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PROGRAMA DE ENFERMERIA

Curso: Humanización en salud.


Docente: Carlos Eduardo Alarcón Bonilla.
Alumnos:Jesus Fidel calderón, norma gimena saenz, paula yuliana idarraga

TALLER No. 2 (Duelo y Habilidades para la vida)

DESARROLLO: los estudiantes a libre albedrio conformaran su grupo de trabajo con un


total máximo de 4 personas (solo en casos excepcionales se aceptaran grupos de 3 personas
con la única condición de que la totalidad de integrantes en un grupo no puede ser inferior a
las cantidades ya socializadas) a fin de desarrollar las preguntas descritas a continuación:

1. ¿Qué es duelo?

El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida, Aunque


convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene
una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que es vital en el comportamiento
humano

2. ¿Cuáles son los tipos de duelo? Y 4) ejemplos de cada uno de los tipos de duelo.

1. Duelo anticipado

El duelo anticipado es aquel que se da antes de que la muerte haya ocurrido. Es habitual cuando se
diagnostica una enfermedad que no tiene cura. El proceso de duelo es el habitual, lo que la persona
experimenta diversos sentimientos y emociones que anticipatorios que le prepararán emocional e
intelectualmente para la inevitable pérdida.

El duelo anticipado es un proceso de duelo prolongado, no tan agudo como el resto, dado que
cuando llega la muerte se suele experimentar, en parte, como algo que da calma.

2. Duelo sin resolver

El duelo sin resolver, como su nombre indica, significa que la fase de duelo sigue presente. Sin
embargo, suele denominarse así al tipo de duelo que sucede cuando ha pasado cierto tiempo (entre
18 y 24 meses) y todavía no se ha superado.

3. Duelo crónico

El duelo crónico también es una clase de duelo sin resolver, que no remite con el paso del tiempo y
que dura durante años. También se denomina duelo patológico o duelo complicado.
El duelo patológico puede darse cuando la persona es incapaz de dejar de revivir de forma detallada
y vívida los sucesos relacionados con la muerte, y todo lo que le ocurre le recuerda esa experiencia.

4. Duelo ausente

Este tipo de duelo hace referencia a cuando la persona niega que los hechos hayan ocurrido. Por
tanto, es la etapa de negación de la que hemos hablado con anterioridad, en la que el individuo sigue
evitando la realidad pese a haber pasado mucho tiempo. Es decir, la persona ha quedado estancada
en esta fase porque no quiere hacer frente a la situación.

5. Duelo retardado

Es similar al duelo normal, con la diferencia a que su inicio se da al cabo de un tiempo. Suele ser
parte del duelo ausente, y también recibe el nombre de duelo congelado. Suele aparecer en personas
que controlan sus emociones en exceso y se muestran aparentemente fuertes. Por ejemplo, una
persona que tiene hijos y debe mostrarse entera.

El duelo retardado suele darse cuando la persona que lo sufre, en un primer momento, debe hacerse
cargo de muchas cosas que requieren su atención inmediata, como por ejemplo el cuidado de una
familia.

6. Duelo inhibido

El duelo inhibido se produce cuando hay una dificultad en la expresión de los sentimientos, por lo
que la persona evita el dolor de la pérdida. Suele venir asociado a quejar somáticas. Las
limitaciones de la personalidad del individuo le impide llorar o expresar el duelo. A diferencia del
duelo ausente, no es un mecanismo de defensa.

7. Duelo desautorizado

Este tipo de duelo ocurre cuando el entorno que rodea a la persona no acepta el duelo de ésta. Por
ejemplo, cuando transcurrido un tiempo largo la familia le reprocha a la persona que siga en duelo.
Ésta reprime los sentimientos de cara a la familia, pero internamente no lo ha superado.

Muchas veces, este tipo de duelo se da cuando la persona que murió o se marchó para siempre
llevaba asociado un estigma y se encontraba excluida, al menos para el entorno cercano de la
persona que lo sufre (por ejemplo, su familia). Expresar duelo puede llegar a ser un acto simbólico
que subvierta ciertas ideas políticas y sociales. Por ejemplo, si la persona ausente era la pareja
homosexual de alguien y la familia no aprueba este tipo de relaciones.

8. Duelo distorsionado

El duelo distorsionado se manifiesta como una fuerte reacción desproporcionada en cuanto a la


situación. Suele ocurrir cuando la persona ya ha experimentado un duelo previo y se encuentra ante
una nueva situación de duelo.

Por ejemplo, puede haber experimentado la muerte de un padre, y al morirse un tío, revive también
la muerte de su padre, lo que le lleva a una situación mucho más intensa, dolorosa e incapacitante.
3. Cuáles son las etapas del duelo y describa cada una de ellas.

Negación
La primera reacción que mostramos tras una pérdida dolorosa es negar la realidad de
la situación. Muchos suelen pensar: “Esto no está pasando, esto no puede estar
pasando”. Es una reacción normal y una manera de racionalizar las emociones
abrumadoras. Es un mecanismo de defensa que amortigua el impacto inmediato de la
pérdida. Bloqueamos las palabras y escondemos los hechos. Esta es una respuesta
temporal que nos lleva a través de la primera oleada de dolor.

Ira
A medida que los efectos de ocultación y de la negación comienzan a desgastarse, la
realidad y el dolor afloran. Pero no estamos listos. La intensa emoción de dolor se
desvía, reorientándose, y se expresa de manera contradictora en forma de ira. El enojo
puede estar dirigido a objetos inanimados, a extraños, a amigos o familiares. La ira
puede enfocarse también hacia el ser querido fallecido. Racionalmente, sabemos que
la persona no tiene la culpa. Emocionalmente sin embargo, podemos sentirnos
resentidos con ella por causarnos tanto dolor al dejarnos. Nos sentimos culpables por
estar enfadados, y esto nos hace enfadarnos más todavía.

Pero el duelo es un proceso personal que no tiene límite de tiempo, ni una forma
“correcta” de pasarlo.

Negociación
Esta es una reacción normal a los sentimientos de impotencia y vulnerabilidad, es a
menudo una necesidad de recuperar el control. Esta puede suceder antes de la pérdida,
en caso de tener a un familiar con enfermedad terminal, o bien después de la muerte
para intentar posponer el dolor que produce el abandono. En realidad surge la
esperanza de que se puede de algún modo retrasar el dolor.

Si hubiéramos buscado atención médica antes …


Si hubiéramos tratado de ser mejor persona con él/ella …
En secreto, podemos hacer un trato con Dios o nuestro poder superior, en un intento
de posponer lo inevitable. Esta es una débil línea defensa para protegernos de una
realidad dolorosa.

Depresión
Hay dos tipos de depresión asociadas al duelo. La primera de ellas es una reacción a
las implicaciones reales relacionadas con la pérdida. La tristeza y el pesar predominan
este tipo de depresión. Nos preocupamos por los costos, por el entierro… Nos
preocupa que, a nuestro pesar, hemos pasado menos tiempo con otras personas que
dependen de nosotros. Esta fase puede aliviarse con la en acompañamiento los demás
y unas pocas palabras amables.
El segundo tipo de depresión es más sutil y, en cierto sentido, más privada. Es nuestra
preparación frente a la separación y la despedida personal de nuestro ser querido. A
veces todo lo que realmente necesitamos es un abrazo.

Aceptación
Llegar a esta etapa del duelo es un regalo que se presentará al final del proceso.

La muerte puede ser repentina e inesperada, y nos parece que jamás podremos ver
más allá de nuestra ira o negación. No es necesariamente un signo de valentía resistir
lo inevitable y negarnos la oportunidad de hacer las paces con nosotros mismos. Esta
fase se caracteriza por la retirada y la tranquilidad final. Esto no significa que sea un
período de felicidad, es más bien un período de paz, es el momento en el que hacemos
las paces con la pérdida que hemos sufrido, dándonos la oportunidad de vivir
nuevamente a pesar de la ausencia.

Los seres queridos que están enfermos o terminales, parecen pasar también por un
período final de retirada. A pesar que no siempre que son conscientes de su propia
muerte inminente, en ocasiones el deterioro físico puede ser suficiente para producir
este tipo respuesta. La dignidad mostrada en el momento de morir de nuestros seres
queridos puede ser su último regalo hacia nosotros.

Hacer frente a la pérdida es, en última instancia, una experiencia profundamente


personal y singular, nadie puede ayudarnos a ir a través de ella con mayor facilidad
ni entendiendo todas las emociones por las que estamos pasando. Sin embargo, otros
pueden estar allí para nosotros y ayudarnos a través de este proceso. Lo mejor que
podemos hacer es permitirnos sentir el dolor. Resistir sólo servirá para prolongar el
proceso natural de curación.

5. Cuantas y cuáles son las habilidades para la vida; realice una descripción de cada
una de ellas.
Las habilidades para la vida propuestas por la Organización Mundial de la Salud en 1993, son las
siguientes:

1. Autoconocimiento: reconocimiento de nuestra personalidad, características, idiosincrasia,


fortalezas, debilidades, aspiraciones, expectativas, etc.
2. Empatía: capacidad para ponerse en el lugar de otra persona y desde esa posición captar sus
sentimientos.
3. Comunicación efectiva o asertiva: habilidad para expresarse de manera apropiada al contexto
relacional y social en el que se vive.
4. Relaciones interpersonales: competencia para interactuar positivamente con las demás personas.
5. Toma de decisiones: capacidad para construir racionalmente las decisiones cotidianas de nuestra
vida.
6. Solución de problemas y conflictos: destreza para afrontar constructivamente las exigencias de
la vida cotidiana.
7. Pensamiento creativo: utilización de los procesos de pensamiento para buscar respuestas
innovadoras a los diversos desafíos vitales.
8. Pensamiento crítico: capacidad para analizar con objetividad experiencias e información, sin
asumir pasivamente criterios ajenos.
9. Manejo de emociones y sentimientos: reconocimiento y gestión positiva de nuestro mundo
emocional.
10. Manejo de la tensión y el estrés: capacidad para reconocer nuestras fuentes de tensión y actuar
positivamente para su control.

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