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una serie de culturas predecesoras, de las cuales, las más últimas fueron los culturas Tiawanacota e Incaica (Aymara
y Quechua respectivamente).
Durante este tiempo han ocurrido variaciones en las preferencias del mercado, las variaciones del
ambiente (suelo, clima) y las formas de aprovechamiento de la quinua, es necesario el mejoramiento genético de
este cultivo andino.
entre ellas, el color negro o rojo del grano y la condición orgánica del producto. A esto se suma
el rendimiento y tamaño de grano los objetivos prioritarios y en los últimos años se incluye la
Los métodos empleados en el mejoramiento de la quinua fueron diferentes en los países andinos,
Los resultados del mejoramiento en los Andes se reflejan en la obtención de variedades en cada
país. En Bolivia las variedades liberadas por el ex/IBTA suman 22 siendo las principales
características el grano grande, blanco, dulce o amargo, ciclo precoz a semi-precoz de 135 a 160
días. Por su parte, PROINPA ha liberado 6 variedades entre los años 2000 a 2010. En Perú se
liberaron 12 variedades de grano grande y mediano con resistencia al mildiu y alto rendimiento.
Los métodos de mejoramiento clásico combinado con herramientas modernas de biología molecular, la fisiología, la
bioquímica
de campo y ambiente atemperado o campo en altiplano y costa como lo están haciendo en Perú.
Cuando se habla de mejoramiento, el tema de semilla es factor clave para el impacto esperado,
por lo que los programas de mejoramiento han estado apoyando de alguna manera los programas
de semilla certificada de categorías altas y semilla de calidad sin certificación formal (artesanal).
CITOGENETICA
Una debilidad seria del análisis de cariotipo de C. quinoa es la escasez de marcadores cromosómicos. Hasta ahora
sólo los genes ARNr parecen ser marcadores citológicos adecuados para los cromosomas de quinua. Los loci del gen
35S del ARN fueron colocados en la parte terminal de dos cromosomas
. Los 5S ADNr se organizaron en dos pares de loci - uno de ellos se encuentra en posición terminal y el otro en
posición intersticial en dos pares de cromosomas diferentes (puntas de flecha Fig. 2A; Maughan et al. 2006). Del
mismo modo, sólo unos pocos loci de ARNr fueron asignadas en el cariotipo de C. berlandieri, que tenían uno o dos
pares de loci 35S ADNr y dos o tres pares de 5S ADNr loci, en función de la adhesión. Todos los loci de ADNr se
localizan en los cromosomas terminales (Maughan etal.) En los cariotipos de C. quinoa y C. berlandieri los loci 35S
rDNA co-localizaron con cromatina rica en GC teñida con chromomicina A3 (Kolano et al. 2001; Kolano et al. no
publicado). Las secuencias de telómeros son las otras repeticiones funcionales en tándem en los genomas de las
plantas. La quinua y otras chenopodiáceas estudiadas tienen repeticiones telómericas del tipo Arabidopsis
localizadas exclusivamente en la posición terminal en cada brazo del cromosoma (Kolano, no publicado)
REPRODUCCION
El interés en la quinua ha sido acelerado por sus muchas ventajas sobre otros cultivos.
Entre ellos se encuentran los siguientes: su adaptabilidad para producir en condiciones climáticas y de suelo
desfavorables, su alto valor nutricional incluyendo un alto contenido de proteína, así como un bajo contenido de
gluten, y sus ricas vitaminas y minerales por los que se ha dicho que es el grano más nutritivo del mundo (Fleming y
Galwey, 1995; Jacobsen y Mujica, 2002, Jacobsen, 2003, Bertero et al., 2004, El Hafid et al., 2005).
Su buen desempeño desde el nivel del mar a más de 4000 m sobre el nivel del mar y en regiones propensas a la
sequía, no significa que su tolerancia a la sequía es absoluta. El cultivo necesita algunas aplicaciones de agua
durante las etapas de crecimiento sensibles al agua, donde puede aumentar significativamente sus rendimientos
(Bosque Sanchez et al., 2003; García, 2003) y también es conocido que tiene un buen desempeño bajo condiciones
salinas (Eisa et al., 2012).
Muchas personas y organizaciones sienten que con el aumento de la población mundial, se debería prestarse más
atención a los cereales principales del mundo para alimentar a la gente. Esta declaración puede ser cierta para
áreas productivas, pero no para áreas marginales y degradadas que requieren de cereales menores y
pseudocereales que son más adaptables y tienen un mayor rendimiento (Williams, 1995).
Aquí es donde encaja la quinua, especialmente en la situación de cambio climático en el cual el mundo se
encuentra hoy. Los efectos del cambio climático son bien conocidos: aumento de las temperaturas, con la
temperatura en lugares de altitud y latitud alto aumentando más que otros, sequía prolongada en regiones áridas y
semiáridas, un aumento de inundaciones, fenómenos meteorológicos extremos y un aumento en el nivel del mar,
entre otros. En general, el clima está cambiando más rápido de lo que las especies tardan en adaptarse y por lo
tanto, hay necesidad de esfuerzos conscientes, de lo contrario la vida en la tierra no será soportable.
Conclusiones
La quínua como cultivo es una especie que crece inicialmente lento, por lo que su habilidad competitiva es escasa y pude ser
rápidamente invadida por malezas.
La mayoría de los ensayos reportados indican aumentos del rendimiento de granos que pueden superar el 50% en
comparación a no controlar, lo que indica claramente que hay una respuesta positiva a esta práctica.
Ante las pocas alternativas de manejar estas malezas, las recomendaciones van hacia un control integrado, es decir utilizar
todas las herramientas que directa o indirectamente favorezcan al cultivo.
Esto parte con utilizar la prevención, en especial evitando suelos infestados de malezas perennes con rápido crecimiento y
exclusión de otras especies y controlando malezas incluso antes de iniciar una adecuada preparación de suelos. También
adquieren importancia las prácticas culturales del cultivo, como sembrar ecotipos o variedades adaptadas a la zona, distancias
de siembra para obtener población optima del cultivo. Utilizar control mecánico-manual en las primeras etapas es
aconsejable, sin embargo se debe ser cuidadoso ya que las plántulas de quínoa son muy débiles y fácilmente se pueden
enterrar o dañar.
Por último, el control químico parece ser una alternativa factible, pero es necesario profundizar el estudio de herbicidas tanto
a la siembra como de post emergencia, ya que hay interacciones que aún se desconocen. De cualquier manera, es necesario
entender que un adecuado herbicida para recomendar, es sólo un complemento a una serie de prácticas que deben favorecer
el crecimiento y desarrollo del cultivo, lo que indirectamente ayudará a disminuir el efecto de las malezas