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Para trabajar tono muscular: En casa y en el colegio.

El tono muscular, es un estado permanente de contracción parcial, pasiva y continua en el que


se encuentran los músculos. Durante el periodo de sueño el tono muscular se reduce por lo que
el cuerpo está más relajado y durante las horas de vigilia se incrementa lo necesario para
mantener la postura corporal adecuada para cada movimiento que se realiza.

Evolución del Tono Muscular


Al nacer, presencia de una hipertonía fisiológica de las extremidades, debido a la posición fetal,
por ese motivo presenta una postura característica en flexión de los brazos y las piernas. Entre
los 2 a 6 meses se da una disminución el tono muscular empezando de la cabeza y siguiendo
por los brazos, lo que le permite una mayor libertad de movimiento de estas partes. A los seis
meses se produce un aumento del tono del tronco permitiendo la incorporación de la posición
sentada. Llegando al año, el tono muscular del cuello, columna y miembros inferiores se
encuentran lo suficientemente desarrollados para dar inicio a la posición de pie. Es a partir del
año, que el control del tono se irá incrementando obteniendo mayor control en la postura para
finalmente lograr el control total de su cuerpo entre los 8 y 10 años, cuando el tono muscular se
encuentra completamente desarrollado.

Importancia del Tono Muscular


Permite una adecuada succión y masticación, necesarias para la alimentación del niño desde el
nacimiento.
 Facilita la emisión de sonidos, base para el desarrollo del habla y el lenguaje.
 Estimula los músculos faciales, permitiendo la realización de gestos y muecas, que son
medios para expresar emociones.
 Posibilita la elevación de los párpados y la movilidad de los ojos, necesarios para la
exploración del entorno y más adelante para la lectura.
 Es indispensable para adquirir las posturas y los movimientos necesarios que llevan al
logro de la marcha.
 Permite una evolución adecuada de la lectoescritura.
 Por tratarse de una función cognitiva, se encuentra íntimamente ligada a la atención, por
lo tanto influye en los procesos de aprendizaje.
Alteraciones del Tono Muscular
Entre los trastornos más comunes tenemos la Hipotonía y la Hipertonía. La Hipotonía es la
disminución del tono muscular, aquí los músculos mantienen un estado de flacidez, mientras
que la Hipertonía es todo lo contrario, el aumento anormal del tono muscular que produce un
estado de rigidez en los músculos.
Acciones para Educar el Tono Muscular
1. Sentar al niño, con las piernas abiertas, delante de un bastón y pedir que la
tome de los extremos con los pies o con los dedos.
2. Colocar al niño de rodillas y entregarle una pelota, la cual deberá mover con
las manos, sin perderla de vista (alejarla, acercarla, hacia un lado y al otro).
3. El niño en el suelo boca abajo, imagina que están nadando moviendo sólo las
piernas. Primero de forma alternada y luego las dos juntas. Hacer lo mismo con los
brazos. Después se repetirá el ejercicio estando boca arriba.
4. Inventar una historia sobre la selva, en la cual se va encontrando con diferentes
animales que deberá imitar.
5. El niño imaginará que es una marioneta, y tendrá que imitar todo lo que hace
el adulto.
6. Realizar actividades que proporcionen al niño el máximo de sensaciones
posibles, en diversas posiciones.
7. Realizar juegos tranquilos que le permita estar en una actitud estática y juegos
de movimiento que propicien una actitud dinámica.
8. Ir incrementando el grado de dificultad de las actividades, permitiéndole
adoptar diferentes niveles de tensión muscular.
9.

PARA PRACTICAR EN CASA CON LOS PAPITOS

 Con las piernas abiertas jugamos a que los niños cojan un balón que se encuentra a un lado o
delante de ellos, sin que se muevan.

 Colocándonos de rodillas, a cada niño se le entregará un objeto. Ese objeto lo tendrá que mover
con las manos, sin perderlo de vista (hacia delante, detrás, un lado otro)

¿Qué deberían hacer los padres para mejorar el tono muscular de sus hijos? Generar el mayor
número de sensaciones posibles a través de diferentes posiciones posturales:
• De pie
• Sentado
• De rodillas
• A gatas
• Reptando
 Estimular pasivamente al niño durante el baño tanto las extremidades superiores como las
inferiores, con movimientos de flexión y extensión muscular.

“Las Estatuas”
Objetivos: equilibrio y tono muscular
Tiempo: 15 minutos
Material: música y silencio
Desarrollo: Bailamos al son de la música y al parar ésta nos convertimos en estatuas sin mover
ni un músculo.
Con este juego podemos trabajar además conceptos espaciales si al parar la música tenemos
que colocarnos, por ejemplo, dentro de un aro, encima de un banco etc. Y el esquema corporal
si la consigna es colocar la mano o algún objeto. Los objetos pueden ser saquitos de arena o de
peso para simular pesas. O en cualquier parte del propio cuerpo o del de algún compañero.

“El cojín interminable”


Objetivos: destrezas finas, coordinación viso-motora, relación y comunicación
Tiempo: 10 minutos
Material: cojincitos de arena, música y sillas.
Desarrollo: Los niños se colocan en tantas filas como equipos haya en el aula. Al primero de
cada fila se le entrega un cojín de peso que alza por encima de la cabeza. Se trata de ir pasando
los cojines de arena o peso, de delante a atrás, con la participación de toda la fila, hasta que
quede el cartoncito que se muestra como prueba. Gana la fila que termine antes. Se comienza a
tirar cuando empiece la música.

“Baile de colores”
Objetivos: desarrollar el esquema corporal, la coordinación dinámico general y la atención.
Tiempo: 15 minutos
Material: hojas de papel cortadas en tiras, música
Desarrollo: Bailando libremente con las cintas en la mano pasamos a movimientos dirigidos:
1. Balanceos de las cintas al compás del cuerpo y de la música,
2. Cambiar la cinta de brazo y mano
3. movernos según distintas órdenes con las cintas: arriba, abajo, delante, detrás, en la cabeza,
espalda, cintura, rodillas,…

“Las tarjetas locas”


Objetivos: atención, memoria y direccionalidad.
Material: tarjetas de colores y sillas.
Tiempo: 10 minutos.
Sentados en círculo, se le asigna a cada niño un color, o bien se pueden organizar por los colores
de los equipos a los que pertenecen (variante: usar en lugar de colores cualquier tipo de símbolos
que se trabajen en el aula). Se van sacando tarjetas diciendo y enseñando el color que ha salido.
Los jugadores que tienen asignado ese color se levantan y se sientan en el asiento de su
derecha, esté o no ocupado. Un jugador sólo se podrá levantar y avanzar puesto cuando no
tenga a otro sentado sobre sus piernas. El juego termina cuando un jugador llega a la silla de la
que partió, esté o no ocupada.

“La varita mágica”


Objetivos: Control del tono muscular y relajarnos
Material: una varita mágica
Tiempo: 10 minutos
Desarrollo: Con la varita mágica nos podemos convertir en cualquier cosa que deseemos.
Esta vez, para preparar una fiesta, nos convertimos en globos que tenemos que inflar para
decorar la clase. Empezamos a inflarlos lentamente cogiendo aire por la nariz y, a la vez que
inspiramos, nos vamos levantando, estirando y tensando los músculos hasta que llenamos el
globo. Pero… ¡no nos sale el nudo! Así que los globos se desinflan poco a poco expulsando el
aire por la boca muy lentamente y caen al suelo o a la mesa sin fuerza ninguna y muy relajados.
Se repite esta acción varias veces hasta que, de repente, los globos se pinchan, se vacían y
como ya no pueden volver a inflarse se quedan durante unos minutos así relajados hasta que la
varita mágica les convierte de nuevo en niños y niñas.

Otras actividades que se pueden realizar son como las que se proponen a continuación:

 Todos los niños en el suelo boca abajo, les pedimos que se imaginen que están nadando, pero
sólo moviendo las piernas. Primero alternativamente y luego las dos juntas. Hacemos lo mismo
con los brazos. Después les pedimos que hagan lo mismo pero boca arriba.
 Inventamos una historia donde nos movemos por la selva, y nos vamos encontrando con
diferentes animales. Nosotros los tendremos que imitar (un león, un elefante, una jirafa, un
mono).
 El adulto les explicará que son marionetas, y el niño/a tendrán que hacer todo lo que hace el
adulto.

Para trabajar el equilibrio:

 Se necesitan varios bancos puestos en fila. Se les pondrá a los niños por parejas. Un niño tendrá
que atravesar la hilera de bancos mientras el otro niño, intentará despistarle y hacer que pierda
el equilibrio, pero eso sí, no le podrá tocar bajo ningún concepto.
 Simulamos un río con cuerdas a los lados. Para atravesar el río, pondremos trozos de cartulina
o papel, y sólo pueden atravesarlo pasando por encima.
 Podemos preparar un circuito, donde los niños tendrán que pasar unos obstáculos y mantenerse
sin que se caigan.

Para trabajar las nociones espacio temporales:


 Por parejas, uno cierra los ojos, mientras el otro esconde un objeto, después abrirá los ojos y
buscará el objeto siguiendo las indicaciones del compañero. Si se está alejando, le dirá: frío, frío;
si se está acercando, caliente, caliente.
 El grupo se divide en dos subgrupos y harán un gran círculo, en el que unos estarán dentro y
otros fuera de él. El guía dará unas indicaciones. Por ejemplo: entrar al círculo todos los que
lleven zapatillas, todos los que tengan el pelo largo, todos los que llevan una camiseta blanca
Cuando no cumplan esos requisitos saldrán de él.
 Los niños se desplazarán por todo el espacio andando según el tipo de percusión que realice el
adulto con un pandero, debiendo desplazarse como las tortugas al ritmo de blancas, saltando
como canguritos.
 El adulto colocará en las espalderas tantos pañuelos atados como niños. A la señal del adulto,
ellos tendrán que desatar el pañuelo y anudarlo en el otro lado del aula.
 El adulto creará en el suelo formas geométricas con picas y cuerdas. Cada niño se desplazará
por todo el espacio sin posarlas hasta que el adulto diga una forma geométrica y los niños se
dirigirán rápidamente hacia ella.
¿Qué es la Propiocepción?
La Propiocepción nos aporta información desde nuestros músculos, ligamentos y articulaciones.
Nuestros receptores a través de las vías aferentes nos aportan sensaciones sobre la compresión
y el estiramiento de músculos y articulaciones. Gracias a la «Propio», podemos saber la posición
de nuestro cuerpo o de nuestros segmentos corporales sin verlas. También nos informan de
la sincronización de nuestros movimientos y de su velocidad.

Como nos indica Zoe Mailloux:

«Cuando nuestra propiocepción funciona adecuadamente podemos ajustar


nuestra posición y postura de manera automática. Así, podemos asumir y
mantener posiciones óptimas para las actividades diarias como sentarnos en
una silla para trabajar, sostener utensilios como un lápiz o un tenedor de
manera correcta, saber cómo moverse a lo largo de un pasillo para no chocar
con las cosas, saber qué distancia debemos mantener con las personas para
no estar demasiado cerca o demasiado lejos de ellas, planificar cuánta presión
hay que ejercer para no romper la punta de un lápiz o un juguete, o bien
corregir acciones en las que no estamos teniendo éxito como por ejemplo,
arrojar una pelota sin dar en el blanco, o dar un salto a la piscina y caer de
golpe.» Entre muchos otros ejemplos más. Así que podemos imaginarnos las
dificultades en las Actividades de la Vida Diaria que pueden surgir si este
sistema no funciona adecuadamente y no somos capaces de integrar las
informaciones de nuestro propio cuerpo, el esfuerzo que nos supondría estar
constantemente compensando con la visión y/o readaptándonos por no estar
seguros de «cómo y dónde» está nuestro cuerpo.

Nuestro sistema propioceptivo es fundamental en actividades como, por ejemplo, subir las
escaleras.
La propiocepción interviene en (Blanche, 2013):
La Propiocepción influye directamente en:

 El tono muscular
 Nivel de actividad
 Esquema corporal
 Disociación, coordinación, fluidez, fuerza y velocidad
 Estabilización de articulación proximal y cocontracción muscular
 Control postural
 Planeación motora
 Función manual

Así desde la teoría de Integración Sensorial se afirma y se relaciona la Propiocepción muy


directamente con:

 Esquema corporal
 Equilibrio
 Coordinación
 Modulación del nivel de alerta

¿Qué signos pueden indicarnos que estamos ante un problema en el sistema propioceptivo?

 Tiene un patrón de búsqueda de actividades que impliquen saltar, empujar, golpear,


chocar,etc. ¡no para!
 Agarra objetos, instrumentos, juguetes… con demasiada fuerza.
 Aplica demasiada presión al escribir, rompe el papel.
 Le gustan las actividades como los «abrazos de oso».
 Rompe cosas o hace daño a otras personas, pero porque parece no controlar su fuerza.
 Parece no juzgar adecuadamente el peso de los objetos.
 Puede andar pisando muy fuerte o tener la necesidad de dar patadas o zapatear contra
el suelo cuando se sienta en el pupitre.
 Puede gustarle que le arropen fuerte en la cama o tener preferencia por las ropas
ajustadas.
 Se lleva objetos, ropas… a la boca para morderlos.
 Puede parecer débil, torpe, con una musculatura «blandita»o con tendencia a caerse.
 No parece percibir cambios posturales en su cuerpo.
 Dificultad para subir y/o bajar las escaleras.
 Puede tener resistencia a adquirir nuevos patrones motores.
 Se puede mover como de forma rígida o descoordinada.
 Pueden ser incapaces de mantenerse sobre un solo pie y tener dificultad con las tareas
de equilibrio.
 Puede tener dificultad en el manejo de objetos pequeños, como por ejemplo los cierres
de las prendas.

Es decir, se pueden dar signos a nivel de hiporresponsibilidad, de inestabilidad postural, o


en la conciencia y control corporal.

¿Qué podemos hacer?


Como indica Mailloux:

«El sistema propioceptivo se activa a través de actividades tipo


“empujar/arrastrar” por lo que aquellas actividades que involucren peso o
presión darán una sensación a menudo calmante y pueden ser útiles para
niños que se desorganizan frecuentemente».
Así, podemos aprovechar tareas de la vida diaria y asignárselas a los chicos: llevar las bolsas
tras la compra, ser el encargado de llevar la garrafa de agua a la mesa, de llevar el pienso del
perro al patio, de llevar el cesto de la ropa sucia…

Los juegos y actividades como hacer abrazos de oso, jugar a aplastar o a hacer sandwiches,
colgarse de una barra, asaltar en el trampolín, trepar por las espalderas o por un rocódromo.

También puede ser una buena idea usar material pesado o lastrado. Tenéis varios ejemplos aquí
(enlace). Hay ropa lastrada, chalecos, cojines y mantas, también mantas muy elásticas, que
pueden seros útiles. También podéis ver este listado de equipamiento y juguetes que ha
elaborado el blog The Sensory Spectrum (enlace aquí). Por último, os enlazo un tutoríal para
hacer un cinturón lastrado con un calcetín (clic aquí). Os recomiendo que os paséis por
mi Pinterest de Integración Sensorial (enlace aquí).

Tener al niño con los ojos cerrados y que sienta dónde están sus piernas, manos, brazos etc.
Preguntarle si están arriba o abajo. Observar si el niño puede ponerse en diferentes posiciones
sin ayuda de su vista, como rodar una pelota, tocar su nariz, hacer círculos con los brazos, formar
una “X” con los brazos y piernas, etc.

Darle al niño estímulos propioceptivos extras cuándo esté aprendiendo algo nuevo. Por ejemplo;
ponerle un brazalete liviano cuando esté tratando de arrojar una pelota, lo que le puede dar más
información acerca de la posición de su brazo. Practicar letras, formas o números en materiales
diferentes como plastilina o barro. Poner tus manos en su cadera y presionar suavemente cuando
esté aprendiendo una nueva habilidad motora como subir las escaleras o patinar. O mover al
niño a través de acciones proporcionándole resistencia a sus movimientos para que los pueda
“sentir” de manera más fácil.

Dar masajes suaves y firmes si es que el niño lo disfruta. Frotar sus brazos y piernas para
ayudarlo a despertar, aplicarle presión en los hombros o la cabeza para calmarlo o masajear sus
manos antes de que esté por iniciar una tarea motora que sea difícil.

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