La Comunicación

Educativa en los
Nuevos Entornos de
Formación
domingo, 26 de octubre de 2014

El Reto del Cambio Educativo

Publicado el 27 Octubre por Milagro Hernández

El cambio en educación tiene su referente originario en el campo social, influyendo

de este modo en el cambio de nuestro estilo de vida en todos los ámbitos, y es por
ello que también ha cambiado los procedimientos de enseñar y aprender, como lo
afirma Fandos (2006), y a las necesidades de la sociedad actual que lleva un
ritmo acelerado y que crece a escala global. Uno de estos cambios de relevancia
en la actualidad, es la posibilidad de desarrollo en la modalidad de formación
virtual mediante plataformas educativas.

El maestro y el libro ya han dejado de ser los únicos medios a través de los
cuales los niños, niñas, jóvenes y adultos, reciban el conocimiento y aprendan. La
computadora, la televisión, la navegación por internet, han irrumpido de manera
acelerada en las aulas y en los hogares. El correo postal ha sido reemplazado por
el correo electrónico y los medios de comunicación escritos están en constante
adaptación a los medios electrónicos.
Las noticias hoy día son conocidas de manera instantánea y seguidas
paso a paso en tiempo real, ya sea por televisión o por internet. El ser humano
está en los actuales momentos más intercomunicado que en décadas anteriores.
Ante estos avances le corresponde a la educación desempeñar un gran papel
anticipándose al futuro y a su preparación para enfrentarlo.
La capacidad de crecimiento de información que tiene la red es numerosa
en relación a la capacidad de producción informativa de otros medios, así como
también, la cantidad y velocidad de transmisión son sus potenciales. El progreso
de la información y la comunicación, en todos los espacios de la sociedad, afecta
directamente al sector educativo y a todos los elementos que lo conforman. De
esta forma, nos encontramos ante el uso de las tecnologías con la finalidad de
obtener una mejora en los procesos formativos a pesar de lo que su uso
indiscriminado admite.
La velocidad, el cambio y la transformación se han convertido en una de
las características de nuestra sociedad, donde los cambios están alcanzando
todas las estructuras y niveles, nos movemos en un nuevo espacio; el
ciberespacio, es una nueva sociedad; la cibersociedad, es una nueva cultura; la
cibercultura con un nuevo valor monetario, el dinero electrónico, y en unos nuevos
recintos educativos, los centros virtuales, todos ellos con extensión de las
Tecnologías de Información y Comunicación en general, y la red en particular, a
las diversas tareas que realizamos las personas. Sin duda alguna que lo virtual y
digital, poco a poco va desplazando a lo analógico y a lo presencial.
Las Tecnologías de Información y Comunicación se han convertido en un
elemento estratégico para la sociedad del siglo XXI, y de marginación para
aquellos que no la utilicen. Nuestra sociedad está cambiando y esto repercute en
el cómo conocemos, en cómo aprendemos y en los espacios en los cuales
llegamos a aprender.
La disponibilidad generalizada de las nuevas tecnologías interactivas de la
información y la comunicación abre un sin número de posibilidades que se centran
en el desarrollo de nuevos modelos pedagógicos en la formación a distancia. Las
nuevas tecnologías enriquecen la formación a distancia con la posibilidad no solo
de difundir información barata y eficiente, sino de dotar a los participantes de
herramientas hardware y software para la comunicación personal y grupal que
refuercen la acción tutorial y el aprendizaje colaborativo.
Las experiencias educativas con la participación de las Tecnologías de
Información y Comunicación potencian la aparición de nuevos espacios de
formación, ya que permiten desarrollar en línea espacios-temporales diferentes a
los tradicionales. Por lo tanto, la práctica pedagógica debe tomar nuevos estilos de
trabajo que se adecuen a las nuevas necesidades de formación. La enseñanza a
distancia será la forma de educar propia de una sociedad postindustrial, aunque
carezca de mecanismos de investigación e implementación para el progreso
educativo.
La educación no está ajena a los cambios que generan el internet y sus
prácticas en el tratamiento de la información y la comunicación, ya que incorpora
los nuevos medios en su relación didáctica, proporcionando una nueva modalidad
de enseñanza. Los medios transforman el mundo y están transformando la
enseñanza. Esto no quiere decir que las Tecnologías de Información y
Comunicación posean mejores características, sino que hay cierta diferencia en
relación al manejo, almacenamiento y tratamiento de la información; incluso
refiriéndose a la escuela. De esta manera se puede evidenciar como la educación
ha sido afectada por las Tecnologías de Información y Comunicación en el acto
didáctico y en los procesos de enseñanza y aprendizaje induciéndola a su proceso
de modernización a través de la tecnología.

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REFERENCIAS

Cabrero, J. (s/f). Las necesidades de las TIC en el ámbito educativo:

oportunidades, riesgos y necesidades. Tecnología y comunicación educativa Año
21, Nº 45. Disponible: http://investigacion.ilce.edu.mx/ tyce/45/articulo1.pdf.
[Consulta, 2014, Octubre 23]

Fandos, M. (2006). El reto del cambio educativo: nuevos escenarios y

modalidades de formación. Educar

Torres, L. (2012). Entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje. Revista

electrónica de tecnología educativa, 39.
Disponible: http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec39/evea_evaluacion_uso_herr
amientas_virtuales_master.html. [Consulta, 2014, Octubre 23].
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Implicaciones del Telealumno
Situaciones virtuales de enseñanza
Publicado el 27 Octubre por Isbelia Martínez

La enseñanza es una actividad que se realiza mediante la interacción de

docentes, alumnos, el objeto de conocimiento y el entorno educativo donde se
ponen en contacto a docentes y alumnos.
 La enseñanza como proceso de transmisión de conocimiento, técnicas,
normas y habilidades está apoyada en diversos métodos, que se realizan en
instituciones y con apoyo de una serie de materias.
La enseñanza virtual no varía mucho en relación a lo definido como educación
enseñanza presencial, y su única diferencia se da por los medios empleados para
establecer la comunicación entre los actores del proceso educativo. Este elemento
que establece la diferencia a la educación tradicional presencial de la virtual le
confiere algunas características que pueden ser beneficiosas para el servicio
educativo como la flexibilidad en el manejo del tiempo y el espacio.
En consecuencia, la telenseñanza como modelo de enseñanza distinto, donde
hay que abordar los cambios significativos que se producen en cuanto a tiempo,
espacio, organización, metodología, evaluación, rol docente, rol tutorial, induce
hacia un proceso reflexivo sobre el papel del alumno en relación a estos procesos
de cambio.
En este escenario, el telealumno asume el reto de ingreso en un sistema
donde constantemente tiene que experimentar el uso de nuevas herramientas
tecnológicas que le permiten recibir la información donde aprende constantemente
ya que no solo desarrolla, discute y analiza los temas que se asignan, sino que
debe estar dispuesto al manejo de nuevas herramientas de aprendizaje.
Paralelamente debe coordinar entre las asignaciones y la autogestión de
aprendizaje en armonía con sus actividades personales, profesionales y
académicas.
Es por ello que, el telealumno es un alumno distinto al presencial y también
distinto al alumno a distancia tradicional, es el alumno que sigue un proceso
formativo a distancia utilizando como canal de acceso de información y
de comunicación de las nuevas tecnologías, además , es un alumno que se
enfrenta a una situación de enseñanza caracterizada por la flexibilidad espacial y
temporal; un alumno que se comunica con profesores, tutores, compañeros a
través de herramientas telemáticas y que utiliza para aprender materiales
generalmente de hipermedia, además de todo los recursos que se encuentran en
el ciberespacio.
 Martínez y Solano (2001), establecen que el potencial de la tecnología carece
de sentido si quienes aprenden no cuentan con la capacidad ni con las
oportunidades para explotarlas, ya que el uso de las redes se basa en el
conocimiento sobre los funcionamientos de las nuevas tecnologías aunque no sea
a un nivel de experto sobre el campo del conocimiento científico donde se
circunscribe la enseñanza de la red, y en el desarrollo de hábitos y actitudes
predominando la responsabilidad.
Para Martínez (2004), es fundamental que los alumnos desarrollen su
capacidad de navegar por la información y de reconstruir la información, por
consiguiente “conocimientos y habilidades que hagan posible la navegación
significativa y la construcción de su propia aproximación al conocimiento”. Esto
está referido a las capacidades que permiten a los alumnos convertir la
información en conocimiento.
Es evidente que los alumnos que participan en mayor proceso de formación
apoyados en el uso de las herramientas telemáticas son los que tienen ya cierto
dominio en el manejo de esta herramienta; y de los que acceden a tal modalidad
formativa, no todos son capaces de aprovechar sus posibilidades en igual forma.
Burbules y Callister (2011), señalan que:
“existen pruebas de que el uso de estas nuevas tecnologías para el aprendizaje
solo benefician aún más a quienes son capaces de explotarlas plenamente,
mientras que quienes por alguna razón no se sienten demasiado cómodos con
ellas, o no tienen los medios para hacerlo, quedan todavía más rezagados”

Es por ello, que los telealumnos se convierten en los principales responsables

del éxito o fracaso de sus procesos de aprendizaje y se caracterizan por la
separación física y real entre profesor y alumno; la influencia de una organización
educativa responsable del curso; uso de los elementos vinculadores de la
información; separación cuasi-permanente del grupo basados en el uso de
materiales estructurados. Esto trae como consecuencia, que el docente tenga
conocimiento sobre la gestión de grupos en red; debe conocer la teoría que está
impartiendo en profundidad; debe seleccionar su proceso pedagógico,
identificando la metodología a utilizar en el proceso de enseñanza aprendizaje;
debe organizar el tiempo; y debe realizar un seguimiento del trabajo de grupo.
Los alumnos que participan en este tipo de aprendizaje, conforman un grupo
que debe coordinarse y organizarse para desarrollar actividades de tipo
colaborativo.

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REFERENCIA
Burbules, N. y Callister, T. (2001). Educación: riesgos y promesas de las nuevas
tecnologías de la información. Barcelona: Granica.
Martínez, F. (2004). Alicia en el País de las maravillas tecnológicas. Madrid: Pearson.

Martínez, F., y Solano, I. (2001). La enseñanza universitaria y de adultos. Los

aspectos pedagógicos. Seminario internacional OCDE de lengua española.
Santander septiembre 2001. Documento inédito.

Paz, M. (2005). El telealumno. Capacidades, habilidades y competencias. Universidad

de Murcia. Disponible: http://tecnologiaedu.us.es/mec2005/
html/cursos/prendes/recursos.htm. [Consulta, 2014, Octubre 24]
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Los Nuevos Escenarios

La Comunicación Educativa

Publicado el 27 Octubre por Francisco Javier Lara

La Comunicación Educativa en los Nuevos Entornos de Formación.

La tecnología forma parte de nuestro mundo. Nadie en la actualidad puede
negar que así sea. Cada día su aplicación y desarrollo aumentan más y más. Esto
ha traído como resultado, específicamente en el campo educativo, que la visión
sobre la forma de aprender y enseñar haya cambiado.
La tendencia en aumento, es la aplicación y uso a través de plataformas
tecnológicas de los llamados entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje (EVEA)
por parte de muchas instituciones a nivel de educación superior, lo cual ha
generado que un porcentaje significativo del proceso educativo sea ejecutado a
distancia. Es decir, ahora la formación a distancia (FAD), es una vía común en el
acto educativo.
Por lo general los usuarios y estudiantes que tienen acceso a los EVEA y a la
FAD, quienes en su gran mayoría ya son adultos, deben en muchos casos,
desarrollar habilidades y destrezas en el área computacional y en la comunicación
mediada por computadoras (CMC), que le permitan mantenerse y desplazarse en
toda esa dimensión digital.
Muchos de ellos, en el pasado, vieron truncadas sus opciones de estudio,
ahora miran en estos nuevos entornos de formación la oportunidad de ingresar
nuevamente y desarrollarse en diferentes áreas profesionales.
Esto significa, como ya se mencionó, adquirir destrezas en la CMC, además
de la manera de distribuir y administrar sus estudios a nivel individual. Lo cual
envuelve poseer aptitudes como: autonomía, autogestión, automotivación
y autocrítica. Para lograrlo, la persona debe poseer ciertas actitudes y valores,
que lo perfilen en la prosecución y logro de dichos estudios académicos.
En apoyo a tales ideas, Bautista, Borges y Forés (2006), precisan que en los
últimos años “estamos viviendo los cambios más significativos que la institución
universitaria ha vivido en sus siglos de existencia. Ciertamente la incorporación de
las TIC…hace que la universidad se mueva en una nueva y doble dirección” (p.
21). Asimismo, Silva (2011), reseña que:
La FAD se ha transformado en una vía de formación de creciente desarrollo. En la
actualidad gracias al avance de las TIC y a la necesidad imperante de acceso al
conocimiento continuo, esta modalidad de enseñanza ha potenciado su desarrollo,
transformándose, no solo en una alternativa para una especialización o segunda
titulación, sino que en parte de la oferta de enseñanza para acceder al primer título
profesional (p. 19).
Por otra parte, el desarrollo de Internet y las telecomunicaciones, ha
contribuido con la aparición de diferentes plataformas educativas, que ofrecen a
los usuarios servicios estructurados de información y comunicación síncrona y
asíncrona, es decir, que pueden o no llevarse en el tiempo real. Ejemplo de la
comunicación síncrona, se encuentran en video llamadas y video conferencias, a
través de Internet o dispositivos móviles inteligentes, entre otros. Y con respecto a
la asíncrona, se observan en mensajes de texto, correos electrónicos y cursos en
línea, además de otros existentes.
Haciendo referencia a las ventajas de este tipo de educación en los nuevos
entornos de aprendizaje o formación, se puede mencionar por ejemplo:
Flexibilidad en el horario y lugar en el que se llevará a cabo. Es decir, la persona
puede administra el horario que más se ajuste a sus necesidades reales y escoger
el entorno físico de su preferencia, como puede ser, lugar de trabajo, casa,
universidad y centros de recursos de aprendizaje. Lo único que necesita el o la
estudiante, es un computador, acceso a internet y deseos de aprender.
También los EVEA, facilitan el proceso de la FAD, la educación tradicional y
la interacción con la tecnología: aprender con tecnología y de tecnología. Para
sustentar estos planteamientos, tómese como referencia lo presentado por una
Fundación Telefónica (2012), española, la cual menciona que:
Algunas de las ventajas más evidentes de la utilización de las TIC en los procesos
de enseñanza-aprendizaje de las que los profesores deben ser conscientes giran
en torno a la utilización y estructuración de los contenidos: las TIC facilitan la
búsqueda, el tratamiento, la presentación y la comprensión de ciertos tipos de
información, y posibilitan al alumno estudiar representaciones de mundos no
 fácilmente accesibles de otro modo (p. 54).
Por su puesto, el éxito de la comunicación mediada por computadores (CMC)
como parte del proceso educativo en los nuevos entornos de formación, depende
de diferentes factores que contribuyan a una interacción que produzca resultados
positivos, entre los que cabe señalar: 1) Equilibrio entre el número de nuevos
miembros y los existentes. 2) Alto número de participantes activos y 3) un
moderador activo. Igualmente, debe contar con una serie de objetos virtuales de
aprendizaje y de recursos tecnológicos que contribuyan eficazmente con dicha
actividad.
En resumen, la comunicación educativa a través de los nuevos entornos de
formación es toda una realidad. La educación tradicional, en un aula física ha
cambiado y seguirá cambiando. Los participantes que en ella intervienen, tanto
profesores como estudiantes, deben mantenerse al día con los nuevos avances
tecnológicos y digitales, que en esta se implementan día a día. Para ello, son
necesarias la actualización y capacitación constantes; estar activos en el campo
de las TIC y tener una visión poliédrica ante las nuevas formas de transmitir y
recibir la información. No solo para ser versados en la materia, sino para contribuir
en transmitir y capacitar a las nuevas generaciones de estudiantes que necesitan
de guía e instrucción en este campo tan importante e ingente del devenir
educativo actual.

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Referencias

Bautista, Borges y Forés (2006). Didáctica Universitaria en Entornos Virtuales de

Enseñanza-Aprendizaje. Madrid. España: Editorial Narcea, S.A.
Silva, J. (2011). Diseño y Moderación de Entornos Virtuales de Aprendizaje.
Barcelona. España: Editorial UOC.
Fundación Telefónica (2012). Alfabetización Digital y Competencias Informacionales.
[Página Web en línea].
Disponible: books.google.co.ve/books?isbn=8408008234 [consulta: 2014, Octubre
24].

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Ambiente y Objeto Virtual de Aprendizaje
Objeto Virtual de Aprendizaje
Publicado el 27 Octubre por Clemencia Caldera
 Los ambientes de aprendizaje apoyados en tecnologías de información y
comunicación no se escapan al componente central de cualquier aprendizaje, que es la
Motivación. Señala Galvis (1992). El profesor tiene que encontrar en el campo vital del
estudiante aquellas cosas que pueden interesarlo para embarcarse en una experiencia
de aprendizaje.
Dada esta consideración, un profesor puede apoyarse en uso de TIC para
extender las capacidades que los alumnos y él mismo tienen para hacer diferentes
actividades, estrategias que le permitan desarrollar habilidades y fortalezas en las
metas de estudios.
De esta manera, cuando uno piensa en ambientes tecnológicos de aprendizaje,
se dan cuando es posible implementar distintos modelos educativos que se acomoden
no solamente a los estilos de aprendizaje del que enseña y del que aprende, sino a los
requerimientos de aquellos que uno trata de aprender.
Como vemos la educación a distancia se compone en los estudiantes, tutores
asesores académicos, materiales, tecnologías de la información. De manera que
también debemos afirmar que existe la utilización de ciertos medios individuales y
colectivos que faciliten la instrucción. En este sentido es importante acotar que
la práctica de apoyo académico es esencial e indispensable en este ambiente
educativo, donde el estudiante debe recibir orientaciones mediaciones, resolver las
dudas que le sirven para nutrirse del conocimiento que le va a permitir y garantizar su
egreso dentro de este sistema. Lo que hace de la asesoría una de las áreas prioritarias
dentro de lo que es la academia con sus asesores en este sistema de Educación a
Distancia, factor influyente de la formación y atención integral de los estudiantes que
ingresan al sistema.

Sin embargo, muchos trabajos anteriores, consideran como visión general la

importancia del ambiente virtual de aprendizaje, el objetivo que establece un soporte
del estudiante, vinculados con funciones de admisión y registro, información,
orientación, asesoría, tutoría y defensa de los derechos de cada estudiante.
Se hace necesario un análisis de los Objetos de esta realidad educativa que
según sean los objetivos, metas, recursos y restricciones que destacaremos a
continuación:
Objetivos. Orientar al estudiante para que trabaje por sí mismo, piense por sí mismo
y construya su propio cuerpo de conocimientos sobre la materia que estudia.

Metas. Proporcionar un servicio a través del cual atiende a los estudiantes respecto a
sus necesidades de información, orientación y/o acompañamiento en el desarrollo de
proceso y actividades relacionados con algún aspecto específico del ambiente virtual.

Recursos. Los materiales autoinstruccionales, representa una de las actividades

básica de los programas de educación superior, y requiere por tanto una cuidadosa
planificación anual o semestral que tenga en cuenta la demanda de los centros
regionales o de apoyo, de posibles convenios y otros compromisos de suministro para
articular los distintos momentos de la producción editorial (diseño, redacción,
diagramación, impresión, almacenamiento y distribución) en orden a evitar retrasos y
traumatismos a los estudiantes. Es importante que los materiales también cumplan
con tres funciones básicas la cual sea motivadora, portadora de contenido y
estructurante en donde el estudiante aumente el interés por la temática del curso, si le
presentan la información como una provocación para el pensamiento y si lo ayuda a
estructurar el contenido relacionándolo con sus conocimientos previos, habrán
cumplido su cometido dentro del sistema a distancia, y habrá permitido al estudiante
construir el conocimiento con un mayor grado de autonomía.

Restricciones. Expone Suárez-Joya (2000), existe deficiencia en procesos y

habilidades del pensamiento que viene causando, en diferentes ámbitos, descensos
progresivos en el desempeño académico de los estudiantes. La persistencia y la
deserción de estudiante se platean como problema fundamentales de las instituciones
de educación superior, debido a los altos costos que representan y a la incapacidad de
respuesta social que deben dar las universidades ante el Estado que les asigna
funciones y presupuestos cada vez más restringidos.

Ámbito: Contexto socio-cultural, institucional; estrategia, evaluación de servicios de

apoyo.

Por cuanto, todo esto conlleva adoptar una actitud: crítica, autónoma,
comunicativa, humanista, investigadora, creativa, solidaria y participativa frente al
proceso de aprendizaje. De esta manera son vertiginosos los cambios, por ello se
requiere un docente diseñador de productos de recursos adaptados a las necesidades
de sus estudiantes, donde cada objeto que desencadenan los distintos factores de tipo
sociodemográfico, culturales, educativos y de aprendizaje académico de dicho
ambiente de aprendizaje generen nuevas características y exigencias de una educación
virtual, asimismo justifiquen la prestación de un servicio que oriente y asesore a los
estudiantes, que aspiran a ingresar o continuar con éxito sus estudios y lograr sus
objetivos académicos, sea la responsabilidad institucional de atenderlo adecuada y
oportunamente y para impulsar estrategias que permitan el desarrollo socioeconómico.
Donde los centros de apoyo buscarán en todo momento su articulación con el sector
productivo, las comunidades, las instituciones del Estado, la cultura, la iglesia y
 entre otros, para identificar las necesidades educativas y participar activamente en los
procesos de desarrollo de la respectiva región.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Anced: asociación de Centros de Enseñanza a Distancia, de entidades y centros que ofrecen

cursos y programas especialmente de formación profesional. Disponible:
http://www.anced.es [Consulta: Octubre 2014].
Bermúdez, M. (1993). Orientación al estudiante en las universidades a distancia,
situación actual y perspectivas. En Informe de Investigaciones Educativas VII (1 y
2) 79-98. Caracas.

Casas, M. (1993). La organización de centros de apoyo en las instituciones de educación

superior a distancia. En Informe de Investigaciones Educativas VII (1 y 2). 99-
Caracas.

Cabero, j. (2000). Las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Escontrela, M. (2003). Bases para Reconstruir el Diseño Instruccional en los Sistemas
de Educación a Distancia.
Galvis A (1992). Ingeniería de Software Educativo. Universidad de los Andes. Santa Fe de
Bogotá. Colombia.
González á., L. J., Lora S., A. y L.A. Malagón P. (2000). La Educación Superior a
Distancia en Colombia. Visión histórica y lineamientos para su gestión. 1ª. Edición.
ICFES. Secretaría General. Procesos Editoriales. Bogotá, Colombia.

García L. (2001). La Educación a distancia. De la teoría a la práctica. Capítulo V.

Profesores Formadores y tutores. Barcelona: Ariel.

Rosenberg Marc. (2002). E-learning. Estrategias para transmitir conocimiento en la

era digital. Bogotá, Colombia.
Suárez-Joya C. (2000) Sistema de Apoyo al Estudiante. Universidad Nacional Abierta,
Servicio al Estudiante. (Mimeografiado). Caracas.
PricewaterhouseCoopers. portal sobre e-Learning. Disponible:
http://www.e-learning.es [Consulta:2005, Enero 17].
Tamayo y Tamayo, M. (2000) El Proceso de la Investigación Científica. Ciudad
de México.Editorial limusa,S.A.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador. (2003). Manual de trabajos de grado de
especialización y maestría y tesis doctorales. (3ª. Ed.) Caracas, Venezuela.