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La democracia y la representación política en el Perú

Introducción
En este ensayo argumentaremos que la democracia es un orden social que garantiza ciertas
libertades que, al menos en teoría, toda persona valora, pues, le brindan la posibilidad de
desarrollarse plenamente. Asimismo, sostendremos que, además de lo anterior, la democracia es
una herramienta colectiva, ya que les permite a las sociedades de elegir sus representantes, tomar
decisiones que conciernen a toda la comunidad, considerando la opinión de los ciudadanos, ya
sea directa o indirectamente, lo cual no debe ser soslayado de manera alguna.

Los partidos políticos son agrupaciones de ciudadanos que se reúnen con La finalidad de
llegar al poder y gobernar el Estado, pero ¿Cuándo surgieron? ¿Cómo se desarrollaron? Para
Jorge Basadre, la historia de los partidos políticos en el Perú comienza a partir del 1822, con la
Sociedad Patriótica, fundada por el general San Martín. En ese entender La sociedad Patriótica
sería el punto de partida. Aparecen para esta época los primeros pensadores de la Independencia
(los llamados ideólogos) y se discute si el Perú debe ser República o Monarquía. Los partidos
políticos propiamente dichos no se hallan aún estructurados. Posteriormente en los primeros años
de nuestra vida republicana el Perú estuvo gobernado por los militares, quienes gobernaron el
país alternando los pocos procesos electorales ya que muchos tomaron el poder por la fuerza.
Pero recién en 1871 se inicia formalmente la historia de los partidos políticos, porque nace el
Partido Civil fundado por Manuel Pardo. También debemos mencionar que los partidos
políticos son necesarios para el fortalecimiento de la democracia, pero sin embargo en estos
últimos años han perdido mucha credibilidad debido principalmente a la corrupción generalizada
en el aparato gubernamental, sumado a esto es que ningún partido que llega al poder es capaz de
dar solución a los problemas que aquejan a la población como el desempleo, la pobreza, la
delincuencia, la inseguridad ciudadana, la educación, salud, etc. y tampoco cumplen con las
promesas ofrecidas. La confianza en ellos solo podría ser garantizada en la medida en que estos
al llegar al poder aseguren cambios reales en la vida de los ciudadanos. En una sociedad
plural en donde vivimos ahora, donde las condiciones socio-económicas están marcadas por la
desigualdad y pobreza, por el bajo nivel de Estado de derecho (régimen democrático) e
institucionalidad, crear partidos bien organizados es una tarea bien difícil y que tomará su
tiempo. Es cierto que la crisis de justicia y representación de los partidos políticos está asociada
al pobre desempeño que éstos han tenido, desde el control del Estado, en la conducción de los
destinos nacionales, pero también es cierto que para que una democracia funcione debe haber
partidos políticos vigorosos bien consolidados con principio democráticos que respeten y
protejan los derechos constitucionales y la de los ciudadanos.

Una preocupación constante, que sobresale en los foros de discusión, es que los partidos
políticos no representan a la población de una nación y que no hacen nada por facilitar y lograr
una mayor participación e inclusión de los grupos sub representados (los grupos indígenas,
minorías étnicas, mujeres y jóvenes) en la vida política. Pues, no es únicamente cuestión de
atraer a los ciudadanos a participar, en las elecciones, partidos, sindicatos sino se trata de
incluirles en el sistema político a toda la población sin discriminación alguna.
En ese sentido, es importante redefinir el papel y reivindicar el valor de los partidos para la
democracia. Para ello, es pertinente preguntarse: ¿qué debe hacerse para superar la desconfianza
y la crisis de legitimidad de los partidos políticos?, ¿cómo pueden los partidos renovarse y
reconquistar el apoyo de los ciudadanos?

Algunas nociones básicas:


Partido
Para Giovanni Sartori, un partido “es cualquier grupo político que se presenta a elecciones y
que pueda colocar a sus candidatos a cargos públicos”. (Sartori, 2005)

Según Nicolás Lynch, un partido “es una organización cuyo propósito fundamental, por razones
fundamentales y/o programáticas es conseguir el poder político y que en función de este objetivo
busca agregar y compatibilizar intereses sociales, movilizar a la población, seleccionar a
candidatos a puestos públicos e influir en distintos momentos y de diferente manera en la
situación política”. (Lynch, 2000)

En suma, un partido político es una organización política, formada por personas de similar
tendencia ideológica, cuyo objetivo es obtener el poder del Estado e imponer su programa
político.
Democracia
Con respecto a la democracia, se le define como un régimen político, es decir, una forma de
gobierno y un tipo de relación entre el Estado y la sociedad.
La democracia es una forma de entender el mundo y una forma de vida, una manera de percibirse
a sí mismo y a los otros. La democracia es una cultura, es decir, una manera de comportamiento
cotidiano que nos aproxima a la comprensión del otro, aún en sus errores.
El sociólogo francés, Alain Touraine dice sobre la democracia: “lo que alimenta la conciencia
democrática es hoy más que ayer, el reconocimiento de la diversidad de los intereses, las
opiniones y las conductas; y por consiguiente la voluntad de crear mayor diversidad posible en
una sociedad que también debe alcanzar un nivel cada vez más alto de integración intensa y de
competitividad internacional...” (TOURAINE, 1994)
La democracia se definió en primer lugar como expresión de la soberanía popular. La
democracia se define no por la separación de poderes sino por la naturaleza de los vínculos entre
la sociedad civil, la sociedad política y el Estado. Si la influencia se ejerce de arriba hacia abajo
la democracia está ausente, en tanto que llamamos democrática a la sociedad en que los actores
sociales ordenan a sus representantes que a su vez controlen el Estado. Porque la
democratización consta de dos dimensiones por lo menos: el debate público y el derecho a la
participación ciudadana.

Ciudadanía
Según O’Donnell, “históricamente, la ciudadanía se desplegó junto con el capitalismo, el Estado
moderno y el derecho racional-formal y la definición de ciudadano ‘corresponde exactamente al
sujeto jurídico capaz de contraer libremente obligaciones’. El ciudadano es, en este marco, “el
que tiene derecho a cumplir los actos que resultan en la constitución del poder de las
instituciones estatales, en la elección de los gobernantes que pueden movilizar los recursos de
aquellas y reclamar obediencia, y en la pretensión de recurrir procedimientos jurídicamente
preestablecidos para ampararse de intromisiones que considera arbitrarias. (O’Donnell,
2007)
En este sentido, la noción de ciudadanía incluye a partir del siglo XVIII un conjunto de derechos
civiles, a los que se suman progresivamente los derechos políticos en el siglo XIX y los derechos
sociales a partir del siglo XX, asumiendo las siguientes características:
Los derechos civiles, compuesto por los derechos esenciales para la libertad individual, como la
libertad de expresión, de pensamiento y la libertad religiosa, el derecho a la propiedad privada y
el derecho a la justicia.
Los derechos políticos, como derechos colectivos vinculados a la ciudadanía civil y se refieren
al derecho de participar en el ejercicio del poder político, como votar, ser representado o
participar directamente del sistema.
Los derechos sociales, más extensos y flexibles que los anteriores, se definen dentro de un rango
que incluye desde el derecho al bienestar y la seguridad económica, hasta el derecho de
compartir dentro de la comunidad la herencia social y vivir de acuerdo a criterios estandarizados
aceptables para cada sociedad.

Como ven a los partidos políticos la ciudadanía en la actualidad.

Se suele señalar que las democracias no pueden funcionar sin buenos sistemas de partidos
políticos, y que los que teníamos, aun no siendo buenos, están en muchos sitios en
descomposición. Es decir, se reconoce que no habrá sostenibilidad democrática sin buenos
partidos, pero que las democracias seguirán deteriorándose con los partidos que tenemos. El
fracaso de éstos conlleva inevitablemente a la enemistad popular por la democracia y al vano
intento por construir ciudadanía.

Sin duda alguna, los países de América Latina evidencian una marcada inestabilidad del sistema
de partidos. Las distintas encuestas nacionales que se realizan en los diferentes países muestran
la baja estima que los ciudadanos de la región tienen respecto a los partidos políticos y a la
democracia.
Pues, el Perú nunca se caracterizó por tener una tradición democrática con gobiernos basados en
partidos políticos, sino más bien por regímenes autoritarios y militares, donde sólo una minoría
selecta gozaba de los privilegios, de los derechos ciudadanos, a diferencia de una gran mayoría
marginada y excluida del sistema político.

Aquellos partidos políticos que surgieron en el siglo XX, como el APRA, el Partido Socialista
Peruano (después, convertido en Partido Comunista Peruano), Acción Popular, el Partido
Demócrata Cristiano (posteriormente conocido como Partido Popular Cristiano), carecieron de
una visión nacional integradora y de la capacidad para proteger los intereses de la mayoría.

Los partidos políticos tradicionales, a lo largo de su historia, no han sido capaces de producir
desarrollo y bienestar en sus sociedades, lo que significa no sólo la reducción de la pobreza y de
la inequidad social, sino la creación de un ambiente propicio para cultivar toda la potencialidad
humana, en un marco de respeto y garantía al ejercicio de las libertades públicas. Si bien este se
constituye en uno de los criterios principales para juzgar el desempeño de los partidos. Pese a
ello, se percibe una brecha entre las agendas partidistas, centradas en la lucha por el poder, y las
agendas de desarrollo, que requieren acciones de largo plazo. Los partidos invierten
excesivamente en el proceso de ganar las elecciones, pero no en prepararse para gobernar bien.
No sólo hay inconsistencia programática, sino un separación entre los temas sociales y los temas
políticos.

Conclusión
Los partidos políticos son necesarios para el fortalecimiento de la democracia, pero sin embargo
en estos últimos años han perdido mucha credibilidad debido principalmente a la corrupción
generalizada en el aparato gubernamental, sumado a esto es que ningún partido que llega al
poder es capaz de dar solución a los problemas que aquejan a la población como el desempleo, la
pobreza, la delincuencia, la inseguridad ciudadana, la educación, salud, etc. y tampoco cumplen
con las promesas ofrecidas. La confianza en ellos solo podría ser garantizada en la medida en
que estos al llegar al poder aseguren cambios reales en la vida de los ciudadanos.
No cabe duda que vivimos en una república sin ciudadanos. En un país donde más del 50% son
pobres no se puede hablar de ciudadanos. La pobreza como limitación de capacidades y
libertades debilita la democracia. Más aún los que debieran representar a los distintos sectores
sociales no representan a nadie. La multiplicación de partidos no hace más que reflejar lo
dividido que está nuestro país.
Los partidos o agrupaciones políticas para ganar su credibilidad que perdieron con la ciudadanía
una solución sería crear o formar partidos político sólidos con ideologías democráticos
incluyentes a toda la sociedad en favor del bien común de toda la población, con patriotismo,
ético con principios que no vaya más allá que rompa la frágil democracia que vivimos hoy en
día.

Bibliografía
1. Lynch, N. (2000). Política y antipolitica en el peru . Lima - Peru : DESCO, Centro de
Estudios y Promoción del Desarrollo León de la Fuente 110, Lima 17,.
2. O’Donnell, G. (2007). Hacia un Estado de y para la democracia. Lima Peru: Mirza
Editores e Impresores S.A.C.
3. Sartori, G. (2005). partidos y sistemas de partidos (segunda edicion ampliada ed.). (F. S.
Fontela, Trad.) Madrid: Alianza editorial, S.A Madrid 2005, Calle Juan Ignacio luca de
tena, Madrid.
4. TOURAINE, A. (1994). Que es la Democracia. (H. Pons, Trad.) Mexico: Fondo de
Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F.

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