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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”

UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS

NEGOCIOS JURIDICOS Y OBLIGACIONES

U.E.C. :

Docente :

Alumna : MARGIORI PEREZ LAZARO

Ciclo : III

Huancayo – Perú
2019
DEDICATORIA
El presente trabajo está dedicado mi familia,
docentes, amigos y a todas las personas
quienes colaboran incondicionalmente en el
desarrollo de mi formación profesional.

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ÍNDICE

DEDICATORIA ........................................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 4
NEGOCIOS JURÍDICOS Y OBLIGACIONES ....................................................................... 5
1.1. Noción de las obligaciones ................................................................................... 5
1.2. Naturaleza y clase de prestaciones ..................................................................... 6
1.2.1. Las prestaciones de dar ................................................................................. 7
1.2.2. Las prestaciones de hacer ............................................................................. 8
1.2.3. Las prestaciones de no hacer ....................................................................... 8
1.3. Requisitos de las prestaciones ............................................................................ 9
1.3.1. Determinación de las prestaciones ............................................................. 9
1.4. Fuentes de las obligaciones................................................................................ 10
1.5. Clasificación de las obligaciones ...................................................................... 11
1.5.1. Clasificación de las obligaciones según los sujetos............................ 11
1.5.2. Obligaciones de sujetos unitarios ............................................................. 12
1.5.3. Obligaciones de Sujetos Plurales .............................................................. 12
1.5.4. Características de las obligaciones conjuntas ...................................... 13
1.5.5. Efectos de las obligaciones conjuntas..................................................... 13
1.5.6. Obligaciones Solidarias................................................................................ 14
1.6. Clasificación de las obligaciones según el vínculo jurídico ...................... 15
1.6.1. Obligaciones civiles ...................................................................................... 15
1.6.2. Obligaciones naturales ................................................................................. 15
1.7. Clasificación de las obligaciones según el objeto o prestación ............... 16
1.7.1. Efectos de las obligaciones alternativas ................................................. 17
1.8. Clases de negocios jurídicos .............................................................................. 19
1.8.1. Unilateral........................................................................................................... 19
1.8.2. Bilateral ............................................................................................................. 20
1.9. Elementos generales que integran el negocio jurídico................................ 20
1.10. Acto jurídico de formación unilateral como fuente de obligaciones ... 21
1.12. De los contratos consensuales, reales y solemnes.................................. 24
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................... 25
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................................... 26

3
INTRODUCCIÓN

No se recoge en nuestro Código Civil el concepto de negocio jurídico y, sin


embargo, la doctrina científica lo considera una figura básica de la dogmática del
Derecho privado. Ha sido definido como la declaración o acuerdo de voluntades
con que los particulares se proponen conseguir un resultado (consistente en la
adquisición, modificación o extinción de un derecho subjetivo), que el Derecho
estima digno de su especial tutela, sea en base sólo a dicha declaración o
acuerdo, sea completado con otros hechos o actos. Así, la declaración de
voluntad se erige como el fundamento del negocio jurídico, englobando figuras
como los contratos, testamentos, las renuncias de derechos, aceptación de
herencias, etc. Burke Peter (2002)

Tradicionalmente se ha distinguido tres tipos de elementos en todo negocio


jurídico:

1. Elementos esenciales: Son aquellos que de forma necesaria deben


integrar el negocio jurídico para que se considere válido y eficaz. Estos
elementos serían el consentimiento, la causa y el objeto, si bien algunos
autores añaden la forma y otros no consideran como tales los dos últimos.
2. Elementos naturales: Son aquellos que la ley considera como parte del
negocio, pero que el sujeto o las partes pueden excluir.
3. Elementos accidentales: Aquellos que por voluntad de los sujetos pueden
incorporarse al negocio jurídico en concreto (la condición, el término y el
modo).

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NEGOCIOS JURÍDICOS Y OBLIGACIONES

El Tratado General de las Obligaciones estudia las fuentes o hechos que las
producen, los elementos para la validez de la declaración de voluntad, qué es lo
que constituye la obligación que surge del acto jurídico, las modalidades que
pueden afectar las obligaciones, las diversas clases de modalidades, sus efectos
y los modos como se extinguen las obligaciones. En síntesis, estudia y
reglamenta su nacimiento, desarrollo y extinción.

1.1. Noción de las obligaciones

El hombre, afín de satisfacer en forma ordenada sus necesidades, tiene


que establecer diversos tipos de relaciones jurídicas. En primer término,
las que lo vinculan con las cosas de la naturaleza, de donde dimana la
propiedad, el dominio y los derechos reales desmembrados.

En segundo lugar, las que lo vinculan con sus semejantes. Estas


relaciones suelen llamarse corrientemente "obligaciones", en razón de
suponer un vínculo jurídico entre personas. Un grupo se refiere a la
satisfacción de necesidades de orden económico y otro a las necesidades
de orden económico y otro a las necesidades de tipo heterosexual. Estas
últimas generan el derecho de familia. Las relaciones u obligaciones de
tipo económico o patrimonial, son materia de estudio y exposición en esta
asignatura. Claudia Patricia Carmona G

Los derechos personales son definidos por el art. 666 C.C.; pero esta
definición debe complementarse diciendo: "la obligación o derecho
personal es el que le concede a una persona (acreedor) la facultad de
exigir de otra (deudor) una prestación para cuyo cumplimiento el deudor
da en prenda todos sus bienes presentes y futuros".
Esta definición diferencia en forma lógica y práctica la obligación del
derecho real, pues este se ejerce sobre una cosa determinada y aquella
se tiene respecto de una persona. Es verdad que el derecho real supone
un sujeto pasivo, osea el deber jurídico que tienen los demás de respetar
la relación jurídica que se establece con la cosa; pero entre el sujeto
pasivo de los derechos reales y el de las obligaciones existe una diferencia

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clara: el primero es un sujeto indeterminado con un deber jurídico abstrato,
pues consiste en un simple no hacer, en cambio, el sujeto pasivo de los
derechos personales u obligaciones es un sujeto determinado a cuyo
cargo existe un deber jurídico concreto:una acción o una omisión.
Pero la mas aguda diferencia entre la obligación y el derecho real se
encuentra en el objeto, ya que en los derechos reales son las cosas de la
naturaleza y en las obligaciones o derechos personales es una
determinad conducta humana, es decir, una acción u omisión de las
personas. Esta conducta que debe realizar el deudor y que tiene derecho
a exigir el acreedor, constituye el deber jurídico que en materia de
obligaciones se denomina "PRESTACIÓN".

Cuando decimos que el derecho personal se tiene contra una persona,


estamos diciendo que el acreedor tiene la facultad de constreñir al deudor
a que realice una acción o una omisión, que, por ejemplo, pague la suma
de dinero que se obligó a pagar o se abstenga de edificar sobre el solar
de su propiedad, si a ello se obligó. El pagar una suma de dinero es una
acción positiva y el de abstenerse de edificar es una acción negativa u
omisión.
Quien tiene derecho a exigir una prestación se llama acreedor y la
obligación mirada desde el punto de vista de este, se llama crédito; quien
la debe realizar se denomina deudor, y la obligación contemplada desde
el punto de vista de este, se llama deuda.

La definición propuesta nos pone de relieve los elementos esenciales de


las obligaciones: 1.- Una prestación. 2.- Los sujetos, esto es, un sujeto
activo o acreedor y el sujeto pasivo o deudor. 3.- La relación jurídica
existente entre deudor y acreedor, por una parte, y entre el acreedor y el
patrimonio del deudor por otra.

La obligación y el derecho personal son la misma cosa lo que sucede es


que se miran desde angulos distintos: a) la obligación hace referencia a la
parte pasiva (a la deuda). b) derecho personal es la parte activa de la
obligación (el crédito). Torres S., Irene

1.2. Naturaleza y clase de prestaciones

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La prestación es el contenido necesario de cualquier obligación. En
general, toda prestación debe satisfacer un interés racional del acreedor,
y cuando este interés desaparece después de haber existido
originariamente, la prestación carece de objeto. Las prestaciones del
deudor son conducta humana que debe producir determinados resultados
en favor del acreedor, en forma de acciones o de omisiones.

Las acciones se subdividen en prestaciones de dar y de hacer y la omisión


es una prestación de no hacer. (González, 1992).

1.2.1. Las prestaciones de dar

Son aquellas en que el deudor se obliga a trasmitir al acreedor un


derecho real sobre una cosa, especialmente la propiedad. Ciertos
contratos, por definición generan obligaciones de dar como sucede
con la compraventa (art. 1849 C.C.), la permuta, el aporte de cosas
a una sociedad en propiedad o en usufructo. Las obligaciones de
dar deben producir un enriquecimiento en el patrimonio del
acreedor y un correlativo empobrecimiento en el patrimonio del
deudor.

Las obligaciones de dar constituyen una categoría especial de las


obligaciones positivas, debido a que implican no solamente la
realización de una conducta positiva -entregar la cosa en los
contratos citados-, si no también una condición o supuesto
preliminar: la existencia del derecho trasmitido, en cabeza del
tradente. Así, el vendedor cumple su obligación, no solo
entregando la cosa en las ventas de muebles, o entregando el
inmueble e inscribiendo la escritura pública en el registro, si no que
deberá realmente trasmitir el dominio, lo cual no podrá cumplir si
no es propietario (art. 752 C.C.).

De manera que una obligación de dar no debe identificarse con las


obligaciones de entregar, pues si toda obligación de dar supone la
de entregar la cosa (art. 1605 C.C.), no toda obligación de entregar
supone la de dar. Así, el arrendador se obliga a entregar una cosa
al arrendatario, pero esta entrega no supone el dar, ya que el

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arrendatario no adquiere la propiedad, ni derecho real alguno sobre
la cosa arrendada.

1.2.2. Las prestaciones de hacer


En estas obligaciones el deudor no trasmite derecho real alguno al
acreedor, pues consiste en una mera acción positiva, distinta de
dar; esto es, en un servicio que se presta al acreedor o en la
realización de una conducta.
Una persona puede prestar servicios a otra con las cosas sobre las
cuales tiene la propiedad o la posesión, o con su propia actividad.
En los contratos de arrendamiento, de comodato, etc., se presta un
servicio con una cosa permitiendo que otro la goce o disfrute
durante un tiempo determinado; en el contrato de trabajo, el deudor
presta servicios al acreedor con sus energías físicas o
intelectuales.
Todos los servicios que se procuran a otro con las cosas, con los
derechos que se tiene sobre estas, con los derechos inmateriales,
o con la simple actividad humana propia o ajena, son prestaciones
de hacer.

1.2.3. Las prestaciones de no hacer


Consiste esencialmente en que el deudor se abstenga de realizar
ciertos hechos, que, de no mediar la obligación, le serían
permitidos.

Esto diferencia una prestación de no hacer de la mayor parte de


obligaciones y deberes jurídicos que cada cual tiene en forma
universal, como no causar daño a otro. El que se comprometa a no
levantar su edificación si no hasta cierta altura para evitar que su
vecino sea privado de luz, contrae una deuda de no hacer, pues
sin la obligación podría edificar hasta la altura que quisiera.
Una prestación de no hacer debe limitar la libertad lícita de ejercer
un derecho.

Las prestaciones de no hacer son más bien escasas, pero suelen


darse en conexión con otras. Así, el arrendatario puede obligarse a
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no subarrendar, a no convertir la casa de habitación en
establecimiento comercial etc.

Los anteriores grupos de prestaciones rara vez se dan en forma


aislada, y lo más frecuente es que de un mismo contrato nazcan
simultáneamente prestaciones de dar, hacer y no hacer. Así, el
arrendatario de vivienda urbana contrae obligaciones de dar, hacer
y no hacer. Los precios que debe pagar son obligaciones de dar; la
conservación de la cosa y la restitución de ella al arrendador
cuando expire el contrato, son obligaciones de hacer; la de no
subarrendar es prestación de no hacer.

1.3. Requisitos de las prestaciones

Para que exista la prestación y sea válida, es decir, para que pueda ser
eficaz se requieren en general las siguientes condiciones:

1.- Determinación 2.- Posibilidad 3.- Licitud

1.3.1. Determinación de las prestaciones


la prestación debe ser determinada o determinable.

Cuando en la celebración de un contrato no se determina la


prestación, pero es factible su determinación según los usos
sociales, se aplican las siguientes reglas:

1. Los contratantes pueden estipular a quien corresponderá


hacer la determinación; y si no la han estipulado, la
determinación corresponde al deudor. El artículo 1566 del
C.C., al referirse a las prestaciones de género, estatuye que
la determinación l corresponde al deudor (y por analogía
debe aplicarse dos criterios para la determinación de las
demás prestaciones).
2. El deudor debe hacer la determinación según los dictados
de la equidad.
3. Es necesario tener en cuenta que en muchos casos las
partes no determinan la prestación, pero se sobre entiende
que se refiere al valor que ella tiene en el comercio, como

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ocurre entre comerciantes en la compra de cosas sin
determinación del precio cuando este es notoriamente
conocido.
En esta forma deberán determinarse las prestaciones por
servicios emanados del contrato de trabajo, de obra, de
transportes, etc.; y si ese precio no fuere notoriamente
conocido la determinación se hará por el juez, quien tendrá
en cuenta la costumbre y la circunstancias del caso.
Según la doctrina y la jurisprudencia, la indeterminación de
la prestación, unida a la imposibilidad para determinarla,
impide el nacimiento de la obligación, pues el deudor no
sabrá que debe, ni el acreedor que puede exigir.
Por este motivo, mediante acto entre vivos no puede una
persona trasladar a otra su patrimonio, considerado como
universalidad jurídica, por cuanto en esa forma no aparecen
determinadas la cosas objeto de traspaso

1.4. Fuentes de las obligaciones


Toda obligación supone una limitación de la libertad de las personas entre
quienes se establece el vínculo jurídico, y esta limitación no se da por si
sola, si no que requiere la realización de un hecho o causa idónea capaz
de crearla.

No existe otra forma de probar una obligación, si no por la causa o hecho


que la ha generado. Así, el comprador solo puede exigir la obligación de
entrega de la cosa comprada, acreditando el contrato de compraventa; el
arrendador prueba ante la justicia la obligación que tiene el arrendatario
de pagarle los precios del arriendo, exhibiendo un contrato de
arrendamiento; la víctima de un daño puede exigir la reparación probando
el hecho del causante del daño, etc.

De ahí la importancia de precisar las fuentes o causas eficientes de las


obligaciones, sobre lo cual desde tiempos inmemorables han discutido
mucho los juristas. Con objeto de señalar con la mejor lógica posible las
fuentes de las obligaciones, es necesario tener en cuenta que se trata de

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precisar los hechos próximos o actuales de donde nacen las obligaciones,
y no las fuentes remotas o mediatas.

Desde este punto de vista bien podemos decir que toda obligación tiene
una fuente mediata o remota: el propio ordenamiento jurídico. De ahí que
cuando se dice que la ley es fuente de obligaciones, se hace referencia a
una fuente remota. Justamente podemos decir que el contrato obliga,
porque así lo establece la ley; lo mismo cabe decir del hecho ilícito como
fuente de obligaciones. Por lo tanto, se trata de investigar que hechos de
la vida real de las personas son reconocidos por la ley o el ordenamiento
jurídico como hábiles para engendrar una obligación.

En el derecho romano el jurisconsulto romano Gayo distinguió


dos únicas fuentes de las obligaciones: el contrato y el delito.

Las Institutas de Justiniano mencionaron cuatro fuentes: los contratos, los


cuasicontratos, los delitos y los cuasidelitos; más tarde los glosadores
agregaron una nueva fuente: la ley.

En el Código Civil Colombiano el artículo 1.494 prescribe que las


obligaciones nacen, bien del concurso real de las voluntades de dos o más
personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho
voluntario de la persona que se obliga, como en la aceptación de una
herencia o legado y en todo los cuasicontratos; ora a consecuencia de un
hecho que ha inferido injuria o daño a otra persona, como en los delitos;
ya por disposición de la ley, como entre los padres y los hijos de familia.

1.5. Clasificación de las obligaciones

Muchos y muy variados son los criterios de los autores para la clasificación
de las obligaciones civiles. Nosotros vamos ha ver la clasificación según
los elementos de la obligación. Así clasificaremos según los sujetos,
según el vínculo jurídico y según el objeto o prestación.

1.5.1. Clasificación de las obligaciones según los sujetos

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De dos clases pueden ser las obligaciones según este criterio. De
sujetos unitarios y de sujetos plurales. Las de sujetos plurales se
dividen en su turno en conjuntas y solidarias.

1.5.2. Obligaciones de sujetos unitarios


Son los que tienen en cada uno de sus extremos una sola persona.
Un solo deudor frente a un solo acreedor. Desde luego la expresión
"persona" cubre tanto a las naturales como a las jurídicas.

1.5.3. Obligaciones de Sujetos Plurales

Algunos autores también las denominan de sujetos "múltiples". Son


aquellas en la cuales la parte deudora, la acreedora, o ambas,
están formadas por más de una persona. La pluralidad o
multiplicidad de sujetos será activa, si es la parte acreedora la que
está formada por varias personas; será pasiva si así esta formada
la parte deudora, y la mixta cuando la pluralidad se da en los dos
extremos.

La pluralidad de sujetos puede ser originaria o sobreviniente. Lo


primero, si la pluralidad existe desde la formación del vínculo; lo
segundo, si habiéndose formado la obligación como de sujetos
unitarios, una de las partes, o ambas, por razones diversas, pasa o
pasan a tener mas de una persona.

Es el caso de la muerte de una de las partes, a la cual van a


suceder, bien en el crédito o en la deuda, sus herederos.

Las obligaciones de sujetos plurales pueden ser conjuntas o


solidarias, según sea la posición de cada sujeto frente a la
prestación.

1. Obligaciones conjuntas: también se conocen con el nombre de


mancomunadas. Son aquellas que existen a cargo de dos o más
deudores, o a favor de dos o más acreedores, pero de modo

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que cada deudor está obligado o cada acreedor tiene
derecho solamente a una parte del objeto.

1.5.4. Características de las obligaciones conjuntas

Dos son las características básicas de las obligaciones conjuntas:


su objeto divisible y la pluralidad de vínculos.
1) Objeto divisible: la obligación conjunta tiene como primera
característica un objeto divisible, es decir fraccionable. Si
no fuese divisible no podría concebirse el pago por partes de
la prestación debida, que es la esencia de la institución.
La división del objeto entre los sujetos plurales, tanto
deudores como acreedores, debe hacerse de la manera como
ellos han convenido. Si no media convenio o pacto de
división, se hará por partes iguales.
Aunque la ley no contempla este criterio para la división, hay
varios preceptos que por analogía lo apoyan, entre los cuales
está el artículo 2325 del C.C.
2) Pluralidad de vínculos: esta segunda característica de las
obligaciones conjuntas significa que cada uno de los
deudores tiene respecto de cada uno de los acreedores un
vínculo jurídico distinto. Cuando se trata de varios deudores
mancomunados frente a un solo acreedor, la pluralidad
de vínculos no presenta dificultad alguna: cada deudor tendrá
un vínculo diferente con el acreedor y cada vínculo versará
sobre la cuota del objeto que a cada deudor corresponda. Del
mismo modo se comprende el caso de la pluralidad de
acreedores frente a un solo deudor. Ofrece en cambio
dificultades prácticas la pluralidad mixta, especialmente por lo
que se refiere a la determinación y medida del derecho de
cada acreedor cuando tiene varios deudores o del deber de
cada deudor cuando frente a él concurren varios acreedores.

1.5.5. Efectos de las obligaciones conjuntas

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Generalmente se reconocen los siguientes efectos de las
obligaciones conjuntas.

1. Cada acreedor no puede exigir más que su parte y cada deudor


no puede ser obligado a más de su parte.
2. La cuota del deudor insolvente no grava a los demás deudores. El
artículo 1.583 C.C. lo dice con toda claridad. La pluralidad e
independencia de los vínculos tiene en este efecto cabal
demostración.
Si uno de los deudores no puede pagar, los otros no pueden ser
obligados a atender la parte del incumplido;
correspondientemente cada acreedor debe sufrir la parte
incumplida en la proporción en que participa en el crédito.

3. Las consecuencias de la mora de un deudor conjunto no se


transmiten a los otros. La mora es una situación personalísima
que se produce por un retardo debido a culpa o dolo.

4. La interrupción de la prescripción que favorece a uno de los


acreedores no aprovecha a los demás, ni la que obra en contra
de uno de los deudores perjudica a los otros.
La prescripción es una institución que relaciona el tiempo y el
ejercicio de un derecho, el cual, en materia de obligaciones,
equivale a exigir y recibir la prestación, es decir, el objeto.
Si este es divisible, cuando la prescripción obra solamente
respecto de un determinado sujeto sus efectos solo recaen en la
parte que corresponda a tal sujeto.

1.5.6. Obligaciones Solidarias

son aquellas que existen a cargo de dos o más deudores o a favor


de dos o más acreedores de tal manera vinculados que cada uno
de los deudores puede ser obligado a pagar y cada uno de los
acreedores puede exigir la totalidad de la prestación. A diferencia
de las conjuntas, en las cuales el objeto debe ser fraccionable o
divisible, en las solidarias el objeto puede serlo, o no, precisamente
porque la prestación es asumida o debe ser pagada en un todo.

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Las obligaciones solidarias, también se denominan IN SOLIDUM,
expresión latina que da idea de totalidad.

El artículo 1.568 del C.C. luego de describir la obligación conjunta,


agrega en su inciso segundo la obligación solidaria. Además de su
valor conceptual, el precepto tiene una importante generalización
del origen de esta clase de obligaciones: la convención, la ley y el
testamento.
La solidaridad en materia civil debe ser declarada en los casos en
que no lo establece la ley, no se presume.

1.6. Clasificación de las obligaciones según el vínculo jurídico


Por razón del vínculo las obligaciones pueden clasificarse en civiles y
naturales.

1.6.1. Obligaciones civiles

Llámese obligación civil a la que está dotada de acción para exigir


su cumplimiento. La que da derecho al acreedor para acudir al
poder jurisdiccional del Estado a fin de hacer valer su derecho de
crédito frente al deudor, inclusive mediante la venta de los bienes
de éste, que constituye su prenda general.

El artículo 1527 C.C. define las obligaciones civiles.

El acreedor tiene la acción como medio para exigirlas


coercitivamente ante la rama jurisdiccional del poder público, en
caso de que el deudor no las satisfaga.

1.6.2. Obligaciones naturales

A las obligaciones naturales las caracteriza la carencia de acción,


lo cual significa que su cumplimiento queda a la libre voluntad del
obligado, quien al pagar está cumpliendo "deberes de
conciencia".
El inciso 3 y último del artículo 1527 C.C. dice: "obligación natural
es aquella que no da acción para exigir su cumplimiento, pero que

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una vez cumplida por quien tiene la libre administración de sus
bienes, no da derecho a repetir lo pagado".

Los autores coinciden en que la obligación natural es un vínculo de


conciencia ético, que impone al deudor el deber moral de cumplir,
pero que no es coercible en el sentido ya anotado. No puede el
acreedor de una obligación natural acudir a la fuerza del Estado
para buscar el cumplimiento; queda sometido a la buena fe, al
sentido ético del deudor.

1.7. Clasificación de las obligaciones según el objeto o prestación


Por razón de su objeto las obligaciones pueden ser positivas o negativas;
de objeto simple, con alternativa o facultativas; de género y de especie
o cuerpo cierto; divisibles o indivisibles.

Dentro de las obligaciones genéricas ocupan lugar muy destacado las


obligaciones de dinero.

a) Obligaciones Positivas: son aquellas cuyo objeto consiste en


prestaciones o actos positivos. Dar algo, entregar algo, hacer algo. En
general, las prestaciones positivas imponen al deudor una determinada
conducta que se concreta en la dación, en la entrega o en un hecho
determinado.

b) Obligaciones Negativas: tienen por objeto una abstención, un no


hacer. El deudor que a semejante prestación se obliga debe orientar su
conducta de modo tal que no realice el hecho prohibido.

c) Obligaciones de Objeto Simple: en rigor todas las obligaciones tienen


objeto simple. Pueden provenir varias obligaciones de un mismo
contrato, pero no por ello el objeto de cada una se amplia hasta alcanzar
el objeto de otras. Por ejemplo: de un contrato de compraventa pueden
derivarse a cargo del vendedor las obligaciones de dar una casa,
un automóvil y una cantidad determinada de trigo. Es el contrato el que
genera múltiples obligaciones a cargo de una de las partes, pero la
obligación de dar y entregar la cosa es distinta de la de dar el automóvil
y distinta las dos de la de dar el grano. Inclusive

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tienen regímenes diferentes puesto que las dos primeras son de cuerpo
cierto y la tercera de género, así como la primera requiere para su
cumplimiento ciertas solemnidades que las otras dos no precisan.

El cumplimiento de cada una de las obligaciones es autónomo, en el


sentido de que si alguna de las obligaciones derivadas no tuviere
cumplimiento, las otras no sufrirán mengua. El contrato no habría sido
en tal evento totalmente ejecutado, pero si cumplidas algunas de sus
obligaciones.

d) Obligaciones Alternativas: el Art. 1556 C.C. dice: "obligación


alternativa es aquella por el cual se derivan varia cosas, de tal manera
que la ejecución de una de ellas exonera de la ejecución de las otras".

En la obligaciones alternativas una de las partes, generalmente el


deudor, elige una de las varias prestaciones entre las que puede escoger
y la cumple. Elegida una de las prestaciones, debe cumplirse en su
totalidad. La fuente por excelencia de las obligaciones alternativas es el
contrato.

1.7.1. Efectos de las obligaciones alternativas


1.- Elegida una de las obligaciones alternativas, debe ser cumplida
en su totalidad, sin que pueda obligarse al acreedor a que acepte
parte de una y parte de otra (Art. 1557 C.C.).

2.- Las obligaciones potenciales no elegidas por quien tiene el


derecho de hacerlo, desaparece luego de la elección.

3.- La inexistencia o nulidad de una de las obligaciones alternativas


no acarrea la inexistencia o nulidad de los demás.

4.- (Art. 1558 C.C.) no puede el acreedor


demandar específicamente una de las obligaciones. Se debe
limitar a exigir la elección por parte del deudor, efectuada la cual su
derecho de exigir queda concretado en la obligación elegida por el
deudor.

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5.- (Art. 1559 C.C.) si la elección corresponde al deudor, puede
este enajenar o destruir cualquiera de los objetos de las
obligaciones que alternativamente tiene, con tal que subsista uno
de ellos.

6.- Si perecen los objetos de todas las obligaciones alternativas, sin


culpa del deudor, queda este libre. Si perecen por su culpa, queda
obligado a pagar el valor del objeto que elija el acreedor, cuando a
este pertenece la elección. Si perece uno solo de los objetos con
culpa del deudor, y la elección es suya, pagará con otro; si la
elección es del acreedor, puede este escoger uno de los otros
objetos o el valor del perdido junto con indemnización de
perjuicios (Art. 1559 y 1561 C.C.).

e) Obligaciones Facultativas: Art. 1562 C.C. "la que tiene por objeto
una cosa determinada, pero concediéndose al deudor la facultad
de pagar con esta cosa o con otra que se designa".

Diferencia con la alternativa:

- En las obligaciones alternativas son varias con todos sus


elementos, en la facultativas hay sino un solo vínculo, una sola
obligación. por virtud del convenio la prestación de la única
obligación puede cambiarse por otra designada en el mismo
convenio.

- En las obligaciones alternativas el derecho de elegir puede tenerlo


cualquiera de los sujetos de la obligación, mientras que en la
facultativa solo lo tiene el deudor.

Efectos de las obligaciones facultativas:

1.- Como consecuencia de ser sólo una obligación, la inexistencia


o invalidez de ella, así como la pérdida de su objeto, producen su
extinción.

2.- El acreedor no tiene derecho para pedir otra cosa que aquella a
que el deudor es directamente obligado (Art. 1563 C.C.). Es
solamente el deudor el que está en posibilidad de variar el objeto
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debido, y frente a tal facultad el acreedor no puede más que pedir
el objeto originario.

3.- Si el objeto in obligatione perece por culpa del deudor, la


obligación se extingue.

1.8. Clases de negocios jurídicos

Para su estudio encontramos que los "negocios jurídicos" se clasifican en:


1.8.1. Unilateral
Es el que resulta de una sola declaración de voluntad y produce
efectos para quien la emita, independientemente de la voluntad de
otros sujetos, y aún en contra de la voluntad de estos. El ejemplo
por excelencia de este "negocio jurídico" lo encontramos en el
testamento.

Ahora bien, es conveniente destacar que no toda declaración de


voluntad constituye necesariamente un "negocio jurídico", porque
existen situaciones en que la declaración unilateral de voluntad no
produce por si sola efectos jurídicos, sino que para ello es
necesario la acción voluntaria del otro sujeto de derecho, para que
unida a la primera conformen el "negocio jurídico". Como ejemplo
de esta circunstancia tenemos la oferta simple de contratar, donde
es necesaria la aceptación del otro sujeto para que se perfeccione
al acto jurídico.

A su vez los negocios jurídicos unilaterales se han dividido en


Recepticios y No Recepticios.

 Recepticios.- Es la figura de "negocio jurídico" dirigida a un


determinado destinatario y solo existe cuando se pone
en conocimiento de ese destinatario; por ello son
considerados como revocables mientras no estén en
conocimiento de dicho destinatario e irrevocables después
de haber ocurrido el reconocimiento.

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 No Recepticios.- Es el "negocio jurídico" que se caracteriza
por no estar dirigido a una determinada persona pero
produce efectos, independientemente de su comunicación o
conocimiento por persona alguna.

1.8.2. Bilateral
Son aquellos "negocios jurídicos" que están conformados por dos
o más manifestaciones de voluntad que conjugadas, producen
efectos para todas las partes. Como ejemplo de este tenemos a
los contratos y entre ellos el matrimonio, ya que los contrayentes
asumen por voluntad propia este compromiso y sus efectos
jurídicos recaen por igual sobre ellos una vez realizado en acto que
los convierte en cónyuges.

En este punto es importante señalar que los negocios jurídicos


bilaterales están consagrados en nuestro ordenamiento jurídico,
donde el artículo 1.133 del Código Civil (C.C.) señala:

1.9. Elementos generales que integran el negocio jurídico

Los elementos del negocio jurídico según la programación académica del


2° semestre de la Universidad Santa María dentro de la Escuela de
Derecho, se clasifican en elementos esenciales y elementos accidentales
y para nuestro estudio incluiremos la Representación y daremos una
breve descripción al respecto.

De modo general se conceptúan los elementos esenciales como aquellos


que conforman la estructura típica del negocio sin los cuales el negocio
no puede darse.

Los elementos accidentales son los que no hacen falta para que el
negocio exista, ni la ley los sobreentiende, pero que las partes añaden
voluntariamente para modificar los efectos de un negocio jurídico. Estos
están conformados por la condición, el término y el modo.

Los elementos naturales son aquellos que normalmente acompañan al


negocio de que se trata, es decir, la ley los sobreentiende, pero los que lo
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celebran pueden eliminarlos, dejando constancia de ello. Por ejemplo, en
la compra-venta el vendedor está obligado a responder por los vicios o
defectos ocultos de la cosa, aunque las partes no lo hayan establecido
expresamente, pero nada impide que por voluntad de las partes se exima
al vendedor de esta responsabilidad.

Para un mejor entendimiento de los elementos presentamos a


continuación una reproducción del cuadro contenido en el libro de Luís M.
Olaso.

1.10. Acto jurídico de formación unilateral como fuente de obligaciones


Se ha de entender como la manifestación reflexiva de voluntad de tan solo
una persona con aptitud de producir efectos jurídicos. Ejemplo: el
testamento (art. 1055 C.C). El testador al emitir su última declaración de
voluntad, con observancia de la ley, puede constituir a favor de los
herederos o sus legatarios, derechos, pero también crear en contra de las
mismas obligaciones que deban cumplir. Motu propio, sin que tenga que
pedir el consentimiento de los demás; interviene tan solo su voluntad.

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Al acto jurídico unilateral no se le consideraba con suficiencia de crear
obligaciones, porque se decía que a nadie se le podía obligar sin que
interviniese su consentimiento, entre otras razones porque se estaría
atentando contra su libertad de escogencia. Pero expuesta la teoría del
jurista Siegel (Austria) a partir de 1874 se le aceptó como una fuente de
obligación.

Se pueden citar como ejemplo de actos jurídicos de formación unilateral:


el testamento la oferta la promesa pública de recompensa el concurso con
premio la promesa abstracta de deuda -el reconocimiento de deuda a
favor de persona determinada -aceptación de una herencia o legado
estipulación para otro estipulación por otro -reconocimiento de hijo
extramatrimonial renuncia a un crédito -renuncia a una garantía
confirmación de un acto nulo -repudiación de una herencia -ratificación de
actos del agente oficioso -decisión administrativa unilateral -acción
cambiaria -renuncia a una servidumbre.

1.10.1. Requisitos de la promesa bilateral


Para que este negocio jurídico, sea fuente de obligaciones, es
decir, para que las produzca, se necesita que se reúnan los
requisitos establecidos por el artículo 89 de la Ley 153 de 1887
derogatorio del artículo 1611 del Código Civil. Estos requisitos
son:

 Que la promesa conste por escrito.


Que el contrato a que la promesa se refiere no sea de
aquellos que las leyes declaran ineficaces por no
concurrir los requisitos que establece el artículo 1502
del C. Civil.
 Que se establezca un plazo o condición que fije la
época en que ha de celebrarse el contrato prometido
en forma definitiva.

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 Que se determine de tal suerte el contrato que se
promete, que para perfeccionarlo solo falte la
tradición de la cosa o las formalidades legales.

1.11. El contrato como fuente de obligaciones


Trataremos los aspectos puntuales cuyo conocimiento se hace
indispensable por utilidad y sentido práctico.
De su clasificación
Diversos criterios se tienen en cuenta por la doctrina para
clasificarlos. Tales son por ejemplo :
Contratos según las condiciones formales:
Consensuales, reales y solemnes.
Contratos por sus condiciones de fondo:
De libre consentimiento, de adhesión, individuales y colectivos.
Contratos según los derechos que originan:
Teniendo en cuenta la reciprocidad de las obligaciones: Unilaterales
y bilaterales
Teniendo en cuenta el fin perseguido: Gratuitos y onerosos. Los
onerosos en: Conmutativos y aleatorios.
Contratos por la duración en su ejecución:
Instantáneos y de ejecución sucesiva.
Contratos por su interpretación:
Nominados e innominados
Contratos por su independencia:
Principales y accesorios o de garantía
Contratos por la materia que regulen:
Civiles, comerciales, estatales, laborales, nacionales e
internacionales.
Se hace la siguiente clasificación, teniendo en cuenta la función que
cumplen en las relaciones económico-jurídicas . El estudio de cada
uno de ellos habrá de realizarse en el curso de contratos.
Contratos que sirven de título para la transmisión de bienes:
Compraventa y permuta, juego y apuesta, renta vitalicia.
Contratos que conceden el uso de bienes:

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Arrendamiento, comodato, mutuo, anticresis.
Contratos que permiten la prestación de servicios personales:
Mandato, depósito, contrato de obra.
Contratos de garantía o de aseguramiento de obligaciones:
Fianza, prenda, hipoteca.
Contratos para solucionar controversias:
Transacción, compromiso y cláusula compromisoria.

1.12. De los contratos consensuales, reales y solemnes


Consensuales:
Son aquellos que para su perfeccionamiento o validez jurídica basta el
consentimiento de los contratantes. Ejemplo: contrato de
arrendamiento, compraventa y permuta de bienes muebles, de trabajo,
mandato, confección de obra.

Reales:
Los que requieren para su perfeccionamiento, además del acuerdo de
las voluntades, la entrega de la cosa para que surja la obligación a
quien la reciba, de hacer la restitución. Ejs: comodato, mutuo,
depósito, renta vitalicia, prenda con tenencia del acreedor. Arts. 2200,
2222, 2237, 2292 y 2411 del C.C.). Se agrega por la doctrina actual el
contrato de transporte de cosas (art. 981 C. de Co).
Esta categoría de contratos es muy controvertida por la doctrina
contemporánea, pues se considera que la entrega es tan solo una
consecuencia del acuerdo de las voluntades (consentimiento) de los
contratantes. Por tal razón aconseja eliminar esta distinción de
contratos y reducirlos a la categoría de consensuales y bilaterales o
sinalagmáticos.
Solemnes:

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CONCLUSIÓN

En conclusión, desde un punto de vista formal podemos decir que entendemos


por "negocio jurídico" un supuesto de hecho que contiene una o más
declaraciones de voluntad privada dirigidas a la producción de un efecto jurídico
y que el Derecho Objetivo reconoce como base para producir el efecto calificado
de efecto querido, perteneciendo por definición al Derecho Privado

Por otro lado, debe resaltarse el hecho de que cada causa genera un negocio
particular, siendo imprescindible la declaración de voluntad de una o de ambas
partes obtenida mediante la exteriorización de la misma, sin que esta ocurra
como consecuencia de engaño, del error o la violencia.

También conocemos que para perfeccionarse el "negocio jurídico" debe tener un


objeto o un fin lícito y determinado o determinable, es decir, conocido o definido
por las partes y con un fin o función reconocida por las voluntades actuantes.

Es indudable que no solo los elementos señalados anteriormente (conocidos


como elementos esenciales) son suficientes para conducir una relación basada
en la juridicidad de un acto y a ella se le asimilan los llamados elementos
accidentales tales como la condición y el término amén del modo como forma de
imponer, por ejemplo, una carga a una persona beneficiada con una liberalidad.

Ante todas estas realidades, contenidas de algún modo en nuestro ordenamiento


jurídico vigente, especialmente en el Código Civil, no escapa la necesidad de
algunos sujetos, ya por su condición de ausentes o por ser personas cuyo órgano
de manifestación (por ser producto de una ficción del Derecho) les sean
necesario suplir una falta de capacidad y ampliar su esfera de acción, les faculta
u otorga para que puedan ser legalmente representados.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Palacios Martinez Eric. Controbucion a la Teoria del Negocio


Juridico, Perú 2002.

2. Taboa cordova Lizardo, Acto juridico, negocio juridico contrato

3. Torres Vásques, Anibal, Acto Jurídico, Lima Perú, San Marcos,


1998.

4. Luz Maria Wills Betancur, Sandra Eliana Cataño Berrio. Teoria del
acto y del negocio juridico, Manuel de talleres. Facultad de derecho
y ciencias políticas, Edicion 2014

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