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“Nada te direi da terra e da gente. Depois, aí, num livro: Um paraíso perdido,
onde procurarei vingar a Hiloe maravilhosa de todas as brutalidades das gentes adoidadas
que a maculam desde o século XVII. Que tarefa e que ideal!”
Cinthya Torres
Boston College
encuentro con la selva de Pará. Lejos de las impresiones grandiosas de Henry Walter Bates en El
naturalista del Amazonas, un terreno mas bien irregular y monótono componía la floresta
tropical. “Al final, aquello que prefiguraba grande era en verdad un diminutivo”, para luego
En una de las primeras crónicas oficiales sobre el río Amazonas, El descubrimiento del Río de
las Amazonas, Gaspar de Carvajal detalla las adversidades que el capitán Francisco de Orellana y
sus soldados enfrentan en busca de la tierra de la canela; un territorio del que todos habían
escuchado hablar, pero nadie había conseguido localizar hasta entonces. Un siglo después, y aún
las legendarias guerreras amazonas; así, registra su posición a dos grados y medio de la naciente
1
Versión revisada. Originalmente publicada en Euclides da Cunha, Un paraíso perdido. Ensayos amazónicos. Lima:
Editorial Pasacalle/Biblioteca Nacional de Brasil: 2016.
2
“No perpétuo desequilíbrio entre o que imaginamos e o que existe, verificamos, atônitos, que a idealização mais
afogueada apagam-no-la os novos quadros da existência. Mesmo no recesso das mais indutivas noções, não é fácil
saber, hoje, onde acaba o racionalismo e principia o misticismo – quando a própria matéria parece espiritualizar-se
no rádio, e o concreto desfecha no translúcido e no intáctil”. Euclides da Cunha, “Academia Brasileira de Letras
(Discurso de Recepção” mundo” en Um paraíso perdido, 3-5. La versión completa de este discurso se encuentra en
la edición de Contrastes e Confrontos, 228-253. A menos que se indique lo contrario, todas las traducciones son
mías.
2
del río Cunirís. No hacerlo hubiera puesto en duda la autenticidad de su relato. En Maravillosas
alteridad absoluta se atenúa en una diferencia familiar3. En la Amazonía, aún cuando noticias de
palacios recubiertos de oro y seres fantásticos no pueden ser consideradas exclusivas de la región
factores como el aislamiento geográfico, la novedad frente a un terreno nunca visto e ingentes
Veríssimo, y antes que ellos a Alexandre Rodrigues Ferreira—, sus textos procuran una
comprensión reflexiva del territorio desde sus propios espacios y agentes. Antes de él, la selva
había sido vista como un terreno de trazos imprecisos y sublimados que sirve, principalmente,
como trasfondo a ficciones épicas como El guaraní (1857) e Iracema (1865), de José de Alencar.
Formado en el encuentro de una tradición romántica con una mentalidad positivista, da Cunha no
puede dejar de reconocer la magnificencia de un espacio que deslumbra a la vez que sobrecoge al
desprevenido visitante, sin por eso descontar su valor como un capital que debe ser transformado
3
Un ejemplo concreto se encuentra en Diario de a bordo, de Cristóbal Colón donde se habla de la presencia de un
grupo de mujeres sin hombres de la isla de Matinino. Si bien Colón no identifica a estas mujeres directamente con
las Amazonas ni afirma haberlas visto, la referencia es lo suficientemente efectiva para poner en marcha una
maquinaria ideológica de monstruos y escenarios exóticos que se originan en Occidente y viajan a América para
volverse parte de su representación. Para más información ver Cristóbal Colón, Diario de a bordo, 228.
4
Candace Slater, “El Dorado and the Golden Legacy” en Entangled Edens: Visions of the Amazon, 29-53.
3
Sobre Euclides da Cunha se ha dicho que es un escritor que se adelanta a su época, pues
era del caucho, su obra es versátil y comprende artículos periodísticos, crónicas, ensayos, cartas
Perú versus Bolivia (1906) y Contrastes y confrontos (1907), su muerte prematura en 1909
historia (1909) reúne una selección de sus artículos escritos entre 1897 y 1908, los cuales
reserva natural del mundo, la obra de Euclides da Cunha constituye un valioso aporte para la
historia cartográfica y social de la región a comienzos del siglo XX. Un observador meticuloso,
sus ensayos procuran un entendimiento de la realidad nacional desde la tierra y los desafíos de su
integración como condición necesaria para promover la modernización del país, una vez que la
monarquía prescribe en 1889. En el caso de las zonas de Amazonas y Pará, sede de dos de los
tres mayores enclaves de caucho —Manaos y Belén—, forjar una historia de la presencia
discursiva para nacionalizar un espacio cuya soberanía era incierta a la vez que se pretende negar
I. Los comienzos
de 1866, poco más de un año después del comienzo de la Guerra de la Triple Alianza —un
4
prolongó por cinco años y causó incalculables pérdidas humanas y económicas a la república
guaraní—. Huérfano de madre a los tres años, su niñez transcurre bajo el cuidado de parientes y
estancia en Aquino publica su primer artículo “De viaje” y el poemario Ondas-primeras poesías
sensibilidad romántica inspirada en sus lecturas de Víctor Hugo y Jules Michelet. Tres años
después se transfiere a la escuela militar Praia Vermelha, un centro de educación superior del
Mas que una escuela politécnica, Praia Vermelha fue núcleo germinal de una nueva
contra el ministro de Guerra Tomás Coelho. El crítico literario Roberto Ventura recuenta el
revuelo que causó en la escuela la llegada del propagandista republicano Lopes Trovão a Río de
Janeiro en noviembre del mismo año 5 . Buscando prevenir que los cadetes tomaran parte de
decide prohibirles la salida durante el fin de semana, para lo cual programa, en su lugar, una
inspección de tropa. Para el día señalado los estudiantes acordaron quebrar sus bayonetas en un
gesto de rechazo contra la monarquía, siendo Euclides, quien entonces contaba con veintidós
5
Roberto Ventura, Euclides da Cunha. Esboço biográfico, 41-48.
5
años, el único que intenta romper su espada y, al no conseguirlo, la arroja a los pies del ministro.
En el contexto de agitación ocasionada por la llegada del líder revolucionario, Coelho minimiza
el gesto de da Cunha como un episodio nervioso y decide enviarlo a la enfermería, donde queda
detenido por un mes para luego ser dado de baja por incapacidad física. Aún cuando las
autoridades de la escuela intentan sofocar el incidente y evitar que fuera visto como un acto
sedicioso contra el gobierno, este rápidamente llega a los diarios locales, de modo tal que se
guerra con Paraguay, cuando el ejército toma conciencia de su importancia en la defensa del
como servidores públicos frente a la fuerza naval —favorecida por el rey debido a su rol en la
protección de las principales ciudades del litoral—, la milicia desarrolla una identidad propia que
no se corresponde con los valores promovidos por el régimen oficial. Separado de Praia
Vermelha, Euclides parte para São Paulo donde comienza a colaborar regularmente con A
Província de São Paulo, periódico de Julio de Mesquita, desde donde continua su prédica
revolucionaria, a la vez que establece una relación con la prensa, que se prolongaría durante el
Benjamín Constant, Cândido Rondon e incluso el Mariscal Deodoro da Fonseca, presidente del
primer teniente. En los siguientes dos años, denuncias de corrupción, divisiones políticas e
vicepresidente, contra el gobierno de Deodoro da Fonseca. Desencantado con el rumbo que toma
6
un ideal por el cual comprometiera su carrera militar, en 1895 solicita ser dado de baja del
ejército, para abocarse, a partir de entonces, a una carrera como ingeniero civil y corresponsal.
En Literatura como misión, Nicolau Sevcenko advierte el rol que la élite ilustrada se
cosmopolita adquirida en Europa, estos “mosqueteros intelectuales”, como los llama Sevcenko,
asumen como una responsabilidad propia revitalizar una sociedad fosilizada a la vez que
historia política del país, Euclides utiliza su obra como una plataforma desde la cual busca
informar, aunque también educar, a la sociedad local. De ahí que en la selección de temas
presentación de datos y redacción se aprecia una conciencia crítica y su servicio para un interés
general.
Cuando llegan a São Paulo las noticias de la revuelta en Canudos, Euclides publica
“Nuestra vendeia” en O Estado de São Paulo (14 de marzo de 1897), un artículo que presenta un
análisis geográfico-climatológico del noroeste de Bahía y sus pobladores, almas ingenuas y rudas
que habían sido seducidas por el líder carismático Antônio Conselheiro. Si bien Euclides nunca
había visitado la región y sus anotaciones sobre la topografía local se basan en conversaciones
con el geógrafo e historiador Teodoro Sampaio, esto resulta suficiente para que Julio de
teorías y una imagen formada del conflicto, Euclides llega a una ciudad semidestruida
6
Nicolau Sevcenko, “O Exercício Intelectual como Atitude Política: os escritores-cidadãos” en Literatura como
missão, 78-118.
7
convencido de que la revuelta de Conselheiro y sus seguidores era una conspiración política que
Un texto extenso y de prosa rebuscada, Los sertones: campaña de Canudos, fue un éxito
editorial que alcanzó tres ediciones en tres años, una cifra extraordinaria para la época, y que
rápidamente lo consagró como uno de los intelectuales más prestigiosos de su tiempo. Para
entre los ideales de progreso y unidad en la ciudad frente al atraso en el interior del país, sin por
ello cuestionar los principios y valores promovidos por la clase dirigente 7 . Las críticas a la
incompetencia del ejército para sofocar la rebelión, así como el abuso de poder bien podían
es posible advertir una mirada etnocéntrica que reafirma prejuicios raciales y sociales contra los
mestizos y pobladores del interior de Bahía, su obra prima también da cuenta de una realidad
geográfica y cultural desconocida hasta entonces y cuya existencia pone al descubierto las
deficiencias de un proyecto nacional que pierde valor fuera de los límites de la ciudad letrada.
En un ensayo sobre las contribuciones más importantes a una narrativa de la selva, “Los
la obra de da Cunha sobre “todo cuanto se ha pensado y escrito sobre aquella región
descubre un espacio que hasta entonces “otros aún no habían conseguido ver”, con lo cual sienta
7
Thomas Skidmore, Black Into White, 109.
8
Péricles Morães, Os intérpretes da Amazônia, 16.
8
las bases para una nueva tradición estética de la selva presente en el naturalismo regionalista de
Como curtido ingeniero de caminos, corresponsal de guerra y celebrado escritor, da Cunha busca
una posición en el Ministerio de Relaciones Exteriores que finalmente le genere una renta
como ingeniero e intelectual10. Y las circunstancias no podrían haber sido más propicias. Cuando
en 1903 Brasil oficializa la compra de Acre a Bolivia con el Tratado de Petrópolis, Perú protesta
el acuerdo afirmando que Bolivia había cedido territorios que no le correspondían y que
enfrentamientos entre ambos países que concluyen en 1904, con la declaración de un modus
Estado de São Paulo entre el 14 y 29 de mayo de 1904 —“Conflito inevitable” (14 de mayo),
“Contrastes y confrontos” (21 de mayo), “Contra los caucheros” (22 de mayo), “Entre el Madeira
y Javarí” (29 de mayo)—, donde, valiéndose de datos geográficos, históricos y mapas del
9
“Gênio fundamentalmente dedutivo, ele pretendeu com a sua visão de águia, extrair alguns princípios claros e
evidente, e de algumas fórmulas obscuras e dificilmente demostráveis, conhecimento de todos os fenômenos
amazônicos, vendo na Amazônia o que outros ainda não tinham conseguido ver”. Péricles Morães, Ibidem., 19-20.
10
Una preocupación frecuente en Euclides, así como varios de sus coetáneos que no pertenecían a familias
enriquecidas por el café, era la de proveerse de un ingreso económico regular que le permitiera continuar con su
trabajo intelectual y científico. En varias cartas a su padre así como amigos como Veríssimo o Gastão Cruls,
Euclides expresa su preocupación por problemas de dinero. Al respecto, Sergio Miceli comenta que a fines del siglo
XIX la esfera cultural en Brasil era tan limitada que la mayoría de los intelectuales dependía de posiciones en el
gobierno para generar una renta así como avanzar en sus carreras. “Não havendo, na República Velha, posições
intelectuais autônomas em relação ao poder político, o recrutamento, as trajetórias possíveis, os mecanismos de
consagração, bem como as demais condições necessárias à produção intelectual sob suas diferentes modalidades,
vão depender quase que por completo das instituições e dos grupos que exercem o trabalho de dominação”. Sergio
Miceli, Intelectuais à brasileira, 17.
11
Una versión bastante detallada desde la perspectiva peruana sobre el conflicto y el modus vivendis se encuentra
disponible en Arbitraje internacional entre el Perú y Brasil (1907).
9
archivo nacional, construye una historia de la Amazonía y de sus ocupantes con el objetivo de
De este modo y con el fin de alentar sentimientos nacionalistas y formar una opinión
sobre el conflicto entre sus lectores, “Conflicto inevitable” describe al Perú como un rival débil
en el que las repetidas guerras civiles, así como la miscegenación descontrolada han sumido al
país en una profunda crisis social en la que la Amazonía surge como la única solución viable.
“La salvación está en vencer y cruzar la cordillera”, advierte Euclides, “después, habiendo
descendido las laderas orientales de la primera cadena de los Andes, cruzada la montaña, esa
segunda cordillera —la tierra exuberante y desmedida, anunciando en sus grandes matas la
misma hylae amazónica—”. Aún más importante, las incursiones peruanas en territorio
brasileño, lejos de ser correrías ocasionales representan un primer paso hacia una amenaza
mayor: la búsqueda de una salida al Atlántico a través de la selva. Entre la aridez del litoral
(ver también “Brasileños”). Desde otra perspectiva, en “Entre el Madeira y Javarí” comienza
Amazónica para afirmar que la zona en disputa nunca estuvo deshabitada o bajo soberanía
incierta, como afirmaba el Perú. Desde tiempos coloniales los bandeirantes habían sido los
primeros en penetrar la campiña con el objetivo de ampliar la frontera nacional; una tarea titánica
que es continuada a lo largo de los siglos 12 . Más temprano o tarde, concluye, la Amazonía
12
Bandeirante se refiere al explorador de descendencia portuguesa, aunque también indígena, que en grupos
armados y bajo una bandera se adentraban en terrenos sin explorar buscando oro y piedras preciosas. También eran
conocidos por su violencia para capturar esclavos fugitivos, así como captar indígenas para mano de obra.
Considerado por algunos como inescrupulosos comerciantes y por otros los primeros desbravadores de la frontera
10
Lima, el 6 de agosto de 1904 José Maria da Silva Paranhos, el Barón de Rio Branco, ministro de
Perú, en una expedición que tiene como propósito determinar la naciente del río Purús y sentar
los límites fronterizos entre Perú y Brasil. Reconocido como una figura de extrema popularidad,
cuya gestión consolidó las fronteras modernas de Brasil, Rio Branco advierte tempranamente el
valor de Euclides como prosista y resalta su talento para mediar en la opinión pública. Perú
versus Bolivia, por ejemplo, es un texto polémico escrito por sugerencia de Rio Branco, que tiene
como objetivo presentar una imagen favorable de Bolivia a nivel internacional13. Publicado en
1907, primero en entregas en el Jornal do Commercio y luego en una edición integral, da Cunha
probar la soberanía del Perú en Acre, la verdad sobre el conflicto debía buscarse en el desarrollo
histórico de la región. Entonces, y mientras Bolivia es descrita como una sociedad que se
desplaza de un sosegado colonialismo a una activa vida republicana, en Perú la anarquía había
En una carta a su padre, Manuel da Cunha, con fecha del 8 de agosto de 1904, Euclides
importancia del viaje: “Aún no sé qué cargo. De cualquier modo, debo aceptar. Ganaré en
cualquier situación —como brasilero que va a prestar un servicio a su tierra, como ingeniero que
no puede tener trabajo más digno, y como escritor que no tendrá mejor asunto para escribir—”14.
Consciente de su rol como testigo y agente oficial de un proceso histórico que iría a definir las
nacional, el bandeirante es una figura compleja y contradictoria que encarna el origen mestizo y audaz de un Brasil
colonial.
13
Para más información ver Hélio Scarabôtolo, Euclides da Cunha e o Itamaraty, 18
14
Carta de Euclides da Cunha a su padre, Guarujá, 8 de agosto de 1904. En Walnice Nogueira Galvão,
Correspondência de Euclides da Cunha (ativa), 219.
11
fronteras modernas de Brasil, sus textos construyen una imagen de la Amazonía como un terreno
“caótico” y sin historia —de ahí el nombre del libro—que es aprovechado en su incorporación a
colega Alberto Rangel, mientras dispone los preparativos para la expedición. Resulta interesante
notar que, salvo breves referencias en la carta a su padre, Euclides no hace mayor mención al
cosmopolitismo de Belén y Manaos, ciudades modernas que habían florecido con la riqueza del
caucho; más bien se dedica a estudiar la región y a reconciliarse con el “singularísimo” clima de
la Amazonía. Luego de una impaciente espera de tres meses, el 5 de abril de 1905 parten las
En “Tierra sin historia: impresiones generales”, uno de sus ensayos más citados, Euclides
emplea la metáfora de un lujoso salón de baile a medio hacer para ilustrar la idea de la selva
como un mundo precario y aún en proceso de composición al que el hombre llega de improviso
masa bruta que atenta contra el hombre e incluso contra ella misma15. De este modo, y mientras
los ríos son generalmente vistos como agentes renovadores que contribuyen al desarrollo de
transforma en una fuerza ciega que reduce a escombros cualquier esfuerzo civilizador.
Asentamientos y caminos ganados al monte a lo largo de meses de trabajo tenaz son borrados en
minutos después de una inundación. Así, y en vez de servir al hombre y contribuir a su progreso,
15
“Destarte a natureza é portentosa, mas incompleta. É uma construção estupenda a que falta toda a decoração
interior. Compreende-se bem isto: a Amazônia é talvez a terra mais nova do mundo, consoante as conhecidas
induções de Wallace e Frederico Hartt. [...] Tem tudo e falta-lhe tudo, porque lhe falta esse encadeamento de
fenômenos desdobrados num ritmo vigoroso, de onde ressaltam, nítidas, as verdades da arte e da ciência –e que é
como que a grande lógica inconsciente das cousas”. Da Cunha, Um paraíso perdido, 26.
12
lamenta Euclides, los ríos se alejan de este, al desafiar la idea de patria en la frontera. “En
aquellos lugares, el brasilero salta: es extranjero —y está pisando tierras brasileñas—” (ver “Ríos
en abandono”). Y sin embargo, en “Un clima calumniado” este mismo terreno excesivo y
demoledor se convierte en un agente purgador que en una suerte de “selección telúrica” derrota a
los débiles y recompensa a los que consiguen triunfar sobre el desierto: “Y es por cierto un clima
admirable el que prepara tierras nuevas para los fuertes, para los perseverantes y para los
buenos”. Pues bien, ¿qué naturaleza es la que se describe en Um paraíso perdido? ¿Qué
naturalistas y exploradores como Von Humboldt, Walter Bates, Von Martius, Agassiz,
Chandless, Tavares Bastos y Soares Pinto, entre otros, Euclides llega a Manaos equipado con
mapas, informes de expediciones anteriores y una imagen idealizada que se contradice con la
Desencantado primero y deslumbrado después con un terreno que excede cualquier intento de
contemporánea del Génesis”, que recuerda a un espacio remoto y tiempo anterior que se
encuentra al margen de la historia 16. Apartada del hombre y su desarrollo, y similar a la pampa
en Argentina y a los Andes en el Perú, la Amazonía opera como una especie de frontera natural e
invisible de la civilización, espacio sin demarcar y utilizar que debe ser incorporado a la nación.
Esta idea se aprecia con más claridad en una entrevista de 1905 dada al Jornal do Commercio, en
16
Decepcionado con una vegetación que no se compara con la imagen de sus lecturas, Euclides visita a Emilio
Goeldi y Jacques Huber en el Museo de Historia Natural de Pará, quienes lo guían en su redescubrimiento de la
selva. Lo que en principio le pareciera una superficie “desnuda y monótona” disimulaba una vegetación poderosa y
versátil. “A própria superfície lisa e barrenta era mui outra. Porque o que se me abria às vistas desatadas, naquele
excesso de céus por cima de um excesso de céus por cima de um excesso de águas, lembrava (ainda incompleta e
escrevendo-se maravilhosamente) uma página inédita e contemporânea do Gênesis. Compreendi o ingênuo anelo de
Cristóvão da Cunha: o grande rio devera nascer no Paraíso...”. Da Cunha, Um paraíso perdido, 4
13
la cual Euclides recuenta la expedición al Purús como una jornada hacia el desierto: “Íbamos
para lo misterioso. No puede negarse que hasta aquel entonces existía, entre nosotros y las
nacientes del Purús, una gran cortina que las escondía [las nacientes]. Además, en el caserío de
Curanja, donde fuimos bien acogidos, abundaban, aunque desalentadores, reportes de los lugares
que iríamos a atravesar”17. Si en 1541 Gaspar de Carvajal describe su viaje al Amazonas como
un “tan nuevo y nunca visto descubrimiento”, cuatro siglos después el efecto de asombro frente a
lo desconocido y ajeno se repite. De ahí que Euclides se mantenga firme en su rol de descubridor
neologismos que, por momentos, vuelven la lectura tediosa18. Y, sin embargo, es precisamente
la naturaleza torturada, aunque redentora de la tierra —ya sea la campiña nordestina que modela
técnicas”, de una monografía que Huber le presta, encuentra las palabras exactas para describir
17
“Íamos para o misterioso. Não pode negar-se que até àquela data existia entre nós e as nascentes do Purús,
descido, um desmesurado telão, nô-las escondendo. Ademais, no “casério” de Curanja, onde fomos bem acolhidos,
avultavam, mas desanimadores os informes relativos aos ligares que íamos atravessar”. “Trecho de uma entrevista
de Euclides da Cunha, publicada no “Jornal do Comércio” de 29 de outubro de 1905, que é rara e talvez mesmo
inteiramente desconhecida” en Leandro Tocantins, Euclides da Cunha e o paraíso perdido. Op.cit., 131-137.
18
Ver Francisco Foot Hardman, “Uma prosa perdida: Euclides e a literatura da selva infinita” en A vingança da
Hileia: Euclides da Cunha e a literatura moderna, 37- 51.
19
Alfredo Bossi, História concisa da literatura brasileira, 330-333.
14
con elocuencia y precisión la esencia vibrante y compleja del territorio 20. Conviene notar aquí
que aún cuando Euclides en una primera lectura revalida la imagen sublimada de la selva, es a
partir de la contemplación demorada de la tierra y su efecto sobre el hombre que desarrolla una
nueva estética de lo natural que rápidamente se cimienta como referencia para futuras
generaciones.
Pues bien, al interés literario se yuxtapone uno más práctico que ve en la tierra un recurso
que debe ser transformado, ya sea la extracción de recursos naturales o en su reunión con la
largo de la ribera han limitado inevitablemente la capacidad operacional de las comunidades, con
lo cual han entorpecido el desarrollo económico de la región en general. El hombre, “en vez de
(“Transacreana”). Frente a la dificultad para recorrer la región, así como transportar mercancías,
adelante advierte que una jornada de Cruzeiro do Sul a Acre demoraba en promedio un mes; este
mismo trayecto podría completarse en dos días con una línea de ferrocarril. Pues bien, no hay
que dejar de advertir que al interés económico se le agrega uno político, considerando el contexto
en que estos ensayos son escritos. Canudos fue una rebelión civil que surgió a causa del
cartográfico preciso, así como la escasa presencia efectiva del gobierno generan un contexto que
20
“O que eu, filho da terra e perdidamente enamorado dela, não conseguiria demasiando-me no escolher vocábulos,
fizera-o ele [Jacques Huber] usando um idioma estranho gravado do áspero do dizeres técnicos. Avaliei então
quanto é difícil uma coisa trivialíssima, nestes tempos, em que os livros estão atulhando a terra, escrever...”. En da
Cunha, Um paraíso perdido, 5.
15
refiere que, al agotarse los árboles en Pará, Acre emerge como una tierra promisoria con
cauchales vírgenes cuyos dividendos eran estimados por muchos comerciantes como iguales o
mayores o los del estado de Amazonas 21. Si durante los primeros años de la era del caucho
propiedad sin reclamar se vuelve más frecuente, lo cual origina conflictos como el del Acre
William Chandless afirmara en 1866 haber encontrado la naciente del río Purús y no uno de sus
afluentes como luego se comprobó, a comienzos del siglo XX aún existían dudas sobre su origen
en las cabeceras de los ríos Ucayali y Madre de Dios 23. La misión demarcadora de Euclides
reconocimiento geográfico, de otro lado implica una toma de posesión efectiva de un terreno
hasta entonces ocupado por tribus locales y ocasionales incursiones de caucheros peruanos.
Euclides muere el 15 de agosto de 1909 en el barrio carioca Piedade, a manos del amante
de su esposa Ana, el cadete Dilermando Candido de Assis. El parte policial de la época indica
que este irrumpió en la casa de Assis y su hermano Dinorá con un revólver anunciando “vine
para matar o morir”; en la confrontación recibió cuatro tiros que le ocasionaron una hemorragia
21
Barbara Weinstein, The Amazon Rubber Boom, 1850-1920, 205.
22
Para más información ver Leandro Tocantis, Formação histórica do Acre.
23
Para más información sobre el desarrollo de la industria cauchera en Perú ver Guido Pennano, La economía del
caucho.
16
fallece a los cuarenta y tres años, dejando una obra inconclusa que, a pesar de ser relativamente
pasión telúrica presente desde sus textos de adolescencia, Gilberto Freyre lo identifica como un
“indigenista, ingeniero, y ecologista”, que más que describir, revela el paisaje y nacionalidad
desde su singularidad geográfica y cultural 25 . De ahí tal vez su insistencia en que sean los
mismos brasileños los que exploren y escriban sobre el territorio y no los naturalistas europeos 26.
Un mes después de su muerte, la librería Lello & Irmãos de Porto publicó Al margen de
la historia, texto que comienza a escribir después de su viaje al Purús y que organiza en cuatro
secciones, en las cuales trata sobre temas como geografía y economía de la selva, la situación de
relación entre ciencia y literatura (“Estrellas indescifrables”). Varios críticos han observado que
es posible que estos ensayos fueran apuntes preliminares de un proyecto mayor, similar al de Los
sertones. Al ser el sujeto y la nación los asuntos gravitantes, tres temas me parecen constitutivos
en los ensayos de esta edición ya que acercan al lector a su proyecto intelectual: la selva como
territorial.
24
Roberto Ventura, Euclides da Cunha. Esboço biográfico. Op.cit., 269. Susanna Hetch también ha escrito una de
las biografías más completas sobre Euclides en su vida personal y pública. Susanna B. Hetch, The Scramble for the
Amazon and the “Lost Paradise” of Euclides da Cunha.
25
“A verdade é que é livro complexo: notável como literatura e notável como ciência: ciência ecológica e ciência
antropológica e até sociológica. Mas sobretudo obra de literatura. Obra de revelação. Revelação, acentue-se bem; e
não simples descrição. Só o escritor com alguma coisa de poético no seu modo de ser escritor é capaz de revelar de
uma paisagem ou de uma época, de uma sociedade ou de uma personalidade complexa, os seus característicos
profundos e os seus traços decisivos”. Gilberto Freyre, Perfil de Euclides e outros perfis, 17-69.
26
En una carta a José Veríssimo donde comparte su alegría al saber de su designación como miembro de la
comisión demarcadora, Euclides expresa su deseo de “revelar los prodigios de la tierra” y continuar el trabajo de
naturalistas e historiadores como Alexandre Ferreira y Tavares Bastos: “Além disto, se as nações estrangeiras
mandam cientistas ao Brasil, que absurdo haverá no encarregar-se de idêntico objetivo um brasileiro? Isto justifica
as minhas mais fundadas esperanças”. Euclides da Cunha, Um paraíso perdido, 217.
17
Euclides anota que este se trata de un libro bárbaro en un sentido clásico, es decir, extraño.
Desde sus líneas nerviosas y rebeldes, Rangel consigue hacer algo sencillo y, sin embargo,
notable: escribir sobre la tierra tal como es, vale decir, contradictoria, pródiga y misteriosa.
alemán, o incluso en portugués”, ajenos a los cuadros ricos y propios de la realidad local que
ejercicio anómalo de creatividad y con una estructura mental distinta, de poeta e ingeniero,
Alberto Rangel invierte los moldes tradicionales y, desde una nueva mirada y lenguaje, descubre
la esencia “fantástica y paradójica” de la tierra. “El Infierno Verde, comenzando por el título,
debía ser lo que es: sorprendente, original, extravagante; hecho para causar extrañeza, el rechazo
y antagonismo instintivo de la crítica común, una crítica sin esquirlas, sin aristas ásperas, esto es,
lisa y alisada de osadía” 28 . Si bien es cierto que Rangel reconocer tener a da Cunha como
referencia e inspiración para la composición de sus escenarios, un rasgo que ha sido calificado
por sus detractores como imitación, en Infierno Verde el hombre y su lucha obstinada contra la
historia, la tierra es marco y protagonista absoluto de la trama. “Tierra sin historia”, por ejemplo,
insiste en la naturaleza antediluviana y abandono de un terreno sin gente ni pasado, con lo cual se
27
“De qualquer modo, é tempo de nos emanciparmos [...] Mas nenhum mestre, além das nossas fronteiras, nos
alentará a impressão artística, ou poderá sequer interpretá-la. A frase impecável de Renan, que esculpiu a face
convulsiva do gnóstico, não nos desenharia o caucheiro; a concisão lapidária de Herculano depereceria,
inexpressiva, na desordem majestosa do Amazonas”. Da Cunha, Um paraíso perdido, 207.
28
“O Inferno Verde, a começar pelo título, devia ser o que é: surpreendente, original, extravagante; feito para
despertar a estranheza, o desquerer e o antagonismo instintivo da crítica corrente, da crítica sem rebarbas, sem
aristas rijas, lisa e acepilhada de ousadias, a traduzir, no conceito vulgar da arte, os efeitos superiores da cultura
humana”. Da Cunha, Ibidem., 202.
29
En su artículo de 1935, Péricles Moraes critica los escenarios tropicales de Rangel, afirmando que en su esfuerzo
por imitar a Euclides su estilo se aprecia “rígido, inquieto, castigado, donde se encuentran, no es raro, los relevos
violentos y las descargas nerviosas del estilo de Euclides”. Al respecto, Francisco Foot Hartmann ha observado que
es hora de reconocer la originalidad de Rangel y de su rol como uno de los fundadores de un corpus amazónico
contemporáneo. Para mayor información ver Foot Hardman, Vingança da Hileia, 66.
18
niega la presencia de tribus indígenas y derechos territoriales, así como una cultura anterior a la
contenida en los moldes de la civilización. Lejos de ser una limitación, su preferencia por el
territorio y sus tipologías pueden interpretarse como parte de un proyecto político y social que
busca llamar la atención sobre el valor de las tierras del interior y las fronteras, así como del rol
ocupantes, el mestizo se erige como su máximo vasallo a la vez que protector. Influenciado por
un determinismo climático, Euclides mira con recelo al mestizo y lo considera una raza débil y
presenciar la lucha dispar entre los pobladores de Canudos y el ejército reconoce su tenacidad
segunda parte de Los sertones, que “el sertanejo es antes que nada un fuerte”. De acuerdo con el
modernización del país sino también en el paulatino blanqueamiento de una población altamente
mestiza30. Esta misma enfrentada admiración se aprecia en sus textos amazónicos, en los que
30
El tema del mestizo y su rol en la composición del carácter nacional es uno fascinante y ciertamente no exento de
contradicciones. En el caso de Euclides, sus prejuicios aprendidos de teorías raciales eurocéntricas son confrontados
a la imagen de un sujeto que a pesar de su medio precario y desamparo estatal, encuentra en la misma adversidad la
fuerza para sobrevivir. Sin embargo, Euclides es claro en establecer diferencias entre los mestizos de acuerdo al
grupo y clima. Así, el sertanejo, mezcla de portugués con indio, de la campiña es biológica y socialmente superior al
mulato, mezcla de negro y portugués, de la costa atlántica. Estos últimos estaban condenados a desaparecer con el
indio. Para mayor información ver Thomas Skidmore, “Racial Ideas and Social Policy in Brazil, 1870-1940” in The
19
explora el obstinado sacrificio del mestizo nordestino o sertanejo, que huye de la pobreza y
la siringa, “el mismo día en que decide partir de Ceará, comienza la deuda del siringuero”, anota
en “Tierra sin historia”, comenzando por el pasaje que lo llevará a Pará hasta la compra de
víveres, ropas y utensilios para extraer látex. Sin saberlo, y esperanzando en ahorrar algún dinero
para volver a su tierra y familia, el siringuero pronto descubre la despótica rutina de la selva y
avaricia del patrón: “Es la imagen monstruosa y expresiva de la sociedad torturada que habita
aquellos parajes. El arrojado cearense llega ahí en una agitada ansiedad de fortuna; y después de
un breve periodo de aprendizaje en que pasa de bravo a manso, según el argot de las caucherías
[…] pasará ahí la vida entera, yendo y viniendo, transitando en el monstruoso círculo vicioso de
la faena fatigante y estéril” 31. Mientras el caucho (Castilloa ulei) es un tipo de goma de menor
calidad y bajo rendimiento que maximiza su rentabilidad en el menor plazo al ser cortado, la
siringa (Hevea brasiliensis) se extrae haciendo incisiones sobre el tronco que son recogidas en
lado y estacionaria del otro, determina un sistema económico y social específico en la región.
irreversiblemente perdido bajo una deuda de “tres, cuatro, cinco, diez contos, a veces”, que no
Idea of Race in Latin America, 1870-1940, 7-36. También, Lilia Moritz Schwarcz en O espetáculo das raças:
cientistas, instituições e questão racial no Brasil.
31
“É a imagem monstruosa e expressiva da sociedade torturada que moureja naquelas paragens. O cearense
aventuroso ali chega numa desapoderada ansiedade de fortuna; e depois de uma breve aprendizagem em que passa
de brabo a manso, consoante a gíria dos seringais (o que significa o passar das miragens que o estonteavam para a
apatia de um vencido ante a realidade inexorável) —ergue a cabana de paxiúba à ourela mal destocada de um
igarapé pitoresco [...] onde o seringueiro opulento estadeia o parasitismo farto, pressente que nunca mais se livrará
da estrada que o enlaça, e que ele vai pisar durante a vida inteira, indo e vindo, a girar estonteadamente no
monstruoso círculo vicioso da sua faina fatigante e estéril”. Da Cunha, Um paraíso perdido, 214-215.
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pagará nunca. Pocos son lo que consiguen partir con saldo, declara el narrador de A Selva (1930),
de Ferreira de Castro, uno de los textos más representativos de la literatura de la era del caucho32.
muñeco de paja que representa al traidor Judas. Toscamente cosido con retazos inservibles de
ropa y un pedazo de paño por cara, con inusual cuidado dibujan con trozos de carbón los últimos
detalles del rostro antes de colocar a la “demoniaca figura” en una balsa río abajo. A medida que
la embarcación avanza, el ruido ensordecedor de las balas de los sertanejos contra la balsa
acompaña las palmas y vivas que salen de las barracas. En uno de sus textos más poéticos y a la
vez reveladores sobre la vida en los campamentos caucheros, Euclides observa que en un acto de
Débil frente al patrón que lo explota, el siringuero es, no obstante, el más eficiente y leal
sucesiva remesa de batallones a la frontera del Purús y Jurua, sino más bien en la presencia del
32
“A luta de cearenses e maranhenses na floresta amazônica é uma epopeia assombrosa de que não ajuíza quem, no
resto do mundo, se deixa conduzir, velos e comodamente, num automóvel como rodas de borracha—da borracha
que esses homens tiram à selva misteriosa e implacável...” José Maria Ferreira de Castro, A Selva, 81.
33
“E o monstro, lento e lento, num transfigurar-se insensível, vai-se tornando em homem. Pelo menos a ilusão é
empolgante... [...] É um doloroso triunfo. O sertanejo esculpiu o maldito à sua imagem. Vinga-se de si mesmo:
pune-se, afinal, da ambição maldita que o levou àquela terra”. Da Cunha, Um paraíso perdido, 79.
21
mestizo, quien desde décadas se encuentra civilizando y resguardando el territorio. “Ellos forman
el verdadero ejército moderno”, explica en “Contra los caucheros”, minúsculos titanes cuya
capacidad para adaptarse y natural fortaleza los convierten en oponentes formidables contra la
“bravura aparatosa y ferocidad quechua” del cauchero —un personaje que lo fascina a la vez que
En este cuadro racial y social de la Amazonía la figura del indígena se encuentra ausente.
Símbolo de la génesis nacional para los románticos, para Euclides el indígena es un sujeto
condenado a desaparecer. A la representación del recio y orgulloso Peri de Alencar, otrora héroe
malaria en “Los caucheros”. Y sin embargo, es posible que esta visión pesimista del indio, así
como su limitada presencia en sus ensayos, se deba más bien a sus propios prejuicios raciales. A
fines del siglo XIX el tema de la raza no era solo una preocupación intelectual de figuras como
Nina Rodrigues, Monteiro Lobato, y el mismo Euclides, sino también una realidad que se
encuentran gran acogida en Brasil, aún a pesar de ser ideas ya desprestigiadas en circuitos
internacionales. Al respecto, Renato Ortiz y Sergio Miceli coinciden en observar que lejos de
inferioridad biológica, y, por ende, cultural, la clase dirigente utiliza estas narrativas racistas para
validar barreras raciales existentes así como reafirmar sus propios prejuicios sociales contra otros
22
grupos34. Por ejemplo, una vez abolida la esclavitud surge el problema de otorgar ciudadanía a
un sector hasta entonces considerado poco más que propiedad. Al promoverse discursos que
asignan y legitiman valores diferenciales entre las razas, la élite encuentra entonces una manera
será hasta 1930 que el negro e indígena comienzan a ser vistos como parte integral de esa
abstracto y ajeno como era la Amazonía en ese entonces, en un terreno inteligible en el que la
nación desplazada se reúna y homogenice bajo un poder e identidad común. Cuando en 1889 el
presidente boliviano Manuel Pando decide crear el centro aduanero Puerto Alonso e imponer un
impuesto del 30% sobre las exportaciones de caucho con el propósito de retomar el control de
Acre, ya era muy tarde. Al verse afectados en sus intereses comerciales, los siringueros y
comerciantes locales se rebelan contra el gobierno y apoyan la insurrección civil de Luis Gálvez,
que declara la Primera República del Acre. A este acto separatista le sigue el levantamiento de
Rodrigo de Carvalho en 1900 y el de Plácido de Castro en 1903. Si bien es cierto que todas estas
retomar Puerto Alonso, Pando cede Acre en concesión a la Bolivian Syndicate, un conglomerado
de inversionistas extranjeros con sede oficial en Nueva York. Una vez enterado, Río Branco
protesta y busca el apoyo de la región para rescindir esta asociación. Para él, la presencia de
34
Renato Ortiz, Cultura brasileira e identidade nacional.
23
monopolio comercial de Brasil, sino también una eventual contingencia contra la soberanía del
Euclides emprende una tarea similar desde sus ensayos. Consciente de estar creando un saber
Sudamericana”, incluido en Contrastes y confrontos (1907), como Perú versus Bolivia (1907),
uno de sus textos menos discutidos y, sin embargo, revelador en términos de su comprensión
fue una tarea improvisada sino el resultado de un esfuerzo sostenido que se remonta a tiempos
coloniales y se mantiene en la audacia y brío de los siringueros brasileños. Perú, de otro lado, es
visto como una nación débil que, obstinado en desconocer los acuerdos existentes (Tratado de
las otras repúblicas. Ahora, si en sus primeros textos su posición es prudente y conciliadora aun a
pesar de un apasionado tono nacionalista, sus textos después de su visita al Purús sugieren una
actitud imperialista con la que justifica que aún cuando la actitud de Brasil es pacífica y de
transitorios” de una república debilitada, esto es la defensa de Perú sobre sus derechos en el
35
Resulta curioso observar que este mismo recelo era compartido por Perú y Bolivia que se ven sorprendidas frente
a la excepcional maquinaria diplomática de Brasil. Nombrado Ministro de Relaciones Exteriores en 1902 durante el
gobierno de Rodrigues Alves (1902-1906) y hasta su muerte en 1912, Rio Branco fue una figura de extrema
popularidad, casi un héroe nacional, sobre cuya administración se firmaron tratados limítrofes con Argentina (1895),
Francia (1900), Ecuador (1904), Holanda y la Guyana (1906), Colombia (1907), así como Perú y Uruguay (1909).
Para mayor información ver Bandeira, Luiz Alberto. “O Barão de Rothschild e a questão do Acre”. Revista
Brasileira de Política Internacional, 150-169.
24
Purús. “Aceptamos tranquilamente la batalla que nos amenaza, y que no podemos temer. No será
caucho, su presencia en la Amazonía era visible y de algún modo rivalizaba con la hegemonía de
Brasil37. Gustavo Pons Muzzo destaca que Perú y Brasil eran los únicos países “verdaderamente
del siglo XIX cuando Perú y Brasil firman el Tratado Fluvial de 1851, la apertura de los ríos al
fines de siglo, tenían control virtual de la región38. Pues bien, una vez que Brasil resuelve el
conflicto con Bolivia con la compra de Acre por la suma de dos millones de libras esterlinas, el
siguiente paso era probar la inviabilidad de la defensa peruana que sostenía que en el arbitraje de
virreinato sobre acuerdos posteriores. Para Brasil no solo esos límites prescriben al emanciparse
las repúblicas del dominio español, sino que, según el principio internacional utis possidetis, los
territorios pertenecían a quien los ocupara 39. Aún cuando Euclides interpreta eventos en formas
36
Para un estudio más completo sobre Euclides y su visión imperialista de la selva ver mi artículo “Contested
Frontiers: Territory and Power in Euclides da Cunha’s Amazonian Texts” en A Literary Amazonia, editado por
Javier Uriarte.
37
Para más información ver Jorge Basadre, “Algunos aspectos de la evolución económica y social de 1895 a 1899”
en Historia de la República del Perú, Tomo X, 314.
38
En “El uso de la selva”, Charles Walker observa que si bien desde comienzos del siglo XIX el gobierno promueve
la exploración y ocupación de la frontera amazónica, estos esfuerzos fueron parciales e infructuosos en tanto
respondían mas bien a “intereses políticos del momento” y no una agenda oficial. Décadas después, la avasalladora
presencia brasileña en la región obliga al gobierno peruano a reconsiderar sus objetivos en la selva con el propósito
de defender su soberanía nacional. Ver Charles Walker, “El uso de la selva”, 71. También, María Belén Soria
Casaverde, Colonización amazónica 1884-1900.
39
“Assombrosa e rara antilogia: o Peru discute, reclama, exige; discute profusamente, reclama insistentemente,
exige, quase ameaçadoramente, um território acerca do qual o seu grande geógrafo, o único de seus geógrafos capaz
de continuar a tradição vagas, esmaecidas, a diluírem-se em conjecturas, por intermédio...dos brasileiros do século
XVIII”. Euclides da Cunha, Peru versus Bolívia, 123.
25
que sirven a su defensa sobre la legítima adquisición de Acre, lo cierto es que Perú no tenía un
conocimiento suficiente ni actualizado de sus fronteras amazónicas con Bolivia y que se remonta
En su historia sobre las fronteras de Perú, Porras Barrenechea califica el tratado de 1851
con Brasil como un desastre diplomático en el que el país cedió soberanía territorial debido a su
falta de conocimiento cartográfico sobre sus posesiones en el Yavarí así como una medida
precipitada por acceder a la navegación de los ríos con propósitos comerciales 40 . Si bien la
exploración de la frontera amazónica comienza con la Conquista, no es hasta el siglo XIX con la
era del caucho que Perú y Brasil reconocen su potencial y vislumbran su posesión como una
Euclides fallece en 1909, tres años antes del fin de la era dorada del caucho con la
genocidio en el Putumayo con Casement. Aún cuando no hubiera podido predecir tales
preparando el terreno para un estudio más completo sobre el inestimable valor de la Amazonía y
los peligros de su destrucción. La literatura sobre la selva publicada en las décadas posteriores
Bibliografía consultada
Acuña, Cristóbal de (2009). Nuevo descubrimiento del gran río de las Amazonas. Madrid:
Iberoamericana.
40
Ver Raúl Porras Barrenechea y Alberto Wagner Reyna, Historia de los límites del Perú, 118.
26
Bandeira, Luiz Alberto (2000). O Barão de Rothschild e a questão do Acre. Revista Brasileira de
Política Internacional, 2(43).
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