Вы находитесь на странице: 1из 5

UNIDAD 3

RESOLVIENDO CONFLICTOS

Causas de los conflictos psicológicos de los adolescentes en la sociedad actual En


primer lugar, hay que señalar que la adolescencia ha sido una etapa de cambio y de conflicto
en todas las épocas
Por un lado, resulta difícil hacerse hombre, hacerse mujer. Debido
a los cambios que experimentan, les invade una gran inseguridad:
se comparan con los demás, temen no estar a la altura, no acertar
en sus decisiones, etc.,...

Por otro lado, se ven sometidos también a cambios psicológicos,


Causas de los conflictos de forma tan repentina que a menudo a sus padres les pilla
psicológicos de los desprevenidos y no saben cómo actuar.
adolescentes en la
sociedad actual

Sufren una crisis de originalidad, en su doble vertiente, individual – como afirmación


del yo – y social, con la rebelión juvenil.

También está la crisis de oposición, que consiste en una enorme necesidad de


autoafirmación, de autonomía, de ser independientes, especialmente de sus padres.

Otras fuentes de conflictos pueden ser la inestabilidad emocional propia de esta edad,
que hace que se magnifiquen pequeños roces de la vida cotidiana, la imaginación
desbordada, que en ocasiones distorsiona su percepción de la realidad y el narcisismo,
que les hace conceder a su imagen excesiva importancia, y puede originar complejos,
porque no aceptan su físico.

Además, es una etapa de menor rendimiento académico, lo cual puede provocar


problemas de autoestima y de procesos depresivos.
Por último, se evidencia también una profunda crisis espiritual, unida a la búsqueda de
valores auténticos.

En la actualidad, todos estos cambios descritos desembocan con más frecuencia en


conflictos psicológicos debido a las características de la sociedad en la que se mueven
los adolescentes.

Se trata de una sociedad individualista, marcadamente materialista, permisiva, en la que


prima la imagen y el poder económico.

Estos mensajes de los medios de comunicación inciden con fuerza en los más jóvenes,
potenciando en muchos casos su desorientación y su apatía.

En un ambiente en el que se cultiva el culto al cuerpo es comprensible que aumenten los


desequilibrios como la anorexia, la bulimia, u otras obsesiones relacionadas con el
aspecto físico.

Debido a la permisividad, no pocos adolescentes tienen problemas con el alcohol, las


drogas y las relaciones sexuales precoces, que generan cada vez más trastornos
psicológicos, a veces serios, en personas que están en un momento tan delicado de su
vida.

El materialismo y el relativismo reinantes a menudo les hacen olvidar una visión más
certera del hombre, que no es un ser material, sino también espiritual, y por tanto,
trascendente.

Personalmente, creo que otro factor que origina conflictos es la soledad. En nuestra
sociedad muchos adolescentes se sienten solos. Especialmente los que pertenecen a
familias desestructuradas, pero no sólo ellos. Los adultos estamos demasiado ocupados,
trabajando duramente para que no les falte de nada, tampoco lo superfluo, y no
reparamos en que sus mayores necesidades son afectivas, no materiales. Es necesario
escucharles, dedicarles tiempo, que se sientan comprendidos y queridos. Sólo en un
ambiente familiar de confianza y cariño encontrarán la seguridad que necesitan para
superar con éxito esta etapa y alcanzar la madurez.
Reacciones ante la frustración

Superación de la frustración laboral.

Para Cásares & Siliceo (1992, citado en Figueroa, 1999, p.442), "El equilibrio vital es
mantener un balance entre la vida personal, familiar, trabajo, (…), que resulte en una
auto imagen integral sana y equilibrada de lo: personal, familiar, social, físico, laboral y
espiritual".

Santos (1993, p. 3), dice que: "El desarrollo humano es el proceso de crecimiento
característico del hombre y aplicado al Octógono Vital."

Manejar la frustración desde el punto de vista del análisis transaccional es poner energía
en el "yo Adulto" para que se acepte la situación y mantener la posición OK.

Antes de poner energía en el "yo Adulto" es necesario que el estado del "yo Padre"
envíe una serie de mensajes que concienticen al "yo Niño" a aceptar la frustración, para
que el "yo Adulto" después maneje las circunstancias que estimularon la frustración.

La frustración, no como situación sino como vivencia, es desagradable pero no es en sí


misma patológica.

Un factor necesario para salir de vivencias desagradables poniendo la energía en el "yo


Adulto" es un mensaje "yo Padre – yo Niño" que permita contener la vivencia negativa
del "yo Niño", de manera que la angustia, la cólera o cualquier otra emoción ligada a la
experiencia no le desborde. El mensaje debe dejar claro que aunque el "yo Niño tenga
una emoción muy fuerte el "yo Padre" no va estar desbordado.

 Prevención de la frustración laboral.

En el ámbito laboral prevenir la frustración es crear las condiciones para que todos los
trabajadores desarrollen una autorrealización y que conciban logros e incentivos de a
cuerdo a sus capacidades.

La capacitación de cursos de liderazgo, cooliderazgo y verdaderos líderes es una manera


preventiva para canalizar las energías de toda la organización y convertirlas en
resultados o logros esperados.

Según Santos (2004, p. 126) "Un AGUIMA es un líder, un gestor, un transformador y


un protagonista que está comprometido con emprender y alcanzar resultados
dramáticos, para lo cual se apoya en su carácter, competencias e inteligencia".

Una medida preventiva de la frustración en el trabajo es la motivación constante en


todos los niveles, ya que ello involucra el aprovechamiento de energía positiva y crea un
clima agradable de satisfacción laboral.
Las frustraciones más grandes se forman cuando el ser se centra en lo que no pudo hacer
sin registrar lo que sí pudo hacer. Una forma de prevenir el sentimiento de fracaso ó
frustración es centrar la atención en los éxitos, "tratando de ser positivos en el presente
y optimistas de cara al futuro", Santos (2004).

 Tolerancia a la frustración.

Algunos psicólogos consideran que la tolerancia a la frustración es un factor primordial


en la adaptación del individuo.

Según Arévalo (1999), Manejar la frustración es poner la energía para aceptar el evento
interno manteniendo una posición valorizante de mi mismo y activa en relación con las
circunstancias del entorno.

La inconstancia muestra poca tolerancia a la frustración. Una persona poco perseverante


inicia todas sus actividades y avance en ocasiones, pero frente a situaciones que retan su
confianza, las abandona y busca actividades que no lo intimiden. Este tipo de personas
es muy vulnerable a la frustración, por ello una actitud importante para alcanzar alto
grado de tolerancia a la frustración es la constancia. Como individuo capaz de aprender,
la mejor forma de cosechar constancia es empezar a ser constante en pequeñas actitudes
que estimulen la sensación de trazarnos un logro y luchar por él.

Baja tolerancia a la frustración, ésta se vive como un sentimiento de "me falta algo" y
que en consecuencia de esta falta surgen emociones de cólera, de miedo o de tristeza,
con la diferencia de que la intensidad se produce al mínimo estímulo.

Cuando decimos que una persona tiene tolerancia a la frustración, internamente lo que
tiene es un mensaje paternal que permite continuar amando y trabajando (en términos
freudianos), frente a, o a pesar de la frustración.

Una persona que tiene un nivel alto de tolerancia a la frustración necesita una
frustración muy alta para que se enfade, se asuste o se ponga triste. Una persona con un
bajo nivel de tolerancia a la frustración se asusta, se enfada o se pone triste ante una
situación mínima o pequeña de insatisfacción.

TÉCNICAS PARA LA RESOLUCIÓN


DE CONFLICTOS
1. Todos ganan: transforme a sus adversarios potenciales en asociados que
cooperen en la solución de los problemas. ¿Cuáles son mis necesidades reales? ¿Cuáles
son las de la otra parte? ¿Deseo trabajar en favor de ambas partes?

2. Respuesta creativa: utilice actitudes positivas al abordar los conflictos.


¿Qué posibilidades puede abrir esta situación? En lugar de centrarme en «lo que debería
ser», ¿soy capaz de ver posibilidades en «lo que es» en realidad?

3. Empatía: identifique los puntos de vista ajenos e intente desarrollarlos


valorándolos. ¿Cómo me sentiría en el lugar de los otros? ¿Qué están intentando decir?
¿Les he escuchado realmente? ¿Saben que les estoy escuchando?

4. Firmeza, sólo la justa: exponga sus necesidades sin culpar o atacar. Inten-te ser
tolerante con las personas y severo con el problema. ¿Qué es lo que deseo cambiar? ¿De
qué modo puedo exponerles mi deseo sin atacarles ni culparles? ¿Consigo con mi
exposición explicar cuáles son mis sentimientos o, por el contrario, me limito a exponer
lo que considero que está bien o mal?

5. Poder de cooperación: defina las desigualdades de poder y analice sus efectos


sobre el proceso de tomar decisiones de forma conjunta. ¿Estoy haciendo un uso
inapropiado de mi poder? ¿Lo están haciendo ellos? En lugar de enfrentarnos
mutuamente: ¿es posible que cooperemos?

6. Controlar las emociones: exprese sus emociones de forma apropiada y ayude a


los otros a expresar las suyas. ¿Qué es lo que siento? ¿Les estoy culpando por mis
sentimientos? ¿Mejorará la situación si les digo cómo me siento? ¿Qué deseo que
cambie? ¿He conseguido eliminar de mi respuesta el deseo de castigar al otro? ¿Qué
puedo hacer para tener mis sentimientos bajo control? (por ejemplo, ex-ponerlos por
escrito, hablar con un amigo, desahogarse con la almohada).

7. Voluntad de resolver: analice las ventajas de la resolución para todos los


implicados. ¿Deseo realmente resolver el conflicto? ¿Está causado mi resentimiento por
algo que ha ocurrido en el pasado que todavía no he logrado superar? ¿O por algo que
no he reconocido como una necesidad? ¿O por algo que me desagrada en ellos porque
no lo aceptaría en mí mismo?

8. Esquema del conflicto: identifique todas las partes implicadas en el conflicto y


señale sus necesidades y preocupaciones. ¿En qué consiste el problema, el tema o el

Вам также может понравиться