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Código: COPSMPCS3203439
Fecha: 29 de marzo del 2019
CASO 1
No hay ninguna duda de que las emociones influyen en nuestra salud cardiovascular, y es
que actualmente la enfermedad cardiovascular y en especial el infarto de miocardio, es la
primera causa de muerte en todo el mundo, pero es bueno saber que el infarto puede
prevenirse modificando los factores de riesgo, por ejemplo, el tabaquismo, las dietas poco
saludables y la falta de ejercicio. Sin embargo, el estrés y otras emociones pueden tener un
papel muy importante en que se produzca un infarto.
Cuando sufrimos estrés durante largos periodos de tiempo, nuestras emociones negativas
aumentan y con ellas el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como en el caso del
hombre de 56 años su empeño por trabajar largas jornadas y demostrarle a su familia lo
eficiente que este puede ser lo ha llevado a tener una gran carga emocional. Y es que después
de un ataque, se genera un abanico de sensaciones, como incertidumbre, negación, miedo a
la muerte, tristeza, enfado, estrés de evitación o, por el contrario, de entereza para afrontar la
enfermedad de manera activa mediante la búsqueda de soluciones. (Arboix, 2014)
Es importante tener en cuenta el cumplimiento de las órdenes dadas por el médico tratante y
la psicóloga, y que se cumplan con todas las indicaciones medicas para que el paciente tenga
un exitoso tratamiento con el fin de que su atención intramural y extramural sea efectiva y se
inicie un programa conjunto de educación y adecuación de la sanidad para lo cual se tiene
propuesto en los protocolos médicos y psicológicos; y enseñar sobre las normas y todo el
ambiente sociosanitario al paciente y al entorno familiar. Por ende los psicólogos debemos:
Educar a los pacientes y su entorno familiar en cuanto al cumplimiento del tratamiento y
conductas sanas en el momento que su actitud es más abierta para recibir un apoyo
psicológico durante su proceso y establecer una comunicación eficaz entre el paciente y los
familiares; Ayudar a desarrollar una relación de colaboración entre el paciente y entorno
familiar y social y el sistema de atención médica; y realizar evaluaciones de seguimiento para
determinar cuán bien el paciente y la familia sobrellevan la recuperación.
En algún momento del proceso el diagnostico psicológico del caso en particular, cuya
finalidad inicial persigue esclarecer el conjunto de reacciones psicológicas al impacto, en
unos casos del reciente caso cardiaco, mientras que en otro el conjunto de factores biológicos
y los psicosociales asociados al grupo de alteraciones y haciendo este análisis se puede
establecer los objetivos específicos de las intervenciones de tipo psicoterapéuticas que
contribuirán al restablecimiento del paciente y a la conservación de la salud al eliminar en lo
posible los comportamientos insanos o de riesgos detectados en el estudio. (La ansiedad, el
estrés, la depresión, el miedo, la obesidad, el tabaquismo, las inseguridades, el sedentarismo
y otros factores más…) estas alteraciones dan origen a trastornos de sueño porque el paciente
teme fallecer mientras duerme, vale aclarar que el sueño es mas necesario en la rehabilitación
de las enfermedades.
Por esta razón, junto a la voluntad de evolucionar también se despierta una emoción
defensiva, el miedo: a tocar temas dolorosos, a no conseguirlo, a “desmontarnos”, al cambio
y este miedo, muchas veces oculto, hace que a veces nos resistamos a descubrir otra forma
de vivir y de vivirnos. A veces el miedo al cambio es tan grande, que inconscientemente
no queremos cambiar.
Algunas personas como el del caso propuesto es que, sin saberlo, sienten mucho miedo ante
la idea de “estar bien”. Este hecho (que de entrada puede parecer extraño) se da en un plano
muy inconsciente y puede explicarse a partir de un par de premisas: si estoy bien, tendré que
enfrentarme a algunas cosas que, “estando mal”, me doy permiso (o me lo dan) para evitar.
Si estoy bien, no tendré más remedio que responsabilizarme de mi propia vida. (Llobet, 2016)
En conclusión, los pacientes resistentes (como el paciente del caso 1) son unos de los más
difíciles, suelen hacer que nosotros como terapeutas nos sintamos frustrados al agotarnos las
estrategias que permitan promover el cambio y así ayudar al consultante.
CASO 2
Si, es un obstáculo ya que en este caso la profesional tiene un vinculo directo que es padre e
hija, y entre la ética siempre se ha dicho que los lazos sanguíneos directos no deberían atender
a sus familiares. (Puede ser que no sea impedimento) para realizar una extracción de sangre
la enfermera o como cualquier otra persona debe estar continuamente en una reflexión ética,
la cual le permitirá reevaluar su compromiso con el cuidado de la vida en cualquiera de las
etapas del ciclo vital y reconociendo su individualidad, intimidad, siempre aplicando los
valores morales durante la elaboración del proceso de la atención que le debe brindar al
paciente (padre). (Alvarado, 2004)
Hay una consecuencia ética, de hecho, no se debe intervenir a familiares ya que no se tiene
la objetividad para tratarlos ya que está afectada la parte afectiva o emocional y según las
normas en materia de ética médica, la ley 23 de 1981, dicho por el artículo 26: “El médico
no prestará sus servicios profesionales a personas de su familia o que de él dependan en casos
de enfermedad grave o toxicomanía, salvo en aquellas de urgencia o cuando en la localidad
no existiere otro médico”
No es beneficioso para ninguna de las partes, no se solucionaría con eficacia los problemas
de las personas que acuden a la consulta, ni se realizaría un tratamiento psicológico eficaz.
La mejor opción (como se mencionó anteriormente) sería la derivación del paciente a otro
colega y así se estaría ayudando de la mejor forma al paciente. (Fernández, s.f)
Y es que debido a la variedad y complejidad de las adicciones las personas afectadas suelen
tardar mucho tiempo en tomar conciencia de enfermedad, esto dilata el proceso de ayuda e
iniciar su rehabilitación mientras se toma conciencia los consumos van causando daños a
niveles biológicos, psicológicos y sociales. La familia sufre y sus esfuerzos son desoídos, el
problema es la identificación de personas de consumo que permita al personal de salud dar
respuestas iniciales al problema. Si el paciente ya reconoce su adicción y que tiene un
problema de salud tendremos una colaboración más activa con lo que cuenta el personal
sanitario en muchos casos es la resistencia del enfermo para recibir ayuda y apoyo.
1. Si a usted le aconteciera algo como esto, ¿cree que llegaría a percibir como
amenaza a su labor semejante evento? ¿Por qué?
Se puede proponer al grupo un tema para trabajarlo que sea interés de la mayoría, motivar al
grupo, controlar los impulsos, actuar con cautela, sacar al máximo partido sus habilidades,
traducir el pensamiento en acción, no tener miedo de arriesgarse al fracaso, comprensión,
respeto, dialogo ameno, todo esto se puede emplear para el logro de los objetivos propuestos
y adecuada relación pacientes – terapeuta.
Promover que la persona se sienta integrada e identificada con sus compañeros/as. El nuevo
paciente pierde el miedo a expresar sus miedos y emociones y comienza a abrirse porque
sabe que no va a ser juzgado y porque esto le va a servir para verse reflejado en los demás.
El consultante pasa a sentirse comprendido y aceptado, y va interiorizando la idea de que “si
otros han podido salir de esto, yo también puedo”. Por este motivo, la terapia de grupo ayuda
a salir al adicto de su aislamiento, sentimientos de soledad y falta de apoyo.
CASO 4
Para el abordaje de dicha temática, resulta de vital importancia para todo psicólogo clínico,
que es necesario que asuma una posición clara para evitar que sus prejuicios incidan
negativamente en la terapia. Las creencias, perjuicios y estereotipos del psicoterapeuta
inciden de manera importante en el vínculo con el cliente o consultante, así pues, revelar de
qué forma la psicología refleja ciertos prejuicios en contra de la homosexualidad, podría
ayudar al terapeuta a revisar a profundidad de qué forma reacciona ante un consultante no-
heterosexual. No podemos omitir que abordar este tema arroja luz sobre cómo los perjuicios
y los estereotipos afectan las perspectivas del investigador.
Este tema permite el dialogo fructífero entre tres paradigmas de la psicología y aceptados por
la comunidad académica por todas las implicaciones clínicas y teóricas de la orientación
sexual y cómo el cognitivismo, el conductismo y el psicoanálisis abordan este tema; cada
uno explica el fenómeno de la orientación de manera distinta, el cual permite una interesante
contrastación teórica. Es necesario que los terapeutas estén conscientes de estos factores, así
como la importancia de conocer la cultura y el lenguaje de estas poblaciones para no
discriminar ni hacer sentir incómodo al consultante.
Referencias
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-
59972004000100005
de 2019 de
http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2014/07/11/220192.php
Brizuela, A., Brenes, M., Villegas, M., y Zúñiga, B. (2010). El abordaje teórico y clínico de
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/wimblu/article/view/1186
puede-tratar-a-un-amigofamiliar/
compatibles-o-incompatibles/
Ley 3380 (1981). Por la cual se dictan normas en materia de ética médica. Recuperada el 29
de marzo de
https://docs.supersalud.gov.co/PortalWeb/Juridica/Leyes/L0023_81.pdf
Ley 1090. (2006). Por la cual se reglamenta el ejercicio de la profesión de Psicología, se dicta
de http://www.colpsic.info/resources/Ley1090-06.pdf.
Lizcano, J. (2015). Religione, religiosità e spiritualità alla luce del pensiero di Viktor Frankl.