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Tecnología para la estabilización

de terraplenes de carreteras
en construcción
Efraín CRUZ CRUZ, Horacio ESPINOZA PAZ, José R. CONTRERAS HINOJOSA,
Areli M. GUZMÁN POZOS, Martín GÓMEZ CÁRDENAS
y Virginia V. ORTIZ TIMOTEO

Instituto Nacional de Investigaciones


Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental “Zacatepec”
Folleto Técnico No. 76 Noviembre, 2013
ISBN 978-607-37-0150-1
SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLL0 RURAL, PESCA Y
ALIMENTACIÓN

LIC. ENRIQUE MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ


Secretario

LIC. JESÚS AGUILAR PADILLA


Subsecretario de Agricultura

PROFR. ARTURO OSORNIO SÁNCHEZ


Subsecretario de Desarrollo Rural

LIC. RICARDO AGUILAR CASTILLO


Subsecretario de Alimentación y Competitividad

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Oficial mayor

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Delegado Estatal en Morelos

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS

DR. PEDRO BRAJCICH GALLEGOS


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CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL PACIFICO SUR

DR. RENÉ CAMACHO CASTRO


Director Regional

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Director de Investigación

DR. MIGUEL ÁNGEL CANO GARCÍA


Director de Planeación y Desarrollo

LIC. JAIME ALFONSO HERNÁNDEZ PIMENTEL


Director de Administración

DR. EFRAÍN CRUZ CRUZ


Director de Coordinación y Vinculación en Morelos
Tecnología para la estabilización
de terraplenes de carreteras
en construcción

Efraín CRUZ CRUZ


Horacio ESPINOZA PAZ,
José R. CONTRERAS HINOJOSA
Areli M. GUZMÁN POZOS
Martín GÓMEZ CÁRDENAS
Virginia V. ORTIZ TIMOTEO

SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO


RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL PACÍFICO SUR
CAMPO EXPERIMENTAL “ZACATEPEC”
Zacatepec, Morelos, México.

Folleto para productores : No. 76 ISBN 978-607-37-0150-1


Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Progreso No. 5, Barrio de Santa Catarina,
Delegación Coyoacán, C.P. 04010,
México, D.F.

Teléfono (55) 3871-8700

TECNOLOGÍA PARA LA ESTABILIZACIÓN


DE TERRAPLENES DE CARRETERAS
EN CONSTRUCCIÓN

ISBN 978-607-37-0150-1

Primera Edición 2013

No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni


la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea
electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otros métodos, sin el
permiso previo y por escrito de la Institución.

La cita correcta de esta publicación es:


Cruz C., E.; H. Espinoza P.; J. R. Contreras H.; A. M. Guzmán P.; M. Gómez
C., Y V. V. Ortiz T. 2013. Tecnología para la estabilización de terraplenes
de carreteras en construcción. INIFAP-CIRPAS Campo. Experimental
Zacatepec. Folleto Técnico No. 76. Zacatepec, Mor. 36p.
Índice

Pag.
I. Introducción ......................................................................................1
II. Problemas ocasionados por la construcción de carreteras ..............2
III. Fundamentos de la tecnología......................................................5
IV. Técnicas de conservación del suelo.....................................................7
V.- Componentes de la tecnología INIFAP ................................................7
VI. Establecimiento de la tecnología ......................................................11
VII. Resultados obtenidos en la aplicación de la tecnología ..................17
7.1. Escurrimientos y pérdidas de suelo .................................................17
7.2. Resultados de campo con la tecnología ..........................................21
7.3. Resultados de cobertura..................................................................22
VIII. Conclusiones....................................................................................29
IX.- Literatura citada ..............................................................................30
X.- Anexo .................................................................................................34
TECNOLOGÍA PARA LA ESTABILIZACIÓN DE
TERRAPLENES DE CARRETERAS EN
CONSTRUCCIÓN

Introducción

Los terraplenes o taludes de relleno de las carreteras en


construcción están expuestos a la erosión cuando se
encuentran descubiertos; por ello, su estabilización es
fundamental, ya que representan un riesgo en la
ocurrencia de accidentes, en altos costos de
mantenimiento de las obras y la contaminación aguas
abajo de la cuenca. Ante este problema, la presencia de
una cubierta sobre la superficie del sustrato,
proporcionada por una práctica física o por la vegetación la
disminuye o la evita. Sin embargo, las características de
los materiales que componen a estas áreas tienen
limitaciones para el establecimiento y crecimiento de las
plantas; entre ellas, la baja capacidad de retención de
humedad, ausencia de materia orgánica y cantidades muy
bajas de nutrimentos (Cruz-Cruz et al., 2007b).

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,


Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) inició una serie de trabajos
experimentales desde 2005 en los terraplenes de la
carretera en construcción Mitla-Tehuantepec, Oaxaca, con
financiamiento de la Secretaría de Comunicaciones y
Transporte (SCT) y generó una tecnología para la
estabilización de terraplenes; la cual incluye la plantación
de especies arbustivas nativas en combinación con
gramíneas de crecimiento cespitoso y la incorporación de
prácticas físicas al nivel de la superficie del terraplén.

Aun cuando la tecnología fue generada para la


estabilización de los terraplenes de carreteras es posible
su aplicación en los bancos de materiales formados por la
misma construcción u otras actividades productivas, como
la minería o en áreas degradadas que requieren de una
conservación urgente y fundamental; por ejemplo,

1
construidas en terrenos agrícolas para el control de la
erosión del suelo, represas, aguajes, ollas de agua, entre
otros. De esta forma, los usuarios potenciales son las
instituciones de los gobiernos federal, estatal y municipal
para la construcción de carreteras y caminos rurales y las
empresas cementeras y mineras.

En el presente documento se incluyen los efectos de las


carreteras en construcción, los fundamentos, la
descripción y los resultados que se han obtenido con la
aplicación de la tecnología desarrollada por el INIFAP para
la estabilización de terraplenes. Los trabajos de campo se
hicieron en distintas condiciones ambientales donde se
localizaron los terraplenes de la carretera en construcción
Mitla-Tehuantepec en el estado de Oaxaca.

II. Problemas ocasionados por la construcción de


carreteras

La construcción de carreteras está ligada con actividades


sociales y económicas; así como en brindar las facilidades
de transporte a la población por el aumento demográfico.
Actualmente se construyen carreteras sin considerar con
detenimiento los impactos negativos directos e indirectos
que puedan tener a largo plazo. Estas obras afectan los
servicios ambientales, a la biodiversidad y a los corredores
ecológicos; alteran las corrientes superficiales y
subterráneas e infiltración del agua; contaminan el aire;
acentúan la erosión del suelo; alteran el hábitat de la flora
y fauna; y modifican la topografía y el paisaje (Martínez y
Damián, 1999).

El atropellamiento de la fauna es el impacto directo más


notable; además, se alteran ciertos patrones estacionales
de conducta, como cortejo, migraciones, reproducción,
apareamiento, abundancia de especies y búsqueda de
alimentos (Arroyave et al., 2006). El efecto en la
biodiversidad incluye los organismos que viven bajo y
sobre la superficie, ya que al menos una cuarta parte de las
especies del planeta vive en el suelo. Los microorganismos

2
edáficos desempeñan un papel fundamental en la
descomposición de la materia orgánica del suelo, en el
reciclado de nutrimentos y, en último término, en el
secuestro y almacenamiento de carbono (Potocnik, 2012).

Durante el proceso de construcción, el desmonte y el


despalme son los que causan los mayores daños; por esto,
es necesaria la implementación de medidas de mitigación
factibles de llevarse a cabo, a fin de minimizar aquellos que
resulten adversos (Martínez y Damián, 1999).

En relación con la erosión, los factores más importantes


que la condicionan son: la precipitación, la pendiente, uso
del suelo, cobertura vegetal y textura del suelo. La erosión
ligera está asociada con texturas moderadamente finas,
con alto porcentaje de arcilla y que junto con la materia
orgánica contribuyen en la estabilidad de los agregados del
suelo y, que a su vez, regulan la infiltración del agua
(Castro y Aliga, 2010). Estudios diversos demuestran que
los mayores valores de pérdida de suelo ocurren en áreas
sin vegetación; por lo cual se considera que mantener una
cobertura densa es la práctica más eficiente de
conservación del suelo y del agua (Torrente, 2010) (Figura
1 y 2).

Por lo anterior, previo a la construcción de las carreteras se


realizan estudios de impacto ambiental, con el objeto de
identificar y valorar los efectos potenciales al ambiente
(Martínez y Damián, 1999).

3
Figura 1. Construcción de talud con alto contenido de
material fino y susceptible a la erosión

Figura 2. Talud de carretera en construcción con


efectos graves de erosión del sustrato causado
por el agua.

En áreas donde los materiales del sustrato son finos y


sueltos, la presencia de fuertes corrientes de aire y la
ausencia de la cubierta vegetal favorecen la erosión eólica
(Figura 3).

4
Figura 3. Erosión eólica en carreteras en construcción.

III. Fundamentos de la tecnología

La diversidad de especies es mayor en áreas donde se


encuentra conservada la vegetación, a diferencia de
superficies sin cubierta vegetal, perturbadas y
fragmentadas, con suelos poco profundos (bajo contenido
de materia orgánica y nutrimentos), pedregosos, poca
disponibilidad de agua y degradados (Dupuy et al., 2012).

Para el restablecimiento de una capa vegetal en áreas


degradadas es necesario implementar prácticas
biológicas-forestales y de bioingeniería; para ello se
requieren conocimientos sobre la asociación vegetal y
biología reproductiva de las especies, la selección de las
especies vegetales apropiadas para el lugar de siembra,
conocimiento de las condiciones del suelo o sustrato del
lugar de interés, la distribución del tamaño de las
partículas del suelo, capacidad de retención del agua, la
densidad del suelo y la disponibilidad de los elementos
minerales (Rondón y Vidal, 2005).

Por otro lado, para disminuir las pérdidas de suelo se


recomienda el establecimiento de una cubierta vegetal a

5
base de especies nativas arbustivas y gramíneas asociadas
y de rápido crecimiento; debido a que estas especies
tienen la capacidad de reducir la erosión y aportar materia
orgánica y así lograr una mayor estabilidad del suelo
(Bonilla et al., 2010).

En el control de la erosión, la vegetación cumple una


inmejorable función, al fijar la tierra con las raíces y
proteger la superficie del suelo del impacto de las gotas de
lluvia, que pueden proyectar las partículas de suelo a más
de un metro de altura y metro y medio de distancia. En
este proceso, la plantación de especies arbustivas nativas
juegan un papel importante en la estabilización de los
terraplenes, donde los materiales que los componen son
muy susceptibles a erosionarse (Borrajo, 1999). Además,
que la cobertura vegetal se considera un sistema
autorregulador abierto, formado por componentes
abióticos, las cuales presentan una estructura vertical,
horizontal y funcional del paisaje (Barragán, 2012).

La presencia de residuos de cultivo (rastrojo y materia


orgánica) en la superficie no sólo aumenta la rugosidad de
la misma y evita el impacto directo de las gotas de lluvia,
sino que también produce una disminución en la velocidad
del escurrimiento y arrastre de sedimentos cuando se
presentan sitios con pendiente alta. Asimismo, los
residuos generan pequeñas reservas de agua donde se
infiltra a medida que lo permite el drenaje interno del suelo
(Crespo et al., 2010).

La conservación del suelo con cobertura reduce en más de


80 % las pérdidas de materia orgánica y nitrógeno con
valores de 22 kg/ha y de 6.5 kg/ha, respectivamente. En
cambio, sin cobertura o protección del suelo las pérdidas
son 137 kg/ha y 19.6 kg/ha (Tapia et al., 2002).

La cobertura proporcionada por las especies arbustivas y


el mantillo permiten una disminución en la tasa de pérdida
de suelo causada por la erosión hídrica. Estos dos estratos

6
son los más importantes para reducir la erosividad de la
lluvia y el escurrimiento superficial (Pérez et al., 2012).

Los restos del cultivo (rastrojos), al incorporarse al suelo


se descomponen por los microorganismos presentes y que
a su vez causan efectos positivos en la estructura del
mismo. Así se permite un aumento de la actividad
microbiológica, la disponibilidad de nutrimentos,
mantenimiento y mejoramiento de las características
físicas del suelo como la estructura, porosidad, capacidad
de infiltración del agua y la compactación del suelo
(Sepúlveda y Ardiles, 2010).

IV. Técnicas de conservación del suelo

En relación con la conservación de suelo y agua, existen


obras y prácticas que se establecen sobre las corrientes
superficiales intermitentes, en terrenos agrícolas de
laderas y en áreas deforestadas y degradadas; sin
embargo, en los terraplenes es necesario incluir aquellas
más eficientes con resultados inmediatos, en el mediano y
largo plazo. Esto debido a los riesgos que implica a los
usuarios, a los costos de mantenimiento de la obra y a los
efectos colaterales (contaminación de agua y
azolvamiento de obras hidráulicas).

Las obras más comunes son terrazas individuales, diques,


presas de piedra acomodada o costales, presas de
gaviones, presas filtrantes de ramas, terrazas, tinas
ciegas, zanja bordo, entre otros; y en las prácticas se
incluyen las barreras vivas, cultivo en franjas en curvas a
nivel, labranza de conservación, plantaciones, cortinas
rompevientos, abonos verdes y barreras muertas
(Fernández et al., 2009).

V.- Componentes de la tecnología INIFAP

La tecnología que desarrolló el INIFAP para la


estabilización de terraplenes incluye la colocación de una

7
cubierta física al nivel de la superficie del sustrato y la
siembra de tres grupos de especies con diferentes hábitos
de crecimiento: (a) arbustiva nativa de raíz densa y
profunda (Cruz et al., 2013); (b) gramínea perenne de
crecimiento cespitoso, raíz fibrosa y superficial. En los
terraplenes ubicados en altitudes menores a los 1,600 m
se recomienda la siembra de frijol terciopelo (Mocuna
pruriens (L.) DC), leguminosa con gran capacidad de
desarrollo y que alcanza a cubrir el 100 % de la superficie
del sustrato; y (c) gramínea o leguminosa anual de rápido
crecimiento.

Grupo 1. Las especies arbustivas deben tener las


siguientes características: nativa, altura menor de 3 m,
desarrollo de brotes al nivel del suelo, entre otros (Cruz et
al., 2013). Los individuos de la especie seleccionada se
trasplantan bajo un arreglo topológico apropiado (hileras
en tres bolillo o en marco real) a una distancia que evite la
competencia entre los individuos, facilite el crecimiento de
las otras especies asociadas y favorezca la repoblación
natural. El desarrollo de las raíces del arbusto a más de un
metro permite la fijación del sustrato a mayor profundidad
del perfil. En este grupo se recomienda la plantación de
más de una especie para potencializar las ventajas en el
control de la erosión de cada una de ellas, por sus
características morfológicas particulares (Figura 4 y 5).

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Figura 4. Desarrollo de raíces de tlaxistle (Amelanchier denticulata
(Kunth) K. Koch), arbusto con desarrollo de raíces a profundidades
mayores de 1.2 m.

Figura 5. Tecnología del INIFAP para la estabilización de terraplenes


de carreteras y validado en el banco de materiales en la localidad de
Salina Cruz, Oaxaca.

9
Grupo 2. Las gramíneas perennes desarrollan una raíz
fibrosa y superficial y retienen los materiales del sustrato
en los primeros 20 cm. De preferencia las especies que se
incluyen deben tener un crecimiento cespitoso, tales como
el rhodes (Chloris gayana Kunth) para los zonas templadas
subhúmedas y estrella africana (Cynodon plectostachium
(K. Schum.) Pilg.) para las regiones tropicales; esta última
tiene buen desarrollo en esas condiciones ambientales. Por
otro lado, la estructura aérea creada por la combinación de
las especies (arbustivas y herbáceas) amortigua el
impacto de las gotas de lluvia por la presencia del dosel
que se forma, favorece la infiltración de agua y reduce los
escurrimientos superficiales. Además se crean hábitats
para el crecimiento de otras especies nativas presentes en
los alrededores.

Grupo 3. El tercer grupo de especies es de ciclo anual,


tiene la ventaja de crecer rápidamente y se incluyen en la
tecnología como cultivo nodriza para las gramíneas
perennes. En este caso se consideran las siguientes: trigo,
avena, cebada, sorgo, ajonjolí y frijol. Es posible incluir
otro cultivo anual siempre y cuando no se convierta en una
maleza en las áreas de cultivo aguas abajo de la cuenca.

La cubierta física se mantiene en estrecho contacto con la


superficie del sustrato y contempla la aplicación de un
material orgánico, como el rastrojo de cualquier cultivo o
geoyute orgánico. Las propiedades que deben cubrir
ambos casos para el control de la erosión son: la
cubertura, la rugosidad, la capacidad de retención de
humedad y favorecer la infiltración de agua
(Bhattacharyya et al., 2010).

El material orgánico ejerce un efecto inmediato en la


disminución de la erosión de los materiales del sustrato,
mientras se desarrollan las especies vegetales. La
aplicación del rastrojo en el 100 % de la superficie
contribuye en los siguientes efectos: (a) al
descomponerse, mejora las características físicas y
químicas del sustrato debido a que se incrementan los
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contenidos de materia orgánica y de nutrimentos; (b)
evita el impacto directo de las gotas de lluvia; (c) favorece
la infiltración de agua; (d) conserva la humedad del suelo;
y (e) evita los escurrimientos superficiales (Figura 6) y
que, en su ausencia, se forman con facilidad y arrastran los
materiales aguas abajo por las pendientes fuertes del
terraplén.

Arbusto

Gramínea
anual
Rastrojo
de maíz

Gramínea
perenne

Figura 6. Tecnología INIFAP establecida en terraplenes para su


estabilización: rastrojo de maíz al nivel del sustrato, asociación de
especies: arbustiva, gramínea perenne y gramínea anual.

VI. Establecimiento de la tecnología

La tecnología se establece en los terraplenes y para


obtener mejores resultados el proceso contempla las
siguientes prácticas:

Acondicionamiento del sustrato. Cuando la empresa


constructora concluye la formación del terraplén,
generalmente la superficie es heterogénea por los
materiales que lo componen y desuniforme por las piedras
y rocas dispersas de diferente tamaño. En muchos casos
se favorece la formación de escurrimientos superficiales,

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de canales e incluso cárcavas, cuando el terraplén está
descubierto y expuesto a los efectos de las lluvias. Las
cárcavas se evitan cuando el agua de los escurrimientos
del asfalto se conduce apropiadamente. Por ello, el
acondicionamiento del terraplén es fundamental y
consiste en remover las piedras y rocas; las cuales se
acomodan en hileras (cercos) perpendiculares a la
pendiente, esta práctica ayudará en retener los
sedimentos que podrían acarrearse por el agua. Además,
los canales y cárcavas, cuando son profundos, se rellenan
con material disponible en los propios terraplenes o con
nuevo material depositado.

Con la finalidad de tener éxito con las especies vegetales


que se siembran en terraplenes donde existe material
estéril (rocas, grava, arena) se requiere de la aplicación
uniforme de una capa de suelo agrícola fértil de una
profundidad de 5 cm. En este caso, el suelo se distribuye
rápidamente para evitar el acarreo del material por la
lluvia (Figura 7).

Construcción de guarniciones y lavaderos. La buena


conducción del agua, que se acumula por el escurrimiento
en el asfalto, lo determinan la guarnición o bordillo que se
construye en las orillas del asfalto de la carretera, los
lavaderos que se colocan en lugares estratégicos del
terraplén y las cunetas. La ausencia de alguno de ellos
ocasiona un riesgo, ya que el agua acumulada tiende a
esparcirse en el terraplén y de esta forma la concentración
del agua y la saturación del sustrato ocasionan que el
material se remueva con facilidad formando los canales y
cárcavas. De esta forma, aun cuando se tenga un buen
establecimiento de la tecnología, la fuerza del agua es
suficiente para remover el rastrojo y las plantas arraigadas
(Figura 8).

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Figura 7. Aplicación de tierra fértil en sustrato infértil.

Figura 8. Formación de cárcava en terraplén aun


cuando existe vegetación arbustiva nativa.

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Distribución de la semilla. Después de uniformizar la
superficie del terraplén, la semilla de las especies de
gramíneas perennes y el cultivo nodriza se distribuye de
manera uniforme, previa a la colocación del rastrojo. En
algunas especies de pastos, la semilla es muy pequeña o
ligera. En este caso se recomienda que la dispersión se
realice en ausencia de corrientes de aire. Con la finalidad de
tener una mezcla de especies se requiere incluir semillas de
especies nativas de siembra directa, al mismo tiempo con
las gramíneas, tales como el tabaquillo (Nicotiana glauca
Graham) y Phytolacca octandra (Phoc). Para obtener una
buena emergencia de las semillas, el sustrato del terraplén
debe estar húmedo.

Distribución del rastrojo. El rastrojo del cultivo que se


determine se distribuye de manera uniforme para cubrir el
100 % de la superficie. El espesor de este material orgánico
debe ser menor a los 5 cm para facilitar la emergencia de las
plántulas de las especies que se dispersaron previamente
por semilla. Debido a que en algunos terraplenes el sustrato
es muy suelto, el cuidado en el desplazamiento durante la
dispersión de la semilla y el rastrojo es fundamental, de
esta forma se evita la acumulación de la semilla o la
alteración de la superficie.

Fijación del rastrojo. Con la finalidad de garantizar los


menores efectos de la erosión del sustrato y el mantener la
cubierta física se coloca una malla gallinera sobre el
rastrojo. Los rollos se fijan en la parte superior de la
pendiente del terraplén, lo más cercano a la orilla del
asfalto, con varillas y cable acerado. Posteriormente, la
malla se tiende de arriba hacia abajo, se tensan y se
amarran unos con otros en los costados para formar una
sola pieza. Para mantener la malla sobre el rastrojo se
presiona con varillas distribuidas de manera sistemática en
el área bajo tratamiento.

Trasplante de arbustos. Los arbustos se trasplantan de


dos formas:
a) Marco real. La distancia entre plantas es de 3.0 x 3.0
m.
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b) Doble hilera. El primer par de hileras se coloca a un
metro de la orilla del asfalto y perpendicular a la
pendiente, a una distancia entre plantas de un metro y
entre hileras de 50 cm en un arreglo en tres bolillo. El
siguiente par de hileras se traza a tres metros del primero
pendiente abajo. Con la finalidad de diversificar las
especies se recomienda alternarlas y se sugieren las
indicadas en el Cuadro 1 (Cruz et al., 2013).

Especies adicionales se encuentran en Cruz et al. (2013).


Existe otro grupo de especies arbustivas nativas que
pueden considerarse en el establecimiento de la
tecnología; sin embargo, la distancia de siembra es mayor
(4 x 4 m) por la corpulencia de los individuos. Entre ellos se
encuentran: ramón (Cercocarpus fotergiloides) y
yunuyaca (Eysenhartia polystachya).

El trasplante de los arbustos se realiza al concluir la fijación


del rastrojo. Para ello se corta la malla a la distancia que se
indicó con anterioridad. Las cepas se hacen con
dimensiones de 20 x 20 x 20 cm. Cuando el sustrato es
arenoso, baja capacidad de retención de humedad e
infértil se recomienda la aplicación de tierra fértil
(agrícola) en cada cepa, de esta forma se tiene una mayor
probabilidad de prendimiento de los individuos. El tamaño
de las plantas para el trasplante debe ser entre 30 y 40 cm,
más grande o más pequeña disminuye el porcentaje de
sobrevivencia.

En algunos casos donde el terraplén es muy grande (> 20


m de la orilla de la carretera al extremo del terraplén) se
recomienda la siembra de árboles en la parte más alejada
del asfalto, por el tamaño de los individuos. En las regiones
templadas se incluyen especies de los siguientes géneros:
encino (Quercus spp.) y pino (Pinus spp.), en el trópico
seco las burseras (Buersera spp.), pochote (Ceiba
aesculifolia (Humb., Bompl. & Kunth) Britton & Baker),
guaje (Leucaena spp.), tepeguaje (Lysiloma divaricatum

15
Cuadro 1. Especies arbustivas nativas que pueden incluirse en
la tecnología para la estabilización de terraplenes.

Especies
Nombre Nombre Características morfológicas
común científico
Tlaxistle Amelanchier Desarrolla brotes al nivel del suelo,
denticulata reproducción por semilla y
vegetativa, alcanza una altura de 3
m. Se adapta en clima templado.
Hoja de baño Dodonaea viscosa Presenta brotes a nivel de la
superficie del suelo. En 18 meses
alcanza una altura de 2 m. Se
recomienda para condiciones en
clima templado.
Rabito Dalea lutea Desarrolla un solo tallo al nivel del
suelo y alcanza una altura hasta 1.5
m. Se recomienda para condiciones
en clima templado.
Guaje de rey Calliandra Generalmente presenta un solo
grandiflora tallo al nivel del suelo, se
encuentran en manchones en su
medio natural y alcanza una altura
de 3 m. Se desarrolla en clima
templado.
Garrapata Desmodium Alcanza una altura hasta de 3 m,
orbiculare muestra abundantes brotes (hasta
50) al nivel de la superficie del
suelo. Se desarrolla en clima
templado.
Ramonal Ceanothus Presenta brotes al nivel del suelo y
coeruleus alcanza una altura de 2.5 m. Se
recomienda en clima templado.
Senna pallida Se recomienda en climas del
trópico seco, desarrolla hasta seis
brotes al nivel del suelo y alcanza
una altura menor de 3 m en
terraplenes.

16
(Jacq.) J. F. Macbr.), cuachalalate (Amphipterygium
adstringens Schide ex Schlecht), especies del género
Tabebuia , entre otros.

La tecnología se recomienda establecer en la temporada


de lluvias. El establecimiento más tardío es a inicios del
mes de septiembre, con la finalidad de aprovechar la
humedad del temporal y que las especies desarrollen sus
raíces y alcancen a sobrevivir la época seca del año.
Establecimiento posterior a esta fecha es necesario la
aplicación de riegos frecuentes y con ello se garantiza la
germinación de la semilla y crecimiento de las plantas.
Aunque, las heladas de invierno, en las regiones
templadas y frías, son un riesgo.

VII. Resultados obtenidos en la aplicación de la


tecnología

7.1. Escurrimientos y pérdidas de suelo

Con la finalidad de evaluar los escurrimientos y pérdidas


de suelo, en la microcuenca “El Tigre,” en el tramo de la
autopista Mitla – San Lorenzo Albarradas, Tlacolula,
Oaxaca, se establecieron siete lotes de escurrimiento de
20 m2, en cada condición de la superficie del suelo: a) suelo
removido por la maquinaria (L1); b) suelo con vegetación
natural de pino-encino (L2); c) terraplen (L3); d) pastizal
inducido (L4); e) suelo con plantación de maguey (L5); f)
terraplén con siembra de arbusto y pasto (L6); y g)
terraplén y arbusto (L7). Las evaluaciones se hicieron por
dos años, en 2006 y 2007.

La relación entre los escurrimientos y las pérdidas de suelo


con la condición de la superficie se determinó con la
estimación de la cobertura al nivel de la superficie, en cada
uno de los lotes de escurrimiento, con tres líneas Canfield o
de intersección de 2 m de largo ubicados en forma
aleatoria y se registró: suelo desnudo, grava, piedra,
especies anuales, especies perennes y materia

17
orgánica (Canfield, 1941). En el caso de vegetación se
contabilizó el área basal.
Los resultados mostraron que los escurrimientos (m3/ha)
en cada condición de la superficie del suelo se presentaron
en el siguiente orden: el lote ubicado en suelo removido
por el paso de maquinaria > terraplén + arbusto >
terraplén sin especies sembradas. Los menores valores se
presentaron en la condición con vegetación original y
cultivo (Cuadro 2).

Cuadro 2. Escorrentía y pérdida de suelo por condición de la


superficie del suelo.

Condición Precipitación Pendiente Erosión Escorrentía


3
del suelo (mm) (%) (t/ha) (m /ha)
L1 10 8.82 909.1
L2 32 0.003 11.9
L3 630.8 25 0.32 106.7
L4 28 0.01 18.6
L5 32 0.00 7.5
L6 324.0 60 1.05 89.7
L7 58 0.20 124.2

L1: Suelo removido por el paso de la maquinaria; L2:


Vegetación pino-encino; L3: Terraplén sin especies
sembradas; L4: Pastizal inducido; L5: Cultivo de maguey;
L6: Terraplén + arbusto + pasto; L7: Terraplén + arbusto.

En relación con las pérdidas de suelo, en las áreas con


suelo removido donde se acondiciona para el paso de la
maquinaria y equipo presentó los mayores valores (8.8
t/ha).

De acuerdo con estos resultados, en la construcción de


carreteras, los escurrimientos y las pérdidas de suelo son
más graves en aquellas áreas donde se abren brechas para
facilitar el paso de la maquinaria y equipo que realizará la
obra; en este caso, la exposición de los materiales más
finos hace que sean acarreados con facilidad por la
erosión del agua y que no se consideran como
18
áreas prioritarias para el establecimiento de las prácticas de
mitigación.

En los terraplenes donde se establecieron especies


vegetales se registraron valores altos por las mayores
pendientes y el desarrollo aun limitado de las plantas en el
primer año y que no alcanzaron a cubrir la superficie de
manera significativa.

Los valores de pérdidas de sedimentos fueron


relativamente bajos debido a que se observó que la
proporción de materiales finos (< 20 % de limo y arcilla) en
los componentes de los terraplenes donde se realizó el
trabajo fueron menores a los materiales gruesos.

En el segundo año de evaluación, los resultados fueron


similares. Los mayores valores de escurrimientos y
pérdidas de suelo se registraron en las áreas
acondicionadas para el paso de la maquinaria y de los
terraplenes (Figura 9); en cambio, las cantidades fueron
menores donde se tenía presencia de vegetación. En los
terraplenes donde se sembraron los arbustos y los pastos,
los valores fueron altos y se atribuye a las pendientes
mayores de los terraplenes (Cuadro 2) y el limitado
crecimiento de las plantas. Por esta razón se determinó la
necesidad de colocar una cubierta física (material orgánico)
al nivel de la superficie del terraplén para reducir los efectos
de la erosión del agua.

Los resultados obtenidos con los lotes de escurrimiento


confirmaron la relación a > cobertura al nivel de la
superficie del suelo < escurrimientos y pérdidas de suelo.
Cuando la cobertura a nivel del suelo fue mayor al 25 %, los
escurrimientos y pérdidas de suelo fueron mínimos (Figura
9). Estos datos demostraron que la cobertura al nivel de la
superficie del suelo es fundamental para evitar la erosión y
los efectos secundarios aguas abajo de la cuenca. Las
especies perennes tienen ventajas sobre las anuales por su
presencia al inicio de la temporada de lluvias, que
regularmente es cuando se presenta los mayores efectos
del agua de lluvia.
19
SEDIMENTOS (t/ha)
SEDIMENTOS (t/ha)

Figura 9. Escorrentía (A) y pérdidas de suelo (B) por


condición de la superficie del suelo. L1: Suelo removido
por el paso de la maquinaria; L2: Vegetación pino-encino;
L3: Terraplén; L4: Pastizal inducido; L5: Cultivo de
m a g u e y ; L 6 : Te r r a p l é n + a r b u s t o + p a s t o ; L 7 :
Terraplén+arbusto.

20
7.2. Resultados de campo con la tecnología

La tecnología se desarrolló con información de los


resultados de una serie de trabajos experimentales de
laboratorio y de campo, entre ellos: (a) identificación y
selección de especies arbustivas (Cortez, 2011; Santiago,
2012); (b) evaluación de especies arbustivas nativas
(Cruz et al., 2013); (c) evaluación de la tecnología en
distintos ambientes (Cruz et al., 2007a; Cruz et al., 2007b;
Cruz et al., 2008; Cruz-Cruz y Gómez-Cárdenas, 2009).
Los trabajos de campo se realizaron entre los años 2006 y
2011.

Los resultados que se presentan a continuación incluyen


los trabajos que se desarrollaron en tres taludes de la
carretera en construcción Mitla-Tehuantepec, en el tramo
Mitla-San Lorenzo Albarradas, Tlacolula, Oaxaca. Estos
taludes se ubicaron a los 16o56´00” LN y 96o13´24” LW a
una altitud promedio de 1550 m. De acuerdo con los
análisis químicos del sustrato, el pH varió de ligeramente
ácido (6.5) a moderadamente alcalino (8.1); en todos los
casos, la presencia de sales se encontró en niveles
normales; el contenido de materia orgánica fue
extremadamente pobre; bajo contenido de fósforo (<15
ppm); muy bajo contenido de potasio (<0.2 meq/100g); y
alto contenido de Ca (>10 meq/100g) (Cruz et al., 2013).

La tecnología se estableció con base en la secuencia de las


actividades mencionadas con anterioridad. Como cultivo
nodriza se incluyó la avena (Avena sativa L.); las
gramíneas perennes fueron el zacate rhodes (Chloris
gayana Kunth) y pasto llorón (Eragrostis curvula
(Schrader) Nees). La semilla de estas tres especies se
distribuyó al voleo de manera uniforme en la superficie de
los terraplenes. Como cubierta orgánica se incluyó el
rastrojo de maíz y que se distribuyó de tal forma que
cubriera el 100 % de la superficie. Este material se fijó con
malla pollera al nivel de la superficie del talud, se tensó y

21
fijó con varillas y alambre. Las especies arbustivas nativas,
garrapata (Desmodium orbiculare Benth.) y hoja de baño
(Dodonaea viscosa (L.) Jacq), se plantaron en doble hilera.
Las líneas se trazaron perpendiculares a la pendiente y se
determinaron las distancias entre plantas e hileras con un
mecahilo previamente marcado. En el primer par de
hileras se trasplantó la garrapata en tres bolillo, 1 m entre
plantas y 50 cm entre hileras; en el siguiente par de hileras
se ubicó la hoja de baño a los 3 m y a la misma distancia
entre plantas e hileras. En cada punto se marcó la malla y
se cortó en forma circular a un diámetro de 20 cm.

El trasplante de los arbustos se hizo al inicio del temporal


en cepas de 20 x 20 cm de diámetro y profundidad,
respectivamente. Para obtener la planta de buen tamaño
(30 a 40 cm de alto), en vivero se multiplicaron y se
mantuvieron por seis meses. Además de las especies
señaladas se sembró higuerilla (Ricinus communis L.). A
los 80 días después de establecida la tecnología se
registraron las siguientes variables: cobertura aérea;
cobertura al nivel de la superficie del suelo; altura de
planta, cobertura, número y diámetro de tallos de los
arbustos. Para estimar la cobertura aérea y el nivel de la
superficie del suelo se utilizaron líneas de intersección de 5
m ubicadas aleatoriamente en todo el tramo del talud.

7.3. Resultados de cobertura

La cobertura aérea en los taludes estuvo compuesta por


avena (39 %), arbustos (15 %), pastos (14 %), higuerilla
(7 %) y especies nativas (5 %). La cobertura a nivel de la
superficie del suelo, la proporcionó el rastrojo de maíz (56
%), las especies sembradas (19 %), las herbáceas (1 %),
la piedra, grava y arena (14 %) y el suelo desnudo (11 %).
La cobertura alcanzada, tanto en la parte aérea (> 80 %)
como al nivel de la superficie del suelo (> 75 %), se logró
en un tiempo relativamente corto (80 días) y que
finalmente es el propósito de la tecnología.

22
Las especies que se sembraron como parte de la
tecnología presentaron distintas respuestas de
crecimiento, dependiendo de las condiciones del terraplén
(Cruz et al., 2013). En el Cuadro 3, se observa que la
especie Dodonaea viscosa presentó los mejores
resultados en altura, cobertura y diámetro de tallo. A los
80 días de establecida la tecnología, esta especie alcanzó
en promedio una altura de 42.4 cm, una cobertura aérea
de 242.4 cm2, un tallo y un diámetro de tallo de 4.1 mm.
Esta planta desarrolla rebrotes a nivel de la superficie del
suelo.

Cuadro 3. Altura, cobertura, número y diámetro de tallo en


Dodonaea viscosa.

Especie Variables Talud Promedio

1 2 3
Altura (cm) 54.5 ± 4.4 28.7± 2.1 44.0 ± 4.5 42.4
Cobertura 341.2 ± 150.5 ± 235.5 ±
Dodonaea (cm2) 63.9 21.4 108.7 242.4
viscosa No. tallo 1.0 ± 0.03 1.0 ± 0.0 1.1 ± 0.08 1.0
Diámetro
tallo (mm) 4.6 ± 0.3 3.4 ± 0.2 4.3 ± 0.4 4.1
La especie Desmodium orbiculare tuvo una altura
promedio en los tres taludes de 51.3 cm, una cobertura
aérea de 761.9 cm 2, dos tallos en promedio y un diámetro
de tallo de 8.0 mm (Cuadro 4). Esta especie emite un
mayor número de brotes al nivel de la superficie del suelo
comprado con Dodonaea viscosa.

23
Cuadro 4. Altura, cobertura, número y diámetro de tallo en
Desmodium orbiculare
Talud
Especie Variables Promedio
1 2 3
Altura
(cm) 70.1 ± 7.5 33.8 ± 3.7 49.9 ± 5.4 51.3
Cobertura
Desmodium 2
(cm ) 1371.1±203.9 303.3± 55.8 611.3 ± 163.6 761.9
orbiculare
No. tallo 2.1 ± 0.4 2.2 ± 0.4 2.2 ± 0.4 2.2
Diámetro
tallo (mm) 8.8 ± 1.0 7.2 ± 0.8 7.9 ± 0.9 8.0

La cobertura proporcionada por el dosel de la vegetación


amortigua el impacto de las gotas de lluvia por los distintos
estratos formados: el dosel alto proporcionado por los
arbustos y la higuerilla y en el dosel bajo por los pastos y
las herbáceas nativas. Al nivel de la superficie del
terraplén, la cubierta física (rastrojo de maíz) proporciona
un efecto inmediato al suelo y evita el golpeteo de las gotas
de lluvia directamente en la superficie del terraplén,
promueve la infiltración de agua y reduce los
escurrimientos superficiales, disminuye la fluctuación de
las temperaturas extremas y la evaporación del agua, de
esta forma mantiene la humedad que favorece el
establecimiento de las especies vegetales (Bhattacharyya
et al., 2010). Adicionalmente, a través del tiempo, la
descomposición de la materia orgánica mejora las
condiciones de fertilidad del sustrato, favoreciendo el
establecimiento y desarrollo de las especies, modifica
positivamente las características físicas y la estabilidad de
los agregados y que finalmente contribuye en la mitigación
de los efectos erosivos del agua.

El crecimiento de los arbustos fue adecuado (Cuadro 5) ya


que son especies nativas con las mayores posibilidades de
adaptación en estos ambientes. Desmodium orbiculare
(Deor) presentó un crecimiento más rápido que Dodonaea
viscosa (Dovi) (Figura 10). Lo cual es una ventaja en la
estabilización del terraplén, ya que Deor alcanzó una
mayor cobertura aérea y un mayor número de tallos al
nivel del suelo a los tres años de establecida la tecnología.
24
Cuadro 5. Valores alcanzados de las variables registradas
de dos especies arbustivas Dodonaea viscosa (Dovi) y
Desmodium orbiculare (Deor), en terraplenes, a los tres
años de plantación.

Especie
Variables Dovi Deor
Altura (cm) 180.9 ±9.1 221.7±5.6
Cobertura cm2 6068.2±1043.5 22770.62±2096.5
Número de tallos 1.0±.07 3.8±0.3
Diámetro de tallo
(cm) 2.4±0.2 6.3±0.5

Figura 10. Crecimiento de las dos especies nativas: Dodonaea


viscosa (Dovi) y Desmodium orbiculare (Deor), incluidas en las
tecnologías. Intervalo de confianza al 95 % de probabilidad.

Una de las ventajas de D. viscosa es su capacidad de


desarrollar en altitudes desde el nivel del mar, presencia
en el Istmo de Tehuantepec hasta los 2400 m en la
Mixteca, ambas regiones en el estado de Oaxaca. En la
literatura se registra aun en altitudes de 4000 m. Esta
especie es polimórfica, con una amplia distribución que va
de los 44o de LS (Nueva Zelanda) hasta los 33° de LN
(California y Arizona), en diversos climas incluyendo los
desérticos, áridos y templados.
25
En uno de los terraplenes donde se estableció la
tecnología, después de tres años se hicieron los muestreos
y se encontró que en el testigo sólo el 7 % estuvo cubierto
por materia orgánica (MO) y vegetación nativa, el resto lo
conformó la roca, piedra y suelo desnudo (Figura 11). En
contraste, donde se estableció la tecnología, el 84 % lo
cubrió la materia orgánica y solo el 16 % la roca, piedra y
suelo desnudo (Figura 12). En relación con la cobertura
aérea se alcanzó un valor de 159 % proporcionada por el
arbusto trasplantado (Desmodium orbiculare) (59 %) y el
pasto (Chloris gayana) (100 %). Inicialmente se sembró la
higuerilla; sin embargo, el desarrollo de esta especie es
muy rápido en el primer año y alcanza su máximo
desarrollo en el segundo año y en el tercero decae.

26
Figura 11. Cobertura del testigo (sin la tecnología), al nivel
de la superficie del sustrato tres años después de haberse
iniciado los trabajos.

Figura 12. Cobertura al nivel de la superficie del sustrato del


terraplén tres años después de establecida la tecnología.

27
La aplicación de la cubierta física y la asociación de las
especies herbáceas anuales y perennes con los arbustos
proporcionan una sinergia que se refleja en la estabilidad
del talud de relleno de las carreteras. Los efectos son
inmediatos por la práctica física mientras se desarrollan las
especies vegetales.

Con base en los resultados obtenidos se observa que


tanto Dodonaea viscosa como Desmodium orbiculare,
cuentan con características particulares para usarse en la
estabilización de terraplenes.

28
VIII. Conclusiones

Aun con las características de los terraplenes de las


carreteras en construcción, la tecnología desarrollada por
el INIFAP ha mostrado buenos resultados para la
estabilización de estas áreas. En un lapso de 80 días se
alcanza una cobertura aérea >80 % y a nivel de la
superficie del suelo >70 %; en cambio, a los tres años los
valores de cobertura son de 159 % y al nivel del suelo 84
%.

Pa r a o b t e n e r m a y o r é x i t o e s n e c e s a r i o e l
acondicionamiento previo del terraplén, la incorporación
de especies herbáceas anuales y perennes y arbustos
nativos. Los efectos de cada componente de la tecnología
presentan una sinergia con mejores resultados y al final las
especies vegetales contribuyen en retener los
componentes del sustrato.

29
IX.- Literatura citada

Arroyave, M. del P., C. Gómez; M. E. Gutiérrez; D. P.


Múnera; P. A. Zapata; I. C. Vergara; L. M. Andrade y
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Sedimentos para la Determinación de Índices de
Erosión sobre el Trazo y el Derecho de Vía del Km
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escurrimientos superficial de agua de sedimentos
para la determinación de índices de erosión sobre el
trazo y el derecho de vía del Km 53+712 al Km 210
+000 antes, durante y después de la construcción del
proyecto de la carretera Mitla -Tehuantepec del
estado de Oaxaca. INIFAP. Campo Experimental
Valles Centrales de Oaxaca. 57 p.
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Oaxaca”. 24 p.

31
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suelo en la biomasa y diversidad de plantas leñosas
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Fernández R., D. S.; M. Martínez M y Ma. de L. Ramírez O.
2009. Catálogo de obras y prácticas de conservación
de suelo y agua. Apoyadas con el componente de
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Postgraduados. Institución de Enseñanza e
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Texcoco, Estado de México. 66 p.
Martínez S., A., y S. A. Damián H. 1999. Catálogo de
impactos ambientales generados por las carreteras y
sus medidas de mitigación. Publicación técnica No.
133. Sanfandila, Querétaro. 69 p.
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agroforestales de café bajo sombra. Terra
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Potocnik, J. 2012. Directrices sobre mejores prácticas para
limitar, mitigar o compensar el sellado del suelo.
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Torrente T., A. 2010. Pérdida de suelo bajo diferentes
arreglos productivos en el corredor biológico entre
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Guacharos. Revista Ingeniería y Región 7: 58-63.

33
X. ANEXO
PROCESO DE ESTABLECIMIENTO DE LA TECNOLOGÍA DEL INIFAP PARA LA ESTABILIZACIÓN DEL BANCO DE MATERIALES

34
Acondicionamiento del terraplén Acondicionamiento y aplicación de la
Terraplén en proceso de construcción tecnología

Aplicación de suelo fértil Terraplén acondicionado para la Distribución de la semilla de las


aplicación de la tecnología especies
Tendido y fijación de la malla
Distribución de rastrojo o paja Trasplante de especies arbustivas

Planta con el tamaño apropiado para


el trasplante

35
Tecnología establecida Tecnología cuatro años después de
establecida
Tecnología establecida en la parte media del terraplén y
en el extremo superior derecho sin tecnología

36
Terraplén Estabilizado solo con Terraplén estabilizado solo con
Dodonaea viscosa Desmodium orbiculare
Centros Nacionales de Investigación Disciplinaria, Centros
de Investigación Regional y
Campos Experimentales

Sede de Centro de Investigación Regional


Centro Nacional de Investigación Disciplinaria
Campo Experimental
En el proceso editorial de esta publicación colaboraron las
siguientes personas:

COMITÉ EDITORIAL DEL CIRPAS

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Su tiraje consta de 1000 ejemplares.
Oaxaca
DIRECTORIO DEL PERSONAL INVESTIGADOR
CAMPO EXPERIMENTAL “ZACATEPEC”

Dr. Efraín Cruz Cruz


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NOMBRE PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN


M.C. Leonardo Hernández Aragón Arroz

Dr. Edwin Javier Barrios Gómez Arroz

Biól. Leticia Tavitas Fuentes Mejoramiento y recursos genéticos:

forestales, agrícolas, pecuarios

y microbianos

Ing. Alberto Trujillo Campos Maíz

Dra. Marianguadalupe Hernández Arenas Caña de Azúcar

Ing. Aarón Lugo Alonso Frutales

Dr. Felipe de Jesús Osuna Canizalez Hortalizas

Dr. Sergio Ramírez Rojas Hortalizas

Dr. Jaime Canul Ku Plantas Ornamentales

M.C. Faustino García Pérez Plantas Ornamentales

Dra. Sandra Eloísa Rangel Estrada Plantas Ornamentales

Ing. Areli Madai Guzmán Pozos Manejo Forestal Sustentable y Servicios

Ambientales

M.C. Juan Carlos Orihuela Porcayo Carne de Rumiantes

Dr. Jorge Miguel Paulino Vázquez Alvarado Socioeconomía

M.C. Alejandro Ayala Sánchez Socioeconomía


La tecnología que desarrolló el INIFAP para la
estabilización de terraplenes de carreteras en
construcción incluye la colocación de una cubierta
física al nivel de la superficie del sustrato y la siembra
de tres grupos de especies con diferentes hábitos de
crecimiento; lo cual permite estabilizar estas áreas
en el corto plazo, disminuir los impactos ambientales
y los costos de mantenimiento de la obra así como
los riesgos al usuario.

www.sagarpa.gob.mx
www.inifap.gob.mx

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