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La Región Patagónica, sus autoridades y órganos de gobierno.

Actualidad y vigencia

Por Adrián Federico Ambroggio

Uno de los tópicos más significativos en materia de relaciones interprovinciales que


incorporó la reforma de la Constitución Nacional en el año 1994, fue la posibilidad de las
provincias de crear regiones para el desarrollo económico y social[1] y asimismo,
establecer órganos destinados al cumplimiento de dichos objetivos.
La escueta regulación constitucional nos conduce necesariamente a indagar sobre la
noción de “región”. Existen múltiples definiciones sobre tal concepto, así se ha dicho que
la región “es un área homogénea física, cultural o económica”[2], o bien que implicaun
“territorio que dentro del Estado posee fisonomía particular por su lengua o dialecto,
sus antecedentes históricos, topografía, clima, producción u otra singularidad de
importancia.”[3], o que es una “parte o territorio de un Estado con fisonomía propia o
que se caracteriza por razones de idioma, antecedentes históricos o de grupo étnico,
topografía, clima u otros caracteres”[4].
En suma, como acertadamente explica Rosatti, los criterios para delimitar una región son
variados –geográfico, jurídico, económico y sociológico- pero deben ser ponderados de
forma adecuada, en el sentido de privilegiar los criterios económicos y sociológicos
“dados culturalmente” porque implican una visión superadora del mero criterio
geográfico “dado naturalmente” y del criterio jurídico, que debiera ser simplemente
consecuencia de los otros criterios y no la causa.[5]
Ahora bien, a la par de una definición conceptual de la “región” debe efectuarse el
análisis de su naturaleza jurídica en el sistema constitucional argentino. Por ende,
debemos responder el interrogante acerca de si la incorporación de la región como
instituto del derecho público argentino implica la alteración de la relación federal –
Provincias y Nación- y en consecuencia, las competencias de la región como nuevo
sujeto federal.
Para ello, resulta válida la precisión que esboza Bidart Campos, quien expresa que la
región no representa una nueva instancia de decisión política entre la Nación y las
Provincias, ya que las eventuales regiones no vienen a sumarse ni interponerse,
manteniéndose la dualidad distributiva de competencias[6].En el mismo norte, Barrera
Buteler, ha expresado que “la región no es sujeto de la relación federal por su naturaleza
instrumental para el desarrollo económico y social.[7]”
Como destaca Toricelli, las regiones en el Derecho Comparado han tenido mayor rodaje
en los estados que adoptan formas de estado unitarias, como España o Italia, en la cual se
le atribuye a las diversas regiones una serie de competencias administrativas con el
objetivo de dotar de cierta autonomía a esos niveles de organización territorial.[8]
En nuestra opinión, la posibilidad constitucional de crear regiones no modifica el status
de Estado federal de la Nación Argentina, ni implica la aproximación a un Estado
regional, siendo las regiones proyectadas por el artículo 124, meras asociaciones de
provincias con escasas competencias asignadas y con nula autonomía funcional,
dependiendo exclusivamente del voluntarismo de cada una de las Provincias integrantes
para la efectiva toma de decisiones.
Efectivamente, tal cual como se expondrá para el caso patagónico en el siguiente acápite,
a 25 años de la Reforma Constitucional de 1994, el instituto de la región ha sido un
verdadero ejemplo de normatividad sin vigencia, pudiéndose catalogar a tal reforma entre
las instituciones constitucionales que han fracasado, a pesar de las buenas intenciones del
constituyente del 94’.
2. La Región Patagónica. Sus autoridades y órganos de funcionamiento.
A partir del Tratado Fundacional de la Región Patagónica, celebrado el 26 de Junio de
1996 en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, los seis gobernadores de las provincias
patagónicas suscribieron el Acuerdo Constitutivo de la Región Patagónica y establecieron
el Estatuto de la Región Patagónica, como instrumento normativo supremo de la Región,
el cual regiría el funcionamiento de la Región, conjuntamente con el resto de la
normativa regional que se dicte en su consecuencia. En virtud de dichos instrumentos, se
crearon sus autoridades, dividiéndose las funciones de las mismas en tres tipos de
órganos: los órganos de Gobierno: la Asamblea de Gobernadores y el Parlamento
Patagónico; el órgano ejecutivo: la Comisión Administrativa y finalmente el Órgano de
Consulta y Asesoramiento: el Foro de Superiores Tribunales de Justicia de la Patagonia.
Según el artículo 7º del Estatuto, la Asamblea de Gobernadores es “la instancia de
conducción política que fijará las acciones a seguir tendientes a la obtención de los
objetivos establecidos en el Tratado Fundacional de la Región de la Patagonia, a los
fijados en el presente Estatuto y a las normas de carácter regional que en el futuro se
dicten. Estará integrada por los Gobernadores de las provincias en su carácter de
Autoridades Superiores de las mismas y dictarán su propio reglamento de
funcionamiento.”
Por su parte, el Parlamento Patagónico –institución preexistente a la conformación de la
Región[9]- se constituyó como “una instancia para el debate democrático de los
problemas que interesan a la Región, tendiente a la elaboración de propuestas y
estrategias de acción en común”[10]y “será integrado por los Legisladores
pertenecientes a las Legislaturas de las Provincias signatarias”[11].
Con posterioridad, según el Estatuto del Parlamento Patagónico (texto ordenado del año
2015) se prescribió en el artículo 2 del mencionado instrumento que: “Cada legislatura
provincial designara de su seno hasta un máximo de doce (12) titulares y tres (3)
legisladores suplentes, debiendo en dicha designación respectar la composición política
de la misma, a efectos de asegurar el máximo pluralismo en la constitución del
Parlamento Patagónico. A efectos del quórum y las mayorías cada legislatura provincial
deberá participar con un máximo de siete (7) legisladores en las sesiones.”
El órgano ejecutivo de la Región Patagónica, de acuerdo al artículo 12 del Estatuto es la
Comisión Administrativa, integrada por los ministros de gobierno de cada una de las
provincias signatarias y ha sido investida de diversas funciones de ejecución y
supervisión de las políticas llevadas adelante por los órganos de gobierno.[12]
Finalmente, el Estatuto de la Región Patagónica establece en sus artículos 19 y 20 la
integración y funciones del órgano de asesoramiento y consulta de la región: el Foro de
Superiores Tribunales de Justicia de la Patagonia. Este último organismo, ha sancionado
su propio Estatuto, el cual según la reforma del año 2002, tiene como objeto “apoyar y
asistir a los Superiores Tribunales de las provincias que lo integran, para mejorar sus
administraciones de justicia”.
Llamativamente, el Estatuto del Foro no incluye cláusula alguna que refiera al rol
asignado por el Estatuto de la Región, es decir el asesoramiento y consulta a los órganos
de gobierno y ejecutivo de la Región. En efecto, podemos afirmar que el Foro ha mutado
su inicial función consultiva hacia una función de coordinación y colaboración entre los
diversos Poderes Judiciales provinciales de la Patagonia, enfocando su acción hacia la
específica actividad judicial. A pesar de esta mutación funcional, debe afirmarse que el
Foro de Superiores Tribunales de Justicia es el único órgano de la Región que se
encuentra en funcionamiento, que se reúne periódicamente y que genera actividades de
integración en el ámbito judicial[13].
Esta última reflexión, nos obliga a poner en resalto que el resto de los órganos de la
Región: la Asamblea de Gobernadores, el Parlamento Patagónico y la Comisión
Administrativa, no han sido instrumentos validos para el desarrollo de políticas públicas
unificadas ni tampoco han sido útiles para dotar de unidad a las provincias patagónicas en
la defensa de sus múltiples intereses comunes.
Con respecto al Parlamento Patagónico, se observa que su funcionamiento ha sido
intermitente -sus últimas reuniones se remontan a los años 2016, 2014, 2009, 2008-,
informal e inorgánico –se observa en los diarios de sesiones y en las versiones
taquigráficas el incumplimiento no solo de las formalidades mínimas que debiera tener un
cuerpo colegiado, sino del propio Estatuto- y se ha tornado un órgano meramente
declarativo –su actividad se ha limitado únicamente a la sanción de declaraciones y
recomendaciones- y sin iniciativas interesantes en el desarrollo de políticas públicas
unificadas.
Si el panorama del Parlamento Patagónico no ha resultado alentador para los intereses de
la Región, el rol de la Asamblea de Gobernadores y la Comisión Administrativo no ha
sido diferente, siendo su accionar prácticamente nulo, ilustrando esta afirmación el hecho
que su última reunión ha sido en el año 2005.
En efecto, consideramos que, con la excepción del Foro de Superiores Tribunales, las
instituciones de la Región Patagónica se encuentran inactivas y con escasas expectativas
de que ello se modifique en el corto plazo. Este estado de situación, a nuestro criterio, no
implica solamente un incumplimiento de las obligaciones legales asumidas en los
instrumentos normativos que fundaron la Región, sino que afectan directamente los
intereses de las provincias patagónicas y de sus habitantes, que desaprovechan un
instrumento válido para la defensa de los intereses comunes de la región.
Estimamos que los intereses partidarios y políticos de las Provincias han sido más
poderosos que los intereses globales de la región, primando la relación individual de cada
Provincia con el Estado federal, incluso en ocasiones, en detrimento de los derechos y
beneficios de los propios habitantes de las diversas provincias patagónicas.

[1]Artículo 124 C.N.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo
económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus
fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles
con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno
federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La
ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto. Corresponde a
las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.
[2] FRIAS, Pedro J. El federalismo en la reforma constitucional, LL, 1994-D-l 122.
[3]FERNÁNDEZ VÁZQUEZ, EMILIO. "Diccionario de derecho público
Administrativo. Constitucional. Fiscal", 1. º ed., Buenos Aires., Astrea, 1981.
[4]GARRONE, José Alberto. Diccionario Manual Jurídico. 2da. Ed., Buenos Aires,
Abeledo-Perrot. 2000.
[5] ROSATTI, Horacio. Tratado de Derecho Constitucional. Tomo II. 1era. Ed. Santa Fe,
Rubinzal-Culzoni. 2011.
[6] BIDART CAMPOS, Germán. Manual de la Constitución Reformada. Ediar. Buenos
Aires. 1995.
[7] BARRERA BUTELER, Guillermo. Provincias y Nación. Ciudad Argentina. Buenos
Aires. 1996.
[8]TORICELLI, MAXIMILIANO. “Organización constitucional del poder. 2
Distribución de competencias estatales. Análisis normativo, doctrinal y jurisprudencial.
", 1.º ed., Buenos Aires., Astrea, 2010
[9] El Parlamento Patagónico contaba con su propia Acta Constitutiva, sancionada el 1 de
noviembre de 1991.
[10] Cfr. Art. 15 del Estatuto.
[11] Cfr. Art. 16 del Estatuto.
[12]El artículo 14 del Estatuto de la Región Patagónica reza: La Comisión Administrativa
tendrá las siguientes funciones: a) Ejecutar y supervisar las políticas, planes y programas
fijados por la Asamblea de Gobernadores. b) Proponer a la Asamblea de Gobernadores
medidas concretas destinadas a la consecución de los fines regionales. c) Colaborar con la
Asamblea de Gobernadores y el Parlamento Patagónico en la búsqueda y preparación de
la información que estos requieran. d) Actuar como organismo responsable de toda la
documentación regional emitida por la Asamblea de Gobernadores. e) Efectuar las
comunicaciones y notificaciones necesarias y dar curso a las reuniones de los distintos
organismos y niveles. Asimismo, tendrá a su cargo la preparación de la agenda tentativa
de las reuniones de la Asamblea de Gobernadores.
[13] Un detalle preciso y actualizado de las actividades del Foro Patagónico de
Superiores Tribunales de Justicia puede obtenerse en la página web de dicho órgano:
www.foropatagonico.gob.ar
Citar: elDial DC277E
Publicado el: 5/21/2019
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