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UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL
BOGOTÁ, D.C.
2010
LA CONCILIACIÓN
HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN MECANISMO EFECTIVO DE ACCESO A
LA JUSTICIA
UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE DERECHO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL
BOGOTÁ, D.C.
2010
2
Nota de aceptación.
Jurado:
Bogotá, D.C.
3
CONTENIDO
Pág.
RESUMEN 8
INTRODUCCIÓN 9
2.1 Características 22
2.2. Clases 23
2.3. Sujetos de la Conciliación 24
2.4 Requisitos de Existencia, Validez y Oponibilidad 25
4
4.2.2.2. Conciliación sobre prevención de violencia intrafamiliar 82
4.2.2.3. Conciliación sobre alimentos de menores 89
5
6. COMENTARIOS FRENTE A LA APLICACIÓN DE LA
CONCILIACIÓN 167
7. CONCLUSIONES 180
8. BIBLIOGRAFÍA 183
6
LISTA DE GRÁFICAS
Pág.
RESUMEN
7
Este trabajo presenta una panorámica de lo que ha sido la dinámica y evolución
de orden sustancial y procesal de algunos mecanismos alternativos de solución de
conflictos, particularmente en relación con la conciliación. En ese sentido, se hace
un estudio que comprende el desarrollo legal, doctrinal y jurisprudencial que ha
tenido esta institución en las diferentes áreas del derecho colombiano,
principalmente en materia civil, laboral, penal familia y contencioso administrativo,
haciendo igualmente énfasis en el impacto que ello ha tenido en las facultades de
derecho y particularmente en la formación de los abogados.
8
INTRODUCCIÓN
Creemos que aunque esta medida se implementó como una herramienta para
subsanar la problemática de la administración de justicia formal, con el paso del
tiempo demostró ser mucho más que eso, en la medida en que permiten tener otra
concepción menos formal de la administración de justicia, promueve la
participación ciudadana, la construcción de la paz y el acceso oportuno a la
resolución de conflictos, al punto que cuestiona la conveniencia de la misma
justicia formal, en los términos existentes.
9
Justamente este objetivo determina nuestro esfuerzo hacia la investigación de un
tema tan importante para la construcción de una sociedad menos conflictiva, al
cual se le ha dado menor importancia de la que merece.
10
1. ASPECTOS GENERALES DE LA CONCILIACIÓN
Difícilmente podría, desde el punto de vista histórico, afirmarse con precisión cuál
de las formas de solución de conflictos aparece primero, si la autocomposición o
la heterocomposición. Lo cierto es que la figura de conciliación que hoy
conocemos, es producto de la crisis y de la desconfianza en la justicia estatal.
“En Roma: La Ley de las XII tablas da en uno de sus textos, fuerza
obligatoria a lo que convinieran las partes al ir a juicio.
1
JARAMILLO, Mario. Justicia por Consenso. Introducción a los Sistemas Alternos de Solución de Conflictos.
Institución Universitaria Sergio Arboleda, Serie Investigaciones -1, Bogotá, 1996.
11
ninguno de los litigantes tenga el menor ánimo de transigir sus
diferencias.
(...)
12
“Otros por el contrario, viendo en la conciliación un medio que el Estado
tiene en su poder para procurar, sin sacrificio alguno el reinado y
pacífico cumplimiento del derecho, encuentran provechoso que los
poderes públicos fomenten, en cuanto sea posible la conciliación.
“En la iglesia siempre se han considerado los pleitos como fruto de las
pasiones humanas, peligrosos para las fortunas y las familias y
contrarios al espíritu de paz, de caridad y de mansedumbre evangélicas.
“En el Fuero Juzgo: En la ley 15, titulo 1º, libro II del Fuero Juzgo se
habla de mandaderos de paz y avenidos, pero estos funcionarios no
eran una institución permanente sino que eran nombrados en cada caso
por el Rey para venir a conciliar los pleitos que éste les indicaba
determinantemente.
13
“Las partidas: no se encuentra en ellas regulada la conciliación o
avenencia, aunque si existe la institución de los avenideros o amigables
componedores, que presenta su analogía con aquella pero que difiere
en que la amigable composición es un verdadero juicio en el que los
litigantes eligen sus jueces que han de decirlo por medio de una
sentencia o laudo.
Además del recuento histórico efectuado por el Tribunal Supremo del Trabajo que
por su importancia se ha citado precedentemente, igualmente aparecen
2
Tribunal Supremo del Trabajo, Sentencia de Casación del 15 de Diciembre de 1948.
14
antecedentes de la institución de la conciliación en la legislación que rige la iglesia
católica. En efecto, en el Derecho Canónico, se le consagra como un deber
cristiano que tiene los jueces y los particulares para evitar litigios.
Con posterioridad en el Decreto 2282 de 1989, por medio del cual se modificó el
Código de Procedimiento Civil, en su artículo 1, modificatorio del artículo 101
consagra la audiencia preliminar de conciliación para los procesos verbales y
ordinarios, salvo norma en contrario.
15
opcional para solucionar sus controversias, sin la intervención del Estado. La
Corte Constitucional refiriéndose al tema ha expresado 3:
Presentado el anterior marco histórico que sirve como referente para determinar
los parámetros de la forma como se ha desarrollado la institución de la conciliación
en Colombia, corresponde entrar a examinar los aspectos relevantes de la misma.
1.2. Definición.
El doctor José Roberto Junco Vargas 4 define la conciliación como “El acto jurídico
e instrumento por medio del cual las partes en conflicto, antes de un proceso o en
el transcurso de éste, se someten a un trámite conciliatorio para llegar a un
convenio de todo aquel susceptible de transacción y que lo permita la ley,
teniendo como intermediario, objetivo e imparcial, la autoridad del Juez, otro
funcionario o particular debidamente autorizado para ello, quien previo
conocimiento del caso, debe procurar las fórmulas justas de arreglo expuestas por
las partes o en su defecto proponerlas y desarrollarlas, a fin de que se llegue a un
acuerdo, el que contiene derechos constituidos y reconocidos con carácter de
cosa juzgada”.
3
Sentencia C-163 de 1999. Magistrado Ponente Alejandro Martínez Caballero
4
JUNCO VARGAS, José Roberto. La Conciliación Aspectos Sustanciales y Procesales. Tercera Edición. Ed.
Jurídica Radar Ediciones. Bogotá, D.C. 2000
16
La figura puede ser de carácter judicial o extrajudicial y pretende dar por
terminadas las diferencias, siempre y cuando estas sean susceptibles de
transacción, desistimiento o conciliación.
17
mediante la solución del mismo, evitado los costos de un proceso
judicial.
Desde el punto de vista legal, el legislador por primera vez la define en el artículo
64 de la Ley 446 de 1998, en los siguientes términos:
5
Corte Constitucional, Sentencia C-893 de 2001
18
b) Elemento subjetivo. Referido a las personas que intervienen o participan en la
conciliación, las cuales básicamente son, de un lado las partes cuyos intereses se
encuentran en conflicto, y del otro, el conciliador, persona que debe ser neutral e
imparcial, con la misión de propiciar un acuerdo entre ellas.
c) Elemento objetivo. Está referido al conflicto mismo, cuya solución pretenden las
partes comprometidas.
1.3. Finalidad.
6
Corte Constitucional, Sentencia C-713 de Julio 15 de 2008, MP. Magistrada Clara Inés Vargas Hernández.
19
Como solución a la crisis que ello generó, se buscó la desjudicialización de los
conflictos, expidiéndose el Decreto 2282 de 1989, través del cual que reformó el
Código de Procedimiento Civil, con el propósito de modernizarlo y reducir algunos
trámites, surgiendo la institución conciliatoria en materia civil con el objeto de
descongestionar los despachos judiciales, a la par que se pretende desjudicializar
la solución de los conflictos.
Al decir de la Corte Constitucional 7, varios son los fines que se pretenden alcanzar
con la conciliación, que en nuestro criterio son aplicables tanto a la conciliación
judicial como extrajudicial, entre ellos:
7
C-1195 de 2001, Magistrado Ponente Dr. José Manuel Cepeda.
20
Queda claro entonces que la finalidad de la conciliación, más allá de contribuir a la
descongestión de los despachos judiciales, constituye en la práctica, un
mecanismo que invita a las personas a que resuelvan sus controversias de
manera pacífica y sin necesidad de acudir al aparato de justicia estatal.
21
2. LA CONCILIACIÓN COMO ACTO JURÍDICO
2.1. Características.
8
“Artículo 229. Se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia. La Ley
indicará en que casos podrá hacerlo sin la representación de abogado”.
22
f. Complementario a la jurisdicción. Si las partes en conflicto no logran
resolver sus diferencias a través de un acuerdo conciliatorio, puede en todo caso,
acudir a otro mecanismo alterno o directamente a la administración de justicia.
a. Judicial
b. Extrajudicial
23
2.3. Sujetos de la conciliación.
24
2.4. Requisitos de Existencia, Validez y Oponibilidad.
En tal sentido, los requisitos para su validez son los mismos de todo acto jurídico
en general. Ellos son:
9
El Decreto 1214 de 2000, reglamentario del artículo 75 de la Ley 446 de 1998 establece, entre otras cosas,
las funciones de los comités de conciliación y señala que se trata de una instancia administrativa que actúa
como sede de estudio, análisis y formulación de políticas sobre prevención del daño antijurídico, en defensa
de los intereses de la entidad. Además, deberá decidir en cada caso sobre la procedencia de la conciliación o
cualquier otro medio alternativo.
25
2. Consentimiento: A más del concurso de voluntades para encontrar una solución
al conflicto, se requiere que el acto conciliatorio esté libre de cualquier vicio, o sea,
de error, fuerza o dolo, tal como lo establece el artículo 1502 10 del Código Civil.
3. Objeto y causa lícitos: Que éste sea posible desde el punto de vista físico,
moral y jurídico tal como lo dispone el artículo 1518 del Código Civil y a más de
ello, debe ser determinado y lícito. Para el caso de la conciliación, el objeto de la
misma es la definición del conflicto o controversia entre las partes, el cual para que
sea conciliable, debe igualmente tener una causa o motivo lícito, es decir, que no
sea contrario a la ley, a la buenas costumbres y al orden público, como así lo
dispone el artículo 1524 del Código Civil.
10
“ Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad, es necesario: 1º) que sea
legalmente capaz; 2º) que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no adolezca de vicio...”
11
“El acuerdo conciliatorio hace tránsito a cosa juzgada y el acta de conciliación presta mérito ejecutivo”.
26
3. LA CONCILIACIÓN EN EL DERECHO PROCESAL
Sin embargo, la incapacidad del Estado para dar respuesta oportuna a todos los
conflictos de que le presentan los particulares hizo que se acuda a la
desjudicialización de tales conflictos. Es así como desde hace algunos años se
viene permitiendo que personas distintas al aparato jurisdiccional puedan
intervenir en su solución, con fuerza vinculante y de oponibilidad entre las partes.
27
una de las formas de terminación anormal del proceso, además de ser la base
jurídica autónoma para dirimir un conflicto, con la característica de hacer tránsito a
cosa juzgada y de constituir título ejecutivo.
El citado artículo fue derogado expresamente por la Ley 640 de 2001 y el artículo
4313 de la misma amplió su alcance al consagrar que las partes de común acuerdo
podrán solicitar la realización de una audiencia de conciliación en cualquier etapa
de los procesos.
Ello significa que tanto en la primera, como en la segunda instancia, o aún cuando
se esté surtiendo el recurso de casación, es posible a petición de las partes o de
oficio por el juez, convocar una audiencia de conciliación, por oposición a lo
previsto en la Ley 446 de 1998, que permitía adelantar el trámite conciliatorio sólo
en la primera instancia del proceso.
En materia penal la situación fue similar durante mucho tiempo. El artículo 41 del
Código de Procedimiento Penal, establecía que la conciliación podría intentarse
“en cualquier tiempo”, es decir, no operaba el principio de preclusión, sin embargo,
como se verá más adelante, la Ley 906 de 2004 modificó dicha norma,
estableciendo en sus artículos 521 y ss., que la conciliación solo podrá efectuarse
antes del proceso judicial, o en el incidente de reparación integral o, usando la
mediación, en el marco de los requisitos previstos por la ley y por la autoridad
competente, desde la formulación de la imputación y hasta antes del inicio del
juicio oral.
12
Indicaba la norma derogada: “En los procesos en que no se haya proferido sentencia de primera o única
instancia, y que versen total o parcialmente sobre materias susceptibles de conciliación, habrá por lo menos
una oportunidad de conciliación, aun cuando se encuentre precluida la etapa probatoria.”
13
“Oportunidad para la audiencia de conciliación judicial. Las partes, de común acuerdo, podrán solicitar que
se realice audiencia de conciliación en cualquier etapa de los procesos. Con todo, el juez, de oficio, podrá
citar a audiencia”.
28
b. Principio de economía procesal: Del contexto general que regula la
conciliación, así como de la necesidad que tuvo el Estado para su creación se
desprende claramente que su implantación está directamente relacionada con la
economía procesal, pues con ello se procura evitar un litigio eventual o si ya
existe, su terminación, además de poner en manos de los particulares la solución
de sus controversias evitándole gastos innecesarios.
29
accionar o como mecanismo dentro del proceso, sino que el acuerdo conciliatorio
tiene el efecto de generar derechos y obligaciones, ejecutables por la vía
coercitiva y no esta sujeta a nueva discusión jurídica entre las partes, por constituir
cosa juzgada.
1. El acuerdo conciliatorio hace tránsito a cosa juzgada. (Art. 66, Ley 446 de
1998).
30
3. La terminación anormal del proceso.
Para tal efecto, la Ley le asigna al Ministerio de Justicia y del Derecho la facultad
para señalar cuando entra en vigencia la conciliación como requisito de
procedibilidad en cada distrito judicial y en cada una de las citadas áreas del
derecho, aunque debe indicarse que en materia laboral, tal exigencia fue
declarada inexequible.
31
Dentro de las reglas que se establecen en dicho Decreto está que el Ministerio de
Justicia y del Derecho, mediante acto administrativo, determinará la entrada
en vigencia de la conciliación extrajudicial en derecho como requisito de
procedibilidad, en aquellos distritos judiciales donde exista un número de
conciliadores equivalente al dos por ciento (2%) del número de procesos para
los cuales se exija el requisito de procedibilidad, determinación que se hará en
el mes de diciembre de cada año y entrará en vigencia el primer día hábil
judicial del mes de enero siguiente.
Lo anterior implica que una vez el Ministerio de Justicia y del Derecho determine la
entrada en vigencia de la conciliación extrajudicial en cada distrito judicial,
antes de iniciar una acción judicial en aquellos procesos donde se exija acudir
a tal instrumento como requisito de procedibilidad, debe intentarse un arreglo
directo entre las partes, lo cual significa un cambio estructural que en concepto
de los expertos, cambia de manera trascendental el papel del abogado dentro
de la sociedad, pues ahora está obligado primero a pensar y recomendarle a
su cliente un arreglo directo con su contraparte y luego, como última
instancia, acudir al proceso judicial.
Frente a tal panorama, los abogados han tenido que cambiar la actitud pleitista y
en adelante les corresponde también a los futuros abogados, principalmente,
hacer conocer los aspectos más relevantes así como las ventajas que la
conciliación tiene frente a los procesos judiciales.
b. Plena validez y efectividad: Los acuerdos que logren las partes tienen
plena validez y son de obligatorio cumplimiento para ellas, hasta el punto
que prestan mérito ejecutivo y hacen tránsito a cosa juzgada, esto es,
impiden intentar actuación judicial sobre los mismo hechos y entre las
mismas partes.
32
d. Control sobre la actuación: En la conciliación las partes tienen el control
sobre el proceso, pues ellas son las que directamente se convierten en
facilitadoras del acuerdo.
Con la expedición de la Ley 640 de 2001, la cultura jurídica del país se transformó
sustancialmente, pero es necesario adelantar esfuerzos adicionales. El
Estado debe destinar los recursos que sean necesarios, fundamentalmente
para procurar una adecuada capacitación de funcionarios tanto judiciales
como públicos, ello sin perjuicio de la tarea que le corresponde cumplir a las
facultades de derecho, de involucrar dentro del curriculum, la enseñanza
teórica y práctica sobre la utilización de los mecanismos alternativos para la
solución de conflictos, principalmente el de la conciliación, tal como ya lo
vienen haciendo algunas universidades.
33
Cabe agregar que en esta materia el artículo 30 de la Ley 640 de 2001 establecía
un mecanismo conciliatorio de carácter especial, al señalar que cuando una
convención o laudo arbitral beneficiara a más de 300 trabajadores, debería
incorporarse en ellos un mecanismo para escoger uno o varios conciliadores a
los cuales podría acudirse para resolver los conflictos de los trabajadores
beneficiarios de dicho laudo o convención, agregando que de no insertarse
ningún mecanismo, se entendería incorporado, de acuerdo al modelo oficial
que para el efecto expidiera el Gobierno.
34
Como bien se observa, las autoridades judiciales han quedado excluidas de la
facultad de adelantar conciliaciones de carácter extrajudicial como requisito de
procedibilidad, salvo las excepciones anotadas.
Su inscripción ante los centros de conciliación será por dos años, renovables.
Además, quedarán sujetos a su control y vigilancia, así como a las obligaciones
que el reglamento del centro establezca.
a) Podrán ser conciliadores los estudiantes de derecho, pero sólo en los asuntos
que por cuantía sean competencia de los consultorios jurídicos.
14
“Asuntos conciliables. Serán conciliables todos los asuntos susceptibles de transacción, desistimiento y
aquellos que expresamente determine la ley “.
35
c) En los asuntos que superen la cuantía de competencia de los consultorios
jurídicos, los estudiantes serán auxiliares de los abogados que actúen como
conciliadores.
f) Las conciliaciones efectuadas deberán llevar la firma del director o del asesor
del área.
g) Estos centros de conciliación no podrán conocer de asuntos contencioso
administrativos.
6. Trámite conciliatorio
36
En materia civil, si no se justifica la inasistencia a la audiencia dentro de los tres
(3) días siguientes a la fecha en que fue citada, su conducta podrá ser
considerada como indicio grave en contra de sus pretensiones o de sus
excepciones de mérito en un eventual proceso judicial que verse sobre los mismos
hechos. (Artículo 22).
37
4. ASPECTOS SUSTANCIALES Y PROCESALES DE LA CONCILIACIÓN
4.1.1. Antecedentes.
15
“Art. 35. Obligatoriedad y oportunidad de la conciliación. En todo proceso declarativo de índole agraria,
salvo disposición en contrario, deberá el juez procurar la conciliación de la controversia, una vez contestada
la demanda. También podrá efectuarse la conciliación a petición de las partes, de común acuerdo, en
cualquier etapa del proceso”
16
“Procedencia, contenido y trámite. En los procesos ordinarios y en el especial de deslinde y
amojonamiento, luego de contestada la demanda o la reconvención, si fuere el caso, el juez señalará para
dentro de los tres (3) días siguientes, fecha y hora a fin de que las partes concurran personalmente asistidas
o no de apoderado, a una audiencia en la cual se intentará conciliar las diferencias existentes entre ellas, se
tramitarán y decidirán las excepciones previas, se tomarán las medidas de saneamiento necesarias para
evitar nulidad y sentencias inhibitorias y se decretarán las pruebas del proceso”.
38
definitiva la conciliación en los asuntos civiles, no sólo en el ámbito procesal, sino
también en el extraprocesal. En efecto, en el artículo 47 y siguientes se regula la
conciliación en la legislación de familia, y además, se le atribuye competencia al
defensor de familia para determinados asuntos, antes o en el curso del proceso.
Luego con la expedición del Decreto 2651 de 1991, el cual tenía carácter
eminentemente transitorio se modificó el anterior sistema, pues señaló en su
artículo 2º que en los asuntos civiles, de familia y comerciales, podía surtirse una
audiencia de conciliación, en la primera o única instancia pero de carácter
optativo, y sólo para determinados asuntos17.
El artículo 819 del mismo Decreto que se estudia, estableció otra audiencia de
carácter optativo, bien por iniciativa del juez o de las partes, para aquellos
procesos en los cuales la audiencia preliminar del artículo 101 del Código de
Procedimiento Civil, no se hubiera celebrado al entrar en vigencia dicho Decreto,
esta audiencia podría efectuarse una vez el asunto hubiere entrado al despacho
para sentencia de primera o única instancia.
17
“En los procesos en que no se haya proferido sentencia de primera o única instancia, que versen total o
parcialmente sobre cuestiones susceptibles de transacción, distintos de los laborales, penales y contencioso
administrativos … las partes de común acuerdo, pueden pedir al Juez que aquellos se sometan al trámite de
conciliación …”
18
“En todos los procesos a los que se refiere el artículo 2º de este Decreto y en los contencioso
administrativos en los que se controvierta la responsabilidad contractual o extracontractual del Estado, en
primera instancia, habrá por lo menos una oportunidad de conciliación que tendrá lugar, a más tardar, al
concluir la etapa probatoria del respectivo proceso.
19
“En todos los procesos en curso de cualquier naturaleza a que se refiere el artículo 2º de este Decreto, en
los cuales no se hubiere celebrado la audiencia prevista en el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil,
si las partes de consuno así lo solicitan o el juez así lo determina, la audiencia de conciliación podrá llevarse
a cabo una vez que el negocio hubiere entrado al Despacho para sentencia de primera o única instancia”.
39
Como ya se indicó, el citado Decreto 2651 de 1991 fue expedido con carácter
temporal, pues su vigencia se había determinado sólo por 42 meses, pero fue
sucesivamente prorrogado por varios años, y finalmente sustituido con carácter
definitivo por la Ley 446 de 1998, por la cual se dictaron normas sobre
descongestión, eficiencia y acceso a la administración de justicia.
Entre los aspectos más importantes de esta Ley, en materia civil, encontramos:
20
Artículo 64. “Es un mecanismo de resolución de conflictos por medio del cual, dos o más personas
gestionan por si mismas la solución de sus diferencias, con la ayuda de un tercero neutral y calificado
denominado conciliador”.
40
4.1.2. Modalidades de Conciliación.
De conformidad con la Ley 446 de 1998 y la Ley 640 de 2001, se puede concluir la
existencia de tres clases de conciliación, que se practican en diferentes audiencias
a saber:
41
Los aspectos procedimentales más importantes de la audiencia preliminar son los
siguientes:
El artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, señala que la oportunidad para
convocar a la audiencia de conciliación surge inmediatamente precluye el traslado
para contestar la demanda principal o la de su reconvención según el caso,
háyanse contestado o no.
Ahora bien, puede suceder que la intervención del tercero ocurra después de
haberse efectuado la audiencia de conciliación, por ejemplo como cuando el juez
advierte que hace falta integrar el contradictorio y ordena su citación, en tal caso
deberá convocar a una nueva audiencia de conciliación, a la que deben concurrir
todas las partes, estos es, demandante y demandado iniciales, así como el
vinculado como litisconsorte necesario.
42
b. Forma de su convocatoria
Esta tesis entre otras, fue sostenida por la Sala Civil del Tribunal Superior de
Bogotá, en Auto del 26 de mayo de 1996 22, en la cual señaló:
“El verbo transitivo citar que utiliza el legislador procesal civil y que es
corolario de la potestad que le asiste al juez de convocar a las partes,
es definido por el Diccionario de la Real Academia como la acción de
22
Magistrado Ponente Dr. Ariel Salazar Ramírez Providencia tomada del Código de Procedimiento Civil,
Editorial Legis.
43
“avisar a alguien señalándole día, hora y lugar para tratar algún
negocio” o también como el efecto de “notificar, hacer saber a una
persona el emplazamiento o el llamamiento del juez”. (Negrillas
originales).
Tesis contraria ha sido sostenida por la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil 23, la
cual ha señalado que el auto que cita a las partes a la audiencia de
conciliación se notifica por estado, así lo expresó en Auto del 19 de
septiembre de 1996:
Con relación a las tesis anteriores, consideramos que si bien la adopción de la una
o la otra no generara ninguna consecuencia que afecte el debido proceso y
particularmente el derecho de defensa. En sentido estrictamente jurídico
compartimos la señalada por la Corte Suprema de Justicia. En efecto, admitir la
23
Providencias de septiembre 19 de 1996, Magistrado Ponente Dr. Jorge Antonio Castillo Rugeles y del 25 de
septiembre de 1997, Magistrado Ponente Dr. Nicolás Bechara Simancas.
44
sostenida por el Tribunal de Bogotá y otros despachos judiciales, conllevaría a
desconocer el sistema de notificaciones de las providencias judiciales,
consagradas por el legislador, creando unas exigencias no previstas por el mismo,
como la utilización de un telegrama o una boleta de comparendo para avisarle a
las partes sobre la realización de la audiencia de conciliación.
Ahora bien, frente a la afirmación de que mediante la notificación por estado sólo
queda notificado o avisado el apoderado, y que de pronto por su indolencia no le
hace saber a su representado de la audiencia, es un asunto que escapa al criterio
judicial, pues tratar de hallar en tal afirmación una justificación a su inasistencia
equivaldría a desconocer la regulación legal que sobre el ejercicio de la
representación judicial, de su deberes y sus responsabilidades existe.
Inadmisible resultaría desde todo punto de vista que una de las partes, alegando
la irresponsabilidad de su apoderado, la utilizara como argumento para
desconocer o impugnar una orden o decisión judicial. La consecuencia de tal
irresponsabilidad es una carga para quien escogió a un apoderado incompetente o
irresponsable, sin perjuicio por supuesto, que contra éste el perjudicado adelante
las acciones disciplinarias o de responsabilidad patrimonial, que con su
negligencia pudiere causarle.
Sin embargo, otros tratadistas como el profesor Jaime Azula Camacho 25, son de
la tesis contraria. En efecto, al analizar el tema que se viene tratando en cuanto a
la notificación del auto que convoca a la audiencia y se señala la fecha para su
realización, afirma que aunque la norma no indica la forma de su notificación, lo
que en principio podría pensarse sería suficiente por estado, “esa no es la
interpretación que debe dársele a la norma, pues el vocablo “citará” señalado en el
artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, impone al juez una conducta
diferente”; por ello, agrega el Profesor Azula Camacho, es ajustado a derecho, el
que algunos despachos judiciales, con “buen criterio”, les comuniquen a las partes
mediante telegrama la fecha señalada para llevar a cabo la audiencia preliminar
de conciliación, siendo la forma procesal más adecuada para efectuar la citación y
24
BEJARANO GUZMAN, Ramiro. Los Procesos Declarativos. Editorial Temis, Bogotá, 1998, Pág.9.
25
CAMACHO AZULA, Jaime. Manual de Derecho Procesal Civil. Tomo II, Editorial Temis, 1994, Pág. 190
45
no por estado que se surte en la secretaría y de lo cual se enteran sólo quienes
concurren a ella.
Como bien se observa, las posiciones frente al asunto examinado son disímiles, y
no existe un consenso general sobre la forma en que debe efectuarse la citación
a las partes para que concurran a la audiencia preliminar. Sin embargo, tal como
ya lo señalamos, somos de la opinión, que por tratarse un acto estrictamente
procesal, pues el auto de su convocatoria, se profiere una vez se ha trabado la
relación jurídico - procesal, su notificación debe hacerse por estado.
c. Procedencia
46
d) Declaración de bienes vacantes y mostrencos. Para este tipo de procesos,
es pertinente invocar las mismas razones por las cuales no procede la audiencia
preliminar en los de pertenencia, como quiera que no existe concreción en cuanto
a la parte demandada, ya que en el auto admisorio de la demanda se ordena
emplazar a todas las personas que puedan alegar derechos sobre el bien. (Art.
422, inciso 6º). Esta misma situación se presenta para los procesos de patronatos
y capellanías. (Artículo 423, inciso 3).
Ahora, aunque el artículo 101 ibídem, sólo hace referencia a los procesos
ordinarios y abreviados, debe señalarse que los artículos 432 27 y 43928 del Código
que se comenta, menciona de manera expresa, la realización de la audiencia de
conciliación de conformidad con lo dispuesto en el artículo 101 en los procesos
verbales, tanto de mayor y menor cuantía, así como en el proceso verbal sumario,
salvo las excepciones que el legislador ha consagrado para algunos procesos de
esta clase, tales como: separación de cuerpos o de bienes por mutuo
consentimiento y el de reposición y cancelación de títulos valores, cuando no haya
oposición del demandado ni de terceros.
26
“Inadmisión de algunos trámites. En este proceso son inadmisibles: demanda de reconvención,
intervención excluyente o coadyuvante, acumulación de procesos, y la audiencia de que trata el artículo
101...”
27
“Parágrafo 1º.- Iniciación, conciliación y duración. El juez, aplicará en lo pertinente, lo dispuesto en los
parágrafos 2º y 3º del artículo 101”.
28
“Parágrafo 1º.- Iniciación, duración y conciliación. El juez aplicará lo dispuesto en los parágrafos 2º y 3º del
artículo 101 en lo pertinente”.
29
“En los procesos en que no se haya proferido sentencia de primera instancia, de primera o única instancia,
y que versen total o parcialmente sobre materias susceptibles de conciliación, habrá por lo menos una
oportunidad de conciliación, aún cuando se encuentre concluida la etapa probatoria. Para tal fin, de oficio o a
solicitud de parte se citará a una audiencia de conciliación en la cual el juez instará a las partes para que
concilien sus diferencias...”
47
donde no se hubiere proferido sentencia de primera o única instancia, que fueran
susceptibles de transacción, artículo que fue derogado por la Ley 640 de 2001.
d. Formalidades de la audiencia
Las formalidades son comunes a todos los procesos, y básicamente las más
importantes son las siguientes:
Duración.
La audiencia preliminar tendrá una duración de tres horas, salvo que antes se
agote el objeto de la misma30. Ahora, si ha transcurrido dicho tiempo y no se ha
surtido todo su trámite, podrá suspenderse por una sola vez, para continuarla el
quinto día hábil siguiente, sin perjuicio creemos, de que el juez pueda extender
su duración, más allá de las tres horas.
Participantes.
30
Parágrafo 1º, numeral 5º del artículo 101 del Código de Procedimiento Civil.
31
La Audiencia Preliminar y de Conciliación. Monografías Jurídicas. Ed. Temis, 1999, Pág. 58
48
b) Las partes. El artículo 101 indica que el juez citará a demandantes y
demandados, lo que significa que serán convocados quienes son titulares directos
de los derechos litigiosos, de suerte que si existe litisconsorcio necesario, será
indispensable la presencia de quienes lo integran; quedan entonces excluidos los
coadyuvantes, ya que su interés es indirecto en las resultas del proceso.
Cabe agregar, que la comparecencia de las partes es personal, pues así lo exige
el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil 32, quedando descartada hacerlo
por conducto de apoderados o mandatarios, salvo que se trate de incapaces, que
lo hacen por intermedio de sus representantes legales, o el caso de las personas
jurídicas que lo hacen a través de quien ejerce la representación legal, pudiendo
en este caso, designarse una persona distinta si es que los estatutos lo permiten,
verbigracia si se consagró que una persona, distinta del representante legal,
ejerciera la representación judicial y extrajudicial de la persona jurídica, con
capacidad para conciliar.
Frente al caso de que no concurra ninguna de las partes, o sólo una, de todas
formas habrá audiencia, ya no en cuanto a conciliar la litis, pero si en cuanto a las
otras dos fases que la componen, esto es, la decisión de las excepciones previas,
la adopción de las medidas de saneamiento y la fijación del litigo.
32
Tribunal Superior de Bogotá, auto del 8 de febrero de 1996. Magistrado Ponente Dr. Miguel Carrión
Jiménez. “...la norma plasmada en el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil es clara y perentoria al
imponer a las partes la obligación de asistir personalmente “con o sin apoderado” a la aludida audiencia. Esa
asistencia personal de las partes constituye el núcleo esencial de esa obligación procesal...” (tomada de la
obra citada).
49
sus intereses, pues allí pueden tomarse decisiones que lo afecten y cabría
interponer los recursos del caso.
Tal situación en nuestro criterio ha sido remediada por la Ley 446 de 1998, pues
en el parágrafo 3º del artículo 103 34, se definieron no sólo las causales para
justificar la inasistencia, sino también estableció la posibilidad de alegarlas o
33
Art. 101 parágrafo 2º, inciso 2º “Cuando en la segunda oportunidad se presente prueba de que existe
fuerza mayor para que una de las partes pueda comparecer en la nueva fecha, o de que se encuentre
domiciliada en el exterior, ésta se celebrará con su apoderado, quien tendrá facultad para conciliar, admitir
hechos y desistir”.
34
“Son casuales de justificación de la inasistencia:
1) Las previstas en los artículos 101 y 168 del Código de Procedimiento Civil;
2) La fuerza mayor y el caso fortuito, que deberán acreditarse al menos sumariamente dentro de los cinco
días siguientes”.
50
invocarlas con posterioridad a la audiencia, con lo cual se atempera la rígida regla
del artículo 101 del Código de Procedimiento Civil.
Tampoco hay dudas sobre la oportunidad para hacerlo, pues aún antes de la
expedición de la Ley 446 de 1998, ya en la práctica y de manera uniforme, se
venía aplicando la tesis de que en caso de una excusa sobreviniente, esto es,
aquella que no pudo aducirse antes de la audiencia señalada en el artículo 101
del Código de Procedimiento Civil, se terminó por aceptar esa excusa sustentada
mediante prueba sumaria, si era presentada dentro de los tres días siguientes.
El criterio anterior fue adoptado, acudiendo para ello a diversos textos legales que
regulaban situaciones semejantes. Todo ello ha quedado hoy superado, pues el
citado artículo 103 de la Ley 446 de 1998, dispuso que la excusa sustentada
sumariamente del caso fortuito o la fuerza mayor, puede ser presentada dentro
de los cinco días siguientes, con lo cual vino a llenarse el vacío existente.
f. Sanciones.
51
audiencia preliminar, pues tal conducta será tenida por el juez como un indicio
grave en contra de las pretensiones o de las excepciones según el caso 35.
Tales consecuencias, fueron ampliadas por la Ley 446, artículo 103 36, haciéndolas
extensivas a la audiencia preliminar prevista en el artículo 101, para las partes
que no concurran, al establecer lo siguiente:
Sobre esta consecuencia, debe indicarse que ha quedado sin piso legal la sanción
que se establecía para el demandante por su inasistencia injustificada a la
audiencia de conciliación prevista en la Ley 446 de 1998, o a la que dispone el
artículo 101 del estatuto procesal civil, pues el artículo 346 fue derogado por la Ley
794 de 2003 y si bien es cierto no se hizo alusión al artículo 19 de la citada Ley
446, no es menos cierto que por ello el interprete esté autorizado para concluir
que la perención quedó vigente, pues es claro que frente a esta norma debe
predicarse una derogatoria tácita, acorde con lo señalado en el inciso 2º del
artículo 70 de la ley 794. Además, dicha norma tenía justificación sobre la
existencia del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, al cual
expresamente hacia remisión.
35
Parágrafo 2º, numeral 2º del artículo 101 del C.P.C. “... si alguno de los demandantes o demandados no
concurre, su conducta se considerará como indicio grave en contra de sus pretensiones o de sus excepciones
de mérito, según fuere el caso”.
36
“Sanciones por inasistencia. La inasistencia injustificada a la audiencia de conciliación judicial prevista en
esta ley o a la contemplada o el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, tendrá además de las
consecuencias indicadas en el citado artículo, las siguientes consecuencias en el proceso:”.
52
excepciones de prescripción, nulidad relativa y compensación, si se hubieren
propuesto.
Para el caso de litisconsorte necesario, el artículo 103 de la Ley 446 de 1998 37,
vino a llenar el vacío dejado en el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil,
al disponer de manera expresa que su inasistencia injustificada le acarrearía una
multa de hasta diez (10) salarios mínimos mensuales, sin ninguna otra
consecuencia, pues es apenas obvio que si un litisconsorte necesario, no puede
disponer unilateralmente del derecho en conflicto, tampoco podría tenerse su no
comparecencia como un indicio en contra de la parte.
37
“5) Si se trata de alguno de los litisconsortes necesarios, se le impondrá una multa hasta 10 salarios
mínimos legales mensuales, en favor del Consejo Superior de la Judicatura.
53
por interpretar que la ausencia del apoderado no puede determinar la imposición
de sanción”.38
Debe señalarse que ni el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, ni la Ley
446 de 1998, establecieron el plazo dentro del cual debe pagarse la multa
impuesta. Por ello, consideramos debe acudirse a lo dispuesto en el artículo 40 de
la Ley 11 de 1987 que en lo pertinente indica que el pago debe realizarse “...
dentro del plazo fijado por un juez o funcionario, dentro de los tres (3) días
siguientes a la ejecutoria de la respectiva providencia...”.
De ello puede colegirse que el juez dentro de los tres días siguientes a la
ejecutoria de la providencia que imponga la multa, deberá señalar el plazo dentro
del cual debe pagarse. Ahora, si el juez no fija dicho plazo, consideramos que el
pago deberá efectuarse en forma inmediata y en todo caso antes de que el juez
libre oficio al Consejo Superior de la Judicatura, entidad que consideramos es la
destinataria todas las multas que imponga los jueces, pues para efectos
presupuestales, la citada entidad asumió las funciones que antes desempeñaba
el Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia.
38
LOPEZ BLANCO, Fabio Hernán. Ley 446 de 1998 sus implicaciones en el Código de Procedimiento Civil.
Págs. 108 a 111.
54
a) Conciliación. Es la etapa central de toda la regulación contenida en el artículo
101 del Código de Procedimiento Civil. Aunque aparentemente el derogado
artículo 101 de la Ley 446 de 1998 reformó la norma en lo relativo a los pasos a
seguir en la audiencia preliminar, lo cierto es que no existían diferencias entre una
y otra norma, por lo menos en lo que tiene que ver con el papel que debe
desempeñar el juez.
En efecto, en esta audiencia, la primera labor del juez es invitar a las partes a que
concilien sus diferencias, pudiendo inclusive proponer formulas que considere
justas, sin que ello signifique como se indicó anteriormente que esté prejuzgando;
es decir, si de las partes no se produce un resultado positivo, le corresponde
proponer las soluciones que a su juicio resulten justas.
Algunos tratadistas consideran que tal facultad, más que bien, ha causado
enormes tropiezos, pues esas formulas “justas”, sugeridas por los jueces, en la
práctica han dado lugar a conflictos, que han llevado incluso a recusaciones, por lo
que consideran que hubiese sido más apropiado imponer la conciliación como
etapa obligatoria previa a la formulación de la demanda - hoy impuesta por la Ley
640 de 2001-, o incluso que para dicha audiencia se hubiera ordenado el cambio
del juez, de suerte que el proceso fuera decidido por un funcionario diferente.
Acertada resulta tal disposición, pues el parágrafo original del citado artículo 101,
sólo autorizaba el interrogatorio del juez a las partes, pero no entre estas, hecho
que había suscitado fundadas críticas, pues se desperdiciaba la oportunidad para
evacuar esta prueba. Además, consideramos que si la filosofía bajo la cual se
39
“Interrogatorio de las partes y solicitud adicional de pruebas: Las partes absolverán bajo juramento los
interrogatorios que se formulen recíprocamente o que le juez estime conveniente efectuar acerca de los
hechos relacionados con las excepciones previas o con el litigio objeto del proceso”.
55
adopto la disposición que se comenta era la de descongestionar los despachos
judiciales, no puede caber duda que la mejor oportunidad para lograr tal objetivo
es que en la misma audiencia si han concurrido las partes, se formulen y
absuelvan mutuamente sus interrogatorios, relevándose su práctica si fue
solicitada, para la etapa probatoria.
56
e) Fijación de hechos, pretensiones y excepciones de mérito. Procede esta fase si
no hubo conciliación o fue sólo parcial. El juez requerirá a las partes y a sus
apoderados si los hubiere, para que determinen los hechos en que están de
acuerdo, siempre que sean susceptibles de ser probados mediante confesión, los
cuales declara el juez probados mediante auto.
“El inciso segundo del parágrafo 3º del artículo 101 del Código de
Procedimiento Civil prevé la posibilidad de modificar la solicitud de
pruebas. La modificación de la solicitud consiste necesariamente en
suscitar nuevos medios probatorios. No se trata simplemente de
cambiar el tema de la prueba. La reforma no se hizo para permitir un
42
“Después de terminada la audiencia y dentro de los tres días siguientes, las partes podrán modificar las
solicitudes de pruebas contenidas en la demanda, en la contestación o en cualquier otro escrito que de
acuerdo con la ley pueda contenerlas”.
57
sutil cambio que ampliara el alcance de los medios de prueba
propuestos inicialmente.
(...)
Se aprecia entonces que la solicitud de modificación a la petición de
pruebas es procedente de conformidad con el artículo 9º del inciso 2º
del Decreto 2651 de 1991 (adoptado como legislación permanente por
la Ley 446 de 1998), por cuanto la expresión empleada en el precepto
que permite “modificar las solicitudes de pruebas” implica mantener la
estructura general de la prueba pero enriquecida con nuevas pruebas.
El epígrafe del artículo fija el alcance de la norma en cita para concluir
que no está prohibida la admisión de nuevas pruebas, más aún si se
tiene en cuenta que no se viola el principio de la igualdad porque las
dos partes tienen idéntica posibilidad”.
43
LOPEZ BLANCO, Hernán Fabio. Ob. citada., Pág. 23.
58
Así lo sostiene el profesor Azula Camacho en su Monografía sobre la Audiencia
Preliminar y de Conciliación44 al señalar que su omisión no configura nulidad
procesales pues no encaja dentro de las causales previstas en el artículo 140 del
Código de Procedimiento Civil, “constituyendo una simple irregularidad,
susceptible de de enmendarse mediante reposición contra la providencia que
precluye la oportunidad para realizarla”.
Por su parte la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, en sentencia del 3 de febrero
de 1998, con ponencia del Dr. Pedro Lafont Pianetta 45, señaló que:
44
AZULA CAMACHO, Jaime. Ob. citada, pág. 88
45
Tomada de: Datalegis Código de Procedimento Civil. Artículo 101, código 0535.
59
4.1.2.2. Audiencia de conciliación obligatoria.
Este espectro se amplía aún mucho más con la expedición del Decreto 2651 del
25 de noviembre de 1991, expedido por el Gobierno con base en las facultades
consagradas en el literal e) del artículo 5 46 transitorio de la Constitución Política,
con el cual, en materia de conciliación se complementa lo dispuesto en la Ley 23
de 1991.
Si bien el citado Decreto, fue expedido para tener una vigencia transitoria durante
un término de 42 meses47, al cabo del cual debían recobrar su vigencia las normas
que habían sido suspendidas, lo cierto es que posteriormente fue prorrogada su
vigencia, mediante varias leyes, siendo la última la Ley 377 de 1997 que lo
prorrogó hasta el 10 de julio de 1998.
46
“Expedir normas transitorias para descongestionar los despachos judiciales”.
47
“Artículo 1º.- Por el término de cuarenta y dos (42) meses se adoptan las disposiciones contenidas en el
presente decreto, encaminadas a descongestionar los despachos judiciales”.
60
Frente a la segunda situación, en los artículos 6º, 7º y 8º, se consagró la
posibilidad de buscar la conciliación pero dentro del mismo proceso, y teniendo al
juez como director de ella, consagrándose entre otras cosas, que en todos los
procesos civiles, agrarios, de familia, comerciales y contenciosos administrativos
en donde se controvirtiera la responsabilidad contractual y extracontractual del
Estado, habría por lo menos una oportunidad en primera instancia, para su
conciliación, la que debería tener lugar, a más tardar, al concluir la etapa
probatoria del respectivo proceso.
Por ello, en todos los procesos en los que se surte la audiencia preliminar, es
decir, en los procesos indicados en el artículo 101 del Código de Procedimiento
Civil, se cumple con la etapa conciliatoria, en cambio en los demás procesos,
donde se surtan asuntos susceptibles de transacción, se hace necesario que de
oficio o a solicitud de parte, una vez agotada la etapa probatoria se cite a una
audiencia en la cual el juez instará a las partes para que concilien sus diferencias.
a. Regulación legal
61
Decreto 2651 de 1991, fue recogida en su esencia por el artículo 101 48 de la Ley
446 de1998, por la cual entre otras cosas, se adoptó como legislación permanente
algunas disposiciones del citado Decreto.
Antes de analizar el citado artículo 101, conviene señalar que por fortuna la Ley
640 de 2001 lo derogó, pues tal como lo habían señalado varios tratadistas,
constituía un “error de técnica legislativa”, haber dejado con similar numeración
dos normas que regulan aspectos similares, pero que jurídicamente resultan
diversos. En efecto, de un lado el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil,
regula la audiencia de conciliación, saneamiento, decisión de excepciones previas
y fijación del litigio, y el derogado artículo 101 de la Ley 446 de 1998, consagraba
lo relacionado con la audiencia de simple conciliación. Con la Ley 640 se
establece la conciliación como obligatoria mediante el artículo 35, al establecer
que en todos los asuntos conciliables será requisito de procedibilidad para acudir a
la jurisdicción civil.
Así entonces, es claro que en todos los procesos donde existan conflictos de
intereses, podrá adelantarse la conciliación, más no en aquellos donde se carece
de algún interés o hay inexistencia de conflicto como sucede en los procesos de
jurisdicción voluntaria y los de sucesión, o aquellos que por su naturaleza o por
disposición de la ley no son conciliables como ocurre en procesos relativos al
estado civil de las personas. Igualmente será improcedente la citación a la
audiencia de simple conciliación cuando el demandado se allana, pues en ese
caso no existiría ninguna controversia, o en aquellos procesos donde una de las
48
“Oportunidad. En los procesos en que no se haya proferido sentencia de primera o única instancia, y que
versen total o parcialmente sobre controversias susceptibles de conciliación habrá por lo menos una
oportunidad de conciliación aun cuando se encuentre concluida la etapa probatoria.
Para tal fin, de oficio o a solicitud de parte, se citará a una audiencia en la cual el juez instará a las partes
para que concilien sus diferencias (...)”.
62
partes está representada por curador Ad lítem, pues este carece de facultad
dispositiva frente al derecho en litigio.
c) Procesos divisorios.
63
pues si bien es cierto muchos procesos pudieron culminarse a través de la
conciliación, en la práctica fueron muchos más los que se dilataron por el uso
indiscriminado de esta herramienta, pues conllevó a que todos los demandados
formularan sin mayor sustento excepciones.
49
“Sanciones por inasistencia. La inasistencia injustificada a la audiencia de conciliación judicial prevista en
esta ley o a la contemplada en el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil, tendrá, además de las
consecuencias indicadas en el citado artículo, las siguientes consecuencias en el proceso”.
64
Debe advertirse que con ocasión de la derogatoria del artículo 101 de la citada
Ley algunos consideran que las sanciones por inasistencia previstas en el artículo
103 no son aplicables, situación que no consideramos correcta, de suerte que si
alguna de las partes no asiste a una audiencia de conciliación decretada de oficio
por el juez, habrá de imponerse las sanciones previstas en la citada disposición,
salvo que acredite excusa justificada.
De otra parte, el artículo 103 de la Ley 446 de 1998 trae un inciso que a juicio de
muchos tratadistas es innecesario, pues obliga al juez a prestarle la mayor
atención, ya que su inobservancia puede acarrear que se alegue la improcedencia
de imponer la sanción. En efecto en el citado inciso se dispone que: “En el auto
que señale fecha para la audiencia se prevendrá a las partes sobre las
consecuencias que acarrea la inasistencia”.
El artículo 66 de la Ley 446 de 1998, que hace parte de las normas que regulan
los aspectos generales de la conciliación dispone: “El acuerdo conciliatorio hace
tránsito a cosa juzgada y el acta de conciliación presta mérito ejecutivo”.
De las normas señaladas, es claro que el acuerdo conciliatorio celebrado con las
formalidades y requisitos legales, da lugar a la terminación del proceso y
naturalmente del conflicto en los términos acordados por las partes, lo que
significa que no podrá volver a instaurarse un proceso entre las mismas partes,
por los mismos hechos y las mismas pretensiones, pues el acuerdo conciliatorio
65
tiene efectos de cosa juzgada, el acta que recoge el acuerdo celebrado puede
cobrarse ejecutivamente.
Así las cosas, la falta de uno o más de los requisitos señalados, genera la nulidad
del acuerdo conciliatorio, quedando facultado el afectado, para solicitar mediante
proceso ordinario la nulidad ante un juez para que declare sin efecto el acuerdo
celebrado. Ante tales condiciones si se llegare a declarar la nulidad de una
conciliación judicial, debe, en nuestro sentir, reanudarse el proceso a partir del
momento procesal en que se encontraba al celebrarse la conciliación.
La Ley 640 de 2001 impuso que antes de iniciarse ciertas demandas, debía
agotarse como regla general, el trámite de una conciliación extrajudicial como
requisito de procedibilidad para acudir ante a la jurisdicción, concretamente y salvo
excepciones legales, en todos los procesos ordinarios y abreviados, siempre y
50
Sentencia de julio 6 de 1992. Radicación 4624. Magistrado Ponente: Dr. Rafael Baquero Herrera.
66
cuando se trate de asuntos o controversias susceptibles de transacción,
desistimiento y conciliación.
67
d) Procesos declarativos distintos a los ordinarios o abreviados, tales como
verbales de mayor y menor cuantía o verbales sumarios.
e) Procesos de expropiación.
f) Procesos divisorios.
g) Procesos de deslinde y amojonamiento.
h) Procesos de restitución de inmueble arrendado.
i) Procesos en los cuales procedan el decreto y práctica de medidas
cautelares, siempre que tales medidas se soliciten. Entre otros procesos se
tendrían: los de servidumbres, de pertenencia de bienes sujetos a registro,
de impugnación de actos de junta de socios, junta directiva o asambleas
generales, si se solicita la suspensión provisional del acto impugnado, de
restitución de bienes muebles si se solicita su secuestro previo.
68
4.2. LA CONCILIACIÓN EN EL DERECHO DE FAMILIA
4.2.1. Antecedentes
69
“44. Aprobar, con efecto vinculante, cuando no haya proceso judicial en
curso, las conciliaciones entre cónyuges, padres y demás familiares,
sobre los siguientes asuntos:
“a) Fijación provisional de residencia separada;
“b) Fijación de cauciones de comportamiento conyugal;
“c) Alimentos entre cónyuges si hay menores;
“d) Custodia y cuidado de los hijos, padres o abuelos y alimentos entre
ellos;
“e) Regulación de visitas, crianza, educación y protección del menor.”
51
Sentencia C-247 de 1999. Magistrado Ponente Dr. Alfredo Beltrán Sierra.
70
norma señala: Juez de familia, Comisario de familia, pues, se repite, el
Juez Promiscuo Municipal, también tiene competencia en asuntos de
familia señalados en la ley, conforme a lo dispuesto en el artículo 7, del
Decreto 2272 de 1989.”
71
conciliación, o por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar o las otras
autoridades y funcionarios establecidos en la Ley 640 de 2001 y en el Decreto
4840 de 2007.
72
judicial, sin perjuicio de lo previsto en los artículo 22 y 29 de ésta ley el juez
impondrá multa a la parte que no haya justificado su inasistencia a la audiencia.
Esta multa se impondrá hasta por valor de dos (2) salarios mínimos legales
mensuales vigentes a favor del Consejo Superior de la Judicatura”.
De otra parte el artículo 36 de la citada Ley señala que la ausencia del requisito
de procedibilidad, dará lugar al rechazo de plano de la demanda. En este punto
vale aclarar, que la Corte Constitucional declaró exequible condicionalmente este
artículo, mediante Sentencia 893 de 2001, bajo el entendido que cuando hubiere
violencia intrafamiliar, la víctima no estará obligada a asistir a la audiencia de
conciliación y podrá manifestarlo así al juez competente, si opta por acudir
directamente a la jurisdicción del Estado.
73
la víctima no estará obligada a la audiencia de conciliación y podrá manifestarlo
así ante el juez competente si opta por acudir directamente ante la jurisdicción del
Estado.
Procesos en los que es aplicable. El numeral 4 del artículo 277 del Código del
Menor contemplaba la fijación provisional de residencia conyugal, los alimentos
entre cónyuges, si existían hijos menores, la custodia y cuidado de los hijos,
padres o abuelos y alimentos entre ellos, y finalmente, la regulación de visitas,
crianza, educación y protección del menor. En la actualidad, esta norma fue
derogada por la Ley 1098 de 2006, por la cual se expidió el Código de la Infancia y
la Adolescencia, en la cual se guarda silencio sobre este tema.
“g) Y en los definidos por el artículo 40 de la Ley 640 de 2001, como sujetos
a conciliación extrajudicial para acreditar requisito de procedibilidad en
asuntos de familia.”
Esta redacción indicaría que los otros temas enumerados en dicho artículo no
revisten la obligatoriedad de los definidos en la Ley 640, por lo cual debe
entenderse que la conciliación extrajudicial es necesaria para acreditar requisito
de procedibilidad sólo en los casos previstos en el literal g del Decreto 4840 de
2007, es decir en el artículo 40 de la Ley 640 de 2001.
74
“Cuando se trate de asuntos que puedan conciliarse, el defensor o el
comisario de familia o, en su caso, el inspector de policía citará a las
partes, por el medio más expedito, a audiencia de conciliación que deberá
efectuarse dentro de los diez días siguientes al conocimiento de los
hechos. Si las partes concilian se levantará acta y en ella se dejará
constancia de lo conciliado y de su aprobación.
75
Vale resaltar que esta ha sido la interpretación que le ha dado el Ministerio del
Interior y de Justicia a dicha norma.52
Además, existen algunos casos que por expresa prohibición legal no son
susceptibles de ser transados, enajenados, gravados o renunciados, y que por lo
tanto no pueden ser conciliados. Este es el caso del derecho a pedir alimentos, el
cual, según lo previsto en el artículo 424 del Código Civil, no es conciliable, pues
prohíbe su venta, cesión o renuncia, así como su transmisión por causa de
muerte. Las pensiones alimenticias atrasadas sí son objeto de conciliación,
pueden renunciarse o compensarse. La forma de pago de una obligación
alimentaria futura puede conciliarse, pero si las circunstancias fácticas cambian,
puede modificarse, puesto que ésta no hace tránsito a cosa juzgada.
El artículo 2472 del Código Civil establece que la transacción de los alimentos
futuros de las personas a quienes se deba por ley no vale sin aprobación judicial;
ni puede el juez aprobarla si en ella se contraviene lo dispuesto en los artículos
424 y 425 Ibídem, es decir, que ella implique una renuncia, cesión, venta o
compensación de los alimentos.
En ese sentido, la conciliación sobre alimentos futuros debidos por ley es válida,
pero debe hacerse por expreso mandato legal ante un juez que la apruebe, es
decir, solo procede mediante conciliación judicial.
52
Ministerio del interior y de Justicia. Concepto 10722 del 27 de abril de 2007.
76
3. Administrativa opcional en curso del proceso: Es administrativa por la
calidad del funcionario ante quien se realiza; extraprocesal, por ser una actuación
ajena a éste, y opcional, por quedar a la iniciativa de las partes. Es factible
realizarla aun cuando se haya practicado en el proceso con antelación, tal como lo
prevé el artículo 47 de la Ley 23 de 1991.
b. Competencia
77
necesarias, sin perjuicio de la competencia atribuida a los jueces de
familia.
Establece los parágrafos del citado artículo que la conciliación se adelantará ante
el defensor de familia que corresponda, teniendo en cuenta la asignación de
funciones dispuesta por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, y que estas
facultades se entienden sin perjuicio de las atribuciones concedidas por ley a los
notarios.
c. Solicitud de conciliación
El parágrafo del artículo 3 de la Ley 640 establece que las remisiones legales a la
conciliación prejudicial o administrativa en materia de familia se entenderán
hechas a la conciliación extrajudicial; y el vocablo genérico de "conciliador"
remplazará las expresiones de "funcionario" o "inspector de trabajo" contenidas en
normas relativas a la conciliación en asuntos laborales.
78
la conciliación e incluyendo la mención a las consecuencias jurídicas de la no
comparecencia.
d. Medidas cautelares.
El artículo 89 de la Ley 446 de 1998 establecía que las autoridades ante quienes
se celebre la audiencia de conciliación previa podrían adoptar hasta por treinta
días, en caso de riesgo o violencia familiar, o de amenaza o violación de los
derechos fundamentales constitucionales de la familia o sus integrantes, las
medidas cautelares previstas en la ley y que considere necesarias, las cuales para
su mantenimiento deben ser refrendadas por el juez de familia.
La Ley 640 limita la protección a los derechos que menciona, los cuales son de
índole personal, mientras que el artículo 48 de la Ley 23 de 1991 hacía extensivas
las medidas cautelares a los derechos de carácter patrimonial.
79
son de carácter temporal, por cuanto no pueden exceder de treinta días, aunque
es factible mantenerlas, si son refrendadas por el juez de familia.
f. Inasistencia
g. Trámite de la audiencia
80
mismo las partes en conjunto o de manera separada pueden presentar los
términos del acuerdo.
81
ascendientes, el acta de conciliación prestará mérito ejecutivo, y será exigible por
el proceso ejecutivo de mínima cuantía.
Existe una clase de conciliación extraprocesal, que por su relevancia será tratada
de manera separada. Se trata de la conciliación sobre prevención de violencia
intrafamiliar.
El artículo 1 de la Ley 575 de 2000 establecía que todas las personas, que dentro
de su contexto familiar sean víctimas de daño físico o síquico, amenaza, agravio,
ofensa o cualquier otra forma de agresión por parte de otro miembro del grupo
familiar, podrá pedir, sin perjuicio de las denuncias penales a que hubiere lugar, al
comisario de familia del lugar donde ocurrieren los hechos y a falta de éste al juez
civil municipal o promiscuo municipal, una medida de protección inmediata que
ponga fin a la violencia, maltrato o agresión o evite que ésta se realice cuando
fuere inminente.
82
inmediatamente al agresor a una audiencia de conciliación, la cual deberá
celebrarse en el menor tiempo posible. El juez de paz o el conciliador en equidad,
si las partes lo aceptan, podrá requerir de instituciones o personas calificadas para
que asistan al agresor, a las partes o al grupo familiar.
Posteriormente dicho artículo fue modificado por la Ley 1257 de 2008, la cual en
su artículo 16 prácticamente reproduce la norma anteriormente expuesta, pero con
una modificación fundamental y es que elimina la competencia existente frente a
los conciliadores en equidad y los jueces de paz, ya que éstos tendrían la facultad
para conocer de los temas relacionados con violencia intrafamiliar.
83
f) Cuando la violencia o maltrato revista gravedad y se tema su
repetición la autoridad competente ordenará una protección temporal
especial de la víctima por parte de las autoridades de policía, tanto en
su domicilio como en su lugar de trabajo, si lo tuviere;
g) Ordenar a la autoridad de policía, previa solicitud de la víctima el
acompañamiento a esta para su reingreso al lugar de domicilio
cuando ella se haya visto en la obligación de salir para proteger su
seguridad;
h) Decidir provisionalmente el régimen de visitas, la guarda y custodia
de los hijos e hijas si los hubiere, sin perjuicio de la competencia en
materia civil de otras autoridades, quienes podrán ratificar esta
medida o modificarla;
i) Suspender al agresor la tenencia, porte y uso de armas, en caso de
que estas sean indispensables para el ejercicio de su profesión u
oficio, la suspensión deberá ser motivada;
j) Decidir provisionalmente quién tendrá a su cargo las pensiones
alimentarias, sin perjuicio de la competencia en materia civil de otras
autoridades quienes podrán ratificar esta medida o modificarla;
k) Decidir provisionalmente el uso y disfrute de la vivienda familiar, sin
perjuicio de la competencia en materia civil de otras autoridades
quienes podrán ratificar esta medida o modificarla.
1) Prohibir, al agresor la realización de cualquier acto de enajenación
o gravamen de bienes de su propiedad sujetos a registro, si tuviere
sociedad conyugal o patrimonial vigente. Para este efecto, oficiará a
las autoridades competentes. Esta medida será decretada por
Autoridad Judicial;
m) Ordenar al agresor la devolución inmediata de los objetos de uso
personal, documentos de identidad y cualquier otro documento u
objeto de propiedad o custodia de la víctima;
n) Cualquiera otra medida necesaria para el cumplimiento de los
objetivos de la presente ley.”
84
siguientes a la presentación de la petición.
En todo caso, las partes podrán excusarse de la inasistencia por una sola vez
antes de la audiencia o dentro de la misma, siempre que medie justa causa. En tal
caso, el funcionario competente evaluará la excusa y, si la encuentra procedente,
fijará fecha para celebrar la nueva audiencia dentro de los cinco (5) días
siguientes.
85
cumplimiento de las obligaciones;
f) Propiciar la preservación de la unidad familiar en armonía;
g) Orientar y vigilar que exista congruencia en los compromisos que se
adquieran en el acuerdo;
h) Precisar la obligación de cumplimiento de los compromisos adquiridos
por los involucrados, en especial el de acudir a tratamiento terapéutico,
cuando haga parte del acuerdo. Así como advertir de las consecuencias
del incumplimiento de los compromisos.
Es importante señalar que el artículo 2 del Decreto citado, establece que los
funcionarios competentes en la aplicación de las normas previstas para la acción
de violencia intrafamiliar, deberán informar a los intervinientes sobre los derechos
de la víctima, los servicios gubernamentales y privados disponibles para la
atención del maltrato intrafamiliar y sobre todo, para el tema que nos ocupa, de las
consecuencias del incumplimiento de las obligaciones pactadas en el acuerdo
conciliatorio o de la medida de protección que imponga la autoridad competente.
Por otra parte, el artículo 10 de la Ley 575 de 2000 establece que la resolución o
sentencia se dictará al finalizar la audiencia y será notificada a las partes en
estrados. Se entenderán surtidos los efectos de la notificación desde su
pronunciamiento. Si alguna de las partes estuviere ausente, se le comunicará la
decisión mediante aviso, telegrama o por cualquier otro medio idóneo.
86
La providencia que imponga medida de protección provisional o definitiva deberá
ser motivada, aunque contra ella no procede ningún recurso.
El artículo 11 del citado Decreto dispone que para el cumplimiento de las medidas
de protección, se podrá solicitar la colaboración de las autoridades de policía para
que se haga efectiva.
a) Cuando se trata de una primera vez, se impondrá una multa entre dos y diez
salarios mínimos legales mensuales, convertibles en arresto, la cual debe
consignarse dentro de los cinco días siguientes a su imposición. La conversión en
arresto se adoptará de plano mediante auto que sólo tendrá recursos de
reposición, a razón de tres días por cada salario mínimo;
87
de familia, aunque no convivan en un mismo lugar; los ascendientes o
descendientes de los anteriores y los hijos adoptivos y todas las demás personas
que de manera permanente se hallaren integrados a la unidad doméstica.
Los artículos 52 y 53 del Decreto 2591 de 1991, tienen que ver con las sanciones
económicas y penales por desacato a una orden impartida por un juez en
desarrollo de una acción de tutela. "La sanción será impuesta por el mismo juez
mediante trámite incidental y será consultada al superior jerárquico quien decidirá
dentro de los tres días siguientes si debe revocarse la sanción".
88
El artículo 136 del Código del menor establece que en caso de incumplimiento de
la obligación alimentaría para con el menor, cualquiera de sus padres, sus
parientes, el guardador o la persona que lo tenga bajo su cuidado, podrán
provocar la conciliación ante el defensor de familia, los jueces competentes, el
comisario de familia, o el inspector de los corregimientos de la residencia del
menor, o éstos de oficio. En la conciliación se determinará la cuantía de la
obligación alimentaría, el lugar y forma de cumplimiento, la persona a quien debe
hacerse el pago, los descuentos saláriales, sus garantías y demás aspectos que
se estimen necesarios.
Si la persona señalada como obligada para suministrar los alimentos del menor es
citada en debida forma en dos oportunidades y no concurre a la audiencia o,
aunque asista, no hay acuerdo, el funcionario fija prudencialmente el monto de la
cuota alimenticia.
89
En los casos de inasistencia a la audiencia de conciliación o fracaso de la misma
en lo relacionado con la fijación de los alimentos provisionales el Código del Menor
en su artículo137 establece: “Si citada en dos oportunidades la persona señalada
como obligada a suministrar alimentos al menor, no compareciere, habiéndosele
dado a conocer el contenido de la petición, o si fracasare la conciliación, el
funcionario fijara prudencial y provisionalmente los alimentos. El auto que señale
la cuota provisional prestará mérito ejecutivo.”
90
como consecuencia de ellas, promoverá las conciliaciones a que haya lugar en
relación con la custodia y cuidado personal, la cuota de alimentos y la
reglamentación de visitas.
91
Acta de conciliación respecto de obligaciones alimentarias. En caso de
logarse un acuerdo, éste sigue las mismas reglas de la conciliación ordinaria,
previstas en la Ley 640 de 2001, es decir, se consagra mediante acta y dicho
documento hace tránsito a cosa juzgada y presta mérito ejecutivo, y como se dijo
atrás, es exigible por el proceso ejecutivo de mínima cuantía en caso de
incumplimiento.
4.3.1. Antecedentes.
92
cuente con los medios materiales y personales suficientes para atender
las peticiones de conciliación que se presentan por quienes están
interesados en poner fin a un conflicto laboral; II) que se especifique
concretamente cuáles son los conflictos susceptibles de ser conciliados,
y cuáles por exclusión naturalmente no admiten el trámite de la
conciliación; III) que se defina, tratándose de conflictos que involucran a
la Nación o a entidades públicas descentralizadas o instituciones o
entidades de derecho social sí, además, del agotamiento de la vía
gubernativa se requiere agotar la conciliación, o si ésta sustituye el
procedimiento no relativo a dicho agotamiento; IV) que se establezca
que la petición de conciliación, interrumpe la prescripción de la acción;
V) que se determine un tiempo preciso durante el cual se debe intentar
la conciliación expirado el cual las partes tienen libertad para acceder a
la jurisdicción laboral. La indeterminación normativa sobre las materias
ha conducido a que no exista certeza para los operadores jurídicos en
cuanto a los asuntos que están excluidos de la conciliación prejudicial,
la compatibilidad o incompatibilidad entre vía gubernativa y conciliación,
la interrupción o no de la prescripción por la presentación de la petición
de conciliación, todo lo cual da lugar a la aplicación de criterios
disímiles que hacen en extremo difícil la labor de los conciliadores y que
inciden en la garantía del acceso a la justicia. La declaración de
inexequibilidad de las normas mencionadas obedece no sólo a la
ausencia de los mecanismos operativos requeridos para su realización
práctica, sino a la circunstancia de que sus prescripciones normativas
no contenían los elementos mínimos requeridos para garantizar de
manera real y efectiva el principio constitucional de acceso a la justicia.”
En los sistemas en que las conciliaciones son obligatorias, las partes en conflicto
deben utilizar el órgano de conciliación del gobierno. La conciliación adquiere en
principio carácter obligatorio en virtud de una disposición legal que puede exigir la
sumisión del conflicto al procedimiento oficial o la participación de los litigantes en
sesiones de conciliación o bien puede facultar a las autoridades para requerir su
presencia en dichas secciones o combinar todas éstas condiciones. En la mayoría
de los casos el incumplimiento de ésta disposición se castiga con una sanción
administrativa o penal.
93
conciliación y de las relaciones laborales de unas y otras.
Las cualidades que deben tener los conciliadores pocas veces son objeto de
reglamentación legal y generalmente se designan por métodos administrativos
empíricos. Se trata de garantizar la independencia e imparcialidad
independientemente de sus cualidades personales y de las calificaciones técnicas
y profesionales. La designación puede seguirse conforme a los procedimientos
instituidos para los funcionarios públicos o según procedimiento especial, lo
importante es que sea aceptado por los representantes obreros y empresariales
que van a utilizar sus servicios y pocas veces se utilizan pruebas de selección
anticipadas.
Los conciliadores y las juntas están habilitados para realizar investigaciones que
les permitan obtener la información necesaria: con la facultad de ordenar la
comparecencia de las partes y de los testigos para presentar pruebas, facultad de
oír declaraciones bajo juramento y de tomar juramento a los testigos, facultad de
ordenar a presentar libros, registros, y otros documentos y las demás necesarias
para lograr un juicio claro. Los conciliadores y miembros de las juntas deben
observar el secreto profesional, con relación a la información que llegan a
conocer.
94
imponer el arbitraje obligatorio.
Se busca en todos los casos tener en consideración los principios del derecho
laboral tales como el equilibrio de las partes, la solución extrajudicial de los
conflictos laborales y las tendencias orientadas a la desjudicialización en la
resolución de conflictos. En este contexto se analiza la nueva estructura judicial,
los imperativos constitucionales de la acción de tutela, la adaptación de la
legislación procesal a los cambios sociales y económicos que se están
presentando en el mundo y la viabilidad de una legitimación de los representantes
colectivos en procesos de ésta naturaleza.
El derecho laboral está imponiendo a otras ramas del derecho instituciones que
ayudan en la solución de los conflictos, tal es el caso de la conciliación en el
proceso laboral que se ha impuesto en el derecho civil y ha influenciado en el
derecho penal.
95
La presencia del funcionario no es pasiva, pues él orienta el acto, lo vigila y lo
impulsa, interroga a los interesados precisamente para llevar a cabo su función de
orientación y de vigilancia de cumplimiento de las normas que protegen los
derechos de los trabajadores, invita a las partes a un acuerdo amigable y puede
proponer formulas.
Esta conciliación tiene como objetivo el lograr una solución inmediata y definitiva
de las controversias que surjan de la relación laboral entre personas vinculadas
mediante contrato de trabajo.
El D. 2511/98 en su artículo 15 prevé que los asuntos conciliables para los efectos
de los artículos 65 y 68 de la Ley 446 de 1998, son todos los conflictos jurídicos de
trabajo que se tramitan como procesos ordinarios de única o de primera instancia.
El artículo 65 de la Ley 446 de 1998 establece que serán conciliables todos los
asuntos susceptibles de transacción, desistimiento y aquellos que expresamente
96
determine la ley. El artículo 68 de la misma fue declarado inexequible por la Corte
Constitucional, mediante sentencia C-160 de 1999.
d. Presentar a las partes formulas serias de arreglo con base en los hechos
probados en la audiencia.
f. Aportar el acuerdo de las partes, cuando éste cumpla con los requisitos de
fondo y de forma exigidos por las normas que regulan la materia.
97
5. Establecido el mérito y la seriedad de la consulta se expedirá la boleta de
citación que por lo menos deberá contener lo siguiente:
c. Pruebas aportadas y solicitadas por el citante, así como las determinadas por
el funcionario;
b. La parte que no asista a la audiencia a la que fue citada tendrá tres (3) días
hábiles a partir de la fecha de la diligencia, para justificar su inasistencia. Si el
funcionario encontrare que hubo causa grave debidamente probada para no
comparecer, señalará fecha para nueva audiencia.
d. Del acuerdo se dejará constancia de todos sus términos en un acta, así como
98
de los extremos de la relación laboral, sumas líquidas y el concepto de éstas, y en
especial el término fijado para su cumplimiento. Este acuerdo deberá ser
aprobado por el funcionario por medio de auto que no es susceptible de recursos.
El acuerdo hace tránsito a cosa juzgada.
En este punto es necesario aclarar que el artículo 29 de la Ley 640 de 2001 fue
declarado inexequible mediante Sentencia 204 de 2003. En el se establecía que la
inasistencia injustificada a la audiencia de conciliación en asuntos laborales, haría
que se presuman como ciertos los hechos susceptibles de confesión en los cuales
el actor basaba sus pretensiones. En sus considerandos, la Corte señaló que en
materia laboral la audiencia de conciliación extrajudicial no puede establecerse
como requisito de procedibilidad, por lo cual no podría generar ningún efecto su
inasistencia.
Puede darse el caso de la conciliación antes del juicio no solo a instancia de una
de las partes. Hay eventos muy corrientes, en que ambas partes (empleador –
trabajador) se presenten al funcionario y manifiesten su deseo de protocolizar un
acuerdo ya convenido entre ellos, caso en el cual el funcionario debe atender el
pedido y levantar el acta correspondiente.
99
pretensiones del actor se basan exclusivamente en los hechos conciliados
parcialmente.
100
“Contestada la demanda principal y la de reconvención si la hubiere, o
cuando no hayan sido contestadas en el término legal, el juez señalará
fecha y hora para que las partes comparezcan personalmente, con o sin
apoderado, a audiencia pública.
El artículo citado anteriormente, señala que excepto los últimos dos casos
contemplados en el mismo, si el demandante o el demandado no concurren a la
audiencia de conciliación el juez la declarará clausurada y se producirán las
siguientes consecuencias procesales:
101
de las partes se apreciará como indicio grave en su contra.
Instaurada la audiencia, si concurren las partes, con o sin apoderados, el juez los
invitará para que en su presencia y bajo su vigilancia conciliaren sus diferencias, si
fueren susceptibles de solución por éste medio, y si no lo hicieren, deberá
proponer las fórmulas que estime justas sin que ellos signifique prejuzgamiento y
sin que las manifestaciones de las partes signifiquen confesión.
En ésta etapa de la audiencia sólo se permitirá diálogo entre el juez y las partes, y
entre éstas y sus apoderados con el único fin de asesorarlos para proponer
fórmulas de conciliación.
c. Efectos
102
El acta en la que consta el acuerdo conciliatorio llegado por las partes sea total o
parcial tendrá el valor de “cosa juzgada” y prestará “mérito ejecutivo”, tal como lo
establece la Ley 640.
Tampoco para el juicio ejecutivo, que trata de una acción realmente especial en
donde se demanda el pago de una suma cierta, determinada, clara, exigible, etc.,
es para el que la ley procesal laboral no habla de la etapa conciliatoria.
103
La Ley 446 de 1998 en su artículo 167 derogó el artículo 22 de la Ley 23 de 1991
establecía como requisito de procedibilidad, para ejercer acciones ordinarias ante
la jurisdicción laboral, la exigencia de intentar la solución de conflictos, mediante la
conciliación que debía surtirse ante las autoridades administrativas de trabajo
4.4.1. Antecedentes.
104
Este hecho obligó a que la Jurisdicción Contencioso Administrativa también acuda
a los mecanismos alternativos de resolución de conflictos, lo cual fu bastante
controvertido, porque durante muchos años la conciliación en los asuntos en que
el Estado fuera parte era algo inconcebible, fundamentalmente porque la misma
normatividad a partir de principios constitucionales y legales impedían
reconocimientos que no fueran establecidos en fallos judiciales, aunado al temor
de los mismos funcionarios al tomar decisiones que comprometieran dineros
públicos, y verse posteriormente enfrentados a una investigación por parte de los
entes de control, que les imputaran mal manejo de los recursos.
En el año de 1998, se expide la Ley 446 de 1998 “Por la cual se dictan normas
sobre eficiencia y descongestión en la justicia y se promueve el acceso a la
misma” y el Decreto reglamentario 1818 del mismo año, con los cuales se avanza
decididamente en el tema de la conciliación, porque se le da un nuevo impulso a la
conciliación contenciosa administrativa, modifica en gran medida la Ley 23 de
1991, ampliando su ámbito de aplicación y agilizando su trámite.
Como dato histórico, resulta interesante recordar que el Decreto 1122 de 1999,
expedido por el ejecutivo en ejercicio de las facultades extraordinarias contenidas
en la Ley 489 de 1998, pretendía retroceder en el tema, al eliminar la posibilidad
de que la conciliación en asuntos contenciosos administrativos pudieran ventilarse
ante los centros de conciliación, medida que sin duda era regresiva, ya que por el
contrario, lo que debe buscarse es el fortalecimiento de la institución, mediante la
implementación de unos procedimientos y controles específicos, dada la especial
trascendencia que tiene por tratarse de comprometer recursos públicos.
Afortunadamente, las facultades que permitieron su expedición posteriormente
fueron declaradas inexequibles, y condujeron al decaimiento sobreviniente del
citado decreto.
105
importancia, pues consagra mecanismos novedosos para la administración de
justicia, al ampliar el campo de las instituciones ante las cuales se puede adelantar
la conciliación. En efecto, se establece la creación de centro de conciliación
organizados como personas jurídicas sin ánimo de lucro, así como por entidades
públicas, hechos que hacen imprescindible la formación de una nueva generación
de abogados especializados en mecanismos alternativos para la solución de
conflictos.
53
JARAMILLO, Mario. Justicia por consenso. Serie Investigaciones. Institución Universitaria Sergio Arboleda.
1996
106
4.4.3. Clases de Conciliación
Por su parte la Ley 640 de 2001, introdujo una pequeña modificación en este
tema, al señalar en su artículo tercero, que la conciliación podrá ser extrajudicial,
si se realiza antes o por fuera de un proceso judicial. Anteriormente la conciliación
extrajudicial solo se encontraba prevista en el evento en que se realizara antes de
presentar la demanda ante la jurisdicción, ahora también podría efectuarse
después de la presentación de dicha demanda, pero fuera del proceso judicial.
107
Administrativo o en las normas que lo sustituyan, el adelantamiento del trámite de
la conciliación extrajudicial.
Por otra parte, la Ley 640 señala en su artículo 23, que las conciliaciones
extrajudiciales en materia de lo contencioso administrativo sólo podrán ser
adelantadas ante los agentes del Ministerio Público asignados a esta jurisdicción y
ante los conciliadores de los centros de conciliación autorizados para conciliar en
esta materia.
Sobre este tema es necesario aclarar que inicialmente la Ley 640 ratificó la
posibilidad de tramitar la conciliación ante un Centro de Conciliación, pero la Corte
Constitucional, mediante sentencia C-893 de 2001, declaró inexequible tal
posibilidad, por considerar que la función asignada a los conciliadores de los
centros de conciliación tenía vocación de permanencia en el tiempo, era onerosa y
desconocía el principio de igualdad de oportunidades para acceder libremente a la
administración de justicia, en la medida en que su acceso no es gratuito.
Conservar dicha disposición, según la Corte Constitucional, crearía una situación
de discriminación, al propiciar un privilegio para quienes tienen la posibilidad de
pagar el trámite en un Centro de Conciliación.
108
cuales pueda conocer la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo a
través de las acciones previstas en los artículos 85, 86 y 87 del Código
Contencioso Administrativo o en las normas que los sustituyan (...).”
54
Derecho Procesal Administrativo. Editorial Temis 1985
109
del artículo 70 de la Ley 446 de 1998, señalaba que la conciliación si era
procedente.
c. Requisitos
Pero del citado artículo 70 de la Ley 446 de 1998 se colige otro requisito, y es que
el eventual o real conflicto debe tener un contenido económico, el cual se puede
deducir de las pretensiones incoadas por el demandante al ejercer la acción
correspondiente o al elevar la petición de conciliación extrajudicial o prejudicial.
d. Trámite
e. Requisito de procedibilidad.
110
agotado vía gubernativa, salvo que ésta no fuese una exigencia frente al asunto
que se debata.
f. Caducidad
g. Requisitos de la Solicitud
111
h) La estimación razonada de la cuantía de las aspiraciones;
i) La manifestación, bajo la gravedad del juramento, de no haber presentado
demandas o solicitudes de conciliación con base en los mismos hechos;
j) La indicación del lugar para que se surtan las notificaciones, el número o
números telefónicos, número de fax y correo electrónico de las partes.
k) La copia de la petición de conciliación previamente enviada al convocado, en la
que conste que ha sido efectivamente recibida por el representante legal o por
quien haga sus veces, en el evento de que sea persona jurídica, y en el caso de
que se trate de persona natural, por ella misma o por quien esté facultado para
representarla;
l) La firma del apoderado del solicitante o solicitantes;
112
Con relación al tercer requisito, esto es, el de declarar bajo juramento que no se
ha presentado otra solicitud con base en los mismos hechos, no vemos la razón
práctica o legal de tal exigencia, pues el intento conciliatorio no debe ser objeto de
ningún obstáculo, frente al fracaso inicial, cualquiera de las partes bien podría
promover la práctica de una nueva, aún cuando ya se haya iniciado el proceso,
toda vez que la conciliación extrajudicial es aquella que se realiza por fuera del
proceso, ya sea antes o después de la presentación de la demanda.
El deber que se impone entonces, excede también el previsto para los procesos
judiciales, donde es posible notificar las decisiones mediante correo certificado,
edicto, aviso, emplazamiento, etc. Si la administración de justicia, con toda su
infraestructura tiene un nivel de exigencia menor frente a sus comunicaciones y
notificaciones, no se entiende la razón para establecer un requisito que en la
práctica dificulta la práctica de la conciliación y el ejercicio de la acción
contenciosa. Esta manera de regular la conciliación no favorece la solución
pacífica de conflictos sino que refleja una clara violación del derecho de acceso a
la justicia, toda vez que están extremando las barreras para poder demandar al
Estado.
h. Admisión.
113
respectiva constancia. En los casos en que se encuentre que el tema no es
conciliable, el agente del Ministerio Público expedirá la correspondiente
certificación y devolverá los documentos aportados.
En los casos en que sea procedente, dentro de los 30 días siguientes se fijará
fecha y hora de la audiencia y se citará a los interesados por el medio que se
considere más expedito y eficaz (telegrama, fax, correo electrónico), indicando
sucintamente el objeto de la conciliación y las consecuencias jurídicas de la no
comparecencia.
i. Aspectos probatorios.
Según el artículo 8 del Decreto, las pruebas deberán aportarse con la petición de
conciliación, teniendo en cuenta los requisitos consagrados en los artículos 253 y
254 del Código de Procedimiento Civil.
Las pruebas tendrán que aportarse dentro de los veinte días calendario, siguientes
a su solicitud. Este trámite no dará lugar a la ampliación del término de suspensión
de la caducidad de la acción previsto en la ley, pero si se agota la oportunidad
para aportar las pruebas sin que la parte requerida lo haga, se entenderá que no
se logró el acuerdo.
j. Aprobación de la Conciliación
114
antes que los interesados suscriban el acta de conciliación, el agente del
Ministerio Público les advertirá que su acuerdo puede no ser válido, en la medida
en que el acta en la cual costa será remitida al juez o corporación del
conocimiento para su aprobación.
En efecto, el agente del Ministerio Público está obligado a remitir, dentro de los
tres días siguientes a la celebración de la correspondiente audiencia, el acta de
conciliación, junto con el respectivo expediente al juez o corporación competente
para su aprobación.
a) Cuando no se hallan las pruebas necesarias para fundamentar los hechos que
sirven de fundamento al acuerdo conciliatorio;
En relación con la primera causal, debe entenderse entonces que del acervo
probatorio debe quedar manifiesta, por ejemplo la responsabilidad del Estado, ya
que si existen deficiencias de carácter probatorio en cuanto a la falla del servicio y
la relación causal entre el daño y la conducta oficial, se conduciría a la
improbación del acuerdo prejudicial elaborado ante el Procurador delegado, o aún
dentro de la misma conciliación judicial.
115
audiencia, sino que puede denegar su aprobación una vez las partes
convengan los extremos del arreglo.
Ahora bien el papel del juez en este campo no puede moverse con los
mismos parámetros que debe seguir para dictar un fallo. Si se le exigiera
siempre que para conciliar no debe existir duda alguna en materia
probatoria, por ejemplo, ni sobre los derechos en discusión, la
conciliación se quedaría en el campo de la letra muerta, sin operatividad
práctica alguna y estaría el juez, en cierto sentido invadiendo la órbita
dispositiva de las partes procesales”.
116
El acta de conciliación debidamente aprobada, hace tránsito a cosa juzgada y
presta mérito ejecutivo ante la jurisdicción coactiva, si consagra derechos en favor
de una entidad pública o ante la jurisdicción ordinaria si se trata de obligaciones a
favor de personas de derecho privado, aunque el Decreto 173 de 1993 fue
derogado por el artículo 31 del Decreto 2511 de 1998, lo señalado continua en
nuestro criterio siendo válido de conformidad con lo dispuesto en el artículo 79 del
Código Contencioso Administrativo.
117
debía tener lugar a mas tardar al concluir la etapa probatoria, convocada bien de
oficio o a petición de parte.
Por su parte en el parágrafo del mismo artículo que se comenta, se consagró que
en la segunda instancia, es decir ante el Consejo de Estado, solo era procedente
solicitar la conciliación por el particular que hubiese obtenido sentencia favorable
en primera instancia.
118
4.4.3.3. Sanciones por inasistencia.
De un lado analizaremos si dentro del proceso que una entidad pública adelanta
mediante la acción de repetición, es susceptible de practicarse la audiencia de
conciliación y por el otro, el efecto de la conciliación bien judicial o prejudicial, en la
cual la entidad pública ha reconocido pagar una suma de dinero y sobre la cual es
susceptible de repetir contra el funcionario o exfuncionario que dio lugar a ella.
119
en la Entidad Pública, es por consiguiente a ésta a la cual corresponde de
acuerdo a las pruebas existentes, si da curso a un proceso de repetición o no.
120
puede llegar a un acuerdo con el funcionario o exfuncionario, para que reembolse
parte de la indemnización pagada por la entidad pública.
Finalmente vale la pena anotar, que los Comités de Conciliación se han convertido
en una herramienta interesante para abordar la conciliación, sin embargo es
necesario dotarlo de mayores herramientas tanto operativas como prácticas.
121
Sorprende el número tan reducido de conciliaciones que son aprobadas en la
mayoría de ellos, tal vez dejar este tema en un órgano colegiado, puede garantizar
que se adopte una buena decisión, pero en muchos casos también puede
obstaculizar su aprobación, dada la disimilitud de criterios y dado que no existe
ninguna sanción por la ausencia de un estudio serio de cada caso, este tema
puede convertirse en un ritual sin contenido material ni aplicación práctica.
4.5.1. Antecedentes.
A su vez, el artículo 31 del Decreto 050 de 1987, consagraba que en los procesos
por lesiones personales era procedente la extinción de la acción penal por
desistimiento del ofendido, cuando el sindicado hubiere indemnizado los perjuicios
ocasionados, fue declarado inexequible por la Corte Suprema de Justicia 55 , pero
reconstruido en su texto por el artículo 1º del Decreto 1861 de 1989, a cuyo tenor
en los procesos por los delitos de homicidio y lesiones personales culposos, sin
circunstancias de agravación específicas y contra el patrimonio económico salvo el
hurto calificado y la extorsión, era admisibles el desistimiento del perjudicado o los
sucesores, siempre que se produjera una indemnización integral que
consecuentemente daba lugar a la cesación del procedimiento.
55
Sentencia agosto 13 de 1997. Magistrado Ponente Dr. Jesús Vallejo Mejía
122
por delitos querellables, sino en los oficiosos, bien culposos o dolosos, con la
obligación del Fiscal de disponer en la resolución de apertura de investigación, la
celebración de la audiencia de conciliación.
Sin duda, el Derecho Penal constituye el instrumento más riguroso que posee el
Estado para el control de la sociedad. Su carácter punitivo lo distingue de los
demás instrumentos de control social y es a través de su carácter esencialmente
sancionatorio como se pretende mantener el equilibrio del sistema social. Ese
carácter sancionatorio del Derecho Penal, parecería reñir en principio con los
postulados teóricos que sustentan la conciliación; sin embargo, es una
contradicción más aparente que real, puesto que el derecho punitivo que es
producto de la misma dinámica social, debe igualmente adaptarse a los cambios y
necesidades de esa sociedad, sin olvidar que la conciliación es producto de la
crisis global de la justicia en todas sus ramas.
123
trata, cuando dicha jurisdicción está hoy sufriendo graves problemas de
congestión. La Ley 600 de 2000 tampoco establecía ningún avance fundamental,
solo mencionaba que la conciliación procedería para los delitos que son
susceptibles de desistimiento y frente a los delitos querellables.
Sin embargo debemos reconocer que con la expedición de la Ley 906 de 2004,
por medio de la cual se adopta el Código de Procedimiento Penal, se hace un
importante esfuerzo por superar este hecho, como veremos enseguida.
En este aparte hablaremos de los aspectos más importantes que la Ley 906 de
2004 estableció al definir el nuevo modelo procesal para la conciliación en materia
penal, denominado justicia restaurativa, el cual busca que ésta sea entendida
como un mecanismo de solución de conflictos entre los protagonistas del delito, es
decir, la victima y el imputado, acusado o sentenciado, para que juntos, de forma
activa construyan las soluciones a algunos conflictos derivados del delito en busca
de un resultado restaurativo, pero con unas características especiales, dada la
connotación de carácter público de la acción penal, por involucrar intereses
privados y de la comunidad en general.
Con la Ley 906 de 2004, se permite nuevamente que los Centros de Conciliación o
incluso los conciliadores particulares puedan adelantar las audiencias de
conciliación, ya que en el artículo 522 establece lo siguiente: “La conciliación se
surtirá obligatoriamente y como requisito de procedibilidad para el ejercicio de la
acción penal, cuando se trate de delitos querellables, ante el fiscal que
corresponda, o en un centro de conciliación o ante un conciliador reconocido
como tal. (…)”
124
estratégicas en materia de prevención del delito y justicia penal”, firmada en
Bangkok en el mes de abril de 2005, por ejemplo, declaró que para promover los
intereses de las víctimas y la rehabilitación de los delincuentes, era necesario
reconocer la importancia de seguir construyendo políticas, procedimientos y
programas en materia de justicia restaurativa.
a. Procedimiento
125
Tales modificaciones efectuadas en el actual Código de Procedimiento Penal
contribuyen a dinamizar la aplicación de la conciliación en el ámbito de la
actuación penal, constituyendo un magnífico instrumento que debe ser
aprovechado por jueces, fiscales y sujetos procesales, no solo como mecanismo
para descongestionar la agobiada jurisdicción penal, sino como un elemento
importante para armonizar las relaciones entre las personas que por alguna razón
caen dentro del orbita del derecho Penal.
b. Procedencia.
126
4.5.2.1. Conciliación preprocesal
a. Procedencia
58
Por virtud de lo dispuesto en el artículo 37 del citado Código, eran desistibles los que no podían
investigarse de manera oficiosa por la Jurisdicción Penal, sino que requieren petición expresa de los sujetos
pasivos del delito, es decir, los querellables.
127
“1. Aquellos que de conformidad con el Código Penal no tienen señalada
pena privativa de la libertad.
2. Inducción o ayuda al suicidio (C. P. artículo 107); lesiones personales
sin secuelas que produjeren incapacidad para trabajar o enfermedad que
supere treinta (30) días sin exceder de sesenta (60) días (C. P. artículo
112 incisos 1° y 2°); lesiones personales con deformidad física transitoria
(C. P. artículo 113 inciso 1°); lesiones personales con perturbación
funcional transitoria (C. P. artículo 114 inciso 1°); parto o aborto
preterintencional (C. P. artículo 118); lesiones personales culposas que
produjeren incapacidad para trabajar o enfermedad que supere treinta (30)
días (C. P. artículo 120); injuria (C. P. artículo 220); calumnia (C. P.
artículo 221); injuria y calumnia indirecta (C. P. artículo 222); injuria por
vías de hecho (C. P. artículo 226); injurias recíprocas (C. P. artículo 227);
maltrato mediante restricción a la libertad física (C. P. artículo 230);
malversación y dilapidación de los bienes de familiares (C. P. artículo 236);
hurto simple de cuantía superior a diez (10) salarios mínimos mensuales
legales vigentes y que no exceda de ciento cincuenta (150) salarios
mínimos mensuales legales vigentes (C. P. artículo 239); alteración,
desfiguración y suplantación de marcas de ganado (C. P. artículo 243);
estafa de cuantía superior a diez (10) salarios mínimos mensuales legales
vigentes y que no exceda de ciento cincuenta (150) salarios mínimos
mensuales legales vigentes (C. P. artículo 246); emisión y transferencia
ilegal de cheques de cuantía superior a diez (10) salarios mínimos
mensuales legales vigentes (C. P. artículo 248); abuso de confianza de
cuantía superior a diez (10) salarios mínimos mensuales legales vigentes
(C. P. artículo 249); aprovechamiento de error ajeno o caso fortuito de
cuantía superior a diez (10) salarios mínimos mensuales legales vigentes
(C. P. artículo 252); alzamiento de bienes de cuantía superior a diez (10)
salarios mínimos mensuales legales vigentes (C. P. artículo 253);
disposición de bien propio gravado con prenda de cuantía superior a diez
(10) salarios mínimos mensuales legales vigentes (C. P. artículo 255);
malversación y dilapidación de bienes (C. P. artículo 259); usurpación de
tierras (C. P. artículo 261); usurpación de aguas (C. P. artículo 262);
invasión de tierras o edificios (C. P. artículo 263); daño en bien ajeno de
cuantía superior a diez (10) salarios mínimos mensuales legales vigentes
(C. P. artículo 265); falsa autoacusación (C. P. artículo 437); infidelidad a
los deberes profesionales (C.P. artículo 445).”
128
Por regla general quienes deben ser convocados a la audiencia de conciliación y
consecuentemente deben participar e intervenir son las partes
directamente vinculadas al conflicto, el conciliador y opcionalmente sus
apoderados, como quiera que la Corte Constitucional en sentencia C-
760 del 19 de julio de 2001, declaró inexequible la norma del Código de
Procedimiento Penal anterior, que lo consagraba como obligatorio, pero
cuyas reflexiones son pertinentes en la actualidad.
129
4.5.2.2. La Conciliación en el incidente de reparación integral
Esta era una disposición muy grave, pues si al denunciarse un delito contra el
patrimonio económico excedía los 200 salarios, ya no era posible acudir a la
conciliación, ni era susceptible de indemnización integral, lo cual carecía de
sentido fáctico y jurídico, y realmente venia a constituir una cortapisa a la solución
alternativa de los conflictos, afortunadamente eliminada del procedimiento penal.
a. Legitimación
59
El artículo 110 consagra dos circunstancias de agravación punitiva para el homicidio culposo, una
cuando tal conducta se comete bajo el influjo de bebidas embriagantes o de drogas o sustancias que
produzcan dependencia física o síquica , y otra, si el sindicado abandona sin justa causa el lugar de la
comisión de la conducta. Estas circunstancias de agravación se hacen extensivas en el artículo 121 a las
lesiones culposas.
130
En principio, al producirse un hecho punible, se causa consecuentemente un
perjuicio de naturaleza pública, pues se atenta contra la seguridad de la
sociedad60. Bajo tal afirmación nadie podía considerarse perjudicado; pero, como
el hecho punible puede generar daños de carácter patrimonial o extrapatrimonial
a un tercero, son estos los llamados a ejercer la acción civil, bien dentro del
proceso penal o fuera de el, estando legitimados no sólo los sujetos pasivos del
hecho criminoso (ofendidos) o sus sucesores sino también las personas naturales
o jurídicas que hayan sufrido perjuicios diferentes al de la víctima directa.
Respecto a los sujetos pasivos del hecho criminoso, el artículo 71 del Código de
Procedimiento Penal, señala que se entiende por cuando el sujeto pasivo del
delito fuere incapaz o persona jurídica, la conciliación debe ser formulada por su
representante legal. Si el sujeto pasivo hubiere fallecido, podrán presentarla sus
herederos.
60
TAMAYO JARAMILLO, Javier, La indemnización de perjuicios en el proceso penal. Pág. 13. Editorial Legis,
Bogotá 2003.
131
conciliación y de no lograrse el declarado penalmente responsable deberá ofrecer
sus propios medios de prueba.
Según el artículo 106 del C.P.P., la solicitud para la reparación integral por medio
de este procedimiento especial caduca treinta días después de haberse anunciado
el fallo de responsabilidad penal.
132
Es conveniente señalar que el Código de Procedimiento Penal, establece como
novedad la figura de la mediación, que en la práctica es una oportunidad de
conciliación procesal. Esta se entiende como un mecanismo por medio del cual un
tercero neutral, particular o servidor público designado por el Fiscal General de la
Nación o su delegado, trata de permitir el intercambio de opiniones entre víctima y
el imputado o acusado para que confronten sus puntos de vista y, con su ayuda,
logren solucionar el conflicto que les enfrenta.
Según el artículo 524 del Código de procedimiento penal “La mediación podrá
referirse a la reparación, restitución o resarcimiento de los perjuicios causados;
realización o abstención de determinada conducta; prestación de servicios a la
comunidad; o pedimento de disculpas o perdón.”
Valga señalar como aspecto histórico, que el Decreto 2700 de 1991 estableció la
posibilidad de conciliar sólo durante la investigación previa y la instrucción, pero en
virtud de la reforma de 1993, a través de la Ley 81 se retomó la concepción
originaria del Decreto 1861 de 1989, haciéndola extensivo al proceso penal. En la
actualidad, la conciliación preprocesal, como su nombre lo indica solo puede
surtirse antes del inicio de la investigación previa, como requisito de procedibilidad
de la acción. Sin embargo, haciendo uso de la figura de la mediación, también se
puede conciliar durante el proceso, hasta antes del juicio oral.
133
“A propósito de la oportunidad para pedir la conciliación,... la Sala
aprovecha para precisar que la petición de audiencia de conciliación
puede introducirse antes de que termine la audiencia de juzgamiento.
Pues bien, como la conciliación esta prevista dentro del capitulo
destinado a la acción penal, como mecanismo de terminación
anticipada del proceso, fácilmente se advierte que dicho objetivo sólo
es viable si se intenta antes de que finalice la audiencia de
juzgamiento, única manera de armonizar la disponibilidad de las partes,
como forma de participación en las decisiones que los afectan, y el
carácter público y permanente de la función de administrar justicia que
incumbe al Estado (Const. Pol. Artículos. 2º y 228)
Cuando se trata de delitos con pena superior a cinco años, la mediación procederá
en todo momento, ya que podrá utilizarse para otorgar beneficios durante el
trámite de la actuación, o relacionados con la dosificación de la pena, o el
purgamiento de la sanción.
Según el artículo 107 del CPP, el tercero civilmente responsable es la persona que
según la ley civil debe responder por el daño causado por la conducta del
condenado y que además tiene el derecho de acudir y participar activamente en la
134
audiencia donde se defina el incidente de reparación integral, a solicitud de la
víctima del condenado o su defensor. 61
135
Sobre el particular, algunos tratadistas han sostenido que si el tercero civilmente
responsable no participa en la audiencia de conciliación, no debe exigírsele
ejecutivamente el arreglo o acuerdo celebrado con el procesado 62. Sin embargo,
con la expedición de la Ley 906 de 2004 este hecho no es tan claro. Como vimos
anteriormente, la no comparecencia del responsable, citado debidamente, no es
óbice para que no le sea aplicable la decisión de indemnización integral
establecida por el Juez en el incidente de reparación integral. Bajo esas
consideraciones, la víctima podría utilizar dicho fallo y ejercer la acción ejecutiva
en contra del asegurador, por ejemplo, para el pago de la indemnización derivada
del contrato de seguros. En ese orden de ideas, el tercero civilmente responsable
prácticamente está atado a la decisión del incidente de reparación integral.
62
MARTINEZ RAVE, Gilberto. Op. Cit.
136
En la práctica, el principio de oportunidad se venía aplicando en cierta manera,
mediante la figura de la preclusión cuando hay conciliación, indemnización
integral, desistimiento, transacción, o cuando el sindicado se acogía a la sentencia
anticipada o a la audiencia especial, pero ahora se adopta bajo las condiciones
especiales señaladas, por la necesidad de simplificar, acelerar y hacer más
eficiente la administración de justicia penal, descongestionándola de las pequeñas
y medianas criminalidades.
137
7. Cuando el imputado haya sufrido, a consecuencia de la conducta
culposa, daño físico o moral grave que haga desproporcionada la
aplicación de una sanción o implique desconocimiento del principio de
humanización de la sanción punitiva.
8. Cuando proceda la suspensión del procedimiento a prueba en el
marco de la justicia restaurativa y como consecuencia de este se cumpla
con las condiciones impuestas.
9. Cuando la realización del procedimiento implique riesgo o amenaza
graves a la seguridad exterior del Estado.
10. Cuando en atentados contra bienes jurídicos de la administración
pública o recta impartición de justicia, la afectación al bien jurídico
funcional resulte poco significativa y la infracción al deber funcional tenga
o haya tenido como respuesta adecuada el reproche y la sanción
disciplinarios.
11. Cuando en delitos contra el patrimonio económico, el objeto material
se encuentre en tan alto grado de deterioro respecto de su titular, que la
genérica protección brindada por la ley haga más costosa su
persecución penal y comporte un reducido y aleatorio beneficio.
12. Cuando la imputación subjetiva sea culposa y los factores que la
determinan califiquen la conducta como de mermada significación
jurídica y social.
13. Cuando el juicio de reproche de culpabilidad sea de tan secundaria
consideración que haga de la sanción penal una respuesta innecesaria y
sin utilidad social.
14. Cuando se afecten mínimamente bienes colectivos, siempre y
cuando se dé la reparación integral y pueda deducirse que el hecho no
volverá a presentarse.
15. Cuando la persecución penal de un delito comporte problemas
sociales más significativos, siempre y cuando exista y se produzca una
solución alternativa adecuada a los intereses de las víctimas. (…)
17. Cuando los condicionamientos fácticos o síquicos de la conducta
permitan considerar el exceso en la justificante como representativo de
menor valor jurídico o social por explicarse el mismo en la culpa.
138
Parágrafo 3°. Modificado por el artículo 25 de la Ley 1121 de 2006.
En ningún caso el fiscal podrá hacer uso del principio de oportunidad
cuando se trate de hechos que puedan significar violaciones graves al
Derecho Internacional Humanitario, crímenes de lesa humanidad o
genocidio de acuerdo con lo dispuesto en el Estatuto de Roma, y delitos
de narcotráfico, terrorismo y financiación del terrorismo y administración
de recursos relacionados con actividades terroristas.”
El imputado también deberá cumplir con varias condiciones, entre ellas, residir en
un lugar determinado e informar al fiscal del conocimiento cualquier cambio del
mismo, participar en programas especiales de tratamiento con el fin de superar
problemas de dependencia a drogas o bebidas alcohólicas, prestar servicios a
favor de instituciones que se dediquen al trabajo social a favor de la comunidad,
no poseer o portar armas de fuego, no conducir vehículos automotores, naves o
aeronaves, la reparación integral a las víctimas, de conformidad con los
mecanismos establecidos en la ley, entre otras.
b. Efectos
139
La decisión que prescinda de la persecución extinguirá la acción penal respecto
del autor o partícipe en cuyo favor se decide, salvo que la causal que la
fundamente se base en la falta de interés del Estado en la persecución del hecho,
evento en el cual las consecuencias de la aplicación del principio se extenderán a
los demás autores o partícipes en la conducta punible, a menos que la ley exija la
reparación integral a las víctimas.
140
decidir sobre la pretensión de la víctima e incorporar su decisión en la sentencia
de responsabilidad penal.
141
5. OTROS MECANISMOS ALTERNATIVOS DE RESOLUCIÓN DE
CONFLICTOS
142
entre otras, los interesados puedan llegar en forma pacífica y
amistosa a solucionar determinadas diferencias, que igualmente
plantean la presencia de complejidades de orden jurídico.
Naturalmente, entiende la Corte que es competencia del legislador,
de acuerdo con los parámetros que determine la Carta Política, el fijar
las formas de composición de los conflictos judiciales, los cuales -no
sobra aclararlo- no siempre implican el ejercicio de la administración
de justicia.
143
246 y 247) y el Consejo Superior de la Judicatura (Artículos. 254 a
257). Como puede apreciarse, el artículo 116 faculta a otras
instituciones del Estado (Congreso, Tribunales Militares) o a otras
personas (autoridades administrativas, particulares) para administrar
justicia, sin que ellas hagan parte de la rama judicial. Respecto al
segundo argumento, se tiene que la Constitución misma permite a
ciertas autoridades, instituciones o personas administrar justicia, las
cuales no hacen parte del listado contenido en el 116 superior. Tal es
el caso, por ejemplo, de las autoridades indígenas o de los jueces de
paz. En igual forma, puede decirse que determinados particulares
pueden cumplir con esas funciones, en los términos que señala el
citado artículo 116 superior.
Así las cosas, dedicaremos éste capitulo analizar de manera general los “Otros
Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos” distintos a la conciliación
tales como: la negociación, la agencia oficiosa, la amigable composición, la
transacción, el desistimiento y el arbitraje, aclarando que se hará el análisis de
forma somera, sólo como complemento de éste estudio sobre la conciliación, que
a juicio nuestro, es el mecanismo principal en la resolución de conflictos.
144
5.1. El Proceso de Negociación.
145
Los mediadores son personas especialistas en la resolución de conflictos,
profesionales en hallar los puntos generales y concretos del problema y su causa;
facilitan a las partes exponer sus posiciones y discrepancias, diseñan planes de
acción a través de la elaboración de opciones de arreglo y sopesando ofertas;
facilitan el regateo, las posibilidades de un arreglo y sus condiciones, sin que sus
propuestas sean obligatorias. La negociación o mediación se realiza ante la
imposibilidad que tienen los interesados de interactuar, ayudando a exponer las
ofertas y demandas de los extremos del conflicto, de manera que, el tercero es su
asesor, impulsador, orientador en la determinación final.
De conformidad con el artículo 2304 del C.C., son cuatro los requisitos necesarios
para que se configure la agencia oficiosa: administración de negocios ajenos; falta
de mandato para la gestión; intención de obligarse para con el tercero a quien se
le administran los bienes, y una posibilidad de obligarlo en determinados casos.
El ordenamiento civil prevé que: “Las obligaciones del agente oficioso o gerente
son las mismas que las del mandatario” (Art. 2305), pero las unas como las otras
tienen diferentes fuentes pues las del mandatario provienen de una convención
entre las partes; las del agente oficioso, de un hecho de una sola de ellas, hecho
que constituye un cuasicontrato. Luego la actuación del agente debe tener una
intención concreta, como es la de negociar o gestionar para otro, y así se debe
presentar frente a cualquier persona. Además, si el gerente tiene las mismas
obligaciones del mandatario, “nunca va a desprenderse de allí que las
obligaciones del interesado sean las mismas que las del mandante, que no es la
hipótesis prevista en la norma, ni menos que el agente pueda exigir remuneración,
aunque el mandante este obligado a pagar al mandatario, puesto que lo previsto
expresa y especialmente para el gestor es lo contrario” (Sent., 11 marzo 1958,
LXXXVII, 422 C.S.J.).
146
El agente oficioso debe emplear en su gestión los cuidados de un padre de familia,
pero su responsabilidad dependerá de las circunstancias que hayan determinado
su gestión.
Tales previsiones tienen sentido por cuanto, de una parte, se trata de brindar
efectiva protección a los derechos fundamentales, lejos de los formalismos y las
exigencias de trámite, y puede darse el caso de alguien actualmente afectado o
amenazado que, por la situación en que se encuentra, no pueda acudir
directamente al juez, y por otro lado, el sistema jurídico no debe propiciar que se
tome o aproveche el nombre de otro, sin ninguna clase de advertencias, para
provocar decisiones judiciales con intereses reales distintos o contra la voluntad
del verdadero titular de los derechos que se invocan.
147
Es, por ello, una forma de lograr que opere el aparato judicial del
Estado, aún sin la actividad de quien tiene un interés directo. Se trata
de lograr la atención judicial del caso de quien actualmente no puede
hacerse oír. Es en su interés que se consagra la posibilidad de que el
Estado obre a partir de la solicitud del agente oficioso.
148
De lo anterior se aprecia que la agencia oficiosa tiene como objetivo realizar unas
gestiones con el fin de evitar situaciones de conflicto y éste debe ser el enfoque de
la actividad del agente. La relación de ésta figura con la conciliación radica en
que es un mecanismo alternativo para resolver conflictos.
149
“Artículo 131. Efectos. La decisión del amigable componedor producirá los
efectos legales relativos a la transacción.”
Por su parte la Ley 446 de 1998 amplia la finalidad de ésta figura pues el
“componedor” puede “precisar el estado, las partes y la forma de cumplimiento de
un negocio jurídico particular”, cerrándose la posibilidad de utilizar esta figura
frente a cualquier relación jurídico sustancial, siendo aplicable sólo frente a
negocios jurídicos de carácter particular.
150
Parece que la estructura dada por la ley a la amigable composición, le da el
carácter de informalidad, dejando al albedrío de los interesados, conseguir un
pacto, establecer condiciones, lineamientos y calidades de la decisión
componedora, además de los requisitos de garantía y seguridad que deba
orientar a la institución para acudir a ella y la confianza que se tenga en el
componedor.
También resulta oportuno resaltar que los amigables componedores, por principio,
no ejercen función estatal judicial; mientras que los árbitros sí, conforme lo
establece expresamente la Constitución Política, en su artículo 116.
151
5.4. La Transacción.
El Código Civil define la transacción como “…un contrato en que las partes
terminan extrajudicialmente un litigio pendiente o precaven un litigio eventual”,
señalando seguidamente que “No es transacción el acto que sólo consiste en la
renuncia de un derecho que no se disputa”. (Artículo 2469).
A partir de tal definición la jurisprudencia ha señalado que son tres los elementos o
presupuestos que caracterizan la transacción. Ellos son:
A su vez el Código de Procedimiento Civil prevé en el Art. 340 que: “En cualquier
estado del proceso podrán las partes transigir la litis. También podrán transigir las
diferencias que surjan con ocasión del cumplimiento de la sentencia…”,
estableciendo, que para que tenga efectos debe presentarse por escrito al igual
que la demanda, por quienes la hayan celebrado, ante el juez o tribunal que
conozca del proceso, precisando sus alcances y acompañando el documento que
la contenga.
152
incapaces, excepto que este precedida de licencia judicial. El representante legal
de la Nación no puede transigir sin autorización del representante administrativo
de ésta.
Sus diferencias radican en que la transacción se verifica por acuerdo directo entre
las partes, mientras que la conciliación requiere la intervención del funcionario; la
transacción presupone, como requisito esencial, la renuncia recíproca de
pretensiones o las concesiones mutuas de las partes, en tanto que la conciliación
puede presentarse por aceptación de una parte de lo que la otra reclama o en
virtud de la renuncia de esta a su pedimento; la transacción es esencialmente
voluntaria o espontánea puesto que las partes, por su propia iniciativa, la llevan a
cabo; en cambio, la conciliación es generalmente provocada por el funcionario en
la etapa destinada al efecto.
5.5. El Desistimiento
153
procesal, salvo que el demandante declare renunciar a ellas. Si el desistimiento
no se refiere a la totalidad de las pretensiones, o si sólo proviene de alguno de los
demandantes, el proceso continuará respecto de las pretensiones y personas no
comprendidas en él.
Debe ser incondicional, porque termina el proceso, que no podría quedar sujeto a
revivir en caso de que la condición se cumpliera; y sólo perjudica a quien lo hace
y a sus causahabientes como todo acto jurídico, más si es dispositivo.
154
2° Los curadores ad litem, con la misma salvedad.
3° Los apoderados que no tengan facultad expresa para ello.
4° Los representantes judiciales de la nación, los departamentos, las
intendencias, las comisarías y los municipios, a menos que hayan sido autorizados
como lo dispone el artículo 341.
5.6. El Arbitraje
Acorde con los señalado en el artículo 116 de la Carta Política, ésta es una de las
formas a través de las cuales los ciudadanos, de manera ocasional, son investidos
de la función de impartir justicia, pues se les confiere la atribución de resolver
controversias de de carácter jurídico, por voluntad de las personas involucradas en
el conflicto.
Históricamente debe indicarse que el proceso arbitral, que hacia parte del Código
de Procedimiento Civil, desapareció del citado Código a partir de la expedición del
Decreto 2279 de 1989, a partir del cual se le dio cierta autonomía normativa, sin
que signifique, tal como la afirma el profesor Hernán Fabio López Banco 64 que se
64
Comentarios al Decreto de Descongestión Judicial, Editorial ABC, Bogotá, 1992, Pág. 31
155
haya creado la jurisdicción arbitral. Este Decreto fue a su vez modificado por la
Ley 23 de 1991, creándose el arbitramento institucional.
El Decreto 2651 de 1991 que había sido expedido con una vigencia temporal de
42 meses, fue sucesivamente prorrogado, la última mediante la Ley 377 de 1997
que lo mantuvo vigente hasta el 10 de julio de 1998, fecha para la cual, a iniciativa
del gobierno, entre otros con el propósito de evitar la desaparición de importantes
mecanismos contenidos en el citado Decreto, el Congreso expidió la Ley 446 de
1998 del 7 de julio de 1998, a través de la cual se recoge gran parte de las
disposiciones consagradas en el Decreto 2651, entre ellas, con algunas
modificaciones, las relacionadas con el arbitramento que fueron adoptadas como
legislación permanente.
La Ley 446 de 1998 en su artículo 111 define y señala las diferentes modalidades
de arbitramento, modificando con ello el artículo 1 del Decreto 2279 de 1989, en
los siguientes términos:
“Artículo 1º. El arbitraje es un mecanismo por medio del cual las partes
involucradas en un conflicto de carácter transigible, defieren su solución
a un tribunal arbitral, el cual queda transitoriamente investido de la
156
facultad de administrar justicia, profiriendo una decisión denominada
laudo arbitral.”
c) Arbitraje técnico: ocurre cuando los árbitros pronuncian sus fallos en razón de
sus específicos conocimientos en una determinada ciencia, arte u oficio. Está
basado en los conocimientos técnicos profesionales especializados de los árbitros
que han sido nombrados.
A partir de tal definición pueden extraerse entre otras las siguientes características
del arbitraje:
b. Queda claramente establecido que los asuntos que pueden ser sometidos a
arbitramento, son aquellos que por su naturaleza son transigibles.
157
que profieran las entidades publicas contratantes en desarrollo de un contrato,
pues ese es un punto cuya competencia es exclusiva de la jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo.
“(...) Frente al claro texto del Art. 70 del Estatuto Contractual podría
sostenerse de manera lógica y racional que los actos administrativos
en los cuales la administración ejerce su potestad unilateral de
terminación o liquidación, ¿cómo en el presente caso, escapan a la
competencia de la justicia arbitral? En mi opinión no, porque ello sería
contrariar no sólo la letra y el espíritu que alienta la actual regulación
legal del arbitramento sino establecer una justicia capitis diminutia, lo
cual implica la división de la continencia de la causa, que traería a su
vez el grave riesgo de que frene a un mismo punto puedan existir
decisiones contradictorias, en detrimento de la seguridad jurídica”.
65
Sentencia del 8 de junio de 2000. Magistrado Ponente, Dr. Alier Eduardo Hernández. Exp. No.16973.
158
A este procedimiento se llega básicamente de tres formas: a) por establecerlo la
Ley; b) por existir una cláusula compromisoria pactada en un contrato; o c) por un
compromiso acordado posteriormente al surgimiento del conflicto.
“La realización de funciones jurisdiccionales por los árbitros requiere por exigencia
constitucional de la habilitación por las partes en conflicto para que puedan
proferir, en cada caso concreto, los fallos en derecho o en equidad en los términos
legalmente establecidos; lo que indica que para que sea procedente la utilización
de este mecanismo de administrar justicia por particulares investidos
transitoriamente de dicha facultad, se requiere indefectiblemente consentimiento o
la habilitación por parte de aquellos que han optado por someter sus conflictos a la
decisión arbitral”
66
Magistrado Ponente, Dr. Hernando Herrera Vergara
159
“El mandato de la Constitución Política, según el cual “son las partes” las únicas
que pueden investir transitoriamente y en cada caso específico a los particulares,
a fin de que sirvan de árbitros para que decidan en derecho o en equidad, en los
términos que determine la ley... a fin de que éste dirima el respectivo conflicto, en
desarrollo del ejercicio espontáneo de la autonomía de la voluntad y de la libertad
contractual, para que los particulares investidos transitoriamente de la función de
administrar justicia, en su calidad de árbitros “habilitados por las partes”, profieran
sus fallos en derecho o en equidad, en los términos señalados por la ley”.
160
mecanismos alternativos para la solución de conflictos, consagra que dicho centro
de arbitraje, debe contemplar en su reglamento lo siguiente:
c) Tarifas de honorarios tanto para los árbitros como para los secretarios,
debidamente aprobados por la autoridad competente, la cual es obligatoria en
tratándose de arbitraje institucional.
161
empresarial y la reestructuración de las entidades territoriales y la Ley 315 de
1998 que regula el arbitraje internacional de la Colombia.
“... la etapa prearbitral aunque sea conducida por los directores de los
centro de arbitraje, es objeto de estricta regulación por parte de la
ley, que como se ha visto proyecta en ella un conjunto de normas
imperativas que no pueden dejar de ser aplicadas por aquellos. Esta
fase inicial está compuesta por una serie de actos de carácter
procesal, a los que adicionan otros de naturaleza puramente material
u operativa, necesarios unos y otros para la conformación ulterior del
Tribunal.
(...)
67
Artículo 13 del Decreto 2651 de 1991: “La solicitud de convocatoria deberá reunir todos los requisitos
exigidos por la ley para la demanda y se dirigirá al centro de arbitraje indicado en el numeral 1º del artículo 15
de este decreto”.
162
Clara resulta la providencia anterior en cuanto reafirma la naturaleza jurisdiccional
de la etapa previa o trámite prearbitral, y con mayor razón la etapa arbitral
propiamente dicha, la cual finaliza como ya se advirtió, con una decisión arbitral
concretada a través del laudo arbitral, bien sea en derecho o en equidad,
equivalente a una providencia judicial, pues con el se resuelve un conflicto
suscitado entre las partes, quedando en manos de la jurisdicción ordinaria
únicamente lo atinente a su ejecución y su control, en este caso a través de los
recursos extraordinarios de revisión y anulación.
163
Por su parte el artículo 6 de la Ley 1285 de 2009, ratifica que los árbitros están
autorizados para ejercer la función jurisdiccional y establece una consideración
muy particular y es la libertad para que los particulares, en los casos en que no
sea parte el estado, acuerden las reglas de procedimiento a seguir, respetando, en
todo caso los principios Constitucionales que integran el debido proceso.
164
quienes conforman el tribunal de arbitramento; la conciliación constituye
parte de la función jurisdiccional, como una etapa del proceso (en especial
del proceso verbal), siendo el mismo juez el conciliador. Entonces la
conciliación no deroga la jurisdicción.
165
h) El arbitraje para su convocatoria y conformación requiere una serie de
formalidades y requisitos imprescindibles de cumplirse, so pena de ser
nulo; en la conciliación no requiere de formalismos especiales distintos a
una declaratoria del juez o petición de las partes
166
6. COMENTARIOS FRENTE A LA APLICACIÓN DE LA CONCILIACIÓN
Hoy, ocho años después de la aplicación de esta norma, la tendencia a utilizar los
MASC se ha incrementado sustancialmente. Específicamente respecto a la
Conciliación, para el año 2008 se utilizó la figura en más de sesenta y tres mil
casos, de los cuales cuarenta y seis mil correspondieron a materias civiles.
167
CONCILIACIONES AÑO 2007
Gráfica No. 1 Conciliaciones año 2007
168
CONFLICTOS REGISTRADOS EN EL SIC
Gráfica No. 2. Conflictos registrados ENERO - DICIEMBRE
en el SIC DE 2008 de 2008
enero – diciembre
63,409.00
13637
Cantidad de Casos
Administrativo Laboral Penal Comunitario Familiares Especiales Familia Civil y comercial
Fuente: Ministerio del Interior y de Justicia.
169
Gráfica No. 3. Trámites de conciliación civil y comercial a nivel nacional
consolidado años 2002 a 2006.
Lo cierto es que los ciudadanos acuden cada vez más a este mecanismo
alternativo de acceso a la justicia para resolver sus conflictos, y con toda razón,
porque representa un nivel de complejidad mucho menor, es más ágil,
comprensible y cercano al individuo. El creciente número de Centros de
Conciliación en el país, demuestra que la conciliación se ha convertido en un
mecanismo de uso generalizado y que por lo tanto requiere una atención mayor.
170
Ministerio del I nterior y de J usticia
República de Colombia
Dirección de Acceso a la J usticia
171
TIPO DE CONCILIACIONES REGISTRADAS EN EL SIC
ENERO - DICIEMBRE DE 2008
25000.00
20000.00
15000.00
10000.00
5000.00 Cantidad de Conciliaciones
0.00
O
tros
petnciFaltde a
olictudsRetiro
conilaó extra
Concilaó toal
Acuerdo
Concilaó parcil
oncilabeAsunto
om
Noacuerd
Inasitec
172
Una administración de justicia que no responde a los intereses de sus ciudadanos
no tiene razón de ser, por ello es fundamental hacer un análisis sobre su
reestructuración, la cual parte del mismo derecho procesal.
173
administrativos, donde el acuerdo logrado debe primero ser aprobado por los
jueces o magistrados de la jurisdicción.
174
6.2. La enseñanza del Derecho frente a los medios alternativos de resolución
de conflictos
En efecto, desde hace unos años, en distintos foros se viene afirmando por los
especialistas que para lograr niveles de excelencia en la justicia, se requiere
convocar esfuerzos en torno a una mejor formación en las facultades de derecho,
lo cual implica de un lado, un cambio sustancial en los modelos pedagógicos y de
175
otro, la creación de una nueva cultura orientada al manejo de la solución de
conflictos.
68
Sí... ¡de acuerdo! Cómo negociar sin ceder. Editorial Norma, 2ª Edición, 1993.
176
Así las cosas, más allá del análisis que debe hacerse sobre modelos pedagógicos
para la enseñanza del derecho, resulta necesario pensar en otros elementos que
contribuyan o conduzcan hacia una mejor formación profesional, como los
señalados precedentemente. El abogado de hoy, el que Colombia necesita y
reclama, es aquél que más allá de fundar su éxito profesional en vencer o salir
victorioso de un proceso o debate judicial, esté en capacidad de aportar
soluciones a los conflictos que a diario nacen dentro de las sociedades.
Para alcanzar el anterior nivel, las facultades de derecho deben entrenar a los
estudiantes para que estén en capacidad de prevenir los conflictos, pero
igualmente, que una vez presentados tengan las herramientas y el criterio para
lograr soluciones, bien de carácter judicial o extrajudicial.
69
Corporación Excelencia en la Justicia. Revista Justicia y Desarrollo, año III, No. 11, marzo de 2000, Bogotá,
Págs. 54 y 55.
177
en el que la comprensión de los principios que gobiernan las instituciones
jurídicas, el desarrollo de una sólida capacidad de análisis y
argumentación, la posesión de destrezas prácticas y la versatilidad y
capacidad de adaptación resultan indispensables. De alguna manera,
influenciados por la enseñanza de tipo tradicional los abogados han
perdido la capacidad de efectuar contribuciones significativas a la
sociedad, al carecer de los elementos recién señalados”.
70
Comentarios efectuados por el profesor Ramiro Bejarano Guzmán sobre la crisis de la conciliación en el
ámbito Jurídico. Publicado por Legis, año 2, número 7, enero de 2000.
178
Seguramente si las facultades de derecho implementaran parte de lo
anteriormente expuesto, los roles que desarrollan los abogados en el ámbito
profesional, se van a ver fortalecidos, particularmente el relacionado con su
capacidad para servir como mediador, conciliador o arbitro, generando un
verdadero aporte a las necesidades actuales de los individuos y a los mismos
requerimientos del Estado, en aras de construir una sociedad con mayor armonía,
paz y justicia social.
179
7. CONCLUSIONES
180
La estabilidad en la regulación fundamental de la conciliación en materia civil y su
exigencia como requisito de procedibilidad en varias acciones, ha permitido que su
ejercicio sea ampliamente extendido, de hecho el 73% de las conciliaciones que
se efectuaron en el año 2008, corresponden a conflictos civiles y comerciales.
181
conforme al cual la Fiscalía General de la Nación estaba obligada sin excepción a
adelantar el ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los hechos
que revistieran las características de un delito que llegaran a su conocimiento, en
todos los casos.”
182
8. BIBLIOGRAFÍA
183
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-672 de 1999. Magistrado Ponente: Dr.
Antonio Barrera Carbonell.
184
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-713 de Julio 15 de 2008. Magistrada
Ponente: Dra. Clara Inés Vargas Hernández
ISAZA Cadavid Germán. Derecho Laboral Aplicado, Tercera Edición, Ed. Grupo
Editorial Leyer. Bogotá, D.C. 1999.
185
JUNCO VARGAS, José Roberto. “La Conciliación”. Tercera Edición. Ed. Jurídica
Radar Ediciones. Bogotá, D.C. 2000.
PARRA QUIJANO, Jairo. Derecho Procesal Civil, Parte General, Tomo I, Editorial
186
Temis, Santafé de Bogotá, 1992.
Revista del Instituto Colombiano de Derecho Procesal. Volumen II, No.20, Santafé
de Bogotá, 1996.
187