y evidencia arqueológica.

Tal como sugieren los lineamientos internos de la

Conadi, así como otras comisiones del Estado (Comisión de Verdad Histórica
y Nuevo Trato, 2003), las compensaciones deben dirigirse a las demandas que
se apoyan en evidencia de despojo de tierras dentro de la reducción. Mientras
que el rol predominante de los mapas y documentos coloniales deslegitima en
teoría las demandas de tierra ancestral perdida previo al proceso de radicación
(Toledo, 2005), el caso de la Comunidad Contreras muestra que estas pruebas
pueden ser empleadas para demandar terrenos despojados con anterioridad a
la fundación de la reducción.
La demanda de tierra de la Comunidad Contreras comenzó en 2005, cuan-
do la posibilidad de apelar a restitución de tierra a la Conadi fue discutida por
primera vez entre sus miembros. Uno de los primeros pasos fue la búsqueda
de apoyo de una ong y de organizaciones indígenas para reunir evidencia que
pudiera fortalecer su demanda. A finales del año 2008, después de haber reco-
lectados algunos mapas y títulos de propiedad en distintos archivos regionales,
la comunidad presentó una demanda oficial a la Conadi en la que apelaban
por la restitución de 1200 hectáreas de tierra situadas en torno a los límites
actuales de la comunidad indígena. Esta tierra corresponde a tres secciones de
tres fundos diferentes poseídos por propietarios no indígenas. Mientras que
la demanda de tierra de la Comunidad Contreras fue apoyada con distintas
pruebas, incluyendo reportes arqueológicos, gran parte de la prueba sobre el
despojo de tierra estaba en el mapa del título colectivo (Título de Merced), que
determinaba la fundación de la Reducción Miguel Contreras en 1884. En este
mapa, los terrenos oficialmente asignados al cacique Miguel Contreras están
demarcados en rojo y corresponden a 760 hectáreas. Esta prueba, por lo tanto,
demostraría la pérdida de sólo 60 hectáreas desde la fundación de la reducción
al presente. La directiva de Comunidad Contreras eligió presentar este mapa
por otra razón. Su argumentación es que, debido a la representación de un
sector amplio en el cual se ubica la reducción, los funcionarios de la época
reprodujeron los “territorios ancestrales” en su extensión original y por lo tan-
to, el Estado chileno estaba consciente de la existencia del territorio ancestral
más allá de los límites de la reducción. Si bien esta hipótesis no se apoya en
crónicas de esos tiempos, es perfectamente plausible, dado que los cartógrafos
en el sur de Chile usualmente se apoyaban en el conocimiento de informantes
locales (Correa et al., 2005).
El mapa del Título de Merced muestra sólo dos rasgos topográficos, el estero
Huadaco y el río Imperial, que son mencionados en la demanda como las fron-
teras del territorio ancestral. Como fue tratado previamente en este capítulo,
las experiencias e imágenes asociadas a estos dos cursos de agua contribuyen

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D O C U M E N TO S , M A PA S Y OT R A S T E C N O L O G Í A S D E L P O D E R

tecnología de los márgenes.indb 163 12/06/15 12:13