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Piaget inicio sus estudios sobre niños mediante la administración de pruebas de inteligencia.
Éste notó un patrón de errores en el pensamiento de los niños, como confundir relaciones
entre la parte y el todo y ser incapaces de clasificar objetos de manera correcta, estos errores
representaban las maneras de pensar de los menores.
A partir de esta teoría, le interesaba conocer el razonamiento que sus sujetos de estudio
empleaban para llegar a sus respuestas, ya que la mejor manera de comprender como piensan
era observándolos de cerca mientras ellos interactúan con los objetos y resuelven problemas.
La evolución de la inteligencia se opera a través del tiempo a medida que progresan las
estructuras de pensamiento del sujeto, es decir a medida que cambian las formas de conocer
la realidad y se ajusta la conducta en un constante proceso de equilibración.
Desde el punto de vista evolutivo, podemos concluir que el pensamiento infantil representa un
período preparatorio del pensamiento adulto, siendo este más complejo y más móvil.
Según Piaget el niño nace con esquemas simples que comprenden reflejos básicos, como la
succión. Este esquema tiene un valor adaptativo, dado que él bebe necesita obtener
nutrientes del pecho de su madre o del biberón mediante la succión, con el tiempo el esquema
funciona de forma más eficaz para algunos objetos que para otros; la adaptación es un proceso
en el cual las personas se adecuan o cambian para enfrentar los desafíos del ambiente de
forma más eficaz. Por medio de la adaptación ajustamos nuestros esquemas para enfrentar las
demandas cambiantes que el ambiente nos impone, consiste en dos procesos
complementarios: la asimilación, acomodación.
Adaptación: proceso de ajuste que permite a las personas funcionar con eficacia en el
cumplimiento de las exigencias que enfrentan en el ambiente.
Durante esta etapa el niño desarrolla una mayor capacidad de mostrar conductas y habilidades
más complejas, la llama así porque él bebe explora su mundo por medio de los sentidos y
aplica sus capacidades motoras en desarrollo.
Los niños carecen de la habilidad para realizar operaciones lógicas básicas; es decir, para
aplicar los principios básicos de la lógica a sus experiencias. Durante este periodo ocurre un
crecimiento importante en la capacidad para formar representaciones simbólicas o mentales
del mundo, en especial el empleo del lenguaje. Otra forma de pensamiento de representación
que emplean los niños es la del juego de fingir o imitar.
Etapa operacional concreta: (de los siete años a los once años)
Esta etapa está marcada por el desarrollo de la conservación (capacidad para reconocer que la
cantidad o monto de una sustancia no cambia si su apariencia externa es transformada,
siempre y cuando no se le agregue o reste nada).
Esta etapa es la final según la teoría de Piaget y se la define como “la etapa de madurez
cognitiva plena”.
Se caracteriza por la capacidad para pensar de forma lógica acerca de ideas abstractas, de
generar hipótesis y de pensar de manera deductiva.
Finalizando el repaso por los diferentes estadios que plantea Piaget, nos parece importante
destacar que las edades que se estipulan aquí son aproximadas, no se pasa de un estadio al
otro por el hecho de haber cumplido la edad marcada sino por la aparición en la conducta de
nuevas estructuras de conocimiento; dicho tránsito de un estadio al otro es gradual y se
produce alrededor de las edades mencionadas.
Los niños en la etapa de las operaciones concretas realizan muchas tareas a un nivel mucho
más alto del que podían en la etapa preoperacional. Tienen mejor comprensión de conceptos
espaciales, de la causalidad, la categorización, el razonamiento inductivo y deductivo y de la
conservación.
Espacio y causalidad: El niño puede entender mejor las relaciones espaciales, tiene una
idea más clara de la distancia entre un lugar y otro y de cuanto tardaran en llegar ahí, y
pueden recordar con más facilidad la ruta y las señalas a lo largo del camino, habilidad
para usar mapas y modelos y para comunicar información espacial mejoran con la
edad; aunque niños de 6 años pueden buscar y encontrar objetos ocultos por lo
regular no dan instrucciones claras para encontrar los objetos porque carecen del
vocabulario apropiado
Categorización: Las habilidades para categorizar ayudan a los niños a pensar
lógicamente, esta incluye habilidades tan sofisticadas como la seriación, la inferencia
transitiva y la inclusión de clase.
Seriación: Es cuando los niños pueden arreglar objetos en una serie de acuerdo que
una o más dimensiones como peso (del más ligero al más pesado) o color (del más
claro al más oscuro).
Inferencia transitiva: es la habilidad para reconocer una relación entre dos objetos al
conocer la relación entre cada uno de ellos y un tercer objeto.
Inclusión de clase: es la habilidad para ver la relación entre el todo y sus partes.
Razonamiento inductivo y deductivo: los niños en la etapa de las operaciones
concretas usan el razonamiento inductivo. A partir de observaciones acerca de
miembros particulares de una clase de personas animales, objetos o eventos, llegan a
conclusiones generales acerca de la clase como un todo.
Conservación: Otro término popularmente conocido en la teoría de Piaget es este, el
cual se refiere a la permanencia en cantidad o medida de sustancias u objetos, aunque
se cambien de posición y su forma varíe.
3) En la etapa de las operaciones concretas el niño puede dar respuestas correctas, logrando
un mayor grado de actividad intelectual autónoma. Su pensamiento se transforma en
reversible: es capaz de operaciones intelectuales. Puede establecer relaciones entre los
objetos, ordenarlos.
Los niños aquí son menos egocéntricos que en el estadio anterior, ya que alcanzar mayor
equilibrio en el conocimiento de las cosas. Operan racionalmente pero solo sobre objetos
concretos que él pueda ver, tocar, manipular. No aún sobre ideas abstractas, como en el
próximo estadio.
Sobre estos objetos concretos que mencionábamos, son capaces de establecer series,
reconocer equivalencias entre las series y agrupar diferentes objetos, la acción de agrupar
les permite penetrar en el trabajo intelectual.
Los conceptos no vienen dados desde el momento del nacimiento, sino que se construyen
a partir de la experiencia.
Al final de este estadio, el niño irá ingresando paulatinamente al pensamiento a través de
operaciones abstractas, el cual se desarrollará profundamente en el estadio siguiente.