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DROGAS Y SUS CONSECUENCIAS

Cannabis

El cannabis o marihuana suele tomarse triturando sus hojas secas y fumándoselo,


aunque también es usual consumir su resina prensada o hachís, es usual mezclarla con
tabaco. Su principio activo es el THC (delta-9-tetrahidrocarbocannabinol). El THC se une
a los receptores CB1 del sistema cannabinoide.
Es curioso que en nuestro organismo exista un sistema cannabinoide, lo cual indica que
tenemos cannabinoides endógenos, es decir cannabinoides naturales segregados por
nuestro propio organismo (por ejemplo la anandamida).
Efectos cerebrales
La toma de cannabis libera cannabinoides que interactúan con los receptores
cannabinoides que a su vez desencadenan la liberación de dopamina del sistema de
recompensa, en concreto del núcleo accumbens.
Este aumento de dopamina crea un efecto placentero que funciona como reforzador y
hace que la persona que la consume sienta ganas de seguir tomándola. Por lo tanto el
tipo de dependencia que provoca es psicológica.
¿Provoca dependencia?
Cómo se ha indicado anteriormente, el cannabis no provoca cambios neuronales a largo
plazo y actúa sobre el sistema de recompensa, por lo cual no provoca dependencia física
pero sí psicológica.
¿Provoca tolerancia?
Efectivamente, los consumidores habituales de marihuana sienten como la misma
cantidad de droga cada vez les hace menos efectos y deben consumir más cantidad para
sentir lo mismo.

Opiáceos

Los opiáceos son sustancias derivadas de la resina de la adormidera o planta del opio.
Puede ingerirse casi de cualquier manera, puede comerse, fumarse, inyectarse…
El opiáceo más común es la heroína, la cual suele administrarse por vía intravenosa, este
tipo de administración es especialmente peligroso pues no suelen seguirse las medidas
higiénicas necesarias y pueden contagiarse enfermedades.
Al igual que ocurría con el cannabis, existen opiáceos endógenos, de los cuales los más
importantes son los péptidos opioides, los denominados “morfinas del propio cerebro”.
Estos opiáceos se unen a receptores opioides, de los cuales los más importantes son los
del tipo mu (µ), delta (∂) y kappa (k).
Los opiáceos endogénos como las endorfinas y encefalinas son almacenadas en las
neuronas opiáceas y se liberan durante la neurotransmisión y actúan sobre el sistema de
recompensa para mediar el reforzamiento y el sentimiento de placer.

ESTIMULANTES: COCAÍNA Y ANFETAMINA

Las principales drogas estimulantes son la cocaína y la anfetamina y sus derivados


como el “crack” o la metanfetamina.
La cocaína se extrae de la hoja de coca, antiguamente se quemaba y se consumía
directamente pero hoy en día su elaboración es bastante más compleja, en primer lugar
se pisa la hoja de coca hasta que salga toda la salvia, a ese “caldo” le añaden cal (por ello
la cocaína es un polvo blanco), ácido sulfúrico y queroseno los cuales sirven como
fijadores y aumentan los efectos de la cocaína en el cerebro.
Como puede observarse la “lista de ingredientes” de la cocaína no es nada saludable, sus
compuestos son altamente tóxicos y pueden llegar a ser más perjudiciales que la propia
coca.
Además suele esnifarse, lo cual es altamente peligroso pues hace que la droga llegue lo
antes posible al cerebro mediante los vasos sanguíneos de la nariz, este procedimiento
causa grandes daños físicos pues desgasta el tabique nasal.
Actualmente en algunos pueblos indígenas de Sudamérica sigue consumiéndose la hoja
de coca, la mastican para conseguir energía y para paliar el llamado “mal de alturas”.

Drogas de diseño: alucinógenos y éxtasis


Las principales drogas de diseño son el LSD (o ácido), la mescalina, el PCP (o polvo
de ángel), el éxtasis (MDMA) y la ketamina. Estas drogas provocan una intoxicación, que
suele denominarse “viaje”, que está asociada con experiencias sensoriales, ilusiones
visuales, alucinaciones y un aumento de la percepción tanto de los estímulos externos
como internos, este tipo de efecto se denomina psicodélico.
Este tipo de sustancias suele denominarse “drogas de discoteca” ya que suelen usarse en
dicho contexto.
Efectos cerebrales
Los alucinógenos pueden ser de dos tipos, las que afectan principalmente al sistema
serotoninérgico (como el LSD) y las que afectan principalmente al sistema noradrenérgico
y dopaminérgico (como la anfetamina y el MDMA). Aunque en realidad todos estos
sistemas están conectados y van interactuando como veremos a continuación.
Como ejemplo de modo de actuación de los alucinógenos expondremos la acción del
LSD. Este compuesto se une a los receptores 5HT2A (receptores de serotonina) y
provoca una hipersensibilidad de las percepciones de los sentidos.

Drogas legales: nicotina y alcohol

La nicotina se extrae de las hojas del tabaco, suele administrarse en cigarrillos los cuales
llevan muchos otros componentes tóxicos y cancerígenos, como el alquitrán, que dañan al
corazón, a los pulmones y a otros tejidos.
Además al quemarlo se crean otros compuestos mediantes reacciones químicas que son
altamente peligrosos como monóxido de carbono y el gas cianhídrico. España es el
noveno país de la Unión Europea (UE) con mayor porcentaje de fumadores, un 29% de la
población es fumadora.
El alcohol se toma en forma de bebida alcohólica que pueden realizarse mediante
fermentación alcohólica o destilación. Es una droga legal en todos los países exceptuando
los estados islámicos.
Muchas personas que sufren alguna enfermedad o trastorno lo toman para
“automedicarse”, para aturdirse y no pensar en sus problemas, por ello el alcoholismo es
una enfermedad comórbida con muchos otros trastornos.
Según la OMS en España bebemos alrededor de 11 litros al año por persona, muy por
encima de la tasa mundial que oscila los 6,2 litros al año por persona.

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