida, el agua, el buen
vivir. Los pueblos indígenas demandan no ser considerados solo como «culturas diversas»
sino como naciones originarias o nacionalidades, realizando una Cumbre Mundial en
Bolivia. Estas naciones originarias tendrían así derecho a participar en los nuevos pactos
de Estado, que adquieren de este modo el rasgo cualitativamente diferente y superior al
ser Estados plurinacionales. Se ha logrado con gran lucha, tanto en el caso boliviano con
la oposición de las provincias de la Media Luna, como el caso ecuatoriano. Acaba lo viejo
y nace la incierta vida de lo nuevo.
Estos procesos están llenos de novedades pero también de tensiones y riesgos. En
Ecuador y Bolivia se ha optado abiertamente por nuevas concepciones societales, nuevos
modelos civilizatorios por encima del modelo mercantilista capitalista extractivista pri-
vatista, que es el que prima en el Perú destruyendo y erosionando la naturaleza y ame-
nazando la vida cotidiana de los pueblos. De todos modos, queda para el debate cómo
lograr modelos alternativos al modelo extractivista que ha campeado con esta globaliza-
ción neoliberal y desde siempre, desde la llegada hispana a estos territorios. Queda para
168 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
el debate cómo hacer para lograr recursos y redistribuirlos en forma diferente al modelo
extractivista depredador.
Desde los países del Norte no se entiende la vida en los países del Sur, pródigos en otras
cosmogonías, sensibilidades, forma de procesar y obtener sus conocimientos.
En Occidente nunca se ha considerado la relación con la naturaleza sino solo en el
sentido de dominarla, de estimular la cacería depredadora, cuando no superflua. En el
Sur se ha vivido la relación con la naturaleza como algo normal y esencial, como parte
habitual de la vida ya que los seres humanos se han considerado parte de la naturaleza, un
miembro más de la naturaleza que no podía depredarla porque destruiría lo que le daba
sustento a su vida.
En cambio, la imaginación sociológica clásica está muy tomada por la racionalidad
cartesiana eurocéntrica y, por tanto, comulga con la matriz de poder colonial. Por ello,
se plantea una epistemología del Sur (Santos, 2010) que parta de nuestra realidad y no
de modelos tipificados de universalistas. El Sur con sus movimientos sociales en lucha ha
logrado triunfos y reconocimientos a nivel de Naciones Unidas y el Foro Social Mundial
agrupa a las fuerzas contestatarias a la modalidad global neoliberal.
El paso metodológico es tomar una distancia crítica del pensamiento del Norte tra-
tando una «sociología de las ausencias» (Santos, 2010: 37-40), vale decir, una sociología
que incluya en sus teorizaciones a todo lo que ha sido marginado y excluído desde la
invasión colonial.
Lo propio de nuestros pueblos se ha considerado salvaje, tribal, inferior como el caso
peruano de «República de españoles» y «República de indios», considerados los nativos
peruanos como semihombres, semihumanos, no admitidos como personas, y los negros
como esclavos. Se ha mirado a los otros como si fueran inferiores a partir de la mirada del
mundo de los blancos como si fueran dioses superiores, justificándose así todas las tro-
pelías posibles, las carnicerías y el genocidio, impulsado por la cruz y la espada (Todorov,
2008: 13). Raza, sexo, etnia han sido las diferencias que se han aducido con carácter de
superioridad para justificar estas expoliaciones y barbaridades. Lo otro, la alteridad ha
sido considerada inferior, local, regional, sin visos de universalidad. El olimpo europeo
no admitió los localismos americanos. Su elemento subjetivo ha sido la conciencia cos-
mopolita y el inconformismo ante el desperdicio de la experiencia.
El caso de Bagua para el Perú como Avatar para Hollywood o El Señor de los anillos
son ejemplos de un colonialismo que maltrata a los pueblos descalificándolos como salva-
jes, ignorantes, atrasados y retardatarios del desarrollo, sencillamente porque se resisten a
mercantilizar su vida e hipotecar sus destinos y su futuro al capital extranjero expoliador
de sus territorios y riquezas naturales, por lo que será necesario plantearse una «sociología
de las emergencias» (Santos, 2010: 40-42), comprometida con analizar los cambios como
con los cambios mismos.
YUYAYKUSUN 169
Eduardo Arroyo Laguna
Tanto la sociología de las ausencias como la sociología de las emergencias que pro-
pugna Boaventura de Sousa Santos se refieren a una sociología que deja el monocultura-
lismo europeo y apuesta por integrar todos los saberes y formas de elaborar conocimientos
tradicionales, la justicia indígena, el Estado indígena, la mística y cosmogonías andinas,
negras, etc., algo que acaba siendo una «sociología transgresiva», por cuanto sobrepasa el
tipo de sociología tradicional anclada en la hegemonía tradicional dominante. Esta nueva
apuesta epistemológica es por una epistemología desde el Sur que abarque esta «sociología
de saberes» diversos y el diálogo intercultural, lo que conlleva un esfuerzo de «traducción
intercultural», que lleva a entender la incompletud de todas las tradiciones culturales, las
que a través del diálogo tolerante mejoran las aproximaciones a una real ciencia acercán-
donos a nuestra emancipación.
Es por eso un Sur anticapitalista, anticolonial y antiimperialista. Es un Sur que existe
también en el norte global, en la forma de poblaciones excluidas, silenciadas y marginadas
como son los inmigrantes sin papeles; los desempleados; las minorías étnicas o religiosas;
las víctimas de sexismo, de la homofobia y del racismo.
Las dos premisas de una epistemología del Sur son las siguientes:
Primero, la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occiden-
tal del mundo […] Segundo, la diversidad del mundo es infinita, una diversidad que
incluye modos muy distintos de ser, pensar y sentir, de concebir el tiempo, la relación
entre seres humanos y entre humanos y no humanos, de mirar el pasado y el futuro, de
organizar colectivamente la vida, la producción de bienes y servicios y el ocio (Santos,
2010: 43).
Para vertebrar esta nueva epistemología, las dos ideas centrales de la epistemología del
Sur son la ecología de saberes y la traducción intercultural. La primera busca forjar credi-
bilidad para el conocimiento considerado no científico, lo cual no significa desacreditar
el conocimiento científico sino partir de la idea del carácter incompleto entre todos los
conocimientos, lo que da base para un diálogo fructífero y no un monólogo. En cam-
bio, la traducción intercultural es entendida «como el procedimiento que permite crear
inteligibilidad recíproca entre las experiencias del mundo, tanto las disponibles como las
posibles. Se trata de un procedimiento que no atribuye a ningún conjunto de experiencias
ni el estatuto de totalidad exclusiva ni el de parte homogénea. Las experiencias del mundo
son tratadas en momentos diferentes del trabajo de traducción como totalidades o partes
y como realidades que no se agotan en esas totalidades o partes. El trabajo de traducción
[…] parte de la idea de que todas las culturas son incompletas y, por tanto, pueden ser
enriquecidas por el diálogo y por la conformación con otras culturas…» (Santos, 2010:
46-48).
Manteniendo a la distancia a las concepciones eurocéntricas que son la matriz de
poder colonial hegemónicas e imperantes, matriz de la cual nadie está exceptuado, no
significaría esto echar al basurero de la historia esta tradición cultural y civilizatoria sino
170 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
reconocer en América Latina, que «tenemos problemas modernos para los cuales no hay
soluciones modernas. Los problemas modernos de la igualdad, de la libertad y de la fra-
ternidad persisten con nosotros. Sin embargo, las soluciones modernas propuestas por el
liberalismo y también por el marxismo ya no sirven […] como es el caso de la magistral
reconstrucción intelectual de la modernidad occidental propuesta por Habermas. Los
límites de tal reconstrucción están inscritos en la versión dominante de la modernidad oc-
cidental de que parte Habermas, que es, de hecho, una segunda modernidad construida
a partir de la primera modernidad, la modernidad ibérica de los conimbricenses del siglo
XVI. Lo que caracteriza la segunda modernidad y le confiere su carácter dominante es la
línea abismal que establece entre las sociedades metropolitanas (Europa) y las sociedades
coloniales […] Esta línea abismal atraviesa todo el pensamiento de Habermas. Su ex-
traordinaria lucidez permite verla, pero no superarla. Su teoría de la acción comunicativa,
en cuanto modelo universal de racionalidad […] excluye de hecho de la participación
efectiva a unas cuatro quintas partes de la población del mundo […] universalismo be-
névolo pero imperial, ya que controla en pleno la decisión sobre sus propias limitaciones,
imponiendo a sí mismo, sin otros límites, lo que incluye y lo que excluye» (Santos, 2010:
40-42).
Foucault será un crítico moderno, clímax y paradójicamente la derrota de la teoría
crítica moderna, ya que sostienen en última instancia que no hay salida emancipadora
alguna dentro de este «régimen de la verdad», ya que la propia resistencia se transforma
en un poder disciplinario y, por tanto, en una opresión consentida en tanto que inte-
riorizada. Este autor ha mostrado las opacidades y silencios de la ciencia moderna, ha
desarmado ideológicamente al norte imperial confiriendo credibilidad a la búsqueda de
sistemas de verdad alternativos, aunque no reconoció los esfuerzos del sur antiimperial
por armarse epistemológicamente.
La sociología de las emergencias consistiría en investigar las alternativas que caben en
el horizonte de las posibilidades concretas. La sociología de las ausencias niega, declara
invisible a lo que no es producido según los patrones de la racionalidad occidental, las
emergencias amplía el presente uniendo las posibilidades futuras. Así se contrae el futuro.
Tanto este como los planteamientos de Aníbal Quijano, Edgardo Lander, Walter
Mignolo, Catherine Walsh y otros que se dan en América Latina, serían «… como una
revisión de la propia subjetividad moderna, desatada como parte de la metamorfosis de
toda una etapa histórica, aquella asociada a la modernidad europea, cuyo debilitamiento
también incluye los fundamentos epistemológicos que sustentan los modelos del cono-
cimiento europeo impuestos desde el siglo XVI» (Mejía, 2009: 79). En esta «democra-
cia cognitiva», el mundo andino latinoamericano ha revelado ser muy fértil y abierto a
nuevos planteamientos unido a la eclosión de movimientos sociales autóctonos que han
levantado viejas banderas civilizatorias y viejos saberes, que datan de unos cinco mil años.
De este modo contrarresta las consecuencias de la conquista ibérica, la que significó no
solo formas de coerción sino destrucción de saberes bajo el argumento de la extirpación
de idolatrías, implantando un horizonte de sentido moderno/colonial.
YUYAYKUSUN 171
Eduardo Arroyo Laguna
172 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
Ya desde los años 60 del siglo XX la filosofía latinoamericana irrumpe buscando crear
otros derroteros de explicación de la realidad con la presencia de Leopoldo Zea, E.
Dussel, Francisco Miró Quesada Cantuarias, María Luisa Rivara. A fines de los años 60
se impone en el continente la Teología de la Liberación con la presencia protagónica del
sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, visión de la religión desde abajo. El mestizaje se
impone con José María Arguedas, quien tras una gran obra consuma con su novela final
El zorro de arriba y el zorro de abajo apostando por el mestizaje, no un mestizaje como
decían los arielistas en que primaba lo español por encima de lo indígena sino una unión
integral de culturas, andina y criolla.
En el continente frente al desarrollismo de Rostow emergerá la Teoría de la
Dependencia encabezada por Theotonio dos Santos, Vania Bambirra, Fernando Cardoso,
Ruy Mauro Marini quienes plantearán que somos subdesarrollados porque somos
dependientes.
El altermundismo es de tiempos recientes. La emergencia de gobiernos contestatarios,
izquierdistas y progresistas en la década del 90 está muy ligado a la radicalización de los
movimientos sociales en dichos años, expresados tanto en el Foro Social Mundial (FSM)
y en el Foro de Sao Paulo (SP). «Con seguridad aquí se encuentra la génesis de todos los
cambios que se están realizando en ALC, es decir la dinámica intensa de los movimientos
sociales durante toda la década de los años noventa, cuyas fuerzas más radicales fueron los
movimientos de indígenas (de Ecuador y Bolivia), el movimiento zapatista (de México),
el movimiento de los Sin Tierra (en Brasil), el movimiento de Villa El Salvador (en Perú),
los movimientos de mujeres, entre otros tantos. Todos estos movimientos convergieron
en el FSM y participaron en la elaboración de una propuesta alternativa al neoliberalismo
reinante en el mundo y en ALC: «otro mundo es posible», «Otra ALC es posible». Así desde
el 2001 (Porto Alegre-Brasil), año en que se funda el FSM, hasta el año 2008, el FSM se
convirtió en el laboratorio mundial de la alternativa al neoliberalismo y en el centro de la
acción mundial contra las fuerzas neoliberales. Es entonces relevante considerar al FSM
como un laboratorio de ideas y propuestas. Según Jorge Ceja, en el V Foro Social Mundial
se presentaron una variedad importante de propuestas, las que pueden sintetizarse en los
siguientes ejes temáticos: 1. Pensamiento autónomo, reapropiación y socialización de los
«saberes» y tecnologías. 2. Defendiendo las diversidades, la pluralidad y las identidades. 3.
Artes y creación: construyendo las culturas de resistencia de los pueblos. 4. Comunicación:
prácticas contrahegemónicas, derechos y alternativas. 5. Afirmando y defendiendo los bie-
nes comunes de la tierra y de los pueblos como alternativa a la mercantilización y al control
de las transnacionales. 6. Luchas sociales y alternativas democráticas – contra la domina-
YUYAYKUSUN 173
Eduardo Arroyo Laguna
174 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
Esta descolonización del saber y, por tanto, del poder se da en momentos de eferves-
cencia de localismo, de glocalización, de irrupción de particularismos, nacionalismos, re-
gionalismos y la emergencia de nuevas identidades culturales enmarcada en las reacciones
contra la globalización y la hegemonía del modelo neoliberal.
La globalización no ha logrado homogeneizar culturas sino que ha provocado la re-
acción de culturas vernáculas. A diferencia de los países del Sudeste asiático que han
aceptado con facilidad el ingreso de capitales extranjeros, en América Latina ha ocurrido
una eclosión de lucha de pueblos defendiendo sus riquezas naturales.
Los movimientos sociales que han sacudido la escena latinoamericana y caribeña
moviendo la dinámica política continental son lo otro, lo que altera el viejo orden, lo
subvierte porque el viejo orden no consideraba la visión de los de abajo, los subalternos.
A nivel global, se da presencia mayor del mestizaje, ya no solo a nivel de las bases po-
pulares como de la población de clase media (vg. jóvenes musulmanes en París) sino que
los nuevos referentes de poder son mestizos, sea el mulato Barack Obama o la presencia
del líder chino Hu Ying Tao ejerciendo su nuevo rol de líder de talla mundial o un Evo
Morales, líder cocalero como presidente nacional boliviano o un Lula da silva, obrero
brasileño de presidente, gozando de una gran popularidad.
Como dice Todorov (2008: 13), hay un superior o considerado superior y el otro es
considerado en un caso como inferior. En otros casos, el otro es considerado como igual
pero incompleto o en otros casos el otro se considera como igual y diferente. Es otra so-
ciedad. Lo otro puede estar dentro de uno mismo.
Es el caso del Perú con sus 63 nacionalidades y tres grandes naciones. Nada de la
unidad monocorde sino que siempre fuimos una mezcla intercultural, multicultural,
multinacional, plurilingüe. El proyecto de identidad en el mundo moderno es más que
nunca multicultural por la cantidad de etnias, costumbres y razas, de legados históricos
culturales, lo que da una gran validez a los principios de Naciones Unidas de respeto y to-
lerancia de las diversidades de todo tipo: social, económico, sexual, etc., unidad en medio
de la diversidad, tolerancia y respeto.
No nos referimos al ocaso o decadencia de la que hablaba Spengler a inicios del siglo XX.
Hoy definitivamente sumando las posibilidades del sistema vemos que el modelo neoli-
beral ha hecho agua y que las siete crisis denotan la crisis terminal del sistema capitalista
en su conjunto, gran crisis raigal del patrón de poder colonial capitalista.
Este ha sido el primer patrón global, que abarca no solo a un sistema global sino a los in-
dicadores de etnia, raza y género combinados, dándose por primera vez en la historia un con-
flicto del patrón global de la historia humana que a su vez llevará a que la población mundial
inicie la pérdida de confianza en el sistema y, por tanto, la crisis de legitimidad del mismo.
En el ínterin, se dan cinco orientaciones actuales:
1. Reoccidentalización, vg. caso de Obama, de su política.
YUYAYKUSUN 175
Eduardo Arroyo Laguna
Hacia el futuro, las grandes revoluciones cambiarán los paradigmas de la vida, del
sentir, saber, conocer. Un sistema alternativo es el proyecto ecológico popular, vernáculo.
Se da en la actualidad una gran lucha por la vida y la mayor conciencia del fin de los
tiempos. Paradoja de sobreproducción y hambruna.
El tiempo es una categoría a ser mejor considerada. La concepción del tiempo varía
ya que hoy no podemos hablar de un tiempo infinito sino acortado. El tiempo va más
rápido que lo espacial, dada la nueva tecnología. Ya estamos consumiendo la capacidad
del planeta más allá de su reposición.
Todo lleva que al carecerse de un horizonte común de sentido, se creen horizon-
tes alternativos. Siempre, lo central es el poder. Por ello, necesitan los controladores
imperiales de controlar las subjetividades. De allí su prédica sobre las bondades de la
globalización, de su saber, pese al rechazo mundial, al desempleo creciente, a la crisis
europea.
Pero al entrar en una crisis grande y terminal, florece una nueva reciprocidad, un
nuevo modo de vivir. Los movimientos sociales autóctonos traen una tendencia a la ac-
ción comunal. América Latina es la vanguardia (Chomsky) y laboratorio mundial. Se
socializan las historias, las memorias. Hay conciencia de la otredad, de la subalternidad y
aparecen olas de movimientos antisistémicos.
La colonialidad es el inconsciente social, como el psicoanálisis. No se lo ve, pero se
siente. La matriz colonial fue creada por Occidente pero hoy Occidente ya no puede
mantenerla luchando los imperios por el control de la matriz en un mundo que se insinúa
policéntrico y multicivilizatorio.
Realmente, Occidente para recuperar el control necesitaría eliminar a la población,
ocuparla militarmente (Irak, Afganistán) y sobreexplotar los recursos naturales. Estamos
ya en un mundo multipolar.
Los procesos de descolonialización se están dando con la emergencia de una vasta
sociedad política global en la que conjuntamente con los movimientos sociales, emergen
las civilizaciones.
El enfoque de diálogo de civilizaciones, de tolerancia, de unidad en la diversidad, de
respeto ante las diferencias lo ha asumido Naciones Unidas.
176 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
Se debate en el Foro Social Mundial sobre el futuro del Estado y su autoridad como
sobre el análisis de la crisis neoliberal y la dialéctica de la crisis. Estamos en el interregno
en el que lo viejo no muere y lo nuevo está por nacer. No sabemos que habrá en el futuro.
Wallerstein declara el fin del sistema en unos treinta a cincuenta años pudiendo venir una
democracia o un totalitarismo sanguinario.
Se pasa de la protesta a la propuesta planteándose un debate abierto y consistente, la
recuperación de las utopías y de nuevos horizontes y la inclusión de la ética en la actividad
política contemporánea.
No habría que hablar de fin de la historia sino más bien de futuro de la humanidad
lejos de los que destruyen el futuro. Se cae el megalómano proyecto eurocentrado de
conocimiento único, universal, absoluto y deja de ser la contradicción entre idealismo y
materialismo para pasar entre los excluidos y lo oficial. No se generan conocimientos y
saberes solo desde la vieja universidad en total crisis sino desde múltiples lugares.
La crisis final del patrón de poder global abarca todas las facetas del sistema: la eco-
nomía-mundo, la política, la cultura.
El tiempo se nos acaba, se acorta. Teniendo que parar la maquinaria destructiva del
neoliberalismo, ya no importan los binarismos de reforma-revolución.
Ya que todos estamos dentro de la matriz de poder en la que vivimos, no queda más
que vivir dentro y fuera en contra al mismo tiempo como guerreros epistémicos creando
nuevos espacios de debate que superen la tradicional labor dedicada a las universidades.
Se plantea una nueva concepción de universidad ligada a los movimientos sociales tenién-
dolos como agenda cotidiana aprendiendo de ellos, de sus prácticas incorporadas a la lógi-
ca universitaria. De lo contrario, la universidad seguirá alejada y ajena al campo popular.
Entender, además, que la única vía de emancipación no es necesariamente occidental
sino que hay modelos en la India, China, Sudeste Asiático, América. Pero necesitamos ha-
cia el futuro de nuevos patrones de poder sin dominación, sin explotación, horizontales,
sin reduccionismos, no dogmáticos, sin paradigmas, sin gurús.
Epílogo
YUYAYKUSUN 177
Eduardo Arroyo Laguna
178 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
sociedades del mundo sino también se difunden los contenidos culturales y civilizatorios
de los pueblos del mundo, de las culturas vernáculas, las que no deben ser consideradas
inexistentes. Se impone una mundialización en el sentido braudeliano, una culturización
global desde abajo, desde los pueblos. Los foros internacionales que congregan la mar-
cha y lucha de los pueblos son un termómetro y un indicador de la organización que va
avanzando de modo paralelo a la acción de las potencias. La fuerza de los pueblos es un
indicador que no debe dejar de ser considerado en el balance de la dinámica social.
Indudablemente que necesitamos que este esfuerzo se extienda y se globalice, se haga
planetario. Por tanto, esta globalización que ya dura veinte años y que va de arriba hacia
abajo necesita de la presencia de un torrente que vaya de abajo hacia arriba expresando
el rostro humano y no la fría lógica del mercado. Más que seres humanos para el merca-
do necesitamos de un sistema que parta de las necesidades humanas y no de la ley de la
ganancia. Como plantea Joseph Stiglitz, necesitamos de una globalización con un rostro
más humano, «…una globalización más justa, y más eficaz para elevar los niveles de vida,
especialmente de los pobres. No se trata sólo de cambiar estructuras institucionales. El
propio esquema mental en torno a la globalización debe modificarse. Los ministros de
Hacienda y de Comercio conciben la globalización como un fenómeno fundamental-
mente económico, pero para muchos en el mundo subdesarrollado es bastante más que
eso […] socava las sociedades rurales tradicionales […] amenaza a la identidad y los va-
lores culturales […] En todas partes la gente de las pequeñas ciudades se queja porque las
grandes cadenas nacionales y los centros comerciales han liquidado sus pequeños nego-
cios y comunidades […] Los países son forzados a renunciar a una parte de su soberanía
[…] los países pueden elegir, y entre sus opciones figura el grado al que desean someterse
a los mercados internacionales de capitales […] La globalización ha ayudado a cientos
de millones de personas a alcanzar mejores niveles de vida […] los países que más se han
beneficiado han sido los que se hicieron cargo de su propio destino y reconocieron el pa-
pel que puede cumplir el Estado en el desarrollo, sin confiar en la noción de un mercado
autorregulado que resuelve sus propios problemas […] Se necesitan políticas para un
crecimiento sostenible, equitativo y democrático. Esta es la razón del desarrollo […] El
desarrollo consiste en transformar las sociedades, mejorar las vidas de los pobres, permitir
que todos tengan la oportunidad de salir adelante y acceder a la salud y la educación […]
si vamos a lograr una globalización de rostro humano, entonces debemos alzar nuestras
voces. No podemos, ni debemos, quedarnos al margen» (Stiglitz, 2007: 429-438).
El mundo contemporáneo es profundamente heterogéneo, multicivilizatorio y mes-
tizo. Esas son las tendencias del futuro en un planeta impregnado de nuevos conoci-
mientos, nuevas y ancestrales sabidurías. El futuro pasa por el reconocimiento de nuestro
pluralismo cultural, producto de la mundialización de la cultura y de todos los aspectos
de la vida. Como bien reflexiona Touraine: «Una sociedad nacional culturalmente ho-
mogénea es antidemocrática por definición. La sociedad mundial se forma y obliga a
personas provenientes del sur a ir a vivir al norte y recíprocamente. La dualización social y
cultural está presente en todas partes, al mismo tiempo que las políticas estatales apuntan
YUYAYKUSUN 179
Eduardo Arroyo Laguna
en todas partes a defender especificidades culturales. Así como la libertad de los antiguos
se basaba en la igualdad de los ciudadanos, del mismo modo la libertad de los modernos
está fundada en la diversidad social y cultural de los miembros de la sociedad nacional o
local» (2007: 3).
Referencias bibliográficas
Alarcón, Luis y Irey Gómez. (2003). «Sociología y alteridad. Un conocer por relación». Ponencia
presentada en el XXIV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), Mesa
de trabajo sobre Metodología y epistemología de las ciencias sociales, realizado en la universidad
Nacional de San agustín de Arequipa-Perú, año de 2003. Publicado en «A Parte Rei. Revista de
Filosofía». http://serbal.pntic.mec.es/APARTERei/.
Boron, Atilio. (2009, octubre 1). «Pese a las amenazas, está emergiendo con fuerza una conciencia
emancipadora latinoamericana». Entrevista de Fernando Arellano para CRONICON, Argenpress.
El Corán. Traducción de George Sale, abril de 1964. Editorial VER, Buenos Aires, Argentina.
Giddens, Anthony. (1998). Sociología. Primera edición en «Manuales». Madrid: Ciencias Socia-
les, Alianza Editorial.
Hobsbawm, Eric. (2009, abril 10). «El socialismo fracasó; ahora el capitalismo está en quiebra.
¿Qué viene a continuación?». The Guardian. Traducido del inglés por S. Segui. http://www. guar-
dian.co.uk/commentisfree/2009/apr/10/financial-crisis-capitalism-socialismo.
Klare, Michael. (2010, 5 de enero) «La segunda década. El mundo en 2020». Sinpermiso www.
sinpermiso.info
Lander, Edgardo (comp.). (2000). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Pers-
pectivas latinoamericanas. Buenos Aires: CLACSO-UNESCO.
Mejía, Julio. (2009). Sociedad y conocimiento. Los desafíos de la sociología latinoamericana. Lima:
Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.
180 YUYAYKUSUN
Geopolítica del conocimiento: saberes y civilizaciones en el mundo
Mejía Sáenz, Katia. (2009). «Rusia después de las reformas». Revista Economía Nº 1. Lima: Es-
cuela Académico-profesional de Economía de la Universidad Ricardo Palma.
Mignolo, Walter. (). «Las geopolíticas del conocimiento y colonialidad del poder». Entrevista
hecha por Catherine Walsh, en Indisciplinar las ciencias sociales. Geopolíticas del conocimiento y
colonialidad del poder. Perspectivas desde lo andino, editado por C. Walsh, F. Schiwy y S. Castro-
Gómez. Quito; UASB/Abya Yala, en prensa.
Moïsi, Dominique. (2009). La geopolítica de las emociones. Cómo las culturas del miedo, la humilla-
ción y la esperanza están reconfigurando el mundo. Bogotá: Grupo Editorial Norma.
Morin, Edgar. (2007, junio). «El Estado-nación en la era planetaria». Babel Gaceta N° 1.
Rocha Valencia, Alberto. (2009, diciembre). «La integración regional como vía para alcanzar la
autonomía de América Latina». En revista YUYAYKUSUN N° 2. Lima: Departamento Académico
de Humanidades de la Universidad Ricardo Palma.
Santos, Boaventura de Sousa. (2010). Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde
una epistemología del Sur. Lima: Instituto Internacional de Derecho y Sociedad, Programa Demo-
cracia y Transformación Global, Red Latinoamericana de Antropología Jurídica.
Spivak, Gayatri Chakravorty. (2003). «¿Puede hablar el subalterno?». Revista Colombiana de An-
tropología, Volumen 39, enero-diciembre.
Todorov, Tzvetan. (2008). La Conquista de América. El problema del otro. Siglo XXI editores,
decimosexta edición en español
Touraine, Alain. (2007, noviembre). «¿Qué es la democracia?». Revista Babel Gaceta N° 3. Lima:
Biblioteca Nacional del Perú.
Wallerstein, Immanuel. (2001). Conocer el mundo, saber el mundo: el fin de lo aprendido. Una
ciencia social para el siglo XXI. México: Siglo XXI editores.
——————————. (2004a). Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis
de los sistemas-mundo, Madrid, Ediciones Akal.
YUYAYKUSUN 181
——————————. (2004b). Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Madrid:
Ediciones Akal.
——————————. (2008, octubre 11). «El capitalismo se acaba». En Le Monde Diploma-
tique. Entrevista realizada por Antoine Reverchon.
——————————. (2009, agosto). «El sistema que salga de la crisis será muy diferente».
En revista Sociológica Nº 1. Entrevista de Iñigo Errejón y Pablo Iglesias- Diagonal. Lima: Colegio
de Sociólogos del Perú.
Zúñiga, Madeleine y Juan Ansión. (1997). Interculturalidad y educación en el Perú. Lima: Edi-
ciones Fondo Educativo.
«Esta democracia, ya no es democracia…»1
Reflexiones a propósito de la consulta vecinal
sobre la minería en la frontera norte del Perú*
Raphael Hoetmer
RESUMEN
El conflicto provocado por la ilegal presencia de la minera Río Blanco en los territorios de Yanta
y Segunda y Cajas es la continuidad de procesos históricos de negociación entre las poblaciones
marginalizadas y las elites político-económicas locales y nacionales sobre la organización territorial,
política y económica del país. La acción directa, iniciativas legales, propuestas de desarrollo alternativo,
la incidencia en los medios de comunicación, la organización de una consulta vecinal y los intentos
de establecer espacios de diálogo con el Estado central son parte de ello. La radicalidad de esta lucha
no está ni en el tipo de acción realizado ni en una base ideológica propia de ella, sino más bien se basa
en la insistencia por parte de las comunidades en la posibilidad de organizar la vida, la economía, el
Estado y la política de manera diferente al desarrollismo hegemónico.
ABSTRACT
The conflict caused by the illegal presence of Rio Blanco mining company in the territories of Yanta
and Segunda and Cajas is the continuity of historical processes of negotiation between marginalized
populations and local and national political-economical elite about the territorial, political and
economical organization of the country. Direct action, legal actions, proposals for alternative
development, media impact, the organization of a referendum and the attempts to dialog with the
Central State take part of this process. The radical of this struggle does not depend on the type
of action applied nor on an ideological basis. But in fact, it is based on the community demand
in the possibility of organizing life, economy, the State and politics differently from hegemonic
developmentalism.
* Una versión anterior de este ensayo ha sido presentado en el seminario Interrogating the Civil Society Agenda, encuen-
tro de la Coordinadora de Investigación: Movimientos sociales y cambios político-culturales en América Latina, que se
realizó en abril de 2008 en Amherst, Massachussets en los Estados Unidos. Su versión inglesa será incluida en 2011
en: Sonia E. Alvarez, Gianpaolo Baiocchi, Agustín Lao Montes, Jeff Rubin y Milly Thayer (eds.), Interrogating the
civil society agenda. Social Movements, Civil Society and Democratic Innovation.
Agradezco por su hospitalidad y generosidad a los comuneros de Ayavaca y Yanta, en especial a Magdiel Ca-
rrión, por haberme recibido en varias ocasiones en sus territorios, haberme dejado acompañarlos en la marcha de
sacrificio a Piura y por haber explicado exhaustivamente sus visiones del caso, la lucha y la vida. También a todos los
entrevistados y en especial a Milly Thayer, José De Echave, Luis Vittor, Vladimir Pinto, Jorge Tacuri, Mario Palacios,
Lieven Pype, Diego Saavedra, Clara Ruiz, Mario Tabra, Mar Daza y Mari Burneo por las importantes perspectivas
que compartieron conmigo. A Álvaro Maurial por su revisión del texto. Finalmente, quiero expresar mi gratitud a los
organizadores de la consulta vecinal que hicieron posible mi participación como observador y a los organizadores del
seminario en Amherst Interrogating the Civil Society Agenda por invitarme a ser parte de este esfuerzo colectivo.
1 Esta frase la escuché de mujeres vinculadas a la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la
Minería (CONACAMI), como parte de una canción de protesta en la marcha para inaugurar la IV Cumbre Con-
tinental de los Pueblos Indígenas de Abya Yala, que se realizó del 26 al 31 de mayo de 2009 en la ciudad de Puno
(Perú).
A
las ocho de la mañana llegué al estadio deportivo de Ayavaca, como miembro de
una misión de observación3 de una consulta vecinal sobre la actividad minera en
la región, que se realizó el domingo 16 de septiembre de 2007. Centenares de
campesinos y campesinas ya estaban esperando en la entrada. Desde el día previo habían
estado llegando al pueblo grande en el norte de los Andes peruanos, tras viajes de horas en
camiones, caballos, mulas y a pie, desde los caseríos y comunidades de la región. Decenas
de ellos quedaron durmiendo en la plaza, solamente protegidos por sus ponchos del frío
penetrante.
La consulta había sido convocada por las municipalidades de Ayavaca, Pacaipampa
y Carmen de la Frontera para medir la opinión de sus habitantes sobre el futuro de
las abundantes reservas de minerales y metales valiosos en la región, que han llama-
do la atención de empresas transnacionales. Ya desde 2003 la empresa china/inglesa
de Majaz4 realiza actividades exploratorias para un proyecto minero, en los territorios
de las comunidades campesinas de Yanta (provincia de Ayavaca) y Segunda y Cajas
(provincia de Huancabamba). Sin embargo, Majaz nunca consiguió adecuadamente
el permiso de las comunidades, como exige la legislación peruana5. Más bien, durante
los últimos años las comunidades han expresado su oposición al proyecto minero en
numerosas ocasiones.
Cuando el estadio se abrió, la población buscó sus mesas de votación. La masiva
presencia temprana produjo algo de desorden, que se fue resolviendo en las horas si-
guientes. A las 10:15 de la mañana —mucho antes del límite final (12 a.m.)— estaban
funcionando todas las mesas; frente a ellas, colas largas de campesinos, con chicotes en
sus manos, ponchos contra el frío de la noche y un sombrero que les protegía del sol. El
sol quemaba fuerte en el aire azul sobre el estadio, mientras que las rondas campesinas
2 Antes de ser elegido de nuevo como presidente del Perú, Alan García Pérez dio un discurso en Ayavaca en
2006, en el cual aparte de prometer respetar la voluntad del pueblo ayavaquino, también expuso los riesgos
que implica la industria minera y la inversión transnacional irregulada. Está accesible en: www.youtube.com/
watch?v=7F2tGjejdmc.
3 Representé al Network Institute for Global Democratization con base en Finlandia. La misión, conformada por
invitación de las tres municipalidades involucradas en el proceso fue integrada también por personas de Ecuador,
Chile, Bolivia, Canadá, los Estados Unidos, el Estado español, Alemania y Suiza.
4 En el período después de la consulta la empresa cambió su nombre a Río Blanco Copper S.A. No obstante sigue
siendo más conocido en la zona, y en el Perú, como Majaz.
5 Aunque la ilegalidad de la presencia de la empresa minera fue confirmada por un informe de la Defensoría del Pue-
blo, la empresa insiste en lo contrario.
184 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
6 Las llamadas Rondas Campesinas sostienen la organización social en las comunidades campesinas del norte del Perú.
Ellas surgieron al final de los años setenta, en respuesta a la incapacidad y/o falta de voluntad del Estado peruano
de acabar con el aumento de los robos de ganado en la zona. Los comuneros empezaron a vigilar colectivamente sus
tierras y durante las dos décadas posteriores asumieron más responsabilidades comunitarias, incluyendo la parcial
administración de justicia. En la actualidad, las Rondas asumen crecientemente un protagonismo político en defensa
de la identidad y tradiciones de las comunidades en el norte del Perú (ver: Starn, 1999).
YUYAYKUSUN 185
Raphael Hoetmer
El caso analizado revela que no existe una relación necesaria y única entre el tipo de
acción política y su nivel de contestación al statu quo. Es decir, la consulta es una acción
pacífica, altamente institucionalizada y a menudo poco controvertida en las democracias
liberales alrededor del mundo, convocada por las municipalidades locales (actores esta-
tales) en alianza con diferentes actores de la sociedad civil, que aparentemente resulta
tan contestataria a la agenda neoliberal del gobierno peruano, que sufre de un rechazo
agresivo del oficialismo y una activa política de criminalización de sus impulsores. Al
otro lado, en protestas reivindicativas y poco politizadas a menudo ocurren acciones y
episodios de violencia.
En segundo lugar, la diversidad de actores críticos a la actividad minera en la fron-
tera norte del Perú ha aplicado una multiplicidad de estrategias y acciones en diferentes
escalas geopolíticas, que incluyen tanto movilizaciones y protestas, como acciones legales,
campañas mediáticas, cabildeo internacional, la participación en espacios de diálogo y
la organización de la consulta. De tal forma, la comprensión de las estrategias de actores
sociales para definir su propio destino requiere del análisis de las relaciones y dinámicas
entre la «proliferación de participación civil» y las «acciones colectivas menos ‘civilizadas’,
más contestatarias» y las negociaciones entre los diferentes actores sobre ello, en vez del
análisis que separa ambos tipos de acciones.
La identificación de algunos actos como «cívicos» y otros como «no-cívicos» y hasta
incivilizados, además, tiende a invisibilizar la particularidad de los procesos históricos de
construcción de ciudadanía en América Latina, lo cual dificulta una comprensión más
compleja de la precariedad, parcialidad y baja intensidad de la democracia y del exceso de
violencia en nuestras sociedades. Sostendré que en realidad existe una doble producción
histórica de los pobladores de la frontera norte del Perú como «no-cívicos». A un lado,
históricamente son excluidos de la ciudadanía real en el país, lo cual genera otro tipo de
relación con el Estado central y los poderes locales.7 A la vez, los grupos poblacionales y
políticos críticos al modelo de desarrollo hegemónico en el país (o a sus consecuencias
sociales, culturales o medioambientales), son concebidos como atrasados, opositores del
progreso y del desarrollo, promotores de intereses extranjeros dañinos al destino nacional,
y hasta como violentistas y terroristas, a través de los diferentes mecanismos de criminali-
zación de la disidencia que aplican los poderes que sostienen al sistema neoliberal.
Por lo tanto, reflexionaré en este escrito sobre los conceptos y posiciones que solemos
usar para entender las realidades, contradicciones, límites y potencialidades del discurso
y la práctica democrática en sociedades poscoloniales8 en el mundo de las globalizacio-
7 Profundizaré este tema más adelante. El proceso de construcción de la ciudadanía en el Perú ha sido estudiado por
Sinesio López (1997), mientras que Partha Chatterjee (2005 y 2007) da un marco analítico para estudiar las acciones
políticas desde poblaciones construidas como no-ciudadanos, a través de su distinción entre la sociedad civil y la
sociedad política, a partir de la realidad de la India.
8 Estoy consciente del debate complejo sobre la colonialidad, la poscolonialidad y la descolonialidad. Uso el término
poscolonial aquí únicamente para hacer referencia a los países que han dejado de ser parte de imperios coloniales.
Argumentaré en el artículo que esto de ninguna forma implica que el poder colonial o la colonialidad del poder, en
el mundo o en estos países ha terminado.
186 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
El proceso que resultó en las consultas vecinales de septiembre 2007 empezó con el des-
cubrimiento de un yacimiento de cobre y molibdeno en el llamado Henry’s Hill cerca
de la frontera de Ecuador en 1994, por la empresa australiana Newcrest. El actual titular
del proyecto es la empresa minera Río Blanco Copper S.A. parte de Monterrico Metals,
cuyo propietario mayoritario es el consorcio chino Zijin. El proyecto consiste de ocho
concesiones que comprenden un área de casi 6500 hectáreas, pertenecientes a las comu-
nidades campesinas de Yanta y Segunda y Cajas. No obstante, existen numerosos indicios
de que el proyecto es parte de un plan para establecer un distrito minero más amplio
(Bebbington, 2007ª), que comprendería incluso territorios al otro lado de la frontera con
Ecuador.10
El proceso de polarización alrededor del proyecto Río Blanco empezó tras la presen-
tación del pedido de aprobación del estudio de impacto ambiental para poder realizar
exploraciones en la zona al Ministerio de Energía y Minas (Minem) el 22 de enero de
2003, lo cual fue aprobado el 28 de noviembre de 2003.11 Mientras tanto, el rechazo de
las comunidades de Yanta y Segunda y Cajas empezó a evidenciarse claramente. En mayo
de 2003, la asamblea comunal de Segunda y Cajas decidió por unanimidad no permitir
actividad minera en su territorio, acto que fue repetido por Yanta el 10 de enero en una
9 Para un recuento más amplio del desarrollo del caso, se puede leer Diez (2009) y Tabra (2009). Ambos autores han
sido actores en el conflicto. Mario Tabra Guerrero, como presidente del Frente de Defensa del Agro, Medio Ambien-
te y la Vida de Ayavaca, y Alejandro Diez como integrante del Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la
Pontificia Universidad Católica del Perú. El CARC intentó facilitar un proceso de diálogo en el conflicto, pero fue
acusado por las organizaciones sociales de una actuación parcializada en favor de la empresa minera. Además, se pue-
den revisar los informes del Observatorio de Conflictos Mineros (ver: www.muqui.org), que junto con las entrevistas
realizadas, el trabajo de campo y el seguimiento continuo del caso, están en la base de esta crónica. El caso también
se puede seguir en internet: www.todosobremajaz.com y: www.h2otierrayvida.blogspot.com.
10 Zijin Mining tiene otras 27 concesiones mineras a nombre de su subsidiaria Compañía Minera Mayari que se en-
cuentran exactamente al lado del proyecto Río Blanco. Las 35 concesiones de la empresa tienen una extensión total
de 28,263 hectáreas. Además, la ONG peruana CooperAcción publicó en enero de 2009 un informe que detalló la
existencia de concesiones mineras en ambos lados de la frontera pertenecientes al Consorcio Zijin.
11 Para hacer posible la aprobación el proyecto fue declarado de necesidad pública e interés nacional mediante un
decreto supremo el 27 de junio de 2003. En el caso del proyecto Río Blanco este es un requisito formal, ya que
la Constitución peruana prohíbe actividades de empresas extranjeras a menos de 50 kilómetros de la frontera por
razones de seguridad nacional.
YUYAYKUSUN 187
Raphael Hoetmer
asamblea que contó con la presencia de la empresa y el Minem. Durante 2003 se realiza-
ron los primeros actos de protesta, como la Marcha Cívica por los Derechos y el Desarrollo
de Ayavaca del 16 de mayo.
En abril del 2004 y julio de 2005 miles de comuneros marcharon durante varios
días hacía la zona del proyecto minero en respuesta a la continuidad de las exploraciones.
La represión por parte del Estado causó la muerte a dos comuneros (Remberto Herrera
Racho en 2004 y Melanio García Gonzales en 2005) y dejó heridos a decenas. Además,
fuerzas de seguridad de la empresa minera detuvieron en la segunda marcha ilegalmente
a 32 manifestantes, en aparente complicidad con agentes estatales. Esta denuncia pública
fue evidenciada a inicios de 2009 con la aparición de fotos que mostraron a los comune-
ros amarrados, golpeados, con bolsas plásticas sobre sus cabezas, como también a agentes
de seguridad mostrando orgullosamente las ropas interiores que habían quitado a las
dos mujeres del grupo.12 Peor aún, cerca de doscientos comuneros fueron denunciados
penalmente por su participación en la segunda marcha al campamento de Río Blanco,
incluyendo a los torturados.
Con la primera marcha se inicia una nueva fase del conflicto, a lo cual Alejandro Diez
(2009) se refiere como el «estallido». En ello simultáneamente se intensifica y generaliza
el clima de confrontación y actos de violencia en el conflicto, mientras que se impulsan
espacios de concertación y diálogo. Una mesa de concertación organizada por el gobier-
no regional y facilitada por el Centro de Análisis y Resolución de Conflictos (CARC) de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, funciona entre octubre de 2004 y julio de 2005.
Las organizaciones comunales no participan ya que ven al CARC como parcializado y el
proceso queda trunco sin resultados concretos.
Un segundo proceso de diálogo se realiza tras la invitación del Frente para el Desarrollo
Sostenible en la Frontera Norte del Perú (FDSFNP) al gobierno central, para dialogar so-
bre la presencia de efectivos policiales de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales
(DINOES) en la zona y sobre la presencia ilegal de la empresa minera en tierras comu-
nales. El Frente fue fundado en septiembre de 2005 por los diferentes actores críticos al
proyecto e integra a comunidades, organizaciones sociales, organizaciones de la iglesia
y municipalidades de Piura y zonas potencialmente afectadas del departamento vecino
de Cajamarca (provincias de San Ignacio y Jaén). Este segundo proceso se desarrolla
entre noviembre de 2005 y mayo de 2006 y termina por decisión unilateral del Minem.
Posteriormente el Frente hizo esfuerzos notables en varias ocasiones de 2006 y 2007 (tras
la elección de Alan García Pérez como nuevo presidente del Perú) para invitar al gobierno
central a un nuevo proceso de diálogo, sin obtener respuestas afirmativas hasta días pre-
vios a la Consulta Vecinal.
Mientras tanto, la Defensoría del Pueblo concluyó en un informe del 14 de noviem-
bre de 2006 que la empresa Majaz no contaba con los permisos debidos para el uso de los
12 La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos presentó públicamente las fotos, que generaron un impacto fuerte
en la opinión pública del Perú. Actualmente el caso está siendo procesado.
188 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
terrenos superficiales y, a la vez, señaló varias deficiencias por parte del Minem para exigir
el cumplimiento de los procedimientos y condiciones legales a la empresa. El caso de
Majaz también fue incluido en la sesión sobre violaciones de derechos humanos por parte
de empresas transnacionales del Tribunal Permanente de los Pueblos en Viena, durante
la Cumbre entre Europa, América Latina y el Caribe en mayo de 2006, y llegó incluso al
Parlamento del Reino Unido, donde Nicanor Alvarado, de la Vicaría de Jaén, representó
y explicó la posición del Frente, mientras que representantes de la empresa expresaron su
desacuerdo con estas posiciones.13
En este proceso de creciente atención nacional e internacional por el caso, la empresa
empezó de aplicar una nueva estrategia frente al conflicto. Una ofensiva mediática, que
incluyó disculpas públicas por los enfrentamientos con las comunidades (el 11 de sep-
tiembre de 2006), fue acompañada por esfuerzos importantes para impulsar organizacio-
nes paralelas en las mismas comunidades afectadas, que resultó —entre otras cosas— en
una marcha por la paz (13 de mayo de 2006), organizada por el Frente del Desarrollo
Sostenible de Huancabamba, integrado por personas vinculadas a los comités de desarro-
llo14 promovidos por la empresa. Mientras tanto, el escenario de conflictividad generali-
zada en la zona persiste, incluyendo amenazas de muerte y una campaña sistemática de
difamación a los opositores al proyecto minero.15 En los primeros meses de 2007, el Zijin
Consorcio —con financiamiento parcial del Estado chino— se convirtió en propietario
mayoritario de Monterrico Metals, mientras seguían las marchas en contra del proyecto
minero (como las del 23 de abril y el 11 de mayo de 2007 en Ayavaca).
En este contexto de confrontaciones generalizadas, actos de violencia e intimidación,
diálogos fracasados y la insistencia por parte de la empresa en el proyecto, el Frente de-
13 En ese momento la empresa Monterrico Metals todavía era mayoritariamente inglesa. Tras esa sesión se realizó una
misión científica independiente entre el 30 de septiembre y el 5 de octubre de 2006 organizada por el Perú Support
Group sobre el caso, para verificar el estado del proyecto, la intensidad del conflicto y las afirmaciones hechas por
ambos lados. El informe (Bebbington, 2007ª) es probablemente el documento más sólido y completo sobre el caso.
14 Estos comités desarrollan pequeñas obras y proyectos de desarrollo locales, pagados por la empresa.
15 El escenario de conflictividad generalizada, incluye amenazas de muerte contra opositores al proyecto minero, que
fue denunciado a nivel internacional por Amnistía Internacional (ver: http://www.amnesty.org/en/library/info/
AMR46/003/2009/en). En la prensa nacional y regional se desarrolla, además, una campaña sistemática de difama-
ción y calumnias a los opositores a la mina, que llegó a su punto máximo con un reportaje del conocido programa
de televisión Panorama, en el cual se denunció la existencia de una red de terror en la zona, en la que estarían in-
volucrados miembros de ONG ambientalistas y de la Iglesia. También existe la sospecha de que los opositores han
sufrido permanentemente de la interceptación de sus correos electrónicos y teléfonos, ya que el contenido de sus
comunicaciones ha sido publicado en el diario Correo de Piura, conocido por sus vínculos con la empresa.
Los ejemplos de enfrentamientos y hostigamiento también son numerosos, incluyendo el ataque a un Foro
sobre Desarrollo Sostenible del Frente en Huancabamba (12 de marzo de 2006) por un grupo de pobladores que
apoyan a la empresa, dejando varias personas heridas. También se reportan la destrucción de viveros creados por la
empresa como parte de sus proyectos de desarrollo local, la quema de materiales escolares distribuidos por la em-
presa y la detención de unos trabajadores de la empresa durante varias horas en Yanta (los trabajadores dicen haber
sido flagelados por los ronderos durante este tiempo). Diez señala además que «las dirigencias ronderas mantienen
su posición de oposición al proyecto continuando acciones de castigo ronderil a los comuneros que se aventuran a
trabajar para la empresa (21 de diciembre de 2006, 20 de febrero de 2007)». También se señalaron desplazamientos
militares en la zona y varias operaciones policiales «contra el narcotráfico» que impidieron a los comuneros el accesos
a sus propios terrenos.
YUYAYKUSUN 189
Raphael Hoetmer
cidió convocar a una consulta vecinal en búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
La iniciativa fue ciertamente inspirada por la consulta vecinal sobre la minería que se
realizó el 2 de junio de 2002 en Tambogrande (en el mismo departamento de Piura) y
que provocó el retiro de la minera Manhattan del distrito.16 En Ayavaca, Magdiel Carrión
Pintado (presidente de la Federación Provincial de Comunidades Campesinas de Ayavaca)
presentó el cuatro de abril de 2007 un pedido formal de la asamblea de la comunidad de
Yanta reiterando la solicitud de una consulta vecinal en la zona. Mediante ordenanzas,
las municipalidades distritales de Pacaipampa (30 de marzo de 2007) y Carmen de la
Frontera (18 de abril), y la municipalidad provincial de Ayavaca (18 de abril) convocaron
a la consulta, haciendo referencia a las leyes nacionales y a la legislación internacional que
daban sostén legal al proceso.
Pese a una contra-campaña impresionante por parte del Estado y la empresa, la con-
sulta resultó imparable para el gobierno central y se realizó el domingo 16 de septiembre
en las tres localidades. La única participación del gobierno central en la consulta fue la
presencia de un gran contingente de policías en la zona, lo que generó un ambiente de mi-
litarización.17 No obstante, el orden y la seguridad en los tres pueblos estuvo a cargo de las
rondas campesinas. El resultado de la consulta fue contundente. A pesar de la gran inver-
sión en desanimar a las comunidades en participar, casi sesenta por ciento de la población
acudió a votar (figura 1). De ellos, casi el noventa y cinco por ciento dijo no a la minería.
Casi toda la prensa nacional interpretó este resultado como una derrota significativa del
gobierno central (incluyendo el importante periódico conservador El Comercio).
Pacaipampa 36 0,59% 5914 97,09% 32 0,53% 109 1,79% 6091 8522 71,47%
Total 239 1,33% 17033 94,78% 239 1,33% 460 2,56% 17971 31388 57,25%
Votos
1,38% 98,62% 17272
Efectivos
16 Tras varios años de protesta contra los planes de la minera Manhattan de realizar un proyecto minero en el distrito
piurano de Tambogrande se convocó a la primera consulta vecinal sobre la minería en el mundo. La consulta se rea-
liza el 3 de junio de 2002, y el 98,65 por ciento de los votantes votó por el no. Posteriormente la empresa tenía que
retirarse. No obstante persisten concesiones mineras en la zona.
17 Cuando llegamos con la misión de observación a Ayavaca tuvimos que registrarnos todos en la oficina de la Policía
(algo que no es costumbre). Cuando pregunté por qué era necesario este registro, el oficial me respondió: «Porque
algo podría pasar». Este comentario era coherente con un sentimiento de tensión que sentí estando en Ayavaca en
esos días y con las precauciones de seguridad que tomaron los organizadores de la consulta.
190 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
Cuando voy a la ciudad de Ilo y veo su desarrollo urbano, que es el más avanzado del
Perú, sé que es producto de la minería y de la pesquería y me duele comparar eso con el
pueblo de Ayavaca, que tiene más recursos mineros que la mina de Cuajone en el sur,
pero que vive la mayor pobreza. Y es que allí el viejo comunista anticapitalista del siglo
XIX se disfrazó de proteccionista en el siglo XX y cambia otra vez de camiseta en el siglo
XXI para ser medioambientalista (García, 2007).
En este escenario las comunidades salieron de nuevo a las calles para una marcha de sacri-
ficio, que llevó a cientos de comuneros en seis días (entre 10 y 15 de diciembre) y doscien-
YUYAYKUSUN 191
Raphael Hoetmer
tos kilómetros de caminata, desde Ayavaca a Piura. La marcha culminó con un encuentro
de comunidades de los departamentos de Lambayeque, La Libertad, Piura y Cajamarca
(en el cual participaron casi mil comuneros) y una marcha multitudinaria de más de diez
mil personas por las calles de Piura, pidiendo respeto al resultado de la consulta.
En 2008, permaneció la polarización en el caso, que resultó en varias acciones le-
gales mutuas. La Asociación Civil Frente de Unidad de la Comunidad de Segunda y Cajas
presentó una denuncia contra treinta y cinco personalidades involucradas en el proceso
de organización de la consulta vecinal —incluyendo los alcaldes, dirigentes sociales e in-
tegrantes de las ONG que acompañan el proceso— por una serie de delitos, incluyendo
el de terrorismo. El Observatorio para la Protección de Defensores Humanos rechazó
públicamente las acusaciones. El 22 de octubre se archivó la denuncia por terrorismo,
dejando intactos los cargos de asociación ilícita para delinquir, apología del delito, cons-
piración, coacción, secuestro, usurpación y daños. Durante el juicio, miembros del Frente
de Unidad admitieron ser apoyados y financiados por la empresa.18
Al otro lado, el 7 de junio la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y Fedepaz
denunciaron por tortura a integrantes de DINOES y a ex funcionarios de la empresa, de-
lito cometido en el contexto de la marcha al campamento del 2005. El caso de Ayavaca
también fue incluido en el informe sobre la criminalización del ejercicio de derechos de los
pueblos indígenas, haciéndose referencia a los casos de Mario Tabra Guerrero y Magdiel
Carrión Pintado, que respectivamente tienen 11 y 15 procesos en contra suya por su
participación en la resistencia contra el proyecto minero (CAOI 2009).19 Finalmente, el
17 de junio de 2008 la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, y
Ambiente y Ecología del Congreso de la República aprobó unánimemente un informe
que evidencia la ilegalidad de las operaciones de la empresa en los territorios comunales.
A la vez, el Gobierno nacional ha emitido una serie de decretos legislativos que buscan
facilitar la privatización de la propiedad comunal y que han provocado protestas masivas
y persistentes en diferentes zonas del Perú, que finalmente culminaron en la derogatoria
de varios de estos decretos.20
En los primeros días de marzo de 2009 hubo indicios de que se iba a retomar el
diálogo, tras una reunión del alcalde de San Ignacio, Carlos Martínez, con el entonces
primer ministro, Yehude Simon, y la visita de una delegación del primer ministro a la
zona. No obstante, la última invitación del gobierno al diálogo fue rechazada, ya que
192 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
El conflicto en la frontera norte del Perú es parte de un escenario más amplio en el Perú
de expansión minera y conflictos entre empresas y comunidades. Facilitado por el pro-
grama de ajuste estructural impulsado por el gobierno autoritario del hoy preso Alberto
Fujimori, consolidado tras el retorno a la democracia electoral por Alejandro Toledo, y
profundizado en el periodo del actual presidente, Alan García Pérez, las concesiones mi-
neras crecieron espectacularmente, de 2,26 millones de hectáreas en 1991 a más de dieci-
nueve millones en junio de 2009.21 Con las reformas neoliberales los principales actores
21 Es necesario precisar que la integración del Perú en el mercado global, como exportador de recursos naturales, no
es una invención del neoliberalismo, ya que ha estado presente bajo otros regímenes políticos también. Además, es
probable que no acabe con él, como de hecho viene ocurriendo en el escenario continental, en el cual las políticas que
YUYAYKUSUN 193
Raphael Hoetmer
los llamados gobiernos «progresistas» implementan en el campo de las industrias extractivas, minería e hidrocarburos
dejan mucho que desear en términos ambientales, sociales y culturales.
22 En junio del 2009, de los 273 conflictos sociales registrados en el país, el 47% (128 casos) corresponde a conflictos
socioambientales. De ellos, 91 casos (el 71%) son relacionados a las actividades mineras. En relación con el año pa-
sado casi se ha duplicado la cantidad de conflictos sociales en el país (147 casos en junio de 2008). Más información:
www.defensoria.gob.pe/conflictos-sociales/home.php.
23 El informe de la misión científica organizada por el Perú Support Group afirma que: «[…] los pasivos que ha dejado
tras de sí la historia moderna de la minería son socioeconómicos tanto como ambientales. De hecho, es difícil —y
podría decirse que imposible— para el sector minero señalar alguna localidad del Perú donde la expansión de la
minería ha conducido a un desarrollo humano significativo para la población local» (Bebbington, 2007ª: 7). Varios
dirigentes afirmaron en las entrevistas que su conocimiento de los casos de Cajamarca y Cerro de Pasco, a través de
intercambios, pasantías y videos contribuyó a la creciente oposición al proyecto minero.
194 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
24 Entrevista con Magdiel Carrión Pintado en diciembre de 2007 en la marcha de sacrificio hacia Piura.
25 Las comunidades campesinas entran en la definición de indígenas del Convenio, ya que cuentan con una organiza-
ción social, cultural, política y hasta legal diferenciada de la población general del país.
YUYAYKUSUN 195
Raphael Hoetmer
La «tensión de territorialidades» (Porto Goncalves, 2001) descrita ha dado luz a una polari-
zación profunda entre dos complejos heterogéneos de actores sociales y estatales, articulados
en dos macro proyectos geográficos opuestos, uno vinculado a la minería, otro a las acti-
vidades económicas actuales. Anthony Bebbington plantea que «un proyecto implica una
gobernanza de territorios que permite su ocupación por múltiples actores y otro que implica
una gobernanza que asegure la ocupación por un solo actor» (Bebbington, 2007b: 24).
En el campo de los opositores se ha constituido —lo que Sonia Álvarez (2009) lla-
ma— una telaraña de movimiento social (TMS), en la cual actúan funcionarios estatales,
municipalidades, comunidades y rondas campesinas, ONG ambientalistas y de derechos
humanos, colectivos urbanos y activistas, intelectuales, organizaciones de productores, la
196 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
26 Esto incluye a las autoridades comunales, la asamblea y las rondas campesinas como una institucionalidad autónoma.
YUYAYKUSUN 197
Raphael Hoetmer
Por todo ello, el campo opositor tiene una capacidad de impulsar procesos de demo-
cratización y politización, ya que abre disputas en la organización territorial, económica
y política del país y de la región, desde sujetos políticos históricamente marginalizados
como las comunidades campesinas. Esto no implica que dentro de la TMS, o dentro de
las comunidades, no existan también prácticas y relaciones autoritarias, violentas y anti-
democráticas. Aunque muchos de los entrevistados coinciden en que el protagonismo de
las lideresas mujeres y de jóvenes ha aumentado durante la lucha, persiste un poder pa-
triarcal claro dentro de las comunidades y también dentro de la TMS. A la vez, el propio
conflicto incentiva la intensificación de prácticas coercitivas dentro de las comunidades
para mantener su unidad interna. Por ello, han incorporado en sus estatutos que la cola-
boración con la mina pueda ser penalizada hasta con la expulsión de la comunidad.
Al otro lado, los que apoyan al proyecto minero conforman también una red de ac-
tores, entre los cuales figura la empresa, el gobierno, diferentes partes del aparato estatal
nacional y regional, empresas de seguridad e integrantes de las fuerzas represivas estatales,
el sector minero, inversionistas nacionales e internacionales, pero también medios de
comunicación, ONG y colectivos ciudadanos, incluyendo organizaciones paralelas a las
organizaciones sociales oficiales en Huancabamba. Aunque ellos a menudo son incenti-
vados (o hasta sostenidos) por la empresa minera como parte de una estrategia de pene-
tración del tejido social, igual revelan contradicciones dentro de las propias sociedades
locales. Es evidente que desde ese campo se ha ejercido una violencia intensa, continua y
aparentemente planificada para aumentar los costos sociales y personales de oponerse al
proyecto minero, y crear un clima de inseguridad y confrontación en la zona. Esta violen-
cia ha implicado en varias ocasiones a representantes del Estado y ha quedado largamente
impune.
La heterogeneidad de los campos opositores y promotores del proyecto minero revela
las limitaciones de una comprensión de la llamada sociedad civil como un espacio autó-
nomo que da un contrapeso democratizador al mercado y el Estado, ya que este espacio
está compuesto de tensiones y conflictos, y viene siendo penetrado constantemente por
actores mercantiles y estatales.27 Por ende, Dagnino, Olfera y Panfichi proponen identi-
ficar diferentes proyectos políticos que atraviesan a —lo que ellos llaman— la sociedad
civil y política. Ellos plantean que estos proyectos políticos «no se reducen a estrategias de
actuación política en el sentido estricto, sino que expresan, vehiculan y producen signifi-
cados que integran matrices culturales más amplias» (Dagnino, 2006: 44), lo cual permi-
te una participación múltiple en la realización de estos proyectos. En el caso del conflicto
en torno a Río Blanco, es por ejemplo evidente que los integrantes de la Defensoría del
Pueblo sin ser integrantes de una organización social o política, han sido un aliado im-
portante para las comunidades en diferentes momentos del conflicto, por su compromiso
con la institucionalidad democrática y los derechos de las comunidades.
27 Por una crítica de estas visiones exageradamente optimistas de la sociedad civil, ver: Dagnino (2006).
198 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
YUYAYKUSUN 199
Raphael Hoetmer
31 La noción de la consulta como hito en el conflicto me lo plantearon Luis Vittor y José De Echave y estaba muy
presente en los talleres mencionados sobre las consultas vecinales en el Perú.
200 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
un comité electoral, una secretaría técnica y un comité de ética y observadores, que in-
cluyó personalidades nacionales y observadores nacionales e internacionales. También
se creó una página web electoral, se trabajó con los padrones electorales oficiales de las
elecciones regionales y municipales de 2006 y se facilitó una cobertura mediática amplia.
Previamente se realizaron talleres de capacitación, campañas de información, e incidencia
en los medios, instituciones y políticos nacionales, que plantearon el derecho a la consulta
de las poblaciones locales.
Por su parte, el Estado y la empresa realizaron una campaña de desprestigio a los im-
pulsores de la consulta. Periodistas, analistas, políticos oficialistas, ministros y economis-
tas, acusan los comuneros de ser ignorantes, anti-modernos, aliados de los chilenos (que
es el primer productor de cobre en el mundo), terroristas y comunistas.32 Y el premier
Jorge del Castillo siguió insistiendo en la ilegalidad de la consulta, pese a declaraciones
contrarias de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y la Comisión de Derechos Humanos
del Ministerio de la Justicia. La Oficina Nacional de Procesos Electorales negó la invi-
tación para facilitar técnicamente el proceso de la consulta, la Dirección Regional de
Educación negó la posibilidad de usar los centros educativos para la realización de la con-
sulta y el Jurado Nacional de Elecciones se pronunció en contra de la validez de la con-
sulta y denunció —sin éxito— a los alcaldes convocantes y miembros del equipo técnico
de la consulta por usurpación de funciones. Mientras tanto, la empresa Majaz ofreció
80 millones de dólares a las comunidades para poder usar sus tierras (pagados durante la
permanencia de la minera en la zona), que fueron rechazados con el argumento de que el
medio ambiente y la salud no están en venta. En días previos a la consulta el gobierno de
pronto invitó los actores de la zona a un nuevo espacio de diálogo, insistiendo en que la
consulta no iba a resolver el conflicto.
Queda claro que la consulta pueda ser una práctica muy institucionalizada, contem-
plada en la legislación nacional y convocada por el gobierno local, pero esto no le asegura
una incidencia eficaz en el caso como mecanismo valido de participación ciudadana. Más
bien, en todo el conflicto los derechos de las poblaciones locales y la institucionalidad es-
tatal aparecen como relaciones sociales cuya realidad es definida por el ejercicio de poder
por los actores involucrados en ellas. El análisis de la misión de investigación, facilitado
por el Peru Support Group, evidencia que el conflicto en torno a Majaz se desarrolla en
los márgenes de la ciudadanía y de la democracia peruana (Bebbington, 2007a: 68).33
32 Las referencias al «terrorismo» y «comunismo» son parte de una estrategia discursiva desde los años noventa por parte
del Estado peruano, que busca identificar organizaciones sociales, ONG e intelectuales progresistas con la violencia
política de la guerra interna. Mario Palacios, el presidente de la CONACAMI, comentó al respecto en una entrevista:
«Es irónico. Vienen los buenos comunistas a invertir en la minería y tenemos aquí los malos comunistas que quieren
evitar esto».
33 El informe plantea: «Viéndolo fríamente a la luz del día, la situación es la siguiente: el Ministerio responde a las
demandas y preocupaciones de la empresa, no a las de las poblaciones locales; el Ministerio respeta los derechos
de concesión de la empresa, pero no los derechos de superficie de las comunidades; el Ministerio responde al plan
del proyecto de la compañía y no a los planes de desarrollo de los gobiernos locales; el Ministerio ignora las quejas
presentadas por las comunidades, pero decide reconocer los derechos de superficie de la empresa; el Poder Judicial
inició acciones legales contra miembros de la población local por protestar y producir daños a la propiedad (hallando
YUYAYKUSUN 201
Raphael Hoetmer
Para los pobladores de la zona el Estado no es garante de los derechos a la salud, a la ex-
presión política o a la identidad cultural, entre otros. Evidentemente tampoco son vistos
como ciudadanos que merecen mecanismos políticos para participar en las decisiones
sobre su propio futuro. Mientras tanto, la empresa minera goza de una ciudadanía econó-
mica (Sassen, 1996), con lo cual los intereses y regímenes jurídico-políticos neoliberales
aseguran los derechos de las empresas transnacionales por encima de los derechos de
personas y colectividades.
En este escenario, el tipo de respuesta que encuentran las acciones de los opositores a
la mina no depende de la acción que ellos realizan. Tanto los organizadores de la consul-
ta, como de las marchas de protesta, han sido amenazados, criminalizados en los medios
de comunicación, atacados por políticos nacionales y denunciados por terrorismo. Esta
respuesta se debe más bien a la combinación de su modo de inserción estructural en la
sociedad peruana, con su posicionamiento crítico al modelo económico promovido por
las elites del país. Al contrario de los casos de «participación civil a través del llamado
‘tercer sector’ y programas gubernamentales», aquí no hay derechos pre establecidos. Más
bien, encontramos un campo de batalla amplio, en el cual la ciudadanía, la soberanía y
la democracia mismas son tema de negociación. Partha Chatterjee lo plantea así, para el
caso de la India:
This is a zone where, I have said, the certainties of civil-social norms and constitutional
properties are under challenge. The claims of sovereign power are shaken by an ambi-
guous legitimacy and a hesitant will. Rights and rules have to be seemingly, negotiated
afresh. Only those voices are heard that can make the loudest noise and can speak on
behalf of the largest numbers. There is violence in the air (Chatterjee, 2005: 99).
Los opositores se organizan, por lo tanto, desde un espacio al cual prefiero llamar
sociedad no-civil34, ya que sus integrantes son producidos de diferentes formas como
no-ciudadanos. A un lado, el proceso histórico inacabado de construcción de soberanía
estatal nacional en el Perú, se ha dado sobre la producción de «large numbers of poor,
marginalized or ethnic others as outsiders, people who are not yet ready to become
citizens or included in the true political-cultural community» (Blom Hansen, 2005:
36). En la era del capitalismo neoliberal, la oposición a este proyecto por parte de estas
poblaciones de no-ciudadanos (o ciudadanos de segunda categoría como se plantea en
el imaginario nacional peruano) está en la raíz de una recargada producción mediática,
a algunos culpables y suspendiéndoles la sentencia) pero no halló culpable alguno por la muerte de dos campesinos;
la policía ha defendido el campo de exploración contra la población; y el Ministerio, para todos los fines y propósitos,
desestima los hallazgos de la Defensoría del Pueblo, de la que podría decirse que es el actor más neutral de todo este
conflicto» (Bebbington, 2007a: 68).
34 Partha Chatterjee llama a este espacio sociedad política, ya que en su visión aquí se realiza una especie de política pura.
Yo prefiero no usar este término, ya que sostengo que la política es ejercida en todos los espacios y dimensiones de
la vida social y no tiene un espacio privilegiado, sea en la política institucional, o en la política de negociación entre
poblaciones marginalizadas y el gobierno central.
202 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
El conflicto provocado por la ilegal presencia de la minera Majaz en los terrenos de las
comunidades de Yanta y Segunda y Cajas trata entonces del futuro de las tierras y de
las poblaciones de la frontera norte del Perú. Así se inscribe en varias dinámicas de (re)
negociación de los alcances y límites de diferentes tipos de soberanía en el mundo actual.
A un lado, el conflicto con la empresa Majaz es la continuidad de procesos históricos
de negociación entre las poblaciones marginalizadas y las elites político-económicas loca-
les y nacionales, sobre la organización territorial, política y económica del país. En estos
conflictos el gobierno central aparece como un actor estratégico cuyo posicionamiento
en los conflictos entre las comunidades y los poderes locales (antes hacendados, ahora
empresas mineras) puede cambiar si la fuerza social y política de las comunidades es su-
ficiente (Starn, 1999; Damonte, 2007). En este sentido, el reclamo al Estado central de
asumir su papel de garante de derechos y de facilitador de la resolución de los conflictos
del Frente sigue un patrón histórico. Es evidente que en esta relación de negociación la
posibilidad de ejercer la fuerza siempre ha jugado un papel importante. Los casos descri-
tos en los principales estudios sobre la minería en el Perú sugieren que la acción directa y
la disponibilidad de usar la fuerza son necesarias para generar escenarios de negociación
con posibilidad real de incidencia para las poblaciones afectadas (Bebbington, 2007b; De
Echave, 2009a y 2009b).
YUYAYKUSUN 203
Raphael Hoetmer
35 Aníbal Quijano planteó esta idea en la Cumbre Continental Indígena en Puno. Ni el Estado ni el mercado han sido
capaces de resolver los problemas de las comunidades, lo cual siempre ha implicado la necesidad de auto-organiza-
ción comunitaria sobre la base de principios diferentes a ellos.
204 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
En las semanas de conclusión de este texto ocurrieron en la frontera norte varios aconteci-
mientos que suscriben la línea de análisis del artículo. Una intromisión violenta —cuyos
responsables hasta ahora no han sido identificados— en las instalaciones de Río Blanco,
dejó el primero de noviembre de 2009 muertos a los guardias Luis Gómez Vílchez y José
Severino Zapata y al administrador del campamento Eduardo Ramírez. Posteriormente,
el gobierno lanzó el plan de instalar una base militar en la zona para proteger el proyecto
minero que continúa permaneciendo ilegalmente en la zona.
36 Con esto no planteo que no existan bases ideológicas que jueguen un papel en el conflicto. Hay discursos y líderes
politizados que han alimentado las posiciones del Frente y de las comunidades. No obstante, estos no son el fun-
damento de la lucha, ni está el Frente siendo controlado por un partido o corriente política. Más bien, hay una
diversidad de visiones que se encuentran en la base de convicciones compartidas sobre los derechos de las poblaciones
locales de decidir sobre su propio destino.
YUYAYKUSUN 205
Raphael Hoetmer
Referencias bibliográficas
Álvarez, Sonia E. (2009). ‘Repensando la dimensión política y cultural desde los movimientos
sociales: algunas aproximaciones teóricas’ en: Raphael Hoetmer, Repensar la política desde América
Latina. Cultura, Estado y movimientos sociales. Lima: Programa Democracia y Transformación
Global y UNMSM, 27-36.
Aprodeh. (2008). Serios peligros para los derechos humanos. La criminalización de la protesta en el
gobierno de Alan García. Lima: Aprodeh.
Blom Hansen, Thomas y Finn Stepputat. (2005). ‘Introduction’ en: Thomas Blom Hansen y
Finn Stepputat, Sovereign bodies. Citizens, migrants and states in the postcolonial world. Princeton y
Oxford: Princeton University Press, 1-39.
Chatterjee, Partha. (2005). ‘Sovereign Violence and the Domain of the Political’ en: Thomas
Blom Hansen y Finn Stepputat, Sovereign bodies. Citizens, migrants and states in the postcolonial
world. Princeton y Oxford: Princeton University Press, 61-82.
————————. (2007). La Nación en tiempo heterogéneo y otros estudios subalternos. Lima:
IEP.
Dagnino, Evelina, Alberto J. Olvera, Aldo Panfichi (coords.). (2006). La disputa por la cons-
trucción democrática en América Latina. Veracruz y México DF: CIESAS y Fondo de Cultura
Económica.
Damonte, Gerardo. (2007). ‘Minería y política: la recreación de luchas campesinas en dos comu-
nidades andinas’ en: Anthony Bebbington (ed.), Minería, movimientos sociales y respuestas campesi-
nas. Una ecología política de transformaciones territoriales. Lima: IEP y CEPES, 117-163.
37 Ver entrevista sobre el caso con Beatriz Merino, en el periódico La República: www.larepublica.pe/archive/all/larepu-
blica/20091216/1/node/238788/total/01.
206 YUYAYKUSUN
“Esta democracia, ya no es democracia…”
De Echave, José C., Alejandro Diez, Ludwig Huber, Bruno Revesz, Xavier Ricard Lanata y
Martín Tanaka. (2009ª). Minería y conflicto social. Lima: IEP, CIPCA, CBC y CIES.
De Echave, José C., Raphael Hoetmer y Mario Palacios Panéz. (2009b). Minería y territorio
en el Perú: conflictos, resistencias y propuestas en tiempos de globalización. Lima: CooperAcción,
CONACAMI, Programa Democracia y Transformación Global y UNMSM.
García Pérez, Alan. (2007, 28 de octubre). ‘El síndrome del perro del hortelano’ en: El Comercio
(Lima). Ver: www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html(2007-10-28/el_sindrome_del_perro_
del_hort.html).
Diez, Alejandro. (2009ª). ‘Disputas por la legalidad, los derechos de propiedad y el futuro agrí-
cola o minero de la sierra de Piura. El caso Majaz’ en: José De Echave C., Alejandro Diez, Ludwig
Huber, Bruno Revesz, Xavier Ricard Lanata y Martin Tanaka, Minería y conflicto social. Lima: IEP
y CEPES, 45-73.
Hoetmer, Raphael, Mario Palacios Panéz y Vladimir Pinto. (2008). ‘Minería transnacional,
comunidades y las luchas por el territorio en el Perú: el caso de CONACAMI’ en: Guaraguao.
Revista de Cultura Latinoamericana 29. Barcelona: CECAL, 24-35.
Melucci, Alberto. (1996). Challenging Codes. Collective action in the Information Age. Cambridge:
Cambridge University.
Pinto, Vladimir. (2009). ‘Reestructuración neoliberal del Estado peruano, industrias extractivas
y derechos sobre el territorio’ en: José de Echave C., Raphael Hoetmer y Mario Palacios Panéz,
Minería y territorio en el Perú: conflictos, resistencias y propuestas en tiempos de globalización. Lima:
CooperAcción, CONACAMI, Programa Democracia y Transformación Global y UNMSM,
87-107.
Porto Goncalves. (2001). Carlos Walter, Geo-grafías. Movimientos sociales, nuevas territorialida-
des y sustentabilidad. México D.F.: Siglo XXI.
Quijano, Aníbal. (2003). ‘Colonialidad del Poder, Eurocentrismo y América Latina´ en: Edgardo
Lander (ed.), La colonialidad del saber: Eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamerica-
nas. Buenos Aires y Caracas: CLACSO, 201-246.
YUYAYKUSUN 207
Raphael Hoetmer
Sassen, Saskia. (1996). Losing Control? Sovereignty in an Age of Globalization. Nueva York:
Columbia University.
Starn, Orin. (1999). Nightwatch. The politics of Protest in the Andes. Durham y Londres: Duke
University.
Tabra Guerrero, Mario. (2009). ‘Crónica de una Resistencia: la lucha de los guayacundos
ayahuacas’ en: José de Echave C., Raphael Hoetmer y Mario Palacios Panéz, Minería y territorio
en el Perú: conflictos, resistencias y propuestas en tiempos de globalización. Lima: CooperAcción,
CONACAMI, Programa Democracia y Transformación Global y UNMSM, 287-319.
Tacuri, Jorge. (2009). «…nuestro país es uno muy fracturado. Es muy duro tratar de defender des-
de una visión y lógica de los pueblos indígenas, pero con una legislación que no los ampara. Ese es
el mayor desafío» en: José de Echave C., Raphael Hoetmer y Mario Palacios Panéz, Minería y terri-
torio en el Perú: conflictos, resistencias y propuestas en tiempos de globalización. Lima: CooperAcción,
CONACAMI, Programa Democracia y Transformación Global y UNMSM, 439-463.
Vittor, Luis. (2009). ‘El caso Piura: Agro sí, mina no. Consulta Vecinal de Ayavaca, Pacaipampa
y El Carmen de la Frontera. Informe borrador’. Sin publicar.
208 YUYAYKUSUN
Las dinámicas nacionales, las relaciones con EE.UU.
y la nueva institucionalidad latinoamericana
Ricardo Soberón Garrido
RESUMEN
El mundo del siglo XXI sigue atravesando cambios imprevisibles alimentados por dinámicas
ambientales, económicas y políticas que dejan por fuera las respuestas tradicionales de las relaciones
internacionales. América Latina no escapa a estas dinámicas, acicateadas por elementos que le son
propios como son la dinámica del conflicto armado en Colombia, los fenómenos de la migración
intra y extra regional, el narcotráfico y sus perversas consecuencias como parecen demostrarlo las
experiencias de Colombia, Brasil y México, la confrontación entre dos modelos económicos con
repercusiones ecológicas diversas y, más puntualmente, los impactos de los conflictos sociales dentro
y fuera de nuestros países. Estados Unidos parece ser el único actor externo con dos cualidades, con
amplias capacidades y facilidades para prever las tendencias y una relativa ausencia de capacidad en
materia de recursos humanos, para actuar en consecuencia.
ABSTRACT
The world in the twenty-first century continues going through unforeseeable changes fed by
environmental, economic and political dynamics that leave out the traditional responses of the
international relations. Latin America is not immune to these dynamics, urged by elements of its own
as the dynamic of the armed conflict in Colombia, the intra and extra-regional migration phenomena,
drug trafficking, and its perverse consequences as the experiences in Colombia, Brazil and Mexico
seem to demonstrate it; the confrontation between two economic models with different ecological
repercussions and more accurately, the impacts of social conflicts within and outside our counties. The
United States seems to be the only outside player with two qualities: extensive abilities and chances to
anticipate trends and a relative lack of capacity with regard to human resources to act accordingly.
Introducción
D
esde que se inició el siglo XXI, el tablero de ajedrez sudamericano se ha carac-
terizado por lo dinámico e imprevisible de su distribución y movimiento. En la
última década se han producido cambios políticos significativos en la región. De
otro lado, existen suficientes elementos que parecen indicar que los EE.UU. han perdido
alguna capacidad de previsión y de influenciar en el desenvolvimiento de los hechos polí-
ticos, económicos y sociales en la región. Es cierto que los países de América Latina man-
tienen un largo período electoral democrático, salvo algún caso aislado de interrupción
institucional, como ocurrió en el caso de Honduras (28 de junio, 2009). Pero solamente
ese hecho aislado ha tensionado de alguna manera las relaciones y agendas hemisféricas,
poniendo en tela de juicio varios de los mecanismos e instituciones existentes. En ese
marco, acaba de culminar en Lima la Cita de 33/34 cancilleres de los países miembros de
La política de Obama
Se trata de determinar la capacidad del gobierno de EE.UU. en el siglo XXI para here-
dar y mantener los criterios de ascendencia, hegemonía, predominancia, preponderan-
cia y destino manifiesto, que manifiesta Kissinger en su obra (2001), para los EE.UU.
210 YUYAYKUSUN
Las dinámicas nacionales, las relaciones con EE.UU. y la nueva institucionalidad latinoamericana
en el siglo XX. Pareciera que los edificios atacados el 9/11, es decir el sistema financiero
y militar, son los que más sufrieron tal como lo manifiesta la situación actual de la
administración Obama
La principal herencia que ha debido asumir el gobierno de Obama en el campo
político, es la consolidación del concepto de la guerra contra el narcoterrorismo, a pro-
pósito del ataque contra el movimiento Talibán en Afganistán. Luego en el 2003, se
produjo la invasión de Iraq y la consiguiente derrota de Saddam Hussein. La ejecución
de la guerra contra el terrorismo global, no solamente incluyó estas dos intervenciones
abiertas que hasta hoy continúan, sino también otros elementos como las detenciones de
sospechosos, la tortura, la reclusión ilegal en la Base de Guantánamo (US$ 500 millones
en gastos para equiparla como prisión que albergó hasta 680 detenidos incluido Khalid
Sheik Mohamed, cabeza de los atentados del 9/11) (Higham y Finn, 2010), o la simple
extensión del concepto de «narcoterrorismo» a los escenarios que van desde la frontera
mexicana, las selvas colombianas y peruanas, hasta el Chaco paraguayo.
En América Latina, particularmente en Colombia y Perú, se conformaron nuevos
escenarios geopolíticos, siguiendo el patrón norteamericano en Asia Central y Medio
Oriente para consolidar una guerra contra dos enemigos diametralmente distintos, por
un lado las FARC, el ELN, SL, los paramilitares, entre otros; del otro, la economía del
narcotráfico y el crimen organizado alrededor de este negocio.
La política de EE.UU. hacia América Latina, ha estado en segundo plano, durante
los primeros 10 meses del gobierno de Obama y ello le ocasionó una serie de perjuicios
tanto en negocios como en su capacidad de prever la dinámica regional en diversos asun-
tos. Hasta la elección de Arturo Valenzuela como Subsecretario Adjunto para Asuntos
del hemisferio occidental, los viajes frecuentes de la Secretaria de Estado Hillary Clinton,
hacia sus países preferidos, tuvieron como objetivo recuperar el tiempo perdido por el
debate Capitolio-Casa Blanca, así como por factores internos. Ello explica la presencia
en la asunción del presidente Mujica del Frente Amplio uruguayo, y el apoyo brindado a
la Argentina, para retomar el diálogo con Inglaterra sobre las Malvinas. Pero, ¿cuánto de
discursivo hay en estos hechos?
La generación de un relativo «vacío de poder» de Washington, en lo que se refiere al
manejo de las relaciones internacionales hacia América Latina, permiten que muchas
cosas sigan funcionando como en la época de su predecesor, George Bush, considerado
quizá el peor presidente de Estados Unidos, en más de 200 años de historia. Este más
interesado en Al Queida, no pudo modificar la evolución de los acontecimientos políti-
cos, los mismos que permitieron la subida al poder de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael
Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, los Kirchner en Argentina y otros regímenes
políticos que se posicionaron, paulatinamente, más lejos de los dictados tradicionales
provenientes de Washington. El gobierno de Barack Obama tiene muchos retos para
recomponer las relaciones en la región.
Pese a los primeros discursos optimistas de Presidente Obama en la V Cumbre de las
Américas de Trinidad y Tobago (abril 2009), para una mejor y nueva relación con los paí-
YUYAYKUSUN 211
Ricardo Soberón Garrido
1 Según Gil Kerlikowske, zar antidrogas norteamericano, 40 años después, US$ 1 trillón y miles de vidas a cuestas, la
guera contra las drogas parece no haber funcionado. Véase «U.S. War on Drugs has met none of its goals», AP, May 14th
Associated Press,
2 Información adicional se puede encontrar en www.militarizaciono.blogspot.com
3 Conferencia del director del Programa de Seguridad en Latinoamérica del Center for International Policy Adam Isacs-
son, 2009.
212 YUYAYKUSUN
Las dinámicas nacionales, las relaciones con EE.UU. y la nueva institucionalidad latinoamericana
de las partidas para acceso a mercado norteamericano, caso palta Hass, y la profundiza-
ción de la lucha antidrogas.
Como dice Hillary Clinton, se trata de construir: «Engage in a more robust diploma-
cy». En este marco se produjo la visita de Alan García a Obama, con los efectos mediáticos
para el primero. Por la parte peruana, además del presidente estuvo el canciller García
Belaunde, el embajador en EE.UU. Luis Valdivieso y el encargado de Asuntos Américas,
embajador Javier León.
Esta visita se produce en circunstancias que la Casa Blanca ha hecho la solicitud
presupuestal 2010/2011 caracterizada por la reducción de solicitud presupuestal para
Perú, pese al aumento del compromiso peruano para reducir 15,000 hectáreas de coca el
2010. Esta reducción presupuestal deja con poco piso a las agencias peruanas: Devida,
Corah, Umopar, Dinandro, pero también a subcontratistas y consultores. Entonces, el
gobierno de Alan García se queda con el encargo de reducir cultivos, pero sin los recursos
para efectuarlo.
Por otro lado, el gobierno de EE.UU. ha seguido publicando sus informes anuales
sobre narcotráfico (International Narcotics Matters Report, 2010) que continúan haciendo
evaluación unilateral sobre el comportamiento de países como el Perú4 en otras materias
como DD.HH., que se añadieron a los de la Junta Internacional de Fiscalización de
Estupefacientes JIFE /ONU, así como un reciente reporte de la Dirección Nacional de
Inteligencia, que considera al presidente Chávez como una amenaza contra los intere-
ses norteamericanos en la región. Finalmente, el 22/2, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos publicó el reporte contra la democracia en Venezuela y ésta anunció
su renuncia al sistema de protección, como lo hizo Perú en la época de Fujimori.
Decididamente, en lo que se refiere a la «Guerra contra las drogas», mientras al-
gunos Estados como Arizona y California toman pasos consistentes para desmantelar
las políticas represivas, el Departamento de Estado insiste en mantener completamente
«narcotizadas» las relaciones con los países andinos: deja a Bolivia sin ATPADEA, en-
cierra a Venezuela con acciones militares muy cerca de las fronteras, acusándola de no
ejercer control sobre sus cielos. Así pues, es más evidente, que el candidato Obama resultó
ser mucho más promisorio que el presidente Obama y todo parece indicar que será un
presidente un período, dejando extrañar la tradición de sus predecesores como Roosvelt,
Kennedy y Clinton.
4 Remnants of the terrorist group Sendero Luminoso (Shining Path, or SL) are increasingly reliant on drug trafficking for
funding and were active in 2009, as in previous years, in ambushing and killing police and military personnel in the
UHV and in the Apurimac and Ene River Valley (VRAE). For instance, in September, SL shot down a Peruvian military
helicopter, killing the pilot and copilot who had been sent on a rescue mission to evacuate wounded soldiers ambushed by SL
while on patrol. Since 2006, 33 Peruvian National Police (PNP) officers and 2 CORAH (Control and Reduction of Coca
in the Upper Huallaga) employees have been killed in SL attacks. In May, the President of the Council of Ministers (PCM)
presented the «Strategy for a Comprehensive Intervention- Plan VRAE» to the Congress, which was aimed at strengthening
the State’s presence in the VRAE and supporting development projects. Peru had three ministers of interior in 2009 and the
installation of each new minister resulted in other staffing changes at the ministry. These changes somewhat hampered the
GOP’s ability to efficiently prosecute a counternarcotics strategy in 2009.
YUYAYKUSUN 213
Ricardo Soberón Garrido
La cuestión brasileña
5 Seguido de Colombia (US$ 10,055 m), Chile (US$ 5,683 m), México (US$ 5,490 m), Venezuela (US$ 3,254 m),
Argentina (US$ 2,608 m), Ecuador (US$ 1,821 m) y Perú (US$ 1,502 m). SIPRI, 2009 Report.
214 YUYAYKUSUN
Las dinámicas nacionales, las relaciones con EE.UU. y la nueva institucionalidad latinoamericana
Los límites que tiene la OEA para conocer, prevenir y solucionar los focos de tensión, son
un hecho de la realidad y el lastre de Haití y Honduras se pasea por el ambiente. Por otro
lado, demuestran que se mantiene la fragmentación/debilitamiento y los riesgos de una
eventual explosión de los mecanismos institucionales multilaterales.
Una institución creada durante la Guerra Fría, que depende de 60% de los aportes
de los gobiernos de EE.UU., muestra sus limitaciones en la crisis política de Honduras.
Las próximas elecciones de su Secretario General, que plantean enormes retos6 sobre
su viabilidad institucional para afrontar los retos hemisféricos. Insulza (mayo 2005) quie-
re segundo mandato y su continuidad frente a un recambio, se basa en planteamientos
de un «multilateralismo moderno». Sus críticos consideran que no ha hecho mucho para
consolidar la democracia hemisférica (Honduras, deterioro en Venezuela) ni ha cumplido
las promesas y deseos de Washington de ver reformada la Carta Democrática de la OEA
para prevenir, impedir procesos políticos alternativos.
Aparentemente, la reelección de Insulza permitió sopesar los balances, de un lado de
Brasil, Colombia, parte de América Central y Caricom, mientras no tenía asegurados el
de sus vecinos directos, ni el de EE.UU. y los países de ALBA. Así pues la organización
optaron por la alternativa de un segundo período de Insulza, en vez de un proceso electo-
ral con candidaturas polarizadas, para evitar los problemas electorales anteriores (2005).
Como si dejaran que Insulza se encargue de labor de «sepulturero».
En el plano de la integración económica, la CAN ni el Mercosur han resuelto pro-
blemas estructurales que han impedido su adecuado funcionamiento como mecanismos
sólidos de integración comercial que representan la voz de los actores concernidos. En este
contexto, el caso de los diversos TLC y acuerdos comerciales, como el caso con la UE sugie-
ren que los mecanismos de integración tradicionales han sido «petardeados» por las nuevas
fórmulas de integración económica. En este sentido, ha sido la aceptación de velocidades
variables (por un lado Colombia y Perú, del otro, Ecuador y Bolivia en torno al ALBA que
agrupa a países con modelos políticos y económicos parecidos). Pero esto tiene otra conse-
cuencia y es que ahondará la actual crisis de la CAN y de la mayor división entre los países
de la subregión. La UE no ha podido negociar con una sola CAN, como quisiera hacerlo en
el caso de Centro América y el Mercosur y ello ahonda las diferencias entre dos modelos en
marcha que profundizarán las diferencias en América Latina y América del Sur.
Las uniones caminan más rápido por el lado de la comunidad de recursos e infraes-
tructura, como es el caso de Petrosur que une a Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay y
Paraguay detrás del petróleo y el proyecto conocido como el «Anillo energético», a través
del cual Chile, escaso en gas, busca uniéndose a Argentina y Brasil, presionar al Perú para
que nuestro gas de Camisea llegue a sus territorios. Luego tenemos el acuerdo conocido
como Petroandina, encabezado por Venezuela en la XVI Cumbre de Presidentes de la
6 Washington Post lo criticó el 1/3, como excesivamente «tolerante» frente a los gobiernos alternativos.
YUYAYKUSUN 215
Ricardo Soberón Garrido
Comunidad Andina une al mundo andino tras este energético, fenómeno parecido a
Petrocaribe que une a Venezuela con el conjunto de países caribeños, incluido Cuba para
compartir el petróleo. Algo similar se puede decir con los 31 proyectos que ahora integran
la plataforma del IIRSA y el desarrollo de su red de infraestructura carretera y de otras vías
de comunicación subregional (Pacífico/Atlántico). Así pues, la solidaridad e integración
latinoamericana prima en estos casos frente a los intereses hegemonistas y particionistas
de la unidad continental.
En el campo político, el destino del Grupo de Río, como principal mecanismo de
concertación política subregional aun está por definirse. En la reunión del Grupo de Río
en Cancún, los 25 presidentes anunciaron la creación de la Comisión Latinoamericana
y del Caribe, CELAC (22/23 febrero), sin EE.UU. ni Canadá, después de dos años de
presentada la propuesta por el presidente Correa (2008). Aparentemente, el CELAC se
trataría de un mecanismo de concertación/integración política antes que un instrumento
económico de integración, de un bloque que lamentablemente está fragmentado y a ve-
ces polarizado. En julio 2011, se realizará la próxima Cumbre en Venezuela y allí se debe
aprobar la estructura/arquitectura del nuevo mecanismo.
La Comunidad Sudamericana de Naciones se convierte en el vehículo más eficaz
para consolidar los diversos procesos de concertación política e integración regional efec-
tiva. Debe ser entendida como una eficaz iniciativa provocada por las sucesivas cumbres
presidenciales de mandatarios sudamericanos, que se inicia en el año 2000, en Brasilia
(FHC). Luego vendrían las cumbres en Guayaquil (2002)7, Cusco (2004)8. Esta entidad
fue reemplazada, finalmente por Unasur9, entidad que agrupa al conjunto de la comuni-
dad sudamericana.
Lo positivo es que agrupa el tema y la agenda del novísimo Consejo Sudamericano de
Defensa que incluye reuniones de viceministros en Manta, debates sobre medidas de con-
fianza y seguridad (propuesta de protocolo de paz, seguridad y cooperación), discusión
de documento sobre Movilidad Aérea norteamericana que busca aumentar capacidad de
despliegue. Asimismo, produce la reunión de los viceministros del Interior.
Sin embargo, Unasur no está exento de posibles problemas que afronta el mecanis-
mos sobre su mandato y funciones. Acaba de superarse el largo impasse sobre el nom-
bramiento de su Secretario, el ex presidente argentino Néstor Kirchner, pese a que tiene
aspiraciones de retorno a la presidencia y ello pone en duda su capacidad de gerenciar el
organismo desde sus inicios.
Como puede observarse la arquitectura institucional hemisférica, latinoamericana
y sudamericana, se encuentra en permanente convulsión como consecuencia de la apa-
rición y reconversión de numerosas instituciones regionales de diverso tipo y jerarquía.
Es cuestión que cada una de ellas, pueda encontrar su viabilidad y destino a partir de las
necesidades de sus miembros.
216 YUYAYKUSUN
Las dinámicas nacionales, las relaciones con EE.UU. y la nueva institucionalidad latinoamericana
Más allá de los diversos canales de intercomunicación entre América Latina, la región
en los últimos años se ha venido moviendo con ritmo e intensidad inusitadas, por fuera
de las previsiones del Departamento de Estado y Defensa norteamericanos, excediendo
incluso las propias agendas políticas y sociales establecidas por la OEA.
A nivel bilateral de los países, hace mucho tiempo no pasábamos fases de conflic-
tividad y turbulencia, como las que hemos atestiguado en los últimos meses y años.
Es el caso Ecuador-Colombia por los hechos del ataque a la localidad de Angostura
en 2008, que determinó un largo período sin relaciones (Torres, 2009; Saltos, 2010).
O como también ocurre con la actual situación de crisis permanente en las relacio-
nes colombo-venezolanas, afectadas frecuentemente por la diplomacia del micrófo-
no (apoyo al golpe, paramilitares, bases, captura de guerrilleros). Pero los líos entre
Caracas-Bogotá a lo largo del 2009 también han tenido su causa en temas políticos,
(situación de las frontera, el convenio con EE.UU. sobre bases militares), que termi-
naron en el incidente de Cancún; un reciente documento del Ministerio de Defensa
colombiano señalaba que una vez recibido el armamento de Rusia (US$ 5,000 millo-
nes), «no podía desestimar la posibilidad de un ataque venezolano», llamando a mejorar
el sistema antiaéreo.
Por último, Perú y Chile, por la demanda en La Haya, mantiene la efervescencia en
el Pacífico Sur. La extensión y consecuencias del posible involucramiento de Ecuador,
permite perfilar de forma más clara los puntos que se ponen en contradicción frente a la
Corte de la Haya: la teoría del paralelo actual que defiende Chile versus la bisectriz y el
principio de equidad que plantea Perú.
En el lado de los países del ALBA, la relación entre Caracas, La Habana, Quito
y La Paz está basada fundamentalmente en lo económico y lo político, construyendo
progresivamente sus propias estructuras. Curiosamente, el ex presidente Zelaya ha sido
contratado para dirigir Petro Caribe. No obstante, se ha producido en los últimos meses
una disminución de la influencia exterior de Hugo Chávez, debido posiblemente a la
coyuntura de su propio país (problemas energéticos y económicos domésticos). Lo propio
ocurre con Ecuador, donde el gobierno de Rafael Correa debe emprender los postulados
de su nueva Constitución y lidiar con las demandas indígenas y otros sectores. Por ejem-
plo, la reciente ruptura de la Conaie10 con el gobierno de Rafael Correa por la política
minera de su gobierno. Posible unidad con la UNE y la FEUE.
Persisten, aunque más en el plano doméstico, varios problemas de carácter social
y étnico, que atraviesan la región andina en particular, con posibles consecuencias in-
ternacionales. Es el caso del impulso de la minería intensiva en el Ecuador (demandas
contra trasnacionales, protesta indígena), la erradicación de coca de Asunta en Bolivia, los
10 ECUARUNARI, su instancia más fuerte, ha cambiado de dirigencia, Delfín Tenesaca, precipitó ruptura de mesas de
diálogo.
YUYAYKUSUN 217
Ricardo Soberón Garrido
11 Consultar: (http://www.ibcperu.org/noticias/pdf/infografia-inversiones-amazonia-23-febrero.pdf).
12 Véase Esquivel, 2001; Navarro, 2002, 2001; Estrada Álvarez, 2001.
218 YUYAYKUSUN
Las dinámicas nacionales, las relaciones con EE.UU. y la nueva institucionalidad latinoamericana
colombianos. Ahora sí, podemos decir que se debe reconocer la existencia de impactos
regionales políticos del conflicto armado colombiano y las fronteras. Tal es el caso de los
escenarios producidos por la dinámica del conflicto en las localidades de Angostura cerca
al río San Miguel, la región entre Santander y el Estado Táchira, o la aún más lejana entre
el departamento colombiano de Arauca y el Estado venezolano de Apure.
Aparecen las acusaciones de supuestas relaciones entre las FARC y Sendero Luminoso,
cuando en los años 80/90 no existieron vínculos, ni programáticos, ni estratégicos. De
acuerdo a las ya famosas «computadoras» incautadas luego del bombardeo de Angostura
(marzo 2008), las autoridades confirman las acciones de entrenamiento de gente de las
FARC a determinados cuadros de SL, como Víctor Quispe Palomino (Artemio/Alipio).
Ahora, estos acercamientos pueden tener un mejor asidero: la confluencia geográfica
con el tema del narcotráfico, en cualquiera de sus modalidades, es muy evidente para am-
bas organizaciones. La mayor debilidad estructural de ambas organizaciones respecto a las
épocas pasadas, así como la existencia de relaciones sociales en regiones muy particulares:
raspachines, cocaleros. Pero también sirve de asidero para el incremento de la cooperación
e intercambio de información e inteligencia, entre los gobiernos de Colombia y Perú, a
todo nivel Justicia, Orden Público, Inteligencia, Seguridad. Curiosamente, ocurren muy
cerca de las acusaciones de un magistrado español sobre relaciones ETA-FARC, a través
del gobierno de Hugo Chávez, lo que representa otro problema, esta vez con España.
A manera de conclusión, la situación emergente en la región latinoamericana parece
estar compuesta, por tres influencias claramente identificadas: en primer lugar, la transi-
ción entre la vieja y la nueva institucionalidad hemisférica colectiva, que resiste el paso de
CAN/Mercosur hacia CELAC, Unasur, ALBA. Este proceso de cambio institucional se
produce en un escenario diverso y complejo donde hay multiplicidad
Cómo se posicionan los organismos nuevos y los viejos constituye parte del reto que
le proporcionará un adecuado régimen de estabilidad y una arquitectura institucional
funcional a la región.
En segundo lugar, los lentos cambios que produce la administración demócrata de
Obama en sus políticas hacia la región, además marcadas por sus propias contradicciones
e indefiniciones, constituyen un enorme reto para el posicionamiento hemisférico y en
la definición de los grandes «cuellos de botella» y escenarios problemáticos, dentro y fuera
del hemisferio. Todo parece indicar que la inexperiencia y las múltiples ocupaciones in-
ternacionales en la agenda del Departamento de Estado (Corea, Irán, terrorismo global,
Medio Oriente), no están dejando suficiente espacio para que EE.UU. haga prevalecer
en América Latina sus valores, o como lo decía Alexander Hamilton «the coolest calcula-
tions of interest» (Kissinger, 2001: 237) sea por las vías diplomáticas, como por las vías de
hecho.
En tercer lugar, los nuevos espacios abiertos por diplomacias pujantes como la de
Brasil, y en menor medida Venezuela y Cuba post Fidel Castro, caracterizadas como la
fuerza que le ponen los nuevos vientos latinoamericanos, le otorgan renovado dinamismo
a los burocratizados ritmos hemisféricos. Nuevas agendas como la Cumbre de los Pueblos
YUYAYKUSUN 219
Ricardo Soberón Garrido
sobre Cambio Climático (Cochabamba, Bolivia), nuevos actores como es el caso del Foro
Social, el ALBA, determinan otra correlación de fuerzas en la región. ¿Cuál de estas tres
tendencias predominará en los próximos años?
Entendemos que habrá un período de transición en el Hemisferio, en la que conflui-
rán —o no— las tres tendencias que se han tratado en este ensayo, hasta que se determine
un nuevo escenario con partes de todas ellas.
Referencias bibliográficas
Deas, Malcolm. (2003). «El Nuevo Mundo: La cambiante percepción internacional del conflicto
colombiano y su impacto en el país», en Terrorismo y Seguridad. Planeta y Semana.
Estrada Álvarez, Jairo (Ed.). (2001). Plan Colombia. Ensayos críticos. Universidad Nacional.
Higham, Scott y Peter Finn. (2010). «Cam Costil», The Washington Post, June 7th.
Isacsson, Adam. (2009). «Conferencia sobre Cooperación Militar de Estados Unidos en América
Latina», 18 de diciembre del 2009, CIDDH y Mesa sobre Militarización, Lima.
Kissinger, Henry. (2001). Does America need a Foreign Policy? Toward a Diplomacy for the 21st
Century. Nueva York: Simon & Schuster.
Navarro, Guillermo. (2002). Plan Colombia. ABC de una tragedia». Ediciones Zitra.
————————. (2001 ). El Plan Colombia y la internacionalización del conflicto. IEPRI.
Torres, Arturo. (2009). El juego del camaleón. Los secretos de Angostura, Quito: Ekeletra Editorial.
220 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
Jaime Ríos Burga
RESUMEN
El artículo plantea construir a partir de la unidad de nuestra diversidad socioeducativa un sistema
educativo nacional global como parte de un proyecto nacional global de desarrollo. El modelo neoliberal
con sus políticas profundiza la exclusión, la fragmentación y la desigualdad sociocultural, crea una
nueva polaridad estructural en el mundo. Sociedad que no crea un sistema educativo de conocimiento
y organización inteligente en la universalidad del cambio no tiene viabilidad en el presente proceso de
capitalismo global. Corresponde al postgrado plantear con visión estratégica global la alta investigación
que requiere el país para su posicionamiento global. El pregrado debe ubicarse en esta perspectiva.
El desarrollo solo puede darse hoy en estas condiciones como producto de la voluntad política de los
peruanos como actores y la acción decidida del Estado-nación como sociedad política. Los procesos de
integración complementan este proceso de intercambio socioeducativo.
ABSTRACT
This article suggests building a national global educational system from the unity of our social
educative diversity as part of a national global project of development. The neoliberal model and its
policies deal with the exclusion in depth, fragmentation and socio-cultural inequality, creating a new
structural polarity in the world. The society that does not create an educational system of knowledge
or an intelligent organization in the universality of change will not have viability in the up-to date
process of global capitalism. It corresponds to the post grade degree to suggest with strategic global
vision the high research that the country needs for its global positioning. The undergraduate degree
should be placed in this perspective. The development can only be occurred today in these conditions
as a product of the political will of Peruvians as actors and the decisive action of the Nation State as a
political society. The integration processes complement this process of social educational interchange.
V
ivimos una etapa donde la nueva revolución industrial científica tecnológica con-
diciona el desarrollo individual y colectivo de las sociedades. Una etapa donde el
nuevo modo de desarrollo infocomunicacional define y procesa las nuevas formas
de conocimiento y organización. Una etapa de reestructuración del poder bajo la hege-
monía del capitalismo corporativo global. Es precisamente en el marco de estos tres pro-
cesos estructurales del cambio civilizatorio y societal junto a otros procesos (urbanización,
costos sociales, nueva estructuración social, institucional e identidades culturales, etc.),
donde ubicamos la problemática actual de la educación en el Perú.
Corresponde, por tanto, posesionarnos de una visión global estratégica donde la re-
lación universidad-sociedad-empresa, se produce y reproduce en una dinámica cada vez
competitiva y cambiante. Una sociedad de riesgo como diría Ulrich Beck que hace más
compleja la solución de los problemas en la peculiaridad de nuestra ubicación en las
222 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
YUYAYKUSUN 223
Jaime Ríos Burga
La investigación en el país cada vez más queda relegada en la educación superior pú-
blica y privada. El conocimiento científico técnico se concentra en los grandes poderes
corporativos cuando más avanza el modelo neoliberal. La ciencia y la tecnología en la
era del conocimiento es una cuestión de poder. Sociedad nacional que no se preocupa
de construir su sistema nacional de investigación y desarrollo queda al margen de la
competitividad global. Corresponde aquí al postgrado contribuir a gestar una verdade-
ra concepción del «desarrollo» en la presente transformación mundial. No olvidemos
que el desarrollo es el modo de transformación política consciente de una sociedad
política a partir de sus propios actores fruto de la movilización político cultural y la
acción voluntaria del Estado (Touraine, 1998) con definidas políticas de Estado en el
tiempo. El mito del desarrollo ha servido en el siglo XX y hoy el siglo XXI para hacer
de los países ricos más ricos y de los pobres más pobres en un verdadero darwinismo
internacional (De Rivero, 1998). Una nueva concepción del desarrollo global tenemos
que construirla bajo una cultura civilizatoria de vida integrando y redefiniendo la in-
vestigación: básica y especializada, acorde con la solución de los problemas del sistema
mundo, áreas estratégicas como la gobernabilidad nacional global, el nuevo mundo
del trabajo, la organización del conocimiento1, la tecnología y la sociedad, el medio
ambiente, la ciencia y tecnología punta, el control del territorio y sus recursos, la regio-
nalización y descentralización, los mass media, la educación y el arte. Construir todo
un nuevo sistema educativo peruano acorde con la sociedad digital del conocimiento,
de la información y comunicación con nuevos objetivos, métodos formando personas
en sociedad2. Un modelo donde no es el habitus de una clase, estamento, casta o élite
que produce y reproduce la educación como poder sino el encuentro libre y solidario de
los peruanos como humanos iguales y diferentes como actores globales. Bajo esta visión
propongo el siguiente programa general de investigación:
1 Por ejemplo, el Banco Mundial destaca dos tipos de problemas que se agudizan en nuestras sociedades: conocimien-
tos sobre tecnología (nutrición, natalidad, informática, etc.) y conocimientos sobre atributos (calidad, laboriosidad,
solvencia). Asimismo, en las dificultades para la adquisición de conocimientos, absorción de conocimientos (educa-
ción básica universal), comunicación de conocimientos (información: procesamiento de la información financiera,
medio ambiente, pobreza). Para superarlos a nivel internacional recomienda: suministrar bienes internacionales,
intermediación de conocimientos y orientando la gestión del acervo de información sobre el desarrollo. Por su parte
el Estado debe intervenir en la regulación con un criterio de mercado, calidad de información y una estrategia con
políticas nacionales para reducir las diferencias. Véase: Banco Mundial, 1999.
2 Véase por ejemplo las recomendaciones de la Conferencia sobre Políticas y Estrategias para la Transformación de la
Educación Superior en América Latina y el Caribe. La Habana: CRESALC/UNESCO, 1996. Asimismo, Carlos
Tünnermann, 1998.
224 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
YUYAYKUSUN 225
Jaime Ríos Burga
VIII. La financiación
– Pública nacional
– Privada nacional
– Internacional
4 Por ejemplo podemos aprender cómo actualmente se procesa la problemática a partir de la experiencia de la Comi-
sión Mundial de Cultura y Desarrollo de la UNESCO en su agenda de prioridades y modalidades de investigación:
1) Cuestiones conceptuales, metodológicas y estadísticas. 2) Cultura, desarrollo y pobreza. 3) Relaciones entre demo-
cratización, liberalización y empoderamiento. 4) Desarrollo sostenible. Sugiere nuevos indicadores de análisis. Véase:
UNESCO, 1997).
5 Por ejemplo con relación al cambio pedagógico véase Picardo, 2000.
226 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
El sistema del postgrado peruano conforma «el consejo peruano del futuro», quien
presenta propuestas concretas y simuladas de soluciones en todas sus áreas estratégicas.
Enriquece el plan y programa nacional de ciencia y tecnología acorde con los planes y
programas de los espacios regionales y del Perú como un todo. Promueve el desarrollo lo-
cal y regional a partir del verdadero complejo productivo industrial científico tecnológico
integrado al servicio de la vida social de cada una de nuestras regiones. En esta perspec-
tiva el sistema universitario peruano no se contenta con ser una sucursal o dependencia
de tal o cual Fundación foránea, de un Estado nación potencia o bloque en integración
hegemónico que busca crear un nuevo sistema de colonización imperial, sino da vida a la
sociedad peruana en investigación y desarrollo permanente elevando su calidad de vida en
diálogo, cooperación horizontal y beneficio mutuo con las otras sociedades, instituciones
y universidades del mundo.
Corresponde a los actores educativos en el Perú construir desde nuestra diversidad socio-
cultural un sistema de sistemas educativo dinámico. Un postgrado totalmente diferente
al modelo privatista individualista que prima hoy en el mundo. Modelo que al seguir de
manera acrítica el discurso neoliberal y su ideología de pensamiento único profundiza la
exclusión, el racismo, la fragmentación del yo y la asimetría en el mundo global (Ríos,
1998). El nuevo modelo promueve un desarrollo humano sustentable (Unesco, 1998)
en un encuentro intrasocietal y generacional donde los postgraduados como parte de la
nación peruana asumen el desafío de construir un sistema nacional de universidad con
visión global y convicción creadora. La universidad autoritaria neoliberal profundiza el
desfase, diferenciación y crisis social. Nuestro punto de partida en la sociedad del conoci-
miento es la peruanidad y su futuro de dirección construirse como una sociedad humana
del conocimiento transcultural libre.
Aquí, el aprendizaje resuelve problemas simples y complejos de la vida superando el
teoricismo y pragmatismo, dos variantes unilaterales de la educación moderna. Afirma
la vida aprendiendo, olvidando y volviendo a aprender en una relación de transitorie-
dad y fecundos encuentros de sociabilidad y amistad. Valora todas las capacidades de
lo humano en una formación creativa, responsable y planificada a partir de la dialéctica
contradictoria de la vida. En su sistematicidad es opuesta a toda manipulación por parte
de los sistemas abstractos, pues, apuesta por un humano socialmente individualizado que
entre el nuevo mundo del trabajo y el juego promueve el estudio e investigación como
una curiosidad creativa infinita. Ya el Informe Delors destacaba que corresponde a la
educación superior ser el motor del desarrollo, depositaria y creadora de nuevos conoci-
mientos, polo de la educación a lo largo de la vida, formadora de líderes para encarar el
cambio sociotecnológico aprendiendo a conocer, a hacer, a ser desde el saber, el trabajo y
la cultura mundo (Delors, 1996). Un liderazgo que desde nuestra visión nacional global
consolida una peruanidad universal no como dominación sino como liberación de vida.
YUYAYKUSUN 227
Jaime Ríos Burga
228 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
YUYAYKUSUN 229
Jaime Ríos Burga
230 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
YUYAYKUSUN 231
Jaime Ríos Burga
232 YUYAYKUSUN
Globalización y sistema educativo en el Perú
Referencias bibliográficas
Barbano, Galo. (1999). «La educación superior en la segunda mitad del siglo XX. Los alcances
del cambio en América Latina y el Caribe», en Revista Iberoamericana de Educación, Nº 21, OEI.
Beck, Ulrich. (1998). ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización.
Barcelona: Paidós.
Picardo, Oscar. (2000). «Pedagogía informacional: enseñar a aprender en la sociedad del conoci-
miento», en Theorethikos, IV, n° 2. San Salvador: Universidad Francisco Gavidia.
Rivero, Oswaldo de. (1998). Mito del desarrollo. Los países invisibles en el siglo XXI. Lima: Mosca
Azul Editores.
Ríos Burga, Jaime. (1998). «Actores y estructuras sociales en la globalización», en Revista de So-
ciología, Vol.X, Lima: UNMSM.
Toffler, Alvin. (1981). La tercera ola. Bogotá: Ediciones Nacionales, Círculo de Lectores, Edinal.
Tünnermann, Carlos. (1996). La educación superior en el umbral del siglo XXI. Caracas: UNESCO
CRESALC.
————————–. (1998). «La declaración mundial sobre la educación superior en el siglo
XXI». Conferencia magistral presentada durante la XIII Asamblea de la UDUAL, celebrada en la
Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile, del 26 al 28 de octubre de 1998. En Universi-
dades Nº 16.
YUYAYKUSUN 233
Jaime Ríos Burga
234 YUYAYKUSUN
HISTORIA Y
ANTROPOLOGÍA
Iglesia y Estado en el Perú: 1968-1975
Juan Ramírez Aguilar
Resumen
El presente artículo aborda la temática participativa de un sector de la Iglesia católica en el proceso
histórico del Perú. El contexto del estudio se centra durante el gobierno del general Juan Velasco
Alvarado (1968-1975), quien propició una política inclusiva de los sectores populares para la
construcción de la historia de nuestro país. El surgimiento del Movimiento Sacerdotal ONIS se debió
a iniciativa de un sector del clero por mejorar la situación de los sectores populares. Este sector del
clero en base a la doctrina social de la Iglesia sustentaba sus comunicados que ponían énfasis en la
opción preferencial por los pobres. Las reformas fueron analizadas por agentes de la Iglesia siendo
algunas aprehendidas porque permitían la caída del muro de la desigualdad económica y social,
mientras que otras propuestas reformistas no siguieron el mismo camino, pues se criticó por alejarse
de los planteamientos de la doctrina social de la Iglesia.
Abstract
This article deals with the participatory theme of a sector of the Catholic Church in the historical process
of Peru. The context of my study focuses during General Juan Velasco Alvarado’s government (1968-
1975) who was in favor of an inclusive policy of the popular sectors to build our country’s history. The
emergence of the Movement of Priests ONIS was due to an initiative of a sector of the clergy to improve
the situation of the popular sectors. This sector of the clergy on the basis of doctrine of the Church
maintained its press release emphasizing the preferential option for poor people. The reforms were
discussed by members of the Church, being some of them learnt because they allowed the fall of the wall
of economic and social inequality, while other reforming proposals did not follow the same path; they
were criticized because they moved away from the approaches of the social doctrine of the Church.
Etapa post-Vaticano II
E
l concilio Vaticano II (1962-1965) generó un despertar de la misión de la Iglesia.
Los concilios de Trento (1545-1563) y Vaticano I (1869-1870) retomaron los
planteamientos doctrinales de la Iglesia para responder a los ataques surgidos por
los protestantes y los ilustrados, pero el Vaticano II fue visto por el mundo entero como
la esperanza de la Iglesia para asumir su compromiso con la sociedad. Si bien la moderni-
zación cambiaba el modo de vida de los hombres, por otra parte había quienes se alejaban
de estas posibilidades de progreso, llegando muchos a la pobreza extrema, especialmente
en África y Latinoamérica que eran dependientes de los capitales extranjeros.
Se logró con el Vaticano II el diálogo con el mundo moderno. Sus decretos, constitu-
ciones y declaraciones son el significado de una Iglesia renovada y que no se mantiene es-
tática ante los cambios producidos. La constitución pastoral Gaudium et spes1 manifiesta
1 Se ha escrito mucho sobre la Constitución Pastoral Gaudium et spes, pero de manera especial podemos leer el artículo
de José Dammert Bellido, 1996.
que «el concilio exhorta a los cristianos, ciudadanos de la ciudad terrena y de la ciudad celeste,
a que cumplan fielmente sus deberes terrenos, guiados siempre por el espíritu del Evangelio»2.
De esta manera se puede deducir que la Iglesia asume un compromiso con una realidad
objetiva que necesita curarse sus heridas3 para que pueda ser signo de vida y de esperanza
para un mundo nuevo basado en la justicia social.
Luego del concilio, hubo muchas interrogantes e inquietudes de los teólogos. Si bien
la actitud renovadora de la Iglesia había dado sus primeros pasos, por el contrario había
quienes no deseaban cambios profundos en la doctrina católica. De esta manera, se pro-
duce en la Iglesia una discusión en su seno, pero no una ruptura.
Asimismo, la Iglesia no escapa al proceso histórico, es decir, a mediados del siglo XX
se polarizaron las ideologías: comunistas y capitalistas. ¿Pero qué tiene que ver esta polari-
dad ideológica? Lo cierto es que con el Vaticano II se polarizaron posturas teológicas. Por
una parte, se encuentran los conservadores o tradicionalistas y, al otro lado, se encuentran
los progresistas o de avanzada.
Esta polarización teológica hizo que en la Iglesia surgiera una etapa de «intranquili-
dad». Las discusiones podían ser duras por el sector conservador, que ponía mucho énfasis
en los dogmas, una Iglesia institucionalizada, jerárquica y privilegiada. Mientras que el
sector progresista ponía mucho énfasis en la constitución pastoral Gaudium et spes.
Según Robert Adolfs (1967: 9), luego del concilio, la «intranquilidad, temor y pesimismo
caracterizan hoy en día a los cristianos. Las marcas del tiempo son inequívocas. La cristiandad
de la Iglesia está declinada»4.
Luego del concilio, Carlos Muckenhirn (1969) nos dice: «estamos viviendo en un
momento en el que la Iglesia católica otra vez se ve a sí misma como una fuerza revolucionaria
en la vida del hombre. Este es el mensaje de Cristo y los apóstoles... En todos los aspectos de la
vida, los cristianos existen, bien sea como otro Cristo o como su enemigo. Una renovación a
medias y cómoda es la más peligrosa de las hipocresías. Condescender con ella es fracasar en el
amor para con los que todavía no entienden a Cristo ni el mandato que Él hace a sus seguido-
res» (p. 9). Este autor nos señala que la renovación dada por el concilio debe llegar a ser
plena y no una renovación incompleta, destacando la presencia renovadora de la Iglesia
en su historia. Cabe resaltar además que el autor contempla al hombre como agente de
cambio: «La conversión es un cambio total de forma de enfocar la vida, de manera que se ama
238 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
y acepta el mundo, no como si éste fuera el significado total y último de la vida, sino más bien
como una señal del poder y el amor de Dios, la medida de la creadora realización personal del
hombre» (p. 27).
Ante el mundo moderno y los postulados del concilio, manifiesta Robert Adolfs
que «el anuncio de la buena nueva no trae la alegría y la liberación que se espera de él. El
mundo moderno trata de resolver el tremendo problema de la vida misma y, en ese sentido,
aparentemente, parecen ayudarlo más las ciencias humanas y las ideas de la Edad Moderna.
La cristiandad, indudablemente, todavía es respetada, pero con ese respeto que se reserva para
los venerables pero fenecidos fenómenos sociales» (p. 10).
Para Robert Adolfs, el concilio no debió darse todavía: «El concilio no era el lugar ade-
cuado para echar las bases de una teología radicalmente nueva» (p. 15). Este autor manifestó
que aún no era el tiempo para cambios radicales. Estos cambios no pueden denominarse
radicales, ya que con anterioridad se venían desarrollando grandes cambios en la Iglesia con
relación a su inserción en la sociedad. Según este autor, el logro del concilio será a futuro.
La tesis de Robert Adolfs es que «la Iglesia, pues, parece ser la víctima de un papel y
una función que le fueron impuestos por la sociedad y que por cierto disminuyen su misión
universal en el mundo. El problema del futuro de la Iglesia es muy serio. Si la Iglesia continúa
siendo y haciendo lo que hasta ahora, no tiene futuro. Imperceptiblemente cumplirá más y
más deberes funcionales en el interior de un orden social esencialmente ligado a una ideología
anticristiana. Cavará paulatinamente su propia tumba, que será, al mismo tiempo, la tumba
de Dios. La situación es seria y lo que he dicho no debe desecharse fácilmente con una sonrisa
tolerante o con un encogimiento de hombros» (p. 111).
La etapa post-conciliar también conoció una postura de rechazo por parte de los
conservadores quienes desde revistas y diversos libros manifestaban una crisis dentro de
la Iglesia católica. Este sector del clero conservador está representado por el Opus Dei.
Esto se puede observar en la publicación de un artículo de L’Osservatore Romano el 2
de octubre de 1971. ¿Hasta qué punto se puede hablar de crisis dentro de la Iglesia? La
Iglesia está pasando por una etapa de afrontar y solucionar sus problemas. Esta postura
viene de la jerarquía eclesiástica por mejorar el clima de discrepancias que han desatado
las interpretaciones del concilio y la encíclica Populorum progressio: «Las conferencias epis-
copales hablan de una crisis de fe, que ha sido calificado de preocupante» (Nicolau, 1972):
11). Ante esta crisis de fe, el autor sostiene que se añade una crisis de la oración, una crisis
moral y una crisis de obediencia.
En la historia de la Iglesia hubo crisis que permitieron, afrontaron y analizaron su
misión. Esta nueva crisis que surgió luego del Vaticano II se debió a que el esfuerzo de re-
novación no fue acogido por un sector del clero. Los mandatos del Vaticano II eran a me-
nudo tergiversados, no escapando la Iglesia y muchos cristianos de esta responsabilidad.
Esta crisis enriqueció los debates postconciliares, logrando que de manera paulatina se
vayan aplicando los mandatos conciliares en las diócesis de las diversas partes del mundo,
incluido al Perú. Lo que sí hubo fue un gran recelo por defender las posturas teológicas,
llegando a contestaciones con la jerarquía eclesiástica.
YUYAYKUSUN 239
Juan Ramírez Aguilar
La idea de una Iglesia de los pobres comienza con la conversión de quienes la conforman
y viven de acuerdo al mensaje cristiano. Para ello, se necesita de paz y justicia que emanan
del mensaje de Cristo en los evangelios y ciertos documentos eclesiásticos durante toda
la historia de la Iglesia.
De esta manera, la Iglesia en general iniciaba una etapa de compromiso con los sec-
tores sociales desfavorecidos por el sistema político. La transformación de la estructura
eclesial prosiguió el cambio, pues algunos teólogos que fueron observados por la jerarquía
del Vaticano antes del concilio fueron aceptados junto con sus propuestas teológicas5. En
el caso latinoamericano el eco del concilio Vaticano II ya estaba dando frutos, siendo el
cardenal Landázuri ya venía realizando las denominadas semanas sociales. De la misma
manera, la teología venía desarrollándose a partir desde el pobre. La eclosión de estas pro-
puestas tendrá como consecuencia la aparición del Movimiento Sacerdotal ONIS
Desde su surgimiento, ONIS venía a ser una como agencia noticiosa de un sector del
clero que buscaba mantener informada a la comunidad sacerdotal de los problemas que
aquejaban al país, específicamente las consecuencias del sistema económico-político: la
injusticia social. De allí sus siglas: Oficina Nacional de Información Social-ONIS. Sus
planteamientos, de cierta manera, hicieron que la Iglesia en el Perú tuviera una honda
preocupación por la realidad peruana. Sin embargo, estas preocupaciones ya tenían lugar
antes del concilio Vaticano II, como las semanas de reflexión social de 1959 y 1962, ade-
más, la publicación de un documento sobre la Iglesia y la política6 donde se pone en claro
que la «actividad política debe orientarse a vencer y matar los gérmenes del conflicto latentes
en las diferencias económicas exageradas entre los ciudadanos o las clases sociales»7. Al concluir
su primera reunión hicieron una declaración poniendo énfasis en la problemática social
manifestando:
Ante la crónica situación de injusticia, atraso, opresión e inmoralidad pública que azota
la vida del país, un grupo de sacerdotes, libres de toda vinculación con instituciones
sindicales, políticas o económicas, respondiendo al llamado angustioso de Pablo VI en la
Populorum progressio (CEAS, 1969: 95).
5 Entre los teólogos más representativos tenemos a Henri de Lubac SJ, Teilhard de Chardin SJ, Yves Congar OP y
Meri-Dominique OP.
6 El documento fue realizado por Episcopado Peruano y cuyo título es Los católicos y la política (1961).
7 Conferencia Episcopal Peruana, 1961: 5.
240 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
Queda claro que este sector del clero parte del compromiso de la Iglesia con el mundo,
especialmente con los sectores populares, para mejorar las condiciones sociales de la ma-
yoría de la población de fines de la década de 1960.
Pero ¿dónde y cuándo fue su primera reunión? La reunión fue realizada en las in-
mediaciones del distrito de Cieneguilla, ubicado al sureste de la capital limeña, donde
acudieron diversos sacerdotes del clero progresista e intelectuales de izquierda. Estos úl-
timos asistieron por invitación de los sacerdotes. La reunión tenía como temas analizar
la situación socioeconómica y política del país. Así pues, se llevaron a cabo las reuniones,
redactándose sus conclusiones en una declaración que lleva por título «Declaración de
sacerdotes peruanos sobre las estructuras socioeconómicas del país»8, teniendo como fe-
cha el 9 de marzo de 1968. En su redacción participaron Romeo Luna Victoria SJ, Julián
Salvador de la Cruz, Jorge Álvarez-Calderón e intelectuales de izquierda como Virgilio
Roel y Augusto Zimmermann. Este documento se terminó de redactar en el balneario
de Ancón (Garland, 1978: 35). El fin de esta reunión era reunir a los diferentes asesores
y capellanes de los sindicatos de trabajadores católicos, agrupados bajo el Movimiento
Sindical Cristiano (MOSIC) así como a los de los Movimientos Juveniles Católicos, es
decir, los remanentes de la otrora influyente Acción Católica. Todos estos movimientos
estaban atravesando una cierta crisis de inactividad. El número de participantes en esta
reunión fue de 60 sacerdotes y 20 laicos, destacando la figura del jesuita Romeo Luna
Victoria (Klaiber, 1996: 399). Esta reunión se realizó bajo el patrocinio del MOSIC.
YUYAYKUSUN 241
Juan Ramírez Aguilar
grupo liderado por Gustavo Gutiérrez10 y la del clero extranjero11. Inclusive el cardenal
Landázuri respaldó la declaración12. También apoyaron la Declaración la Iglesia Bautista
y Metodista13. Por otra parte, algunos laicos también hicieron un pronunciamiento meses
después14.
La magnitud de los problemas denunciados por este sector de la Iglesia provocó una
reacción inmediata en los diferentes grupos sociales, ya que el Perú no estaba acostum-
brado a ver a los sacerdotes pronunciándose sobre los problemas vitales que aquejan a la
población como la explotación y la marginación.
10 «Adhesión a la declaración del 22». En Oiga. Nº 266. Año VI. 29 de marzo de 1968, p. 12. Dentro del grupo de Gustavo
Gutiérrez destacan también el P. Carlos Álvarez-Calderón, asesor de la JOC; Germán Schmitz, que será obispo auxiliar;
Felipe Zegarra, que era asesor de la Acción Católica Universitaria y Luis Fernando Crespo.
11 «Adhesión al clero nacional». En Oiga. Nº 271. Año VI. 3 de mayo de 1968, p. 29.
12 Cardenal Landázuri manifestó: «juzgo la ‘Declaración’ en su contexto general muy positiva». El Comercio. 23 de
marzo de 1968, p. 2.
13 El Comercio 29 de marzo de 1968, p. 6.
14 Oiga. 5 de julio de 1968, p. 14.
15 De la lista presentada por la revista Oiga se ha sacado a los sacerdotes Víctor Marit, Juan O’Connell, Andrés Reussens,
Jorge Deleye, Germán Schmitz MSC por ser extranjeros.
16 De la lista presentada por la revista Oiga se ha sacado al sacerdote Julio Corazao SM por ser peruano.
242 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
Por otra parte, a partir de la década de 1940 hasta la década del 1960, la población li-
meña iba aumentando en número de habitantes. La población del campo dejaba sus tierras
para trasladarse y ocupar los terrenos aledaños a la pequeña capital limeña, formándose las
denominadas «barriadas». La Iglesia peruana venía dando los cambios necesarios, pero de
manera paulatina17. Un sector de la Iglesia, especialmente la denominada «conservadora»,
no mostraba una preocupación fuerte hacia los «nuevos pobladores». Sin embargo, un gru-
po de sacerdotes —denominados «progresistas» o de «avanzada»— van a asumir su com-
promiso social, reconociendo la riqueza del evangelio para una transformación profunda e
innovadora en la población. De esta manera, el sector progresista de la Iglesia, representado
por ONIS, aceptaba haber callado ante la injusticia social que en el Perú se vivía:
La preocupación de este sector del clero proponía medidas inmediatas que deberían de
solucionar los problemas sociales del Perú de manera integral, es decir, que el progreso del
país no debe beneficiar tan sólo al grupo de la oligarquía aristocrática, sino de aplicar me-
didas justas donde la repartición de tierras, riqueza y trabajo sean en beneficio de todos.
ONIS en sus inicios estaba marcada por una fuerte preocupación de los sacerdotes pro-
gresistas o de avanzada por la realidad peruana; en cambio, se tenía cautela por no caer en
lo radical, además, el jesuita Romeo Luna Victoria fue quien organizó y deseaba de cierta
manera rehacer la Democracia Cristiana19. Luego de la reunión de Cieneguilla, será en la
próxima reunión llevada en la ciudad de Chimbote en julio de 1968 cuando ONIS toma
el nombre de Movimiento Sacerdotal, en dicha reunión llegó a consolidarse los inicios de
la redacción de la Teología de la Liberación, donde la ponencia presentada por Gustavo
Gutiérrez era «Hacia una Teología de la Liberación»20.
En reuniones posteriores el Movimiento Sacerdotal ONIS va a consolidar su red
en el ámbito nacional, destacando tres regiones donde tendrán una activa participación
17 En el contexto de la década de 1960, la iglesia peruana hacía los cambios necesarios para mantenerse en la línea del
Vaticano II. La figura del cardenal Landázuri es importante para analizar los cambios que se realizaban dentro de la
estructura eclesial.
18 CEAS. Op. Cit., p. 95.
19 Esta información ha sido gracias al sacerdote Jorge Álvarez Calderón. El grupo de Gustavo Gutiérrez donde él era
uno de los integrantes no tuvo participación alguna en los inicios, ya que no veían un buen camino para consolidar
la liberación del pueblo de la miseria. Entrevista a Jorge Álvarez Calderón. 27-9-2003.
20 A Gustavo Gutiérrez le habían propuesto para su ponencia el tema «Teología para el Desarrollo», pero él propuso el
tema «Hacia una Teología de la Liberación», que sería dada en la ciudad de Chimbote.
YUYAYKUSUN 243
Juan Ramírez Aguilar
21 Páginas N° 14. Setiembre 18. 1972, p. 8. Los integrantes de «Fe y Acción Solidaria» participaron activamente contra
las injusticias cometidas contra los campesinos y obreros. Este Movimiento laico tuvo una fuerte influencia de ONIS
para llevar a cabo sus pronunciamientos.
22 Entrevista a Jorge Álvarez Calderón. 27-9-2003.
23 El Movimiento Sacerdotal ONIS tomará los postulados de la Teología de la Liberación que toma de alguna manera
la metodología marxista para su análisis de la realidad, pero pone énfasis al mensaje del evangelio.
24 Felipe Zegarra. Entrevista personal el 29 de junio del 2005.
25 El libro Como lobos rapaces de Alfredo Garland sirve para analizar las desviaciones que el sector conservador atribuyó
al movimiento progresista en la Iglesia peruana.
26 El autor sostiene que el mundo está viviendo una etapa de cambios y que el ser humano debe denunciar las injusticias
sociales mediante una justicia revolucionaria.
244 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
YUYAYKUSUN 245
Juan Ramírez Aguilar
El sector del clero que participaba dentro de ONIS era un porcentaje muy pequeño
en relación con el clero peruano en general. Según Michael Macaulay, de un total de 2
162 sacerdotes del clero peruano, los participantes de ONIS fueron 203; es decir, ONIS
representaba aproximadamente al 9.4% del clero nacional. De todos los participantes de
ONIS el 38.4% era peruano de nacimiento; es decir, que los integrantes en su mayoría
eran extranjeros, destacando sacerdotes de nacionalidad estadounidense con un 23.2%
(Macaulay, 1972: 72). En consecuencia, se ha tratado de decir que ONIS no tenía una
membresía básicamente nacional y que el clero extranjero tenía mayor número de parti-
cipantes. Si bien los sacerdotes extranjeros no conocían bien el idioma castellano, esto no
era óbice para brindar sus servicios a los más pobres30.
Los compromisos que asumieron y plantearon ONIS se clasifican de la siguiente ma-
nera. Dentro de las actividades de ONIS puede establecerse una clasificación atendiendo
a su postura eclesial o social. La primera postura es eclesial (1968-1971) y busca una
renovación del clero. La segunda postura es social (1971-1975), donde se pone énfasis
en la vía socialista. Luego de la publicación del texto Teología de la Liberación en el año
de 1971, ONIS va a dejar la postura eclesial para entrar en el campo social. Además de
ambas posturas, ONIS intentaba una revolución de las estructuras sociales existentes, ya
que la gran mayoría de la población vivía en condiciones deplorables (Girardi, 1971)31.
La primera postura de la periodificación se explica porque al inicio ONIS tenía que
hacer valer sus propuestas ante el clero peruano, ya que gran parte del clero era de tenden-
cia conservadora. Los sacerdotes de ONIS desarrollaban su labor pastoral en las distintas
jurisdicciones de la arquidiócesis de Lima, especialmente en los sectores alejados, donde
se iniciaban las barriadas.
Los sacerdotes peruanos que trabajaban con los sectores populares eran escasos, sien-
do Jorge Álvarez-Calderón y Gustavo Gutiérrez los pocos ejemplos de sacerdotes perua-
nos que trabajaban en parroquias de los sectores populares de Lima, ya que quienes en su
mayoría trabajaban en las zonas populares eran sacerdotes extranjeros. Este gran número
de sacerdotes extranjeros se debía a la necesidad de sacerdotes en Latinoamérica.
La segunda postura denominada «social» no es estrictamente una ruptura con la
eclesial, sino más bien un reforzamiento de la misma apoyándose en los postulados de
la doctrina católica latinoamericana para tomar una postura de compromiso contra las
estructuras de dominación y de opresión. Con la publicación de Teología de la Liberación
se tuvo un sustento teológico que fue asumido por este Movimiento y otros movimientos
sacerdotales en Latinoamérica.
Analicemos la primera postura. Este periodo se ubica entre el final del 1er gobierno
de Belaunde y los tres primeros años del régimen militar. En abril de 1968, Mons. Carlos
Santiago Burke, obispo de Chimbote, hace una serie de denuncias a empresarios pesque-
ros quienes no permiten el desarrollo equitativo entre los sectores sociales de la ciudad,
246 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
a pesar de contar con mayores ingresos económicos que en años anteriores. En mayo de
1968, la policía desaloja a 18 estudiantes que hacían una huelga de hambre en el conven-
to de San Francisco de Huaraz (Ancash). De esta manera uno de los principales lugares
de reclamos era Chimbote, ya que la industria pesquera estaba aumentando sus capitales,
pero eso no se reflejaba en un mejor trato hacia los trabajadores. Así se inicia una inclu-
sión en el mundo terrenal para mejorar la situación de la población.
Ante la urgente necesidad de cambios dentro de la sociedad y de la Iglesia, ONIS va
a asumir una postura de alerta para denunciar ante la opinión pública todo abuso e injus-
ticia. Frente a la crisis generada por el problema del contrato entre el Estado peruano y la
Internacional Petroleum Company (IPC), un hecho trascendental fue la famosa «página
once» durante los últimos días del 1er gobierno de Belaunde Terry, que sería el pretexto
para que las Fuerzas Armadas tomaran el poder ante tal agravio hacia el Estado peruano.
La IPC y la Empresa Petrolera Fiscal realizaron un contrato el día 13 de agosto de 1968
para la recuperación de los yacimientos de La Brea y Pariñas. Lo anecdótico es que la página
número once desapareció misteriosamente. ONIS hizo un pronunciamiento el 17 septiem-
bre de 1968 donde manifestó que hay «un desconcierto tan grande y una desmoralización tan
general, que sus consecuencias podrían resultar imprevisibles para la supervivencia de nuestro ya
tan maltratado régimen democrático»32. ONIS hace su reclamo, manifestando: «creemos ente-
ramente justo e impostergable que nuestra política petrolera sea revisada y comience por la total y
completa reivindicación de nuestro complejo petrolero del norte, que la dignidad nacional exige
y los justos intereses del país imponen»33. De esta manera ONIS hace un llamado a moralizar
al Estado peruano ante tales agravios que afectan los intereses del país.
En la ciudad norteña de Chimbote, barrio de Miramar, la detención del párroco
Diego Shanahan,34 párroco de la parroquia Virgen de la Puerta, fue para que declarase
sobre las presuntas cartas que redactó manifestando haber «intereses creados que impiden
que las autoridades de Lima se den cuenta de los problemas de Chimbote»35, y afirmando que
el director general de la Guardia Civil, general Jorge Barrios Palomino, alentaba a los tra-
ficantes de tierras en Chimbote. Asimismo, reclamó la devolución de un terreno para su
escuela parroquial, Mundo Alegre, que fue invadido por un grupo de personas protegido
maliciosamente por las autoridades locales36. El P. Shanahan fue traído a Lima para hacer
sus respectivos descargos. El ministro de Gobierno, Armando Artola, manifestó que era
un llamado de la autoridad para que dejara de agitar Chimbote y que no fue detenido
como algunos medios habían manifestado.
El P. Shanahan, en una carta con fecha 25 de noviembre de 1968, declaró que «si
bien las autoridades [locales de Chimbote] no quieren ayudarles, por lo menos no deberían
32 «Declaración sacerdotal sobre la crisis moral que padece la República». En Oiga. 20 de setiembre de 1968, p. 17.
33 Loc. Cit.
34 El P. Diego Shanahan es un sacerdote norteamericano de la Sociedad de Santiago Apóstol y llegó a la parroquia «La
Virgen de la Puerta» como párroco para trabajar en una zona rural.
35 La Prensa. 7 de marzo de 1969, p. 7.
36 El terreno para la construcción de una escuela, hogar cuna y talleres fue cedido por la comunidad de indígenas de
Chimbote para el beneficio del barrio de Miramar. Cf. Oiga. N°. 301. 29 de noviembre de 1968, p. 37.
YUYAYKUSUN 247
Juan Ramírez Aguilar
obstaculizar su noble empeño. Pero, ¿qué haremos cuando la autoridad política, el subpre-
fecto Dr. Octavio Lecca, se niega a cumplir sus deberes?, ¿cuándo nuestros representantes, los
diputados, rehúsan representar a su propia gente?, ¿cuándo la autoridad policial, el teniente
coronel Velásquez, ni siquiera respeta sus propias órdenes?, ¿cuándo el poder Judicial falsifica
nuestros documentos? ¿A dónde vamos cuando el Ministro de gobierno no reconoce sus propios
mandatos y el Ministro de Justicia ni siquiera nos contesta?»37. El apoyo al P. Shanahan vino
de ONIS-Norte y las instituciones del apostolado seglar manifestando la solidaridad con
la actitud del párroco Shanahan en la defensa fundamental de los derechos humanos por
él representados y en su persona atropellados. Por su parte Mons. Bambarén agregó «que
las autoridades tienen determinados prejuicios contra el religioso y creen que se trata de una
persona violenta»38. La detención del párroco se debió a que proponía medidas justas a
favor de las personas de escasos recursos, por lo que el gobierno local impedía que hiciera
la construcción de ambientes para atender a la población en salud y educación, ya que
veían con malos ojos los logros que venía realizando el párroco Shanahan.
En la ciudad de Trujillo, aproximadamente 50 seminaristas capturaron el seminario de
Trujillo el día 24 de marzo de 1969, tomando como rehenes a ocho sacerdotes y profesores
del seminario. La actitud de protesta fue contra el obispo de Trujillo, Carlos María Jürgens.
Reclamaron que no se reemplazara a los profesores rehenes por profesores conservadores. Su
protesta también era por la decisión del obispo de expulsar de su diócesis a tres sacerdotes
que habían apoyado una huelga de obreros de la industria metalúrgica Triumph donde 30
mujeres y sus hijos habían tomado la catedral de Trujillo para hacer respetar los derechos de
sus esposos dentro de la industria39. Además, estos sacerdotes habían hecho una manifes-
tación de protesta contra la inauguración de un lujoso «Golf Country Club de Trujillo»40.
En esa oportunidad «fueron capturados dos jóvenes y los sacerdotes Wenceslao Calderón y Jorge
Armas quienes participaron en la protesta41, siendo estos dos sacerdotes los firmantes del
pronunciamiento que hicieron en contra de la celebración eucarística para dicho evento.
Por su parte, ONIS-Norte y OCSHA (Organización de Cooperación Sacerdotal
Hispanoamericana) redactaron una carta donde se pide a Mons. Carlos María Jürgens,
arzobispo de Trujillo, tomar la decisión de apartarse de la Diócesis. Tal decisión hizo que
el Arzobispado de Trujillo emitiera un comunicado donde los sacerdotes que iban a ser
reemplazados quedaran en sus puestos42.
Otro incidente de parte de miembros de ONIS-Norte fue el no-reconocimiento de
Mons. Luis Baldo Riva como obispo auxiliar de Trujillo. El documento fue dado a los fe-
ligreses en forma de folleto en las afueras del templo. En dicho documento se mencionaba
el nombramiento de Luis Baldo Riva como una decisión «antievangélica y contraria a la
248 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
Los antiguos templos de nuestra ciudad, considerados como monumentos históricos, han
quedado también deteriorados y su reparación demandará cuantiosas sumas de dinero.
Recordemos, sin embargo, que el único y verdadero templo de Dios es Jesucristo, y por Él,
el hombre hecho a imagen y semejanza suya; por eso, las necesidades primarias de nuestros
hermanos tienen prioridad sobre cualquier obra material simbólica o decorativa47.
YUYAYKUSUN 249
Juan Ramírez Aguilar
En otro documento posterior, ONIS-Norte hace una advertencia acerca de «la exis-
tencia de instituciones [como las mutuales de vivienda por ejemplo] que pretenden solu-
cionar el problema de la vivienda, cuando en verdad éstas —enmarcadas dentro del sistema
capitalista, explotador y despersonalizante— hacen imposible que los grupos populares puedan
participar de sus beneficios»48. Si bien la reconstrucción de la ciudad afectada por el sismo
era necesaria, ONIS consideraba urgente un cambio radical, una justa y humana reforma
urbana en todo el país. Para mejorar las condiciones de vivienda de los sectores populares
era necesario que ellos mismos pudieran obtener préstamos, pero con intereses bajos.
El P. Humberto Olivera SDB fue cesado como director de la Escuela Normal Superior
de Varones de Puno «San Juan Bosco» y coordinador de las diversas actividades pastorales
en la diócesis de Puno. El provincial de los salesianos en el Perú, P. Emilio Vallebuona,
aclaró que el P. Humberto había tomado la decisión de renunciar a sus cargos, por lo
tanto «él tiene la palabra»49. ONIS, por su parte, denunció «que la Iglesia del Altiplano
está sufriendo persecución y represalia por parte del Provincial de la Congregación Salesiana».
Además, «El P. Humberto no ha renunciado a su cargo, sino que ha sido destituido, siendo no
sólo obligado a ello, sino inclusive ‘invitado’ a abandonar el país». Por ello, ONIS «denuncia
y condena las injusticias que se perpetúan dentro de las estructuras de la Iglesia»50.
El 28 y 29 de abril de 1971, 35 familias invadieron terrenos pertenecientes al Estado,
situados en Pamplona, al sur de Lima. El intento de la policía por desalojar a los invasores
dejó el saldo de un muerto y 50 heridos. Ante tal actitud el consejo parroquial de la pa-
rroquia Niño Jesús realizó acciones a favor de los pobladores. En actitud de solidaridad,
Mons. Bambarén SJ fue a celebrar una misa el domingo 9 de mayo. El día 10 de mayo era
arrestado Mons. Bambarén SJ con el P. Carmelo de la Mazza MM y los laicos Benardino
Panana y Manuel Ruiz luego de haberse realizado la misa de solidaridad con los nuevos
pobladores. Ante esta situación, los diversos sectores de la Iglesia se pronunciaron. El
Movimiento Sacerdotal ONIS, por su parte, protestó ante la violenta agresión contra los
pobladores de Pamplona expresando su apoyo a quienes luchaban por encontrar alguna
solución perentoria de habitación y repudiando las medidas tomadas por el Ministerio
del Interior, se solidarizaba con los detenidos por causa de justicia y exigía su inmediata
libertad51.
Del 30 de abril al 2 de mayo de 1971 se realizó en la parroquia de Jesús Obrero,
en el distrito de Surquillo, el «Primer encuentro por una Iglesia solidaria» que agru-
paba a laicos. Esta reunión fue organizada por el Movimiento Sacerdotal ONIS, la
JOC (Juventud Obrera Católica), el MTC (Movimiento de Trabajadores Cristianos)
y la UNEC (Unión Nacional de Estudiantes Católicos). El lema del encuentro fue
«Cristianos en un mundo de injusticias». A este encuentro asistieron alrededor de 1400
48 Ibíd., p. 16.
49 «Aclaración del provincial de los salesianos en el Perú». NADOC. T. V. N° 206. 2 de junio de 1971. Problemas salesianos
en el altiplano peruano. p. 11.
50 Ibíd. p. 10.
51 NADOC. T. V. N° 206. 2 de junio de 1971. Sobre la detención de Luis Bambarén.
250 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
52 «Por una Iglesia solidaria, primer encuentro». En Oiga. 7 de mayo de 1971. p. 39.
53 Páginas. Nº 26. abril 21. 1973. p. 14.
54 Jorge Álvarez-Calderón. Entrevista personal el 27 de setiembre del 2003.
55 Felipe Zegarra. Entrevista personal el 29 de junio del 2005.
56 Páginas. N° 12. 21 de agosto de 1972. p. 14.
57 Expreso. 5 de setiembre de 1971. p. 27.
58 NADOC. 23 de febrero de 1973. p. 4.
59 Ver también la declaración emitida por ONIS sobre el problema magisterial. En Expreso 5 se septiembre de 1971. p. 27.
YUYAYKUSUN 251
Juan Ramírez Aguilar
60 «Comunicado del Comité Ejecutivo Nacional de ONIS». NADOC. T. VI. 5 de abril de 1972. Dossier sobre la expul-
sión de tres extranjeros. p. 5.
61 Correo. 18 de abril de 1972. p. 15.
62 NADOC. T. VI. N° 251. 3 de mayo de 1972. Dossier sobre Mons. Julio Gonzáles Ruiz. pp. 7-11.
63 NA. Nº 35. 6 de mayo de 1972, p. 1.
64 El pronunciamiento lo podemos encontrar en Expreso. 16 de mayo de 1972.
252 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
cha tuvo lugar el 19 de mayo de 1972 y fue denominada «Marcha contra la agresión a
Vietnam». Entre las organizaciones convocantes estaban la Federación de Periodistas del
Perú, Movimiento Sacerdotal ONIS, Unión Popular de Mujeres Peruanas, Movimiento
por una Iglesia Solidaria, Frente Único de Trabajadores de Expreso y Extra, la FEPUC y
la CGTP65. La marcha fue convocada para las 18 horas, siendo el lugar de concentración
la plaza Dos de mayo. «El recorrido partió de la Plaza Dos de mayo, La Colmena, Plaza
San Martín, Belén, Paseo de la República, Av. 28 de Julio y finalmente llegó a la Av. Manco
Cápac»66. El número de participantes en esta marcha se aproximó a 15 000 y ésta tuvo
una duración de tres horas.
El diario El Comercio comentó que el comunismo se había mostrado activo y agresi-
vo en el Perú. El diario La Prensa atribuía a los comunistas toda la marcha. El diario La
Nueva Crónica hablaba de una nutrida marcha que duró hasta la medianoche y que los
cristianos y socialistas que fueron a la marcha cayeron en la trampa de los comunistas. El
diario Expreso le dio una amplia acogida y apoyo a la marcha67.
De esta manera, el Movimiento Sacerdotal ONIS desarrollaba su actividad con la
intención de mejorar la situación económica y social de los sectores populares. Un grupo
del sector conservador68 de la Iglesia publicó un artículo en la revista Informe, tratando de
crear cierto pánico ante el trabajo desarrollado por ONIS. Ante tal situación, se emitió
un comunicado poniendo en claro que ONIS no era una oficina del obispado ni tenía la
influencia de Iván Illich ni había condenado al episcopado chileno y mexicano. Al final
del artículo, se manifestaba que «las discrepancias de ideas es legítima y saludable, pero debe
moverse en el terreno de la verdad y del respeto a las personas»69.
El 18 de enero de 1973, los obreros del sindicato de Construcción Civil de Marcona
iniciaron una huelga de hambre. La huelga fue tornándose más radical, ya que tras dos
meses de huelga no encontraban solución a sus reclamos. Al ver sus reclamos no atendi-
dos, el Movimiento Sacerdotal ONIS lanzó un comunicado donde expresaba su apoyo a
los obreros por considerarlo justo, señalando «lo inadecuado de dispositivos legales que per-
miten estas situaciones y son incapaces de dar salida a la reivindicación del elemental derecho
al trabajo que estos obreros plantean»70.
La llegada del presidente de Bolivia, general Hugo Bánzer, en visita oficial a nuestro
país, hizo que durante su estadía, estudiantes universitarios realizaran mítines de protesta
por su presencia en distintos puntos de Lima. Por otra parte, un sector de periodistas, el
Movimiento Sacerdotal ONIS y el SUTEP se pronunciaron en contra de su llegada por
considerar a su gobierno de carácter represivo, haciéndole recordar que había deportado
y encarcelado a periodistas, sacerdotes, maestros y estudiantes (Pease, 1974-75: t II, 553).
65 Expreso. 19 de mayo de 1972. p. 8. Además de la lista de organizaciones convocantes se encuentran varias adhesiones
tanto organizacionales como particulares.
66 Expreso. 19 de mayo de 1972. p. 8.
67 Ver Expreso. 20 de mayo de 1972. p. 10.
68 Este grupo conservador estaba representado por el Opus Dei y algunos miembros del clero y laicos.
69 Ver Páginas. N° 9. 11 de junio de 1972. p. 15.
70 La Prensa. 18 de enero de 1973.
YUYAYKUSUN 253
Juan Ramírez Aguilar
La elección de Salvador Allende como presidente chileno fue vista con buenos ojos
por quienes veían el socialismo como la vía para el desarrollo en Latinoamérica. Además,
sería el primer presidente de izquierda elegido en elecciones democráticas. Por otra parte,
la CIA y grupos de ultraderecha trataron de cualquier forma de eliminar el gobierno
legítimo, llegando a apoyar a Augusto Pinochet para que hiciera un golpe de Estado.
ONIS, al tomar la postura socialista, se solidarizó con diversas organizaciones mundiales
para la paz en Chile solicitando que se aplicara una justa sanción a los responsables. El
14 de septiembre de 1973 el Movimiento Sacerdotal ONIS, Fe y Acción Solidaria y otras
entidades realizaron una marcha «Contra el fascismo y en apoyo al pueblo chileno» contando
aproximadamente con 20 000 personas en la manifestación. Dicho evento se realizó por
la noche. Fue una marcha multitudinaria, pero la prensa limeña, la televisión y la radio
no se dieron por enterados. Tan sólo los diarios Expreso y Correo publicaron una columna
muy pequeña71. Mediante un documento, ONIS y otras organizaciones mostraron su
solidaridad con Chile sumándose a la protesta mundial contra la violencia, persecución y
terror72. Se hizo un llamado para que el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas armadas
no reconociera el régimen militar chileno, ya que había implementado el terror como
medida de gobierno.
Solidarizándose con los trabajadores de la Compañía Embotelladora Luren SA,
ONIS emitió un comunicado el 25 de octubre donde protestaba por el encarcelamiento
de los dirigentes de la comunidad industrial y exigía atender las demandas planteadas por
los trabajadores como la defensa de sus intereses y derechos73.
En marzo de 1974, la Federación de Trabajadores de la Industria Metalúrgica
(FETIMP) realizó un mitin junto con los pobladores de «El Rescate» y «Chacra Puente»,
que reunió a unos 4 000 manifestantes que protestaban por el alza del costo de vida y se
solidarizaban con las bases de la FETIMP en huelga y con las luchas de los pobladores
«El Rescate». La manifestación fue reprimida por la policía, dejando al poblador Gonzalo
Huarcaya muerto y varios heridos. Los restos del poblador fallecido fueron llevados por
sus compañeros al cementerio, pero la policía se apoderó del ataúd para enterrarlo de ma-
nera discreta. Por su parte, ONIS denunció la acción realizada por la policía de reprimir
el mitin y dispersar el cortejo fúnebre manifestando:
... el hecho que estos sectores no dispongan de canales para dejar oír públicamente su voz
exige —aparte del elemental respeto debido a su condición de personas— que el ejercicio
de su derecho a manifestarse sea debidamente reconocido y acogido74.
254 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
del Episcopado presidida por el cardenal Landázuri conversó con los generales Zavaleta
(SINAMOS), Richter y Graham (COAP). La declaración del episcopado fue publicada
el 8 de agosto de 1974 donde los obispos manifestaban que el estatuto de prensa debe
hacer cumplir la libertad de prensa y no ser manipulado para fines propios. A su vez, el
Movimiento Sacerdotal ONIS se pronunciaba el 3 de agosto ante la nueva situación de
la prensa, manifestando que con la expropiación de los diarios se había configurado una
nueva situación política, en la cual era preciso dar cabida a la participación popular. Por
lo tanto, «los medios de comunicación en manos del pueblo deben cumplir un irremplazable
papel en la acción educativa e ideológica lo que va de la mano con el acceso efectivo al poder.
Sólo así se harán irreversibles los pasos del pueblo en su liberación»75.
A un año del golpe militar chileno de Pinochet, fue convocada una movilización por
las diversas organizaciones sindicales, eclesiásticas y gremiales progresistas por el primer
aniversario del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende, pero el Ministro del
Interior impidió tal movilización para el 11 de septiembre de 1974. Ante la negativa
de dicho evento, el 10 de septiembre se celebró una misa de solidaridad por el pueblo
chileno. Además, se pronunciaron diversas organizaciones sindicales junto con el sector
progresista de la Iglesia76. La misa se realizó en la parroquia de San Martín de Porras, par-
ticipando 46 sacerdotes y miembros del Movimiento Fe y Acción Solidaria77.
Otra actividad de ONIS se hizo efectiva a propósito de medidas represivas y de
violencia en contra del campesinado de Andahuaylas en el mes de octubre de 1974.
Dirigentes campesinos manifestaban que sus luchas eran contra los gamonales que aún
persistían, pedían el cese de represión y demandaban la libertad de los detenidos. La toma
de tierras, luego del acta de Huancahuacho y Toxama que fue firmada por los represen-
tantes del régimen militar y las organizaciones campesinas, fue aceptada como acto de rei-
vindicación justa frente a los terratenientes y gamonales y la descapitalización del sector78.
Luego de tomar las tierras fueron reprimidos por los policías, quedando varios detenidos.
Una vez hechos sus descargos, los campesinos, serían declarados inocentes. ONIS expresó
su extrañeza por los sucesos ocurridos y exigió el cese de la represión y la libertad de los
detenidos por esta protesta, legítima expresión de organizaciones autónomas.
El 8 de enero de 1975, diversas organizaciones, incluida ONIS, van a rechazar el
Movimiento Laboral Revolucionario (MLR) por ser un movimiento de corte fascista
e ir contra las organizaciones populares autónomas79. ONIS exigió que se diera pronta
libertad a los campesinos de Andahuaylas, ya que ellos tan sólo exigían sus derechos y lu-
chaban por la liberación de las clases populares.80 Luego de salir en libertad, los dirigentes
campesinos expresaron «que ahora más que nunca es necesario que los trabajadores cierren
YUYAYKUSUN 255
Juan Ramírez Aguilar
filas para luchar contra los grupos contrarrevolucionarios, que han provocado una serie de
conflictos y buscan la desunión de las clases populares»81.
Los días 3 al 6 de febrero de 1975, en la ciudad de Lima, se realizaron debates en
torno a la organización popular y a los movimientos políticos ligados al régimen militar
contribuirán a revelar parte de los problemas y alternativas sociales en que vivía el país.
Por su parte, ONIS consideraba necesario construir relaciones de fraternidad entre los
hombres82.
El Ministerio del Interior aprobó la deportación de 28 dirigentes y asesores de or-
ganizaciones populares, así como la de un grupo de periodistas y el cierre de su revista
(Caretas). Esto constituyó, según ONIS, una medida represiva, que afectaba a todas las
clases. ONIS, mediante un documento, hizo un reclamo «considerando que deben ser re-
vocadas las medidas tomadas contra dirigentes y asesores del movimiento popular y contra los
periodistas, así como la última deportación anunciada por los diarios»83.
Al igual que la protesta contra el Country Club en la ciudad de Trujillo en el año de
1969, se llevó a cabo una protesta por los integrantes de ONIS por el excesivo dinero que
se gastó para el Festival Internacional de la Primavera en la misma ciudad, rechazándose
la pretendida celebración eucarística en la catedral de Trujillo. En el documento se hace
alusión a la utilización de la imagen de la mujer con fines de lucro84.
Después de haber desarrollado la segunda periodificación, las acciones de ONIS tenían
como objetivo principal la liberación de los oprimidos y la solidaridad con todas las perso-
nas que eran atropelladas en sus derechos por el régimen militar o particulares. Se realiza-
ron dos marchas de solidaridad, una con Chile y la segunda con Vietnam, y eran acciones
realizadas conjuntamente con diversas organizaciones de izquierda. Toda esta solidaridad
y compromiso social eran asumidos con un compromiso político desde la fe para la cons-
trucción de un hombre y sociedad nuevos. Podemos observar que la presencia de ONIS en
el segundo periodo va haciéndose menor en forma de pronunciamientos, pero el trabajo
desde las bases se mantuvo.
En conclusión, el Movimiento Sacerdotal ONIS tuvo participación activa en la so-
ciedad. Sus pronunciamientos o actividades fueron tergiversadas por realizar manifes-
taciones conjuntas con los sectores de la izquierda. Su orientación en la sociedad tuvo
dos momentos: eclesial y social. En el primer momento orientó para que el clero tomara
consciencia de su labor pastoral. En un segundo momento, ONIS desarrolló el aspecto
social, acentuando su participación política desde la fe, es decir, el compromiso social
que emana de los Evangelios. ONIS no tuvo vínculo alguno con la «primera fase» del
Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, ya que su pastoral se dirigía a los sec-
tores populares donde las reformas parecían no haber llegado. El trabajo con las bases
cristianas fueron importantes, pues se encaminaban a velar por los deberes y derechos de
256 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
sus integrantes para que fueran conscientes de su papel en la sociedad. Esta pastoral fue
importante, pues creó consciencia cristiana, aunque algunos laicos abrazaron los sectores
partidarios de la izquierda.
Fuentes primarias
Fuentes éditas
Centro de Estudios y Publicaciones. (1970). Declaraciones y mensajes a partir del sismo (mi-
meógrafo). Lima: CEP.
Conferencia Episcopal Peruana. (1961). Los católicos y la política. Carta pastoral del Episcopado
del Perú a los sacerdotes y fieles. Lima: Sesator.
Conferencia Episcopal Peruana. (1959). Exigencias sociales del catolicismo en el Perú. Lima: S/E
ONIS. (1968, marzo 22). «Declaración de los sacerdotes peruanos». En Oiga. Nº 265.
——–. (1968, septiembre 20). «Declaración sacerdotal sobre la crisis moral que padece la
República». En Oiga Nº 291, p. 17.
——–. (1969, junio 23). «Declaración sobre la Reforma Agraria». En Expreso, p. 9.
——–. (1969, octubre 8). «Conclusiones del II Encuentro nacional de ONIS». En Expreso.
——–. (1970, enero 25). «Declaración ante los problemas laborales». En Expreso.
——–. (1970, mayo 19). «El presente de la transformación nacional». En Expreso, p. 19.
——–. (1970, julio 27). «No reconstruyamos la injusticia». En Expreso, p. 8.
——–. (1970, agosto 17). «Propiedad privada y nueva sociedad». En Expreso, pp. 7-8.
——–. (1971, septiembre 5). «Declaración a propósito del problema magisterial». En Expreso, p. 27.
——–. (1973, julio 20). «Declaración del Movimiento Sacerdotal ONIS con motivo de la visita a
Lima del general Hugo Bánzer». En Expreso, p. 11.
——–. (1973, octubre 27). «Trabajo humano y propiedad social». En Expreso, pp. 6-7.
——–. (1974, agosto 4). «Comunicado sobre expropiación de diarios». En La Prensa, p. 7.
——–. (1975, enero 8). «Comunicado sobre el campesinado de Andahuaylas». En Expreso, p. 4.
YUYAYKUSUN 257
Juan Ramírez Aguilar
Fuentes secundarias
Brandt, Richard (Comp.). (1965). Justicia social. México: Limusa Wiley. 2da Edición.
Clintock, Cynthia y Lowenthal, Abraham (Comp.). (1985). El gobierno militar. Una experien-
cia peruana. 1968-1980. Lima: IEP.
CEHILA. (1987). Historia general de la Iglesia en América Latina. T VIII. Salamanca: Sígueme.
Concilio Vaticano II. (1986). Documentos completos del concilio Vaticano II. Bilbao: Mensajero.
Cox, Harvey. (1985). La religión en la ciudad secular. Hacia una teología postmoderna. Santander:
Sal Terrae.
D’Antonio, William y Pike, Frederik. (1967). Religión, revolución y reforma. Nuevas formas de
transformación en Latinoamérica. Barcelona: Herder.
Díez Alegría, José María . (1967). Actitudes cristianas ante los problemas sociales. Roma: Estela.
Fernández de Castro, Ignacio. (1956). Del paternalismo a la justicia social. Madrid: Euroamérica.
Fleet, Michael. (1992). Christian communities in Chile and Peru. Notre Dame: University of
Notre Dame Press.
——————. (1997). «Religion in Latin America». Understanding contemporary Latin America.
EE.UU.: Lynne rienner publishers.
Fleet, Michael y Smith, Brian. (1997). The Catholic Church and democracy in Chile and Peru.
Notre Dame: University of Notre Dame Press.
258 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
Houtart, F. y Pin, E. (1966). Los cristianos y la revolución en América Latina. Buenos Aires:
Guadalupe.
Jun Jo, Young. (2003). El papel del grupo sacerdotal ONIS en la transformación social y eclesial peruana
durante el periodo del gobierno militar de Velasco Alvarado: 1968-1975. Tesis presentada a la UNAM
para obtener el grado de maestro en estudios latinoamericanos.
Klaiber, Jeffrey SJ. (1980). Religión y revolución en el Perú. 1824-1976. Lima: Universidad del
Pacífico.
———————–. (1996). La Iglesia en el Perú: su historia social desde la independencia. Lima:
PUCP. 3 era. Edic.
———————–. (1997). Iglesia, dictaduras y democracia en América Latina. Lima: PUCP.
Laboa, Juan María et al. (2005). Historia de la Iglesia. Edad Antigua, Media, Moderna y Contemporánea,
y la Iglesia en España. Madrid: San Pablo.
Lortz, Joseph. (1982). Historia de la Iglesia en la perspectiva de la historia del pensamiento. T. I y II.
Madrid: Cristiandad.
Macaulay, Michael. (1972). Ideological change and internal cleavages in the Peruvian church:
change, status quo and the priest: The case of ONIS. Tesis presentada a la Universidad de Notre
Dame para obtener grado de doctor en filosofía. EE.UU.
Miret Magdalena, Enrique. (1966). Los nuevos católicos. Barcelona: Nova Terra.
Pease García, Henry. (1974-75). Perú 1968-1973. Cronología política. T I, II y III. Lima:
DESCO.
YUYAYKUSUN 259
Juan Ramírez Aguilar
Rienzo M., Gregorio . (1970). Pensamiento social en la Iglesia católica de América Latina a partir
de la encíclica Populorum Progressio: evaluaciones y proyecciones. Tesis presentada a la UNMSM para
obtener el grado de bachiller en Sociología. Lima.
Samanez Concha, Elsa. (1976). La Iglesia católica como factor de consenso. Tesis presentada a la
UNMSM para obtener el grado académico de bachiller en Ciencia Social.
Saranyana, Joseph Ignasi (Director). (2002). Teología en América Latina, T. III: El siglo de las teologías
latinoamericanistas (1899-2001). Madrid: Iberoamericana.
Velasco Alvarado, Juan. (1972). La voz de la revolución. Discursos del presidente de la república
general de división Juan Velasco Alvarado 1968-1970. T I y II. Lima: Ausonía.
Artículos
Dammert Bellido, José. «La Iglesia servidora del mundo. Constitución pastoral sobre la Iglesia
en el mundo actual». En Misión sin Fronteras Nº 173. Año 18. Ene-Feb 1996.
González-Carbajal, Luis. «El concilio Vaticano II, 40 años después». En Sal Terrae. T 92-1. Nº
1074. En. 2004. Págs. 67-81.
Greinacher, Norbert. «La identidad católica en la tercera época de la historia de la Iglesia. El con-
cilio Vaticano II y sus consecuencias para la teoría y la práctica en la Iglesia católica». En Concilium.
Nº 255. Oct. 1994. Págs. 757-772.
260 YUYAYKUSUN
Iglesia y Estado en la coyuntura social de la década de 1960-1970
Henrici, Peter. «Teología preconciliar y maduración del concilio». En Selecciones de Teología. Págs.
7-12.
Idígoras, José Luis SJ. «La Iglesia y el Poder». En Debate. N° 9. Julio 1981. Págs. 59-63.
Laboa, Juan María. «A setenta años de la condena del modernismo». En Razón y Fe. Nº 962. T.
197. Marzo 1978. Págs. 284-291.
Miec-Jeci. «Padecerán persecución por mi causa. Diez años de conflicto Iglesia-Estado en América
Latina 1967-1978». En MIEC-JECI. N° 16, 17, 18. Lima. Octubre de 1978.
Nugent, Guillermo. «La construcción de la vida en el Perú como identidad histórica moderna».
En Serie de Movimientos Sociales. IBC. Enero. 1987.
Pásara, Luis. «De militante católico a militante de izquierda». En Debate. N° 20. Junio 1983.
Págs. 29 – 33.
Ramírez Aguilar, Juan. «La Teología de la Liberación y su aporte renovador». En Historia Total.
Año 1. N° 1. Págs. 165-174.
YUYAYKUSUN 261
La cultura de la tarde: seducción y socialidad
en espacios de diversión juvenil
José Antonio Ninahuanca Abregú
RESUMEN
Estas páginas presentan la situación social de espacios cotidianos donde la estructura del capitalismo
contemporáneo ha insertado su lógica en el comportamiento de la juventud desde una noción de
felicidad y libertad de evidente evangelio mercantil.
ABSTRACT
These pages show the social situation of daily areas where the structure of the contemporary capitalism
has introduced its logic in the behavior of the youth from an idea of happiness and freedom of an
obvious commercial doctrine.
L
a asidua confluencia de la juventud en Lima Metropolitana1 como espacio de en-
cuentro o inserción social, desprende toda una gama de relaciones y motivos por
los cuales, los jóvenes optan por interactuar más dinámicamente en algunos espa-
cios. Dentro de ello, el consumo se ha perfilado como un agente socializador a través de
mecanismos de diversión.
En la ciudad la tarde se presenta como un período de diversión diversa en la actua-
lidad, cuando antes la noche era señalada exclusiva como tal. Las restricciones de los
padres, a los que en su mayoría se les escapa percibir el remolino del cambio, encuentran
una relativa sospecha para con este horario, pero sí mucha incertidumbre para descubrir
el trajinar del hijo una vez activada la vida. La calle es vida pura, y ello se contempla nada
más al salir de casa.
Se suman a este marco los lugares neurálgicos de «sublimación del deseo de liberarse»2
por parte del joven. La personalidad hipervolátil de este interactúa delimitando y expan-
diendo sus expectativas y deseos por aprehender lo «nuevo». Lo nuevo sería relacionado a
lo bueno o moderno, y lo antiguo a lo malo o represor. Esta última visión de los jóvenes es
rebatida por los padres, comprometiéndose de gran manera el concepto de autoridad en la
familia. Sin embargo, lo que nos advierte esta dicotomía o conflicto generacional, es que al
resultar los jóvenes siempre como elementos más «nuevos», se asumirá que pueden conocer
1 El perímetro que comprende este estudio se ubica entre la Plaza Dos de Mayo, la Plaza Bolognesi, la cuadra 17 de
la avenida Arequipa, el cruce de las avenidas Grau y Abancay y el Parque de la Muralla situado al margen del río
Rímac. Estos puntos señalados conforman un marco geográfico en el cual se ubican los lugares que han sido motivo
de nuestro análisis, los cuales a su vez son señalados con mayor precisión a lo largo del escrito.
2 Utilizaremos el término sublimación no en el sentido estricto psicoanalítico, que se refiere al desarrollo de los instintos
a instancias más «elevadas» del pensamiento y la espiritualidad, sino como mecanismo de liberación de energías y
pulsiones desplazables a través de diversas conductas.
mejor las cosas nuevas (Fromm, 2007: 22). De esta manera, ser lo nuevo y los más nuevos
marcará el sentido de búsqueda de estos actores; concluyéndose así, a través de la práctica
social, con una bipolaridad generacional de la percepción de lo bueno y lo malo. Dentro de
ello, la sensación del goce oculto (relacionado a lo malo) viene a ser un móvil. Y el vehículo,
sus expansiones objetivas y subjetivas del dolor, que se presentarán como objetos o personas
que cubren una necesidad emocional y existencial en su individualidad e imaginario.
La cultura es la manifestación social de un grupo. Estas manifestaciones son acciones
que orientan la conducta social de los individuos y sus pares más cercanos a través de
vínculos emocionales. La cultura conlleva a tipificar una determinada acción social y en
ello se define un campo de acciones que establecen hábitos y conductas. Todo esto va
formando el capital cultural que cada joven tendrá al insertarse en una comunidad y sus
espacios de diversión. Por su parte, la socialidad es una dinámica de lo diverso que puede
presentarse como algo anecdótico o sin sentido. Exalta la preocupación por el presente y
escapa de los órdenes puramente mecánico-tradicionales (Maffesoli, 1994: 107).
Por lo tanto, la manera de relacionarse permanentemente a través de comportamien-
tos en el ámbito de la socialidad, engendra una cultura presentista que en el caso de nues-
tra juventud, marca su mayor presencia en la etapa adolescente. Se puede señalar como
ejemplo, dentro de la cultura de la tarde, un grupo etario de entre 15 a 25 años de edad.
Este es el mayor porcentaje, empero puede ser rebasada la escala de edad fácilmente un
par de años menos o más. En sí, los espacios de diversión que nombraremos, son puntos
de agrupamiento social que generan una síntesis cultural juvenil.
3 Al respecto he desarrollado en un artículo la propuesta de definición del término «seduccialidad», una categoría que
albergaría las características de la seducción y la socialidad. Véase en línea mi Blog personal www.joseantoniona.
blogspot.com . En el presente escrito se asume a ambas tal como son definidas acá, para el análisis correspondiente.
264 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
digado (Hardt y Negri, 2002: 149). Tiene como función crear la incertidumbre en las
decisiones debido a que otorga varios significados simbólicos a los objetos, haciéndolos
elegibles para diversos consumidores como para diversas emociones. La ambigüedad se
refleja en la polivalencia de la conducta del joven que hace de su existencia un cóctel de
sentimientos intranquilos, en el que la tranquilidad se buscará en un determinado consu-
mo que finja de soporte emocional. De esta manera, las necesidades de nuestra juventud
dentro de estas dos características, se ven envueltas en un discurso que resalta un éxtasis
de hacerse presente y existir simultáneamente en todos lados.
YUYAYKUSUN 265
José Antonio Ninahuanca Abregú
Los grupos emergentes han hecho suya la ciudad, otorgándole un nuevo rostro y eso
viabilizará a la generación actual a insertarse en diferentes espacios diversificados en los
que se puedan generar actividades y canales de desarrollo. De esta manera, los hijos de
los primeros migrantes buscarán el crecimiento a través de alguna profesión, la adminis-
tración propia de su micronegocio o en el caso de otros que se encuentran labrando un
camino más reciente, a través de oficios que a la larga los conlleva al mismo espacio de
convivencia con los anteriores. Todo esto va a determinar que por cuestiones económicas
y de posición social, los jóvenes limeños contemporáneos se desplacen temporalmente a
Lima Centro4, como punto de aglomeración interna de la ciudad. Ello obedece también
a alejarse de alguna manera, como frontera espacial, de la tutela familiar vista como muy
visible y próxima.
Los jóvenes, asentados en pequeñas comunidades por razones de estudio, negocio
o trabajo, mostrarán nuevas conductas, dándole otra gráfica a la ciudad por las nuevas
emergencias y proliferación de imágenes del consumo. Los limeños herederos de la
mixtura social, sienten la ciudad como suya hace mucho, y por ello buscan también in-
sertarse en la capacidad de administrar el tiempo de ocio, como también la vergüenza,
la alegría y la frustración que les ofrece aquella. Los desplazamientos internos citadinos
y cotidianos, de esta manera, se darán por las posiciones económico-sociales, las ex-
pectativas de vida y sobre todo, por la imperiosa necesidad de sentirse incluido en un
país que desplazó también la jerarquización social simbólica a la urbe. Durante mucho
tiempo como hasta ahora, las consecuencias de la visión centralista, hacen del centro
un paso vial de «excelencia».
4 Pese a la realidad policéntrica de nuestra ciudad. Su forma simbólica macrocefálica arroja en el imaginario una idea
de centralidad que determina en gran manera nuestro paso obligatorio por la misma. Esto provendría aún, como lo
recordaba Eduardo Arroyo (1994: 76-77), de un chauvinismo capitalino de saberse el centro del país.
5 Esto vendría de percibir, por ejemplo, nuevas «solidaridades orgiásticas» en los jóvenes. Respecto a un estudio deta-
llado de las discotecas en horarios nocturnos véase Arroyo, 2006.
266 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
6 Véase Adrián Scribano (2009: 173-189). El aporte de Scribano carece de una base y enfoque intercultural empírico,
de allí que se comprende su estricto y rígido carácter conceptual. Sin embargo, el punto de tomar el gasto festivo
como un placer que desplaza el dolor a un olvido como una forma de resignación neocolonial es sugerente para abor-
dar la temática de una manera más profunda. Y es que diríamos que el goce contemporáneo ya no se autoconstituye
a través del concepto clásico de felicidad. El goce acarrea un dolor constante que desborda los límites del placer. Y
esto por sí mismo vendría a explicar su grado de perversión.
7 Elias Norbert y Dunning Eric (1995: 83-115) hacen una clasificación de las actividades del tiempo libre: trabajo
privado, descanso, satisfacción de las necesidades biológicas, sociabilidad, actividades miméticas o de juego. Las
últimas serían las más relacionadas al ocio recreativo. Los autores condenan la dicotomía kantiana entre las relaciones
trabajo-castigo y ocio-placer. Sin embargo, la estructuración de su esquema planteado parte de un concepto rígido
del trabajo, concibiéndose «el ganarse la vida» solo a través de un marco remunerativo monetario, muy propio de
sociedades «civilizadas sin peligrosas implicaciones sociales y personales». Pero el ganarse la vida para los jóvenes no
solo se da en el campo de las relaciones laborales sino comunicativas en toda su expresión. Es decir, la «vida se gana»
cotidianamente para los jóvenes de la cultura de la tarde, tanto en el campo de la aceptación de sus emociones como
en la relación tolerante para con sus expresiones discursivas y corporales.
YUYAYKUSUN 267
José Antonio Ninahuanca Abregú
Una comunidad es una construcción cultural que se edifica sobre vínculos socio-psico-
lógicos: frustraciones, sentimientos trágicos, alegrías y lamentos son algunos de ellos. El
joven limeño actual converge con sus pares a través de experiencias símiles que refuerzan
una continuidad de vínculos. Se construye un imaginario grupal, un «yo-grupal» que
desperdiga sus maneras de «sublimar» toda represión latente en cada etapa de su vida.
La vida en esta etapa y en estos espacios se desarrollará desde un péndulo emotivo que
moldea la capacidad de desplegar acciones que dentro de otros contextos no se podrían
manifestar8. De esta manera, la comuna con su sentimiento de tribu comunal, se ofrecerá
como vehículo material para el sueño de «liberarse».
Al establecerse la comunidad se definen nuevos afectos producto de los lazos que se
dan dentro de ella. Esto trae consigo reconvertir o entrar en contradicción con afectos
y emociones anteriores y otras que en un pasado próximo no se pudieron manifestar9.
De esta manera, el vínculo con nuevos pares, con los cuales se compartirá gran parte
del tiempo en relación al hogar, define una nueva polivalencia no sólo en los horarios,
sino también en los placeres permitidos en otro tipo de espacios donde el control se
percibe más cercano por motivos tanto de residencia como de lazos familiares. Por ello,
los nuevos espacios de inserción a los que se desplazará el joven de una comuna de Lima
Metropolitana10, durante la tarde, se verán como campos de «sublimación» para la pers-
pectiva de este actor. Y los deseos que alguna vez escuchó, vio o se imaginó conforme al
sistema de imágenes y discursos publicitarios, fluyen en un imaginario que busca formar
parte de estos campos a través de acciones que refuercen la relación del «yo» para con
8 El sentido de pertenencia para con un espacio o comunidad otorga a la persona movilidad y compromiso. Como
señala Amartya Sen (2007: 44): «la persona tiene que decidir acerca de la importancia relativa que debe dar a sus res-
pectivas identidades». La importancia relativa se dará en contextos particulares en el que existen lealtades divergentes
que compiten por ser prioritarias.
9 Esto nos conduciría a la «nulidad de la distancia cínica». Que a decir de Zizek (1994) sucedería cuando redoblamos
el cinismo. Es decir, simulamos públicamente ser libres pero en realidad venimos obedeciendo en los ámbitos que
consideramos privados, ya que aparentemente podemos destruir y construir todo lo que queramos, pero igual nuestra
vida cotidiana participa del juego social predominante.
10 Eduardo Arroyo (2006) propone una lectura más completa de una nueva Lima policéntrica que superaría las conno-
taciones de los llamados conos barriales, a través de lo que él denomina «las siete Limas»: Lima Centro, viejos barrios
de clase media, Lima Oeste, Lima Norte, Lima Sur, Lima Este y Lima Noreste. A su vez el autor también señala que
Lima Centro y en ella «el Centro Histórico es aún el foco neurálgico y síntesis urbana en el que aterrizan todos los
problemas posibles. Para muchos su importancia como centro supera su valor histórico concentrando al día unos dos
millones de usuarios en sus horas punta, muchos de los cuales vienen precisamente de las nuevas Limas, antes conos».
Esto último debido a que la urbe se ha organizado convergiendo todo al centro. Partiendo de esto a su vez se podría
explicar la administración de la nueva realidad limeña de parte de los jóvenes, a través del tiempo y el ocio relacionado
con la comunicación de los espacios geográficos. Relación que se daría entre vivienda-estudio-trabajo-ocio.
268 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
Las discotecas de la cultura de la tarde son espacios que se ven como «excelencia obli-
gatoria» de concurrencia, asistir a ellas es estar en los comentarios y discursos semanales
dentro de la comuna. Estos espacios han trabajado su funcionamiento con una visión
mercantil respecto a las disposiciones del ocio. La apertura de estos locales ya no será ex-
clusividad de la noche, sino abren sus instalaciones conforme a la visión y la confluencia
de su público objetivo desde la una de la tarde, siempre en paralelo a la finalización del
horario matutino que se da en los jóvenes por razones de estudio. El resto de sus asistentes
proceden del oficio de un horario flexible o son jóvenes aledaños del lugar, como también
escolares que pueden encontrarse tanto a la salida de su centro de estudios como por la
inasistencia a estos si estuvieran en horarios de la tarde11. De este modo, la asistencia iría
conforme a la concepción de nuestra ciudad de delimitar los estudios a determinados ho-
rarios, bien sea de mañana o de tarde, concepción compartida y arraigada desde la etapa
escolar como también a los horarios laborales.
El uso del horario en este intervalo de tiempo por parte de los jóvenes que estudian en
la cultura de la tarde, explica también una mayor condición de dependencia económica
para con la familia. Dentro de este aspecto, el turno noche juega a favor de una tendencia
que se limita más a sujetos que asumen un horario durante el día de ocupación plena, con
lo que se puede deducir un mayor grado de independencia conforme a los grupos de la
cultura del tarde. De esta forma, el espacio de la tarde se ve como un espacio medio, en
el que la tardanza o la extensión de los horarios limitados se informan a la familia como
un reforzamiento de estudios con los pares de la comuna, extensión de los horarios per-
mitidos que se utilizarán para dirigirse a las discotecas. Percibiendo a este horario como
punto de comunión juvenil, las discotecas se presentan como un espacio de búsqueda de
nuevas relaciones, potenciando en estos lugares las posibilidades de interrelación con «yo-
grupales» cercanos, y en ello la posibilidad de intimar o relacionarse emocionalmente con
algunas personas del sexo opuesto. Así, no es de sorprender la gran cantidad de demanda
en las discotecas por actores juveniles en horarios de la tarde.
La discoteca como espacio de encuentro físico a través del baile, juega un papel se-
ductor en la cultura de la tarde. De modo que las acciones de seducción se despliegan y
11 La entrada de menores y escolares ha traído consigo el cierre temporal de algunas discotecas, debido a que no se res-
tringe en lo absoluto el consumo de alcohol. Sin embargo, para estos como para los administradores del lugar bastaría
no tener puesto el uniforme escolar tradicional, este último se pasa a guardar en las mochilas, dentro de las cuales
traen consigo «la ropa de calle», cambiándose en un lugar previo al ingreso de la discoteca, de esta manera el ingreso
está «garantizado». Por su lado, los estudiantes menores de edad de los colegios denominados no escolarizados, los
cuales no utilizan el uniforme tradicional, hacen su ingreso tan normal como los anteriores debido al nulo requisito
en las puertas de presentar el documento de mayoría de edad.
YUYAYKUSUN 269
José Antonio Ninahuanca Abregú
buscarán resaltarse para la conclusión del goce. Un goce que algunos análisis han coloca-
do en el marco de lo «preventivo»12. Las ubicaciones geográficas de las principales discote-
cas de la cultura de la tarde se despliegan a través de la cuadra 7 de la avenida Washington,
la cuadra 2 de la avenida Uruguay o también, aparentemente cercana a éstas, en la cuadra
15 de la avenida Arequipa en el distrito de Lince. Todas ellas muy próximas a institutos,
academias preuniversitarias y colegios tanto escolarizados como los que no lo son.
La juventud es usuaria de este espacio de goce, la significación de este goce lleva a
la pregunta de explicar su sentido, esto a través de formularnos lo siguiente: ¿por qué la
búsqueda del goce en este espacio?, ¿qué es lo que le otorga ese sentido seductor? Ello
conduce en gran manera a observar la estructura interna de estas discotecas, así como las
relaciones manifiestas dentro de ella conforme a su ambiente, es decir, su estructura y
comunicación simbólica. Si bien existen una variedad de comportamientos presentes, es
la dinámica del baile y la sinestesia de los ritmos y bailes contemporáneos tales como el
perreo, el merengue, la salsa, la cumbia, la música electrónica, entre otras, lo que establece
la proximidad física para con el otro. El ritmo exacerbado del reggaeton, tanto como el
tropical y el romántico reforzados con letras «agresivas» de seducción o frustración, es-
tablecen en los jóvenes una fuerte dosis de connotación sexual. El cuerpo así se presenta
como símbolo de las emociones de la mente (Fromm, 1966). El roce corporal entra al
lenguaje de las experiencias físicas jugando con el ambiente sombrío, la combinación con
las luces electrónicas y el sonido. Los acercamientos se dan en un espacio relativamente
oscuro que grafica una invitación erótica desde el momento en que ingresan los jóvenes.
El contraste entre la luz de la tarde y la relativa oscuridad, profesa una emoción por lo
oculto, lo oscuro, lo prohibido tal como ha sido entendido en nuestra sociedad. Por ello,
el goce se ubicará en un espacio relacionado al ocultamiento o al secreto. Un espacio de
diversión que la discoteca ofrece en la tarde a jóvenes que saben que no serán descubiertos
al concebir este lugar como un búnker de liberación del goce, que refuerza con su am-
biente tenue, una máscara oculta de emociones transpuestas a este escenario y ocultadas
en otros lados. La acción de goce liberada en este espacio de «sublimación postmoderna»
es entonces, la liberación de lo que se entiende como erótico, dentro de un espacio perci-
bido como un «ello escenificado»13 de carácter dionisiaco, emociones inconscientes que se
12 Al respecto véase Ubilluz, Juan Carlos (2006: 93-118). El material mencionado termina por asumir una «regulación
social del sexo». Ello se muestra en su conclusión final al asumir una posición azarosa respecto al «porvenir» de una
relación erótica simuladora. Poca certeza crítica para un análisis contradictorio. En este apartado se apuesta por una
descripción etnográfica y crítica a través de una «irregularización socializadora del sexo», es decir, una situación acorde
a un desborde propio de nuestra realidad y relacionado más certeramente a la espontaneidad juvenil. De no ser así, el
análisis que abordaría la temática, tan solo se quedaría, en un diagnóstico clínico de escritorio con cierto aire sociológico.
13 Sigmund Freud resalta la relación entre deseos inconscientes y la posición de energía psíquica definida como «Ello»,
en esta zona psíquica, al igual que en las discotecas, se perdería un sentido de la temporalidad en relación a las
normas sociales «civilizadas» o las «leyes lógicas del pensamiento» o lo que el mismo Freud (1953) definiría como el
principio de realidad opuesto al principio del placer. De acá no solo se podría decir que las representaciones internas
del inconsciente están siempre en interrelación dinámica con lo externo sino que grafican en gran manera su origen.
Guilles Lipovetsky (2007: 243), a su vez, recuerda que actualmente el sentido de las fiestas no se proponen conservar
las tradiciones, no centrando su centro de gravedad en el pasado, las fiestas animan el presente de los individuos. «No
se trata ya tanto de reavivar la memoria sino de transformar el presente en tiempo lúdico y recreativo».
270 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
14 Jacques Lacan (1998) observa la expresión del inconsciente a través del lenguaje simbólico que nos da lugar a
construir de manera objetiva representaciones concretas tanto en palabras y actitudes del cuerpo como en objetos
materiales.
15 Ello ha venido definir nuevamente vidas y espacios. Es decir, se tendría en una relación constante y sin fronteras
rígidas, una vida pública, una privada y una secreta.
16 Lo que Peter Sloterdijk (1989) llamaría «falsa conciencia ilustrada». Resulta también importante revisar lo que el
autor denomina «kinismo», una acción pragmática argumentativa de rechazo popular. Podríamos decir a su vez que
el «kinismo» sería también un uso social del lenguaje que transversaliza las clases sociales.
17 Compartimos acá la definición de individualidad tal y como la entiende Beck Ulrich (2002: 65-66), es decir, una
individualidad que incluya instituciones esenciales en la sociedad para el desarrollo de una biografía propia como a
su vez de postulados colectivos.
18 Y es que el erotismo lleva consigo en su raíz conceptual la alimentación de las energías expansivas del deseo. Ver
Ricardo Fernández Tapia y Luis De Benito (1987). En el contexto actual cabría hablar menos de la separación entre
erotismo clásico y sexualidad, dado que el goce contemporáneo se sumerge en una lógica de erotismo sexualizado,
es decir, los actos eróticos al verse más cercanos al joven producen nuevas tendencias, que terminan por juntar más
estrechamente la relación entre estos y el acto sexual.
YUYAYKUSUN 271
José Antonio Ninahuanca Abregú
19 Nugent reafirma su crítica contra el tutelaje al señalar que «la cultura del gamonalismo no desaparece como forma de
organizar la relaciones cotidianas de autoridad». Con relación a esto último consultar Nugent, 2009: 137-159.
272 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
YUYAYKUSUN 273
José Antonio Ninahuanca Abregú
20 La investigadora María Teresa Quiroz, señalada conforme a sus trabajos como la que mayores aportes ha dado a esta
temática a nivel nacional y latinoamericano, se ubicaría en palabras de Baudrillard en el marco de la «ilusión ciber-
nética», es decir, en la ilusión del poder de la técnica. Sus análisis resultan poco críticos y ambiguos, adquiriendo la
lógica del azar cuando al terreno de las propuestas se ingresa. La lógica del azar de las consecuencias tecnológicas llega
a lo mucho, para la autora, a una proyección positiva conforme a la expansión del mercado de visión económica-
mercantil-eficiente, más que de un análisis bio-psico-social. Véase sus trabajos: Aprendiendo en la era digital; Apren-
dizaje y comunicación en el siglo XXI; Información, conocimiento, entretenimiento: reflexión en torno de tres prácticas;
Jóvenes e Internet: entre el pensar y el sentir. Para una aproximación más exacta a su línea de propuesta véase Quiroz,
2006: 113-135.
21 Expresión de Jean Baudrillard (1996: 27-37) para explicar la relación entre un sujeto y el espacio virtual denominado
videosfera.
274 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
YUYAYKUSUN 275
José Antonio Ninahuanca Abregú
parecer libre, gozar al máximo y estar a la altura de lo que se espera del comportamiento
erótico (Lipovetsky, 2007: 281). El joven, de esta manera, organiza sus fantasías en este
espacio según la geografía del lugar. Sus sentimientos y emociones se irán formando y
realizando de acuerdo a los objetos que pueblan la imaginación, modificando sus sentidos
según las percepciones22, haciendo nacer dentro de sus sentidos y su imaginación, pensa-
mientos que los acompañarán en su vida cotidiana.
Por otro lado, los bares en el centro de Lima han diversificado tanto gustos como dis-
tinciones, desde el Bar Queirolo con su recién remozado salón «Hora Zero», presente en
el jirón Quilca, como los ubicados a lo largo del Jirón de la Unión, la avenida Colmena,
los jirones Cañete y Chancay, a lo largo de Washington, Chota y aledaños a la avenida
Alfonso Ugarte o Emancipación, entre muchos otros que se ofertan a la juventud. Los
bares pueden verse como espacios previos para dirigirse hacia otros espacios, como una
discoteca y un show de la barra o como espacio colosal para los que lo escogen como sitio
de mayor permanencia.
La percepción coloquial del bar hará que la comuna de la tarde manifieste con mayor
holgura sus emociones, ello deviene tanto de sustancias etílicas como del ambiente de
expresión profanada por un marco de visión que promociona una estructura de compor-
tamiento por y para los diferentes usuarios.
Lo que resalta predominantemente ahora en el bar es la mixtura de los géneros y su
relación. La sutilidad de los temas oscilan para los varones, desde un pequeño debate de
ideas hasta una ramificación de experiencias y chistes que en su mayoría ejemplifican el
machismo y lo temores de la masculinidad a través de la lógica del chiste encubierto.
En el caso de mujeres juega el factor secreto como invitación seductora. La feminidad
es vista por ellas como posibilidad y capacidad, sobre todo, de asentar su individualidad
en un espacio que se ha presumido exclusivo de varones. Es cada vez mayor la presencia
de mujeres jóvenes en grupos independientes distanciadas de varones. Su ingreso a estos
espacios las asume, para la vista de los hombres, de un comportamiento más libertino; sin
embargo, su impronta en estos espacios23, les da una autonomía de conducirse y hablar
con quien quiera, tanto fuera y dentro de su grupo. Esa condición de independencia que
van adquiriendo desde muy jóvenes las adolescentes de la cultura de la tarde, manifiesta
los usos de la feminidad en su relaciones con los jóvenes del sexo opuesto. Las acciones
discursivas y corporales, las cuales han pasado a través de los filtros del lenguaje, de las
prohibiciones y las permisiones exteriores, así como de las inhibiciones y las excitaciones
(Lefebvre, 1976: 86), lo que a su vez se puede entender como esfuerzo y logro. Se van
definiendo como conductas más autónomas conforme a la mirada de su entorno.
22 Para el Marqués de Sade (1969: 144-145) el «hombre contrahecho», es decir ,aquel hombre que crea espejos para ser
hermoso, sería equiparable al hombre producido por un determinado sistema.
23 Y es que estos espacios como marco de expresión de la vida cotidiana son a su vez expresión pura de una práctica
social. Ver Henri Lefebvre (1976). De esta manera, las necesidades (como en el caso femenino referido a este espacio),
se han convertido en deseos concebidos anteriormente hasta incursionar a la práctica cotidiana misma, reconfiguran-
do el espacio mismo.
276 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
Los espacios de diversión son un mosaico de expectativas y conductas para la cultura de nuestra
juventud. (Fotos del propio autor).
Este apartado obedece a vínculos bilaterales más comprometidos, los cuales parten desde
el imaginario de la comuna. En esa suerte, la coacción tribal juega un papel de condicio-
namiento de la llamada «camita» que se presenta como mecanismo de inducción de parte
de los pares para que dos jóvenes conformen una pareja. Los vínculos afectivos presentes
se construyen a través de gustos, distinciones y expectativas de «triunfo»; estos marcan
en gran manera una temporalidad esporádica de unión, debido a que las decisiones sobre
el proyecto de vida aún se encuentran en debates irresolutos, y cuando estos últimos se
abruman en el imaginario individual del joven, se busca el refugio de la «tranquilidad» o
soporte de las emociones.
La unión resulta así tanto de compartir las expectativas del goce consumistas, de cos-
tumbres socioculturales, así como de rebeldías y frustraciones compartidas, como tam-
bién —pero en menor medida— del desarrollo emocional y profesional. La pareja de la
cultura de la tarde asume una visión unitemporal del amor y ello los conduce dentro de
YUYAYKUSUN 277
José Antonio Ninahuanca Abregú
278 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
YUYAYKUSUN 279
José Antonio Ninahuanca Abregú
24 Utilizamos este término para describir la rigidez y poca apertura del mapa mental de un actor social, según sus expec-
tativas, emociones y actitudes.
25 Y es que el sistema de la moda tiene que mostrarse multifacético. Su lógica deniega y de-construye normas insertadas
dentro de la misma línea del consumo, hecho que engrosa y desperdiga múltiples expectativas en el sujeto. Como
Baudrillard señalaría, en la época del éxtasis de la comunicación la instantaneidad ha miniaturizado nuestros inter-
cambios a una sucesión de «visibilidad omnipresente» a través de pantallas o terminales operacionales. Es decir, la
«encefalización electrónica» nos llenaría de «virtudes» a medida que ordenaría nuestra arquitectura social y nuestro
comportamiento (1997: 15-16).
280 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
La utopía se muestra como principio u horizonte que busca materializar los sueños y de-
seos. Por ello, es un camino de construcción de un modelo que un «actor conscientemen-
te ilustrado» añora. Pero los jóvenes de la cultura de la tarde, en la cual sus deseos parten
del goce inmediato unitemporal, eliminan todo ese espesor histórico que a la larga los
hace usuarios funcionales y pragmáticos del cinismo. Los «perdidos», divorciados de todo
pasado a un nivel larga duración, no asumen la utopía como constructo ideal de un país o
una comunidad en su sentido de colectividad solidaria. La noción de sus derechos no al-
canza la transformación o fiscalización de las estructuras político-económico-sociales. Por
el contrario, son microcosmos culturales e individuales que se arrojan a la vida práctica
sin ningún compromiso social; de ahí se puede entender la indiferencia total para con un
«otro» muy próximo físicamente, pero muy ajeno a su sentido comunal. Individualismo,
egocentrismo y geocentrismo son principios rectores de su cotidianeidad.
Los jóvenes de la cultura de la tarde, sumergidos en el marco del narcisismo y seduci-
dos también por las expectativas del goce, realzan y muestran comportamientos compul-
sivos para la concreción de su deseo, deviniendo en un estado de perversión. Su «utopía»
desaforada de lo colectivo, es tan presentista que se ve diariamente abrumado por renovar
sus pulsiones y placeres en sus relaciones con sus pares de goce compartido. Su acción
«utópica» del placer, no es más que una acción sintomática. El conocimiento del ocio y
su satisfacción, es tanto cuerpo como emociones transformados ambos en conciencia.
Configuran de este modo un verdadero modelo de sabiduría cínica26. Esto viene a ser en-
tonces, un juego del ocio que se relaciona con los comportamientos de los «yo-grupales»
contemporáneos definidos generalmente como comunas, en el que los espacios de diver-
26 La sabiduría cínica concibe la prohibidad y la integridad como una forma suprema de libertinaje. La verdad como
forma más efectiva de mentira. La moralidad al servicio de la inmoralidad (Zizek, 2003:. 329-370).
YUYAYKUSUN 281
José Antonio Ninahuanca Abregú
sión, instauran un principio del goce, que atañe en su profundidad tanto felicidad como
dolor, mostrándolos como principios de relajación en una ciudad estresada y estresante.
Aun así, la «utopía» del joven de la cultura de la tarde puede ser tanto un horizonte de
vida como una etapa de la misma, si se hace de aquella un elemento crítico constructivo
que aporte al desarrollo de la ciudadanía de nuestra juventud. Por lo tanto, cada hombre
puede ser partícipe crítico y creativo del movimiento del mundo, ya que este mismo mo-
vimiento es el que lo trae y expone al mundo (Sloterdijk, 2006: 56).
Teniendo esta última noción específica como posibilidad de participación, debe bus-
carse siempre imágenes que potencien la convivencia intercultural y comunicativa, en un
marco en el que la violencia tanto física como simbólica, se diezme a través de acciones
y responsabilidades compartidas sin entrar al juego violento de identidades impositivas,
reforzándose así, en nuestro imaginario, una conjunción de un modelo de comunión de
conocimiento ciudadano para las futuras generaciones de nuestra Lima hasta ahora «tres
veces coronada por el caos».
La juventud, entonces, tiene el deber de construir en principio una visión autocrítica
y una lectura del caos, buscando encontrar en su análisis las potenciales posibilidades
presentes en el mismo.
Referencias bibliográficas
Arroyo, Eduardo. (1994). El Centro de Lima: uso social del espacio. Lima: Fundación Friedrich
Ebert.
———————. (2006). Escenas urbanas en Lima: jóvenes y espacios de diversión nocturna. Tesis
para optar el grado de Magíster en Sociología en la PUCP. Lima.
Badiou, Alain. (2005). Imágenes y palabras. Escritos sobre cine y teatro. Buenos Aires: Ediciones
Manantial.
Bauman, Zygmunt. (2007). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. México:
Fondo de Cultura Económica.
Donatien Alphonse, Francois (Marqués de Sade). (1969). Escritos filosóficos y políticos. México:
Editorial Grijalbo.
Elias, Norbert y Eric Dunning. (1995). Deporte y ocio en el proceso de la civilización. México:
Fondo de Cultura Económica.
282 YUYAYKUSUN
La cultura de la tarde seducción y socialidad en espacios de diversión juvenil
Elster, Jon. (1997). Egonomics. Análisis de la interacción entre racionalidad, emoción, preferencias y
normas sociales en la economía de la acción individual y sus desviaciones. Barcelona: Editorial Gedisa.
Fernández Tapia, Ricardo y Luis De Benito. (1987). Erótica y sexualidad: El poder de la seduc-
ción. Madrid: Ediciones Iberoamericanas Quorum.
Foucault, Michel. (1996). Tecnologías del yo y otros textos afines. Barcelona: Ediciones Paidós
Ibérica.
Freud, Sigmund. (1953). Nuestras aportaciones al psicoanálisis. Obras completas T. XVII. Buenos
Aires: Santiago Rueda Editor.
Giddens, Anthony. (2000). Modernidad e identidad del yo. El yo y la sociedad en la época contem-
poránea. Barcelona: Ediciones Península.
Habermas, Jürgen. (1999). La inclusión del otro. Estudios de teoría política. Barcelona: Paidós.
Lacan, Jacques. (1998). Las formaciones del inconsciente. Buenos Aires: Paidós.
Ninahuanca Abregú, José Antonio. (2009). La farandulización del mundo de la vida en Lima.
En Santo Tabú… caminando por el laberinto 1. Revista del Colectivo de Estudios Culturales e
Imaginarios Sociales. Lima.
Nugent, Guillermo. (2003). ¿Cómo pensar en público? Un debate pragmatista con el tutelaje cas-
trense y clerical. En Estudios culturales: Discursos, poderes y pulsiones. Lima: Red para el Desarrollo
de la Ciencias Sociales en el Perú.
————————. (2009). Dialogando… con Guillermo Nugent. Tiempos de cosecha cultu-
ral. Entrevista concedida a Santo Tabú…caminando por el laberinto 1, revista del Colectivo de
Estudios Culturales e Imaginarios Sociales. Lima.
YUYAYKUSUN 283
José Antonio Ninahuanca Abregú
Quiroz, María Teresa. (2006). Políticas culturales. Ensayos críticos. Lima: IEP.
Sartre, Jean Paul. (1949). El ser y la nada. Buenos Aires: Ediciones Ibero-Americana.
Scribano, Adrián. (2009). Sociología de la felicidad: el gasto festivo como práctica intersticial.
En Yuyaykusun N° 2. Revista del Departamento Académico de Humanidades de la Universidad
Ricardo Palma. Lima.
Sen, Amartya. (2007). Identidad y violencia: la ilusión del destino. Buenos Aires: Katz Editores.
Ubilluz, Juan Carlos. (2006). Nuevos súbditos, cinismo y perversión en la sociedad contemporánea.
Lima: IEP.
Zizek, Slavoj. (2003). Ideología. Un mapa de la cuestión. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica.
—————–. (1994). Goza tu síntoma. Buenos Aires: Nueva Visión.
—————–. (1999). Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Buenos Aires:
Paidós.
284 YUYAYKUSUN
FILOSOFÍA
Diálogo intercultural desde
la perspectiva de la otredad
Ruth Romero Huamaní
RESUMEN
El presente artículo es un tema muy crítico en las sociedades actuales visto como un diálogo
intercultural, desde la perspectiva de la otredad. El tema de la interculturalidad se enfrenta
constantemente con otras formas de ver al mundo, esto significa que el mundo se encuentra marcado
por el surgimiento de nuevas formas de política identitaria, evitando filtros de paradigmas radicales
y universalistas de la modernidad. Las interrelaciones culturales en las diásporas de la vida secular
buscan un nuevo tipo de conocimiento del entendimiento de la intercomprensión entre los otros y/o
extraños como límites de nosotros, esto significa extender la amistad y la reciprocidad así como los
derechos humanos de manera diferente a la posición etnocéntrica y eurocéntrica.
ABSTRACT
This article is about a very critical topic in the current societies, which is seen as an intercultural dialog
from the perspective of the otherness. The subject of the interculturality is constantly faced with
other ways of seeing the world. This means that the world is marked by the emergence of new forms
of identity politics, avoiding filters of radical and universal paradigms of modernity. The cultural
interrelationships in the Diasporas of the secular life like look for a new kind of knowledge of the
understanding of the inter-understanding between the others and / or the strangers as limits of us
which means to extend friendship and reciprocity as well as human rights in a different way from the
ethnocentric and Eurocentric position.
L
a cuestión de la diversidad como punto de partida en la sociedad actual se aborda
desde diferentes aristas disciplinarias que plantean diversos intentos sobre el diálo-
go intercultural, parte de esa diversidad son las personas y culturas. Tal diversidad
no es un obstáculo para la interrelación, sino, es el elemento de cultivo fundamental,
para hacernos más patentes en la necesidad del diálogo como tal. Para tal efecto, si el pun-
to de partida es el reconocimiento de las diferencias como señala Charles Taylor (1992),
entonces creemos en la necesidad de una hermenéutica del ponerse en lugar del otro, para
tener un entendimiento equitativo entre las personas y las culturas, que será el telón de
fondo y condición en el diálogo intercultural, esto como base de la emergencia de las
culturas trascendentales o denominadas culturas oriundas o indígenas según la posición
occidental.
Como bien se sabe, el problema cultural se ejercita en el campo de la ética y políti-
ca; esto constituye una exigencia de carácter práctico donde la contextualidad interpela
y es interpelada en el devenir cultural. A partir de diferencias entre lo pragmático y el
conocimiento surge la necesidad de comprendernos mejor entre unos y otros, para ello
es preciso anular la indiferencia en relación a él o ellos. Pues, dentro de este contexto
inclusivo cabe considerar, no como otro o como extraño, sino otro como yo. Dentro del
marco de un mundo compartido esto da lugar al acercamiento y la posibilidad de al-
canzar los horizontes de la libertad, la justicia y de la felicidad, los cuales se consiguen
en las diásporas de la vida, que no solo se percibe en las culturas emergentes, sino en la
propia cotidianidad de los entes pensantes, lo cual supone luchar con ellos a través del
pluridiálogo de las culturas diversas.
Esta experiencia se conforma por el habla y por la capacidad de los seres humanos
para humanizar el mundo por medio de la comunicación y el discurso de carácter in-
tersubjetivo; sin embargo, sabemos que no solo basta estas capacidades, sino el propio
ser humano ha inventado otras formas de comunicación para generar el diálogo plural
(pluridialogal) que son las imágenes publicitarias, signos, símbolos culturales, sígnicos
de rostrificación, mitos intelectuales y aquellas llamadas redes sociales como: Facebook,
Twitter y otros, dentro del campo tecnológico; que por cierto son compromisos activos
con el diálogo y no un simple encuentro entre seres humanos de diversas formas de vida,
espacios geográficos, tiempos relativos y prácticas culturales, como señala G. Durant y
H. Arendt (1998), sino va más allá del sentido comunicativo que son esferas y escenarios
del juego hiperreal.
La categoría articuladora en las relaciones entre personas (entre lo diverso y entre los
iguales) es el juicio, porque permite la comunicación y es entendido como la capacidad
de pensar para la acción con los otros y como recurso tensional crítico entre lo propio
y lo ajeno, lo universal y lo particular. Que desde la esfera cosmopolita se considera al
«mundo como un lugar común de las reuniones de todos, por tanto, todos viven el buen
vivir y ven, oyen desde diferentes posiciones, esto es un posicionamiento diferenciado.
Para algunos expertos en estos temas, entender a los otros o a las otras culturas en un
esquema de intraculturalidad supone por ende, la posibilidad de comprender y hasta juz-
gar a los otros para evitar la conversión en situaciones de fetiches intocables que avasallan
a los hombres de una manera innecesaria (esto evita a caer en las posturas de atomismo o
etnocentrismo) (Pérez Tapies, 2002).
Comprender las diferentes alternativas admisibles, que muchas veces pueden ser váli-
das en las propias situaciones, es necesario; porque el rechazo y la negación del otro surge
de un cuestionamiento de las especificidades propias, en el encuentro de formas de vidas
diversas, en distintas culturas emergentes y también no emergentes. Esto significa que la
peculiaridad a la diferencia es un derecho de ser uno mismo, así como de convertirse en
otro, por ello en palabras de expertos en principios éticos, no puede aceptarse que la to-
lerancia se entienda como indiferencia, porque de ser así, no hay un real reconocimiento
de la diferencia como señala Taylor.
En las culturas emergentes muchas de las manifestaciones de intolerancia de-
muestran un rechazo a aceptar el principio de igualdad. Porque como señala Todorov
(1992) la tolerancia fundada en la igualdad no debe conocer ningún límite. Esto
significa que los sujetos y las culturas interactúen y se interpreten recíprocamente
a pesar de tener diferentes concepciones del mundo. La reciprocidad muchas veces
288 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
YUYAYKUSUN 289
Ruth Romero Huamani
tanto nos damos cuenta que los otros nos miden con sus propios criterios; esto sig-
nifica que las culturas emergentes se vuelven como objeto de estudio de postulados
eurocéntricos, desconociendo los avatares de lucha colectiva. Estas transformaciones
suceden con nosotros mismos respecto a los demás y los medimos con nuestra pro-
pia escala de valores. El problema es la dificultad para poder huir de la cultura de
la que procedemos o pertenecemos y ubicarnos en «zona de nadie» y que podamos
situarnos para generar juicios de valor con un carácter neutral.1 De ahí emergen
cuestionamientos como: ¿hasta dónde es posible hacer juicios legítimos desde unas
culturas en torno a otras? Para tal efecto, creemos que una posibilidad para lograrlo
es poniéndose en lugar de los otros intentando desde ahí comprenderlos para generar
una concepción lógica de las situaciones interculturales.
En el etnocentrismo encontramos la expresión más clara y polarizada de lo que es
la diferencia. En esta se rechaza toda la pretensión universalista, llevando así hacia la
orientación extremista del relativismo extremo, esto sucede al no poder articular los
criterios valorables de las culturas y mostrar su inconmensurabilidad por las deudas
de la historia y tradición de cada cultura. Con esto se muestra una clara evidencia que
conlleva la consecuente relatividad de los juicios que no trascienden en las propias
fronteras, porque presentan un absolutismo contradictorio ensimismado. Es posible
encontrar formas claras de salir de algunos etnocentrismos como se viene hacien-
do en nuestro medio con las reivindicaciones justificadas de parte de las culturas
«llamadas indígenas que ellos mismos han aceptado ser o llamarse así, lo cual es un
error histórico convencional desde nuestra perspectiva, por muchas razones, por lo
que aún creemos que hay la posibilidad de corregir la historia fallida». Esta formas
de entender la cultura se han patentizado en los últimos tiempos, al proponer la
concepción del reconocimiento como epojé del concepto de la diferencia estas vi-
siones se muestran a través del pluralismo cultural. Como paradigma unificador este
pluralismo adquiere importancia en los últimos veinte años del siglo XX dentro de la
teoría social —filosofía de la cultura—, como importante y resonante precisamente
por insistir en la diferencia.
Siguiendo al pensador interculturalista Pérez Tapias, el antagonismo entre uni-
versalismo y relativismo lleva el etnocentrismo de por medio como caballo de batalla
de Hércules o como sucede en la cultura política en nuestro medio cuando se refiere
a la carrera de los nuevos gobiernos municipales, con la esperanza de apropiarse,
por corto o mediano plazo, el sillón municipal o presidencial, aprovechando la ig-
norancia de la conciencia colectiva, especialmente de las personas que se mantienen
lejos de la educación como su concepto mismo denuncia —educación— y no solo
formación basada en la instrucción. Y con la salvedad de administrar las políticas
públicas al alcance de todos. Por ello, «la filosofía de la cultura cuyo nacimiento todavía
relativamente reciente acusa un etnocentrismo contraído como enfermedad congénita que,
1 Esta cuestión es señalada por Gadamer cuando habla de los prejuicios que se dan en las concepciones humanas.
290 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
sin embargo pronto trató de verse contrarrestado por la crítica ejercida desde este campo de
la reflexión filosófica» (Cruz, 1999: 336).
Se trata de la necesidad de un recurso intercultural de carácter ético, crítico y
humanista, donde las propias culturas aprecien el reconocimiento de cada una de
ellas. Esta es una visión compartida del mundo que nos dice a todos y cada uno de
nosotros algo más profundo en su más real sentido posible. El intento que hacemos
es la búsqueda del logro de una estrategia común de vida para todos, llamado actual-
mente el buen vivir o vivir bien conjuntamente con la naturaleza y las demás perso-
nas, que no es sino reconocer lo que está en manos de las culturas, quienes son las
que muestran el camino para alcanzar soluciones posibles y universalizables —sería
volver, una vez más, a mirar a la ética kantiana— a través del recurso de la pluralidad
y el reconocimiento bajo las miradas y visiones del horizonte de sentido crítico. Esto
es el caminar hacia la humanización de la propia civilización.
La cuestión primordial es: qué es el pluralismo cultural dentro de la expresión
de la diferencia, qué es lo que muestra. La respuesta más próxima es a partir de la
concientización y del reconocimiento de la riqueza in situ de las diversas culturas,
que, como bien sabemos, el recorrido histórico de esa diferenciación ha sido tanto
positivo como negativo. En cuanto a lo primero ha hecho patente la diversidad; y
en cuanto a lo segundo ha habido dominio por parte de algunas culturas, lo que se
aprecia y se muestra es que a partir de la diferenciación entre las culturas se suma el
hecho aún más problemático de la asimetría o justo medio entre ellas.
Ante estas diferencias y desniveles es preciso soslayar un etnocentrismo «que in-
valide y dificulte el diálogo intercultural. Una manera de paliar ese etnocentrismo es a
través del respeto y el reconocimiento como imperativo ético entre las culturas y, en su
caso, entre los miembros ad intra de las culturas… Es ahí donde una civilización logra
eliminar o reducir al mínimo el oscuro fondo de la diferencia o esa misma vida pública
concluirá en una completa petrificación» (Arendt: 1987: 437).
La cuestión se desprende cuando el etnocentrismo en su impulso centrífugo in-
tenta universalizarse a como dé lugar y de manera prejuiciosa propone la estandariza-
ción de las pautas culturales que se han venido imponiendo como la propia historia
aun no clara ha demostrado. Por lo que, este intento de hegemonizar el mundo cul-
tural es y ha sido siempre criticado de manera constante, sin conseguir algo positivo.
El gran «huracán de la globalización» del que habla Franz Hinkelammert y que hoy
percibimos con una fuerza avasalladora en todas partes, escenarios y espacios, «asfixia
las diferencias culturales y ataca la sustancia misma de la vida en sus más diversos órde-
nes, desde el psicológico personal hasta el ecológico (Fornet-Betancourt, 1997). No se ha
considerado que en esa Aeronave Espacial Tierra2 está la metáfora que nos explica lo
que se podría apreciar como cosmopolita por la diversidad de las situaciones, no son
ni mucho menos iguales al grado de sostener que ahí la «mesa no ha sido puesta para
YUYAYKUSUN 291
Ruth Romero Huamani
todos» sino que ese proceder expresa el dominio en el ámbito cultural con la conse-
cuente exclusión insuperable. Mostrando así «la necesidad de un proceder conceptual y
ético de imaginarse en el sitio del otro donde en principio nada humano quedaría fuera,
en tanto que todos los humanos estarían en la nave y sobrevivirían o perecerían en ella. Es
decir, su destino sería compartido en común» (García, 2003).
Cómo y con qué criterios se puede buscar los espacios comunes, cómo es posible
pensar en ponerse en el lugar de los otros, cuando los otros muchas veces no buscan
ponerse en los lados donde estamos o estaríamos. El punto de inicio está en las tesis
de la tradición kantiana, cuando parte de la apuesta sobre una de las tres máximas del
sensus communis, que pretenden las personas críticas apelar a:
De acuerdo a esta tesis pensar por sí mismo es una máxima que puede sostener-
se como transcultural en tanto que como acción de reflexión y de pensamiento se
adscribe a todas las personas y, en este contexto, a todas las culturas, que dentro del
imperativo categórico es posible. Este criterio expresa la regla de la autonomía. Y
también, pensar de acuerdo con uno mismo o pensar sin prejuicios afirma la regla de
la reflexividad e incluye el valor de la responsabilidad personal, actualmente inclui-
ríamos la responsabilidad social y sostiene el ponerse o imaginarse en el lugar del otro
o pensar extensivo, donde el pensar no solo estará pensado en el otro sino en todo
o todos como personas incluidos con dignitas. Con esto se sustenta la reciprocidad
y se incluye la característica del respeto mutuo que siempre debe permanecer en la
conciencia colectiva no solo como una moda pasajera, sino como un patrón ejemplar
de las sociedades interculturales emergentes.
Dentro de la tesis del diálogo intercultural, pedirle a alguien que adopte nuestro
lugar para poder lograr un entendimiento y la consecuente comunicación manifiesta
las diferencias que hay entre el que adopta nuestro lugar y nosotros mismos, pero esto
muchas veces es imposible cuando surge la inconsistencia de argumentos legales y
jurídicas. Es cierto que a pesar de las diferencias hay a la vez también ciertas simetrías
para lograr ese entendimiento, según los defensores de la diferencia, porque sin ello
no tendría sentido hablar de lo que es el diálogo intercultural. Cuando se enfrentan
dos culturas diferentes una de ellas pretende que sus deseos y creencias sean válidos
y el otro intenta luchar con las mismas intensiones evitando el fracaso, lo cual es y
será un periplo largo en el quehacer del enfrentamiento. Unos triunfan y otros se
292 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
someten como es el caso de Irak o como las culturas andinas que aún siguen some-
tidas en el paradigma eurocéntrico y pragmático perdiendo de manera constante y
permanente la horizontalidad originaria. Esto muestra la disimetría entre ambas. No
obstante, hay un trasfondo que todas esas culturas tienen, esto es en lo que concierne
a la atribución de autonomía que sería a los otros y a nosotros, dentro de ella la suma
de ambos enmarca la vosotrocidad como una visión compleja de lo que se presenta
en la interrelación dicotómica. En ese sentido estamos en una posición de simetría
(Thiebaut, 2000), o un justo medio, o la ley de atracción que unifique la capacidad
de cada quien o cada cultura de autodeterminarse y pensar por sí mismos. Camino
hacia la autonomía. Aunque parece limitable para otros esta percepción. Por ello, el
enfrentamiento entre las manifiestas diferencias peculiares de cada cultura pueden
articularse gracias a ese sustrato común que las relaciona.
Como se constata en los paradigmas cotidianos ponerse en el lugar del otro signi-
fica respetar su diferencia y aceptar su autonomía, lo cual, no significa «ceder ante ese
otro, a dar por descontado que ese otro, por el mero hecho de serlo (de ser él mismo) entien-
de su propia razón, ni, menos aún, que la tiene» (Cruz, 1999: 109-110), sino aceptar la
expresabilidad que permite admitir la propia diferencia con el fin de mostrar algunos
antagonismos que hay dentro de una y de otra cultura.
Desde nuestra posición creemos que hay la posibilidad de entendimiento entre
culturas disímiles que parte de esta dificultad expresada en la disimetría, esta es
superable a partir de la posibilidad interpretativa que dé la posición de pensar en el
lugar de cada otro que no es sino una forma mejor de organizarse y auto organizarse.
Es aquí el lugar del otro, se mide desde cualquier posibilidad universalizadora y esto
debe replantearse siempre desde el diálogo y el razonamiento compartido entre cul-
turas. De ahí que las razones empleadas por alguien puedan aceptarse como válidas
para unos y otros y para otras inválidas. Como se puede ver que en esta máxima
del juicio (ponerse en lugar del otro críticamente) es fundamental la consideración
del juicio reflexivo porque pretende superar la disimetría de los ámbitos creenciales
diversos. Y a través de esa reflexividad donde se trata de subsanar tales disimilitudes
para rebasar los obstáculos en el discurso y así alcanzar la comprensión mutua, el
diálogo y quizá un acuerdo que como aspecto fundamental es un subyetum de base
para estas cuestiones de emergencia intercultural. El horizonte de sentido de los
otros es al que pretendemos desplazarnos para el logro de la comprensión e inter-
comprensión, tal horizonte es algo en lo que hacemos nuestro camino y que hace ca-
mino con nosotros, ante esto señala el hermeneuta Gadamer que «si uno se desplaza,
por ejemplo a la situación de otro hombre, uno le comprenderá, esto es, se hará consciente
de su alteridad, de su individualidad irreductible, precisamente porque es uno el que se
desplaza a su situación» (1977: 375). El desplazarse en este caso no siempre es con-
tinua, empatía, tampoco es sumisión bajo los patrones del otro, sino es un ascenso
hacia una totalidad de sumo bien que rebasa las particularidades propias y del otro.
Es ese concepto de horizonte en tanto expresa la panorámica más amplia que debe
YUYAYKUSUN 293
Ruth Romero Huamani
294 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
de cada quien son diversas, por eso ‘ponerse en el lugar del otro’ permite entender la
justificación de las razones del otro y así lograr la simetría que se genera por el respe-
to y por la aceptación de autodeterminación de los otros. Ante esta simetrificación,
cabe considerar, que no hay jerarquía sin igualdad porque estamos hablando de una
igualdad en la dignidad, que muchas veces pierde su sentido propio ante la mala con-
ciencia y prácticas culturales invadidas para su desaparición en el tiempo por aquellas
culturas llamadas «superiores», que no son sino culturas occidentalizadas.
Para muchos genera controversia el ‘ponerse en el lugar del otro’ con mentalidad
agrandada o «amplio modo de pensar», según las palabras de Thiebaut, supone la apti-
tud de abrirse para generar la comunicabilidad, recibir el consejo del otro y, en última
instancia, ponerse en sintonía con los supuestos normativos del otro (1999: 36). Es
la posibilidad de apartarse de las condiciones privadas subjetivas del juicio, dentro
de las cuales se está como encerrado. Asimismo, significa reflexionar sobre el propio
juicio desde un punto de vista más amplio o universal, que no puede determinarse
más que poniéndose en el ‘punto de vista de los demás’ (Kant, 2005). En este sentido,
sostiene Gadamer, «parece una exigencia hermenéutica justificada el que uno se ponga
en el lugar del otro para poder entenderle» (Gadamer, 1977: 373)3.
El problema que surge aquí es, si bien podemos poner las creencias y las inten-
ciones entre paréntesis, es decir en una visión fenomenológica, entonces no podemos
poner entre paréntesis nuestro propio horizonte normativo, porque es más funcional
en las formas de convivencia cultural. Este cuestiona la posibilidad de poder afirmar
si, a partir y desde nuestra cultura o lugar común cultural que sería el escenario de
cada cultura y con nuestras normas, las apelaciones de los otros a normas pertinentes
pueden verse como las apelaciones a las normas que a nosotros nos parecen pertinen-
tes. Cuando se lleva a cabo la solicitud de ‘ponerse en el lugar del otro’ ya se han dado
por sentadas muchas verdades, y si no compartimos ese horizonte implícito, dentro
del marco del capital emocional cultural, ni siquiera propondríamos tal petición,
esto debido a una serie de variantes de incognocibilidad. Tenemos conocimiento que
ahí hay un problema, pero gracias a que compartimos ese principio o base de cómo
podemos solucionar al verificar tales verdades, al falsearlas o al compulsarlas que muy
pocas veces se reflexiona de manera crítica. Las razones que se da son necesarias para
defender acciones o principios que justifican nuestros actosnn sean vistas desde la
perspectiva de los otros participantes en la relación, sea constante o no. Ahora bien,
cada quien o cada grupo cultural, según las situaciones o casos que se presente dará
razones para justificar las normas y principios. Tales razones deben provenir de ese
3 El autor señala que el intento al hacer esto es conocer al otro, no establecer un diálogo. Tampoco se busca el
consenso sino que los contenidos objetivos de la conversación son sólo un medio para conocer el horizonte
del otro, sin que eso implique que uno llegue a entenderse con él. «El que busca comprender se coloca a sí mismo
fuera de la situación de un posible consenso». «En la medida en que atiende no sólo a lo que el otro intenta decirle
sino también a la posición desde la que lo hace, retrotrae su propia posición a la inmunidad de lo inasequible» (1977:
374). El mismo Gadamer (2002) señala que ponerse en el lugar del otro es una forma de sortear los prejuicios.
YUYAYKUSUN 295
Ruth Romero Huamani
296 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
YUYAYKUSUN 297
Ruth Romero Huamani
298 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
nuestra subjetividad porque para hacer juicios válidos se requieren ciertos elementos
fundamentales que se realizan en la esfera pública y también en la privada.
En la vida intercultural el juicio es importante porque nos permite estar en el
mundo, en nuestras acciones cotidianas compartidas con los demás, superando la
subjetividad siempre. El estar con los demás responde a «la esencial condición humana
de la pluralidad, el actuar y hablar juntos, es la condición de todas las formas de orga-
nización política» (Ídem, 1984: 225). La importancia de la «voluntad de escucha»,
desde la perspectiva sicoanalítica, es uno de los tantos elementos que se orienta a la
comprensión del otro y al alcance de acuerdos. El logro de estas es en lo público y
están condicionados por la ‘hermenéutica del ponerse en el lugar del otro’, esto es el
intento de entender razonablemente y, apostar por un mismo consenso en el que
radicará el poder de quienes están actuando concertadamente a partir de un diálogo
comunicativo. Sin embargo, lo contrario a esto no solo genera violencia, que expresa
la no concertación, sino el dominio. Por ello en el ámbito de lo público se apela al
diálogo racional y razonable en aras de defender la pluralidad y la libertad, que ac-
tualmente es el camino hacia la valoración de la pluriculturalidad. El discurso es el
punto de interrelación para lograr la publicidad y la comunicabilidad para el alcance
de acuerdos comunes y es ahí donde termina el discurso inicia la violencia (Arendt,
1995: 30). Claro está, que el habla y el lenguaje discursivo son elementos centrales
en el espacio público, por medio de ellos las personas «están con otras» (Arendt, 1998:
204) en contigüidad humana, pero no sólo, porque además podemos ponernos en
el lugar de los demás a través de la reelección de la solidaridad como modo de ser en
cuanto ser. Este modo es la opción ética hermenéutica en la que el conflicto entre cul-
turas entiende y reconoce que, como señala Ortega y Gasset, «él es él y el otro; y si no
salva al otro, no se salva él». Esta solidaridad entendida como reciprocidad mediada es
reflexiva en tanto promueve el estar juntos solidariamente y de manera contigua con
los otros. El principio de la pluralidad cultural se inscribe en un «proyecto alternativo
de comunicación e intercambio entre las culturas como horizontes complejos y ambivalen-
tes, cargados por contradicciones y conflictos internos» (Fornet-Betancourt, 1997). Sin
duda alguna, este es el proyecto de diálogo intercultural que abordamos con mucho
esmero en estos discursos hermenéuticos.
En esta sección se propone argumentos sólidos por el diálogo intercultural. Que
bajo todos estos presupuestos de «ponerse en el lugar del otro respetando y reconociendo
a los otros como diferentes de mí y relacionados solidariamente para el logro de un mundo
mejor» podemos pensar el diálogo intercultural como ejemplar y no sólo eso, sino
aún más, es necesario para el alcance y la construcción de un mundo mejor y más
digno para todos, que tanto anhelamos en nuestra vivencia trascendental de corta
existencia.
Tener una gnoseología de las culturas ajenas contrasta con el juicio acerca de la
propia cultura. Porque con esto se propicia la apertura de un posible diálogo intercul-
tural permanente. La posibilidad de ‘ponerse en el lugar del otro’ no significa asimilarse
YUYAYKUSUN 299
Ruth Romero Huamani
no crean el conflicto, no crean la reacción del racismo y la xenofobia, sino que cons-
tituye la condición previa, necesaria aunque, desde luego, insuficiente, para que haya
una política y una realidad social de integración. Dicho de otro modo: para que ten-
ga sentido hablar de integración hay que comenzar por algo previo a los programas
de interculturalidad, a las políticas de valoración positiva de la diversidad, a la lucha
del prejuicio frente al otro (De Lucas, 2003: 16).
Puesto que la cancelación de ese reconocimiento dentro del conflicto cultural se ge-
nera a partir de la ignorancia del otro. Cuando se parte de las siguientes cuestiones:
¿por qué ha de respetarse al otro que es diferente de nosotros? o ¿qué nos importa a
nosotros el otro? En estos problemas se expresa la aniquilación de cualquier posibili-
dad de diálogo intercultural y surge una preocupación abrumadora. La comprensión
de los otros nos revela las dificultades de comprensión e intercomprensión de cada
quien consigo mismo, lo cual presenta la necesidad de una mirada más crítica y
consciente en cuanto a los actos valorativos. La mentalidad indiferente y acrítica es
300 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
YUYAYKUSUN 301
Ruth Romero Huamani
302 YUYAYKUSUN
Diálogo intercultural desde la perspectiva de la otredad
Referencias bibliográficas
Bilbeny, Norbert. (2002). Por una causa común. Ética para la diversidad. Barcelona: Ed.
Gedisa.
———————. (1995). El idiota moral. Barcelona: Anagrama.
Cruz, Manuel. (1999). Hacerse cargo. Sobre responsabilidad e identidad personal. Barcelona:
Paidós.
De Lucas, Javier. (2003). «Sobre el papel del derecho y el contrato político en el proyecto
intercultural». Ponencia presentada en el Seminario de Multiculturalismo de la UNAM el día
8 de mayo.
Fornet-Betancourt, Raúl. (1997). Supuestos filosóficos del diálogo intercultural. Actas de po-
nencia del Coloquio de Filosofía. Teoría crítica, liberación y diálogo intercultural. Encuentro
con Karl-Otto Apel. Universidad Intercontinental, México, D. F.
Hegel, G.W.F. (1944). Lógica. Enciclopedia de las ciencias filosóficas. Buenos Aires: Ediciones
Libertad.
Muguerza, Javier. (2000). «El puesto del hombre en la cosmópolis», en Bertomeu, Julia.
Universalismo y muliculturalismo, Buenos Aires: Eudeba.
Pérez Tapias, José A. (2002). ¿Podemos juzgar las culturas? Diversidad cultural, filosofía de la
cultura y punto de vista moral. Madrid: Biblioteca Nueva.
YUYAYKUSUN 303
Ruth Romero Huamani
304 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia.
Un examen de la propuesta de John Locke
Dante Augusto Palma
RESUMEN
Este trabajo se propone examinar una serie de fundamentos que sirven de base a la tolerancia. Si bien
la lista no es exhaustiva, se desarrollarán argumentos en torno al error consentido, la libertad de con-
ciencia, la defensa pragmática de la sociedad civil, la Máxima de Oro, el falibilismo y la cultura como
valor en sí. Una vez hecha esta clasificación se analizará la teoría de la tolerancia de John Locke, esto
es, el filósofo liberal que es considerado referencia obligada en esta problemática. La hipótesis que in-
tentará corroborar este trabajo es que en la teoría de Locke confluyen varias de las formas de tolerancia
mencionadas, aun aquellas que podrían ser interpretadas como incompatibles entre sí.
ABSTRACT
This work proposes to examine a set of fundaments that are used as base for toleration. Though the
list is not exhaustive, arguments will be developed concerning the consented mistake, the freedom
of conscience, the pragmatic defense of the civil society, the Maxim of Gold, the falibilism, and the
culture as value in itself. Once made this classification, the theory of toleration by John Locke, that
liberal philosopher considered as reference in this issue, will be analyzed. The hypothesis this work will
try to corroborate is that in Locke’s theory there are several of the forms of toleration mentioned, even
those that could be interpreted as incompatible.
Introducción
Más allá de las discusiones que algunos comentadores observan en la época clásica, se
debe señalar que la tolerancia como concepto filosófico/práctico tiene origen en la mo-
dernidad y es el fruto de un contexto particular: las guerras religiosas en Europa. De aquí
que, ya en el siglo XVI, varios autores comiencen a hablar de la necesidad de tolerancia
religiosa, especialmente después de las nefastas consecuencias que las persecuciones ha-
bían tenido para la vida de las personas y la estabilidad de las sociedades.
Asimismo, la idea de tolerancia se ha transformado con el correr de los siglos y si bien
sigue emparentada con el ideario liberal, parece haber adoptado un perfil universal que,
por supuesto, no la exime de controversias.
Por último, cabe aclarar que este trabajo no pretende hacer una historia del concepto
de tolerancia sino más bien un análisis filosófico y conceptual de los argumentos, por lo
cual el orden de aparición de los mismos no es necesariamente cronológico.
El error consentido
306 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
La libertad de conciencia
La máxima de oro
El tercer fundamento puede interpretarse como un requerimiento ético que proviene de
la máxima de oro: «Trata a los demás de la misma manera que quieras que te traten a ti».
Si se siguiese esta máxima, en principio, se podría decir que dado que cada uno quisiera
tener la libertad para llevar adelante su propio plan de vida, y, eventualmente, servir a
la Iglesia x, debería tratar a los demás de modo tal que estas posibilidades se encuentren
también a su alcance. Una vez más, no es éste el lugar para criticar esta máxima que ha
1 Resulta muy interesante al respecto el estudio de Bravo Gala (1994) que muestra cómo tolerancia y libertad religiosa,
si bien son parte de un mismo proceso, pueden distinguirse tanto histórica como analíticamente. La tolerancia reli-
giosa simplemente es la renuncia de un grupo religioso dominante a imponer su creencia a través del poder coactivo
del Estado. No se vincula necesariamente con el respeto por la autonomía individual y la libertad religiosa. Más allá
de ello, en Locke, la tolerancia religiosa parece suponer conceptualmente, entre otros fundamentos, a la libertad
religiosa.
2 Son varios los comentadores que señalan la gran influencia de la religión en los pensadores del siglo XVII. Por
ejemplo Spellman (1998) afirma, refiriéndose a Locke, que «God´s existence and His firm but ultimately benevolent
character were axioms of thought simply assumed by the seventeenth-century author and his audience, while a set
of specific intentions for humankind, together with a knowable divine law designed to facilitate adherence to these
intentions, provided reference points for one´s satisfactory completion of the earthly journey». Spellman (1998: 95)
3 Ver Spellman (1998) y Bravo Gala (1994).
YUYAYKUSUN 307
Dante Augusto Palma
tenido, tal vez, su formulación más famosa en el imperativo categórico de Kant, pero
cabe hacer el siguiente señalamiento. Varios críticos indican que este imperativo presen-
tado como universal no es más que la imposición etnocentrista de una visión del mundo
occidental cargada de metafísica. De hecho, sin una serie de presupuestos trascendentes,
la doctrina kantiana parece incapaz de explicarnos cómo la máxima puede excluir la
decisión de un sádico-masoquista que flagelará y se dejará flagelar sólo porque le resulta
placentero ser tratado así, o la actitud de un fundamentalista religioso que avalaría la per-
secución de infieles en tanto él creería que su vida no merecería ser vivida si no estuviera
en contacto con la verdad. No es ésta una dificultad menor especialmente en el contexto
particular de la guerra entre religiones pero, al menos, se podría decir que la máxima de
oro, dentro de ciertos parámetros moderados occidentales, podría servir como funda-
mento de la tolerancia.
El pragmatismo
El cuarto fundamento es probablemente tanto el más antiguo como el más repetido por
los teóricos de la tolerancia. Se trata del argumento pragmático. Según éste, las razones
que llevan a ser tolerantes son de índole utilitaria: la intolerancia genera trabas en el desa-
rrollo económico y en el orden público.
La necesidad de hallar estabilidad en una formación política es, tal vez, el gran pro-
blema de las asociaciones humanas y la manera de alcanzarla ha sido teorizada por los
pensadores políticos desde la antigüedad. En este sentido la tolerancia para con ciertos
tipos de creencias o prácticas fue una estrategia utilizada por regímenes imperiales para
lograr la cohesión del nuevo territorio. Conscientes de que coartar libertades comercia-
les o cercenar las posibilidades del pueblo conquistado para que profesara libremente
su culto, generaría un clima de efervescencia propicio para el desarrollo de espíritus
revolucionarios, varios príncipes y emperadores utilizaron la tolerancia por razones de
orden público.
En la modernidad, y esto se verá claramente en un liberal como Locke, estas razones
de índole pragmático-políticas son más que visibles: el gran problema de la inestabilidad
política de Inglaterra, causa y efecto de las desigualdades económicas de clases, generaba
un clima en que nadie salía favorecido. Más allá de ello, cabe mencionar que la particu-
laridad del caso inglés, con su diversidad de sectas tras la Reforma, resulta un clima fértil
en el que no casualmente comienzan a alzarse las voces en pos de algún tipo de tolerancia.
Esta situación es resumida de manera brillante en este fragmento de La formación del
pensamiento moderno de Randall (1940):
Si en Inglaterra hubiera una sola religión, su despotismo sería tremendo; si sólo hubiera
dos, los ingleses se degollarían entre sí; pero, como existen treinta, no les queda más
remedio que vivir contentos y en paz.
308 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
El falibilismo
4 Lo razonable, especialmente entendido como la capacidad de un agente para soportar las cargas del juicio es, según
Garzón Valdés, la base de la teoría de la tolerancia de Rawls. Ver Garzón Valdés (2000).
YUYAYKUSUN 309
Dante Augusto Palma
c) En cierta medida, todos nuestros conceptos, y no sólo los morales o los políticos, son
vagos y están sujetos a casos difíciles [...].
d) En alguna medida, (cuya magnitud no podemos fijar), la manera en que valoramos
las evidencias y cómo sopesamos los valores morales y políticos está condicionada por la
totalidad de nuestra experiencia [...]; y la totalidad de nuestras experiencias debe diferir
siempre [...].
e) A menudo se presentan diferentes clases de consideraciones normativas y de diferente
fuerza en ambos bandos de una disputa, y se dificulta hacer una valoración en conjunto.
f ) [...] Cualquier sistema de instituciones sociales está limitado en los valores que puede
admitir, de manera que hay que hacer una selección de entre toda la gama de valores
morales y políticos que podrían ser llevados a tal efecto. [...] (Rawls, 1995: 73-74).
El último fundamento por examinar tiene varios adeptos en los pensadores que actual-
mente resaltan el valor de la cultura comunitaria frente al discurso individualista liberal5
y algunas ideas centrales de éstos pueden remontarse a J. G. Herder. La visión de este
romántico alemán ha recibido un nuevo empuje dentro del pensamiento político gracias
a la novedosa interpretación que realizara hace algunos años I. Berlin (2000). Según él,
Herder es un relativista que en un contexto de recelo a las pretensiones de imposición
militar y cultural de los franceses, reivindicó la autonomía de los pueblos y el valor de
cada cultura. Al estilo de las mónadas leibnizianas, las culturas son, para Herder, unida-
des cerradas que deben permanecer inmunes a la contaminación foránea. Cada cultura,
gracias a su historia, sus valores y su geografía posee un Volkgeist (espíritu del pueblo)
que se manifiesta en la lengua materna. Asimismo, y gracias a su filosofía de la historia
en clave providencial, Herder sostiene que la existencia de culturas diversas es parte del
secreto designio de la divinidad. Esto hace que todas estén en pie de igualdad en tanto
parte del mismo plan y que ninguna pueda pretender imponerse amparándose en un apa-
rente mayor desarrollo. En esta interpretación que Berlin realiza de Herder se conjugan,
entonces, una serie de elementos centrales para justificar la tolerancia: reivindicación de
lo particular como bueno en sí, inconmensurabilidad, entendida como imposibilidad de
comparar objetivamente culturas diversas, y relativismo6.
5 Se trata de los pensadores denominados «comunitaristas» como Walzer, MacIntyre, Sandel, etc.
6 Cabe aclarar que se puede defender la idea del valor en sí de las comunidades sin caer en el relativismo, la inconmen-
surabilidad y la justificación providencial. Por citar sólo un ejemplo puede mencionarse el caso de Kymlicka (1996).
310 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
podría enunciarse así: la teoría de la tolerancia del padre del liberalismo es altamente
acotada y no sería extraño que, a la luz de nuestro presente, hasta pudiera ser juzgada de
intolerante.
Pero para comprender esto hay que hacer algunas aclaraciones: en primer lugar, el
contexto histórico permite entender que la teoría de la tolerancia de Locke tenga como
foco la tolerancia religiosa y no contemple problemáticas más actuales como la tolerancia
cultural.
Asimismo se trata de una tolerancia endógena en el sentido de estar dirigida al grupo
de sectas cristianas y su alusión a otras religiones es sólo marginal.
En este sentido, en una estructura argumental controvertida, Locke busca convencer
al resto de los cristianos de que la tolerancia se deduce de los Evangelios.
La tolerancia de aquellos que disienten con otros en materia de religión aviene tanto al
Evangelio y a la razón que parece monstruoso que haya hombres tan ciegos en medio de
una luz tan clara (Locke, 1999b: 65).
Más allá de la labor hermenéutica de Locke, esta elaboración del contenido de las Sagradas
Escrituras parece mezclarse con su concepción metafísica y política de la naturaleza hu-
mana, especialmente en lo que respecta a las características del entendimiento humano:
el hecho de que no se pueda forzar al entendimiento a creer en algo, complementado con
la idea de que la labor de la religión es persuadir y no coaccionar, son ideas que, según
Locke, son caras tanto a la fe cristiana como a la razón.
Por otra parte, el fundamento por el cual se afirma que la teoría de la tolerancia de
Locke es acotada, se vincula con su carácter endógeno y con la manera en que se relaciona
con las creencias no cristianas, pues la tolerancia de Locke sólo alcanza a las sectas que
conforman la comunidad cristiana (con excepción de los católicos) y a cultos menores en
cuanto a adeptos y capacidad política dentro del contexto inglés, como judíos o musul-
manes. Tanto ateos como católicos quedan excluidos.
Asimismo, su teoría de la tolerancia se enmarca dentro de las categorías de su filosofía
política, esto es, la de un contractualista republicano y liberal. En esta línea, la problemática
de la tolerancia le permite a Locke hacer hincapié en uno de los principios que marcó un
punto de inflexión en la historia de occidente: la separación entre Iglesia y Estado. Tanto en
el Ensayo como en las Cartas y aun habiendo más de 35 años de diferencia entre aquél y la
cuarta Carta, Locke parece dedicarse con obsesión a marcar los límites de lo que le corres-
ponde al magistrado y al poder de la Iglesia. Este tema es central para la tolerancia ya que
lo que Locke sabe es que las persecuciones se justifican en la medida en que el poder estatal
esté en manos de la Iglesia. En otras palabras, el gran riesgo aparece cuando un conjunto
de creencias utiliza el poder coactivo del Estado contra los ciudadanos que profesan otras.
Locke considera que el Estado es una formación artificial producto del pacto entre hombres
libres e iguales por el cual éstos designan un magistrado para que les sean preservados los
derechos naturales esenciales, a saber, el derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad.
YUYAYKUSUN 311
Dante Augusto Palma
El ámbito público, es decir, aquel de incumbencia del magistrado es aquel en el que éste
puede y debe utilizar su poder coactivo para garantizar que se protejan estos bienes. Lo que
respecta a la salvación eterna del alma corresponde al foro interno de cada individuo y no es
de incumbencia del Estado. De aquí que éste no pueda apresar, aniquilar, o expropiar bienes
por la razón de una creencia que no afecta en nada a la sociedad civil.
Revisando los seis fundamentos propuestos en este trabajo para justificar la tolerancia se
debe afirmar que al menos cuatro son utilizados por Locke y que algunos resultan más
recurrentes y, probablemente, más importantes que otros. También parece claro que, por
momentos, los argumentos se solapan y el esgrimir uno en lugar del otro varía según el
interlocutor y/o enemigo circunstancial al que se refiera Locke.
El argumento de la tolerancia como error consentido se encuentra presente en Locke
y el hecho de que este argumento conviva con el de la autonomía y la libertad de con-
ciencia, transforma a éste en una figura de transición entre ciertos resabios religioso-
medievales y la ilustración.
Existen varios pasajes donde Locke se manifiesta expresamente en el sentido de que
uno sólo es el camino y una sola la verdad. Tanto cuando contrapone la religión cristia-
na a otros credos y a los ateos, como cuando se dirige a la comunidad cristiana, nunca
se pone en tela de juicio la verdad o el camino a la salvación. Sólo se busca tolerancia
respecto a los modos de alcanzarla en el contexto ya indicado de gran cantidad de sectas
cristianas que eran perseguidas, acusadas por profesar ciertas doctrinas o practicar rituales
no ortodoxos.
En su relación con las sectas cristianas la siguiente nota de Locke resulta ilustrativa:
Ahora bien, si estoy marchando resueltamente por el camino que, de acuerdo con la
geografía sagrada, conduce directamente a Jerusalén, ¿por qué he de ser maltratado y
golpeado por otros, sólo porque quizás no voy calzado, aseado o tonsurado a la moda,
o porque como carne en el camino o algún otro alimento que le va bien a mi estómago,
[...] o porque evito la compañía de algunos viajeros que son menos modestos o de otros
que son más amargos de lo que deberían ser, o, en fin, porque sigo a un guía que está o
no está coronado con una mitra o vestido de blanco? La reflexión debida nos mostrará
ciertamente que, en su mayor parte, son cosas triviales como éstas las que engendran
enemistades implacables entre los hermanos cristianos, los cuales están todos de acuerdo
en los elementos esenciales (Locke, 1999b: 83).
El hecho de que exista una teoría de la tolerancia como error consentido obliga a dar
razones suplementarias, casi siempre de orden pragmático, a partir de la cual se justifi-
que la tolerancia. En otras palabras, si alguien que cree poseer la verdad no supiera que
imponiéndola puede generar, por ejemplo, una situación de descontento tal en algunos
312 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
sectores de la sociedad civil que la unidad del Estado peligre, no encontraría razón para
ser tolerante. De este modo quienes adoptan el argumento del error consentido acuden
rápidamente al argumento pragmático de sopesamiento de las consecuencias del cual se
sigue que los beneficios que puede traer ser tolerante son mayores que los que puede traer
no serlo.
El argumento pragmático de Locke es, tal vez, uno de los dos más importantes en su
teoría de la tolerancia y es el que delimita claramente el ámbito de lo que puede ser tole-
rado. En este sentido, Locke afirma que será tolerada toda creencia que no atente contra
el Estado y es justamente éste el argumento principal que esgrime para que no se tolere
a ateos y católicos.
Contra la tolerancia de los ateos, Locke afirma:
No deben ser tolerados de ninguna forma quienes niegan la existencia de Dios. Las
promesas, convenios y juramentos, que son los lazos de la sociedad humana, no pueden
tener poder sobre un ateo. Pues eliminar a Dios, aunque sólo sea en el pensamiento, lo
disuelve todo (Locke, 1999b: 110).
En lo que respecta a los papistas, no hay duda de que, por causa de varias de sus peligrosas
opiniones que son absolutamente destructivas para todos los gobiernos excepto el del
Papa, no debería dejárseles que propagasen sus doctrinas; y a quien disemine o haga pú-
blica cualquiera de ellas, el magistrado habrá de reprimirlo hasta donde sea necesario (...)
Como se hace con las serpientes, no se puede ser tolerante con ellas y dejar que suelten
su veneno (Locke, 1999a: 46).
Asimismo, y en función de su afrenta contra los católicos, Locke también utiliza otro tipo
de razones pragmáticas para reprimirlos. Una de ellas, muy interesante para la discusión
en teoría política, es la que indica que tolerar a los católicos supondría una pérdida de
soberanía por parte del Estado. Esto tiene que ver con que los católicos dicen obedecer a
un príncipe, el Papa, que trasciende las fronteras políticas estatales. De esta manera si un
príncipe cualquiera accediera a tolerar a los católicos estaría permitiendo que en su propio
territorio fuera soberano un príncipe extranjero.
Incluso Locke advierte la posibilidad de que los católicos pudieran alzarse en armas
contra el magistrado liderado por su propio Príncipe:
[...] Pienso que [los católicos] no deben disfrutar del beneficio de la tolerancia; deben ser
considerados como enemigos irreconciliables de cuya fidelidad nadie puede estar seguro
7 Waldron observa bien que en la primera Carta no hay mención expresa de intolerancia contra los católicos. Sin em-
bargo, no toma en cuenta las expresas referencias que existen en el Ensayo y que se reproducen a continuación. Ver
Waldron (2002).
YUYAYKUSUN 313
Dante Augusto Palma
mientras sigan prestando ciega obediencia a un Papa infalible que tiene sometidas sus
conciencias y que puede, en cuanto la ocasión se presente, dispensarlos de sus juramentos,
promesas y obligaciones para con su Príncipe, y armarlos para que perturben al gobierno.
Porque la tolerancia no puede nunca lograr lo que se logrará con la represión: disminuir
el número de papistas, o, por lo menos, no dejarlo que aumente (Locke, 1999a: 47).
(...) [Si] surge un partido así y se hace tan numeroso que parece ser peligroso para el ma-
gistrado y se muestra como visible amenaza para la paz del Estado, el magistrado puede
y debe usar todos los medios que estime convenientes, tanto de política como de fuerza,
para debilitar, mermar y suprimir dicho partido, a fin de prevenir de este modo los daños
(Locke, 1999a: 40).
¿Es la tolerancia o, por el contrario, es la imposición forzosa la vía más rápida para garan-
tizar la seguridad y la paz, y promover el bienestar de este Reino?
Sólo hay un modo de garantizar la seguridad y la paz de una persona: que dentro de su
casa sus amigos sean muchos y vigorosos, y que sus enemigos sean pocos e insignifican-
tes, o que, por lo menos, su número sea lo suficientemente desigual como para que a los
descontentos les resulte peligroso y difícil molestar a aquella persona (Locke, 1999a: 45).
La tolerancia, como muchos teóricos críticos denuncian, aparece, en relación con las
minorías, como una simple estrategia de control del grupo mayoritario:
Pues los fanáticos, tomados en conjunto, son muchos, y probablemente superan en nú-
mero a los fervientes amigos de la religión estatal [la anglicana]. (...) Por lo tanto, las
gentes así divididas en diferentes facciones serán mejor controladas si se practica con ellas
la tolerancia; pues al sentirse que no podrán esperar ser mejor tratadas bajo otro sistema
diferente del que ahora nos gobierna, no se unirán para apoyar a otro gobierno por no
saber si las tratará tan bien (Locke, 1999a: 54).
Asimismo, y mostrando una vez más las preocupaciones que tenía Locke respecto a la
distribución de adeptos dentro de una sociedad, éste indica que atacar a los católicos
puede ser una buena manera de unir a la disgregada Iglesia Anglicana de manera que se
transforme en una mayoría predominante en el balance de poder.
314 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
Por otra parte, Locke también anticipa un argumento central del Iluminismo (espe-
cialmente Monstesquieu, Voltaire, Rousseau y, por supuesto, Kant): la tolerancia como
producto de la aplicación de la Máxima de Oro «trata a los demás como quisieras ser
tratado tú mismo»
En este sentido, una vez más, Locke tiene como blanco predilecto a los católicos:
Los papistas no deben disfrutar del beneficio de la tolerancia porque, si tuvieran el poder,
pensarían que deben negarles dicho beneficio a los demás. No sería razonable que tuviese
la libertad de practicar su religión quien no reconoce como principio el que nadie debe-
ría perseguir o molestar a otro por disentir con él en materia religiosa. Pues la tolerancia
ha sido establecida por el magistrado como fundamento sobre el que asentar la paz y la
tranquilidad de su pueblo; y que el magistrado tolere a quienes disfrutan del beneficio de
esta indulgencia y al mismo tiempo lo condenan como ilegal cuando es aplicada a otros,
sería estar dando alas a quienes están determinados a perturbar su gobierno en cuanto
puedan (Locke, 1999a: 46).
De esta manera, los católicos, al menos en el Ensayo, reciben el embate de Locke por va-
rios frentes incluso más que los ateos. De hecho, el único fundamento de la intolerancia
con los ateos se apoya en el presupuesto de que la religión cristiana es un elemento esen-
cial para la formación y estabilidad de la sociedad civil (inglesa)8.
Ahora bien, comparando los diferentes fundamentos, resulta claro que la tolerancia
basada en el falibilismo es irreconciliable con la tolerancia como error consentido dado
que esta última forma de justificación supone la existencia de una verdad accesible al
menos a algunos hombres. También resulta incompatible con una postura relativista que
afirme la inconmensurabilidad de valores. Y a diferencia del resto de las fundamentacio-
nes resulta más difícil encontrar pasajes donde expresamente Locke defienda una posición
falibilista9 o relativista. Existen buenas razones para entender esto y, en este sentido, con-
viene volver a emparentar la teoría de Locke con la de Rawls.
Anteriormente, se había indicado que Rawls buscaba una base política que pudiera
ser objeto de un consenso traslapado de doctrinas generales comprensivas razonables.
Lo que propone Rawls en este sentido es un fundamento político identificado con un
liberalismo igualitario cercano a la idea de la social democracia europea, que, según el
8 Que la cohesión de la sociedad depende de la unidad religiosa es una creencia típica de los pensadores de la época.
Ver Bravo Gala (1994)
9 Aunque cabe mencionar a comentadores como Alex Tukness (2001) que afirman que esto no es así. Según este Profesor
de la Universidad de Iowa y a diferencia de las interpretaciones de Waldron y Dunn, el contenido de la tercera y la cuarta
Carta de la tolerancia pueden dar lugar a una interpretación con base falibilista que permitiría pensar la teoría de Locke
de manera tan amplia que abriría la posibilidad de tolerancia a ateos y católicos. Sobre la tesis de este autor habría que
hacer dos comentarios. Por un lado, y como él mismo lo indica, su hipótesis no descansa en la falibilidad como funda-
mento último sino que, más bien, ésta se sigue del principio liberal de la autonomía: «The Lockean argument appeals to
more than just fallibility. The reason we take the fallibility of others into account is a profund respect for them as moral
agents» (Tuckness, 2001: 296); por otro lado, pensar un Locke falibilista implica desconocer su arraigo con la tradición
cristiana tan propia de la época. Este último punto se desarrollará a continuación.
YUYAYKUSUN 315
Dante Augusto Palma
En la medida en que la cohesión social no puede lograrse bajo cualquier cosmovisión del
mundo, resulta claro que Locke no avalaría la idea del respeto de cualquier otra cultura
en tanto tal ni aceptaría la idea de inconmensurabilidad. Asimismo, parece evidente que
Locke no es ni un falibilista ni un relativista dado que la verdad del cristianismo es algo
de lo que él no duda. Para comprender estas diferencias es preciso señalar los horizontes
de pensamiento que distancian a Rawls de Locke: mientras que Rawls debe dar cuenta de
una sociedad multicultural como la estadounidense a fines del siglo XX con grandes con-
flictos raciales, culturales y religiosos, Locke vive una situación de guerras civiles, peligro
de disolución del Estado y del Parlamento, aunque dentro de una cristiana cosmovisión
del mundo. De esta manera, mientras el falibilismo de Rawls busca dar cuenta del con-
flicto entre culturas que habitan un mismo Estado, Locke busca eliminar esas diferencias
de forma que dividen a una sociedad que en el fondo comparte una serie valores básicos11.
10 Comentadores actuales como Waldron resaltan los presupuestos cristianos que poseía Locke y cómo estos determi-
naron su teoría política. Ver Waldron (2002).
11 Seguramente Rawls no acordaría con este punto dado que su estrategia en Liberalismo político, tras haber renunciado
a las pretensiones universalistas de Teoría de la Justicia, es «penetrar en el espíritu de la tradición democrática» para de-
mostrar, cercano a la idea de Dworkin, que existe un sustrato común de valores compartido por todos los ciudadanos
de la comunidad estadounidense. Resulta difícil pensar que esto sea así pero, suponiendo que lo fuera, queda el gran
316 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
Consideraciones finales
Un examen a través del Ensayo y las Cartas de la tolerancia parece arrojar que se encuen-
tran presentes en Locke diferentes formas de fundamentar la tolerancia. Como se pudo
observar, la obra de Locke ofrece distintos pasajes en los que expresamente la tolerancia
descansa sobre los diferentes fundamentos antes descriptos.
inconveniente de cómo justificar un fondo común de creencias con miembros de culturas disímiles como menonitas,
tribus indígenas no occidentalizadas y, podríamos agregar para servir a la moda, ciertos grupos de musulmanes, por
citar sólo algunos ejemplos. Indicar que los valores de estas «otras» culturas no son razonables y por eso no califican
como potenciales actores del consenso traslapado, podría ayudar a la coherencia teórica del sistema al precio de abrir
una cantidad inmensa de interrogantes en la práctica.
YUYAYKUSUN 317
Dante Augusto Palma
Pero para concluir, se hace necesario contraponer estos fundamentos y los argumen-
tos a los que dan lugar ya que algunos de ellos parecen ser incompatibles. La tensión, tal
vez más visible, es la que se da entre la tolerancia como error consentido por un lado y
la tolerancia como derivada del falibilismo y el relativismo, por el otro. Resulta claro que
si hay falibilidad no puede haber consentimiento de un error dado que éste se encuentra
indisolublemente ligado a la idea de verdad. La toma de posición por uno de los cuernos
del dilema, el del error consentido, es comprensible en Locke por la influencia de su fe
cristiana.
Sin embargo la mayor tensión se encuentra entre el fundamento pragmático de la
tolerancia y la tolerancia entendida como derivada de la libertad de conciencia, algo que
bien podría enmarcarse en la disputa entre el consecuencialismo y el deontologismo o,
para decirlo de manera más general, entre las consecuencias y los principios.
El argumento pragmático hace una evaluación de las consecuencias: si una creencia
es peligrosa para el bien público deben utilizarse todos los medios para eliminarla. Se
sigue de esto que toda creencia que no afecte el bien público debe ser tolerada e incluso
se mencionaron los pasajes donde más que una evaluación del contenido de la creencia
se hacía hincapié en si la cantidad de adeptos de la misma podía poner en peligro a la
mayoría dominante. Este principio pragmático le brinda a su ejecutor un margen de
maniobra muy grande y los diferentes contextos históricos pueden dar lugar a decisiones
acomodaticias. Supongamos que los musulmanes y judíos crecieran en número y que, por
lo tanto, la Iglesia anglicana viera peligrar su hegemonía. El argumento pragmático obli-
garía a no tolerarlos si bien, en su estado de minoría, eran tolerados. En otras palabras,
no existe ningún derecho individual que proteja la creencia individual. La tolerancia está
fundamentada en la coyuntural estabilidad del reino.
Si se pudiera demostrar que el reino lograría una estabilidad más profunda eliminan-
do físicamente a la oposición o a los seguidores de determinada creencia, el argumento
pragmático indicaría actuar en ese sentido.
Sin embargo, no resulta tan simple catalogar a Locke dado que también convive
en su teoría un argumento basado en un derecho natural como es la autonomía y la
libertad de conciencia. De este modo, si el deber de tolerancia obedece a un derecho
individual y natural del hombre, se estaría limitando claramente el ámbito de interven-
ción del Estado. Esto generaría que así el magistrado supusiera que una creencia atenta
contra el bien público, ésta, igualmente, debiera ser resguardada. Si se toma un derecho
cercano a éste como lo es la libertad de expresión, encuentra que éste debe primar aun
cuando atente contra la estabilidad del país. De no ser así, la prensa no podría hacer
denuncias contra los poderes y los diferentes órganos del Estado. Dado que éste es un
principio, no hay evaluación de las consecuencias a partir del cual se justificaría su limi-
tación. Ningún católico puede exigir a un ateo que no publique sus ideas de la misma
manera que los partidarios de un colectivo político deben respetar lo que otros dicen
incluso si es ofensivo para con ellos. Evidentemente el argumento consecuencialista de
Locke parece ser mucho más peligroso a la hora de pensar garantizar los derechos de
318 YUYAYKUSUN
Fundamentar la tolerancia. Un examen de la propuesta de John Locke
Referencias bibliográficas
Berns, W. (1986). «La religión y el principio fundamental» en Horwitz, R., (comp.), Los funda-
mentos morales de la República Norteamericana. Argentina: Editorial REI.
Godoy Arcaya, O. (2004). «Tolerancia católica y tolerancia liberal». Estudios públicos N° 93.
YUYAYKUSUN 319
Dante Augusto Palma
Mellizo, C. (1999). «Prólogo al Ensayo y Carta sobre la tolerancia de John Locke». Madrid:
Alianza Editorial.
Randall, J. (1940). The Making of the Modern Mind, Boston, Houghton Mifflin (edición de 1926
revisada). Versión en español: La formación del pensamiento moderno. Buenos Aires: M. Moreno,
1981.
Spellman, W. M. (1998). European political thought 1600-1700. Nueva York: Palgrave Publishers.
Tuckness, A. (2001). «Rethinking the intolerant Locke», American Journal of Political Science,
Vol. 46, N° 2, pp. 288-298.
Várnagy, T. (2001). «El pensamiento político de John Locke y el surgimiento del liberalismo» en
Borón, A. (comp.) La filosofía política moderna. De Hobbes a Marx. Buenos Aires: Eudeba.
Waldron, J. (2002). God, Locke and equality: Christian Foundations in Locke´s political thought,
Nueva York: Cambridge University Press.
Zuckert, M. (1986). «Locke y el problema de la religión civil», en Horwitz, R., (comp.), Los
fundamentos morales de la República Norteamericana. Buenos Aires: Editorial REI.
320 YUYAYKUSUN
LINGÜÍSTICA Y
LITERATURA
Alzira de Verdi y La Périchole de Offenbach,
dos argumentos peruanos en la lírica universal.
Datos y reflexiones
Miguel Ángel Vega Cernuda
RESUMEN
La lírica universal descubre América a través de Alzira de Giuseppe Verdi que tiene como
escenarios a Lima y otras ciudades del Perú hacia mediados del siglo XVI. En esa perspectiva
se ubican también La Florida del Inca de Garcilaso de la Vega y la ópera Mociezuma de Antonio
Vivaldi. Otra monumental obra de la lírica universal con motivos peruanos es La Périchole (1868)
de Jacques Offenbach, contextualizada en la Lima virreinal. esta ópera actuaba de contrapartida en
la megalópolis de París frente a La vie parisienne del XVIII. Posteriormente, en el año 1913, Daniel
Alomía Robles compone la zarzuela El cóndor pasa difundida mundialmente por el dúo Simon &
Garkunfel.
ABSTRACT
The universal lyric discovers America through Alzira by Giuseppe Verdi that takes place in Lima and
other cities of Peru in the mid-sixteenth century. In this perspective are also located «La Florida del
Inca» by Garcilaso de la Vega, and the opera «Moctezuma» by Antonio Vivaldi. Another monumental
work of the universal lyric with Peruvian motifs is «La Périchole» (1868) by Jacques Offenbach,
contextualized in viceroyal Lima and acted as a counterpart of the megalopolis of Paris in «La vie
Parisienne» of the XVIII century. Then, in 1913 Daniel Alomía Robles composed the zarzuela «El
condor pasa» made known worldwide by the duo Simon & Garkunfel.
Y
a en muy temprana época, el Descubrimiento, la Conquista y la Colonización de
América se han constituido, como no podía ser menos, en motivo o argumento
literario. No sólo las noticias del descubrimiento han motivado los informes y
relaciones que todos conocemos. El De orbe novo de Pedro Mártir de Angleria, arcedia-
no de Granada de origen italiano, iniciaba ya en 1493, como primer ensayo —aunque
no de primera mano— sobre las maravillas del Nuevo Mundo, la enorme bibliografía
americana. No pasaría mucho tiempo sin que la América recientemente descubierta
se convirtiera en motivo de creación literaria. Tanto la Conquista como el pasado y la
resistencia indígenas han tenido talla de gestas guerreras y humanas semejantes a las que
se habían cantado con ocasión de la constitución de la Europa medieval tras la invasión
de los pueblos germánicos: en los cantares del Cid, Roldan o los Nibelungos. Por eso
ya a los pocos años de la conquista del Perú y cuando apenas habían finalizado el asen-
tamiento de los españoles y el apaciguamiento de los araucanos chilenos, el madrileño
Ercilla utilizaba hechos y experiencias vividas en los remotas gestas de la Aracaunía para
constituir con ellos la primera epopeya americana: La Araucana. En ella, Ercilla rendía
tributo de respeto y admiración al enemigo, parcialmente vencedor de los conquista-
dores y constituía la historia de los países descubiertos en argumento de la literatura
universal canónica.
324 YUYAYKUSUN
Alzira de Verdi y La Périchole de Offenbach, dos argumentos peruanos en la lírica universal
1 Ver Irving A. Leonard, «El teatro en Lima, 1790-1793» en Hispanic Review, 8, 2, 1940 pag. 93-112. Este in-
vestigador norteamericano recoge un aviso insertado en el Diario de Lima. En él el empresario español Velazco
solicitaba «una muchacha de buen aspecto y fácil a la disciplina del Canto y Representado», lo que indica que
el teatro que se representaba en esas fechas en la Ciudad de los Reyes era, como en la metrópoli, un «combi»
de teatro parlado y teatro musical, pero quizás nada que se pareciera a la ópera tal y como se representaba en
Europa. Cierto es que con frecuencia suponemos en las metrópolis europeas una actividad operística mayor de
la que realmente había. No eran escasos los cjerres dejüsjocales de representación que frecuentemente tenían
corta vida. El célebre coliseo de la Unter den Linden berlinesa, creado por el gran Federico tuvo que cesar en
su actividad a los pocos años por falta de presupuesto. El teatro musical de repertorio y representación diaria
fue un hábito introducido en el XIX sobre todo en los países de lengua alemana donde todavía, a duras penas,
perdura.
Que en ocasiones hubiera actos en los que la música fuera el elemento predominante es obvio, tal y como
demuestra otro aviso del Diario: «Hoy se servirá al público en el Real Coliseo de Comedias con una célebre
función miscelánea joco-seria, compuesta de, la graciosa y celebre Zarzuela del Ingenioso Licenciado Farfulia en
verso y música con varias arias, tonadillas, seguidillas, dúos y solos...» Al virreinato no llegó la contienda que
en la metrópoli mantenían italianistas e hispanófilos. Los primeros optaban por el teatro musical italiano, los
segundos por la zarzuela y la tonadilla. Los primeros se apoyaban en las compañías italianas que se asentaban o
viajaban por España y que tenían el favor de la corte por su repertorio italianizante.
2 La obra se recuperó a finales de los 90 y el Teatro de La Zarzuela de Madrid, entre otros escenarios, acogió la
representación de este bellísimo drama musical.
3 En esta ópera de Aniceto Ortega, con libreto de José Tomás de Cuéllar, aparecía, cómo no, la Malitzin como
una de sus protagonistas. Se estrenaría en el Gran Teatro Nacional de Méjico —coliseo erigido por el General
Santa Ana— que tampoco destacó por el cultivo de la lírica.
YUYAYKUSUN 325
Miguel Ángel Vega Cernuda
lírico de denuncia social que se desarrolla en las minas de los Andes. Illa Cori fue otro
ensayo de ópera de este compositor que, sin embargo, no trascendió el ámbito nacional.
También ensayó el argumento de la Perricholi, la amante del virrey Amat Junyet, cuyas
andanzas narraría con su gracejo característico don Ricardo Palma y que ya anteriormente
la pareja Meilhac y Halévy habían hecho, en la música de Offenbach, universal bajo el
nombre de La Périchole.
Je suis Brésilien, j’ai de l’o,/ Et j’arrive de Rio-Janeire/ Plus riche aujourd’hui que naguère,/
Paris, je te reviens encor !/ Deux fois je suis venu déjà,/ J‘avais de l‘or dans ma valise,/ Des dia-
mants à ma chemise,/Combien a duré tout cela ?/Le temps d‘avoir deux cents amis/Et d‘aimer
quatre ou cinq maîtresses,/ Six mois de galantes ivresses,/ Et plus rien ! ô Paris ! Paris !/ En six
mois tu m‘as tout raflé,/ Et puis, vers ma jeune Amérique,/ Tu m‘as, pauvre et mélancolique,/
Délicatement remballé !/ Mais je brûlais de revenir,/ Et là-bas, sous mon ciel sauvage,/ Je me
répétais avec rage:/ Une autre fortune ou mourir !
326 YUYAYKUSUN
Alzira de Verdi y La Périchole de Offenbach, dos argumentos peruanos en la lírica universal
Nous venons,/ Arrivons, /De tous les pays du monde,/Par la terre ou bien par l’onde.//Italiens,/
Brésiliens,/ Japonais,/ Hollandais,/ Espagnols,/ Romagnols,/ Égyp tiens,/ Et Prussiens./ Nous ve-
nons,/ Arrivons !/ De tous les pays du monde,/ Par la terre ou bien par l’onde, / Nous venons, /
Arrivons !/ La vapeur nous amène,/ Nous allons envahir/ La cité souveraine,/ Le séjour du plaisir./
On accourt, on s’empresse,/ Pour connaître, ô Paris,/ Pour connaître l’ivresse/ De tes jours, de tes
nuits./ Tous les étrangers ravis/ Vers toi s’élancent Paris !/ Nous allons chanter,/ Nous allons crier,/
Nous allons souper,/ Nous allons aimer,/ Oh ! mon Dieu, nous allons tous/ Nous amuser comme
des fous./ La vapeur nous amène,/ Tous les étrangers ravis,/ Vers toi s‘élancent Paris,/Paris ! Paris !
Des amants, des maîtresses,/ Qui s’aiment en riant !/ Des serments, des promesses/ Qu’emportera
le vent !/ Des chansons qui babillent,/ Baisers pris et rendus !/ Des flacons qui pétillent !/ En
avant les grands crus !/ Pif, paf, pif, paf/ Oui, voilà la vie parisienne.
YUYAYKUSUN 327
Miguel Ángel Vega Cernuda
El prospetto del escenario representaba una plazuela limeña en la que contra toda proba-
bilidad se intentaba hacer coexistir la taberna de las tres primas junto a la «pequeña casa
del virrey». El ensemble, número musical reservado al conjunto de actores y comparsa,
encarnaba la foule capitalina que cantaba las excelencias báquicas de «las tres primas»,
taberna en la que las susodichas tres servían el mejor vino de Lima. Estas, a juzgar por sus
antropónimos, más parecían sacadas de la commedia dell’arte que de la pícara vida a orillas
del Rímac: Mastrilla, Gaudalena y Berginella. En todo caso, nombres semejantes tenían
ya una larga tradicción en la opera comique y podían colar ante un público poco exigente
in puncto verosimilitud:
Il n ‘est pas dans tout le Pérou/Ni dans les nations voisines,/ Il n ‘est pas de cabaret Où/ L’on
fasse plus gaiement glouglou/ Qu’au cabaret des Trois Cousines.
C’est aujourd’hui la fête du vice-roi : il faut que la ville de Lima soit gaie. Si la ville de Lima
n’est pas gaie, on pensera qu’elle est mal gouvernée, et moi qui la gouverne, la ville de Lima,
je perdrai ma place.
328 YUYAYKUSUN
Alzira de Verdi y La Périchole de Offenbach, dos argumentos peruanos en la lírica universal
Es decir, pura crítica a la metropolitana corrupción política —hoy como ayer hija de
una política sin moral—, corrupción que, situada en el lejano e histórico Perú del
XVIII, quizás no se interpretara como directamente dirigida a las correspondientes au-
toridades. Así pues, el Perú del virrey Amat como trasunto de la Francia del Napoleón
que quiso y no pudo y en cuya corte la corrupción había alcanzado cotas legenda-
rias por temor de una industrialización que intentaba poner a Francia a la cabeza de
Europa. El que Amat hubiera mantenido una relación con una muchacha a la que
superaba en más de dos generaciones coincidía en parte con la situación de la familia
imperial. Eugenia de Montijo, la emperatriz de los franceses, veintiséis años más joven
que Napoleón, había sido un capricho de éste, semental de sangre azul si los ha habi-
do, que, convencido de la caducidad de los días humanos, aprovechaba opportune et
importune cualquier ocasión para pasar unos momentos de placentera compañía al día.
Una vez en el trono como consorte, Eugenia, que utilizaba su poder para promover,
como la Villegas, obras que resultaban discutibles para la población (el canal de Suez,
por ejemplo), había establecido en la corte una capillita española que provocaba más de
un comentario. De ahí el que, en clave, los libretistas trasladasen el hecho a la acción
de la opereta con un texto pleno de ironía y de alusiones: Il grandira, car il est espagnol.
«Grandira», es decir, ¿crecerá, a causa de la escasa estatura de los españoles? ¿Prosperará
por el apoyo de la Emperatriz? ¿O acabará como «grande», al igual que el virrey Amat?
El finale del acto II dejaba abierta la interpretación:
Bien es verdad que antes de este finale II, la Villegas-Périchole había lanzado una pulla
dirigida bien a su Piquillo, bien a Amat, bien a Napoleón, en todo caso a todo el género...
masculino en un aria (Mon Dieu¡ Que les hommes sont bétes!) que daría con Piquillo en el
trullo reservado a les maris ré- les maris cal- les maris ci- les maris trants- les maris recalci-
trants. El reconocimiento de los errores daba lugar a un happy- end en la esperanza de que
Piquillo, creciera, prosperase o se hiciera «grande de España».
En la Périchole quedaba un trozo de la historia de El Perú incorporado a la imaginería
de la cultura mundial. A partir de entonces, siempre que la voz de la Berganza, la mejor
de las intérpretes de esta partie, entona el Mon Dieu ! Que les hommes sont bétes ! o Ah que
dinner, a los oídos del espectador llegan, junto a la ironía musical de Offenbach, cierto
hálito limeño, asociaciones o evocaciones de la incomparable Ciudad de los Reyes.
YUYAYKUSUN 329
Miguel Ángel Vega Cernuda
Una intención pretendidamente más moralizante que la Périchole tiene el otro gran ar-
gumento peruano de la lírica mundial: la Alzira, cuya composición data de unos años
antes (1845). La obra de un Verdi todavía primerizo se basaba en una plúmbea tragedia
moralizante de Voltaire, Alzire ou les Americains, obra que podría pasar como paradigma
de aquel somnífero teatro francés de la época que revolvía la sangre a Lessing y que, con
mucha razón, provocaría la reacción del Sturm und Drang. La dramática francesa había
abusado de preceptivas y de unidades. Los cinco actos de alejandrinos de la tragedia de
Voltaire se tenían que hacer increíblemente largos, eternos a la hora de sufrirlos en el
Théâtre Paris o en la Comedie Françoise si se tiene en cuenta que, como alternativa, el po-
sible espectador podía emprender una liaison dangereuse en el salón de cualquiera de las
ilustradas pompadures del París luisiano que dudaban entre leer el Telemaco de Fenelon o
regocijarse con el primer efebo dispuesto a disfrutar del saber hacer de la madurez.
En todo caso, Voltaire, quizás influenciado por los indian spectacles de tan buena
acogida tenían en Inglaterra (The Indian Empereur de Dryden, por ejemplo) quiso ensayar
un nuevo imaginario. Tampoco aquí la antroponimia ayudaba mucho. Los nombres de
los protagonistas, pretendidamente incaicos, adquirían más bien resonancias morunas
o conquistadoras (Cortéze, Zamore o Alzire) o de ópera haendeliana (Almira o Alcina),
robando verosimilitud a la acción, cosa que, a pesar de Aristóteles y su retórica, importaba
poco al ilustrado autor, quien más bien buscaba infundir en la trama una buena dosis de
moral, moralina o moraleja que en esta pièce à thèse no resultó tan descreída como cabría
suponerse:
Gusmano (A Montèze, qui se jette à ses pieds) Montèze, Américains, qui fûtes mes victimes,/
Songez que ma clémence a surpassé mes crimes./Instruisez l’Amérique; apprenez à ses rois /
Que les chrétiens sont nés pour leur donner des lois./ (A Zamore.) Des dieux que nous servons
connais la différence/ Les tiens t’ont commandé le meurtre et la vengeance;/ Et le mien, quand
ton bras vient de m’assassiner,/ M’ordonne de te plaindre et de te pardonner,
decía Guzmán, el caudillo español, a los incas en rebelión. Estos, a través de Zamoro,
también habían intentado demostrar anteriormente su superioridad moral ( O témpora,
o mores) sobre los conquistadores, aunque, en este aspecto y en esta obra, la situación
acababa en tablas, es decir, en reconciliación.
Pero volvamos a la acción. Las acotaciones escénicas del libretista, ausentes en la pieza
del francés, aquí hacían alusión a un Perú más o menos real y situaban la acción en las
proximidades del Rímac en fecha indeterminada, quizás el siglo XVI. ¿Recogía con ello la
sublevación de Manco Capac o aludía a la de Condorcanqui, más reciente?
Vasta pianura, irrigata dal Rima: l’oriente è ingombro di maestose nubi, imporporate dai
raggi del sole nascente.
330 YUYAYKUSUN
Alzira de Verdi y La Périchole de Offenbach, dos argumentos peruanos en la lírica universal
Para destacar la nobleza de las acciones de perdón que se iban a prodigar a diestro y sinies-
tro, Cammarano introducía un prólogo lleno de ferocidad muy adaptado al patetismo
altisonante del Verdi de entonces:
La numerosa comparsa y los cambios de escenario (un prólogo y dos actos con cinco cua-
dros: de las pampas del Rímac al palacio del gobernador, pasando por la Plaza de Armas
de Lima o una cueva en sus alrededores, etc.) pretendían pasear al espectador por los espa-
cios y las gestas de un pasado peruano pero que en el fondo resultaba hueca imaginería ro-
manticona e historicista al servicio del efecto teatral que, por cierto, no hacía fácil seguir
la trama. Bajo el título de La vendetta de un selvagio y con la conversión paulina, es decir,
repentina del terrible conquistador Gusmano, remataba el II acto de la Alzira de Verdi
con unos actos de nobleza que contrastaban con la realidad histórica que se había vivido
hacía un siglo en la sublevación de Condorcanqui. ¿Pretendía indicar lo que podría haber
sido el desenlace del episodio que protagonizó el caudillo criollo a principios del XVIII?
En cuyo caso, la situación de la acción en el siglo XVI supondría de nuevo un attrappe.
Lezama Lima ha calificado América como un «nuevo vivero de imágenes» para la con-
ciencia europea. Y en efecto de esto se trataba, timidamente por supuesto, en estas obras
que aquí hemos comentado: de hacer subir a la escena nuevas imágenes, nuevos escena-
rios que, acompañados de la «terapia de la lejanía» remozaran el elenco de argumentos un
poco apergaminados de la ópera. En ninguna de las dos obras, el Perú traspasa el límite
YUYAYKUSUN 331
Miguel Ángel Vega Cernuda
332 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra
«spa» y la definición del acrónimo «SPA»
Richard Cacchione Amendola
RESUMEN
Este texto trata de los orígenes y morfología de la palabra «spa» y el ciclo desde sus orígenes daneses a
su regreso a Dinamarca con una nueva definición. El ciclo incluye el transporte de la palabra a diversos
idiomas nórdicos hasta la llegada de los romanos en un lugar con manantiales saludables nombrado
Spa en Bélgica cerca del año 50 a.C., adaptando la palabra al uso que eventualmente entró en el
inglés en el siglo XVI, su paso a los Estados Unidos en el siglo XIX y su regreso a su país de origen,
Dinamarca, con un nuevo significado, aunque también se conserva la definición pre-romana. «SPA»
también es un acrónimo y el texto trata sobre su amplio uso internacional.
ABSTRACT
This text treats the origins and morphology of the word «spa» and the cycle from its Danish origins
to its return to Denmark with a new definition. The cycle includes the word’s transportation to other
Nordic languages until the arrival of the Romans about 50 BC in Spa, Belgium, with its springs
of mineral waters, adopting the word that eventually entered the English language in the XVI th
Century, passing to the United States in the XIX th Century and then returning to its country of
origin, Denmark, with the new definition, even though Denmark also retains its original pre-Roman
definition. «SPA» is also an acronym and the text treats with its wide international usage.
C
on mucha frecuencia nuestras investigaciones empiezan con un enfoque y ter-
minan con otro. Esta experiencia empírica no es la excepción. Empezó como un
capricho y terminó de ser algo serio e interesante. El lenguaje es personal pero
este no disminuye la seriedad de la investigación.
Un día, en una clase del curso History of the Spanish Language (Historia de la lengua
española) en Columbia University de la ciudad de Nueva York, la profesora, Dra. Julia
Caballero1, nos relató una experiencia suya el fin de semana anterior. En una reunión, al-
guien le contó lo que significaba el acrónimo «SPA», diciendo que representa las primeras
letras de los nombres de los tres grandes filósofos griegos: Sócrates, Platón y Aristóteles.
Siendo española, ella admitió que no estaba segura si fue un chiste o si fuera la verdad. Mi
reacción fue que la definición ofrecida no era posible.
Bueno pues, me picó la curiosidad y decidí tomar el reto de mostrar que el acró-
nimo no representa a los filósofos, sin saber que me iba tomar por una odisea que
abarcaba dos continentes desde el Báltico en el norte de Europa hasta el Mediterráneo
en el sur; desde los bosques orientales en los Ardennes de Bélgica hasta las orillas de
1 Dra. Julia Caballero nació en España y era discípula del filólogo Dr. Rafael Lapesa (1908-2001) en la Universidad
Autónoma de Madrid.
América, finalmente regresando de nuevo a Europa, a su país de origen, con una nueva
definición.
Para empezar, era necesario dividir el proyecto en dos secciones porque un acrónimo
es a la misma vez, una palabra. El primer paso era la búsqueda de la definición y la mor-
fología de la palabra en sí. Pero primero era necesario reconfirmar nuestro entender sobre
un lugar en Bélgica. Para esta etapa, era necesario consultar con otro profesor nuestro, Dr.
Bruno Bosteels, quien es belga, porque sabía que existe un famoso sitio en Bélgica con
baños termales con el nombre «Spa». Él nos informó que porque los baños y el pueblo de
Spa quedan en el sureste de su país, en la zona flamenco-hablante, pensaba que el origen
del nombre era nórdico,2 o germánico. Sabemos que los nórdicos eran grandes explorado-
res, habiendo llegado al Mar Negro, entre Turquía y Rusia, e hicieron exploraciones, vía
ríos hasta el interior de Rusia. Pero son más conocidos por sus exploraciones y colonias
en Islandia y Groenlandia y eran los primeros europeos en llegar a las Américas alrededor
del año 1000 después de Cristo,3 492 años antes de la llegada de Colón al Caribe. Siendo
mucho más cerca a su territorio natal, es muy probable que los nórdicos exploraran la
zona que ahora es Bélgica siglos antes del nacimiento de Cristo.
La primera información que tenemos del sitio belga Spa viene de la época romana
como el sitio de baños termales más de la moda. Muchas veces en estos sitios los roma-
nos han dado los topónimos que todavía se quedan, o su equivalente en el idioma local
después que retiraron sus ejércitos a partir del siglo V, tal como Bath en Inglaterra y los
diversos «Baden» en Alemania, como ejemplos.
El próximo paso de la investigación fue ir a la Butler Library (la biblioteca principal
de Columbia University) y buscar unos diccionarios y enciclopedias belgas pero los que
eran encontrados no servían para el propósito, aunque incluyo como Anexo 1 un mapa
mostrando la ubicación de la ciudad Spa. Después consulté el Oxford English Dictionary
(OED), porque «spa» también es una palabra en inglés. El OED dio cuatro definiciones
desde la referencia más antigua de la aparición de la palabra en Inglaterra en 1565 como
«the Spa» hasta su uso en los Estados Unidos hoy en día.
Todas las referencias citan o involucran el pueblo Spa en la provincia de Liège,
Bélgica, con sus manantiales minerales o usos diversos sobre baños minerales o de diver-
sión. A pesar de la primera referencia en inglés en 1565, la palabra tiene diversas formas
desde el siglo XVI como «spa», en el siglo XVIII como «spau», entre los siglos XVI-XIX
como «spaw» y en el siglo XVII como «spawe». La palabra es actualmente una forma de
una palabra obsoleta «spae», situación confirmada por no encontrar esta palabra en nin-
gún diccionario consultado en seis idiomas nórdicos.
2 En hacer una referencia a una palabra «nórdica», en este caso implica danés. Primero, Dinamarca es el país nórdico
más cercano a lo que ahora es Bélgica y segundo, Dinamarca es el primer país nórdico. Son los daneses quienes
exploraron y poblaron Escandinavia. Las exploraciones hacia el oeste, o sea a Islandia, Groenlandia, el Canadá y los
Estados Unidos, se originaron primero en Dinamarca y luego en Noruega.
3 Existen los restos de asentamientos humanos de los nórdicos en la costa Atlántida del Canadá y en el estado de Mas-
sachusetts en el noreste de los Estados Unidos.
334 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
En la búsqueda de la palabra obsoleta «spae» he encontrado que esta palabra del anti-
guo nórdico, que aunque no existe hoy, es la fuente de varias palabras en diversas lenguas
nórdicas actuales y obsoletas, tales como:
«spá» en islandés actual y antiguo nórdico (obsoleto)
«spaa» en noruego actual
«spā» en medio sueco (que ya no existe)
«spå» en sueco actual
«spaa», «spui» en danés actual
«spo» en danés (palabra obsoleta)
«spoai», «spuai» en Frislandia norte (Alemania)4
4 Frislandia es el nombre de dos regiones en dos países europeos, en el sur de Dinamarca y en el norte de Alemania.
5 Los descendientes de los daneses que exploraron y vivieron en Noruega fueron conocidos como los «vikingos», que
luego atacaron a Inglaterra durante y después de la ocupación romana, dejando allí rasgos de su idioma.
6 Engelsk-dansk Ordbog, B. Kjaerulff Nielsen. [Tercera edición]. Københaven: Gyldendalske Boghandel, Nordisk For-
lag, A.S. 1981. p. 1050.
YUYAYKUSUN 335
Richard Cacchione Amendola
336 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
… una tina de agua caliente o semejante facilidad para hydro-masajes de agua tibia
usualmente para más de una persona […] El «spa», nombrado por el resorte belga del
mismo nombre, llegó al primer plano en los Estados Unidos hace unos diez años [cerca
de 1987] y desde entonces se ha ido de fuerza a fuerza por la mayoría de América.7
Para mostrar que «spa» está en buena compañía con otros anglicismos en el danés,
aparecen en la misma página de este diccionario otros anglicismos como: «spacewalk»,
«spaghettiwestern» and «spanking».
¿Cuántas palabras han sido «exportadas» para ser encontradas de nuevo en sus idio-
mas originales con otras definiciones y encarnaciones? Esta pregunta la planteamos a los
estudiosos y estudiantes lingüísticos como un proyecto interesante de investigación.
Al final de este estudio ofrecimos dos hipótesis, una sobre el origen de la palabra
«spa» y la otra sobre su llegada a los Estados Unidos, más algunas sugerencias por diversos
proyectos para estudiantes en el futuro. Y ahora, al acrónimo…
La segunda parte del estudio se enfoca en buscar si el acrónimo presentado por la Dra.
Caballero tiene algo que ver con los tres filósofos.
Lo curioso es que uno de los diccionarios daneses consultados en la Butler Library
incluye un acrónimo «S.P.A.».
Por supuesto el diccionario Engelsk-dansk Ordbog (p. 1050) publicado en 1981, no
menciona a los tres filósofos, pero ofrece (en inglés) algo más prosaico: «S.P.A. (naut.)
subject to particular average» [término marítimo: sujeto a un promedio específico]. Muy
bien ¿qué significa esta definición esotérica? Siendo un término marítimo, busqué en
varios diccionarios y enciclopedias marítimas y descubrí que el término trata de seguros
7 «… a hot tub or similar warm-water hydromassage facility, usually for more than one person… The spa, named after
the Belgian resort of the same name, came into the limelight in the USA some ten years ago and has since gone from
strength to strength over most of America». La traducción al español es nuestra.
YUYAYKUSUN 337
Richard Cacchione Amendola
y cómo las aseguradoras llegan a una evaluación por las pérdidas de fletes en los barcos.
Francamente los filósofos son más interesantes.
Siguiendo optimista, insistí que tenía que haber algo más interesante y seguí bus-
cando. Por ejemplo, sabía que el símbolo italiano para una sociedad anónima es S.p.A.
Entonces pensé que tenía que existir otras informaciones sobre el tema. Una mina de
oro se presentó en un diccionario de tres tomos: Acronyms, Initialisms & Abbreviations
Dictionary (2000). En el tercer tomo, (pp. 2953-2954) hay una lista (Anexo 2) de nada
menos de 187 acrónimos para nuestro «SPA» y «SPAA», que incluye el acrónimo maríti-
mo arriba citado pero que falta el italiano y cuatro más que añadí para hacer una lista de
192 acrónimos. Y sobre los tres filósofos… Nada que ver.
Conclusión
Bueno, hemos visto que «Spa» como palabra es un topónimo reconocido y documentado
desde hace más de dos mil años. También que la palabra «spa» fue adaptado del topóni-
mo para significar, ahora internacionalmente, un sitio de relajo y tratamiento corporal.
Algunos de estos «spas» ofrecen aguas minerales en su tratamiento y otros no los ofrecen.
La palabra «spa» representa un interesante ejemplo de una palabra antigua, con una
definición precisa, que fue tomada por otros, hasta que pasó a otro continente, regresan-
do a su país de origen con otra definición, que ahora, es el significado internacional.
Sobre el acrónimo «SPA», hemos visto que estas tres letras representan una combina-
ción bastante popular en diversos países de distintos idiomas.
Como resultado de esta investigación, hemos llegado a diversas hipótesis que valen in-
vestigaciones para futuros estudiantes interesados. Pueden ser tareas que los profesores
asignen en sus clases en el futuro:
1. La palabra nórdica original que significa «predicción», «profecía», «pronosticación»,
«agüero», no tiene nada que ver con manantiales térmicos entonces sería interesante
investigar como es posible que el sitio recibió este nombre toponímico. Pueda tener
sus raíces originales de la famosa mitología nórdica o de sus leyendas coloridas.
2. ¿Qué topónimo usaron los romanos para Spa, Bélgica y cómo desarrollaron el sitio
para ser el sitio térmico más de la moda en su imperio?
3. ¿Cuándo es que un «ismo» termina ser considerado un «ismo»? O sea, ¿después de
cuanto tiempo de uso común pasa la palabra de ser un »ismo» hasta ser considerada
como una palabra íntegra de un idioma?
4. ¿Cuántas palabras hay en español, inglés o otros idiomas que han sido «exportadas»
para estar encontradas de nuevo en sus idiomas originales con otras definiciones y
encarnaciones?
338 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
5. ¿Cómo es que llegó a América (EE.UU.) la palabra «spa»? Sospechamos que llegó
en la segunda parte de los 1800 cuando norteamericanos adinerados hicieron sus
famosos «Grand Tours» del continente para mostrar sus riquezas y «ganar cultura»,
siguiendo la costumbre de los ingleses y otros europeos que empezó en el siglo XVIII.
6. ¿Cómo es que la antigua cultura danesa dio a un local con manantiales minerales el
nombre «spa» que significa «profecía»?
Bibliografia consultada
ALEMÁN
BELGA
Blue Guide: Belgium and Luxembourg. John Tomes. Maps and plans by John Flower
- London: A & C Black (Publishers) Limited, New York: W. W. Norton & Company,
Incorporated, 1989. 438, [2] p., 8 páginas de mapas.
(NOTA: Para mapas 4 & 5 indicando la ciudad de «Spa» en mapa 5.)
Encyclopedie Belge.
- Bruxelles: La Renaissance du Livre, 1933. 896 p.
(NOTA: Encontrada en la colección de la New York Public Library.)
DANÉS
YUYAYKUSUN 339
Richard Cacchione Amendola
ESPAÑOL
340 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
FLAMAND
Algemeen Vlaamsch Idioticon, Uitgegeven, op last van het taal - en letterlievend genootschap Met Tijd
en Vlijt.
En beweret door: L.W. Schuermans
- Leuven: Buj de Gebroeders Vanlinthout, Drukkers der Hoogeschool, 1865-1870. (2 tomos)
Westvlaamsch Idioticon.
Bewerkt door Joseph Samyn, Priester
- Gent: Alfons Siffer, 1982.
FRANCÉS
HOLANDÉS
INGLÉS
The Oxford English Dictionary. Prepared by J.A. Sampson and E.S.C. Weiner
- Second Edition. Oxford: Clarendon Press, 1989. (Tomo XVI.)
Webster’s New World Dictionary of the American Language. David B. Guralnik, Editor
in Chief
- Second Collegiate Edition. New York: The World Publishing Company, 1970. 1692 p.
YUYAYKUSUN 341
Richard Cacchione Amendola
A Dictionary of British Ships and Seamen. Grant Uden and Richard Cooper
- New York: St Martin Press, 1980. 591 p.
The Facts On File Dictionary of Nautical Terms. Thompson Lenfestey with Captain Tom Lenfestey,
Jr.
- New York: Facts On File, Inc., 1994. 541 p.
The Oxford Companion to Ships & the Sea. Edited by Peter Kemp
- London: Oxford University Press, 1976. 971 p.
ISLANDÉS
ITALIANO
LATÍN
342 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
Totius Latinitatis Lexicon consilio et cura Jacobi Facciolati opera et studio Aegidii Forcellini alumni
seminarii patavini lucubratum.
Secundum tertiam editionem cujus curam gessit Josephus Furlanetto alumnus ejusdem semina-
rii, correctum et auctum labore variorum. Edition in Germania prima cum Privil. Reg. Saxon.
- Schneebergae: Sumptibus et Typis C. Schumanni, 1835. Tomus Quartus.
NORUEGO
Svensk-Engelsk Fackorbok för nåringsliv, förvaltning, undervisning och forskning. Ingvar E. Gullberg
- Stockholm: Andra Reviderade Upplagan Med. Supplement, P.A. Norstedt & Söners Förlag,
1977. 1722 p.
YUYAYKUSUN 343
Richard Cacchione Amendola
ANEXO 1
Blue Guide: Belgium and Luxembourg. John Tomes. Maps and plans by John Flower. London: A &
C Black (Publishers) Limited, New York: W. W. Norton & Company, Incorporated, 1989.
438, [2] p., 8 páginas de mapas. 19.5 cm. (Mapas 4 y 5. La ciudad de Spa está ubicado
en el mapa 5.)
344 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
ANEXO 2
Fuentes: Acronyms, Initialisms & Abbreviations Dictionary. Mary Rose Bonk, Editor
- 27th Edition. Farmington Hills, MI: Gale Group, Inc., 2000. (3 tomos)
(Volume 1, Part 3 P-Z, pp. 2953-2954.)
- 31st Edition. Detroit: Gale, an imprint of The Gale Group, Inc., a division of
Thomson Learning, Inc., 2002. (4 tomos) ISBN: 0-7876-4102-2.
(Volume 1, Part 4 Q-Z, pp. 4034-4035.)
(NOTAS: (a) En la edición 27, hay 125 acrónimos y abreviaturas para SPA y 4 para SPAA =
Total de 129. En la edición 31 hay 182 acrónimos para SPA y 5 para SPAA =
Total de 187. Hemos incluido cinco acrónimos para «SPA» y «S..p.A.» que no están
en la 31va. edición, que están indicados en la columna derecha.
(b) Las letras entre paréntesis como (EA), etc. representan las fuentes para los editores
y no son relevantes para nuestros propósitos.)
YUYAYKUSUN 345
Richard Cacchione Amendola
346 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
YUYAYKUSUN 347
Richard Cacchione Amendola
348 YUYAYKUSUN
En búsqueda de la definición y morfología de la palabra «spa» y la definición del acrónimo «SPA»
Abreviaturas semejantes
YUYAYKUSUN 349
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
Marcos Yauri Montero
RESUMEN
Eleodoro Vargas Vicuña es dentro de la Literatura Peruana una figura singular de la Generación del
50. En sus cuentos, la realidad, la fantasía, la magia y la poesía se entretejen como en ninguna otra
prosa de escritor peruano.
ABSTRACT
Inside Peruvian literature, Eleodoro Vargas Vicuña is a singular figure from the 50’s Generation.
Reality, magic, fantasy, and poetry are joined in all his tales as in any other prose of a Peruvian
writer.
N
o se debe pensar que Eleodoro Vargas Vicuña es uno de nuestros grandes escri-
tores a quienes se recuerda poco. Decir o escribir de este modo es expresar una
decisión deliberada o un distanciamiento provocado. En la literatura mundial
hay muchos escritores geniales poco recordados cuyas obras se leen en soledad. La obra
de Vargas Vicuña no sobrepasa las tres centenas de páginas sin que esta parquedad le reste
importancia.1
1 La bibliografía que hemos utilizado en este trabajo corresponde a la segunda edición que Milla Batres Editorial
realizó en Lima en mayo de 1978 de la producción cuentística de Eleodoro Vargas Vicuña bajo el título de Ñahuín.
Este volumen reúne los cuentos que el autor escribió hasta esa época agrupados bajo los títulos: Ñahuín (1953)
Taita Cristo (1963) y El cristal con que se mira (1976). Por entonces se supo que el primer y segundo títulos fueron
impresos en un solo volumen en España por una editorial que entró en quiebra, motivo por el cual el libro no entró
en circulación. De alguna manera Milla Batres Editorial pudo rescatar un volumen de dicha edición y se decidió a
imprimirlo en Lima. El cuidado de esta edición considerada «como definitiva y completa» estuvo a cargo del cuentista
Gregorio Martínez.
2 La noticia de su muerte me sorprendió en Huarás donde estaba realizando una promoción de libros y un ciclo de
conferencias por las ciudades del Callejón de Huaylas. Era el 11 de abril de 1997 y la mala nueva me la dio en la calle
el pintor Humberto Chávez Bayona, amigo de Eleodoro Vargas Vicuña.
3 «Eleodoro Vargas Vicuña» . Reportajes con radar Ediciones Pacha. Lima, 1960. p 104
4 Ibíd.,.p. 104
5 Al referirse directamente a Vargas Vicuña, Ernesto More escribió en el mismo reportaje: «Es preciso confesar que
desde que lo vimos la primera vez, así, pequeñín de estatura, un bigotito negro poesco o egurino, donde parece reco-
gerse la negra melancolía de sus ojos y ese su aire ingrávido para con los intereses fenicios de este mundo; es preciso
confesar, decimos, que nos produjo la misma sensación de fraternal y emocionada simpatía que nos inspiró Vallejo·,
ese inerme león de nuestra poesía»
352 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
un mundo que solo él conocía. Tengo la seguridad que él era consciente de vivir en una
zona liminal, entre el sueño y la realidad, sino no se explica su exagerado celo con lo que
escribía. Para él, la palabra era música, fantasía, un microcosmos encantado y por tanto
el discurso tenía que ser maduro como una fruta, como una sinfonía o una pintura, en
su caso como la de un Marc Chagall feliz ante el deslumbramiento de la infancia y de la
tierra mágica. Corregía sus escritos hasta la esquizofrenia. Al ingresar al INC a trabajar
al lado del poeta Arturo Corcuera, otro artífice de la imagen, lo encontré corrigiendo
un poema, y cuando después de años se retiró de la institución seguía castigando a los
mismos versos. Ahora, a esta altura del tiempo, estoy convencido que corregía mucho
porque las palabras eran incapaces de transmitir los colores, las melodías, la magia que su
universo interior poseía. Por este ímpetu de perseguir la perfección vivía con intensidad,
huía del dolor, disfrutaba de la compañía humana porque en el calor de la amistad, en
la multiplicidad de destinos encontraba lo que la perfección le inducía, como en aquella
expresión de un carpintero: «Ah, ¿los poetas? Aquellos que saben hablarle directamente al
alma?» Vargas Vicuña quizás debió ser un místico, no lo fue porque amaba muchísimo la
vida. No fue un solitario como Vicente Azar, Carlos Oquendo de Amat, Efraín Miranda
o José María Eguren, los tres primeros nuestros grandes poetas poco recordados. La vida y
obra de Eleodoro Vargas Vicuña guardan equilibrio. En su lecho de hospital, enfrentando
ya a la agonía, ante una grabadora dijo: «Hasta cuando uno está en el vientre de la madre,
uno ya va siendo los otros. Los otros te están haciendo a ti, te están siendo ser. Desde cuando
sale a la luz del mundo y empieza a hablar ya estás más allá de todo el camino de la vida
porque estás en un mundo donde te ha recibido la Vida»6. A sus amigos que se despedían al
término de la visita, les decía: «Ustedes se van y yo me quedo con ustedes». Expresiones muy
humanas con mucha racionalidad mítica, la relación entre el ego y el alter ego, entre lo
uno y lo otro. Toda una conjunción holística que anula toda asimetría… En el tiempo
próximo a su retirada del INC entregó a sus amigos páginas en las que había escrito sus
pensamientos dedicados a cada uno. Fue una manera poética de permanecer en el mun-
do, de cogerse a la vida con dientes, uñas, con todo.
6 «Confesiones en alta voz» Entrevista de Esperanza Ruiz, amiga del escritor. La casa de cartón. Revista de cultura de Oxy,
II época No 13. Lima, 1997-1998. p 9 Esta Revista de Cultura, en su número 13, contiene «un merecido homenaje
al escritor peruano Eleodoro Vargas Vicuña». Desde la página 2 hasta la 51, hay artículos de Carlos E. Zavaleta,
Oswaldo Reynoso, Esperanza Ruiz, Manuel Baquerizo, Aníbal Quijano, José Antonio Bravo, Marcos Yauri Montero,
Carlos Orihuela y Óscar Araujo León.
YUYAYKUSUN 353
Marcos Yauri Montero
palomas que cantan cuatro veces, el canto de los búhos, el color que muda en los espacios
celestes, en las plantas, en los susurros, en los rincones penumbrosos. Pese a ser poderosa
es incapaz de evitar la presencia de la Vida que siempre está frente a ella, inclusive en las
catástrofes, encarnada en los niños que aún están en el vientre materno o que nacen en
medio de desastres. Pocos cuentos, quizás dos o tres, están libres de la muerte. ¿Por qué
esta tenaz compañía? ¿Obsesión? ¿Miedo a la muerte? ¿Amor esquizofrénico a la vida?
No hay explicación que pueda despejar la avidez de estas interrogantes. Eleodoro Vargas
Vicuña repetía siempre lo dicho por una voz del «montón», en el cuento Hombre de la
esquina rosada, de Borges: «Para morir no se necesita más que estar vivo». Ciertamente, en el
mundo todo lo que vive muere. Mueren las plantas, los animales, los hombres. Para morir
es necesario nacer, para nacer se necesita tener madre. No muere quien no ha nacido,
como tampoco puede morir quien no tiene madre. Herman Hesse plasmó esta reflexión
en su novela Narciso y Goldmundo . donde el último, que ha perseguido toda su vida la
figura ideal de Eva para esculpirla, en su agonía, cuando ya sin fuerzas la ve nítida en su
imaginación, murmura: «¿Cómo podrás morir un día, Narciso, si no tienes madre? Sin ma-
dre no es posible amar. Sin madre no es posible morir». ¿Quién es esta madre? La naturaleza.
La naturaleza que en la cosmovisión andina es Pachamama, madre de los hombres, de
todos los seres que viven en la tierra y se alimentan de sus frutos. Eva es también madre
de los hombres, como Pachamama; ligada a la tierra, que al ofrecer la manzana a Adán le
descubre a éste el secreto de la agricultura. Adán y Eva no pueden morir, porque ellos no
han nacido, han sido creados, por tanto no tienen madre; y por este mismo razonamien-
to, Eva es ella misma, la madre, la Pachamama universal.
La muerte en los cuentos de Vargas Vicuña tiene muchas maneras de ser. Está en la
naturaleza en forma de huaico: «De agua, de noche, de viento, fue la tumbadera de la casa de
Don Tofe. Con gritos de parto también» («Esa vez del huaico»).7 Está en la sequía que hace
bramar: «Ah calor, se dice, con los ojos agónicos. El deseo reseco es un verano de árboles y pie-
dras calcinadas. Los vapores ardientes de la sangre, aquí, donde para el mirar ya no hay lejos,
sino la pura presencia gastándose en sí misma, gastándose muerte a muerte»8. Está también
en el amor y en la nostalgia como en el cuento: «El traslado» donde en el ataúd de un ser
querido luego de abierto solo están sus despojos: «La tía María estaba allí. Estaba su esque-
leto. Sus zapatos de hule intactitos. Sus cabellos frescos. Sus huesos. Su humedad, sus límites. Su
pobre carne reseca. Su tierra. Su silencio, su alma. ¿Su alma? ¿Estaba el alma de la tía María?»
9
La búsqueda de la vida resulta absurda e inútil y solo el amor la puede vencer. Cuando
la muerta es devuelta a las tinieblas la ternura cae sobre sus despojos: «Con sombra que
cerraba, con agua bendita, con flores, con nuestro cariño la cubrimos nuevamente».
En «Memoria por Raúl Muñoz» la muerte es una acción defensiva. El cuento aborda
el tópico del forasterismo. Quien llega trastorna el orden de una comunidad social cuya
vida depende de la armonía entre el hombre y la naturaleza; cuando esta armonía se que-
354 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
branta la muerte pende sobre el pueblo. El forasterismo es un topos universal que en la li-
teratura se ha cargado de esencia mítica. El otro inmigrante es un actante desestabilizador,
con su permanente llanto roba el agua del cielo y la sequía ahoga el mundo, evento que
determina su muerte a manos de un grupo de desesperados anónimos. La desaparición
del visitante llorón que en su pañuelo se guardaba toda el agua de las nubes, devuelve la
lluvia a la comarca: «A la medianoche empezó la lluvia. Al mediodía continuaba bajando.
Más tarde, entre las sombras, sombras mojadas caminaban» 10 El relato, además de trágico y
poético es misterioso. Pero por otra parte, es esencialmente mítico. Según los mitos andi-
nos cuando un hombre cae a un río su cadáver llora hasta que lo rescaten; su llanto produ-
ce lluvias abundantes e interminables. Raúl Muñoz es el repositorio de la dicotomía lluvia
/ sequía; lluvia y sequía, dos potencias que benefician y que asimismo pueden destruir.
Por eso cuando habla dice: «Yo soy Raúl Muñoz. Todos estos hombres me conocen. Por eso
me respetan» (…) «Tú también me conoces; pero no te acuerdas» Este extraño visitante juega
un papel inverso al cadáver que con sus lágrimas produce lluvias porque su llanto causa
una sequía peligrosa. Este forastero es la muerte A este pensamiento mítico se añaden ele-
mentos oníricos, según los cuales soñar licores o borrachos es presagio de lluvias; también
elementos naturales, entre ellos los trinos del zorzal que anuncian lluvias o sequías y el
hervor de la tierra.11 La muerte del forastero en manos de ajusticiadores anónimos, es de
gran significación. La Madre Tierra, Pachamama, reclama su derecho a comer, para no
morir necesita nutrirse de una ofrenda, y en este caso el cuerpo yerto de Raúl Muñoz se
convierte en elemento hierofánico y representa esa ofrenda, y es masculina como en los
mitos universales. El rito de la fertilidad exige, en todas partes, la muerte de una víctima.
La Gran Madre, en todos los mitos, es un ente ambivalente: beneficia y castiga, da vida,
bienestar; devora y destruye. El autor de Ñahuín, no menciona el nombre de Pachamama,
así como tampoco alude en ninguno de sus cuentos a los apus.12 Pero, la Gran Madre
Tierra, está presente como sombra, como esencia, con sus atributos de alimentadora, de
un ente que cobija y ampara, pero que no exonera a sus hijos a su derecho de que tienen
que darle de comer, de sustentarse de la sangre de llama u oveja para seguir cumpliendo
con su rol de benefactora dentro del principio de la reciprocidad.
La muerte en la obra de Eleodoro Vargas Vicuña no irradia pavor. Se la siente,
camina a nuestra vera, está en nuestro sueño, sin que nos percatemos de su estrecha
cercanía, y sin que inclusive podamos presentirla. La lejanía de la muerte no está en el
alma del autor. A Vargas Vicuña le sucedía como a Malte Laurids que en la gran ciudad,
París, la ve haciéndole recordar la muerte de muchos seres que conoció o de quienes oyó
YUYAYKUSUN 355
Marcos Yauri Montero
hablar: ¿»Es pues aquí que viene la gente para vivir? Mas bien me inclino a creer que aquí se
muere» La muerte o la agonía está en un niño que duerme en su cochecito, con la boca
abierta, oliendo a papas fritas y cloroformo, en los coches con vidrios opacos: «tras los
cuales pueden imaginarse las más bellas agonías». Seguramente por esta familiaridad con
la muerte, Vargas Vicuña tenía la costumbre de visitar los cementerios. En Huamanga,
en 1987, durante un encuentro de escritores peruanos convocados por la universidad,
a su insistencia le acompañé a visitar el camposanto. Me había deslumbrado con el
cuento de que allí se lee la historia de una ciudad, en los epitafios, en las inscripciones,
en los retratos de las tumbas.
El autor de Ñahuín ha alegorizado a la muerte de manera sobrecogedora y al mismo
tiempo bella y trágica. Ocurre en su cuento «Ese Don Aguilar». La imagen de este actante
corroído por el cáncer, en una tarde con «Suelo de lluvia, de barro», se muestra a la puerta
de su casa como «eternidad», recogiendo las goteras frescas en su mano. Don Aguilar
que sabe de su agonía: «Se venga de su enfermedad embalsamando pájaros». Los niños del
pueblo que juegan, al ver caer una paloma se acuerdan de él, la atrapan y se la llevan: «La
traemos para que la cure». Luego de la propina, los niños se van corriendo felices acompa-
ñados por un perro. Uno se queda y él es quien ve la imagen fantasmática de la muerte en
don Aguilar que se muere diariamente, a pausas pero sin reposo. En el súbito oscurecer,
ante sus ojos brota un pájaro inmóvil, pálido a la luz de un lamparín. Don Aguilar está
allí, en el centro de la media luz: «Como sentado al frente de donde estaba, tenían sus ojos
todo su pensamiento». Mientras fuma suda de tristeza, aureolado por la débil lumbre,
como un astro muerto o un dios triste por la eternidad.13
El autor de Ñahuín y Taita Cristo tenía un culto extraño por la muerte. Su sueño en
el que cuando pregunta por su madre, la gente le señala a una niña, está lleno de mucho
significado; primero, la «niña hermosa», es el primer momento, el amanecer del mundo,
por tanto virgen, que se asocia a la fertilidad; segundo, revela la búsqueda de la madre,
que según el psicoanálisis, es el deseo de volver al origen, al comienzo; tercero, ese deseo
de retornar a la madre, es el de querer desaparecer en ella, de «disolverse», de morir en
la madre.14 A esta adoración a la muerte respondía su gusto por visitar cementerios. A
Juan Rulfo también le encantaban tales visitas; ante los reporteros siempre declaraba que
tenía «la mala costumbre de cuando llegaba a un pueblo visitar los panteones, porque: «Es lo
único interesante que hay en los pueblos15 Rainer María Rilke, el Día de Todos los Santos lo
pasaba en el cementerio, allí, según J. F. Angelloz escribió varios poemas de Ofrenda a los
lares. Este mismo escritor lo describe en dos cementerios distintos. En el primero, Rilke
se apiada de un ángel con las alas rotas, de cuyos labios abiertos, súbitamente vivos, vuela
13 Ob.Cit. p. 47
14 Este deseo de retornar al símbolo del inicio y del final que es la madre, sinónimo del Paraíso o la Jerusalén celestial,
es llamado por Mardones el «incesto urobórico», deseo de muerte. El animal mítico, el ouroborus que se muerde la
cola, expresa la simbiosis madre-niño. Cf. Quezada Macchiavello: Del mito como forma simbólica. Fondo Editorial
Universidad de Lima, Fondo Editorial UNMSM, 2007, Lima. pp. 380-387
15 Roffé, Reina, Juan Rulfo. Autobiografía armada. Ediciones Corregidor, 1973, Buenos Aires. P. 66
356 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
una mariposa; en el. segundo, se siente conmovido ante un cráneo de cuyas órbitas vacías
se elevan miosotis.16
¿En qué escenarios transcurren los cuentos de Eleodoro Vargas Vicuña? El tópico interesa
bastante. No hay creación literaria que no haya nacido de insumos reales. Los cuentos de
Ñahuín y Taita Cristo, ¿son relatos que suceden en una sola localidad o en varias? La atmós-
fera ambigua, oscilante entre la realidad e irrealidad en la que están sumidos no ayuda a
precisiones. El lector tiene que imaginarlos. Sin embargo, una cosa es cierta. El pueblo o la
aldea de sus relatos es uno solo o sola, no interesa conocer su nombre ni saber dónde está;
saber cómo se llama y ubicarlo rompería el sortilegio. Lo interesante es convencerse que ese
lugar innominado por imaginario posee una infinita capacidad de autogénesis. Con este es-
cenario equiparable a los mundos míticos de la novela latinoamericana: Macondo, Comala,
Santa María o Rupaní, la virtud creadora del autor ha inventado otros tantos escenarios que
todos juntos, como las figuras de un bricolage, constituyen el universo de nuestro narrador.
Sus cuentos, de entrada no agradan al lector cazador de aventuras. Sus relatos casi carecen
de historia, si la tienen es breve hasta casi insignificante. Pero, ¿entonces qué es lo que hace
de ellos textos que subyugan? La respuesta es apodíctica, la cuentística de Vargas Vicuña
tiene diversos modos de captación del mundo, proeza admirable que se debe al manejo
de una escritura concisa cuyo milagro es el sabio engarze de un lenguaje que aprehende el
discurso mestizo anclado en un espacio andino donde priman lo popular y la oralidad. Estos
dos elementos que corresponden a una sociedad mestiza crean un sociolecto cuyo soporte
es el mundo quechua; vale decir un lenguaje cuya red castellana contiene el espíritu, la
sensibilidad, el pensamiento, la esencia y la vida del mundo andino. A pesar de que entre la
expresión oral y escrita juega una asimetría, el discurso de Vargas Vicuña no sufre rupturas e
interferencias. Al contrario, la oralidad al pasar a la escritura es estetizada y crea un ambiente
mágico, un suspenso, porque no pierde sus convenciones, como los gestos, las inflexiones
de la voz, los modos de enunciación, el ritmo de las secuencias narrativas; involucra el con-
texto real del que es parte el ambiente natural, el paisaje aldeano, la imagen de las casas, las
oscilaciones y claroscuros del tiempo, la luz, el rumor de las arboledas, los colores y aromas,
la vestimenta de las gentes, la imagen de las personas, los múltiples sonidos. De este modo,
por ejemplo, el lector siente como propia la soledad de Consuelo en el cuento «Velorio»;
escucha los trinos del agua de la acequia que corre en «El desconocido», siente la punzada de
las espinas de los cactus cuando el niño narrador de este mismo relato memoriza el pueblo
presintiendo su ausencia de su solar nativo, punzada que presagia el dolor del desarraigo.
La oralidad en Ñahuín y Taita Cristo oscila entre la poesía, las prácticas religiosas, la cosmo-
visión mestiza y la manera sui géneris cómo el hombre habita la palabra. El modo cómo la
16 Vargas Vicuña fue un lector devoto del poeta checo Rainer María Rilke. En el reportaje de Esperanza Ruiz, dice : «Sin
saberlo, yo había leído la poesía de Rilke de rodillas, como quien ora» Ob. Cit. p. 9.
YUYAYKUSUN 357
Marcos Yauri Montero
palabra es habitada por el hombre ligado a una realidad agraria, casi arcádica, convierte a
sus cuentos en mundos que no solo son míticos y mágicos, sino también espacios donde la
poesía es la salvación.
De hecho en la obra de Vargas Vicuña es relevante la racionalidad mítica. La aprehen-
sión del mundo se da por operaciones que contactan al narrador con el otro hermético y
misterioso. Ese otro es la cultura mestiza que nace y se cultiva en una comunidad agraria
andina fuertemente enraízada en una naturaleza idílica que le sirve de marco. Todo lo que
ha acontecido, lo que sucede y lo posible o imposible tienen contenidos que modelan los
espíritus. Esos contenidos necesitan ser comprendidos e interpretados para darle sentido a
la realidad y a la vida. En «Esa vez del huaico», la naturaleza al rebelarse torna inhabitable
el mundo. El nacimiento de una criatura en medio del desastre le devuelve al mundo su
condición de habitable para la continuidad de la vida. La muerte de Raúl Muñoz cumple
igual función; el forastero que con su llanto gasta el agua del cielo debe morir; su muerte
es necesaria e impostergable, y cuando ocurre, su deceso le devuelve a la comarca las llu-
vias que sus campos necesitan. En estos dos y otros cuentos hay una aprehensión semán-
tica de la realidad Toda referencia o inferencia refrenda el saber ancestral conocido, y el
resultado es la desaparición de los temores. El otro desconocido siendo peligroso es parte
de la vida, es una zona de la realidad. De este modo los eventos salidos de lo normal al ser
captados por el alma o el cuerpo se convierten en mensajes. Así se explica, por ejemplo, el
cuento «En tiempo de milagros» donde las mariposas negras, rojas o amarillas, el mugido
de un toro, la luz de carburo de un ex soldado que es vencida por la del amanecer, la lluvia
de piedras, las lágrimas de los choclos, siendo todas enigmáticas dan sentido y significado
al mundo. Aprehender la realidad, tal como se produce en las narraciones del autor de
Taita Cristo no es, pues, situar a los hombres en el tiempo de las sociedades primitivas; la
racionalidad mítica, en sus diversas formas, es característica de toda sociedad sea prelógi-
ca, industrial o tecnologizada, en cualquier lugar.
Tres son los cuentos emblemáticos de Vargas Vicuña con variadas formas de cap-
tación de la realidad: «Taita Cristo», «Tata Mayo» y «El desconocido». Sus formas de
captación corresponden al pensamiento mítico y mágico, a la racionalidad referencial
y la racionalidad mítico-referencial. Lo que quiere decir que sus cuentos aprehenden el
mundo como una totalidad mediante asimilaciones mutuas que ejercen los niveles so-
ciales en contacto con su entorno; y todas esas asimilaciones, ajustes y acomodamientos
son ensamblados por un discurso que como un pivote les otorga anclaje en un espacio y
tiempo que respectivamente está en un lugar imaginario de los Andes y aproximadamente
en un tiempo que corresponde al tiempo del autor: 1950: Ñahuín, y 1960: Taita Cristo.
Podemos considerar a «Taita Cristo» como una teatralización andina de la pasión
de Cristo cargando la cruz, no según el canon bíblico, sino como una reinterpretación
mestiza lindante con la profanación 17. Este cuento puede leerse como parodia, evento
17 Desde este punto de vista, las procesiones de la Semana Santa, que se realizan en el interior del país, se analogan con
las escenas de la degollación de Atahualpa en muchas fiestas, que igualmente no repiten el canon de la historia real,
sino se presentan como eventos que reinterpretan la historia.
358 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
tensional o como una fiesta comunal en los Andes; una fiesta como la de la siembra, de
la cosecha o patronal. Participan los actantes bíblicos: el padre, el hijo, la madre, el ayu-
dante, la multitud vociferante, todos transformados. La acción tiene un fondo musical
ejecutado con instrumentos de viento, cuyo ritmo ondula conforme a la carga emotiva
de cada secuencia, siendo por momentos suave, grave, dramática o trágica, como si se
tratara de una ópera. El padre (el antiguo cargador), contrariando al discurso bíblico
ha envejecido, y el hijo asume la responsabilidad de cargar la cruz, no como un acto de
castigo y redimitorio, sino como demostración de virilidad masculina, mayoría de edad
y sexualidad madura; los dos sucumben. Este aniquilamiento colma los deseos psicóticos
de la generación nueva y de una multitud variopinta que vocifera, ríe, bebe, dentro de la
que se encuentran gentes de otras comunidades, de las que los huaracaínos son los más
feroces. La procesión es una competencia entre lo viejo y lo nuevo, entre el centro y la
periferia, entre lo bíblico y una realidad colonizada. Un mudo y un tonto son los únicos
que se manifiestan como sensatos en esta vorágine. El primero tiene pegada la vista al
bombo de los músicos pensando que «si dejaran de tocar, el cargador se caería. Y el tonto,
o sea: «El opa Raymundo sigue de lejos (…) Y ahora se aproxima, quitando de en medio a
la gente. Llega junto al cargador y trata de ayudarlo. Hace un esfuerzo y tambalea la Cruz.
El Gobernador de un fuetazo lo retira». En el vórtice de la escena se mezclan el dolor, la
tragedia, la risa, la burla, la envidia, la borrachera hasta de las más viejas que acompañan
al torturado de lejos, «cayéndose, levantándose del barro»; un muchacho mira al gentío al
mismo tiempo que orina; participan también el barro, el frío, el alcohol, la sexualidad,
la riña. El único ser que llora con sinceridad es un tullido. Próximo al final, la madre
del cargador, una anciana nonagenaria, a pedido de la gente acude; no llega bañada en
llanto, tampoco para suplicar clemencia; sino se hace presente para protestar. Censura la
procesión, la tilda como una locura y ante la rudeza del evento recuerda los viejos tiempos
porque no comprende la nueva época: «estaré sentada aquí, sin comprender dónde estoy,
hasta no saber por qué este desborde» Luego lanza una pregunta contundente e incrimina-
dora, interroga que en esta competencia, ¿quién es el contrincante? La pregunta echa por
tierra la representación. Da a entender que el acto es un constructo que ha sido pensado
y armado para transcurrir sobre un fondo carente de significación porque no hay ningún
contrincante y así hubiera, él está ausente, lo que equivale a que todo acontece sobre un
vacío. El silencio de la multitud ante la interrogante expresa culpa y remordimiento. La
comunidad es consciente que su empecinamiento tiene visos de asesinato; al castigar al
cargador se castiga a sí misma; este autocastigo le produce dolor que todos creen es purifi-
catorio. La procesión que ha sido pensada para recordar la pasión del Viernes Santo, en la
noche, deviene en la muerte primero del hijo y después del padre, es decir de Dios. Este
cuento, «Taita Cristo», es el relato de un deicidio; hace saber al mundo el deceso de Dios,
como en Así hablaba Zaratustra, alguien o muchos le dan la noticia del terrible suceso al
filósofo ermitaño. El cuento es una carnavalización. El dolor, el padecimiento, la realidad
oscilante entre el bienestar y la pobreza, las variaciones del tiempo, de la naturaleza y de
la vida, todo es carnavalizado e igual suerte corren la tortura y el olvido.
YUYAYKUSUN 359
Marcos Yauri Montero
360 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
a abrirse y lo desconocido sigue siendo un misterio, y el niño retorna a la duda, esta vez
acrecentada y por consiguiente más grave que lo empuja a preguntarse: «Estaré aquí, o
a lo mejor ni he nacido todavía». Entre el silencio y el tañido de la campana invitando a
rezar, la tibieza de la tierra, el trino de los pájaros, el niño siente un desprendimiento y
divaga: «Si me voy (como si ya me fuera), no estaré aquí». «Pero antes, antes, ¿dónde estuve?».
Estas dudas graves devienen en el presentimiento obsesivo de la llegada del desconocido
a quien se esfuerza por imaginarlo: «Cómo miraría O qué hablaría, qué el quería oir».
Más adelante, lo desconocido se convierte en abstracción. Entonces, ya no es solamente
nostalgia o búsqueda, sino deseo por descubrirse a sí mismo y saber del más allá de los
límites de su pueblo. Ese más allá que aún no es accesible, porque lo atan a su solar nativo
lazos que teme romper: «Saltarás, correrás, allí mismo quedarás». Pero si lo desconocido
no es accesible de modo real, lo es a través de las palabras que alguna vez el desconocido
dijo: «Me iré de este pueblo. A dónde nadie me encuentre». Aquí comprobamos que el padre,
una parte de lo desconocido, está muerto, y, al mismo tiempo, la muerte no significa solo
muerte, sino también desarraigo que es otra forma de muerte, una muerte dentro de la
muerte (la segunda muerte). Y de súbito, también sabemos que la muerte es también el
presentimiento del exilio: «Tengo pena de no estar aquí» »Una música que añoro. Un pueblo
lejano, detrás de los cerros, pero más lejos. Un pueblo de donde me trajeron a este lugar en que
he nacido». Luego, nos encontramos en medio de un contrapunto de hechos. El llanto de
las guitarras, la canción en un rincón, el paso del tiempo, las lluvias. Todo coincide con la
crisis de un alma que crece pensando en el futuro. Futuro y lo desconocido son entonces
la misma cosa. Asoma definitivamente el presentimiento de la verdadera ausencia; se di-
buja de manera creciente en cosas mágicas, en gestos y eventos insólitos. El protagonista
revisa el pueblo, lo memoriza para recordarlo, lo contempla con amor desde una colina y
piensa: «Puede que ahora me vaya».
Por último, la ausencia se define coincidiendo con el crecimiento del niño narrador
que anhela tramontar las montañas que rodean a su pueblo. Mira el camino, testigo de
lo que ha pasado, de lo que pasa y pasará; y, más allá el dilatado espacio, abierto a todas
las posibilidades, a todos los sueños y ausencias, a todas las nostalgias y diversas formas
de agonía. Entonces, ese sentimiento de exilio no es solo tal sino, el no lugar, y en sen-
tido más hondo la búsqueda de la identidad. El narrador llega a saber que para burlar al
no lugar, es necesario llegar a ser el en sí mismo. Por este proceso el padre y el hijo son
partes de una misma realidad. Es la historia del hombre que ha vencido a la muerte y al
tiempo confiando en sí mismo: «Ahora es cuando empiezo a ver. Me doy cuenta: «Como si
yo fuera mi padre». Pero aun más, la frase: «Puede que ahora me vaya», es el presagio del
desarraigo como consecuencia de la migración. Desarraigo que es una forma de muerte o
de agonía, esta última en el sentido de lucha en otro mundo. El final de este cuento, en
términos históricos, alude al fenómeno migratorio que en el país se acentuó en los años
posteriores en que fue escrito y que le cambió el rostro a la capital metropolitana, Lima y
a otras ciudades costeñas.
YUYAYKUSUN 361
Marcos Yauri Montero
El mundo de Ñahuín y Taita Cristo por la recurrencia de personas y lugares, el ritmo lento
de todo cuanto acaece, da la impresión de ser uno solo. Como constructo literario, sien-
do uno es diverso. Así como el niño narrador del cuento «El desconocido» que próximo
a su desarraigo memoriza el pueblo de su nacimiento, Eleodoro Vargas Vicuña con los
elementos que su memoria registró de su tierra nativa y de los lugares que conoció en sus
viajes, creó un mundo ficticio donde sitúa la historia de sus cuentos. Ese espacio ficticio
tanto como hito geográfico y cultura, está anclado en un entorno andino mestizo. Sus
habitantes son campesinos estrechamente vinculados a las actividades agrarias, e integran
una comunidad heterogénea de las décadas de 1950 y 1960, lapso que corresponde a la
vida del autor. En el seno de este universo no se nombra ni invoca a los apus, tampoco se
celebran rituales; es un territorio colonizado por el cielo cristiano y Papá Noel, así como
por duendes, la mujer convertida en mula y el diablo20. Estos mismos espíritus malig-
nos corresponden al ayer: «Según el tiempo que transcurre, existen espíritus malignos. Digo
porque ahora ya no se ven», dice el narrador del cuento «En tiempo de los milagros». No
suceden las grandes fiestas en homenaje a los santos patrones o las que corresponden a las
actividades agrarias de la comunidad a campo abierto, con danzas, ritos, consumo de co-
midas y bebidas. Empero, la imagen que de este modo transfiere la palabra de la realidad
local y sus habitantes no significa que la cultura ancestral ha desaparecido o está recluida
en el olvido. Sucede que la oralidad al constituirse en memoria colectiva se ha convertido
en repositorio de la historia oral que es legada a través de relatos orales de mitos, cuentos,
leyendas que forman una textualidad transmisible de generación en generación; asimis-
mo esa memoria colectiva es también fuente de prácticas culturales tradicionales, que en
el caso de los cuentos de Vargas Vicuña no se mencionan porque el autor es un sujeto
endógeno que habla para los miembros de su propia semiosfera,21superando al sujeto
que frente al otro, para que éste haga uso de la palabra, juega el papel del que autoriza la
palabra (mediador, gestor), o del que «habla por» o «habla de».
En el universo de Ñahuín y Taita Cristo, aparte de las secuencias de la vida cotidiana
circulan chismes, habladurías. La vida discurre interiorizada, casi en silencio; de esa inte-
rioridad brotan ideas, pensamientos, en un lenguaje parco que recoge el aire mágico de
una comunidad detenida en un tiempo con visos de arcádico. La enfermedad, la soledad,
20 Nicole Fourtané demuestra que en el documento El espéculo de los legos , publicado en Inglaterra en el s. XIII, el
demonio llega ante un herrero en forma de hombre montado en una bestia negra para herrarla a ésta., que no es sino
su concubina que en las noches se convierte en dicho animal. «En torno a Malikacha y el cura». Literaturas andinas
Nos 3 y 4. Lima. Director Edgardo Rivera Martínez
21 El concepto de semiosfera «permite a un grupo socio-cultural comunicarse interna y externamente, porque es el
campo de significación que define la experiencia de los sujetos de una cultura, definiendo discursos producidos en
esta» Terán Morveli, Jorge, ¿Desde dónde hablar? Dinámicas. Oralidad-escritura, 2008, Andesbooks, Lima, p. 58.
«La semiosfera es el dominio en el cual los sujetos de una cultura tienen la experiencia de la significación, lo cual
permite a una cultura definirse y situarse para poder dialogar con otras culturas». Quezada Macchiavello, Óscar,
Del mito como forma simbólica. Ensayo de hermenéutica semiótica, 2007. Fondo editorial de la UNMSM, Fondo de
Desarrollo Editorial de la Universidad de Lima. Lima, p. 344.
362 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
22 Vargas Vicuña no aludió de manera directa al mundo andino y su cultura antigua y moderna. Esta vive en sus cuentos
como esencia .No repitió lo que antes de él o los que vendrán después, que por expresar una identidad, folclorizaron
el universo andino y su literatura. No mostró en su creación lo que irónicamente muchos novelistas, entre ellos el
nicaragüense Sergio Ramírez, llaman la «cocina». Defecto que la crítica literaria sí la muestra, guiada por la idea de
garantizar su solidez, mencionando la teoría o teorías que nutren sus análisis.
YUYAYKUSUN 363
Marcos Yauri Montero
La década del 50 y del 60 fueron los años del autor. En ese interregno fueron escritos
sus cuentos. El mundo se desenvolvía dentro del final de la segunda revolución industrial
e inicios de la tercera. Las fronteras culturales y regionales empezaban a erosionarse al ser
cruzadas, con más intensidad que antes, por el comercio, el turismo, la radio, el teléfono,
el periodismo, la televisión y otras formas de comunicación. La radio portátil a pilas era la
«golosina» hasta del pastor de la punta del cerro más lejano. En los Andes las clases medias
al sentirse fuertes con la exportación de sus productos agropecuarios o mineros colmaron
sus vidas de objetos modernos y lujosos al estilo de los habitantes de las grandes ciuda-
des. Más antes, a fines del s. XIX, en el Perú las clases medias limeñas enriquecidas con
el negocio del guano importaron la moda de París, mobiliario europeo (sillas vienesas,
espejos «art nouveau»). A imitación, las clases medias de provincia hicieron lo mismo.23
Es este el ambiente en que fueron creados los cuentos de Ñahuín y Taita Cristo. En la
década del 40 se iniciaron las migraciones al centro capitalino, Lima; a partir del 50 se
acentuaron para incrementarse con los años en oleadas hasta dar como resultado el fenó-
meno de la ruralización de la ciudad y la urbanización del campo, del desborde popular
y la cholificación. Este fenómeno social creó en la sociedad peruana una nueva capa de
«clases medias», tanto en las provincias como en el interior metropolitano, Lima. Esas
capas letradas generaron un espacio donde surgió un mercado para el «libro-mercancía».
Los escritores surgidos dentro de esas clases medias que migraron, mitificaron la vida
rural o semirrural que dejaron sus ascendientes, atrás. A su vez los lectores de las mismas
clases medias encontraron en la mitificación del pasado rural de sus familias un mundo
querido aunque no añorado. A este fenómeno que surgió a nivel latinoamericano, en el
Perú se debe la actual proliferación de obras reconocidas con la etiqueta de «andinas»; y,
según el crítico francés Noël Salomon, a este acontecimiento se habría debido el «exitazo»
del best seller Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.24 El significado profundo
de este fenómeno no es sino el tránsito de una economía rural a una economía financiera
anclada en las urbes.
Por todo esto, la obra de Vargas Vicuña es mestiza, y como proyecto nacional, tam-
bién. El realismo maravilloso de sus cuentos canceló el regionalismo.25 El lenguaje po-
pular y la oralidad sabiamente reelaborados han otorgado a sus relatos calidad artística y
23 En la ciudad de Huarás, capital de Ancash, antes del terremoto de 1970 que la arrasó borrándola completamente,
hubo varios salones familiares con sillas y sofás vieneses, así como con espejos de marcos dorados, de estilo «art
nouveau». En Recuay, a 30 km al sur, aún existe otro salón del mismo estilo (Testimonio personal).
24 Salomón, Noël. «Algunos problemas de sociología de las literaturas de lengua española» Casa de las Américas, No
102. La Habana, Cuba, 1977 p. 11. En esta misma página, el mencionado sociocrítico francés de la Universidad de
Grenoble, ya fallecido, cita una frase importante de Mijail Bajtin: «el lenguaje no es ideológicamente neutral», y un
párrafo del francés Hennequin: «Los que leen un libro se estremecen de placer al hallar expresadas en una lengua
perfecta las ideas tan queridas que acariciaban en silencio y son ellos por el espíritu hermanos del hombre que las hizo
brotar primero en sus obras»
25 Washington Delgado en el prólogo titulado: «Vargas Vicuña: Una subyugante intensidad poética», que acompaña
a la edición del volumen editado por Milla Batres, dice que en su obra: Hay (…) una densa sustancia mítica, unos
personajes grandiosamente arquetípicos, por todo lo cual su breve obra narrativa se emparenta con los monumentos clásicos,
con el magnífico teatro helénico»:
364 YUYAYKUSUN
Eleodoro Vargas Vicuña: El Desconocido
YUYAYKUSUN 365
«El polvo del saber»: la maldición de cumplir
lo anhelado en un cuento de Julio Ramón Ribeyro1
Germán Atoche Intili
RESUMEN
Analizando la historia de Ribeyro «El polvo del saber» comprendemos la influencia que los padres
poseen sobre la percepción de sus hijos y el desarrollo de la salud física y psicológica. Nuestro
protagonista luchará por recuperar la biblioteca familiar, herencia prometida y negada a su padre.
Lograr su objetivo enfrentará las fantasías infantiles del protagonista con la realidad, entendiendo lo
fútil de su sueño. También revisaremos algunas observaciones, desprendidas del texto. Por ejemplo
cómo el mismo objeto puede tener valoraciones diferentes, la inexistencia de la madre y el papel
negativo de las dos mujeres participantes en el cuento.
ABSTRACT
We can understand the influence that parents have on the perception of their children and the
development of physical and psychological health analyzing the story “El polvo del saber” of Ribeyro.
Our main character will struggle to get back the library of the family that was a promised but denied
inheritance to his father. Achieving his goal will face the protagonist’s childhood fantasies with the
reality, understanding the futility of his dream. We also review some comments from the texts. For
example, how the same object can have different values, the absence of the mother and the negative
role of the two women involved in the story.
Introducción
P
or su tímida personalidad Ribeyro (Esteban, 2002) prefería tener un perfil bajo y
no difundir su obra. Refirió de sí en una entrevista de 1982, realizada por O’Hara
(2009).
[...] sé que mis libros, por los temas que tratan o porque están escritos en forma senci-
lla, accesible, llegan al gran público, sin por ello dejar indiferentes a las élites literarias.
1 Basado en la ponencia presentada en el Coloquio Internacional Julio Ramón Ribeyro: las palabras del mudo, realizado
en el Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar, el 4 de diciembre 2009 en Lima.
Tampoco me considero marginal si entendemos por ello al escritor huraño, que vive
escondido, que se desentiende de su obra, que jamás concede entrevistas o participa en
reuniones literarias. A mí me fastidia la representación, la figuración, la publicidad, para
decirlo crudamente... (90-91).
Y más adelante:
[...] hay una tercera forma de marginalidad, la del escritor que es poco conocido en rela-
ción con la continuidad de sus obra o cantidad de libros publicados o menos conocido
que autores de una obra equivalente. Ese podría ser mi caso. Y se debe, a mi juicio, al
hecho de no haber publicado ningún libro en una de las grandes editoriales que cuentan
con buen servicio de promoción y de distribución. Me refiero naturalmente a mis pu-
blicaciones en español, pues mis libros has sido publicados en excelentes editoriales de
otros países (91).
Actualmente, según Planas (2009), «Julio Ramón Ribeyro ha dejado de ser el secreto me-
jor guardado de la literatura peruana» (C1), a través de reediciones existen lectores en el
extranjero «que se identifican con su melancolía, su humor negro y sus temas universales:
la decepción ante el progreso, la soledad, las pequeñas derrotas» (C1).
El cuento en Ribeyro
Elegimos participar en este coloquio, con uno de sus cuentos por ser «la parte más vo-
luminosa de su obra y la de mayor calidad literaria y carga crítica» (Esteban, 2002). El
propio Julio Ramón Ribeyro (Vásquez, 2007) expondrá sus ideas sobre este género en su
primer libro, Los gallinazos sin plumas, de 1955:
Para Milla Batres (Ribeyro, 1989), aunque existen otros exponentes, con Ribeyro el cuen-
to «alcanza su plenitud por su magistral perfección estilística y excepcional estructura
narrativa [...] Tanto la fantasía, como la marginalidad y la frustración son las constantes
por donde van a discurrir sus innumerables historias» (9).
En ese sentido Esteban (2002) sostiene que dentro del boom latinoamericano eran
pocos los representantes de este género, como Borges y Ribeyro, quien afirmó (O’Hara,
2009):
368 YUYAYKUSUN
El polvo del saber: la maldición de cumplir lo anhelado en un cuento de Julio Ramón Ribeyro
Yo me siento un escritor, antes que nada. Creo que eso es lo importante. Que lo sea
escribiendo novelas, cuentos o cualquier otra cosa es secundario [...] La gran novela
uno la contiene dentro de sí o tiene que encontrarla fuera de sí. Yo no contengo sino
fragmentos de novelas. Y fuera de mí no percibo el mundo como un totalidad sino frag-
mentariamente. Por ello me resulta más cómodo escribir cuentos o textos breves. Lo que
no siento como una frustración pues para ser un buen escritor no es indispensable pasar
por la prueba de la novela (87-88).
Durante 1974 Julio Ramón escribió, en primera persona, El polvo del saber en París.
Refiriéndose a lo efímero del conocimiento y la vida en sí, además de la decepción ocasio-
nada por cumplir nuestros sueños.
En su diario, el 26 de septiembre de ese año, leemos: «Pasé hoy en limpio mi cuento
«El polvo del saber», el segundo que escribo en el curso del año» (Vásquez, 2007: 3). Lo
describe como: «Más que cuento, relato autobiográfico, sin intriga, dentro de la línea
de «El ropero, los viejos y la muerte». Cada vez más me oriento por esta vía, cuyos an-
tecedentes son «Los eucaliptos», «Página de un diario», «Por las azoteas». Relatos tal vez
demasiado personales, que mis críticos no aprecian, pero que para mí tienen un encanto
particular» (Vásquez, 2007: 3).
Desde niño el personaje adquiere la codicia/esperanza, transmitida por su padre, de
conseguir una biblioteca, obsesionándose con esta herencia familiar prometida y frus-
trada por su tío abuelo Ramón, profesor universitario que llevó una vida desordenada,
muriendo sin redactar su testamento. La viuda, como venganza a sus infidelidades, les
niega lo prometido, pasando de mano en mano, cada vez más lejos. Esto ocasionará que
el protagonista considere negado su derecho, usurpado. No puede continuar con la tradi-
ción impuesta por el bisabuelo.
Influencias de la familia
YUYAYKUSUN 369
Germán Atoche Intili
Género y cultura
Cabe resaltar que la línea patriarcal del protagonista se encuentra ligada al amor por la
sabiduría (filosofía). El bisabuelo reunió estos volúmenes, encargando mucho de ellos a
Europa en pleno siglo XIX, época ajena a Internet, herramienta que permite un mayor
acceso a la cultura.
Sus descendientes: el tío abuelo, su padre y el hijo también fueron a la universidad,
compartiendo ese amor. Mientras que por el lado matriarcal, sin evocar a la figura de la
madre, sólo se menciona a dos mujeres que por el contrario dificultan esa devoción al
conocimiento. En primer lugar, la viuda:
[…] señora riquísima, estéril, sorda e intratable, que lo maltrató toda su vida. Para des-
quitarse de su fracaso matrimonial, la engañaba con cuanta mujer le pasaba por delante
(151).
[…] optó por encerrarse en la calle Washington con su soledad, su encono y su sordera
(152).
En ella hallamos una contradicción, es rica en dinero pero pobre en vida. Odia y es odia-
da. No comparte el gusto por las letras:
Me parecía un crimen que esos libros que un antepasado mío había tan amorosamente
adquirido, coleccionado, ordenado, leído, acariciado, gozado, fueran ahora patrimonio
de una vieja, avara que no tenía interés por la cultura ni vínculos con nuestra familia
(152).
370 YUYAYKUSUN
El polvo del saber: la maldición de cumplir lo anhelado en un cuento de Julio Ramón Ribeyro
La otra mujer es doña Maruja. Al administrar la casa donde habitó el tío, convertida en
pensión, mandó botar la biblioteca en los cuartos de empleados para que no estorbaran.
Aquí comprendemos que el mismo objeto puede tener valoraciones diferentes. Para el
protagonista un tesoro, para la viuda una forma de venganza, para Maruja basura. Como
describe el refrán: «Las cosas no se ven como son, las vemos como somos».
El anhelo de poseer este bien es frustrado por años, hasta que por casualidad, cuando ya
había abandonado toda ilusión, regresa a la casa donde se encontraba el tesoro, iniciando
una extensa búsqueda, hasta reducirla a una habitación:
Yo vacilé antes de abrir el candado. Sabía lo que me esperaba pero por masoquismo, por
la necesidad que uno siente a veces de precipitar el desastre, introduje la llave (154).
Para nuestro héroe hubiera sido preferible que esa biblioteca permaneciera intacta en su
imaginación, como recuerdo de niñez. Con seguridad traspasaría el anhelo a su propia
descendencia, repitiendo el ciclo. Sin embargo, prefiere enfrentar la situación, rompiendo
espejismos:
Allí no quedaba nada sino el polvo del saber. La codiciada biblioteca no era más que un
montón de basura. Cada incunable había sido roído, corroído por el abandono, el tiem-
po, la incuria, la ingratitud, el desuso. Los ojos que interpretaron esos signos hacía años
además que estaban enterrados, nadie tomó el relevo y en consecuencia lo que fue en una
época fuente de luz y de placer era ahora excremento, caducidad (155).
Sólo pudo rescatar un libro en francés que sirve para recordar el fracaso de su empresa.
Antes de estrellarse con la realidad comprende lo vano de su sueño. El tiempo ejerce su
efecto tanto en las personas como en las cosas. Ya lo dijo Heráclito: todo fluye, todo
cambia, nada permanece.
Referencias bibliográficas
Cisneros, A.J. (1998). Alegatos de la modernidad en algunos cuentos de La palabra del mudo de
Julio Ramón Ribeyro. Romance Languages Annual IX. Consultado el 14 de julio 2010 en: hhtp://
sololiteratura.com/rib/ribobralegatos.pdf
YUYAYKUSUN 371
Germán Atoche Intili
Icochea, G. (2007). Cosas raras que le pasan a Julio Ramón. El Comercio. Consultado
el 30 de noviembre 2009 en: hhtp://elcomercio.pe/EdicionImpresa/html/2007*06-10/
ImEcDominical0736846.html
O’Hara, E. (2009). Soy escritor que recibe todo lo que viene (1982) en Coaguila, J. (comp.).
Julio Ramón Ribeyro. Las respuestas del mudo (segunda edición, corregida y aumentada). Iquitos:
Tierra nueva editores.
Ribeyro, J. R. (1989). El polvo del saber, 3º ed. En: La palabra del mudo. Lima: Editorial Milla
Batres.
Vásquez, J.G. (2007). Diario de un diario. Un álbum fotográfico de Julio Ramón Ribeyro.
Malpansante 82. Consultado el 30 de noviembre de 2009 en: http://www.elmalpensante.com/
index.php?doc=display_contenido&id=128
372 YUYAYKUSUN
Apuntes para la presencia de la cautiva, del gaucho
y del «otro» en la obra de Esteban Echeverría,
José Hernández y Jorge Luis Borges
Ana María Intili
RESUMEN
El artículo enfatiza el valor de los textos literarios y la trascendencia de cada autor, así La cautiva
de Esteban Echevarría como Martín Fierro y La vuelta del Martín Fierro de José Hernández, están
directamente relacionados y son exponentes de una lectura social. Nacen de un mismo clamor,
expresan una denuncia con matices coincidentes. Mientras, Borges retoma el tema del «otro», entonces
se declara heredero de sus antepasados biográficos, pero también de sus antepasados literarios. De esta
forma recupera, en un juego de intertextualidad, al gaucho, el de Echeverría y Hernández, al gaucho
argentino, el gaucho de la pampa.
ABSTRACT
The article emphasizes the value of literary texts and the significance of each author, so the captive
by Esteban Echevarría as well as Martin Fierro and Martin Fierro’s return by José Hernández are
directly related in this sense and are exponents of a social interpretation. Originated from the same
clamor both books express a complaint with matching shades. When Borges returns to the theme of
“the other”, then he declares himself heir of his biographical ancestors, but also of his literary ones.
Thus, he recovers, in a game of intertextuality, the gaucho, that of Echevarría and Hernández, the
Argentinean gaucho, that of the Pampa.
E
n el poema La cautiva de Esteban Echeverría (1986), el guerrero Brian y su esposa
María1 son tomados prisioneros por un malón2 de indios, quienes ingresan a los
fortines, límite entre la población blanca e indígena. Los nativos festejan el hecho,
María libera a su esposo malherido, para escapar. La huida es dramática, se internan en
el desierto y tienen que convivir con la pampa agreste que pronto cobrará factura: la vida
de Brian. La protagonista deberá enterrar a su esposo en el desierto y luego emprende la
búsqueda de lo único importante que le queda: su hijo. Finalmente se entera que muere
de una manera cruel, degollado por los nativos. Sumida en el dolor más lacerante, fallece.
Simbólicamente la pampa guarda sus tumbas.
María da título a la obra, emerge como símbolo de lucha y tenacidad, frente a una
geografía3 indomable para la época. A través del relato, el autor muestra indicios de de-
nuncia de una estructura social violentada por la inversión inusitada del poder y la dis-
tribución desigual de las tierras, las que significaron para el amerindio la pérdida de la
tranquilidad y equilibrio social dominante. Martínez Estrada (1946) expresa: «El indio se
hizo desconfiado, desafecto, y el mestizo heredó, por la madre, esos rasgos en su cuerpo
y en su alma. El español le enseñó a ser precavido, a no creer en las palabras […]» (40).
Echeverría señala de manera directa en «Advertencia» contenida en la primera edi-
ción: «El principal designio del autor de La cautiva ha sido pintar algunos rasgos de la
fisonomía poética del desierto; y, para no reducir su obra a una mera descripción, ha
colocado, en las vastas soledades de la pampa, a dos seres ideales, o dos almas unidas por
el doble vínculo del amor y el infortunio»4. La historia de Brian y María representa los
esquemas exigidos por el romanticismo. Sin embargo la protagonista cabal del poema es
la pampa argentina: «[…] es atractiva de fascinante belleza indómita» (Echeverría citado
por Fernández de Yácubsohn, 1980: 69).
A través de su vida el autor es un fiel exponente de la corriente literaria y de la época
que le tocó vivir. Nace en Buenos Aires en 1805, siendo niño pierde a sus padres. Viaja
a Europa, le aqueja una enfermedad cardiaca que lo lleva a los cuarenta y seis años a un
trágico final. La muerte lo sorprende en Uruguay, adonde migra en consecuencia a sus
ideas políticas, opuestas a Juan Manuel de Rosas, quien gobernaba con facultades extraor-
dinarias5. Echeverría forma parte de la generación conocida como «los proscritos», junto
con Mitre, Alberdi, Sarmiento, J. M. Gutiérrez, Vicente V. F. López, entre otros.
1 Es de prever que el autor le otorga importancia a la onomástica. Basta recordar que Argentina sufrió no solo la inva-
sión española, también varias invasiones inglesas como las de 1806 y 1807. Secuela de las mismas es el dominio desde
1833 sobre las Islas Malvinas.
2 Hernández, José, 2004, p. 156: « Malón (Amer.): Ataque realizado por los indios contra las poblaciones y fortines en
el desierto, robando y matando de sorpresa». T odos los versos citados corresponden a la misma edición.
Martínez Estrada, Ezequiel, 1946, p. 34: « Allá lejos estaba […] la vida estable de las ciudades, hasta que se presentara
el malón a rescatar sus mujeres raptadas, sus hijos sometidos, sus animales y terrenos confiscados sin derecho».
3 Martínez Estrada, Ezequiel. Ibídem, p.13: «La amplitud del horizonte que parece siempre el mismo cuando avan-
zamos, o el desplazamiento de toda la llanura acompañándonos […] Sólo la conciencia de que se anda, la fatiga y el
deseo de llegar, dan la medida de esta latitud que parece no tenerla. Es la pampa […]».
4 Fernández de Yácubsohn, Martha, 1980, p. 69.
5 Desde 1829 a 1832 y del 1835 al 1852.
374 YUYAYKUSUN
Apuntes para la presencia de la cautiva, del gaucho y del «Otro»
6 Roja, Ricardo, 1917. - Arrieta, Rafael Alberto, 1958. - Oviedo, José Miguel (Comp.), 1995.
7 Fernández de Yácubsohn, M., Op. cit., 73: « Cuando describe en el poema [La cautiva] la pampa argentina, se en-
cuentra refugiado en «Los Talas», lugar que había sido frontera entre la civilización y el indio hasta hacia muy poco
tiempo: este es la realidad vital que influye en la obra».
8 Zona que delimita el territorio del blanco, quien atravesaba la «frontera», era para llegar a los toldos o tolderías, lugar
habitado por el indio, hacia donde había sido desplazado, después de quitársele su tierra y todas sus pertenencias, in-
cluyendo muchas veces a su mujer y a sus hijos, sometiéndola para el placer y el trabajo forzado, otras formas fueron
también la mita, la encomienda y el yanaconazgo en la época colonial.
9 El poema está configurado por nueve cantos y un epílogo: a). I. El desierto; II. El festín. Descripción del escenario
primordial, la pampa y los indios que la habitan. b). III. El puñal; IV. La alborada. Malón de indios que toman a
María y a Brian prisioneros. El rescate llega luego que los esposos emprenden la huida. c). V. El pajonal; VI. La
espera. VII. El quemazón. La pampa como escenario hostil, intrincada huida. d). VIII. Brian; IX María. Dramático
desenlace, epílogo.
10 Siete mil doscientos diez versos y se ubican dentro del romanticismo tardío del Río de la Plata.
11 Hernández, José. Op. cit., 155: «Jinete de nuestras pampas, conocedor y diestro en ganadería».
YUYAYKUSUN 375
Ana María Intili
Aquí me pongo a cantar/ al compás de la vigüela,/ que el hombre que lo desvela/ una
pena estrordinaria [sic]/ como el ave solitaria/ con el cantar se consuela.// Pido a los san-
tos del cielo/ que ayuden a mi pensamiento,/ les pido en este momento/ que voy a cantar
mi historia/ me refresquen la memoria/ y aclaren mi entendimiento (11).
Vivía tranquilo, hasta que es enviado a la «frontera», allí inicia su mala suerte porque los
gauchos, como los blancos, son víctimas de los malones de indios. Después de dos años
huye del fortín para volver a su hogar. No halla a su familia y se convierte en gaucho ma-
trero para luego en peleas sucesivas matar a un moreno12 y a un gaucho. Cuando iba a ser
apresado, Cruz, integrante de la partida que de igual modo había sufrido injusticia, sale
en su defensa. Se convierten en amigos inseparables, entonces el nuevo aliado compren-
de que: «Está haciendo algo que en realidad no quiere y es entonces cuando se opera el
cambio, cambio que gradualmente se denuncia así: un destino, un destino individual que
se debe acatar, el uniforme estorboso, su destino de lobo, no de perro; en fin, el «otro»,
el «otro» era él. He aquí el juego de espejos a que Borges autor tanto miedo le tenía en la
vida real» (Quintana Tejera, 2003: 109).
En la segunda parte, La vuelta…, su amigo muere por la «peste», «se le pasmó la
virgüela […]/ aquel bravo compañero/ en mis brazos espiró» (72-73) y Fierro salva a la
cautiva. El capítulo siete inicia anunciando la muerte de Cruz, quien le pide que al volver
al pueblo halle a su vástago para contarle cómo murió. Finalmente encuentra a sus hijos
y se entera del fatal destino de su mujer. Luego de conversar con ellos da con Picardía,
así se llamaba el hijo de Cruz. Termina aconsejándolos y se despide para enfrentar solo
su destino. El gaucho tiene un gran sentimiento de la amistad y Fierro perdía en Cruz a
un amigo pero también sus implicancias como era el deberle su vida. Así desconsolado lo
acompaña en su tumba y es cuando escucha un gemido:
Sin saber qué hacer de mí/ y entregado a mi aflición [sic],/ estando allí una ocasión/ del
lado que venía el viento/ oí unos tristes lamentos/ que llamaron mi atención (74).
Quise curiosiar [sic] los llantos/ que llegaban hasta mí;/ al punto me dirigí/ al lugar de
ande [sic] venían/ ¡Me horrorisa [sic] todavía/ el cuadro que descubrí!// Era una infeliz
mujer/ que estaba de sangre llena (74).
Provenía de una cautiva quien era azotada por un indio. Hernández aprovecha para en-
viar una tanda de denuncias. Puesto que «en ese momento el gaucho se hallaba frente a
la disyuntiva de transformarse en peón asalariado o desaparecer. Hernández asume una
12 Lugarismo. Dícese de aquella persona cuyos rasgos étnicos del blanco y el indio se combinan, dando facciones de uno
u otro, de piel trigueña y corresponden a aquello que en Perú llamamos criollo.
376 YUYAYKUSUN
Apuntes para la presencia de la cautiva, del gaucho y del «Otro»
actitud crítica frente a este proceso que él considera injusto». Hace extensiva su crítica ha-
cia los métodos que tenían las autoridades con el cual trataban de imponer «su particular
idea de civilización y organización social» (Fernández de Yacubsohn, 1980: 101).
Supo después que llevaba cautiva dos años, era cristiana y habían matado a su mari-
do. El indio la obligaba a trabajar con maltratos, poniendo delante de ella a su hijo atado,
a quien impedía amamantar, si no terminaba la faena. Ambas obras se entroncan, cuando
Martín Fierro recoge en su relato a esta cautiva, con una historia que se yuxtapone. Si
bien en La cautiva su esposo muere por las heridas que los indios le infringen y sale en
búsqueda de su hijo, en La vuelta… lleva consigo a su pequeño, sometida por el indio con
su «china»13 y le impone laborar bajo castigo. Es el indio quien mata al niño pues cree que
la mujer blanca trajo «gualicho»14 cuando muere un familiar.
Postulo, con otros autores, que los textos hernandianos demuestran el compromiso
básico de rendir un homenaje, trayendo a su relato el tema perteneciente al libro de
Echeverría, a quien reconoce como antecesor. Es necesario a este punto evocar en la vida
de Hernández su deseo de recordar al gaucho y al desierto como escenario primordial de
la obra, con ribetes de profunda realidad y dentro del marco histórico. Están basados en la
pampa argentina como telón de fondo, donde son reunidas la vida del indio y del gaucho,
este, como secuela final del mestizaje desencadenado por el invasor europeo, con excesos
y estragos y la nefasta alteración del orden social anterior a 1492, que representa a su vez
al «otro», el inmigrante/dominador blanco.
El Martín Fierro comparte con El Quijote la coincidencia en la cual la fama del perso-
naje supera al autor y Borges (2005: 35) la evoca en el poema Sueña Alonso Quijano: «El
hidalgo fue un sueño de Cervantes/ y don Quijote un sueño del hidalgo». El privilegio
juega a favor del tiempo en la obra hernandiana, cuya aparición ocurre en 1876, de modo
que la vida y obra son relativamente recientes. Conocemos trabajos de crítica literaria,
que si bien aparecen después de varias décadas de su muerte repentina a los cincuenta
y dos años, estos relievan su genuina importancia y vital trascendencia, no solo para la
literatura del Río de la Plata del siglo XIX, sino una nueva lectura para la historia literaria,
que llena vacíos de La cautiva. Se constituye en testimonio vivo de una justificada denun-
cia respecto a cómo fue tratado el nativo de las tierras americanas, con total insensibili-
dad, que hacen de él un ser violento y desconfiado, como consecuencia de haber perdido
no solo la paz de su entorno natural, sino su lengua, costumbres, creencias y hasta la tierra
que por antonomasia le pertenecía y a largo plazo pérdida de identidad. Su vida estuvo
involucrada en el cambio de esta realidad.
Sabía que el gaucho, como personaje de la pampa, estaba extinguiéndose, por eso
quiso dejar un testimonio y logra el reconocimiento. El Martín Fierro, calificado como
«biblia gaucha» y por decisión popular en «poema nacional», es traducido a múltiples
idiomas. Sus versos se inmortalizan cuando pasan a pertenecer a la cultura del pueblo en
13 Lugarismo. Se le llama así a la compañera del indio. Ganándose ese apelativo por sus rasgos y los ojos oblicuos,
«achinados», propios de la raza amerindia.
14 Hernández, José. Op. cit., 155: «Daño. Entre los pampas, era el mal, el diablo, la brujería».
YUYAYKUSUN 377
Ana María Intili
la que es frecuente oír «todo bicho que camina/ va a parar al asador», «no pregunto cuán-
tos son/ sino que vayan saliendo» o este que deviene de los consejos del Viejo Viscacha,
«al que nace barrigón/ es al ñudo que lo fajen».
Si bien no intento hacer un análisis exhaustivo que ha tomado a estudiosos au-
torizados como Rojas, Martínez Estrada, Lugones, entre otros, largos textos de re-
flexión, pero sí incidir en hechos fundamentales que enfatizan el valor del texto y la
trascendencia de su autor, que dieron origen a una auténtica literatura americana que
si bien nace en el Plata15, no deja de tener sus correlatos con autores de otros escenarios
latinoamericanos.
En cuanto al descubrimiento del «otro», frecuente en los textos de Borges16, Cruz se
encuentra en Martín Fierro, para quien el personaje de Hernández es la representación del
espíritu libre. A pesar de pertenecer a las autoridades encargadas del «orden y la justicia»,
lo defiende, huyendo con él. Esa amistad grabada en las vivencias comunes a las que se
arriesgan, cuando eligen las «tolderías» en vez de la «civilización», tendrá su correlato
cuando Cruz muere en sus brazos.
Borges retoma el tema del «otro», lo trae a sus textos17, en el poema Borges y yo alter-
nativamente Borges es él/Borges el «otro» y más aún cuando rubrica: «no sé cual de los
dos escribe estas páginas» (Borges, 2001: 62). Su prosa no solo se refiere al yo en el «otro»/
en él mismo, sino «es una fuga» y queda suspendida en el tiempo, pero en un tiempo
alternante, presente, pasado, futuro, aún en el tiempo sin tiempo: «Hace años yo traté de
librarme de él [Borges] y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y
con el infinito pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi
vida es una fuga y todo es del olvido o del otro» (Borges, 1999: 63).
Entonces se declara heredero de sus antepasados biográficos, pero también de sus
antepasados literarios. De esta forma recupera, en un juego de intertextualidad, al gau-
cho, el de Echeverría y Hernández, al gaucho argentino, el gaucho de la pampa: «A mí se
me hace cuento que empezó Buenos Aires:/ La juzgo tan eterna como el agua y el aire»
(Borges, 1999: 12).
Advertimos que en «Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora, Derecho, Izquierdo, Yo,
Aquellos, Otros» del poema El golem (Borges, 1999: 17), todas las palabras inician con
mayúscula. Conjeturamos que lo hace como si indicara que cada una de estas podrían ser
el inicio de sus cuentos, ensayos, artículos, no únicamente de los ya escritos, sino de los
que vendrán. «Cuál de los dos escribe este poema/ de un yo plural y de una sola sombra»
(Borges, 1999: 41). Tal vez la universalidad de Borges está dada no solo por su profundo
15 «La literatura que tuvo por protagonistas a esos gauchos y por primeros aedas a los rústicos palladores, necesita ser re-
habilitada en la historia de nuestra cultura, pues sino es lo más bello es lo más nuestro que poseemos. Por su extensión
geográfica, que abarca toda la llanura pampeana; […] por el carácter anónimo de sus orígenes y la labor colectiva de
su lenta formación, el arte de los gauchescos se identifica con la tierra, la raza y la lengua nativas, tipificando el alma
de la patria» (Rojas citado por Mascotti y Zobboli, 2007, 12).
16 Borges, Jorge Luis, 1998 a, 9: « –En tal caso –le dije resueltamente– usted se llama Jorge Luis Borges- yo también soy
Jorge Luis Borges. […]–No –me respondió con mi propia voz un poco lejana».
17 Borges, Jorge Luis, 1970, 103: «Sin sospecharlo, cada uno de los dos se convirtió en esclavo del otro».
378 YUYAYKUSUN
Apuntes para la presencia de la cautiva, del gaucho y del «Otro»
convicción con que explora el yo/ el «otro» en diversas estéticas y múltiples culturas. Su
verdadera genialidad18 está en el hecho de haberlas combinado de tal modo que en toda
frase o verso, en cada uno de sus postulados, nos hace volver al pasado, a los libros y mitos
que lo generan, donde la verdad y la fantasía, la realidad y la ficción se combinan en una
proporción, siempre necesaria de indagar, en un proceso circular no repetitivo, sino a
manera de espiral lanzado al infinito, retomando de este modo el tema de los espejos, que
tanto lo fascinaba a Borges autor y aborrecía al mismo tiempo.
La versión borgeana no encuentra límites, busca entre sus ancestros, el origen de nue-
vas historias y su memoria inquisidora lo encuentra. La biografía de su abuela inglesa o
bien aquella recogida, en partes fantaseada por él, la heredera de Meyringk, la de Quiroga
y Lugones, la de Evaristo Carriego, las entrelaza con La Cautiva y con La vuelta…, en los
versos siete y ocho. Crea un nuevo relato en el cuento La historia del guerrero y la cautiva
(Borges, 2000: 36). Mientras su abuela inglesa llega a la civilización a tierras americanas
y se casa con el coronel Borges, quien muere en mano de los indios, la cautiva María en
cambio opta por la barbarie. Invierte los contenidos y se pone frente al «otro», esta vez
encarnado en Facundo, el personaje de Sarmiento, en la dualidad civilización/barbarie.
Si bien Borges busca ficcionar la historia, donde expresa la identidad creada en el
«otro», su yo no es plástico y adaptativo, por el contrario se vuelve en «contrario»: «La tie-
rra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son
abominables porque la multiplican y afirman. El asco es la virtud fundamental» (Borges,
1998 b: 86). No se deja adoptar por el personaje, ni por el autor, menos aún por el tiempo
histórico. Él es la Historia19, él es Borges. ¿Él es Borges?
Referencias bibliográficas
Arrieta, Rafael Alberto. (1958). Historia de la literatura argentina, tomo I. Buenos Aires: Peuser.
Borges, Jorge Luis. (1970). El otro duelo. El informe de Brodie, 3º ed. Emecé Editores S.A.:
Buenos Aires.
———————–. (1998a). El otro. El libro de arena. Barcelona: Alianza Editorial.
———————–. (1998b ). En los espejos abominables. Historia universal de la infamia.
Madrid: Alianza Editorial.
———————–. (1999). El golem. Borges por él mismo. Madrid: Visor.
———————–. (1999). Fundación mítica de Buenos Aires. Borges por él mismo. Madrid:
Visor.
———————–. (1999). Poema de los dones. Borges por él mismo. Madrid: Visor.
———————–. (2000). El aleph. El Comercio: Lima.
18 Por la que mereció el reconocimiento, negada en forma arbitraria y poco universal al no concederle el Premio Nóbel
de Literatura.
19 Borges, Jorge Luis. Op. cit., 2005, 125: «Reza así el texto: B
ORGES, JOSÉ FRANCISCO ISIDORO LUIS: Autor
y autodidacta, nacido en la ciudad de Buenos Aires, a la sazón capital de la Argentina en 1899 […] Fue hermano de
Norah Borges».
YUYAYKUSUN 379
Ana María Intili
———————–. (2001). Borges y yo. El hacedor. Buenos Aires: Grupo Editorial Planeta
S.A.I.C.
———————–. (2005). El oro de los tigres. Buenos Aires: Emecé Editores.
Hernández, José. (2004). Martín Fierro, 4º ed., 2º reimp. Buenos Aires: Editorial Eudeba.
———————. (s/f ). Martín Fierro. Buenos Aires: Editorial Atlantida S.A.1.
Martínez Estrada, Ezequiel. (1946). Radiografía de la pampa. Buenos Aires: Editorial Losada
S.A.
Mascotti, Mirtha y Zobboli, Marta. (2007). Mapa crítico de la literatura argentina. Génesis, con-
tinuidad y ruptura de un modo de pensar la literatura nacional. Resistencia, Argentina: Fundación
Mempo Giardinelli.
Oviedo, José Miguel (comp.). (1995). Antología crítica del cuento hispanoamericano 1830-1920.
Madrid: Alianza Editorial.
Quintana Tejera, Luis. (2003). Presencia del Martín Fierro en un cuento de Borges. Apuntes crí-
ticos en torno a la obra de Jorge Luis Borges. México: Universidad Autónoma del Estado de México.
Tamayo Vargas, Augusto. (1973). Literatura en Hispanoamérica. Tomo 1. Perú: Ediciones Peisa .
380 YUYAYKUSUN
Adiós a los príncipes muertos y
los sentidos nuevos de Moridor
Carolina Ortiz Fernández
RESUMEN
La poesía de los 90 ha suscitado algunas reflexiones como la de los poetas Miguel Ildefonso, Paolo de
Lima y Luis Chueca, entre otros. Una premisa común se refiere a la diversidad que caracterizó a esa
promoción. En esa diversidad en todos los ámbitos de producción discursiva ¿cómo ubicar la poesía
de Willy Gómez, en especial a Moridor? El enunciante convoca a imaginar y construir colectivamente
en toda su amplitud y en todos sus detalles, una vida y estética que se nutran del viento y de la sombra
de los árboles, de la risa del mar en los acantilados, de la estridencia silente de los bosques, de los
torbellinos y gracias de las multitudes, de la madre tierra en música incesante como la palabra para
quebrantar definitivamente el capitalismo y a los príncipes muertos que aún oscurecen la vida.
ABSTRACT
The poetry of the 90s has sparked off some thoughts in poets such as those in Miguel Ildefonso,
Paolo de Lima and Luis Chueca, among others. A common assumption concerns the diversity that
characterized this promotion. So, how can we distinguish the poetry of William Gomez in this
diversity, in all areas of the discursive production, especially that of «Moridor»? The summons asking
collectively to imagine and build a aesthetic life in all its breadth and detail feeds off the wind and
the shade of trees, laughter of the sea in the cliffs, the stridency of the silent forests, whirlpools and
crowds, the incessant music of the mother earth as if it was the word burying capitalism and the dead
princes that still obscure life.
L
a poesía de los 90 ha suscitado algunas reflexiones, tales como la de los queridos
amigos y poetas Miguel Ildefonso, Paolo de Lima y Luis Chueca, entre otros. Una
premisa común se refiere a la diversidad que caracterizó a esa promoción. En esa
diversidad poética en todos los ámbitos de producción discursiva ¿cómo ubicar la poesía
de Willy Gómez, en especial a Moridor1?
En Moridor, el sobreviviente de un naufragio, en la mayor parte del texto un yo que
fluye entre su individualidad y el yo plural, constituye un nosotros que aprendió a super-
vivir alimentándose con tenacidad de todo cuanto apareciese entre los vestigios de una
ciudad y una multitud que aprendió también a supervivir al borde del naufragio; preci-
samente, poetas de los 90 como Willy Gómez aprendieron a atrincherarse en la palabra
y el gesto poético como experiencia vital. La arquitectura de su lenguaje en Moridor hace
guiños al neobarroco con una pequeña dosis de hermetismo, poesía evocadora, claroscu-
ra, metáforas nutridas de sorpresivos deslizamientos narrativos.
Moridor, hombre pájaro, multitud fugaz, firme en la palabra, tenaz en el combate ha-
cia el infinitum. Cantos del moridor como el conde de Lautréamont, en Maldoror, dialoga
con la tradición y el lirismo épico de la estética de los poetas neobarrocos en la búsqueda
de nuevos sentidos.
Poesía aluvional que nos ofrece lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Tenaz en la
crítica a la cotidianidad de los superfluo, crónica de bailes modernos en la búsqueda de
algo nuevo antes de dejarse avasallar por el alma de la mercancía. Sereno y firme, por
instantes mohíno humor contra la estupidez humana.
Moridor es la tenacidad de la estética pacifista o turbulenta que reconstruye en batallas
fortuitas, cotidianas, íntimas, ese campo de acción generalizado que nos impone seductora-
mente el mercado y en el cual el yo poético diverso batalla porque no hay más tiempo que
perder, porque las justas causas emergen del manantial que se pronuncia en los cuerpos de
esperanza de esta nuestra tierra madre de todo lo creado.
El sujeto enunciante, en primera persona reconstruye la memoria, la oscuridad y la
luz que se impone entre el padre y el hijo que lidian recíprocamente. Bifurcación de las
rutas comunes, el hijo no sucumbirá ante la ley del padre, escogerá otra vía plena de in-
certidumbre, sin desenlaces a la vista, sin partituras fijadas, irá desprendiendo una a una
la hiedra que se impone en las paredes vacías de su cuarto, para iluminar con luz propia
otras rutas; ya no tendrá frente a él la imagen del padre omnipotente, sino a aquel que
aprende a escuchar y a dibujar juntos tiempos nuevos.
Mientras tanto, la muchacha que en su lucha cotidiana, descolonial, se sumerge en
los mares del espejo roto por ella misma para dormir tranquila en las zonas de peligro, para
mirarse y mirar sin la distorsión del espejo y modelo impuesto. La muchacha dibujará con
su cuerpo esas soledades de las palabras susurradas en cada latido al ritmo del vaivén de las
aguas hasta lograr diseñar un pequeño oasis camino al mar, incompatible con el engaño y
las desmesuras de las grandes urbes. La multitud golpea, la ciudad golpea.
La ciudad golpea con sonidos semejantes a la música emitida por los constructores
de ciudades nuevas o de la banda, que a decir del poeta, toca desde un estrado de ma-
dera un vals del XVIII. El ritmo del poeta en movimiento advierte la división social del
trabajo, se mueve y mueve entre la intimidad de la multitud a la manera precisada por
Benjamin y nos advierte que «en los cantos este país por horas, mi adorable pobreza/ y
ciertas precauciones de la cuales ni yo mismo hago ahora algún reparo» se construyen
patrias otras de amor y sosiego frente al litigio de estados alterados por las ganancias y
los silencios de la negligencia pública, empresas posesivas, animales egoístas en repú-
blicas de odio, afirma el yo poético. La ciudad golpea. Mientras tanto, Pablo Guevara
marcha en trasantlánticos dignos en lucha heroica con poesía a bordo, porque Poesía
es dignidad.
Poesía es compartir en la cotidianidad, imaginar y construir un país otro, a la mane-
ra de Prometeo, resurrección en la derrota, sin llantos, sin el egocentrismo del hombre
382 YUYAYKUSUN
Adiós a los príncipes muertos y los sentidos nuevos de Moridor
2 Abdelkebir Khatibi, «Maghreb plural», Capitalismo y geopolítica del conocimiento: el eurocentrimso y la filosofía de la
liberación en el debate intelectual contemporáneo. W. Mignolo compilador, Buenos Aires, Ediciones del Signo, 2001,
p.76. Véase: Procesos de descolonización del imaginario y del conocimiento en América Latina…, Carolina Ortiz Fernán-
dez, Lima, Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM, 2004, p.185.
YUYAYKUSUN 383
Carolina Ortiz Fernández
384 YUYAYKUSUN
A ochenta años del sétimo ensayo
Roberto Reyes Tarazona
Resumen
El presente artículo expone una aproximación a la propuesta de Mariátegui sobre la literatura, en el
último de sus 7 ensayos de la realidad peruana. Se exponen consideraciones conceptuales respecto al
«máximo de conciencia posible», propuesto por Goldmann y el papel del ensayo como forma literaria
que permite traducir la visión del mundo de una época. Asimismo, se comenta su posición frente al
realismo y el indigenismo, como expresiones valorativas de la obra de sus contemporáneos.
Abstract
The present article exposes an approximation to Mariategui’s proposal about literature, in the last one
of his «7 ensayos de la realidad peruana». These conceptual considerations are exposed regarding the
«maximum of possible consciousness» proposed by Goldman and the role of the essay as a literary
form, which allows to translate the vision of the world of an epoch. Likewise, there is presented his
position in from of the realism and indigenous current as expressions of valuation of the work of his
contemporaries.
L
as décadas siguientes a la muerte de Mariátegui han estado plagadas de sucesos que
han conmovido y cambiado a la humanidad: la crisis del capitalismo, la Segunda
Guerra Mundial, el proceso de urbanización mundial, la desaparición del colo-
nialismo, los avances de la ciencia, el derrumbe del bloque socialista, etc. Innumerables
ideas filosóficas y sociales y sus correspondientes acciones políticas y civiles iniciadas con
el siglo fueron quedando rezagadas en el camino; muy pocas se mantuvieron en pie ante
las tormentas desatadas por el tiempo histórico en su devenir sobre la tierra; solo escasos
pensadores y científicos, como Freud, Nietzsche, Einstein y pocos más suscitan interés y
estimulan las mentes actuales.
El arte y la literatura han soportado mejor la erosión del tiempo, aunque también
algunas obras que provocaron pasiones y elogios encendidos ahora interesan solo a
contados especialistas. ¿Quién se siente hoy con ganas de leer Los cuatro jinetes del
Apocalipsis, de Vicente Blasco Ibáñez, causante de tirajes insólitos en la segunda déca-
da del siglo, o Juan Cristóbal, de Romaind Rolland, novela imprescindible para todo
idealista de los años veinte, o Los campesinos, de Ladislao Reymont, premio Nobel de
1924? Muchos dioses del Olimpo de las primeras décadas y aun de mediados del siglo
pasado han caído en el olvido, o se han convertido en meras piezas de estudio de los
arqueólogos de la literatura.
Dentro de los escasos pensadores que ha dado América Latina, aquellos que han so-
brevivido a su época y siguen señalando derroteros para el desarrollo de la cultura, incluso
provocando polémicas, señal de vitalidad, se encuentra José Carlos Mariátegui.
Su vigencia no significa de modo alguno que todo lo que dijo y opinó se mantiene
incólume, pues algunos de sus juicios han sufrido el menoscabo de los nuevos conoci-
mientos y sucesos históricos, no pocos de sus autores de cabecera han sufrido el desarraigo
de las estanterías actuales, y su valoración y expectativas respecto del papel que asumirían
algunos poetas en la literatura peruana han sido desacertadas. Pero es que nadie puede
pretender que con los conocimientos y las herramientas disponibles en la década del
veinte se pudiera flotar sobre acontecimientos tan borrascosos como los mencionados en
el primer párrafo, entre otros que se podrían agregar.
Lo que sostiene la vigencia de Mariátegui, aparte de su papel político e ideológico en
la sociedad peruana de las primeras décadas del siglo XX y su influencia en gran parte de
este siglo, es haber sido capaz de articular pensamiento y acción, praxis política y ética,
razón y creatividad, como muy pocos en su tiempo. En literatura, la agudeza y perspica-
cia de sus críticas literarias, la brillantez formal de sus escritos, su visión panorámica que
alterna con el conocimiento minucioso de las obras examinadas, su inusual combinación
de objetividad y pasión, le han dado un lugar privilegiado en América y Europa.
En relación al alcance de su obra y su significado, considero que puede aplicársele el
postulado de Lucien Goldmann sobre el «máximo de conciencia posible» de una época;
planteamiento asimilado del pensamiento de George Lukács, el renombrado filósofo y
crítico de arte y literatura, autor de Historia y conciencia de clase.
El «máximo de conciencia posible» alude no tanto al indiscutido hecho de que nin-
gún pensador o artista puede escapar a su época —salvo contadísimos casos de visiona-
rios—, como al planteamiento que sustenta que los rasgos de una sociedad en una época
determinada pueden ser identificados gracias a las obras de un creador —por supuesto, de
aquel creador capaz de expresar desde su individualidad y la perspectiva del grupo social
al que pertenece, una visión de su sociedad en su conjunto—. Esta recreación se produce
menos por el contenido de las obras que por la forma en que se producen éstas y por las
estructuras que las soportan. Así, Goldmann investigó la analogía entre la estructura de la
novela clásica y los mecanismos de cambio en la economía liberal.
En este sentido, la obra de Mariátegui alcanzó ese «máximo de conciencia posible»
respecto de la sociedad peruana del primer tercio del siglo veinte, principalmente a través
de sus ensayos y crónicas. Goldmann se valió del teatro de Jean Racine para su estudio
sobre el jansenismo en la sociedad francesa del siglo XVII; y de las novelas de André
Malraux para indagar sobre la sociedad francesa de la primera mitad del siglo XX —para
Goldmann la novela era el género por excelencia para dar cuenta de una visión integral
del mundo—. En el caso de Mariátegui, que utilizó el ensayo como el principal vehículo
para exponer sus reflexiones y postulados, este género es la principal herramienta para el
conocimiento de su tiempo, no solo por lo que se expresó en ellos sino por lo que él refleja
como forma literaria y cultural, en un país en el que la novela y el teatro se encontraban
escasamente desarrollados.
Y si bien hay quienes opinan que el ensayo no es un género adecuado para alcanzar
los mayores niveles del pensamiento, como sí lo es la filosofía y las ciencias sociales —que,
386 YUYAYKUSUN
A ochenta años del sétimo ensayo
dicho sea de paso, en esos años también eran muy incipientes—, hay que tener en cuenta
que, por ejemplo Lukács, uno de los más respetados pensadores marxistas, utilizó tam-
bién preferentemente el ensayo como forma para comunicar su pensamiento.
Como bien apunta Golmann en el epílogo de la versión en español de Teoría de la
novela:
Lukács define el ensayo (y en ese sentido ha sido él mismo un gran ensayista) como una
‘forma’ autónoma situada entre la literatura y la filosofía. La primera expresa, en efecto,
actitudes coherentes del alma en el plano de la creación imaginaria de seres individuales
y de situaciones particulares; la segunda expresa esas mismas actitudes en el plano de la
creación conceptual […)] En cuanto al ensayo es una forma autónoma intermediaria.
(Goldmann, 1966: 160).
Además, como la filosofía no suele proponer soluciones a los problemas, el ensayo, por
su carácter más dúctil permite perfectamente conducir los análisis e interpretaciones a la
praxis política o cultural, tal como lo hizo Mariátegui.
Considero redundante reforzar este coherente punto de vista con una mención de
los alcances filosóficos y estéticos logrados por los grandes ensayistas, como Montaigne,
Chesterton, y el mismo Marx, que utilizaron el ensayo como la mejor forma para trans-
mitir sus ideas y reflexiones sobre el poder, la religión, la economía y, en general, su
interpretación de la sociedad.
Continuando con Goldmann, él sostiene con mucho fundamento que:
El ensayo es […] necesariamente una obra irónica de dos dimensiones. Parece tratar
de tal o cual libro, de tal o tal personaje o realidad concreta; de hecho, libro, personaje
o realidad no son sino ‘ocasiones’ que permiten al autor plantear, en el plano concep-
tual, los problemas fundamentales de la existencia humana. Pero por eso mismo, todas
esas ‘formas’ representan para el ensayista realidades privilegiadas y en parte positivas.
(Goldmann, 1966: 160).
Antonio Gramsci, el intelectual marxista italiano con el que Mariátegui tiene muchas afi-
nidades —como lo han sustentado Robert Paris y Antonio Melis, entre otros autores—,
privilegió también el ensayo y el artículo periodístico como herramientas para la exposi-
ción de sus ideas, trascendiendo de manera fecunda el carácter coyuntural que muchas
veces caracterizan estas formas de expresión.
Uno de los aspectos en los que Gramsci y Mariátegui convergen es su posición res-
pecto a las relaciones entre estructura y superestructura, categorías básicas del pensa-
miento marxista. Mariátegui, tomando como punto de partida el materialismo histórico,
considera que la vida social se organiza en torno a manifestaciones esenciales, como son
las relaciones sociales de producción —lo que se ha dado en denominar la «estructura»
o «base»—, a partir de las cuales se levantan las creencias, las ideas, las expresiones del
YUYAYKUSUN 387
Roberto Reyes Tarazona
«espíritu», como el arte, la filosofía, el conocimiento científico, etc.; en otras palabras, «la
superestructura».
La aplicación mecánica y esquemática de este planteamiento ha provocado merecidos
cuestionamientos. Lunacharski, al considerar que el arte y la cultura son simples epife-
nómenos de la economía y de la organización social, esterilizó las posibilidades de este
enfoque aplicado a las manifestaciones del espíritu, a pesar de que Marx y Engels habían
sostenido ya la interrelación de ambos niveles, aunque señalando que la economía era el
nivel determinante, aunque «en última instancia».
Mariátegui, en sus juicios sobre la literatura y el arte, utiliza este último criterio, de
manera semejante a Gramsci, dedicado también tanto a la reflexión política como a la
crítica literaria y cultural. David Sobrevilla, en El marxismo de Mariátegui y su aplicación
a los 7 ensayos, señala que Gramsci entendía la superestructura:
… como una relación orgánica, recíproca y dialéctica que evitaba los peligros del eco-
nomicismo y del ideologismo, denominándola como un ‘bloque histórico’. (Sobrevilla,
2005: 418)
388 YUYAYKUSUN
A ochenta años del sétimo ensayo
feudal y capitalista). Desde un nivel más específico, en este caso relacionado con el pro-
ceso histórico literario de un país, Mariátegui recoge —para reelaborarlo, como también
hizo con otras propuestas—, el planteamiento de Francesco de Santis, que en su Historia
de la literatura italiana propone el criterio de auge, decadencia y renacimiento para carac-
terizar su formación histórica.
Para Mariátegui, el análisis específico de la literatura requiere de una inserción en la
etapa histórica correspondiente, para de allí aplicar sus criterios estéticos, concordando
con Benedetto Croce, para quien no cabe contraponer la crítica estética y la histórica
como si fueran excluyentes. A ello agrega una visión integradora, derivada de su posición
política. Cuando escribe los 7 ensayos, su pensamiento ya se ha depurado de sus primeras
lecturas e inquietudes estéticas y es confesamente socialista, aunque nunca deja de poner
en un lugar preeminente la literatura. De hecho, como han señalado numerosos críticos,
y es evidente, el sétimo ensayo, dedicado a la literatura, ocupa casi la tercera parte del
libro, muestra de la importancia que le otorgaba a la literatura. (Escajadillo, 2004).
Asumiendo su perspectiva política, Mariátegui no pretende ser imparcial; él manifies-
ta sus puntos de vista basado en su convicción de que el socialismo es la vía que conduce
al bien común, a una sociedad más justa. Dice:
Y más adelante:
Sin embargo, para que quede claro que su crítica no se reduce a lo ideológico y lo político,
aclara:
… esto no quiere decir que considere el fenómeno literario o artístico desde puntos de
vista extraestéticos, sino que mi concepción estética se unimisma, en la intimidad de
mi conciencia, con mis concepciones morales, políticas y religiosas, y que, sin dejar de
ser concepción estrictamente estética, no puede operar independiente o diversamente.
(Mariátegui, 1988: 231).
YUYAYKUSUN 389
Roberto Reyes Tarazona
Su concepción del realismo en el arte es muy amplia; en ella incluye, además de los ine-
vitables referentes externos, manifestaciones de irrealidad, de formas capaces de romper
la visión cotidiana de la experiencia sensible, de inmersiones en el subconsciente y en el
mundo de las fantasías oníricas. De otro modo, no hubiera entendido como entendió las
posturas vanguardistas en el arte, ni mucho menos las hubiera alentado, cuidándose sí de
poner en su sitio las manifestaciones gratuitas o producto del decadentismo finisecular.
Esto le permitió ponderar obras avanzadas para su época, como Manhattan Transfer y
Ulises, de John Dos Passos y de James Joyce, respectivamente, y sostener que:
Pero la ficción no es libre. Más que descubrirnos lo maravilloso, parece destinada a re-
velarnos lo real. La fantasía, cuando no nos acerca a la realidad, nos sirve bien poco. Los
filósofos se valen de conceptos falsos para arribar a la verdad. Los literatos usan la ficción
con el mismo objeto. La fantasía no tiene valor sino cuando crea algo real. Esta es su
limitación. Este es su drama. (Mariátegui, 1987: 23).
Su amplitud de criterio para valorar las obras vanguardistas de su tiempo es uno de los as-
pectos de su quehacer que ha sido unánimemente celebrado, algo que le reconocen hasta
sus adversarios; en cambio, sus críticos han incidido en achacarle miopía al encomiar la
obra de escritores que no pasaron de un nivel aceptable, en el mejor de los casos, como
Magda Portal, Alcides Spelucín, Abelardo Gamarra y Alberto Guillén.
La sobrevaloración de la obra de estos autores está relacionada de una manera u otra
con su posición respecto a la necesidad de constitución de la literatura nacional, cuyo
motor debía ser la literatura indigenista. Para Mariátegui, según es comentado en innu-
merables estudios, la formación de la literatura nacional requiere del aporte autóctono.
Antes, deslinda el tema del idioma, en la medida que parte del principio que la «Materia
prima de unidad de toda literatura es el idioma»; reconociendo que:
390 YUYAYKUSUN
A ochenta años del sétimo ensayo
Por eso se llama indigenista y no indígena. Una literatura indígena, si debe venir, ven-
drá a su tiempo. Cuando los propios indios estén en grado de producirla. (Mariátegui,
1988: 335).
YUYAYKUSUN 391
Roberto Reyes Tarazona
Referencias bibliográficas
Goldmann, Lucien. (1966). «Introducción a los primeros escritos de Georg Lukacs», en Teoría de
la novela. Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte.
Mariátegui, José Carlos. (1988). El artista y la época. Lima: Empresa Editora Amauta.
—————————–. (1987). 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima: Empresa
Editora Amauta.
Moretic, Yerko. (1970). José Carlos Mariátegui. Su vida e ideario. Su concepción del realismo.
Santiago de Chile: Ediciones de la Universidad Técnica del Estado.
392 YUYAYKUSUN
Tres poemas
Rosario Valdivia
INSTRUCCIONES
Cuando me ames
percibe mis misterios
entibia mi piel con tu aliento
que todo sea intento
quiero comenzar imaginando
reserva tus manos mágicas para un instante previo
deléitame con tu cercanía
en un beso profundo detén la noche
humedece mis perímetros
y con pasos breves intérnate en mí
y cuando no hayan más límites
arróllame con furia
moldéame, defórmame
y tras el minuto de conciencia
comiénzame de nuevo.
SÍ
394 YUYAYKUSUN
Cinco poemas
Maritza Núñez
La puerta se cierra
El amor es una amistad perdida
La puerta se cierra
pantuflas en la entrada
acusación de hogar
en la sala
el desorden del día a día
Tendida en la cama
constato el golpe
por poco desapercibido
de la puerta
y continúo leyendo a Emily Dickinson
No iré al cocktail
independencia a celebrarse
horas que pasan
28 de julio
circunstancia enteramente casual
Mentalmente irritada
arrojo las llaves y me largo
irritado me pides las llaves
tomo mi maleta
pido un taxi y me largo
mentalmente
pides un taxi
arrojo las llaves
tomo mi maleta
y el taxi de aburrimiento se va
Mentalmente
multiplicadas
estas posibilidades por otras
ruidosas
como siempre
Realidad
Continúo leyendo a Emily Dickinson
cavilaciones que en un segundo
naufragan
No hay
llaves
maletas
taxis
demasiado para un golpe de puerta
y doce años que se esfuman
Final diseminado
en esta luz
cuatro de la tarde
pantuflas
y un acertado resfrío
de 28 en julio
Sirene
Sirene
aterriza el avión
undécima vez en este breve semestre
semestre digo
por no perder la pulcra costumbre de
registrar en orden
secuencias
sucesiones
abstracciones
la experiencia
396 YUYAYKUSUN
Cinco poemas
pero
Praga
es otra cosa
techos trastocados
octágonos
hexaedros
la ciudad distorsiona toda geometría
Sirene
aterrizó el avión
formas
amorfas de tan perfectas
Desnuda
te miro
por primera vez
arrobo
y es natural besar tus labios
Sirene
en este caótico
perpendicular
cielo inclinado
Sirene
me arrastras a brazos de Eros
Un coro
inunda la Catedral
con cantos sacros
enciende mi cuerpo
la tentación de tus muslos
palpitantes
lozanos
carnosos
erguidos junto a mí
perfilo de reojo
tus senos
que apenas se vislumbran bajo tu blusa
ámbar
YUYAYKUSUN 397
Maritza Núñez
Sirene
eres un santuario
al que elevo mi oración
profana
irreverente
en este lugar
descubro la belleza de mi especie
me desboco en deseos orgiásticos
mujer
Mujer
es ahora configuración de signos
aprendidos
Arrojas mi cuerpo
a la eclosión primigenia
Sirene
inmersa en la mística de sacras melodías
que te hacen más bella
no adviertes mi demencia
Sirene
aterrizó el avión
y te dejé partir
Errante
enajenada
te busco por la noche
Pero
no me angustio
soy un perro hambriento
y tu olor es inconfundible
Sirene
Y
yo te busco
398 YUYAYKUSUN
Cinco poemas
Desnúdame
Desnúdame
anhelo el temblor de tus miembros
sellando mis formas
Fragancia de ocasos
noches impregnadas de tu aliento
mar
Un estallido de caracolas
talla nuestra historia
en el horizonte
va viene el agua
El mar alumbra
con fuego
Desnúdame
tiende mi cuerpo
en una alcoba
de nubes y olas
Ofréndame
YUYAYKUSUN 399
Maritza Núñez
Malena
El bar
tiovivo guiño de seda
Malena
tus ojos son conjuro
Malena
Tus pechos maduran en mi boca
cántaro para tus pezones
brevas risueñas
Yegua salvaje
tu grupa devora mis caricias
Malena
Abeja de fuego
oculto entre dos colinas
caballo de mar para colmarte de miel
«Un habano»
balbucea tu risa
En un beso de bellota
deleite
400 YUYAYKUSUN
Cinco poemas
Amante de terracota
YUYAYKUSUN 401
Maritza Núñez
402 YUYAYKUSUN
Dos poemas
Iván Rodríguez Chávez
Iguazú
dijeron los demás
que las veían
y lo mismo
decimos
los de ahora.
Aguagrande
entendió
y seguimos entendiendo.
Aguagrande
desde cualquier
rincón que se las vea.
No hay palabra
ni imagen
ni mejor símbolo.
Aguagrande
desbordándose
del marco de mis ojos
Aguagrande
en curso y empozada.
Aguagrande
en la caída
o en la gota
que salta como espuma.
404 YUYAYKUSUN
Dos poemas
Valen tanto
que para mirarlas
las rocas se han plantado
en las orillas
y los árboles
ganándoles la fila
han crecido en sus laderas.
En el crepúsculo
las viste de fiesta
el arcoíris
y la luna
se enciende
para que no sean
alucinaciones
de la fantasía
Cansadas de extenderse
silenciosas
elevan
de arriba
para abajo
su canto a las
a las alturas.
Iguazú
Aguagrande
Aguagrande
Iguazú
remanso azul en movimiento
estación del cielo partiendo y llegando
sed para el sol
éxtasis del tiempo
horizonte de pie
espectáculo del cosmos.
YUYAYKUSUN 405
APUNTES
Comentario a la Introducción a América y
la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti
en América profunda de Rodolfo Kusch
Mario Mejía Huamán
RESUMEN
Consideramos que la opinión del filósofo argentino Rodolfo Kusch, respecto al Pensamiento Andino,
es de suma importancia en nuestra tarea de construcción de una Filosofía América Andina, por esta
razón nos hemos propuesto hacer un estudio de las obras del filósofo, sobre todo por Kusch ser uno de
los pioneros del pensamiento filosófico que se hace en torno a la reflexión racional sobre los problemas
más relevantes de América Indígena, necesarios para la solución de nuestros problemas ancestrales a
los que se suman los planteados por la modernidad y posmodernidad. Iniciaremos nuestro trabajo
analizando su obra América Profunda, esta vez, de la Introducción a América y el análisis del Libro I La
ira divina. El Indio Santa Cruz Pachacuti. El análisis lo realizaremos desde nuestra óptica de andino y
de quechuahablante, confrontando las categorías de fagocitación y hediondez inventadas por el filósofo
para explicar la realidad y el pensamiento del Mundo Andino.
ABSTRACT
We consider Argentine philosopher Rodolfo Kusch’s view about the Andean Thought extremely
important in our task of constructing an American Andean Philosophy. For this reason, we
have proposed to study the philosopher’s works, especially as Kusch is one of the pioneers in the
philosophical thought concerning the rational reflection about the most relevant problems of
Indigenous America, the study of which is necessary for the solution of our ancestral problems and
the ones raised by modernism and post¬modernism. We will start our task analyzing his work called
«America Profunda», now as to «Introducción a America» and the analysis of the first book «La ira
divina. El indio Santa Cruz Pachacuti». We will do our analysis from our Andean and Quechuan
speaking optic, confronting the categories of fagocitacion (assimilation) and hediondez (stink)
invented by the philosopher to explain the reality and thought of the Andean World.
C
onsideramos que la opinión del filósofo argentino Rodolfo Kusch, respecto al
pensamiento andino, es de suma importancia en nuestra tarea de construcción
de una Filosofía de América Andina. Por esta razón nos hemos propuesto hacer
un estudio de las obras del filósofo, sobre todo de Kusch al ser uno de los pioneros del
pensamiento filosófico en torno a la reflexión racional sobre los problemas más relevantes
de América Indígena, necesarios para la solución de nuestros problemas ancestrales a los
que se suman los planteados por la modernidad y posmodernidad.
No hay duda de que los indígenas latinoamericanos hemos aprendido a resolver
nuestros problemas verificando su éxito o fracaso en la práctica social, a partir de nues-
tra propia realidad, elevándolos a la categoría de conceptos metafísicos,1 y expresándo-
1 Para nosotros todo hombre, por el hecho de ser hombre es espontáneamente metafísico, porque maneja un lenguaje
y puede expresar a través de él conceptos que la naturaleza por sí sola no produce.
los mediante el lenguaje para tratar nuestros problemas sociales, políticos, culturales y
espirituales.
Siguiendo los procedimientos de Kusch, iremos confrontando nuestras ideas a partir
de la observación de la realidad, del análisis de nuestro lenguaje y de sus ritos y mitos, y
del pensamiento que vía inducción se hubiera podido lograr.
Desde el primer momento pensé que no se trataba de hurgarlo todo en el gabinete, sino
de recoger el material viviente en las andanzas por las tierras de América, y conocer junto
a su gente, participar de sus fiestas y sondear su pasado en los yacimientos arqueológicos;
y también debía tomar en cuenta ese pensar natural que se recoge en las calles y en los
barrios de la gran ciudad. Sólo así se gana firmeza en la difícil tarea de asegurar un fun-
damento para pensar lo americano.5
2 Kusch Rodolfo, Obras Completas Tomo II. América Profunda. Editorial Fundación Ross. 2000 Rosario- Provincia
de Santa Fe. República Argentina, p. 4.
3 «...lo importante es que la mayoría de las repúblicas latinoamericanas tienen como tronco y columna vertebral de su
historia, una población predominantemente autóctona y que para definir o caracterizar su esencia nacional pueden
recurrir,... a ingredientes culturales que en algunos casos se remontan a grandes civilizaciones clásicas pre-hispáni-
cas...» Antología filosófica argentina del siglo XX p. 14. Juan Adolfo Vázquez. Editorial Universitaria de Buenos
Aires. 1965.
4 Ob. Cit., p. 5.
5 Ob. Cit., p. 5.
410 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
Efectivamente, eso hizo el autor, viajó hasta la cuidad del Cusco, antigua capital del
Estado Inka. Intuyó que podría diferenciar lo europeo del siglo XVI con lo andino de la
cultura precolombina. La primera, la europea, sería para Kusch la del el ser, o ser alguien
y el otro, sería el de el estar, o estar aquí. Esta última, sería una «modalidad profunda de la
cultura precolombina extraído del indio, Santa Cruz Pachacuti. Para el autor, ambas raíces
profundas de nuestra mente mestiza… y que se da en la cultura, en la política, en la sociedad
y en la psique de nuestro ámbito».
Mediante este procedimiento Kusch encuentra las categorías que le permiten inter-
pretar el teqse, (argé) o fundamento de nuestro ser. La primera es la fagocitación que surge
de la conjunción del ser, estar y pensar. Veamos lo que escribe:
De esta conjunción del ser y del estar durante el Descubrimiento, surge la fagocitación,
que constituye el concepto resultante de aquellos dos y que explica ese proceso negativo
de nuestra actividad como ciudadano de países supuestamente civilizados. De aquí se
derivaría nuestra sabiduría, como saber de vida que alienta en el subsuelo social y en
el inconsciente nuestro y que se opone a todo nuestro quehacer intelectual y político.6
La segunda categoría con que Kusch pretenderá entender nuestra historia y realidad es el
calificativo de hediento:
Dado que contamos ya con las dos categorías principales, fagocitación y hediondez, que
a Kusch le permitirán entender a la América profunda, veamos, como ve y entiende
el mundo andino. Bajo el título Introducción a América, encontramos al autor en el
Cusco, ascendido al templo católico de Santa Ana del Cusco, antiguamente denomina-
do Karmenqa, colina que se encuentra ubicada hacia el lado oeste de la cuidad; el tem-
plo está construido sobre los cimientos del antiguo adoratorio al Dios Teqse Wiraqocha,
(Señor del Universo).
Imaginamos a Kusch, haber llegado al Cusco no hace horas una mañana calurosa,
ascendiendo la cuesta que conduce hacia el actual templo de Santa Ana. La calle se en-
contraría como hoy, muy bien empedrada; sus piedras, por efecto del tiempo y el trajín,
habrían logrado pulirse, viéndose muy brillosas y resbaladizas; las aceras en ambos lados
de la calle no serían nada diferentes; entonces el filósofo escribe que:
6 Ob. Cit., p. 6
7 Ob. Cit., P. 6
YUYAYKUSUN 411
Mario Mejía Huamán
La cuesta de Santa Ana, como se la conoce, después de la conquista española, fue la vía
oficial de salida hacia las provincias del oeste, como Anta, Abancay, Andahuaylas; hacia el
centro y el norte del Perú y, las del noroeste como: Chicheros, Moray, Maras, Urubamba,
Yucay, Ollantaytambo, Machupicchu, Vilcabamba, el Valle de Lares y Quillabamba; esta
es la razón por la que la cuesta estaba bordeada de antiguas chicherías9 para satisfacer la
demanda de los caminantes y los arrieros.
Continúa el filósofo con su descripción y sostiene que:
Ahí se suceden las calles malolientes como todo ese viejo compromiso con verdades
desconocidas, que se pegotean a las caras duras y pardas con sus inveterados chancros10
y sus largos silencios…11
Desde luego en una zona no turística, por entonces, Kusch sería visto, como dicen por
estas tierras, un ser raro, con la cruz a cuestas. Serían impactantes ante sus ojos, la suciedad
de las calles, la mirada acusadora y extrañada de los mendigos que solicitaban una limos-
na12 a los transeúntes; la mirada de los ebrios y chiquillos callejeros de la zona. El impacto
habría sido tan fuerte que el filósofo turista se encontraría temeroso, de manera que
cualquier ruido extraño le pondría en zozobra. Por ello expresaría que los largos silencios
son interrumpidos por:
… el lamento de algún indio, el grito de algún chiquillo andrajoso o ese constante mirar
que nos acusa no sabemos de qué, mientras todos atisban, imposibles, la fugacidad de
nuestro penoso andar hacia la cumbre.13
Como toda ciudad antigua, Lima o Buenos Aires de la colonia, en cuyas fotos antiguas
podemos advertir la presencia de buitres y otras aves de rapiña en las calles, por el sistema
deficiente de limpieza; Cusco no sería la excepción, probablemente muchos lugares ale-
jados del centro de la cuidad estarían muy descuidadas; el sistema de agua y desagüe no
estuvieron instalados como lo exige el mundo de hoy. De la narración de Kusch podemos
inferir que está visitando la cuidad en época de invierno, donde hay mucho Sol y no caen
las lluvias. Si hubiera visitado en verano, en que llueve a cántaros, habría encontrado las
8 Ob. Cit., p. 9.
9 Chichería, lugar donde se expende la chicha, bebida de sabor ácida, preparada de maíz, el grado de alcohol que
contiene probablemente este entre los 8 y 10 grados.
10 chancro. (Del fr. chancre). m. Úlcera contagiosa de origen venéreo o sifilítico. Microsoft® Encarta® 2008. © 1993-
2007 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
11 Ob. Cit., p. 9.
12 Propia que solicitan los mendigos en nombre Dios.
13 Ob. Cit., p. 9.
412 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
calles completamente limpias, por efecto de las avenidas que corren calle abajo, llevándo-
se todo lo que a su paso encuentran.
El deseo de conocer, le habría costado mucho al filósofo; como él lo manifiesta, se
sentiría sumamente agotado e incapaz de explicarse el porqué de la pestilencia, quizá la
presencia de algún vago tirado en algún rincón, y niños andrajosos que se le acercaban.
Por ello Kusch manifiesta:
Todo parece hacerse más tortuoso, porque no se trata sólo del cansancio físico, sino del
temor por nuestras buenas cosas que hemos dejado atrás, allá, entre la buena gente de
nuestra gran cuidad». «Falta aire y espacio para arribar a la meta y es como si nos movié-
ramos en medio del magma de antiguas verdades. Más aún, se siente resbalar por la piel
la mirada pesada de indios y mestizos con ese afán de segregarnos, como defendiendo su
impermeabilidad.14
El espectáculo es impactante a los ojos del visitante pues «De pronto se ve rezar a un indio
ante el puesto de una chola, por ver si consigue algún mendrugo o un borracho que danza y
vocifera su chicha o un niño que aúlla…».15
Kusch pretende explicarse:
… aunque entremos en la iglesia de Santa Ana, como quien se refugia en ella, siem-
pre nos queda la sensación de que afuera ha quedado lo otro, casi siempre tomando la
forma de algún mendigo que nos vino persiguiendo por la calle. Ahí está parado y nos
contempla desde abajo, con esa quietud de páramo y una sonrisa lejana con su miseria
largamente llevada, y quizá le demos una limosna, aunque sepamos que ella no cumple
ya ninguna finalidad.17
Pero, la cosa es más grave aún, pues ni el refugio le salva de la impactante experiencia,
porque escribe y describe su situación:
14 Ob. Cit., p. 9
15 Ob. Cit., p. 10
16 Ob. Cit., p. 10.
17 Ob. Cit., p. 10.
YUYAYKUSUN 413
Mario Mejía Huamán
«Y nos acosa cierta inseguridad que nos molesta. No sabemos si esa limosna es un reme-
dio para una mala situación o es sólo una manera de obligarnos a realizar un gesto.»18
La misma inseguridad como cuando nos hablaba una vieja india y no alcanzábamos a
entenderle y estábamos ahí como si nada oyéramos y nos sentíamos recelosos y acobar-
dados, porque todo eso no es lo que acostumbramos a tolerar.19
Nos hallamos como sumergidos en el otro mundo que es misterioso e insoportable y que
está afuera y nos hace sentir incómodos.20
Kusch quiere explicarse de alguna manera, pero su condición de clase no le permite entender
la situación de manera objetiva, entonces se siente como solo en el mundo, manifestando:
¡Serán los cerros inmensos, los paisajes desolados, las punas heladas, las chicherías? ¡Serán
las caras hostiles y recelosas que nos contemplan de lejos como si no existiéramos y que
nos tornan tan fatigoso este trajín y este ascenso hasta Santa Ana y nos sumergen en este
lento proceso de sentirnos paulatina e infinitamente prisioneros, en medio de una exte-
rioridad que nos acosa y nos angustia?21
En ningún lado como en el Cuzco se advierte esa rara condición de un mundo adverso,
con esta lamentable y sorda hostilidad que nos sumerge en un mundo adverso.22
Sin embargo, le encontramos el remedio, es el remedio natural del que se siente despla-
zado, un remedio exterior que se concreta en el fácil mito de la pulcritud, como primer
síntoma de una negativa conexión con el ambiente.
Porque es cierto que las calles hieden, que hiede el mendigo y la india vieja, que nos habla
sin que entendamos nada, como es cierto, también, nuestra extrema pulcritud, Y no hay
otra diferencia, ni tampoco queremos verla, porque la verdad es que tenemos miedo, el
miedo de no saber cómo llamar todo eso que nos acosa y que está afuera y que nos hace
sentir indefensos y atrapados.23
414 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
Los indios por la conquista, hemos sido reducidos a la nada; sin tierra y sin la tecnología
adecuada no somos nada, ocupamos nuestro tiempo en enriquecer al hacendado, nuevo
propietario de todo, aún de las personas; como los mendigos o borrachos de la cuesta de
Santa Ana, hemos sido reducidos en un estar sin sentido, en un mero pacer. En el nuevo
modo de producción importando por el conquistador, fuimos expulsados de la zona que-
chua, del cual somos originarios, a la puna; nuestra tez se oscureció más y nuestra estatura
se redujo. El nuevo Estado no nos ha garantizado lo que el Estado Inka lo hacía: trabajo,
salud, seguridad y vivienda. Para los españoles, de quienes fuimos colonos, portugueses,
franceses e italianos, el «nuevo mundo» significó renacimiento de la esclavitud y de la ser-
vidumbre; mientras que para los ingleses, ello significó libertad, progreso, y el tránsito al
Modo de Producción Capitalista.
Kusch no entiende eso y va a clasificar al mundo en limpios y hediondos y, como
quien se tranquiliza escribe:
Es más. Hay cierta satisfacción de pensar que efectivamente estamos limpios y que las
calles no lo están, ni el mendigo aquel, ni tampoco la vieja quichua. Y lo pensamos aun-
que sea gratuito, porque, si no, perderíamos la poca seguridad que tenemos, aunque sea
una seguridad exterior, manifestada con insolencia y agresión, hasta el punto de hablar
de hedor con el único afán de avergonzar a los otros, que nos miran con recelo. Además,
es importante sentirse seguro, aunque presintamos que somos poca cosa y que tenemos
escasa resistencia cuando el mundo exterior nos es adverso.25
De ahí el axioma: el vaho hediento es un signo que flota a través de todo el altiplano,
como una de sus características primordiales. Y no es sólo el hedor, sino que es, en ge-
neral, la molestia, la incomodidad de todo ese ambiente. Por eso se incluye la tormenta
YUYAYKUSUN 415
Mario Mejía Huamán
¡Pobre filósofo! Siente que todo le apesta, su concepción del mundo no le permite en-
tender la realidad dolorosa, nauseabunda y humillante. Nos da la impresión de que en
su cuidad natal habría vivido dentro de una burbuja, como un «niño bonito» de salón.
Probablemente ha olvidado que muchos emigrantes de Europa a Buenos Aires, tuvieron
que vivir, diez o más personas en una habitación pequeña sin los más mínimos servicios
y por ello hedionda.
Los indios qollas o inkas tenemos nuestro propio olor, es más, todo grupo étnico
tiene el suyo, de acuerdo a los alimentos que consume, en nuestro caso por los hidratos
de carbono como el ch’uño, la moraya, ch’aqepa,27 maíz, trigo, cebada, y por las diferentes
clases de carne y grasas; olemos de acuerdo a nuestros hábitos de higiene; la hediondez lo
tienen los negros, los blancos, los chinos, los rusos, los franceses, españoles, etc.
Cierta vez nuestra guía de turistas en San Petersburgo, Rusia, nos informaba que hace
cientos de años, se enteraron que unas tribus del norte venían por el mar para atacarlos.
Los sanpetesburgeses les esperaban en la playa, armados hasta los dientes, para recibirlos.
Dicen que todavía no se divisaban las siluetas de los barcos de los atacantes, pero ya se
sentía el olor nauseabundo que expelían los invasores. En otra ocasión unos compatriotas
que visitaron Francia, en los años sesenta, nos contaban que una vez instalados en un
hotel de París, les tocaron la puerta de la habitación preguntando los días y horas en que
deseaban bañarse; los compatriotas respondieron al mozo que todos los días y por lo me-
nos dos veces al día; cuentan que el mozo les miró con los ojos desorbitados. Pensamos
que los perfumes franceses, los más famosos del mundo, no se inventaron gratuitamente
sino para los cortesanos que no tenían la costumbre de bañarse. En el mundo, hieden los
pobres, hieden los miserables y hieden los ricos. Para los obreros sus jefes hieden a mari-
cón, a aniñado y no a macho.
Entonces consideramos como válido que una categoría para entender un grupo étni-
co, una cultura sería le hediondez, pero, esto nos llevaría a otro tipo de estudios que no
son los que nos proponemos.
Por ello probablemente Kusch admite que hiede:
26 Ibídem, p. 12.
27 Alimentos procesados para su conservación.
416 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
Y el hedor de América es todo lo que se da más allá de nuestra populosa y cómoda ciu-
dad natal. Es el camión lleno de indios, que debemos tomar para ir a cualquier parte del
altiplano y lo es la segunda clase de algún tren y lo son las villas míseras, pobladas por
correntinos que circunda a Buenos Aires.
Ahora bien, esta ingrata categoría, nos permitiría interpretar que también existe una he-
diondez, cultural y espiritual, la alienación ideológica, alienación política, alienación de
usos y costumbres, como cuando alguna india se ondula los cabellos, o una negra se lacia
o se pintada de rubia, o ven con desprecio lo que les es original, considerando lo extraño
como mejor.
Insiste el filósofo, sospechando que no queremos admitir la hediondez como situa-
ción real y como categoría de interpretación:
Se trata de una aversión irremediable que crea marcadamente la diferencia entre una
supuesta pulcritud de parte nuestra y un hedor tácito de todo lo americano. Más aún,
diríamos que el hedor entra como categoría en todos nuestros juicios sobre América, de
tal modo que siempre vemos a América con un rostro sucio que debe ser lavado para
afirmar nuestra convicción y nuestra seguridad.28
A estas alturas, nos parece razonable que admita, como sosteníamos, que hediondos so-
mos todos, también los pampeños, como dice:
Nos parece que su categoría pequeño burguesa empieza ha hacerse realidad, aunque no
deja de ser desacertada la solución que propone, puesto que la hediondez lo sólo lo hemos
experimentado tras la Catedral de San Basilio en Moscú, o en algún lugar de Lima, de
Bogotá, o Varsovia, en Frankfurt. Por supuesto, no es la gente culta la que ensucia una
ciudad sino los adictos, mendigos y toda clase de vagos que tienen por casa la calle. Sin
embargo, casi todos admitimos que la hediondez es cosa de villas apartadas, de ciudades
y ciudadanos de tercera clase.
YUYAYKUSUN 417
Mario Mejía Huamán
Como podemos observar en lo que sigue, la pulcritud y la hediondez son polos opuestos
axiológicamente hablando y como tal, su aplicación puede remontarse a los orígenes de
la propia historia de la humanidad.
La oposición entre pulcritud y hedor se hace de esta manera irremediable, de tal modo,
que si se quisiera rehabilitar al hedor, habría que revalidar cosas tan lejanas como el
diablo, Dios o los santos. Y mover la fe desde la pulcritud al hedor, constituye casi un
problema de índole religiosa.31
Kusch encuentra que la consistencia y el mecanismo y, los supuestos del hedor se pue-
den extirpar mediante una «cirugía, para extraer la verdad de sus cerebros a manera de un
tumor.» 32
Desde el punto de vistas de Kusch, podríamos suponer por ejemplo, que Marx estuvo
equivocado cuando habló de lucha de clases, quizá debió interpretar la realidad con las
categorías pulcritud y los hediondez. Así el autor manifiesta que:
En todos los casos se trataba del hedor que ejercía su ofensiva contra la pulcritud y siem-
pre desde abajo hacia arriba. Arriba estaban las pandillas de mestizos que esquilmaban a
pueblos como los de Bolivia, Perú o Chile.33
En Argentina eran los hijos de inmigrantes que desbocaban las aspiraciones frustradas de
sus padres. Contra ellos luchaban los de abajo, siempre en esa oposición irremediable de
hedientos contra pulcros, sin encontrar nunca el término medio. Así se sucedieron Tupac
Amaru, Pumacahua, Rozas, Peñaloza, Perón como signos salvajes. Todos ellos fueron la
destrucción y la anarquía, porque eran la revelación en su versión maldita y hedienta:
Eran en suma el hedor de América.34
Esta la dimensión política del hedor, que pone a este en evidencia y lo convierte en un
antagonista inquietante. Quizá sea la única dimensión que se le conozca. Pero ¿qué pa-
30 Ibídem, p. 13
31 Ibídem, p. 13
32 Ibídem, p. 13
33 Ibídem, p. 14
34 Ibídem, p. 14 - 15
418 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
Es un miedo antiguo como la especie, que el mito de la pulcritud remedio con el progre-
so y la técnica, pero que repentinamente se aparece en una iglesia del Cuzco, provocado,
entre otras cosas, por un mendigo que nos pide una limosna para humillarnos».«Y es que
el hedor tiene algo de ese miedo original que el hombre creyó dejar atrás después de crear
su pulcra ciudad.36
A estas alturas nos parece que las categorías que está usando no llegan al meollo de los
problemas sociales y políticos en Latinoamérica. Esto sería disimular las injustas rela-
ciones de producción surgidas por la conquista, el coloniaje y justificar benignamente
la república que ha surgido sin el indio y contra el indio, como sostuviera José Carlos
Mariátegui. A las afirmaciones de Kusch:
Y en el juicio aquel sobre el hedor de América y sobre la afanosa pulcritud, se halla im-
plícito el afán de encubrir una ira que nadie quiere ver.38
Nosotros, nos opondríamos sosteniendo que la ira que no se quiere ver u oler no es la he-
diondez, sino la explotación del hombre por el hombre, la explotación del que tiene más
posibilidades económicas. Es más, el mismo indio suele llamar indio, al carente de los
medios suficientes para vivir. Como se dice en este nuevo estado de cosas, el pez grande
devora al chico, y, pareciera que Tomás Hobbes no estuvo equivocado cuando sostuvo
que el hombre era un lobo para el mismo hombre.
El filósofo argentino sostiene que: Está en juego un plateo primario que el hombre
siempre ha necesitado, pero que el caparazón de progresismo de nuestros ciudadanos e
35 Ibídem, p. 15
36 Ibídem, p. 15
37 Ibídem, p. 15
38 Ibídem p. 18
YUYAYKUSUN 419
Mario Mejía Huamán
… Ambos son como los dos extremos de una antigua experiencia del ser humano. Uno
está comprometido con el hedor y lleva encima el miedo al exterminio y el otro, en
cambio, es triunfante y pulcro, y apunta hacia un triunfo ilimitado aunque imposible.40
Si esta interpretación de la historia fuera correcta, nos parece que no sería exacto interpre-
tar que en la sociedad esclavista fue superada por los hediondos esclavos que permitieron
apropiarse del poder a los hediondos feudalistas, y que éstos a su vez fueron vencidos por
otros más hediondos como el pueblo en la Revolución Francesa o los hediondos obreros
en la Rusia de 1917 y, que en la actualidad estos movimientos de liberación de la pes-
tilencia todavía no han acabado por que el capitalismo ha creado un desodorante cuya
presencia lo hace inadvertido ante los pueblos principalmente indígenas y ante miembros
de esta última que se dejan atraer por la pulcritud del discurso de nuestros gobernantes y
politiqueros que generalmente descargan todo la furia de su ineptitud e incomprensión
contra los indígenas de la sierra o la selva, como fue el caso de Alberto Fujimori41 y el
gobierno aprista en el Perú42.
Luego, de la oposición entre el hedor y la pulcritud, dialéctica para Kusch, surge la
otra categoría: la fagocitación:
… esta misma oposición, en vez de parecer trágica, tiene una salida y es la que posibilita
una interacción dramática, como una especie de dialéctica, que llamaremos más adelante
fagocitación.43
Se trata de la absorción de las pulcras cosas de Occidente por las cosas de América, como
a modo de equilibrio y reintegración de lo humano en estas tierras.44
La fagocitación según Kusch, no sería sino una salida entre la oposición del hedor y la
pulcritud. Aplicada a nuestra evolución histórica, América habría encontrado equilibrio
al absorber la pulcritud de occidente. Como decíamos, todos tenemos un hedor y todos
pulcritud, por tanto no es posible que los americanos hayamos absorbido sólo la pulcri-
tud europea. Contrariamente podría decirse que lo que nos han traído es más hediondez
que pulcritud, téngase en cuenta, que fuera de la pereza, la mendacidad, la delincuencia,
el hurto, también nos trajeron males como las «fiebres», la viruela, que no sólo diezmaron
39 Ibídem p. 18
40 Ibídem p. 18
41 Nos referimos a las matanzas como la de «Barrios Altos».
42 Ibídem, p. 18
43 Ibídem, p. 18
44 Ibídem, p. 18
420 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
nuestra población, sino que casi acaban con todos los indígenas; Víctor Andrés Belaunde
sostiene en Peruanidad, que para fines del siglo XVIII, los indígenas nos habíamos re-
ducido de 12 millones de habitantes encontrados en 1532 a 3 millones. Además, los
conquistadores nos trajeron una religiosidad de cumplimiento ritual que de fe y buenas
obras que dista mucho del mensaje bíblico cristiano. Los conquistadores importaron más
hediondez que pulcritud, más subcultura espiritual que cultura espiritual en el sentido
de Max Scheler.
Para el momento de la conquista, Francia, España, Portugal no eran en el campo de
la filosofía y ciencia los más representativos del saber y la cultura. Mientras que en estos
últimos países se hacía gala del uso de los métodos deductivos para el conocimiento, los
ingleses ya se perfilaban en el dominio del método inductivo. Mientras los europeos eran
racionalistas, los otros eran empiristas; mientras que a los europeos les interesaba la inter-
pretación de la realidad, aquellos tuvieron como un reto la transformación del mundo.
Mientras los europeos revivieron la esclavismo y el feudalismo en las nuevas tierras, los
ingleses acrecentaron la modernidad. Por lo demás ya hablamos de la hediondez francesa,
los perfumes y los turnos para la ducha.
No estamos de acuerdo con la apreciación del filósofo al decir que:
La fagocitación se da por el hecho mismo de haber calificado como hedientas a las cosas
de América.45
Puesto que sólo en nivel metafísico puede admitirse el estado puro de la pulcritud y el
estado impuro de hediondez. En tal sentido no son ni verdaderos ni falsos, la pulcritud y
la hediondez, es más, todo esto depende de nuestra concepción del mundo, puesto que
podría concebirse que bello es lo natural y que el hombre altera este estado de plenitud;
para la Concepción Occidental lo que se da en estado natural no es bello. Para nosotros,
el hombre modifica la realidad en múltiples sentidos, él es quien da belleza o fealdad al
mundo.
La vida y muerte, lo blanco y negro no son opuestos para todos los grupos huma-
nos; para nosotros los indígenas la vida continúa aún después de la muerte, el ciclo vital
continúa. La sabiduría europea es diferente a la sabiduría indígena americana. Veamos los
conceptos de Kusch contrarios a nuestra apreciación:
Y eso se debe alguna especie de verdad universal que expresa, que todo lo que se da en
estado puro, es falso y de ser contaminado por su opuesto. Es la razón por la cual la vida
termina en muerte, lo blanco en lo negro y el día en la noche. Y eso ya es sabiduría y más
aún, sabiduría de América.
45 Kusch Rodolfo, Obras completas Tomo II. América Profunda. Libro I, La Ira Divina. Editorial Fundación Ross.
2000 Rosario- Provincia de Santa Fe. República Argentina, p. 21.
YUYAYKUSUN 421
Mario Mejía Huamán
El autor, no advierte que para los indígenas la muerte no es sino un cambio de estadio
de vida, del aquí, al más allá, del kay pacha (de esta realidad) y kunan pacha (del hoy) al
hanaq pacha (al mundo del más allá). La muerte no es sino el término de un ciclo, la vida
continúa. La vida no es cíclica circular, sino un hecho continuo pero irrepetible.
No deja de ser interesante la propuesta de las categorías hediondez y pulcritud para in-
terpretar la cultura indígena americana, pero estas categoría son también valederas para
la apreciación de toda la cultura universal por tanto su relevancia se vería minimizada y
vacía, como método de interpretación para América.
El concepto de fagocitación es tan original pero no tiene la contundencia de la dia-
léctica hegeliana o marxista. Puesto que en la lógica de estos últimos, la síntesis es la
superación de las premisas, es la superación de la tesis y la antítesis.
En el Libro Primero, Rodolfo Kusch con el título de la Ira Divina, nos presenta al Indio
Santa Cruz Pachakuti como sigue:
Cerca del 1600, el padre Ávila se topó con el indio Joan de Santacruz Pachacuti yanqui
Salqamaywa. Eso ocurrió en Cacha a unas cuantas leguas al sur del Cuzco y no muy lejos
del templo de Viraqocha.47
Ávila andaba por esa zona a raíz de la intensa represión de idolatrías que emprendieron
los españoles en América.48
Había ocurrido que los indios «creyeron que todas las huacas del reino, cuantas habían
los cristianos derrocado y quemado, habían resucitado… y que ya las huecas andaban
por el aire secas y muertas de hambre porque los indios no le sacrificaban ya. Y así fue
que mucho muchos indios que temblaban y se revolcaban por el suelo, y otros tiraban
pedradas como endemoniados, haciendo visajes… [diciendo] que la hueca fulana se le
había entrado en el cuerpo.49
46 Ibídem, p. 21
47 El autor cita a Pedro Sarmiento de Gamboa: Historia de los incas Emecé Buenos Aires, 1942. 3º Edición. Ibídem, p.
22
48 Nota de Kusch: Cristóbal de Molina, Relación de las fábulas y ritos de los incas. Este autor sitúa este hecho en el año
1571P. 22
49 wáka, m. Templo, lugar sagrado. Dios familiar o doméstico e idolillo que lo representa. fam. Osario donde suelen
hallarse tesoros con idolillos y utensilios. Jorge a Lira – Mario Mejía. Diccionario Quechua-Castellano, Castellano
Quechua. Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú. 2009.
422 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
Para los indígenas las wakas50 están encarnadas o representadas por objetos materiales,
pero no son los awkis (espíritus) mismos. El awki es un espíritu, por tanto, la destrucción
de su representación nos significa la muerte del mismo. Aquí no se puede tomar como
que muerto el perro muerto la rabia. Si fuera así, nosotros los indígenas ya habríamos
olvidado a las wakas. Estos, las wakas, siguen tan vivos como entes abstractos, contraria-
mente se han sumado a nuestras wakas andinas, las europeas como: Santiago, San Juan
Bautista, La Purificada, la Asunta, La Virgen del Carmen, La virgen del Rosario y muchos
otros santos, como la misma Santa Ana que posiblemente haya visto Kusch en el templo
visitado.
Ocurre que el yanqui traza en su crónica un esquema del altar del templo de Coricancha
del Cuzco y el padre Ávila le introduce algunas modificaciones.52
Para nosotros dicha representación es sincrética, entre la concepción andina del mundo y
la europea del momento, por ello Kusch escribe:
De cualquier manera, de este encuentro entre el padre Ávila y nuestro yamqui, nace una
de las crónicas que manifiestan con mayor evidencia la actitud del indígena frente a su
pasado, porque refleja la manera de pensar de éste y hasta las creencias más íntimas que
aún sobreviven.»54… «El escrito de Salcamayhua es un borrón en la meridiana claridad
de sus colegas hispánicos, dada la mezcla de términos quichua y aimaraes con un caste-
llano sumamente dificultoso.55
50 Kusch ( p. 22) hace mención a El manuscrito en cuestión fue publicado por Jiménez de la Espada bajo el título de
Relación de antigüedades deste Reyno del Pirú en Tres relaciones de antigüedades Peruanas, Madrid, 1879.
51 Kusch ( p. 22, 23) anota: Datos de Robert Lehmann-Nitsche. Coricancha, el tempo del Sol en el Cuzco y las imáge-
nes de su altar mayor.
52 El Filósofo dice: (p. 23) Cotejé el esquema del yamqui con los numerosos dibujos de los alquimistas, casi todos del
siglo XVI, que figuran en Psicología y Alquimia de C. G. Jung (Santiago Rueda, Buenos Aires, 1957). También
puede consultarse El simbolismo hermético de Oswald Wirt (Ed. Saros, Buenos Aires, 1958).
53 Ibídem, p. 23
54 Ibídem, p. 23
55 Ibídem, p. 23
56 Ibídem, p. 25.
YUYAYKUSUN 423
Mario Mejía Huamán
Seguramente el yamqui debió ser un indio silencioso y tímido. A veces tomaría su chicha,
cuando el cura hacía fiesta al santo. Sólo entonces se tornaría locuaz y volvería segura-
mente tambaleando, a su casa, satisfecho y con el cuerpo que parecía una paloma.57
Kusch supone que el indio era silencioso y tímido; nosotros pensamos que si fuera así
nunca se hubiera atrevido a coger una pluma y expresar algo que para los conquistadores
era de inspiración diabólica. Por tanto, discrepamos con la siguiente afirmación:
Para nosotros los indígenas nuestros dioses, viven con nosotros en la comunidad, no los
vemos, pero sentimos su presencia de manera indudable, es más, toda nuestras activi-
dades, principalmente del trabajo, no se inician sino invocándolos y libando por ellos.
Nosotros no hablamos con los dioses por vergüenza o como dice el filósofo pampeño,
por pobre, sucio y pardo. Es más, el oro y la plata, así como las demás decoraciones, antes
de la conquista, tenían valor sagrado, por tanto no es correcto hacer un paralelo entre lo
bonito de la iglesia y nuestra situación miserable después de la conquista. Por otro lado,
nuestro concepto de pobreza y riqueza a pesar de los siglos aún persisten y se puede es-
tablecer diferencias entre el concepto europeo y el quechua. Pobre no es el que no tenía
dinero, porque este medio de cambio no existía, sino aquel individuo que no tenía hijos,
parientes y amigos.
Continúa el filósofo argentino y escribe acerca del Juan Santa Cruz:
… pueda ser que recitara los himnos sólo por vergüenza, porque él se sentía pobre, sucio
y pardo, mientras que todo eso, que había en la iglesia, era demasiado bonito. Dios no
podía estar ahí.59
Seguramente pasaría luego por el mercado, seguido de su llamita, cargada de maíz. Ahí
esperaría que se lo compraran, mientras continuaba haciendo esa rara pregunta «dónde
estás».60
¿Dónde estás?» Estaría muy lejos dios seguramente no necesitaría de tanta palabra.
Estaría en las trastiendas de alguna chichería, en las callejuelas tortuosas y añejas, detrás
de las cortinas de algunos cuartos malolientes o en esa cueva extraña debajo del altar de
Santo Domingo.61
57 Ibídem, p. 23.
58 Ibídem, p. 25, 26.
59 Ibídem, p. 26.
60 Ibídem, p. 26.
61 Ibídem, p. 26.
424 YUYAYKUSUN
Comentario a la Introducción a América y la ira divina: el indio Santa Cruz Pachacuti...
Se atribuye a Manqo Inka II, quien fuera ejecutado en la plaza de armas del Cusco, que
sus últimas palabras para sus hermanos los indígenas fue, «no hagan caso a los dioses cris-
tianos porque esos son dioses mudos». Esto, probablemente contraponiendo a los dioses
indígenas como Apu Rimaq, el dios que habla, quien recibía culto en un oráculo cerca a la
actual capital de la República del Perú. Justamente el nombre de la cuidad (Lima o Rima:
habla) y del río (Rimac: que habla) que la atraviesa, proviene del nombre de este dios.
La vigencia de los dioses andinos continúa actualmente. La religión traída por los
conquistadores fue incapaz de anular a la andina, es más, existiendo entre la europea y
la andina un pivote que gira en torno a la actividad principal andina, la agricultura, se
ha dado un sincretismo entre ambas, de manera que santos como San Juan Bautista se
agregó al panteón andino como el dios de los pastores, Santiago de los pastores ganaderos.
La virgen María como pachamama (Madre Naturaleza), San Pedro como el patrón de los
pescadores, etc. En consecuencia no estamos de acuerdo con la apreciación del filósofo
argentino, que escribe:
Pensó el yanqui con picardía que su dios tendría vergüenza de ser dios y lloraría ese tiem-
po en la gente lo había olvidado. Y se sentiría solo, porque el templo estaba todo lleno
de cosas que no eran él.62
Como remarcamos, los indígenas sabemos donde están nuestros dioses. Es desde la con-
quista española que el indio se pregunta por el Dios judeo-cristiano, ¿habrá muerto?
¿estará sordo?, como manifiesta Kusch:
Luego ser iría a su parcela para trabajarla. Ahí tomaría su taclla para arar la tierra y re-
mover los duros pedregones, mientras atisbaría de vez en cuando el cielo para ver si iría a
llover. Y así, mirando el cielo, pensaría en dios otra vez Dios habría de ser como el trueno
que anunciaba la lluvia o aquello que había temblar la tierra o lo que traía el granizo,
en fin todo podría ser menos ese dios de la iglesia. Dios tenía que ser algo que atrapara,
que lo fuera sitiando, si no, el yanqui prefería volver al creer en las pequeñas cosas: el
dios de la lluvia, el del trueno, el del relámpago o el felino que bajaba con el granizo o
lo que fuera.�
Los pueblos andinos en tiempo de los inkas estaban acostumbrados a que el Qorikancha
(Templo del Sol) recibiera nuevos dioses, sin anular a los existentes. Las efigies de los
dioses de los pueblos conquistados eran llevados y venerados en dicho lugar. Por tanto,
como señalamos más arriba, se llegó a un sincretismo bien logrado entre los dioses an-
dinos y los «dioses» cristianos. Después de la conquista, los espiritistas y los curanderos,
por ejemplo, imploran a ambos dioses en sus ritos religiosos. El indígena es politeísta,
y distingue una jerarquía entre ellos. El Dios mayor recibió el nombre Pachakamaq
YUYAYKUSUN 425
Mario Mejía Huamán
o Wiraqocha. Esto es, concibieron un Dios Creador de la naturaleza, del mundo, del
espacio y del tiempo.
426 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
Hospitales, hospicios y asilos en Lima1
Roberto Prieto
RESUMEN
El objetivo de este artículo es presentar brevemente los principales discursos acerca de la locura en
relación al crecimiento urbano de Lima, desde su fundación hasta la primera mitad del siglo XX. Cada
época ha tenido una forma diferente de calificar la locura y se han aplicado diversas formas de control,
muchas de las cuales se han materializado en la implantación de usos determinados del espacio (a nivel
urbano y a nivel arquitectónico).
ABSTRACT
The aim of this paper is to present briefly the main speeches about madness in relation to urban
growth in Lima from its founding until the first half of the twentieth century. Every age has had a
different way of classifying madness and has implemented various forms of control, many of which
have materialized in the establishment of certain uses of space (at an urban and architectural level).
E
l objetivo del poder es fijar un orden que le sea favorable a sus intereses en todo
sentido. Es por eso que utiliza diversas estrategias para alcanzarlo, como la orien-
tación del comportamiento de las personas en provecho suyo o la neutralización
(estigmatización) de los individuos que se le opongan. Por eso, a través del tiempo, estas
personas han sido calificadas como diabólicas, enfermas, disfuncionales, anormales, vio-
lentas, perjudiciales, improductivas, etc.
Los fenómenos psicosociales o las grandes zonificaciones urbanas pueden ser algu-
nas de sus técnicas utilizadas para dirigir mientras que los establecimientos especiales, la
policía o la vigilancia electrónica pueden ser algunas de las más utilizadas para controlar.
En relación al ámbito urbano y arquitectónico, el poder ha desarrollado en determi-
nadas épocas diversos espacios que han agrupado a los individuos que le han incomoda-
do o que no le han sido útiles. Entre estos lugares se pueden nombrar a la Corte de los
Milagros (donde se agrupaba a la gente de «mal vivir»), el leprosario (donde se alojaba
a enfermos de lepra), el panóptico (donde se encerraba a los delincuentes), el asilo de
ancianos (donde se alojan personas que ya no pueden trabajar), etc.
En la Edad Media, la violación del orden establecido fue sancionada con la ló-
gica del castigo físico, en público y sobre una base religiosa. La locura fue calificada
por El Poder como algo demoníaco y tratada desde el ámbito mágico-religioso. En la
Edad Moderna la pena fue el encierro y la vigilancia (sin castigo físico, al menos en el
discurso) sobre una base humanista, higienista y productivista. La locura fue cataloga-
1 Este artículo es un breve resumen de un proyecto de investigación sobre la ciudad, la medicina mental y el poder.
El orden y el desvío
428 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
Michael Foucault explica que el orden social de la Edad Moderna (siglos XVII-XIX aproxi-
madamente) se perennizó a partir de la creación de diferentes instituciones a las que la per-
sona ingresaba en cada etapa de su vida para educar su comportamiento conforme crecía en
YUYAYKUSUN 429
Roberto Prieto
430 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
YUYAYKUSUN 431
Roberto Prieto
La institución total
Ervin Goffmann denomina Institución Total a los espacios de control social característico
de la sociedad contemporánea. Los clasifica en cinco grupos:
• Para el cuidado de las personas incapacitadas e inofensivas: hogares de ancianos, cie-
gos, huérfanos, etc.
• Para el cuidado de personas que no pueden cuidarse a sí mismas y además son una
amenaza para la comunidad: hospitales de enfermos infecciosos, los manicomios y
los leprosarios.
• Para la protección de la comunidad de personas que atentan deliberadamente contra
ella: cárceles, presidios, campos de trabajo, etc.
• Los de carácter laboral: cuarteles, barcos, campos de trabajo, colonias, servicio en
mansiones señoriales.
• Los refugios del mundo, para formación de religiosos: abadías, monasterios, con-
ventos, etc.
432 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
YUYAYKUSUN 433
Roberto Prieto
434 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
lidad de la mayoría de los habitantes del planeta a acceder a los medios tecnológicos de
última generación2.
La industria de armas, la industria del sexo y la industria farmacéutica, en ese orden,
son las tres mas poderosas a nivel mundial, por lo que es fácil reconocer una agresividad,
hedonismo y medicalización en la vida.
Podría considerarse que esta sociedad esta bajo un control mucho más sofocante
ya que en la era moderna, por ejemplo cuando el niño salía de la escuela al terminar su
horario de clase sentía el alivio de abandonar las rígidas leyes de ésta e ingresaba a otra
realidad (la casa, que tenía otras normas). Sin embargo, hoy el estar conectado «on line»
desde la niñez hasta la vejez y en cualquier parte del mundo es vivir bajo únicas reglas
perennes, aunque del otro lado se afirme que el Internet es la verdadera democracia por
que cualquiera puede opinar sobre lo que quiera ya que la cantidad de información que
existe es casi infinita.
Ya no es imprescindible encerrar dentro de un espacio a los individuos que se desvían
de la norma para vigilarlos sino que la tecnología ha logrado controlar sin necesidad de
ello: cámaras por toda la ciudad y que pueden ingresar hasta la propia vivienda, grilletes
electrónicos, medicinas, etc. En el tema de la locura, el avance médico y tecnológico viene
vaciando los hospitales psiquiátricos de personas sin embargo viene llenando las farmacias
de diferentes medicamentos de los que se podría decir «encierran al enfermo dentro de
su propio cuerpo».
En el siglo XVI, los diversos reinados que existieron en la península ibérica se agrupa-
ron gracias a las acciones de los Reyes Católicos. Más tarde, se consolidó la Monarquía
Hispánica o de los Austrias que basaron su gobierno en una intolerante defensa del ca-
tolicismo y en una expansión de sus dominios. En sus virreinatos americanos, la Iglesia
personificó el poder absoluto, estableció que el pecado causaba todos los males generando
un castigo divino (por ejemplo, las enfermedades) e instauró diferentes mecanismos para
curar los daños o escarmentar al pecador.
De similar manera a lo que sucedía en Francia, el hospital español del siglo XVI
no fue (como lo es ahora) una edificación cuyo objetivo principal sea el tratamiento de
enfermedades sino que sirvió como un elemento evangelizador en manos eclesiásticas a
través del cual se promovía la asistencia social, la piedad y la caridad. Es decir, el hospital
fue básicamente en esa época un centro de difusión de valores cristianos. En este sentido,
el rey de España Felipe II estableció una serie de disposiciones que debían de seguirse en
2 Recordemos por ejemplo que el Protocolo de Kyoto (1997) fue un pacto entre todos los países del mundo para
reducir las emisiones de gases efecto invernadero debido a que es la única solución para salvar al mundo del calen-
tamiento global, sin embargo los Estados Unidos de Norteamérica siendo aún el primer generador de gases efecto
invernadero a nivel mundial solo se adhirió «simbólicamente» a dicho compromiso y en el 2001 se retiró. Hasta la
reunión mundial de Copenhague (2009) no se ha podido llegar a ningún acuerdo real con dicho país.
YUYAYKUSUN 435
Roberto Prieto
toda nueva colonia que se fundase, como la necesidad de edificar un hospital para pobres
y enfermos no contagiosos junto a las iglesias o que estos hospitales debían ubicarse en
lugares sobreelevados para evitar que los miasmas se expandan por el pueblo. Respecto al
tratamiento de la locura, se quiso extinguir el tratamiento mágico-religioso del incanato
(como por ejemplo la pasada del cuy sobre el enfermo, el fumar cigarro de hoja de coca,
etc.) y establecer las milenarias técnicas mágico-religiosas españolas como las oraciones,
cantos, rezos, procedimientos astrológicos, etc.
3 Córdova y Urrutia.
4 Gobernó el Virreinato del Perú de 1555 a 1560.
436 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
Plano de 1709 donde se ubican las edificaciones más importantes de Lima. La letra «D»
simboliza el predio del Hospital Santa Ana y la letra «E» simboliza el predio del Hospital
San Andrés. Imagen copiada de: Planos de Lima 1613 – 1983 de Juan Gunther D.
En 1642 Montesinos describió luego de una visita al Hospital Santa Ana su organi-
zación interna indicando que tiene dos cruceros, el principal para curar varones y el otro
para mujeres. Además precisó las salas para enfermos contagiosos así como el patio entre
la Iglesia y el propio Hospital para enterrar a los muertos. Indicó que atendía diariamente
cuatrocientos indios provenientes de todo el Virreinato y habían fallecido hasta ese año
aproximadamente cincuenta mil. En ese mismo siglo, se desarrolló el campo científico
aunque a la par del fervor religioso (es el apogeo de los santos, de las supersticiones, de las
creencias, de lo sobrenatural), por lo que la medicina contuvo un sesgo místico, moralista
y psicoterapéutico como lo que explicó Hipólito Unanue: «el silencio, la luz moderada,
inducen a quietud de los enfermos…la música ha acreditado tener un imperio poderoso
para frenar los delirios…».
En 1780, a través de un informe, se tuvo noticias de la existencia de una loquería
dentro del Hospital de San Andrés. Al querer edificar un laboratorio anatómico se debía
«destinar un espacio en los aires de la loquería que da al costado del calvario, facilitando
por su inmediación el ingreso de los cadáveres y su entrada por el primer patio, siendo
independiente de la de los enfermos».
En el siglo XIX los ambientes del Hospital Santa Ana se destinaron para el cuidado
de militares y recibieron los enfermos del derruido Hospital de La Caridad. Para el año
1841 ya le habían incorporado una sala para mujeres dementes.
Se comenta que en los siglos XVIII y XIX se dio el tratamiento más inhumano a
la locura. En los hospitales de San Andrés y Santa Ana, los cepos, las sangrías, cadenas,
duchas de agua helada, etc. se aplicaron diariamente dentro de hediondas celdas oscuras
que servían como sus loquerías.
YUYAYKUSUN 437
Roberto Prieto
Hospicio de Amentes
Los ideales franceses de libertad, igualdad y fraternidad influyeron para la independencia del
Perú. Luego, las elites nacionales hicieron ingresar con fuerza los conceptos de modernidad,
capitalismo e industrialización con el propósito de renovar la periclitada manera de vivir5.
La medicina tuvo un rol preponderante para la formación de la República del Perú
ya que su discurso fue asumido por la clase gobernante: diagnosticó lo antiguo como caó-
tico, enfermizo, improductivo, incivilizado, decadente y recetó la conveniencia de poblar
la nación con una mano de obra saludable, positiva y racional para explotar los inmensos
recursos naturales que poseía.
El médico más influyente de la época fue Hipólito Unanue, quien quiso desterrar la
medicina mágico-religiosa proponiendo una terapéutica basada en la raza y en el ambiente
como sus componentes principales. José Casimiro Ulloa fue discípulo de otro gran médico
contemporáneo de Unanue (Cayetano Heredia) y estableció la modernización de la medi-
cina mental tras haber vivido varios años en Europa.
Con la creación de la Sociedad de Beneficencia en 1834 se quiso dar un cambio
administrativo mas que moral en el país a nivel asistencial, debido a que esta nueva insti-
tución a cargo de un Ministerio del Estado fue la nueva responsable del funcionamiento
de los hospitales, hospicios, casas de salud, cementerio y otros bienes que tenían a su car-
go las hermandades. Sin embargo, los conceptos de caridad y piedad cristiana siguieron
perennes.
En 1857 las loquerías del Hospital de San Andrés y del Hospital de Santa Ana se-
guían siendo las principales de la capital (también funcionaban otras pequeñas anexadas
a hospitales de menor importancia). Fue en ese año que Casimiro Ulloa tras afectarle
lo acontecido en una de sus visitas de inspección a las loquerías decidió erigir un nuevo
establecimiento, que funcione especialmente para los enfermos mentales tomando como
base los postulados de Phillipe Pinel6.
En 1859 se inauguró el Hospicio de Amentes, implementado en las instalaciones de
lo que fue antiguamente el Hospicio de la Misericordia, en la zona de Barrios Altos, muy
cerca de los extramuros de la ciudad. Los mayordomos (que antes eran los encargados de
los hospitales) fueron suplantados por los médicos alienistas que proponían a la higiene y
al trabajo como la base para el tratamiento de la locura: talleres, pequeñas huertas, depó-
sitos, etc. fueron construidos en el Hospicio.
El sustento alienista de la época, incorporaba al loco o alienado a la lógica del trabajo
aunque se le seguía encerrando en un espacio «organizado, respetuoso y limpio» como
5 Fernando de Trazegnies señala que fue una modernización tradicionalista, ya que estas elites eliminaron únicamente
los antiguos procedimientos que se oponían a sus objetivos inmediatos pero dejaron intacto los que les convenían. Es
así que siguió con el centralismo, la esclavitud (ya no de negros sino de chinos), etc.
6 Phillipe Pinel (1745-1826), médico francés a quien la historia lo sindica como el transformador de la denigrante
situación de los locos en los hospitales de París al eliminar los cepos, las cadenas, las sangrías, los baños de agua fría,
los latigazos, etc. como las formas de curar la alienación y establecer una clasificación de las enfermedades mentales
así como una humanización en el tratamiento.
438 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
método de vigilancia para conservar su propia salud y así como el orden social. Pero a los
pocos años de inaugurado, la gran demanda dificultó su buen funcionamiento debido a
lo cual se optó varias veces por agrandar el establecimiento, soluciones que sirvieron poco
tiempo. Los ideales humanitarios que inicialmente se plasmaron en el diseño y organiza-
ción del establecimiento (orden, espacio, luz, ventilación e higiene), fueron esfumándose
y mas bien transformándose en un hacinamiento total.
Por esos mismos años Lima fue renovada, ampliada, zonificándose la ciudad de ma-
nera que lo peligroso para la salud y el orden sea alejado, concentrándose las zonas indus-
triales en lugares indicados, eliminándose antiguas edificaciones, construyéndose otras
con mayor área y ventilación, generándose espacios arborizados, etc., de similar forma
como lo hizo el Barón de Haussmann en París. Es decir, el hospicio significó una muestra
en pequeño de lo que sucedía en Lima. El concepto de aquel proceso productivo, tam-
bién se aplicó a la ciudad.
La institución policial que para esa época ya tenía una gran relevancia social se de-
dicó a conservar el orden público encerrando en el panóptico, en los hospitales o en los
hospicios a los indeseables de la ciudad (mendigos, delincuentes, locos, enfermos, revo-
lucionarios, etc.).
La falta de apoyo económico, el crecimiento de la ciudad (el cual ya había generado
que viviendas y comercios estén anexos al establecimiento) y especialmente el alza en el
número de internos (se diseñó para 150 alienados pero llegó a casi 500)7 hicieron que el
Hospicio de Amentes colapse. Además, varios alienados o amentes acusaron al personal
(que estaba conformado básicamente por los médicos y por las Hermanas de la Caridad)
de prácticas terapéuticas inhumanas como los baños de ahogamiento, el aprisionamiento
en cuna-celdas, etc. Pero también se denunció algo fundamental: el mal procedimiento
que se seguía para establecer la locura de una persona y el encierro en el manicomio sin el
7 Por la falta de espacio debieron juntar locos violentos con locos pacíficos, produciéndose hasta muertes.
YUYAYKUSUN 439
Roberto Prieto
consentimiento de ésta. El cuerpo médico presidido por José Casimiro Ulloa minimizó el
alegato de los pacientes y los tildó de mentirosos y «locos».
Manuel Muñiz, recién llegado de Europa y discípulo de Casimiro Ulloa, también
criticó la falta de modernización del Hospicio de Amentes y propuso a la Sociedad de
Beneficencia un mayor cuidado y presupuesto para este viejo centro médico. Hacia finales
de 1880, con una crisis generalizada en el tratamiento de amentes se propuso la renova-
ción del sistema médico.
En la última década del siglo XIX Manuel Muñiz fue nombrado médico del
Hospicio y planteó una serie de reformas, entre ellas el no restraint (eliminación de
los medios de contención) y la creación de un nuevo y espacioso establecimiento para
alienados. Los esfuerzos de Muñiz para mejorar la fama del Hospicio de Amentes del
Cercado o también llamado Hospicio de Insanos quedaron truncos por su muerte 1897
pero las autoridades ya habían empezado a pensar en la construcción de un nuevo y
más grande establecimiento psiquiátrico, a manera de colonia agrícola, tal como se
asistía la locura en Europa.
Asilo-Colonia Magdalena
8 El terreno para el nuevo manicomio empezaba desde la actual Avenida del Ejército y llegaba hasta las cercanías de la
Avenida Javier Prado, en el distrito de Magdalena.
440 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
control incluyó no solo a psicópatas sino a alcohólicos, prostitutas, indígenas y otras nue-
vas «formas de anormalidad»9.
Para garantizar el surgimiento de una raza adecuada y para prevenir el crecimiento
del número de «anormales» en el país se estableció una política en la que el Estado debía
de asistir y tratar a la persona desde la niñez, a fin de generar años más tarde una sociedad
fuerte, ganadora, sana, trabajadora, productiva.
El doctor Baltazar Caravedo, director por esos años del Asilo-Colonia invitó al acau-
dalado ciudadano trujillano don Víctor Larco Herrera a visitar las instalaciones del esta-
blecimiento, quien animado por el potencial de esta obra apoyó con su propio peculio
la implementación de un nuevo reglamento administrativo10, la construcción de más
pabellones y la adquisición de equipamiento convirtiéndolo años después, en uno de los
establecimientos más avanzados de la época a nivel latinoamericano para el tratamiento
de la enfermedad mental.
En el Asilo-Colonia las áreas verdes cubrían casi el 90% del área total del terreno y
los pacientes podían recrearse y trabajar al aire libre. En los pabellones se les medicaba
y descansaban. A este nuevo concepto se le conoció como el «no restraint», una especie
de «aparente libertad». En agradecimiento al apoyo dado, desde 1930 el Asilo Colonia
Magdalena cambió de nombre a Hospital Víctor Larco Herrera.
Debido a la migración desde los 1940 el aumento demográfico de la capital fue im-
previsto y explosivo lo que degeneró toda planificación hecha. La ciudad entró en crisis
y muchos de sus establecimientos de asistencia pública no pudieron sobrevivir ante un
crecimiento de la demanda de esa intensidad11. A las pocas décadas, el Hospital Víctor
Larco Herrera tuvo un profundo descenso en su calidad de atención y en los 1960 tuvo
que separarse de la competencia de la Sociedad de Beneficencia Pública para integrarse al
ámbito del Ministerio de Salud. Son esos mismos años en los que se vendió gran parte del
9 Muchas veces el alejamiento de las costumbres o formas limeñas, criollas, fue lo considerado como anormal.
10 Se eliminó de la asistencia a los internos a las Hermanas de la Caridad, que hasta ese momento eran las encargadas.
11 Lima casi triplicó su población total de 1940 a 1961.
YUYAYKUSUN 441
Roberto Prieto
terreno original del hospital para obtener dinero de las urbanizadoras y cubrir las deudas
que tenía.
El tratamiento higiénico-humanista que quiso ser desarrollado en el Hospicio de
Amentes y en los inicios del Hospital Víctor Larco Herrera fue desbaratado desde la
segunda mitad del siglo XX por el incesante avance farmacológico de la psiquiatría. El
Movimiento Antipsiquiátrico (iniciado en Inglaterra por un grupo de psiquiatras en esos
mismos años) fue una respuesta crítica a la indiscriminada medicalización de los enfer-
mos mentales y al tratamiento en base al encierro. Si bien influyó en diferentes partes, en
nuestro territorio casi no fue tomado en cuenta.
Actualmente Lima con ocho millones de habitantes casi no cuenta con terrenos para
edificaciones de las características médicas, paisajísticas y medioambientales que tuvo el
proyecto del Hospital Víctor Larco Herrera que aún con la venta de gran parte de su te-
rreno hace medio siglo y con los grandes problemas que carga, sigue siendo un referente
histórico, arquitectónico y paisajístico por lo que debe ser conservado y puesto en valor.
A manera de resumen
442 YUYAYKUSUN
Arquitectura para la locura
Luego de una larga crisis, desde los 1990 el Hospital Víctor Larco Herrera quiso dejar
la imagen lúgubre que cosechó y entró en reestructuración aspirando llegar a ser en el
futuro una institución altamente especializada en psiquiatría y salud mental basada
en la asistencia, docencia e investigación.
Más allá de los esfuerzos hechos, los problemas que sigue arrastrando ocasionaron
que hace menos de dos años salga a la opinión pública el interés de expropiar el terre-
no a fin de darle otro uso, tal cual sucedió hace medio siglo.
El poder económico desea devorar esa extensa área calificándola previamente como
«improductiva». Por otro lado, el poder de la industria farmacéutica ha llenado los ce-
rebros de muchos respetables médicos con la necesidad imperiosa de recetar fármacos
a cualquier paciente que le cuente sus problemas, creyendo que es la mejor manera de
resolver su interioridad.
La medicalización de la vida
contemporánea origina que
necesariamente se consuman fármacos
desde los pocos días de nacido hasta la
proximidad a la muerte. Imagen copiada
de: www.planetacurioso.com.
YUYAYKUSUN 443
Reflexiones sobre la exclusión social y
la vulnerabilidad de las personas adultas
mayores y personas con discapacidad en el Perú
Franklin Miranda Valdivia
Resumen
«Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores y las personas
con discapacidad», constituye una mirada analítica para entender la problemática social, compleja
y diversa de éstos grupos poblacionales, cuya importancia radica en que progresivamente se están
conformando en estratos sociales cada vez más relevantes en el ámbito demográfico, económico y
laboral, así como en los nuevos movimientos sociales y políticos. Abordamos de manera específica
aspectos demográficos, pobreza, género, seguridad y previsión social, que permita entender las
características sociodemográficas de ambos segmentos poblacionales, para finalmente examinar las
políticas sociales del Estado respecto a cada uno de estos grupos y su impacto en la mejora de su
calidad de vida e inclusión social; el período estudiado comprende el decenio 1997 al 2007.
Abstract
«Reflections on the social exclusion and the vulnerability of the elder people and handicap people
in Peru» constitutes an analitic glance for try to understand social problem of the elder people and
handicap people which the importance came because they are became more relevant in demographic,
economic, labour aspects also as part of the new political and social movements. We approached
specifically demograpichs aspects, poverty, gender, social insurance for try to understand the social
components from both popular segments, and after that finally analize the social policies from the
goverment relate to each group and their impact to improve the life quality and social inclusion; the
study period is from 1997 to 2007.
E
n el Perú las personas adultas mayores y las personas con discapacidad constituyen
grupos sociopoblacionales en situación de pobreza y exclusión social, conforman-
tes de los sectores vulnerables en crecimiento acelerado; en tal sentido, son una
preocupación central de análisis e investigación en las ciencias sociales.
Su importancia demográfica, económica y política radica en que progresivamente se
están conformando en estratos sociales cada vez más relevantes en el ámbito económico y
laboral; así como en los movimientos sociales y políticos.
Las políticas sociales durante el decenio 1997-2007, inclusive en lo que va de los úl-
timos años de crecimiento y recesión económica, tienen un saldo negativo, cuyo elevado
costo social se refleja, entre otros, en el incremento de la pobreza, la desocupación, la pre-
carización del empleo, la profundización y extensión de la violencia fundamentalmente
urbana; pero de manera particular en el deterioro de las condiciones y calidad de vida de
las personas adultas mayores y las personas con discapacidad.
Aproximación conceptual
Los conceptos que tipifican un análisis desde las ciencias sociales sobre las personas adul-
tas mayores y las personas con discapacidad de los países de América Latina y el Caribe,
específicamente del Perú, son entre otros los de exclusión, pobreza y vulnerabilidad; y su
contraparte aspiracional de integración o inclusión social. Por consiguiente, constituyen
conceptos fundamentales que nos permitirán conocer su problemática en el contexto de
las políticas sociales nacionales
El concepto de exclusión social es de naturaleza multidimensional en la medida que
se expresa en los ámbitos económico, político y cultural. En el ámbito económico aborda
la deprivación y/o carencias materiales y de acceso a mercados y servicios (educación, sa-
lud…) que garanticen la satisfacción de necesidades básicas. En el ámbito de la política y
en el marco institucional, explica la carencia de derechos civiles y políticos que garanticen
la participación ciudadana. Finalmente, en el ámbito sociocultural, permite entender el
grado de desconocimiento de identidades, particularidades de género, étnicas, generacio-
nales, religiosas, entre otras. Sobre el particular Amartya Sen manifiesta:
1 La noción de «funcionamientos» proviene de Development as Freedom de Sen (1999). Es diferente del concepto de
«oportunidades», dado que los funcionamientos se refieren a las interacciones e intercambios sociales que tienen
lugar entre personas o grupos los servicios requeridos para obtener resultados valiosos en una sociedad democrática
de mercado. La exclusión social surge cuando un conjunto de esas reglas formales e informales que regulan dichas
transacciones.
446 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
Pobreza, situación que impide al individuo o a la familia satisfacer una o más necesidades
básicas y participar plenamente en la vida social [...] Fenómeno esencialmente económi-
co, con dimensiones sociales, demográficas, políticas y culturales que expresa la ausencia
de satisfacciones apropiadas para un mínimo de nuestras necesidades básicas.
Por otro lado, el concepto de vulnerabilidad forma parte de nuestro marco de referencia
que es abordado de manera precisa, a nuestro entender, en un estudio de CELADE, en
el que se puntualiza:
YUYAYKUSUN 447
Franklin Miranda Valdivia
Asegurar que las personas y los grupos desfavorecidos estén incluidos en el desarrollo
social y que la sociedad reconozca las consecuencias de la discapacidad y responda a ellas
garantizando los derechos de la persona y posibilitando su acceso al medio físico y social.
Promover la integración social fomentando sociedades estables, seguras y justas, que es-
tén basadas en la promoción y protección de todos los derechos humanos, así como en
la no discriminación, la tolerancia, el respeto de la diversidad, la igualdad de oportuni-
dades, la solidaridad, la seguridad y la participación de todas las personas, incluidos los
grupos y las personas desfavorecidas y vulnerables.
Del mismo modo, la Cumbre del Milenio reconoce, en su Numeral 19, que la integra-
ción es un instrumento de desarrollo, como precisa dicha nota:
448 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
YUYAYKUSUN 449
Franklin Miranda Valdivia
los Estados y dentro de ellos. Para lograr los objetivos acordados en la Cumbre será
preciso que todas las instituciones nacionales e internacionales, gubernamentales y no
gubernamentales, adopten medidas mucho más enérgicas y amplias y nuevos enfoques
innovadores (véase secc. III infra), teniendo en cuenta los resultados de las conferencias
y las cumbres pertinentes de las Naciones Unidas.
Una evaluación del cumplimiento de estos compromisos en el Perú, durante el decenio es-
tudiado, nos permite precisar que el modelo económico neoliberal reprimarizador y tercia-
rizador acentuó realmente la situación de pobreza y desprotección de las personas mayores
y las personas con discapacidad; otras variables que inciden en la agudización de este fenó-
meno son la violencia en sus distintas formas que contribuyen a la desintegración social.
Cabe puntualizar, sin embargo, como un avance, que a finales de la década de los no-
venta en el país, organismos del Sistema de Naciones Unidas, sectores gubernamentales,
organismos de desarrollo —ONG— y los emergentes movimientos sociales de las per-
sonas adultas mayores y las personas con discapacidad, generaron un ambiente propicio
para la formulación inicial de las políticas gubernamentales específicas en favor de estos
sectores sociales.
Finalmente, se considera que la inclusión social de la personas con discapacidad y
de las personas adultas mayores se logra, a través de la implementación de instrumentos
como los planes de acción para estos grupos, en la medida que estos planes formen parte
de un Plan de Desarrollo Nacional, que constituya el marco normativo orientado a pro-
mover un entorno favorable para un desarrollo social inclusivo, en concordancia con lo
establecido en el punto 4 del Programa de Acción de Desarrollo Social:
La población peruana continúa siendo predominantemente joven, sin embargo, los re-
sultados del Censo de Población y Vivienda 2007 del INEI, muestran un visible proceso
de envejecimiento que además de cambiar progresivamente el perfil demográfico está
generando nuevas demandas sociales y una constante preocupación por parte de las insti-
tuciones públicas y privadas comprometidas con el desarrollo del país.
450 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
Los resultados del XI Censo de Población y Vivienda 2007, dados a conocer por el INEI,
indican que la población total del país es de 28 millones 220 mil 764 habitantes, de la
cual aproximadamente el 9.1% es adulta mayor; asimismo, precisan que estamos asis-
tiendo a un proceso de envejecimiento acelerado y aumento de la tasa de dependencia
demográfica, es decir, la relación entre la población de 60 y más años respecto a la po-
blación de 15 a 59 años, la que se incrementa a medida que aumenta el peso relativo del
grupo adulto mayor, además se observa que las tasas de crecimiento sufrieron una lenta
caída que desciende de 2.6%, entre 1972-1981 a 2.0% entre 1981-1993 y a 1.6% en el
período reciente 1993-2007.
Estos resultados nos muestran que envejecimiento demográfico constituye actual-
mente un fenómeno social en nuestro país, no siempre entendido en su verdadera di-
mensión por la sociedad y los tomadores de decisión, pues se continúa creyendo que el
Perú y muchos países de América Latina son países aún jóvenes, sin considerar el proceso
de transición demográfica y de envejecimiento que caracteriza a los países de la región.
Un análisis que consideramos pertinente tomar en cuenta, sobre la información de-
mográfica de las personas adultas mayores motivos del presente ensayo, nos propone la
doctora Popolo a continuación:
En síntesis, con todo lo presentado en esta sección puede decirse que, en general y no
sólo en los casos más extremos de irregularidades como los de Bolivia y Perú, el análisis
de las estructuras por edad refuerza la posición acerca de la existencia de errores de decla-
ración de la edad en los adultos mayores, y que estos aumentarían con la edad. Además, la
presencia de estos errores no es un problema de los censos del pasado sino que persiste,
aunque en menor grado, en los más recientes. Por otro lado, también es cierto que en
países donde los datos son más confiables, como Argentina, no son tan claras tales incon-
sistencias. Por lo anterior, en los dos capítulos siguientes se abordan dos aspectos de la
mala declaración de la edad: la preferencia de dígitos y la exageración.
YUYAYKUSUN 451
Franklin Miranda Valdivia
Como se verá en el capítulo siguiente, precisamente los países que muestran un porcenta-
je mayor de ancianos que el que se esperaría por su posición en la transición demográfica,
poseen a su vez registros menos confiables, al menos cuando se calculan indicadores de
mala declaración de la edad por preferencia de dígitos. (Del Popolo, 2000: 23).
De esta reflexión se desprende que es vital contar con estadísticas fiables, técnica y me-
todológicamente consistentes, que garanticen un alto grado de calidad de datos, pues
constituyen un insumo básico para la adopción de políticas específicamente sobre las per-
sonas adultas mayores y de las personas con discapacidad, en una realidad sociocultural
compleja y diversa como la peruana, en tal sentido se considera como una tarea pendiente
contar con este soporte teórico-metodológico actualizado en nuestro país.
Envejecer en pobreza
Por área de residencia, se observa que la pobreza disminuyó en el área urbana del país en
2,4 puntos porcentuales, mientras que en el área rural aumentó en 0,5 punto porcentual
al pasar de 59,8% en el 2008 a 60,3% en el 2009.
Por región natural, la mayor incidencia de pobreza en el 2009 sigue localizándose en la
Sierra y Selva, en tanto que en la Costa la incidencia es menor. En el período 2008-2009,
los resultados revelan que en la Costa y la Sierra la pobreza disminuyó en 2,2 y 2,8 pun-
tos porcentuales, respectivamente; mientras que en la Selva se incrementó en 5,1 puntos
porcentuales, al pasar de 40,9% en el 2008 a 46,0% en el 2009.
De acuerdo al dominio geográfico, en la Costa rural la pobreza aumenta en 5,8 puntos
porcentuales, mientras que en el área urbana de la Costa disminuye en 2,0 puntos por-
centuales. En cambio, en la Sierra urbana como en la Sierra rural, la pobreza disminuye
en 2,2 y 3,2 puntos porcentuales, respectivamente. En la Selva, tanto en el área urbana
como la rural, la pobreza se incrementa en 1,2 y 8,3 puntos porcentuales, respectivamen-
te. En Lima Metropolitana la pobreza disminuye en 3,6 puntos porcentuales. (INEI,
2009: 22).
452 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
población total, es de 32%. En las zonas urbanas esta tasa disminuye a 27% y en las rura-
les alcanza 43%, observándose una importante participación económica de las personas
mayores en esta última área geográfica.
Los resultados del Censo del 2007 muestran que uno de los grupos de edad en im-
portancia para la participación en la actividad económica de hombres y mujeres es el de
50 a 59 años, grupo etario en el que participa el 61,5% de la población, pero la situación
se torna visiblemente diferenciada en los estratos de los adultos mayores , donde la tasa de
actividad económica ha disminuido en relación al Censo de 1993, tal como lo demuestra
los siguientes datos del INEI (2009: 154):
Entre la PET joven (de 14 a 29 años de edad), el 45,9% participa en la actividad econó-
mica y en los adultos mayores (de 60 y más años de edad) el 33,6%.
Comparado con las tasas de actividad obtenidas con el Censo de 1993, han aumentado
en casi todos los grupos de edad con la excepción del grupo de edad de 60 y más años de
edad donde la tasa de actividad disminuye en 2,9 puntos porcentuales.
Sobre este mismo tema, los resultados del Censo de Población del 2007, que propor-
ciona datos sobre la PET, nos indica que del total de población en edad de trabajar (14
y más años de edad), el 41,5% tiene entre 14 a 29 años y el 12,7% tiene 60 y más años
de edad.
La PET de 60 y más años, los de 50 a 59 años y de 40 a 49 años, presentan las ma-
yores tasas de crecimiento promedio anual, con 3,4%, 3,3% y 3,2%, respectivamente.
En cambio, la PET de 14 a 29 años de edad creció a un ritmo inferior (1,3%) a la tasa
decrecimiento de la población (1,6%).
En el tema de la pobreza, es importante analizar que las mujeres ancianas tienen más
probabilidades de ser pobres que los hombres adultos mayores, debido a efectos acumu-
lados e históricos, tales como no haber sido preparadas para desempeñarse en labores
valoradas socialmente, percibir ingresos más bajos a lo largo de su vida y tener acceso
a menores pensiones y bienes, todo lo cual las lleva a pertenecer a una condición social
más baja y contribuye a generar tasas desproporcionadamente altas de pobreza entre las
mujeres de más edad. La situación se torna mucho más grave si se trata de mujeres adultas
mayores que nunca se casaron, o aquellas que quedaron viudas o conforman minorías
etnolingüísticas.
Por otro lado, los sistemas públicos de pensiones se diseñaron considerando que los
hombres serían la principal fuente de apoyo económico (patrimonialismo) ,pese a que
existe mayor cantidad de mujeres a edades más avanzadas, ellas reciben menos apoyo que
los hombres por parte de estos sistemas, debido a que lo frecuente es que ellas no han
participado en la fuerza laboral de la economía formal. En la práctica, las pensiones de
las mujeres ancianas dependen de las aportaciones que hicieron sus esposos, lo cual se
evidencia en el caso concreto de las viudas, las que al fallecer sus esposos ven reducida su
pensión en un 50%.
YUYAYKUSUN 453
Franklin Miranda Valdivia
Género y envejecimiento
454 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
debido a la falta de servicios de salud, educación y por una deficiente nutrición en las
etapas anteriores de su vida.
Por otro lado, las mujeres viudas tienen mayores probabilidades de vivir solas que
los viudos, debido a que viven más tiempo (cultura), generalmente se casan con hombres
mayores que ellas. Por esta misma razón, existe para ellas menos probabilidades de con-
traer matrimonio después del fallecimiento del cónyuge.
Además, la carga de atender a los ancianos recae con un peso mayor en las mujeres
respecto a los hombres, pues son las mujeres quienes atienden a los miembros mayores
de la familia, ocupándose también de sus esposos e hijos, lo cual finalmente representa
mayor cantidad de años de vida para las mujeres, pero con menor calidad de vida.
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la seguri-
dad social, incluso al seguro social.3
Esta norma explicita la protección para todas las personas sin discriminación frente a los
riesgos de enfermedad, invalidez, maternidad, accidentes de trabajo, el desempleo o la
vejez a través de sistemas contributivo y no contributivo
Por otro lado, en el ámbito de la salud, el Artículo 12 del pacto reconoce el dere-
cho de toda persona al «disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.»4 Y
para ello los Estados tratantes como el nuestro, deben garantizar el «derecho a la salud»
previendo directa o indirectamente servicios de buena calidad en salud, agua potable,
saneamiento, alimentación, nutrición y vivienda, sin ningún tipo de discriminación y de
accesibilidad para todos.
Los resultados del Censo de Población y Vivienda 2007 del INEI, en su capítulo
sobre cobertura de seguro de salud por grupos de edad, muestra que el 44,1% de los que
tienen 65 y más años de edad, tienen seguro de salud.
A nivel de departamento y grupo de edad, el grupo de edad de 65 y más años, pre-
senta la mayor cobertura de seguro de salud en la Provincia Constitucional del Callao
(63,8%), Lima (59,2%), Ica (56,8%), Lambayeque (53,6%) y Arequipa (52,4%), mien-
3 El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR/PIDESC) que reconoce derechos
de segunda generación y establece mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea Ge-
neral de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 y entró en vigor
el 3 de enero de 1976. Se compromete a las partes a trabajar para la concesión de los derechos económicos, sociales
y culturales de las personas, incluidos los derechos laborales y los derechos a la salud, la educación y un nivel de vida
adecuado. A fecha del mes diciembre de 2008, el Pacto tiene 160 partes(países).
En http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/pidesc.htm
4 PIDESC en http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/pidesc.htm
YUYAYKUSUN 455
Franklin Miranda Valdivia
tras que la cobertura más baja se registra en los departamentos de Huancavelica (15,8%),
Puno (16,1%), Cajamarca (19,9%) y Amazonas (21,1%).
Del total de población adulta mayor urbana en 1999, el 53.5% está afiliada a un sis-
tema de salud, sea público o privado (51% hombres y 49% restante, mujeres), mientras
que del 46.9% no afiliados a ningún sistema.
El Seguro Social de Salud (EsSalud) otorga a las personas adultas mayores aseguradas,
que constituyen aproximadamente el 35% de la población total del país, servicios médi-
cos asistenciales así como servicios de prestaciones sociales.
A EsSalud, según su Ley de creación, le corresponde otorgar servicios de promoción
y protección social a las personas adultas mayores, los mismos que vienen brindando
a través de 120 Centros del Adulto Mayor (CAM) y 123 Círculos del Adulto Mayor
(CIRAM) constituyéndose en la única institución del país que cuenta con Red Nacional
de Prestaciones Sociales, importante iniciativa de este tipo de servicios sociales, pero aún
con baja cobertura
Actualmente son beneficiados con estos servicios gerontológico sociales aproximada-
mente 100 mil adultos mayores asegurados. En Lima Metropolitana y Lima provincias
se cuenta con 37 CAM, a nivel nacional con 83 CAM ubicados en las regiones de ma-
yor concentración demográfica asegurada, como: Lambayeque (9 CAM), la Libertad (8
CAM), Cusco (8 CAM), Junín (7 CAM), Ica (7 CAM), Arequipa (5 CAM) .
Las personas adultas mayores no aseguradas del área urbana y rural, que constituyen
la mayoría de este grupo etario en el país, son atendidas por el sector salud del Estado en
las localidades donde existen este tipo de servicios con tarifas preferenciales, las mismas
que aún no son accesibles a los pobres y extremadamente pobres. Un bajo porcentaje de
las personas mayores en estado de indigencia, son atendidas por algunas de las Sociedades
de Beneficencia, que brindan preferentemente protección social frente al desamparo,
como por ejemplo el Albergue Canevaro y San Vicente de Paul ubicados en Lima.
Otro aspecto fundamental de la seguridad y previsión social constituye los regíme-
nes previsionales de pensiones que actualmente otorga el Estado a través de la Oficina
Nacional Previsional (ONP) y por el sector privado a través del Sistema Privado de
Pensiones operativizado por las AFP.
La ONP es la institución que afilia al mayor número de pensionistas adultos mayores
con pensiones reducidas, que en algunos casos son inferiores al ingreso mínimo vital. En
el caso del sistema privado de pensiones, el panorama no es muy diferente, ya que este
sistema está pensado en la capitalización individual que beneficia a los aportantes con
altos ingresos, no siendo el caso de una gran proporción de adultos mayores afiliados a
este sistema.
En el país, la mayoría de adultos mayores ha trabajado de manera independiente y no
se encuentra afiliada a ninguno de los sistemas previsionales existentes, son los que viven
en pobreza y extrema pobreza y se encuentran en las zonas rurales y urbano marginales,
subsistiendo con el escaso apoyo de su familia y de las instituciones comunales ancestrales
existentes todavía en los sectores rurales. El Estado peruano hasta la actualidad no ha
456 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
adoptado políticas de protección hacia este grupo etario, tal como existe en la mayoría de
los países de América Latina.
Las personas con discapacidad conforman, en su mayoría, los grupos de personas exclui-
das y vulnerables que se encuentran en situación de pobreza y extrema pobreza en los
países de América Latina y de manera particular en el Perú.
Un rasgo particular de este grupo es que quienes los conforman son personas de
todas las edades, especialmente personas adultas mayores de todos los estratos socioeco-
nómicos y de todas las culturas. Por ello, es preciso hacer conciencia sobre sus derechos
de «igualdad» y de «plena participación» en la vida social y el desarrollo (Naciones
Unidas, 1996: 17).
Las causas generadoras de discapacidad son múltiples y entre estas se encuentran además
de la mal nutrición, la higiene inadecuada, la dificultad de acceso a los servicios de salud
y educación, las enfermedades endémicas, las generadas por el entorno social como los
conflictos de toda índole, la drogadicción, el alcoholismo, las guerras civiles, los acci-
dentes de tránsito, accidentes y enfermedades profesionales, la producción y tecnolo-
gía sin seguridad, entre otros, que, incluso, pueden incrementar el porcentaje expuesto.
(CONADIS, 2002: 3).
Situación demográfica
YUYAYKUSUN 457
Franklin Miranda Valdivia
735 mil 334 hogares que representa el 10,9% del total de hogares del país, existe al me-
nos una persona con discapacidad física o mental, mientras que en el 89,1% (6 millones
18 mil 740) de hogares no existe personas con discapacidad.
Según área de residencia, en el 11,9% (609 mil 972 hogares) de los hogares urbanos
existe algún miembro con discapacidad, mientras que en el área rural es en el 7,7% de
hogares (125 mil 362 hogares), siendo menor en 4,2 puntos porcentuales respecto al área
urbana. (INEI, 2008: 112).
A nivel de departamento se observa diferencias entre los hogares cuyos miembros presen-
tan alguna discapacidad. Con porcentajes por encima del 10% se encuentran los departa-
mentos de Tacna (11,0%), Ica (11,6%), Arequipa (12,3%), Moquegua (12,9%) y Lima
(13,1%). Los hogares de los departamentos de Amazonas (7,4%), San Martín (7,7%),
Huancavelica (7,9%), registran la menor proporción de hogares con algún miembro con
discapacidad.
El Consejo Nacional de Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS)
organismo dependiente del MIMDES, respecto a los datos estadísticos sobre las perso-
nas con discapacidad existentes en el país, expresa: «Oficialmente no existe una estadística
cierta sobre el número de personas con discapacidad que habitan en el Perú, ni sobre el tipo
de discapacidad que tienen, ni sobre su condición socio económica y laboral». Preocupante
reflexión que nos grafica el bajo interés del Estado y la sociedad sobre la situación de este
importante grupo poblacional.
Estudios recientes realizados por la organización Ciudadanos al Día (CAD) muestran
que aproximadamente el 11% de hogares tienen entre sus integrantes un miembro con
problemas de discapacidad (735,334 hogares). Esta misma fuente precisa que el 42%
de personas con discapacidad presentan dificultades visuales, 15% dificultades motoras,
6% dificultades de oído, el 22% tiene otro tipo de discapacidad y el 9 % tiene dos o más
tipos de discapacidad. Cifras que coinciden con las estadísticas oficiales presentadas por
el INEI, en el párrafo precedente.
El INEI a través de la Encuesta Nacional Continua —ENCO 2006— presenta los
datos que a continuación detallamos:
En el Perú el 8.4% de la población presenta algún tipo de discapacidad, esto significa que
8 de cada 100 personas a nivel nacional declaran tener al menos una discapacidad […] La
presencia de alguna discapacidad es mayor en el área urbana con el 8.9% que en el área
rural con el 6.9%, siendo en general las mujeres, tanto en el área urbana como en la rural
las que reportan mayores tasas de discapacidad.
A nivel nacional los departamentos que muestran mayor prevalencia de personas con
discapacidad son Lima Metropolitana y Lima provincias con 11,7% cada uno, Arequipa
con 10,4% y Pasco con 10.3%; entre los que tienen menor tasa de discapacidad se en-
cuentran Tumbes con 3.4%, Madre de Dios con 2.6% y Lambayeque con 2.2%.
458 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
Esta ausencia de estadísticas nacionales objetivas y confiables, sobre las personas con dis-
capacidad, es un indicador de la poca importancia que el Estado otorga a este cada vez
más numeroso sector poblacional de nuestro país. La discapacidad en las personas, según
estudios especializados se origina por múltiples causas entre las que destacan los acciden-
tes de tránsito (alto grado de incumplimiento de normas de tránsito), la desnutrición y
pobreza e inexistencia o debilidad en los servicios preventivos de salud.
Este sector social vulnerable, que presenta un incremento demográfico significativo y
que comprende a todas las edades, continúa siendo invisibilizado en las políticas sociales
del país, no obstante que formalmente el gobierno declaró a partir del 2009 «Decenio de
las Personas con Discapacidad».
Las personas con discapacidad, en tanto grupos poblacionales, son estratos sociales que
en su gran mayoría viven en situación de pobreza en sus dimensiones múltiples, esto hace
que sea considerada como población vulnerable. Si las estimaciones de pobreza afectan
realmente a más de la mitad de la población del país, el estrato de personas con discapa-
cidad alcanza incuestionablemente una proporción mayor.
Un hecho que grafica la situación de pobreza en que vive una proporción significativa
de personas con discapacidad, es que la mayoría residen en hogares jefaturados por muje-
res, las que tradicionalmente se encuentran en condición de pobreza, dado los niveles de
exclusión económica-laboral de la mujer. Respecto a esta situación el INEI afirma que:
Según jefatura de hogar se observa que la presencia de algún miembro con discapacidad
es mayor en los hogares con jefa (12,7%), mientras que en los hogares con jefe afecta al
10,2%, lo que evidencia una diferencia de 2,5 puntos porcentuales.
Por sexo del jefe de hogar y área de residencia, los hogares jefaturados por mujeres del
área urbana presentan una mayor proporción de sus integrantes con discapacidad, así el
6,0% tiene al menos un miembro con dificultad para ver, el 1,9% dificultad para usar
brazos y manos/pies, el 2,9% otra dificultad o limitación, el 0,7% dificultad para oír y
dificultad para hablar en ambos casos (INEI, 2008: 115).
YUYAYKUSUN 459
Franklin Miranda Valdivia
La marginación del ámbito económico laboral de las personas con discapacidad se ex-
plica en parte por sus bajos niveles educativos; así como por la existencia de prejuicios que
subvaloran sus capacidades y competencias profesionales y por estereotipos culturales exis-
tentes en nuestra sociedad que provienen de nuestra herencia histórica y de otros horizontes
y realidades culturales que afectan a las personas con discapacidad, en el sentido de asociar la
discapacidad con las ideas de enfermedad y contagio, con las de castigo divino o de pecado.
Asimismo, la invalidez está asociada a la mendicidad. El conjunto de estas manifestaciones
conducen a desarrollar conductas o actitudes inadecuadas, discriminatorias que limitan sus
oportunidades laborales y niegan sus derechos a aportar en el desarrollo del país
El resultado de esta discriminación o marginación social se traduce en exclusión y
falta de oportunidades educativas y laborales, con lo cual se termina por cerrar el círculo
de la pobreza.
La exclusión particular de este sector poblacional se visualiza con precisión en las de-
claraciones del dirigente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad
de Arequipa, Rildo Olivares Fuentes, quien puntualiza que en la Región Arequipa el 80%
de un total de 150 mil personas con discapacidad viven en extrema pobreza. Sólo el 10%
trabaja eventualmente y el 10% restante labora en instituciones públicas y privadas.
«Los empresarios —remarca el dirigente—, no deben ver a las personas discapacita-
das como una carga laboral, sino como un beneficio laboral que ellos tienen que dar».
En esa perspectiva tiene tratativas con el presidente de la Región Arequipa, Juan Manuel
Guillén, para crear la Oficina Regional de Atención a la Persona con Discapacidad
(OREDIS). «Eso es la Ley, continúa el dirigente, tienen que cumplirlo tal como lo han
hecho otras regiones. En esa oficina se verá el tema de discapacidad de manera transversal
y sus implicancias en el trabajo, salud y educación para discapacitados».5
En consecuencia, es de gran importancia desarrollar políticas sociales que promue-
van la integración o inclusión en el ámbito laboral de las personas con discapacidad, así
como impulsar acciones de información y sensibilización sobre la problemática de este
colectivo social, que permita alcanzar los niveles de desarrollo y de calidad de vida que
todo ciudadano aspira.
5 En http://cecopros.org/principal/content/view/2631/286/
460 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
a) La rehabilitación física, que debe ser otorgada en los Centros de Salud y Hospitales .
b) La rehabilitación profesional o rehabilitación sociolaboral que se brinda en los
servicios sociales.
Hace más de tres décadas que en el Perú se establecieron normas en beneficio de las perso-
nas con discapacidad, como la Resolución Ministerial No.1379-78-VC- 3500 publicada
en diciembre de 1978 que aprobó las normas técnicas U120 y A060 que se refiere a la
adecuación urbanística y arquitectónica en beneficio de las personas con discapacidad,
normas que por lo general son desconocidas por las instituciones encargadas de velar por
su cumplimiento. Solamente algunas municipalidades de Lima cumplen tenuemente con
esta normativa de inclusión social, de reducir la agobiante barrera arquitectónica difun-
dida en el escenario urbano.
La Constitución Política del Perú, vigente desde 1993, contiene diversas disposicio-
nes vinculadas directamente con el reconocimiento de los derechos y la dignidad de las
personas con discapacidad, que busca la promoción de su desarrollo integral a través del
Artículo 2 inciso 2) que establece que todos somos iguales ante la ley. Del mismo modo,
a través del artículo 7°. y 16°. que reconocen el derecho a la dignidad y a la educación res-
pectivamente. Asimismo, el artículo 23 dispone que el Estado protege de manera especial
a la persona con discapacidad que trabaja.
El Congreso de la República mediante Resolución Legislativa N° 27484, aprobó la
Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra las Personas con Discapacidad de la Organización de los Estados Americanos
(OEA). Ratificó también el Convenio Nº 159 de la Organización Internacional del
Trabajo - OIT sobre readaptación profesional y el empleo para las personas con discapa-
cidad, así como la Recomendación 168 sobre el mismo tema.
Un avance normativo importante constituye la promulgación de Ley General de la
Persona con Discapacidad, Ley Nº 27050 que crea, entre otros mecanismos, el Consejo
Nacional de Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS), Organismo
Público Descentralizado del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social.
Entre las funciones principales del CONADIS se encuentran: formular y aprobar
las políticas para la prevención, atención e integración social de las personas con disca-
YUYAYKUSUN 461
Franklin Miranda Valdivia
pacidad; recomendar a las diferentes entidades de los sectores público y privado, la eje-
cución de las acciones en materia de atención, sistemas previsionales e integración social
de las personas con discapacidad; elaborar proyectos para el desarrollo social y económico
del sector poblacional con discapacidad; dirigir el Registro Nacional de la Persona con
Discapacidad e imponer y administrar las multas por el incumplimiento de lo dispuesto
en la Ley N° 27050 y su Reglamento.
Entre las normas complementarias tenemos la Ley de Modernización de la Seguridad
Social en Salud, Ley Nº 26790 y las Normas Técnicas del Seguro Complementario de
Trabajo de Riesgo aprobadas por Decreto Supremo Nº 003-98-SA disponiéndose el otor-
gamiento de la cobertura de prestaciones de salud, económicas y sociales para los traba-
jadores de las empresas afiliadas a este seguro con carácter obligatorio para 26 ramas de
la actividad económica.
Si bien el avance normativo se incrementa a través de los años, su implementación es
incipiente o inexistente, por lo que el escenario de pobreza y exclusión social de este gru-
po intergeneracional lejos de disminuir se incrementa tanto en el ámbito urbano como
en el rural.
Conclusiones
462 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
Referencias bibliográficas
Béjar, Héctor. (2001). Política social, justicia social. Lima: CEDEP Diakonía.
Busso, Gustavo. (2001). Vulnerabilidad social: nociones e implicancias de políticas para Latinoamérica
a inicios del siglo XXI. Seminario Internacional. Santiago de Chile, 20 y 21 de junio de 2001.
Santiago de Chile: CELADE.
Cepal Celade. (1997). Envejecimiento: cuatro facetas de una sociedad para todas las edades = Ageing:
four dimensions of a society for all ages. Santiago: CELADE, 1997. 42 p.. (Serie A - CELADE, n.
309) Congreso Mundial sobre Gerontología, Adelaide, 19-22 agosto 1997. Contenido envejeci-
miento América Latina / CARIBE.
CONADIS. (2002). Plan Nacional de Acción para las Personas con Discapacidad (2003-2007).
Lima: MIMDES.
Congreso de la República. (2003, agosto 3). Plan de Igualdad de Oportunidades para Personas
con Discapacidad (Proyecto). Comisión Especial de Estudio sobre Discapacidad «Personas dife-
rentes, derechos iguales». Suplemento de la CEEDIS, El Comercio. Ver www.congreso.gob.pe/
discapacidad.htm
Cumbre Desarrollo Social Copenague+5. (2000). «Nuevas iniciativas en pro del desarrollo
social. CAPII. Examen del Desarrollo Social 1.l Asamblea General NN.UU S-24/2, Bruselas.
YUYAYKUSUN 463
Franklin Miranda Valdivia
Del Popolo, Fabiana. (2000). Los problemas en la declaración de la edad de la población adulta
mayor en los censos- CELADE - División de Población - CEPAL - SERIE Población y desarrollo
N° 8.
Dietz, Henry. (2000). Pobreza urbana, participación política y política estatal. Lima: Fondo
Editorial de la Universidad Católica.
Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer. (1999). Plataforma de Acción
de Beijing 1995-1999 www.unifem.org
Huechuan, Sandra y Alejandro Morlachetti. (2005). Los derechos humanos de las personas ma-
yores en el contexto internacional. Reunión de Gobiernos y expertos sobre envejecimiento en
países de América del Sur, Buenos Aires: CELADE/ UNFPA Octubre 2005 pdf.
http://iinei.inei.gob.pe/iinei/sisd/images/ico_regresar.gif
INEI. Perfil Sociodemográfico del Perú. Segunda edición. Lima, agosto 2008.
MIMDES. Plan de Igualdad de Oportunidades par a las Personas con Discapacidad 2009-2018.
MIPRE. Igualdad de oportunidades para un desarrollo sostenido. Una estrategia focalizada de lucha
contra la pobreza extrema 1996-2000, Lima, junio de 1996
Naciones Unidas. (1996). Programa de Acción Mundial para las Personas con Discapacidad.
Naciones Unidas y real Patronato de Prevención y atención a Personas con Minusvalía. Madrid.
Naciones Unidas. (2000, junio). Cumbre sobre Desarrollo Social+ Copenhague+5. Numerales
64,65, 66 y 67 que hacen referencia a las personas mayores y las personas con discapacidad. Ginebra.
Oficina Internacional del Trabajo, OIT. Las organizaciones sindicales y el sector informal. OIT-
AECI 2000. www.oit.org www.aeci.org
464 YUYAYKUSUN
Reflexiones sobre la exclusión social y la vulnerabilidad de las personas adultas mayores
Panfichi, Aldo y Valcárcel, Marcel (Eds.). (1999). Juventud: Sociedad y cultura. Lima: Red para
el Desarrollo de las Ciencias Sociales.
Parodi Trece, Carlos. (2001). Economía de las políticas sociales. Lima: CIUP.
PERÚ: Agenda y Estrategia para el Siglo 21, AGENDA PERÚ, Lima, noviembre del 2000.
Plan de Igualdad de Oportunidades para las personas con discapacidad 2003 -2007 http://www.
mimdes.gob.pe/pio_pcd.pdf
Portocarrero S., Felipe (Ed.). (2000). Políticas sociales en el Perú: nuevos aportes». Lima: Red para
el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.
PROMUDEH. Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores 2002 – 2006
Somavia, Juan (Director General de la OIT). «La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social
y el Futuro: en Pos del Desarrollo Social para Todos en el Actual Proceso de Globalización»
YUYAYKUSUN 465
Franklin Miranda Valdivia
UNDP, Perú. «Informe sobre Desarrollo Humano, Perú 2002», junio 2002 www.undp.org
UNESCO, Plan de Acción para el Decenio de las Naciones Unidas en la Esfera de los Derechos
Humanos 1995-2004 www.unesco.org
466 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento
del cerebro y el lenguaje1
Luis Miranda Esquerre
RESUMEN
Para los estudiosos del lenguaje casi siempre el cerebro ha sido considerado el órgano principal entre
los que sustentan la base biológica del hablar. Sin embargo, esta suposición no podía ser comprobada
justamente por el desconocimiento de la estructura y el funcionamiento del cerebro; en cambio, ahora,
los avances en la investigación neurológica nos permiten decir que no estaban equivocados.
ABSTRACT
For language scholars the brain has almost always been considered the main organ among those that
support biological basis of speech. However, this assumption could not be proven just due to the ig-
norance of the structure and functioning of the brain, whereas now, advances in neurological research
allow us to say that they were not wrong.
C
omo señala Ullman (2006: 235) el lenguaje está sustentado en la biología del
cerebro, por esta razón comprender la biología del lenguaje es fundamental para
comprender al propio lenguaje. La mayor parte de las investigaciones sobre las
bases biológicas del lenguaje se han centrado en la anatomía del cerebro, principalmente
intentando identificar qué partes del cerebro subyacen a cada función del lenguaje, tanto
como a las habilidades léxicas o gramaticales2. No obstante, la biología del lenguaje pue-
de investigar más niveles, desde las células a las moléculas y a los genes. Por otra parte,
el estudio de todos estos aspectos biológicos puede ser complementado e integrado con
estudios psicolingüísticos de cómo el lenguaje es actualmente usado, como hablamos
y comprendemos; con la investigación de la adquisición del lenguaje; y con el examen
lingüístico teórico de la arquitectura del lenguaje. Tomados conjuntamente, estos presu-
puestos nos dan una perspectiva de que la meta última es comprender las bases biocogni-
tivas o neurocognitivas del lenguaje.
Esto a su vez, iluminará eventualmente aspectos principales del uso del lenguaje, ta-
les como el discurso, el cambio histórico, la variación dialectal y, la lectura y la escritura,
como también importantes aplicaciones como la enseñanza de lenguas y los modelos
computacionales del lenguaje.
El cerebro
Como hemos señalado el lenguaje tiene un aspecto biológico, que es la base sobre la
que sustenta su desarrollo y funcionamiento. Aquí, juegan un rol importante el cerebro
(brain)3, el oído y el llamado aparato fonador humano, que nos permiten tanto recepcio-
nar la cadena acústica como producir los sonidos del lenguaje.
El cerebro controla la actividad muscular del cuerpo humano y, también, en él reside
el pensamiento consciente, cuando hablamos el cerebro está involucrado en cada paso de
esta actividad (Fig. 1).
468 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
Cada uno de los músculos necesarios para el habla y la escritura es controlado por
nervios que en última instancia están conectados con ciertas áreas del cerebro (Fig. 2).
1. Cada neurona (neuron), célula nerviosa, consta de un cuerpo celular y una o más pro-
longaciones que tienen una función similar a la de los cables que conectan fuentes de
energía con aparatos eléctricos. Estas prolongaciones pueden ser extremadamente largas
y conducir los impulsos hacia el cuerpo celular o fuera del mismo. El axón de una célula
es la prolongación que saca los impulsos fuera del cuerpo celular. Las prolongaciones que
reciben los impulsos exteriores al cuerpo celular son llamadas dendritas (dendrites). Por
ejemplo, una neurona motora localizada en la médula espinal puede tener un axón que se
extienda a lo largo de las piernas y terminar en las fibras musculares de los pies (Fig. 3).
Un solo axón de una neurona motora puede controlar el movimiento de numerosas
fibras musculares. El cuerpo celular de la neurona motora, su axón y las fibras musculares
que controla, forman lo que se llama una unidad motora. Los diferentes músculos tienen
igualmente un número distinto de fibras musculares. El número de fibras musculares
controladas por una célula nerviosa motora tampoco es el mismo para todos los músculos.
Una neurona motora ejercita el control de las fibras musculares dentro de su uni-
dad motora provocando los cambios electroquímicos necesarios para la contracción del
músculo. Esto es posible porque cada fibra muscular de la unidad tiene la terminación
motora de un nervio periférico. Cuando un impulso nervioso alcanza estas terminaciones
motoras, se libera una sustancia llamada acetilcolina. Esta sustancia se combina con su
correspondiente receptor y provoca los cambios necesarios en la membrana de la célula
muscular para causar la contracción del músculo.
Una característica de las células, que debe remarcarse, es el amplio número de sinapsis
que establece y mantiene. Una típica célula nerviosa en el cerebro humano, por ejemplo,
YUYAYKUSUN 469
Luis Miranda Esquerre
hospeda decenas de miles de sinapsis, algunas de las cuales se comunican al mismo tiem-
po. Quizás lo más resaltante es que, de hecho, estos contactos no son fijos, pues cambian
constantemente de una manera regular en todos nosotros y en algunos animales, a través
de toda su vida. Son precisamente estos cambios que aparecen en el aprendizaje funda-
mental y en la memoria. Los miles de sinapsis establecidas por una neurona, además, no
funcionan como una entidad simple, más bien son moduladas, al menos en parte, inde-
pendientemente una de otra. Por ejemplo, esto sucede durante el proceso de aprendizaje,
algunas de las sinapsis en una célula son reforzadas (la eficiencia de los neurotrasmisores
es incrementada) mientras otras quedan invariables.
470 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
sonidos. Para la [t], la punta de la lengua toca la parte anterior del velo del paladar. Para la
[k], es la parte posterior de la lengua la que toca la parte posterior del paladar.
3. La médula espinal (el haz de nervios que conectan el cerebro y las partes periféricas del
cuerpo) está ubicada dentro de la columna vertebral, que es una sucesión de huesos lla-
mados vértebras, cada una de las cuales se ramifica hacia los lados y es hueca en el centro.
Los huesos están unidos unos a otros gracias a unos cartílagos, formando una columna
que comienza en la base del cráneo, se extiende a todo lo largo de la espalda y termina en
el cóccix. Su cometido es sostener el cuerpo, permitir el movimiento del torso y proteger
la médula espinal, la que está recubierta por membranas protectoras, ocupa el centro
hueco de la columna. Los orificios intervertebrales están atravesados por pares de nervios
raquídeos que parten de la médula espinal.
YUYAYKUSUN 471
Luis Miranda Esquerre
EL CEREBRO
472 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
Aunque el córtex es lo más crucial para el lenguaje, las áreas subcorticales también
están involucradas. La mayoría de las áreas subcorticales son observadas como sustancia
blanca cuando se usa técnica de tinción. Algunas estructuras específicas en el centro del
cerebro son: materia gris, como el tálamo (thalamus) y el hipotálamo. Estas estructuras
están ante todo involucradas en funciones más básicas que el lenguaje (por ejemplo, el
sueño, el apetito, el deseo sexual). Sin embargo, un tramo de sustancia blanca, en el que
se ubica la cápsula interna, está implicado en la afasia. De igual modo, la zona extendida a
lo largo de la ínsula, junto con el fascículo arqueado, conecta las partes corticales anterior
y posterior, ambas involucradas en el lenguaje (Fig. 5 y 6).
5. Examinaremos ahora con más detalle los lóbulos y subsecciones. Si bien tanto las fibras
aferentes (hacia el cerebro) como eferentes (las que se alejan del cerebro) se presentan en la
mayoría de partes de la corteza cerebral, algunas regiones tienen una concentración par-
ticularmente alta de fibras de uno u otro tipo. Por ejemplo, hay un área (4 de Brodman)
ubicada en la parte posterior del lóbulo frontal, justo delante de la cisura de Rolando, que
contiene mayoritariamente fibras que se unen a neuronas motoras y que son responsables
de la generación de movimiento (Fig. 7). Mediante la estimulación eléctrica de la células
de esta área, ha sido posible «trazar el mapa» del córtex motor, que sirve para determinar
dónde se originan los impulsos nerviosos que controlan la musculatura en varias áreas.
Esta área motora primaria, o franja motora, existe en ambos hemisferios del córtex
cerebral. Si se estimula el área cortical en un hemisferio, generalmente tiene respuesta
en los músculos del lado opuesto del cuerpo. Esto se debe a que la mayoría de las fibras
nerviosas se cruzan al lado opuesto o lado contralateral. Hay cierta representación en cada
YUYAYKUSUN 473
Luis Miranda Esquerre
hemisferio cerebral para los músculos ipsilaterales o del mismo lado, pero las conexiones
más fuertes son aquellas que se cruzan al lado opuesto.
474 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
se accederá al área basal temporal. Debido a que esta área del córtex es, en la mayoría
de los humanos, considerablemente más grande en el hemisferio izquierdo que en el
derecho y debido a su contigüidad con otras áreas del lenguaje, se considera que es
importante para el lenguaje como área de asociación secundaria.
d) De hecho, contiguas a cada área primaria (en especial el área motora que regula la
emisión del habla), encontramos áreas de asociación secundarias donde tiene lugar
un nivel más elevado de procesamiento de información. Junto a la circunvolución
de Heschl está el área de Wernicke, que parece ser necesaria para comprender los
estímulos auditivos, ruidos que el área auditiva primaria discrimina entre los que no
son lenguaje y los que si lo son. Frente al área motora primaria se encuentra el área de
Broca, que está implicada en la planificación motora (y quizás en el procesamiento
sintáctico) que requiere el habla.
e) Junto al área de Wernicke se extiende el lóbulo parietal inferior. Está compuesto de
dos circunvoluciones: la circunvolución supramarginal y, al lado de ésta, la circunvo-
lución angular. Se las considera como un área de asociación terciaria, que conecta las
áreas de asociación secundarias para los procesamientos auditivo, visual y somático.
Esta área también recibe el nombre de conjunción tempo-parieto-occipital, porque los
tres lóbulos vienen a unirse en este punto.
6. Las células nerviosas presentes tanto en la corteza cerebral como en las áreas subcortica-
les de los hemisferios cerebrales están implicadas tanto en la producción como en la com-
prensión del lenguaje. Dentro del hemisferio izquierdo se puede delimitar un «área del
lenguaje», que incluye áreas cercanas a las áreas motoras y sensitivas primarias del cerebro,
así como áreas más lejanas implicadas en la recepción de la información visual y auditiva.
YUYAYKUSUN 475
Luis Miranda Esquerre
7. La dominancia del hemisferio izquierdo en el lenguaje, para la mayor parte de las perso-
nas, es, en general, indiscutible. Mayores problemas se presentan a la hora de determinar
qué áreas del hemisferio izquierdo están involucradas en los diferentes aspectos de la
comprensión y la producción del lenguaje.
476 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
áreas cercanas al córtex visual y el lenguaje de las señas puede comprometer áreas próxi-
mas a aquellas relacionadas con la habilidad de localizar objetos en el espacio.
Puesto que la lectura y la escritura requieren prácticamente de todas las capacidades del
lenguaje hablado, junto con la de codificar y decodificar la información ortográfica, no nos
sorprende encontrar diversas formas en las que pueden llegar a deteriorarse. Tampoco es
extraño que haya rutas cerebrales adicionales que puedan estar implicadas en el trastorno. El
descubrimiento de Geschwind sobre las dos partes de la lesión implicadas en la alexia pura
es particularmente elegante. Muchas lesiones cerebrales, tanto dentro del área del lenguaje
como en las áreas conectadas con ella, podrán causar dificultades en la escritura, porque el
sistema es vulnerable a muchas clases de transtornos en muchos puntos distintos.
Después de esta visión panorámica de la relación entre el cerebro y el lenguaje, vamos
a revisar muy brevemente, dado el tiempo disponible, algunos avances científicos, prin-
cipalmente en la Neurolingüística, que consideramos que son aportes importantes para
mejor comprender ciertas actividades lingüísticas como la comprensión lectora.
YUYAYKUSUN 477
Luis Miranda Esquerre
mental: análisis del patrón de activación cerebral durante diferentes tareas intelectuales),
y psicométrico (método correlacional/factorial: evaluación de la comunalidad de varianza
entre diferentes mediciones cognoscitivas); aunque existen otros procedimientos, como
la estimulación o inactivación cerebral (anestesia selectiva), que también pueden ofrecer
datos muy relevantes a la hora de analizar factores y módulos.
3. Una lesión focal del cerebro puede alterar un solo factor del sistema funcional. Como
consecuencia en todos los sistemas funcionales en los cuales participe este factor altera-
do, se encontrarán defectos. Por ejemplo, los déficits en la discriminación de fonemas
asociados con lesiones en las zonas temporales izquierdas del cerebro se manifiestan en
trastornos en todas las formas complejas de cognición que requieren la discriminación de
fonemas (comprensión del habla, pronunciación de palabras, …). Inversamente, patolo-
gías cerebrales con diferentes localizaciones pueden alterar el mismo sistema funcional;
así, la habilidad para escribir puede alterarse en el caso de lesiones en los lóbulos tempo-
rales, parietales, frontales y también en el caso de lesiones hemisféricas derechas, pero el
patrón detallado de déficits observable será diferente.
3. Tercero, el MRI estructural mapea el volumen de agua al interior del cuerpo. Ya que
tejidos diferentes contienen diferentes cantidades de agua; el MRI estructural proporciona
una muy detallada imagen de estos tejidos. A diferencia de los rayos X o los escaners CT, el
478 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
MRI estructural no es distorsionado por el hueso del cráneo y así da una extremadamente
fina pintura de la estructura del cerebro, con el mayor contraste entre materia gris y materia
blanca. La materia gris actúa de manera muy semejante al funcionamiento de una computa-
dora, mientras la materia blanca es como los cables que conectan los diferentes componen-
tes de la computadora uno con otro. Para proveer la más alta resolución de la anatomía del
cerebro. El MRI es valioso para los neurocientíficos cognitivistas porque permite una muy
precisa medición de los volúmenes cerebrales en áreas específicas.
1. Científicos del Instituto Max Planck de Leipzig (News B / C 2006 (14)) han compro-
bado que los animales pueden procesar ciertas reglas simples y que lo hacen en un área
del cerebro que es filogenéticamente antigua; por el contrario, no le es posible procesar es-
tructuras complejas, que activan un área de desarrollo reciente del cerebro que sólo posee
una especie: la humana. Los investigadores comprobaron su hipótesis en un experimento
en el que usaron la resonancia magnética funcional de imágenes (fMRI).
Al procesar ambos tipos de reglas, los investigadores de Leipzig pudieron comprobar
actividad en un área del cerebro filogenéticamente antigua, el operculum frontal. Y como
ellos suponían, una estructura más reciente del cerebro, el área de Broca, mostró actividad
sólo cuando las personas participantes en el experimento procesaron reglas jerárquicas.
2. En una segunda instancia, fue usado el tensor de difusión de imágenes (DTI) para estu-
diar la conectividad estructural de las dos regiones del cerebro. El resultado fue que ambas
áreas volvieron a presentarse claramente diferenciadas una de la otra. El operculum frontal
está conectado a la porción anterior del lóbulo temporal vía conexiones de fibra especial
(fasciculus uncinatus). Por el contrario, el área de Broca esta conectada a porciones poste-
riores del lóbulo temporal mediante el fasciculus longitudinalis superior.
La escritura «leet»
A pesar de su rol fundamental en las sociedades modernas, el dominio del lenguaje escrito
conlleva tiempo y esfuerzo (Perea et al. 2008: 31-34). Siendo un logro cultural reciente, la
lectura es una habilidad que emplea áreas del cerebro que, en el proceso evolutivo, tenían
otras metas, posiblemente relacionadas con la manipulación de información abstracta.
1. La lectura es un proceso que implica una información sensorial, la palabra escrita
(v.g., mesa, mesa, MeSA) y unos patrones almacenados en el cerebro, sustentados en neu-
ronas que responden selectivamente a instancias de la palabra MESA. Los lectores exper-
tos completan el proceso de reconocimiento de un modo altamente eficiente. Se estima
que tardamos unos 150-200 milisegundos en identificar una palabra entre las decenas de
miles de patrones almacenados. Para optimizar el proceso, el sistema cognitivo normaliza
la información sensorial.
YUYAYKUSUN 479
Luis Miranda Esquerre
2. Una confirmación de esto está dada por el fenómeno de las letras ilusorias. Dentro de
este fenómeno se puede incluir lo que se llama «leet speak», muy usado en estos últimos
tiempos en Internet.
Recientemente (Perea et al. 2007) investigaron si la lectura de los caracteres V3R4N0
activa la unidad abstracta VERANO de manera automática. No se trata de una «curiosi-
dad» de laboratorio. Hay un área del cerebro en el giro fusiforme izquierdo que responde
en mayor medida a palabras (o cadenas letras) que a otros estímulos. Además, hay pacien-
tes que son capaces de reconocer dígitos, pero no pueden reconocer letras. Por lo tanto,
no se puede predecir claramente cómo va a ser procesada una palabra formada por una
mezcla de letras y dígitos.
Los resultados mostraron que las palabras «leet» activan su palabra base casi tan bien
como las propias palabras base. No obstante, es importante señalar que este efecto no
tiene nada que ver con los dígitos per se: cuando se emplearon símbolos que parecen letras
el efecto fue muy similar.
Los seres humanos no nacen con la capacidad de identificar objetos con sólo verlos (On the
Brain,13,2:2007). Más bien, aprendemos a categorizar imágenes visuales familiares (como
«silla», «mesa» o «auto») a través de la experiencia. Comprendemos que significan esas imá-
genes reconociéndolas apropiadamente cuando confrontamos a que experiencia correspon-
den, así las identificamos, por ejemplo, porque nos hemos sentado o hemos visto a alguien
sentarse en una silla, comido en una mesa, etc., y, no de otra manera.
1. Mientras los científicos están de acuerdo acerca de cómo el cerebro procesa rasgos
visuales simples tales como el color y los ángulos, ellos conocen muy poco como
el cerebro reconoce y aprende el significado de los estímulos visuales, tales como la
diferencia entre un auto y un camión, dado que ambos son vehículos. El proceso de
agrupar imágenes relacionadas en categorías permitiendo al cerebro organizar estí-
mulos de acuerdo al significado. Esto, a su vez, hace posible que nosotros rápidamen-
te podamos darles sentido a nuestros entornos y reaccionemos apropiadamente.
2. La categorización es un proceso mediante el cual el cerebro asigna significado a los es-
tímulos sensoriales, señala David J. Freedman, mediante la experiencia, aprendemos
a agrupar estímulos en categorías, lo que es crítico para que con rapidez y propiedad
seleccionemos respuestas conductuales., como comer una manzana en lugar de lan-
zarla a alguien.
480 YUYAYKUSUN
Los avances en el conocimiento del cerebro y el lenguaje
Asimov, el especialista en ciencia ficción, que ha escrito alrededor de 500 libros, al parecer
sufría de una «demencia», como también otros notables autores como F. Dostoyevkski,
H. Melville, V. Woolf y Ch. Dickens: todos ellos además de su increíble talento, padecían
de una condición mental llamada hipergrafía.
1. La creatividad envuelve interacción entre el sistema límbico del cerebro, que controla
las emociones; el lóbulo temporal, que es el responsable del lenguaje y la generación
de ideas; y, el lóbulo frontal, que es el centro organizacional del cerebro.
2. Por ejemplo, el escritor William Styron padece de depresión profunda como también
severos ataques de bloqueo de la escritura. Por otra parte, algunos estudios muestran
que cerca del 70% de poetas tienen un desorden de talante.
3. Desde una perspectiva psicológica, señala la Dra. Flaherty, la necesidad imperiosa
de escribir es más importante que el talento en la producción del trabajo creati-
vo. Diversos investigadores han argumentado que compositores como Beethoven y
Mozart han producido una gran cantidad de obras porque ellos componían música
permanentemente. Pero, la Dra. Flaherty añade, la fuente de su motivación indivi-
dual es también importante. Teresa Amabile de la Harvard Business School sostiene
que la motivación intrínseca es la razón más probable en la producción de trabajo
creativo que la motivación extrínseca, la que en realidad puede perjudicar el proceso
creativo. El impulso y la motivación son regulados por el sistema límbico y están más
relacionados con el lóbulo temporal que con el talento.
4. Por otra parte, muchos artistas y escritores son alcohólicos y consumen drogas:
Robert Louis Stevenson reportaba que escribió las 6,000 palabras de The Strange
Case of Dr. Jekylll and Mr. Hyde (El Extraño Caso del Dr. Jekill y el Sr. Hyde) «in six,
YUYAYKUSUN 481
Luis Miranda Esquerre
cocaine-fueled days» y Truman Capote declaró que mientras escribía In Cold Blood
(A Sangre Fría) bebía martinis dobles durante y después del almuerzo y la cena;
Ernest Hemingway y William Faulkner, seguramente dos de los más grandes autores
del siglo XX, eran insignes bebedores.
Referencias bibliográficas
Ardila, Alfredo. (2008). «¿Qué puede localizarse en el cerebro?». Ciencia Cognitiva, 2,2. pp.
53-55.
Friederici, Angle D. und Balmann. (2006): Brain Researchers Discover the Evolutionary Traces of
Grammar. Max Planck Society, News B/C (14).
Miranda, Luis. (2008). Introducción a las ciencias del lenguaje. T. I. Lima: Fondo Editorial de la
Universidad Ricardo Palma. pp. 109-126.
Perea, Manuel et al. (2008). LEYENDO P4LABR4S Y NÚM3RO5. Ciencia Cognitiva, 2,1. pp.
31-31.
s/a (2009): Cognitive Neuroscience: Understanding Complex Human Behavior and the Brain. On the
Brain, 15,1. pp. 1-2.
s/a (2007): Giving Meaning to What We See. On the Brain, 13,2.
s/a (2008): Sound Training May Help Dyslexic Children Before Reading Begins. On the Brain, 14,2.
pp. 6-7.
s/a (2006): The Creative Muse. On the Brain, 12,3. pp. 2-3.
482 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas.
La experiencia de La Habana Vieja
Madeline Menéndez
RESUMEN
Este escrito presenta el carácter vivo, dinámico y cambiante de las ciudades especializándose en el
análisis de sus zonas céntricas, particularmente los Centros Históricos. Desarrolla la importancia de
la consideración de las variables territoriales, climatológicas, históricas, humanas en la urbanística
contemporánea; la aplicabilidad de los Planes de Bologna y las Normas de Quito en el estudio de la
ciudad de La Habana y su núcleo fundacional.
ABSTRACT
This paper presents the character alive, dynamic and changing city specializing in the analysis of their
downtown areas, particularly the historic centers. Develop the importance of considering the regional
variables, climatological, historical, human in the urban contemporary applicability of Bologna Plans
and the Standard of Quito in the study of the city of Havana and its core foundational.
L
as ciudades constituyen estructuras vivas, sometidas a constante evolución y cam-
bios funcionales. La ciudad tradicional, aquella que concentró todas las actividades
generadas por las comunidades en los distintos estadios de su desarrollo socioeco-
nómico, sufre más tarde, con su crecimiento y expansión urbana, transformaciones que
evidencian procesos de segregación funcional y social en los cuales el núcleo original
resulta, en muchas ocasiones, afectado por el deterioro físico y la pérdida de valores en
su imagen.
Los espacios que en la actualidad reconocemos como centros históricos son, por lo
general, coincidentes con el sitio de fundación de la ciudad. Aquellos ubicados junto a
fuertes límites naturales, como los puertos, los grandes ríos o las altas cordilleras, fueron
quedando excéntricos respecto a la ciudad expandida, aspecto propiciador del desplaza-
miento de las funciones principales y el consiguiente debilitamiento del área fundacional.
Contrariamente, los que lograron conservar la centralidad geográfica, estuvieron más ex-
puestos a las presiones transformadoras.
Al conservar la centralidad geográfica muchas de estas ciudades históricas fueron
objeto del impacto proveniente del desarrollo, en especial, el derivado de la creciente
necesidad de movilidad. El interés progresivo en la creación de amplias avenidas y auto-
pistas fue causa de indiscriminadas demoliciones del tejido urbano al mismo tiempo que
nuevas edificaciones, en ocasiones de gran altura, transformaban el ambiente tradicional
cuyas áreas más céntricas, sometidas a procesos especulativos, resultaban por lo general
fuertemente terciarizadas.
1 Scannavini, Roberto: «Bolonia. Balance de las Experiencias de la Política y la Metodología de la Conservación del
Centro Histórico: 1964- 1984». Artículo en Revista Científica ICOMOS, 1993.
484 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas. La experiencia de La Habana vieja
Uno de los documentos más avanzados para su tiempo fue aportado por las Normas
de Quito. Cuarenta años después de formuladas sus planteamientos conservan la vigen-
cia y siguen marcando pautas a los procesos de revitalización de los centros históricos.
Cuando las Normas de Quito hacían referencia a la «puesta en valor» del patrimonio
asociaban este concepto a «un proceso de revalorización que, lejos de mermar su signi-
ficación puramente histórica o artística, la acrecienta, pasándola del dominio exclusivo
de minorías eruditas al conocimiento y disfrute de mayorías populares».2 Ya en 1967 las
Normas de Quito proponían insertar el centro histórico al contexto de la planificación
urbana, conciliando las exigencias del progreso con sus valores históricos. Reconocían
el valor económico de los monumentos y la necesidad de una puesta en valor que los
aprovechara de manera óptima sin desvirtuarlos. En 1977 el Coloquio de Quito había
definido la conservación de los centros históricos como «operación destinada no sólo a
revitalizar los inmuebles, sino, primordialmente, la calidad de vida de la sociedad que los
habita».
Otras declaratorias más recientes trataron los temas de la inserción social, los aspectos
relativos a la protección del hábitat, la accesibilidad, la recuperación de la heterogeneidad
funcional, la validez de la incorporación, en los centros históricos, de la arquitectura
contemporánea, entre otros.
A pesar de la aceptación internacional y el respaldo a muchos de estos principios y
posiciones teóricas el comportamiento de muchas experiencias de rehabilitación de cen-
tros históricos conocidas muestra resultados bien distantes a dichas teorías. Aún cuando
estas áreas disponen de una estructura urbana y edificada idónea para la obtención de
un modelo de ciudad más equilibrada y funcional, las intervenciones no siempre las
aprovechan para resolver los aspectos de segregación social y funcional. Se conocen cen-
tros históricos convertidos en espacios museables, organizados en función del turismo.
A expensas de la salida de los residentes quedan ocupados por instituciones, oficinas y
comercios que les deja luego sin vida nocturna y carentes de seguridad. En algunos casos,
la opción del regreso de la función residencial debilitada se ha logrado, solamente, para
aquellos grupos de mayores recursos económicos, ante el incremento del valor del suelo
resultado de las operaciones de rehabilitación llevadas a efecto. Regresan entonces así,
precisamente, aquellos que antes abandonaron a estas zonas históricas.
Más recientemente se manejan criterios que optan por la defensa de las centralidades,
pero no limitadas por los mecanismos de planeamiento urbano y de control. Se trata de
tendencias que sugieren la variante de «desregulación» de los centros históricos, lo que
implicaría el total descontrol sobre el área que deseamos proteger, dejándola así en manos
de intereses especulativos de todo tipo.
Contrario a ello, consideramos la validez e importancia de que los centros histó-
ricos cuenten con instrumentos normativos, elaborados sobre la base de un Plan de
Ordenamiento que, por todos los medios, intente lograr la compatibilización de la pre-
YUYAYKUSUN 485
Madeline Menéndez
servación patrimonial con las necesidades y la conveniencia del desarrollo social y econó-
mico del área urbana.
Para la ciudad de La Habana, el Centro Histórico constituye un integrante funda-
mental de su tradicional sistema de centralidades. Precisamente este sistema de centrali-
dades fue el resultado de la implementación del primer documento de regulación, elabo-
rado en 1861 para ordenar la impetuosa expansión urbana que la ciudad experimentaba.
Las Ordenanzas para la ciudad de La Habana y pueblos de su término municipal resultarían
decisivas en la conformación de la estructura urbana de la Ciudad y en la expresión final
de su imagen. Gracias a ellas los primitivos caminos adquirieron categorías de calzadas a
las cuales se les impuso la obligatoriedad del portal público corrido, elemento arquitec-
tónico y urbanístico que propiciaría en ellas el cambio funcional, con la incorporación
ventajosa de la actividad comercial. Estas calzadas estructurarían los principales ejes de la
centralidad de la ciudad.
Se propició en ellas la transformación de gran parte de las edificaciones existentes,
las que asimilaron la actividad comercial en sus plantas bajas, función que se incorporaba
también a gran parte de la arquitectura naciente. Se concretaba así un nuevo tipo en la
arquitectura, el edificio mixto. Estas calzadas comerciales, verdaderos ejes de centralidad
urbana caracterizadores de la imagen de la ciudad tradicional, dieron sentido a la inteli-
gente observación del escritor Alejo Carpentier cuando llamara a La Habana «la ciudad
de las columnas».
La antigua ciudad intramural sufrió a menudo la violación del instrumento nor-
mativo, o sea, de sus Ordenanzas. Durante las primeras décadas del siglo XX, al inicio
de la República, intereses apoyados por la penetración del capital foráneo conseguían
con frecuencia la aprobación de «excepciones», dirigidas a violentar las alturas de cons-
trucción permitidas en busca de una máxima explotación del suelo urbano. La desidia
de las autoridades de gobierno por los aspectos culturales favoreció la sustitución de
muchas edificaciones valiosas en tiempos en que el concepto de centro histórico no
lograba aún definiciones precisas y la defensa de nuestro patrimonio quedaba limitada
a los esfuerzos aislados de un grupo de prestigiosas personalidades e intelectuales de
la cultura.
En la misma medida en que la ciudad se desarrollaba muchas de las funciones princi-
pales y más atractivas eran desplazadas hacia los nuevos espacios urbanos, algunos de los
cuales lograban carácter de centralidad. Mientras tanto, el sitio fundacional —cada vez
más excéntrico respecto a las directrices del desarrollo— recibía actividades de inferior ca-
tegoría y, en ocasiones, agresivas a su patrimonio, tanto al arquitectónico como al urbano,
con la consiguiente pérdida de jerarquía y centralidad de su territorio.
Las primeras leyes revolucionarias estarían dirigidas a la preservación del patrimonio
cultural de la nación: la Ley No.1 de Protección del Patrimonio Cultural y la Ley No.2
de los Monumentos Nacionales y Locales. De este modo quedarían frenados los intentos
de realizar demoliciones con vistas a lograr el supuesto desarrollo y modernización de las
áreas urbanas históricas, tal como se manejaba en los años cincuenta del pasado siglo XX
486 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas. La experiencia de La Habana vieja
3 En los años cincuenta del pasado siglo, el equipo dirigido por J. L. Sert, Vicepresidente del CIAM por entonces,
proponía el «Plan Piloto para La Habana de 3.000.000 habitantes» a partir de un encargo del régimen de Batista y
de los grupos económicos de Norteamérica que le apoyaban. Siguiendo los postulados del CIAM y los objetivos de
convertir a la ciudad en un destino turístico de primer orden, el Plan implicaba la creación de nuevos ejes de centrali-
dad con fuerte presencia del verde que, para el caso de la ciudad colonial, implicaban fuertes demoliciones del tejido
histórico.
YUYAYKUSUN 487
Madeline Menéndez
488 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas. La experiencia de La Habana vieja
4 La integridad tipológica presentada por los inmuebles resulta un elemento decisivo en el reconocimiento de su cate-
goría cultural.
YUYAYKUSUN 489
Madeline Menéndez
incluyendo por igual a aquellos exponentes más modestos, testimonios históricos de los
grupos sociales económicamente más débiles y que en número significativo conserva el
Centro Histórico.
Otra de las características del nuevo documento normativo es el establecimiento de
«zonas de intensidad urbana», estructuración del territorio que, sin perjuicio de la hetero-
geneidad funcional deseada, establece diferencias en cuanto a las intensidades permitidas
para cada una de las funciones que asumirán los diversos sectores o áreas del Centro
Histórico. Estas zonas definen el grado de explotación del suelo urbano, una vez valorada
su vocación y asumida una tendencia de desarrollo. La delimitación de estas zonas parte
de considerar parámetros claves, entre ellos, la morfología urbana; el rescate de las cen-
tralidades tradicionales o históricas —propias de cuando el centro histórico era la ciudad
toda—; la mayor o menor concentración de edificaciones de valor patrimonial —que
sugiere mayores o menores libertades en los tratamientos—; el modo en que se distribu-
yen los tipos arquitectónicos con sus capacidades correspondientes; las posibilidades de
accesibilidad y de estacionamiento; entre otros factores.
Las «zonas de intensidad urbana» no implican la exclusión de determinadas activi-
dades ni persigue la aparición de espacios segregados pero sí condiciona el carácter o la
envergadura de los diversos usos. Una actividad como, por ejemplo el hospedaje, podría
desarrollar instalaciones de 100 o más capacidades en una zona de intensidad alta, mien-
tras que en otra zona de intensidad baja éstas pudieran quedar limitadas a las 15 o 20
capacidades capaces de ser asimiladas por algún exponente de la arquitectura doméstica
tradicional. Del mismo modo, mientras que un gran centro comercial sería aceptado en
una zona de intensidad alta, la expresión comercial tomará otro carácter en las zonas de
intensidad baja, como pueden ser pequeñas tiendas especializadas o boutiques.
Sin modificar la morfología urbana del Centro Histórico el desarrollo de ciertas activi-
dades en una zona de intensidad alta podrá llevar a la fusión de varias parcelas —hasta los
límites establecidos en la normativa para dicha zona— en las cuales quedarán vinculados
los correspondientes edificios existentes o, de tratarse de parcelas libres —resultado de la
pérdida de las antiguas edificaciones— el nuevo proyecto deberá expresar el ritmo parcelario
precedente. Esta opción será más restringida de tratarse de zonas de intensidad baja. Todas
estas consideraciones y otros muchos aspectos encaminados a lograr la mejor integración
de la necesaria arquitectura contemporánea, tendrán en las Regulaciones Urbanísticas un
instrumento fundamental, orientador y controlador de las mejores soluciones.
Este nuevo enfoque asumido por la normativa urbana ha sido orientado de manera
nacional por parte de las instituciones responsables de la planificación física y el ordena-
miento territorio, el Instituto Nacional de Planificación Física, para su aplicación, de ma-
nera fundamental, en aquellas áreas de reconocido interés patrimonial de nuestras ciuda-
des5. Se expresa a través de una publicación más amplia, de carácter cultural, contenedora
5 Un primer documento de Regulaciones Urbanística con este carácter fue publicado para un área patrimonial del Mu-
nicipio Plaza de la Revolución, la zona conocida como El Vedado. La segunda de estas publicaciones fue la elaborada
para el Centro Histórico La Habana Vieja, presentada en el 2009.
490 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas. La experiencia de La Habana vieja
de los aspectos históricos del territorio abarcado, así como de diversos artículos o visiones
del mismo proporcionadas por reconocidas figuras del ámbito cultural. Posteriormente
introduce el propio cuerpo regulatorio complementado con abundante documentación
gráfica.
6 La Ley General de la Vivienda establece el pago del arrendamiento sobre la base del 10% de los salarios del núcleo
familiar, a pagar durante un número de años según el valor de la vivienda —calculado a partir de ciertos indicado-
res—. En el caso de la nueva vivienda creada en La Habana Vieja, se estableció el arrendamiento indefinido, o sea,
sin traducirse en propiedad, con el fin de evitar la especulación con dicho bien social.
YUYAYKUSUN 491
Madeline Menéndez
Los posteriores procesos de legalización de estas acciones planteados por las entidades
administrativas correspondientes implican, a su vez, conflictos en la toma de decisiones al
enfrentarse los intereses de la preservación patrimonial de la arquitectura y el urbanismo
del Centro Histórico con la sensibilización y el reconocimiento de la problemática social
que, en muchas ocasiones, provoca gran parte de las soluciones inadecuadas.
7 Carrión M. Fernando, en Una experiencia singular. Valoraciones sobre el modelo de gestión integral de La Habana Vieja,
Patrimonio de la Humanidad. UNESCO La Habana, Oficina del Historiador de la Ciudad, Editorial Bologna, 2006.
492 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas. La experiencia de La Habana vieja
funcionara en el Centro Histórico durante el siglo XIX y parte del XX, desarrolla una de
las actividades más nobles y meritorias dentro del trabajo social. Asume la atención a los
ancianos desde el punto de vista de la salud, de su participación en la vida social y cultural
del territorio y de todos los aspectos que contribuyen a la elevación de su autoestima y su
calidad de vida. La belleza y gran capacidad de las instalaciones con que cuenta el antiguo
Convento de Belén, resulta un ejemplo excelente de la asimilación de nuevos y adecuados
usos en contenedores cuya función original dejó de tener vigencia.
Paralelamente, el sistema de Viviendas Protegidas, que cuenta ya con tres sedes en
el territorio y otras dos en fase de estudio y ejecución de las obras, constituye una ven-
tajosa respuesta ante la presencia de numerosos ancianos o personas de edad avanzada
que viven solos muchas veces en edificaciones inadecuadas, con riesgos para su salud y su
seguridad, y en ocasiones, carentes de afectos y de apoyo familiar. No se trata en este caso
de un Asilo de Anciano, sino de disponer de una vivienda pequeña pero perfectamente
equipada, incluso con soluciones dirigidas a lograr la máxima seguridad y confort ante las
deficiencias propias de estas edades, resuelta al interior de un inmueble donde comparten
otros espacios destinados a las actividades comunitarias, sociales y recreativas culturales.
Ellos tienen plena libertad de movimientos en esas instalaciones que podrán disfrutar
hasta el final de su existencia, momento éste en que la vivienda será asignada a otros de
los muchos candidatos e interesados en recibir las ventajas de esta opción.
La premisa de integralidad planteada por el Plan de Rehabilitación así como la bús-
queda de la autenticidad en las soluciones hace que la atención a los problemas del hábitat
se convierta en un verdadero desafío. El destino de la vivienda, el hábitat y, por ende, la
permanencia de la población en el Centro Histórico, son aspectos que se mueven entre
permanentes riesgos. Una tarea fundamental y sistemática que deberá desarrollar el Plan
Maestro será el monitoreo de los cambios provocados por el proceso de rehabilitación en
la totalidad del área del Centro Histórico, detectando así cualquier señal de alarma que
nos desvíe de los objetivos planteados para, de este modo, tomar a tiempo las medidas
pertinentes sugeridas por la «brújula» y ajustar así la «carta de navegación»8 con que una
vez se denominó a nuestro Plan de Desarrollo Integral.
La intervención en la arquitectura doméstica en cuanto a manifestación cultural y
la preservación del patrimonio; los aspectos sociales relativos a la justicia y el acceso a la
vivienda; el tema económico vinculado a los estándares deseados, el aprovechamiento del
suelo urbano, el reconocimiento del potencial aportado por la población y sus propios
recursos; el desarrollo tecnológico con relación a la asimilación de sistemas constructivos,
materiales y equipamientos; son muchos los aspectos que participan y condicionan la
posibilidad de lograr un centro histórico equilibrado y socialmente armónico.
Las adecuaciones al fondo residencial heredado, en gran medida llevadas a cabo por
los propios residentes ante la insuficiencia de los programas estatales, implica asumir el
8 Rodríguez, Patricia: Gobernar el centro histórico, un reto para su desarrollo. Conferencia en Encuentro Internacional
de Manejo y Gestión, 2003.
YUYAYKUSUN 493
Madeline Menéndez
progresivo deterioro de las viejas estructuras, adaptar los espacios a los cambios demográ-
ficos y de composición de las familias, asimilar la convivencia intergeneracional y buscar
respuestas a las aspiraciones propias de los nuevos modos de vida. Todo ello puede llevar
a constituir un verdadero riesgo para las estructuras heredadas y para el patrimonio, pero
al mismo tiempo, es la garantía para la vigencia del fondo edificado y de la vitalidad de
la ciudad misma.
Los instrumentos de regulación, en su condición de expresión jurídica-administrativa
del ordenamiento urbano, resultan instrumentos imprescindibles en la gestión del Centro
Histórico, contribuyendo a la compatibilización de su desarrollo socioeconómico con la
preservación patrimonial aspirada. Nuestras Regulaciones Urbanísticas tienen la capaci-
dad —y la posibilidad— de favorecer el desarrollo de determinados usos jerarquizadores
de la estructura urbana en sus espacios de máxima centralidad, y a la vez limitar las inten-
sidades de éstos en otras áreas en las que el Plan protege la tranquilidad conveniente a los
ambientes de predominio residencial.
A pesar del reconocido avance que presenta la rehabilitación del Centro Histórico
de La Habana, son muchos aún los problemas pendientes y las áreas que demandan con
urgencia la adecuada intervención. Muchos residentes continuarán realizando acciones
por su propia iniciativa, ante lo dilatado de la espera, aunque —y ojalá así sea— se logren
mejorar cuanto antes los controles urbanos y se instrumente la conveniente asistencia
técnica en el apoyo y el aprovechamiento de ese indiscutible potencial que representa
la población residente, su disposición e interés de revertir, con sus propios recursos, la
precariedad de su vivienda.
Conclusiones
En tiempos en que en muchas de nuestras ciudades la tendencia hacia los «grandes pro-
yectos» aislados se contraponen y desarticulan a la planificación urbana, cuando el mer-
cado logra un rol cada vez más importante y decisivo que las políticas públicas, supuesta-
mente responsables de la intervención y el control de los destinos de las áreas centrales, la
«desregularización» resulta una opción conveniente (Carrión, 2007).
Replegarse a la espontaneidad, hacer depender las intervenciones a la aparición de
determinadas oportunidades, resultan manejos de alto riesgo, sobre todo al tratarse de
las centralidades urbanas y, en especial, de los centros históricos. Con ello podrán resul-
tar favorecidos la especulación inmobiliaria, el desequilibrio funcional, la afectación de
la autenticidad, el desaprovechamiento de los recursos, entre ellos, el del propio suelo
urbano.
Disponer de un documento normativo, elaborado sobre la base de un Plan plena-
mente actualizado y debidamente consensuado —que haya previamente definido el ca-
rácter deseado para el centro histórico y su rol dentro del sistema de centralidades de la
ciudad— será la vía más segura para el desempeño de la gestión en estas complejas áreas
y la posibilidad de orientar y controlar las acciones hacia resultados sustentables y que
494 YUYAYKUSUN
Centralidades reguladas. La experiencia de La Habana vieja
YUYAYKUSUN 495
El pensamiento utópico y
el problema nacional hoy
George Méndez Navarrete
RESUMEN
Para comprender el problema actual en el país, el autor reflexiona sobre el sentido de la palabra
utopía no como aquel concepto de «sin razón» o «algo imaginable» que es casi imposible alcanzar,
sino entender la utopía en el gran sentido «mariateguista». Utopía como encantamiento del mundo,
como posibilidad y como fin último de las masas. Son estos sujetos históricos que finalmente son los
motores de la historia, aquellos que son construidos y reconstruidos a lo largo de la existencia, y que
de sus posibilidades y limitaciones depende la construcción de un nuevo mundo.
ABSTRACT
The author reflects on the meaning of the word «utopia» not like a concept of «no reason» or
«something imaginable» almost impossible to achieve, but understanding utopia in a great
«Mariateguist» sense; utopia as an enchantment of the world, as a possibly ultimate goal of the
masses. These are the historical subjects that are ultimately the driving forces of history, those who are
constructed and reconstructed over the existence, and its possibilities and limitations depends on the
building of a new world.
El sujeto «ahistórico»
¿Q
ué significado trae la construcción de un sujeto? Emplear la idea de sujeto
involucra crear un «ente» cuya materia interesa verla desde diferentes puntos
de vista a cuyo fragor epistemológico es el fundamental. Esta primera intro-
ducción nos ofrecerá cómo han visto la construcción de los sujetos1 desde el plantea-
miento eurocéntrico y el proyecto moderno, el sujeto siempre ha sido el planteamiento
fundamental de toda filosofía, de una filosofía de la vida, porque finalmente el ser busca
1 Foucault en sus últimos trabajos aclaró que su fin nunca fue descubrir el poder que existe en la sociedad sino más
bien trabajar el tema de los «sujetos». El sujeto visto como un ente que se somete a una serie de entrecruzamientos
de poder, y cómo este se construye en el tiempo y cómo son constituidos como tales. Así afirmará sobre el sujeto y el
poder: «Esta forma de poder emerge en nuestra vida cotidiana, categoriza al individuo, lo marca por su propia indi-
vidualidad, lo une a su propia identidad, le impone una ley de verdad que él tiene que reconocer y al mismo tiempo
otros deben reconocer en él. Es una forma de poder que construye sujetos individuales» (1986: 235).
algún fin en la tierra y ese fin es planteado en términos de superioridad, violencia, goce,
obediencia, etc.
Se verá entonces plasmado en como se tienden los infinitos lazos entre los cuerpos2 y
su reproducción en el entramado social de su espacio y tiempo.
El proyecto de construir un sujeto involucra ver cómo se ensamblan las piezas de
su cuerpo, cómo el ser adquiere «existencia» para sí y para el resto. No es una cues-
tión muerta, ésta se reproduce y recrea. No es un organismo petrificado, adquiere un
significado, pero este significado es construido; en toda etapa histórica han existido
siempre pueblos que escriben el guión de la historia, de una historicidad no resumida
en acontecimientos, sino en placeres, canciones, emociones, trabajo, políticas, guerras,
poder, etc. Es decir, en un patrón general de poder3 que recubre las distintas esferas
de la vida.
La subjetividad y la intersubjetividad son el fundamento invisible de este encuentro
entre los nacimientos de los cuerpos.
Desde los griegos y la hegemonía aristotélica de ver al hombre en una primogenia di-
visión entre «esencia» y «materia» sin prefigurar que el ser no solo es una cuestión «única»
de construcción, sino también un ente formado por la extensión de su entorno y hábitat,
ser la «matriz» de su existencia.
Kant pensó en la división entre razón-cuerpo, razón-sujeto, desde allí clasificar a los
sujetos y construirlos como un ser con poder racional, que se podían clasificar, someter y
dividir. En el proyecto moderno kantiano se introducía una variable de cómo estructurar
el mundo, y la división planteada fue desde Europa, queda claro que la estructuración
de Europa la plantearon ellos mismos, pero así como «ellos» se jerarquizaron, también
jerarquizaron al mundo. Es decir, construyeron a los sujetos y las colectividades desde sus
propias miradas.
El filósofo Francis Bacon construyó la «declaración del pensamiento tecnocrático
universal», esta idea va a ser un pilar importante desde Europa para poder construir lo que
llamaron conocimiento, significó la creación de «verdades» que terminaron siendo la idea
de un único patrón de «saber» y por tanto la idea de un único «progreso». proponiendo
que las sociedades son avanzadas y otras simplemente primitivas. Es decir, el sujeto fue
hecho razón-cuerpo y mono-conocimiento, desde Europa se consolidó la división de este
2 Según el pensador David Le Breton el significado que se le atribuye al cuerpo y este como campo de estudio como
construcción socio-psico cultural representa una entrada fundamental para ver las inscripciones de las diferentes
manifestaciones de la sociedad: «la sociología del cuerpo forma parte de la sociología cuyo campo de estudio es la
corporeidad humana como fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imagina-
rios. Recuerda que las acciones que tejen la trama de la vida cotidiana, desde las más triviales y de las que menos nos
damos cuenta hasta las que se producen en la escena pública, implican la intervención de la corporeidad» (Le Breton,
2002: 9).
3 La idea de un patrón de poder fue desarrollada por Aníbal Quijano Obregón (hoy constituye un debate muy amplio
a nivel del globo). Más adelante se desarrollará este concepto, sin embargo, creemos conveniente señalar por el mo-
mento que el patrón de poder es una «forma» de analizar, cuestionar y plantear alternativas ante el sistema colonial/
moderno eurocentrado que nos envuelve a todos los actores sociales que vivimos bajo el dominio colonial.
498 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
4 Queda claro que la conquista involucra entre otras cosas la introducción de un patrón de dominación global que lo
podemos centrar en: la división social del trabajo, la naturalización de considerar a los indios como «seres sin alma»
dándoles una categoría inferior a la humana y sobre todo someterlos a un «régimen de verdad» donde lo colonizado
no podía crear sus propias «narrativas» o conocimientos.
5 Quijano plantea una forma de ver al mundo distinto al europeo, sosteniendo un «holismo epistemológico» al que lla-
mo «colonialidad del poder», esta colonialidad del poder tenía dos grandes pilares, en primer término encontramos la
idea de «patrón de poder», este patrón de poder es cruzado por una idea en que el poder es una relación social cruzado
por 3 elementos persistentes: dominación, explotación y conflicto. Este patrón «Afecta a las cuatro áreas básicas de
la existencia social que es el resultado y expresión de la disputa por el control de ella: 1) el trabajo, sus recursos y sus
productos; 2) el sexo, sus recursos y sus productos; 3) la autoridad colectiva (o pública) sus recursos y sus productos;
4) subjetividad/intersubjetividad, sus recursos y sus productos». Aníbal Quijano citado por César Germaná (2009:
58). En un segundo término, tenemos a la idea de raza como un fundamento para la división y jerarquización del
mundo. «Las relaciones de poder se estructuran en función de la imposición de la calificación racial y cultural de
las poblaciones específicas que subraya la idea de raza como el elemento articulador de dominación y jerarquización
universal de superioridad de superioridad/inferioridad entre europeos (junto a las elites blancas) y nativos indios,
negros y cholos» (Mejía Navarrete, 2009: 75).
6 Mariátegui fue una voz incisiva al señalar que el pecado original de la conquista fue el «haber nacido y haberse
formado sin el indio y contra el indio». El amauta sentencia a la independencia como aquel hecho que no destruyó
el formato colonial, ni la explotación. Hoy a este persistente fenómeno se lo conoce como la «herencia colonial»,
término acuñado por Julio Cotler.
7 Al respecto se puede observar el gran debate teórico en torno a esta perspectiva de la «colonialidad del poder»: «Co-
lonialidad y modernidad/racionalidad», publicado en Perú Indígena, Vol.13, No. 29, Lima 1992; «Americanity as
a Concept or the Americas in the Modern World-System» en co-autoría con Immanuel Wallerstein y publicado en
YUYAYKUSUN 499
George Méndez Navarrete
postula una nueva epistemología y una diferente forma de ver a los sujetos. Esta corriente
tiene entre sus máximos exponentes al sociólogo peruano Aníbal Quijano cuyos múlti-
ples trabajos siguen apuntando por la descolonialidad del poder y la apuesta de que otro
mundo es posible.
La colonialidad del poder postula una profunda crítica sobre el patrón de poder colo-
nial instaurado en todo los pueblos colonizados, esta naturalización de las construcciones
de los sujetos así como la racionalidad colonial/eurocéntrica ha sido cuestionado en las
formas más concretas. Es decir, en el mismo patrón de poder dominante hegemónico
que en definitiva es marcado por el horizonte de sentido hoy. Está mostrando sus más
grandes fallas y está haciendo ver las posibilidades que tienen no solamente los pueblos
colonizados sino también la humanidad, la especie, como civilización y como un futuro
de vida en el planeta.
Quijano plantea la descolonización del poder pasando por los términos teóricos,
epistemológicos y políticos que en definitiva muestran una trilogía del pensar, crear y el
hacer. Existe un choque fundamentalmente con la tradición eurocéntrica. Desde donde
el proyecto moderno se entendía que no se podía pensar fuera de esta racionalidad instru-
mental-moderno. Según el esquema de la racionalidad colonial/moderna eurocentrada,
eso era una fantasía. Hoy podemos citar esa ruptura que involucra una serie de niveles de
análisis y de praxis:
Asistimos a encontrarnos con el mismo sujeto histórico, aquel denegado por la historia
y el patrón de poder que lo hizo gobernable, le quitó su alma y lo consideró como un
animal, sin capacidad de pensar y hacer de su existencia una «naturalidad». Quijano se-
ñala que el problema en torno a la «negación simple» de las categorías modernas no debe
formularse en el simple «discurso», sino involucra «desprenderse de las vinculaciones», en
International Social Science Journal, No. 134, Nov. 1992, UNESCO/BLACKWEL, pág. 549-557, París, Francia.
«América Latina en la Economía Mundial», debatido en la reunión mundial de UNESCO en octubre de 1992, y
publicado en Problemas del desarrollo, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, vol. XXIV, No.95, octubre-
diciembre 1993, México. Y «Colonialidad del poder y eurocentrismo en América Latina», en: Edgardo Lander,
(comp.), en Colonialidad del saber, eurocentrismo y ciencias sociales, UNESCO-CLACSO 2000, pág. 201.
500 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
pocas palabras descolonizar el poder. Sin embargo, queda en el amplio debate la cuestión
de la fundación de un «nuevo horizonte» o una perspectiva nueva de convivencia entre lo
«no-reconocido» y lo «reconocido». En torno a esto, el sociólogo hindú Shiv Visvanathan
formuló en estos términos la complejidad del proyecto descolonizador y la modernidad
que presentamos: «mi problema es cómo ir a buscar lo mejor que tiene la civilización in-
dia y al mismo tiempo, mantener viva mi imaginación moderna y democrática» (Santos,
2010: 48)8.
Asistimos a una gran crisis, el capitalismo hoy más que nunca es insostenible. Las
constantes crisis financieras del sistema capitalista9 acompañado de las caídas de los siste-
mas bursátiles y las bolsas a nivel mundial, junto con ellos el empleo y la desaceleración
en la producción causando una gran depresión e inflación todo a causa de un sistema
sostenido en la nada, en la simple especulación.
La caída de un mundo unipolar y el nacimiento de un mundo heterogéneo
«policéntrico»10 donde cada especificidad necesita ser atendido, la descolonialidad es la
punta de un iceberg que se enfrenta en el debate con la modernidad/colonial eurocen-
trada en crisis, donde el nacimiento de una descolonialidad en los sujetos históricos del
África, Asia, India, etc. Enfrentan al patrón de poder dominante cuyos fines vinculan en
primer orden su autonomía y liberación frente al poder colonial imperante y que conocen
el destino de la humanidad en peligro y que en sus manos albergan geopolíticamente un
espacio privilegiado en dar las futuras soluciones al planeta.
Esta crisis del sistema colonial global mundial también es una crisis de los modos
de entender la civilización11 y por ende también los modos de descolonializar el poder
moderno/eurocentrada. No se podrá entender un mundo en armonía y la existencia de
la especie humana sino se entiende el exterminio de la racionalidad moderna/colonial
eurocentrada. ¿Qué significa esto? Que el patrón de poder colonial está llegando a su tope
8 Citado por Boaventura de Sousa Santos (2010: 48). Acotando para el debate el profesor Boaventura señala: «¿Cómo
puedo mantener vivo en mí lo mejor de la cultura occidental moderna y democrática y, al mismo tiempo reconocer
el valor de la diversidad del mundo que aquella designó autoritariamente como no-civilizado, ignorante residual,
inferior o improductivo?» (Ibídem). T ambién cabe el encuentro de un pensador como Foucault entendiendo desde
Europa el significado del poder y del saber a través de las relaciones humanas y de estas con las instituciones como
el Estado, derecho, la sexualidad, las prisiones, manicomios, etc. Los sujetos históricos en Latinoamérica deben estar
relacionados con los más oprimidos con los que la historia les niega la posibilidad de identidad. Aquellos sujetos que
sus cuerpos fueron marcados por la indiferencia, dominación y explotación. Es en estos términos que recogemos a
Foucault, no solamente como un académico de las relaciones de poder a todos los niveles de la sociedad. Sino, como
un «intelectual comprometido», como un sujeto que vive la historia apasionado, encarnizada. Es parte del ser sujeto
vivir la vida con peligrosidad y entrega.
9 Sobre el tema consultar: Walden Bello, 2008; Ramonet, 2008; Wallerstein, 2008.
10 Según Walter Mignolo el patrón de poder colonial/moderno eurocéntrico ha mostrado tres cuestiones fundamen-
tales de colonialidad: el primero muestra un razonamiento universal, creando un patrón homogéneo, en segundo
término una universidad (nacimiento de saberes) «unidimensional» y un Estado-nacional. Hoy hablando desde las
descolonización tenemos un patrón de crisis donde la cuestión de la universalidad se a cuestionando mostrando un
escenario «policéntrico», la búsqueda de una «universidad multicultural» y la cuestión de un Estado «plurinacional».
Comentario efectuado en la entrevista realizada el día 7 de agosto del 2010.
11 Boaventura de Sousa Santos señala que «no se trata de diferencias culturales siempre presentes en el seno de cualquier
universo civilizatorio, sino de diferencias culturales entre universos distintos» (2010: 60).
YUYAYKUSUN 501
George Méndez Navarrete
La cuestión de este patrón de poder hegemónico hoy en crisis plantea una serie de varia-
bles en el análisis e ineludiblemente se cuestiona la idea de los sujetos como una episteme
de análisis otro. El debate ha adquirido una serie de denominaciones: epistemología fron-
teriza, epistemología otra, epistemología del sur (Santos, 2006, 2009). Formas de ver el
sujeto, representación y reproducción. Esta otra perspectiva abrirá un nuevo horizonte no
solo de análisis y crítica sino cuestionara las bases principales de la racionalidad moderno
12 La idea de catástrofe civilizatorio lo podemos ver en diferentes trabajos académicos, pero que en resumen se sintetiza
en esa extrema fase que el sistema capitalista financiero está reproduciendo y alimentando no solamente la crisis
global financiera (sistemas especulativos, fraudes financieros, «la confianza ya se terminó») sino también agravando
los conflictos globales ambientales; es decir, la naturaleza y el planteamiento como especie hoy más que nunca se
reduce a combatir el planteamiento del capitalismo y sus formas de producción, crecimiento y explotación. El tema
del colonialismo y su aproximación a la construcción de la «naturalización» de los patrones de poder de dominación
y explotación son dos caras de una misma moneda indesligables y que su análisis teórico y epistemológico deben estar
ligados con eso que llamamos «sujeto», así como su construcción y preservación.
502 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
Se desprende, que una nueva epistemología13 nace por la necesidad de combatir ese «úni-
co» sentido colonial/moderno de entender el mundo y los distintos sujetos que en este se
construyen negando toda cientificidad y conocimiento alterno al eurocéntrico, cuestiona
principalmente esta noción de raza que fue fundamental para la separación de los cuerpos
y la división naturalizada de las jerarquías, proponiendo otros conceptos y formas de
percibir las construcciones y reproducciones de los sujetos entorno al diálogo, la inter-
culturalidad que no solo permite crear una idea de conocimiento sino también permite
observar que se «crea» conocimiento y «verdad», en torno a la vida, el goce, los deseos,
miedos, relaciones de producción, autoridad, en suma la existencia misma.
De esto trata la perspectiva de nueva epistemología, de las múltiples formas de co-
nocimientos, por tal razón cabe hablar hoy no solamente de «resistencias» como una con-
traposición al sistema colonial eurocéntrico sino como un productor saber-conocimiento
único y diferenciador, que planteará una diferenciación en términos de ciencia pero que
también responderá a alternativas políticas desde y para los colonizados. Esta es la tarea
13 Aníbal Quijano agrega en referencia de la descolonización de la epistemología: «En primer término, la descoloniza-
ción epistemológica, para dar paso luego a una nueva comunicación inter-cultural, a un intercambio de experiencias
y de significaciones, como la base de otra racionalidad que pueda pretender, con legitimidad, a alguna universalidad.
Pues nada menos racional, finalmente, que la pretensión de que la específica cosmovisión de una etnia particular
sea impuesta como la racionalidad universal, aunque tal etnia se llama Europa occidental. Porque eso, en verdad, es
pretender para un provincianismo el título de universalidad» (Quijano, 1992: 447).
YUYAYKUSUN 503
George Méndez Navarrete
14 Un planteamiento importante lo encontramos en Boaventura de Sousa Santos, quien señala que para «descolonizar
a partir de una epistemología del Sur significa des-pensar la naturalización del racismo (el racismo justificado como
resultado de la inferioridad de ciertas razas o etnias y no como su causa) y denunciar todo el vasto conjunto de téc-
nicas, entidades e instituciones que lo reproducen: los manuales de la historia, la escuela, la universidad (lo que se
enseña, quién enseña y a quiénes enseña), los noticieros, la moda, los barrios cerrados, la represión policial, las rela-
ciones interpersonales, el miedo, el estereotipo, la mirada de sospecha, la distancia física, el sexo, la música étnica, las
metáforas y chistes corrientes, los criterios de los que es bello, apropiado, bien pronunciado, bien dicho, inteligente,
creíble, la rutina, el sentido común, los departamentos de relaciones públicas o de reclutamientos de empleados, lo
que cuenta como saber e ignorancia, etcétera» (Santos, 2010: 131).
15 Foucault planteó la idea de un «sistema de verdad», en el cual los cuerpos discurrían por una presencia indesligable
del saber-poder, ¿qué significa esto? Que la interacción social creara y reproducirá los cuerpos gobernables, porque
en cada relación social existe el poder, creando objetos de saber, cuerpos y representaciones. Foucault anota: «tengo
la impresión de que existe, y he intentado mostrarlo, una perpetua articulación del poder sobre el saber y del saber
sobre el poder. No basta con decir que el poder tiene necesidad de éste o aquél descubrimiento, de ésta o aquella
forma de saber, sino que ejercer el poder crea objetos de saber, los hace emerger, acumula informaciones, las utiliza.
No puede comprenderse nada del saber económico si no se sabe como se ejercía, en su cotidianidad, el poder, y el
poder económico. El ejercicio del poder crea perpetuamente saber e inversamente el saber conlleva efectos de poder»
(Foucault, 1979: 125).
504 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
que nos está llevando a una conflictividad devastadora16, y donde el principal protagonis-
ta de esta conflictividad es este sujeto.
Son tales las razones por las cuales el debate del papel en los sujetos ahistóricos se debe
retomar con una mirada fresca, crítica y sobre todo comprometida. Edificar los muros
de una civilización otra (que siempre estuvo allí) es un proyecto ambicioso que necesaria-
mente debe está ligado con la destrucción de la colonialidad y del capitalismo.
Reinterpretar el mundo no es nada fácil. La utopía y los sueños vistos desde
Latinoamérica ameritan una visión más profunda, no solo de la evolución de la vida sino
también de la construcción del sujeto histórico para el futuro dentro de nuestra comple-
jidad fuera de la historia. De una historia que nos subordinó y nos expulsó.
Es por ello que la generación del 20 en el Perú, aquel grito desenfadado altisonante,
romántico, utópico. Hizo entrar a Latinoamérica en la historia. A la historia entendida
no como un conjunto de hechos, sino, como una identidad que tantos años atrás nos la
despojaron.
Son estos los términos que involucran recurrir a un sujeto ahistórico, al inicio de
la utopía. Pero nosotros entendemos la palabra utopía no como aquel concepto de «sin
razón» o «algo imaginable» que es casi imposible alcanzar. Nosotros creemos conveniente
entender la utopía en el gran sentido «mariateguista». Utopía como encantamiento del
mundo como posibilidad y como fin último de las masas. Son estos sujetos históricos que
finalmente son los motores de la historia, aquellos que son construidos y reconstruidos a
lo largo de la existencia, y que de sus posibilidades y limitaciones depende la construcción
de un nuevo mundo.
16 El sistema capitalista en este afán de reproducción y acumulación de capital constante está llevando a limites insos-
pechables no solo para su sobrevivencia como sistema sino como posibilidad de seguir siendo el sistema hegemónico,
es así que el patrón global de dominación está entrando en una gran crisis, donde los recursos naturales primarios y
de importante vitalidad tanto para el sistema capitalista como para la propia existencia. No está de más recordar las
importantes extensiones de cultivo que se dedican para el bio-diesel, extensiones de fuentes de agua, etc.
17 Alberto Flores Galindo y Manuel Burga tienen una opinión centrada en torno al debate Haya-Mariátegui: «¿Qué
balance se puede formular de la polémica entre Haya y Mariátegui? en 1928 José Carlos Mariátegui había conseguido
demostrar que el análisis de Haya de la Torre no permite realizar una verdadera revolución social en el país, ni tam-
poco o consecuente política antiimperialista» (Flores y Burga, 1981: 194).
YUYAYKUSUN 505
George Méndez Navarrete
centro del socialismo y por tanto el centro de la revolución, sin dejar de lado el pequeño
movimiento obrero18. Como se sabe Haya iba por otro lado, muy disímil al construir el
sujeto histórico.
Pero la construcción de este sujeto histórico en Mariátegui no significó una noción
trivial y ahistórica, el sujeto que construye Mariátegui es el hombre del proceso de explo-
tación y dominación, en una fuente de análisis histórica, introduciendo una «episteme»
distinta de análisis. Esa episteme de Mariátegui era el indio.
El indio en Mariátegui era un problema de «raza» y cuya solución se encontraba en la
tierra. Un problema de construcción política histórica debería tener necesariamente una
solución político-económica. La relación de este con el movimiento campesino y obrero
y su pasión anti-universitaria queda pues para otros trabajos, hoy nos limitaremos para
expresar muy laxamente el criterio de un sujeto histórico, que en el Estado peruano de
hoy se sigue viendo en los términos de la oligarquía y se siguen formando como sujetos
históricos sin importancia, y forman parte de ese viejo debate ideo-político llamado «pro-
blema nacional».
El problema nacional en la generación del 20, según Alberto Flores Galindo, tuvo su
génesis por el nacimiento de, entre otros factores, al producto de una gama de intelectua-
les, así como aspectos de hecho que generaron una mejor relación en el conocimiento del
Perú y de sus problemática en general con respecto a lo extranjero.
Fue una preocupación colectiva hecha factible porque en la década del 20 se abrió la
posibilidad de pensar —por lo menos entre los intelectuales— al país como una totali-
dad. La carretera, los ferrocarriles, las migraciones de las provincias a la capital, los viajes
de Lima al interior, habían acortado las distancias ampliando la conciencia espacial de
las capas medias […] las preguntas por el problema nacional llevaron a desarrollar los
estudios sobre el mundo prehispánico […] otros se preocuparon sobre la geografía y la
historia económica […] literatura peruana […] la preocupación por el problema nacio-
nal aparece articulado como una respuesta de los intelectuales a la avasallante presencia
norteamericana […] y al acicate que fueron los movimientos campesinos. Terminó sien-
do una de las derivaciones de la mayor vinculación entre localidades y regiones del país,
o, si se quiere, entre la capital y las provincias (Flores y Burga, 1981: 179).
18 Ver al respecto los trabajos de César Lévano (1967, 1979) en relación a la creación y vida del movimiento obrero a
inicios del siglo XX.
506 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
cuestionar y proponer alternativas a esta nuestra realidad histórica. Así «desde cualquier
perspectiva supieron preguntarse por el Perú ¿Qué era? ¿Cómo definirlo? ¿Existía el Perú?
¿Era una nación o varias naciones? Terminaron de esta manera planteando el problema
nacional» (Flores y Burga, 1981).
YUYAYKUSUN 507
George Méndez Navarrete
Mariátegui denuncia, critica y construye una plataforma. Aunque la visión directa que
tenga de la cita extraída representa en gran parte a los años 20 donde el gamonalismo
ejercía una suerte de neo-esclavitud con los indios, hoy el drama del gamonalismo y sus
secuelas siguen en pie. En el racismo y todo el debate de la «pigmentocracia» y el actuar
como en la «chacra de uno» se sigue manteniendo. Es decir, el gamonalismo como un
problema político, económico y social fue enfrentado por Mariátegui con bastante luci-
dez. Hoy desde su apuesta encontraremos que el gamonalismo ya no sea un factor que
esclaviza al hombre pero sí se dan nuevas formas de pugna por el trabajo, la tierra y la
identidad de una población.
Mariátegui agrega que no hay más ley que la ley del gamonal. Nuestra tradición au-
toritaria es un gran ejemplo de lo que hoy sucede en las esferas del poder de nuestro país.
Mariátegui denunció esto a través de múltiples escritos. La legalidad de la nación no se
vio enfrentada por la ley creada ni el orden constitucional democrático, no existían y claro
si «el poder es un fenómeno social, producto de la interacción humana. Que consiste en
la relación de subordinación en que se colocan recíprocamente los seres humanos» (1969:
54) había una gran relación de subordinación entre el gamonal y el indio, asimismo
había una gran separación entre el Estado y la sociedad. Por tal motivo la enseñanza de
Mariátegui con respecto a la legalidad y el principio de supremacía constitucional no se
508 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
YUYAYKUSUN 509
George Méndez Navarrete
20 César Germaná (1995) también encuentra en el socialismo indoamericano del Amauta un nuevo sentido de la vida:
moral de productores, valores espirituales, racionalidad de solidaridad y democracia directa.
21 Aníbal Quijano ve en Mariátegui la propuesta de una nueva racionalidad propia y alternativa a la racionalidad euro-
céntrica (1995: 39-47).
510 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
22 Cabe aclarar que en las nociones de la teoría del Estado, enmarcadas en el poder y el derecho como institucionali-
zación de un Estado, para que tenga ese poder coactivo en la sociedad, claramente se puede observar que en aquella
época ese poder institucionalizado no se vio representado por el Estado mas sí por el gamonal y por sectores oligár-
quicos reducidos.
YUYAYKUSUN 511
George Méndez Navarrete
El mundo vivió casi medio siglo de una guerra silenciosa (guerra fría), la cual tuvo un ga-
nador (EE.UU.), a partir de allí se escribe otro capítulo en la historia del mundo. El libre
mercado, la creciente globalización (con sus fallas) (Giddens, 1999), la unipolaridad, la
hegemonía: político, militar, económico y cultural se consolidó en las últimas dos déca-
das. Pero como es natural, la actual crisis económica, acompañada de una «deflactación»
mostraron las grietas de un modelo mal implantado (Stiglitz: 2002) y de un sistema de-
generándose a través de la «especulación financiera». Así se mostró un nuevo cambio en
la historia. El mundo unipolar y hegemónico se convirtió en una multipolaridad de países
que conforman la hegemonía (Wallerstein, 2009) (con esto no se quiere decir que Estados
Unidos ha perdido totalmente su poder, sino que se ha visto debilitado), aparecen en la
escena mundial China, Brasil, India, Rusia, etc. El G-7 se convierte en G-20. Obama,
la nueva «luz negra» del imperio, hace lo imposible por salvar el sistema inyectando más
dinero (igual que Bush) y por el otro lado formando un carisma de «Cristo capitalista»
que cultiva relaciones con todos los sectores del mundo (árabes-latinos-orientales).
Ahora, cómo entender lo que está pasando en la Amazonía peruana con todo el rollo
del cambio mundial. Podemos utilizar varios niveles y escenarios donde la concentración
y disputa del poder político se hacen de suma relevancia no solo para el poder actual sino
para un futuro de la lucha hegemónica del mundo.
Tenemos a un ejecutivo «extremadamente» neoliberalista (López, 2009) de la actual
política económica de Estado (llegando a convertir al país en una «feria de diversión»).
Y por el otro nivel, a los pueblos originarios de la selva. La organización de estos últimos
es más notoria. Aquí extenderé un puente fundamental en las relaciones que involucran
Estado-sociedad y las relaciones naturaleza-sujeto.
La primera relación Estado-sociedad involucra la promulgación de los Decretos
Legislativos del Poder Ejecutivo al amparo de la Ley Nº 29157 para la implementación
del Tratado de Libre Comercio (TLC) y su aprovechamiento, afectan lesionando dere-
chos de los pueblos indígenas, por incumplir el deber de respetar derechos y excluir siste-
máticamente el ejercicio de los derechos fundamentales consagrados en los artículos 6 y 7
(Derecho a la Consulta Libre Previo e Informado) del convenio 169 de la OIT23, es decir
el gobierno peruano está privando y discriminando a los pueblos indígenas el derecho a
decidir cómo queremos ser gobernados, por cuanto se configura un acto inconstitucional,
cuyos Decretos principales son los siguientes Nº 1020, 1064, 1081, 1089 y 1090.
23 Actualmente el Estado peruano, desde el Congreso de la República entregó al Ejecutivo para la promulgación de la
ley de consulta previa hacia los pueblos originarios, cuyo proyecto fue devuelto al legislativo con enmiendas para su
corrección sosteniendo el ejecutivo que se estaría violando el principio de ius imperium, facultad que tiene el Estado
peruano para poder gobernar.
512 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
YUYAYKUSUN 513
George Méndez Navarrete
turaleza permiten al ser humano vivir en armonía con ésta. El agua, el aire, la ve-
getación, los minerales, la fauna silvestre, etc. «Los pulmones del mundo» están
justamente en el centro del problema. Un problema de orden político, económico y
jurídico guiado por nuestra racionalidad moderno/colonial, por tal motivo la des-
colonialidad del patrón de poder es fundamental para ver esa verdadera relación de
nuestros hermanos amazónicos con su tierra, diversidad cultural, multilingüismo,
sus múltiples símbolos, todos ellos bajo una sola consigna de lucha: «vida» y «tierra».
En 1854 , el presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía una oferta al jefe Seattle,
de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos:
«Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre
las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre
del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfu-
madas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos.
Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el
hombre, todos pertenecen a la misma familia»25.
Aquí claramente podemos observar otro tipo de racionalidad. No la instrumental:
medios-fines, que nos dice la modernidad, sino un encuadramiento donde el hombre-
naturaleza, cultura-medio (espacios geográficos) se han compenetrado y su sincretismo es
de un orden suprarracional.
Muchos analistas, hace algunos años atrás, hablaban de las «guerras del futuro» en-
tendidas como guerras hechas por los recursos naturales. En el primer plano vamos a
tener al agua, biodiversidad, tierra, minerales, hidrocarburos, alimentos, etc. Estos serán
los móviles de las nuevas batallas militares.
Los últimos hechos de la Amazonía son totalmente vinculantes con este tema. El
primer punto a tocar es el desmedido poder político y coercitivo que aplica el Estado
en los pueblos originarios. Está muy claro el papel del TLC en esta medida. Los satélites
artificiales de EE.UU. en América Latina son Colombia y Perú. El viejo hegemón a través
de estos TLC de forma bilateral, comienza a demostrar que quiere salvarse de la gran cri-
sis. Y no solamente los que se disputan son capitales EE.UU., sino chinos, europeos, etc.
Lo fundamental aquí es comprender tres cosas: la primera es la actual política econó-
mica del gobierno central: neoliberal radical (en una época que ya nadie cree en ese
modelo de desarrollo), todo por el modelo económico ¿se tiene que seguir así? La se-
gunda cuestión es la visión que tendrán las distintas potencias mundiales con respec-
to a los recursos naturales. Y la tercera es el reencuentro como país, como una pluri-
nación, ¿dónde nos paramos para ver al Perú? ¿Cómo nos encontramos el uno con el
otro? Esto ineludiblemente alentado por las nuevas fuerzas emergentes en América
Latina y las distintas formas de afrontar el problema de la «existencia», una alternati-
va planteada por los Estados es el llamado buen vivir. Dentro de este marco encon-
25 Jefe Seattle responde en 1855 al presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce .ver online: http://www.ciudadse-
va.com/textos/otros/seattle.htm. visitado el 30 de julio del 2010.
514 YUYAYKUSUN
El pensamiento utópico y el problema nacional hoy
tramos a los movimientos sociales impulsados por plataformas muy heterogéneas pero
que finalmente encuentran un enemigo común: el sistema colonial/capitalista eurocén-
trico. Tal vez sean reflexiones propuestas hace muchos años atrás, pero con la actual co-
yuntura nacional e internacional en que se vive surge su inmediato debate y reflexión.
Referencias bibliográficas
Bello, Walden. (2008, 5 de octubre). «Todo lo que usted quiere saber sobre el origen de esta crisis
pero teme no entenderlo». Revista Sin Permiso.
Flores Galindo, Alberto. (1989). La agonía de Mariátegui. Lima: Instituto de Apoyo Agrario.
Flores Galindo, Alberto y Manuel Burga. (1981). Apogeo y crisis de la república aristocráti-
ca. 2°edición. Lima: Rikchay Perú.
Germaná, César. (1995). El socialismo indoamericano de José Carlos Mariátegui. Lima: Ed.
Amauta.
——————–. (2009). Una epistemología otra. La contribución de Aníbal Quijano a
la reestructuración de la sociología en América Latina. Sociológica. Revista del Colegio de
Sociólogos del Perú. Lima, Año 1, N°1.
Lévano, César. (1967). «La verdadera historia de la jornada de las ocho horas», Lima.
—————–. (1979). «La revolución cultural de los obreros peruanos». En Marka, año 5, N°
105, 24 de mayo.
López, Sinesio. (2009). «Salvo el modelo todo es ilusión», en blog del autor El Zorro de Abajo:
http://blog.pucp.edu.pe/item/50030, visitado el 25 de julio de 2010.
YUYAYKUSUN 515
George Méndez Navarrete
Mejía Navarrete, Julio. (2009). Los desarrollos de las ciencias sociales en América Latina.
Sociológica. Revista del Colegio de Sociólogos del Perú. Año 1, N°1.
Ramonet, Ignace. «El fin de una era del capitalismo financiero: la crisis del siglo». Le Monde Di-
plomatique, Setiembre del 2008.
Santos, Boaventura de Sousa. (2006). Conocer desde el Sur. Para una cultura política emanci-
patoria. Lima: Programa Democracia y Transformación Global y UNMSM.
———————————–. (2009). Una epistemología del Sur. La reinvención del conoci-
miento y la emancipación social. México: Siglo XXI y CLACSO.
———————————–. (2010). Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas
desde una epistyemología del Sur. Lima: Instituto Internacional de Derecho y Sociedad y
Programa Democracia y Transformación Global.
Wallerstein, Immanuel. (2008). «Nuevo orden geopolítico mundial: fin del Acto Primero».
——————————–. (2009, 31 de enero). Entrevista realizada en diario El País.
516 YUYAYKUSUN
Las ciudades productivas en el Perú
Carlos Cavani Grau
RESUMEN
Una ciudad productiva es un modelo de desarrollo socioeconómico basado en conglomerados
consorcio-productivos constituidos por cadenas de eslabonamiento productivo hacia delante y
hacia atrás o cluster, con tamaño crítico, dispuestas y organizadas cabalmente para las ventas y la
exportación. Lo expuesto —producto de una investigación—, que constituye una realidad palpable en
el Perú y el extranjero, se sustenta con una amplia bibliografía y ejemplos múltiples que nos permiten
afirmar que la organización de ciudades productivas es posible a mediano y largo plazo. La economía
local de un distrito demanda múltiples servicios, oficios y negocios comerciales que hoy casi no
existen. Hay, pues, una enorme necesidad de aumentar la densidad de empresas en los nuevos barrios
de Lima. Y los negocios barriales generan empleo en los barrios. Se presentan los aspectos preliminares
de la investigación con el fin de enfatizar la importancia de las ciudades productivas integradas
fundamentalmente por micro, pequeñas y medianas empresas. Asimismo, sustentamos que Gamarra
es un cluster incipiente.
Abstract
A productive city is a model of socioeconomic development based in consortium-productive clusters
made up of production chains backwards and forwards or critical –sized clusters, fully prepared and
organized to sales and export. Being all this the result of an investigation which also constitutes a
reality in Peru and abroad and that is supported by an extensive bibliography and numerous examples
that allow us to assert that the organization of productive cities is possible in the medium and
long term. The domestic economy of a district demands multiple services, offices and commercial
businesses that today are almost non-existent. Then, there is a great need to increase the density of
businesses in the new districts of Lima. And neighborhood businesses create jobs there. We present
preliminary aspects of a research in order to emphasize the importance of productive cities mainly by
micro, small and medium businesses. We also hold that Gamarra is an emerging cluster.
D
esde la década de 1990, es indiscutible la evolución de Gamarra hacia un cluster
textil relativamente más cohesionado; desde adentro la organización del comple-
jo se presenta aparentemente fuerte, con una impresionante actividad comercial
y productiva, pero que impide observar las carencias que obstaculizan su transformación.
La problemática no culmina con la elección de Gamarra como «ciudad productiva»,
en el año 2006, sostenemos que no solo fue una decisión apresurada sino equivocada,
porque a pesar del gran esfuerzo de sus asociados aún no cumple con los criterios básicos
de una auténtica ciudad productiva. Una primera impresión sobre la realidad del emporio
textil nos presenta una amplia zona de edificios vetustos en su mayoría y otros edificios re-
lativamente modernos, con una actividad febril en todas sus calles repletas de personas, en
518 YUYAYKUSUN
Las ciudades productivas en el Perú
La teoría de los encadenamientos hacia atrás y hacia delante, nos se muestra cómo y
cuándo la producción de un sector es suficiente para satisfacer el umbral mínimo o escala
mínima necesaria para hacer atractiva la inversión en otro sector que éste abastece (enca-
denamientos hacia atrás) o procesa (hacia adelante).
La teoría de la interacción y los distritos industriales, establece la interacción da lugar a
juegos repetitivos que elevan la confianza y reducen los costos de transacción y de coordi-
nación. Se acelera la difusión del conocimiento y la innovación, lo que es un bien social
internalizado por el conjunto de empresas en el distrito. La interacción intensa en una
localidad genera derrames tecnológicos y economías externas y de escala para el conjunto
de empresas del distrito, que no podrían ser internalizados de estar cada empresa interac-
tuando con las otras a grandes distancias.
El modelo de Michael Porter sostiene que la diversidad e intensidad de las relaciones
funcionales entre empresas explican la formación de un complejo productivo y su grado
de madurez. Estas relaciones se refieren a la competencia entre empresas de la misma
actividad, las relaciones con proveedores de insumos y factores especializados. Porter
analiza el origen de la competitividad de las naciones con el objetivo final de desarrollar
un marco conceptual para orientar a los empresarios en la toma de decisiones, como para
la formulación de políticas industriales orientadas a promover el empleo y el desarrollo.
YUYAYKUSUN 519
Carlos Cavani Grau
Italia
Los consorcios exportadores nacieron en Italia en 1965, cuando las Pymes se unieron para
llegar a los mercados externos. Operan en forma autónoma o sirviéndose de la colabora-
ción del Instituto de Comercio Exterior (ICE) y de las Cámaras de Comercio Italianas
en el extranjero.
Italia tiene la particularidad de que las pequeñas industrias están concentradas en pe-
queñas ciudades, dando lugar a que la tradición y proximidad geográfica acaben creando
una red de confianza que facilite la asociación regional de las empresas (aglomeraciones o
clústeres) y la formación de consorcios exportadores.
De acuerdo a la legislación italiana el consorcio debe estar formado al menos por
ocho Pymes (cinco si la empresa tiene seda al sur de Italia), las cuales según el sector, la
ubicación y las finalidades previstas determinarán el tipo de consorcio.
El Estado, a través de distintas leyes, financia y contribuye al crecimiento de los con-
sorcios de exportación. Una de las principales leyes, la 83/89, otorga a los consorcios desde
hace 30 años un aporte financiero que varía de acuerdo al balance que presente cada grupo.
España
520 YUYAYKUSUN
Las ciudades productivas en el Perú
YUYAYKUSUN 521
Carlos Cavani Grau
La ciudad productiva fue el inicio de este proyecto para las microempresas. Hasta la fecha,
2005, son más de 20 mil Pymes generadas en estas ciudades productivas.
522 YUYAYKUSUN
Las ciudades productivas en el Perú
Sin embargo, reiteramos que la elección del conglomerado textil incipiente de Gamarra
como ciudad productiva no solo fue una decisión apresurada sino equivocada.
Un avance innegable es que Gamarra posee varias organizaciones empresariales, pero
unitariamente reunidas en la Coordinadora de Empresarios de Gamarra (Villarán, 1998).
Otro avance relevante es que nuestro emporio textil es agenda multisectorial por
institucionalizar su reciente nombramiento como la segunda ciudad productiva en Lima,
después de Villa El Salvador, que fue designada como la primera ciudad productiva en
octubre pasado.
La industria textil peruana ha sido muy exitosa en el mercado de las confecciones. Pocas
industrias textiles de otros países han logrado mantener un ritmo de exportaciones cre-
cientes en este segmento, como lo ha hecho la de Perú. El sector se caracteriza por lo
siguiente:
• Precios internos afectados por subsidios
• Producción nacional con tendencia decreciente
• Importaciones en aumento
• Excelente calidad de la fibra empleada
• Baja tecnología
• Precios del mercado reconocen calidad
• Demanda local en crecimiento
Según el MITINCI, 34 empresas generan más del 70% del valor agregado de la pro-
ducción de hilados y tejidos. En las industrias de hilados y textiles, según el Ministerio de
Industrias y Aduanas, las empresas grandes —con 201 trabajadores o más— son el 1%
de todas las empresas registradas formalmente en ambas industrias y concentran el 26%
de la mano de obra empleada y el 94% del valor exportado por ambas industrias. En la
industria de confecciones, las empresas grandes son también el 1% de todas las empresas
registradas formalmente en la industria y emplean el 8% de la mano de obra de esta in-
dustria y el 82% del valor exportado por ella.
YUYAYKUSUN 523
Carlos Cavani Grau
Aunque prácticamente sólo las empresas de mayor tamaño son las que exportan di-
rectamente, es muy frecuente que mediante la modalidad de subcontratación las grandes
empresas le compren productos a las medianas (21 a 200 trabajadores) y pequeñas empre-
sas (11 a 20 trabajadores). Estas, a su vez, contratan con frecuencia a las microempresas (1
a 10 trabajadores), tanto para la producción requerida para el mercado local como para
la exportación.
El 70.5% de las empresas de las industrias de hilados y tejidos y el 78% de las em-
presas de la industria de confecciones se localizan en Lima y Callao. En 2010 se han re-
gistrado 24,000 empresas en el rubro textil y emplean a 400,000 personas, directamente.
Comenzaremos dando una breve reseña de la importancia que tiene este aglomerado
textil-comercial. Gamarra continúa siendo el principal centro de abastecimiento y co-
mercialización del rubro textil, preferido por los comerciantes minoristas y mayoristas
básicamente por tres aspectos fundamentales:
1. Ofrece precios realmente competitivos y económicos que les permite sostener un
margen de ganancia «respetable», acorde al nivel de expectativas en un mercado gol-
peado por la crisis económica.
2. Permite acceder a una variedad de mercadería principalmente en el rubro textil, lo
que implica diversidad de diseños, prendas, calidades, colores y tallas.
3. Las confecciones están a la par de los nuevos estilos de la moda.
• Fortalezas
– Mejoramiento de la imagen del Perú a nivel internacional basado en la estabilidad y
crecimiento de la economía con respecto a sus países vecinos.
524 YUYAYKUSUN
Las ciudades productivas en el Perú
INDICADORES DE LA INVESTIGACIÓN
YUYAYKUSUN 525
Carlos Cavani Grau
• Debilidades
– Falta de una política adecuada de apoyo para las Pyme exportadoras.
– Falta de información y/o capacitación.
– Dificultades de financiamiento.
– No existe innovación tecnológica.
– Concentración de exportadores en un número reducido de empresas.
– Altos costos de transporte, servicios y sobrecostos laborales.
– La importación de ropa usada y las prácticas de contrabando, el subconteo, la
subvaluación.
• Oportunidades
– Apertura comercial.
– Liberación arancelaria.
– Acuerdos y convenios internacionales.
– Variedades de tejidos.
– No se ve la forma de trabajar con los empresarios norteamericanos a través de contra-
tos de maquila.
– Desarrollo del cluster textil a nivel mundial.
– Generar empleo.
• Amenazas
– Políticas que permitan importar masivamente productos textiles a precios bajos por
debajo de los costos nacionales o dumping (Asia).
– Competidores textiles (China, México).
– Factores que hacen peligrar la producción de algodón: productividad mundial, sub-
sidios, fenómeno de El Niño, calentamiento global y cambio al cultivo del maíz
amarillo.
526 YUYAYKUSUN
Las ciudades productivas en el Perú
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Cabello, León Martín. (2003). Apertura productiva y comercial de México. Premio Alejandrina.
Cavani Grau, Carlos. (2009). Consorcios, estrategias integrativas de marketing para el desarrollo
autosostenido de las MIPYMEs. Caso: MIPYMEs metalmecanicas del Parque Industrial de Villa
El Salvador. Tesis Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Gálvez, César y Carla Vicuña. (2004). Condiciones para la formación de Consorcios de exporta-
ción en las Pymes confeccionistas de Gamarra en el marco del ATPDEA.Tesis, URP-Perú.
Gonzales, Julia. (2006). Redes de la informalidad en Gamarra. Lima: Universidad Ricardo Palma,
Editorial Universitaria.
YUYAYKUSUN 527
Carlos Cavani Grau
Hernández Iglesias, José. (2005). Hacia una epistemología de la administración para Pymes en un
mundo globalizado.
Lemor, David. (2005). Lanzamiento del proyecto de Ciudades Productivas en Villa El Salvador.
Matos Mar, José. (2004). Desborde popular y crisis del Estado. Ediciones del Congreso de la
Republica.
Montigaud, Jean.www.mapa.es/ministerio/pagsbiblioteca/…/agri_1995.756.595.597.pdf
Sánchez Palacios, Humberto. (2004). Gamarra, hacia la conquista del mercado exterior. Lima:
Cámara de las Pymes Exportadoras del Perú – CAPYMEX.
Villarán, Fernando (1998). Capitalismo popular, pasión y gloria de la pequeña empresa en el Perú.
Lima: Ediciones del Congreso de la República.
528 YUYAYKUSUN
Imágenes y percepciones del mundo
celestial nocturno en los pescadores
de la costa norte del Perú
Pedro Jacinto Pazos
Resumen
Refiero la ruptura racional que se genera con el paso del tiempo y de la historia en las percepciones de
las personas, como efecto de la irrupción del sentido que se observa desde el mundo celestial nocturno
en los pescadores de la costa norte peruana. No se trata de llevar al extremo el sentido común, sino
de cómo dichas subjetividades son conocimientos con otras valías y explicaciones en los momentos
actuales, es decir, ubicar la percepción que irrumpe desde la etnografía y resquebraja esos sentidos
de omnipresencia siempre mítica, ritualista y religiosa prevista eternamente en el sentido racional
occidental de los antropólogos.
Abstract
It refers to the breach of the rational through the time and history of people’s perceptions as an
effect of the bursting of the sense noticed by the fishers on the northern coast of Peru. It is not to
take to the extreme, the common sense but how these subjectivities are other valuable knowledge
and explanations at the present time, that is, locate bursts from ethnography and break senses of
omnipresence always mythical, ritualistic and always provided religious eternally in western rational
sense of anthropologists.
Introducción
E
l presente artículo tiene por objeto explicar la memoria colectiva de los pescado-
res artesanales sobre el mundo celestial nocturno en la costa norte del Perú: ¿De
qué forma se perciben las imágenes en el mundo celestial nocturno por parte de los
pescadores artesanales en la costa norte del Perú?, es la pregunta eje que recorre el siguiente
trabajo. La explicación no trata de llevar al extremo el sentido común de los pobladores
de las caletas de pescadores de la costa norte, sino de cómo dichas mentalidades son cono-
cimientos con otras valías y explicaciones en los momentos actuales, es decir, ubicar la
percepción que irrumpe desde la etnografía y resquebraja esos sentidos de omnipresencia
siempre mítica, ritualista y religiosa prevista eternamente en el sentido racional occidental
de los antropólogos, sin entender los sentidos relacionales que la memoria y las men-
talidades presentan desde las lógicas de la vida cotidiana productiva de los pobladores.
Presento resultados iniciales de un proyecto en ciernes cuya investigación sigue en pie.
El estudio se basa en entrevistas y etnografías realizadas como parte de la observación
participante efectuadas en Huanchaco, Santiago de Cao (en Trujillo), Letirá y Becará de
Sechura (Piura).
La idea de irrupción del sentido en las imágenes desde una perspectiva común, bajo
lógicas de determinados planos conceptuales apertura espacios que de cierta forma puede
hacer describir y leer textos cuyas representaciones pictóricas han sido plasmados en gran
parte de la historia prehispánica del país. Si bien, las percepciones que se presentan son
de espacios y tiempos diversos, lo que lleva a esta explicación es que las imágenes que ten-
emos en las representaciones del mundo celestial nocturno de los pescadores de la costa
norte, se observan en la antigua cultura moche en sus íconos y murales allí presentes. Es el
caso de la Huaca de la Luna donde se ubica una representación pictórica o un gran mural
en la parte central, que bien puede representar la cosmogonía astronómica de dicha so-
ciedad y, que es el pretexto de la siguiente reflexión. Los avances de las últimas investiga-
ciones1 nos refieren que dichas imágenes bien pueden ser parte de una visión astronómica
de la vía láctea, donde se pueden observar imágenes del zoo terrestre y marino, así como
distintos instrumentos y herramientas que eran parte del aparejo de los pescadores de
aquella sociedad Moche precolonial.
Con la irrupción del sentido, refiero los planos e imágenes donde se obliga a percibir las
ideas y las formas, no bajo las lógicas de las perspectivas conceptuales nuestras —académica
o racionalmente descritas— sino dentro del pensamiento y las manifestaciones del sentido
común que requiere ya no de las reflexiones teóricas-conceptuales a las que nos adherimos
cuasi por inercia, en las ciencias sociales y, sin las cuales no iniciamos los proyectos de
investigación; refiero más bien, la ruptura racional que se genera con el paso del tiempo y de
la historia en las percepciones de las personas como efecto de dicha irrupción del sentido.
No se trata de llevar al prurito el sentido común sino de cómo dichas subjetividades son
conocimientos con otras valías y explicaciones en los momentos actuales. Las interrogantes
en cuestión son: ¿De qué forma se perciben las imágenes en el mundo celestial nocturno por
parte de los pescadores artesanales en la costa norte del Perú?, ¿Son la continuidad de las imágenes
prehispánicas o son parte de la memoria de los pescadores artesanales, producto de la racionalidad
y de la cotidianidad de sus sentidos de vida y de sobrevivencia? Y finalmente: ¿Se puede hablar
de divinidades y de sentidos rituales-religiosos desde esta perspectiva, en los pescadores de la costa
norte del Perú, actualmente?2
La irrupción del sentido es para referir las rupturas y la penetración dramática bajo las
cuales se vienen recreando las subjetividades del «mundo racional tradicional», producto
en un primer momento de la colonización de los espacios sociales y económicos que se
dan en la sociedad peruana actual, cuya irrupción devino con malicia en ideologización,
sometimiento y desgarramiento de la sociedad peruana producto de la dominación y
supeditación al mundo de la vida moderna. No se trata de pensar la irrupción del sentido
científico en las manifestaciones relacionales de los individuos del sentido común, sino
530 YUYAYKUSUN
Imágenes y percepciones del mundo celestial nocturno en los pescadores de la costa norte
3 Los textos base del siguiente trabajo son: Lorenzo Huertas (2000). Amelia García (2002) y, (1999) el libro de Jürgen
Golte (2009).
4 El trabajo de campo lo realicé en parte de diciembre del 2005 y el mes de enero del 2006, desde Chimbote, pasando
por Huanchaco, Cartavio, Santiago de Cao (Trujillo) hasta las playas de San Pedro (Sechura Piura), cuyos pescadores
tiene como residencia los pueblos de Letirá y Becará en Sechura, Piura..
YUYAYKUSUN 531
Pedro Jacinto Pazos
ellos observados en el cosmos celestial de las noches marinas5. Las preguntas de entrada,
son para explicar, qué representación tiene el cielo nocturno actualmente o cómo lo
percibieron ellos cuando eran pescadores artesanales. En realidad parte de su memoria
o recuerdos de cuando ellos salieron a pescar en sus épocas de niñez hasta el fin de sus
días en que dejaron de laborar en dicho oficio, como lo recalcan en su mayoría. Refiero
solamente el caso de cuatro informantes, el trabajo de campo abarcó exploraciones en
pescadores de Chimbote, Huanchaco, Santiago de Cao (Trujillo) y Sechura (Piura).6
Las respuestas que se obtuvieron por los pescadores acerca de sus formas de mirar el cielo
nocturno era la siguiente. Uno de ellos me cuenta: «Nuestros antepasados sabían todas esas
cosas, las mismas estrellas hacían figuras de muchas apariencias: formas de cristianos, formas
de aves, de todo. Y sobre eso uno ya se daba cuenta que tal lucero es. Por ejemplo, el lucero que
se llama las ‘tres marías’ son tres luceros, por eso se les llamaba el lucero de las tres marías que
indicaba, parecían que avanzaban y es tal hora. Las tres marías ya van acá, ya debe ser tal
hora. Igual con las mismas estrellas, eran los mismos luceros.
Había el «tirador» que le llamaban, se mostraba su balsa en las estrellas, y la persona
parada con su atarraya así también dibujada en estrellas con la atarraya extendida. Y todo eso
pues, ellos ya conocían bastante, ellos nos enseñaban a nosotros. El tirador así era su nombre:
allá va el tirador son la una o dos de la mañana, el tirador indicaba la hora!! Si oscurecía de
todas maneras en la noche aparecía. La oscuridad siempre, hay un cielo oscuro pero hay un
momento que aparece, siempre se tenía que estar al cuidado para ver las marcas, porque así
se llamaban ‘marcas’, así era su nombre. ‘El tirador’, igualito por ejemplo que si me paro así,
tiro la atarraya y la atarraya cae allá extendido, entonces yo estoy así jalando, y así aparece, en
dibujo completo, como si hubiera sido una persona que estaba allí. Y ese tirador indicaba todo,
horas, rumbo, hay que tirar rumbo, para decir al llegar a un puerto o una isla, y el puerto era
suficiente para mediar la fuerza de la vela, y que tenían que ver la maniobra de la vela, hay
nombres que tienen los aparejos.» (Lorenzo Vite, 70).
Aquí salen a relucir una suerte de reiteraciones que se puede resumir en las siguientes
imágenes: las tres marías, el tirador; en realidad un pescador con su atarraya y nada más.
Pero el balsero implica algo más, por lo que se agrega: la balsa. Y algo importante todos
estos son marcas. En sí los luceros son marcas son orientaciones, pero a la manera de los
pescadores de aquella época. Lo importante es que aparecen las imágenes como parte de
la cotidianidad existente no ven otros elementos sino algo que se asocie con sus sentidos
5 La palabra tiene distintas acepciones, solo espero se tenga presente como el espacio sideral, desde las perspectivas
científicas que la astronomía presenta. La visión católica cristiana que en las entrevistas se observa es parte de la
complementariedad de racionalidades que observamos.
6 Mis agradecimientos especiales a los señores que hacen posible el siguiente escrito: Agustín Eche, Lorenzo Vite, Eu-
genio Eche Saba en el caserío de Letirá (Sechura - Piura), y don Santiago Álvarez en el Nazareno (Cartavio - Trujillo).
La información es vasta pero mientras tanto los prolegómenos.
532 YUYAYKUSUN
Imágenes y percepciones del mundo celestial nocturno en los pescadores de la costa norte
7 Los informantes de Huertas (2000), lo refieren como ponemote o paramote cuyo significado expresa, las madrugadas
YUYAYKUSUN 533
Pedro Jacinto Pazos
A modo de conclusión
Con don Lorenzo Vite, el día 2 de enero de 2006, partimos a la playa San Pedro (Sechura)
a las once de la noche para observar el registro de imágenes que me había contado sobre
el mundo celestial nocturno por la tarde de ese día en su pueblito, Letirá de Sechura. Sus
visiones fueron tan cronometradas que todo lo veía en el cielo, miró las tres marías por el
lado noreste, que según él siempre marca las once de la mañana. Luego me mostró el río
Jordán, en sí la Vía Láctea, que era un gran trecho de nubes lúcidas y en los extremos del río,
al costado de las estrellas se observan las Cabrillas, que son varias estrellas que están juntas
como un cardumen de pescado. Luego, la atarraya, por el lado norte es como un círculo.
La figura del cristiano no lo ubicaba a pesar del esfuerzo, según él, porque daba mu-
chas vueltas. Todas las estrellas no son de un solo color, repetía. Ve también el escorpión,
luego se notaba el barco que eran seis luceros en el firmamento. Por el lado oeste, observa
constelaciones completas. Luego trata de observar el gallinazo, en sus diferentes colores,
unos rojos y otros claros. Todos tienen su hora para él. Luego el atarrayero que es una
rueda de estrellas. No ve niños, ni otras personas. Para la parte sur la cruz, y luego el batán
que está por el lado sur.
Es el mundo nocturno de hace milenios, donde quizás los moches, por extensión en
gran parte de la costa norte del Perú actual, dibujaron e hicieron astronomía a su manera.
Un mural lo tienen disponible en el patio central de la Huaca de la Luna. Lo curioso,
nunca los informantes se refirieron a dichas imágenes como deidades o divinidades del
534 YUYAYKUSUN
Imágenes y percepciones del mundo celestial nocturno en los pescadores de la costa norte
mundo andino o el mundo cristiano católico, salvo referencias bíblicas como el río Jordán
producto de los tiempos más actuales. No existían como sentidos de adoración o de culto.
Y claro, eran los sentidos de sobrevivencia los que hacía de esta cultura mirar la vía láctea
como mirar imágenes en su espacio terrenal.
Referencias bibliográficas
García, Amelia. (1999). Los culpables desconocidos. Pescadores artesanales y medio ambiente en la
reserva nacional de Paracas. Lima: UNMSM/NSC.
——————. (2002). Conversación entre los pescadores artesanales, y las aves, la mar y los
astros en Paracas – Pisco. Revista Scientia No. 4, Lima: CIURP.
Golte, Jürgen. (2009). Moche. Cosmología y sociedad. Una interpretación iconográfica. Lima: IEP
y CBC.
Huertas, Lorenzo. (2000). La costa peruana vista a través de Sechura. Espacio, arte y tecnología.
Lima: URP y Municipalidad de Sechura.
López Austin, Alfredo y Luis Millones. (2008). Dioses del norte y dioses del sur. Religiones y cos-
movisión en Mesoamérica y los Andes. Lima: IEP.
YUYAYKUSUN 535
ENTREVISTA
Conversando con John Beverley:
«Un giro neoconservador o neo-arielista
en el pensamiento latinoamericano...»
Carolina Ortiz Fernández y Julio Mejía Navarrete
A
fines de abril, nos reunimos con John Beverley, investigador y profesor de notable
trayectoria intelectual que desde la Literatura con una mirada inter y transdis-
ciplinaria reflexiona sobre la sociedad y la cultura en América Latina. Beverley
es profesor de literatura y lenguas hispánicas en la Universidad de Pittsburgh en donde
compartió cátedra con Antonio Cornejo Polar. Fue uno de los fundadores del proyecto
de los estudios culturales en los Estados Unidos y coordinador del Grupo de Estudios
Subalternos Latinoamericanos entre 1992 y el 2002. Con Sara Castro-Klarén dirige la
serie editorial Illuminations: Cultural Formations of the Americas para la prensa universita-
ria de la Universidad de Pittsburgh, y es director asociado de publicaciones del Instituto
Internacional de Literatura Iberoamericana, ubicado en esa misma universidad. Es miem-
bro del colectivo editorial de la revista de teoría crítica boundary 2. Beverley nació en
Venezuela y vivió su niñez y adolescencia en el Perú en los años cincuenta del siglo XX
cuando su padre fue funcionario de la International Petroleum Company. Hizo sus prime-
ros estudios en el colegio Markham. En una de sus conferencias en Lima, a la que regre-
só después de 50 años, calificó su formación temprana (caracterizada por la migración)
como la de un «third culture kid», «niño de la tercera cultura», concepto tomado de la
psicología social que designa a alguien cuya identidad personal y nacional está formada
en un lugar entre el país de origen de sus padres y el país donde actualmente pasa su
juventud, y que tiene que sintetizar en su propia persona los elementos de ambos. De
allí su interés vivencial por América Latina. Participamos en la conversación Julio Mejía
Navarrete y Carolina Ortiz Fernández.
—Carolina Ortiz Fernández: ¿Cuáles son los problemas que abordarás en tus conferen-
cias en Lima?
—John Beverley: Bueno, hablaré de la trayectoria de lo que se podría llamar «los estu-
dios»: culturales, poscoloniales, subalternos, de la mujer, etc. Y de la contienda entre la
academia latinoamericana, que quiere reafirmar su propia autoridad y estas corrientes
que vienen de Estados Unidos, de Inglaterra, de Francia y que quieren imponerse —el
tema del último ensayo de Antonio Cornejo Polar. ¿Cómo se llama? ¿Te acuerdas? ¿Lo
conocen?
—C. Ortiz: Sí claro, «Mestizaje e hibridez, los riesgos de la metáfora…». Julio viene de
las ciencias sociales, pero también está interesado en una lectura transdisciplinaria de
América Latina.
—J. Beverley: Bueno, Antonio escribió ese famoso y último ensayo quizás sabiendo que
iba a morir. Es sobre todo una reflexión angustiada sobre el hecho de que el discurso
latinoamericanista había llegado a ser dominado por la discusión en inglés sobre teoría
cultural respecto a América Latina, por ejemplo, el concepto de hibridez… Antonio ha-
blaba de «el poco honroso final del hispanoamericanismo…».
—J. Mejía: Precisamente sobre ese concepto, Antonio Cornejo Polar enfatiza más la
heterogeneidad…
—J. Mejía: A diferencia de los estudios culturales que pareciera que ponen énfasis en
el concepto de hibridez. Para la hibridez más bien hay un solo camino, pareciera de
mestizaje…
540 YUYAYKUSUN
Conversando con John Beverley
—J. Mejía: Pero, en ese contexto de cambio de los estudios culturales a los estudios
subalternos, también, en América Latina surgen otras propuestas teóricas como los estu-
dios post coloniales o podemos decir también, la propuesta de la colonialidad del poder.
¿Cómo ves esta relación entre los estudios subalternos con estas propuestas?
YUYAYKUSUN 541
Carolina Ortiz y Julio Mejía
términos generales post colonial en el sentido de que los problemas que Gramsci articu-
laba y que después los historiadores hindúes, el grupo de estudios subalternos surasiáticos
articulan, surgen, hasta cierto punto, de la integración entre modernidad y lo que Aníbal
Quijano ha llamado la colonialidad del poder. Eso quizás es el momento fundamental de
todo eso, ¿no? El descubrimiento de la teoría postcolonial no es que la modernidad es lo
que ocurre después de la colonia y la colonización en el siglo XIX y XX sino que la mo-
dernidad europea, la inauguración del proyecto de la modernidad europea es co-extensiva
con la colonización y no separada de la colonización. Entonces, es la modernidad misma
que hay que pensar con nuevos ojos-aún las formas socialistas de modernidad, como el
comunismo soviético en donde se pensó erróneamente que el comunismo podía produ-
cir mejor la modernidad que el capitalismo: es decir, la idea de cómo debe ser la nación,
cómo debe ser la educación, la secularización, la destrucción del campesinado como clase
por no ser moderno, la industrialización, todos los elementos del control biopolítico de
poblaciones, la segregación de poblaciones, la relación paradójica entre modernidad y
racismo…
—J. Mejía: Podemos decir que en América Latina se funda un tipo de modernidad colo-
nial, como dos aspectos de un mismo fenómeno a partir de la conquista. No se trata de
que la modernidad es para América Latina un hecho externo que no está, es parte de; es
un mismo proceso de constitución.
—J. Mejía: En ese sentido, hablar de modernidad en el Perú, supone un proceso, como
muy bien lo señalas… un proceso subyacente al propio origen, podríamos decir, de la
América Latina moderna. ¿En qué medida esto cambia la historia para América Latina?
¿Podemos hablar de una historia nueva o una continuación de la historia?
—J. Beverley: No soy historiador, pero siempre pienso que mi trabajo está en diálogo
sobre todo con la historia, con historiadores, aunque a veces hablan pestes de nosotros
en la crítica literaria y cultural. Dicen que hemos tomado el giro lingüístico o hablan de
otros historiadores como si hubiesen sido infectados por algo… «¡ah!, fulano de tal está
tomando el giro lingüístico», lo cual quiere decir que está empezando a hablar de poses-
tructuralismo, que está desconstruyendo el propio discurso histórico. Pero ¡está bien to-
mar el giro lingüístico! Es lo que hicieron los del grupo de estudios subalternos asiáticos.
Eran historiadores, algunos sociólogos y antropólogos que decidieron tomar en serio lo
que estaba pasando en la crítica y la teoría literaria posestructuralista y aplican eso a su
propio trajín, descubren nuevas maneras de hacer historia y esas maneras vienen a ser
una interrupción de la idea de la historia como continuidad, como una narrativa que va
desde el pasado hasta el estado presente en un «tiempo homogéneo» como decía Walter
Benjamin. El tiempo de la modernidad capitalista. Yo llamo esa manera de escribir his-
542 YUYAYKUSUN
Conversando con John Beverley
toria despectivamente, a veces, la historia como la biografía del estado; es una biografía
de un sujeto —el Estado— que después de muchas complicaciones y contradicciones ha
llegado a ser un sujeto maestro… o no tan maestro, pues porque puede haber quizás un
estado pícaro o subalterno también…
Los subalternistas debemos tener un concepto de la historia que hace el corte sincró-
nico, que capta esos momentos en que la historia puede ir en varias distintas direccio-
nes… Desde el presente, la historia va en esta dirección, pero podría haber ido en otra
dirección. Túpac Amaru podía haber ganado la rebelión, ¿qué hubiera pasado entonces?
No sabemos, pero Perú no sería como país un Estado-nación tipo Revolución Francesa…
—J. Beverley: Florencia Mallon en su libro Campesino y Nación hace una comparación
entre la historia moderna del Perú y la historia moderna de México, argumentando que
en el caso de México los grupos subalternos-campesinos tuvieron mayor incidencia en la
formación del Estado moderno.
—J. Mejía: Le preguntaba esto porque quisiera saber su opinión sobre la posibilidad de
desarrollo de una civilización en el área andina. ¿Es posible una civilización que emerja
del siglo XXI en adelante en el área andina, con todos estos elementos que hay?
—J. Beverley: No sé, realmente eso va mucho más allá de mi competencia, además no sé
si el deseo del movimiento o mejor de los movimientos indígenas, es constituirse como
una civilización andina aparte o autónoma o más bien desde la situación andina redefinir
la naturaleza de la nación-estado o de las naciones-estados a las cuales pertenecen. Eso
sí, yo creo que lo nuevo de las demandas indígenas o africanas, no es que están pidiendo
reconocimiento… creo que los estados latinoamericanos, aún los más reaccionarios como
Colombia, han dado reconocimiento al carácter multicultural de la sociedad. Yo creo que
el reto del movimiento indígena es un poco más radical, el movimiento indígena quiere
redefinir la identidad misma de la nación-estado, desde su situación histórica.
—J. Mejía: Y la modernidad, para el caso nuestro, es una modernidad colonial. Entonces,
¿se trata de redefinir la nación dentro de este orden colonial?
—J. Beverley: Más allá del orden colonial. Ernesto Laclau tiene un famoso momento
donde dice en efecto: bueno, los movimientos populistas siempre reclaman la nación,
pero lo que se puede entender por la nación puede ser muy distinta en contextos distin-
YUYAYKUSUN 543
Carolina Ortiz y Julio Mejía
tos. Hay una nación feudal que tiene un carácter territorial bastante limitado, de conda-
dos o de algo así como los reinados en la España medieval. Había como veinte reinados
distintos con distintos idiomas. Eran naciones, gallegos, castellanos, catalanes, árabes,
etc. Pero no eran naciones en el sentido de España y Portugal, es decir, naciones-estados
absolutistas que se imponían sobre una heterogeneidad territorial previa.
En el reclamo en favor de la nación del pensamiento liberal burgués: «vamos a crear
la nación en contra de los poderes coloniales», se entiende otra cosa por la nación, se
entiende algo más como el Perú, o los Estados Unidos. Finalmente, dice Laclau, hay el
reclamo de la nación en pensamiento comunista, antiimperialista. En el pensamiento de
Mao, por ejemplo, el bloque popular de la nación china lucha contra los invasores a favor
de una estado nacional nuevo, post feudal y post capitalista a la vez. En todos estos tres
casos, se apela a una idea de «nación», pero lo que es la nación concretamente en cada
uno de los casos es algo bastante diferente. Claro, uno puede decir que la nación china
o la idea de China o de la Unión Soviética todavía conllevan la colonialidad del poder,
y en eso estaría de acuerdo con la idea que hay una conexión fatal entre la forma de la
nación-estado y la modernidad. Pero, siguiendo el argumento de Laclau, no sé si no hay
o no pueden imaginar otras posibilidades poscoloniales de «nación», de nacionalidad
o territorialidad nacional que no podrían ser relevantes, por ejemplo la redefinición de
Bolivia como una Estado Multinacional. Y ya estamos viendo la emergencia de nuevas
formas de territorialidad extra-nacionales en la relación entre los nuevos gobiernos de
izquierda en América Latina. Desafortunadamente Perú no está participando en eso. Pero
hay el ALBA, TELESUR, CONASUR, nuevas formas de cooperación interamericana…
Como saben, había una posibilidad de un golpe de estado en Bolivia hace unos dos años
—la burguesía de Santa Cruz estaba armando un lío, sin duda con la ayuda de Bush—.
Bachelet tuvo una reunión en la Casa de la Moneda con ocho gobiernos latinoamericanos
incluyendo a Brasil y pararon el golpe, dijeron no vamos a aceptar un golpe.
Eso es una nueva forma de solidaridad interamericana que apunta hacia la noción de
que América Latina está evolucionando hacia unas nuevas formas de cooperación regional y
de afirmación identitaria. Todavía es muy nebuloso ese proyecto…, pero hay por lo menos
la posibilidad «bolivariana», si se quiere, de que de América Latina se podría pensar más
como una nación de naciones, una nación multinacional. No sólo América Latina como tal
sino cada país de América Latina. La idea del estado multinacional es algo que desarrolló el
teórico del marxismo austríaco, Otto Bauer, en un libro que escribe a principios del siglo
XX, La cuestión de las nacionalidades y la social democracia. Para mí es un libro muy intere-
sante y muy olvidado, porque la posición que llegó a dominar en el movimiento socialista
y comunista fue más bien la posición articulada por Lenin y Stalin: que la nación es una
unidad de idioma, de mercado, de carácter nacional. Cuando los bolcheviques hacen la
organización de la Unión Soviética, imponen ese modelo. Es decir, dicen: vamos a tener
una república ucraniana, el lenguaje oficial va a ser ucraniano, la cultura va a ser ucraniana,
en vez de decir: vamos a tener una nación soviética, pero esa nación va a ser una nación
multinacional, una nación de naciones, con muchas diferentes culturas y territorialidades
544 YUYAYKUSUN
Conversando con John Beverley
«nacionales» dentro de sí. En el ideal unitario de la nación, por ejemplo ¿qué iban a hacer
los soviéticos con los judíos? Evidentemente eran una identidad nacional en Rusia, pero no
habitaban un territorio contiguo. ¿Cómo crear un estado judío? Querían crearlo, pero como
los judíos estaban esparcidos por todo el espacio en la Unión Soviética, no podían crear un
estado judío. Si crean un estado como Ucrania que es principalmente ucraniano, pero que
tiene una fuerte minoría que es todavía rusa. Pero si se piensa en la nación como una nación
de naciones y que la identidad misma de la nación es multinacional, es decir, una nación
que contiene muchas nacionalidades, esa es otra situación.
—C. Ortiz: Es lo que ha ocurrido frente a propuestas como, por ejemplo, el barroco
entre otras, finalmente hay una reelaboración de los subalternizados…
—J. Mejía: Esa era la idea, un poco conforme van las aspiraciones del movimiento indí-
gena más allá de esas propuestas que uno observa.
—J. Beverley: Como dije antes, Bolivia se define ahora como un Estado plurinacional.
—J. Beverley: Si el Estado colombiano actual se define como pluricultural, quiere decir
que no hay una contradicción inevitable entre el principio del multiculturalismo y una
modernidad neoliberal.
—J. Mejía: Pero más allá de eso, eran las propias aspiraciones del movimiento indígena,
que de alguna manera podemos decir… uno se pregunta: ¿hacia dónde va esto? O una
nación, o un Estado pluricultural o una civilización… por eso le hacía esa pregunta, ¿cuál
es la perspectiva?, porque de lo contrario, me parecería que podemos estar, de alguna ma-
nera, remando en esta dirección de… que… como lo decíamos, lo pluricultural no está
reñido con la derecha, ni está reñido tampoco con los gobiernos conservadores.
YUYAYKUSUN 545
Carolina Ortiz y Julio Mejía
—J. Mejía: Claro, también podría estar reñido si consideramos cuál es la relación con la
naturaleza…
—J. Beverley: Es muy fundamental en las peleas actuales. Todas tienen que ver con la
minería, el petróleo, el gas…
—J. Mejía: Son aspiraciones claras del movimiento indígena, porque atacan directamen-
te a cambiar el valor de la tierra, del territorio, de la ecología. Ya no es más propiedad
privada, ya no es más capital, entonces ahí hay una aspiración. Esa era la pregunta: ¿hacia
dónde va esa aspiración? Será… ¿nación? no sé hasta qué punto…
—J. Beverley: Algo nuevo está pasando, la aparición de nuevas formas de gestión políti-
ca, no sólo en los movimiento sociales, sino también en las articulaciones hegemónicas de
posiciones que quieren «devenir el Estado», para usar una frase de Laclau. A diferencia de
los reclamos para ser reconocidos como autonomías por el Estado. No hay tanta diferen-
cia entre esas demandas y el caso de la república de indios colonial, donde los indígenas
elegían sus propios representantes ante los españoles…
¿Qué va a pasar? Lo único que para mí es evidente es que está creciendo la pobla-
ción indígena andina rápidamente, demográficamente… Quizá también hay cambios
psicoideológicos de identificación, de personas que antes se consideraban mestizas o que
querían mestizarse en la dirección de la cultura dominante blanca, y que ahora están más
cómodos en identificarse como indígenas… Es decir, la identidad no es solo un hecho, es
también un valor, una posibilidad de imaginación.
—J. Mejía: Yo creo que es fundamental lo que pasa en la literatura, porque la literatura
nunca ha perdido esa capacidad de imaginar. La sociología un poco que ha perdido esa
capacidad de imaginar, ¿no?
—J. Beverley: Poco rico ha sido el diálogo entre las dos, porque la literatura en sí puede
fácilmente, como Carolina sabe, llegar a una especie de complacencia esteticista de poder
dominar las complicaciones del mundo, porque puede ponerlos en una forma elegante o
linda o vanguardista. Y por otro lado la sociología puede pecar sencillamente de coleccio-
nar los datos y llegar a las conclusiones sin otra meta.
Volviendo a la cuestión indígena, tal vez sirva de algo recordar a una encuesta hecha
en Bolivia en el 2000. Parece que en ese año, el 45% de la población boliviana se de-
546 YUYAYKUSUN
Conversando con John Beverley
—J. Mejía: En el caso nuestro también ocurrió un proceso parecido. El indígena prác-
ticamente no existía. En los últimos años, el movimiento indígena da la impresión que
ocupa un lugar principal en el país, por consiguiente, la identidad, puedo decir, indígena,
comienza a ganar espacios. En Lima, por ejemplo, antes ya no se hablaba quechua; en
realidad, no es que no se hablara, se negaba hablar quechua. Ahora, se acepta, comienza a
aceptarse que se habla quechua, entonces, yo creo que ese es el inicio de un cambio en esa
dirección. Aparentemente, el Perú es una población mestiza en forma mayoritaria, que se
reconoce mestiza; pero que es indígena.
—J. Beverley: Además la situación mestiza concreta sigue siendo definida por el modelo
colonial del mestizaje. El mestizaje en ese sentido es un proceso en la dirección de lo euro-
peo, por ejemplo en el espectro normativo de color de la piel, donde cuanto más «blanco»
más se aproxima al polo positivo y cuanto más «negro» o «moreno» más se aproxima al
polo negativo de lo indígena o negro.
Tenía un estudiante guatemalteco que es claramente un mestizo, aun más, un mes-
tizo cuyos padres habían emigrado a Estados Unidos. Su madre trabajaba como criada
en un hotel de Chicago y él se crió en Chicago. No hablaba español bien, pero fue a la
universidad y comenzó a estudiar español, de repente se le ocurre la idea de hacer una
maestría en literatura, leyó unas cosas sobre literatura centroamericana mías y de otros
colegas de Pittsburgh —hubo una época en que escribí mucho sobre la literatura centro-
americana y su relación con el proceso revolucionario—. Vino a estudiar con nosotros,
pasaron los años y comenzó a interesarse por la cuestión postcolonial, y de repente co-
menzó a declararse indígena. En sus trabajos en vez de decir: «los indígenas de América
Latina…» en tercera persona, dice ahora: «Nosotros, los indígenas de América Latina...»
y reclama esa identidad. ¿Es en cierto sentido, su derecho no? Porque es mestizo, pero es
YUYAYKUSUN 547
Carolina Ortiz y Julio Mejía
un mestizo que en vez de identificarse con el polo más blanco lo hace con el polo opuesto,
el polo indígena. Es decir, siempre hay en la identidad una dimensión de impostura, aún
en la identidad más arraigada en la biología hay algo de impostura.
—C. Ortiz: En Lima se han creado varios postgrados en estudios culturales. ¿Qué
apreciación tienes al respecto? ¿Te parecen pertinentes? ¿Cuáles son tus observaciones y
sugerencias?
—J. Beverley: Me parece muy importante… una cosa muy positiva. Había una dimen-
sión política en el proyecto de estudios culturales, es decir, abrir el campo del conoci-
miento académico un poco más a la presencia, y no simplemente a la representación de
las capas populares. Porque si uno quiere tomar en serio la cuestión de la cultura popular,
tiene que darle la misma atención hermenéutica que uno daría, por ejemplo, a una novela
o a un poema barroco o algo así… Es más, uno tiene que reconocer una capacidad her-
menéutica en el mismo sujeto popular o subalterno. La cuestión de la hermenéutica de la
cultura popular me parece muy importante, porque es a través de la cultura popular que
grandes sectores de la población se ocupan de los eventos del día y reflexionan en torno a
ello. Gramsci tiene un famoso dicho: «Todo hombre es filósofo». Es decir, la filosofía no
es una cosa reservada a solo un grupo de intelectuales que tienen la capacidad de pensar
en cierta forma. Toda persona, no importa quién, tiene una concepción del mundo, trata
de actuar de acuerdo con esa concepción del mundo, reflexiona sobre el mundo, deriva
consecuencias, lecciones, experiencias; crea una especie de filosofía personal… Y eso es lo
que en principio capta estudios culturales. Entonces hay un impulso igualitario que me
parece muy importante en estudios culturales…
Hay por otro lado el peligro, claro, que estudios culturales se convierta en una especie
de costumbrismo postmoderno: «Ah, vamos a representar la violencia urbana, las tele-
novelas, la cultura del narcotráfico» –la cultura del narcotráfico está muy de moda como
tema en los estudios culturales norteamericanos y también en América Latina. Hay el
peligro de cierto costumbrismo que no es muy distinto al costumbrismo oligárquico del
siglo XIX, donde se afirmaba: ‘Si, vamos a representar a los campesinos, a los indígenas o
los pícaros urbanos, pero desde cierta distancia cómoda, que nos permita poner cuadros,
escenas campesinas, andinas en la pared de nuestra casa en San Isidro». Cuando era niño
en Lima, en nuestra casa en Miraflores teníamos cuadros costumbristas, andinos, recuer-
do bien… Y ese es el peligro que yo vería en estudios culturales; pero aún así, creo que
hay que hacerlo, pero siempre alerta de sus limitaciones. Como dije antes, fue ese sentido
de las limitaciones de estudios culturales precisamente lo que me llevó a la posición de
los estudios subalternos. Sin embargo, yo creo que es importante hacer la lucha por los
estudios culturales, como lo están haciendo tanto en San Marcos como en la Católica. Un
poco combatida la situación en la Católica. Anoche conocí que se quiere imponer allá un
currículo ultra tradicional. No puedo imaginar lo que sería eso. Sería como volver a fina-
les del siglo XVIII. Uno de los rectores de la Católica manifestó que si gana el arzobispo y
548 YUYAYKUSUN
Conversando con John Beverley
el Opus Dei sería difícil enseñar hasta a Vargas Llosa. Y no estamos hablando de estudios
culturales o subalternos! O ¡queer! ¿Qué diría el arzobispo de los estudios queer en la
Católica? Estamos hablando de la dificultad de enseñar a Vargas Llosa o Freud, porque
a los del Opus no les gusta Freud porque es un pensador «heterodoxo», «peligroso». En
ese sentido la lucha por los estudios culturales es una lucha importante y progresista…
—J. Mejía: Si hacemos un balance de los estudios culturales, de los últimos años, ¿cuál se-
ría ese balance en términos académicos? ¿En qué medida ha contribuido América Latina?
—J. Beverley: Depende del país. En los Estados Unidos mi impresión es que el proyecto
de estudios culturales ha llegado a un límite de eficacia. Fue un proyecto muy dinami-
zador, pero con fuertes tensiones dentro de ella. Nació un poco como un proyecto de
intelectuales de izquierda o identificados con la izquierda. La escuela de Birmingham
en Inglaterra, que fue el centro que produce la idea de los estudios culturales, fue un
centro de estudios muy conectado con el Partido Laborista y también con intelectuales
identificados con el Partido Comunista. Entonces la idea de producir una imagen de la
cultura de las clases obreras en Inglaterra era como un impulso solidario. Y en Estados
Unidos no hay duda que el proyecto de estudios culturales nace en cercana relación con
la militancia de la llamada generación de los sesenta, parte de la cual comienza entrar a
las universidades, y conseguir posiciones en Ciencias Sociales y en Literatura en los años
setenta y ochenta. Y es parte de nuestra experiencia también personal con la cultura po-
pular. Mi generación tiene una visión positiva de la cultura popular, quizá sobre todo por
nuestra experiencia con el cine, la televisión y la música popular, el rock. En ese sentido,
había una dinámica progresista, democratizadora en el impulso de estudios culturales;
pero pronto llegamos a tener la sensación que había una extraña coincidencia entre lo
que estábamos proclamando como una nueva moda académica, supuestamente izquier-
dizante, y por lo menos democrático, popular, igualitario ante la autoridad tradicional
de la literatura culta-- una extraña coincidencia con el neoliberalismo; que también des-
territorializaba el campo de las autoridades de las oligarquías intelectuales, pero de una
manera mucho más brutal y efectiva en cierto sentido, simplemente eliminando prácticas
culturales que no eran comerciales, destruyendo por ejemplo el cine latinoamericano
que se había creado con subsidios del estado. Estaba mirando el periódico y no veo una
película peruana en Lima hoy…
Eso es un efecto negativo de los estudios culturales, en cierto sentido, porque dicen:
«estamos atacando las jerarquías valorativas tradicionales, incluyendo las humanidades y
las artes, queriendo dar cierto protagonismo a un sujeto popular y a un gusto que expresa
el sentimiento popular», pero paradójicamente parece que fue el neoliberalismo que supo
articular mejor esa meta. Esa sería la limitación de los estudios culturales, si no tiene cui-
dado, puede sintonizar con cierta lógica neoliberal del mercado, Una expresión peruana
de eso sería el neopopulismo de las teorías de Hernando de Soto, sobre un capitalismo
democrático, que da a los pobres las posibilidades de lo que se llama…
YUYAYKUSUN 549
Carolina Ortiz y Julio Mejía
—J. Beverley: Capitalismo popular, exacto. Ese es el riesgo de los estudios culturales, de
constituirse en una versión cultural, académica del capitalismo popular.
—C. Ortiz: ¿Qué sugerirías en el ámbito académico? Me explico, por un lado existe una
necesidad de diálogo entre las múltiples disciplinas, hay también una postura transdisci-
plinaria y otra ciertamente conservadora. ¿Cuál es tu apreciación?
—J. Beverley: No sé hasta qué punto se podría generalizar. Por un lado hay algo que po-
dríamos llamar un giro neoconservador o neo-Arielista en el pensamiento latinoamericano,
que es la idea que hay que restablecer, contra la idea interdisciplinaria de la «teoría» y los
«estudios» la autoridad de las disciplinas tradicionales tanto en las ciencias sociales como en
literatura, restablecer el criterio de valor estético, la valoración de obras de arte complicadas,
la metodología científica y los criterios disciplinarios… «¿Por qué hablar del testimonio?»
preguntan en el campo de los estudios literarios. «El testimonio realmente es una cosa muy
inferior, tenemos que enseñar a nuestros estudiantes lo mejor, y lo mejor es la literatura cul-
ta». A veces, este cuestionamiento viene paradójicamente de intelectuales identificados con
la izquierda: Beatriz Sarlo en Argentina sería un ejemplo de esto. Entiendo esta posición,
entiendo que es en cierto sentido una respuesta al ataque neoliberal a la universidad. Pero es
una posición neoconservadora; es decir, es una posición que quiere aplastar o marginar toda
una serie de problemas —me refiero al debate sobre el testimonio, los estudios culturales,
los estudios subalternos, la cuestión postcolonial, etc.— que pueden contribuir a afectar el
futuro de América Latina, porque tienen que ver con la manera en que se piensa la identi-
dad latinoamericana, la política, los valores, el multiculturalismo.
Entonces, me parece que hay que mantener una especie de balance entre la defensa
de la universidad y de la integridad de las disciplinas contra políticas que quieren simple-
mente privatizar o convertir la universidad en escuela profesional técnica administrativa,
deshacerse de las humanidades, por un lado, y por otro lado mantener abierta estas pre-
ocupaciones inter o post disciplinarias, que abren el campo de las disciplinas hacia nuevas
posibilidades políticas y sociales. Mi solución personal es sigo haciendo lo que siempre
hice, que es literatura. Leo novelas esencialmente, comento novelas —desde el punto de
vista del canon tanto como de textos que están fuera del canon, como el testimonio—
pero de una forma que está guiado por todas estas cuestiones que han surgido de los
estudios subalternos, postcoloniales y culturales. A veces eso implica que, en el mismo
acto de leer la literatura estoy cuestionando la autoridad de la literatura y de la «ciudad
letrada», buscando esos momentos en que la obra literaria produce discontinuidades o
contradicciones internas, en vez de mirar los momentos en que la obra logra dominar o
mediatizar contradicciones. Es decir, hago una lectura «negativa» de la obra literaria. Pero
me mantengo dentro de cierta autoridad disciplinaria… cierta competencia profesional
como una persona que conoce la literatura española y latinoamericana, que conoce la
550 YUYAYKUSUN
Conversando con John Beverley
teoría literaria, y que va a impartir todo esto a sus estudiantes también. Es decir, no sólo
estudios culturales, subalternos; también tendrán que saber algo de la historia literaria, los
debates sobre el modernismo, el barroco, etcétera...
—C. Ortiz: Y en esa línea, cuál es tu apreciación sobre conceptos como neobarroco.
—J. Beverley: Bueno, tengo una fascinación especial con el barroco. Comencé mi carrera
como gongorista. La cuestión del barroco en la cultura latinoamericana es una cuestión
fundamental y siempre se está reinventando. Mi posición como tú sabes Carolina, ha
sido siempre de dudar acerca de la teoría de que el barroco puede ser el eje vertebrador
de la cultura latinoamericana, por las mismas contradicciones de colonialidad de poder
del que hemos hablado. El barroco sería precisamente la forma una modernidad obsoleta,
una modernidad colonial. El barroco es la superestructura cultural hegemónica de esa
modernidad colonial…
—J. Beverley: ¡No sé todavía! Hace cincuenta años, más de cincuenta años que no vuelvo.
—J. Beverley: ¿Caótica? Claro, pero no tan caótica como me decían, que el tráfico era
horrible. Estuve en China y Corea hace unos meses. El tráfico en Corea, en Seúl, es diez
veces más complicado que el tráfico en Lima. Uno se mueve como en un río estancado,
por cada cuadra pasa media hora. Y aquí parece que la ciudad se mueve más… Veo en
Lima la proliferación de algo que no me gusta, pero que es característico no sólo de ciu-
dades latinoamericanas, sino también asiáticas: bloques de apartamentos en espacios de
lo que eran antes casas de un piso o dos pisos… esas casas se están destruyendo, y están
poniendo estos bloques horribles como el que está a nivel de nosotros, con paredes que
más parecen como una cosa de pesadilla. Uno se va ajustando. Al inicio hay un choque,
porque la memoria que tengo de Lima, a comienzos de los cincuenta —la época de
Conversación en La Catedral— no es de apartamentos grandes sino de casas simples, qui-
zás de vez en cuando unos cuantos apartamentos de tres pisos o dos, con ese estilo que
dominaban las casas de inicios de siglo XX en Miraflores…
—J. Mejía: ¿Qué impresión tienes del mundo académico? ¿Qué impresión te genera?
—J. Beverley: Una recepción muy agradable para mí… Yo dudaba que tendría algo
interesante que decir, pero parece que la gente es bastante receptiva… quizás porque los
YUYAYKUSUN 551
Carolina Ortiz y Julio Mejía
peruanos son muy hospitalarios. Siento que de una forma u otra han llegado elementos
de mi trabajo tanto a San Marcos como a la PUCP… han habido debates, eso siempre
es alentador. Esa fue una de las razones del viaje realmente, porque la conexión entre el
mundo académico en un país como el Perú y el latinoamericanismo académico norte-
americano es o bastante débil o combatida. Es en parte un problema de idioma, como
sugería Cornejo Polar en ese ensayo que mencionamos al principio. Además no hay mu-
chas conexiones a veces entre lo que se hace en un país y en otro país. Hay una discusión
literaria-teórica bastante interesante en Bolivia, pero tengo la impresión que solo es muy
parcialmente conocido aquí. Pero, sí, ha sido bastante agradable la recepción.
552 YUYAYKUSUN
TESTIMONIO
«Yo asistí al sepelio de mi padre»
Testimonio de la primogénita del Amauta
Gloria María Mariátegui Ferrer1
C
uando mi padre murió yo tenía diez años cinco meses de edad. El 16 de abril de
1930 fue un miércoles de Semana Santa. Ese día, cuando regresé del colegio, ha-
bía en mi casa una atmósfera extraña, los adultos hablaban en voz baja, no enten-
día bien qué estaba pasando. Vi a mi madre, a mi abuela y a mis tíos muy consternados.
1 Nació en 1919, tiene 91 años. La fotografía de Gloria María que ilustra este testimonio fue tomada por José Carlos
Mariátegui en 1925.
556 YUYAYKUSUN
RESEÑAS
Reseñas
YUYAYKUSUN 559
Reseñas
cultural sin precedentes, del que fue parte sobre el Perú que no generaron un auténtico
fundamental la prensa escrita, fomentando debate. Con excepción del polémico debate
el surgimiento y florecimiento de publicacio- entre Mariátegui y Sánchez en torno al indi-
nes y de revistas de gran trascendencia como genismo, el cual se desarrolló básicamente en
Variedades, Amauta, Mercurio Peruano, el espacio de las revistas Mundial y Amauta.
Colónida, Mundial y Monos y Monadas. La abundancia de reflexiones globales se de-
En este contexto, las primeras décadas bió en parte a la existencia de los cafés, las
del siglo XX, surgieron las figuras que lue- oficinas de redacción de los periódicos e ins-
go serían consideradas como los clásicos de tituciones como la Biblioteca Nacional o la
la cultura peruana. Sobresalieron dos gene- Universidad Nacional Mayor de San Marcos
raciones de intelectuales que predominaron que sirvieron de espacios de socialización y
por sus reflexiones globales sobre el Perú: los plataforma para la discusión y difusión de
intelectuales del novecientos, con figuras de ideas. Favorecido por el impacto positivo
la talla de Víctor Andrés Belaunde, José de que en el pensamiento y en la producción de
la Riva Agüero, José Gálvez, los hermanos ideas generó la paz institucional y la estabili-
Francisco y Ventura García Calderón, entre dad política, aunque autoritaria.
otros. Y los intelectuales del Centenario de la Cabe añadir que el libro goza de una
Independencia, comprometidos y con una pulcra edición a cargo del Fondo Editorial
profunda vinculación con la política como de la Universidad San Martín de Porres y
Luis Alberto Sánchez, Víctor Raúl Haya de cuenta con una abundante y exhaustiva bi-
la Torre, José Carlos Mariátegui, Eudocio bliografía. Está organizado en seis capítulos
Ravines, Manuel Seoane, entre muchos y una sección final de anexos en el cual se
otros. Muchos de ellos integraron el perio- reproducen valiosos artículos de periodistas-
dismo, transformándolo y modernizándolo. intelectuales paradigmáticos publicados en la
Ante la fragilidad de la academia peruana, prensa escrita. El libro de Osmar Gonzales
circunstancia que compartieron ambas gene- constituye un exhaustivo trabajo que sin
raciones, la prensa escrita constituyó la tri- duda estimula para ahondar en la tarea pen-
buna privilegiada para el impulso del debate diente de reflexionar sobre las funciones que
de ideas, reflexiones y la renovación de las vi- han cumplido, cumplen o deberían cumplir
siones imperantes sobre la realidad nacional. los productores de ideas en el desarrollo his-
El autor hace hincapié en la paradoja tórico del Perú.
de cómo en este periodo de grandes pensa-
dores sociales, surgió un cúmulo de visiones Carolina Vasi
560 YUYAYKUSUN
Reseñas
YUYAYKUSUN 561
Reseñas
562 YUYAYKUSUN
Reseñas
YUYAYKUSUN 563
Reseñas
Observo que se extraña la ausencia de artí- globalización) las que impactan en el debate
culos sobre la importante presencia de gru- netamente académico. También ejerce una
pos intelectuales, las micro-sociedades de las influencia —y decisiva— el discurso y la
que habla Carlos Altamirano, que son fun- práctica política prevaleciente encarnados en
damentales para entender mejor la relevan- el modelo neo-liberal.
cia de los sujetos de ideas. Desde el terreno El modelo neo-liberal trasciende el mar-
académico, del utillaje que el analista al cual co estrictamente económico, como ha sido
apela para reconstruir el proceso intelectual generalmente encubierto. Es también una
el lector encuentra una diversidad de fuen- forma de concebir al individuo y la cons-
tes: la correspondencia, la creación literaria, titución de la sociedad, pues para lograr su
las novelas de folletín, la biografía, entre implantación necesita de un individuo auto-
otras. En la amalgama de procesos, sujetos centrado, extremadamente egoísta, narcisista
y fuentes, aparecen las distintas vías y temas diría Gilles Lipovetsky, sin mayor preocupa-
por los cuales se conforman las relaciones ción por la colectividad. El ciudadano cede
que los intelectuales sostienen con el poder su lugar al consumidor, ya ni siquiera al pro-
y la política: la cultura nacional, la construc- ductor, o al elector ocasional. En este marco,
ción del Estado-nación, la propia academia, y como producto de una política expresa, las
la legitimación o la crítica demoledora del identidades colectivas se diluyen, desde la
poder, la religión, el folclor, la ciencia y las pequeña comunidad hasta las nacionalida-
creaciones artísticas. des. Por ello, cualquier referencia a formar
En este marco de referencia, la sola edi- agrupaciones es vista como arcaica y fuera
ción del presente volumen rescata la necesi- de tiempo. El individuo, entonces, ya no es
dad de algo que hemos dejado pasar desaper- solo unidimensional, como acusaba Herbert
cibido: la imperiosa necesidad de otorgar a Marcuse, sino también unitemporal: el pasa-
la actividad política pensamiento, ideas, re- do pesa, es visto como un lastre; y el futuro,
flexión. En efecto, no puede haber —y así la al ser indeterminado, ya no cuenta. Se vive
historia lo demuestra— política eficaz si no irreprimiblemente el aquí y ahora. El indi-
está sostenida en ideas. Y esto es justamente viduo es sometido a vivir el presente absolu-
lo que uno puede observar ha sucedido en to bajo las características de la competencia
las últimas décadas con el neoliberalismo y darwiniana por la sobrevivencia, la mirada
la emergencia protagónica de las tecnocra- sobre el otro casi como enemigo en su afán
cias en los asuntos del poder. La política ha de llegar al éxito personal, con la convicción
terminado despojada de modelos ideales de que solo, absolutamente solo, sin necesidad
sociedad a construir y quedó limitada a la de ningún soporte colectivo, puede llegar a
administración de lo dado, sin ninguna refe- sus metas.
rencia a un ethos. Considero que este aspecto Por otro lado, las referencias a la redistri-
no está presente en la explicación que hacen bución de la riqueza quedaron subordinadas
los editores cuando analizan los cambios en al chorreo económico; los pobres desplaza-
las maneras de participar en la vida pública dos por los índices macroeconómicos; las
de los intelectuales y de las explicaciones que clases sociales fueron reemplazadas por indi-
se construyen ante ello. No son solo procesos viduos atomizados. El resultado fue concebir
que se dan en el marco cultural (el posmo- la construcción social de la vida social como
dernismo), ni en lo social y económico (la un constructo artificial de las burocracias
564 YUYAYKUSUN
Reseñas
YUYAYKUSUN 565
Reseñas
por gobiernos constitucionales desde el año los intelectuales, y existen esfuerzos de inves-
2000, cuando Fujimori fue obligado a dimi- tigación en tal sentido, sea desde reflexiones
tir, los otros elementos que atañen a la vida generales, desde el estudio de personajes sig-
social y política permanecen. Los sujetos de nificativos o desde la auscultación de grupos
ideas, que en décadas anteriores ejercieron de intelectuales, las disrupciones y continui-
una considerable influencia tanto sobre la dades generacionales, buscando comprender
sociedad como sobre los acotados espacios las funciones sociales que cumplen o las ti-
del poder sufrieron un fuerte revés, el cual pologías que encarnan, pero principalmente
hasta el momento no han podido revertir. En tratando de descubrir las relaciones que es-
este espacio de derrota, se vuelve urgente la tablecen los sujetos de ideas con la actividad
auto-reflexión, y en él cobra importancia el política, con las esferas del poder. En gran
libro ahora comentado. parte, la compilación de Aguirre y Mc Evoy
Es verdad que en los últimos años ha ofrece esta diversidad de preocupaciones.
habido un interés creciente en el mundo aca-
démico peruano por desentrañar el papel de Osmar Gonzales Alvarado
566 YUYAYKUSUN
Nuestros colaboradores
Germán Atoche Intili. Psicólogo de la URP. Desde el 2005 administra el blog cultural
«Cosas que (me) pasan, el gato descalzo.wordpress.com». Ha participado en recitales
como Poetas de Miércoles 2009. Publicó, entre otros, el ensayo «El polvo del saber. La
maldición de cumplir lo anhelado en un cuento de Ribeyro». Tiene en prensa su tesis
Perfil de la inteligencia emocional en un grupo de poetas limeños, su poemario Primer
contacto y la antología poética El gato descalzo.
YUYAYKUSUN 567
Nuestros colaboradores
Ana María Intili. Escritora y psicoanalista. Poesía: Soñando Olvido (2003), Niña de San
Miguel (2005 y 2006), Retorno y Otros Poemas (inédito). Antología del Pan, Colombia
(2008). Cuentos: Breves, brevísimas. Antología de la minificción peruana, Italia-Perú
(2006) Incluida en la Cátedra Literatura de Género, Universidad de Guadalajara,
México. Antología internacional 2007-2008. Sus poemas fueron traducidos al italia-
568 YUYAYKUSUN
Nuestros colaboradores
Mario Mejía Huamán. Natural del Cusco, runasimi hablante. Doctor en Educación por la
Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco y Magíster en Filosofía por la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro de la Sociedad Peruana de
Filosofía y del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Ricardo
Palma. Presidente de la Sociedad de Pensamiento Andino, miembro del Grupo de
Investigación Tlamatinime sobre Ontología Latinoamericana, GITOL, con sede en la
Universidad Santo Tomás, Bogotá, D. C. Miembro correspondiente de la Academia
Mayor de Quechua; autor de textos de quechua, filosofía y artículos de su especialidad.
Julio Mejía Navarrete. Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Pontificia
de Salamanca. Licenciado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde
ejerce la docencia. Ha sido Director de la Unidad de Post-Grado de la Facultad de
Ciencias Sociales, Profesor invitado en la Universidad de El Salvador, Universidad de
Columbia del Paraguay, Universidad de Chile, Universidad Nacional de Catamarca,
Argentina, Universidad Iberoamericana, México, y Universidad de León, España.
Es integrante del Comité Directivo de la Asociación Latinoamericana de Sociología
(ALAS) y ha sido miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO). Últimamente ha publicado Sociedad y conocimiento. Los desafíos de la
sociología latinoamericana.
YUYAYKUSUN 569
Nuestros colaboradores
570 YUYAYKUSUN
Nuestros colaboradores
YUYAYKUSUN 571
Nuestros colaboradores
Juan Ramírez Aguilar. Sustentó su tesis para obtener el título de licenciado en Historia por
la Universidad Mayor San Marcos con la tesis intitulada «La Iglesia en el Perú
ante las Demandas de Justicia Social. El Movimiento Sacerdotal ONIS 1968-
1975» en el año 2006. Durante el 2007 y 2008 fue asistente de cátedra en Historia
de las Religiones del Mundo Contemporáneo que se brinda a los estudiantes
de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde el 2007
es miembro del SIER-PUCP (Seminario Interdisciplinario de Estudios de la
Religiosos de la Pontificia Universidad Católica del Perú). Desde el 2008 se de-
sempeña como docente de Historia Peruana en la Escuela de Turismo, Hotelería
y Gastronomía y docente de Historia de la Civilización del Programa de Estudios
Básicos de la Universidad Ricardo Palma. En la actualidad viene realizando es-
tudios de maestría en Museología y Gestión Cultural en la Universidad Ricardo
Palma.
Roberto Reyes Tarazona. Doctor en Sociología por la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Ha sido docente en los doctorados de Literatura en la UNM San Marcos y
de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Ricardo Palma.
En esta universidad, dirige las revistas Arquitextos, de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo, y Paideia XXI, de la Escuela de Pogrado. Es coordinador del Centro
Cultural Ccori Wasi.
Jaime Ríos Burga. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense
de Madrid. Profesor principal de la Escuela Académico Profesional de Sociología
en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro de la Asociación
Internacional de Sociología. Miembro de la Dirección Regional de Lima del Colegio
de Sociólogos del Perú. Últimos libros: La universidad en el Perú: Historia, presente y
futuro, Vol. I: La universidad en la colonia y Vol. II: La universidad en la etapa co-
lonial. Vol.III: La universidad en el siglo xix y Vol. IV: La universidad en la primera
mitad del siglo xx, ANR. 2008-2009.
572 YUYAYKUSUN
Nuestros colaboradores
Elio Iván Rodríguez Chávez. Doctor en Educación y abogado por la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Escritor y ensayista. Profesor de literatura peruana y teo-
ría del Derecho. Profesor de Posgrado en legislación universitaria. Actualmente es
Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores y Rector de la Universidad Ricardo
Palma. Ha publicado muchos libros, entre otros: Manuel González Prada en el de-
bate de la educación nacional (1977). El derecho en el mundo es ancho y ajeno (1982).
Literatura y derecho (2001). Literatura y derecho (2da edición 2003). César Vallejo
al pie del orbe (2006). Pensadores y forjadores de la Universidad en el Perú (2009).
Literatura peruana, teoría e historia (2009). Y numerosos artículos en revistas espe-
cializadas a nivel nacional y del extranjero.
YUYAYKUSUN 573
Nuestros colaboradores
574 YUYAYKUSUN
CEPREDIM
Se terminó de imprimir
en el mes de noviembre de 2010
en los talleres gráficos del
Centro de Producción Editorial e Imprenta de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Local principal: Jr. Paruro 119, Lima 1.
Telf: 619-7000 anexo 6009 fax: 1004, 6016
Ciudad Universitaria: Av. Germán Amézaga (antigua puerta N.° 3)
Rotonda del Pabellón de Letras, Telf: 619-7000 anexo 6015
E-mail: ventas.cepredim@gmail.com
Página web: www.cepredim.com
Tiraje: 500 ejemplares