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Tehilim Kivrei Tzadikim

Unidad 1
Emunah y Bitajon - Jazon Ish
Estudiamos diariamente las enseñanzas sobre Fe y Confianza en Hashem, basados en el libro
"Emunah y Bitajon" del Jazon Ish

Este grupo de estudio fue donado para éxito y parnasa tova de Tania bat Vivian

Capítulo 1 “La fe”


En el primer capítulo el Jazon Ish analiza parte por parte lo maravillosa que es la creación,
como ningún detalle está de sobra, desde las partes del cuerpo humano, cómo los ojos, oídos,
brazos y piernas, la energía vital, los alimentos que mantienen vivo y sano al hombre, el
aparato digestivo y sus funciones particulares, los pulmones, la capacidad de comunicación, la
capacidad de razonamiento, la capacidad de reproducción, el desarrollo del feto, la lactancia
materna y el instinto de succión en el recién nacido, la capacidad del cuerpo humano para
curarse de las enfermedades que le atacan y de hierbas y alimentos con propiedades curativas,
además de poner en el hombre la curiosidad y la necesidad de investigar para descubrir estas
propiedades.
También destaca que Hashem creó animales de los cuales el hombre se diferencia por su
intelecto y su capacidad parlante. Los animales le sirven al hombre para ayudarle en su trabajo
o proveerle alimento. Existen animales de los cuales el hombre no puede beneficiarse como las
fieras salvajes, los reptiles y alimañas, sin embargo también ofrecen servicios al hombre, en
ocasiones para aprender una lección sobre su comportamiento y otras veces el hombre es
castigado por medio de ellos.
También analiza lo que es el hábito y como se contrapone al sentimiento de asombro, este
sentimiento hace que el hombre se admire al encontrarse con especies como frecuentes o seres
humanos imperfectos físicamente. Señala que el asombro tiene raíces en la imaginación y no en
la razón.
Con respecto a la imaginación, se trata de una de las capacidades excelsas de la mente; es
superficial, no analítica y su característica es manipular al hombre e impedirle que piense
contra ella. Por otro lado tenemos al intelecto, su opositor y el hombre sabe que la imaginación
no es fiable, sin embargo en ocasiones ella triunfa.
Debido a la natural inclinación del hombre por lo nuevo y la notoriedad, se han acumulado
mentiras en los libros de historia, ya que el hombre no rechaza la mentira en forma innata, por
el contrario muchos se sienten atraídos por ella.
Inmediatamente después de que el hombre descubre la realidad de la existencia del Creador, se
apodera de él un júbilo infinito con el cual su alma se embelesa y la imaginación se alía con el
intelecto para disfrutar del deleite divino, ante el cual todos los placeres mundanos
desaparecen.
Capítulo 2 “La confianza”
El concepto de Bitajon, que en español traducimos como confianza, es una de las
virtudes fundamentales de un hombre piadoso, sin embargo existe un antiguo error
al entenderlo como la obligación de creer que ante cualquier situación de
incertidumbre, donde hay dos escenarios futuros posibles, uno bueno y otro no
tanto, que ocurrirá lo bueno y si sus dudas lo llevan a pensar lo contrario entonces le
falta bitajon. Sin embargo esta definición es errónea ya que en ausencia de profecía
es imposible saber qué es lo que ocurrirá sea bueno o no tan bueno.
El verdadero concepto de Bitajon involucra la fe absoluta de que no existe
casualidad en el mundo, sino que todo lo que ocurre bajo el sol es designio del
Eterno, Bendito Sea. Y ya que la fe es una virtud y por lo tanto no tiene forma física,
es posible diferenciarla por niveles, tal como aquellos que tienen una fe limitada, son
llamados creyentes, ya que no reniegan de la existencia de Di.os, pero su fe es débil
y solo es notoria frente a las transgresiones más trascendentes de las cuales la
mayoría se cuida.
Cuando un hombre se enfrenta a una situación donde existe riesgo, es normal que
sienta miedo, sin embargo su obstinación no le permite ver que está situación no es
casualidad y está dirigida por el Creador, quien no tiene obstáculos para ayudarnos
y cambiar la fuente misma de nuestras opresiones. Es decir, la obstinación no le
permite aceptar con resignación esas situaciones y entregarse completamente a la
realidad de que absolutamente todo se origina en el Eterno. Incluso si previera un
final fatídico, el hombre con Bitajon lo acepta, ya que sabe que de ocurrir es
absolutamente justo.
Incluso al buscar solución a sus problemas, el hombre común, naturalmente buscará
ayuda en las personas que considere más aptas según su problema, en cambio el
hombre de fe reflexiona sobre sus actos, aumenta sus plegarias y dará tzedaka para
anular malos decretos.
En conclusión podemos decir que Emunah y Bitajon son una misma cosa solo que la
Emunah es la percepción general de la creación, en tanto que Bitajon es la
percepción que posee el hombre de fe, de sí mismo. Emunah es el precepto y Bitajon
es la acción.
Solo podemos comprobar que realmente tenemos Bitajon en Hashem cuando nos
enfrentamos a una situación difícil, si actuamos como un hombre de fe o como
nombre común.
Al enfrentar una situación que exija Bitajon esto debería estimularnos, ayudarnos a
mantener la calma y el equilibrio. Si en cambio, ante el riesgo, recurrimos a
vanidades y falsas ilusiones, incluso a medios detestables para mantenernos a
salvo, quiere decir que el Bitajon solo estaba en nuestra boca y no en nuestro
corazón.
Esta última situación es la más grave, la falsa Bitajon, un estado aún peor que la
ausencia de la misma, ya que quien no tiene esta virtud podría eventualmente
desarrollarla, sin embargo el que falsamente cree que tiene Bitajon, se encuentra
comprometido con esta forma de vivir, incluso la inculca en otros y llega a cometer
Jilul Hashem, al comportarse de manera vil.
La fe es una obligación íntima del hombre, en ocasiones nos exige evitar ciertas
acciones y en otras los obliga a Hashem algunos esfuerzos, es por esto que
debemos analizar cada una de nuestras acciones antes de realizarlas, para
comprobar si responden a la virtud de Bitajon.
Afirmaron nuestros sabios sobre el esfuerzo realizado por Yosef HaTzadik, al
solicitarle al ministro de bebidas que lo recuerde, que esto fue considerado un
desaire a su confianza en Di.os y por esto le fueron sumados dos años más de
cárcel. Sin embargo Yosef sabía que su salvación dependía exclusivamente del
Creador, pero como el hombre posee la obligación de actuar y no depositar sus
expectativas exclusivamente en un milagro, Yosef decidió aprovechar la oportunidad
y pedir al ministro de bebidas que interceda por él. El error fue recurrir a una persona
soberbia en cuya naturaleza no se preocupa por nadie más ni busca el beneficio de
otros, recurrir a este tipo de personas es señal de desesperanza y un hombre con
Bitajon no tiene obligación de recurrir a alguien así.
Capítulo 3 “Ética y Halaja”
En el judaísmo las obligaciones morales muchas veces nacen de la halaja, al ser esta
última una manifestación de la voluntad divina, optamos por seguir su esquema del
bien y del mal, antes que dejarnos llevar por nuestras inclinaciones naturales. Es por
esto que cuando una persona se siente víctima de alguien debe revisar muy bien la
halaja para asegurarse de que realmente es válido su reclamó y cualquier acción
defensiva no podría convertirse a su vez en un ataque, convirtiéndolo en victimario.
La mala inclinación se impone con mayor fuerza en el hombre cuando el pecado no
es evidente.
La fe por sí sola no es suficiente para limitar al hombre ante el pecado es por esto
que necesita someterse a los dictados de la ley a través de dos herramientas: la
costumbre (el hábito) y el estudio.
Nuestros sabios descubrieron que el estudio posee dos formas de influirnos la
primera es mostrarnos la forma correcta de hacer las cosas y la segunda es a través
del ámbito espiritual purificando nuestras intenciones, dándonos el sentimiento de
pureza y santidad, acercándonos a la Torá con un amor profundo y una entrega
incondicional hacia la observancia de los preceptos que se estudian.
Queda claro con el ejemplo que entrega Rabbi Israel Salanter en una de sus epístolas
"Aunque en relación a prohibiciones como Terefa (carne prohibida), carne y leche,
etc. al crearse un hábito es más fácil para el hombre apartarse de estas
prohibiciones e incluso olvida su inclinación natural hacia ellas, sin embargo todo lo
relacionado con el trato entre personas se transgrede fácilmente, por ejemplo la
prohibición de robar que es más grave que la prohibición de comer carne prohibida
ya que incluso el día de Yom Kippur no la disculpa por si mismo y todo aquello que
según la Torá no le pertenece (independiente de los acuerdos sociales), se define
como robo, aún así dado que no se trata de algo que se observa permanentemente el
alma no puede adquirir amor por esta ley y no la reverencia.
En la obra Yad Shaul (cap. 245) se describe una situación donde llegan a la ciudad
profesores de Torá provenientes de otras ciudades y los profesores locales trataron
de expulsarlos incluso con la fuerza policial, considerando que los nuevos maestros
atentaban contra el sustento de los trabajadores locales, si bien la halaja establece
que en este tipo de casos es más valiosa la competitividad que despierta la llegada
de los profesores extranjeros, haciendo que todos se esfuercen por destacar en sus
enseñanzas y por lo tanto no pueden expulsar a los profesores extranjeros, pero
ellos alegaban sostenerse en la opinión del Ramá que dice que esa halaja solo se
aplica a los profesores de niños y no a los de Mishna y Talmud. Sin embargo el autor
de esta obra afirma que dicho sabio jamás hizo esa afirmación y basándose en esto
reprendió fuertemente a los profesores locales, quienes actuaron supuestamente
defendiendose según la halaja, pero en realidad y por ignorancia estaban
cometiendo una injusticia y apartándose de la congregación de Israel.
Una de las dificultades que existen para que aceptemos el dictamen de la ley es que
en su última definición la ley no es producto de una lógica básica o de postulados
elementales, sino del análisis exhaustivo de un juez, un rabino calificado en las leyes
de la Torá. Y no existen suficientes obras legales para demostrar de forma
incuestionable la veracidad de un dictamen, el obstinado siempre encontrará la
forma de apartarse de la halaja. Sólo aquellos que se entregan en cuerpo y alma a
comprender la verdad esencial, la encontrarán, no sin invertir en dicha búsqueda una
gran constancia y un exhaustivo análisis.
Es en este punto donde el mal instinto nos desvían de la objetividad y nos hacen
rechazar tanto al juez como al dictamen, acusándolo de tomar decisiones
incoherentes, de falta de comprensión o experiencia según mi propia perspectiva.
Fundamentalmente el Satán se entromete con personas de alta estatura espiritual,
con temor al cielo, que se sienten superiores al mismo juez, debido a su historial
personal, su crecimiento y sus numerosas obras de bien, así como las pruebas que
han superado. Sin embargo, independiente de su historia y conocimientos, si una
persona no se involucró con la halaja, no posee parte en la sabiduría. En palabras de
Rabi Natan (Abot 29) " Aquel que posee conocimientos de Agadá (relatos
talmudicos), pero carece de instrucción en Halaja, no probó el sabor del verdadero
saber. Aquel que posee instrucción en Halaja, pero carece de conocimientos de
Agadá, no conoce el verdadero temor a Di.os"
Aquel que no ilumina su espíritu con el estudio de la Halaja y por ende impide a su
alma probar el verdadero sentido de la sabiduría, no está perdiendo una sola cosa,
sino su propia esencia, denigrando así toda su existencia.
Sin embargo, la verdadera corona del erudito en Halaja se aplica sólo si su temor a
Di.os antecede a sus conocimientos.
En tanto no haya adquirido el sabio, la perfección en el temor a Di.os, aún si su
mente es aguda y de naturaleza brillante, no ameritará la verdadera Torá.
Cita el tratado de Shabat 31a "En el juicio celestial que enfrenta el hombre le
preguntarán: ¿Trabajaste con honorabilidad? ¿Inquiriste con sabiduría? ¿Obtuviste
nuevas conclusiones?
Y aún así, determina el Talmud que su saber sólo será válido si posee temor a Di.os
Capítulo 4 “Las virtudes”
Según los eruditos, todo lo relacionado con las inclinaciones humanas (midot),
ocupa una parte importante en el perfeccionamiento del servicio al Creador. Y existe
una confusión generalizada al creer que la perfección personal se compone de
distintas áreas que uno debe desarrollar, sin embargo la verdad es que existe una
raíz común que remite las midot a una inclinación negativa y una positiva.
La negativa es la desidia, dejar que las inclinaciones negativas nos controlen y
convertirse en soberbio, iracundo, vengativo, etc. En cuanto a la positiva, se
relaciona a la decisión definitiva de anteponer la ética por sobre las ambiciones
personales y a partir de ahí enfrentarse a todas las inclinaciones negativas.
Esta decisión no puede tomarse de forma parcial, como decir que voy a controlarme
con ciertas emociones como la búsqueda de placer o la ira, pero no con otras, si
vemos personas que son muy medidas en algunas áreas, pero en otras no, esto se
debe a que algunas inclinaciones son más fuertes en ellos y la lucha por superarlas
es demasiado difícil aún. También existen quienes tienen una natural disposición
hacia el bien y parecen tener un comportamiento ético, pero solo en aquellas áreas
en que su naturaleza así lo dicta.
Es útil clasificar e individualizar las distintas midot, debido a que básicamente todas
las malas inclinaciones son una y asimismo las inclinaciones positivas son una,
cualquier mejora en una de ellas resultara en una mejora generalizada.
Es famosa la pregunta del tratado Abot 2:9 donde Rabí Eleazar responde que la
virtud suprema es el buen corazón, englobando todas las otras respuestas de sus
colegas. Sin embargo hay discusión de cómo alcanzar el buen corazón, finalmente
cada uno de nuestros sabios encuentra en su propia naturaleza la forma de alcanzar
el refinamiento de su carácter y a través de sus enseñanzas podemos alcanzar este
conocimiento y utilizarlo.
Rabí Eleazar ben Azaria encontró el impulso que lo llevó a enseñar sobre el buen
corazón, una escuela que enseña cómo adquirir mayor sensibilidad y así inducir a la
búsqueda de la verdad y el amor por la vida eterna. Asumir la verdadera virtud sin
necesidad de disgregarla.
Es ampliamente difundida la idea de que la superación espiritual se encuentra
relacionada a los preceptos que regulan las relaciones entre las personas, en tanto la
obligación de temer a Di.os se relaciona a los mandamientos entre el hombre y su
Creador. A partir de esto surge la idea de que puede haber personas íntegras en uno
de estos ámbitos, pero deficiente en el otro. Sin embargo esta idea no existe para
quien profundiza en su análisis. Pues una persona que conserva sus rasgos de
carácter sin cultivar por medio del estudio se haya sometido a su instinto y no es
posible que sea íntegro en el cumplimiento de ningún precepto, fallando también así
en su relación con el Creador.
Tras haber determinado que la superación personal (tikun hamidot) es la base del
cumplimiento de las mitzvot, obtenemos que la herramienta indispensable para esta
superación es la observancia de la halajá, ya que en ésta se detalla lo permitido y lo
prohibido, imponiendo reglas por encima del control del hombre, enfrentándolo a
sus inclinaciones naturales, en ocasiones al desgano o a la vergüenza, al apego a lo
material, etc.
El hábito del cumplimiento minucioso de la halajá le permitirán adquirir el dominio
sobre sí mismo e incrementar el reconocimiento de una autoridad superior,
convirtiéndolo en una persona espiritual.
Y es probable que esta sea la única vía para la superación espiritual, pues la
alternativa de imponerse desafíos y tentaciones a fin de superarlas no es una opción
válida, por el contrario, el hombre tiene la obligación moral de alejarse de la
tentación, de la misma forma en que se aleja de un lugar peligroso.
Y tal como la observancia minuciosa de la ley ayuda a corregir nuestras midot, la
indolencia en este aspecto es nociva para el trabajo espiritual.
Una persona que observa los preceptos y sólo se aparta de las transgresiones de
manera mecánica y sabiendo que existe una legislación más amplia, no se acerca a
consultar a un rabino calificado, indudablemente responde a ciertos rasgos
negativos de su carácter.
El hábito de conciliar con las inclinaciones naturales a pesar de las exigencias éticas
incrementa las fuerzas de la impureza, destruyendo las virtudes. Con más razón
viniendo de una persona que afirma ser temeroso de Di.os, que habla a otros sobre
crecimiento espiritual e incluso alguna vez realiza consultas a un erudito, sin
embargo no posee suficiente autocontrol como para dirigir todas sus acciones de
acuerdo a la halajá, pues al hacerlo, perdería su altivez tan preciada, ya que
generalmente se trata de personas que no profundizaron en el Talmud ni estudiaron
a conciencia la halajá, por lo que no posee el conocimiento necesario, estas
personas solo podrán corregir sus midot frente a las duras pruebas.
La observancia escrupulosa de la halajá en ocasiones también se encuentra en
quienes, aunque no han estudiado metódicamente, fueron educados desde temprana
edad en el cumplimiento de la halajá y en la consulta rabínica de todo su accionar.
Estos generalmente son hijos de eruditos, por lo tanto podemos concluir que en la
práctica ésta costumbre beneficia a dos generaciones.
Nuestros sabios fueron sumamente estrictos con respecto a la virtud de la verdad o
su contraparte la corrupción de la mentira, ya que es algo sumamente frecuente y su
perjuicio es gravísimo.
La gravedad de la mentira no radica en el daño que hace, una ficción que se utiliza
como relato inocente y sin ánimo de sacar algún provecho es transgresión al igual
que un engaño utilizado para estafar a alguien. Dice el Todopoderoso "Vete de mi
presencia, pues así está escrito: Los que hablan falsedades no se sostendrán
delante de mis ojos" (Sanedrín 102b)
Que inmenso pecado es el de aquél que se esfuerza en imitar a un erudito en su
forma de vestir, su expresión, sus gestos, ganándose la confianza de la gente y
utilizando esta confianza para comercializar, realizando todo tipo de engaños en su
propio beneficio, incrementando sus ganancias y encubriendo su accionar con
expresiones falsas, aparentando una inocencia absoluta. Y esto es aún peor para
quien mantiene la mentira como una constante en su vida, ya que adopta la forma de
mentiroso y su verdadera personalidad queda oculta tras la mentira, haciendo
imposible que acepte un reproche moral.
El remedio a las midot se trata emocionalmente, una buena alternativa es estudiar el
"Sefer HaMidot", cuya sola lectura es una curación espiritual y su continuo estudio
enmienda las inclinaciones negativas. Sin embargo una afección de suma gravedad
es la baja autoestima porque no puede ser tratada con la simple lectura de obras
éticas y requiere una cura radical del espíritu, adquiriendo sabiduría. La ética le
indica a la persona como amarse a sí misma y ganar la honra personal, sin embargo
le advierte: Tu felicidad depende de la Torá, tu honor no lo hallarás sino en la
humildad, el honor no es sino abandonar el honor y la verdadera felicidad se
encuentra al liberarse de las inclinaciones personales, sometiéndose a Di.os y su
Torá, que es el objetivo final de la vida.
Capítulo 5 “Imaginación e intelecto”
La imaginación se deja influenciar por la riqueza, por el poder y por la belleza. Todo
lo que aparece atractivo al ojo, se hace parte de nuestras ilusiones. Sin embargo el
intelecto sólo acepta luego de un análisis crítico, anhela la ley de lo concreto y se
inclina permanentemente por la investigación.
La naturaleza humana ama la competitividad, si se diera una competencia entre esta
generación y la anterior, está última diria: Nosotros somos más sabios, pues las
generaciones van degradándose (como declara el Talmud). En cambio la generación actual
dirá: Las generaciones anteriores eran indolentes, no establecían relaciones internacionales,
desconocían algunas zonas del mundo, tenían una tecnología muy limitada, en cambio para
nosotros el mundo se encuentra abierto, somos todos una gran familia y el mundo una gran
ciudad.
La imaginación en este caso, pone atención e inmediatamente dictamina que la generación
pasada debe tomar descanso y dejar a la generación actual avanzar con sus conocimientos
actualizados.
Sin embargo el intelecto, juzga y examina, luego de un profundo análisis determina que la
superioridad del intelecto se encuentra en el estudio y es imposible comparar ya que ambas
generaciones alcanzaron conocimiento y que la generación actual la haya utilizado en mayor
forma para alcanzar avances tecnológicos no le da más valor, ya que por su lado la generación
anterior buscaba el estudio y la compresión y se frenaron en aplicar estos conocimientos para
enriquecerse por miedo a que estos conocimientos cayeran en manos impías.
Es propio de la naturaleza humana el olvido y como lo expresara el rey Shlomo (Kohelet 1:10-
11) ¿Habrá cosas de las que se podrán decir: Mira, esto es nuevo? Ya existió en los tiempos que
nos precedieron
Somos testigos de la sabiduría egipcia, cuyos reyes embalsamados se encuentran intactos hasta
el día de hoy y ni siquiera los investigadores recientes han podido descubrir dicho secreto.
También la literatura judía está llena de antiguos conocimientos maravillosos, intervenciones
quirúrgicas, conocimiento sobre bacterias y diferentes medicamentos. Maimónides en su
comentario sobre la Mishna, relata que le comentaron que el rey Shlomo escribió un libro con
recetas para todas las afecciones y enfermedades, y las personas se curaban. Cuando el rey
Jizquia vio que las personas recurrían al libro y ya no confiaban en el Creador para su
curación, ordenó archivar el libro, Maimónides cuestiona esta decisión, sin embargo a partir de
varios pasajes talmúdicos nos queda claro que el médico tiene permiso para curar y que no se
debe negar esta posibilidad a la gente. Pero la generación de Jizquia era algo especial, dicen
que recorrieron la tierra de Israel de norte a sur y no encontraron un niño o niña que no
conociera a la perfección las leyes sobre pureza ritual.
Capítulo 6 “La profecía”
Una de las verdades fundamentales del universo es que la existencia del Todopoderoso abarca
todo y todos los movimientos que se producen en las criaturas tanto del mundo mineral,
vegetal, animal y humano surge de Su conocimiento, voluntad y aceptación
Y es parte de los misterios revelados al hombre que es parte de la condición humana la
capacidad de refinar su alma y superar sus capacidades intelectuales en lo concerniente al
conocimiento del Todopoderoso, hasta lograr imbuirse de un espíritu celestial y un sentimiento
inspirado y es entonces cuando Todopoderoso crea en especie de comunicación entre Él y el
hombre otorgándole el don de oír la palabra divina, así como oye un hombre a su compañero;
este es el nivel al que denominamos profecía.
Y aunque desconocemos la verdadera naturaleza de la profecía debemos concebirla a partir de
la voz que conocemos y escuchamos, sin embargo no se debe atribuir al Creador una voz
propia de seres humanos, pues esa voz que percibe el profeta es creada para que llegue a sus
oídos y en otras ocasiones llega el mensaje al corazón y este debe descifrar las imágenes que
transmite al Todopoderoso a su espíritu para cumplir con lo encomendado por el Creador y
transmitir la profecía a quién le fuese encomendado hacerlo.
La relación profética es uno de los fundamentos de la creación, la intención al ser creado con
dos instintos (uno hacia el placer momentáneo y otro hacia la iluminación intelectual del saber
y la misericordia) es que el hombre denigre el mal y escoja el bien; sin embargo el bien absoluto
no es posible de alcanzar con la capacidad intelectual, luego de ese límite el hombre requiere
del potencial profético para que el Creador le diga que es prohibido y que es apropiado.
Cuando fue creado Adam, fue creado con un potencial profético y le fueron encomendados por
medio de este potencial los 7 preceptos que lo apartarían del mal así como otros preceptos
positivos. Fue creado con el más alto grado de perfección que pueda concebirse en un ser
humano.
Diez generaciones transcurrieron desde Adán hasta Noé en un proceso de continuo deterioro y
el sol vuelve a despuntar sobre la tierra con Noé, el escogido entre los demás como el más
selecto, el más justo. A la generación de Noé le sucedieron diez generaciones más que perdieron
el saber, hasta Abraham quien convertía a los hombres alejándolos de la idolatría, mientras su
esposa Sarah hacía lo mismo con las mujeres. Desde entonces no sé interrumpió la Yeshiva
(centro de estudios) en el seno del pueblo judío.
*Este capítulo está incompleto, debido a que el Jazon Ish falleció antes de terminarlo
Unidad 2
Igueret HaRamban
Resumen grupo de estudio “Igueret HaRamban”
Basado en el libro “A letter for the ages” de Rab Avrohom Jaim Feuer

Para éxito y parnasa tova de Marta Adriana bat Rosa y Ricardo ben Gloria

Introducción
La carta del Ramban es también conocida como Igueret HaMusar y es recitada y
estudiada por cientos de judíos que desean seguir las indicaciones de esta carta e
intentan vivir de acuerdo a su elevación espiritual.
Esta carta fue enviada por Ramban desde la ciudad de Akko en Israel a su hijo
Najman en Catalina, España para inspirarlo a actuar con humildad. Lo instruyó
a leer esta carta una vez a la semana y enseñarsela a sus hijos también para que
temieran a Di.os desde su juventud.
Ramban le aseguró a su hijo que el día en que él leyera esta carta, sus deseos
serían satisfechos desde el cielo, también le prometió que cualquiera que
acostumbrara a leer esta carta se evitaría tribulaciones y tendría abundancia en
el mundo venidero.
Pueden revisar la carta completa en
http://kivrei-tzadikim.com/2019/01/30/igueret-haramban/

IGUERET HARAMBAN
Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no descuides la Torá
de tu madre.
Adquiere el hábito de hablar siempre calmadamente a todo hombre y
a toda hora. Y con ésto te salvarás de la ira, un serio defecto de
carácter que hace pecar a los hombres. Como dijeron nuestros
Rabinos: Quienquiera que estalla en ira, todo tipo de infiernos
(Gehinam) dominan sobre él, como está escrito, “Destierra la ira de tu
corazón y aparta el mal de tu carne”. “Mal” significa aquí Gehinam,
como leemos: “…y los malvados están destinados al día del mal”.
Una vez que te hayas salvado de la ira, la cualidad de la humildad
entrará en tu corazón. Esta cualidad es la mejor de todos los rasgos
admirables, porque, “Siguiendo a la humildad llega el temor a D-os”.
A través de la humildad también llegará a tu corazón la cualidad del
temor a Dos. Hará que siempre pienses acerca de tu proveniencia y
de tu destinación, y que mientras estás vivo eres siempre como un
gusano, y lo mismo después de tu muerte.
También te recordará ante Quién has de ser juzgado, ante el Rey de la
Gloria, y está escrito, “Ni siquiera el cielo ni los cielos del cielo
pueden Contenerte” – “¡Cuánto menos el corazón de los hombres!”
También está escrito, “¿Acaso no lleno Yo cielo y tierra? Dice D-os”.
Y cuando pienses en todas estas cosas temerás de tu Creador y te
protegerás del pecado y con estas cualidades serás feliz con tu
porción. Y cuando actúes humildemente y te averguences de todo
hombre y les temas, y te cuides del pecado, el espíritu de la Shejina y
la radiancia de Su Gloria y la vida del Mundo por Venir descansarán
sobre ti. Y ahora, hijo mío, entiende y observa que el que se
enorgullece en su corazón sobre las criaturas, se está rebelando
contra la Realeza de D-os, porque se está adorando a sí mismo con
las vestiduras del reino de los Cielos, como está escrito, “Hashem
reina, El viste ropas de orgullo”.
¿Y con qué habría uno de sentirse orgulloso? ¿A causa de la
riqueza? D-os lo hace a uno pobre o rico. ¿Es a causa del honor?
Pertenece a D-os, como leemos, “Riqueza y honor vienen de Ti”. ¿Así
que, cómo podría uno adornarse con el honor de D-os? ¡Y alguien
que está orgulloso de su sabiduría seguramente debe saber que D-os
“aparta el habla de hombres locuaces y quita el razonamiento de los
sabios”!
De modo que vemos que todo el mundo es igual ante D-os, ya que
con Su ira El rebaja a los orgullosos y cuando El lo desea El levanta a
los que están abajo. ¡Así que rebájate y D-os te elevará!. Por
consiguiente, ahora te explicaré cómo comportarte siempre
humildemente.
Todas tus palabras serán amables, con tu cabeza inclinada, tus ojos
viendo hacia el piso y tu corazón enfocado hacia arriba. No mires al
rostro de la persona con quien estás hablando. Considera a todo el
mundo como mayor que tú . Si él es sabio o rico, debes darle respeto.
Si él es pobre y tú eres más rico –o más sabio- que él, considera que
eres más culpable que él, y que el es más meritorio que tú, dado que
cuando él peca lo hace por error, ¡mientras que tú lo haces
deliberadamente!
En todas tus acciones, palabras y pensamientos y en toda hora,
considera en tu corazón como si estás parado ante D-os, con
su Shejina encima de ti, porque Su gloria llena el mundo entero. Y tus
palabras serán con temor y espanto, como un esclavo de pie ante su
amo. Avergüenzate ante todo el mundo.
Cuando alguien te llama, no contestes en voz alta, sino gentil y
suavemente, como alguien parado ante su amo.
Cuida de estudiar siempre la Torá diligentemente, de modo que seas
capaz de cumplir sus mandamientos. Cuando te levantes de tu
aprendizaje reflexiona cuidadosamente acerca de lo que has
estudiado, a fin de ver qué hay en ello que puedas poner en práctica.
Examina tus acciones todas las mañanas y todas las noches, y de
esta manera en todos tus días habrá teshuvá (arrepentimiento).
Concéntrate en tus Tefilot removiendo todas las preocupaciones
mundanas de tu corazón. Prepara tu corazón ante D-os, purifica tus
pensamientos y piensa en lo que vas a decir antes de sacarlo de tu
boca.
Y así harás todos los días de tu vana vida y no pecarás. De esta
manera, todos tus palabras, acciones y pensamientosrectos y tu
Tefila será pura, clara, limpia, devota y aceptable a D-os, pues como
está escrito, “Cuando su corazón está dirigido a Ti, escúchales”.
Lee esta carta al menos una vez por semana y no descuides ningún
aspecto de ella. Cumple con su contenido y, al hacerlo, camina con
ella para siempre por los senderos de D-os, Bendito sea, de modo
que tengas éxito en todos tus caminos.
Así tendrás éxito en todos tus caminos y merecerás el Mundo por
Venir que se encuentra escondido para los Tzaddikim. Y cada día que
leas esta carta el cielo responderá siempre conforme a los deseos de
tu corazón. ¡Amén, Sela!
Escucha hijo el musar (disciplina) de tu padre y no olvides la Torá de tu
madre" - Proverbios 1:8
Este verso enfatiza la responsabilidad de los padres de moldear el
carácter de sus hijos incluso si no son capaces de enseñarle los textos
de la Torá, aún están obligados a inculcarles los valores de la Torá y la
moral.
Tal como las características físicas son hereditarias así también las
características emocionales, los padres transmiten sus actitudes y sus
valores a sus descendientes. Es por esto que aquellos padres que no
tienen control sobre su ira crían niños temperamentales.
Un tratado completo de la Mishna es dedicado al estudio de la ética
judía, apropiadamente este tratado de entrenamiento moral es llamado
"Avot", padres.
Los padres deben fomentar en sus hijos el espíritu de reverencia y
temor ante Di.os; el Ohr HaJaim HaKadosh escribió:
"Un niño debe ser entrenado en el temor a Di.os desde la edad más
temprana posible, incluso si es demasiado joven para comenzar un
estudio de Torá formal el debe ser instruido en el temor del cielo,
porque así lo mantendrá para toda su vida".
Y en otra parte señala:
"Hombres santos me han dicho que cuando una persona es abrumada
por pensamientos impuros y su instinto al mal lo atrae a pecar, existe
una poderosa herramienta preventiva. Uno debe protegerse
visualizando a uno de sus padres, cuando uno lo ve enfrente de uno las
fuerzas de la santidad se refuerzan en uno y encontramos la fortaleza
interior para sobreponernos a la tentación así Yosef evitó ser seducido
por la esposa de Potifar ya que la imagen de su padre Jacob apareció
delante de él y lo ayudó a sobreponerse a su pasión".
Esto explica el orden de los versos en la Torá; primero la Torá ordena
"Ser santos" e inmediatamente después nos ordena que "Todo hombre
tenga miedo de su madre y de su padre", como si dijera: "Si deseas
salvarte de la tentación teme a tus padres y visualizarlos enfrente tuyo"
Además de esta carta que Ramban escribió a su hijo Najman, existe otra
que envió a su hijo Shlomo. En esta carta Ramban enfatiza lo
beneficioso que es para los niños pensar siempre en las enseñanzas de
sus padres.
"Hijo mío recuérdame siempre y mantén la imagen de mi rostro siempre
delante de tus ojos, no me apartes nunca de ti. Remueve de tu corazón
el deseo de hacer cualquier cosa que tú sabes que yo rechazo. Mantente
siempre conmigo, observa los mandamientos de Di.os y vive!".
El Shela HaKadosh nos recomienda que si queremos dejar una huella en
nuestros hijos, deberíamos darle máxima importancia a la cualidad de la
honestidad. Los niños adoptan el código de honor de sus padres,
actuarán apropiadamente bajo cualquier circunstancia, incluso después
de que sus padres se hayan ido.
El Shela HaKadosh relata una historia de cuando vivía en Jerusalén,
había un hombre que no se desviaba de la verdad por ninguna razón.
Este hombre le explicó que su escrupulosa honestidad era el legado de
su padre. Cuando era pequeño el padre lo premiaba por reconocer sus
travesuras y lo castigaba ante la mínima falta de sinceridad. Este
pequeño nunca olvidó esta lección.
Para Ramban fue lo más apropiado comenzar su carta con este
versículo de proverbios. Rashi explica que “la disciplina de tu padre” se
refiere a las leyes fundamentales de la Torá, registradas en la Torá oral y
escrita, que fueron entregadas a Moisés en Sinaí. “La guía de tu madre”
se refiere a las vallas y resguardos adicionales que nos han entregado
nuestros sabios para alejarnos del pecado.
Rab Gifter nos explica esto con una parábola:
Había un niño que tenía debilidad por la buena comida y sus padres
estaban muy preocupados, porque un nuevo restaurante no kosher
había abierto cerca de su casa. Su padre le advirtió que en caso de
llegar a comer en ese restaurante sería severamente castigado. Sin
embargo, su madre que lo conocía muy bien, sabía que si su hijo tan
sólo olía la comida que había en ese restaurante, no tendría la fuerza de
sobreponerse a la mala inclinación, por lo tanto ella le prohibió que
siquiera pasara por fuera del restaurante, le advirtió “si llego a verte
cerca de ese restaurante, te arrepentirás por el resto de tus días!”
La madre no es cruel ni desalmada, es el profundo amor y sensibilidad a
las debilidades de su hijo, lo que la lleva a ser más estricta. De esta
misma forma ocurre con los dictámenes actuales de nuestros sabios,
vienen desde el amor que nuestros líderes tienen por el pueblo de Israel.
Clase 2
“Adquiere el hábito de hablar siempre calmadamente a todo hombre y a toda hora”
De esta frase, los maestros del musar han derivado importantes lecciones para
mantener ecuanimidad personal y paz mental frente a toda circunstancia
Adquiere el hábito: Prepárate, no dejes que te tomen por sorpresa, antes de las crisis
prepárate mentalmente para enfrentar distintas situaciones
Hablar calmadamente: Independiente de la situación, es mejor hablar con calma, una
conversación tranquila es más efectiva que olas de indignación
A todo hombre: Actúa gentil y amable con todas las personas, incluso con quien te haya
traicionado.
A toda hora: Nunca pierdas la compostura, incluso si estás cansado, agotado,etc.
Siempre habla gentilmente
Protege celosamente tu paz mental, es tu bien más precioso.
Como dice en el Talmud en Pesajim 113a “Tres personas son especialmente amadas por
Di.os: Uno que no pierde el control de su temperamento, uno que no se emborracha y
uno que no demanda que se cumplan sus derechos”
Y señala el Zohar “Uno que cuidadosamente se guarda de la ira y evita cualquier
discusión, amerita que su casa se compare al Santo Templo”
La paz mental es la clave del crecimiento espiritual, la serenidad es la marca de una
persona que es verdaderamente buena. La persona que confía en el Creador es calmada
y compuesta y esto se manifiesta en su manera suave y gentil de hablar.
Por otro lado quién no confía en Di.os se siente solo y sobrecargado por el peso de sus
responsabilidades. Una persona ansiosa que no comparte sus problemas con Dios ve su
entorno como hostil e imagina que todo el mundo demanda su atención.
El rey Salomón señala en el libro de Kohelet “Las palabras del sabio habladas
gentilmente, son escuchadas”
El hombre que se mantiene bajo control ante cualquier circunstancia, escucha cortés y
tranquilamente cuando otros se dirigen a él y piensa antes de hablar, se permite ciertos
momentos para pensar antes de ofrecer con calma una respuesta. Elige sus palabras
cuidadosamente y las esparce como preciosas monedas
El hombre sabio confía en la fuerza de sus argumentos y en el mérito de su lógica, no
necesita dramatizar para intimidar a sus oyentes. La gente fuerte no necesita usar
palabras duras.
El Jazon Ish declaró que su influencia se debía al hecho de que elegía cuidadosamente
qué tono de voz usar al dar sus consejos.
Clase 3
“Y con esto te salvarás de la ira”
“Una respuesta suave, aleja la furia, pero una palabra áspera eleva la ira” (Proverbios
15:1)
Malbim comenta que la furia es un nivel muy profundo e intenso de enojo, sin embargo
las palabras suaves son capaces de apaciguarla.
También nos aconseja el Jafetz Jaim si una persona se nos acerca a pedirnos un favor
que no podemos realizar, tenemos que tener mucho cuidado de no mostrar algún gesto
de desprecio, debemos responderle suavemente y con tono gentil, así aunque no
podamos ayudarlo con nuestros bienes, nuestras palabras pueden llegar a calmar parte
de su angustia.
“No te molestes precipitadamente, pues la ira persiste en el seno de los tontos”
(Eclesiastés 7:9)
No se puede dominar la ira sin sabiduría. En Reshit Jojma, Shaar HaAnavah cap.3, nos
recomienda apartar una suma de dinero para darla en caso de que nos permitamos
enojarnos. Debemos asegurarnos de que este monto sea suficiente para forzarnos a
pensar dos veces antes de perder la calma. Y si llegas a enojarte, evita mirar a los ojos a
la persona con la que estás molesto, de esta forma será más fácil apartar la ira.
Rabi Menajem Meiri relata una historia: Había un rey justo que tenía solo un gran
defecto, se enojaba fácilmente. Para sobreponerse a esta mala costumbre, escribió en un
papel 3 frases y le ordenó a uno de sus sirvientes que se lo mostrara cuando comenzaba
a molestarse. El papel decía:
Siempre recuerda que eres solo una criatura y que no eres el Creador
Siempre recuerda que eres carne y sangre y que eventualmente perecerás.
Siempre recuerda que hay que en el futuro tendrán misericordia de ti solo si tú tuviste
misericordia de otros
(Sefer hamidot página 239)
Mantener el autocontrol requiere una constante disciplina, es un error pensar que un
tzadik llegó a controlar su ira de forma natural. El Jafetz Jaim, por ejemplo, trabajó
constantemente para mejorar su carácter. Él luchó, rezó y reflexionó, refinando sus
midot hasta que las purificó. Uno de sus discípulos cierta vez se escondió para ver qué
es lo que esté tzadik hacía en la noche. A media noche ve al Jafetz Jaim entre a la
sinagoga, abrir el Aarón HaKodesh y rezarle a Hashem para que le ayudará a
sobreponerse a sus sentimientos de ira.
Clase 4
“... Un serio defecto de carácter que hace pecar a los hombres”
El enojo no es sólo un rasgo de carácter, es un indicador de la personalidad en
general de una persona. Un sabio dijo: “Antes de elegir a alguien como amigo,
obsérvalo cuando está enojado. Su conducta bajo presión te entregará
muchísima información sobre su verdadera naturaleza”
Una persona que constantemente pierde la calma, pierde también su
racionalidad y pone en peligro la base de su relación con Di.os, ya que nada lo
contiene. Es por esto que el Talmud señala “el hombre que es propenso a la ira,
se considera como quien sirve a los ídolos” (Shabbat 105b)
El profeta Eliyahu (Elías) dijo: “Si nunca te enojas, nunca pecarás” (Berajot 29a)
El Talmud nos señala las consecuencias de dejarse llevar por la ira “Cualquiera
que pierda la paciencia, si es estudioso, pierde su sabiduría, si es profeta, pierde
la revelación divina”
El Sefer Jasidim relata la historia de un hombre que salvó a su familia
controlando su ira:
Hubo un hombre, cuyo padre le pidió en su lecho de muerte que le prometiera,
que pasara lo que pasara, si llegaba a enojarse, dejaría pasar una noche antes de
reaccionar al motivo de su enojo. Tiempo después el hombre tuvo que hacer un
viaje muy largo, dejando atrás a su esposa embarazada sin saberlo, al volver,
después de 10 años ve a su esposa abrazando a un joven y estalló en ira, pero
recordó la promesa a su padre y volvió al día siguiente para enterarse que ese
joven era su hijo.
En Hiljot Deot Rambam enseña que debemos evitar los extremos en nuestros
rasgos de carácter, sin manifestarse en exceso, pero tampoco eliminandolos del
todo. Excepto con respecto al enojo, dice que incluso en ocasiones donde el enojo
es justificado debemos evitarlo.
El Sefer HaMidot señala que el rasgo de la ira es innegablemente malévolo. Es
natural en los animales salvajes e impuros, en las bestias y aves de presa. El
hombre iracundo es similar a una víbora que come el polvo de la tierra, que está
disponible donde quiera que vaya, así también el hombre iracundo encuentra
fácilmente un motivo para enojarse.
El enojo no sólo perjudica a quien la manifiesta, también a quienes rodea,
relacionarse con una persona “corta de genio” puede llevarnos a adoptar su
naturaleza.De igual forma, el enojo no sólo lleva al pecado a la persona, también
puede hacer pecar a otros. El Talmud en Guitin 6b advierte al hombre ser muy
cuidadoso en mostrar enojo frente a su esposa, ya que una mujer nerviosa por la
reacción de su marido puede llegar a cocinar o encender las velas pasado el
comienzo de Shabat.
Clase 5
“Como dijeron nuestros Rabinos: Quienquiera que estalla en ira, todo tipo de
infiernos (Guehinam) dominan sobre él, como está escrito, “Destierra la ira de tu
corazón y aparta el mal de tu carne”. “Mal” significa aquí Guehinam, como
leemos: “…y los malvados están destinados al día del mal”.
Rabenu Nissin interpreta esta estrofa como la retribución que corresponde a
quien se deja llevar por la furia. La ira no es sólo peligrosa por sí misma, sino
también por hacia dónde puede dirigirnos.
El Rab Yeruham Levovitz entiende que a través de la ira el dolor del Gehinom se
vuelve real, incluso en este mundo. Las ardientes emociones se la ira, depresión y
frustración son nuestro propio infierno (Daat HaJojma uMusar, vol III, PP 20:
252)
El Sefer Haredim señala un ejemplo de quien pierde una hermosa flor, sería
ilógico que esta persona comenzara a destruir valiosas cosas por la rabia que
siente por la flor de que perdió. De manera similar, la persona que pierde la
compostura, pierde su paz mental, algo mucho más valioso que las cosas triviales
por las que nos enojamos.
Un filósofo comentó: “La mayoría de los personas mantienen vidas de
frustración tranquila”. Mientras externamente mantienen la compostura,
internamente su corazón desborda de amargas decepciones. El Talmud (Arajin
16b) indica que ningún hombre está libre de pecado. Mientras HaShem no tiene
misericordia de aquellos completamente malvados, actúa con compasión hacia la
mayoría de la humanidad. En vez de sobrepasar a los transgresores con vientos
devastadores, les permite experimentar las consecuencias del pecado
gradualmente a través del tiempo. El Talmud cita algunos ejemplos: encargar un
traje y no gustarle cómo quedó, pedir una bebida caliente y recibir una fría y
buscar en un bolsillo tres monedas y solo sacar dos. El Talmud concluye: “Si una
persona tiene cuarenta días sin experimentar cualquier dolor o incomodidad,
debería preocuparse, no sea que reciba recompensa y placer en este mundo y
sufrimientos lo esperen en el futuro. Incluso estas aparentemente incomodidades
triviales son significativa. Son en realidad los Regalos Agridulces de HaShem.”
El Midrash agrega que si en un circunstancia incómoda de reacciona con
compasión, HaShem devolverá la pérdida.
Clase 6
“Una vez que te hayas salvado de la ira, la cualidad de la humildad entrará en tu
corazón”
Los maestros del musar enseñan que Quién se enoja fácilmente, sufre de sentido
de inferioridad. Y Rab Shlomo Wolbe lo detalla en la siguiente observación:
Quién busca llamar la atención de otros es porque aún no se ha encontrado a sí
mismo, ignora su valor propio. Carece de autoestima y depende de la opinión de
otros. Está hambriento de sus elogios, ya que si su aprobación se siente sin valor.
Si alguna vez los otros fallan en elogiarlo, se vuelve impotente y luego hostil y
furioso.
Entonces el hombre iracundo, no puede ser humilde. Su molestia manifiesta que
no está conforme con los sucesos que ocurren en su vida. En cambio el hombre
humilde, es estable, su actitud es la misma cuando lo elogian que cuando lo
ofenden. Su autoestim depende sólo de sí mismo. (Jovot HaLevavot 5:5)
Rab Jaim Shmuelevitz, observó que cuando una persona pomposa no recibe la
aprobación que espera, incluso de una persona insignificante, se molesta a tal
punto que todo el honor que puede poseer le parece insignificante a sus ojos.
Cualquier deseo físico tiene un punto de saturación, en cambio el deseo de
reconocimiento no tiene límites reales, nunca puede ser completamente
satisfecho. Dado que la sed de honor nace de una deficiencia en su autoestima, no
existen elogios suficientes que puedan saciarla.
Mientras el humilde encuentra serenidad, el que busca honor y reconocimiento
cultiva una vida de inevitable frustración (Sijot Musar, ensayo 17)
Analizando la palabra ‫( שמח‬alegría), encontramos que su raíz es ‫( מחה‬borrar). Si
uno realmente desea regocijarse, debe primero abandonar el deseo de satisfacer
primero nuestras necesidades, en este sentido uno de olvidarse de uno mismo.
Le preguntaron a un hombre piadoso: ¿Cuando fue el momento más feliz de tu
vida? él respondió “Una vez viajando en un barco, cómo era pobre fui asignado
en el peor cuarto imaginable, era una bodega, en lo más bajo junto con la carga.
Un grupo de mercaderes ricos también estaba a bordo y una vez que me acosté
en mi cama uno de los mercaderes bajo a la bodega y lanzó su basura sobre mi,
al parecer me encontró demasiado despreciable, solo hizo como que yo no
estuviera ahí. Me sorprendió la audacia de el mercader, pero nunca me había
sentido tan complacido de ver que no estaba enojado, cuando me di cuenta de
que tan indiferente era al prestigio y ahí sentí una profunda alegría. Descubrí
que había alcanzado un nuevo nivel de humildad. (Rambam, comentarios a
Mishná Avot 4:4)
Clase 7
“Esta cualidad es la mejor de todos los rasgos admirables”
Tal como la electricidad sólo fluye fácilmente en metales de alta pureza, donde no
existe resistencia que genere pérdida de energía, también nosotros debemos
refinar nos para ser vasijas puras a través de las cuales la energía divina fluye
libremente, una de las características que nos permite llegar a ser
“superconductores” de divinidad es la humildad. Internalizando la naturaleza
humilde, podremos volvernos receptivos a los deseos del Creador.
Cómo identificar la humildad, según Shevet Musar (cap. 17)
Habla gentilmente, incluso a sus servidores
Acepta que otros sean elogiados
Si aumenta su éxito, aumenta su humildad
Repara lo que daña
No exige revancha
Acepta el sufrimiento
La humildad ha sido un distintivo de los líderes de la Torá desde sus comienzos,
como Moshe Rabenu quién es llamado “muy humilde, más que todos los otros
hombres sobre la faz de la tierra”.
El Sefer HaMidot predice: cuando el mundo atestigüe el renacimiento de la
cualidad de la humildad podemos empezar a esperar la llegada del mesías en ese
tiempo el hombre humilde será aclamado como un verdadero héroe, como está
escrito “Cuando HaShem muestre su favor a su pueblo el glorificará al humilde
en el momento de salvación” (Tehilim 149:4)
Clase 8
“Siguiendo a la humildad llega el temor a Di.os. A través de la humildad también
llegará a tu corazón la cualidad del temor a Di.os.”
Humildad y temor a Dios son básicamente sinónimos ya que el temor al cielo es el
sentido de rendirse frente al Todopoderoso. El hombre arrogante tiene la ilusión
de ser autosuficiente e independiente en su poder, en cambio el verdadero
humilde reconoce que Dios es la única fuente real de fortaleza.
Rambam nos demuestra cómo una profunda conciencia de la presencia divina
nos permite llenarnos de un sentimiento de humildad (Hiljot Yesodei Hatorá 2:2)
Como una persona adquiere amor y temor a Di.os? cuando contempla el trabajo
de Di.os, analiza su maravillosa creación, cuándo es testigo de la sabiduría divina
que no tiene medida ni límite, inmediatamente es llenado con amor y alabanza al
Creador esto llena a la persona con un profundo sentimiento y la lleva a la
conclusión de que no existe nada más frágil que una criatura frente a la
presencia del Todopoderoso, la fuente de la perfecta sabiduría.
Finalmente es la conciencia sobre la presencia divina de lo que nos lleva a la
verdadera humildad.
No debemos confundir humildad con timidez, una persona tímida que
indiscriminadamente busca agradar a otros, actúa desde la debilidad más que
desde su fortaleza. Como el hombre iracundo qué es servicial más que nada por
sus inseguridades, sus acciones se alejan del temor al cielo y se acercan más a una
profunda desconfianza en sí mismo
Cuesta creer que Moisés llegando a ser un líder y redentor de millones de judíos
pueda sentirse insignificante. A través de él Hashem hizo asombrosos milagros
ante el imperio egipcio y se paró en el monte Sinaí donde el cielo se abrió y el
Maestro del Universo se reveló a sí mismo, claramente Moisés estaba consciente
de su grandeza como podría ser así el hombre más humilde de la tierra.
El Rab Yosef Leib Bloch explica que uno puede tocar la cima del éxito y
mantener la humildad. La humildad depende, más que nada, del criterio que
usemos para medirnos, si nos comparamos con el Creador, no importa que tan
alto lleguemos, sabemos que somos una partícula ínfima dentro de su infinita
magnificencia.
Clase 9
“Hará que siempre pienses acerca de tu proveniencia y de tu destinación, y que
mientras estás vivo eres siempre como un gusano, y lo mismo después de tu
muerte”
Esta parte se relaciona a lo dicho en la Mishná (Avot 3:1) donde plantea 3
barreras para evitar pecar:
Akavya ben Mehalalel dijo: “Considera tres cosas y no caerás en transgresión.
Conoce de dónde vienes, hacia dónde vas y delante de Quien estás destinado a ser
juzgado”
Mesilat yesharim explica: Todo lo anterior contrarresta el orgullo y promueve la
humildad, porque cuando el hombre considera su naturaleza terrenal y baja, no
le quedan razones para sentir orgullo.
El Talmud (Berajot 5a) enseña: Una persona debe aprovechar cada oportunidad
para enfrentarse a su inclinación al mal. Si triunfa, todo estará bien, si pierde la
primera vez, aún le queda el compromiso con el estudio de la Torah, si así
subyuga a su mala inclinación, todo estará bien, si no, diganle que recite el
Shemá. Si tiene éxito, todo estará bien, si no, como último recurso que imagine el
dia de su muerte, esta visión destruirá su mala inclinación.
Clase 10.
Administrador · 12 de marzo
“También te recordará ante Quién has de ser juzgado, ante el Rey de la Gloria”
Esta frase también está basada en Avot 3:1, la Mishna citada en la frase anterior:
“Recuerda ante Quién estás destinado a ser convocado para juicio y contabilidad
- ante el Rey de Reyes, el Santo Bendito Es!”
El Gaón de Vilna pregunta, porque repite dos términos para describir la
evaluación final: ‫דין‬, juicio, y ‫ חשבון‬contabilidad.
Él explica que el juicio es realizado con respecto a los malos actos cometidos, en
cambio la contabilidad se refiere a una evaluación de las posibles buenas
acciones que podríamos haber hecho con los recursos y la energía que utilizamos
en realizar las malas acciones. Seremos llamados a dar cuenta, no solo de
nuestros pecados, también del tiempo y la energía que malgastamos en ellos.
Existe una parábola sobre un rey que entrega una de sus ropas a dos grupos
diferentes de personas, un grupo no cuido la ropa, entregandola sucia,
desgastada y arrugada, en cambio los hombres sabios entregaron todo en mejor
condición a la recibida. El Talmud concluye que Di.os le entregó a cada ser
humano una parte de su gloria, un alma celestial. Los tontos manchan sus almas
con transgresiones, mientras los sabios la pulen con mitzvot. El día del juicio los
malvados serán llamados a juicio por descuidar su alma y sometidos a
contabilidad por no haberla mejorado.
Beit HaLevi (parashat Noaj) observa que existe un efecto doble al pecar. Las
malas acciones contaminan al hombres y además ejercen una influencia en otros
que podrían seguir su ejemplo, esto se da con mayor razón en quienes tienen
posiciones de prestigio y no se limita al presente, continúa con sus descendientes.
Está influencia de gran espectro también será considerada en la contabilidad del
día del juicio.
Mesilat Yesharim ilustra el consejo de Akavya ben Mehalalel para recordar el
día del juicio:
Uno debe formarse una imagen mental de lo que podría ser presentarse ante la
Corte Celestial.
El acusado se encontrará frente al Rey de reyes, rodeado de ángeles
ministeriales, que cumplen Sus deseos con absoluta perfección. El acusado,
expuesto a un intenso escrutinio, dolorosamente consciente de lo peor de sus
acciones. Abrumado, ¿podrá acaso levantar la cabeza? ¿Se atreverá a abrir la
boca? El tribunal preguntará: "¿Perdiste la lengua? ¿Dónde está el honor y la
gloria de la que te has enorgullecido en tu vida?" ¿Qué responderá? ¿Cómo
puede alguien responder a esta reprimenda? Si por un momento nos formaramos
una impresión verdadera y contundente de esta idea, nuestro orgullo huiría de
nosotros, para nunca volver.
El Talmud (Taanit 11a) describe cómo se presentarán las pruebas ante el
Tribunal Celestial para el juicio final. Señala que incluso las paredes de piedra y
las vigas de madera gritarán y condenarán los pecados que fueron ocultados. De
hecho, la propia alma de una persona dará testimonio de sus malos actos.
Cuando pase al descanso eterno, las acciones que realizó en su vida, lo
precederán en su último viaje. Cuando la corte emita su veredicto, el acusado,
abrumado, no tendrá más remedio que adjuntar su firma a una confesión escrita
y aceptar humildemente la sentencia, diciendo. "Este veredicto es cierto y justo"

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