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“Transformar el papel del profesorado hacia una concepción de facilitador implica llevar a cabo

adecuaciones principalmente en la enseñanza, la cual debe estar centrada en el estudiante.


Organización, seguimiento y evaluación continua del aprendizaje de los estudiantes, son tareas
esenciales de los docentes para desarrollar el enfoque por competencias.” (CINDA, 2010, p. 53)

Actualmente esto corresponde a un reto, pues en los últimos años hemos pasado por este proceso
de transición de una educación vertical y tradicional a plantear el enfoque por competencias, pues
se busca que el estudiante sea el protagonista en el proceso enseñanza-aprendizaje y el docente
cumpla un rol como orientador. Tal como lo menciona Ralph Tyler: “El aprendizaje sucede a través
del comportamiento activo del estudiante: él aprende lo que él hace no lo que el maestro hace”.

Manifiesto estar a favor del enfoque por competencias a nivel de la educación superior, según Villa
y Poblete (citado por CINDA, 2010, pp. 53-54), existen cuatro componentes que forman parte del
proceso de enseñanza-aprendizaje para lograr tales competencias:

a. Estrategias y metodologías de enseñanza-aprendizaje, las cuales se pueden definir como el


diseño de un proceso regulable compuesto por una serie de procedimientos y normas que
aseguran una decisión óptima en cada situación, en función de los objetivos perseguidos,
incorporando los métodos y técnicas adecuados y ajustándolos a los tiempos previstos. Nuestro
rol como docentes es velar por la metodología cumpla con los objetivos y logros del curso,
además de considerar el perfil de los estudiantes, esto me parece importante porque me
permitirá identificar cuáles son sus vulnerabilidades y potencialidades. Me reto es buscar la
manera de vencer dichas vulnerabilidades (como comprensión lectora) y fortalecer sus
potencialidades.
b. Las modalidades (…) se entienden como formas de globales de organizar el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Estas pueden ser presencial, semi-presencial y virtual. Sin quitar el papel
fundamental que cumplen las sesiones dentro del aula, debemos destacar que gracias a la
globalización e Internet, los estudiantes pueden acceder y participar de la modalidad virtual, esto
permitirá al estudiante participar del curso accediendo desde una PC o su dispositivo electrónico,
ya sea mediante la revisión materiales así como foros o asignaciones que debe presentar en la
plataforma. Para ello es indispensable capacitar al docente y estudiantes sobre los usos de la
plataforma.
c. El seguimiento del aprendizaje del estudiante (…) permite un feedback de su progreso, además
permite que efectúe su propia autoevaluación o reflexión sobre cómo va desarrollando su
estudio y trabajo académico. Los sistemas de seguimientos pueden ser presenciales o virtuales,
a través de sistemas tutoriales, portafolios u otros medios.
d. Evaluación variada, pues cada competencia tiene componentes muy distintos que necesitan
procedimientos diversos para ser evaluados correctamente (…) Evaluar por competencias
significa, en consecuencia, saber qué se desea evaluar; en segundo lugar, definir explícitamente
cómo se va evaluar, y en tercer lugar, concretar el nivel de logro que se va evaluar. Ello
corresponde a un verdadero reto como docentes, debemos buscar propuestas de evaluación y
pertinentes basadas en el logro de los objetivos.

Según Kri, Marchant, del Valle, Sánchez, Altieri, Ibarra, & Vásquez (2013, p.10): “(…) se plantearon
la necesidad de poner el foco en los estudiantes a la hora de diseñar los planes de estudio y, con ello,
balancear la carga académica de éstos, hacer más eficiente el proceso de enseñanza y aprendizaje,
mejorar la legibilidad de los planes de estudio, las convalidaciones y el reconocimiento de los
aprendizajes de los estudiantes entre las diferentes instituciones, favoreciendo así la movilidad
estudiantil”). Esto motivaría incluso al estudiante a informarse y comparar otras mallas curriculares
tomando como referencia los créditos establecidos por cada curso. Además ello le permitirá a
acceder a beneficios como intercambios estudiantiles o una doble titulación como ofrecen algunas
carreras en UPC. Por otro lado, por si el estudiante desea hacer traslado interno a otra carrera o
traslado externo por si desean ir a otra universidad, pero ello es una desventaja pues en muchas
oportunidades dependiendo de los contenidos del curso, sus créditos y la calificación obtenida,
algunos de los cursos no logran ser convalidados y es por ello deben llevar los cursos nuevamente.

“En la medida que todas las instituciones de educación superior entiendan lo mismo por los créditos
asociados a una asignatura, y que en ellas se expresen los aprendizajes que debe lograr el estudiante
y no la lista de contenidos que deben ser cubiertos, tendremos las bases para facilitar los procesos
de reconocimiento de asignaturas y programas, lo que sin duda facilitará la movilidad estudiantil.”
(Kri et al, 2013, p. 12).

“Para elaborar el programa de asignatura se sugiere realizar talleres de diseño micro curricular con
los docentes, de modo tal de seleccionar e incorporar estrategias de enseñanza y aprendizaje, y
mecanismos de evaluación adecuados que permitan alcanzar los resultados esperados, dentro del
rango de tiempo estipulado y considerando la asignación de créditos que se ha hecho. Se sugiere que
este proceso sea acompañado por la unidad de apoyo a la innovación curricular y el mejoramiento
docente de cada institución.” (Kri et al, 2013, p. 65). El rol del docente es importante y para ello es
relevante capacitarlo constantemente, incluso en la etapa de elaboración del silabo del curso, éste
este orientado por competencias y logros en el curso, de esta manera permitirá al estudiante
conocer qué es lo que se busca lograr al finalizar cada sesión o unidad en el curso. Por mi parte
siempre busco motivarlos en manifestarles que no los percibo como estudiantes sino como futuros
profesionales, y en ello se manifiesta la exigencia que buscamos motivar en ellos.

Para ello quiero tomar como referencia a Pereira-Chaves (2015), quien menciona el siguiente caso:
“Las estrategias metodológicas en donde se aplican los trabajos prácticos favorecen la
formación del estudiantado, sobre todo pensando que el docente de disciplinas científicas debe
promover el trabajo científico, para que el estudiante se identifique con lo que está
desarrollando, de manera que sea capaz de aplicar los principios básicos del método científico,
que utilice adecuadamente el material, los instrumentos y que aplique técnica didáctica
básicas de laboratorio. Y a la vez, que con este tipo de trabajo, se fortalezca la actividad en
equipo y se potencien las destrezas y habilidades de interpretación de datos. De esta manera,
los estudiantes adquieren habilidades en escritura, sistematización de datos y muchas veces
adoptan un papel protagónico o de liderazgo con los trabajos prácticos (…)” (p. 75).
Esquema N° 01: Dimensiones consideradas en el desarrollo del contenido de Biología en el
salón de clases.

Fuente: Pereira-Chaves (2015)

Me parece interesante esta propuesta de clasificación en cuanto a las dimensiones conceptuales,


procedimentales y actitudinales, pues ello busca determinar cada una de las competencias que
esperamos que logren los estudiantes al finalizar el curso. Como se aprecia en el esquema anterior
(Esquema N° 01), cada dimensión esta descrita en base a logros, ya no buscamos que sean sólo
memoristas o que rindan una evaluación para medir cuánto han comprendido sino que además sean
críticos y reflexivos durante su formación, tomando como referente sus aptitudes y actitudes.

Muchas universidades en Latinoamérica se encuentran en proceso de transición hacia el enfoque


de competencias y esto permitirá homogenizar algunos contenidos o cursos en cuanto a la malla
curricular en ciertas carreras tomando como referencia el Sistema de Créditos Académicos
Transferibles. “Esta actividad se enmarca en los planes de internacionalización que las universidades
llevan a cabo en varios aspectos en el contexto de la intensificación de los intercambios y sobre la
cual existe consenso en cuanto a que, para los estudiantes que acceden a ella, promueve un
desarrollo de competencias tanto específicas como genéricas de una riqueza excepcional” (Kri et al,
2013, p. 94).

Innovar y mejorar es relevante porque me permite conocer de manera inicial cual es el perfil y
motivaciones de los estudiantes acerca del curso que dicto. Muchos sienten curiosidad en el
desarrollo del curso por lo que revisan los contenidos que hay en el silabo del curso. Además,
mediante proceso enseñanza-aprendizaje me ha permitido estructurar de una manera más
adecuada el desarrollo de mis sesiones de clases, basándome en los logros que busco en el curso.
Incluso, buscando cuestionar los materiales que utilizo en cada sesión y si estos son comprendidos
por los estudiantes. Valorar el papel de diccionarios especializados y que el estudiante desarrolle y
potencialice un rol activo en la investigación.

En la última semana de clases del curso “Ética y Profesionalismo” en el semestre pasado, considero
relevante para finalizarlo abordar el caso de las esterilizaciones forzadas en el gobierno de Alberto
Fujimori (1997) y este curso tiene como finalidad reflexionar sobre las responsabilidades de los
médicos que participaron en dichas prácticas, reflexionar sobre la autonomía (tanto del paciente
como del médico), reflexionar sobre por qué las afectadas aún no logran acceder a justicia. Fueron
exposiciones interesantes.
Para finalizar la sesión quise ir un poco más allá y preguntarles a los estudiantes si respaldan o
rechazan la castración química como medida complementaria para quienes cometen delitos de
violación sexual. Partiendo de una pregunta inicial: ¿Qué hubiesen hecho ustedes si se aprobaba
esta ley? ¿Lo ejecutarían? No, fue la respuesta, así como los médicos quienes en diferentes medios
manifestaron estar contra de la propuesta del congresista Yonhy Lescano... y finalmente les dejé la
pregunta final reflexiva: ¿Por qué ellas, sí y ellos, no? Espero el curso cumpla con su fin: formar
buenos médicos y médicos buenos.

BIBLIOGRAFÍA

CINDA (2010). Diseño curricular basado en competencias y aseguramiento de la calidad en la


educación superior.

Kri, F., Marchant, E., del Valle, R., Sánchez, T., Altieri, E., Ibarra, P., & Vásquez, M. (2013). Manual
para la implementación del Sistema de Créditos Académicos Transferibles SCT-Chile. CRUCH,
Santiago, Chile.

Pereira-Chaves, J. (2015) Las estrategias metodológicas en el aprendizaje de la biología. Recuperado


de: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/uniciencia/article/view/6759/6902

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