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Contingencias Sociales:
Las contingencias sociales son eventos futuros e inciertos, circunstancias de la vida, que
provocan una necesidad económica que se traduce en una disminución o pérdida de los
ingresos habituales o en la generación de gastos adicionales o suplementarios para el hombre.
Las mismas constituyen el objeto de la seguridad social. Existen tres tipos de contingencias con
sus respectivas prestaciones:
Sistema Contributivo:
Aunque pueda financiarse con otras fuentes de recursos, el Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones es también un sistema contributivo porque se financia con el aporte
personal de los trabajadores en relación de dependencia, la contribución de los empleadores y
el aporte personal de los trabajadores autónomos.
NO SE ENCUENTRA VIGENTE
Sujetos Comprendidos:
La ocurrencia de alguna de las contingencias sociales previstas por las normas de la
seguridad social suscita de inmediato el establecimiento de una relación jurídica
beneficiario/obligado. Sin embargo, con anterioridad al acaecimiento de esas contingencias, las
normas pueden disponer la constitución de relaciones jurídicas para que cada parte asuma los
recaudos y cumpla con los requisitos para que nazca el derecho y la obligación a la prestación.
Aparecen entonces dos partes o sujetos que se vinculan entre sí:
Beneficiario o Protegido: Es el titular del derecho respectivo. Por lo general es una
persona humana, aunque puede también ser un grupo de personas (una familia o
determinado grupo de trabajadores). En principio, y de acuerdo a lo que establece el
artículo 14 bis de nuestra Constitución, los potenciales sujetos titulares de los derechos
de la seguridad social son “todos los habitantes de la Nación”; en cambio, algunas
declaraciones, pactos y convenciones con jerarquía constitucional se refieren con
mayor precisión a sujetos titulares específicos.
Deudor o Gestor del Beneficio: Es el sujeto obligado al pago de la prestación al sujeto
titular del beneficio. Normalmente es una agencia, ente u otro organismo gestor,
público (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Administración Nacional de
la Seguridad Social) o privado (ART); en ocasiones, el obligado directo también puede
ser el empleador, a pesar de que la obligación no sea propia del contrato de trabajo
sino de la cobertura de contingencias sociales propias de la seguridad social.
Objeto de la Protección:
Contingencias Sociales. Ver Seguridad Social – Unidad I.
Obras Sociales:
Las obras sociales son entes autónomos que integran el Sistema Nacional de Salud y son
financiados con aportes del trabajador y contribuciones del empleador. Su finalidad principal es
la prestación del servicio de salud; aunque prioritariamente destinen sus recursos a salud,
también deben brindar otras prestaciones sociales.
En relación a los sujetos comprendidos en este régimen y que interactúan entre sí, la Ley
N°23.660 establece los siguientes:
Obras Sociales: Se incluyen:
o Las obras sociales sindicales correspondientes a las asociaciones gremiales de
trabajadores con personería gremial.
o Los institutos de administración mixta, las obras sociales y las reparticiones u
organismos que, teniendo como fines la prestación del servicio de salud y otros
beneficios, hayan sido creados por leyes de la Nación.
Seguro de Desempleo:
El seguro de desempleo es un tipo de seguro que protege a los trabajadores que están sin
empleo por medio de un sistema integral de prestaciones por desempleo y un servicio de
formación, empleo y estadísticas. Para financiar esas prestaciones se creó el Fondo Nacional
de Empleo, que tiene como objeto cubrir y amparar la contingencia social del desempleo y
brindar un subsidio transitorio a quienes han perdido su ocupación por causas que no les son
imputables. El seguro de desempleo es cobrado por los trabajadores en relación de
dependencia cuyo contrato se rija por la Ley de Contrato de Trabajo, despedidos sin justa
Personas Discapacitadas:
Se denomina discapacitados a aquellas personas que posean una alteración funcional
permanente o prolongada, motora, sensorial o mental, que en relación a su edad y medio social
implique desventajas considerables para su integración familiar, social educacional o
laboral; no pueden desarrollar ciertas tareas pero pueden realizar otras. La normativa
tiende a su integración en el mercado laboral, otorgándoles ventajas a las empresas que
deciden su contratación. Existen distintos programas de inserción laboral para este tipo de
trabajadores.
Régimen Actual:
Actualmente, en materia de enfermedades y accidentes de trabajo, encontramos dos
normas relativas a Riesgos del Trabajo:
Ley N°24.557 (LRT): Fue sancionada en 1995, y se fundamenta en un sistema de
responsabilidad individual de los empleadores, a los cuales le impone un seguro
obligatorio a contratar en entidades aseguradoras de derecho privado en riesgos del
trabajo: aseguradoras de riesgos del trabajo (ART) y aseguradoras sin fines de lucro
(ART Mutual). Esta ley pretende ser integral y es obligatoria para los empleadores y
para las ART, siendo su principal objetivo disminuir la siniestralidad mediante la
prevención del hecho, y reducir los costos que implicaban las leyes anteriores. Se
asemeja a un seguro social contributivo administrado por entidades privadas y mutuas,
supervisadas por un órgano de control, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo,
que se ocupa de verificar el normal funcionamiento del sistema y controlar tanto a las
ART como a las empresas autoaseguradas; el Ministerio de Trabajo, como órgano de
aplicación, controla a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
Ámbito de Aplicación:
Dentro de los sujetos que intervienen en el sistema de la Ley de Riesgos del Trabajo
podemos encontrar:
Trabajador: Es el sujeto de la prevención y de la curación o resarcimiento, como
consecuencia de haber sufrido un accidente de trabajo o una enfermedad profesional.
La LRT comprende obligatoriamente a: los trabajadores en relación de dependencia de
la actividad privada; funcionarios y empleados de la administración nacional, de las
provinciales y municipales; personas que presten servicios de carga pública;
trabajadores domésticos en relación de dependencia; trabajadores autónomos y
trabajadores vinculados por relaciones no laborales (pasantías, contratos de
aprendizaje, becas, programas especiales de capacitación o empleo). El Poder
Ejecutivo puede incluir a otras personas.
Empleador: Es el sujeto obligado a contratar los servicios de una aseguradora de
riesgos del trabajo y debe contribuir mensualmente a su financiamiento.
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo: Son las obligadas a otorgar las prestaciones en
dinero y en especie a los trabajadores damnificados. Pueden ser:
o ART Tradicionales: Son entidades de derecho privado con fines de lucro,
previamente autorizadas para funcionar, que deben reunir un requisito de
solvencia económica y poseer capacidad de gestión. Su único objeto es el
otorgamiento de las prestaciones en dinero y en especie incluidas en la LRT.
Dentro de sus deberes esenciales podemos nombrar:
Asegurar obligatoriamente a las empresas que requieran sus servicios.
Otorgar obligatoriamente, bajo apercibimiento de sanción penal, las
prestaciones de la ley, aunque el empleador hubiera omitido declarar
su obligación de pago o la contratación de un trabajador, sin perjuicio
del derecho de repetición.
Tomar al trabajador en el estado en que halla al afiliarse, no pudiendo
realizar discriminaciones ni exámenes de ingreso.
Llevar un registro de la siniestralidad por establecimiento.
Visitar a los asegurados. Las inspecciones dependen de la
siniestralidad de la empresa y cuestiones de tipo comercial.
o ART Mutual: Son entidades de derecho privado sin fines de lucro y poseen las
mismas obligaciones e idénticos deberes que las ART tradicionales. Su
característica distintiva es la ausencia de lucro. Surgen de la negociación
colectiva, y están constituidas por asociaciones profesionales de empleadores,
grupos de empleadores, o asociaciones sindicales de trabajadores con
personería gremial. Estas entidades deberán:
Utilizar de manera prioritaria sus servicios para proveer prestaciones en
especie.
Definir y proponer medidas concretas de prevención de los riegos del
trabajo y de mejoramiento de las condiciones laborales.
Mantener la solvencia comprometida para garantizar su
funcionamiento.
No vulnerar el principio de libre afiliación de los empleadores. En caso
de no cumplir con esta norma se cancelará su registro, además de
otras responsabilidades y sanciones que le puedan corresponder.
Comisiones Médicas:
En cada provincia debe existir al menos una comisión médica, encargada de dictaminar el
grado de incapacidad del trabajador, el carácter de esa incapacidad (calificación de accidente
de trabajo o enfermedad profesional), la naturaleza laboral del accidente o profesional de la
enfermedad, y el contenido y alcance de las prestaciones en especie. Las resoluciones de las
comisiones médicas son recurribles ante la Comisión Médica Central o ante el juez federal con
competencia en cada provincia; y los dictámenes de la Comisión Médica Central son recurribles
ante la Cámara Federal de la Seguridad Social.
Cuando se invoque la existencia de una enfermedad profesional y la ART considere que
no está prevista en el listado de enfermedades profesionales, deberá sustanciarse el
procedimiento ante la Comisión Médica Jurisdiccional para resolver si la enfermedad encuadra
o no en los presupuestos definidos. En caso de ser favorable su opinión, tendrá 30 días para
que la Comisión Médica Central la convalide o rectifique.
Prestaciones:
El sistema de riesgos de trabajo está estructurado, en este aspecto, de modo similar al
sistema de salud. Las aseguradoras y los autoasegurados tienen la posibilidad de contratar a
sus prestadores o contar con centros propios. Se presentan tres alternativas:
Prestadores por Capitación: El prestador médico cobra una determinada suma de
dinero por paciente, en este caso trabajador, cada vez que el mismo vaya a atenderse
hasta su recuperación. Es la opción más utilizada, por ser la más económica.
Prestadores por Prestación: El pago es por paciente, independientemente de las veces
que deba ser atendido hasta su curación. Por cada enfermedad o accidente se genera
un solo pago.
Centros Propios: Es una opción para las aseguradoras o empleadores autoasegurados
que cuentan con una cantidad y concentración considerable de trabajadores. Es
económicamente más conveniente que la contratación de un tercero y permite controlar
mejor el tratamiento y la evolución de los trabajadores. Generalmente se recurre a una
mezcla entre prestadores propios y contratados; todos ellos deben estar inscriptos en
el Registro de Prestadores Médicos.
En cuanto a los exámenes médicos tenemos que tener en cuenta que, además de los que
se realizan para el diagnóstico, tratamiento y curación de una enfermedad o accidente laboral,
existen otros que son obligatorios para los trabajadores, los cuales deberán proporcionar, con
carácter de declaración jurada, la información sobre sus antecedentes médicos y patologías
que los afecten y de los cuales tengan conocimiento. Estos exámenes se efectuarán en centros
habilitados por la autoridad sanitaria y bajo la responsabilidad de un médico del trabajo. Entre
ellos podemos encontrar:
Exámenes Preocupacionales: Son obligatorios y de responsabilidad del empleador. Su
función es determinar la aptitud psicofísica del trabajador para el desempeño del