Вы находитесь на странице: 1из 15

Los sentimientos en Hamlet

martes, 24 de enero de 2012

Conclusiones

A raíz de todos los sentimientos estudiados de la obra Hamlet, observamos una importancia
capital de estos, como se destacó en la introducción, observamos sentimientos como la lealtad, la
melancolía, la culpa, la venganza y el amor.

A través de todas estas herramientas de la tragedia que se han mencionado, observamos como
Shakespeare nos lleva poco a poco al fin de todos los personajes que se han dejado llevar por sus
emociones hasta su muerte.

Lo importante es destacar que sentimientos puros como el amor acabarán contribuyendo al


trágico desenlace que se entreve desde el primer acto. Observamos como el amor de Hamlet hacia
su madre se convertirá en odio a causa de la lealtad que este tiene hacia su padre, como este
sentimiento se transformará en venganza, la cual solo puede contribuir a la melancolía y la locura
del personaje. Por otra parte vemos como el amor que siente hacia Ofelia será tras la muerte de
esta una de las causas de que crezca el odio en el personaje y esto conlleve un deseo de venganza
cada vez más fuerte.

Podemos terminar diciendo que Shakespeare tal vez lo que desea expresar a través de todo este
número de sentimientos es el mal que puede conllevar el dejarse llevar por cualquiera de ellos ya
que todos los personajes que yacen muertos al final de Hamlet no son más que la viva de
representación de sentimientos más poderosos que ellos, los cuales habrán traído la muerte
segura a todos ellos.

Publicado por Carmen Gamundí Moreno, José Antonio García Barrero, Juan Diego Gómez
Hernández, Pablo López Martínez, Santi Luquin Fajardo,Laura Hernández Casado. en 0:30 No hay
comentarios:

Enviar por correo electrónico

Escribe un blog

Compartir con Twitter

Compartir con Facebook


Compartir en Pinterest

La tristeza y la melancolía

A la hora de hablar sobre estos sentimientos, es importante destacar en primer lugar que la
tristeza es uno de los sentimientos más presentes en el personaje del príncipe Hamlet a lo largo de
toda la obra. Esta viene dada en forma de melancolía, la cual, según la Real Academia de la lengua
Española sería:

"1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que
hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada."

Esto nos permite decir que la melancolía es un sentimiento que va más allá de la tristeza.

Pasemos pues, a presentar dicho sentimiento:

Es importante en primer lugar presentar este sentimiento de forma general, ya que tuvo una
importancia crucial en la época del Siglo de Oro, cuando fue escrita esta obra. Destacaremos estas
características principales de la melancolía:

-Los personajes melancólicos producto de obras literarias de la época fueron de una edad
aproximada de 21-41 años.

-Los personajes que sufren a causa de este sentimiento tienden a ser cercanos a la muerte.

-Los personajes melancólicos solían disponer de una brillantez intelectual.


Una vez presentado el sentimiento en su contexto, pasemos a relacionarlo con la obra en
cuestión.

En primer lugar, es importante destacar el número de veces que es mencionada la palabra


"melancolía" para referirse al estado en el cual se encuentra el héroe de esta obra. Observaremos
en este caso tres diferentes alusiones a esta palabra que tanta popularidad tuvo a lo largo del Siglo
de Oro.

En primer lugar, en una intervención de Polonio en la escena número dos del acto segundo, al
explicar que Hamlet padece una tristeza profunda debido al rechazo por parte de Ofelia (aunque
evidentemente este desconociese la visión que tuvo Hamlet del fantasma de su padre y todas las
revelaciones que este le hizo).

En segundo lugar, esta palabra es mencionada por Hamlet a lo largo de su monólogo en la


undécima escena del acto segundo, para calificarse a sí mismo, dado que se basa en la definición
que se le dio a la palabra melancólico, como hombre que encontrándose sumido en una profunda
tristeza, el cual es propenso a tener alucinaciones, lo que justificaría la aparición del fantasma de
su padre. A causa de esta última escena y para comprobar que realmente Claudio asesinó a su
padre, llevará a cabo la obra teatral en la que se interpreta la muerte de su padre.

Por último lugar, veremos esta palabra aparecer en la escena sexta del acto tercero, cuando
Claudio pretende hacer alusión al estado en el cual se encuentra Hamlet y lo califica como sumido
en la melancolía aunque cabe destacar que hace una clara diferenciación entre melancolía y
locura.

Habiendo justificado que Shakespeare utiliza la propia palabra melancolía para definir uno de los
sentimientos padecidos por su personaje, justificamos en primer lugar la presencia importante de
la melancolía en la obra aunque sin olvidarnos de que no son las únicas alusiones a esta palabra
que se puedan encontrar.

Pasemos a analizar más detalladamente la obra, a través de la definición de melancolía que se dió
anteriormente.

Al igual que los héroes melancólicos de la época, lo importante sería destacar en primer lugar que
Hamlet tiene la misma edad que ellos. ¿Cómo es justificable esto? Gracias a la escena en la cual el
héroe habla con el enterrador, al cual le preguntará cuantos años lleva trabajando como
enterrador, la respuesta será en primer lugar: "Desde que usted nació". Más adelante revelará que
lleva trabajando como sepulturero unos treinta años. Esto nos permite encuadrar en primera
instancia a Hamlet en ese grupo de personajes melancólicos como Segismundo o el Quijote
(aunque este último tenga una edad más avanzada).

En segundo lugar, observaremos como Hamlet es cercano a la muerte principalmente en el que es


el monólogo más conocido de toda la obra teatral, cuando Hamlet hablará para sí mismo y al
mismo tiempo a la calavera que sostiene entre sus manos (en la gran mayoría de representaciones
teatrales que se efectúan sobre dicha obra). También es importante recordar el número
importante de muertes de gente cercana a Hamlet a lo largo de toda la obra, causadas por él en su
mayor parte.

Por último es importante destacar la gran inteligencia de este personaje, otra de las características
de los personajes melancólicos, por ejemplo a la hora de preparar la obra teatral en la cual se
confirmarán las sospechas sobre la muerte de su padre o durante sus monólogos en los cuales se
nos tratan cuestiones filosóficas de importancia y atracción capitales.

Terminando con la explicación, es importante diferenciar los sentimientos que expresan Hamlet y
Ofelia. Pues Ofelia demuestra una reacción más cercana a la locura ante la muerte de su padre a
diferencia de esos sentimientos expresados por Hamlet ( los cuales hemos presentado a lo largo
de la explicación), aunque evidentemente a la melancolía de ambos personajes se les mezclen la
locura, lo cual reforzará el sentimiento de locura de un modo u otro.

En conclusión sobre este apartado, podemos decir que a lo largo de toda la obra de Hamlet se
observan un gran número de referencias al sentimiento de la melancolía, la cual es expresada
mayormente por Hamlet pero también se entrevé en otros personajes de la obra. Dicha
melancolía, conjunta con los demás sentimientos con los que deberán cargar los personajes, serán
las causas del trágico desenlace de la obra y uno de los temas más importantes a tratar al referirse
a la obra maestra de Shakespeare: Hamlet.

Santiago Luquin Fajardo


Bibliografía

Entrevista con Roger Bartra: http://www.herreros.com.ar/melanco/alanis.htm

Definición de melancolía: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?LEMA=melancol%C3%ADa

La melancolía en Hamlet y Segismundo

Publicado por Carmen Gamundí Moreno, José Antonio García Barrero, Juan Diego Gómez
Hernández, Pablo López Martínez, Santi Luquin Fajardo,Laura Hernández Casado. en 0:21 No hay
comentarios:

Enviar por correo electrónico

Escribe un blog

Compartir con Twitter

Compartir con Facebook

Compartir en Pinterest

lunes, 23 de enero de 2012

EL odio entre los personajes de Hamlet

Este sentimiento, con claras connotaciones negativas ha aparecido en la literatura en múltiples


ocasiones. Los antecedentes más antiguos, los podemos ver en la Bíblia y la relación entre Caín y
Abel o incluso, en la historia de Benjamín y sus hermanos, que dan origen a las doce tribus
israelistas.

Centrandome en Hamlet, destacar la relación entre Claudio y su sobrino, después de la muerte del
rey a manos de este.

En esta parte, tan destacable de la obra de Shakespeare se entremezclan sentimientos como el


odio propiamente dicho, así como, la verganza, la ira de un personaje de una clara inestabilidad
emocional, y que desencadena en una espiral de muertes y conspiraciones entre personajes.
El odio por su tio, se hace más patente en el momento en que, se propone desenmascararlo en la
obra que representa el sueño de la muerte del rey, y que acaba demostrando la culpabilidad de
Claudio.

Este odio, en otra de las escenas claves de la novela, la encontramos en la oportunidad de Hamlet
para matar a Claudio y que no lleva a cabo, debido a que este ha purificado su alma, al acudir a la
capilla para confesar los pecados.

El hecho de que, este situado de espaldas demuestra que su asesinato sería tan rastrero y
cobarde, como el personaje de Claudio, que es capaz de asesinar al rey por sus ganas de usurpar el
trono, y quedarse con su esposa Gertrudis, que en durante la epoca isabelina a la cual, pertenece
Hamlet se consideraba incesto.

SHAKESPEARE, William: Hamlet, traducción de Salvador Oliva. ed. Vicens-Vives. Barcelona, 1988.

Hernández Casado, Laura

Publicado por Carmen Gamundí Moreno, José Antonio García Barrero, Juan Diego Gómez
Hernández, Pablo López Martínez, Santi Luquin Fajardo,Laura Hernández Casado. en 19:31 No hay
comentarios:

Enviar por correo electrónico

Escribe un blog

Compartir con Twitter

Compartir con Facebook

Compartir en Pinterest

La lealtad

“ Hamlet

!Ajá, muchacho! ¿Tú también?

¿Estás ahí, buen hombre?

- Vamos, ya oís al del sótano


Prestaos a jurar.

Horacio

Proponed un juramento

Hamlet

No decir jamás lo que habéis visto.

Jurad sobre mi espada.

Espectro

!Jurad!

[Juran.] “

Acto I escena V.

El sentimiento que vamos a tratar es casi un elemento intrínseco de las


relaciones humanas. La literatura como “eco”, de entre el infinito cuenco del que bebe, de las
relaciones humanas contiene un gran compendio acerca de la lealtad entre las personas.

Obviamente la célebre obra de Shakespeare es todo un reflejo de la lealtad,


percepción y modificación de este sentimiento entre los personajes ante la tragedia, a la que
asiste el lector. Hamlet al ser el personaje principal de la obra con todo mérito, será el personaje
del que trataremos los sentimientos de lealtad hacia los principales personajes de su entorno.

Hamlet se encuentra en medio de la desdicha de la pérdida de un padre y del


matrimonio ,incestuoso para la época, de su madre con su tío Claudio , en una edad temprana
donde las emociones son muy relevantes a la hora de tomar decisiones. La lealtad a su propia
moral y ética como a su vez la lealtad a su los personajes de su entorno, que conforman el puzle
de su vida y por consecuencia de la vida en Elsinor, se transforma totalmente ante los hechos
anteriormente mencionados. Hamlet ya no tendrá la misma percepción de las figuras de Claudio o
Gertrudis, así como durante el transcurso de la obra el personaje de Horacio emergerá como un
valedor de la lealtad. Además la lealtad hacia su padre será un punto importante a la hora de
llevar a cabo su venganza.
Al poco de iniciarse la obra, Hamlet ya nos hace saber el respeto que procesaba hacia
su padre y el evidente dolor que su pérdida le ha producido , la siguiente frase describe
perfectamente el orgullo que procesaba a su padre : “Era un hombre, por sobre todo. No habré de
ver a nadie como él. “(Shakespeare:2007:18) El orgullo que demuestra Hamlet es un indicio de la
gran lealtad que siente y sentía hacia él. Por ello al conocer mediante el espectro el destino de su
padre, este sentimiento de lealtad tomará fuerza en sus decisiones y acciones, ergo será un
sentimiento de gran relevancia en su venganza.

Al referirnos a la lealtad de Hamlet hacia la figura de Gertrudis , su madre , hay que


tener en cuenta una serie de consideraciones que implican un cambio de percepción por parte de
Hamlet, tanto a la figura de su madre ,como a la de su tío.

Consumándose el incesto de Gertrudis con Claudio mediante la figura del


matrimonio, a los dos meses de la muerte de su anterior marido, la lealtad de Hamlet a su madre
se modifica totalmente . Por un lado Gertrudis traiciona a su marido , al que como hemos visto
procesaba una gran orgullo, y por otro el enlace matrimonial tan prematuro saca a la luz un más
que probable adulterio anterior a la muerte de su marido. Su conducta es inexcusable , pues con
su doble traición deshonra el nombre y la dignidad de la corona y por consecuencia la dignidad de
su familia. (Quiñones:2011:46)La distancia afectiva que se crea tras lo comentado, aumenta de
forma considerable con la aparición del espectro que coloca a su tío no solo como un adultero sino
también como un asesino, conspirador, cobarde...

Tras estos hechos y sentimientos hacia estos dos últimos personaje Hamlet
pierde totalmente la lealtad que pudiera sentir hacia Claudio , convirtiéndose en el objetivo
absoluto y adhiriendo a esta venganza la figura de Polonio , personaje totalmente fiel a Claudio.
Polonio no solo utiliza artimañas para hacer ver la locura y exponer a Hamlet a sus intereses ,sino
que también puede entreverse, dependiendo del punto de vista que se trate esta relación , su
posible participación en la conspiración para el asesinato del difunto rey.
Durante toda la trama un personaje surge como estandarte del sentimiento
que estamos tratando , ese personaje es sin duda Horacio. La relación entre Hamlet y Horacio,
amigos de la estancia de Hamlet en Wittemberg, es de plena amistad y respeto , especialmente
de Horacio a Hamlet. Además se convierte en la figura clave en el inicio de la venganza del
personaje principal al comunicarle la aparición del espectro días antes. Un pasaje muy simbólico
de esta lealtad es la cita que utilizamos como previo a la lectura de esta entrada , donde Hamlet
hace jurar ,que no comentarán lo que les ha dicho el espectro a nadie, a Horacio y Marcelo con las
manos en su espada. La lealtad de Horacio hacia Hamlet será tal, que será capaz de morir junto a
su amigo , tras la venganza fatal de Hamlet en el combate con Laertes. Horacio desea suicidarse
tras la muerte de su estimado compañero. Rescatamos un fragmento que da fidelidad a lo
comentando:

“Hamlet

¡Que el Cielo te absuelva! Yo te sigo

Me muero, Horacio. ¡Desventurada Reina, adiós!

Vosotros, que palidecéis y tembláis ante lo sucedido,

Que sois presencia sin voz, audiencia de estos hechos...

Si yo tuviera tiempo -ya que este fatídico sargento que es la


muerte,

Es estricto con su arresto -¡Ay! Podría deciros entonces...

Pero que así sea. Horacio, me muero

Tú vivirás. Explica mi causa, y a mí mismo,

A los insatisfechos

Horacio

No lo creas

Más tengo de romano antiguo que de danés :

Todavía queda un poco de vino” (Shakespeare :2007 :162)


Este hecho ejemplifica a altísimas cotas los estandandartes de la lealtad y fidelidad de
Horacio, no solo en la obra sino como concepto general del sentimiento en las relaciones
humanas. Por tanto podemos decir que en cierta medida Shakespeare premia quien realiza un
“buen hacer” de este sentimiento, dejando como superviviente de la vorágine de la venganza final,
al personaje que encarna la nobleza y lealtad en la obra.

José Antonio García Barrero

-SHAKESPEARE, William. Hamlet. Buenos Aires, 2007. 978-950-563-002-8

-R.QUIÑONES, Sergio. Sobre la naturaleza de las decisiones. México 2011. 978-1-4633-0574-1

-SEMIÓNOVICH VYGOTSKY, Lev . La tragedia de Hamlet , príncipe de Dinamarca, de


W.Shakespeare & Psicología del arte.Madrid 2007. 978-84-95264-08-4

Publicado por Carmen Gamundí Moreno, José Antonio García Barrero, Juan Diego Gómez
Hernández, Pablo López Martínez, Santi Luquin Fajardo,Laura Hernández Casado. en 15:03 No hay
comentarios:

Enviar por correo electrónico

Escribe un blog

Compartir con Twitter

Compartir con Facebook

Compartir en Pinterest

El sentimiento de culpa

A través de los siguientes diálogos observaremos los sentimientos de culpa:

``Enciérrate en un convento. Que necesidad tienes de engendrar pecadores, yo mismo soy


medianamente honesto, y aun así valdría más que mi madre no me hubiera parido: soy orgulloso,
vengativo, ambicioso, y con muchas maldades a punto de cometer que capacidad para pensar, y
con más imaginación para dar forma al tiempo de cometerlas. Que pueden hacer los individuos
como yo, que circulan entre el cielo y la tierra, tanto ellos como yo somos unos canallas
empodrecidos; no nos creas enciérrate en un convento´´
``He oído hablar de las pinturas que os ponéis en la cara, Dios os ha dado una y vosotros os
fabricáis otra, camináis a saltitos, habláis con voz dulce. Vete no quiero saber nada más de ti. Todo
esto me ha hecho volverme loco.´´

En estos diálogos se produce un vuelvo interior en el corazón de Ofelia, no solo por el motivo de
sentirse culpable por haberse dejado utilizar por su padre para sonsacarle a Hamlet el motivo de
su aparente locura.

``Yo por esta causa lucharé, hasta que no pueda parpadear, el amor de Ofelia ni cuarenta mil
hermanos podrán superar lo que yo siento por ella´´

En este fragmento, Hamlet muestra su desconcierto y su indignación, al ver que el hermano de


Ofelia, Laertes le está desafiando al pensar que él no quería a Ofelia.

Un último lamento, del interior de Hamlet, ya que en su interior él se siente culpable, pero intenta
reprimir ese sentimiento enfrentándose a su hermano.

Para concluir, podemos decir que tanto Ofelia como Hamlet tienen formas diferentes de vivir su
culpa, Ofelia enloquece, no solo por el hecho de sentirse utilizada para los fines de un estado, sino
también por las duras palabras de Hamlet, y en el caso de de este último, debido a la frustración
ante los hechos, se enfrenta sin pensar en las reacciones o consecuencias a Laertes.

Bibliografía:

Análisis de Hamlet, tomo uno, Edgar Ordóñez Nates

Gómez Hernández, Juan Diego

Publicado por Carmen Gamundí Moreno, José Antonio García Barrero, Juan Diego Gómez
Hernández, Pablo López Martínez, Santi Luquin Fajardo,Laura Hernández Casado. en 13:34 No hay
comentarios:

Enviar por correo electrónico

Escribe un blog

Compartir con Twitter

Compartir con Facebook

Compartir en Pinterest
El sentimiento de culpa

En Hamlet entre todos los sentimientos, que el joven príncipe saca a la luz, uno de ellos que se
hace bien presente sobretodo al final de la obra, es el sentimiento de culpa que tiene Hamlet en
relación a Ofelia.

Debemos tener en cuenta que el diálogo donde Hamlet increpa a Ofelia, supone un vuelco
tremendo en su mundo interior, provoca la ruptura total entre razón y locura, una ruptura que se
ve presente en los actos posteriores donde se ve claramente que Ofelia ha enloquecido.

Aparte de la visión de Hamlet resulta interesante, como se siente Ofelia antes de que su padre le
convezca para servirle, en su tarea de sonsacar a Hamlet lo que le atormenta.

Ofelia de esta forma no se siente utilizada, más bien se siente como una buena hija, que está
sirviendo por el bien de su reino y para el bien de su enamorado Hamlet.

En el momento en que debido a la locura de Ofelia, se produce el suicidio y Hamlet descubre la


muerte de la bella Ofelia, se rompe completamente la función que Hamlet realiza como demente.
Por un momento deja de actuar como un simple loco para lamentarse porque aunque él la quiere
sabe que en su interior reside mucha culpa con respecto al accidente.

Cuando Laertes se enfrenta directamente a él, y Hamlet le deja claro que ningún hermano podrá
querer nunca a Ofelia como él la ha querido, deja bastante claro que se produce una roptura
interior en el corazón de Hamlet donde ya no le importa enfrentarse para demostrar su amor, ya
que lo único que le queda es eso, salvaguardar el honor del amor que sentía por Ofelia.

Bibliografía:

Análisis de Hamlet, tomo uno, Edgar Ordóñez Nates

Gómez Hernández, Juan Diego


Publicado por Carmen Gamundí Moreno, José Antonio García Barrero, Juan Diego Gómez
Hernández, Pablo López Martínez, Santi Luquin Fajardo,Laura Hernández Casado. en 13:33 No hay
comentarios:

Enviar por correo electrónico

Escribe un blog

Compartir con Twitter

Compartir con Facebook

Compartir en Pinterest

La venganza

Para Hamlet estos son tiempos aciagos. Tan sólo han pasado dos meses desde que su padre, el
rey de Dinamarca, murió. Lo adoraba tanto que ahora la penumbra oscurece sus días y las
pesadillas le atormentan durante las noches. Pero la pérdida no ha sido la única desgracia, porque
apenas pasados treinta días su madre se unió en matrimonio con su tío Claudio, el hermano de su
fallecido padre, y nombrado nuevo rey. Entretanto las lágrimas aún caían por las mejillas de
Hamlet, su madre cometió incesto y aquel con él que había deshonrado a la corona le arrebató el
trono que por herencia le pertenecía. Aunque la tristeza que le apenaba y el odio que le consumía
pronto encontrarían una nueva compañera.

Días más tarde, un espectro apareció ante el joven príncipe. Este ente tenebroso decía ser el
espíritu de su padre y quiso revelarle que fue aquello que causó su muerte. Al contrario de lo que
todos creían, no murió por la picadura de una serpiente, pereció envenenado por su hermano. Al
acabar el relato, el espectro pidió a su hijo que vengara su muerte, y que así, devolviera la
dignidad a la corte. Después de haber oído estas palabras, Hamlet decidió entregar hasta el último
de sus alientos al menester encomendado por su padre.

La tristeza, el odio, los celos, la lealtad, todos ellos aparecen en esta obra teatral, pero, sin duda,
el sentimiento más importante es la venganza. Ella será la guía de los pasos del protagonista,
aunque antes de abandonarse a este resentido propósito las dudas asaltan su pensamiento. El ya
temía una artimaña de su tío, pero también temía que el espectro no fuera quien decía ser, que
fuera un demonio con el único propósito de entretenerse con la muerte de sus títeres. Para
descubrir la verdad se le ocurrió representar una obra de teatro ante el rey en la que un hombre
envenenara a su hermano para robarle la corona, y junto a su más leal amigo Horacio presenciar la
respuesta de su rostro. Claudio, atónito, no pudo soportar la escena y huyo corriendo de la sala.
Convencido ahora del crimen de su tío, el único propósito de su existencia sería la venganza.

Tal vez podría haber sido un héroe, un hijo justo que castigara al culpable, pero no fue así. El
espectro de su padre le imploró la muerte de su verdugo y el retorno de la honradez a la corona,
pero no un sufrimiento terrible para su hermano. Después de la función, Hamlet encontró a
Claudio arrodillado mientras rezaba, y aunque podría haberlo matado rápidamente no lo hizo,
porque si le hubiese quitado la vida entre sus plegarias, iría al cielo. En lugar de eso, decidió
demorar su muerte para que su alma no encontrara salvación y ardiera eternamente en el
infierno, aunque así también condenó su propia alma. La sed de sangre de Hamlet era mucho
mayor que la del espectro, abandonó los preceptos cristianos y se convirtió en un auténtico
villano. Al anhelar un tormento eterno para su víctima, su malicia fue igual a la de algunos de los
más viles villanos de la literatura isabelina, como Cutwolfe de Nashe, Vendice de Tourneur o
Ludovico de Webster.

Sus hazañas no se detuvieron ante ningún impedimento y acabaron con todo aquel que se
interpuso en su camino. Esta suerte fue la que padeció Polonio, que escondido tras una cortina
para espiar una conversación entre Hamlet y su madre, fue atravesado por la espada del príncipe.
Quizás asestó la estocada con la esperanza de que la persona oculta fuera Claudio, pero al
reconocer al herido no se lamentó, y espetó que era lo único que merecía un manipulador como
él. Aún cuando la sangre del cadáver se derramaba por el suelo, Hamlet acometió contra su
madre. El espectro le pidió que no la lastimara, pero él le recriminó todos los males que había
cometido desde la muerte de su padre sin escuchar las incesantes súplicas que le rogaban que se
detuviera, hasta que el espíritu acudió para acabar con la tortura. Rosencrantz y Guildenstern,
antiguos amigos de Hamlet, también perecieron en sus manos. Cuando el príncipe perdió la
cordura y se enfrentó al rey, ellos se vieron obligados a demostrar lealtad ante uno de los dos, y
para proteger su vida escogieron al rey. Él les encomendó entregar una carta al rey de Inglaterra
en la que le pedía que asesinara al enloquecido, pero cuando Hamlet descubrió el engaño cambió
su nombre por él de los traidores y acabó así con ellos. La consumación de su venganza no llegaría
hasta que Laertes, enfurecido por el asesinato de su padre, se batiera en duelo con él, y después
de haber sido herido con un estoque envenenado lastimara con el mismo arma a Claudio.

Los actos de Hamlet no sólo acabaron con sus enemigos, también ocasionaron víctimas al margen
de sus intenciones, como Ofelia y la reina. Pudo cumplir su venganza, pero para ello tuvo
oscurecer su alma y adentrar a todos sus allegados en una espiral de horrores que acabaría por
extinguir su propia vida.
Hamlet, obra trágica del autor inglés Shakespeare, tiene como elemento central y conducente la
muerte. Cada pasaje se explica a través de una reflexión del protagonista sobre este
acontecimientoúnico, individual y seguro de cada hombre.

El primer encuentro con la muerte que experimenta el joven príncipe es el desgraciado


fallecimiento de su padre, envenenado por una serpiente mientras dormía. Elimpacto de este
trágico fin de su progenitor se ve agravado por la boda de Gertrudis, viuda de su padre, con
Claudio, hermano del rey fallecido, a sólo dos meses del deceso.

Luego, al enterarse dela traición de su tío, el cual envenenó a su padre para quedarse con el trono
y con la reina, Hamlet promete al fantasma de su padre tomar venganza, pero surge en su corazón
la duda de si el fantasmaque vio no fuera sino más que el demonio tratando de tentarlo.

A consecuencia de esto, Hamlet sufre un desencanto por la vida. Descubre que está harto de todo
a su alrededor, que hubo momentos en quetodos los aspectos de la vida lo llenaron de felicidad,
pero ahora nada lograba hacerlo. Así, empieza, en vida a morir lentamente, al no encontrarle
sentido.

De esta manera, Hamlet piensa que lamuerte le permitiría escapar de sus problemas. El suicidio se
presenta como opción para acabar con la vida miserable que parecía estar viviendo. Pero rechaza
esta opción.

Luego del asesinato dePolonio, se siente mucho más cómodo con la muerte, su locura llegó a tal
punto que se siente nadie. Es luego de esto que el protagonista comienza a aceptar que la muerte
es inevitable. Todos vamos a morir.Regresando de un viaje a Inglaterra Hamlet se encuentra con
unos sepultureros cavando una tumba, aquí se ve la ligereza con que toma la muerte, para él ya no
es un hecho trágico, es más bien unacontecimiento más y sin importancia. En ese mismo lugar,
Hamlet encuentra el cráneo de un ex conocido, no lo reconoce hasta que le dicen de quien es el
cráneo.

Al encontrarse con el cráneo descubre...

LEER DOCUMENTO COMPLETO

Вам также может понравиться