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Análisis de la prisión preventiva en el Perú

La reforma de los Códigos Procesales Penales, desde un modelo inquisitorial a uno acusatorio,
pretendía, entre varios de sus objetivos para corregir la reducida eficacia del primero, establecer
una serie de protecciones en favor de los derechos fundamentales de los acusados, reduciendo, por
ejemplo, el margen de discrecionalidad de los jueces en cuanto a la aplicación de medidas
privativas de libertad durante el proceso. En cuanto a ese último aspecto; en Chile, la doctrina ha
identificado las siguientes modificaciones: primero, un cambio de paradigma en la aplicación de
las medidas cautelares personales, de manera que dejaran de derivarse automáticamente del auto
de procesamiento, teniendo como eje central al principio de presunción de inocencia. En Perú,
dicho principio fue también un foco de la reforma. Así, el Nuevo Código Procesal Penal lo
consagró en su artículo II.1 y la doctrina nacional lo ha desarrollado concibiéndolo en primer lugar
el “criterio rector del ordenamiento procesal penal”, en tanto establece garantías de limitación al
poder punitivo del Estado; en segundo lugar la “regla de juicio”, debido a que requiere un
fundamento razonable para privar al acusado de libertad durante el proceso; y por último lugar la
“regla de tratamiento”, dado que prohíbe la finalidad retributiva de la medida y su utilización como
una pena anticipada.
En el caso de las personas que afrontan el proceso en prisión preventiva, existe un alto porcentaje
que estas terminen con sentencia condenatoria. Pues del 100% de los casos, en los que el imputado
llevó el proceso en prisión preventiva, el 89% del total termino con sentencia condenatoria y el
11%, del total, con sentencia absolutoria y del total de las personas sentenciadas, del 89% de ella,
24% interpuso apelación a la resolución que ordeno la prisión preventiva. Por otro lado en el caso
que de las personas que afrontan el proceso en libertad, el porcentaje de personas con sentencia
absolutoria es baja con relación a las personas que afrontan el proceso de prisión preventiva. Pues
del 100% de casos, solo el 48% termino con una sentencia condenatoria y el 52%, con sentencias
absolutorias.
Es de señalar que la cobertura mediática de los medios –con respecto a los índices de criminalidad-
no corresponde necesariamente al incremento significativo de todos los delitos, ya que las cifras
estadísticas nos demuestran que el fenómeno criminal en el Perú casi se mantiene constante, salvo
los delitos contra el patrimonio, como los robos y hurtos, que han incrementado en los últimos 10
años.
El problema del uso excesivo de la prisión preventiva y los demás problemas que ello genera en
el sistema penitenciario peruano no son ajenos en el Perú. Así en la legislación penal peruana, el
conflicto de la prisión preventiva es latente; y este conflicto se suscita en un contexto de reforma
del proceso penal con la entrada en vigencia del Nuevo Código Procesal (en adelante NCPP). A
pesar que este nuevo modelo procesal ha implicado numeroso cambios enmarcados en el respeto
de las garantías procesales, no ha significado un avance en cuando a la protección desmedida de
la prisión preventiva. Y esto debido a la política criminal peruana.

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